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Historia del urbanismo
en el siglo XX

Ediciones del Serbal


Peter Hall

-
CIUDADES DEL MANANA
Historia del urbanismo en el siglo XX

Traducción de Consol Freixa

Ediciones , del Serbal



SUMARIO

PRÓLOGO 7

AGRADECIMIENTOS :................................................ 9

1. LAS CIUDADES DE LA IMAGINACIÓN


VISiones alternativas a la dudad de Dios, 1880-1987 11

2. LA CIUDAD DE LA NOCHE ESPANTOSA


LA rtru:ci6n anu los barrics pobres Ik la ciudad del siglo XIX:
ÚJfIdrtS, PaTÚ, Berlín, N~ York, 1880-1900 24

3. LA CIUDAD DE lAS VÍAS DE CIRCUNVALACIÓN


ABARROTADAS
Uu áTtas suburbanas tk tránsito masivo: Lotrt/res, París, &rlín,
Nueva York, 1900-1940 57

4. LA CIUDAD EN EL JARDÍN
lA sollldórl de la ciudad ;ardln: Londres, PIlJ'Ú, &rlln,
Nun'a York, 1900-1940............................................................................... 97

5. LA CIUDAD EN LA REGiÓN
El nacimiento de la planificación regional: Edimburgo, Nueva York, Lotufrr5,
1900-1940 147

6. LA CIUDAD DE LOS MONUMENTOS


• El movimiento tk la Ciudad Btlla: Chicago, Nueva Delhi, Most'Ú,
1900-1945 ..............................................•.................................................. 185

Primera edIct6n 1996 7. LA CIUDAD DE LAS TORRES


e 1988 Y 1996 Pete! Hall La dudad radiante de ú Corbusier: París, ClJandisarh, Brasilia, Lotulrts,
PubUcado por Blackwell PubLishers, Oxford 51 Louis, 1920-1970 215
e 1996, edictón espat\ola. Edlciones del Serbal
Francesc Totrrega, 32-304 - 08027 Barcelona
Impreso en Espall.a 8. LA CIUDAD DE LA DIFÍCIL EQUIDAD •
D. L: 8.32246-96 Las comunidades autónomas: EdimbUfJO, lndore, Lima, &rlceley,
DlsetIo gráfico: Marina Vilagellu Maccln(ield, 1890-1987 253
Impresión: Grafos, S.A. - Arte sobre papel
ISBN 84-76280190-0
6 CIUDADES DEL MAÑANA

9. LA CIUDAD EN LA AUTOPISTA
Los barrios suburbanos del automóvil: Long Island, Wiscosin, Los Ángeles,
Prólogo
París, 1920-1987 .. 285

10. LA CIUDAD DE LA TEORÍA


El urbanismo y la academia: Filadelfia, Manchester, California, París,
1955-1987 . 331 Todo el que escribe una historia del urbanismo debería hacer un prólogo para de-
fenderse: los urbanistas deberían planificar, no retirarse a meditar. La verdad es
11. LA CIUDAD DE LOS PROMOTORES que la escribí porque el tema me intrigaba. Como sucede con otras cosas de la
La práctica urbanística cuestionada: Baltimore, Hong Kong, Londres, vida, muchas veces nos damos cuenta de que lo que hemos pensado y hecho ha
1975-1987 . 353 sido pensado y hecho por otros antes que nosotros; hay que conocer las raíces. Este
es el motivo.
12. LA CIUDAD DE LA ETERNA POBREZA A diferencia de lo que sería de esperar no he tenido ninguna ayuda económi-
Los sempiternos barrios bajos: Chicago, St Louis, Londres, 1920-1987 ........ 373 ca, de modo que no tengo que dar gracias a nadie; ni ayudante, o sea que soy el
único responsable. Y como también lo he pasado a máquina, doy las gracias a los
13. LA CIUDAD A LO BELLE EPOQUE anónimos autores de WordStar y WordPerfect; a Chuck Pedle por su legendario Sirius
Las infociudades y los ghettos sin información: 1; y a los desconocidos fabricantes de su hermano de Taiwan que -siguiendo las le-
Nueva York, Londres, Tokio, 1985-2010 . 413 yes de hierro del Fordismo periférico- lo sustituyó. Rosa Husain pasó a máquina
la bibliografía y luego elaboró las notas con sumo cuidado, iniciándose con ello en
los placeres y horrores del macros del WordPerfect.
BIBLIOGRAFÍA 431 Pero, como siempre, quiero agradecer a los bibliotecarios y bibliotecarias por
su colaboración. Los que piden que se reduzca el número de funcionarios públi-
cos, a los que a veces todos nos hemos sentido tentados a apoyar, no deben haber
LISTA DE ILUSTRACIONES .. 479 trabajado nunca en las grandes bibliotecas del mundo. Yo he tenido la suerte de
pasar muy buenos ratos en tres de ellas mientras trabajé en este libro: la British Ubrary
Reference Division (o dicho de otra manera la Biblioteca del Museo Británico), la
ÍNDICE 483 British Ubrary of Political and Economic Science (la biblioteca LSE) y la Biblioteca
de la Universidad de California en Berkeley. Doy las gracias de todo corazón al
personal de todas ellas. Y en especial, aun a riesgo de crear resquemores, a Elizabeth
Byrne por haber convertido la Environmental Design Library de Berkeley en el
magnífico lugar que es hoy.
Algunos fragmentos de este libro han aparecido anteriormente: el comienzo
del capítulo cuarto apareció en forma de artículo en New Society (publicado de
nuevo en Town and Country Planning, y más tarde en una antología Founders ofThe
Welfare State (Los fundadores del estado del bienestar) (publicada por Paul Barker);
algunos fragmentos se utilizaron en Metropolis 1890-1940 de Tony Sutcliffe; una par-
te del capítulo noveno se inclu~ó hace años en Man in the City ofthe Future, publicado
por Richard Eells y Clarence Walton. Creo que lo que escribí sigue siendo correc-
to y es por ello que no me disculpo por el plagio que me hago. El capítulo décimo
segundo contiene una breve autobiografía que he considerado necesaria para po-
der explicar bien la historia, de ahí la aparente inmodestia.
Mi editor, ]ohn Davey, fue siempre muy comprensivo. Espero que le guste el
trabajo realizado. Elizabeth Lake cuidó muy bien el tema de las ilustraciones. Estoy
muy agradecido a dos colegas y buenos amigos que me sirvieron de conejillos de
!

.'
"
• CIUDADES DEL MAÑANA

indias y leyeron el primer borrador: Lyn Davies en Readlng y Roge! Montgomery


en Berkeley. No creo que haya satisfecho todas sus sugereneías pero he tomado nota
AGRADECIMIENTOS
de todas ellas. También agradezco la colaboradón de Carmen Hass-Klau por haber
revisado la pane dedicada a Alemania.
Finalmente doy las gradas. como siempre, a Magda por sus implicable ayuda
logística: y más.
El autor y los editores desean agradecer a Joho MUlTar (editores) LId, por permi-
Peter Hall tirnos dtar el poema ~Slough,. de los Colltcted Poems de Jobo Betjeman.
Berkeley y Londres También queremos dar las gradas por habemos pennitido reprodudr las ilus-
traCiones ¡¡; Aerofils Ltd. por i1. 3.12; (C) 1988 The Art Irntitute of Chicago, todos
los derechos reservados. por Us. 6. I (Retrato de DanIel Henry BumhamJ, 6.2. 6.3
(O.H. Bumham y E.H. Bennet Plan o(Chicago. 1908, lámina 85 Plan para un slsU-
ma viario de drwlad6n (...) y lámina 132 Vista dt5de el 06U de la Plaza del Centro
Cívico (...) de jules Guerin, cedido por la Ciudad dé Chlcago al Art Institute de
Chicago; a Australian Oveneas Information 5ervice por canberra lis. 6.7, 6.8; a la
biblioteca Huiton Picture de la BSC por il. 10.1; a la Bod.J.eian Ubrary de Oxford por
lis. 2.5, 2.6 (R. W. DeForest &.: L VeIlier TM Tenememt House Problem, 1903, 247554.d2,
pág. 10, 0pp. pág. 14), por 11.3.9 (RUnWin NorhingGained by Ovmrowding! 1912,
2479116.d.4 (6), pág. 9, 6g.ll1), por il. 3.10 (Ministerio de Salud Type Plans aml
Ekvations, H.M.S.O. 1920, 2279.c.1O (10), lámina 9), por 11.4.8. (R.Unwtn TOW1l
Planning in Practiu, 1920, 2479116.d;5, pág. 172, lámina 116), por ti. 7.8 a.H.
Forshaw &. P. Abercrombie County ofLorukm Plan, 1943, G.54.c.17.4Q.3, portada);
por il. 3.7 (R.Reiss TM Homt 1 want, 1919, U755.e.77, Uustradón de la cubierta) a
Bodleian übrary and Hodder&.: Stouhton LId.; por lis. 12.1, 12.3, 12,4 (fotografias
deJun Fujlta) a Chicago Hlstorica1 Society; p.x iL 4.21 a la Biblioteca de la Universidad
de Columbia, Rare Book and ManUSClipt Ubrary; por U. 4.16 a la biblioteca de la
Universidad de Comell, departamento de manuscritos y archivos; por il. 6.6 a
• Counny üfe; po~ il. 7.3. a Counny Ufe Books 6.'1-; por ti. 7.3 a (C) DACS 1988; por
7.3; por 11.7.2 Arrnand Dayot Louis XIy'lIluslTations d'aprrs de PdnWUs, Seu/plum,
Gr~, OtJ;al, etc., du temps (Flammarion; 19(9); por ils. 'lA, 10.2 Letchworth,
F1rst Garden CUy Heritage Museum; por il. 5.8 Tht Containmrnt ofUrban England
de Peter Hall, Harry Gracery, Roy Drewett &.: Ray Thomas, con permiso de Unwin
Hyman ümited; por ¡J. 4.7 a The Hampstead Garden Suburb Archives Trust; por
• lis. 12.6, 12.7 a David Hoffman; por il. 9.8 a HoUday inn; por iJ. 4.12 a Krupp
GmbH, HislOrical AKhive; por 11. 3.11 Osbert tancaster Hm ofaJI Places (1959) con
permiso de John Murray editores Ltd. ; por fu. 2.4, 6.9 a LandeshildsteUe BerUn;
por il. 11.1 Uverpool Daily Post &: Echo ümited; por ils. 3.3, 4.6 a London Borough
de Ealing, Central Ubrary, Local History Ubrary; por i1. 11.5 Londan Docklands
Oevelopment Corporation; por Us. 3.4, 3.5, 3.6 a Landon Transport Museum; por
il. 6.5 a Mary Lutyens; por Us. 2.2 2.3 a Mansel1 Collection; por il. 12.5 a Moorland-
Spingam Research Center, Howard Universíty; por il. 5.2 a Sopbie Mumford; por •
11. 9.1 a Museo de la Oudad de Nueva York; por 2.1 a Museo de Londres; por ils.
5.1. 5.4, 5.5 a Biblioteca Nadonal de Escoda (fotografías; Antonia Reeve); por n.
9.'1- a J.c. Nichols Company; por il. 9.2 a New York Dally News; por 11. 7.1 a
10 CIUDADES DEL MAÑANA

Popperfoto; por 4.5 a ]oseph Rown~ Memorial Trust; por iJ. 7.11 a SI Louls Post-
Dispatch; por 11. 1.10 a SI Louis Public Ubrary; por Us. 7 A. 7.5 a Madhu Slorin; por
11. 5.3 a SCottish 1oor15l Board; por 5.7 a Tennessee VaUey Authority; por Us. 3.8.
4.1.4.9. 4.10. 4.11, 8.2 a Town and Country Planning Assodatlon; por 11. 8.1 aJohn
Las ciudades de la imaginación
F.C. Tumer; por Us. 2.7. 2.8, 2.9 iI Universidad de Winois en ChlCilgO, Univeniry
LLbrary Oane Addams Memorial CoUection). por ¡j. 12.2 a (ChJcago Woman's Aid
Sociny Records); por 11. 9.7 a V~turi, Rauch 'f Sean Brown; por U. 9.5 a The Frant. Entoncrs pregunté _si crea firmemente que U~ cosa es de una manera. ¿:se con-
L10yd Wright Memorial Foundation, Copyright (C) The frank Uoyd Wrlght vierte en eso?..
Founcl.ation 1958. us otras ilustradones han sido cedidas por el autoc Me replicó: e Todos los pocta.S O'ttn que uf sucede. y en los mas de Q imagi·
Hemos intentado dar el nombre de todas los organiSmOS que tienen dcr«h05 nación el:;¡ firme creend,¡ movi,¡ monunu; pvo muchos son incapacel lit' aeer
sobre I.1.s i1ustndones que hemos publicado. Si hemos cometido algún error esta· finnemente m nada._
mos dispuestOS a enmendarlo en w futuras ediciones.
Wll1.llm Blm
Tht MtII'rilIzt o(H~ und Hdl (c.1790-3)

Chr.;.smor, dijo Chrtstian, soy un HOO'lbrt' que vit'nf: dt' Q Dudad lit' Q Dt!:stNa::i6rr,
Y n al Mmk Sión, y d hombrt que eQN m 1,¡ Pueru al pr:indpio dd amino lDt'
dijo; que 51 vuú¡, ,¡quí. lDt' lD05tWiI.is al5aS t'XCdt'ntel, que lDt' ,¡yudi.ria.n m mi Vli.je

john Buny,¡n
TM P'ilgím'j Pros/m (1678)

Pofque dt'bm1os coruldenr que semnos una dudad m 1,¡ montal'\a.. Todos los otos
nos mir.uin, de mant'la que Ji nos compoct~os m.t.I con nut:5trO Dios m este tra-
bajo que hemos Iniciado, y h~os que Él nos retire Su iKtUal ,¡yu<b. estilRm05
• en boca de todos y nos convertiffmos m ,¡lgo dts:prtdable•

john Winthrop
A MOtkI ofClrrisdoll Charity (1630)

...m un,¡ gnn monuft,¡


alta y escarpada. est¡f, 1.1. Verdad. y aquel que
quiera alcanzarla, debe caminar y caminar
y vtllctr las montatl.u que se le resisten...

John Donne
Satyrt fll (1594-5)

"
Las raíces anarquistas del movimJento pla.ní.Bcadof
Capítulo 1
El libro demostrari que en este proceso tardio de convtftir lo idul en rul, tuvo
Las ciudades de la imaginación lugar una monstruosa pervttSi6n histórica.. lo que ruIrnerne SOfpralde es que
muchas, aunque no toda$, de las primeas visiones del urbanismo oackron den-
Visiones alternativas a la Ciudad de Dios, tro de{ movimiento atJMquisU que 8orecI6 en las úh1nus dkadas del Siglo XIX Y
1880-1987 en I~ primeras del XX. Esto es derto tri ~to a Howard. Geddes YLa Asoc:Dd6n
~ La p1anific:ad6n rtgionaJ de Ammca (RqionaI ~ iWociation o(Amerial),
UI como también para muchos de sus derivados en Euzoop¿. (EVidentemente. &te
no es el caso de Le Corbusiu, que era un centralista autoritario, ID de La mayorla
de los miembros del movtmiento de la Oudad 8eila (City &autifillJ, que eran fie-
les sirvientes del capitalismo finandero o de dictadores total.ttariOS). La visión de
.Los hombres prácticos que se creen que: no han recibido ningún tipo de Influen· estos pioneros anarquistas no era meramente una altematlva a la construcd6n, sino
cia Intefectual. nonualmente son esclavos de un economista que ya h.a muerto_, tambi&1 una alternativa a la sociedad, que no era ni capitalista ni burocrádco-so-
dijo "eynes. en un famoso pámfo al fina! de la Gmeral~ .• Los locos que tie- dalista: se trataba de una sociedad basada tn la cooperación voluntaria entre hom-
nen pod~. escribió, _que oyen voces, han inspirado su locura en .lIgUR mal es- bres y mujeres que trabajarían y Vivirían en pequenas comunidades que ellos mis-
critor académico redentem.ente fallecido,.l. En lugar de economistas podría ltaber mos gobernarían. Así pues, no sólo en su foona fulca, sino también en la espiritual,
dicho u~nista.s. Mucho, si no todo 10 que ha pasado -para bien o para mal- a la:s eran venlo~es seculares de la colonia puritana de Wlnthrop en Massachusetts: la
dudades del mundo desde la Segunda Guerra Mundial, puede hallarse en las Ideas dudad sobre la monrana. Sin embargo lo irónico fue que, la mayoría de las veces,
de unos pocos visionarios que vivieron y ~bleron hace mucho tiempo. la ma- cuando Uegó el momento de que sus kJeales se convirtieran en realidad, se htw de
yorb de ellos prácticamente IgnoradO$ y totalmente despm::lados por sus con- la mano de las bullX:fada.s estatales. cosa que les habri.a horrortudo. Cómo fue esto
temporáneos. Han tenido su reivtndk:adón póstuma: en el mundo de los asuntos posible, en qué manen ello fue la causa del consiguiente: desenga60 que produjo
pricticos; induso, podría decirse, que ban conseguido vengane. el wbanlsmo. son lemas cmtra.Jes que este libro deberj estudln
Este libro es soba: dios. sus visiones. y el decto de éstas en el tnb¡¡jO cotkll.a- NI la Idea, ni la manera como va a; ser mUdo ~ui, es nueva u original Us raí-
00 de construir dudada. Sus ooInbres se lrin ~tie:ndocomo si se ttaun de un ees anarquistas del ~ han sido analizadas por dlvesos autores., especUl.
hnte60 da UrbanismO: Howud. Unwin, PuUr, Osbom; Geddes, Mumfofd, Stein, mente por Colio Ward en Gnn B~ y Oyde Weaver en k>s EsQdos Unídl;lsl.
Mac.K.1ye, Owe; Bumham. Lutyau.; Le Corbusicr, Well.s, Webber; Wright, Tumet, Tengo una daK1a penoruJ con ambos. WltO a mvé de sus libros como de W
A1umdtt; friedmann,. ~tdls, HMvey. Lo esmci;al pu«k resumine brrvemente: • conversaciones qut: he: mantenido con ellos. Por otra; plrte, en muchos de los as-
la lIl.iIIyoÑ. de dios fuuon ~ pero mudw de sus idca5 ~ en pectos hist6dcos, este tUto se ~rá m fuentes seomdartas; la b.i.storl.t de:! tuba-
barbecho porque 105 tiempos no estaban ~uros. las visiones aan a menudo nismo tiene Ullill bibUografia utremada.mmte da, que yo he utlUtado con liber.
ut6pica.s. indU$O ayaban LiI Cft'enda en el milenio: no pandan sino versiones se· ~d_ ~ por dlo que este libro deberá luzgane como un texto de síntesis Y no de
culues de u Oudad Cdestia.l del Monte $16n de los pudW10S del siglo XVU, mvestigadón. Hay, sin embargo, una ace¡x1ón Importante: he intentado que las
traídas a La tiern y dispuestas pua um tpoca que también pedía recompensas. figuras clave, las fuentes de las prtndpales Ideas, pudieran u ~ iI travéS de
CUatldo por fin las visiones fueron descubtenaS Yresudladas, se apUaron, muchas sus propias palabras.
veces, en lugares distintos y en ctn:unstandas muy diferentes, y, a menudo, a tra·
vés de mecanismos distintos de los que 5U5 autores habían imaginado. No es de 6-
trat\a[ que, trasplantadas en el tiempo y en el lugar y también aplicadas a una si· Advertencia: obstácuJm haUadm en el camino
tuad6n sociotCon6mica distinta, tuvieran resultados que algunas veces fuuon
utra11.os y otras catastr6fh::os. Para darse cuenta de eUo, primero habrá que estu· la tarea no ha sido fádl. los visionarios suelen hablar UtranOS Idiomas, difidles
dlar los distintos estratos ltist6ricos que enterraron y obscurecieron las Ideas ori- de InteIpretat; un sorprendente factor comlin en muchos de los grandes fundadores
ginales; y, después. entender La naturaleza del trasplante. del urbanismo-ilunque afortw1adamente no en todos- es su Incoherencia.. Además,
sw primeros dl5dpuJos. ansiosos por lnidar su misl6n, iI veces han creado un
evangelio distinto del de los lutos originales. Las ideas pueden hitber derivado de
, (Vbnsot oow en P'JUu. 21.) las de otros y, a su vez, bebido en las fuentes, creando una madeja dificil de de-
. CIUDADES on MAflANA LAS crvOAOf.li DE LA IMAGINAaON
"
st:nredaL El ambiente cultural y §OCial en el que vivieron. que: fue lo que les dio el celebrado; en conuaposidón. Le Corbusier, el Rasputin de esta historia, represen_
material esencial p¡.ra sus pcn:epciones. ha desapareddo ha« ya mucho ti~po y ta el ~ aUloritario, cuyas malas consecuencias están siempre con nosotros.
su U'COnstrucd6n es ardua: el pasado es un país desconocido, con distintillengua. El lectOr pufdt: no estar de acuerdo con estas atinnadones, por lo menos ron la des-
distintas costumbres sociales y una visión dlh:rente de la condición humana. mesura con la que aquí ~ mantienen; dtbo decir qut no he escrito este libro con
He intentado, siempre que ha §ido posible, dejar que los fundadores hablaran la idea de manlener un cómodo consenso.
por si mismos. Como muchos divagan o tserlben de una manera confusa, o ambas Hay ouo problema más pedestre. Muchos hechos hbtórlcos rehúsan obstina.
cosas a la vez, he utilizado una ~da hacha. que espero haya sido tuidosa: he eli- damente seguit una clara seruenda cronológica. Sobre todo en relactón con la hU-
minado excnos, suprimido paréntesis y prescindido de cosas que parecían pedirlo, toria de las Ideas: los productos de la lntellgenda humana derivan los unos de los
intentando de esta manera hacer lo que ellos probablemente hubieran deseado. otros. se separan. se unen, permanecen en letargo o se despiertan de maneras como
SI esto ya resulta laborioso, mucho más dlfict.l ha sido 3verlguar cómo. con el plejas, lo cual pocas veces permite una clara descripcl6n lineal. AUn peor, no ad-
tiempo, estas Ideas fueron descubiertas de nuevo, rehabilitadas y, a veces, tergi- miten tampoco un orden esquemático. Por lo ~to, el analista que quiere escrIblI
versadas. Y es aquí donde aparece ti tema de la interpretad6n histórica. Una nue- sobre estOS lemas se encontrara con qut se cruzan de una manera confusa y de-
va ~ que actualmente domina. argumenta que el urbanismo, el todas sus rna· sordenada. Constantemente se acordara de aquel co~ de] Irlandes de la vieja
nifestacjones, es UN. respuesta del mtmIa capiWista -y en particuW dd capitalismo y conOCida historia: si queña ir allí, nunca debi6 habe::r sal1do de aquí. El método
de estad<>-- a los problem¡¡s que plante.¡ la organización de la producdón Y espe- que he u ~ ha sido el de contar cada historia por sepuado y de una manera
cialmente al dilema de las crisis continuu. Según esta Interpretadón, se utilizarla panlela: he seguido la pista de cada tema y de cada ¡de.¡ y, a v«es, me he remon.
la planificadón _y en consecuen~ se adoptMiAn las visiones de los pioneros- tado a seis o siete dkadas. Esto significa ~ constaruemmte en la historia,
precisamente cuando el sinema lo oea:sita, ni antes ni después. Evidentemente, de manera que, a menudo las cosas l.rán hada. adelante y hada. atl"h. Querri. dedr
la simplicidad de este mecanismo reciptoco se esconde bajo una compleja masa de también que, muchas veces, el orden en que se lean los capítulos no es tan im.
hechos históricos: los propios histortadom marxistas también consideran que el portante. Aunque esto no acaba de ser de] todo cierto porque he intentado expo-
tiempo y la casualidad, aunque denao de unos limites, nos han alectado a todos. ner los tem¡¡s de la manera menos confusa posible, es decir. siguiendo la lógica en
Pero los limites existen: por último está el motor tecnol6gico-económico que di· la que las Ideas han Ido evoluctonando e lnfJuendándose. Ptto dtbo hacer una ad,
rige el sistema soctoeconómico y, a travh de él, las respuestas de la válvula de se- vertenda: no siempre ha fundonado.
guridad política. Además este problema se compone de otro. En la práctica el urbanismo se
Cualquiera que trate de escribir historia -y especialmente sobre un tema como mezcta Imperceptiblemente con los problemas de las ctudades. y éstos con la eco-
hte, en el que tan refinados cerebros mar.xisw han trabajado- debe: tener en cuen- nomía. la SOCIología y la política de las ctudades, y, a su vez, con la vida soda1-eco-
ta lis cuestiones parateológicas de interp~dón. Vaya exponer la mia: los aao- nómica-polltica-cultural de su tiempo; no hay final, ni Umite. a estas interrdacto-
res históricos actúan en respuestil al mundo que encuentran y, en particular, a los .. nes, sin embargq hay que encontrarlo por muy arbitrario qut bte sea. Contamnos
problemas que encuentran en este mundo. Esto seguramente es UN. a"an;ación ob- lo necesario PMI explicar el fen6meno del urbanismo; lo situarmlOS daramente,
vi¡; las ideas no emergen de la nada, por una especie de lnmacu1ada concepci6n. a !lo manera marxiana, partiendo de la ~ sodoeconómic.a, para. de esta mane-
sin la colaborad6n de otros elementos. Pero de la misma manera, los seres huma- ra, pxl.er irúciar lo que realmente interesa al historiador.
nos -especialmente los IIÚS inteligentes y originales- son infinitamente caprt· Induso estil decisión deja problemas de delimitaciones pendientes. El primero
chosos, creativos y sorprendentes; en consequenda, lo que rulmente nos intere- de ellos está reIadonado con el significado de esta expresi6n tan elástica:: pjanifkad(:wt
sa de la historia, además de lo que es evidente, es la complejidad y variedad de las de la dudad. CasI todo el mundo. de Patria Geddes en adelante, estará de acuer.
reacciones humanas. Es por ello que, en este libro, la base mamana de los hechos do en que debe induír la planificad6n de la reglón que la rodea; muchos, siguien-
históricos se toma como algo evidente; lo que hace que la historia sea digna de ser do de nuevo el liderazgo de Geddes y de la Asociact6n para la planiflcactón regio-
escrita, y lo que la hace digna de ser leída, es la comprensi6n de los diversos caminos nal de Amérlca;lo ampliarían a su regi6n natural, por ejemplo la cuenca de un río
por los cuales los estimulas generales se relacionan con las tespuestas particulares. o el espado que tiene una cultura regional particular. YcasI todos los urbanistas o
Debo hacer ahora otra afirmact6n personal. A causa de la amplitud del tema, planificadores dirían que su cometido supone no solamente la planificación de esa
he tenido que ser muy selectivo. La eJecctón de los temas prlnctpales. cada uno de región en panicular, sino tambif:n la de las reladones que Ulsten entre diversas re-
los cuales es objeto de un capitulo, ha sido fruto de mi opinión personal. giones: por ejemplo. la relación entre la Megal6poUs que sigue aeclendo y la zona
Del.Iberadamente no he tratado de esconder mis prejuidos: creo que los padres agricola que la rodea que se halla en fase de despoblación. ¿ Dónde termina el tema
anarquistas, aunque poco reallsw e incoherentes, tuvieron una magrúflca visión de nuestro estudio ? indu}'t' la planlficad6n económica regionaL que lógicamente
de las posibilidades de la civtlizad6n urbana. lo cual es digno de ser recordado y es inseparable de l' planifiGK:i6n económica nacional Ydel de:sarroI.Io económico


