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Obras de infraestructura
14 de diciembre de 2022
INTRODUCCION
Para muchos, el proyecto hidroeléctrico de Hidroituango, se tenía pensado como el orgullo
de la ingeniería colombiana (Semana, 2018). Siendo el proyecto hidroeléctrico más grande
de Colombia, Hidroituango era un proyecto que prometía enormes beneficios
socioeconómicos para Colombia y en especial, para el departamento de Antioquia. Sin
embargo, actualmente el proyecto está sumido en la incertidumbre y en la controversia, a
raíz de los hechos que se presentaron a entre los meses de abril y mayo de 2018 y que
desencadenaron una serie de desastres ambientales, sociales y económicos en los
municipios aguas abajo del Río Cauca, como Puerto Valdivia y Caucasia. Después de que
la situación fuese mitigada unos meses después, comenzaron las respectivas investigaciones
formales sobre las causas que conllevaron al desastre y entre los investigadores, está el
actual gobernador de Antioquia, Luis Pérez Gutiérrez, autor de los libros “Errores
constructivos de Hidroituango” (Pérez, 2018) y “La verdad de Hidroituango, causas raíz”
(Pérez, 2019). El gobernador, en calidad de servidor público se dedicó a buscar y analizar
evidencias y según él, se encontró con innumerables irregularidades en cuanto a la gestión
y al proceso constructivo del proyecto, evidencias las cuales plasmó en los libros
previamente mencionados. Este proyecto, tiene como fin sintetizar y organizar los
contenidos más relevantes de ambos libros y eventos adicionales no incluidos en estos, en
una línea de tiempo, con el fin de establecer una cronología del proyecto desde su
concepción hasta sus hechos más recientes. Como aporte, se pretende analizar los hechos
bajo 3 ramas distintas de conocimiento: el derecho administrativo, la teoría de la decisión y
el análisis de riesgos; los cuales pueden ayudar a comprender por qué algunos hechos, se
dieron de cierta manera y que decisiones hubiesen sido más apropiadas para que se
hubiesen evitado o por lo menos, mitigado las consecuencias de la tragedia. Lo anterior,
también conlleva a analizar implicaciones técnicas y legales que involucraban cada
decisión.
Tomada de Forbes Staff | octubre 25, 2022
En el año 2010, la Sociedad Hidroituango suscribió con EPM, un contrato tipo BOOMT
(Build, Operate, Own, Maintain and Transfer, por sus siglas en inglés), la construcción del
proyecto hidroeléctrico Ituango, la obra más grande de infraestructura que actualmente se
ejecuta en Colombia. Mediante este contrato EPM se obliga a efectuar las inversiones
necesarias para la financiación, construcción, operación, mantenimiento y entrada en
operación de la central hidroeléctrica y transferirla de nuevo a la Sociedad luego de 50 años.
El actual proyecto de Hidroituango, no surgió de una idea clara de hacer una presa
hidroeléctrica en Ituango, sino que es el resultado de una serie de estudios de reconocimiento
que se realizaron en el año 1969, cuando se realizaron estudios del caudal del río Cauca, con
el fin de analizar la viabilidad de proyectos hidroeléctricos que aprovecharan el caudal como
fuente de energía. Los estudios del río Cauca en un documento titulado “Desarrollo
Hidroeléctrico del Cauca Medio”, fueron realizados por el ingeniero José Tejada Saenz,
calificado como un visionario de la ingeniería colombiana (José Tejada Sáenz, visionario de
la ingeniería colombiana, 2014). Tejada Saenz es fue visionario de grandes proyectos
hidráulicos, como un sistema de colectores sanitarios para Medellín, la propuesta de integrar
un sistema eléctrico nacional y el estudio sobre el potencial hidroeléctrico del Cauca medio.
Además, es también uno de los fundadores de la empresa de consultores INTEGRAL S.A.,
la cual hace parte importante en el desarrollo del proyecto Hidroituango. Finalizados los
estudios, Tejada Saenz desarrolló un documento titulado “Memorando preliminar sobre
capacidad, potencial y posibilidades del desarrollo escalonado”, en el cual destaca la
importancia del río Cauca para el desarrollo hidroeléctrico y en el cual, resalta 9 sitios clave
en los cuales se podrían desarrollar represas. Los sitios clave mencionados en el estudio
fueron San Francisco, Bocache, Vequedo, La Pintada, Cañafisto, PESCADEROITUANGO,
Bredunco, Apaví y Tamaná. José Tejada vio un potencial del orden de once millones y medio
de kilovatios y una generación anual de cincuenta mil millones de kilovatios hora, resultados
que se podrían obtener con una serie de grandes hidroeléctricas. (Hidroeléctrica Ituango S.A.,
2011).
