4 EL PESEBRE 2022

La libertad es el mayor don que hemos recibido y también nuestro mayor riesgo. Con ella
podemos aceptar a nuestro Creador, pero paradójicamente también negarle. Dios no nos ha
"programado", para que le aceptemos por obligación.

No somos ordenadores, sino que nuestras opciones son libres. Prueba de ello es que podemos
optar por lo que no es de Dios. ¡Qué responsabilidad tenemos para saber usar bien de ella! Y ser
libre es optar por obrar según la conciencia. No según es simple gusto... porque la conciencia
responde ante Dios del bien, de lo mejor, y también del mal. Por ejemplo: una mentalidad
materialista, no puede ser libre, porque está condicionada por el dinero, etc.

Por tanto, si la libertad está gobernada por una conciencia recta, regida por la ley del amor
(generosa, veraz, sincera y sacrificada), aunque pueda equivocarse alguna vez, también sabrá
reencontrar el camino y elegir siempre lo bueno.

Vivimos el misterio de nuestra fe, la encarnación de Jesús, es la historia sagrada, es el peregrinar

del pueblo de Dios para regresar a casa, nos alimentamos por la gracia en Jesucristo. No estoy
hablando de devociones y cultos religiosos, nos invita adentrarnos en nuestro presente, a dialogar
con nuestra realidad.

Dios lo que nos quiere enseñar en el pesebre, es que nos libremos del pecado, de la muerte, el
alma no acepta la muerte, por eso dentro de nosotros hay una lucha, entre el espíritu que tiende a
Dios y la carne que tiende al mundo.

Por eso la pelea, el alma es eterna ella sigue, pero la carne como sabe que se está muriendo, no
acepta la muerte, son el mismo ser, se pueden imaginar la batalla. Es una contradicción dentro de
nosotros, hay parte nuestra que está decayéndose y muriéndose, quien puede negar.

El alma lucha por la vida eterna. El espíritu Santo nos ayuda a aceptar esa vida inmortal. A pesar de
no entenderla, a vivir en fe, debemos hacer esfuerzo para todo, menos para conectarnos con la
vida eterna, la fe nos exige esfuerzo, exige abrazar lo imposible, creer lo intangible.

El pesebre nos da a entender el puente entre la muerte y la vida. La muerte se va con las manos
vacías porque hay fe, hay vida, se va con las manos vacías. No moriremos nos transformaremos,
Dios vino a enseñarnos a ser hombres porque se nos olvida, quien fue el que Dios creo.

El mundo quiere hacernos como Superman, pero Dios nos recuerda que somos seres de carne y
hueso, que vivimos todas estas limitaciones de la vida temporal, es el Emanuel, el mesías que nace
en esas pajas humildes de Belén. En el pesebre nace la vida cristiana y la enseñanza es que el Sr
quiere que tengamos la seguridad de que el vino, a enseñarnos como inmortalizar nuestra vida.

Desde el principio no sesta enseñando que esto es un estado transitorio, es un estado como
plataforma donde se lanza el alma, nada en lo que recreamos, el tiempo, las aspiraciones, los
sueños, las ideas permanentes de una vida concebida, en la cual podamos realizarnos como seres
humanos.

Dios no quiere eso, la vida moderna, natural, temporal, cotidiana, quiere que nos realicemos
ahora, Dios quiere mucho más que frutos humanos, terrenales, nuestra vida terrenal debe de
llevarnos a la vida sobrenatural. La vida tiene que trascender, se encarna en la fragilidad, en la
pequeñez, para mostrarnos que debemos empezar por ahí.

El nacimiento nuestro bebe de reconstruirse, ustedes saben que los padres de familia, tienen
muchos sueños, una madre embarazada, un matrimonio, es mucho tiempo para soñar, hacen
planes y se imaginan todo. En un embarazo tienen, miedos, inseguridades, alegrías, pasan muchas
cosas en un embarazo.

Dios nos ha dado la capacidad de inspirarnos, de ser creativos en nuestra libertad humana, la
capacidad de imaginarnos cosas. Muchas madres consagran sus hijos a Dios, hoy en día casi no
consagran los niños a Dios, las madres no tienen esa conciencia tan profunda de la vida. Una
madre debe entender el don sobrenatural de la vida en Cristo, por eso los consagra.

Las madres preferían consagrar el niño hacia Dios, hacia el Espíritu, hacia las alturas, hacia la
trascendencia, hacia eternidad. Más que buscar el ingeniero, el abogado, el carpintero,
comerciante, un profesional o empírico.

Hay padres que profundizan tanto, que dicen se lo entrego a Dios para que sea sacerdote y cuide
almas. Sea de Dios, se entregue a Dios, desde ahora. Estoy hablando del corazón de ellas, ni si
quiera ellos lo entienden, pero eso es lo que se está viendo místicamente, espiritualmente en el
vientre de la madre.

Démonos cuenta lo que Dios nos quiere recordar con su infancia, lo que Dios quiere rescatar en
nosotros. Nos hemos perdido en el mundo, los mismos católicos no soñamos con la eternidad, son
sueños vánales, superficiales, pasajeros, son sólo éxitos en el mundo, pero nada que los haga
trascender a Dios.

Hay muchas vocaciones para todo, son tan santas todas, es a la transcendencia del Espíritu,
seamos lo que seamos, debemos colocar nuestros ojos en la vida eterna, para encontrarle el
sentido a la vida y nos orientemos para el lugar correcto, que es.