16 CIUDIWES Da MAN'ANA LAS CIUDADES DE Lo\. IMAGINACiÓN 17

en general; de nuevo los crecientes circulas amenazan con devorarlo todo. De nue- mente importantes: muchas de las ideas claves, y de los principios clave, no se en-
vo habrá que establecer un límite más o menos arbitrario; lo trazaré de manera que tienden si se les contempla fuera de este contexro. A continuadón, pero también
incluya los debates generales sobre la politica de wbanismo nadonal y regional, pero de manera central, asegura que en el urbanismo del siglo XX ha habido unas po..
que excluya las cuestiones de pura planificación económica. cas ideas clave, que se repiten. se reciclan y se mezclan. cada una de ellas ha sido
El segundo problema en la delimitadón es cuándo empezar, Se supone que estO la creadón de un personaje clave, o como mucho de un grupo muy reduddo: son
es, o era, una historia del urbanismo del siglo XX. Pero como esta disciplina nadó los padres fundadores de la planificadón de la dudad moderna. (Desafortunadamte
como reacción a la dudad del XIX, es necesario empezar por ahi: concretamente no ha habido madres fundadoras; y las consecuencias que esto ha traído, deberá
en la Inglaterra de los ail.os 1880. Sin embargo las ideas que prevalecían en aquel iuzgarlas el propio lector). A veces estos fundadores se apoyan unos en otros; otras,
momento pueden rastrearse hasta 1880 y 1840, a veces incluso se puede retroce- entran en conflicto: como en la visión del Cristo de Blake, el hombre es el peor ene-
der hasta 1500. Como siempre la historia es una marai'l.a sin fin, un nudo gordia· migo de otro hombre.
no, que requiere dedsiones arbitrarias que hagan posible el inido. E! capítulo segundo afirma que los ongenes del wbanismo del slgl.o XX se en-
Hay todavía un tercer problema: el geogriflco. Se supone que ésta deberla ser cuentran en el siglo XIX. Trata de demostrar que las preocupaciones de los primeros
una historia global. sin embargo, dadas las evidentes Umitaciones de espacio y de que se interesaron por el terna surgieron al observar, de una manera objetiva. las
conoctmienro del auto, no será asi. MI estudio ha quedado claramente centrado en dificultades de los millones de pobres que malvivian en los miserables barrios vic-
el mundo anglonorteamericano. Esto puede justificarse, o por lo menos excusar· torianos; también puede ser que, con menor buena fe petO mostrando una in-
se; como pronto se verá, muchas de las Ideas clave del urbanismo occidental del quietud que nos parece totalmente compresible, muchos de los que lanzaron el meno
siglo XX naderon y crederon en pequeil.os y confonables clubs de Londres y Nueva saje estuvieran obsesionados por la vlolencia y el temor a la insurrección. Aunque
York. De manera que el Ubro tratará someramente otras import1lltes tradidones ur· el problema y la preocupación consiguiente se dio en todas y cada una de las du-
banísticas aparecidas en Franda, en Espail.a y América Latina, en la Rusia Imperial dades del mundo occidental, fue más evidente y se percibió con mayor fuerza en
y en la Unión Sovietica, y también en China. Este tema debe ser objeto de otros el Londres de los atlos 1880 donde había una sociedad urbana afligida por gran-
textos y de otras plumas. des tensiones sociales y las nuevas ideas políticas; éste es el núcleo del capítulo.
Finalmente debo decir que éste es un libro sobre las ideas y sus impactos. Por E! capítulo tercero expone una Ironia histórica: cuando se estaban hadendo las
10 tanto las Ideas son el tema central; los Impactos, o realizadones, son también primeras experiencias para CIear una nueva planificación en el orden sodaI, la
crudales, pero serán tratados como expresiones -a veces casi irreconocibles- de las propía ley del mercado empezó a hacer desaparecer los barrtos miserables de la
ideas. Ello nos ayudará a comprender dos de las prindpales características del 11- dudad por medio de un proceso de suburbanizacl6n en masa. Sin embargo este cam·
bro. Primera, como las Ideas tienden a aparecer antes, el texto se ha centrado en bio ~ hizo a expensas --cosa discutible y no siempre evidente- de crear otros pro-
los primeros cuarenta atIos del siglo. Segunda, muchas de las realizaciones clave de blemas. De nuevo fue Londres el que, durante un tiempo dirigió el proceso, aun-
la planificadón han sido tratadas de manera superficial, o no han sido tratadas en ~ que para hacerlq tuvo que importar las técnicas norteamericanas de transporte y
absoluto. Los libros, como las substancias peligrosas, deberían llevar advertencias, de dirección de empresas. Por lo tanto, de nuevo habrá que centrarse en el espa-
la mía seria: no lean este libro como si fuera un manual de historia del urbanismo; do angloamericano pero hactendo un desvío para preguntarse por qué París y
seria peligroso para la salud, espeda1mente para la de los alumnos que preparan exá· Berlín tardaron tanto en seguir este camino.
menes universitarios. La primera respuesta a la dudad victoriana, y la más importante, fue el con·
Evidentemente todo esto no deja de ser más que una manera de hacer frente a cepto de ciudad jardín de Ebenezer Howard, un _amateur.. (puesto que, por defi-
posibles criticas. los analistas podrán disfrutar con las evidentes omisiones y con· nidón, no habia entonces profesionales), de gran visión y perseverancia, que de-
fusiones del libro; pero -para defenderme y evitar que el potendal comprador haga sarrolló esta idea entre 1880 y 1890. Se proponía resolver, o por 10 menos mejorar,
un gasto inútil, con el consiguiente disgusto- haré una exposldón más detalla de el problema de la ciudad victoriana llevando una gran parte de la gente y de los
las directrices de este trabaJo para que sirva como guía en medio de la espesura. trabajos a la nueva constelación de nuevas dudades autosufidentes que construi·
ría en el campo, lejos de los barrios pobres, del humo -y, de algo mucho más im-
portante, de los altos precios del suelo- de la gran dudad. Como mostrará el ca·
Guía para cruzar ellaberlnto pítulo cuarto, esta idea se fue extendiendo por gran parte del mundo, adquiriendo,
durante el proceso, una serie de características que casi la hideron irreconocible.
El libro parte de la base de que el urbanismo del siglo XX es un movimiento inte- Sus realizaciones fluctuaron desde el puro barrio dormitorio suburbano, que Iró-
lectual y profesional que surge como reacción a (os majes de la dudad del siglo XIX. nicamente era la antítesis de 10 que Howard habia propuesto, a utópicos planes pen0
Esta es una de aquellas afirmaciones que no son originales, pero que son terrible· sados para disminuir la densidad de las grandes dudades y recolonlzar el campo.
18 CIUDADES DEl MAl"lANA lAS CIUDADES DE LA IMAGINACIÓN
"
Muchas de estaS varianles. asl como también la pura visión howardlana. fue rea· Corbusler, según la cual un mile5tro urbanista todopoderoso demoleña la dudad
Iluda por sw luganenienles. que, como consecuenda. consiguieron su propio lu- existente y la reempb.z.aria por otra. de grandes torres en medio de PM<Iues, es es-
gar en d plntcón del urbanismo: fueron R.1ymond Unwin, Barry hrbr y Frcderic tudiada en el capitulo séptimo. En su fonna mis pura nuna encontró apoyo en
Osbom en Gran Brctat\a., Henri ~Uier en Francia, Emst Mar y Martín Wagner en ningún ayuntamiento ~ que quizás es compnmsible--, ni durante su vida ni des-
Alemania, y Oarence Stein y Henry Wright en los Estados Unidos. Otras ideas se pues. Pero algo de su idea permaneció, y sus efectos fueron por lo menos tan gran-
<ksarroUaron independicntememe, como Lio visión de la Oudad Uneal del espa- des como la visl6n de Howard: una ciudad completamente nu~ en Lu llanuras
nol Arturo Saria, o la dt:SCUltralizada Broadacre Oty de Frank Uoyd Wrtght. Cada del norte de b. India, rivalizando en escala formaJ y extUlSión con el monumen-
una. y las Interrelaciones en~ cUas. piden un lugar especial en la historia. to neoclásico que Lutyens construyó para la mayor gloria del poder btitánico en
La segunda repuesta que lógicamente le siguió, aunque no cronológicamen- Nueva Deihi; mucho mis Importante todavia, sobre todo en impacto hUIIW\O,
te, fue la visión de Lio ciudad regional. llevaba el tema central de Howard mucho han sido loS dentos de demolidones pard.¡les y recorulnJCdones en Las vi~ du-
más lejOS, tanto a nivel conceptual como geográfico; sqUn esta corriente. la res- dades desde Detroit a Varsovia, de EsIocolmo iI Milán.
puesta a la sórdida congestión de la gran dudad era un vasto programa de plani- Existe otra importante tendencia dentro del pensamlento wbanístico, o de la
flcadón regional. dentro del cual cada subreglón se desarrollarla annoniosamen- Ideología del urbanismo -las dos se mezclan Imperceptiblemente y de una mane-
te en base a sus propi(Y.l recursos naturales. con total ~peto a los prtndpi(Y.l de ra confusa- que exige alenclón especial. Sin embargo, como la última que hemos
equillbrio ecol6gico y reposid6n de recursos. Las dudades estarían subordinadas comentado, se une a otras corrientes mis Importantes, dándoles forma y color.
a la regl6n: las viejas dudades y las nuevas crecenan a la par como partes necesa- Esta escuela dice que la construcción de la dudad debería estar en manos de los pro-
rias del plan regional, ni más, ni men(Y.l. Esta visi6n fue desarrollada poco después pios ciudadanos, cosa que normalmente no sucede; que se deberia rechazar la tra-
de 1900 por el bi610go escocés Patrick Geddes e interpretada a lo largo de los mas dición según la cual las grandes organizaciones, ya sean prtvadas o públicas, cons-
1920 por los miembros fundado~ de la AsocIad6n para la planiflcad6n regional truyen para la gente, y, en su lugar, permitir que la gente fuera la que construyera,
de Ammca: Lewis Mumford, Clarence Stein, Henry Wrtght mendonados ante. Enconttamos esta idea en el pensamiento anarquista que, alrededor de los anos 1890,
riormente, y Stuan Cha.se y Senlon MacKaye. Este grupo se madon6 con otros, fue tan Inportante en la visión de Howard sobre la dudad jardín, y de nuevo, en·
prindpalmente norteamertcanos: los Regionalistas del Sur, lIderados por Howard tre 1885 Y 1920, en las propuestas de Geddes sobre la rehabilltad6n urbana por eta·
Odum, los planificadores del New Deal como Rexford Tugwell, e lndwo -indl· pas. Es talIlbim uno de los aspectos a:nttales e imponanleS del pensamJentode Frank
rectamente-- Frank Uoyd Wright. Esta rica y visionaria tradid6n, cuya tragedia fue Uoyd Wright en los mes 1930, y en particular de su Broadacre Clty. En los atlos
prometer mucho y en b. práctica dar poco, scri el contenido del apítulo quinto. sesenta sale atta vez a la superficie como uno de los faacres más importantes, in·
U. t~ propuesta contnSta, e induso enm en conflleto, con estas dos pd- duso dominante, de la planificación en Lu dudades del Tercer Mundo por medio
meras; se trata de b. tradJdón monumental, que se remonta iI VitlUVlo, sino más del trabajo de John Tumer -que se inspiró en el pensamiento ~rqu1sta- en
lejOS todavía, y que renació con fueru a mioo del siglo XlX en nunos de los gran•• AmmGl Latin.a_ Ha sido tambim un elemento ~dal en el desarrollo Inteleaua.l
des ~os del urbanismo como ~rge.EugmeHaussmann en Parls o Ddefonso del teórico de la arquitectura, el britinico-americ:a Chrlstopher Akunder dutante
Cerdá en BarttlOIlill_ En el siglo XX, como se estudia en el apítulo sexto, fue apa- los mos sesenta y setenta. Finalmente culmina en el movimiento de diseno co-
reciendo Cilprichosamente en lugam exttaJ\os y poco adecuados; como servidOR munitario que se utendió en los Estados Unidos dunnte los atlos setenta 'f ochen·
del orgullo óvico aliado al Impulso comercial en Estados Unidos, como upmlón ta, pero sobre todo en Gran BretatU, donde obruvo el pattodnio real. Esta iaJga Y
de la majestad imperial en la IndU. Británica. en Áhica y en la recientemente in· a veces extraflil historia es el contenido del capítulo exuvo.
dependiente Australia, tambim como agente de la megalomanIa totalitaria en la Hay aun otra tradici6n, que resulta todavla mis dificil de definir en términos
Alemania de Hitler. en la Rusia de StaUn (y, aunque con menor ambtdón, pero no filosóficos y que no eslá Ugada a. nlngún profeta dominante. Se trata de la visión
por ello con menor efectividad, en la Italia de MussoUni y en la Espai'ia de Franco). de la dudad de Infinita movilldad que depende de los avances de la tecnología del
En los lugares donde pudo llevar a cabo sus obras -a veces tarde, a VKes nunca-- transporte. sobre todo del automóvil prtvado, que esrudlamos en el capítulo no-
hizo lo que se le pedía: fue simbólica, mostr6la pompa, el poder y el pmtlglo, pres- veno. Esta uadld6n empieza con la notable predicción de fin de siglo de H.G.
dndlendo, o mostrándose lndwo hostil, a propósitos sociales más ampllos. Wells sobre la suburbanización del sur de lnglaterra., pasa por los planes de trans-
Todavía hay otra tradición que de una manera confusa se reladona con las co- porte de Los Ángeles de 1930 y de casi cualquier otra ciudad entre los aftos 1955
rrientes de la dudad jardín y de la dudad monumental. Es la visl6n del frands de y 1965, Y termina en la. descripción de Melvtn Webber sobre _el reino urbano de.
procedenda suiza, el arqultecto-wbanlsta Le Corbwler, que consideraba que el en-ningún-lugar. de 1%3-6-4. La visión de Frank Uoyd Wright sobre BroadaCf't
mal de la dudad moderna era b. densidad de su desarrollo y que, perversamente, City se le parece mucho. de la misma manera que comparte ideas de otras impar·
aseguraba que el remedio consisna en a.umentar esa densidad. U. solución de Le tanles tradldones; comparten esta visión los desurbanlstas 5OVie:ticos de los mos
20 CIUDADES DEl. MAÑANA lAS CIUDADES DE tA IMAGINACIÓN Zl

1920; Ytambién, a su manera. el concepto de Sona sobre la audad 1lnea1 y los nu- 1960 en adelante. tri según qué zonas de ~ qué dudades -pero sobre todo la
mermos dmvados posrertores. De todas Las grandes tndidones, 6;ta es la que pro- gente que vivía en ellu- en lugar de mejorar, tmpeoraba. por lo menos en senti-
bablemente se mezcla y se int~ladona con casi rodas las otru; porque Howard., do !dativo, y quizás umbién en el absoluto. se dijo que podb ser ~ much.l de
Le Cocbusier, los regionalistu, todos tuvleron su versión de este evangeliO. esta ~te estuvltta transmitiendo sus problemas y dlficultades de generac:l6n en
Muchas de estas ideas aunque privxlas de toda posibilidad de ~ 6 n al ser gener.td6n, inGJ~ de seguir la lJYICh¡ de la economia y di!: la sociedad que se
concebidas, fueron esenda1mente producto de los activistas, de: los constructores iba alejando ad,¡¡ vez mis de ellos. .se criticó esta upUadón con indignación, 10-
de este mundo. Más pronto o mis wde, as! siempre mis pronto, sus aeadoaes aban- dU50 con memenda. pero no sirvió de nada puesto que los hechos permanecie-
donaron los discursos pan pasu a la ~6n; si quereu buscar sus monumentos no ron. En el capítulo duodkimo a n ~ este deb,¡te y los probkma.s que lo cau-
tenéis más que: mirar a vuestro a1rededoc Pero es también importante que: toda bis- ~n.

torta del urbanismo se dé cuenta que, de:sdc los m.os 1950. a medida que e1~­ Es por elld que en el libro aparece una e<tT3l\a e inqweWUt sim~ después
nismo se fue convirtiendo en una materia que debía aprenderse: por medio de la de den mas de debates sobre cómo planificar la dudad, después de repetidos in-
educadón formal, también fue adquirtendo un cuerpo teórico puro más absmK> tentos -por equlVOCllldos o distorsionados que fueran- de llevar las Ideas a la prác-
to y más fonnal. Parte de esta teoria. o por io menos eso dice su jerga, es teoría ~ tica, nos encontramos otra wz allí donde habíamos empeudo. Los teóricos han
~ el urbanismo: comprensión de lu técnicas practicas y de la metodología. que vudto a los orígenes anarquistas del urbanismo; la dudad vuelve a ser contemplada
los urba.nistas siempre necesitaron indwo silo aprendieron mientras trabajaban. como lugar de degeneración. pobreza. malestar social, lnqulrtud civil e induso de
Pero la otra, la teoría tkl urbanismo. es otro tema: bajo este término, los urbanis- Insurrección. Esto no significa, evidentemente, que no hayamos avanzado: la du-
tas tratan de comprender la verdadera naturaleza de la activtdad que están practi- dad de los ¡u\os 1980 es terriblemente distinta, y sin duda superior, a la de los anos
cando, incluyendo las razones de su e:dstenda_ Y es aquí donde ~mo suele pa. 1880. Pero parece que los problemas vuelven a !'durgir, quizás porque, en realidad,
sar- unas teorías siguen a otraS y unos paradigmas son reemplazados por otros. cada nunca se soludonaron.
vez más deprisa, unas veces de una manera desconcertante, otras con mayor aus-
teridad. Al intentar comprender el sentido de este movimiento podemos caer en
el. riesgo olMo de ser absorbidos por el. proceso, quedando encmados en el síndrome Notas al capítuJo 1
que ImentamOS comprender.. u lectuR del capítulo dédmo pmnitirt ver a1let:.
, Kqne. 1936. pq. 3&3. ¡ Wud, 1976; fñedmann Y W~ 197'9;
tar si bemos sido capaces de: ~tar esta trampa..
WUYU, 1984a.
Sin embalgo mientras la aadl!:mia iba por un lado, el mundo Iba por otro. De
modo q~ pmiendo de una manera indl.recta dd movimiento de planifk:adón ro-
muniWl.a de:saito en el. capítulo octavo, se Ues6 a la condusi60 de que todo lo que
se habla hecho en nombre del wbanismo babia sido insatisfaaorio a niw:i ~ , •
y malo a nivel. prictico con resultados que pod1an ser contrmplados por todos. Esto
habi,¡ sucedido porque en más de medio stglo de práctia bwocrátia, el wmnls-
roo se habia convertido en una máquina reguladora negativa. dbe:ftada pan aho-
gar todo tipo de iniciativu y de creatividad. No:s encontramos con otIa Ironia bis-
tórlca; el pensamiento lzqulerdistil yeMa a las raíces anarquisw, voluntaristas Y
de pliUtlfl.cadón iI pequetl.a escala mientras que, por su parte, los cerebros de la de-
recha empezaban iI pedlt una nueva manera de planteuse Ia.s obro; parecía que
los extremos iban a acercarse. En muchos países surgió un movimiento en favor
de un urbanismo más simple y de la audón de unos organiSmos que supieran evi·
tar el papeleo y generaran una trildlcl6n empresarial vigorosa e Independiente,
que pudiera actuar sin demasiados rrtrasos e interrupdones. Durante los atios
ochenta, esta filosofia, muy arraigada en NoneiImérlca, se extendió a paises que como
Gr.m Bretatia siempre habían pennaneddo inmunes a este tipo de Ideas. El capí- •
tulo undtd.mo tratil de seguir estas conexiones, a veces sutiles y muy Indirectas.
Pero en medio de esa gnn profusión de organiZaciones e inidativas, las duo
dade:s habían ido siguiendo su camino_ lo peot de ttxIo fue que. a partir de los atio5
La ciudad de la noche espantosa

las grandes ciudades de la tierra (...) se han convertido (...) en repugnantes luga-
res de fornicación y codicia -el humo de sus pecados sube hacia el cielo como el
horno de Sodoma; y su contaminación está pudriendo y atacando los huesos y las
almas de los aldeanos que las rodean, como si cada una fuera un volcán cuyas ce-
nizas causaran llagas sobre el hombre y la bestia.

John Ruskin
Letters to the Clergy on the Lordls Prayer and the Church (1880)

«¿A qué tipo de gente te refieres?» se permitió preguntar Hyacinth.


«Oh, gente rica, los que lo tienen todo».
«No se les llama gente» observó Hyacinth, dándose cuenta al momento de que su
comentario era un tanto primitivo.
«Supongo que tú los llamarás miserables, sinvergüenzas» sugirió Rose Muniment,
riendo alegremente.
«Todo lo que tú quieras, pero no tienen cerebro», replicó su hermano.
«No, claro. Qué estúpidos son, ¿verdad? dijo su señoría. «De todas maneras no
creo que se vayan al extranjero.
«¿Al extranjero?»
«Quiero decir como los nobles franceses que huyeron. Se quedarán en casa y lu-
charán; será mucho más que una pelea. Creo que lucharán muy duro».

Henry James
The Princess Casamassina (1886)
U. CIUDAD DE U. NOCHE ESPANTOSA
"
Capítulo 2
La ciudad de la noche espantosa I ...
La reacción ante los barrios pobres de la dudad del siglo XIX:
Londres, París, Berlín, Nueva York,
1880-1900

En 1880 James Thonuon. poeta victoriano CUy;J laboriosidad nunca lIt:gó a como
~ su monumental falta de talento. publicó una colección de YUS05 que litu-
ló con las primeras paJabr;ls de uno de ellos: se trataba. de un largo y <O sub-dan~
viaje por los bajm fondos. Los versos pronto se olvidaron pero el titulo, Tht Cjty
o( lflnulful Nljhr (La dudad de la noche espantosa), fue recordado. Quizás fue de-
bido a que la tmiblt: dudad victoriana, tanto de día como de noche, pronto se con·
virtiria en uno de los principales twlaS de discusión de la época. Los primeros ver·
50S de Thomson:

La dudMi es de la Noche, o quizis de la Muerte.


es de la Noche, porque nunca
le Ucpri el aire fragante de la lurni~ matUna
dupuf:s del trio me gris del búmedo amanecer'.

podrian muy bien ha~ desaito el Londres, el Uvt'IpOOI. o el Manchester de la tp:>.


ca. Qulú.s W. T. Stead, el sensacionalista editor del diario londinense Pa/1 Mall
GíJutu, se acordó, consdcnt~enteo inconsdent~ente, de cstos ftCS05 cuando, •
en una editodal de octubre de 1883, escribió que el_Fonnidable escritor Oorenli-
no podria haber a"aclldo a los horrores de su visión de.l1nfiemo lID paseo por un
ban10 pobre de Londres•.
Stead encabeZilba su editorial con estas palabras: ¿NO HA LLEGADO YA LA
HORA? En el conocido esl:1Jo que lo había hecho famoso, arengaba a un públlco ra.
dical de cta..se media: • los horrores de los barrios pobres>o, escribió, _50n el gran pro-
blema nacional que la religión. el país en general y 105 políticos de Inglaterra deben
501udonar.. Con un agudo olfato perl0dÍ5lico para encontrar el momento justo, y
un talento especial para captar el tema del dla, utilizó un libelo que acababa de po-
bUcar Andrew Mearos. sacerdote congregactonali5ta. Promocionado astut<lmente
por Stead, Tht Bitter Cry r;fOutril.5t LornJon (El amargo grito de los desheredados de
Londres), resultó Impresionante. Su _efecto fue Instantáneo y c;¡tadlsmádco"l: pro-
vocó inmediatas demandas para que se abriera una investigadón ofldal no 5610 por
Fi3. 2.1 Litrlr CoIlinpood StTUr, BetJuwJ G~. al~or de 1900.
Los _pobres dignos_ de la ipoc3 vktoriana. en sus miseras viViendas. 800th pmb.J.b~te
1 (Vi~ IlOlU ~ ptglnu S...SS.) los hubiera Incluldó en la case C.
26 CIUDADE.S DEL MAl'lANA LA CIUDAD DE LA NOCHE E$I'A!'lI'OSA 21

pane del PIlIl Mall Gaztttt sino también de periódiCOS más conservadores como 17Jt Cada habitación de estas putrefacus y pestllemes viviendas alberga una famila. a
veces dos. Un inspector de sanidad anotó que en una de ellu encontIó al ~e, la
Times y Punch, e indwo de la propia reina Victoria, conmbuyendo directamente a madre. tres nit\os. IY C\UtIO cerdos! En otra un misionero había visto un hombre
que en 1884 se organiWa la Comisión Real para la Vivienda de las Clases Traba~. enfermo de viruela, su esposa que:se estaba r«Uperando del octavo parto. y los ni·
Fue uno de los textos más influyentes de toda la historia de las rrlormas sodaIts bri- 1\os corriendo por alU m~io desnudos y limos de porqueña. Aqui hay siete per-
lánicas; Sread e:saibiña más tarde que al haber provocado la aeadón de U. Comisión sonas viviendo en una cocina subtenánea. con un nino pequetk> muerto en la
Real, habioll sido uno de los artífices de la legisladón soda! moderna'. misma habitaCión. Mb allá una viu<b pobre, sus tres hijos. y un niOo que habb
muerto haca lJ'eCe dlas. Su rmrldo que en conductor de coches, x había $Uidd.a-
do hacia poco'.

El amazgo grito En otra habitadón viva una viuda con seis hitos, entre los que había una Iúja
de veintinueve anas, otra de veintiuno Y un hijo de veintisiete. Otra esta~ ocu-
No babia sido el. primer intento de dtsperW.JI la 50dedad vic:1Qrian.J de su conlortabIe pada por padrf'. madre Yseis Iújos. dos de dios enfermos de escariatina. En ottliI ha-
conflanu; pero fue la gota que colmó el vaso. Y d10 ~ debido a 1;1 gran l1abUl· bía nueve hermanos. el mayor de los cuales tmia veintinueve alias, que comían y
lhd que mostró MeUD5 al pasear a sus lectores por los banios pobres. Incluso M100 dormían juntos. Todavía en otta 4habY una mujer que mandaba. a los chiquillos
n, Cm ai\o5 más taJde, sus de5crtpdOnes nos ponen la piel de gaIlin.i. Ynos revudYen a La calle pan. alquiW la b.abi~6n PMJI fines inmorales hasta bien pasada La me-
ti estómago; tienen una cualidad casi televisiv¡¡. Sólo una dta nos permitirá com- dia noche, que era cuando las pequmos podIan vol~r si es que no habian en-
prcnd~ el !mpacto ca~do:
contrado cobijo en otro siti04.
Los lectores de Mearos se escandalJ.zaron tanto por el honor mico como por
Pocos de los que leen esw pigirw; tienen Ida de lo que $01'1 esas pestilcrlle5 ~ las consecuencias; Inevitables que todo dio traía consigo:
ri<Us. donde mUes de Pfi50NJ ViVUl. b.KiradoU en medio de horro~ que nos re·
CUffdan lo que hemos oído sobre los barcos de escavos. Para enrnr en ellu Iny Pregunte a los hombres y mujeres que viven en esw podl¡as si e5ÚD casados Y lo
que ~tnne por pllb muxWundos a aUR de los gases vmmoso5 Y mal olien- único que obl:endri: es un solU'lsa. Nadie lo sabe. A radie le importa.. Nadie es:pen
tes que multan de liI KUMulx16n de ¡guu rt:Siduales y de todo tipo de buun que deban estarlo. Sólo. en muy pocos casos. su pregunta recibirá Wlol respuesta afir-
que yace esparcid¡ y que a menudo flota bija nuestros pies; patios en los ~ casi mativa. El Incesto es común: no hay vldo ni SftUUalldad que despierte sorpresa ni
nuna mm el 501. ni el me trace. y que muy pocas veces hU) ruibido el efec- llame La atendón... Lo único que 00 les haet' caer en el comuni$mO es La descoo·
to btndlctoso del aguL Hay que subir por can:omidu escaler.u que. ~. VID fUnza. no La virtud. W prjcticas más viles son vbw con La mayor indilm:ncU (..•)
a romperse a ada paso. y que muchu de w veces ~ se h.an roto. dej¡ndo agu- En una de las calles hay 35 cuas, de ellas 32 son burdeles. En otro distrito hly 43
jeros que ponen en peligro b vida Y los huesos de 105 iDc.autos. Hay que hacerse asas con 428 prostituW entre muletes y nltU$, muchas de las cuales DO tienen aW
paso por largos. oscuros y sudos pasillos Uenos de p.Mbitos. Finalmente, si el de doce an.os'.
hedor nauseabundo no le ha necho retroceder, enttuá en e50IS madrigueras don-
de se amontonan esos miles de pusonas que, como usted. son de b muma raza • Para La da.se .media victoriana, bIe era qu1z.b uno de los aspectos más impre-
por la que Crino murió'. sionantes.
Lo que sí era derto, Meams s.eguia explicando. es que a esta gente tan pobre,
Ahora, Meams hace que su visitante burgués entre en una de las vlvienda.s~ robar les salia a cuenta. En l.eiasttr Square había .siete miembros de UDa conoci-
da banda de 'cuarenta ladrones' que, al oscurecer y con la ayuda de una serie de
tu pa~es y el techo están n~as por la sudedad que:se l1a ido acumulando a lo mujeres de mala vida, Iban a Oxford StIftt, Regent Street y otras calles a robaroo.
largo de at\os de dejada. Rezuma a través; de las grietas de las placas del techo; la aritmética del crimen era Inuorable: 4Es un hecho conoctdo que un nii\o de
baJa por 1M paredes; está en todos sitios. Lo que recibe el nombre de ventanas está
siete anos puede conseguir 10 chelines y 6 peniques a la semana robando, pero,
embutido de trapos o cubierto de maderas para evitar que entren el agua y el vlm-
to: ti resto está tan negro y oscuro que prácticamente no permite que entre la luz ¿cuánto puede ganar en un trabajo como el de hacer cerillas. si le pagan 2 1/4 pe.
o que nada del exterior pueda venef. nlques la gruesa? Para obtener lo que gana el ladrón deberá hacer 56 gruesas de ce-
rillas a la semana, es decir 1.296 al dla. No hace faltar Insistir en que esto es ím·
Los muebles pueden ser .una silla rota. restOS de una cama, o simples trozos posible_ 10 .
de una mesa; pero lo que:se encontrará más a menudo son toscos substitutos como La raíz del problema estaba en que la gente de estos barrios era terriblemente,
por ejemplo tablas sobre ladriUos, viejos capazos, una caja. o con mayor frecuen- opresivamente pobre. las mujeres que hadan pantalones trabajaban diecWete ho-
da nada excepto trapos y basura'. ras, desde las dnco de la manana a las diez de la noche. por un chelín; mientras
Con esta descripción preparaba la escena para los horrores humanos que en- que por hacer camisas se pagaba la mitad. La enfermedad y la bebida empeoraban
contrarian dentro. la situadón:
28 aUDADES DfJ.. WAlÍlANA LA CIUDAD ot LA J'iOCHE ESPANTOSA Z9

