Misal. Crucifijo.
Cruz que lleva, en relieve,
(Libro de la Misa. Del latín
Missio, envío)
Libro de altar en el que se
contienen los textos
eucarísticos, las
moniciones y las
indicaciones para la
celebración de la
Eucaristía.
Antiguamente venían en
latín; hoy en día aparecen
en la lengua autóctona del
pueblo.
El misal debe utilizarse
con mucho respeto, pues
contiene las diversas
fórmulas para celebrar
una Misa, además de
diferentes Oraciones
Eucarísticas a utilizar por
el sacerdote.
El misal es el libro
necesario para que se
realice la Santa Misa.
Altar.
El Altar es uno de los
elementos más importantes y
significativos de la liturgia
cristiana. Además simboliza
un lugar de sacrificio, pero
sobre todo, es la Mesa del
Señor, en la que más que
inmolarse una víctima: “se
hace presente”.
El altar, al representar a
Cristo como piedra angular
de la Iglesia, es besado al
inicio de cada celebración.
Se recomienda que sea
completamente de piedra e
inamovible, que sobre ella
no se ubique nada hasta el
momento del ofertorio y que
este cubierta por un mantel.
En algunos altares se suelen
poner reliquias de santos.
Sacristía.
la imagen de Jesús
crucificado. Es uno de los
principales objetos de
devoción de los católicos,
porque es la imagen más
apropiada par la piedad,
manteniendo siempre vivo
el recuerdo de la redención.
Antiguamente el crucifijo
era necesario para celebrar
el Santo Sacrificio de la
Misa, excepto cuando
estaba el Santísimo. Debía
ser de tamaño conveniente
de tal manera que
sobrepasara la altura de los
ciriales
Actualmente ya no es
necesario un crucifijo para
celebrar la Misa, pero
opcionalmente algunos
sacerdotes aún lo utilizan.
Sede.
Lugar donde el
sacerdote se sienta para
presidir la celebración.
Sede significa asiento.
Es un lugar simbólico
porque desde la sede es
el mismo Jesucristo
quien preside la
asamblea en la persona
del ministro.
La sede presidencial o
sede, debe ser
considerada como un
lugar privilegiado
para el Señor y nunca
como la silla de honor
reservada para el
sacerdote.
Presbiterio.
Significa el lugar próximo
al cielo. Es la sala adjunta
a la iglesia en la cual se
guardan los ornamentos y
objetos necesarios para el
culto y es, también, el
lugar donde los ministros
se revisten.
Muchas veces, a un
costado de esta, existe una
contra-sacristía, lugar
destinado a guardar
mobiliario y tareas que
pueden ensuciar los
ornamentos, como arreglo
de flores, preparación del
incienso, limpieza de
velas, etc.
Cátedra.
Es el trono o sede del obispo
desde donde congrega a su
rebaño. La Cátedra está
ubicada solamente en la
Iglesia principal o Catedral
de una diócesis.
Una Catedral, recibe este
nombre porque allí se
encuentra ubicado el trono o
cátedra del obispo. Los
demás sacerdotes, al presidir
alguna celebración en la
Iglesia Catedral, no pueden
utilizar la cátedra, porque
está reservada para el pastor
de la comunidad. Por esta
razón, los sacerdotes o
ministros utilizan una sede
secundaria, ubicada
generalmente a un costado
del altar mayor, pero
siempre dentro del
presbiterio.
Antiguamente
indicaba el consejo
del obispo con los
presbíteros.
En la actualidad,
designa la parte de la
iglesia que rodea el
altar mayor y que
llega hasta las gradas,
por las cuales se sube
a él.
Algunas veces está
separado de la nave
con una barandilla o
comulgatorio.
Ambón.
Es el lugar destinado a
la proclamación de la
Palabra de Dios.
La liturgia de la palabra
hunde sus raíces en la
liturgia sinanogal del
Pueblo judío. El ambón
es una herencia recibida
de Israel.
La presencia simultánea
del altar y del ambón
recordará
constantemente a la
comunidad las dos
mesas en que se apoya
la liturgia cristiana: la
Palabra y el
Sacramento.