Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Madurez 1b
Madurez 1b
CRECIMIENTO CRISTIANO.
Como un Bebe necesita ser alimentado y cuidado así mismo : .
▪ Debemos Acudir …
Diariamente a la Biblia.
▪ Debemos Orar Diariamente.
▪ Debemos Reorientar Nuestras Relaciones.
▪ Debemos Testificar.
▪ Debemos Obedecer a Dios.
Éxodo Números
ANTIGUO
HISTÓRICOS(12) Josué Samuel 2 2 Crónicas
TESTAMENTO
POESÍA(5) Job Proverbios Cantar de los
Cantares
Salmos Eclesiastés
Marcos Juan
“Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.” (Romanos 10:17)
“Oraba yo pidiendo fe, y pensaba que algún día la fe caería sobre mi desde el cielo, como
un rayo. Pero la fe no parecía venir. Un día leí en el capítulo 10 de Romanos, “La fe es por
el oír; y el oír es por la Palabra de Dios”. Antes cerraba mi Biblia, y pedía la fe. Ahora abro
mi Biblia y comienzo a estudiar, y desde entonces mi fe no ha cesado de crecer.” D. L.
Moody
1. – RECIBIRLA: LEYENDO.
“Y lo tendrá consigo, y leerá en él todos los días de su vida, para que aprenda a temer a
Jehová su Dios, para guardar todas las palabras de esta ley y estos estatutos, para
ponerlos por obra...” (Deuteronomio 17:19)
La lectura bíblica: No Se caracteriza por una lectura rápida de una porción extensa, uno o
varios capítulos. Es una lectura panorámica, de las grandes obras de Dios a través de la
historia, de lo que Él ha dicho o ha hecho. Esta forma de acercarnos a la Biblia tiene
como meta extraer las ideas generales y no los detalles.
3. MEMORIZARLA:
“Grábate en la mente todas las cosas que hoy te he dicho,” (Deuteronomio 6:6)
4. ESTUDIARLA:
“Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna;
y ellas son las que dan testimonio de mí.” (Juan 5:39)
El estudio bíblico. Implica una cuidadosa observación de cómo se relacionan entre sí las
distintas partes del pasaje. Tiene como propósito buscar y captar el significado más
profundo del texto.
5. OBEDECERLA:
“Mas la que cayó en buena tierra, éstos son los que con corazón bueno y recto retienen la
palabra oída, y dan fruto con perseverancia.” (Lucas 8:15)
Cada vez que acudamos a la Palabra, debemos hacerlo en total dependencia al Espíritu
Santo, su autor. Y es recomendable hacerse las siguientes preguntas:
A. QUÉ ES ORAR?
Orar es conversar y compartir con Dios. Al principio puede parecerte extraño, pero en la
medida en que continúes haciéndolo, la oración llegará a ser más y más significativa.
Aprende a ver a Dios como tu Padre, como tu amigo así te parecerá natural la oración
pues esto es lo que normalmente hacemos con nuestros amigos y con nuestros seres
queridos.
Jesús, siendo una de las personas de la Trinidad, nos enseñó a ser constantemente
dependientes de Dios a través de la oración (Lucas 22:32; pero yo he rogado por ti, que tu fe
no falte; y tú, una vez vuelto, confirma a tus hermanos.
Lucas 23:34 Y Jesús decía: Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen. Juan 17;20
Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la
palabra de ellos,
Cuando oramos no lo hacemos para torcerle el brazo a Dios, ni para conseguir lo que
nosotros queramos; oramos para que la voluntad de nuestro Padre y sus propósitos estén en
nuestro corazón. Oramos al Padre para que nos guíe para llevar a la práctica sus propósitos
(Mateo 6:10; Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.
Lucas 22:44) Y estando en agonía, oraba más intensamente; y era su sudor como grandes
gotas de sangre que caían hasta la tierra.
Cuando oramos, reconocemos que nosotros no podemos por nosotros mismos. Al mismo
tiempo, confiamos en que Él nos dará todo lo que necesitamos para que nosotros hagamos
lo que nos corresponde conforme a la Palabra (Proverbios 16:3; Encomienda a Jehová tus
obras, Y tus pensamientos serán afirmados. Salmo 55:22). 22 Echa sobre Jehová tu carga,
y él te sustentará; No dejará para siempre caído al justo.