¿Quién puede Imaginar el sutrinumtO que' Sor eKOnde detris de este c;uo? Una. ~ servador de las tendencias de nuestro tiempo. no I~ quem dud,¡ de que se ha al»n-
bre mujer en .~nudo estado de agot.amiento. redUCId¡ c:ui Jo los huesos. vive en dotudo praetlcamenre ~11ois.sa-{ai~y qu~ cada vu que el Estado intervtme l1lI pie
una h.1bit.:loo con un marido borncho y cinco hijos. Cuando ~ If, visitó est2~ ¡ la siguiente lnt~encia~". El mismo ~ry, en un discurso de CJUCi.J..I im-
comiendo unos pocos guisanles. Los nU\os h.ibian ido a busar unos cuantos ~.
los pan hervif cu;JtKl pautas que habia sobre la mes.JI, y que iba a KI" todo lo que
ponancia que hizo ert nOVÍemb~ de 1884. se refirió al tem~ de la lntervmdón cid
aquella b.mili.l comerf¡¡ aquel db. (".) En una habi~n de la mle Wych, en e:! ter· Estado l7 • Como conseruenda se creó un¡ prestigiosa Comisión Real presidida por
CeI piso, sobff: una tienda de pi'oduetos parll la marina, ~ hizo h¡¡ce poco una in$- Sir Chafles Wentworth Dük~ qu~ Inclui~ entre SU5 miembros al Ptíndpe de Gales,
pección en reladón a la muerte de un nino. Un hombre. su esposa y cinco runos Lord Salisbury y al cardertal Mannlng. Pero, a pesar d~ que el informe qu~ b.
viVÍan en ella. El nitlo era el segundo que había muerto, envenenado por la pesti- Comisión presentó en 188S confumaba darament~ la naturaleza del problema, no
lente atmósfera: se hilO la autopsia en la misma habitación donde sus padres y
consiguieron unanimidad en el remedio. La conclusión definitiva era:
hennanos vivlan, comían y donnian, ¡porque la pilrTOquia no tenia depósito de ca-
dáveres ni ninguna otra sala donde se: pudieran n!'allzar los se:rvlcios post mortem!
Primero. aunque ha habido una gran mejora (...) en l¡as condldones de Ia.s cas¡s de
No hay que extranane de que los funcionarios que n!'allzaron IllS diligencias en·
los pobres en relación a hace ueinu aftos, sin embargo los males del hacinamien-
fumatan ¡nle las nauseabundas uha1K:l0nes".
to, esp«ialmente en l..ondrcs, son todavia un escándalo público, yen muchas lo-
calidades twJ enl~ segundo, hay mucbllS I~ previsW pan evtw estos IDa-
segun Meanu: les, pero no se ¡p1lcan. much;as de e11¡as han sido letra muena desde el miSmo
momento en que' 51:' incluyeron en la 1qW.Ki6n'I.
U contempUdón de la miseria de estos ninos es una de Lu cos.a.s mb desga.mtdo-
~ y tmib'es de estos descubrimientos; y lo peor de todo es que la miseria ~
Eran muchos los testimonios que confimWJan que en Londres lo normal en
dad,¡ de estos padres disoI.utos l' bomcbos x lJWIifiesU en 1.15 1tW~ pn>
blemas de cncimimto ydclna:s rasgos n!'PUgnantes que' constantemmte 51:' observa que hubiera uru familLa por habltadón, y que cada familia podía llegar ¡ estar
en estQl; lugan!'S (...) compuesta por ocho miembros. El problema se habia ¡¡gravado por la cosrumb~
Aqui encontnmos a un nino de tres afJos recogiendo mendfugos sucios de que había en la capitaJ de dividir IlIS casas en viviendas de una sola habitadón, de:
pan que v;a comiendo. Entramos por una de W puerta.!l encontnmos una runa de modo que los inquilinos debían compartif el ¡gua y el reuet~. Y, como la puerta
doce anos. _¿Dónde está tu madre? En el manicomio. ¿Cuánto hace que está alll? prtndpal se cerraba muy pocas veces, tanto W escalefas como los pasillos se: lle·
Quince meses. ¿Qulm le cuida?La pequen.. que esu se:ntada m una vieja mes.JI
naban por la noche de lo que Irónicamente se había dado en llamaf _los gandules
haciendo certllas, responde: _Cuido a mis hennanos tan bien como puedo~.
felices_: es dedJ: los que estaban completamente desprovtstos de cobijol'. la cos-
Cuando Mearos llegó al _qué hay que hacel'». no tenía la menor duda de que: tumbre de hacer trabajos en casa -que. a veces, eran noclvos, como por ejemplo
_Debemos reconoa:r que sin la intervendón del Estado no se podrá hacer nada ¡ se:lecctonaJ" trapos, hacer sacos, cuUw, sacar pieles de conejos- hacia que las con-
grMl escala.. Y t:StD es un hecho- u. La raíz del problema en simple y llanamente ~ didones de esw viviendas fuerm todaN peores llO . En w dudades de provinda,
nómica. LI gente viN bacinada porque en pobre, y puesto que: en pobre no po- • aunqu~ habia p-an v:ui.acl6n entre e1ll1S, el problema del. hacinamiento no llega-
di~ pcnnitirsc t. solución obvia; milfCh~ne a otro sitio dond~ las casas fue-an más ba a ser tan grilve como en Londfes ll .
bMaw: Para algunos como Lord Shaftesbury, veterano reformador soda1, el sistema de
la vivienda de un~ sola habitación ... estaha fisica y monlmente más allá de cuaJ·
Estos miserables deben viviJ: en alglin sitio. No tienen dinero pan. Ir en tren o tnn- quier descripdón_:
vi¡ ~ los arrabales per1fét\co5; y, por om. parte. ¿cómo podrian iI1ldat tres o cuatro
mill¡as de Ida '1 ottas tantas de vudta, con sus cuerpos hambrientos '1 dmlacrados Afumo que no nos a~os a contar todo)o que sabemos, y me sabñ.1 muy ltW
después de haber mbajado doce hons o más por un cbelin, O por menO$?'''' entrar en detalles de cosas que no conolCO; pero dart un tjemplo sobff: las mal¡as
consealendas de:! sistema de una seU habitaci6n. y no es una muestra de lo peor.
Esto sucedió el afio pasado, pero suele OCWTÍI con frecuenda. Un amigo mio, di-
rector de una gran escuel¡, iba camin¡ndo por uno de esos patios interiores cuan·
La Comulón Real Británica de 1885 do vio dos ninos de tierna edad. dlt'% u once afias, tratando de m¡ntener relacio-
nes sexuales en medio del pasillo. Camó. aganó al chlqulllo y 10 levantó; el
comenlarlo del muchacho fue: _¿Por qué me coge? Por aqul hay docen¡as que h~­
Este texto consiguió tocar la fibra sensible. Yaunque algunos comerttarisW, como
el marqués d~ Sallibury, querían organtur uodadones de caridad y otros como 1 cm lo mlsmo~. Como comprenderán su comportamiento no era debido a sus tm-
dmeiílS suuales, sino que Simplemente Imitaban lo que habían vist<r.
josepb Chamberlain, pretendian que fu~ran las autOl1dades locales las que se b.l.
deno cargo cid problema, hubo una volunQ<! gl!:DeraI en filvor d~ una interven- ~o otros no estaban de acuerdo; la Comisión ReaJ conduia que _el nível de

ción concertada l,. IndU50 ~ J1mo: observó, con evidmte disgusto, que _al ob- moralidad (...) es más alto de lo que podri~ espenrse"n.
1 LA CIUOAD DE LA NOCHE ESPAN'l"OSA 31

filJ. 2.2. La Comisión rnl para la vivienda dt' las c~ tf",baladoras en una de
SUl seslone1, 1884.
En el centro a 1.1 der«ha. Shaftesbury explica la manera de vivir de lOS pobrtS.
Üi el cenlro. a la Izquierda. el Pñndpe de Gales. inclinado hada delame. pare·
ce horrorizado.


32 U CIUDAD DE U II:OCHE ESPA,,"'í05A 3J

Esto quilis en un tanto reconfortante. Pm> 10 mas nouble en que el habitante zaba a demoler exteru.as zonas de viviendas en mal estado y buscar una nueva
de estas viVIendas tenía mucho mmos espiIdo cid que d gobierno victoriano ui- zona para ajotar a estos habitantes. SdlaJaron. sin embargo, que as autoridades de-
gia para las personas encarceladas y las que estaban conflnolldas en hospidos. beñan tener la posibilidad de obtener dinero del Tesoro al interés mis bajO post-
Lógicamente los ni\'des de mortalidad -espKialmente en rdad6n a los nitios- $C- ble para que esto no significaran ¡*rdldas para la Hacienda NKionaJ. y propu~
guían siendo alarmantemente altos. Los que sobrevivían, según calculaba la ron que, en el caso de Londres, lodas las autoridades Implicadas cedieran sus
Comisión, perdían un promedio de veinte días de trabajo al ¡nO porque ...se de- poderes a la Junta Metropolitana JO • La Ley de 1885 sobre vivienda de las ciases tra·
primían y se cansaban-. y a todo ello se aJ\adla un hecho que ni el _mayor defensOr ba¡adora.s que le siguió inmediatamente, trató de que todas estas recomendaciones
de los pobres podría negar: la falta de hábitos de limpieza. u , se pusieran en práctica, Se amplió la antigua Ley de Lord Shaftesbury de 18S 1 so-
La raíz de todos los pwblemas, como Meams había senalado, estaba en su po- bre viviendas de Inquilinos, al incluir dentro de este conceplo las casas y los ~COl­
breza y en la consiguiente imposibilidad de cambiar de vivienda. Los trabaJadores tagt:h para las Clases trabajadoras; clara indicación de que el parlamento victoria-
londinenses sin ningún tipo de preparad6n, como los vendedores de frutas y ver· no, al menos en relación a la vivienda. aprobaba el socialismo municipalJl, El
dUlas y los buhoneros. ganaban sólo de 10 a 12 chelines a b semana; los estiba- problema era que todo 'legUiría igual si las autoridades locales no se poRian en
dores un promedio de 8 a 9 chelines; el trabajador medio de Clerkenwdl ¡xxIia lle· movimiento; en reladón a esto, lo único que la Comisión Real sugirió fue que ya
gar a llev;¡¡r a casa 16 chdlnes. Casi I.t mitad de las familias londinenses. un '46 ¡:Klf Iba siendo hora de que las clases deprimidas de las ciudades empezaran a mostrar
dento. nea:sitaban un,¡ cuana parte de estos míseros suddos ~ el alquiler. Y mien- interés por sus propios asuntosU.
tras los aJquil~ subían. no suctdiJ lo mismo con 105 sa1arlo5zs . Esta pobreu tam-
bién dependía de un tipo de trabajo muy iÚearono y mal pagado. que induía el que
hadan en caJa las esposas; "de manera que- un gran número de los habitantes de: Depresión, violencia y temor a una insul'ft(:dón
estOS barrios superpoblados se veWt obligados a vivir ~ de sus trabajos, fueran
cuales fueran los preciOS o las condldones de los lugares donde babitaban..:l6. Los y quizás iban a hacerlo. Puesto que la Ley de rd"orma de 1884 había extendl-
caseros. que aJquUaban casas en contratos de arriendo a cono plazo, explotaban do el derecho a voto a gran parte de la ciase trabajadora masculina urbana. Este
de una manera descarada la falta de viviendas. Problema que se había agravado con grupo estaba suh1endo los efectos de una de las mayores depresiones en el CO-
los derribos -se estaban abriendo nuevas calles como Chartng Ctoss o la avenida mercio y en la industria, comparables en su Impacto con las que le siguieron en
Shaftesbury, puesto que desde 105 anos 1880, Londres había Iniciado una minl- los atlos 1930 y en 1980. Efectivamente, se estaban empezando a notar los ame-
Haussmannlzadón, y además se estaban construyendo nuevas escuelas de .acuer- nazadores síntomas de lo que se avecinaba: el problema, según conclusión de una
do con la ley de Educación de 187o:z 1. Comisión Real de 1886, no estaba causado por las f1uctuadones del ciclo comer-
Agravando más esta situación estaban las administradones locales incompe- cial, sino por una debilidad estructwal de la indusaia briúnlca en relación con SUS
tentes y a veces corruptas que eran incapaces o no quedan utilizar el poder que te·. prindpales competidores internadonales. sobre todo Almumla. Los aJmumes eran
RÍan. Fuera de Londres la Ley de salud pública de 187S habia puesto las bases para casi tan buenos en la producdón como los britinícos; y en las artes de ampliar y
que las administradones locales de gobierno fueran má5 efect1vas:::l; pttO en la ca- conservar mercados estaban ganando terreDoJJ. Los miembros de la ComWón ad·
pital todavía exi$lÍa un sistema arcaico y caótico. En todo Londres sólo 2 juntas de virtieron que Gran Breulia se estaba tomando menos Interés en .descubrir nue-
distrito solm: 38, habían tomado ~ medidas al respecto. Prácticamente: no ba- vos mercados para nuestrO.s produet.os. y ttI mantener los que y;II poseemos (•••)
bía UlSpectom: MUe End, una zona pobre, tenía sólo uno pan 10S.000 personas.. Thmbién es evidente que. en relad6n a cienos productos, nuestra reputación como
y los que habla eran poco competentes.: en una parroquia de Londres, el ayudan- buenos artesanos no es tan elevada como la que teníamos anterionnenle.:l4,
te del inspector era alguien "que anteriOnnente habia estado reladonado con la ¡o. Rechazaron las sugerencias que aseguraban que el. problema derivaba de .Ias ra-
yeria•• segUn contó un fundonario, que atladíó: ...No pienso que sea necesarlo te- trlcciones legislativas en reladón al empleo y a la acción de las propias ciases tra-
ner ningUn tipo de preparación. SI alguien tiene sentido común ya es preparadón bajadoras con sus huelgas y acciones similares_ o ...a la acdón de 105 sindicatos y
suflciente_ l ' , otras agrupaciones parecldas..ls ,
En cOnse<:Uencia las principales recomendaciones de la Comisión Real se ceno Fueran cuales fueran las causas. no había ninguna duda sobre los efectos.
traron. más que en crear nuevas leyes. en que las autoridades locales aplicaran las Durante la segunda mitad de los ailos 1880, se notaba en todas las ciudades, pero
que ya existían. Muchas habían sido hasta entonces letra muerta como la Ley sobre todo en Londres. una sensación de cambio catadismátlco, lncluso violento.
Torrens (Ley de 1868 sobre viviendas de artesanos y trabaladores), que permitía a Los temas del momento, como Beatrice Webb escribió más tarde, eran "por una
las autoridadeS locales construir cuas para los trabajadores, y la Ley Cross (lqt de parte, el por qué de la pobreza de gran número de personas; y, por otra, si la de-
1875 para la mejora de las viviendas de artewlOS y trabajadores), que les autori- mOOitda Industrial y política era practicable y deseable como puntO de partida ~
CIUD¡\,DES DU !o'!AÑ-'NA 3S

compensar los agravios de la mayoria. l6 . Sin embargo estas discusiones quedaban sas~U. Nadie, continuaba Hyndman .se había preocupado en analizar de qué ma-
reduddas a la .intelligentsia.: .en realidad. entre los trabajadores manuales no ha- nera esta gente había llegado a unos extremos de tal brutalidad"....
bía ningún sector que conspirara (...) con .1"1 veneno del SOCialismo•. Naddos y cria- Algunos ni tan sólo pensaban que valiera la pena perder tiempo en ello. Sin
dos en medio de una pobrez.a crónica y de las enfermedades debi\ltadoras, los ha- embargo, durante 1886 y 1887, los ciudadanos respetables de Uverpool se queja-
bitantes de los barrios pobres se habían hundido en una apatia embrutecedora (...). ban de que una serie de grupos los tenían aterrorizados; .la lOna comprendida
El fermento surgió. según las memorias que Betrtce Webb escribiría cuarenta anos entre la calle Athol y la de Luton. estaba «infestada por esos bribones... escrtbía con
más tarde. dentro de una parte de la clase gobernante victoriana; se trataba de ·una indignadón un lector al diario local en el ano 1887. El mismo mes una de las mis
nueva conciencia de pecado., .una condencla colectiva o de clase; una creciente peligrosas.• la banda de los destripadores., había inidado una serie de salvares al-
inquietud, que se convertía en convicclÓn. de que el organismo industrial, que ha- borotos por las c~lles de Uverpool. atacando indiscriminadamente a hombres, mu-
bía proporcionado rentas. intereses y beneficlos a magnífica escala. había fracasa- jeres y nlnos con cuchillos y hondas, y robando las casas de empeño. El 20 de
do en dar un medio de vida decente y unas condlclones tolerables a la mayoría de mayo, otra banda, formada. según rezaba la descripción .por cuatro jornaleros, in-
habitantes de Gran Bretaña~J7. Más tarde los historiadores no tendrían ninguna solentes y sin educación_ fue juzgada en Uverpool por ocho acusadones de ata-
duda en afirmar que la emoclón predominante no fue la culpa, sino el temor. se .so- que a mano armada y robo con violencia. El juez, Mister Justicia John Charles
lía describir a los pobres como groseros, embrutecidos, borrachos, e inmorales; des- Frederlck Segismund Day, un !óexagenario barbudo y con patillas, sentía una pro-
pués de años de negllgencla y satiSfacdón se habían convertido en una sIni.estra ame- funda desconfianza por las modernas teorias penales y estaba convenddo de que
naza para la dvilizadÓn"J3. los transgresores violentos necesitaban un tratamiento fuerte; o como de una ma-
Las reacclones fueron muchas veces apasionadas. Los Fabianos, apóstoles del nera muy singular dijo su hijo .la única manera de apelar a su razón era a través
gradualismo, a quienes Beatrtce Webb muy pronto se uniría. enseguida redactaron de su epidertpis.~~.
un documento que llevaba el sello de George Bernard Shaw, y que concluía con es- Después de haber manifestado que .con toda su e.x.perienda nunca había oído
tas lacónicas frases: hablar de una conducta más ultrajante-, ordenó una de las sentencias más dIaconianas
que se hayan dietado en los juzgados de la Inglaterra victoriana; además de trabajos
EJ gobierno establecido no tiene derecho a llamane Estado de la miSma manera que forzados, cada uno de ellos debía recibir tres sesiones de castigo de veinte latigazos.
no puede considerarse que el humo de Londres forme parte de su clima.
satisfecho con su manera de resolver el problema de la criminalidad. eJ setl.or Day
Es mejor hacer frente a una Guerra Civil que tener que vivir otro siglo de sufrimiento volvió a la carga en los siguientes juicios del mes de noviembre, donde -además de
como el que hemos pasado39. . ordenar siete sesiones de latigazos en eJ mismo día- castigó a dos hombres con vein-
te latigazos a cada uno por haber robado medio penique y un rollo de tabaco. Los
H.M.Hyndman. lider de la Fundactón Democrática Social, escribió aquel mis- dudadanos respetables. dijo su hijo más tarde, estarían eternamente agradecidos al
mo al'l.o que .Incluso entre los hombres y mujeres Inútiles que se llaman a si mis- ~ setlor Day, aunque .miembros de SOCiedades filantrópicas, y algunas otras personas,
mos .sociedad", se puede detectar una corriente de Inquietud. La terrible palabra denunciaron al 'Juez de los latigazos', calificándolo de salvaje bien Intencionado y
.Revoluctón. a veces se comenta en broma. pero la mayoría de ellas se susurra en considerando que sus métodos eran anticuados e inadecuados. OIi • En todo caso, no
serio• .o. Hyndman dudaba de que el fermento se restringiera a las clases medias; hay ninguna prueba de que durante el reinado del terror estableddo por Day se so-
puesto que ludonaran los problemas de delincuenda violenta en Uverpool. Lo extral'l.o es que,
en la Inglaterra victoriana y. a pesar de los temores de los dudadanos, los delitos ha-
(...) en los talleres y en las casas se pueden encontrar libros, libelos y octaviJ\as que bían ido decrectendo a lo largo del siglo. aunque, ocasionalmente. hubieran explo-
tratan este problema de manera exhawtiva. Estas teorías que se han inSpirado en
siones periódicas de violenda como sucedió a mediados de los atlas 1880.
los importantes estudios del Dr. Karl Marx sobre el capital o en los programas de
los socialdemócratas alemanes y en los colectivisW franceses. circulan en te.uos ba- Lo que en realidad temían las clases medias, a pesar del esceptidsmo de Beatrlce
ratos y de fádIIKtura". Webb, era que la clase trabajadora se levantara en una insurreción. Y este miedo
no era en ningún lugar más patente que en el propio gobierno. En febrero de 1886,
Pero Hyndman también llamaba la atención sobre otro fenómeno que no po- sus temores se convirtieron en realidad. Durante semanas los trabajadores sin em-
día dejar de ser observado: «Entre los peores males de la SOCiedad moderna están pleo y los intelectuales socialistas habían estado reuniéndose en Trafalgar Square.
las numerosas bandas organizadas de malhechores (...) que se pasean por nuestras Un lunes, el 8 de febrero. una gran concentradón que, Inelula .un número con-
ciudades, y que no sólo se pelean entre ellas. sino que atacan al pacífico viandan- siderable. mayor de lo nonnal, de elementos violentos~ chocó con una fuerza de
te..iZ . Aseguraba que sólo en Londres y según fuentes policiales. había más de 600 polldas. Éstos, temiendo que atacaran el palacio de Bucklngham, se situaron
300.000 individuos que podían ser considerados miembros de las .c1ases peligro- en el Mall; pero. la multitud. que oscilaba entre las tres mil y las cinco mil perso-
36 CIUDADES DEL MAÑANA lA CUDAD OE U. NOCHE f.SJ'ANTOSA J7

nas, se enfureció y, despub de pasar por los clubs de Pall Mall, se dirigió hada St nes por medio del terrorlsmo. u . En cambio Stead, en la Ptlll MtlIl Gautu, acusaba
james y Mayfa!r, rompiendo cristales y saquundo tiendas. Una invesligad6n ofi- a Warren de tratar de Implantar un aregimen poUóaco,.; por su parte la abadia
dal conden6 a la pollea metropolitana por wntIollnadecuado de la multitud, y dijo que las Interrupciones de los servidos religiosos habían sido debidas a una con-
d oficial responsable fue obligado a dimlti~. centradón excesiva y que los desempleados habían salido en perfecto orden. En
El nuevo comisionado, Sir Charles Warren. era más severo. Durante el olono [a calle Bow, diversas personas fueron 801peada!, algunas fueron encarceladas y
de 1887 la tensión se agudizó de nuevo: grandes multitudes se reunieron en Hyde otras se vieron obligadas a pagar multas o a comparear ante los jueca Más tarde
Puk y en Tra/algar 5quare para oír diKunos. Hubo diversos choques con la poli- el parlamentario R.Cunnlnghame Gramle y el IIder sodaIlsta }ooo Bums fueron
cía. TM 1tmd que normalmente se refería a esa gente como .Ios llamados destm- juzgados, declarados culpables y encarcelados durante seis meses.:: se convtn:l.eron
pleadQs... mgi6 acdón inmediata: en héroes popuJares5<l.

Confiamos en que si e5tO$ hombres, u otroS cualquiera de su m.i.smJ, cine, mlm-


tan llevar a cabo sus ameJUUS como hide:ron el .mo pasado. mconmrán su as-
tilO. no unos cuantos mees de dtcel.. sino un.;a ~ peni de pmlón (...) El Unj· La encuesta Booth.: la cuantificación del problema
ro prob/em.J es wbcr euiI de 105 dos grupos es el. más fuerte -los rompedores de
ventanas y Q<lueadore de liendas o los guardianes de LJ. paz. púbba.-, Por último, de los alboroces surgió una respuesta radonal Owies Booth. el armador
de UvcrpooI., inspirado por Thtt Bitur Cry, deddló il al Ean End de I..ondres ~
A$Í pues todo ~ estar a punto para el desastn'. Un dolIÚngo. el 23 de oc-
tubr!:. se reunió una gran multitud en Lio plua; se blandió una ~dera roja, mien-
tri'"
iniciar lo que luego se conW'Itlria primera mcuesr.a.socW moderIu... Ayudado
por una serie de colaboradores jóvenes y bitrl prepandos, erll:re los que se induia
traS se tseuchaban discursos en los que se pedía la dimisión de Sil Qw:les. Poco kattia Poner, más arde apdlldada Wd>b -que aquf ruvo la oportunidad de ini-
antes de las tres, la multitud, precedida polla bandt>ra, marchó por Whitehall e In· ciarse m la lnve:stigadóD acadtm.i.Q-, presentó los primeros resultados a La RuI
vadIó 1a Abadía df: WetrniDslEr durante d 5effldo religioso. Las escenas que sIgukron Sodcdad Estadistica en mayo de 1887, Y un nuevo Infonne un ai'l.o mis tMdc.
se pam:en al último acto de ~ d eBrech, que, quizás, Inspiló. Según Según Booth, los pobres dd este de Londres eran unos 314.000, algo más del. 3S
T1Ie TImes, aun gran nUmero de chico5, tóvenes y hombres muchos de rlIos muy '*' de la pob!.adón; ut:md1eruio este porcentaje sobn! t()(b.la dudad,. queri.a <kdt
sudosa entraron en la iglesia mientraS el órgano estaba tocando. .se mudaron con que 1.000.000 de londinenses eran pobres. En su opinión. podían diVidirse en cua-
los fieles, los anW Vil1.ientes trataban quedamente de controlar a los más ~. trO subgrupos.
gonzados (...) los maoüestantes más atrevidos lanzaron recriminatorios gritos Los pnmeros, La clase A. Indufa 5610 unas 11.000 penonas del. East End, qui-
contra los acapltallius., como si pcuaran que todos los que estaban en la abadla zás 50.000 en todo Londres: un 1.25 por dento de la pobladón. aEstilba como
ruando 10 fueran. El canónigo Ro~n tratÓ de argumentar con rlIos.•Los albo- puesta por los (llamados) trabajadores, vagos, pequeftos crtmina..les, una parte de
rotadora le tseucharon en silencio,.. MientraS, en el exterior, Hyndman conti... los vendedores y músicos ambulantes Y otros.. lndufa gerlte joven ..chicos que se
nuaba con su arenga y dKia que aesperaba que negarla d momento en que la ban· dedican aJ vagabundeo: chicas que se ""nzan casi con naturalidad a la calle.; lle-
dera socialista y el lema 'Todos para uno y uno para todos' ondearía sobre la abadta, van auna vida salvaje, con momentos de gran dificultad y oc.asionaJes excesos. Su
al tiempo que, dentro, se predicarla la revoluciÓn..sl . comida es la peor que podamos Imaginar, y su único lujo es la beblda,.u. Booth es-
Los manifestantes volvieron a la plua, aen todos los rincones alrededor de la taba satisfecho de que este grupo fuera tan ~uddo; cEsas horda! de bárbaros de
columna de Nelson habla alguien arengando a la masa.., la multitud era enonne las que tanto hemos oído hablar, que, saI.lendo de los barrios bajos, iban ¡ destruir
puesto que se exteadla por toda la plaza y las calles adyacentes. La poUda se asus- un día la dvillzadón moderna, no existen. Los bárbaros son pocos y su poreenta·
tó y llamó al ejército para contrOlar la siruadón; en la .. m!l~,. 100 pef$Onas fue· fe va en dlsminudÓn. w. Pero. sin embargo, esle grupo presentaba un problema in-
ron hmdas y dos muertas. Este suceso fue seguido por grandes y mutuas recrimi· soluble: aNo ofrecen ningún servido útil y no ~an riqueza; al revés, a menudo
nadones. Un indignado lector escribió a The TImes q!Je este tipo de reuniones eran la destIUy~n. Degradan todo lo que tocan, y como IndJv1duos parecen incapaces
.una propaganda para que todos los anarquistas, de aquí o de cualquier otro sitio, de toda mejora (...) Deseariamos que la manera de ser de esta clase fuera menos he·
vinieran a la única gran capital del mundo donde eran tolerados,.!2. Hyndman te· reditaria,.l1.
nla otra opinión: .Los hombres y mujeres ya no pasarán más hambre. De eUo, por Éstos eran los dáslcos pobres victorianos Indignos de cualquier compasión; eran
una vn. estoy seguro. La agltadÓn aetual es prácticamente espontánea y no ha sido el material bruto que formaba el populacho, la pesadilla de las clases respetables,
organizada,.. El punto de vista de la editorial del periódico era bastante predecible: aunque fueran muchos menos de los que Hyndman Yotros habían ~ído. El se-
.Esta capital está amenazada por multitudes descontrolada!, decididas a sacar pro- gundo grupo, la clase 8. eran, sin embargo, todavía más problemáticos. Aunque 5610
vecho dd ejemplo del partido del desorden en Irlanda y quiere obtener concesio- fuera porque eran más numerosos: 100.000 en el East tod, quiZás 300.000 en todo
38 CnJDAOE.S DEL MANA.'U lJl CIUDAD DE lJl NOCHE ESPANTOSA J9