Crisis del Sector Eléctrico en Colombia – Año 1992 A pesar de que existían grandes
intenciones para desarrollar el proyecto, el gobierno no le había dado la suficiente
importancia, por lo que el sector eléctrico pasaba por una crisis estructural, teniendo
insolvencia y sin capacidad de atender la demanda. Sin embargo, en la década de 1990, el
país sufrió los estragos de un fuerte fenómeno del niño, lo cual provocó intensas y extensas
sequías que lo llevaron a una grave crisis energética.
En 1992 se dio el llamado ‘apagón’, en el gobierno de César Gaviria que dejó sin electricidad
a todo el país durante varias horas al caer la noche (Revista Semana, 2015). Las sequías eran
tan fuertes, que los caudales de los ríos habían disminuido considerablemente en gran parte
del país y en consecuencia, las hidroeléctricas del momento, marcaban mínimos históricos
de ocupación, como el embalse del Peñol, que llegó al 20.66% de ocupación y el consolidado
nacional, tan solo un 28%.
Se crea la Sociedad Hidroituango Aunque la idea del proyecto ya tenía apoyo del Estado
para su desarrollo, este seguía quieto, sin avances concretos ni significativos. En el año 2003,
el entonces Alcalde de Medellín y autor de los libros blancos, Luis Pérez Gutiérrez, solicita
a los directivos de Empresas Públicas de Medellín (EPM) un estudio para que la entidad
compre y se convierta en socio mayoritario de Hidroituango. Sin embargo, los técnicos de
EPM recomendaron en el momento no invertir en Hidroituango, pues consideraban que,si se
construía el proyecto, las tarifas de energía se disminuirían, afectando el mercado del cual
hacía parte EPM. A pesar de la negativa, EPM accede a entrar en la Sociedad Hidroeléctrica
Pescadero – Ituango, llegando a tener el 54% de la propiedad accionara, adquiriendo el
control mediante sucesivas capitalizaciones. Posteriormente, EPM permite que el
Departamento de Antioquia, iguale las acciones con el 44.47% de estas. Este porcentaje
menor, se debió a que, en alguna de las capitalizaciones hechas por el IDEA (Instituto para
el Desarrollo de Antioquia), no fueron suscritos los títulos autorizados. Según Luis Pérez, en
el ambiente quedó que aquella capitalización suscrita solo por el IDEA implicaba un “pacto
de caballeros”.
Durante los años posteriores, el proyecto avanzaba muy lento, pues era muy ambicioso y su
viabilidad en el mercado de energía colombiano estaba en duda, siendo bastante costoso para
el mercado de capitales públicos y cuyos socios tenían limitaciones presupuestales. El
proyecto, además, era considerado demasiado grande como para considerarlo por encima de
las prioridades del Departamento, el cual siguió esforzándose en buscar una alianza
estratégica con extranjeros, conservando la paridad accionaria. A pesar de la lentitud del
avance, el proyecto poco a poco comenzaba a tornarse atractivo. Durante el año 2007 y de
manera confidencial, EPM a nombre de la Sociedad, establece contactos con la firma
estadounidense ALCOA, planteando la necesidad de una nueva capitalización con plazos
perentorios para el proyecto, el cual, empezaba a formar parte de su portafolio rompiendo el
equilibrio entre mayoritarios. Para el año 2008, iniciada la administración del gobernador de
Antioquia, Luis Alfredo Ramos, se incluye al proyecto Hidroeléctrico Pescadero-Ituango en
el Plan de Desarrollo 2008-2011 “Antioquia para todos”, como alternativa para fortalecer las
finanzas departamentales. El 9 de julio de 2008, se protocolizó la compra de los derechos de
capitalización de Empresa de Energía del Pacífico (EPSA) por la Central Hidroeléctrica de
Caldas (CHEC), que en el fondo no es otro sino el mismo EPM, lo cual ocasionaba el
rompimiento del “pacto de caballeros” mencionado anteriormente. Finalmente, la
participación de las acciones quedó distribuido en un 46% para EPM, 50.7% para el IDEA,
2.1% el Departamento de Antioquia y un 0.8% distribuido en otros socios minoritarios.
