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LH 20-4/¢ *° GIMENEZ, Gilberto (2006). Prolegomenos” en Teoria y analisis de la cultura (Vol. Il), México, Coleccién Intersecciones, CONACULTA—ICOCULT. Pag. 31-86 la cultura en la tradicion filos6fico-literaria y en el discurso social comun ‘Un obsticulo persistent: la polivaleneia de ming desde el inicio con un serio obsticulo: la extrema diversidad de signficados que amenaza con desalentar de entrada cualquier intento de aprchensién sistemitica y de conceptuaizacicn rigurosa, ‘Se han escrito libros enteros sobre esta poivalencia semnticay sobre la querella de definiciones que han ‘acompaflado incesantemente la historia de la formacién de este concepto, aun después dest ‘ncorporacin al léxio de la filosofiay de las cencias sociales." Una dificultad adicional se deriva del hecho de que, tanto en el campo de la filosofia como en el de las ciencias sociales, el concepto de cultura forma parte de una familia de conceptos totaizantes estrechamente emparentados entre sf por su finalidad comin, que es la aprehensiin de los procesos simbolics de la sociedad, y que por eso mismo se recubren total o parcialmente:ideologia, mentalidades, E: cstudioso que se dispone a explorar el terrtorio de la cultura en las ciencias sociales se topa * i ene ovo, AL. Kroeber, Culture Citca! Kevew of Cone ad Definitions, Vintage Books, Rn Howse. Nuva York 1965: Philp Benton lore de mos: cua et vision, Press del Fondation Naina de Scenes Polite, Pars, 1975; ares vais, Europa Sus rire, 1.11, Kali wa Zito, Mx Hox. Minch 967 R. Wis, hina Soci; 1780-19, Columba Univesity ress, Nueva York, 1958. Se puede enon una version seta de «sta revision concep, exjetcy C. Alexander y Steven Seidman (453, Cure and Sociey, Cambrige Univerly Pes, Cambie, 1990 y sobre odo en Wiis H Sewell, "The Cons) of Clue" en Viera E- Borel y Lym lr (ed) ‘Bon te Catal Turn, Univers of Califomia Press, Berkely-Las Angle ones, 199, pp. 35-6 presentaciones sociales, imaginario social, dava, hezemonia, eteétera. De aqui se origina un problema de se puede negar que _gue a los individuos, convnigndolos en "personas cultas’, a condicion de que posean disposicions inns ‘onveientemente cuitivadas (como el "buen gusto por ejemplo) para su goce y consumo legitims, Las esses deka cular parimonio La cultura asi autonomizada y definida ha ido pasando, segin Mugues cié Varine, por diferentes fases, antes de adquirir su configuracién actual." La primera fase, que se despiega alo largo de todo el siglo xix puede lamarse fase de cotificacién de la cultura, Esta consiste en la elaboracién progresiva de claves y de un sistema de referencias que permiten fijar y jerarquizar los significados y los valores cuturales, tomandéo incialmente por modelo la “herencia europea” con su sistema de valores heredados, a su vez, de la antighedad clisica y de la tradicién cristina, De este modo se van definiendo el buen y el mal gusto, lo distinguido y "lo bajo", lo legtimo y loespireo, lo bello y lo feo, lo civilizado y lo barbaro, lo artistco y lo rdinario, lo valioso y lo trivial [Uno de los cédigos més conocidos de valoracién cultural remite, por ejemplo, a la dicotomia rnuevo/antiguo. Se considera valioso, 0 bien lo genuinamente antiguo (vino aftjo, moda retro, objetos prehispénicos), o bien lo absolutamente nuevo, tnico original (vanguardias aisticas, la itima moda, cetcéera), Por lo que toca los oéigos de jeranquizacion, es muy frecuente la apicacién del modelo platnico- ‘agustiniano de la relacién alma/cuerpo a los contenidos del patrimonio cultural, Segin este cio, los rociuctos cufturales son tanto mas valiosos cuanto més "espitituales" y mas préximos a la esfera de la interioridad: y tanto menos cuanto més cereanos a lo "material", esto es, a la téonica o a la fabrlidad ‘anual. De aqui deriva, seguramente la dicotomia entre cultura y civlizacén aludida brevemente mis sariba | resultado final de este proceso de codificacién ser un diseo de circulos concéntricos rigidamente jerarquizados en el émbito de la cultura: el circulointenor de f alta cultura legitima, cuyo ndcleo privilegiado serin jas "bells arts"; existe una diene ene “alta cultura" y “culuras populaes™ si lomamos en cuenta los oddigos estos (dio elaborado,encl primer caso, y“oéigos esting", ne segundo, sgin Bas Bern) Por supe, s aia sempre de {signs social y calturaimenle condionados. Peo én ste tabuo asumiremos ambos tpos de cltra bajo un tno concepoy slo desde e punto de visa socioantopologco. Muguss de Varn op. dip 339 58 el circulointermedio dela cultura tolerada (el jazz l rock, la religionesorienals, el arte prehispinico); ‘¥¢} cicule exterior de la intoleanciay de la exclusin donde son relegados, por ejemplo, los productos expresivos de las clases marginadas 0 subaltemas(artesania popular, arte de aeropuerto, “ate pom") ‘A pattir del 1900 se abre, siempre sexiin Mugues de Varine, la fase de institucionalizaciin de la cultura en sentido poitco-administratvo. Este proceso puede interpretarse como una manifestacidn de! esfuerzo secular del Estado por lograr el contol y !a gestion global de la cultura,” bajo una légica de unificacién y centralizacio, En esta fase se consolida la escuela liberal definida como educacién nacional obligatoria y gratuit; ‘aparecen los ministrios de la cultura como nueva extensin de los aparatos de Estado; las embajacas ‘ncorporan una nueva figura: los “agregados cultures”; se crean en les paises perifricos insitutos de cooperacin cultural que funcionan como verdaderas sucursales de ls culturas metropolitanas (Alianza Francesa, Instituto Goethe, usis, Brilish Council; se fundan por daquet, bajo el patrocinio del Estado, casas y hogares de I cultura; se multplcan en forma espectacular museos y bibliotecas piblicas; surge 1 concepto de “politica cultural" como instrumento de tuelae politico sobre el conjunto de las actividades cultuales; se insitucionalizan y se refinan los diferentes sistemas de censura ideo-Wgico-cultural;y, en fn, "brota como por milagro una red extraodinariamente compleja de organizaciones intemacionales, _gubernamentales o no, mundiales o repionales,linglistcaso racials, primero del seno de la Sociedad de [Naciones, y luego, con mayor generosidad, de las Naciones Unidas. En lo esencial, et sistema de insttucionalizacion de la cultura en el nive! local, nacional, regional o internacional termina de montarse hhacia 1960 como una inmensa telaraia que se extiende sobre todo el planeta, sobre cada pais y cada ‘comunidad humana, rigiendo de manera mis o menos autoritaria todo acto cultural; enmarcando la cconservacién del pasado, la creacin del presente y su difisién™." La tercera fase, que se consuma aceleradamente en nuestros dias, puede denominarse fase de mercantilizacién de la cultura. Histricamente, esta fase, que implica la subordinacin masiva de los bienes culturaes a la légica del valor de cambio y, por lo tanto, al mercado capitalist representa la principal conta tendencia frente al proceso de unificaci6n y centralizacién estatal que caracteriza@ la fase precedente. Esto significa que en la situaci6n actual la cultura se ve ja= linda simulténeamente por el Estado y pore! mercado no sélo nacional sino también transnacional, Lo cieno es que la cultura, globalmente considerada, se ha convertido en un sector importante de a ‘economia, en factor de “crecimiento econsmico" y en pretexto para la especulacin y el negocio. Por eso tiene a perder cada vez més su aura de gratuidady su especificidad com operador de identidad socal, de ‘comunicacién y de percepcidn del mundo, para converttse en mereancia sometida en gran parte a la ley «de maximizacion de benefcios. ‘Sabemos, en efecto, que la caracteristica mayor del desarrollo capitalista contempordneo no es silo la ‘multiplicacion espectacular de mercancias materiales, como pretende hacémoslo creer cieno marxismo neofisidcrata, sino también de mercancias inmateiales o de productos puramente sociales — ‘specticulos, viajes, vacaciones— que se consumen no por apropiacién fisica o fisiolégica sino por apropiacion auditiva o visual. Pues bien, la cultura se ha convertido en la mercanciainmaterial por ‘excelencia en la fase actual del capitalismo en proceso de globalizacién. Su mereantilizacién ha sido incluso més fic y luerativa que la de otros productos materiales, como lo demuestra el agudo ans de Rugues de Varin. Piénsese, por ejemplo, en la generalizacién de los "mereados de arte" (pintura, escultura, etotera) en las grandes metropolis; en cl tifico legal o ilegal de bienes culturales, y en la ‘promocién, a escala internacional, del llamado "turismo cultural” Observacones rtcus NNo vale la pena detenerse demasiado en la critica de esta concepeién dela cultura, juntamente con los diferentes procesos sociales que la han ido modelando y materalizando hasta el presente. Basta con sefalar, por el momento, que se trata de una concepcién que descansa integramente en la dicotomia cultura/incultura, por si misma discriminatoriay exchiyeme. Ademis, la cultura se identifica ‘aqui pura y simplemente con la cultura dominante, por definicin, la cultura de las clases dominamos en e! plano nacional o internacional (Marx). Dicho de otto modo: la cultura se asume como sindnimo e cultura urbana y, en otro nivel, de cultura metropoitana, es " Veraleseco.Roben Fosse, La soi. 2, Leshan doonomigaes. Eaions du Sei, Paris 1977 pp 215218 " Mus de Vane op ti, p37 ys. decir, lade las metrépolis dominantes dentro del sistema mundial de dominacién. De donde se sigue due se trata por lo menos de una visin jerarquizant, restitiva y emocénirica de la cultura, con una scala de valores cuya "unidad de medida no medida*"* no es otra que la “lta cultura” de la élite dominante. Pero, adem, se trata de una visin naturalmente dscriminatora y virwalmente represiva en Ja medida en que comporta una diseriminacién cultural homologa ala disciminacgn de clases” Sinos referimos ahora a sus procesos y formas de institucionaizacién, esta cultura ha ido adquiiendo también un matizfuertemente autoritario que contradice la vocacién de libertad, pluralidad y dispersién {que parece caracterizar al orden de a cultura. Por lo que toca a los procesos de mercantilizacion, su efecto sobre el dmbito cultural ha sido doblemente negativo: por una parte, la desmoralizacién, en el sentido fuerte y etimolégico del ‘término, de los ereadores (artistas, artesanos, campesinos, ministros de ealto) 0 de los reveladoes de cultura (fot6grafos, editors), que se convierten en simples productores de bienes culturales para el con. ‘sumo, "del mismo modo que el obrero no calificado de una cadena de montaje de automotores':" pot ‘otra, Ia tendencia In “estandarizacin” de todas las cultures a escala internacional, que spunta a la ccancelacién de las diferencias locales, regionales y hasta nacionales. Se trata de una consecuencia natural de Ia légica homogenizante del valor de camibio que tiende a imponer en todas partes usos, constmos, formas de intercambio y modos de vida semejantes. En todas partes encontramos hay en ia las mismas formas de interés y benefico, los mismos cédigos de eomercio, los mismos bancos, los mismos cheques, las mismas tarjetas de erédito, las mismas sociedades anénimas, los mismos sindicatos, las mismas asociaciones patronales, las mismas marcas reystrada, los mismos esis de vida, 1 las mismas pautas de consumo.” "Ver, bata Cis, Cute egemanoe car sale Pao Ere Ple, 19766. © Vee a eect aba lisa Fier Bury, ain Tauri Md (197), 1991 gus Varo ip 6 Robe Fst, Les uss names it. 259260

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