Londr~, un 11 por dento de la población de la dudad. Boom los descrlbia como


un grupo que estaba siempre en situadón de _necesidad crónica_: .Esta genu:,
como cl~. ~n ~rezosos, viven al día, están pendientes de sw propios placeres
y siempre son pobres; su Ideal es trabajar cuando quieren y disfrutar cuando les apeo
t~ .. ~. E! probltmil era lo aleatorio de sw Ingresos. Induía un relativamente alto
número de viudas, muieres $Olteras. gente joven y runos. Boom pensaba que la so-
ludón al problema de la pobrua .~ rW.rar todo este grupo de la lucha diaria
por la wstenda_ porque .eran una continua carga ~ el Estado (...) Su presen-
cia en nuestra! dudades signifia una costosa y a VKr:5 inútil lucha para lntentar
devu el nivel. de vida Y de yIud-u .
Acontinuad6n,.se encontraba la clase: C. ron unas 74.000 pttSOlUS en el wt
End y alttdedor de un.u ZSO.OOO en todo Londns: cuca de un 8 PO( dento de ~
totilidñ Enn .un grupo digno de Ihtima, que tstaba ~ prind~tepor
gene que luchaba y que sufria sin esperanza (...) er.m las víctimas de La competenCia
y §Obre dlas ~ia La severi~ de las divet'SóLS y ~tes dqlroion~lII. Su pro-
blema en la naturaleza Imgulu de sus in~. Y ftnalment~ estab,¡ ~ clase O, los
que tenian in~ regulaMs pero bajos. Este grupo induía UIW 129.{)(X) personas
en el East End, ~~taba un 1-4,5 por dento de la población de la dudad; es de-
dI unas 'tOO.{)(X) personas en Lon<fn:s. ...soportan con padenda vidas muy dum.
y la única espe:mua podria venir a ttava de sus hijos. 4PUCSto que la mejora del.
grupo como conjunto parece ~O~'I.
Los qu~ leyuon con atendón estos primeros resultados de Booth, fueron los
miembros de la Sociedad Fabiana, donde a la paciente recogida de infonnad6n por
pan~ d~ Sldney W~ se unía la idda pluma d~ Bernard Shaw. El texto clásico y
definitivo d~ la Sociedad Fabiana fue, Faro frx Sodolistl, que se publicó por primera
~z en 1887. y se I'ftdltó varias VKeS, vendiéndose 7Q.{)(X) ~Iemplares en ocho
Hg:. 2.3. Charles Booth. El ~ que se convittló en soci6Iogo.
atlos; dos atlas mis tard~ I~ seguía lo qu~ parecía ser la continUolctón Fam for
Landoners. según los Investigado~, ·~n Londres, una penana d~ cada dnro m~ ..
mi ~n ~I asilo, en el hospital o en el manJromi(l»u.
atlos 188Q.; 4de 1883 ~n ad~lante los per:l6dlcos y la prensa se Uenaron de adver-
Del millón de londinenses qu~ segUn Booth se hallan en la pobreu (...) prietlea·
tendas sob~ la necesidad d~ reforma Inmediata para evitar la iUD.~naza ~olu­
ment~ ninguno de dios t1en~ una vivienda como la qu~ una penona decent~ ten-
drta para su caballo. E.stu 200.000 familiu. qu~ no gman mú d~ una guin~a a la donarta_u. En opinión d~ 1¡ SocIedad Fabiana, sólo había un remedio: ..El problema
semana (...) y a veces ni eso, pagan de tres a siete chelines semanales por sudas ha· de la vivi~nda de los pobres de Londres, sólo pued~ ser soludonado adecuada-
bltaclones en barrios miserables qu~, en su gran mayoría, son absolutamente .lna- mente a través del poder colectivo de Londres,,". Entre la primera y segunda edI-
decuados como vlvienda_, lnclwo considerando los bajos niveles d~ e.'tigencla de dón de los Faeu, esta aflrmadón se había convertido en algo realista y fact1b1~; pues-
los ofidales de sanidad. Londres necesita reconstruir por lo menos 400.000 boga· to que, siguiendo las recomendadones de la Comísión R~al para la vivienda, la Ley
res para alojar a sus dudadanos miU pobres_C.
de 1888 sobre el gobierno local había transferido las responsabilidades de la Junta
Metropolitana d~ Obras a una organiz.adón nueva elegida democráticamente, el
Los resultados eran predecibles: mientras el promedio de esperanza d~ vida Consejo del Condado de Londres (London County Council). Y, en 1890. una nueva
entre la nobleza. las clases altas y los profesionales de Inglaterra y Gales se situaba Ley sobre la vivienda de las clases trabajadoras hizo lo que la anterior de 1885 no
en los SS atlos, entre las clases trabajadoras de lambeth era d~ Z9; y la tasa d~ había hecho: en su Pane 11I, permitía la reconstrucción d~ amplias mnas, con la
monalldad Infantil d~ Bethnal Green era el doble de la de BeJgravia". posibilidad de poder comprar tenenos. si era necesario, con la finalidad de cons-
El prtndpal problema. según los contemporáneos, erala vivienda.•EI proble. truir viviendas para los trabajadores, especificando que se hartan 4c¡qas separadas
ma d~ la vivi~nda es uno d~ los más imponantes de la sodedad del Londres d~ los o cottuges para las clases trabajadoras, que podrian tener una o varias Viviendas,.".
auoAOES DEL MIJlANA LA CIUDAD DE ~ NOCHE ESPANTOSA .1

Aunque la Ley era contradictorta en reladón a la manera como las autorida· una zona extraordinariamente compaaa y, en consecuencia, una dudad muy den-
des locale5 debian disponer de sus propiedades y organizM la cuestión de las Y1Viendas sa: los nuevos habitaDles se fueron acomodando en viviendas de alquiler situa-
-puesto que la Parte 11m dJsuadfa mientras que la Pane 111 si bien 10 ptrnliria no das en awteros edificios de dnco pisos construidos alrededor de estrechos patios
lo alentaba- el nuevo Consejo de Londre5 se acogió a e5ta nuevill posibilidad e in· qul' podian llegar a tener tan sólo 15 pies de ancho, lo suftdentl' para que pu_
mediatamente establK16 una Comisión para la construcción de casas para po- diera instalarse el material contra incendios. Este tipo de edificio, que había sido
bres 6l. En 1894 la Ley se ampUó pennitiendo que se pudieran pedir préstamm; en ideado por Federico el Grande para acoger a las familias de los soldados, se ge_
1900, se ;autortzó a las ;autoridades loca.le5, el Consejo y los nuevos distritos de nl'ralizó .. partir de 1858 como resultado de:! plan para la dudad dirigido por
I..ondm que. por una Ley.sobre ti. gobierno de Londres del ai\o anterior, habían subs- James Hobrecht. responsable de la polida; dlsenado aparentemente pua que
tituído a la antigua. organizadón de la dudad, a comprar timas fuera de sus pro- hubiera una inll~gradón social entre ricos y pobres en el mismo edifido, lo úni-
pim limites pala .ui poder realizar l.u prerrogativas que la Ley de 1890 les había co que cons'lguió fue crear miserables situaciones de congestión.
concedido". Desafortunadamente, este modelo se extendió Incluso a los nuevos barrios su-
burbanos despu~s del cambio de legislación de los anos 1890l4; la especuladón,
dirigida por estl' plan y fomentada por un sistema de hipotecas excepdonal.
La dudad pobre en Europa mente favorable. hlcteron el resto 'S .

Fue en Londres, y no en el resto de dudades de la Gran Bretana, donde se vi·


vió gran parte de este drama. Ello fue debido -como la Real Comisión reconodó
en 1885- a que el problema de la vivienda era alli más grave; por la sencilla razón
de que Londres era más grande. Con sus 5.6 miUones de penonas al prindpio de
los anos 1890, níguna otra zona urbana británica podía comparársele: todos los pro-
blemas desde la densidad de la población, al coste del suelo, el transporte. com·
petencia por el espado, se presentaban allí con gran agudeza.
Induw a escala intemacionaJ, comparándose con los 4.1 millones de la región
de París y 1m 1.6 millones del gran Berlín, Londres seguia siendo de manera 10-
dUcutible la mayor dudad de Europa e incIuw del mundo'U. Pero estas otns du-
dades al ser más peque"as y tener mayor densidad de pobladón, tenian sus pro-
pias ttagedi;u... En la dudad vieja de Pañs vivían, en 1891,2.45 millones de
personas, el doble que en la zona londinense. Benillon consideraba que, en esta'"
fecha, el 14 por dento de los ~ de Paris. unas 330.000 per3Onas, se hacinaban
en casas superpobladas; el problema de: la vivienda era peor que en Londres.. Sellier
calculaba que en 1911 habla unas 216.000 pt'l"5Onas, a las que se at\.adían otras
85.000 de los barrios perif&icos, viviendo a un promedio de dos o más por babi-
tadón 11 . Alli, la leg1Slad6n -leyes de 1894, 1906 Y1912- también permitía la cons-
trucd.6n de viviendas de bajO coste para las clases trabajadoras, y la última de ellas
facultaba a las autoridades locales a nombrar fundonarios encargados de la cons-
trucción y gestión de viviendas, todo ello subvendonado con dinero público. Sin
embargo en 1914, sólo se hablan construido IO.oc() viviendas de este tipo en la zona
de Paris, un resultado poco brillante 51 se compara con lo que consiguió el Consejo
de Londres12 . Lo que pasaba era que ni la dudad ni el estado tenían el dinero 5U-
f1denle para e1lmlnar los banios bajos: las grandes obras públicas -la construc·
dón de escuelas y de la Sorbona entre 1880 y 1890, Ydel metro en la década com-
prerldida entre 1900 y 191~ tuVieron prtoddad 1l.
Berlln. cuya pobladón crecía casi a 'Il"Iocidad norteamericana -prácticamente
se dobló en veinte a"os, de 1.9 millones en 1890 a 3.7 en 191~ era como Puís,
CI!JDADES DEl MAÑANA L\. CIUDAD DE L\. NOC,HE ESPANTOS.A 43

Según los cálculos de 1903 de F. C. HorsfaJl, pionero del urbanismo británico. De la misma manera, en Alemania, en un texto de 1920 titulado die Angsr vor
los resultados fueron los siguientes: mientrils que en el aflos 1891 en Londres el pro- der Stadt, se reflejaba el miedo a la descomposición social, basándose en el núme-
medio de habitantes por edificio era de 7.6. en Berlln fue de 52.6 16; en 1916, sólo ro de suicidios, alcoholismo y enfennedades venéreas, en «la excesiva radonalldad,.
un 79 por ciento de todas las viviendas tenían una o dos habitaciones con cale- yen la falta de estabilidad políticaas.
facción". Además los berlineses pagaban mucho más de alquller que sus conciu-
dadanos de Hamburgo o Munich -irónicamente, eran los pobres los que, en pro-
porción, pagaban una cantidad más alta de su salario en concepto de vivienda7'l. Nueva York; el tumor en las viviendas
Por otra parte, a pesar de que Alemania electrificó su sistema de tranvías antes que
Gran Breta(¡a, las compaflías privadas berlinesas no contemplaban el servicio de Andrew Lees concluye su monumental estudio sobre las actitudes urbanas del 51-
conexión con el exterior cosa que sí hadan las del Consejo de Londres, además la gio XIX considerando que, e] miedo y el disgusto por la dudad eran, prlndpalmente,
construcción del metro se demoró a causa de discusiones legales"'. Patrick un fenómeno anglo-germánico: «Pocos noneamericanos comparten este Visceral
Aberoombie, urbanista británico que visitó Berlín poco antes de la Primera Guerra retbazo por la vida en la ciudad que aparece en la literatura gennánica.; sin em-
MundIal, se sorprendIó por su contraste con Londres: .Berlín es la ciudad más bargo .muchos hombres y mujeres se han dado cuenta de los defectos que estro-
compacta de Europa: al crecer no se extiende edificando sencillas casas suburba- pean las dudades, tanto las estadounidenses como las europeas«", Este miedo se
nas a lo largo de los caminos, sino que va prolongando lentamente sus anchas ca- perCibía claramente, casi obsesivamente, en el Nueva York de los a(¡os 1890, Allí
lles y sus colosales edificios de viviendas por e] campo ahieno, convíertiéndolo de la preocupadón típicamente jeffersonlana, que COnsideraba que la ciudad era «pes_
golpe en una dudad completamente desarrollada"llO. tilente para la moral, la salud y las libertades de lml ciudadanos« y un cáncer o tu-
En las capitales europeas, hubo una interesante reacción en contra de] creci· mor en el cuerpo social y político, creció con la Industrializadón y la inmigración:
miento y la densificación: tanto Londres como Berlm, empezaron a temer que la Nueva York se convirtió en la dudad con mayor número de inmigrantes del mun-
pobladón de sus dudades no fuera biológicamente sana. Alrededor de 1900, los re- do, ·con casi tantos Italianos como en Nápoles, tantos alemanes como en Hamburgo,
clutamientos forzosos para la Guerra de Suráfrica, pusieron al descubieno que, en el doble de irlandeses que en Dublín y dos veces y media más judlos que en
Manchester, habían sido rethazados 8.000 de 11.000 muchachos y sólo 1.000 ha- Varsovia,,81.
bían sido declarados hábiles para e] servicio activo. Más tarde, durante la Primera La opinión que los intelectuales tenían sobre las consecuencias era unánime.
Guerra Mundial, la Comisión Vemey volvió a confirmar que, físicamente, los ha- Henry James escri.bió que .Nueva York era a la vez, mísera y dorada, con más mo-
bitantes de 135 ciudades británicas habían ido empeorando, y los reclutamientos tivos para huir de ella que para disfrutarla,,·. En 1885, muchml aceptaron los ra-
pudieron llevarse a cabo sólo en el campo'l. De la misma manera, en 1913, sólo zonamientos de Josiah Strong que pensaba que en esta ciudad podlan encontrar.
el 42 por ciento de los jóvenes berlineses fueron considerados aptos para e] servi- se todos los males que amenazaban a la democrada norteamericana: pobreza y
cio, en comparación al 66 por dento de sw compatriotas de las zonas rurales u ... crimen, socialismo y corrupción, inmigración y catolicismo 89. Alan Forman, en
A partir de ahí se empezó a pensar que la gente de la dudad -y a la larga toda . la American Magázine de 1885, escri.bió que Nueva York era 4un hervidero de gen-
la población- seria incapaz de reproducirse, esta opíni6n fue expuesta por prime- te, tan ignOrante, tan vidosa y depravada que no parete que pertenezcan a nues-
ra vez en los afíos 1890 por Georg Hansen en su libro Die drei BevOlkmmgsseu(en, tra especie., por la cual «era casi de agradecer que la tasa de monalidad de los ha-
y desarrollada en 1918 por Oswald Spengler en su clásico TIte Decline o( WtSt: bitantes de esas viviendas estuviera por encima del 57 por dento. 90 • En 1892, un
4Ahora la ciudad gigante absorbe el campo, de manera insaciable y sin parar pide periódico tan prestigioso como el N~ York Times, se lamentaba de la invasión 4de
y engulle frescas reservas de hombres, hasta que se agota y muere en medio de un los despojos fislcos, morales y mentales« de Europa, «un tipo de gente del que
país destruido y casi deshabitado,.lIJ. Pero en ambos países, había otros temores. muy bien podríamos prescindlr.'I. Incluso el American ¡oumal o(Sodology, se veía
Charles Masterman, un parlamentario liberal, sugirió en su libro TIte Heart o( tht forzado a admitir en 1897 la validez de .la creencia popular- que afirmaba que «las
Empire (El corazón de] Imperio) (1901) que los londinenses eran inestables; grandes dudades eran grandes núcleos de corrupción social y (...) degeneraclón.n.
F. J. Klngsbury llegó a comentar en 1895 que, «después de leer todo lo que se ha
La lnglaterra del pasado era un país reservado, de hombres silenCiosos, dispersos en
escri.to sobre los males de la dudad desde Caín a las últimas elecciones de Nueva
pequen.mI pueblos, villas y casas de campo (...) el problema de los próximos anos
es precisamente el problema de (...) las características fisicas del habitante de la Ciu- YOrk. sólo 10 que se hizo con Sodoma y Gomorra me parece un buen remedio para
dad: enclenques, estrechos de pecho, que se cansan con facilidad; pero que sin em- la presente sltuadón..'J.
bargo son volubles, exdtables, con poca capaddad de resiStenda -buscan estimu- El hombre que expresó estos sentimientos con mayor fuerza fue ]acob RUs,
lo en la bebida. en las apuestas, en cualquier conflicto que se salga de lo corriente Rlis que era danés y había naddo en el campo, emigró a Nueva York a los 21 a(¡os
que pueda ocurrir en casa o fuera de ella tol • y se convirtió en periodista siete aflOs más tarde. Su libro How tht Other Hal(LivtS
-
. CIUDADES OU MAIilANA LA CIUDAD DE L.A NOCHE ESl'ANl'OSA

(Cómo vive la otra mitad), publicado en 1890, causó la misma sensadón de angustia ropea; la parte adyacente al distrito undkimo, con casi 1.000 habitantes por acre,
que, siete aflos antes. había producido en Londres Tht BittrT C~. f.Ia una pieza estaba más poblado que el peor distrito de Sombay, y era. probablemente. la zona
de periodIsmo briUanlt. En las descripciones de las viviendas de los barrtos balos, urbana más poblada del mundo -aunque, irónicamente. en los alios 1980 algunas
combinaba con habUklad dO'! de los temores de sus contemJXXáneos: la dudad como partes de Hong Kong exceden en mucho este nÚmero 1OO•
parásito en el cuerpo de la nadón, y la Inmigradón como comJplora de la pureza Segundo, se apretujaban en viviendas que, como en BerUn, eran paradójica.
radal noneamertcana y de la i1nnonía social. Estos nuevos inmigrantes, .. hombres mente el desafortunado resultado de un llamado plan para la mejOra de la vi-
vmddo! de raza5 vendcUs; que han fracasado en la lucha por la e:dstend¡,.." se vienda: estos pisos que haban ganado un concurso en 1879, albergaban 24 famj_
han convertido en una amenaza para el orden e induso para el futuro de la Iias que se amontonaban en un soW de Z5 pies de ancho por 100 de: largo, de modo
Rcpúblln. RKordando los alborotoS de 1863 en Nueva York. dKÍ.J: que, en cada poo. diez de cada caton:e habitadones JÓlo estaban ventiladas por
un patio Inter'ior tan pequeno que no permití.J J.¡ entrada de luz ni de ain!IOI.
Una gran cantidad de pobbdón. como si fuera UI1iI marea aprisjonadl, respira con Much.Js veces. dos f.Jmilias compartían un.J de estas miserables viviendas; en
dificul.tad en sus vtvienda5. u que un¡ vez fuera nuestra c:itKbd,. iI quien le !un Ue·
1908, un censo hecho sobre las famULu cid East Side mostraba que en J.¡ mítad
pdO l.u oblJpcione5 Ymponsabilidades de l.I grandcu metropotitilfU. mIes de que
pudltno medir La ClI~ de sus posibill<Udes. ha noudo d C'1!Clmienl0 de esta de los casos, UD promedio de tres .1 cuatrO pet'$OIlas dormía. en una soJ.¡ h.Jbi.b-
turbuJftlti aa~ Si aumcnQ mis, nin¡ún poder bummo podri controbm.-. ción, yen una. cuarta parte de dios erm cinco o mas; debi¡¡n compartir unos po-
cos grifos comunes y los ballos eran lnexistentes lGZ • Así pues, un bloque normal
Las viviendas 5e extendían: podí.J contener 4.000 pe:rson.J5, yen 1900 unu 42.700 casas de alquiler de
Manh.Jtun acogían más de un millón y medio de personas, ¡ un promedio de casi
OcuJMndo las plmw ~¡..s que los negocios DO uliliun; prolopodosf: a lo W¡o 35 por cada edifido lOJ •
de ambos dos. como un grillN que ~ loIS alIc5. nm.ndo Hmcm de tnqWctas
La reaci:::l6n de J.¡ soded.Jd respetable -es decir J.¡ sociedad blanca Y anglopro-
Y descontenw multitudes; la dquez.a y la prosperidad de Nueva Yorlr. está en sus
amJOS, I.l conttobn por medio del popuJm.o y la cólera. Los mupos a ~ de testante que hacia. tiempo qe se hiibí.J estableddo en América-- fue prácti.nmenre
babs. los montones de g;ra¡udas de IIW)() Ylas .un~ que hly en La dek- la misma. que la de la londinense.. Dos sucesivas Comisiones P.JR liIs viviendas de
pd6n de Hacienda son ticiw .Jdmisiones del. b«bo Ydel. lipo de &rada que se es- iLIquiler, li de 1894 Y 1.1 de 19lXl, confirmaron los rmles de este tipo de viviendas;
pen. Lot b60ques de vlvit'ndu de alquiler JOD mon ~ York Y recogm bs na la primera de ellas fue poco dectlva, pero la segunda consiguió, desp.Jés de llIl.J lit-
quinw putes de $U pobladónn.
ga Ntalla., que en 1901 se dicbran un.a. serie de leyes, .I.t legislación más signifi-
cativa de la bistorL1 de I.¡ vivienda. en Estados Unidos-, que prohibió la construC-
Una Comisión de 1894 aeada para estudiar W viv1Uldas de alquiler estima- dón de este tipo de casas y obUgó.J b modlficadón de las que ya existí¡¡nIOil.
N que casi tres de cada cinco habirantes de la ciudad vivian en ese tipo de vi· Lawren~ Veüler, secretMio de 1.J segunda Comisión, era UD joven de unos vrlnte
viendas, y atl.adfa que estaban constnrldas de taJ manera que pdct1ca.mt'llte las • atlos que se enfre~lt6 ¡ muchos {ntereses creados para nevar itdclanre t'SW leyes IO(
cuatrO quintas partes del suelo estaba ocupado". En t'SW zonas se combinaban dos En su opinión la mayoria de: k:Js probk!mas de la dudad provenían de la súbita tr.ms-
~ores que hacian que el problema humano fuera todavía más agudo. Primero, formación del ampesino europeo en UD ciudadano urbano notteame:rícano, tt'm.1
los recién llegados t!'ilJI desespmdamente ~ y..,¡ causa de J.as bureras lingüístk:a5 que proponía solucionar por medio de una vuelta masiva al campo. Pero los que
Y culturales- se hallaNn en una situación de inmovtlldad sin esperanza. El esta- habían quedado atrapados en la dudad necesitaban medidas wgentes y drásticas
dounidense 01arIe:s Abrams, urbanista Y~'tpeftO en viviendas, que poseía la autoridad para solucionar lo peor de ese tipo de viviendas: más luz, m.ás ain!, nuevas zonas
que le daba haberse criado en este tipo de casas, deda: • el dumo no puede ser ttt)- de aseo, mejor prorección contra el tuegolOf.
surado; el constructor tampoco. Construyen según las exigenc1a.s del mercado. Como Veiller decía la situación de estas viviendas era .increJ.bleo I01 : en un blo-
Éste viene senalado por lo que ellnquillno puede pagar. Y lo que éste puede pagar que que medía apenas 200 por 400 pies se amontonaban 39 casas con 605 vivien·
viene determinado por el sueldo que cobra»". das que acogían a 2.781 personas, sólo había 264 retretes y ningún bailo; +41 habi-
Si el pobre inmigrante no hubiera tenido ese tipo de vivienda, no hubiera te- taciones no tenían veDtlladón, y orras 635 obtenían algo de aire por medio de unos
nido nada. Y las famlllas pobres se hacinaban en eilas porque estaban a poca dlS- estrechos patios Interiores lOl . Se habla hecho caso omiso de las recomendaciones de
tanda de sus trabajos. Casi un 75 por dento de rusos y judíos vivfan amontona- la Comisión de 1894 que trataban de evitar la sobredens(ficaci6n, VeiUer escribió:
dos en tres distritos pero especialmente en el décimo que recogía una mayoria de
emigrados de (o con padres procedentes de) Rwia y de la Polonia rusa. En 1893. Una ambición sin limites ha ldo reduciendo l¡s medldas de estas viviendas, hasta
que han llegado a ser tan pequenas que la vtda familiar ha desaparecido, y SUlI
con una pobladón de más de 700 habitantes por acre, este distrito erilo un 30 por
miembros han sido expulsados y se hallan esparcidos. El padre en la taberna; los
ciento más denso que cualquiera de la5 zonas más pobladas de cualquier ciudad eu· mas I6venes esrán en la calle en medio de los lugares de diversión yde los locales
46 LA CIUDAD DE LA NOCHE E.SPANrOSA
"

de bebida; los chicos vagabundean en pandillas, las chicas en la calle... La reden·


ción de la gente que vive en estas viviendas depende de la posibilidad de que la fa-
milia, la unidad más conservadora de la civilización, pueda volver a compartir un
espacio, con luz y aire natural, donde pueda cultivar las artes domésticas, entre las
que se encuentra la limpieza personall09.

los comisionados concluían:

Los distritos de pisos de alquiler de Nueva York son lugares en los que miles de
personas viven en el espacio mínimo en el que es capaz de vivir un ser humano -ha-
• cinados en hl!bitaeiones oscuras y mal ventiladas, en muchas de las cuales el sol mm-
ca ha entrado y el aire fresco es desconocido, Son centros (sic) de enfennedad, vi-
cio y crimen, donde lo extraordinario no es que los chicos crezcan y se conviertan
en ladrones, borrachos y prostitutas, sino que muchos de ellos lleguen a convertirSe
en personas decentes y re:spetables" O,

El problema era muy grave; la Comi5i6n norteamericana coinddfa con la


Comisión real británica de 1885. Sin embargo, cuando llegó el momento de pro-
poner soluciones, Vellier y el resto de comisionados tomaron un camino distin-
to del de los brttánicos -y también del resto de Europa. Estudiaron elmódelo bri·
tánico de vivienda pública pero lo rechazaron con dedsi6n. «No tiene sentido_,
concluyeron: como mucho las viviendas municipales .mejorarían las condido-
nes de vida de unos pocos favoreddos. pero no harian nada más de 10 que la be-
nevolencia privada ya ha ofreddo en el pasado y puede seguir ofreciendo en el
tuturo~; ~ería muy difidl decidir ~d6nde trazar la línea entre los que se deberla
Figs. 2.5. Y 2.6. Dumbbtlls en Nueva York (ViViendas de alquiler construidas según las
ley~ antiguas), Como en Berlín, este nuevo diseno .mejorado_ no sólo quitaba la luz ayudar y los que no. l l l . Además, pensaban que favorecer el sistema de vivienda
y el alfl' sino que fomentaba el exceso de población. pública significaba fomentar la burocracia y el patronazgo político y disuadir·al
. CIUDADES DEl MAÑANA LA ClUOAD OE LA NOCHE UPANTOSA
"
capital privado. Por lo tamo se resistieron: la normativa ti!!ca impuesta al em-
presario privado sería la respuesta. La Ley de 1901, dividida meticulosamente
en más de \00 detalladas secciones, codificaba los espadO$, [as normas contra In-
cendios, el servicio de aguas Jl2 . Si tenemos en cuenta la época y el lugar, es po-
sible que fuera una decisión realista; aunque pronto, reformistas como Edith
Elmer Wood, Frederick Ackennan -empezaron a criticarla. Fuera como tuera yen
comparación con Europa, retrasó el tema de la Vivienda pública en Estados
Unidos durante varias décadas. como en los ai\os treinta se lamentaría Cathertne
Bauer lU .
Las razones han Intrigado a 1m; historiadores. Porque en Estados Unidos ello
trajo consigo la separación entre las nacientes artes de la planificación de casas y
de ciudades. EJ primer urbanismo norteamericano, como se mostrará en el capítulo
sexto, estuvo dominado por el movimiento de la Ciudad Bella, que pretendía pla-
nificar prescindiendo de toda finalidad sodal-o quiZás incluso siendo regresivo en
este aspecto; mientras que la zonificación, movimiento que influyó profunda-
mente el curso del desarrollo suburbano norteamericano, excluyó el factor social
y olvidó su impacto en la sociedad. Los planes regionales, como el celebrado ptan
regional de Nueva York de 1931, sólo proporcionaron-mejores casas a aquellos que
las podían pagar. De manera que la vivienda, considerada como el problema cen-
tral en tres de los momentos más importantes dentro de la evolución del urbanis-
mo de los Estados Unidos, se presentó siempre unido a otros aspectos y, en cada
una de estas ocasiones, las soluciones que se dieron o no tenían nada que ver con
Fig. 2.7. Jane Addams. Toda compa5i6n y bondad. dispuesta a sal-
el problema de la vivienda o de hecho, lo agravaron"ll·. var los cuerpos y las almas de los pobres de Chica¡o.
Peter Marcuse considera que esto sucedió porque las tres razones por las que
la vivienda aparecía como problema --el fuego y el peligro de enfermedades, la pre·
ocupación por el orden social, y la prote<:ción del valor del suelo- fueron desa-
pareciendo. La primera de las dos desapareció después de 1910, puesto que tan- 1838, Yde un manera providencial se enteró de la existencia de Toynbee Hall, la
to la salud pública como la previsión contIa incendios mejoraron a medida que ~ asociadón cris~a del can6nigo Samuel Bamett en Sto Jude en el este de la ciu-
los inmigrantes se fueron Integrando; en consecuencia, la planificación dependió dad, .la peor parroquia de Londres... Al ano siguiente Inició una asociación simi-
sólo .de la alianza de los propietarios del suelo con el votante de clase media duc. lar en Chicago. Situada en medio de las cuatro comunidades de emigrantes pobres
do de una casa,., que no tenía ningún tipo de interés en los programas de vi- -italianos. alemanes, judios, bohemlos--Ia Hull House estaba organizada por gen-
viendas para pobres. Yello fue lo que produjo el gran contraste con Ewopa, don· te joven idealista y educada, en su mayor parte por mujeres de gran religiosidad.
de la fuerte conciencia de la clase trabajadora se unió a una burocracia según la opini6n de un periodista, el tipo de mujeres que en otro tiempo se hu-
intervenclonista 1u . bieran hecho misioneras o hubieran intentado salvar a un marido borracho, aho-
En su lugar apareció algo ext:rai\o y característicamente norteamericano: un mo- ra colaboraban con esta asociación ll6 . En opinión de otros observadores el am-
vimiento de voluntariOS dedicado a salvar a los inmigrantes de sus propios errores biente era inSúportable: ThotStein Veblen escribió que estaba lleno .de puntillosa
y e.xcesos (de los de ellos pero principalmente de los de ellas), tIatando de asimi· gente de las dases altas", Slnclair Lewis habló .de la confortable situación cultu-
larlos a la forma de vida norteamericana, y de adaptados a la vida-de la dudad. Lo ral... de afecradas y frías sonrisas.. lI1• Su clientela solfa ser también esencialmente
extrail.o es que, en parte, esta idea se había copiado de Europa. pero especialmen- femenina: un emigrante del sexo masculino recordaba más tarde .íbamos de vez
te del East End londinense. Allí, durante los ados 1870 y 1880, se habían dedica- en cuando para damos una ducha, eso era todo"lII. Daban dases a los que habian
do una serie de esfuerzos para intentar que la gente de los barrios pobres adopta- tenido que abandonar la escuela, organizaban campamentos de verano para que •
ra la moralidad crtstiana y los hábitos de limpieza. Jane Addams que visitó Inglaterra los nii'los pudieran disfrutar de la naturaleza o lugares de juego para los que no ha-
por primera vez cuando tenía veintidós ados, qued6 profundamente impresiona- bían podido Ir, había un dub para gente mayor (pensado para hacer desaparecer
da por The Bítter el)' of Outrast Londcm. Durante su segundo viaje, en junJo de el prejuido en contra de los inmigrantes), una pensi6n para chicas 16venes, una
so CIUDADES DEL MA.l'lA...." LA CIUDAD DE LA SQCHE ESPANTOSA
"