Las puertas se abren para el proyecto El Gobernador de Antioquia, Luis Alfredo Ramos y el
gerente del IDEA, Álvaro Vásquez Osorio volvieron a impulsar Hidroituango, mediante la
compra de acciones que sumaron mayoría, otorgándole control al Departamento de Antioquia
con un 52.89%. Todo esto se da luego de una gran controversia al concretarse los estudios
financieros y legales, pues el proyecto aún tenía varios detractores. Las puertas definitivas
para que Hidroituango se convirtiese en una realidad, fueron la asignación de Obligaciones
de Energía Firme (OEF), la Declaratoria de Utilidad Pública e Interés Social y finalmente la
expedición de la Licencia Ambiental en 2009. Estos factores fueron las que más allá de
estudios y diseños, empezaban a volver realidad un proyecto concebido 40 años atrás. EPM
además celebró con la Nación y el Ministerio de Minas y Energía un Contrato de Estabilidad
Jurídica (EJ -04 2008), el cual será utilizado posteriormente para su beneficio
Dada la luz verde al proyecto, los estudios y diseños finales se pusieron a disposición del
Consorcio Generación Ituango conformado por las firmas Integral – Solingral y para los
cuales, EPM serviría como interventor, además de servir con apoyo técnico y adquisición de
predios. Teniendo en cuenta esto, la responsabilidad sobre los diseños también recaía sobre
EPM al ser el interventor. La Sociedad del proyecto debía definir un esquema de financiación
para el proyecto, de manera que pudiese cumplir el plazo perentorio de noviembre de 2018,
para esta fecha, se debía poner en funcionamiento la primera etapa de generación de 1200
MW.
A pesar de las importantes propuestas de las firmas internacionales, todas con mayor
capacidad de generación, el 9 de junio se suspendieron los procesos de oferta pública y meses
después, el contrato de construcción BOOMT fue adjudicado directamente a EPM. El Acta
de socios fue firmada el 10 de septiembre de 2010 y concluyó con una compensación tasada
en 205 millones de dólares para la sociedad, mientras que EPM aceptaba el contrato siempre
y cuando la Tasa Interna de Retorno (TIR) del proyecto, fuese un porcentaje sobre el capital
invertido en el proyecto.
La adjudicación del contrato a EPM resultó polémica, pues a pesar de haber precalificado
varias empresas, de las cuales EPM no es la primera en dicho filtro, a esta le fue adjudicada
el contrato BOOMT de manera arbitraria, en términos coloquiales: “a dedo”. Además, el
pago de una compensación por parte de EPM a la sociedad (sujeto al pago de impuestos), no
venía siendo un negocio entre la empresa municipal y la compañía dueña del proyecto, sino
entre socios, convirtiéndose en lo que se podría llamar una “coima pública”. Lo anterior, se
presenta como una violación a los principios de transparencia y competencia justa.
Implicaciones del contrato BOOMT El contrato BOOMT estableció con EPM unos HITOS,
los cuales corresponden a una lista de actividades y/o eventos que debían realizarse antes de
la fecha establecida, pues de lo contrario, EPM estaría sujeto a millonarias multas por cada
día de retraso en los HITOS. Los Hitos son los siguientes:
Cuando EPM ganó la carrera por Hidroituango, a su vez adquirió ciertos derechos y
obligaciones ante la Comisión de Regulación de Energía y Gas (CREG). EPM se
comprometía a generar energía a partir del 30 de noviembre de 2018, dos días después de la
fecha a la entrada en operación la unidad 4 de generación. Se designó a la empresa gigante
de auditoría Deloitte, para que sirviera de auditor a EPM, de manera que este verificara el
cumplimiento del cronograma declarado en la CREG por EPM durante las subastas de
asignación de Obligación de Energía Firme (OEF), para las cuales la Sociedad de
Hidroituango fue habilitada para participar en los años 2008 y 2012. Las obligaciones de
EPM son entonces empezar a generar energía a partir del 30 de noviembre de 2018, teniendo
un plazo de un año de holgura para cumplir los compromisos, teniendo plazo hasta el 30 de
noviembre de 2019 para no perder las asignaciones de OEF. En contraprestación al año de
Holgura, se exige una ampliación de las garantías y que otro agente generador, respalde la
energía que se deja de producir. Si se llegase a incumplir incluso el año de holgura, la CREG
haría efectiva la garantía y se perdería la remuneración que paga el Sistema Interconectado
Nacional (SIN) durante 20 años por la disponibilidad de las unidades de generación y cuyo
valor asciende a 167.4 millones de dólares. Además, las multas de la CREG por
incumplimiento de las obligaciones, ascienden a 42.1 millones de dólares. Como respaldo,
EPM firmó 2 garantías: • Garantía del cargo por confiabilidad y de conexión (Bancolombia
y Davivienda) • Garantía dl Cargo por Confiabilidad Estas garantías amparan la entrada en
operación de Hidroituango en las fechas comprometidas con la CREG y así garantizar la
remuneración hasta 2038.