Aunque Dios no tienta a nadie, Él tiene la autoridad para permitir que seamos tentados por
Satanás. A veces esa tentación es tan ligera que no la percibimos. Oramos a Dios para que
nos guarde de la tentación, nos dé fuerzas para poder soportarla, y sabiduría para hacer lo
correcto (Mateo 6:13; Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es
el reino, y el poder, y la gloria,(D) por todos los siglos. Amén. Lucas 22:40) Cuando llegó a
aquel lugar, les dijo: Orad que no entréis en tentación.
5. La oración nos ayuda a vivir vidas santificadas.
Parte de nuestra santificación se logra cuando venimos al trono de la gracia a pedir perdón
por nuestros pecados. Somos santificados cuando practicamos la oración en lo secreto,
encomendando nuestra vida a Dios (Salmo 37:5 Encomienda a Jehová tu camino, Y confía
en él; y él hará.
En 1 Timoteo vemos que los de Éfeso habían dejado de interceder por los perdidos, así que
Pablo le dice a Timoteo que esta práctica debe ser una prioridad (1 Timoteo 2:1).1
Instrucciones sobre la oración Exhorto ante todo, a que se hagan rogativas, oraciones,
peticiones y acciones de gracias, por todos los hombres;
Debido al sacrificio de Jesús en la cruz, podemos acercarnos a Dios en oración para pedir
perdón por nuestros pecados. Además, orar unos por otros como Iglesia nos ayudará a llevar
juntos las cargas y luchas espirituales que tenemos.
La Biblia no nos enseña a orar casualmente, sino de manera insistente y con fe (Mateo 7:7).
Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá..
En nuestra vida cotidiana hay una guerra feroz, y debemos de estar orando unos por los otros
para que la Palabra de Dios sea propagada (2 Tesalonicenses 3:1).Que la palabra de
Dios sea glorificada Por lo demás, hermanos, orad por nosotros, para que la palabra del
Señor corra y sea glorificada, así como lo fue entre vosotros,
Al igual que tus padres aquí en la tierra, tu Padre Celestial quiere saber de ti y hablar contigo.
Cuando oras, Él escucha. Luego, Él contesta tus oraciones a través de pensamientos,
sentimientos, escrituras y aún por medio de las acciones de otras personas.
12.La oración te ayuda a obtener una comprensión de la naturaleza amorosa de Dios.
Las escrituras enseñan que “Dios es amor” (1 Juan 4:8). Puedes sentir ese amor al hablar
diariamente con Él por medio de la oración, buscando Su guía en tu vida.
Jeremías 33:3 Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú
no conoces. El orar y escuchar las respuestas que Dios te da, puede ayudarte a entender
mejor tu propósito en la vida. Dios te ayudará a entender por qué estás aquí y lo que puedes
hacer para regresar a vivir con Él después de esta vida.
Cuando oras a Dios en privado, puedes procesar y resolver las situaciones difíciles de tu vida.
Dios siempre nos escucha y a menudo nos proporciona respuestas específicas y la guía que
buscamos. Aun cuando Él decide no contestar inmediatamente o en la manera en que
esperábamos, la oración es una manera de encontrar paz.
Jesús aconsejó a Sus discípulos, “Velad y orad para que no entréis en tentación” ( Mateo
26:41). Mediante la oración, podemos superar las tentaciones de pecar. Ora por la ayuda de
Dios para guardarte de tomar decisiones incorrectas. Esto te dará la fortaleza para hacer lo
que es correcto.
Jesús ayunó 40 días y 40 noches antes de comenzar su ministero sobre la tierra. Al hacerlo,
estuvo en comunión con su Padre en el Cielo en oración. De igual manera, si oras y ayunas,
puedes estar más cerca de Dios y entender mejor las cosas que Él quiere que hagas.
A través de las escrituras, vemos muchos ejemplos de Señor obrando milagros como
respuesta a una oración. En los tiempos del Antiguo Testamento, el profeta Daniel fue
echado al foso de los leones porque se rehusó a dejar de orar. Cuando oró a Dios en el foso
de los leones, ángeles aparecieron y cerraron la boca de los leones. Mediante la oración
diaria, tú puedes experimentar milagros personales, tales como la sanación, la paz y el
perdón de tus pecados
18..La oración invita al Espíritu Santo a tu vida
Al orar diariamente, invitas al Espíritu Santo a que esté contigo y a que te consuele y te guíe.