Flgs. 2.8 Y2.9. VIVlmdas de alquiler en Chicago, ¡!rededor de 1900. Lo5 emigrantes, madres
e hilos, esptnon la vUlta de un miembro de La HuJl Howt.
52 CIUDADES DEl. MA,'\II\NA LA CIUDAD DE LA NOCHE ESPANTOSA

asociación para salvar a "las mujeres caídas., y una guardena. Iniciaron también Un problema internacional
una serie de estudios inspirándose en la encuesta de Booth, y trabajaron en favor
de la reforma de las leyes laborales. 119. También organizaron campail.as en con- Las soluciones fueron diferentes. Pero el problema y la percepción que de él se
tra de los lugares donde se vendía ginebra: royO, fueron sImilares en ambos lados del Atlántico. El problema era la ciudad gí-
ganre en sí misma. Se percibía como fuente de multiples males sociales, posibles
Estos vulgares e ilícitos jolgorios nos recuerdan las juergas incontroladas del Londres decadencias biológicas y polendales insurrecciones políticas. Desde 1880 a 1900,
de la restauración, y son, de hecho, sus herederas directas, están adecuadamente ro-
merciallzadas, siguen confundiendo alegria con lujuria. y la diversión con elllber- quizás hasta 1914, las clases medias -los que tomaban decisiones, los principales
tinajel:lO. escritores. los que redactaban libelos, los activlstas - estuvieron asustados. Mucho
de ese miedo se exageró de una manera que llego a ser grotesca, yen muchos ca-
Unos aóos más tarde, después de que una década de ley seca hubiese llevado sos de se hizo tieUberadamente. Pero la realidad era ya de por si sufidentemente
la violencia a las calles de Chicago, Jane Addams todavía la defendía, sugiriendo horrible y estaba causada por la pobreza. Si hubiera habido una revolución, los ri·
que la respuesta estaba en desarmar a los ganstenUl . cos habrian repartido su riqueza con los pobres pero no hubiera sido una buena
Era conmovedor. Los visitantes procedentes de la Gran Bretail.a, como John solución, puesto que era demasiado poco para tanta gente. la pobreza había sido
Bums, director de Toynbee Hall. estaban sorprendidos ante la evidente ausencia de un mal endémico desde los comienzos de la sociedad, pero en el campo quedaba
toda intervención municipal: la situación en la que se hallaban las viviendas, don- más o menos escondida: al concentrarse en la ciudad era cuando quedaba al des-
de los inmigrantes seguían sus costumbres rurales en medio de [a ciudad -matan- cubierto. Los pobres que desde Wessex o East Anglia se dirigían a Londres o que des-
do ovejas y cociendo pan en las plantas bajas- era algo que, en su opinión, se hu- de [talla y Polonia iban a Nueva York, estaban, en realidad, mejor de lo que habían
biera considerado llegal en Londres lZ2 . Sin embargo el programa de la Hull House estado en sus tierras de origen; o, al menos, eso era lo que ellos creían, y ellos eran
era tan sólo una variante especialmente idealista y excepcionalmente bien pro- los que podían saberlo mejor.
mocionada de lo que ocunió en todas las ciudades norteamericanas antes de la la diferencia vino con la concentración: cuando unos miln de ricos y algunos
Primera Guerra Mundial: había .seis centros como bte en 1891, más de 100 en millonn de gente de las cJa.ses medias estuvieron en contacto con millones de per-
1900 y más de 400 en 1910123 • El objetivo era integrar al inmigrante' en la dudad, sonas pobres o muy pobres. En este sentido, la industriallzaclón y la urbanización,
primero por medio del ejemplo moral individual. segundo -si esto fallaba- de la como los marxistas siempre han dicho, habían creado un nuevo tipo de relacio-
Imposición e incluso, por lo menos eso era lo que algUnos de ellos opinaban, por nes sodales y de percepción soctaJ. Pero, como ya he dicho en el primer capítulo
medio de la segregadón o la repatriación ..del vagabundo, de! borracho, del indi- esto no deja de ser una manera de afirmar lo que ya es obvio. Hasta 1883-S en
gente, dellmbédl.t:4. Pero, y éste era el tercer paso, todo ello debía ir acompail.a- Londres y Uverpool, hasta 190).1 en Nueva York y Chicago, la burguesía urbana
do de una mejora sistemática del entorno urbano, parques y lugares de juegos y. había permanecido felizmente ignorante del terrible destino de sus vednos prole-
a la larga, de la construcción de un amplio sistema de dudades iardín que, como • tarios. Después y!1 no pudo haber ninguna duda. Tanto VeiUer como Hunter des-
decía Frederlck Law Olmsted, el padre de la arquitectura norteamericana del pai- cribieron su situación de una manera muy gráfica. Velller preguntaba a una mu-
saje, ejercerían ..una Influencia armonizadora y de refinamiento que favorecerían jer que vivía en una de esas viviendas:
la cortesía, el autocontrol y la tempianza"l2.,l. Algunos de sus defensores iban to-
davía más lejos, pensaban que un renadmiento de la vida vec1nal seria una manera S«mario En su opinión, ¿cuál es el mayor problema de las viviendas de alquiler?
Mrs. Mili" Bien, p3re1:e que no hay ningún .encargado~. Parece que hay todo tipo
de mejorar la calidad de la vida urbana, aunque Jane Addams no creía en ~ tipo de problemas. En primer lugar, la manera como est1n organizadas estas
de ..salvación geográfica.- I26 • Fue a partir de ahí que surgió la idea de que la propia viviendas. Adem~ el patio Interior es la prtncipal Y la peor de las molestias.
ciudad podía engendrar lealtad civica, y, en consecuencia, garantizar un orden ar- S<creUJrio ¿Qué le pasa?
monioso y moral; la apariencia física de la dudad simbolizaría su pureza moral. Este Mrs. Mil/e, Es un lugar de malas olores más que de aire. En cuanto a la lu:t, sólo hay
fue el dogma principal del movimiento de la Ciudad Bella m . Parece-que a nadie lw: en el piso de arriba. pero en ningún otro sitio, y los ruidos -no creo
se le ocunió preguntar a los más directamente afectados si esto podía ser el subs. que esto sea bueno para nadie.
S«mario ¿En qué sentido?
tituto adecuado de la planlficactón estatal. de viviendas. A nivel práctico, Jane MI'5. Mili" Bien, no es muy agradable que te despierten a medla noche y oigas gri-
Addams slguiÓ los principios de Lawrence Vei1ler: consiguió que Robert Hunter tar a alguien: "Oh, otra vez en el primero. Otra vez ha tenido un ataque
iniciara una Investigación sobre las vivíendas de alquiler de Oticago, que fue el eqUi- de dtlirium tTtmem; •. Dos viviendas despiertas a causa de los gritos de ~
valente e.'taeto del estudio que se había llevado a cabo en Nueva York; de este hombre. Los chicos lo oyen y, al dia slguiente. aprovechan para tomar el
modo se puso en evidencia la honible sltuadón en la que se hallaban, cosa que, a pelo a los más pequeftos l29 .
su vez, provocó la promulgación de la Ley de 1902 sobre viviendas 1zs •
CIUOADES OU MAl'l"ANA LA cruooW DllA r«JCHE ESPAN''TOSA
"
y e'lte es el testimonio de Hunter describiendo el modo de vtda en las casas de " lbld., pág. )]2. ... lu~, 196Zb. P'SS. 55.57.
madera de Chicago: Ol FiIbim Society. 1889. pig. 7; d. F.bi;an " dl. lbid. paJ. S.f.
Society, 1887, pis. IS. ,. Rlis, 18'Xl, pq. 296.
Cocirut Ylavar para siete. cuid.tr a un nino que Uora porque no puede resistir el. Gil- Ü Filbim Sotiety, 1889, pág. lS. ., Ibid. p.ip. 19, 20.
Ior, asistir a un marido que deUra. preparar Gilmastros para siete. h~ todoesto en ... FilbW.n Soctety, 1887. p.ig. 14. .. Fofd. 1936, p.ip. 187. 188-
dos habi~onesque d.tn a un callejón maloliente. Ueno de mosa..s a aus.a de las Ü 5tedmmJones. 1971, pi¡s. 217. 290. .. Abnms, 1939. ¡Mgs.. n.73.
basuras y de las bolsas de porqueria, es Ilgo que acabMia con la pKienda y la fuer- - FatMn Sodety, 1889. p.iS.28. lOO lbld., piI. 187; sc:ou. 1969, pig. lO.
za de un TItán l - . l> Wohl. 19i1, pig. Z52. 101 ~ YVel.Iief, 1903, vol 1, pi&. 101;
.. TiIlJ1.1973, pta.122: ~ 197"', ~ ~. 1962b. p.ip.. 30, 31.

El problema era. pues, casi universal. Lo que el historiador debe dlluddar es 294,295. .. Howe. 1976, pig.27.
-l'un, 1973~pigs.124, 121. IOJ GliIIb Y Brown, 1976, pis. IS2.
por qué los planteamientos fueron tan diferentes si en los prindpale'l paises
:'O Mitehell, 1975. pip. 76.78. 11M Fofd. 1936, pág. 205.
Industriales las estructuras económicas y las reladones sociales eran. en 1900,
11 Seiller. 1921, piss. 1,2; BaSflé, 19&¡, 111 Lubo\le, 1962b, pap. 82, 82. 90.93, IZ5
tan similares. Esta pregunta se repetirá una y otra vez en los próximos capítulos.
pág.19O. a 127, 132 a 139.
n Banié. 1964, p.i¡. 192; Sutcllffe. 1970, .. [bid.. páp. 131. 134.
pig. lS8; Everuon. 1979, p.ig.218. lO' OcFordl Y Velller, 1903, vol.!. pág. 112.
Notas al capitulo 2 1l MOr1zeI, 1932, pig. 3]2: Bastlé, 1964, ,.. [bid.. vol.1. pip. 112. 113.
pig.196: Sulcllffc, 1910, págs. ]27,328. '09 Ibid.. vol.!. pig. 05.
, Thomson, 1880, pig.3. ~ Gauldie, 1974, p,lg.289. ,. Voigl, 19()1, pigs. 126, 129; Hegemann, [lO [bid.. vol.J, pág. 10.
1 Woh1, 1917, pig.20ó. 11 G.B.R.C. Dep~¡on. 1886. xx. 1930, p.ig:. 130: ~IU- Drcckmann, 1978, m [bid.. voll, pig. "'4.
1 Wohl, 1970, págs. 31 a 33; Wohl, 1977, loO /bid. In Frtedman, 1968, págs. 33 a 35, 76.
pág. 21:,Nleth.mmer, 1981. pigs 146 a
págs. 200. 206. 11 /bid., x.x, XXI. 147. 'u lubove, 1962b, pigs. 178, 179. 182,
• Woh.!, 1970, p.ig.33. 11 Webb, 1926, p.ig. U9. "Hqem.mn,193O.pip.302,317;Grote. 183.
J Meanu, 1883, p.ig.4. 17 Ibid., pig'$. 154, 155. U< Mal'CllX, 1980, pig. 38.
197"', pág. U; Hecker, 1974, pig. 274.
6 lbid. • Ste:1manJones, 1971. p.i¡.28S. m Tbid... <M). ;/,9.
16 Honbl!. 1904, p.ig. 2, 3.
, !bid. • Fabb.n Sodety, 1S84b, p.i¡. 2- 116 ~V\s, 1%7, pis. 37.
" Ebeuoot, 1917, pig. 181.
• lbid.,pq-S. • HyndInMl. 1884, pág.]. .. Ibid., págs. 189, 197. m /bid., P4 17.
, Ibld.,pig.7 01 lbid., pág. 28. ,la Ibid., pí¡. 88.
" Ibid., págs.. 431 ¡¡ 433.
lCl Ibid., pi¡.9. .. Ibid.. pi¡. Z5. • Abertrombie. 1914, pis 219. 11. AOdiIlns, 1910, p.igs.41. U. 69. 85.89,
11 Ibld..,pjp.1I, 12- u lbld., P'g. 32- •• B.auer. 1934, p.i¡.11; Purdoln, 1921, P4 111.105a 108,12901 131.136, 146.169,
11 1btd.,pi¡.13. ... lbicL, pis. Z5. 198. 2JO: ~ris. 1%7, págs. 45, SS,59,
111.
u 1b6d..,pi¡.14. 41 Uverpool Edlo, 20 mayo 1887; Day, •
m EbeDsudt. 19,17, pág. 21.f. 61. 62, 85.
14 1b6d.,~15. 1916, pis.lZO. . . Addams, 1965. pliS. 87.
11 Spm¡ler, 1934. voI.U, pig.l02.
"Tam, 1973. pigs.lll, 112- .. Ibic1, p.i¡.121; UvupooI Daüy Post. Z5 .. Manennan, 1901, pipo 7 a 8. UI Addams. 1929, pipo S.f, 5S.
14 dt. WhoI,. 1977. p.i¡.2l4. nov. 1887. IS Peltz-Dreckmann. 1978, pigs. 62, 63: I¡; Addams. 1910, pis. 295.
•1 Ibid.,pq. 238. " Jones. 1982. p.igs. 119, 120. 123. 143. w DaVis, 1%7, págs. 11, 1.2-
L.ces, 197'9, pigs. 65, 66.
,. G.8.a.C-tfousin3, 1885, vo!.!, pi¡.4. • G.B.Committee Dlsturblnces, 1886, lO Lee. 1985, plig.l64. Uo lbid., pis. 92; Boyer. 1978, pág. 191.
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u [bId., voUl, pág. 2. 11 The TImes. 24 oaubre 1887. to Ford, 1936, p.i¡. 174. m Hunter, 1901. pasJim: O.vis. 1967,
l.I Ibid., vol.l. pág. 13. u TheTImes, 27 oaubre 1887. pig.67.
" lubove, 1962b, pigs. 53, S4.
lo Ibld., vo1.l, pigs. 14. 15. »TheTImes, 24 oaubre 1887. ID OcFordl Y Vel.ller. 1903. voLl, pig. 404.
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:t a.C. Housing. 1885. vol. [, pqs. 22, 33. M /bid.. p.tg.329.
• [bid•• vol. l. pigs. .fO. 41. lo'Boodl. 1888, pág. 299.
11 Woh.!, 1977, pág 248. ID Booth, 1887, pág. 332-
I,
La ciudad de las vías
de circunvalación abarrotadas

¡Y lo nuevo que elá todo! ¿Habas visto su aspecto mezquino, su aWJ. alidad?
¿Sabéis cómo son esas nuevas dudada que hMI surgido como 5CtaS durantt: los
últimos mos: fuyes. 5OOgh. Dagmham. t1c? Su ftUldad. sus fUmantes ladrillos
roj05, sus escaparates provision.J..Ies con chocolalirw iI mitad dt: pudo y recambios
de radio.

G<o",O<wdI
Comin,r wp fix Air (1939)

Venid. bombas amigas. y caed sobre Slough,


las pmonas no pueden vivir allí,
no ~y h1flba p¡n In vacas
¡paseate por il1li, Muerte!

Vmld, bombas. y romped en ar\icos


esos ~ acondidonados. e505 bate.
fruta m.La~. carne enlatada. leche enlatada, guiSmtes enlatados,
mentes enlatadas, a1fe enlatado.

Destruid d desas~ que ahora llaman dudad


una casa por 97 libras de dl!'pÓSito
y medi.l corona una vez a la semana
durante vrlnte ail.os (...)

, ~Slough
101m Betjeman
4 (ContinUIJf I:kw) (1937)


"
imposible, este capitulo y los siguientes -sobre todo el slguient~ deberian leerse
Capítulo 3
simultáneamente.
La ciudad de las vías El proceso de urbanlzadón fuera de los limites de la dudad, especlalmente el
dirigido por el propio mercado. fue más ~neral y evlden!f' en Londres y Nueva York
qUf' en Paris. Berlín o cualquier otra dudad eutOpf'a. Y, de todas w gnndes capi-
de circunvalación abarrotadas tales, Londres fue. en df'rtOs ~ ImlX'fWltei -d transporte ptlbUco. ~ hipocec:as
barouas y a largo plazo, Iu relaciones entre empresas pri~ y las grmdes cons-
Las áreas suburbanas de transito masivo: trucdones estatales-Ia dudad mis lnt~nte, más vital Y con urua problemitica
Londres, París, Berlín, Nueva York más evidente. Es pot' ello que empeuremos por ahi.

1900-1940
El Consejo del Condado de Londres empieza a construir

A comienzos del nuevo siglo, el ~nso brltánlco de 1901 mostraba la gra'miad de


Era cui el U\o 1900 aando, como lUCdón a los horrores de los burios pob~ "! la densidad Y supopobl.aci6n de Londres. En Fínsbwy. un distrito del. ca.sco urba-
deteriorados de ~ dudad del siglo XIX, el reloj de la hi5tom. del urbanhmo em- no Iondlnense. un~5 por ciento de familW todavia vtvia.n en una o dos bmit:aelones.
pezó il sonar. Ptro, pilrild6jicamentl!:, mientras esto sucedía otro tipo de reloj más mienuas que en los dilttitos cercanos l este ~U;je ascmdia a un tefdol. Aquel
antiguo y más grande lo silenció puesto que ti problema que el nadente movtm.iento rnlsmo atlo, Charles Boot:h publicó otro texto, alabando las virtudes ~de los nuevos
planificador pretendIa solucionar empcz6 a cambiar casi a putit de aquel mismo medios de transpexte como un primer paso paR resolver los problemas de la vMenda
momento. Muchos de los fundadores del urbanismo siguieron obsesionados por en Londres~. 5egún Booth lo que se necesitaba era ~una extenso y completo servi·
los males de Jos saturados barrios pobres de la dudad victoriana -que, hay que re- do de metrOS y trenes, y también una amplia red de tranvías de superflde que sean
conocu. perdunron hasta casi la 5egunda Guerra MundJaI, induso hasta los.mos ilIdecuados tanto para despluamientos cortos como largos. Un s1stern¡¡ que, exten-
1960. Pero, durante todo este tiempo, La du~ gig;lnte fue cambiando. en parte di&KIo5e hasta los extremOS de los ~es límites metropolitanos Uegue a las ¡fue..
gracW a la <ICdón de kg:isIadom Yrdonnadora 1oc;Ues, m parte a caus,¡ de las pro- ras de Londm, hilda donde la pobladón haya Ido o decida ir mis addante- J • Lo
pias ~ del: propio merado. La dudild se dispersó y SI!: dacenttaIlzó. Se edifi- derro en que 800th -que nuna aey6 en la iiICdón estatal excrpto en casos de cb-
caron nuevas casas y nuevas fibrias m la pertfm,¡ suburbana. Las nuevilS teo\o- r.J necesidold- pensaba que de e5!f' modo el empresario pdvado podria aportar una
logias de! transpone -d tranvia e1tctrtco, el tren de ttteanias, el metro, el autobUs- .. solución. sm embargo, la mentalidad colectivista de los miembros del partido p~
permitieron esle proceso de dispersión. Un nuevo tipo de organizadones -socie- gresista que predominaba en el ConsejO de Londres, habia hecho que la política de
dades corntruetoras, agencias estatales sin ánimo de lucro- explotaron las nuevas este organismo ofldal se moviera en esta misma dlrecdón y, a pesar de que la
oponunldades que esto ofreda. La mano de obra barata y d material a balo pre- Comisión Real de 1885 habla aconsejado la reconstNCdón de casas para los traba·
do reduleron los costes reales de estas nuevas construcdones, especialmente a B.- jadores en el casco urbano. esta Idea se abandonó a partir de los atlos 189Q/'.
ruales de los atlos veinte y prindpios de los treinta. Urua planificadón mejor y más La mayoriA plogtbista -es decir la que estaba Influida por los fablanos- había
cuidada y d acatamiento de la legislación redujeron la congestión urba.Ja y algu- dominado la Comisión de viViendas del Consejo desde el primer momento de su
nos de los problemas de las dudades del. siglo XiX. Urua mlplU mayoria de la po- fundación en llJ9OS; en 1898 sugirieron que, acogItndose a la Parte m de la Ley de
bladón experimentó una mejora extraordinaria y casi inmediata en su ViVienda. 1890. en el propio COtUe:jo quien debla plantearse la posibil1<Ud de construir en
Sin embargo, desde el punto de viSta estético, los resultados fueron, a Vttes, poco gran e5Ca1a en las zonas desocupadas, polítia que, después de muchas discusiones,
atractivos y. otras, horrtbles -no, quizás, en oplnJón de los directamente afectados, fue la que prospero. Como no podía edificar fuera de los estrechos limites del cas.
pero si de aquellos que se erigieron en guardianes del buen gusto. co urbano de Londres -que ya en aquellOS momentos estaba prácticamente QCU-
Todo esto empezó a suceder cuando los pioneros estaban todavía escribiendo, pado-, en 1900 presionó ilIl Pilrlarnento para que Introdujera una enmienda que le
dirigiendo campanas y tratIDdo de eter'Cer su lnf1uenda sobre el cuerpo político. permitiera consttuir ~casas de pisOS para las dases trabaiadoras~ en los campos
El dUeD1iI resu.ltIDte es inso!ubie ~ el escritor (y el. lector) de la historiA del ur- que quedaban en las márgenes del condado o induso más lejos. ilIuwrizadón que
banismo: nunca quedad cWo que fue lo primero. si la p.llJ.n¡ de los barrios su-
burboinos o el huevo flJosófico. Pero, no importa: la historiol no tiene ~tido si no
tenemos en cuenta los dos aspectos a la vez. Así pues. a pesar de que es l6gIamente l (VhlUol! notaS en pjpnu 93-115.)
60 CIUDADES DEL MAÑANA LA CIUDAD DE LAS VÍAS DE CIRCUNVALACIÓN ABARROTADAS 61

les permitió empezar a trabajar enseguida en cuatro zonas diferentes. Y, aunque a en Tottenham en el norte de Londres, a dos millas de la línea del condado, fue un
partir de aquel mismo año el partido moderado (conservador) pasó a controlar el reto todavía mayor: el Consejo creyó que, teniendo en cuenta la manía construc-
Consejo, manteniéndose hasta 1914, se siguió con el mismo programa. Entre 1900 tora de l~ época eduardiana, se haría una línea de metro, pero no fue así?
y 1914, este organismo pudo ofrecer 17.000 viviendas situadas en espacios ante- En la cuarta propiedad, Old Oak en el oeste de Londres, tuvieron más suerte;
riormente ocupados por barrios deprimidos dentro de sus propios límites, y otras el barrio se planificó en torno a la extensión del ferrocarril del centro de Londres,
11.000 en la periferia y en propiedades fuera del condado. que, empezado en 1913, se retrasó debido a la Primera Guerra Mundial y no se pudo
En 1899, antes de obtener la autorización del Parlamento, el Consejo adqui- inaugurar hasta 19208 . La zona, aunque pequeña, es un ejemplo clásico de pobla-
rió la propiedad de Totterdown Fields en Tooting al sur de Londres 6 . Pensaban pro- miento satélite planificado a lo largo de una línea de transporte de la ciudad; se an-
mocionar la zona gracias a la electrificación del tranvía que habían comprado unos ticipó en más de una década a lo que Bruno Taut haría en Berlín en los años 1920
años antes a una compañía privada. En mayo de 1903, cuando el príncipe de Gales y lo que, mucho más tarde, en el período comprendido entre 1955 y 1965, haría
inauguró la línea que iba desde Westminster y Blackfriars Bridges hasta la calle de Sven Markelius en las zonas de Vallingby y Farsa en Estocolmo.
Totterdown, pudo visitar también las primeras casas que, hacía poco, se habían ocu- Sin embargo hubo un problema, puesto que el Consejo no controlaba el pre-
pado. Una segunda propiedad en la periferia, en Norbury, fuera de la jurisdicción cio de los billetes del metro, aunque sí lo tenía sobre el de los tranvías. Desde el pri-
del Consejo, resultó algo más problemática; los tranvías del Consejo terminaban mer momento se consideraron los tranvías «como un instrumento de política so-
en el límite del condado, una milla antes de llegar. Una tercera, White Hart Lane cial>,9: las reducciones en las tarifas de las primeras horas de la mañana aseguraban
que los billetes de transporte y los alquileres serían menores que los alquileres de
las viviendas en el casco urbano londinense. Era por ello que <<la gente puede te-
ner aire, espacio y paisajes agradables prácticamente al mismo precio y, en la ma-
yoría de los casos, incluso más barato», decían en 1913. De manera que

(Como) el Consejo no ha podido abandonar las reconstrucciones en el casco urbano


(...) la política que sigue el Parlamento hace que muchas familias trabajadoras de-
ban permanecer en los distritos centrales cuando podrían haber sido acomodadas
en la periferia con un menor coste para la comunidad y con mayores ventajas para
ellos ll .