La primera etapa resaltó los eventos más importantes que involucraron el desarrollo del
proyecto Hidroituango antes de su proceso constructivo. Se puede evidenciar en varios casos,
que en sus inicios el proyecto no tenía el suficiente apoyo como para convertirse en una
realidad, incluso de uno de sus propietarios y actual constructor, EPM. Además, analizando
los procesos contractuales, se puede ver que se presentaron eventos turbios como algunas de
las capitalizaciones hechas para distribución de acciones de la Sociedad Hidroituango y lo
más curioso, la elección de EPM como el constructor de Hidroituango, desestimando las
propuestas de otros consorcios con mayor recorrido y experiencia en proyectos de gran
envergadura.
el diseño de la fase inicial consistía en la construcción de dos túneles de desviación, los cuales
atraviesan la montaña alrededor del valle en el que se encuentra el sitio de la presa. Las aguas
del río Cauca se desviarían por los túneles con la ayuda de un sistema de estructuras llamadas
ataguías, se impediría el paso del caudal del río hacia el sitio de obras. El sistema de ataguías
consiste en dos estructuras, la primera que se denomina pre-ataguía, consiste en un muro de
roca de 30 metros de altura, que sirve como tapón inicial al cauce natural del río cauca.
Además, debían tener compuertas y descarga de fondo, las cuales son estructuras que
permiten controlar el caudal que fluye al río aguas abajo y son esenciales para mantener el
caudal ecológico, una vez se diera inicio al llenado del embalse, sin embargo, debido a los
retrasos presentados, las anteriores fueron descartadas y delegadas a un tercer túnel que se
construiría después.
Inicialmente, el proyecto de Hidroituango no incluía entre sus obras la vía Puerto Valdivia
– Hidroituango. Sin embargo, EPM decidió incluirlo para facilitar el ingreso de equipos y
maquinaria a la zona de las obras. Este componente suponía una disminución en cuanto a
costos de transporte y tiempos de desarrollo, además de establecer conexión con el municipio
de Puerto Valdivia y servir de acceso alterno al proyecto. Las características de la vía incluían
una longitud total de 38 Km, ser pavimentada, 60 puentes, 10 túneles y un ancho de calzada
de 7.3m. Su construcción se planteó en ser dividida en 2 grupos, el primero, partía desde
Puerto Valdivia y abarcaba una longitud de 18 Km; el segundo grupo, partiría desde el sitio
de la presa y abarcaría una longitud de 20 Km. Las obras del primer grupo se iniciaron con
10 meses de atraso. El contrato para estas obras fue adjudicado al Consorcio MISPE Ituango
(Mincivil S.A., Estyma S.A. y SP Ingenieros S.A.S.) y se firmó el 25 de febrero de 2013, con
un valor inicial de COP $401,000 millones y con fecha de finalización el 2 de marzo de 2016.
• Limitados recursos en cuanto a equipo y personal, por lo cual varios frentes debían esperar
a que concluyeran otros y se desocuparan los equipos
• Falencias para suplir las necesidades de agua industrial y energía eléctrica, a causa de la
falta de instalaciones industriales
• Gran variedad de marcas en los equipos pesados, además de una escasez en los repuestos
y falta de mantenimiento
• Falta de una metodologías, planeación y organización adecuadas, lo cual ocasionó fallas y
errores en los procesos constructivos
Para recuperar tiempos, EPM aprobó la construcción de galerías auxiliares para así poder
abrir varios frentes de trabajo, sin embargo, los tiempos no fueron recuperados y a su vez, se
descartaron estructuras de concreto requeridas para las compuertas y por lo que finalmente,
se desistió de construir la descarga de fondo, la cual es una estructura necesaria para mantener
el caudal ecológico del río Cauca. El caudal ecológico corresponde a la cantidad de agua que
debe fluir aguas debajo de la presa para garantizar la preservación de los valores ecológicos
del mismo; este está tasado en 450 metros cúbicos sobre segundo. Las compuertas fueron
descartadas debido principalmente a retrasos en la contratación de las mismas, pues esta
comenzó el 17 de julio de 2012, con entrega de ofertas el 16 de noviembre del mismo año;
la adjudicación se dio el 20 de mayo de 2013 a ATB Riva Calzoni (Italia), es decir, 333 días
después del inicio de la contratación. Incluso con las modificaciones que se harían
posteriormente a los tiempos de entrega de los túneles, hubiese sido imposible tener listas las
compuertas para las nuevas fechas. En este punto, EPM empieza a desviarse de los diseños
originales que se tenían del proyecto, los cuales suponían la excavación de una plataforma a
la cota 260 para la instalación de las compuertas, sin embargo, debido al retraso del talud
superficial, el desvío del río Cauca acorde al cronograma no iba a poder cumplirse y por lo
tanto, Integral esbozó un diseño alternativo, que consistía en instalar pozos adicionales en los
portales de entrada de los túneles, sin embargo la propuesta fue desestimada por los asesores.
En agosto de 2013, la Junta de Asesores de EPM visitaron la obra y consideraron que los
riesgos técnicos de desviar el río Cauca sin compuertas eran inaceptables, por lo que
recomendaron retrasar el desvío y acelerar la construcción de la presa, lo que suponía un
ambiente más favorable y menos riesgoso. Sin embargo, para la fecha EPM ya había decidido
unilateralmente hacer el desvío del río Cauca sin las compuertas.
En vista de los grandes retrasos que acumulaba el Consorcio TIFS, retira el Contrato al
Consorcio Túneles Ituango y lo cede al Consorcio colombo brasileño CCC Ituango,
conformado por las firmas Camargo Correa, Conconcreto y Coninsa Ramón H, los cuales
asumen las obras restantes de los túneles el 2 de noviembre de 2013. A pesar de que el
Consorcio TIFS no cumplió con el contrato, teniendo un retraso acumulado de 213 días y por
supuesto, entregar las obras incompletas, la cesión implicó que se vieran librados de todo
tipo de responsabilidad, legal y económica. Una vez cedido el contrato, se estableció una
nueva fecha para iniciar el desvío del río Cauca, lo cual debía ocurrir el 8 de enero de 2014,
sin embargo, EPM era consciente de que con la acumulación de retrasos no iba a poder
cumplir con el cronograma a tiempo, pues a la fecha acumulaba 1 año de retrasos y por lo
cual, sería multado por la CREG y el Sistema de Energía, con sumas que podrían llegar a las
209 millones de dólares, además de las sanciones de la Sociedad Hidroituango por
incumplimiento del Contrato BOOMT y por último las pérdidas millonarias en
bonificaciones.
Finalizando el año 2015, en vista de los retrasos de las obras de la vía Puerto Valdivia –
Hidroituango, EPM acordó una ampliación del plazo con el contratista. Sin embargo, en
enero del año 2016, la ANLA toma la decisión de ordenar la suspensión de los trabajos de
construcción de la vía, motivada por el mal manejo ambiental que se estaba dando. En un
artículo del diario El Colombiano, se afirma que “La ANLA, mediante una resolución que
empezó a regir en enero de 2016, ordenó la suspensión de las obras al detectar que parte de
los materiales están afectando el caudal del río Cauca, lo que implica incumplimientos en los
compromisos adquiridos en las licencias ambientales, lo que está generando problemas en el
afluente.” (Obras de vía Hidroituango-Puerto Valdivia completan 6 meses suspendidas,
2016).
A pesar de que las decisiones más definitivas ya se habían tomado, en el año 2017 se tomaron
polémicas decisiones que aumentaron los riesgos asociados a una posible catástrofe, peor de
la que estaba a poco tiempo de suceder.
La finalización de las obras de construcción del GAD, estaban programados para septiembre
de 2017 y cuyas obras iban a permitir que el llenado del embalse se realizara bajo las normas
necesarias. Los eventos más importantes presentados durante la construcción de la GAD,
expuestos en la comunicación de Hidroituango S.A. E.S.P. del 11 de Julio de 2018 se
exponen a continuación:
Febrero 10 de 2017: Se presentó un desprendimiento de material en el portal de entrada, que
obligó a suspender la excavación. Durante los meses de marzo y abril de 2017 se realizaron
los tratamientos adicionales ordenados por la Asesoría.
Mayo 6 de 2017: Se presentó la creciente del río Cauca alcanzando caudales de 3651 m3 /s
y elevación hasta la cota 238.1 inundando el portal de entrada de la GAD, situación que
generó suspensión de trabajos en el portal y el sector 2 del SAD.
Mayo 11 al 16 de 2017: El nivel del río alcanzó el puente Tenche y el día 16 quedó
completamente sumergido. La noche del 17 de mayo se presentaron los mayores niveles del
río alcanzando la cota 250.55. Por esta época estaban funcionando los dos túneles de
desviación, el nivel del río empezó a bajar el 20 de mayo de 2017.
Septiembre 6 a octubre 28 de 2017: Se construyeron los pre tapones de los ramales 1 y 2 del
túnel de desviación izquierdo.
Continuando con la cronología del informe, se enumeran los eventos más importantes del
año 2018 previos a los eventos del 28 de abril.
Enero 30 a marzo 20 de 2018: Se construyeron los pre tapones de los ramales 3 y 4 del túnel
de desviación derecho, así como el tapón de la galería de construcción 1, indispensable para
el cierre total del túnel derecho.
La etapa anterior resaltó los eventos más relevantes que sucedieron dentro del proyecto y que
varios de ellos, serían los desencadenantes de los eventos que se expondrán en este capítulo.
El hombre y la ingeniería han avanzado lo suficiente, como para ser capaces de prevenir
desastres como de Hidroituango, por lo tanto, lo que viene a continuación, es la máxima
expresión de que, cuando las cosas se hacen mal en ingeniería, es inevitable que las cosas
terminen mal, aquí empieza la verdadera crisis de Hidroituango.
28 a 30 de abril de 2018:
Comienza la crisis Para la fecha, el proyecto tenía un avance de alrededor del 87%, teniendo
una altura de cota que alcanzaba los 379 msnm; sin embargo, esta altura era insuficiente
teniendo en cuenta que el cierre de los túneles debía hacerse a una altura de por lo menos
390.2 msnm, incluso siendo disminuida a 383 msnm por la interventoría de Integral. Esto en
términos de riesgo, implicaba que, de darse un posible represamiento de las aguas del cauca,
aguas arriba de la presa, entre menor fuese la altura, más altas serían las probabilidades de
una catástrofe socio ambiental sin precedentes, debido a que su estructura no tendría la
capacidad de soportar la presión de 2 mil millones de metros cúbicos de agua.
Adicionalmente, EPM había tomado la decisión de taponar los túneles sin haber terminado
el túnel de descarga intermedia, el cual garantiza el caudal ecológico de 450 m3 . EPM tomó
la decisión, seguramente sabiendo los riesgos que implicaba, los cuales, sin embargo, eligió
aceptar, teniendo la esperanza de que los eventos fuesen favorables. Desafortunadamente, en
la noche del 28 de abril, ocurrió el primero de una serie de eventos que sumirían al proyecto
en un caos e incertidumbre incalculables. En la noche entre el 28 y 29 de abril de 2018,
ocurrió un derrumbe en la Galería Auxiliar de Desviación (GAD), el cual taponó
parcialmente el túnel y generó una alerta, la cual se retiró horas más tarde, cuando el túnel se
destaponó de manera natural. A pesar de esto, el lunes 30 de abril se volvió a presentar un
derrumbe de mayores proporciones al anterior.
1 al 11 de mayo de 2018:
Un fallido plan de contingencia EPM plantea la utilización de explosivos para destapar los
túneles En vista de que la GAD estaba bloqueada y el agua del río Cauca se estaba represando,
era necesario llevar a cabo un plan de contingencia, que intentara reducir el grave riesgo de
rompimiento de la presa. El 2 de mayo de 2018, el entonces Gerente General de EPM visitó
al Gobernador Luis Pérez y le manifestó que se había presentado un problema con la GAD,
pero que el problema se solucionaría pronto. El gerente le comentó que, utilizando
explosivos, en 5 días, se destaponaría uno de los dos túneles iniciales y que, en 4 días, se
destaponaría el otro. Ese mismo día, a pesar de que la alerta se mantenía, EPM descartó a los
medios el riesgo a las comunidades aledañas al río Cauca.
En adelante La Cota 410 y la inestabilidad del macizo El 23 de mayo de 2018, se logró llegar
a la cota 410 msnm, lo cual se había puesto como meta del relleno prioritario días antes.
Dicho logro disminuía el riesgo de avalancha, debido a que, a esta altura, el agua no superaría
la capacidad del embalse, por lo que la alerta máxima se redujo a alerta naranja en los
municipios de Cáceres y Tarazá, que permitía a los habitantes que vivieran a más de 200
metros de las orillas del cauca, regresar a sus hogares; en los demás municipios, la alerta se
redujo a alerta amarilla.
A pesar de todos los contratiempos, el 30 de mayo de 2018, los trabajadores vuelven a las
labores del relleno prioritario, con el fin de terminar la presa lo antes posible, pues se
determinó que las condiciones del proyecto eran lo suficientemente seguras para ello.
Además, el paso desde y hacia el municipio de Ituango de maquinaria pesada fue autorizado
de manera controlada; la idea era llegar a la cota 415 msnm. Durante varios meses, las labores
para terminar la presa se mantuvieron bajo un ambiente de tensión e incertidumbre, mientras
se llenaba el embalse y a su vez fluía un caudal de 750 m3 /s, a través de la Casa de Máquinas.
El 2 de junio de 2018, culminaron las obras del vertedero de la presa, que es la estructura que
permite que el excedente de agua del embalse se evacue de forma controlada, esta consta de
una longitud de 405 metros y cuatro compuertas de 15.4 metros de ancho y 19.5 metros de
alto.
El proyecto Hidroituango consta de una presa de 225 metros de altura y 20 millones de metros
cúbicos de volumen, aguas arriba el embalse tiene una longitud de 75 Km y con capacidad
de almacenar 2.720 millones de metros cúbicos de agua. Cuenta con una central subterránea
de 2.400 MW de capacidad instalada y con una media anual de generación de 13.930 GWh
de energía. Tiene como propósito generar el 17% de la demanda nacional de energía de
Colombia, la cual para el año 2018 gastó un total de 69.121 GWh (La república, 2019).
Plantea la construcción de vías que comuniquen al proyecto con los municipios de Ituango,
aguas arriba (por Puente Pescadero y Toledo) y Valdivia, aguas abajo, a través de una vía
que bordea el río Cauca y llega al corregimiento de Puerto Valdivia.
Para su construcción, contempla obras para la desviación del río Cauca, que consisten en la
desviación del mismo a través de dos túneles que se taponarán una vez esté construida la
presa; el vertedero para evacuación de crecientes, del tipo canal abierto, controlado por cinco
compuertas y un túnel de descarga intermedia, para el control del llenado del embalse y
garantizar ante cualquier evento, el caudal mínimo aguas abajo de la presa.
Vías de acceso
El acceso a la zona del proyecto se logra a través de dos vías principales. La primera, se
desprende de la carretera troncal occidental, que conecta a Medellín con Cartagena, en la
costa atlántica, cruza por el municipio de San Andrés de Cuerquia y por el corregimiento El
Valle perteneciente al municipio de Toledo, cerca del puente de Pescadero, desde donde se
accede al sitio de las obras a través de una vía de 13 km. (Hidroituango, 2019). Desde Ituango,
se conecta por la ruta trazada en azul en el mapa anterior, la cual cruza el Puente Pescadero
y toma la vía de 13 Km que aparece en puntos grises. Los trazados no están completos debido
a que estas vías no han sido actualizadas por el Sitio Web del INVIAS ni Google Maps. Por
otro lado, el proyecto plantea la construcción de una vía que comunique el corregimiento de
Puerto Valdivia con el proyecto, el cual consiste en una vía de 38 Km que bordea la margen
izquierda del río Cauca entre ambos destinos. El trazado estimado se estima con la línea negra
punteada.
La Presa y el Embalse
La presa se encuentra a 7 Km aguas abajo del Puente Pescadero, que cruza el río Cauca y
hace parte de la vía que comunica a Ituango con el proyecto. La presa, de 225 metros de
altura, una corona de 18 metros de ancho y 560 metros de largo, generan un embalse que se
extiende aguas arriba a una longitud aproximada de 79 Km, que abarcaría territorios de los
municipios de Lomitas, Toledo, Peque, Sabanalarga, Buriticá y Liborina. Cuenta con un área
inundada de 3.800 Hectáreas y un volumen útil de 976 millones de m3 .
Después de la crisis, EPM ha tenido que de a poco sacar adelante al proyecto. Luego de haber
construido el vertedero, el riesgo asociado a un rompimiento de la presa disminuyó
considerablemente, por lo que el proyecto dio un respiro después de meses de alta tensión e
incertidumbre. Meses posteriores a la crisis, distintos entes como la Universidad Nacional y
la empresa SKAVA, contratada por EPM, analizaron que había ocurrido en Hidroituango y
emitieron varios informes, mencionados en la cronología, en los cuales se evidenciaba la
responsabilidad de EPM en varios de los puntos que fallaron en el proyecto. Además, como
mencionó la experta, entes como la Procuraduría y la Contraloría han abierto investigación a
varios funcionarios involucrados en el desarrollo del proyecto, entre los que se encuentran
los exgobernadores Sergio Fajardo Valderrama y Luis Alfredo Ramos, además de los
exgerentes de EPM Federico Restrepo y Juan Esteban Calle. La investigación adelantada por
la Contraloría se abrió para un total de 34 personas, por un presunto detrimento patrimonial
de 4 billones de pesos. (Semana, 2019). Por otro lado, EPM ha informado que central
empezará a generar energía a partir de finales 2021, con lo cual se confirma que no se podrá
cumplir ni siquiera con el año de holgura otorgado por la CREG para cumplir con la
generación de energía. El flujo por la Casa de Máquinas se detuvo en febrero de 2019, al
cerrar la última compuerta que permitía el paso del caudal a través de la caverna. Durante
varias semanas, se presentaron alertas por la aparición de socavones que podrían
comprometer la estabilidad del macizo, sin embargo, tales alertas fueron superadas y en
meses posteriores, se ingresó a la caverna para determinar el estado actual de la Casa de
Máquinas, su infraestructura y sus equipos.
PROBLEMÁTICA
“El riesgo se incrementa por el tiempo de exposición a una amenaza, de allí que cualquier
demora en las obras o pruebas necesarias para poner en funcionamiento las unidades de
generación representa un mayor riesgo para los trabajadores y para las comunidades aguas
debajo de la presa”.
Más allá de una obra de infraestructura, el proyecto hidroeléctrico Ituango es una iniciativa
de desarrollo que contribuye a dinamizar un territorio históricamente débil en la presencia
institucional. Los 12 municipios que hacen parte de la zona de influencia del proyecto han
sufrido de unos enormes pasivos históricos en materia social, económica, cultural, ambiental
y de desarrollo institucional, que no pueden ser asumidos en su totalidad por el proyecto,
dado que no es de su naturaleza reemplazar la acción del Estado en su conjunto, sin embargo,
el proyecto quiere integrarse a unas dinámicas de desarrollo regional para generar un mayor
volumen de oportunidades para los ciudadanos.
CONCLUSION
Luego de varios meses de análisis general del proceso, de recopilación de datos y de consulta
a diferentes fuentes, se puede concluir que la crisis de Hidroituango es culpa principalmente
de EPM. Luego de organizar históricamente el proyecto y de analizar cada decisión
importante tomada por EPM, es imposible buscar mayores culpables. A pesar que la raíz de
los problemas proviene del Consorcio TIFS, autor de los retrasos en la construcción de los
túneles de desviación, es EPM el que debió haber tomado cartas en el asunto de manera
oportuna, para evitar mayores retrasos o por lo menos, hacer que el Consorcio respondiera
económicamente por los retrasos. Posteriormente a esto, debió haber asumido los
contratiempos con una mayor responsabilidad, pues no solo estaba comprometiendo recursos
públicos, sino que también comprometía la integridad de los municipios aledaños, sus
comunidades y ecosistemas. Todos estos riesgos, asumidos para no perder beneficios
financieros que, al final del camino, terminó perdiendo y que, además, afectaron a miles de
personas. El caso de Hidroituango, es un claro ejemplo de que, cuando las cosas se hacen de
forma irregular, lo más probable es que terminen mal. No se puede negar que, en los
proyectos grandes de ingeniería es muy difícil cumplir con lo que está planteado sobre el
papel, pues factores internos y externos influyen mucho en la variabilidad de los mismos. Sin
embargo, desviarse excesivamente de los planes iniciales y, además, tomar decisiones
equivocadas en caminos de mayor incertidumbre, llevará a las crisis y fracasos de los
proyectos, como ocurrió en Hidroituango. Como en la vida, no se puede tentar a la suerte,
pues esta puede perdonar algunas, incluso salvar en otras, pero cuando se pone en juego la
vida de miles de personas, tales apuestas son inaceptables.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
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