El Espíritu Santo puede darte respuestas, ayudarte a sentir el amor de Dios y traer un
sentimiento de paz y gozo a tu corazón.
Jesús puso el ejemplo perfecto de la oración. Si te esfuerzas por seguir Su ejemplo por medio
de la oración, podrás llegar a ser más como Él y desarrollarás una mejor relación con Jesús y
con el Padre Celestial.
Nos da la maravillosa oportunidad de abrir nuestros corazones a él, contarle lo que ocupa
nuestras mentes, pedirle su ayuda y su sabiduría.
¡Y esto es lo que hacemos cuando oramos! Nos acercamos al Padre; sacamos tiempo para
hablarle y escucharle, para disfrutar de su presencia y compañía. Esta es la razón principal por la
que oramos.
Hay otras razones por las que debemos orar, mira algunas de ellas a continuación.
Dios espera que pidamos y que lo hagamos en el nombre de Jesús. No es pedir todo lo
que se nos antoje, sino pedir de acuerdo con su deseo para nosotros y para que él sea
glorificado en nuestras vidas.
En los días de su vida mortal, Jesús ofreció oraciones y súplicas con fuerte clamor y lágrimas al
que podía salvarlo de la muerte, y fue escuchado por su reverente sumisión.
(Hebreos 5:7)
Vemos que Jesús, aun siendo Dios hombre, cultivó una vida de oración y clamor, pero también
tuvo «reverente sumisión». ¡Cuánto más debemos nosotros mostrar ese corazón reverente y
sumiso a través de nuestras oraciones y de nuestras conversaciones con el Padre!
No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego,
presenten sus peticiones a Dios y denle gracias. Y la paz de Dios, que
sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos
en Cristo Jesús.
(Filipenses 4:6-7)
¡Son tantas nuestras preocupaciones diarias! Podemos llevarlas ante Dios, entregárselas y
darle gracias porque no tenemos que enfrentar solos los problemas de la vida. Es en esa
actitud de total confianza en él que recibimos su paz, una paz incomprensible que muestra el
cuidado de nuestro Dios.
(Santiago 5:15-16)
Podemos llevar ante Dios todo tipo de peticiones, incluidas las peticiones por salud y por el perdón de
pecados. Dios anhela tocarnos con sanidad física y sanidad espiritual. Somos justos gracias a Jesús
Podemos orar en todo momento por todas las situaciones o personas que vengan a
nuestra mente. También debemos interceder por nuestros hermanos en la fe. Es
importante pedir al Espíritu Santo las palabras precisas para orar con sabiduría, de
acuerdo con el corazón de Dios.
Si no estamos orando, no estamos reconociendo que por nosotros mismos no somos capaces
de ser los esposos, padres, amigos, hermanos, o empleados que Dios nos llama a ser.
Si bien es cierto que la oración debe llegar a ser un estilo de vida, debemos tener también
momentos especiales de oración. Empieza el día con oración, y ora en el transcurso del
día. Lleva a Dios todos tus problemas. El se interesa en todo lo que te ocurre. Ya hemos
dicho que la oración es la práctica de conversar y compartir todo con Dios, en una forma
sencilla y libre durante todo el día.
Antes de enseñar a orar a sus discípulos, Jesús dio unas orientaciones básicas para
que ellos las tuvieran en cuenta:
“Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en
secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.” (Mateo 6:6)
Orar es hablar con Dios de manera espontánea; por eso Jesús dijo que no usáramos
vanas repeticiones. Se trata de un diálogo natural con Dios.
“Y cuando ores, no seas como los hipócritas; porque ellos aman el orar en pie en las
sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos de los hombres; de cierto os digo
que ya tienen su recompensa.” (Mateo 6:5)
La oración es un acto personal. No existen "fórmulas mágicas”, por lo tanto, cuando ores
no pretendas hacerlo como lo hacen otros, eres tú delante de Dios, y preséntate a Él con
humildad.