Alrededor de 1914, los tranvías transportaban 260.000 pasajeros al día, mien-


tras que los trenes llevaban 560.000 que se aprovechaban de las tarifas reducidas
de las primeras horas de la mañana 12 . Charles Masterman describió los efectos que
ello tuvo en el sur de Londres, donde los transportes del Consejo eran particular-
mente numerosos: «Una familia detrás de otra abandona los bloques y las super-
pobladas viviendas de alquiler para ir a vivir en casitas de cuatro habitaciones en
Hither Green y Tooting. El hasta ahora poco usual letrero» se alquila «puede ver-
se en todos sitios» 13.
Las previsiones del Consejo habían funcionado, por lo menos para una parte
de la población. De lo que Masterman no se había dado cuenta, a pesar de su agu-
deza de observación, era que esta migración era socialmente selectiva. Fueron los
trabajadores más cualificados los que tuvieron la suerte de marcharse: las casas del
Co~sejo les ofrecían más espacio y mejor diseño por poco dinero, pero seguían cos-
tando más que el alquiler de una miserable habitación cerca del centro y además
no se podían subarrendar. Los que ganaban una libra o menos a la semana -el tra-
bajar ocasional, el carretero, el portero del mercado, el estibador- y sólo les que-
daban 7 chelines para el alquiler después de haber comprado la comida, quedaron
Fig. 3.1. Old Oak, construido hacia 1913. Los arquitectos del Consejo del Condado de Londres atrapados en los barrios pobres; de modo que, entre 1901 y 1911, durante la pri-
superaron al propio Unwin: estilo vernacular germánico, curvas y tejados al estilo de Sitte. mera época de construcciones del Consejo, la congestión de Londres empeoró l4 .
62 lA CIUDAD ()f LAS vtAs DE CllCU!'VAI..AClÓN AJAnOTADAS 6J

Sin embargo par.l los que lograron escap.u, el efecto debió de ser espectacular. ma un permanenle dntur6n verde. separando la nuevoll ciudad satélit~ de las~·
Las primeras construedones de la pertferia y las mas numeros-s reconsnucciones w hileras de asas adosadas de Nonh Kensington que esUlban a un milb. de di.s-
m zonas amenonnenle ocupadas por casas pobres. fueron, en Inglaterra. los pri- WlCia.. Aquí, como en otros sitios, el Conse;o habla trabajado bajo grandes presiOneS:
meros ejemplos de planificación de dudad a gran escala, y en ambos casm sc con- los COSles debían ser de 50 libras por habitación, las densidades nan de 30 asas,
siguió un nivel extraordinariamente alto, tanto en relación iI la arquitectura como o 130 personas. por acre (cosa, que como AbeTcrombie y Fonhaw opinaron trdn-
al urbanismo. Todo ello fue obra del nu~o departamento de arquitectura del ta ai\os después, hubiera ~xigido una soludón a base de piSOS). Detrb de cada es-
Consejo, donde coincidieron una serie de jóvenes profesionales que seguían la tra- quina había una pared. Sin embargo. consiguieron crear un mundo mágico: todavía
dlctón inidada por William Mortis, Norman 5haw y el movimiento de Artes y hoy y a pesar de estar medio abandonadas y llenas de .graffiti. tienen capacidad
Oficios. Esta va a ser la primera vez, pero no la última, que la cronologia y la his- para sorprendemos. M¡\S tarde, en una segunda etapa (1919-21) en Norbury, hicieron
toria no coinciden en este libro: la manera de actuar del Conselo de la primera épo. 1m tour Ik fOICt dentro de la tradición de Unwin y Parker y cul superaron a los
ca fue en muchos ilSpl!'CtOS idéntica, en espiritu y en resultados prácticos a la que maestros: sacaron provecho de una pequena colina creando un brlllante conjun·
durante los mismos anos praeticaron Raymond UnWln y Barry Park~r en New to de hileru de casas adosadas que se elevaban por las calles como si se tratara de
Ea.rswick Garden VUlag~ en las afu~ru de York. en Letchworth Garden City y en una dudad amurnlada alemana de la época medieval.
Hampstead Gardm Suburb, que constituyen uno de los ten'W prtnd~de estudio
del capítulo cuarto.
las diferendall que hubo m estu primeras rulizadones no fueron debidas ¡ Los primeros planes de urbaniZación de ciudades
planteamientos filosóficos 'lino resultado de imposidones legales. Al mbajar fue-
r.iI de las dudades. y tMnbim de lu presiones de las lTadidon.illles autoridades k> Si se compara con e! trabajo del Consejo del Condado Londres, hay que m:ono-
cales, Unwin y hrker pudlaon prescindir de los rigldos reglamentos locales (by_ cer que e! restO de autoridades munidpales hideron relativamente poco. Muchas
I¡ws) que, Irónicamente, se hablan dietado treinta o cuarenta afies antes con la compartían las Ideas de Boom y pensalnn que una m~lora del mnspone urbano
finalidad d~ gar¡ntizar unos niveles minimos d~ luz y air~ en lu viVIendas d~ los y de la constnLcC!ón privada serian la prindpal soludón del problema: e! nacien·
trabajadoffl, pero qu~, sin ~mbargo, hablan produddo traz.ados aburridos y unl- te me de la urbanllóldón de dudades debla limitarse a ofrecer mejores estnLetu-
fonnes. P~ro los arquitectos del Consejo no tuVIeron tanta suerte. En el primero d~ ras para que los promOtores pudieran realizar su trabaja. Esta lógica llevó a! gobierno
los planes, tennlnado ~n 1900 -la call~ Boundary en Sho~ltch, un proyectO de liberal a presentar una Ley sobre casas y planlflcadón de dudades que tuvo pro-
reconstrucd6n en una zona anteriormente ocupada por casas pobres a! l.1do delJago, blemas en el Parlamento -su segunda IKhJra fue retrasada por lo menos dieci-
famoso batrto balo del siglo XLX- consiguieron un efecto notabl~ colocando blo- nueve veces, presentada al fina! de la temporada 1907-8, lntroduclda de nuevo, tuvo
ques de cinco pUos, en forma de grandes pabellones en tomo iI una plaza et:ntra1: • no menos d~ 360 enmiendas en la amara de los Lores-- pero finalmente fue apr~
una especie de palado para pobres, que «x1Ivia. hoy resu..ltillmpresionante después bada en 1909 1•. Para ddenderla, John Bums -que en ahora presidente de Iajuntil
de los noventil anos tnnseurridos y d~ la mala siruadón en que se encuenm de- de gobierno 1(X;il1, utilizó un estilo que recordaba la oratoria que, mteriormente,
bido a los lecol tes presupuestarios qu~ han sufrido las autoridades locales. hro, en se babia oído en Trafalgu SqUill't
las primeras ~ones, tilnto dentro del CiIJCO wbano como en b. periferia
-1.261 casa.s en Tottmlown Aelds (1903-9), 881 ro Whlt~ Hm tane (1904-13) y La finalidad de estJ. ley es of¡Ke:l unu condiciones qu~ pmnlWl 011 la gente me)o-
su Sillud flsica, su moral., su carácte:l y su condición 5OCiolI1 en conjunro (...) E5U
r.iI!
47Z en Norbry (1906-10)- se vlw>n obligados a adaptarse a la estructura de CU3- ley pret~lldt Yespen propordOn.ar un bopr saludable, UIto1I Co1ISiI bonita. un pue-
dñcula sacándole ~I m~rimo partido: variaron la longitud e hideron retroceder lu blo o1Igradollble. una dudad dignifiCollda, Yun ba.rrio sano l1 .
hileras de casas adOsadas, lTatafon las fachadas con lmaglnad6n, y _ en Tottenham_
Incorporaron un espado abierto, que habla sido donado privadamente. pata cre- Para dar .hogares saludables.. las autoridades locales necesitaban tener más
ar un lnteresam~ cuadránguJo d~ casas alrtdtdor d~ un parqu~lS. poderes para derribar los barrios pobres y volver a tdlficar: .En relactón al tema d~
Sólo a partir d~ 1910 empezaron a t~n~r más libertad. En el pequet'lo solar para la vivienda, esla ley trata de hacer desaparecer, reconstruir y evitar el barrio bajo.
J04 casas d~ Old Oa}:; en HamrnersmJth, donde tuvieron carta blanca, pudiaon, Pide -por lo menos yo lo hago- a la Cámara de los Comunes que haga algo para
por primera vez. trazar calles curvadas, creando un paiSaje urbano .unwinesco_ de que estos ghetros de miseria y eslas AIs¡t1as -barrio bajo londinense del siglo XVII
acogedoras esquinas, aleros en los extrw10S y entradas que permitían vtslumbm famososo por ser guarida de ladrones- de inmundicia que pueden verse en muchas
patios ¡menores medio escondidos. La trama estaba iDtdJgentement~traz.ada en zonas de Gran Brttatl.a. desaparezcan.l'. Esta ley rdormabilla legWad6n de 1890.
tomo a la estadón de! mmo, y colocada en e! extremo de la gran extensión ver- dando a las autoridades daros poderes pua conservar las asas que tdificaban du-
de de Wormwood Scrubs. que --como e! H~am de Hampstead Carden Suburb- for- rante las campatlas de reconsrrucdÓll. pr~parando de esta manen e! camino pilr.il
... ..
los proyectos que se llevaron a cabo después de la Primera Guerra Mundial; tam-
bién permitía que la Junta de Gobierno Local pudiera presionar a las corporacio-
nes mis recaldtt:mtes l '. Pero los articu.l05 mis Intef'eSjntes esta~n tdAdonadot
con los nuevos pod~ que ~tian un n~ urbanismo ya que, según Bunu
upücó. cstilley ~intmta disminuir el nUm~ de lo que se ha ~ en IUlD.lr 'ca-
lles reg!Mnmtlldas' (by-faw smets), con poco rqlammto y mueblo monotoní.L Y
prescindir de 'los caminos regulados' que. a menudo, son tan regulares que no po-
:leen esa línea de la belleza que, según Hoganh. es la curva,.20.
El modei9 a seguir era el pequefto grupo de proyectos que había conseguido
escapan«' de l.1 tiranía de l.1 regLamenLldón munldpal (by-/awj); _sólo tienen que
coger el coche o cualquier otro vdticuJo y visitar Balham., MilIblnk" Boundary,
St.Tooting. Ealing. Hampstead y Nonhfidd pu;I ~ como estin prognsando los
nuevos planes urmnisticos y los proyectos de: tnnsporte:, ttaDviu. trenes Ymetr05
que los acompal\an. ll .
Partiendo de la base de que la pobladón de Londres seguirla upanslonándo-
se fuera de sus limites. 1¡ ley pretendla planificar el creCimiento de manera que el
sector publico y el pdvado pudieran colaborar. .consegulr que ambos trabalen
bajo un mismo planteamiento y un mismo plan. en lugar de que se pd~ en pro-
pio detrimento.~.

Tomemos por qemplo BoumvUle ~ los pobies y Boumemou.th pua los ricos; Y
Chelsea ~ las da.se:s altas y Tooting pira las !;>alas. ¿Con qué nm encontramOS?
Vertmos que en estos cuatro casos las corporadones públicas y los propietarios
con preocup.¡ctones ctVlClU se han puesto manos a la obra, y (...) nos daremos
cuenta de que se la hecho mucho sin perjudlaú nadie, ~ que pretendemos ha-
cu universal por medio de esta leyU.

La prmsa no se dej6 impresionar po¡ SU oratoria. Sin embargo, finalmente. el


3 de didemtn de 1909, b ley fue apmtwta Sus dáuq1las mis importantes pmnitian
y animaban Ollas autoridades locales a elaborar planes para grandes iteas donde pos-
teriormente se ediflcarlan nuevas viviendas. El primer proyecto que la Junta de
Gobierno local aprobó fue la urbanizactón de tres zonas que quedaban conecta-
das y estaban situadas al oeste de Birmingham: Edgbaston, Harbome y Quinton.
oon un totIJ de 2..320 ~ pronto le siguió un proya:tD pua el este de BUmingtwn.
con la firme intend6n de, a la larga, e:ttmdme por la periferia de la dudad. En 1915
George údbury comentó que de esta manera se hmían conseguido ~ .los
grandes movlmiemos de desasosiego socI.al, que es uno de los problemas mis pre-
ocupantes de nuesttos dias,.. puesto que, .lndudablemente uno de los prindpales
factores de la lnquietud social es el deseo que tienen las masas de la dase ttabaja-
flg. 3.2. Norbury hada 1921. Casas en una coUna: otro proyecto de 10$ arqui~os del
Conseto de Londres siJuimdo las eruen.anzas de Unwm. dora de poseer una cna para qu~ dIos y sw familin puedan tener una vida dig-
na,.u. Sin embargo Otro tminente indUSlria1 y rdorm~or social de Blrmingh&m.
J.5. NenlefoId. que tW;ú idem unos pgnes imitando la mqor tradld6n urbanística
alemana, dudaba que tuviera estos efKtos: .Nlnguno de los dos plomes de
Birmingham puede ayudar a la gente que necesita ser atendida con urgencia, aten-
dón que debemos prestarles aunque sólo sea por el bien de sus hl}os.zs.
.. CIUDADES DEL M"l'iA....A LA CIUDAD DE lAS v1As Of. CIRCUNVALACIÓN AlAbOTAOAS 67

truyeron en Ealing. Lo que también decepciona en Ruisllp es la calidad del traza-


do. El núcleo es RUlSlip Manor, y su centro es un eie prtndp.tl que sube gradw.l-
mente, cruza una serie de distribuidores de tr.ifico, se convterte en tona comercial.
donde encuentra la línea del ferrocarril metropolitano, '/liso" d'hn de la urbanl-
zadón, y de ahí se encarama a la dma de una elevada colina que esti orientada
hada el norte desde donde se ve un e.'uenso cinturón verde ~ado como zona
de~eo.

Es evidenle que si se mira desde el punto de Vista del urbanismo de w .CilI.Ies


regiamentadas_ representa un nouble progreso: hay una coherenda de tipo for-
mal, los espados abiertos son generosos y están dispuestos de manera flexible (hay
por ejemplo un espado verde que discurre a lo largo del fmoc.aIrtl YIkga hasta la
tornI di! comerdos), algunas de W CUTeteras son 1nter!:San[e5.. Pero, sorprenden.

temente, hay largas calles en línea I«t.:l, sin mda que rompa su monotonia, que
l'e'CUeI"dan el tedio de las .CilI.Ies reglamentad.a.soo; da la sensación de que Bums ha-
bb. hablado en vme. Si le MUdimos el paseo comerdaI. construido en un estilo neo-
GeorgWlo poco Inspirado ~t11o que, erlltt 1920 y 1930, se repitió una y ottiI vez

I en los barrios suburbulos de I..ondre- el ~ será de un formalismo aptastante:


una Ciudad Bl!lla que no es bella... Como comienzo de la edad de oro de los barrios
suburbanos londinenses era desalentador.
I
Nueva York descub~ la zonifk:adón

En Estados Unidos y¡ se h.JIbian hecho cosas meto~. Los barrios suburbanos cl.i-
siros del siglo XIX y!k principios del XX, construidos en tomo a w estaciones de
FIl. J.J. Reunión de ~tiVbW en úlln& hxiiI 1906. Los ideUel de Ube1Ud y coope. ferrocarril-Uewel.lyn Park en New Jersey, Lake Forest y Rlvmlde en las ¡fueras !k
rlod6n de Howvd en uno de los prlmaos I»rrios ¡.ardín. El públicO es, sin embu¡o. de el¡.
Chicago, Forest HlIls Gardens en Nueva York- poseen un alto nivel !k dise!"lo;
se media. • Rjvmlde, como veremos en el CU¡rtO capítuJo fue uno de los modelos p¡ra la
Oudad Jardín de E.benezer Howard. Y, como w corporaciones munldpa1es de las
SegUn N~efold, el plan que durante la misma tpoca se habia aprobado en dudades norteamericanas llevaron los servicios básicos hada las afueras con rapi-
Ruisllp-Northwood, en Londres, era superior. Era más extenso, cubria 6.000 acres dez, los habitantes de estOS nuevos barrtos suburbanos fueron los primeros en be·
mientras que los dos de Blrmlngham juntos sólo tenían 1.000, contemplaba la nefidane:
construcción de caneteras, transporte, espados verdes, tiendas, y zonas industr1a-
Tením lavabos con agua corrienle r ba!"los que llenaban con los generosos sumi-
les y de vlvtenda. Con una densidad mUima de doce casas por acre, Incluía zonas nistros del agua municipal; los dcllslas circulaban por los nu~ pavimentos as-
de menor densidad. Los autores -alabados por Bums durante el debale de la ley- fálticos; y se truladaban en tranVÍa a los barrios de las afueras por el mismo precio
eran A. y J. Soutar de la compalUa Ruis1Ip Manor, empresa que había ganado el con· que pagaban los viajeros del casco urbano por trayectos más conosl 7 .
curso presidido por Raymond Unwin y SU: Astan Webl)l6.
SI el estudioso del urbanismo da un pequetl.o paseo por el oeste de Londres, El problema fue que hasta 1900 hubo pocos tranvías. Esto sucedió sobre todo
podrá Visitar tres de las primeras urbanizadones cl.isicas: Old Oak realizada por el en Nueva York y Chicago, demasiado extensas para tener este tipo de transporte
Consejo de Londres en 1912-14, el barrio jardín suburbano de la cooperativa de y, donde, más adelante, se construyó el metro. Nueva York Inauguró !U primer tra-
Inqulllnos de E.allng de 19()6..10, y Rulslip-Northwood. La comparación no favo- mo en 1904, que se prolongó en los a!"los posteriores. Pero como la Comisión de
ret:e a Ruislip-Northwood. Los constructores especuladores, ni siquiera los mb Casas de Alquiler setl.aló en 1900, a pesar de que era _lógico suponer que las me-
Ilusnados, pueden competir con las mejores obras del primer departamento de aro joras en los transportes harán posible que los Inquilinos mis ambidosos y mejor
quitectura del Conse;o de Londres, o con la pequetl.a ¡aya que Unwln y Parker cons- pagados consigan casas en las afueras de la dudad (...) es evidente que la gran ma-
.. ..
yoria de la clase trabajadora continuará viviendo en casas de alquiler_ porque no Unidos había desarrollado a partir de la leglsladón Inglesa, de que el estado tenía
pueden permitirse salir de la dudad Zll , Sin embargo un efecto indirecto del traba· derecho a regular el uso privado de la propiedad con la finalidad de garantizar .la
jo de We:iller fue la cnad6n de una Comisión sobre el Exceso de Población. fun- salud, la seguridad. b. moral, la comodidad, la utilidad y el bimestlr de la CODUJo
dada en 1907 gradas a los esfuerzos de los dirtgente5 del movimiento pan la cons- nídad.. J.S. Muy pronto, m 1914, le siguió UnJ enmierlda que pennitá la zonjflG-
ttu<:d6n de vivien<w;, que informó a favor de bo descftlmliz.adón por medio del dón, y:se nombró UN Comisión de l.onifiad6n ¡wa prepMal b. nueva 'ell'ladtm.
traruporte. En 1916, después de conseguir el apoyo popu.Iar y vencer a La oposId60. propuso
Pero -<amo la Comisión admitió en b. confermda sobre altas densidades de cuatro tipos de zonas de uso del sudo, dos de las cuales -la residend.1J. y la de De-
pobladón que se había celebrado tres ai'Jos antes, y tamblen en opinión de los li- goclos-- estañan sujetas a restrlcdones en la altura'».
deres cívicos.- la mejora del transporte era un arma de doble fUo: pocHa multipli- Como más de un observador ha hecho notar, tanto en aquel momento como
car 1,¡ densidad de los Casc05 urbanos al atraer más obreros y haar subir t.l valor mis tarde, Nueva York se puso a favor de la zonlficadón con entusiasmo porque
del suelo. En una paradoja que sólo se podfa ~ por medio de la ley: mtrtn- era buena para los negados. los comerciantes de la Quinta Avmk1a tentian que
pendo la altura y el wmM de los edifidos·, La afIue:nda de dentOS de trabl.~res inmigrantes a dertas horas del dia desUu-
El seaftaJio ejecutivo de la Comisión ~ Benjamin C. Marsh. un abogado y ~ el caricter exclusivo de sus tiendas y que de: esta manera el valor de sus pr~
mormador socW. 'que habia vUit~ Europa al annienzo de su trabato mm: 1907 piedades:se viera amenazado; hidvon una Uamada iI todos.1os Intereses finan-
y 1908 y. que, en 1909, aM del primer Congreso Nacional en Washington sobre deros.. y a ~todo hombre que tuviera una CUlI o alquilara pisos,,;'1.a. Comisión ~
ptanificadón de Ciudades, habla publicado un libro :sobre este tema. Marsh y uno Alturas de Edifidos confirmó que la zonificadón daba _mayor segundad y ga·
de los ponentes invitados, un abogado de Nueva York llamado Edward M. Ba$Sett, rantías allnversor. J7 • El mismo ano en que se estableció esta ley en Nueva York,
estaban impre:siooados por d éxito de los iÜemanes tanto en el tema de la zonifi· John Nolen coinddIa con un esa1tor ing.Its en que la planificación norteameri-
caclón de los usos cid sudo como en el del control de la iÜtura de: los edifidos de cana de la dudad pretendIa esencW.mente conseguir unas m~ dvk:l:s que
sus dudades. Marsh habló de Frankfurt, gobernada por d BibJmndstn Franz no interfirieran con los int~ crudos-, Y éta fue la Imagen que el movimien-
Adkkes, como d moddo que las dudades de Estados Unidos dd:JeDan seguitJl; a.m. to de zoniflcadón mantuvo a medida que, desde Nuen York,. se fue extendIen-
bitn se mostró impresionado por los resultados de la zonlficad6n en Düssddorf y do por todo d país.
por el trabajO de Wemer Hegemann en BerlinJ:. Fue un método de urbanlzactón e.'ttrat\o. Porque la reladón entre zoniftcadón
Así pues la zoniBcadón llegó a Nueva York procedente de Alemania. Pero qul. y planiflcaclón era Indirtcta y tortuosa. Es derro que el movtmiento St' extendió con
z.ás estamos slmpllflcando: a nivel prietico parece que, en Estados Unidos, la zo- rapidez durante los atkl5 19Z0: en 1921 Hervat HooYer, como 5eaetarlo de CornMIo,
niftcadÓD del uso del sudo nxió en los atlos 1880, cuando se qubo controlar la creó una ComIsión Consultiva de lonifk:ad6o que indw ¡ Bassen Y VeWer; su na-
expansión de las lavmderías chinas en CalifomJa, primero en LJ dudad de Modesto bajo:se vi6 refl~ en La Ley de 1923 ~ laemndariud6nde La. zonifk:ad6nm
Y más lude m san Francisco; los Angeles empI!7Ó a utillut una zonifiadón del el esbdo, que fue ~ mayoriwiamente. En 1927 fue seguk1a por la Ley de
uso del sudo más amplia a panirde 19CJ9U. Pero fue el moddoalemin, quecom· estandarización en La planificación de La dudad, que fue induída en la legtsladón
binaba la zonlficadón del uso del sudo con la iÜtura de los edifidO$, d que Nueva de muchos estados que, de esta rmnera, querian dar autoridad legal a los planes ge-
York incorporó a sus ordenanzas de 1916. Su adopdón -por lo menos así lo ce- nerales de las dudades~; en 1929 más de 650 munidplos tenían comisiones de
yeron sus contemporineos- fue uno de los pasos más Lmportantes en los prime- planificact6n y 754 comunidades tenían leyes sobre: zonlflaci6n-, Además una se-
ros anos de la historl.a del urbanismo american~. ne de juicios sobre limites legales, cu1minaron en el histórico proa:so de 1926 qut:
los prtndpales responsables fueron Ba.ssett, que corUidcó que bte habla sJdo Uegó ,¡J P.lpremo, Ciudad de Eudid, omo ~ tiI. contm Ambln RLuUy Company, estil-
d logro mis grande de su Vida, y su compallttO, d poUtico reformista de Nueva bledendo la validez de la zonificadÓD como expresión legítima del poder de la pi>
York, Geor¡e McAne:ny. Su mommto Uegó en 1911, cuando los vmdedores de Uda fl . Sin embazgo la planificación de dudades :se mantuvo a nivel consultivo
ropa de la Quinta Avenida, preocupados por el aumento de los talleres de manu- nunca precqmvo; en 1937,904 comisiones de 1.178 no tenían ningún tipo de
factura que les servian, organizaron una comisión casi oflctal con la finalidad de apoyo finanderou . En la práctica, a pesar de las aflrmadones de Basset y de otros
que las autoridades locales Intervinieran. Trajo rápidos resultados: la Junta de protes.lonales, planlflcadón y zonlflcadón estaban totalmente separadas una de
Tasadón de la dudad votó a r-vor de la creación de un Comité para La P1anifIcadÓD otra.. El caso de Cindnnati, donde AIfre1 8dtman babia conseguido que La Comisión
de la Oudad. que tuviera poderes ¡NIra or¡an1Zar una Comisión consultiva sobre de PlanifkxiÓD tuviera poder de verdad y La zonlficacl6n se consideraba como
la altura de los edifldO$.. Como era de espe!ar el Informe de la Com.1si6n, que fue una. bemmimtil de La planiflcacl6n, fue poco con:ient~. Como 8assett explkó a
presentado en didemtm del mismo ano, propuso un sistema de zon1ftcadón N- sus lectores en 1936, aunque la zonifiaclón formaba parte lóglGI de.! proyectO de
sado en d prlndpio de las prerrogativas de la ¡:K)Ucía.: según la B.losoffa, que Estados planificación de la dudad, debían permanecer legalmente separadas".
CIUDADES DEL MAR.\NA
71

En cualquier caso. lo interesante es saber por que Wi d~es noneamerica·


nas adoptaron el conapto de zorúficad6n con tanto emusiasmo. I..l razón más SÓl-
dida es decir que fue por interés. Como en el CiJ50 de Nueva York. donde la ~zoni·
flcadÓfl se convtn:l6 prinCipalmente en un proceso estático que ttataba de establear
el aráeter de denas ~as ~ preservar los vajOrtS de propled.1d, mientras que en
las que prometian un benefido especulativo 5610 se imponían restricdones no-
minales.os. En el caso de Eue/id conl1a Ambl~. el gran abogado y urbanista. Alfred
Benman --cuyo alegato. presentado mas tarde en el luido, fue probablemente cru-
cial- argumentó que la zonifiead6n mejoraba el ~blenestar públiCO" y aumentaba
el valor de la propiedad en los lugares donde se aplicaba". En este juido se dlscu·
tb si el suelo debía callfl.canc como resldendal o industrial; el tribunal dio garan-
tías a los respetables residentes de Eudid, una pcquefia dudad donnitorio de da-
se media ~rca de OhJo, de que sus inversiones no se vcrian amenazadas, Bassett,
el padn: dd plan de Nueva York. escribió mis tarde que una de: las pnndpales 8-
nalldades de: L1 zonificación era cviur una ~prematun: depr«iadón de Wi locaU-
dades estableddas,.f1. O como otro comentlUistil dijo mis tarde:

LJ fioali~ l»sja de loa zonificad6n es mantenerlos en el C!lpvIoque les pcttt::t.ece


-es decir. fuera. SI hubieran en~. entonce:s la finalidad será C'Oflfimrlos en ire-
a.s limiUdu. LJ Iderulcbd exactl de ellos va variando segUn el lugar dd paú. Puederl
ser negros. latinos y la ~nte aliftada de pobre. Cat6lkos, fudIos y orlentales han
sido objeto de esta prk'tlca en muchos sirtos. "f¡mbién lo 50n los calificados como
andanos si necesitan viviendas pUblicas".

Un texto clásico de finales de 1920, hablaba abiertamente en favor de la zo-


niBeadón porque estabUl.zaba el valor de la propiedad: en todas la.s dudades don-
de las zonas están bien estableadas, decW1los autort'S .e1 valor de la ptopiedad se
1UI estabil.i.z.¡do y. en muchos casos, 1UI aumentado substandalmente., cosa que Wi FI¡. 3.'. eNries Tyson Verke$.. En opinión de SU$ conci~nos
irntitudones finandera.s rápidamente admitieron'". E inslstlan ~Io que ~ mayo- .. de Chicago 'no cr.a un hornm de lW" pero COIUtJU)'Ó tres llOR5
de lDmo en Londrc$. Aunque lDurló sin hmcr podtdo disfrutar
res bmd:ldos en l.t planiflcadón de la dudad es la zoniBcad6n y d control de so- de suslnYerSiones. su Iepdo d&ue en pie.
la~~. O como orgu1losament.e proda.ma.ron en un titular: ..VALE U. PENA pu.-
N1FICAJO.SI. En lugu de ofrece: mayor justicia sodal a los pobres encmados en los
banios de Nu~ York y Chlago. e!. sist.ema de: urbutizadón y zonificación de los
des dudades provind.ales. se extendieron mi:!: allj de!. trayeclo que implicab>i ir
atlos 1920 fue utill.zado precisamente para mantener a toda esa gmre fuera de los y venir al trabajo a pie. Esto queria decir tranvüs mun.id~es y autobuses;, en lu-
nuevos barrios residendales suburbanos que habían empezado a ser construidos a gilles como Birmingham, Uvcrpool y Manchester. y líneas de metro y fcmx.arri.
lo largo de las lineas de tranVÍa y metro. les de cercanía.s en Londres. El aumento de la especuladón de la. vivienda en los
alrededores de Londres -que aproximadamente triplicó su jrea en veinte atlos-
dependl6 sobre todo del transporte por ferrocarril. En contraposldón con la
Londres: el metro inlda la expansi6n suburbana lng.lat.erra provlnctaJ. este metodo de transporte dependIó de la empresa privada:
espedalmente, de la Compal\ía de Metro, que había absorbido a la Companía
Algo pareado había empezado a suceder en los alrededores de Londres y de las Gt:neral de Autobosn de Londres en 1912, y ia.s compaiúas de la.s princtpales U-
grandes dudades británicas, aunque con una imponante dlf.erenda. Aqui también
neas de ferrocaml, d.e la.s cuales dos -la del Sur, y la de Londres y Noreste- tení-
el prauso de suburbanlzac:j6n en masa empezó desputs de ia Prtmera Guerra an grandes redes de transporte.
Mundial. La clave. en Londres y Blrmingham. como en Nuen York y Chicago,
Una parte importante de todo este sistema M cre:~ por cmpresas y capital
fue evidentemente el truUporte: la..s obras, tilmo en Londres como en las gran-
estadounidense. Esto no sorprendió a nadie porque los norteamerlanos se: habían
72 CIUDADES DEl MAflANA LA CIUDAD DE lAS vlAs DE CllCUNVALAQÓN ABAllOTADAS 73


FIl. J.5. Frrok PIck.
Hg. 3.6. Albert Slanlq, Lord Ashfield, Frank P1c:k y A1ben Slanlqo-
fueron ~ mejor equipo dlr!Ctlvo de la historia de la Compattia de
Transporte de Londres y, al haber potenmdo 10$ boirrlO$ ~,
dildo cuenta muy pronto del potencial comercial que signlficaba promocionar el dend.lile durante la tpoca de entre gtJerns, se convinieron en
sudo que quedaba cerc:a ~ las nuevas lineas de fmocan::I.I Y de tmJ. urbmo. Algunos los ~ ~adores del Londres moderno.
de los ejemplos que aparecen en los Ubf05 de texto sobre 10$ primeros barrios su-
bwban05 creados a partir del fenocarril -UeweIJyn Park en West Orange. New
Jersey (1853), Chesmul HIll en Füadelfia (1854), Lake Forest, 1I11nob (1856 ) Y Yerkes era muy sincero: _El secretO de mi bita es comprar cosas viejas, arre-
Riverslde, Illlnols (1869)- se anticipan al primer ensayo brlttinico clásico en la ma- glarlas un poco, y vendérselas a otro lndlviduo,.J4, Sus contemporáneos le lla-
teda, Bedford Park en el oeste de Londres (1876),u. A partir de aquí sólo habia un maban _el bucanero del penal de Pensllvanla. (había estado en prisión por frau-
paso para que fuera el propio empresario quien deliberadamente abriera una nu~ de) y consideraban que no era -hombre de ftar"u, Fue el promolor del sistema
va Unea de ferrocarril Ode tren urbano con la finalidad de crear nuevos barrios re- de tranvías de Chicago, los conectó por medio de la Unea circular del centro de
sidenciales, como bien muestra lo que hizo F.M... Boru,. Smith en la zona de san la dudad y, de este modo, tuvo en sus manos unas cuatrodentas millas de trans- •
Francisco o Henry E. Huntlngdon en Los Angeles SJ . Pero ell!jemplo más dalO, porte urbano u . Cuando llegó el momento de renovar los permisos, dio un mi-
aunque quizás no el más agradable, nos lo propordona Charles Tyson Yerkes (1837· llón de dólares para sobornar a la Legislatura del Estado y al Ayuntamiento;
1905) primero en Chleago y más tarde en Londres, aunque tuvo éxito con los primeros no sucedió lo mismo con los segundos y,
despub de ca.si haber provocado un alboroto, considero mas prudente abandonar
la dudad~1.
Londres fue un buen refugio. Por que allí -<omo Theodore Drelser escribe en
su última novela, que no es mas que una ficciÓn poco disfrazada- Yerkes se d1ó cuen·
ta de que la linea de metro circular que ya estaba hecha, podía ser explotada por
medio de las nuevas líneas que por aquel entonces se estaban proyectandoSl.
Cuando estas noticias llegaron a Chicago, sigue Dmser, fueron recibidas con cgri.
tos de rabia., cómo era posible q~ .un estafador que hada poco babia sido ex·
,
pulsado de La dudad,. hubiera Ido a parar a Londres 5'. P!ro así fue: en 1901, Yecltes
era propietarto de una gran parte de la red londinense, La antigua y la nueva, que
unió en una nueva compaftía, la Sociedad Umitada de Ferrocarriles Eléctricos
Subterráneos de Londres (Undaground Eltetric Railways of London Limited), y se en-
zarzó en una lucha titánica con otro empresario americano, ]. P1erpont Morgan,
para obtener los derKhos de construcción de más metros en Londres 60. La dave
de la operad6n nos la ~ el Yerkes de ficd6n: ,.quizás usted podria averiguar algo
sobre 10 que valdri el sudo después de terminar lo que e$DmOS hadendo, y si vale
la pena que empecemos a comprar anticipadamente, como hemos hecho en
Lakevlew y en otros lugares,.tl. Las ganandas, sin embargo, no vendrlan de las
nuevas lineas: su construcciÓn era muy cara y todav{a no hablan alcanzado los
extremos de Londres. Vendrian de las lIneas de tranvía que, partiendo de las esta-
dones de metro, habían sido construidas por compañías subsidiarias que tenían de- "'Y:o:"'u-c-an-n-o-t-ex:-pe-ct-m
recho a comprar y vender suelo según el modelo norteamericano; la Soctedad de
Ferroarriles Subterrineos, por ejemplo, }'J controlaba una red de lineas de tran- !Jet an A.J.PopuJalion
via en el oeste de Londre:s'l. Yecltes no tuVO suerte puestO que murió en 1905 en out al C.3.homes·
plena construcción de las nuevas lineas de metro.
PeJo, al menos, parte de su legado le sobrmvió -aunque despojado de sus as-
pectos fin4flderos má.s colorisW. Los londlnenses lo recuerdan, quizas incons-
cientemente, cada vez que oyen el modismo norteamericanlsmo: cpasen a los co-·
c.a. Richard Reiss
ches, por favor.. Pero el proyecto siguió adelante. Un afto después de su muerte,
su sucesor George Glbb, presidente de la Sociedad de Ferrocarriles Suburbanos.
contrató a un ¡Ov61 ayudante de estadística llamado Fran.lt Pick. Un mo má.s tar-
de, mientras la Soctedad pasab¡ por graves problemas flnanderos. los dlnctores tu·
vieron que someterse a lO! de:seos de los accionistas norteamericanos y nomblaron
como director a Albm Stanley, un británico de 32 aoos que había emigrado a los
Estados Unidos, Yque era entonces director de La Corporación de Servidos PúbUcos
de Nueva J~. Stanley (más tarde Lord Ashfl.dd) Y P1ck, hombres con pwonall-
dades muy distintas pero complementarias, formaron uno de los mejores equipos ,
de gestión en la historia del transporte púbUco urbano; a partir de 1933, al formane
la SocIedad de Transporte de Londres, AshBeld se convertiría en presidente y P1ck
en Vlceptesidentt: y director ejecUtivr:FJ. En 1912, cuando la Sociedad de FerrocmI1es
Subterráneos absorbió a la eompar\ía General de Aurobuses de Londres, P1ck. que
en aqud momentO era el dim:tor cornetdaI. empezó a organiZar líneas de autobuses
que saJían de las estaciones terminales de metro, siguiendo el mismo modelo que
anterlorm6lte había utilizado Yerltes con los tranvias. Al cabo de:seis meses y con
76 CIUDADES DEl. MANAN'" U. CIUDAD DE LAS vtAs DE CIRCUNVAl,,\,CIÓN AIAJ.ROTAOAS 77

el eslogan .Donde termina el metro el autobús empieza". consiguió doblar el mi-


meto de líneas, y multiplicó ~r cinco el área de servido.
~ro esto era provisional. Después de la Primera Guerra Mundial. Plclt analiz6
sistemátlcammte los vados en las UnU'i en 5efVkio y Las posibilidades de crear otras
nuevas. 1.05 sucesivos gobiernos, convenddos de que las obras públicas ttarl una
nu.nera de disminuir el desempleo. proporcionaron dinero público sin Interés o a
intelOCl muy Ntos6l. Los ruultados se presentaron en una 5erie de Informes que
Pió ~I mb Kadémlco de los dim:toteS- fue: mviando a partir de 1927 a 1iI ~
dxiOnts de pt'ofesionaJes: una Unea de metro circulando a una veloddad media
de Z5 millas a la han, podf.a SUVit urnI área urbana de un radio de 12 millas; si se
espadaban las estaciones de las weras y se ttrnIb;m algun.u del centro (como
P1.ct hlZo en la linea de: P\adllly entre 1932 y 193'l) se podri.a atmder a quina!
millu. ptro se consideró que as! nadie pagarb. más de 6 peniques por el vtafe. de
modo que: a firWes de los anos 1930 -<UMldo se construyeron las últimas exten·
slones- la red de metro se dio por conduiWl".
El desurollo. ;así iniciado. tomó dos formas. ambas anticipadas en 105 mode-
los lnicla1e5 de afileS de 1iI guem.: bI prtmen fue la ~ de Yo espeaJlacYln cons-
~ prlndpUmelltt aLtedcdoJ de Londres. en parte dentro de los esquemas de
li planiflad6n de 1J. dudad, en parte ~tándosc iI dios; 1J. ~ consistió
en las grandes construedone5 lit ~ h«:tw por las i1utoddades klalcs, sobre todo
alrededor de las gnndes dlJ(bdes, galcralmmte m fol'lJl,J. de dudad s¡¡tBIte die-
pendiente y Ullkh a 1J. dudad rudR por medio del mnvia, autobúJ o fenoarrtl.
AlIlW formas fum)n aiticadas por mo~ en 1J. pJaniflcación; pero mient:raJ 1J. pri-
mera. crítica fue silenciosa y pardal. en el segundo caso se convirtió en universal e
inldó un movimiento en faY()( de slsremas de planifiGildón de dudades y del am-
po más efectivos.
rlg. 3.8. ~ymond UnWUlJ>.!uy lnnuldo por W1Illml Mortis YJohn
Rtukin. fue el a-tador con 8any Pukn del estilo '-rqulteCtónk:o
• de Iu ducades y burlOl jardín.
El legado de Tudor Walten

Hasta la Primera. Guerra Mundial, W autoridades locales bI:itánlcas contIibuyeron Hatm 1 Want (La casa que quiero), publicado en 1918, el capitán Relss, reforma.
poco en 1J. construedón de viviendas: un total de 18.000 bajo el amparo de la Ley dor Intetesado en el tema de la viVienda, tSCribió que .es un htcho en el que ts-
de 1890, la mayoña de ellas en Londres; mientras que en~ 1910 y 1914, las de- tán todo:'! de acuerdo, Incluso los que creen en la empresa privada, que, Inmedla.
molldones llegaron a superar las construedones t7 . Y, aunque se agravó el proble- tamente después de la guerra, la única poUtica que se puede adopw.. es la que Implica
ma de la vivienda para la clase obrera. no se llegó a ningún acuerdo sobre las po- la intervención de las autoridades locales en la ronstruedón de viviendas.• Es tris-
,lbles soluciones; alguno" como Nettlefold en Binnlngham, pensaron que la te que los hombres que han ido a luchar 'por su hogar y su país' no tengan casa
leglslad6n de 1909 dari¡ alas a los constructores privados; otros creyeron que la ro- digna de este nombre y poco que agradecer a su país,.71.
laboradón en~ empresa pública y pñvada podría ser la respuesta". Pero, de he- Todo esto iba a cambiar. Casi de la noche a la manana, las viviendas para las
cho, dwante la guerra el problemil se agravó; en Glasgow la gente se negó a pagar clases trabajadoras -el t~rmlno todavia se usaba normalmente y se seguiría usan-
los alquileres y en las zoniIJ donde habia flibricas de armamento se estableció un do durante un tiempo- se convirtieron en una responsabllldad pública. Entre las
control sobre los arrendamientos". Al finalizar la guerra. el gobierno se enfrentó dos guerras las autoridades locales construyeron más de un mlllón de casas, la ma. I

a un dUerna; quería suprimir este control pero no se atreVÍa si previamente no au- yoria unifamiliares y con sus propioslardines. en ciudades satélite que se situaron
mentaba el número de viviendas, y esto sólo se iba a conseguir por medio de la In· en la periferia de las grandes urbes. Algunas veces, como las construcciones de
ttrVendón de w autoridades locales lO . En un libro que tuVO gnn Influencia, TM Manchester en Wythenshawe. de llvtcpool en Speke. o de Londres en Becontree.
-
78 CIUDADES DEl. MAJ'lANA LA CIUDAD DE lAS vlAs DE CIRCUNVALACiÓN A!.UaotADA5 79

llegaron a convertirse casi en nuevas pobladones -aunque caredan de la suficiente lera~de casas, un jardín para cada familia. uso del espado que quedaba detrás de
Industria como para ser 3utosufldentes. Pero fueron 105 mayores proyectos urba- la~ casas como lugar de recreo, énfasl~ ~n las calles sin salida como lugar seguro
nisticos de la epoca. haciendo que las ciudades jardín de enlonces quedaran pe. para el juego de los n11'\0s, Pane de estas recomendadones habían .salido de un
quenas: Becontrtt: alcanzó 116.000 habitantes en 1939, mientras que en los anos interesante experiml!nto qu~ l~ habia permitido contar con una Comisión d~
1930 Wythenshawe ya ttnía un terdo de esta pobladón. Mujeres para la Vivienda, d~l qu~ parece. Unwin habia utilizado sólo lo qu~ I~
Fu~on el gran logro, aunque otros consideran que fueron el gran fracaso, de Interesaba -rcchaundo otras ld~as, como por ej~mplo que cada casa tuvIera un
Raymond Unwin. Aqui. y no por última vez. nos saltuern05 la secuend,¡ histórt· salón ind~pendi~nt~1t,
ca. La gran fama de Unwtn venía de sus dlse!\05 para la primera dudad jardin en E1lnfonn~ era ~Slant~ r~lnI; lo que resultÓ utraordinario es qu~ se llevara
Letchworth y para el burlo jardín suburbano de Hampstead, que comentaremos a la practica con ranta rapIdez.. Pero la vtnUd era qu~ el gobierno esUbil asustado.
en el cuanocapituJo. En 1915. haciendo un gran sacrtfidoeconómico. Unwin ce> El día despué's del Armlstido, Uoyd Geor~ convocó lo que mJs tal'(k se llamañ-
l.1borÓ con b. Junu de Gobierno LoaJ como inspector de planificación wbaruJ, an Elecciones Cupon, prometiendo, en unas de esas dlrl>m; fnses qu~ siemp~ se
con la ldu. de poder tener dma influencia en La retorna de viviendas. Dos atlas dtan mal, _vivimdas dignas !»ora los héroes qu~ habian ganado la guerra_",
mis tarde, llegó su oportunidad: fue nombrado miembro de la Comisión PM'I 1.1 Durante el siguiente mes de ftb¡~o, ya en el sobieno y en W1I reunión de minlsuos,
Viviend.1 presidlda por Sir Joho 1Udor W.1lters. que p~tÓ su informe, en octu- d primer mini5tro contó la siguient~ anécdota:
bre d~ 1918, un mes ilIltes de que la guerra taminara.
Est~ lnfonn~ fue sin d\Jd¡ uno d~ los qu~ más influyó el desarroUo d~ la duo Un hombr~ iICOIDOdado Sor unió a una protcstil de minuol. Uno de ellos, Wl esco-
ds rdativamente educado. Jedllo: ¿Silbe dórlót vh'o1 VIvíiI en WliI de esas cua.s ~
dad britinlca del siglo xx. Esendalmente contempla~cuaao propuestaS. La prl-
sada.s poc 1iI part~ de dctris. cuyas a¡uu ~dUil1es pasaban por debljo de la sa.La de
maa conslder¡b¡ qu~. aunqu~ las socI~es fo~ por grandes empresarios, estar,. Y tenia que vlvu iI1lf con sus hijos. Le dijo: 4lmaginese que tuviera que vivir
aeadas con la finalidad d~ atender los intereSeS públicos. <OIUtItuian un auxillar con sus hijos en estas condkiones, ¿que twi.a USted?.., El hombrt .JICt'!"!Odildo le ~
imporunt~ en el nab¡jo d~ las autoridades locales-, eran c:stilS Ultimas ~ent~· pendió con sJnctridad: .Me hiIriiI bolcbtviquea n .
m~nt~ subvendonadas por el gobicm~ las únicas que podfan ~allzar la Clna de
construir SOO.OOO casas en poco tiempo. 100.000 al afta; los promotom; prindos, Nevill~ <:hamberlaln respondió: _estOy de olICUftdo en qu~ el probItmiI de la vi-
quedaban en pan~ descartados por ellnfotm~ qu~.u\adíaqu~ _presentan un pro- vienda se ha agravado tanto qu~ puede llegar a amenuar la t:StiIbilidad del esta-
bI~ma bastant~ más difidl, pero timen dertarnent~ un lugar>o. Segundo, las auu> do. n , Al mes siguient~, en otro consejo d~ ministros. Uoyd Gtorgc Insistió ~n lo
rtdades locales debían corntrulr en las ~er.JS d~ la dudad, en su~1o barato donde que. evidentement~,se habia convertido en una obsesión:
todavía no se hubiera edificado, planificando c;uldadosamenr~las etapas d~ cora-
ttued.Ón de viviendas con ~I dt: apertura de nuevas tínea.s d~ tranvía d~ manaa que En poco tiempo podemos tener mis de una lerctra PMte de Europa convertida al
boIchevtsmo { } Gran Bm.aIIa aguantan pero sólo si la gente piensa que puede te-
no tuvl~ran que pagar más por un sudo revalorizado: _ ner ronfimu ( ) Les hemos prometido reformas una y otra vu. pero hemos h~
Para ~tar fututa.s agk>meradones en las tonas ya habita<bs de las grandes dud¡o
des. lo m~lor es edificar en las olituer.u. y el primer pa.so en esta d.iucdón es plani-
ficar paralelamente y con rapidez los nuevos proyectos d~ etudades y las futur.ls ex·
cho poco (.., ) Incluso si va 011 cosw den millones de libras, ¿qut es eslO compan.-
do ron la estabilidad dd Estado ml

Un mes mis tarde, el secretario parlamentario de la Junta Local d~ Gobierno


II
tensiones de tunvla.s u otroS me<lios de transponen.
repitió qu~ .eI dinero que vamos a invertir ~n vlvI~ndas es un seguro en contr del
Tercero, consideraba que en estos lugares, era posibl~ y deseabl~ qu~ se cons- bolchevismo y la revolud6n.1'I. Y esto no sólo qu~tia decir edificar casas. sino el
truyera con densidades mtx1mas d~ 12 casas unifamiliares por acre, cada una con modo como iban a hacerse: .Las nu~vas casas que va a conSlruir el Estado-<ada
su propio jardln, tratando de ahorrar terreno por medio de una cuidadosa planl. una con su ¡ardin rodeado de árboles y setos. y equipada con todas las comodida-
flcaclÓn --d~ la qu~ daba numerosos ejemplos, Cuarto, para asegurar la buena ca- des de los hogares de las dases medias- son una prueba visible de que la revolu-
lidad del dl.St:l'\o, los proyectos deberían ser hechos por arquitectos y luego apro- dón no es necesarla. lIll.
bados por los comisionados locales de 1a]W1ta de Gobierno Local o IXIr su equivalente Se firmÓ esta póliza de seguros y recibió el nombr~ de Ley Addlson, puesto
escocés n , que Christopher Addlson era el Mlnlsrro de Reconstrucdón y. en aquel momen-
El informe significaba el triunfo personal de Unwln. Todas sus Ideas bblcas, to, también d~ Salud: ofidalmente fu~ la Ley de 1919 para la planiflcadón de vi- •
recogidas en su tUtO Not.hing Gainl!d by Ova'crowding! (No se gana nada amon- vlendas y dudades, Obligó a todas las autoridades locales a hacer estudios sobre la
tonando a la gente) (1912), estaban aqui: distanda mínima de 70 pies entre ca· necesidad de viviendas -no tan sólo en reladón a la demoUdón de viejos barrios
S.Js para garantizar ~I sol d~ Invl~rno, reducdón de la longitud d~ las clásicas hl· pobres. sino en gen~ral- a proyectar nu~vos planes y realizarlos. Tambitn garanlÍ-
80 CIUDADES DEI. MA.'ilANA LA CIUDAD DE LAS VÍAS DE CIRCUNVAU,CIÓN ABARROTADAS 81

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Flg.l.9. Nodring GaiMd l1y (Mrmrwd;rrg! Este lexto de UnWin,. publIcado en 1912, significó
el fin de las Cill1n reguladas (by-/uw stTffl) e tnldó la época de los ~ges~ Y los proyectos
utW.nlsticos del Consejo de Londres.

zaba un subsidio estatal, independiente de los costes, para responder sobre las po- ,
sibilldades financieras de los inquilinos; los costes no podían ser transferidos&l,
También obligó a las zonas urbanas con 20.000 habitantes o más a elaborar planes
generales. Hall GrawIl! nuor Plan.
FJ mismo afio, el Ministerio para la Salud -nueva cartera que había nacido de
Flg. 3.10. CQtt¡lgtS HQrMS {or rM Ptop~. (Hogares para el pueblo). Planos de UnW\n pnxedenlf:5
la antigua Junta de Gobierno Local, y que era responsable del nuevo programa del Manual de Salud de 1920. siguiendo las recomendadonf:5 del Informe de Thdor Walten.
para la vivienda- publicó un influyente manual sobre la vivienda que llevaba el se· Se coruotruiñan milf:5 de ellos a lo largo y lo Olfll:ho de Gran 8retatI.J.. sin emb.irgo 10J miem- •
110 de UnWin: su idea principal, que las densidades urbanas de 12 casas por acre po- bros m.1s purbtas dei moVimiento de l.Ol ciudad jardín se sinliuon traicionados.
dIan justificarse por razones de coste, había salido de Nothing GaWd by ~Ing!.
También recogía otros puntos dellnforme de Tudor Wa!rers como por ejemplo la
-
82 CIUDADES DEL MAJ\lANA LA CIUDAD DE W vlAs DE CIIlCUNVAlACIÓN AaARROTADAS 8J

distancia minima de 70 pies ent~ viviendas, que ~5e convirtió en una práctica Sin embargo se hicieron según las últimas Ideas de Unwin, e5 decir en forma
aceptada universalmerllt a pnat de que no estaba ni escrita, ni e.:l:plicada.. a:. Pero de satélites periféricos en lug3r de dudades jardín Independientes. El Consejo de
se inclula otro punto que Unwin había presentado en una conteu'nda hKha en Londres colocó 19.000 habitantes en Watling en el noroeste de la dudad, 30.000
la Univenidad de Manchester en 1912 y que posteriormente también quedó refletado en Downham en el sureste, 40.000 en SI HeUer en tomo de la nueva estación de
en el Informe de Tudor W¡llers: las nuevas construcciones deberlan tener forma de meuode Morden, y no menos de 116.000 en lit gran dudad sat~Ute de Becontree,
.sat~liles· semiaut6nomos mb que de lardin independientes. UnWin
. dudades
, el área residencial suburbana planificada mas v:tens.1 del mundo, y más grande que
hizo aqui su definitiva y tmibl~ente influyente ruptura con el evangelio de la du- muchas dudades bitánlcas de provinda, Significaron una gran me;ora en cuanto
dad jardín pura. a la vivienda, aunque. ltónlcamerlle. fueron los anesmos, 105 pequer\os comen::ianteS
En 1919, esl" propue:sta fue desafiada por am inidativa del ministerio: :se tra- Ylos oficinistas. y no los realmente pobres. los que pudieron costur el ~ gas-
taba de una nueva comisión que induía a ChilffiOOlain como presidente, George ro de los alquih'm Y las tarifas de transpOrte'O. En. cuanto a la arquitectura eran ejem-
Pq)ler (el jefe de urlwtlsmo de Unwin en el ministerio) Yel capitán Reis5, cuy¡il mi- pk)s -sub-Unwtn. de segunda ciase, limitándow: I ~ el M~IW de Constrncdórl
sión enl lnfOrtnM 5Ob~ el problema de I~ .iru.s insa.Iubres.. En su Informe provi- , con poca imaginadón y menos Inspiradón. ~taban aburridas: los nive1e5 es-
sional sobre Londres, publicado en mano de 1920, se especificaba que la capital tablecidos durante los primeros anos en Old o,u'habían sufrido un SÚbito y tris-
todavia sufri¡ un grave prob~ de vivienda: 18-1;.000 peDO~ de b. zona del te dedh~.
Consqo de: Londres vtvian m iros insa!ubn's, Yun tota.I de 5-19.000 m coodk'iones
poco ytbfactof'ias. Habia dos soIudone5: o aummtar la d~ldad o trasladaI la
pobladón. La primera soIudón era .. poco iKiecu.ada para las dases mbajadoras
, En cuanto a urbanismo, se dedicaron a copiir los peores errores de la cons-
trucción es~ra. la ampliadón de White Hart Lane, ~ nuevas zonas de
WonnhoIt, HarnmersmJlh y St Helier e5t1n amvesadas por amplias c:arretetaS que,
que terUan a su C3l80 las la~ domésticas y d cuídado de los nil'\os-, y porque de hecho, se ~ al mismo tiempo como putes Integrales del. oonjunto (aun-
significaba ponerlos .1 la merad de cualquier inquillno indeseabl~; los mMicos que, a decir verd.Jd, ¡ Unwin y Parker les suadl610 mismo en el extremo norte de!.
ofictaI.e5 y los aslstente5 scx::ia1es opinaban que .10 que rnlmente deseaba la gm- barrio jardin suburbano de Hamps:te.ild); lUldie, por lo visto, antidpó lo que el tra-
te ttabaladora era tmer una casa Indepmdient~D. Por lo tanto la solución a lar· fico iba a hacer al entorno. En estas zon.u habia poco ttalHjo, y el tramporte pú-
go plazo era la comtrucdón de dudade5 jardín, basándose en las pcqudw duda· bUco que conducf.¡ a los lugares donde lo habia aa Insufidmte; I finale5 de 1930
des provincianas de 30.000 o 50.000 pttSOnas que estaban rodeadas por grandes se llevó al Parlamento d probl.em.l de la saturaCión de la línea de metrO de Molden
ctnNlone5 verde5. Pero el problema era cómo coordinar la re!adón mue viVien- (que servia tanto a Watllng como St HelJu), y el humorista Mu Miller empezó a
da e Industria: .la única rnaner.t de romper e5te árcuIo vidoso e5 por medio de la hacv chistes poco recomendables sobre el tema'l; basta que en 1932 se amplió la
Inversión e5taW (...) de un considerable capital (...) cuyo m1ito no podri r~ Unea de metro de Dtstria, los wlW'Íos prOCeder1tes de 8«ontree tardaban 7S mi-
hasta de5puts de un largo periodo ..8-1. Y para dio, lo primero que habla que ha· nutos en llegar a Chuing Cross". Ninguna de es4S nuevas zonas subwbaflas, ni
~ era p~rar un plan Integrado de desarrollo para toda el hea de Londres". Un • siquiera las más ~des. tenían prmstos cinturones vudes, aunque Beconttee te· I
afio de5pub, en el Informe final, la Comisión Insistió en esta última recomenda- nia un esuecho y pequeno ~rque. 'En 8econtrft se plantaron muchos árboles,
dón al tiempo que pedia prestamos al Estado para lnidar la construcdón de duo aunque, como el socIól.ogo Terence Young escribió en su informe de 19,34, ..los ni·
dade5jardEn M , nos han hecho que su existenda sea precaria,.; ni en aquella época el mundo es-
Era pedlr la luna. En 1921, despub de una campai\a de la prensa de Beave:rbrook laba libre de vandalismo". ••
y Northdlffe en conm del despilfarro del gobierno, Uoyd George tuvo que saoi· Los nuevos barrios no eran del agrado de s~ nuevos habitantes; en Beconrree,
flcar a Chrlstopher AddLson -responyble de todo el proyecto, primero como mi- que era el que quedaba más distante, se marcharon más de JO.<XlO personas a lo
nistro para la Reconstrucción y más tarde como ministro para la Salud- para Intentar largo de un periodo de diez anos y más de 10.000 lo hlderon entre 1928 y 1929";
salvar su prKaria coalldón gubernamentallr • Su sucesor en el Ministerio de la en Watlipg, en el noroeste de Londres, zona inspeccionada por la laven Rulh
salud, Sir Alfred Mond, canceló el proyecto. la época de la reconstrucción, de los Glass a finales de los anos 1930, muchos se habEan ido y habían vuelto a los ;vie-
hogares para los húoes, habia terminado. Siendo sinceros habría que decir que los jos batrios pobres porque no podían pagar los alquileres ni las tarifas de los me-
prbtamos para la viVienda volvieron y con ellos la construcdón a gran escal3 di· dios de transpone9S . Mientras que otros, Indudablemente, anoraban el bullido de
riglda por las autoridades locales: y ello fue gradas a la Ley de 1923, curiosamen- la dudad:
te cuando Chamberlaln sustituyó a Mond en el Ministerio par3 la salud, y el go- •
bierno laborista de 1924 promulgó la Ley Wheatley, que significó una vuelta pardal Una noche durante el otonO de 1937, en los primeros tiempos de WalÜng, un..
mujer golpeó con fueru la puena de su vedn.., Cuando le ..brieron dijo: ¿Qué ha
al programa de 1919. Entre 1919 Y 1933·34, las autoridades locales brltán1cas cons- ~do?- ¿Qut sl,lctde? ¿Qut debería haber pasado? le preguntÓ la vedna. La mu-
truyeron 763.000~, un 31 por dento del toUlM. jer respondió todavia ¡justada; •Todo esl! tan slleno()$(»ON.
.. LA CIUDAD DE lAS vtAS DE CIRCUNVAUClóN ABARIl.OTAO"-S ss

Estas nuevas zonas suburbanas construidas por el Consejo de Londr~ tampo- pequenos ingresos -trabajadores manuales cuallficados que ganaban tan sólo 3 li-
co eran del agrado de los antiguos vecinos: en los pertódicos locales de Becontree bras y 10 chelines (3.50 libras) a la semana- pudieron comprar lOJ . En los atlos 1930
se contaban las típicas historias de que muchos arrancaban las puertas de sus nue- con una libra a la semana se podía comprar el tipo corriente de casa semiadosada
1
vos hogares para hacer fuego; en una encuesta que se hizo en los ai'l.os 1930, se In- con tres habitadones, mientras que los que ganaban entre 300 y 500 al atlo -maes-
cluyó esta aspera conversadón: tros, empleados de banco, fundonaros del estado- podían tener mejores casas e in-
duso acceder a las que no estaban adosadas'Of.
Mrs. Basw.rd Ustedes han estropeado mi casa Estas drcunstandas condicionaron fuertemente el producto resultante.•Para
(dirigihuiost al fundorwrio d~1 Consqo)
¿Vive alguno de ustedes cerca de una de estas nuevas viviendas? venderse bien, la casa debía parecer de dase media, pero además también tenía que
(al no reciUir ningll11¡l ~put$til) ser barata». Esto quería decir que debía tener un aspecto romántico, un estilo con·
No. no lo creo. servador y ser barata de COIUtruir pero que, sin embargo, debía ser el símbolo de un
(dirigi~ allnsptdOT Ikl ministnio) status social 1OS• La propaganda de la empresa Novean Homes se dirigía: a «famillas de
¿Vive mite<!. cerca de uno de estos; nuevos barrios? buena educadón que quieran poseer una casa de la que sentirse orgullosos por me·
El il'tSp«tof Acaban de comprar unos terrenos cerca de mi CaJa.
nos de una libra a la semana~IOli. «Todas las casas son distintas» y «No hay dos casas
Mrs. Bastilrd ¿Le parece bien?
El inspector No". iguales_ eran los eslogans favoritos 107• Debido a que en 1920, el ReaJ mstltuto de
Arquitectos Británicos prohibía la práctica de la arquitectura especu1adora, la mayoría
de estas casas -casi tres millones entre las dos guerras- fueron dIseftadas por ayudante'i
sin cual1ficadón o se copiaron de modelos extraídos de libros y revistas. Las grandes
La construcción de las áreas residenciales suburbanas empresas sólo empezaron a contratar arquitectos a partir de los IDOS 1930101 .
De todaS maneras, durante los aftos 1920, se proyectaba sin demasiada visión
Esta reacdón venía, evidentemente, de alguien que vivía cerca de las nuevas áreas urbanistica. Aunque las autoridades locales trataron de seguir el ejemplo de
residendales suburbanas que habían apareddo en Inglaterra, pero que en nlngún Birmingham y Ruislip.Nonhwood realizando proyectos que seguían la legislación
sitio eran tan Visibles como en los alrededores de Londres, En estas zonas surgió una de 1909 y, más tarde, la de 1919 y 1932, los constructores no siguieron este cami-
nueva industria que servía a un nuevo mercado. Ante'i de la Primera Guerra Mundlal, no; además, el Ministerio de salud no daba normas ciaras, ni había urbanistas lo-
la inmensa mayoría de la población alquilaba sus casas. Después de la guerra, una cales euallficados lO9 . Los ayuntamientos, presionados por la posibilidad de de-
serie de factores empujaron a millones de personas de las nuevas ciases medias a mm- mandas por compensación si se negaban a dar permisos para edificar según la
prar. Los grandes cambios en la estructura de la economía habían creado una nue- legi.sladÓn del momento, aceptaban de buena voluntad los ofrecimientos de los em·
va dase de trabajadores de cuello blanco, que entre 1911 y 1951, pasó del 20 al 30 presarlos que cedian suelo a cambio de permisos para edificar con mayores densi-
por ciento de la población activa". Los Ingresos reales de una gran parte de la po- ~ dades y a más bajO preclol\o. Muchas zonas eran como Edgware, donde, en 1927,
bladón -especialmente de este nuevo trabajador de cuello blanco y de los obreros el presidente de la Asodadón de Contrtbuyentes dilo que pareda que los especu-
cualificados, euyos trabajos se hallaban concentrados de manera desproporciona- ladores del suelo habian sido los planificadores del proyecto de urbanizadón; ..No
da en el propio Londres y en sus alrededores- crecieron mucho. Las sociedades se ve ningún interés estético por ningún lado~"'. la calidad de la planificadón de-
constructoras atrajeron grandes inversiones, espedalmente durante la depresión pendía del dinero que cada uno podía pagar.
de los anos 1930 cuando las acdones Industriales dejaron de resultar atractivas. Por
medio de diversos métodos -seguros garantizados, creación de empresas construc- Si el proyecto estuviera bien hecho se vería en la variedad del estilo de las (asas, en
los c:aminos sinuosos que darían lugar a espacios curvados, en los generosos jardi-
toras en las que el promotor corría con los riesgos- la proporción de dinero presta-
nes y en los márgenes llenos de árboles y (bped. Pero, en la mayoría de los (asos,
do pudo elevarse al 95 por dento; durante los años 1930 en Bexley, se podian ob- el nuevo barrio que está en manos de los especuladores no tiene idea de conjunto,
tener las Uaves de las casas más baratas dejando un depósito de 5 libras, y si el los promotores van construyendo de una carreteril a Otra hasta que todo queda lle-
comprador no las tenía, el agente de ventas podía prestárselas. A mediados de los no (...) El resultado suele ser una laIga monótona extensión de casas semiadosa.das
anos 1930, los intereses llegaron a bajar hasta el ~ y medio por ciento100. similares construidas a lo largo de una carretera repleta de tráfico, rodeada de sue-
lo agrícola medio abandonado. lejos de cualquier DUeleo de servidos, de las es-
Los grandes promotores como Costain, Crouch, Laing, Taylor Woodrow, Wates
cuelas o de los medios de transporte llI •
y Wimpey competían con peque!\as empresas que viVian con precarios márgenes •
de beneficios y poca liquidez. que a menudo desaparedan, pero que mantenían pre-
dos muy competitlvos 10l . Además, durante la depresión agrícola, el suelo era bao Como la fachada era una de las cosas más caras y la que seftalaba el coste de
rato; se podía comprar un solar por veinte Iibras 1O:2, Por lo tanto las familias con la casa, se edificaba en solares estrechos y alargados, de 25 o 35 pies de ancho, que
T
I
vIAs DE CI/lCl/NVALA.CIÓN AaA/lJlOTADAS
86 aUD"DE.S DEl. MANAN" LA CIUDII.D DE lAS
"
cunvalación que se habían proyectado para reducir el tráfico no ruvieran ningún
tipo de limitación de construcción en sus márgenes laterales hasta la Ley de 1935.
El resultado fue inmonallZado por el humorista Osben lancaster que lo Uamó el
paisaje de .Ias vias de circunvalación abarrotad.ls-:

(...) aqui hay unos fmwticos aleros saados del An Nouveau coronando una (¡.
chada de inspiración da.lamente modernista; alll unas vigas retorcidas y UllO$ ais-
tales emplolrul.dO$ Tudor que conuaslan aJegrtmente con unas tqas \lUdes y bri·
llantes de dudoso origen; en la puerta de a.Ilado hay U!U.S placas de terr.K'OO. tipo
holandés que dan vida a un porche de lrul.dera blanca estiJo WlIllblendon de tran·
Yción que da mayor relI_ a un garage de ladnUo rojo que recuerda vapmmte d
romanicol u.

Rúnicos nombre:s como Meadowside, WQOdsview y F1elsend (a.Ilado del pu-


do, vista 500«' el bosque. cunpo) pronto resultaron Inapropiados; el ~j(x::a.rtil
del sur, con ~ estadones contiguas ~ Parlt -Raynes Park, MOGpW Pan
YWora:sler hrk-, deddió por fin prescindir del nomb~ y a la cuarta estación. con
mucha más propiedad. ~ llamó Stoneldgh (pl~)Il'.
Estas nuevas viviendas fueron ridiculiz.ad.ls y criticadas. Puo los críticos pro-
adian de las ~ a.ltas Y los criticados de las infmores y medias: en uno de es-
tos típicos barrios. Bexley, que vi6 aece 18.000 casas y recibi6 52.000 pmonas (fu.
note los aJlos 1930, el cauodr: 1951 COrJStatabaque ~ lnmms.a auyor:ía proadían
de la Clase Socia.l ID, formad.l princi~ente: por trabajadores manuales cualifI.-
cados YtramjadQm; no manuales jóvmes ll '. Como venían de: casas situadas en-e;¡-
Fl¡. 3.11. l..as l'W de dmlnn1Ki6n ablrrotadas. La d~da ytUa de Osbert Unasctt
venWU$ emp6omadu. cortinu de maje, sudoJ aprkbosos y el trlddo de los b~.
Ues reg.lamentadas~, con retrete en el extmor y sin bai\o, ahora disfrutaban de
una considerable mejOra en su alldad de vld.l, puestO que ~fuera cual fuera su lu-
gar en Ii. escala dd esnobismo, los nuevos bMrIos suburbanos tenían las mismas
características: casas unlfamllwes con jardín en un ambiente más o menos aleja-
se ~n en hill!:ras panlelu dI!: parcelas Idmticas. Lo ~daJ dI!: esta construe·. do de Ii. suciedad, el ruido y la congestiÓn de la dudad~ll'.
d6n era Ii. rapidez; un paisajl!: nuaI podía trawfonnarse m wbano en menos de Ptro los nuevos barrios residenciales aún blcieron más por sus habitantes. Por
un mes. se arrancaban los árboles prescindiendo de todo respeto por La narunJe- muy uniformes y monótonas que I~ cuas pudieran parecer desde el extmor, pan
za; se ttUilban carreteras sinuosas que no tenía ningún sentido o slmplemente se sus nuevos inquilinos cada vivienda tenia sus peq~ vartactones, hechas durante
seguían antiguos caminos nuales, todo muy monótono pero al mismo tiempo O't;. la construcdón o anadidas. que le daba un toque de Individualidad: una ventana
aba sensadón de desasosJl!:golU. El r~ltado era un barrio suburbano m!ado. en de vidrios de colores, un porcbe, una buena cOCina, Incluso un enanito en el jar-
el que el tipo de casas y su densidad sel'lalaba rápidamente el status sodal de sus din. la propia casa estaba dJsct\ada para expresar su Individualidad; de ahí el mi-
habitantes. la legislación de 193210 empeoró al permitir que los ayuntamientos rador y la puena en la esquina, la gran variadón en los pequenos detalles. la falta
decidieran sobre este tema, una casa cada 5, 10 o ZS acres, sin que nunca se esta- general de espacio colectivo alredeclor de la casa, todo consdentemente pensado
ble<:tera ningún tipo de compensación 1)•• para que se paredera lo menos posible a una ~casa del ayuntamiento,.1I9.
Nonnalmente, se soU" empezar construyendo un núcleo de tiendas y pisos en Pero a los arquitectos no les gustaba. En los aflos treinta, criticaron sistemátl·
falso TudOt o en estilo clásico adulterado, alrededor del tranvla o de una parada de camente los nuevos barrios residenciales suburbanos tanto en las revistas como en
metro; un cine gigante ¡>OdIa ser también otro de los componentes. A partir de ahí los congresos. Parece que su principal defecto era que desentonaban de los mode·
la urbanizaciÓn continuaba en franjas, sigulendo las líneas de autobu$e5 que cir- los de buen gusto dominantes: tanto del esrilo neo-georglano que todavía se ense· •
culaban por las vías de circunvalación, que, a comienzos de los aJlos veinte y mi- fiaba en las escuelas de arquitectura Imponantes como la de Uverpool, como del
tad de los tl:ltinla habían sido financiadas en dos etapas, por medio de prognma.s nuevo estilo moderno sin concesiones defendido por los jóvenes miembros del
de ocupación de trabajadores desempleados. Resultó irónico que estas vías de cir- ClAM (Congreso Internacional de Arquitectura ModemaJ uo . la gente habia prete-
.. CIUDADES DEL MANANA

rtdo las coquetonas imitaciones de estilo vernacu[o derivado de la vieja tradición


arquitectónica dirigida por John N~h en Blaise Hamlet y en Parlo:. ViIlage West, y
que posteriormente fue retomada por victorianos tardíos como PhllIp Webb, Nonnan
5haw y Raymond UnWln. Puede ser significativo que los dos prtmeros se opusieran
a la Idea de la arquitectura como profesión cerrada, y que Pilrker se inidar¡ como
decorador de Interiores lZI • Pero, evidentemente, ~ resultado era un verdadero pas-
tiebe; y a V«'tS con poca grada. Osbert Lancaster fue el que lo d~bi6 mejor. es
decir de manera más wvaje. que cualquier atto miembro de la profesión:

Si Wl uquitKtO Ueno di! energia. trtmmdnneme ingenioso y con Wl gran cono-


cimiento de as esuuctuns, hubiera dediado vvios mOl de su vi<b a ¡prender
eómo corue¡uir d mb:Jmo de incOnVUlimtes. lMlto m La forma corno en la dls-
tribudón de un ceno n ~ de habi~es!Mjoun mismo techo, Y le hubiera
iUistido un CI.ltfpO ~ de lnvenipócns dle La historU. de La uquitectIJR bus-
cando los materiales y las ideu corut:ruetivas del. pagcy, mmos ¡traCtlvu, es c:.asI
pc:>sitM, aunque bastante ImprotMbk, que bubien lkpdo a dtYrroUu un estilo tan
Utnlvapnte como ti dd consuuctor esp«ubdor. que, $in guw su mergf.ll mm·
tal, hlo enriquecido el ~te de uno y otro ~ de nuestraS grandes vW Mtertales
(...) 0b5efvem0s cómo la dbpucsto las cuu. de modo que d mil'jrDQ de ~jf:
h.1 quedado destroudo con d mínimo de ¡uto; vumos cómo los lnquIUnos tic·
nen UlY excelente visu sobft la YkU pri~ de sus vcdnos y oon qué estudiado
dmb'l ~ d sol se han proy«Udo Las h.ablt<Idoncs prind~CS'Zl:.

La venganza de los arquitectos

Tanto si las uvas ~ veroes como maduras, los arquit«tos pedían ~ No


ean los únicos; aunque fueron los que lideraron el ataque. SUs metáforas ean mu-
dw: ~ militares, otras cllnic:as. Clough WIlliams-Ellis en su libro EngIand and tM
Ot:topus (lngIatma yel pulpo) (1928), e:saibi6 sobre la wnsttued.6n eo franjas call-·
fiándola «de feos y pcqumos cdifldos que oeceo y se multiplican como ortigas a
lo largo de un desagüe. como piojos en un gusano..; los bungalcws -son una de las
pcorts enknncdades que afean Inglaterra y que habiendo empezado de una mane- .lg. J.12. La gr.m a¡¡tovII Ikl oeste, Al\os lrdnla, VIi.liI af:fril <k w vw ~ cirwn~laci6niIbiI-
rrotad.1s; ilgIomeración en tomo illa csucl6n de metlo de 05terlC')' (en pmn~ t&mino), brl-
ra tsporádlca. se han convertido en una verdadera epidemla LU. En 1933 deda: ¡atlle proyecto de 0ur1c5 HoIden ¡NrJ Frank P\ck.

Prderiria puar otro ¡¡ID de guen'iI en Ypres que vivir un ilOO de posgucrn en S10\1gh.
SI esto 5uena t:<a~do me gu5WÍi1 aplicar que re5ponde al prudente deseo de uno
que prefiere permanecer vivo de maneril feli2:. y que. en consecuenda, prrlIere te· banos. las rosas florecen en Metrolandla como en los foUetos.' 25 • Pero estos eran
ner un ochentil por dento de riesgo de morir por una billa, por el gas Oun bomba los barrios buenos, como SUrrey, habitados por los agradables personajes de fletieman
entre compafter05 heroicos que la ceneu de conilfSe el propio cuello en un lugar como Pam la chica deporti5ta y montatlera, o b. setloritaj. Hunter Dunn que se sen·
lleno de humUJame rniSttlall<. taba en el. aparcamiento todas las tatdts para contemplar el crepúsculo; en cam-
bio Slough, como Rulsllp Gardens -de cuya estad6n de metro
También para Betjeman, Slougb se convirtió en símbolo de todos los mores.
Sin embargo algunos de tstos barrios suburbanos le gustaban. como lo attstigua Con milC5 de gradas y usted disculpe
su trabajo en tel~si6n sobre el amor en _MwolandíaJO: _Un tspado delante de la deUcada Elalne se <llpea,
tu casa y chped y un .imol para el perro. Variedad creada en cada fachada de cada eran otro tipo de barrios y estaban habitados prindpalmente por gente de da-
casa ~n los colores de los .imolts. De hecho, el país se ha Ido a los barrios subw- ses medias y bajas que se hablan convertido en dtstroetores del. paisaje.
90 , U CIUDAD DE lAS vLu DE ORCUNVAUlCION AaAUOTADAS '1

Abercrombie. que en 1926 hal:tía fundado la Junta para la Conservad6n (mas


larde Protección) de la lng1aterra Rural, Imía una opinión más violenta sobre la en-
I U tradidóll tu desaparecido. El buen gtato eslá totalmente ~. No bay
ningún tipo de dir«dón cultiva<Ü, rn de correcdón por ~rte de la autoridad (...)
Us influcncw del campo neutralizan ~ duc1ld. Y 1aJ de la dudad neutn1luD el
fermedad de los .. bungalows..: .Hablando en serio, lno es deno que esla tnfcnne-
campo. En poco tiempo todo sen ncuttaUcUd, U fuerte y macOlHn2 'rinlidad de
dild ya h,¡ penetrado la piel? (...) ¿wguirán blasfemando durante mucho tiempo la duc1ld; L1 SUJve belleu, la ri<¡utt¡, ~ !Kundidad de la madre de los homIns,
lo que usted ha hecho bien en llamar blasfemOli bungalows? ¿Queda mucha tlm-a la tierra, se transformar.r.n en una bestia est&u y hermafrodlu. ulI•
virgen de Ingiatern, intacta?IU, Estaba muy preocupado por el crecimiento en
franjas: .Estas zorus rurales están (...) siendo colonizadas con 111 misma rKiorWi- La t3ÍZ. de este prcxcso de esteri1izadón habia surgido a partir de un fantasía
dad de agrupadón sodaJ, o la misma «OIlomía de promod6n de vMendas o La mis- sobre el campo:
ma ~ que existiódunnte la ~udón industtial dd siglopasado- 1r7• Ta.mbién
estaba convcnddo de que .. nuestn Inglaterra rural está amenazada ahora por un Durante denlos de anos tIemos udo como estas tt1adas que fantUtando con
pdIculas han pennaneddo ciegas a la suciedad que las rodeabllsoftando con ro-
cambio mas completo y súbito que en cualquier otro mommto del ~o-, es de- m~nticos mundos que nunca han existido. Lo peor ha sido este penoso deseo
masiado rápido pua admitlr ajustes automáticos u1 . Escribía con envidia acuca de huida que ha hecho que la bella y esperanZllda dudad Inglesa de hace den-
de: los practicantes chinos de feng Shut, lO dncuenta anos se haya convertido hoy en una miseria "ergonwsa y sin for·
ma ulI .
cuyo ttab.ljo t$ estudiar y descubrir [as fonna.s que hu tuena.s espirituales de la na-
turalua han producido y preKribir la manera en que todos [os tdIfldos. carrete·
ras, puentes, canales y ferrocarriles deben adaptarse a ellas, tienen mucho poder, La solución estaba en .hacer grandes bloques de pisos que pudieran contener
y nosotros ni tan sólo podemos sonar en hacer saltar por los aires ese bungaJow chi· una gran parte de la poblad6n de la dudad. -'Í evidentemente también del cam-
llón y presuntuoso o e! .Mollno Diabólico» o hacer desaparecer los anundos que po, donde las viejas casas rurales serian demolidas pata dejarles espadol:J<. De esta
d6truyen el palsaje'19. maneta Shaip se pasaba al bando de le Corbusler, dislanciándose de manera dara
de la tradld6n de la dudad lardln.
Sln embargo consideraba que mostraban d camino adecuado. Lo que si compartía con dios, y con muchos de los comentaristaS de su tiem·
En 1938 Williams-Ellis voMó al ataque ron Britllilf and tM &ast, (Inglaterra Y la po, t:r.l el tCITOr que Anthony Klng ha denominado LJ democntizadÓD del cam·
.Best\.a), un volumen de ensayos que recogía figuras tan demcad2s como Kryne, E. po: las dases medias y bajas y los trabajadores habían invadido una. zona que has-
M. Forster, C. E. M.load. G. M. Tm'dym Ymuchos oaos. En al~ presen~ la fa, entonces habia sido ~ de la arisux:rada y doo la tllte de las clases alw us .
.~ del P'\.Iebll;> al campo. wPala dentos de pmooas,.la IWUraIeza, redeDtrnY'fl1r En un ensayo de 1938, lNd lo expresaba daramente:
descubierta. era un sauce dooliado, pero los que se marcharon al ampo doovubde-
ron que tubía desapueddo: wDmtto doo d.n<uenta mos..
m el sur doo Ingbitena 00 Ademis hay nwWas de excunionisw padotundo como kxos por los bosques,
oantando lIesagnldabks candooes micotras cosidos por el bruo attaviesan a me-
habd ni campo, ni dudad, sino tan JÓk) un sub.Irbio únim Ydbpeso, que se txteldeá • dia noche las tranqu1las alles de los pucb6os. l>onde hay a,ua. hay gente: a1lUl
$in fin desde Watford a LJ costa~. Eso:!bía que para. evitarlo.1a apansi60 (klas du- del mar, en los miz&cnes de los dos; est1n tmdIdos en todo tipo de postura5 mos-
c:ades debe fI'enuse, la construed6n debe Umitane con fiIInea a wa irea5 defini· tnndo su desnuda Y poco e1eganle sordidez, asándose al ~ como Si fuer.an chu·
das, Y las viviendas que se con.siderm necesarias deberán hxme allfUO. 1eW. Hay tiendas de campm¡. en los ~ y chicas con pantalones bailando al
Thomas Sharp, quizás d ~tor más prolífico sobre problemas de urbanismo son de los gmnófonos. mientras montones mal oUeutes de latas. bolsas Ypapeles
de los anos trrinta, el.l.g1Ó en ene tema, como en muchos otrOS, la Unea mis d\illl.
quedan durante ~anas como testigo de su pcescnÓII; hay chk:u gordas en pan-
talón corto, l6Vcnes con corbaw llamativas y pantalones de golf, Yun mole! en
según i:1, d problema había empezado con la visi6n dudad<ampo de Ebenuer ada esquina '! un bar en cada colina ~ra acomodarlos''',
Howard, que, en la práctica había producido un mezcla degenerada:
Este contraste de actitudes qued6 claramenle expresado cuando la dudad de
Al salir de las monótonas cludad6 las carreteras prindpa.les, anchas, mednlas y Brighton propuso que. para evitar que se construyera en los South Downs, se al·
ruidosas, paMn en medio de mnlas de CUolS cursis, bares mal situados y gar.r.j6 su·
elos y miser.r.bles. Los viejos árboles, los setos que hace unos anos 1as bordeaban han
quilara la zona como lugar de carrelas. La Sociedad de Sussex y de los Downs, TIte
cedido su lugar a los postes de honnigón, a las avenidas de palos de teifgrafo y a Trmes, los ayuntarnJentos de Sl1S56 del oeste y del este y una comisión de la amara
una multitud de anundos de colores. El campo ya no est4 al lado de las carreteras de los lores protestaron. Lord Buxton, dijo en el segundo debate: _Francamente no
principales; sólo hay desafortunados wsemisuburbiQS>olll, es que esté en contra de las pistas, Si no del hecho de que éslas atraigan a Wl gran
numero de gente que destruya sus attactivos,. lord Redesdale, presidente de la
y si los Ideales presentes siguen dominando, bajo la influenda de las nu~as comisi6n, se vl6 en la obUgad6n de hacerle la siguiente abseTvadón: ~EJ¡;duya al
tKIlologias -radio, televisión, autom6vt1-1as cosas empcoruin. público de los Dowo5, si qulett, pero luego no diga que está preservantlo los Dowm
92 CIUDAOts DEl ).(AAANA LA aUOAO O€ lAS vv.s [)[ CaCUNVAlAoóN ASAlJOTADA.S 93

para el público. Por lo menos sea honesto y diga que los esú preservando para la Comisión Real sobre la Distribudón ~ñGl de la Población lndustrl~ que
SocIedad de Sussex y de los Downs y los habitantes de la wn~lJ7. presidió Sir Andenon Montague.6adow. Al ano siguiente tn su dedarad.6n a liI
En medio de la gran discusión del momento sobre el campo inglés, hubo ~ C()O'lW6n Barlow, Plck argumen~b;¡; que si londfe cteCÚI mis &I.Li del límite de Las
cas voces disootdantes. Una de ellas fue la de Evdyn Sharp, seomria de la Comisión 12 o 15 millas que le daba ti metro. ~deiiUÚ de ser Londrts (...) entendid¡ como
Consultiva de Planificación de Qudades Y ZOrus Rurales del Ministerio de Salud, una unidad de concepctón_ IU• Consldttaba que el credm.iento de La dudad ddM
que escribió sobtf: la necesidad de limiwse: ~Seri.1 posibhe Ir Mi.itdlendo capas de lndusttW y luqo vMmdas. y des-
pues mis industrlas y lu~o mis viviendu, y continuar edifinndo inddinida-
recordar que el ampo no es la reserva de las cUses sochIes ricas y ooosas. El pais mente, ~o ya no seria Londres. Sfiía ir colocando drculos de doo-des ind~
se siente orgt,lkW'l de lIU'". desde La guerra, ha sido testi¡o de Wl desmoüode La 0J(1$0 triales aIte<kdor de Londres. pero no seria Londres_ It4 • Por esta ruón, eu,N a
trued6n sin precedentes. Wl desarrollo que todos 105 ¡¡obia 'IOS han estimulado. y
cuyos d«tos han sido crüC nu~ y mejores condk:iooes de vk1a paI1l Wl gm1 ml· favor de tomu dos medidas: La primer.J un dnturón vetde: de por lo menos UN mi-
mero de personas (...) personas con pocos ~l'" lla de anchwa en lomO a la dudad; (a segunda connotar las nuevas indumias tn
los límites de 1¡ capltal lts .
Opinaba que cualquier Intento de cambiar esta política .lndudablemente iría Es p<»ible que el entusiasmo de Plck por la planificación no fuera desintere-
en contra de los deseos de una gran pane de la comunldad.. l:tl'. AsI era como se ex- sado; queria que se controlara el aKimiento ffslco de Londres. pero no en base a
pres¡ba la futura secretaria pennanente. una futura expansión de los t:rabajos, cosa que convenía a la socl~d de Transportes
En esta época la Leglsladón Provisional de Edificadón cubría 19.5 millones de de Londres: su profético temor de que el aumento de la utilizadón del automóvil
acres. es decir, el 50 por dento de la tOlalldad del pais -precisamente en la mitad traería consigo una expansión a densidades muy balas, era también la visión de un
donde se estaban hadendo consttueeiones en gran e:scala. En 5wrey, uno de Jos con- defensor de los transpones públlcosl 46 • Pero, en todo lo que escribió. emerge una
dados más afectados por el ~mlento de Londres, casi todos los propietarios es- visión casi caticatu~ de una conurbadón gigante orginlcamente planificada,
taban aceptando ~cdones voI.unW1amente para evitar impuestos cst:atales y gra_ en la que un único sistema público de transpones datía "" estructura nervlosa del
rimenes sobre las herendas 1olO• El entonces seaetaIio permanente del MInisterio cuerpo, mientras que la planiflcadón del suelo permitirla que el organismo tuvie-
de Salud comentaba que ..nadie que vaya al campo podrá dejar de dane cuenta de ra un c:redmiento salu~ble. En los atl.os treinta, Pió no tenia ninguna duda de
que la marea de construcciones esporádicas y sin normativa que, después de la que este último aspecto era el que faltaba: ..Lo que recibe este nombre ha des-
guerra, amenazaban con en¡u1llt d sur se ha frenado y que la planifkad6n, ha mostrado su hasta ahora nulo e inútil.. l " . Nadie lo podI.a saber tan bien como a.
empezado a dejar su Soel'\.al visible en el paiSOlje brltánicoJ41. La Ley de 1932, con su y la Comisión Barlow aaptó lo que Pick le dijo.
legi5bd6n sobre pactos voIuntar105 y zon.u de bajas densidades, habLa empezado
a mostrar sus efectos.. Pero no todo el mundo estaba de KUerdo -y menos que na·
die d profesor Joad. ~ Notas al capitulo 3
Ül 1938, los W1Wams-FJI!ws y IosJ~ se encootratOll con un nunro y ~
1 Stepnty. 5horedltch. St hncras, SI a 76; nr,m. 1973, Pi&- 138 a 140; WohI,
~ refuerzo. Entre los ~ vente y Udnta Y CIl cada WUl de sus aparlclones
Marykbont. HoIbom. 1977. pipo 256,364.
pUbUcas, frank P1dr. se lamentaba de que se estab¡¡ perdiendo la oportunidad de pl~ 1 WohL 1977, pq.lIO. 14 C.ukUe, 1974. pis- JOS: Brown, t977,
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Hay mucha pIanificad6n, pero no b.ay ningún plan (...) Los problemas del momento s Wohl, 1977, pi&.!S1. 11 tbid.
se van 5Oludonando ~ veces muy bien pero sin ningun.Jl Idea de conjunto ( )
Oesaforturuldarnente pan Londres nunca ha habido Wl caben. que dlttgiera ( )
• Tam. 1973, piS. 137. l' C.uldle, 1974. pip. JOS, 306.
, Barker Y RobbiIU. 1974. pigs.78 a 84. 91, JlI Ibid.
Estamos en el nivd lnfmor del desarrollo animal cuando el cen:bto es rudimenta- I1 !bid.. pil.9S4.
98.
rio y los ganglios c:spaIddos por todo el organismo van estimulando las actlvi(1a-
I !bid.• pt¡. 243. Z2 Ibid.. P'I. 99S.
des necesartas para mantener el cuerpo vivo.
, lbid.. ¡N.g. %. D Ibid., pág. 956.
10 LondonCountyCoundl, 1911.¡N.g.113. l. Cadbury. 1915. pág. 14. 136.
En 1936 escribia: _estas construcciones (...) son parecidas a un otdmiento 11 lbid., pi¡. lIS. ~ Ntttltfold, 1914, p.i¡. 123.
canceroso..; en 1938, .hay peligro de construcdón masifiuda y Wlotfa.., y _la 11 Wohl. P'P. 290 I 293. l:O lbid., p4p. 124. 128; AIdridgt, 1915. ¡N.I.

lOna de Londres va a sufrir WUl epldemJa.. I4l. lJ dt. Barker y llobbins. 1974. ¡N.g. 99. 537.
Su voz, unida al coro, tuvo una fuerza Irresi.stible. NevU.le Cha..m.berla1n. al con- l' WohI. 1977, pip. 266,303. v Teaford, pil. 280.
19~,

11 London County ColInd!, 1913, pigs.71 3 Chape, 1980. pigs. 90 a 92.


vertirse en primer minJstro ~ finales de 1937, organizó inmediatamente una
94 CIUDADES DEL MM\rA..!'IIA v1AS DE CIRCUNVALACIÓN A&AII.ROTADAS
"
LA aODAD DE lAS

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