Luego nos sometemos a su voluntad y afirmamos que lo mejor que nos puede pasar es
que su reino se manifieste en nuestras vidas. Declaramos confianza total de que su reino
y su voluntad son lo mejor para nosotros, porque donde se manifiesta el reino de Dios
suceden grandes cosas.
Pasamos a presentar nuestras peticiones, a pedir la provisión de Dios para el día. Él sabe
que durante el transcurso del día tendremos necesidades físicas y desea suplirlas
Pedimos su ayuda y protección ante las tentaciones para que permanezcamos firmes en
él y no cedamos. Sabemos que él es el único que nos puede proteger y librar de las
tentaciones y de todos los ataques del maligno.
6. Alabanza a Dios
Porque tuyos son el reino y el poder y la gloria para siempre. Amén.(vrs13)
Finalizamos con alabanza y adoración a Dios, reconociendo que solo él merece toda la
gloria y toda la honra, que la eternidad está en sus manos.
2. Para que tu tiempo de oración sea más significativo te sugerimos incluir diariamente
cuatro cosas:
“Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo
Jesús.” (1Tesalonicenses 5:18)
b) Pide sabiduría al Señor.
Con sabiduría podremos comprender y exponer su palabra, siendo sabios podemos ver
el tipo de doctrina que se nos enseña..
“Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y
limpiarnos de toda maldad.” (1Juan 1:9)
“Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en
toda oración y ruego, con acción de gracias.” (Filipenses 4:6)
La Biblia revela muchos tipos de oraciones y emplea una variedad de palabras para
describir la práctica. Por ejemplo, 1 Timoteo 2:1 dice: "Exhorto ante todo, a que se
hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias, por todos los
hombres".
Filipenses 4:6 enseña, "Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras
peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias".
La oración de consagración:
A veces, la oración es un tiempo de apartarnos a nosotros mismos para hacer la
voluntad de Dios. Jesús hizo una oración así la noche antes de Su crucifixión:
"Yendo un poco adelante, se postró sobre su rostro, orando y diciendo:
Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero,
sino como tú" (Mateo 26:39).
La oración de imprecación:
imprecāri. 1. tr. Proferir palabras con que se expresa el vivo deseo de que alguien sufra mal
o daño
Conclusión
La oración es una conversación con Dios y debe hacerse sin
cesar (Tesalonicenses 5:17-18). 17 Orad sin cesar.18 Dad
gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para
con vosotros en Cristo Jesús.
“Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser
hechos hijos de Dios”; (Juan 1:12)
“Ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa.” (Hechos 16:31)
Esta relación nos habla de compañerismo. Lo que significa pasar tiempo y realizar
actividades con otros que aman a Cristo. Los cristianos, como brasas de fuego, arden
cuando están juntos. Pero cuando están separados, el fuego del entusiasmo
desaparece, El compañerismo es vital para el crecimiento cristiano. Por esta razón, la
asistencia a la iglesia es de suma importancia.
“Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas las cosas os serán
añadidas.” (Mateo 6:33)
“Entonces les dijo: Dad a César lo que es de César, y a Dios lo que es de Dios.” (Lucas
20:25)
¿Se ha preguntado alguna vez, qué es lo de César y qué es lo de Dios? Lo de César tiene
que ver con nuestras responsabilidades frente al estado en reconocimiento de quienes
nos dirigen en el gobierno.
“Sométase toda persona a las autoridades superiores; porque no hay autoridad sino de
parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas. De modo que quien se
opone a la autoridad, a lo establecido por Dios resiste; y los que resisten, acarrean
condenación para sí mismos. Porque los magistrados no están para infundir temor al
que hace el bien, sino al malo... Por lo cual es necesario estarle sujetos, no solamente
por razón del castigo, sino también por causa de la conciencia. Pues por esto pagáis
también los tributos, porque son servidores que atienden continuamente a esto mismo".
(Romanos 13:1-6)
“Indefectiblemente diezmarás todo el producto del grano que rindiere tu campo cada
año.” (Deuteronomio 14:22)
“Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto,
dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramará sobre
vosotros bendición hasta que sobreabunde.” (Malaquías 3:10)
CONCLUSIÓN.
Podemos ver las cinco bases fundamentales del crecimiento de esta manera: