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ISSN 0121 - 9596

Región
Revista del Centro de Estudios Regionales / No. 9 / junio de 2018

Hombre Murciélago, Cultura Yotoco

9
Revista del Centro de Estudios Regionales
Universidad del Valle
Universidad Tecnológica y Pedagógica de Colombia

DIRECTOR.: Dr. Alonso Valencia Llano


Universidad del Valle

EDITOR: Richard Andrés Bolaños Rodas


Historiador

SECRETARIA: Edna Yolima López

COMITÉ EDITORIAL

Dra. Isabel Cristina Bermúdez Escobar


Universidad del Valle

Dra. Olga Yanet Acuña Rodrígez,


Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia

Dra. Fabiola Estrada


Universidad Autónoma de Colombia

Ms. Elisa Andrea Cobo Mejia


Universidad de Boyacá

Cubierta
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Universidad del Valle
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Universidad Michoacana San Nicolás de Hidalgo

Dr. Juan Marchena Fernández


Universidad Pablo de Olavide

Dr. Javier Guerrero Barón


Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia

Ms. José Manuel Alba Maldonado


Universidad Francisco José de Caldas

EVALUADORES ESTE NÚMERO

Dra. Blanca Acuña Rodríguez


Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia

Ms. Claudia Liliana Monroy


Secretaría de Educación de Boyacá

Ms. Leidy Carolina Plazas Diaz


Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia

Ms. Ana Lucía García Villamarían


Secretaría de Educación

Ms. Andrés Felipe Bautista


Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia

Ms. Claudia Julieta Quezada


Universidad Michoacana San Nicolás de Hidalgo

Lic. Joan Sebastián Igua


Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia
Contenido
ARTÍCULOS

LEGITIMANDO LA POSESIÓN DE LA TIERRA: EL CASO DE LOS INDIOS TRIBUTARIOS


DE JAMBALÓ, JURISDICCIÓN DE CALOTO, PROVINCIA DE POPAYÁN, NUEVA
GRANADA. 1750-1799 ……………………………………………………………………. Página 6
Richard A. Bolaños Rodas, Dr. Alonso Valencia Llano

MUJER NEGRA, ESCLAVA Y LIBERTA EN BUGA, 1818 – 1851……………………. Página 28


Claudia Ximena Serna García

LA HISTORIOGRAFÍA ECONÓMICA EN COLOMBIA, UN BALANCE DESDE LA REVISTA


HISTORIA Y MEMORIA…………………………………………………………………. Página 61
Yeniffer Camargo Bonilla

LA BANCA PRIVADA EN BOYACÁ 1880-1900…………………………….…………. Página 69


Yeimy Lizeth Alvarado Rincón

LA CARICATURA POLÍTICA DEL PERIÓDICO EL TIEMPO: UNA MIRADA A LA


REPRESENTACIÓN DE LA REVOLUCIÓN CUBANA EN 1960………………………. Página 86
Andrés Felipe González Bolaños

LA CREACIÓN DE ESTEREOTIPOS SOCIALES: EL CASO DE LOS


METROSEXUALES………………………………………………………………………Página 110
Camilo Valencia Montoya

UNA ORIENTACIÓN SINTÉTICA DEL PENSAMIENTO DECOLONIAL EN TRES PARTES:


LA CONSCIENCIA, EL CUERPO Y EL TERRITORIO…………………………….…. Página 117
Juan Danyster Montoya Cardona

GUILLERMO DUQUE BOTERO, EL SACERDOTE HISTORIADOR DE


SALAMINA………………...…………………………………………………………….. Página 125
Ángel María Ocampo Cardona

ENSAYOS ESTUDIANTILES

DEL DISCURSO A LA RESISTENCIA: EL ESCLAVO EN BUGA 1770- 1800…….... Página 139


Héctor Fabio Gómez

LA EDUCACIÓN EN COLOMBIA: CAMBIOS EN EL SEGUNDO VIRREINATO, EN LA


ÉPOCA DE INDEPENDENCIA Y LA REPÚBLICA DE LA “GRAN COLOMBIA” (1770-1830)
……………………………………………………………………………………………. Página 155
María del Carmen Álvarez Domínguez, Juan Alberto Mardach. Stephanie Perdomo Guiral.
Andrés Felipe Quibano. María Camila Rodríguez. Angie Melissa Tabares. Hillary Valencia León.
Leydy Johana Holguín P.
Para los colaboradores…………………………………………………………………. Página 169

Región, Revista del Centro de Estudios Regionales, Universidad del Valle, Universidad
Pedagógica y Tecnológica de Colombia/ No. 9 / junio 2018

LEGITIMANDO LA POSESIÓN DE LA TIERRA: EL CASO DE LOS INDIOS


TRIBUTARIOS DE JAMBALÓ, JURISDICCIÓN DE CALOTO, PROVINCIA DE
POPAYÁN, NUEVA GRANADA. 1750-1799

Richard A. Bolaños Rodas


Historiador
Dr. Alonso Valencia Llano
Profesor Titular
Centro de Estudios Regionales - Región
Universidad del Valle
Resumen
Se pretende con este artículo demostrar a partir del caso de los indios de Jambaló, cómo
legitimaron la posesión de la tierra mediante la tributación voluntaria, en un pleito sostenido
con un antiguo Corregidor de Naturales quien quiso usurpar sus tierras. Se destaca en dicho
pleito la mediación de los curas y de las autoridades reales a favor de los indígenas. En el
pleito los párrocos buscaron favorecer su propia subsistencia dentro de los resguardos siendo
la motivación principal para mediar por los indios. Se destacó la capacidad de los indios para
movilizarse socialmente y establecer pactos de negociación amparados en las ya conocidas
Reformas Borbónicas.
Palabras clave: indígenas, tributos, usurpación de tierras, curas, corregidor de naturales,
reformismo borbónico, Nueva Granada.
LEGITIMIZING LAND POSSESSION: THE CASE OF THE TRIBUTARY INDIANS
OF JAMBALÓ, JURISDICTION OF CALOTO, PROVINCE OF POPAYÁN, NUEVA
GRANADA. 1750-1799
Abstract
The aim of this article is to prove from the Jambalo case indians, how they legitimized the
possession of the land from voluntary taxation, sustained with a former Mayor of Natural
lands who wanted to usurp their lawsuit. Mediation of priests in favor of the Indians who
sought to favor their own subsistence within indigenous reserves, the ability of Indians to


RECIBIDO: marzo 16/18 EVALUADO: mayo 26/18
mobilize socially and covenanting bargaining covered in the familiar Bourbon Reforms
highlighted in the lawsuit.
Keywords: Indian, receipts, taxes, land usurpation, Corregidor Natural, cures, Bourbon
Reformism, Nueva Granada.

El Estado ilustrado dentro de la República de indios1

Un aspecto importante y poco trabajado en la Provincia de Popayán es el impacto del


Reformismo Borbónico en lo que la historiografía americanista ha interpelado como la
República de Indios.2 Su impacto puede estudiarse en un estudio de caso en el resguardo de
San Juan de Jambaló en la jurisdicción de Caloto, Provincia de Popayán, Virreinato de la
Nueva Granada durante la segunda mitad del siglo XVIII. El presente estudio centró la
mirada en el denominado Estado Ilustrado3 como exegesis de las reformas borbónicas, se
permitía en su condición a la población indígena, el acceso y tenencia de las tierras
comunales4 cuando mostraban voluntad de tributación.

Este caso expresa importantes cambios que afectaron la baja esfera de la sociedad y la
población indígena durante la puesta en marcha de las Reformas Borbónicas en el período
de transición en el Nuevo Reino de Granada. Todo inicia con la llegada del Virrey Sebastián
Eslava a Cartagena en el año de 1740, con él, se altera el orden de las poblaciones que aún
no habían buscado integración o avecinamiento a la corona, dicho proceso tuvo una fuerte
incidencia sobre la denominada “República de Indios5”. Se tuvo noticia que su incorporación
en los fenómenos expresados dotaría de autonomía y derechos tanto al indio como a su
resguardo en general, cuyo privilegio se alcanzaba a través de la voluntad de asumir deberes
dentro y fuera de las comunidades indígenas.

Federica Morelli adujo que durante gran parte de este período se transformaron las relaciones
de la Monarquía Hispánica con indios y esclavos, al mismo tiempo que los términos del
1
Este artículo hace parte de un tema preparatorio para un proyecto de investigación a presentarse en la
Convocatoria Interna de Investigaciones que desarrolla la Vicerrectoría de Investigaciones de la Universidad
del Valle en el primer semestre de 2018
2
Herzog Tamar. Vecinos y extranjeros: hacerse español en la Edad Moderna. Alianza Editorial, Madrid,
2006. P. 104
3
Paul Monod. “Estado, nación y monarquía en el siglo XVIII: visión comparativa” en Las monarquías del
Antiguo Régimen, ¿monarquías compuestas? (Madrid: Editorial Complutense, 1996), 11-29.
3
Hugues Sánchez. “Tenencia de la tierra, mano de obra, mercados y productividad en la frontera: españoles,
indígenas y comunidades campesinas en la gobernación de Santa Marta, 1700-1810”. Tesis de Doctorado,
Sevilla: Universidad Pablo de Olavide, 2010. Richard Bolaños. "Accediendo a la tenencia de la tierra:
integración política de los libres de San Antonio de Quilichao en la jurisdicción de Caloto, provincia de
Popayán (1740-1808)." Revista El taller de la Historia, Vol. 8., Nº 8. 2016
4
Hugues Sánchez. “Tenencia de la tierra, mano de obra, mercados y productividad en la frontera: españoles,
indígenas y comunidades campesinas en la gobernación de Santa Marta, 1700-1810”. Tesis de Doctorado,
Sevilla: Universidad Pablo de Olavide, 2010. Richard Bolaños. "Accediendo a la tenencia de la tierra:
integración política de los libres de San Antonio de Quilichao en la jurisdicción de Caloto, provincia de Popayán
(1740-1808)." Revista El taller de la Historia, Vol. 8., Nº 8. 2016.
5
Se ha considerado que las Reformas Borbónicas del siglo XVIII alcanzaron a impactar a la “República de
indios” – asociaciones locales concebidas por la corona –, cuyas bases se sostenían en cumplir deberes y obtener
derechos para así disfrutar de beneficios. Ver: Tamar Herzog, Vecinos y extranjeros. Hacerse español en la
Edad Moderna (Madrid: Alianza Editorial, 2006), 105.
Gobierno Imperial se ajustaban a un nivel más amplio y local6. Esta redefinición en el caso
de la Gobernación de Popayán operaría sobre transformaciones económicas, políticas y
demográficas incorporadas por la Corona, permitiendo dentro de la provincia y los Cabildos
locales ofrecer un nuevo rol a los actores sociales.

Es necesario para entrar a analizar este caso remontarse a los vínculos que sostuvo la
Monarquía española con el mundo indígena. Algunas tendencias historiográficas
americanistas de los últimos años mostraron situaciones o casos micro, que relacionaban los
indios generando pactos de negociación con la Monarquía. Es importante resaltar que la
corona gastaba recursos propios buscando generar alianzas con los indígenas y estas
coaliciones se conocieron como el “Pacto de Vasallaje” que durante la segunda mitad del
siglo XVIII se hizo recurrente en la provincia de Popayán.

Brian Owensby7 ha mencionado que el “Pacto de Vasallaje” sería el resultado de fenómenos


de larga duración que iniciaron desde el siglo XVI. Una manera según el autor, de evitar
sublevaciones de grupos indígenas fue a través de aplicar reformas que finalmente, se
ejecutaron bajo el mandato de Carlos V, se operarían cambios parlamentarios, fiscales,
administrativos y judiciales. Este nuevo procedimiento distinto al uso de la fuerza, abriría
paso a una nueva plataforma para el ejercicio del poder real y la expansión del imperio
español en la penetración consensuada con comunidades previamente renuentes a las
políticas de la monarquía.

No obstante, conllevaría a la generación de una nueva estructura indígena en cuanto a que


explica la organización territorial, movilizaciones individuales y colectivas y frente a la
manera como se daba el acceso y legitimación de la tenencia de la tierra. Permitiría la
iniciativa reformadora de la corona a la misma vez redefinirse, pues ahora estaba obligada a
priorizar el bien común según los criterios de las leyes y decidir si los indígenas serían o no
vasallos del rey de España con pleno acceso a la justicia. “…Los indios participaron en la
sociedad novohispana como vasallos del rey, con las obligaciones de súbditos tributarios,
el derecho de gobernar sus propias comunidades y la libertad de litigar sus quejas ante
jueces españoles…8” Este nuevo acceso del indígena y su mundo a la sociedad se hizo
efectivo a través de asumir voluntariamente una “sumisión tributaria”, la cual les daría la
posibilidad de acceder al poder, llevar a cabo prácticas de autogobierno y la obtención de
tener el amparo de la justicia, validando de esta manera la elevación de quejas en tribunales
que los defendieran.

Se puede así argüir que en el siglo XVIII este fenómeno presentaría distintas variables, en
una instancia puede mencionarse acerca de los circuitos que facilitaban las vías de
comunicación entre el rey e “indios sumisos” que aceptaban el “Pacto de Vasallaje”. Sin
duda alguna fue a través del tributo que se dio cierta persistencia de las comunidades
indígenas que lo aceptaron como en el caso de Jambaló; allí experimentarían que recibieron
6
Federica Morelli. "La redefinición de las relaciones imperiales: en torno a la relación reformas
dieciochescas/independencia en América." Nuevo Mundo Mundos Nuevos. Nouveaux mondes mondes
nouveaux-Novo Mundo Mundos Novos-New world New worlds (2008).
7
Brian P. Owensby, “Pacto entre el Rey lejano y súbditos indígenas, justicia, legalidad y política en Nueva
España Siglo XVII”, Revista Historia Mexicana, Vol. 61, No.1 (2011): 59-106.
8
Brian P. Owensby, “Pacto entre el...”,71.
atención necesaria de los tribunales en sus quejas, o interposición de la justicia frente a
atropellos por parte de funcionarios inquisidores. Puede inferirse que resultaba más favorable
para la corona apaciguar un resguardo de indígenas y hacer lo necesario frente a funcionario
que fuera en contravía de las intenciones reformistas.

Por otra parte, debe destacarse que tributando manifestaban su deseo implícito de ser
vasallos; si se logra rescatar, se debe evocar el respaldo de un “señor” permisivo que daba la
posibilidad de tener acceso a las tierras comunales para la labranza, criar ganado y filtrar los
tribunales que los defendieran. Es relevante destacar que el acceso a la justicia por ejemplo
no se hizo a través de un aprendizaje que pudiera explicar únicamente el tributo dentro de las
implicaciones del pacto de vasallaje. En este proceso se contó con la participación de los
curas, quiénes además de hacer presencia activa en las comunidades indígenas por misiones
eclesiales, se arrogaban la representación de los indios y sus comunidades para entablar
quejas o iniciar procesos que los aquejaran cuando en especial se presentaban impedimentos
para que los indígenas tributaran, pues debe mencionarse que la estabilidad y subsistencia de
estos en las comunidades que visitaban dependía intrínsecamente del tributo. No se
desconoce la mediación de otros actores sociales, se contaba con participación de protectores
de naturales, corregidores, funcionarios que en ocasiones sacaban provecho de los procesos,
entre otros. Además, no en todos los roles asumieron ser verdugos de los indígenas y sus
comunidades; es importante destacar que los caciques o indígenas que lograron aprender el
idioma español, en ocasiones también sirvieron de intermediarios o asumieron ser
representantes de sus propias comunidades movilizándose así, en virtud del pacto de
vasallaje.

1. El resguardo de Jambaló, ubicación geográfica

El resguardo indígena de Jámbalo se encontraba ubicado en el siglo XVIII dentro de los


límites territoriales de la jurisdicción de Caloto9. Esta hacía parte de la provincia de Popayán
y la mayoría de sus habitantes se constituyeron en asentamientos indígenas y en menor escala
en poblados de libres que contaba con personas de todas las castas incluida la indígena. Se
conoció que durante la segunda mitad del siglo XVIII la vida pública de la jurisdicción se
puede contextualizar en continuas confrontaciones de carácter político fundamentadas en la
búsqueda de reconocimiento de ocupación de los territorios en algunos casos10 y por otros,
en disputa por ser vecino11. Los conflictos y confrontaciones suscitadas involucraron la
figura del rey como una representación, es decir, un tipo de relación paternalista12 de las
comunidades que acogieron el pacto de vasallaje.

9
Roque Roldan. Antecedentes históricos del Resguardo de Jambaló, Cauca. Bogotá, Universidad Nacional
Departamento de Antropología, Lectura, 1974, no 100.
10
Martha Herrera. “Popayán: la unidad de lo diverso. Territorio, población y poblamiento en la Provincia de
Popayán, siglo XVIII.” Colombia: Universidad de los Andes (2009).
11
Richard Bolaños. “El Impacto del Reformismo Borbónico en la Nueva Granada. El caso de los indios de
Jambaló…”
12
Magdalena Díaz Hernández, “Esclavos y la imagen de la justicia paternalista del rey y del virrey en el
Veracruz colonial”, Nuevo Mundo Mundos Nuevos [En línea], Aula virtual, Puesto en línea el 12 junio 2015,
consultado el 19 noviembre 2016. URL: http://nuevomundo.revues.org/68121; DOI:
10.4000/nuevomundo.68121., María Cristina Navarrete. “Génesis y desarrollo de la esclavitud en Colombia:
siglo XVI y XVII”. Universidad del Valle, Cali, 2005, p. 236-243.
Panorama de la Jurisdicción de Caloto. (1762).13

Fuente: AGN, Mapas y Planos, Mapoteca No. 4, 372-A.

En las primeras quejas levadas por parte de los resguardos indígenas presentadas de manera
formal ante tribunales se hicieron en pueblos vecinos que ya habían logrado constituirse,
donde las instituciones castellanas locales funcionaban como pequeñas corporatividades. Es
necesario así resaltar que la monarquía pudo impactar las comunidades de la jurisdicción de
Caloto a través de los tribunales que dispuso en los pueblos del circuito y que resultaban
aledaños a las poblaciones que los buscaban una vez aceptaban el pacto de vasallaje14. De tal
modo que los pequeños tribunales hicieron parte de instituciones castellanas locales, que
resultaron ser activas y eficientes para las poblaciones que estaban integrándose y
emergiendo, logrando además así, seguir transformando las bases de sus estructuras
organizacionales.

Cabe tener en cuenta que algunos especialistas en el tema, dejaron abierta la posibilidad de
llegar a reflexiones que sitúan el indígena como garante de sus propios derechos,

13
Este mapa ubica la jurisdicción de Caloto desde los cerros de monchique en el oriente hasta la ribera derecha
del Río Quinimayó en el poniente. Dentro de esta extensión se ubican los montes de monchique, la población
de Caloto (A) contiguo a esta población se encontraba el resguardo indígena de Jambaló, el sitio de libres de
Quilichao y su iglesia (B, C, D) , las haciendas y potreros que cuentan con casa e iglesia (E, F, G, H, K, L, M,
N, O, P) y los numerosos canales y quebradas que desembocan en el Río Quinimayó.
14
Annick Lempérière, “Entre Dieu et le Roi, la Republique. México, XVI-XVIII siécle”, Paris, Les Belle. 2002.
desplegando estrategias de mediación 15 y apelación a la justicia para acceder a beneficios.
Se hicieron pertinentes los estudios de Margarita Garrido cuando connotaba que en algunos
casos los indios con un bálsamo de hispanización, se aliaron a los curas para enfrentar la
autoridad civil16 y se pudo establecer que en la medida que se revisó a fondo el caso de
Jámbalo, la hipótesis de Garrido se aproxima a la realidad que allí se presentó.

Por otra parte, Sánchez Mejía expresó que los poblados de libres y comunidades indígenas
ante la tenencia de la tierra pudieron crecer jurídicamente. Precisaba que paulatinamente a
través de pactos de negociación, disputas legales y “sumisión” lograron aliarse a la corona y
obtener reconocimiento económico. Debe considerarse así el nacimiento de una nueva
cultura política y estos planteamientos se apoyaron en los estudios e hipótesis más recientes
que insisten para los casos de las poblaciones libres e indígenas que cuando aceptaban el
“pacto de vasallaje” empezaron a generar mayor movilidad política17 ; se resalta que en todos
los casos los cabildos locales fueron protagonistas en el momento de ajustar alguna cercanía
de los pueblos indígenas con el rey.

1. Un conflicto en vísperas de las Reformas Borbónicas

En consecuencia, serían las campañas de poblamiento iniciadas por el Virrey Sebastián


Eslava en Cartagena desde el año 1740 la responsable de cambiar la dinámica política en
todo el Nuevo Reino de Granada. Conforme al contexto de ese período se daba inicio a una
etapa donde se redefiniría una nueva cultura política. Es así que el proceso reformador en
todo el reino, alentaría nuevos procesos en las diferentes regiones en la medida que se
asimilaba o causaba renuencia.

15
Marcela Echeverri, “Los Derechos de indios y esclavos realistas y la transformación política en Popayán,
Nueva Granada (1808-1820)”, Revista de Indias, Vol. 69, No. 246 (2009): 56., Héctor Manuel Cuevas. “Los
indios en Cali, siglo XVIII”, Santiago de Cali, Programa editorial Universidad del Valle, 2012.
16
Margarita Garrido, “Reclamos y representaciones: Variaciones sobre la política en el Nuevo Reino de
Granada” 1770 -1815. Bogotá: Banco de la República, 1993.
17
Hugues Sánchez, “De arrochelados a vecinos: reformismo borbónico e integración política en las
Gobernaciones de Santa Marta y Cartagena, Nuevo Reino de Granada, 1740-1810”, Revista de indias, Vol. 75,
No. 264 (2015). Ver también: Richard Bolaños. “Accediendo a la tenencia de la tierra: integración política de
los libres de San Antonio de Quilichao en la jurisdicción de Caloto, provincia de Popayán (1740-1808)”. El
Taller de la Historia, 2016. Vol. 8, no 8., Bolaños Rodas Richard A. “Mezcla y legitimidad: clasificación social,
étnica y de oficios, de los libres de San Antonio de Quilichao en la gobernación de Popayán (1740-1808)”.
Ciencia Nueva, revista en Historia y Política. (Publicación conjunta entre la Universidad Tecnológica de
Pereira Colombia y la Universitá degli studi di Salerno Italia), 2016, vol. 1, N° 1., Jorge Conde. “Reformas
borbónicas y reordenamiento del espacio en el Nuevo Reino de Granada: El caso de la Providencia de Cartagena
VXIII” Historia Caribe, 1995, no 1, p. 1., Julián Andrei Velasco Perlaza, “Justicia para los vasallos de su
majestad. Administración de justicia en la Villa de San Gil, siglo XVIII”, Bogotá: Universidad del Rosario,
2015., Claudia Guarisco, “¿REYES O INDIOS? CABILDOS, REPÚBLICAS Y AUTONOMÍAS EN EL
PERÚ Y MÉXICO COLONIALES, 1770-1812”, Revista Andina, No 39 (2004)., Sonia Tell, “Córdoba rural,
una sociedad campesina (1750-1850)”. Prometeo Libros Editorial, 2008., José Polo. “Indígenas, poderes y
mediaciones en la Guajira en la transición de la Colonia a la República (1750-1850)”. 2013. Tesis Doctoral.,
Sergio Paolo Solano, "Padrones de población e historiografía sobre la configuración socio-racial
hispanoamericana del siglo XVIII." El Taller de la Historia 5.5 (2014): 125-172., Dossier el reformismo
borbónico y pombalino: alcances y perspectivas por José Joaquin Pinto Bernal, Ernest Sánchez Santiró. Historia
Caribe, 2016, no 29., Marcela Quiroga Zuluaga, “Entre la inconstancia y la incuria: La experiencia fallida de
los pueblos de misión chimilas a finales del siglo XVIII en la llanura del Caribe”, Historia Caribe, 2015, no 26
Desde luego la historiografía se dio a la incesante tarea de ahondar en algunas reflexiones
que se rescataron aquí para desarrollar la problemática que se plantea. Sin embargo el
objetivo que más la ocupó en su momento, fue centrar su atención especialmente en los actos
punitivos por parte de la Corona en la segunda mitad del siglo XVII18 sobre algunas
comunidades, actos que no se deben desconocer, pero se destaca que no fueron los únicos
fenómenos dentro de la etapa reformadora.

Es así que las campañas de poblamiento y el ordenamiento propuesto por la Corona para esta
etapa fueron abordadas desde un análisis que utilizaba herramientas propias de un Estado
Moderno con una capacidad de coerción muy efectiva, subjetivamente considerada como
injusta la cual podemos expresar cómo la visión de un Estado ubicuo a la “¡Foucalt!” teniendo
como resultado haber restringido la posibilidad de aceptar otras particularidades e
innovaciones políticas propias dentro de las sociedades en pleno crecimiento y
conformación19.

En el año de 1750 los indios de Jambaló solicitaron a las autoridades Virreinales de Santa Fe
autorización para trasladarse a “la parte de arriba de Caloto” a falta de tierras, para poder
cumplir en función de súbditos del tributo. En la petición manifestaban que su antiguo
corregidor de naturales se había apropiado de las tierras que antes les pertenecía y les servía
de autoconsumo, cría de ganado y laboreo. Con la situación indicaron sentirse atropellados
por la usurpación de las tierras por parte del funcionario. Llama la atención del proceso, que
los indios solicitaban en la petición autorización para ocupar tierras y una preocupación
manifiesta en sumisión al tributo, debe traerse a colación que la sujeción a este, sellaba el
pacto de vasallaje.

Posteriormente se conoció que el cura asignado en Jámbalo, se manifestó ante la situación


en una queja escrita dirigida al Gobernador de Popayán, indicando que un “mal vecino” había
interrumpido las actividades diarias de los indios y esto le impedía “asistir en la fe a la infeliz

18
Una discusión insistente de la historiografía, ha sido la de expresar la ausencia de reglas en sociedades que
se encontraban en condición de libres. Sin embargo, aquellas visiones han cambiado a partir de planteamientos
de historiadores que han encontrado fundamentos en el derecho, para considerar que dichas reglas siempre
existieron. Tamar Herzog, estudiando la autonomía de algunas sociedades hispanoamericanas en la
adjudicación de apellidos en condición de libres, consideró que gran parte de la historiografía ha pecado
analíticamente al igualar la falta de mecanismos de coerción con una libertad, y la libertad con falta de reglas.
Idea errónea de base que aceptaba, que, si las personas podían actuar libremente sin padecer consecuencias, era
porque sus actuaciones eran legítimas y permitidas. Contra argumentando que existían individuos que protegían
sus intereses, a veces al abrigo de las instituciones y otras veces independientemente de ellas. Siendo las reglas
invocadas a favor de estos intereses, y en virtud de los mismos que las reglas se imponían. Por tal motivo, a
falta de un interés particular y a falta de una persona a la cual proteger, imperaba la libertad. Ver: Tamar Herzog,
“Nombres y apellidos: ¿cómo se llamaban las personas en Castilla e Hispanoamérica durante la época
moderna?”, Jahrbuch Für Geschichte Lateinamerikas = Anuario de Historia de América Latina, Vol. 44, (2007):
27.
19
Ver: Marta Herrera Ángel, Popayán, la unidad de lo diverso: territorio, población y poblamiento en la
Provincia de Popayán, siglo XVIII (Bogotá: Ediciones Uniandes, 2009); Marta Herrera Ángel, Ordenar para
controlar. Ordenamiento espacial y control político en las Llanuras del caribe y en los Andes Centrales
Neogranadinos, siglo XVIII (Bogotá: Instituto Colombiano de Antropología e Historia - Academia Colombiana
de Historia, 2002); Diana Bonnet Vélez, “De la conformación de los pueblos de indios al surgimiento de las
parroquias de vecinos. El caso del altiplano Cundiboyacense”, Revista de Estudios Sociales No. 10 (2001): 9-
19.
población que lleva cuatro años sin confesiones20”. En este último aspecto es significativo
recordar que el cura vivía del tributo indígena y sin su existencia le era casi imposible hacer
sus funciones. Esto motivaría al cura a mediar en las peticiones y acciones colectivas de los
indios arrogándose su representatividad21 convirtiéndose en un actor social activo y
persistente.

Es importante indicar que las solicitudes y la representación que asumió el cura no podía ser
posible ni efectiva si durante la segunda mitad de siglo XVIII no hubiera estado disparada y
en marcha la “Política de Reagrupación”22 la cual intentaba sostener el tributo indígena en
beneficio de la caja real. Para Diana Bonnet la agregación a pueblos indígenas se generó
principalmente para fortalecer el tributo en los llamados pueblos parroquiales”23, según la
autora en estos lugares se ejercía cierta presión para someter a los indios por medio del
tributo. En contraposición a ese planteamiento surgió un interrogante ¿por qué los indios en
el caso Jambaló solicitaron se tuviera en cuenta su agregación a otros pueblos, reclamando
al mismo tiempo sus tierras usufructuadas con el objetivo de tributar? En este caso esa
fundamentación ha permitido plantear que el tributo legitimó la posesión de la tierra y cultivó
un escenario de relaciones asociativas donde hubo una naciente cultura política. Puede
inferirse que pudo tratarse de estrategias emprendidas por los indígenas para así lograr la
restitución de sus tierras o si por el contrario se trataba de una conmoción colectiva en la
necesidad de tributar y por ende acogerse al pacto de vasallaje. En esos términos y en grado
sumo cabe destacar que en la medida que el cura intervenía con fervor en el proceso legal
por la legitimación de la tierra, los indios asistían a la misa a recibir la instrucción de la fe
cristiana bajo el imaginario de ser favorecidos en el proceso jurídico que disputaban24.

2. “Sin ornamentos y tributo”: la “mediación celestial” en Jambaló

En el año de 1750 Manuel Lambarri juez de tierras enviado de la Real Audiencia de Santa
Fe, le designaron la misión de precisar sobre la pertenencia de las tierras de los resguardos
de San Juan de Jambaló. En la visita se conoció acerca de las representaciones a los indígenas,
un procurador a nombre del poblado le informaría a Lambarri al igual que algunos vecinos
que por una cedula emitida por un teniente en la ciudad de Caloto se habían demolido el
pueblo. Por esa razón el pueblo se había quedado sin cura, imágenes, ornamentos de la
iglesia etc., razón por la que se hizo efectiva la premisa de la política de reagrupación y se
trasladó el pueblo al resguardo indígena de Toribio25. En consecuencia se pidió al
Gobernador de la Provincia Antonio Nieto citar al verdugo de los indígenas para indagarle y
de esa manera mantener la “pacificación” de los indios en sus antiguas tierras26.
20
“Indios de Jambaló: quejas por el usufructo de resguardos” (1751-1799), Archivo General de la Nación.,
(A.G.N), Caciques e Indios, rollo 22, D.9, f. 679 r.
21
“Indios de Jambaló: quejas por el usufructo de resguardos” (1751-1799), A. G. N., Caciques e Indios, rollo
22, D.9, f. 686 r.
22
Diana Bonnet Vélez, “De la conformación…”, 11-14.
23
Diana Bonnet Vélez, “De la conformación…”, 14-17.
24
Marcela Echeverri, “Los Derechos de indios y esclavos realistas y la transformación política en Popayán,
Nueva Granada (1808-1820)”, Revista de Indias, Vol. 69, No. 246 (2009): 56.
25
“Indios de Jambaló: quejas por el usufructo de resguardos” (1751-1799), A. G. N., Caciques e Indios, rollo
22, D.9, f. 684 v.
26
“Indios de Jambaló: quejas por el usufructo de resguardos” (1751-1799), A. G. N., Caciques e Indios, rollo
22, D.9, f. 679 r.
Hubo noticias que para el año de 1752 por orden Virreinal a causa del derecho de los indios
se facultó a Josef Sánchez para su representación y se convocaba a Manuel de Pino antiguo
corregidor de naturales de los indios de Jambaló, comparecer a la justicia y precisarle de no
perturbar los indios. La medida se hacía extensiva a pueblos aledaños se adujo que ninguna
persona debía inquietarlos y perturbarlos, además el pueblo se encontraba en suma pobreza27.

Pino presentó argumentos indicando que no tenía conocimiento de las dificultades que
experimentaban los indios, firmaba que obtuvo las tierras legalmente y era ajeno a la
situación. Frente a esto se asignaron observadores al proceso y sumaron la presencia del cura
doctrinero de Caldono y otro de Toribio; se les solicitó trasladarse al lugar, para determinar
en qué situación se encontraban los indígenas de Jambaló y relataron:

“…que los yndios Miguel Conda y Miguel troches y todos los dan por que sus
resguardos de sus tierras se los tiene usurpados los encomenderos que han sido hasta
ahora del pueblo como es Don Antonio Beltran (Difunto) hasta que entro en las dichas
tierras el referido Don Manuel del Pino y Jurado que es el que hoy las posee y que
solo se ha notado papeles que corresponden al adjunto testimonio que entrego Don
Agustin Quintero Principe cura doctrinero del pueblo de Caldono que por el será visto
el estado en que se hallan dichos yndios y el número de ellos se verá por las adjuntas
certificaciones que del pueblo de thoribio da el licenciado Gregorio Collazos, y del
de Jambaló fijando que de él se ha hecho, y del de pitayo y que haya por la
Numeracion Antezedente consta de sesenta y un tributarios con sus familias ….” 28.

Por orden del Gobernador de la Provincia solicitaron a José de Figueredo obispo de Popayán
indagar sobre el bienestar de los indios de Jambaló, Quichayá y Pitayó. Éste se acompañó de
un Protector de Naturales y el Juez Ordinario de Caloto efectuando la visita. Por consiguiente,
determinaron la favorabilidad de trasladarlos a las cabeceras de la jurisdicción de Caloto, no
obstante, debieron ser llamados los líderes de los resguardos, para hacer precisa esa
información, así: “…a los caciques y mandones, de ellos, que saben la lengua castellana,
habiéndolos examinado del modo y como lo pasan, ha llegado en conocimiento de ser útil, y
conveniente, el que los pueblos de Jámbalo se agreguen al de Caloto arriba, los de Quichayá
a Caldono, y los de Pitayo al pueblo de Guambia…”29

Los indios de Jambaló, Quichayá y Pitayó no contaban con un cura que les administrara el
sacramento, situación que pudieron comprobar por “boca y representación de los dichos
indios”30. El conflicto también sacaba a la luz que los indios del pueblo de Jambaló residieron
en tierras ajenas donde no pudieron desarrollar sus labores de labranzas. Puede verse en la
siguiente cita, como pidieron acceso a las tierras realengas para cumplir con el pago del

27
“Indios de Jambaló: quejas por el usufructo de resguardos” (1751-1799), A. G. N., Caciques e Indios, rollo
22, D.9, f. 681 r.
28
“Indios de Jambaló: quejas por el usufructo de resguardos” (1751-1799), A. G. N., Caciques e Indios, rollo
22, D.9, f. 681 v.
29
“Indios de Jambaló: quejas por el usufructo de resguardos” (1751-1799), A. G. N., Caciques e Indios, rollo
22, D.9, f. 683 r.
30
“Indios de Jambaló: quejas por el usufructo de resguardos” (1751-1799), A. G. N., Caciques e Indios, rollo
22, D.9, f. 685 r.
tributo, instalando sus labranzas y demás labores de la tierra, abrazando así la política
reformadora de la corona:

“…por cuyo motivo no alcanzaban a poder adquirir, los derechos de sus tributos, por
estar en tierras ajenas, pidiéndome los agregue al pueblo de Caloto, arriba donde hay
corta edad de indios y tierras super abundante en donde con toda libertad y alivio,
podrán situarse y tener sus labranzas en casas propias y con el alivio de Cura, que los
confiese y les enseñe la doctrina cristiana, como lo ejecuta Gregorio Collazos 31(cura
doctrinero)…32

Ahora bien, la distancia de un pueblo a otro era un tema relevante a la hora de poder efectuar
la política de agregación. El cura de Caldono manifestaba que del pueblo de Quichayá a
Jambaló los separaba de seis a siete leguas de distancia y al de Caldono tan sólo a una legua.
Dado que Caldono tenía cerca otros resguardos indígenas, a los indios de Quichayá no le
resultaba favorable acudir a Jambaló. Consideraron la agregación al pueblo de Caldono,
sugerencia que nació por parte de los curas, manifestando que era más sencillo asistirlos en
la fe, pero se pueden conocer las razones que tenían de las grandes aglomeraciones de los
grupos indígenas tras el tributo.

Es importante resaltar lo expuesto anteriormente porque permite reconocer como la


mediación de los curas, consintió generar facilidades a los indios a la hora de efectuar
reclamos y peticiones.

A pesar de conocer las intenciones de los curas frente al tributo, puede indicarse que
resultaron efectivos en ser tramitadores e interventores de las quejas y en las problemáticas
indígenas. Los indios de Pitayó llegaron hasta Jámbalo buscando ampararse en el respaldo
de los curas, movilizándose sin considerar la distancia como un impedimento o agravante.
Una vez instalados en el lugar los indios informaron al cura acerca de las distancias,
expresaron que era más distante el pueblo de Guambia para ellos y decidieron a su
conveniencia dirigirse a cambio a Jambaló33. Es así importante manifestar que las reformas
borbónicas impactaron la república de indios, pues la denominada “política de reagrupación”
logró movilizarlos de un pueblo a otro, buscando las representaciones de los curas, eso sí, sin
desconocer las intenciones de estos frente al tributo.

Ahora se puede observar en el proceso que aquí se expone al pueblo indígena de Jámbalo en
una situación diferente a la inicial. Es decir, integrándose a las políticas reformadoras y así
obteniendo beneficios. Jámbalo serviría de plataforma para algunos pueblos inmediatos,
ávidos de un cura residente –necesitado de tributo–. En una certificación expedida por el cura
Juan Manuel Dias de Lucena en el año de 1749 seguía de cerca las vicisitudes de los
indígenas, este, informaba que en representación de la inopia de los indios se intentaron
conseguir ayudas, para poder autoabastecerlos, o de lo contrario no era posible el

31
Este cura fue asignado a dicho lugar porque tenía conocimiento del idioma indígena.
32
“Indios de Jambaló: quejas por el usufructo de resguardos” (1751-1799), A. G. N., Caciques e Indios, rollo
22, D.9, f. 685 v.
33
“Indios de Jambaló: quejas por el usufructo de resguardos” (1751-1799), A. G. N., Caciques e Indios, rollo
22, D.9, f. 685 v.
sostenimiento34. Entre las preocupaciones de Lucena estaba la renuencia de los indígenas
para aprender la Lengua castellana35 que según él, no permitía hacer un proceso de
acompañamiento completo. Es relevante señalar que, dentro de la interacción de los curas
con los indios, se pueden vislumbrar algunos procesos de aculturación en la imposición de la
lengua castellana sobre la nativa. Sin embargo, en esta relación indígena–cura surgieron
aprendizajes recíprocos que fortalecían los lazos de los indígenas con las políticas
reformistas, porque cada vez que los curas hacían intentos por “favorecer” a los indios se
obtenían diferentes reacciones frente a los procesos que adelantaban las reformas borbónicas
en todo el reino, que de una u otra forma llegaban a estas comunidades a través de las
instituciones castellanas locales, en este caso, la iglesia dentro del resguardo.

Es necesario precisar que, en otros casos, los curas se opusieron a servir en algunos lugares
por no percibir capacidad de tributación por parte de los indígenas. Debe recordarse que los
curas sobrevivían por el tributo y que una de las motivaciones principales para mantenerse
en los resguardos, eran los intereses económicos y religiosos que los atraían, como se plasma
en la siguiente cita:

“…vine de cura interino a este pueblo de Jambaló y sus anexos, en los quales por la
experiencia que he criado, me consta la poca, a ninguna congrua que en ellos tiene el
cura, porque aunque es cierto que se componen, de sesenta yndios, más o menos estos
pagan de estipendios, a solo quatro reales en cada un año, que hacen treinta patacones,
con más doze pesos que se juntan al año de fiestas, que con uno y otro no alcanza,
para cera y vino, y totalmente le falta al dicho cura el mantenimiento corporal, que es
de comer y vestir, agregase a esto, la distancia que ay de un pueblo a otro, pues de
este de Jambaló, al de Pueblo Nuebo a seis o siete leguas y al de Pitayo más de tres
leguas, ambos caminos juntamente fragosos, que demandan cabalgaduras fuertes que
se consiguen no con poco dinero…”36

Si bien en el caso de Jámbalo se hizo efectiva la “política de reagrupación”, queda


evidenciado que esta estaba en manos de los curas de forma inconsciente, cuando iban tras
el tributo. En la anterior cita se opusieron asistir al pueblo en misa, cuando experimentaron
la imposibilidad de reagrupar otros pueblos para favorecer el tributo.

Poco después se conocería que un clérigo envió a un obispo al pueblo “movido por la caridad”
para la instrucción de los indios en la doctrina cristiana; y con pocos recursos administraría
los sacramentos y la misa. Puede observarse a lo largo del proceso que bajo ninguna
circunstancia los indígenas abandonaron la acción de tributar, más allá de las cantidades que
se lograran recaudar.

Se conoció que en Jámbalo los indios no contaban con ornamentos ni una iglesia edificada
para orientar la misa, pero hacían uso de una capellanía que en ocasiones sirvió para las
34
“Indios de Jambaló: quejas por el usufructo de resguardos” (1751-1799), A. G. N., Caciques e indios, rollo
22, D.9, f. 686 r.
35
“Indios de Jambaló: quejas por el usufructo de resguardos” (1751-1799), A. G. N., Caciques e Indios, rollo
22, D.9, f. 686 r.
36
“Indios de Jambaló: quejas por el usufructo de resguardos” (1751-1799), A. G. N., Caciques e Indios, rollo
22, D.9, f. 687 v.
funciones del Cabildo y había pertenecido a Antonio Caicedo un antiguo encomendero.
Aunque dentro de las quejas del proceso hacía Manuel Pino, los indios a través de su
representación –cura–, manifestaron que Antonio Caicedo en vida se apropió de la capellanía
de manera ilegal. Esta ahora pertenecía a su familia quienes no aceptaban la argumentación
de los indios y omitieron el pago correspondiente a la comunidad37. Se desconoce dentro del
expediente el desenlace con respecto a la capellanía, pero debe considerarse que los indígenas
a través de los procesos que se abrieron por la ruptura de las reformas borbónicas, podían
evocar pleitos o situaciones problemáticas pendientes por resolver, que en la mayoría de los
casos tenían incidencia de atropellos de funcionarios de la corona38.

En consecuencia, a lo anterior sin especificarse de otras problemáticas, los curas insistían en


el traslado del pueblo de Jambaló a Toribio. Consideraban que los indígenas agrupando más
personas al resguardo tendrían mayores facilidades para el sustento en buenas cantidades de
agua para los laboreos de la tierra, para el consumo de la comunidad y el ganado; montes
adyacentes para la extracción de madera y favorecer la edificación de los resguardos, los
fogones de las cocinas, diseño de herramientas que facilitaban el trabajo agrícola. Además
del músculo de fuerza que significaba el trabajo para obtener mejores resultados a favor de
la comunidad y por ende del tributo.

La intervención de los mediadores del proceso –curas– generó un buen desempeño en el rol
de la representación de los indígenas. Por la persistencia de los curas en el proceso, un juez
de Caloto con recursos de la caja real, procedería a favor de la petición de los indios. Este
permitiría el acceso a las tierras comunales, el traslado de imágenes y de campanas para
construir la iglesia de Toribio, además de eximirlos de tributar por el período de un año con
el propósito de favorecer la edificación de casas y sementeras39.

Las acciones emprendidas por el juez de Caloto, permiten inferir como el tributo se fortalecía
atendiendo las necesidades básicas de los indígenas. A pesar de eximir por el período de un
año del tributo a la comunidad y destinar recursos de la caja real para el progreso y adelanto
del lugar; puede verse plasmado que funcionaba como un empréstito a mediano plazo que
permitiría por razones lógicas que la capacidad de tributación de los indígenas agrupados en
los resguardos aumentara. Esta protección al tributo acarreaba un amparo implícito a la
población indígena, cuyo respaldo se daba a través de facilitar los medios para la subsistencia
y crecimiento de las poblaciones.

El pago del tributo por período de ese año, se destinaba a la manutención de la comunidad
local sirviendo de apoyo a la inversión de la caja real en la comunidad y debía sumarse a las
necesidades del resguardo. Desde la interpretación que se puede hacer sobre el tributo en
este proceso y el período en mención, puede argumentarse que su función principal, no era
un mecanismo punitivo y de coerción que sometiera al indígena, como manifestaba Bonnet
en referencia a la política de reagrupación, puesto que los recursos se suministraban a los
37
“Indios de Jambaló: quejas por el usufructo de resguardos” (1751-1799), A. G. N., Caciques e Indios, rollo
22, D.9, f. 688 v.
38
Ver: Alonso, Valencia Llano. "Indios, encomenderos y empresarios en el Valle del Cauca." Cali, Colombia:
Gobemación del Valle del Cauca, Gerencia para el Desarrollo Cultural (1996).
39
“Indios de Jambaló: quejas por el usufructo de resguardos” (1751-1799), A. G. N., Caciques e Indios, rollo
22 D.9, f. 683 r.
caciques y las cabezas principales del resguardo para una distribución equitativa entre los
miembros de la comunidad. Es decir, que entre los miembros de la comunidad también se
encontraban los curas, quienes desde la autoridad del cacique recibían un aporte voluntario a
favor de sus funciones en la comunidad. Cómo se ha podido develar, el aporte poco tenía
que ver con el hecho religioso, se hace más factible la idea de buscar en el cura dentro del
resguardo una representación en los tribunales o las instancias correspondientes para
instaurar quejas e iniciar procesos. Las narraciones de fray Juan Lopez de Velasco en
poblaciones del Cauca, respaldan el planteamiento de esa tesis: “…procurando con mucho
cuidado que las tasaciones se hagan con mucha moderación y equidad, y que en ellas quede
declarado lo que han de dar á sus caciques, por razón de su señoría, para su sustento, y lo que
han de pagar para el sustento de los ministros de doctrina, porque nadie les pueda pedir ni
llevar cosa que no deban sin pagárselo; lo cual está muy defendido por las leyes…”40

Seguramente la desconfianza de la corona frente a las compañías religiosas y sus miembros,


para el recaudo o distribución del tributo tendría una razón de ser importante, si se habla del
retorno del recaudo a la caja real. En consecuencia, la medida e idea de agregar Jambaló a
Toribio subyacía; las motivaciones hacían referencia a las distancias de algunos lugares con
otros, las facilidades en las facultades de algunos curas para la enseñanza del idioma
castellano generaban estos traslados, pero debe siempre ponerse por delante la pregunta ¿Por
qué accedían los indígenas sin renuencia a la política de reagrupación? No es lejano aceptar
la idea de base que expresa el caso de Jámbalo y es la posibilidad de acceder a algunos
privilegios que otorgaba la corona en su objetivo principal de blindar el tributo, como se
plasma en la siguiente cita:

“…lo primero es que no dista más Jambalo que de Caldono, que de Guambia sino lo
mismo, según tengo entendido; lo segundo que aun quando distara; algo más de
Caldono que de guambia, para agregarlo a Guambia, ay dos inconvenientes el uno,
no entender su idioma el cura de Guambia, el otro ser distinto el idioma de los de este
pueblo Quichayá y Caldono es uno mismo siendo ante y esta emparentados los de
Quichayá y Pitayó esta relación y la uniformidad del idioma suavisara y facilitara la
distancia, caso que la hubiera mayor a Caldon que a Guambia, en donde serán más
bien Doctrinados por la inteligencia que tiene de su idioma el cura de este pueblo y
los confesara sin dificultad como lo hara, con los de Jambaló el cura del Thoribio, por
ser perito, en su idioma; de cuia suerte. Y modo de unión se reparan este y los demás
inconvenientes de pobreza, cazeria, del pasto espiritual y otros temporales que se
expresan en dichos ynformes; y que de subsistir el referido beneficio de jambaló
serían inevitables con lo que se dexa entender, ser no solo útil y provechosa si
necesitaría dicha unión…”41.

Por otra parte, y retomando la narrativa del proceso, pese a se desconoce cuánto tiempo
pasaron los indígenas en Caldono, pudo develarse que un Protector de Naturales a quién no
se distinguió nombre, manifestó que mantenerlos en sus antiguas tierras sería lo más

40
Fray Juan López de Velasco, Descripción universal de las indias y de los Reyes de Castilla (Madrid: Geografía
universal de las indias, 1894)
41
“Indios de Jambaló: quejas por el usufructo de resguardos” (1751-1799), A. G. N., Caciques e Indios, rollo
22, D.9, ff. 690 r. - 691 v.
saludable, argumentando desde la experiencia que cuando un indio era sacado de sus tierras
las consecuencias eran desfavorables en su vida. Así se buscaron alternativas diferentes y
solicitaron buscar los títulos de las tierras que respaldaba a los indígenas en su posesión
comunitaria junto al cura que los representaba.

Ya con el proceso adelantado y una orden de un juez en el medio para la construcción de la


iglesia en Toribio se solicitó tomar la misma medida regresando los “ornamentos” y las
“efigies” al resguardo de Jámbalo. Se apelaría a un Juez eclesiástico de la Diócesis de
Popayán para esos efectos, con el propósito de regresar lo más pronto la autonomía
eclesiástica que reclamaban. Bajo los efectos de la apelación, en 1753 un Juez eclesiástico
presentó frente a la Real Audiencia de Popayán una petición de los indios que buscaba
delegar a Thomas Cárdenas abogado de la Real Audiencia de Popayán por su conocimiento
frente a los procesos que había llevado a cabo en pueblos cercanos a Jámbalo, se tuvo noticia
posteriormente que se ubicaría frente al caso42.

Hasta aquí puede verse un proceso en el que intervinieron directamente todas las esferas del
poder local: curas y jueces principalmente. Del primer actor puede referirse que la intención
que motivaba a asumir la representación de los casos que presentaban los indios alrededor
del tributo estaba ligado a intereses propios de las misiones religiosas o en su defecto
individual. Esto significa que este acto inconsciente de perseguir el tributo, permitía que las
políticas de las reformas borbónicas llegaran con mayor profundidad a las comunidades, pues
sin la intervención de los curas no era posible que las autoridades conocieran de fondo las
situaciones o problemáticas que restringieran la circulación del tributo hacía la caja real. La
presencia religiosa en los resguardos indígenas o comunidades locales, funcionaba como
pequeñas corporaciones castellanas que paulatinamente generaría las herramientas necesarias
para que indígenas u otras comunidades apelaran en caso de requerirlo y así acogerse al pacto
de vasallaje.

3. Derechos de los indios, la autoridad real en defensa de Jámbalo y el “arriendo


de la paga del tributo”

Finalmente en manos de Thomas Cárdenas quién fue asignado en el caso en 175343, aceptó
asesorar por conocimiento de causa el caso de Jambaló. Durante ese año se dirigió a la real
audiencia de Santa Fe donde apelando al fiscal Gaan quién respaldó la petición de los
indígenas y manifestó brindar los medios necesarios para que se procediera a favor de ellos.
Gaan argumentaba que no se debía sacar a los indios de su pueblo origen, porque en la mejor
de las situaciones o se ausentaban o morían. Por esa razón no se hacía efectiva la política de
reagrupación en ese caso en particular, sino que era justo mantenerlos en los pueblos a los
que pertenecían y otorgar el “arriendo en la paga de los tributos”. El Fiscal Protector con la
solicitud de los títulos pidió la manutención del resguardo, reconociéndose así en el año de

42
“Indios de Jambaló: quejas por el usufructo de resguardos” (1751-1799), A. G. N., Caciques e Indios, rollo
22, D.9, f. 694 r.
43
“Indios de Jambaló: quejas por el usufructo de resguardos” (1751-1799), A. G. N., Caciques e Indios, rollo
22, D.9, f. 695 r.
1765 la posesión de las tierras a los indios, aparte de beneficios para las cementeras y medidas
para acabar los perjuicios que les siguieran afectando44.

Entre las palabras utilizadas por Cárdenas en la petición manifestaba que cuando los indios
vivían en paz “fabricaron iglesia, casa de cura”, donde “…nunca habían logrado disfrutar
con quietud las tierras de sus resguardos por las extorsiones que les ha causado Manuel del
Pino…45” Los argumentos presentados por este favorecieron la postura y los intereses de los
indígenas frente al conflicto sostenido con Manuel Del Pino. Éste último se conoció que en
repetidas ocasiones había solicitado despojar nuevamente a los indios del lugar,
argumentando la pertenencia legal sobre las tierras que ocupaban. La Apelación de Del Pino,
motivaría al juez de tierras Manuel Lambarri a presentar su inconformidad por la violación a
la que habían sido sometidos los indios en sus propios resguardos y lugar de origen. En la
Gobernación de Popayán también se pronunciaron frente a la problemática, e indicaron que
debía salvaguardarse la posesión de las tierras:

“…con reflexión al considerable ramero que contiene dicho pueblo de que tomaron
pocesion sin que paresca haverse contradicho; en cuia virtud y en atención a la
distancia y perjuicios que estos miserables sufren en los dilatados viajes a esta capital
(Popayán); y basta ahora han sufrido viviendo a su merced, y como forasteros en su
patria; se ha de servir vuestra excelencia mandar librar despacho para que el mismo
corregidor y en su defecto el Juez que fuere requerido les ampare y mantenga en las
tierras y linderos asignadas sin permitir que pues dicho pino le defina ni otro alguno
se les moleste, castigando a los contraventores exemplarmente de modo que se
asegure la quietud…”46.

Por orden virreinal de Pedro Mecía de la Zerda se exigió a Manuel del Pino la pena de pagar
quinientos patacones por perturbar a los indios. Se supo que Pino se había dirigido a la real
audiencia de Santa Fe en apelación y a cambio recibió una multa. En el año de 1768 el Virrey
no solo se interesaría por el caso, además había facultado a “Juan indio” para que otorgara
la información necesaria contra la persona de “cualquier calidad47” que tratara de usufructuar
los linderos o posesión de tierras que le había concedido el Juez Don Manuel Lambarri.

Años más tarde ante las presiones de Manuel del Pino, en 1788 los indios de Jambaló ahora
con representación de “Juan indio”, se dirigieron sin mediadores y por cuenta propia al
Cabildo de Caloto para exigir copia del expediente de 1768 donde el Virrey De la Zerda
señalaba y había amparado la decisión de respetar la posesión de sus tierras –espacio
concedido ahora por auto judicial–. Es de esa manera como la solicitud les fue concedida,
además los indios obtuvieron copia del expediente, como reposaba en la siguiente cita:

44
“Indios de Jambaló: quejas por el usufructo de resguardos” (1751-1799), A. G. N., Caciques e Indios, rollo
22, D.9, f. 695 v.
45
“Indios de Jambaló: quejas por el usufructo de resguardos” (1751-1799), A. G. N., Caciques e Indios, rollo
22, D.9, f. 695 r.
46
“Indios de Jambaló: quejas por el usufructo de resguardos” (1751-1799), A. G. N., Caciques e Indios, rollo
22, D.9, f. 698 v.
47
“Indios de Jambaló: quejas por el usufructo de resguardos” (1751-1799), A. G. N., Caciques e Indios, rollo
22, D.9, f. 699 r.
“…sacose testimonio de este expediente a pedimento de los Naturales del pueblo de
Jambalo, y de mandamiento judicial del señor theniente de Governador de esta ciudad
de Caloto, y Junio Catorse de mil setecientos ochenta y ocho hoxas doy fee=
Geraldino= es copia fielmente sacada del superior despacho librado por su excelencia,
que se halla por testimonio en el libro capitular del Año de mil Setecientos Sesenta y
Ocho, con la que correxi y conserte…”48.

Aunque los indios pudieron mantener la posesión de sus tierras, el conflicto por la propiedad
de las mismas persistió hasta el año de 1795. Se debe destacar que los indios para ese
momento aprendieron por el proceso del pleito a dirigirse a las autoridades y emplear los
mecanismos que la justicia había dispuesto para ellos. Si se recuerda bien, la transición para
que se movilizaran solos inicialmente fue con la mediación de los curas, ahora a partir de la
experiencia, sumaron un aprendizaje que les permitió a la fecha hacer uso de las facultades
del pacto de vasallaje y disponer directamente de las políticas emanadas de las reformas
borbónicas.

Durante el mismo año de 1795 Zeferino Pino y su hermano Vicente Pino, retomaron el pleito
de su padre y abrieron un nuevo episodio del conflicto. Se presentaron con argumentos
nuevos, denunciando lo que denominaron la “Rosería en comunidad49”. Cabe resaltar que
los indígenas de la misma manera heredaron hijos al conflicto, ahora con conocimientos de
las herramientas jurídicas para continuarlo. Los Pino removieron un caso inclinado a favor
de los indios, ahora expresaban que el pleito había costado mucho a su padre y ahora
entendían a su modo de ver, que la medida nunca había sido justa.

En suscitación al pleito, Pedro Antonio Feijoo quién era Protector de Naturales, escribía con
preocupación acerca del conflicto que había iniciado en el año de 1750 y con el tiempo fue
involucrando varias esferas de la sociedad. Su preocupación radicaba en que era un caso que
en cualquier momento por la persistencia de los “derrotados”, podía generar la destrucción o
desalojo de los indios de Jambaló. No obstante, las autoridades Santafereñas al enterarse
reafirmaron el respaldo a los indios. Se basaron en responder a la apelación que durante el
tiempo en que cedieron a las peticiones de los indígenas, estos en su comportamiento
demostraron pacífica posesión de las tierras50 .

Sería el mismo Feijoo quién en el año de 1799 acudiría al cura interino de Jambaló, para
preguntar por los tiempos de los indios respecto a la actitud de los indígenas del lugar frente
al tributo, los diezmos, y si las tierras aún permanecían para el pastaje del ganado,
preguntando sobre la pertinencia de conservar las cementeras. Manuel Zúñiga era el nuevo
cura interino en Jámbalo e hizo referencia a los indígenas cuando quiso mencionar de la
puntualidad de estos para el tributo, aunque precisaba que las tierras a las cuáles pudieron
acceder ya no eran suficientes, así:

48
“Indios de Jambaló: quejas por el usufructo de resguardos” (1751-1799), A. G. N., Caciques e Indios, rollo
22, D.9, f. 705 v.
49
“Indios de Jambaló: quejas por el usufructo de resguardos” (1751-1799), A. G. N., Caciques e Indios, rollo
22, D.9, f. 706 r.
50
“Indios de Jambaló: quejas por el usufructo de resguardos” (1751-1799), A. G. N., Caciques e Indios, rollo
22, D.9, f. 707 r.
“…me consta que los Naturales de este pueblo son puntuales en satisfacer las Reales
Tributos, Primacias, y Diesmos de los tiempos accinados (Sic): igualmente certifico
que el número de almas que hay en este pueblo de ambos Reynos son quatroscientas
y sinco, de ellas resultan siento y un yndios tributarios que les han dejado a estos
yndios libres de la pocecion que se le dio de orden del señor gobernador de Popayán
a Don Manuel del Pino es mui corto, pues no caben en sus cassas y chagras, los dichos
yndios, quienes no tienen montes para sus roserias y labranzas…”51

Se comentaba que la cantidad de indios tributarios eran los que podían mantener
tranquilamente las tierras –los demás estaban desubicados por Pino–. La “Rosería en
Comunidad” siempre se mantuvo entre los Pino e indios.

La “Rosería en Comunidad” Pinos e indios inician una nueva lucha

En 1799 ante la negativa, los hermanos Pino decidieron iniciar un nuevo proceso en la
Audiencia Real de Quito. En esa audiencia se falló a favor de éstos burlando así las medidas
que había ordenado el Virrey Mecía de la Zerda en 1768. Ante la situación, los indios
alarmados por las medidas y conscientes de sus “derechos”, denunciaron sin cura y guiados
por la experiencia que tenían del pleito y señalaron que, retribuyendo las tierras a Pino, las
autoridades territoriales habían ignorado la representación alzada por el pueblo de Jambaló.

Como anteriormente lo habían hecho los indios, recurrieron a su antiguo Protector de


Naturales quien, en ese momento por no tener el cargo por vencimiento del mismo, presentó
las denuncias ante la Gobernación de Popayán voluntariamente por no estar habilitado. Y los
indios por su parte, presentaron copia del caso y manifestaron tener dinero para hacerse cargo
de los gastos que implicaran las nuevas medidas:

“…según todo lo relacionado consta de la carta escrita por el escribano de gobierno


Don Antonio Servera, y más documentos que llevan estos yndios para el prudente
animo de vuestra señoria por si hubiese ocurrido a esa capital dicho Pino: Dela adjunta
sertificacion consta el cresido numero de yndios que hai en dicho pueblo y la ninguna
tierra que pretende dejarles Pino: los expresados yndios me aseguran llevan Dinero
para dichas costas: Es quanto por ahora ocurre pedir…”52.

Los Pino tendrían nuevamente las tierras y los indios a través del Fiscal General y su Protector
de Naturales en Caloto alzaron su voz frente al Gobernador de la provincia de Popayán quién
había fallado a favor de Pino. Los indios presentaron copia del respaldo concedido por el
Virrey Mecía de la Zerda en el año de 1768 quien declaraba que éstos por cumplir con el
pago del tributo tenían legítima posesión de las tierras. Se envió así una comisión para
verificar linderos e identificar si Pino tocaba los límites territoriales de los resguardos, donde
el nuevo fiscal Protector exigía que, en cualquier circunstancia, los indios fuesen

51
“Indios de Jambaló: quejas por el usufructo de resguardos” (1751-1799), A. G. N., Caciques e Indios, rollo
22, D.9, f. 712 r.
52
“Indios de Jambaló: quejas por el usufructo de resguardos” (1751-1799), A. G. N., Caciques e Indios, rollo
22, D.9, ff. 714 r. - 714 v.
representados por las justicias necesarias, nominando para ello al juez o la autoridad
requerida:

“…Que no debiendo los Naturales pensionados en los derechos, que puedan causar
las diligencias pedidas, se hade servir vuestra excelencia mandar le prevenga asi a
los jueces, que deben practicarlas, y que de ello den noticia al nominado Don
Francisco Xavier Suarez como protector partidario para que en todo caso represente
a favor de aquellos lo que sea de Justicia suprema…”53.

Llegadas las Guerras de Independencia existieron actos violentos de parte de los indios y de
los Pinos –los primeros por defender la posesión de tierra y el segundo por despojarlos–.
Dadas las circunstancias del pleito, existieron altas posibilidades en que los indios a la hora
de defender sus intereses participaran en la guerra, estableciendo alianzas con bandos
realistas. Previamente se debe tener en cuenta que antes de la independencia contaron con
respaldo suficiente por parte de la justicia y de las instituciones dispuestas por la corona.

Conclusiones

Para concluir se presentaron varias situaciones durante todo el proceso, debe hacerse
referencia en primera instancia, a la relación entre los curas y los indígenas. En el medio de
esta relación se encontraba el tributo, para los curas era la razón de ser en la permanencia
dentro de los resguardos, los movilizaba y tenían intereses económicos para favorecer las
misiones religiosas, o en su defecto individuales, esto conllevo a que fueran una pieza clave
en la representación de los indígenas y de la corona, en ocasiones, los delegaron como vigías
de los procesos cuando se trataba de buscar la organización pacífica de los indios para
tributar. Por otra parte, el indio se valía del tributo o el “arriendo de la paga del tributo” y la
prevalencia que le daba la corona al impuesto, para cubrir las necesidades básicas, legitimar
la tenencia de la tierra, se movilizaron acogiéndose a la política de reagrupación
principalmente que promulgaban las reformas borbónicas y por último buscaron salidas
negociadas a través de los tribunales mediante la adscripción al pacto de vasallaje. Es
entonces que el tributo cumplía una notoria preponderancia dentro de las comunidades
indígenas sobre todo cuando se trata de estudiar los vínculos que establecía la corona
española con la “república de indios”. Puede así referirse que en la ideología de la monarquía
se cumplía un principio, y ante una población indígena sumisa recibían beneficios, así, el
indio cumplía el rol de “súbdito tributario”.

Por otra parte, debe señalarse que la usurpación de tierras y atropellos a los indígenas no se
desconocen. Durante la segunda mitad del siglo XVIII las reformas borbónicas impactaron
las poblaciones, alterando el orden y generando esperanzas en el bajo pueblo frente a las
guerras que libraban contra los funcionarios de la corona. Queda en evidencia que los
funcionarios en ocasiones seguían solo intereses particulares y una forma de la corona buscar
control sobre estos, era entregándole el poder a los indígenas como en Jámbalo o en su
defecto al “vajo pueblo” o “estado llano”. La figura de Manuel Del Pino en el conflicto es

53
“Indios de Jambaló: quejas por el usufructo de resguardos” (1751-1799), A. G. N., Caciques e Indios, rollo
22, D.9, f. 716 v.
una respuesta a la medida que la corona emprendía contra los atropellos a los indígenas,
aunque se observó cómo durante el período de cincuenta años, este buscaría incesantemente
por todos los medios tumbar las ordenes de las autoridades que a veces tardaban tanto en
impactar las poblaciones. Su accionar permitiría a la población indígena, conocer la postura
de la monarquía frente a las problemáticas dentro de la república de indios, el papel de las
representaciones, los pactos de negociación y la salida pacífica de los conflictos.

Otro aspecto relevante fueron las Reformas Borbónicas, puede analizarse a través del caso
de Jámbalo que la comunidad indígena fue impactada y alterada por la política reformista.
La corona hizo mella y esfuerzos por penetrar la estructura organizacional de las poblaciones
que aún no se habían avecinado. En esta incorporación a las comunidades buscaban clasificar
las poblaciones y sus castas54 para organizarse y así enganchar intereses que se suscitaran en
medio.

Se puede mencionar que durante la segunda mitad del siglo XVIII el impacto de las reformas
borbónicas permitiría abrir el tema y empezar a dar forma a los “derechos” de los indígenas,
que les permitiría tener mayor autonomía y respaldo en quejas y solicitudes. Se resalta
también, la figura de las instituciones castellanas locales que servían como una
corporatividad efectiva en recibir quejas y solicitudes de los indígenas y poblaciones
emergentes para darles trámite, permitiendo así el acceso al denominado pacto de vasallaje.

Se desconoce a la luz de la investigación histórica la situación de las indígenas en el nuevo


proceso iniciado por los hijos de Manuel Del Pino en búsqueda de la recuperación de las
tierras. Se hace necesario otro estudio que permita conocer el caso tanto en las Guerras de
Independencia, como en la crisis imperial y la omisión del tributo en las postrimerías de
dichas guerras. Se hace así pertinente evocar el estudio de Jairo Gutiérrez quien señalaba
que algunos pueblos de indios del Cauca55 se unieron a la causa de defender las instituciones
comunales contra la República. Se puede considerar que existieron altas posibilidades para
que los indios de Jambaló se aliaran en defensa del rey, pero tales aseveraciones no son más
que especulaciones que requerirán de un estudio más exhaustivo.

54
Richard Andrés Bolaños Rodas. Mezcla y Legitimidad: Clasificación Social, étnica y de Oficios…” P. 16.
55
Jairo Gutiérrez Ramos, Los indios de Pasto contra la República (1809-1824) (Bogotá: Instituto Colombiano
de Antropología e Historia, 2007), 128.
BIBLIOGRAFÍA

Fuentes primarias

Archivos

Archivo General de la Nación de Colombia (AGN) Bogotá – Colombia, Sección Caciques e


Indios.

Fuentes primarias impresas

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Fuentes secundarias citadas en el artículo

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Bolaños Rodas, Richard A. Mezcla y Legitimidad: Clasificación Social, Étnica y de


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Pedagógica y Tecnológica de Colombia/ No. 9 / junio 2018

MUJER NEGRA, ESCLAVA Y LIBERTA EN BUGA, 1818 – 1851

Claudia Ximena Serna García


Magister en Historia
Universidad del Valle

Resumen

El estudio de “La mujer negra esclava y liberta en Buga, 1818 – 1851” muestra cómo las mujeres
negras esclavas acudieron a diferentes formas para acceder a su libertad las cuales quedaron
registradas en documentos notariales: cartas de libertad, testamentos y cartas mortuorias. En ellos se
encontraron la libertad por compra, la libertad por gracia total y condicionada y, la libertad a través
de la ley. Las relaciones con los amos demuestran un interés por el buen trato que se les debe a sus
esclavas y un acercamiento importante al punto de ser incluidas en sus testamentos como herederas
de algún bien.

La participación de las mujeres negras fue importante en diferentes contextos de Buga, incluyendo
factores como la servidumbre y la guerra.

Palabras clave: esclavitud, manumisión, libertad, Buga, siglo XIX.

Abstract

The study of "Black woman slave and free in Buga, 1818 - 1851" shows how black slave
women went to different forms to access their freedom which were recorded in notarial
documents: letters of freedom, testaments and mortuary letters. They found freedom for
purchase, freedom by total and conditioned grace and, freedom through law. Relations with
the masters demonstrate an interest in the good treatment that is due to their slaves and an
important approach to the point of being included in their wills as heirs of some good.

The participation of black women was important in different Buga contexts, including factors
such as servitude and war.

Keywords: slavery, manumission, freedom, Buga, 19th century.


RECIBIDO: abril 16/18 EVALUADO: junio 4/18
“(…) declaro que es mi voluntad que la esclava Josefa quede libre por sus buenos servicios que me ha
prestado y esto será desde el día de mi fallecimiento, y mis albaceas le darán el documento correspondiente,
entendiéndose que del valor de ella quede pagado el impuesto de manumisión que deberían satisfacer mis
bienes, cuya gracia le hago con esta expresa condición, declarándolo para que conste (…)”

Esta fue la forma como Casilda Bocanegra concedió la libertad a su negra esclava Josefa a
través de una causa mortuoria en el año de 1844, documento que actualmente está en la
Academia de Historia, Leonardo Tascón de Buga. Así como Josefa logró acceder a su libertad
luego de la muerte de su ama, en Buga hubo muchas mujeres que no lograron ser libres de la
misma manera, lo que las llevó a buscar otros medios para su manumisión. Este tema capta
la atención de académicos de diferentes áreas del conocimiento y desde diferentes
perspectivas teniendo mayor abordaje la manumisión de manera general y no
específicamente a un grupo poblacional.

A continuación, se presentarán algunas consideraciones al respecto, abordando el tema a


partir de la siguiente pregunta ¿Cuáles fueron las formas a las que acudieron las mujeres
negras esclavas en Buga durante 1818 – 1851 para acceder a su libertad? Cuestionamiento
que surge como resultado de varias lecturas y análisis relacionados con el proceso de
manumisión y la búsqueda de hechos y situaciones donde hay participación de la comunidad
negra. Sobre las consideraciones se tendrá en cuenta tres: la primera sobre la epistemología
y legislación, la segunda relaciona el contexto geográfico de la ciudad y la tercera abordará
los análisis de algunos de los casos encontrados de mujeres negras esclavas que lograron ser
manumitidas en Buga durante 1818 – 1851. Esto en el marco de un estudio historiográfico
local.

Metodológicamente se estructuró una matriz en la que se discriminaron variables como edad,


número de mujeres, razones por las cuales se manumitieron, valor, personajes que
participaron en los casos desde el aparato burocrático, las fechas en las cuales se presentaron
los casos, el tipo de documento a través del cual se legalizó la condición de libre de la mujer,
entre otros datos que fueron tenidos en cuenta al momento de analizar las variables
encontradas. Se acude a un método de análisis mixto al analizar tanto cualitativa como
cuantitativamente la información obtenida lo que se logra expresar tanto en gráficos como en
descripciones en las que se establece relación con los casos hallados.

Para desarrollar el estudio se acudió a tres archivos a nivel nacional, regional y local, en su
orden: Archivo General de la Nación (AGN), Archivo Central del Cauca (ACC) y Archivo
Histórico de Buga (AHB). Cada uno de ellos aportó con casos de mujeres negras que lograron
su manumisión, a excepción del caso de una mujer negra esclava que no la logró pero que sí
acudió al aparato judicial para obtener respuestas a su condición legal. En total se consultaron
27 casos, así: 5 del AGN, 1 del ACC y 21 de AHB. Además, se consultaron los censos de
1825 encontrado en el ACC y uno de 1850 del AGN, reglamentación de la época y del tema
y discursos de personajes notables de aquel tiempo.

Consideraciones epistemológicas: esclavitud, mujer, libertad y manumisión

La esclavitud ha estado presente en la historia de la humanidad desde la antigüedad en Grecia


y Roma, sin embargo, presentó algunos cambios a partir de lo que occidentalmente ha sido
denominado el descubrimiento de América dado que con él se hizo necesaria mano de obra
calificada que no fue aportada por los nativos a quienes parcialmente exterminaron, llevando
a medidas como el tráfico de negros traídos del África por los colonizadores de España,
Inglaterra, Portugal y Francia.

Inicialmente, éstos eran traídos por mercaderes en barcos como hombres de compañía, sin
embargo, luego se requirió replicar el modelo que se venía presentando en la zona peninsular.
Ésta contó con una legislación que data de siglos antes de la Conquista a América: la ley de
las Partidas de Alfonso X el Sabio1, pese a su antigüedad, en el siglo XIX continuaba teniendo
vigencia como un código Negro General que América Española tuvo durante su larga vida
colonial. Además, está el Código (Carolino) de Negros de 1789, el cual reglamentó en gran
medida las condiciones en las cuales debían estar los esclavos de los territorios de América
teniendo una vigencia hasta mediados del siglo XIX en el cual se incluía la instrucción en la
doctrina cristiana, los alimentos y vestuario, la ocupación de los esclavos, las habitaciones y
enfermerías, los viejos y enfermos, los matrimonios, las obligaciones, entre otros elementos
que rigieron su estadía en la condición de esclavos. También están la Recopilación de Indias
y con las cédulas generales y particulares.2 En ellas se promulgaron consideraciones como
que los esclavos debían volver a su estado natural, que es el de la libertad y que al fallecer su
amo, en caso de pasar a otro que no los tratase en condiciones de humanidad, estos pueden
pedir que se les cambie de amo, entre otras que fueron la base para la promulgación de leyes
en función del buen trato a los negros esclavos.

En lo que concierne a la mujer, Rafael Díaz hace un estudio en el que expone su papel en la
esclavitud donde afirma que ella padeció la esclavitud desde sus inicios en la antigua Grecia.
Díaz, apoyándose en Orlando Patterson, refiere:

(…) la libertad comenzó su largo viaje en la conciencia occidental como un valor de


la mujer. Fue la mujer quien primero vivió en el terror de la esclavización y, por lo
tanto, fueron las mujeres quienes primero vinieron a valorar su ausencia, tanto
aquellas que nunca fueron capturadas pero que vivían con ese temor y, aún más,
aquellas que fueron capturadas y que vivieron con la esperanza de ser redimidas o, al
menos, de ser liberadas de su muerte social y colocadas entre sus captores bajo una
nueva condición, la cual existencialmente había venido a anhelar todo su ser.3

A esto se le suma que es a través de la madre de donde se hereda la condición de esclavo,


pues son los hijos de las mujeres esclavas los que le dan continuidad. Esto es reglamentado
en la Cuarta Partida. Título XXI, ley II:

No había problemas cuando ambos progenitores eran siervos, pero sí cuando sólo lo
era uno de ellos, por lo que hubo que recurrir a lo lógico, que fue la condición de la
madre. Se reglamentó así: “Nacido seyendo hombre de padre libre e de madre sierva,

1
Esta ley plantea que el fenómeno esclavista es un artificio o producto de la historia y no de la naturaleza.
2
LUCENA SAMORAL, Manuel. “La Esclavitud Americana y las Partidas de Alfonso X.” Indagación: revista
de historia y arte, ISSN 1134-301X, Nº 1, 1995. Pág. 34.
3
Citado por Rafael Díaz, en: ¿Es posible la libertad en la esclavitud? a propósito de la tensión entre la libertad
y la esclavitud en la Nueva Granada. Revista Historia Crítica N° 24. Pág. 67.
estos a tales son siervos, porque siguen la condición de la madre, cuanto a la
servidumbre o franqueza… Más los hijos que naciesen de madre libre e padre siervo
serían libres, porque siempre siguen la condición de la madre, según es sobredicho.

Lo anterior, justifica la razón por la cual se promulga bajo la dinámica que se presentó la ley
de Libertad de Vientres en el año de 1821, dado que es a través de la madre que se hereda la
condición de esclavo, con dicha ley lo que se hace es cortar esa herencia y en adelante sus
hijos serán libres.

Las mujeres negras esclavas no lograron ocupar un lugar en la sociedad en el que se le


respetaran sus derechos fundamentales:

(…) las mujeres africanas y sus descendientes ocupaban el último rango de la escala
social de la colonia, por lo general relegadas y en estado de esclavitud, separadas del
ejercicio de sus derechos fundamentales. Tratadas como mercancía o piezas de
intercambio comercial, fueron víctimas de la mayor explotación, al igual que sus
compañeros, pero con ellas se excedieron los abusos sexuales4.

Muchos de esos abusos sexuales eran realizados por los amos de las esclavas de los que el
resultado era que ella quedara embarazada, sin que esto representara una condición en el
cambio de su situación social, económica ni en beneficios para ella o su hijo salvo en algunos
casos.

Las mujeres en los censos

Las condiciones demográficas mostraron que las mujeres estaban en mayor cantidad respecto
a los hombres. Según el Censo de Población del Cantón de Buga conformado por las
parroquias de Buga, Guacarí, Palmira, Tuluá y la viceparroquia de Bugalagrande, en el año
de 1825 había un total de población de 3874 habitantes en la parroquia de Buga y 15464 en
todo el Cantón distribuidos entre eclesiásticos seculares, eclesiásticos regulares,
matrimonios: hombres casados y mujeres casadas, jóvenes y párvulos menores de 16 años,
hombres solteros de 16 años, hombres solteros de más de 50 años, mujeres solteras y
párvulas, esclavos: hombres casados y mujeres casadas, esclavos solteros y párvulos y
esclavas solteras y párvulas. Del total de la población de dicha parroquia, el 15,29% (592
habitantes) eran esclavos. A su vez, el 1,89 (73) eran hombres y mujeres casados, donde
predomina el número de mujeres sobre el de hombres (36 y 37). De la población de solteros
y párvulos, las mujeres continuaban siendo predominantes en número con un 9,22% (357) vs
a los hombres con un 4,18% (162) para un total de 10,8% (394) de mujeres frente a 5,11 %
de hombres (198). 5.

También puede notarse la presencia de la población esclava en el análisis que hacen Andrés
y Hermes Tovar sobre el promedio de esclavos liberados por sus amos en diferentes
provincias. Al tomar la información correspondiente a la Provincia del Cauca, se evidencia

4
MÚÑOZ CORDERO, Lydia Inés. “Mujeres del Sur en la Independencia de la Nueva Granada. Historia de
Género.” Ediciones Graficolor. San Juan de Pasto, 2011. Pág. 34.
5
ACC, Censo de Buga, Independencia, Sig. 6518 C. 1123 H.
que fueron liberados por 789 propietarios 2.185 esclavos para en promedio cada uno liberar
2,77 esclavos. El referente en cuanto al total nacional fue de 5.272 propietarios siendo
liberados 15.591 esclavos que en promedio por propietario corresponde a 2,96%. Esta
condición refleja una posición que se negaba a liberar a sus esclavos siendo la segunda
provincia con mayor número de esclavos luego de Barbacoas.6

GRÁFICO 1: ESCLAVOS. CENSO DE 1825. PARROQUIA DE BUGA

98,11%

100,00% 0,93% 0,96%


50,00%
0,00%
Hombres Mujeres casadas Otros
casados

Fuente: ACC.

GRÁFICO 2: ESCLAVOS Y ESCLAVAS SOLTEROS Y PÁRVULOS. CENSO DE 1825.


ACC. PARROQUIA DE BUGA.

86,60%
4,18% 9,22%
100,00%
0,00%
Esclavos solteros
Esclavas solteras Otros
y párvulos y párvulos

Fuente ACC.

GRÁFICO 3: PROMEDIO DE ESCLAVOS LIBERADOS POR SUS AMOS EN


DIFERENTES PROVINCIAS: 1823 – 1852. (CAUCA vs NACIONAL)

20000
15591
15000
10000
5272
5000
789 2,185 2,77 2,96
0
Propietarios N° liberados Promedio liberados

Fuente: AGN. Cálculos de Jorge A. y Hermes Tovar.


Cauca Total Nacional

6
TOVAR, Jorge Andrés y TOVAR Hermes. Ópt. Cit. Pág. 138.
Esclavitud y servidumbre

Las pretensiones de importar esclavos a las colonias se basan en el sometimiento de unos


individuos para la explotación de una fuerza laboral. Esta explotación se denomina
servidumbre y, según las Partidas de Alfonso X, constituye una de las formas de ser esclavo:
se da por endeudamiento o insolvencia.

“siervos son otra manera de hombres que han deudos con aquéllos cuyos son por
razón del señorío que han sobre ellos” (Cuarta Partida. Título XXI: De los siervos).
En contra de las causas anteriores se estimaba que en esta había un acto volitivo por
parte del que se esclavizaba: “La tercera es cuando alguno es libre e se deja vender”
(Cuarta Partida. Título XXI, ley I)”7

Así, Lucena Samoral señala: “Servidumbre es la postura e establecimiento que hicieron


antiguamente las gentes, por al cual los hombres, que eran naturalmente libres, se hacen
siervos e se meten a señoría de otro, contra razón de natura”. Como bien lo expresa la cita,
la condición de servidumbre no es algo natural, es algo que se impone bajo el sometimiento
del otro sin que este sometimiento tenga que ser algo indefinido, sino por el contrario, de
acuerdo a lo expresado en las Partidas, que se cumple al momento de pagarse la deuda. La
condición de esclavo, no es natural.

En los casos consultados en el Archivo Histórico de Buga, muchas de las mujeres esclavas
se dedicaban a la servidumbre. No todos los documentos especificaron la ocupación de la
esclava, sin embargo, de las 27 mujeres manumisas identificadas, 6 se dedicaban a la
servidumbre, en 21 no se especificó a qué se dedicaban. De esas 21, 1 se asume que la esclava
se dedicaba a las labores de servidumbre en el campo, pues su esposo era vaquero.

GRÁFICO 4. ACTIVIDAD A LA QUE SE DEDICAN LAS ESCLAVAS

No especifica 21

Servidumbre 6

0 5 10 15 20 25

Fuente: ACC, AHB. Cálculos propios.

Esta condición coincide con las expuestas en la ley de las Partidas de Alfonso X siendo
específico en los testamentos y cartas de libertad expresiones como:

(…) y en la de que no ha de estar más sujeta a servidumbre, desde hoy en adelante y


siempre jamás, se deinte, quien y apartará del derecho de propiedad, acción, señorío,
patronato y directo dominio que a la fecha Candelaria ha tenido todo lo cede, renuncia
y traspasa en favor de su libertad, y le confiere facultad de que trate, contrate, teste y

7
LUCENA SAMORAL, Manuel. Ópt. Cit. Pág. 37.
comparezca en juicio y fuera de él, como si naturalmente hubiera nacido libre y hacen
las que lo son y hagan en fin a su albedrío todo cuanto estime conveniente.8

Este caso muestra cómo estas mujeres negras esclavas eras sometidas a la servidumbre y al
serle otorgada le libertad se le devuelve su derecho natural de haber nacido libre, incluyendo
aquellas facultades legales que les permitían tener movilidad comercial de manera libre en la
sociedad.

La esclavitud en Buga

Al presentarse la esclavitud como una forma de aumentar la fuerza de trabajo productiva, en


especial para sectores de la economía como la hacienda y la minería, la población esclava
tiene un lugar de llegada desde el cual es distribuida en todo el territorio: es desembarcada
en el puerto de Cartagena, desde allí conducida a las diferentes regiones en las que se han
comprado, llegando hasta el suroccidente colombiano y con registros importantes en Buga,
donde reposan testamentos de la época en los que aparecen inventarios de hacendados y
mineros con una amplia relación de los esclavos que hacen parte de sus pertenencias.

Es el caso de Manuel Cabal, María Ignacia Cabal y Juan Antonio Domínguez en cuyos
testamentos aparecen inventarios de esclavos discriminados por edades y precios 9 donde en
uno de ellos hay 34 esclavos en su poder con avalúos entre los 40 y 250 patacones y, el de
María del Carmen Becerra con una menor cantidad de bienes pero en los que incluye en el
mismo orden tanto sus bienes materiales como a su esclava Calixta: “declaro por bienes míos
una casa de campo con su correspondiente menaje y sus cercos de manga, y patio; el ganado
que se halle con mi marca cerrado en el lugar que acostumbro; una esclava llamada Calixta,
un sillón y los demás muebles, que se encuentran en la casa (…)”10 demuestran lo afirmado.

Mateo Mina expone la intensión de esclavitud por parte de los españoles hacia los negros
africanos manifestada en una carta al rey que data de 1592 en la que es expresada la condición
de riqueza aurífera en Cartago, Arma, Anzerma, Cara Matta, Buga, Agreda y Madrigal, así
como la poca presencia de indios por lo que en respuesta éste afirma:

No hay otro remedio para sacar un tesoro tan grande como hay en aquel sitio sino procurar;
de poblarle con negros casados en colonias que aunque sean esclavos ahnlo de ser ascripticios
a los metales en forma de pueblos, de que resultara un provecho muy grande y sin daño de
nadie, en útil de todos.11

En el mismo documento se acude a una cita del licenciado Francisco de Anunzibay, quien
establece las condiciones para la utilización del negro, las cuales según él estaban
fundamentadas en las 7 partidas y de las que me referiré a dos:

8
AHB. Registros varios. Testamentos. Caja 52. 1818.
9
AHB. Fondo Judicial, Serie Mortuorias, Caja 17, letra C, 1801 – 1889.
10
AHB. Fondo Judicial, Serie Mortuorias, Caja 12, letra B, 1748 – 1882.
11
MINA, Mateo. Ópt. Cit. Pág. 24.
6. Hase de procurar que sean los más casados con negras, porque el matrimonio es el
que amansa y sosiega a los negros.
(…) Llevaránse ahora negros y negras a Cali, Buga y .Popayán y Almaguer y Pasto,
hasta dos mil y en adelante se llevará a Zanuma, Quenca y Lona.12

La manumisión

La manumisión se deriva del código de las Siete Partidas de Alfonso el Sabio, aunque en las
indias esta no fue aplicada de la misma manera como en la zona peninsular. En este código,
el esclavo podía regresar a su estado natural, es decir, a la libertad, siempre y cuando éste
agenciara dicho proceso, según las Siete Partidas, el esclavo nacía libre y mediante la
dominación del sistema esclavista era puesto al servicio de dicho sistema, volver a la libertad
era volver a su estado natural: la libertad, ser libre del sistema esclavista; agenciarse consistía
en acudir a la justicia a través de sus representantes: el defensor de los esclavos.

Otra ley que aportó considerablemente en cuanto a la reglamentación de los esclavos fue el
Código Carolino pues buscaba:

(…) contribuir a la ocupación útil de los negros libres y esclavos en el cultivo de las
producciones que necesita la Metrópoli, la división de aquellos en clases y reportarle
su condición, cimentando todo sobre los principios de la buena educación y perfecta
instrucción en la religión católica que deberán darle los ministros de ésta a los libres
y sus dueños y ecónomos de los esclavos además de la que reciban de aquellos.13

Si bien éste código tuvo especial incidencia en la isla de Santo Domingo, su impacto en
América española fue importante al punto de que tuvo vigencia hasta mediados del siglo
XIX. Éste código, en el capítulo 19: libertades de los esclavos, en la ley 8, reza:

El poseedor de esclavo que mediante aquellas quiera libertarlo deberá proveer a satisfacción
del Gobierno de su ocupación útil para lo sucesivo o de subsistencia y alimentos, en caso de
que éste se halle enfermo o viejo al tiempo de adquirir su libertad, contribuyendo además con
la cantidad de cincuenta pesos a favor del hospital de los negros; fuera de cuyas disposiciones
dejamos en su fuerza y vigor todas las demás libertades a la legislación nacional y a la de
estos dominios.

Para ilustrar mejor el proceso de la manumisión, es importante conocer los planteamientos


conceptuales que hay alrededor y los que lo atraviesan. Para ello, se tendrán en cuenta los
abordajes hechos por Rafael Díaz quien expresa que el concepto de manumisión proviene
del vocablo latino manumittere, de manus y mittere, soltar de la mano, sacer del poder, dar
por libre.14

12
Ídem. Págs. 26 y 28 respectivamente.
13
Código Negro Carolino. 1789. En: https://www.archivesportaleurope.net/ead-display/-/ead/pl/aicode/ES-
41091-AGI10/type/fa/id/ES-AGI-41091-UD-1928215/unitid/ES-AGI-41091-UD-1928215+-+ES-AGI-
41091-UD-61996. Consultado el 11 de septiembre de 2017.
14
En: NAVARRETE, María Cristina. Ópt. Cit.
Teniendo en cuenta el libro Génesis y Desarrollo de la Esclavitud en Colombia, siglos XVI
y XVII de la profesora María Cristina Navarrete, es preciso tener en cuenta las formas de
manumisión. Ella las tipifica así:

Las cartas de libertad encontradas en los protocolos notariales de Santa Fe, en el Nuevo Reino
de Granada, de Popayán, en la provincia de este mismo nombre y de Cali, en esta última
provincia, a finales del siglo XVI y durante todo el siglo XVII permiten clasificar las formas
de concesión de la libertad en cuatro tipos: 1. La libertad comprada y plena; ésta era la libertad
comprada por el esclavo sin ninguna clase de restricción, limitación e imposición por parte
del otorgante. 2. La libertad comprada y condicionada; era la libertad comprada por el esclavo
pero que, estaba sometida a alguna restricción o imposición por el otorgante. 3. La libertad
graciosa y condicionada; era aquella otorgada gratuitamente por el amo a su esclavo, pero
conllevaba limitantes o imposiciones. 4. La libertad graciosa y plena; era la otorgada al
esclavo por su amo sin que mediara ningún tipo de restricción, limitación o imposición de
deberes.

De igual manera, el profesor Roger Pita expresa:

La manumisión consistía en un acto jurídico mediante el cual el amo renunciaba


voluntariamente a su condición de propietario al tiempo que el negro encontraba la
senda abierta hacia su independencia. El proceso se hacía efectivo por medio de un
documento oficial denominado carta de libertad, papel que se refrendaba ante las
autoridades locales y en el que ocasionalmente el amo especificaba las razones que lo
motivan a tomar tal decisión.15

El historiador Pablo Rodríguez define la manumisión como “una acción jurídica en la cual
los derechos de propiedad son cedidos y en la cual el liberto asume una nueva condición
legal y unas nuevas responsabilidades”16. Pita y Rodríguez coinciden al afirmar que este es
un acto jurídico y que a su vez este trámite lleva al cambio de condición del esclavo. Este
acto era consignado en un documento llamado Carta de Manumisión o Carta de Ahorro y
Libertad la cual incluía información como el nombre del año, fecha de la transacción, valor
de esclavo manumitido y forma de pago, entre otros datos que se consideraran relevantes al
momento de realizar el registro.

Sobre este aspecto, Karent Portilla hace un análisis pormenorizado sobre la libertad, ésta
podía darse de las siguientes maneras: “a. Comprar su libertad. b. Tener peculio y c. pagar
el precio de su manumisión a plazos”17. Ella, afirma que el esclavo por derecho
consuetudinario podía, así no estuviera reglamentado en una ley o cédula real agenciarse y
buscar su libertad. Esta condición coincide con la expuesta por la profesora Navarrete en la
cual retoma las Siete Partidas y refiere el que el esclavo vuelva a su estado natural, es decir,

15
PITA, Roger. “Los negros esclavos en Santander desde la época de conquista hasta las guerras de
independencia.” División Editorial y de Publicaciones UIS. Bucaramanga, Colombia. 2015.
16
RODRIGUEZ, Pablo. Ópt. Cit. Pág. 79.
17
PORTILLA, Karent. “La coartación y el peculio dos elementos claves en la manumisión de esclavos.
Santiago de Cali (1750 – 1810)”
a la libertad, mediante su compra. Karent hace alusión a las leyes del Fuero Juzgo18 mediante
las cuales los esclavos podían mejorar su condición al hacer uso del peculio (ahorro). Este
hecho les da a los esclavos la calidad de sujetos de derecho dado que a través de un escribano
público accedían al derecho mediante el agenciamiento de su libertad para después ser
avaluados y acordar con su amo la forma de pago. Luego de pactar dicho acuerdo se procedía
a la entrega de la carta de ahorro y libertad expedida ante un notario, documento por medio
del cual se daba constancia de la nueva condición del negro libre. Este pago podía realizarse
en moneda, patacones, oro, trabajo, propiedades y solo era el amo quien podía hacer el
negocio, puesto que las mujeres no estaban facultadas para ello. Ellas, además de agenciar
su propia libertad, aportaron para el agenciamiento de la libertad de hijos, padres, esposos,
hermanos, sobrinos y demás miembros de su familia.

En cuanto a la manumisión de hombres respecto a la de mujeres, autores como Carlos


Eduardo Villa y Roger Pita coindicen en que éstas en su mayoría fueron manumitidas, y con
ellas, sus hijos, condición que tenía incidencias en aspectos como el crecimiento demográfico
de la población libre de América, además su condición de mujeres les daba un valor especial
en términos económicos, pues ellas gozaban de ser exentas del régimen fiscal.19

El Congreso de Cúcuta tuvo un rol importante en los procesos de manumisión pues en él


Bolívar fundamentó su discurso en la libertad de los esclavos con expresiones como: “3. Es
un egoísmo criminal pretender para nosotros la libertad e independencia de la España si no
la queremos da á nuestros esclavos”20. Con este discurso, él promovió el ingreso a las
milicias de muchos esclavos con la esperanza de que lograran ser libres. Castellanos se refiere
al respecto de la siguiente manera:

(…) entre los intereses del nuevo Estado, urgidos de reclutar esclavos como soldados
para terminar la guerra contra España, y los intereses de los grandes hacendados que
necesitaban esclavos para las labores agrícolas y mineras de sus grandes latifundios.
La clave del convenio estaba en la palabra gradual. La manumisión había sido
organizada sobre la base de un obligado gradualismo, que habría de liquidar la
institución en un plazo no menor de medio siglo, para facilitarle a la clase esclavista
la posibilidad de adaptarse progresivamente al sistema salarial.21

En este sentido, Tovar cita el caso de Fierro Arriba y Fierro abajo y cómo estos terminan
siendo arrendatarios: “Así pues la lucha contra la esclavitud no es un gesto generoso de los
amos sino que responde a factores que tienen que ver con la rentabilidad de una institución
o si se prefiere simplificar el fenómeno, con un afán de disminuir los costos de mantenimiento
de esclavos”22

18
Citado por Karent Portilla: Se denomina Fuero Juzgo al corpus legal elaborado en León hacia 1241 por
Fernando III y que constituye la traducción del Liber Ludiciorum. (cit. En Obando, “Senderos” 10).
19
Para profundizar en la temática de manumisión de las mujeres, consultar el texto: “Motivaciones económicas
en la manumisión de esclavas: una comparación entre ciudades de América Latina” de Carlos Eduardo Valencia
Villa. PROCESOS 27, I semestre 2008.
20
BOLÍVAR, Simón. Discurso promulgado durante el Congreso de Cúcuta en 1821.
21
CASTELLANOS. Jorge. Ópt. Cit. Pág. 53.
22
TOVAR, Hermes. Óp. Cit. Pág. 79.
Con el fin de facilitar los procesos de acceso a la libertad de los esclavos fueron creadas las
Juntas de Manumisión a través de la ley del 21 las cuales fueron reglamentadas por el decreto
del 27 de junio mediante el cual se establece que estas juntas se deben reunir al menos una
vez a la semana y son puestas bajo la vigilancia del jefe político del cantón y su defecto por
el alcalde primero municipal (…)23. Es necesario tener en cuenta que si bien la intención de
la ley fue a favor del otorgamiento de la libertad a los esclavos y esclavas, estas juntas no
fueron lo suficiente operativas pues con frecuencia se ocultaba el valor de las propiedades
particulares lo que llevó a la manumisión “un mero acto conmemorativo de los grandes
acontecimientos nacionales, para lo cual se bastaba la presencia de un esclavo en la plaza
de la pública”.24

En los documentos consultados puede notarse el cumplimiento de las normas que fueron
expedidas para la libertad de los esclavos. En el caso del testamento de Francisca Cabal,
además del avalúo de sus bienes aparece una comunicación con el presidente de la Junta de
Manumisión ante quien su albacea, su esposo Juan Antonio Domínguez, se dirige con el fin
de deducir la cantidad correspondiente al derecho de manumisión de los inventarios y avalúos
de su finada esposa, “habiendo sido el valúo de sus bienes en 10780,6 ½ pesos de cuya
cantidad corresponde el quinto 2156 ps y de esta cantidad deben deducirse 70 ps gastos de
entierro y misas (…) de modo que queda líquido para deducir lo que corresponde al ramo
de manumisión 208,8 (…)”.25 Si bien dentro de las disposiciones de la señora Cabal no estaba
el darle la libertad a alguno de sus esclavos, en el accionar de su albacea queda explícito el
cumplimiento de las donaciones correspondientes a la Junta de Manumisión dando
cumplimiento al artículo 8 de la ley del 21 de julio de 182126.

Estos documentos evidencian lo mucho que afectaba para los dueños de esclavos otorgarles
la libertad inmediata pues su economía se disminuida teniendo en cuenta que un esclavo
podía costar más que una casa de vivienda, y que al tener un número alto de estos, se
descapitalizarían considerablemente. Esta condición fue una de las que llevó a que el proceso
de libertad de los esclavos tuviese que darse de manera paulatina y no en corto tiempo. Otro
de los aspectos que no contribuyeron a que la esclavitud en Colombia se terminara antes o
de otra manera fue que los esclavos no “intentaron unirse alrededor de la clase, el color y
sus lugares de residencia, ni organizarse autónomamente o en unión con los esclavos e indios
para lograr la igualdad y la libertad bajo sus propios términos”.27 En otras palabras,

Los esclavos no se revelaron colectivamente para acelerar su emancipación, ni


tampoco los libres de color exigieron su abolición. De hecho, la esclavitud fue abolida
sólo en 1852, cuando casi se había venido abajo por factores como la virtual

23
RESTREPO, Eduardo. Óp. Cit. Pág. 247.
24
GONZÁLEZ, Margarita. Óp. Cit. Pág. 196.
25
AHB. Fondo Judicial, Serie Mortuorias, Caja 17, letra C, 1801 – 1889.
26
Artículo 8º. Se establecerá un fondo para la manumisión de esclavos, compuesto: 1º, de un 3 por 100 con que
se grava, para tan piadoso objeto, el quinto de los bienes de los que mueren, dejando descendientes legítimos;
2º, de un 3 por 100 con que también se grava el tercio de los bienes de los que mueren, dejando ascendientes
legítimos; 3º, del 3 por 100 del total de los bienes de aquellos que mueren dejando herederos colaterales; 4º, en
fin, del 10 por 100 que pagará el total de los bienes de los que mueren dejando herederos extraños.
27
HELG, Aline. “Libertad e Igualdad en el Caribe Colombiano 1770 – 1835.” Fondo Editorial Universidad
EAFIT, Medellín, Colombia. 2010. mayo de 2011, Pág. 36.
desaparición del comercio de esclavos en la década de 1790, la turbulencia de las
guerras de independencia, la muerte natural, la Ley de Vientres Libres de 1821 y la
presión británica, así como la autocompra y la oferta de libertad hecha a los esclavos
hombres que se unieran a los ejércitos españoles y patriotas.28.

No sucedió lo mismo en lugares como Haití, donde en el años de 1792 los esclavos de
organizaron de tal manera que lideraron la mayor rebelión conocida hasta entonces29 llegando
su experiencia a ser consultada en su lucha independentista por líderes como Francisco de
Miranda (con el seudónimo de George Martin) en 1806 buscando apoyo para la
independencia Venezolana30 y Simón Bolívar que fue recibido por Alexandre Pétion, el
presidente, el 2 de enero de 1816 quien alentó a su visitante apoyando moral y materialmente
la expedición que éste estaba preparando. 31 A cambio de su apoyo, Bolívar prometió la
proclamación de la abolición de la esclavitud en el territorio que liberara de Venezuela.

Si bien los procesos de manumisión se presentaron de diferentes maneras fuera del territorio
de la Gran Colombia y de la Nueva Granada, al interior de estos también hubo diferencias
notables. En el Estado de Antioquia se lideraron algunas acciones que pretendían mejorar las
condiciones y posibilidades de los negros esclavos para acceder a la libertad siendo allí donde
se dio la Libertad de Vientres en abril de 181432 llegando a convertirse en una ley nacional a
través de la ley del 21 de julio de 1821.

En la Libertad de Vientres, las mujeres negras esclavas son el actor legitimador de la libertad,
en especial su útero, pues es a partir de él que se otorga la libertad. Esa es una de las primeras
formas de libertad de la mujer pues si bien ella no lo es, sus hijos si lo son, esta situación
empieza a romper el hilo esclavista que hasta ese momento se venía presentando permitiendo
otras posibilidades para los nuevos nacimientos. En palabras de Carlos Eduardo Valencia
“comprender la cuestión de la mujer manumitida es fundamental porque ella transmitía la
condición de sujetos libres a sus hijos, y además porque, las tasas de manumisión fueron
más altas para ella”33. Esta condición se hace evidente en los casos de Ana Josefa, esclava
de María del Carmen Becerra quien en su testamento del año 1837 declara: “es mi voluntad
que tome sin precio alguno a Ana Josefa hija de esta, de edad de cuatro años, manumitida y
libre por la ley”34

Otra región con participación importante en la promulgación de leyes sobre la manumisión


fue la Gobernación del Cauca a través de la Sociedad Democrática de Cali:

28
HELG, Aline. Ópt. Cit. Pág. 37.
29
GRAU, María Isabel. “La revolución negra. La rebelión de los esclavos en Haití 1791 – 1804.” Publicado
por Ocean Sur. México, 2009. Pág. 44.
30
GRAU, María Isabel. Ópt. Cit. Pág. 98.
31
LYNCH, John. “Simón Bolívar.” Crítica (Ed.) Impreso en España, 2008. Pág. 131.
32
Citado por DÍAZ CASAS, María Camila. “Salteadores y cuadrillas de malhechores. Una aproximación a la
acción colectiva de la “población negra” en el suroccidente de la Nueva Granada, 1840 – 1851.” Editorial
Universidad del Cauca. Popayán, Universidad del Cauca, 2015. Pág. 16.
33
VALENCIA VILLA, Carlos Eduardo. “Motivaciones Económicas en la Manumisión de Esclavas: Una
comparación entre ciudades de América Latina.” Procesos. Revista Ecuatoriana de Historia. Quito, 2008. Pág.
27.
34
AHB. Fondo Judicial, Serie Mortuorias, Caja 12, letra B, 1748 - 1882.
Presentó un proyecto de ley para el Congreso en 1850 en el que se solicitaba la libertad de
los esclavos. Este anotaba como sus puntos principales abolir la esclavitud en su totalidad
desde el 1 de enero de 1851, exigir a los propietarios presentar los esclavos en un plazo de
30 días desde que sea publicada la ley para que el alcalde y dos peritos los avaluaran, destinar
a los esclavos libres a abrir caminos con la mitad de gratificación y garantizar su alimentación
y sostenimiento. De este trabajo quedaban exceptuados los ex esclavos de avanzada edad y
los menores de 10 años, en caso contrario, el trabajo sería obligatorio por 5 años y después
de cumplidos, se les entregarían tierras baldías para que allí se establecieran. Adicionalmente
se estipulaba que todo esclavizado que pisara la República de Nueva Granada sería libre
automáticamente.35

Esta propuesta de manumisión promovía un proceso que no atentaba de manera drástica con
la propiedad privada, sino que buscaba que la libertad de los esclavos fuera retribuida en la
construcción de vías de comunicación. Esto generaba beneficios para ambos sectores pues
las vías de comunicación eran un limitante para el comercio de productos que se mercadeaban
entre las regiones y, a diferencia de la abolición establecida el 21 de mayo de 1851, esta
implicaba un menor detrimento patrimonial tanto para los dueños de los esclavos como para
el Estado.

Sobre la condición de libertad, esta fue dada a los esclavos en la Nueva Granada no como la
posibilidad de ser resocializados y regresados a sus familias y grupos parentales sino como
la desaparición del término para su calificación de esclavos, pero las condiciones sociales
continuaron, si no intactas si actuantes, y bien pudiera decirse aún pervivientes, es decir que
no se les regresó la condición de personas humanas36 sino que se les quitó un calificativo sin
compensaciones por los detrimentos acaecidos durante su esclavización.

Sanders se refiere a la esclavitud en el Valle del Cauca como algo que inició como “una
tratativa de carácter político, aunque no eran ciudadanos legales de la nación, pues la
mayoría no cumplía con los requisitos de propiedad y alfabetización establecidos por la
Constitución de 1843”37, él sostiene la posición de que se presentaron constantes intentos de
negociación. También afirma que “la esclavitud dominó la vida de muchos de los pobres del
Valle. Los esclavos, por supuesto, habían estado luchando por la libertad desde su llegada
al Nuevo Mundo, pero la revolución de la independencia les había dado mayores esperanzas
y más posibilidades de actuar en consonancia con sus aspiraciones”.38

Contexto histórico y geográfico de Buga

Buga es un municipio ubicado en el centro del Valle del Cauca, con una población actual
aproximada de 115.234 habitantes.39 Debido a diversos factores, este municipio tuvo cuatro

35
Esta cita es tomada de DÍAZ CASAS, María Camila. Salteadores y cuadrillas de malhechores. Una
aproximación a la acción colectiva de la “población negra” en el suroccidente de la Nueva Granada, 1840 –
1851. Editorial Universidad del Cauca. Popayán, Universidad del Cauca, 2015. Pág. 171.
36
ZULUAGA Francisco. Óp. Cit.
37
SANDERS, James. “Republicanos indóciles. Política popular, raza y clase en Colombia, siglo XIX”.
Ediciones Plural. 2017. Pág. 33.
38
SANDERS, James. Ópt. Cit. Pág. 102.
39
Censo DANE 2005.
fundaciones40. Juan José Salcedo, quien con su familia se ha dedicado a estudiar la historia
de la ciudad desde diferentes perspectivas, muestra un mapa en el que pueden observarse las
fundaciones que tuvo la ciudad hasta el lugar donde finalmente fue trasladada41:

MAPA 1: UBICACIÓN DE LAS FUNDACIONES DE BUGA

40
SALCEDO, Juan José. “La polémica sobre la fundación de Buga.” Boletín N° 18. Academia de Historia
Leonardo Tascón de Buga.
41
SALCEDO SALCEDO, Jaime y otros. “Guadalajara de Buga y su arquitectura”. Pág. 23. En:
http://revistas.javeriana.edu.co/index.php/revApuntesArq/article/view/9158/7456.
Tulio Enrique Tascón, historiador y político notable de la ciudad transcribe el acta de traslado
de la ciudad, de la cual se cita el siguiente fragmento:

(…) habiendo llegado todos juntamente con otras personas y vecinos de la dicha
ciudad de Guadalajara de Buga a este asiento y sitio del río de las Piedras donde fue
señalado por el dicho señor Gobernador para la fundación y población de la ciudad
de Guadalajara de la Victoria, habiendo trazado y señalado plaza y calles y solares
según y por la orden que está mandado por el dicho señor Gobernador dijeron que en
nombre de Su Majestad ponían y pusieron, fijaban y fijaron el rollo donde se ha de
ejecutar la real justicia en el medio de la dicha plaza y mandaban y mandaron que los
vecinos de la dicha ciudad y demás personas que en ella tienen solares hagan y
edifiquen sus casas en lo que a cada uno pertenece y tienen señalado, los cuales
empiecen a hacer dentro de quindce primeros días siguientes después que les sean
notificados y no alcen la mano de ellas hasta las acabar en el cual dicho tiempo
pueblen su vecindad y asistan a ella, lo cual haga y cumplan sopena de cincuenta
pesos oro (…)42

Dentro de la estructura fundacional española se establecieron algunos criterios para organizar


los poblados de acuerdo a las características de la población que en ellos habitaba llamando
a las comunidades de indios como pueblos y las comunidades de españoles fueron
denominadas “villas o ciudades”. Al inicio, el territorio fue denominado como el Virreinato
de Santafé (1717 – 1724) y de él hacían parte los territorios de lo que hoy son Panamá,
Colombia, Venezuela, Ecuador y una gran extensión del Amazonas del Brasil.43

Estas instrucciones fueron acogidas de tal manera que el trazado se estableció tal y como lo
muestra en el mapa 2.

Establecer una relación de la adscripción administrativa de la cual hizo parte la ciudad


durante las distintas reformas que en la configuración del Estado se llevaron a cabo desde la
llegada de los españoles hasta 1852 resulta un esfuerzo por hilar geográfica y políticamente
el territorio que ha ocupado Buga a lo largo de ese periodo. Antes la llegada de los españoles,
cuando el territorio amerindio contaba con grupos humanos distribuidos por toda la
geografía, algunos de estos pueblos nativos pertenecieron a grupos Caribe, Arawak y
Chibcha, sin embargo, en Colombia prevalecieron los Chibchas a través de las familias
Taironas y Muiscas. Estos pueblos se caracterizaban por el cultivo de productos como el
maíz, papas y otras actividades agrícolas sobre las cuales fundamentaron su alimentación;
además contaron con una organización política en la que había un líder que heredaba su poder
a sus descendientes por línea hacia el primogénito de la hermana mayor.44 Luego de que
pisaran tierras de lo que se ha denominado “El Nuevo Mundo” iniciaron los intentos de
colonización que tuvieron su inicio en el golfo de Urabá, fundando lo que se conoce como
San Sebastián. Con el tiempo se fueron fundando otras poblaciones: Cali (1536), Popayán
(1536), Anserma (1537), Santafé (1538), Tunja (1539), Almaguer (1552), Cartago (1540),

42
TASCÓN, Tulio Enrique. “Historia de la Conquista de Buga”. Colección de Autores Bugueños. Buga, 1991.
Págs. 47 – 48.
43
OROZCO CAÑAS, Cecilia. Óp. Cit. Pág. 24
44
BUSHNELL, David. Óp. Cit. Pág. 22 – 27.
Antioquia (1541), Arma (1542), Santa Fe de Antioquia (1546), Caramanta (1548), Buga
(1555). “El criterio cardinal en la escogencia de un sitio era la disponibilidad, docilidad y
abundancia de mano de obra indígena. Si a esto se añadían el clima saludable y la fertilidad
de la tierra, entonces las condiciones eran ideales.”45

MAPA 2: TRAZA DE BUGA HACIA 1600

Formas de manumisión de la mujer negra esclava de Buga

La mujer negra esclava de Buga se encontró con variados matices en su proceso de acceso a
la libertad. Algunas de ellas tuvieron la posibilidad de comprar tanto su libertad como la de
sus hijos o nietos46, otras a las cuales sus amos les donaron parte de su libertad al darles un
avalúo menor tanto a ellas como a sus hijos47, algunas lograron su libertad gracias a que sus
amos declararan en sus testamentos para que se les concediera luego del final de sus días 48
45
SAFFORD, Frank y PALACIOS, Marco. Óp. Cit. Pág. 76
46
El amo de Mercedaria incluye en su testamento la forma como ella pagará su libertad: “También declaro:
que Mercedaria mi esclava que fue me es deudora de cincuenta pesos de recco de doscientos pesos que se
obligó a pagarme por su libertad dentro de pocos días, de los cuales solo me ha pagado los ciento cincuenta,
los que mando se cobren y agreguen al cuerpo de mis bienes, declárolo así para que conste”. AHB. Fondo
judicial. Testamentos. caja 52. 1818.
47
María Josefa Domínguez “da la libertad a la dicha María Santos por veinticinco patacones, habiéndole
gracia y donación en su favor por lo más que valga, buena, pura, mera, perfecta de las que el derecho
intervivos, atendiendo a la buena servidumbre que le ha hecho la madre (…)”. AHB. Fondo judicial. Registros
varios. 1549 – 1955.
48
Casilda Bocanegra da la libertad a su esclava Josefa dejándolo declarado en su testamento: “declaro que es
mi voluntad que la esclava Josefa quede libre por sus buenos servicios que me ha prestado y esto será desde el
y, finalmente, están las que lograron su libertad por la ley tanto de la libertad de vientres49
como por la proclamación de la ley del 5150. En la siguiente gráfica puede observarse que,
de los 27 casos de manumisión encontrados en los archivos consultados, hay uno de una
mujer negra esclava que solicitó su libertad pero que por trámites administrativos no lo logró.
El número de mujeres negras esclavas que lograran manumitirse por la ley fueron 8; por
gracia o por el amor de sus amos 7 y, por compra 11.

GRÁFICO 5. TIPOS DE MANUMISIÓN ENCONTRADOS EN BUGA.

No logra 1

Por ley 8

Por gracia 7

Por compra 11

0 2 4 6 8 10 12

Fuente: AGN, ACC, AHB. Cálculos propios.

Estos hallazgos evidencian que además de las formas de manumisión estudiadas por María
Cristina Navarrete, Jorge Andrés y Hermes Tovar, Roger Pita, Margarita González y otros
académicos que han dedicado parte de sus estudios a la manumisión, que coinciden en que
los tipos de manumisión que se presentan son por gracia, es decir, por la voluntad del amo y
por la compra hecha por parte del esclavo, están los casos de Ana Josefa, María Josefa y Rita
que fueron manumisas por haber nacido en los tiempos de la ley51 y los casos de María
Eduviges, María Asunción, Salvadora, Catarina y una mujer a la cual no se le especifica el
nombre que son manumitidas en sesiones de la junta de manumisión en el año 1851 meses
antes y después de promulgada la ley de la abolición de la esclavitud en mayo de ese año.

día de mi fallecimiento, y mis albaceas le darán el documento correspondiente, entendiéndose que del valor de
ella quede pagado el impuesto de manumisión que deberían satisfacer mis bienes, cuya gracia le hago con esta
expresa condición, declarándolo para que conste”. AHB. Fondo judicial. Registros varios. 1629 – 1881.
49
Casilda Bocanegra incluye en su testamento: “una esclava llamada Josefa, y sus dos hijas María Jesús y Rita
nacidas en tiempo de la ley de manumisión”. AHB. Fondo judicial. Registros varios. 1629 – 1881.
50
Salvadora es “Declarada libre en sesión del día diez y seis de diciembre de mil ochocientos cincuenta y uno”.
AGN.
51
La ley a la que se refiere el testamento es la ley de Libertad de Vientres de 1821.
Documentos consultados y su aporte a la libertad de las mujeres negras esclavas de
Buga

Los documentos consultados en el Archivo Histórico de Buga estaban dispuestos por cajas y
las que se trabajaron fueron la caja 8, 10, 11, 12, 13, 14, 15, 16, 17, 18, 19, 20, 21, 22, 23,
24, 25, 50, 51, 52, 53. Es de aclarar que en todas las cajas consultadas no se encontraron
casos de mujeres negras que logran su libertad, sin embargo, estas contienen valiosa
información no solo de mujeres sino de la población en general, además relatos de procesos
testamentales con datos que pueden ser estudiados desde diferentes perspectivas tanto como
en función de la libertad, como del funcionamiento del sistema, aspectos familiares,
relaciones entre las diferentes instancias del aparato judicial de Buga.

Algunos documentos tienen nombres similares, algunos corresponden a testamentos


fusionados con otros documentos o cartas de libertad incluidas dentro de los testamentos.
Para otros casos, fue necesario hacer uso de varios trámites para lograr la manumisión de la
esclava o en otros fueron manumitidas varias mujeres en un solo testamento.

En el Archivo Central del Cauca, en el fondo Judicial subserie manumisión se encontró el


caso de la esclava Petrona Acuña y en Independencia está el Censo de la Provincia de Buga
de 1825. El Archivo General de la Nación tiene microfilmados 3 rollos con información
correspondiente al proceso de Manumisión del cual se logró obtener 5 casos de los
encontrados.

En la siguiente gráfica pueden observarse los casos consultados y la cantidad por cada uno
de ellos.

GRÁFICO 6: DOCUMENTOS CONSULTADOS

Testamento y demanda 1

Escritura de manumisión 6

Escrituras 6

Causa mortuoria 1

Avaluo 1

Solicituud de avaluo 1

Testamentos 1

Cartas de libertad 5

0 1 2 3 4 5 6 7
Fuente: AGN, ACC, AHB. Cálculos propios.
Esclavas con hijos

Calixta, esclava de María del Carmen Becerra tiene una hija que obedece al nombre de Ana
Josefa y quien a su vez es hija de María Ignacia a quien a la edad de 7 años se le dió la libertad
al habérsele otorgado en ese entonces escritura y carta de libertad luego de la muerte del
esposo de la señora Becerra. Éste trámite no había sido legalizado debido a un abuso por
parte del señor Domingo Sanclemente, pero queda explícito en el testamento de la testadora
como su final voluntad, así:

(…) entendiere en el otorgamiento de la escritura de libertad, la cual solo fue mi


voluntad concederle después de mis días, y motu propio, sin precio, ni compensación
alguna, que haya recibido, pues el haberse expresado lo contrario en la escritura fue
un abuso que se hizo de mi confianza, como también el haberme expresado en la
escritura, que me desprendía y desapoderaba el derecho de patronato, el cual declaro
numeral ha sido mi intercesión cederlo; sino que por el contrario, después de mis días
lo cedo y traspaso en mis hermanos Marcelino y José Ignacio para que a su lado se
mantenga justamente con su hijo José María por todo el tiempo de su vida, sirviéndolo
con afecto y amor; con esta claridad, que si mi hermano Marcelino se mantuviere en
la casa en que ahora vive, sea a él a quien acompañe, y si no, pase a vivir con mi
hermano José Ignacio, y a cualquiera de los dos mis hermanos, con quien deba quedar
viviendo la predicha Maria Josefa, le ruego, y encargo la traten con el amor y
consideración con que debe tratarse a un sirviente libre, sobre quien no de dejo más
derecho, que el de patronato: Declarolo así para que conste.52

En cuanto a Josefa, quien fuera esclava de Casilda Bocanegra, madre de María Jesús y Rita,
constituyen un caso de manumisión importante dado que las tres fueron esclavas de la misma
señora y quedaron en libertad, una por gracia y dos por la ley en diferentes momentos
dejándolo explícito en su testamento. Los 25 casos restantes no relacionan que estas mujeres
negras manumisas tuvieran hijos.

GRÁFICO 7: ESCLAVAS CON HIJOS

NO 25

SI 2

0 5 10 15 20 25 30

Fuente: AHB. Cálculos propios.


SI NO

52
AHB. Fondo judicial. Registros varios. 1629 – 1881.
Edades de las esclavas manumisas de Buga

Los rangos de las edades en las que las mujeres negras lograron su libertad están desde 1 mes
de nacidas hasta los 60 años y de acuerdo a su edad, cercanía con el amo y avalúo, eran
fijados los precios. Otro factor que determinaría el precio pagado por estas mujeres fue el
vínculo del matrimonio al ser las esclavas casadas.

La esclava de menos edad es María Josefa de un mes de nacida, manumitida por gracia en
1823. Seguida por Micaela de 2 años, a quien su madre le pagó a la señora Doña María
Ignacia la suma de 40 patacones en favor de su libertad en el año de 1818. Ana Josefa, de 4
años y María Josefa, su madre, obtuvieron su libertad de parte de la misma persona, la señora
María del Carmen Becerra en diferentes momentos, la primera por gracia y la segunda por
haber nacido en tiempo de la ley. A los 8 años de edad, María Cecilia recibió la libertad de
su dueña, la señora María Ignacia Cortés y Palacios.

El caso de María Santos, quien fue manumitida a los 14 años por compra es el único caso
que está en el rango de las mujeres negras entre los 10 y 29 años que fueron encontradas en
los documentos consultados. Esta mujer fue manumitida gracias a que su madre, la señora
Joaquina, mujer libre, en acuerdo convenido con la señora María Juana Domínguez
determinaran que su precio sería de 25 patacones para que no volviera a estar sujeta a la
servidumbre.

Entre los 20 y 25 años están las esclavas Petronila de 20 y Joaquina de 21. Petronila fue
manumitida por su esposo quien compró su libertad por 200 patacones en el año de 182353
y, Joaquina quien fuera esclava de María Francisca Martínez manumitida por los buenos y
leales servicios prestados sin que ésta tuviera que pagar por su libertad en el mismo año.54

GRÁFICO 8: EDAD DE LAS ESCLAVAS MANUMISAS EN BUGA

20 17
15

10
5
5 2 2
1
0
Entre - 1 y 8 años 14 años Entre 20 y 25 Entre 46 y 60 Sin especificar
años años edad

Fuente: AGN, ACC, AHB. Cálculos propios.

53
AHB. Fondo Judicial. Registros varios. Testamentos. 1549 – 1955
54
Ídem.
Las esclavas que lograron manumitirse con edades entre los 46 y 60 años fueron María 55 de
46, manumitida por 120 patacones en 1818 y, Candelaria56 de 60 años manumitida por 65
patacones siendo avaluada por don Marino, en el mismo año. Un número importante de las
mujeres negras esclavas que lograron manumitirse bien fuera por compra, por gracia o por la
ley no cuenta con los datos de edad dentro de los testamentos o de las cartas de libertad donde
se encontraron los casos, sin embargo, este no fue un elemento que determinara su libertad,
pues aun sin ser un dato explícito en los documentos, ésta les fue otorgada.

Fechas de las manumisiones

Las fechas en las que se llevaron a cabo las manumisiones muestran el comportamiento que
estos procesos tuvieron dentro de los casos consultados. Así, al organizar la información por
décadas, logra notarse que en la comprendida entre 1840 y 1849 fue en la que mayor número
de casos se encontraron: 7 casos mujeres esclavas negras intentaron obtener su libertad, de
las cuales 1 de ellas no lo logra: Petrona Acuña. Josefa, María Jesús, Rita, Mercedaria,
Domitila y Gregorio llegan a la condición de libres.

En 1818 se hallan 6 casos, el mismo número de mujeres esclavas negras que buscan la
libertad que los encontrados en la década de 1820 y 1829. Al respecto, llama la atención la
frecuencia con la que se otorgó la libertad a las mujeres negras manumisas durante 1818,
pues es el registro encontrado durante 1 año y, previo a la ley de Libertad de Vientres o ley
del 21. Esta condición lleva a pensar que el impacto que se tuvo en la implementación de la
ley del 21 en Buga no fue alto, por el contrario, los amos incluyeron menos mujeres negras
esclavas en sus testamentos y otorgaron menos cartas de libertad.

Durante 1850 y 1851 se registraron 5 casos de mujeres negras esclavas que lograron su
libertad: María Eduviges, María Asunción, Salvadora, Catarina y una esclava de la que no se
reporta el nombre57. El procedimiento usado por estas mujeres fue el que se realizó a través
de las juntas de manumisión, las cuales fueron declaradas libres durante la sesión de dicho
estamento en dos momentos: antes y después de la proclamación de la ley de abolición de la
esclavitud, aun sin entrar en vigencia ya que esta ley, determinaba que empezaría a regir a
partir de enero de 1852.

La década en la que menor número de mujeres negras esclavas lograron acceder a su libertad
fue la comprendida entre 1830 y 1839. En este tiempo, María Josefa, Calixta y Ana Josefa
lograron su libertad58. Las tres eran propiedad de María del Carmen Becerra siendo sus
formas de acceso a la condición de libres la gracia de su amo y haber nacido en el tiempo de
la ley.

55
AHB, Fondo Judicial. Registros varios. Testamentos. Caja 52. 1818
56
Ídem.
57
AGN. Fondo Manumisión, rollos 1, 2 y 3.
58
AHB. Fondo Judicial. Registros varios. Testamentos. Caja 12, letra B. 1748 – 1882.
GRÁFICO 9: FECHAS DE LAS MANUMISIONES

7
6
5
4 7
3 6 6
5
2 3
1
0
1818 1820 - 1830 - 1840 - 1850 -1851
1829 1839 1849

Fuente: AHB. Cálculos propios.

Avalúos de las mujeres negras esclavas

Los avalúos que les dieron a las mujeres negras esclavas los valuadores que designaban los
albaceas de los testadores estuvieron dados en diferentes monedas, algunos en patacones y
otros en pesos. Para el caso de los avalúos dados por las Juntas de Manumisión en el año de
1851, estos se dieron en reales lo que lleva a pensar que en el territorio circulaban diferentes
unidades de intercambio económico en el mismo momento y que circulaban sin
contratiempos. Además, hubo un número importante de mujeres que no fueron avaluadas,
sino que su propietario les otorgaba la libertad de manera voluntaria: 10 de las mujeres
manumitidas encontrados no fueron avaluadas. Esta información coincide con los 7 casos de
mujeres negras esclavas que lograron su libertad y que fueron manumitidas por gracia.

La unidad de intercambio más utilizada fueron los patacones con 12 mujeres avaluadas en
esa moneda, seguida de los reales con 3 y, de los pesos con 2.

Las mujeres avaluadas en patacones fueron 12, de las cuales 2 estuvieron por menos de 50
patacones: Micaela de 2 años en 40 patacones 1818 y María Santos de 14 en 25 patacones en
1823. Las mujeres avaluadas entre 51 y 100 patacones fueron 4: Candelaria en 65, de 60 años
en 1818; María en 100, de 46 años en 1818; Calixta en 100, manumitida por gracia en 1837
y María Eduviges en 75 patacones, manumitida por la junta de manumisión en 1851. Las
mujeres avaluadas entre 101 y 150 patacones fueron Mercedaria en 150, en 1818; Pascuala
en 125 de 25 años en 1823 y Simona, en 150 en 1818. Entre los 151 y 200 patacones fueron
avaluadas Petronila y Petrona Acuña por 200, los de la primera fueron pagados por su esposo,
Matías, y Petrona, que no logró su libertad. Está el caso de María Rita, quien fue evaluada
por 325 patacones, pero que pagó por su libertad 225 quien fuera casada con el señor
Gerónimo Borja.
GRÁFICO 10: AVALUOS DE LAS ESCLAVAS59

15
12
10
10

5 3
2

0
Pesos Patacones Reales No avaluados
Fuente: AGN, ACC, AHB.Cálculos propios.

Si bien la predominancia de avalúos se dio en patacones, el número de esclavas que fueron


avaluadas no fue el mismo de esclavas que compraron su libertad: 1 de ellas, Calixta, fue
manumitida por gracia luego de ser avaluada y otra, María Eduviges, fue avaluada para ser
liberada por la ley60.

GRÁFICO 11: AVALUOS EN PATACONES

6
4
4 3
2 2
2 1

0
50 o menos Entre 51 y 100 Entre 101 y 150 Entre 151 y 200 Más de 200

Fuente: AGN, ACC, AHB. Cálculos propios.

Entre los casos encontrados y consultados se nota que los casos que mayor número tuvieron
fueron los que se dieron por ley, es decir, aquellos que se llevaron a cabo por solicitud de las
mujeres negras esclavas: Candelaria, María61, Simona, María Rita, Petronila, Pascuala y

59
Para la época circulaban diferentes monedas de manera simultánea y con validez para transacciones de
compra y venta. En 1821 fueron emitidas varias leyes que reglamentaban la emisión y circulación de las
monedas: la ley 1 de octubre “sobre emisión de una moneda de cobre” y la ley de la misma fecha “sobre la ley
y peso de las monedas de oro y plata”. En ese sentido, Juan Santiago Correa, afirma que “desde la
independencia hasta principios de la década de los setentas del siglo XIX circuló en Colombia una amplia
diversidad de monedas de distintos pesos, calidades y leyes”. En: CORREA R, Juan Santiago. “Moneda y
Nación. Del Federalismo al Centralismo económico en Colombia. (1850 – 1922).” Colegio de Estudios
Superiores de Administración. 2010. Pág. 25. Es de anotar que los datos son los que aparecen en las fuentes
(pesos, patacones y reales).
En el mismo documento, Correa expone que se presentaron muchos intentos por unificar a amortización de la
moneda nacional, sin embargo, esto se presentó de manera paulatina. Refiere con respecto a las monedas de
plata “se ordenó la circulación del peso de plata (equivalente a 8 reales), el medio peso, pa peseta (dos reales),
el medio real y el cuartillo de real. Para las pesetas y unidades superiores la ley sería de 0,900, y para el real
y las inferiores la ley sería de 0,666 2/3”.
60
Datos tomados de los documentos consultados en el AHB, ACC y AGN.
61
AHB. Registros varios, testamentos, caja 52, 1818. El caso de María: “ante mí el Escribano y los testigos
pareció presente Don Agustín Bernardo de Santacoloma vecino de esta ciudad a quien doy fe conozco y dijo:
Petrona Acuña, ésta última no logra obtener su libertad. Las mujeres que lograron obtener su
libertad por medio de las Juntas de Manumisión en el año 185162 son 5: María Eduviges,
María Asunción, Salvadora, Catarina y un caso que no reporta nombre; seguido de estos
casos, están los que las mujeres negras esclavas obtuvieron su libertad por voluntad expresa
del amo63 con 4 casos y por compra otros 3 casos, aunque en total fueron más los casos
comprados, estos están incluidos en ítems como la libertad comprada por parte de la madre
y otros. Las esclavas nacidas en tiempos de la ley fueron Ana Josefa, María Jesús y Rita,
hijas de esclavas que también fueron manumitidas.

GRÁFICO 12: ARGUMENTOS QUE SUSTENTAN LA SOLICITUD DE


LIBERTAD

Otros 3
1
Por ley 5
3
Voluntad del amo 4
4
Por solicitud de la esclava 7
0 1 2 3 4 5 6 7 8

Fuente: AGN, ACC, AHB.

Entre los casos consultados, hay dos mujeres que son casadas. Una de ellas es María Rita64,
avaluada en 350 patacones y otorgada su libertad por 225, su esposo, Gerónimo Borja, quien
es nombrado en el caso sin otra cualidad que la de ser su esposo y de no saber firmar no
habiéndose referido a él para referir si el citado Gerónimo es hombre libre, esclavo o liberto.
Llama la atención el uso de la expresión “que como persona libre como si naturalmente
hubiera nacido tal pueda en concepto usar de ella a su arbitrio con arreglo a las leyes por

que María su esclava le ha entregado cien patacones en dinero en rescate a su libertad; y estimando justa su
solicitud ha venido en concedérsela, por lo que en la vía y forma que más haya lugar en derecho, por la presente
otorga”.
62
AGN. Fondo Manumisión. El caso de Salvadora, que fue “Declarada libre en sesión del día diez y seis de
diciembre de mil ochocientos cincuenta y uno” es uno de los que se encontraron en el archivo para esa fecha.
63
AHB. Registros varios. Testamentos. Caja 52. 1818: “que concede plena y absoluta libertad, a María Cecilia
su esclava de edad de ocho años poco más o menos hija de Jimena negra que también fue su esclava, por
haberla criado y cogiéndole amor, por lo que desde hoy en adelante se desiste, quita y aparta al derecho de
propiedad, patronato, acción y señorío que a la citada María Cecilia ha tenido todo lo cede, renuncia y
traspasa en favor de su libertad.”
64
AHB. Fondo Judicial. Registros varios. 1549 – 1955: “ante mí el escribano y testigos pareció presente Luisa
González soltera, mayor de veinte y cinco años y vecina a quien doy fe que conozco y dijo: que una mulata su
esclava llamada María Rita le ha entregado han algnto la cantidad de doscientos veinte y cinco patacones en
rescate de su libertad y considerando el privilegio de ella, sin embargo de que ha estimado apta su esclava en
la cantidad de trescientos cincuenta patacones, ha venido a otorgarle la presente escritura atendiendo a sus
buenos servicios y fidelidad en cuya virtud en aquella vía y forma que más haya lugar en documento otorga:
que da y concede plena y absoluta libertad a la expresada Rita mug legítima en el día de Gerónimo Borja para
que en virtud de la entrega de la citada cantidad que fue desde el año de mil ochocientos tres y desde que la
manumitió y en que tomo estado del matrimonio con el citado Borja, goce de la libertad plena y absoluta como
se la concede, entendiéndose desde el citado año de ochocientos tres la que recibió doscientos veinte y cinco
patacones en moneda de plata casual y corriente de todas su satisfacción”
ser mujer casada”. Esta expresión alude al tratamiento diferencial que tienen las mujeres
cuando se encuentran dentro de la institución del matrimonio dado que tener un esposo las
incluye dentro de una condición sacramental.

Petronila,65 esposa de Matías, madre de dos hijos y ambos avaluados por 500 patacones: él
por 300 y ella por 200, precio dado por los valuadores solicitados por el protector de esclavos
y por solicitud de Matías quien se presentara ante el procurador de esclavos en su
representación propia y la de su esposa. Su solicitud estaba siendo obstaculizada por su amo
al solicitar que se les otorgara la libertad luego del cumplimiento de 3 condiciones: “1. luego
de que Matías de cuenta del manejo dado como mayordomo; 2. Luego de que mejore el
tiempo y pueda ejecutar el informe de su labor y, 3. Se mantenga en la cárcel pública por
haber salido de la casa dejando mujer e hijos.”

Ante esta solicitud, el protector de esclavos afirma que "no es de accederse a la solicitud del
señor Dr. Ospina sobre la suspención de la declaratoria de libertad". Matías ha demostrado
"su conducta, probada por la confianza que siempre ha recibido de sus señores, confesada
por ellos mismos y justificada por la misma diligencia de valúo". Al final del caso, a Matías
se le concede la libertad plena y absoluta "quedando sujeto el liberto a entregar a su señor
las especies que ha manejado como confidente, y sujeto a los cargos que le haga".66

En el caso de Matías y Petronila logran observarse dos condiciones, la primera corresponde


a la figura de un grupo familiar que procura mantenerse junto, por eso la pretensión de Matías
de manumitirse e incluir en el proceso a su esposa, y, segundo, el papel del protector de
esclavos y su defensa por las condiciones ganadas por parte de Matías y Petronila, dándoles
la libertad pese a las solicitudes del señor Regidor Don José Nicolás Ospina, amo de los
mencionados esclavos, quien aun con un rol que determina poder en la sociedad, no logra
impedir o dificultar la búsqueda de la libertad de estos esposos.

Conclusiones

El estudio de “La mujer negra esclava y liberta en Buga, 1818 – 1851” se presenta como un
acercamiento a las investigaciones que sobre el tema de la manumisión pueden realizarse, no
solo desde una perspectiva local y de mujer sino desde la complejidad que conlleva el proceso
de búsqueda de libertad de los esclavos. Si bien la abolición de la esclavitud fue uno de los
resultados explícitos de lo que fueron las ideas liberales, hubo otros elementos que llevaron
a que esta fuera una realidad. El país no estaba en condiciones de continuar sosteniendo un
régimen esclavista, aun cuando lideres notables, en especial del sur, exigieran que los
esclavos continuaran bajo su propiedad. Esta consideración de darle la libertad a los esclavos
había estado postergándose desde comienzos de siglo con las discusiones en las Cortes de
Cádiz, el discurso sobre la manumisión de esclavos de Simón Bolívar en el Soberano
Congreso de Colombia reunido en Villa del Rosario, Cúcuta; la proclamación de las leyes
del 20 y 21, aunque con la ley de concertaje se había prolongado su condición de esclavos al
someterlos a estar más tiempo al lado de sus amos, o de alguien que, bajo la figura de tutelaje
les preparara para su nueva condición de libres.

65
AHB. Fondo Judicial. Registros Varios. 1549 – 1955.
66
Referencias del mismo caso.
Un factor que considerablemente afectó el otorgamiento de la libertad de manera total fue
que las mujeres dueñas de esclavas, en repetidas ocasiones eran mujeres viudas, jóvenes, que
condicionaban la libertad de sus esclavas en busca de compañía y contar con los servicios de
éstas negras esclavas. Es común encontrar que además de la descripción del amo, se
encuentren anotaciones como: viuda, mayor de 25 años, y que su esclava sea de 21 años. De
igual manera, el caso de Petrona Acuña, esclava que no logra su libertad, se ajusta a la
búsqueda de compañía del albacea y heredero de la señora Baltasara Acuña, testamentaria,
pues su hijo tenía una limitación física que le impedía valerse solo, por sus propios medios:
era ciego.

Las mujeres negras esclavas de Buga lograron su libertad de diferentes formas: a través de
su acceso al aparato judicial de la época, por la gracia de sus amos quienes, por medio de
causas mortuorias o testamentos, disponían entre sus deseos finales otorgarles la libertad a
sus esclavas o a los hijos de éstas. Además, las cartas de libertad muestran una importante
cantidad de mujeres que lograron comprar su libertad bien fuera para continuar como mujeres
al lado de sus hijos o de sus esposos. Otra de las formas mediante las cuales estas mujeres
lograron su libertad fue el haber nacido en los tiempos de la ley de libertad de vientres o, en
las proximidades de la expedición de la ley del 51, en las sesiones de las Juntas de
Manumisión, con vales de libertad.

Pese a las consideraciones dadas por los amos a sus esclavas, la legislación venía
promoviendo una serie de facultades para que estas mujeres lograran su libertad y, teniendo
en cuenta que la abolición de la esclavitud era algo que debía darse porque las condiciones
económicas no daban para continuar sosteniendo un régimen como ese, cabe pensar cómo
las políticas de manumisión fueron exitosas o no, teniendo en cuenta que de los 27 casos
consultados son más las mujeres que logran la manumisión por compra (11) que las que la
logran por la ley (8) o por la gracia de sus amos (7) y que para obtener la libertad por la gracia
de sus amos debían en la mayoría de los casos esperar la muerte de su amo y ser incluidas en
las disposiciones finales consignadas en los testamentos.

Es de anotar que las manumisiones por la ley tienen dos momentos diferentes. El primero se
presenta entre 1837 y 1844, coincidiendo con la ley de la libertad de vientres con los casos
de Ana Josefa, María Jesús y Rita y, el segundo, luego de la proclamación de la ley del 51
con los casos de María Eduviges, María Asunción, Salvadora, Catarina y una mujer que no
registra nombre.

El funcionamiento de las Juntas de Manumisión se evidencia explícitamente en los


documentos, los testadores dejaban claramente consignado en sus cartas mortuorias las
disposiciones respecto al cumplimiento de la ley que determinaba el porcentaje del caudal
económico que debía ser entregado a las juntas. Además, en este trámite incluía diferentes
funcionarios que hacían del trámite un proceso ajustado a los requerimientos de ley.

Los procesos consultados muestran un aparato judicial activo, con muchos funcionarios que
ocupan un número importante de cargos distintos los cuales van desde secretario, presidente,
personero público, juez subrogante, contador, concejero municipal, curador, valuador,
personero de manumisión, administrador provincial, personero municipal, tesorero de
manumisión, juez letrado de hacienda, protector de esclavos, alcalde corriente y procurador
general. Aunque el sistema judicial estuviera establecido, no fue garantía de que las mujeres
que accedieran a él tuvieran una atención acorde a sus necesidades. Es el caso de Petrona
Acuña a quien su ama dispuso en su testamento le fuera otorgada la libertad pero que
precisamente por la poca diligencia de los funcionarios éste fue llevado a diferentes lugares
(Tuluá, Buga, Popayán) durante más de 18 meses para que finalmente se le negara la libertad.

Si bien en proceso de la abolición de la esclavitud en Colombia fue largo y marcado de


muchas trabas que lo que buscaban era la prolongación de la tenencia de los esclavos bajo la
potestad de sus amos, en los casos hallados sobre Buga puede notarse que el trato recibido
por estas mujeres negras esclavas mostraba unos niveles de agresión bajos y sus condiciones
de vida eran las de mujeres privadas de la libertad bajo el patronato de sus amos
encontrándose en varios de los documentos consultados amos promueven el buen trato hacia
estas mujeres por parte de sus herederos llegando a incluirlas en sus testamentos, no como
parte de su inventario de bienes sino, como herederas.

Finalmente, reflexionar sobre la culminación de un proceso lleva a otro, en cuanto al tema de


la manumisión, esta fue lograda pese a todas las dificultades que tuvo llegando a una
condición nueva que generó otro tipo de sometimiento: la mano de obra asalariada. Por eso,
aunque en un contexto diferente al de este estudio, las palabras de Manuel Zapata Olivella
tienen pertinencia en el análisis abordado: “Si en la guerra derrotamos la esclavitud, en la
paz perderíamos la libertad. Ahora, Angne Brown, quiero hablarte de mis desvelos cuando
descubrí que la Emancipación nos tra67ería la esclavitud de los salarios”.68

68
ZAPATA OLIVELLA, Manuel. “Changó el gran putas”. Biblioteca de literatura afrocolombiana, tomo III.
Ministerio de cultura. 2010. Publicación digital.
BIBLIOGRAFÍA Y FUENTES

Fuentes de archivo

Archivo General de la Nación. AGN. Fondo Manumisión, rollos 1, 2 y 3.

Archivo Central del Cauca. ACC. Fondo Judicial - Manumisión. 4014 (Rep. J III -8 em) y República.

Academia de Historia Leonardo Tascón, Buga. AHB. Testamentos, caja 8, 10, 11, 12, 13, 14, 15, 16,
17, 18, 19, 20, 21, 22, 23, 24, 25, 50, 51, 52, 53. (Consulta digital de la página Family Search).

Legislación de la época

Las 7 partidas de Alonso X el Sabio.

Código Negro Carolino. 1789.

Discurso de Bolívar sobre Manumisión de Esclavos, pronunciado en el Soberano Congreso de


Colombia reunido en la Villa del Rosario de Cúcuta en el Año de 1821.

Ley del 1821 o ley sobre libertad de partos, manumisión y tráfico de esclavos.

Ley 1 de octubre 1 de 1821. Sobre emisión de moneda de cobre.

Ley de octubre 1 de 1821. Sobre la ley y peso de las monedas de oro y plata.

Ley 1 del 8 de octubre de 1821. Sobre organización y régimen político de los departamentos,
provincias y cantones en que se divide la República.

Decreto del 18 de agosto de 1828.

Ley de 1843 o ley de concertaje.

Ley 3 de 1850

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LA HISTORIOGRAFÍA ECONÓMICA EN COLOMBIA, UN BALANCE DESDE


LA REVISTA HISTORIA Y MEMORIA

Yeniffer Camargo Bonilla


Candidata a doctora en Historia
Universidad Autónoma de Zacatecas
Maestra en Historia de América
Instituto de Investigaciones Históricas
Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo

Resumen

El objetivo del artículo es presentar los aportes que ha realizado la publicación periódica
Historia Y Memoria desde su primer año de edición (2010) a la historiografía económica
colombiana y latinoamericana, lo anterior en función a los nuevos planteamientos del campo,
sus vertientes más exploradas, y los vacíos que aun presenta. La revisión de cada uno de los
artículos se elaboró acorde a dos principios: período de estudio y objeto de análisis, que son
elementos imprescindibles para la comprensión de procesos inherentes al devenir económico
regional y continental desde la etapa colonial hasta el mundo contemporáneo.

Palabras Clave

Colombia, Historia Económica, Historiografía, Latinoamérica, Revisión.

Abstract

The objective of the article is to present the contributions made by the periodical publication
Historia Y Memoria. Since its first year of publication in 2010, contributed to the Colombian
and Latin American economic historiography, responding to the new approaches of the field
through its most important aspects explored, and the challenges that still presents. The review
of each of the articles was developed according two principles categories: period of study
and object of analysis, which are essential elements for the understanding of processes
inherent to regional and continental economic development from the colonial stage to the
contemporary world.


RECIBIDO: marzo 14/18 ACEPTADO: abril 21/18
Key words: Colombia, Economic History, Historiography, Latin-American Revision

La historia económica en América Latina se considera un campo de estudio relativamente


reciente que data de los años sesenta de la pasada centuria. Ahora bien, esto no significa que
la construcción de ésta como rama de la historia haya sido homogénea en cuanto estructura
y perspectiva, en realidad, se observan varios cambios en el enfoque de análisis e incluso en
las explicaciones realizadas, durante las primeras décadas las investigaciones en historia
económica estaban permeadas por la tradición marxista, la escuela de Annales y la esencia
cronológica de los hechos. Sin embargo, desde los años noventa se observa un mayor peso
de la teoría económica y de los modelos cuantitativos de argumentación, el cual está
vinculado con más participación de economistas en diferentes temáticas relacionadas con la
misma.

De igual manera, se evidencia una diversificación de los temas abordados que fueron más
allá de una visión panorámica de los procesos a una reflexión regional y focalizada en
problemáticas históricas de largo plazo, así como en estudios sectoriales que explicaron el
comportamiento de las diferentes actividades económicas, sus posibles cambios
estructurales, y el impacto de coyunturas sociales y políticas en el desempeño de éstas. En
ese sentido, se han encontrado una mayor producción académica en ramas relativas a la
historia monetaria, fiscal, bancaria, empresarial, del transporte, y de la distribución del
ingreso.1

En materia de rubros económicos la historiografía económica ha estado influenciada por


planteamientos y discusiones vinculadas al crecimiento, desarrollo y devenir de las
economías latinoamericanas, para ello, han utilizado análisis relacionados con los posibles
enlaces y eslabonamientos entre cada uno de éstos, los cuales afectaron o beneficiaron la
estructura productiva, y el ritmo de crecimiento divergente de los espacios.2 En general, se
manifiesta una preocupación de los historiadores económicos, sociólogos y economistas por
encontrar tanto los factores explicativos y las causalidades inherentes al atraso del continente
respecto a otras economías del mundo atlántico, como los elementos que advierten el porqué
de su estancamiento desde la construcción misma de los Estado-Nación.3

Ciertamente, el objeto del presente es revisar las contribuciones de los artículos publicados
en la revista abordada acorde a las nuevas tendencias de la historiografía económica
latinoamericana, donde prima cuatro preocupaciones centrales: la importancia de lo
institucional en el desempeño económico de las regiones y países, la mirada a largo plazo del
posicionamiento de América Latina en la economía mundo conforme sus condiciones
iniciales, el origen del atraso y las divergencias de cada una de las regiones del continente, y

1
Adolfo Meissel de la Roca, “Los estudios sobre historia económica de Colombia a partir de 1990:
principales temáticas y aportes”, en Cuadernos de Historia Económica y empresarial, nº 13, 2005, pp. 4-10.
2
Enrique Cárdenas, Rosemary Thorp, y José Antonio Ocampo (comp.), Introducción a Industrialización y
Estado en América Latina, (México, Fondo de Cultura Económica, Trimestre Económico, 2003), pp.; Miguel
Urrutia, “Los eslabonamientos y la historia económica de Colombia”, Desarrollo y sociedad, nº 62: jul-dic
2008, pp. 15-18.
3
Salomón Kalmanovitz, Las instituciones y el desarrollo económico de Colombia, (Bogotá, editorial norma,
2001), pp. 51, Jeffrey Williamson, Comercio y pobreza. Cuándo y cómo empezó el atraso del Tercer Mundo,
(Barcelona, critica, 2012), 356 p.
los procesos de transición económica conforme las condiciones y coyunturas políticas
internas que se han dado en los últimos 200 años.4

En los 16 números de Historia Y Memoria difundidos entre 2010 y 2018 se encontraron


dieciséis artículos relacionados con estudios de procesos económicos, de éstos nueve abordan
temáticas del período colonial y siglo XIX, y el resto aspectos de la pasada centuria, lo que
infiere un avance sustancial en investigaciones de historia económica referidas a la etapa
virreinal, la cual hasta hace pocos años se mantenía en un terreno austero. Ahora bien, se
observa la participación de investigadores extranjeros, en particular, argentinos, venezolanos
y costarricenses que problematizan sobre fenómenos endógenos de sus regiones,
mencionando algunas generalidades del contexto latinoamericano.

Igualmente, se advierte una preocupación de buena parte de los autores por temas
relacionados con la familia, las redes de poder, el parentesco y las estrategias utilizadas por
los grupos familiares a favor de su bienestar económico y su vinculación como miembros de
élites regionales. Sin embargo, no es la única problemática histórica planteada, se encuentran
otras ligadas a los procesos de modernización política y económica consolidados a fines del
siglo XIX y principios del XX, así como el papel del Estado en materia de gasto, inversión y
desplegué económico.

A continuación, se intenta presentar el argumento central de cada artículo, y el posible nexo


que cada uno tiene con los debates donde se inserta la producción historiográfica de la nueva
historia económica latinoamericana. El primero de ellos, se enmarca en la pregunta qué paso
con los grupos de negocios de Tucumán durante la fase de transición del viejo al nuevo
régimen, y el conflicto independentista. Por tanto, va definiendo el rol asumido por éstos, la
reorientación de los mismos hacia nuevas actividades económicas como parte de las prácticas
de permanencia en contextos de inestabilidad, la importancia del parentesco para reproducir
su posicionamiento económico y social, y la reacomodación de los actores y las relaciones
de poder como parte de una red de beneficios y oportunidades.5

Por otro lado, el estudio del mayorazgo en Venezuela manifiesta como esta institución
colonial coadyuva a definir la importancia de la lucha por la tierra en la definición de la
propiedad y la construcción de marcos institucionales capaz de regularla, así como la
injerencia de las élites coloniales y republicanas en la vida económica y política,
particularmente en el sistema de propiedad territorial y la transición que se da durante los
primeros años del siglo XIX entre lo público y lo privado. Además del entramado que brinda
la autora, se rescata la exposición elaborada sobre las diferencias entre la categoría

4
Daron Acemoglu, y James A. Robinson, Los orígenes del poder, la prosperidad y la pobreza. Por qué
fracasan los países, (Deusto, editorial plantea, 2012), pp. 21-63, pp. 91-120; Stanley Engerman y Kenneth
Sokolof, “Factor Endowments, Inequality, and Paths of Development among New World Economies”, NBER
Working Paper, nº 9259, 2002, pp. 1-55.
5
Francisco Bolsi, “Negocios, familia y estrategias de reproducción social entre el antiguo régimen y el
proceso de revolución e independencia en Tucumán, 1780-1820. el caso de los Posse”, Historia Y Memoria,
nº 1, 2010, PP.55-86.
conceptual y el empirismo o práctica existente alrededor del mayorazgo a partir de la visión
del derecho español.6

El trabajo cuyo objeto fueron los trabajadores de la casa de moneda de Santa Fe presenta un
análisis de las instituciones económicas coloniales a partir del orden administrativo y laboral,
donde, se inserta una serie de conflictos e irregularidades en el manejo de ciertas oficinas
causados por el parentesco como estrategia de estabilidad de los mismos. De igual manera,
éste incita a un tema más amplio: la conformación de una burocracia controladora del sistema
económico y hacendario del virreinato.7 Los tres artículos mencionados, contribuyen a
explicar el tipo de instituciones constituidas en Hispanoamérica desde el período colonial, y
la serie de privilegios otorgados a grupos específicos como una permanencia histórica de la
vida política y económica de muchos de estos países.

En efecto, el estudio sobre los campesinos y señores de la tierra ratifica la continuidad de


ciertos principios institucionales del orden económico en la conformación de los Estado-
Nación. Por ejemplo, la relación entre procesos de colonización, control de la tierra y
definición económico del territorio. El reparto y uso de terrenos baldíos en Antioquia fue
objeto de múltiples conflictos en torno a la forma de la propiedad y el empleo diferenciado
de la misma según las condiciones de la economía nacional, y los intereses de grupos de
poder participes en el entorno regional. Muchos de los espacios adjudicados ciertamente se
concedieron para conformar centros productivos empresariales en los cuales se insertó la élite
antioqueña.8

Asimismo, la reflexión planteada por Eliana Fracapani manifiesta que la actividad minera
también estaba invadida de redes familiares con una estructura de poder rígida amparada por
la existencia de una sociedad estamental, y su capacidad de acumulación a través de redes
vinculadas con la misma. Aunado a ello, su investigación contribuye a explicar por qué la
minería se convirtió en un sector de arrastre, si bien, se deja en claro que el propósito no es
abordar la producción, el estudio de los actores entrevé tres aspectos esenciales: capitales,
estrategias de articulación, y característica de los espacios mineros.9

Por su parte, el estudio de la policía y el orden económico en Tucumán abarca uno de los
componentes más relevantes de la estructura política virreinal, que posibilitó a su vez un
marco regulatorio en el campo de las relaciones económicas, en tanto, se concedió facultades
respecto al control de precios, la competencia, el fomento a la producción, y la revisión de la
pobreza. En suma, se consideraba que el orden urbano era una condición necesaria para
resultados económicos exitosos. Dicha visión de la policía como factor esencial del acontecer
productivo y social se mantuvo hasta muy entrado el siglo XIX, con la definición del papel

6
Egilda Rangel, “El Mayorazgo de Sartenejas en la Venezuela Colonial 1740 – 1858”, Historia Y Memoria,
nº 6, 2013, pp. 17-39
7
Diana Bonnet Vélez, “Oicios, rangos y parentesco. Los trabajadores de la Casa de la Moneda de Santafé
1620- 1816”, Historia Y Memoria, nº 6, 2013, pp. 103-141.
8
Albeiro Valencia Llano, “Campesinos pobres y señores de la tierra. Migraciones hacia el sur de Antioquia
1800-1900”, Historia Y Memoria, nº 6, 2013, pp. 41-66.
9
Eliana Beatriz Fracappani, “Familia, Oro y Poder: Las tramas del parentesco. San Juan (1790-1815)”,
Historia Y Memoria, nº 12, 2016, pp. 157-184.
de ayuntamientos o municipalidades como instituciones reguladoras de la seguridad y el
bienestar económico.10

Al igual que el orden socioeconómico fue un elemento central para la vigilancia virreinal de
sus colonias, el transporte y el comercio se convirtieron en aspectos sustanciales para el
dominio de la Corona de otros rubros de su economía, la construcción del Puerto de
Buenaventura es un ejemplo claro de ello, pues, éste se transformó, por un lado, en un agente
dinamizador de la frontera minera y por otro, en un proveedor de esclavos negros
colonizadores de la región. Más allá de su definición fluvial o marítima, el autor se interesa
en el papel de las elites, su historia, conformación e importancia para el desarrollo económico
de Cali, a partir de la reconstrucción de caminos vinculados con el puerto, los cuales se
aprovecharon para el comercio a través del uso intensivo de hombres cargueros que
movilizaban mercancías de Cali a otros espacios relevantes del Nuevo Reino de Granada.11

Igualmente, el trabajo de Blanca Acuña situado en otra región importante del virreinato de
Nueva Granada (Tunja) manifiesta el significado que tuvieron las redes comerciales en el
desarrollo histórico de las mismas. Su investigación sustentada en las rutas de circulación de
la sal permitió a la autora en primer lugar, describir y caracterizar dicho espacio económico,
en segundo lugar, reflexionar sobre el papel de los medios de transporte y flujos de comercio
en la consolidación de regiones de producción y distribución, y finalmente, considerar a
Tunja como lugar central en el comercio de la sal y la comercialización de otros productos
obtenidos de diferentes pisos térmicos. Ciertamente, la posición estratégica de ésta no sólo
implico un dinamismo económico, sino un atractivo poblacional.12

En paralelo, a los análisis que coadyuvan a explicar las condiciones iniciales de las economías
hispanoamericanas, otros artículos se sitúan en discusiones vinculadas con el proceso de
modernización e industrialización que resulta del modelo de Sustitución de Importaciones,
muchos tratan de explicar de manera fragmentada actividades dominantes del período,
actores, en particular, Estado y trabajadores, y procesos de cambio en el contexto económico.

El artículo de Renzo Ramírez se enfoca en uno de los rubros de mayor trayectoria en la


economía colombiana, el café, rescatando el rol de la mujer en el proceso productivo durante
la fase de recolección. Si bien, el análisis se centra en las labores desempeñadas por el sexo
femenino, éste da cuenta de los eslabonamientos creados por la actividad cafetalera hacia la
industria, además expone el proceso de industrialización vinculado al avance del sistema de
transporte (férreo, carretero y aéreo), los saltos cualitativos en la producción, y la causalidad
entre modernización, urbanización con crecimiento demográfico. En general, el autor expone
cuáles fueron las condiciones de la dinámica económica de Colombia durante y después del
incipiente desarrollo industrial a partir de uno de los sectores más activos.13

10
Romina Noemí Zamora, “Sobre la función de policía y el orden económico en San Miguel de Tucumán a
fines del siglo XVIII. De presuntos delincuentes, acaparadores y monopolistas”, Historia Y Memoria, nº 8,
20º4, pp. 175-207.
11
Alonso Valencia Llano, “Los orígenes coloniales del Puerto de Buenaventura”, Historia Y Memoria, nº 9,
2014, pp. 221-246.
12
Blanca Acuña Rodríguez, “Rutas de circulación e intercambio de sal en la provincia de Tunja, segunda
mitad del siglo XVI”, Historia Y Memoria, nº16, 2018, pp. 319-345.
13
Renzo Ramírez Bacca, “Mujeres en la caficultura tradicional colombiana, 1910-1970”, Historia Y
En conjunto, la visión de Bacca y de Marco enmarcan un período caracterizado por enlaces
y eslabones entre la agricultura y la industria en América Latina, la primera como generadora
de excedentes, insumos y relaciones con el mercado mundial, y la segunda como nodo del
discurso modernizador del Estado, quien definió el desarrollo conforme el crecimiento
industrial. Efectivamente, la investigación de Marco enfatiza en un período de colonización
agrícola direccionado a mejorar la productividad en zonas pámpanas que concentraron una
experiencia agroexportadora. Aunque la finalidad es profundizar en los roles y saberes de las
familias que hicieron parte de ese espacio y proceso bajo una visión neoinstitucional de su
organización y participación, los datos brindados sobre el desarrollo de empresas generadoras
de alimentos, y el programa de fomento a la producción hortícola y frutícola del gobierno
peronista en pro de encadenamientos industriales y comerciales en las ciudades, que dieron
paso a la conformación de colonias agrícolas.14

Por otra parte, la publicación sobre los gauchos en el mismo período (1930-1970) da cuenta
del crecimiento empresarial de Argentina, más allá del campo cultural de su trabajo en cuanto
a los imaginarios e identidades concebidos alrededor de la figura del “gaucho”, éste expresa
con claridad el impacto diferencial de la crisis del 29 en el continente latinoamericano, donde
Argentina fue uno de los países más afectados por la caída de las exportaciones y el retroceso
de la inversión, generando así un escenario de descontento social, el cual fue superado
paulatinamente por medio de cambios en el patrón de consumo de la población que resultaban
del proceso modernizador, puesto en marcha a lo largo de esos años. La publicidad y el uso
heterogéneo de dicha figura promovió y legitimó la aparición de nuevas empresas, y a su vez,
favoreció el mercado interno e inserción de nuevos bienes industriales en el mercado
internacional. Asimismo, el autor menciona la alta participación de norteamericanos en la
diversificación industrial del país.15

Dos trabajos enfocados en Colombia explicaron la heterogeneidad espacial y sectorial del


impacto del proceso modernizados guiado por el Estado, así como el papel determinante de
éste en el funcionamiento de la economía. Primero, el artículo sobre la siderúrgica reflexiona
desde dónde los gobiernos intervinieron en la expansión de este campo como parte
fundamental del crecimiento industrial en un ciclo económico favorable, y a la par, corrobora
que la industrialización constituyó el eje de desarrollo del país. En materia de legislación y
marco institucional, la autora evidencia la correlación de éste con coyunturas internacionales
que favorecieron tanto a los empresarios como al Estado respecto al aumento sustancial de
compañías y producción siderúrgica.16

Segundo, el trabajo sobre Pasto aborda el proyecto liberal de los años treinta en el orbe del
progreso, cambio y modernización, tal vez como resultado directo del impacto de la crisis
del 29 que condujo a un incremento del costo de vida, deterioro de la obra pública, salida de

Memoria, nº 10, 2015, pp. 43-73.


14
Celeste de Marco, “Vida familiar en colonias tardías periurbanas: Sociabilidad y condiciones de vida
(Buenos Aires, Argentina: 1950-1970)”, Historia Y Memoria, nº 12, 2016, pp. 185-214.
15
Matías Emilio Casas, “Representaciones y publicaciones sobre el gaucho argentino en la década del treinta.
Entre la identidad nacional, el campo literario y las estrategias comerciales”, Historia Y Memoria, nº11, 2015,
pp. 151-176.
16
Carolina Barreto y Juan Carlos Jurado, “El papel del Estado colombiano en la conformación del sector
siderúrgico de Boyacá. 1938-1980”, Historia Y Memoria, nº 15, 2017, pp. 203-242.
capitales y falta de política crediticia a favor de reinversión económica. La coyuntura externa
a corto plazo provocó una pérdida de competitividad y dinámica, sin embargo, las medidas
gubernamentales propendieron y estimularon una mejora en el ritmo y desempeño de la
economía al subsanar los obstáculos manifestados ante dicho choque, en particular, el sistema
bancario, la construcción de infraestructura urbana y de comunicaciones, y el incremento de
exportaciones. 17

Por último, cabe destacar la aceptación de resultados académicos que exponen un aspecto
sustancial de las explicaciones de la historiografía económica, el gasto realizado por el Estado
en dos de sus rubros más importantes; seguridad y educación. Ambos correlacionados con
las condiciones político-económicas de los espacios. En primer lugar, el avance de Pardo
Bueno respecto a la inversión pública militar del estado de Bolívar en la etapa confederal de
la historia colombiana a partir de la revisión de presupuestos, evidencia que, a pesar de la
descentralización del aparato militar, logrando así las elites regionales mayor control de su
operatividad y recursos, fueron muy bajas las partidas destinadas a este campo, al grado que
se buscó una extracción de montos a través de empréstitos y expropiaciones. Lo anterior
puede explicarse en los objetivos inherentes a la ideología liberal radical, donde la autonomía,
la libertad comercial y la separación Iglesia-Estado se convirtieron en una prioridad.18

Finalmente, la investigación de Costa Rica en torno al financiamiento público de la educación


aborda un tema relativamente nuevo en la historiografía, pero ampliamente difundido. Su
estudio explica las tendencias y cambios del gasto respecto a ciclos expansivos y recesivos
de la dinámica económica interna y externa, así como procesos políticos inflexivos para
estimar el impacto que tiene sobre la cobertura, calidad y concurrencia educativa. Aunado,
al planteamiento empírico, este trabajo ofrece un marco teórico sugerente respecto al capital
humano y el desarrollo científico innovador.19

Tras la breve revisión de aportes y objetos de estudio de los artículos vinculados al campo de
la historia económica que se han difundido a través de revistas de calidad como Historia Y
Memoria, nos resta nada más invitar a investigadores y académicos a continuar trabajando
sobre nuevas aristas y discusiones historiográficas que permitan explicarnos el presente
desde las condiciones del pasado.

17
María Teresa Álvarez, “Pasto y sus intentos modernizadores en el período de la República Liberal (1930-
1946)”, Historia Y Memoria, nº 5, 2012, pp. 201-223.
18
Luis Miguel Pardo Bueno, “El gasto militar en el Estado de Bolívar 1859-1886”, Historia Y Memoria, nº
16, 2018, pp. 125-161.
19
Iván Molina Jiménez, “El financiamiento educativo público en Costa Rica a largo plazo (1860-2016)”,
Historia Y Memoria, nº 16, 20º8, pp. 165-198.
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Región, Revista del Centro de Estudios Regionales, Universidad del Valle, Universidad
Pedagógica y Tecnológica de Colombia/ No. 9 / enero - junio 2018

LA BANCA PRIVADA EN BOYACÁ 1880-1900

Yeimy Lizeth Alvarado Rincón


Licenciada en Ciencias Sociales
Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia
Estudiante de Maestría en Historia
Universidad Michoacana San Nicolás de Hidalgo

Resumen

El siguiente artículo es producto de una investigación de carácter histórico regional sobre la


consolidación de la banca en Boyacá, a partir de la revisión de fuentes de archivo. Este texto
pretende hacer un análisis histórico y cualitativo sobre el capital, desarrollo, duración y los
cambios sociales generados por la consolidación del primer banco en la ciudad de Tunja, en
el periodo de 1880-1900. Así mismo, busca aportar a los estudios de historia financiero de la
región durante las últimas décadas del siglo XIX.

Palabras Clave: Bancos, Banca Libre, Historia monetaria y Bancaria de Colombia.

Abstract

The following article is the product of a regional historical research on the construction of
banking in Boyacá, this text aims to make a historical and qualitative analysis of the capital,
development, duration and social changes generated by the consolidation of the first bank in
the city of Tunja, in the period from 1880 to 1900. Likewise, it seeks to contribute to the
studies of financial history of the region for the last decades of the XIX century.

Palabras Claves: Bank, Free Banking, Monetary and banking history of Colombia

Introducción

Durante los últimos 20 años se ha desarrollado un despuente de la historia económica en


Colombia, proceso que ha contribuido comprender la trasformación del complejo de
desarrollo económico y social que vivió el país en el siglo XIX y XX, los aportes
desarrollados por esta vía, han llevado a una renovación de los estudios sobre historia
económica; es más, el uso explícito de la teoría económica y de los métodos cuantísimos


RECIBIDO: marzo 14/18 ACEPTADO: abril 21/18
riguroso han estado presente en buen parte de los trabajos recientes (desde finales de la
década de 1980). Al compás de este asunto la historia bancaria impulsada en gran medida

por económicas influenciados por el uso explícito de la teoría económica1. Así mismo,
análisis se ha realizado desde una perspectiva regional y local, considerando que hay un
enorme vacío en las regiones del país. Empero, hacia la segunda mitad del siglo XIX en
Colombia se generaron cambios económicos sustanciales tanto en producción como en
comercialización. Como fue la inserción de capital proveniente de las bonanzas del tabaco,
quina y añil, que concentró unas divisas importantes que le permitió al país, insertarse en el
mercado mundial. Si bien fue un factor fundamental en el crecimiento económico del país,
no fue tan impresionante2, la debilidad del comercio exterior del país implicaba la carencia
de capital tanto público como privado, ya que el sector externo fue la base de los aumentos
de capital y de crédito de la mayor parte de los países de América Latina durante el siglo
XIX3. No obstante, el capital obtenido favoreció a una élite, concentrada principalmente en
Bogotá, Antioquia, “el Viejo Caldas” y la Costa Caribe, que diversificó sus negocios
incluyendo los especulativos, asociados a actividades financieras, que posteriormente
permitió que se convirtieran en fundadores de bancos. Los estudios sobre el surgimiento del
sistema financiero en Colombia dan a entender que antes de la fundación de los primeros
bancos comerciales en el país (especialmente en las ciudades de Bogotá y Medellín) en la
década de 1870, según colmenares, el sistema crediticio era controlado en su mayoría por la
Iglesia Católica4. No obstante, hacia la segunda mitad del siglo XIX, la influencia de la
Iglesia en la esfera pública comenzó a reducirse debido a las reformas liberales5. El vacío
crediticio dejado por la Iglesia, argumenta Meisel6 fue cubierto por los bancos que se
establecieron en las diferentes regiones del país a partir de la década de 1870 y bajo un

1
Adolfo, Meisel Roca, “Los estudios sobre historia económica de Colombia a partir de 1990: principales
temáticas y aportes”, Cuadernos de Historia Económica y Empresarial: No. 13 (marzo, 2005): 1-5.
2
“por el valor de su comercio exterior entre los años de 1821 y 1880 habitualmente estaba por debajo del
séptimo u octavo lugar entre los países de Latinoamérica. A finales de la década de 1870 las exportaciones de
Colombia fueron oficialmente evaluadas en 11.000.000 de dólares, mientras que Brasil exportaba casi
90.000.000, Perú y Argentina exportaban más de 45.000.000, y México y Chile más de 30.000.000 de dólares.
La debilidad del comercio exterior de Colombia implicaba la carencia de capital, ya que el sector de
exportaciones proporciono en la mayor parte de los países de América Latina los mayores ingresos de capital y
crédito durante el siglo XIX”, véase, Frank, Safford, “Empresarios nacionales y extranjeros en Colombia
durante el siglo XIX”, Anuario Colombiano de Historia Social y de la Cultura: No. 4 (enero, 1969): 87-88.
3
Frank, Safford, “Empresarios nacionales y extranjeros en Colombia durante el siglo XIX”, Anuario
Colombiano de Historia Social y de la Cultura: No. 4 (enero, 1969): pp. 89.
4
German, Colmenares, Censos y capellanías: formas de crédito en una economía agrícola (Cal:, Universidad
del Valle, 1975), 36.
5
A mediados del siglo XIX las fuerzas políticas liberales, estaban buscando romper las estructuras coloniales
persistentes para poder así construir un Estado moderno, lo que obligaba a la secularización de la sociedad.
Estas nuevas pautas jurídicas incluían la desamortización de bienes eclesiásticos, la libertad de cultos, la
educación laica, entre otros ámbitos, en general, el Estado asumió las funciones que antes le correspondían a la
institución eclesiástica. Así las reformas iniciaron con el primer gobierno liberal en 18949, después de la
creación de los partidos políticos tradicionales colombianos, el liberal y el conservador. Véase, José, Cortes
Guerrero “Desafuero eclesiástico, desamortización y tolerancia de cultos: una aproximación comparativa a las
reformas liberales mexicana y colombiana a mediados del siglo XIX”, Fronteras de la Historia, No.9 (2004):
95-96.
6
Adolfo, Meisel Roca, Banco de la República: antecedentes, evolución y estructura, Banco de la República:
Antecedentes, Evolución Y Estructura, (Bogotá: Banco de la República, 1990), 120-150.
modelo de Banca Libre. Sobre los cambios económicos suscitados en estas regiones se han
realizado varios estudios que analizan el tema del crédito, los bancos y la relación con la
nación7. No obstante, hay grandes vacíos sobre el desarrollo crediticio que se generó en el
departamento de Boyacá, donde al parecer los procesos fueron menos dinámicos. Si bien no
se alcanzó un desarrollo de gran magnitud, aunque si se logró cimentar bases para el
desarrollo bancario en la región. Así, el propósito central de este trabajo consiste en explicar
los rasgos más sobresalientes que adquirieron el sistema bancario en Boyacá. Para este caso
particular, se analizó la duración, el capital y el tipo de actores sociales que se vincularon en
la configuración de un sistema de banca regional durante las últimas décadas del siglo XIX,
como hecho relevante en la transición de una modernización de las finanzas.

En el estudio se recurrió a la revisión de fuentes bibliográficas como documentales,


primordialmente de un tipo de fuente poco explorado dentro de la historiografía económica
colombiana, los archivos notariales, “a partir de las fuentes notariales es posible reconstruir
el pasado de la microhistoria, aquella historia con nombres y apellidos, en la que se indaga
por el pasado de las localidades y de las regiones, que había sido abandonado por algunas
escuelas históricas”8. En este sentido, la fuente notarial continúa siendo una veta de donde se
extrae información valiosa para la historia empresarial de las regiones y del país. De igual
modo es la única fuente en donde aparecen registradas la conformación y disolución de
sociedades comerciales, razón social, socios que integran la sociedad, número de acciones y
las actividades que ejercían. Así mismo, en Colombia son muy escasos los acervos sobre las
sociedades bancarias; en este caso las fuentes notariales se convierten en la única evidencia
empírica que permite hacer un acercamiento a los negocios particulares, al volumen de
transacciones de una empresa o a la cuantificación de los negocios9.

El texto inicia con una breve reseña del desarrollo bancario del país a mediados del siglo
XIX. Posteriormente, se mencionará los aspectos que hicieron posible el desarrollo de los
bancos en otras zonas de Colombia y finalmente, se hace una descripción del funcionamiento
y características del Banco de Boyacá, como entidad pionera en la región. Las conclusiones
describen los cambios que se dieron la consolidación de esta primera entidad bancaria en
Boyacá.

1. Antecedentes

La inexistencia de un sistema financiero durante los primeros 70 años del siglo XIX en
Colombia, fue uno de los principales frenos para el desarrollo económico de la Nación, y
aunque, no todo el progreso económico es atribuible a los bancos, tampoco se puede
desconocer el papel jugado en el despegue de la industrialización en el país, a comienzos del
siglo XX. Los primeros bancos comerciales surgen en Colombia en las décadas de 1870
principalmente en ciudades como Bogotá, Medellín, Barraquilla y Cartagena, antes de dicha
fecha el sistema crediticio estaba controlados por la Iglesia Católica. Según Colmenares, el

8
Joaquín, Viloria de la Hoz, “El uso de las fuentes notariales con fines de investigación: el caso de la historia
empresarial en el Caribe colombiano”, América Latina en la Historia Económica pp. 60. [en línea]
http://alhe.mora.edu.mx/index.php/ALHE/article/view/246/309 [revisado el 13 de febrero de 2017].
9
Joaquín, Viloria de la Hoz, “El uso de las fuentes…”, 60-65.
crédito se hacía mediante la colocación de hipotecas conocidos como censos10. Así mismo,
existían Casas comerciales establecidas en Antioquia producto de un importante desarrollo
comercial, reflejo de la expansión de la producción aurífera, así como la colonización del sur
del país que permitió la consolidación y expansión de la economía cafetera.

Fue entonces cuando comenzaron a ganar importancia las sociedades comerciales que se
vinculan con el mercado externo. En efecto, Colombia realiza exportaciones de tabaco, quina,
metales preciosos, café y añil en las diferentes regiones donde se producían y se
comercializaban11. Así, cada región del país se fortaleció entorno a los productos de
exportación, logrando acumular capital para la élite comercial, que, a la vez, permitió el
impulso de otros renglones de la economía como fue la industria manufacturera, los
transportes y las entidades bancarias. No obstante, y pesar que el país gozó de una variedad
de pisos bioclimáticos que permitieron el desarrollo de una variedad agrícola, sólo a partir de
mediados del siglo XIX algunos de ellos alcanzan un relativo éxito en los mercados
internacionales, permitiendo el impulsó de la economía nacional.

Este relativo éxito que permitió el ingreso del país al mercado externo se debió a que a partir
de 1850 se consolida la tendencia liberal, conocida en el país como el radicalismo (1850-
1880), la cual contemplaba que lo que más se ajustaba a las caracterices de la nación era el
desarrollo del mercado externo (producir o extraer aquellos productos que se demandaban en
otros países), para ello era necesario la eliminación de monopolios estatales, libertad para
organizar cualquier negocio y libertada de asociación. Ello se da en medio de tensiones
existentes entre los conservadores, que deseaban continuar con el orden colonial y los
liberales partidarios de romper con el mismo, lo que influyó a que se generan frecuentes
guerras civiles entre los bandos (liberales y conservadores) por posicionar su organización
socio-política y económica12. “Así desde la segunda mitad del siglo XIX las estructuras
políticas, sociales y económicas del país de vieron transformados por cambios tanto en el
poder político como las coyuntura internacional”13. Tenieno en cuenta que el discurso liberal
articuló concpetos de la “modenrización” y ell desarrollo económico que fue retomado por
comerciantes y agroexportadores, basado en el modelo económico de libre cambio, como lo
sugiere Pardo Bueno para el caso del Estado Soberano de Bolívar14.

10
German, Colmenares, Censos y capellanías…, 23.
11
Cada producto de exportación surgió en determinadas épocas y regiones como elemento indispensable del
comercio internacional, para desaparecer algunos años después. Tan solo el oro y el café fueron permanentes
en la lista de exportaciones del país a lo largo del siglo XIX. Ello se debió a que cada producto dependió del
buen comportamiento de los precios en los circuitos internacionales, sin embargo, tras el ciclo de auge venia la
crisis, como consecuencia de elementos internos y externos, como fue la competencia del mercado inglés con
mejores precios para el cultivo de la quina y la incapacidad empresarial para construir una industria moderna y
eficiente. Véase José Antonio, Ocampo, Colombia y la economía mundial 1830-1910 (Bogotá: Universidad de
los Andes, 1994), 6.
12
Edna, Siachoque, “Tabaco, quina y añil en el siglo XIX: bonanzas efímeras”, Revista Credencial de Historia
No. 255 (2011): 2.
13
Ángela, Camargo Rodríguez, “La institución Militar en el Estado de Magdalena 1857-1885”, Revista
Historia y Memoria No.3 (2011): 149.
14
Luis Miguel Pardo Bueno. «El gasto militar en el Estado de Bolívar 1859-1886». Historia Y MEMORIA,
n° 16 (2018): 25-161. https://doi.org/10.19053/20275137.n16.2018.5949.P. 129
La élite económica que se consolida y que acumulo parte de su fortuna no solo del comercio
internacional, sino que diversifico sus negocios como los transportes, el comercio y los
bancos. Estos comerciantes se valieron de sus fortunas, relaciones políticas y económicas
para triunfar en esta actividad y lograr multiplicar sus capitales, consolidando posteriormente
sus propios bancos. En el Caribe colombiano, los comerciantes-prestamistas operaron de dos
formas: individual y como socios de algunas Casas comerciales, facilitando créditos a corto
y largo plazo, algunos de los cuales incluso fueron dirigidos al gobierno regional.

Las casas comerciales tanto de Antioquia como las que se inauguran en Barranquilla a raíz
del boom de tabacalero en 1850, terminaron realizando actividades crediticias; ante la
ausencia de instituciones bancarias las Casas se encargaban de realizar giros de capitales,
cambios de letras y otorgar créditos a los agricultores, a los comerciantes y los artesanos.
Algunas de estas Casas se especializaron tanto en el negocio financiero, lo que se volvieron
verdaderas expertas en el manejo de las tasas de cambio y en las transacciones
internacionales. A pesar de la existencia de dichas instituciones comerciales, estas compañías
no fueron del todo exitosas, ya que fueron incipientes ante la ampliación de las actividades
comerciales y las necesidades crediticias.

Los primeros bancos comerciales establecidos en Colombia fueron el Banco de Bogotá de


1870 y el Banco de Colombia de 1875, ambos consolidados en la capital del país, los cuales
se caracterizaron por gozar de un papel hegemónico no solo a nivel regional sino nacional.
Igualmente, bajo las coyunturas y características económicas que experimento cada región
del país, se logró establecer un sistema bancario en las principales ciudades del país, como
fue el Banco de Antioquia creado en Medellín en 1872; el Banco de Barranquilla en 1873 y
el Banco de Bolívar en 1874, este último fundado en Cartagena. Mientras que los bancos de
otras regiones de Colombia, que no gozaron del impacto de las bonanzas de capital de los
productos agrícolas de exportación, se caracterizaron por tener una vida efímera, ello
consecuencia de la relativa debilidad económica que sufrieron algunas regiones en el siglo
XIX, un ejemplo de ello fue la región del Cauca y de Nariño. Este proceso de consolidación
de una banca moderna se logró gracias al impulso de las políticas de un gobierno de corte
liberal, bajo un modelo político federal y el impulso económico que vivió el país a cusa del
comercio externo; si bien desde la formación de la República se vio la necesidad de fundar
entidades crediticias que permitieran el financiamiento de una industria y ayudara al manejo
de las finanzas de la nación, los proyectos sucumbieron por las frecuentas guerras civiles y
la crisis del fisco, que venía en declive a causa del proceso de independencia (deuda interna
como externa), es por ello que tan solo a finales del siglo XIX se instaura un sistema crediticio
bajo un modelo de banca libre de fuerte fragmentación regional.

Gracias al impulso de las políticas liberales de los radicales colombianos surge un mercado
de capitales amplio como soporte para el desarrollo económico regional, “Por medio de los
bancos privados y semioficiales que surgieron a partir de este momento, las elites regionales
pudieron ampliar y fortalecer el poder político y económico gracias a que captaron el
metálico y emitían papel moneda”15.El desarrollo de la banca libre en Colombia tuvo

15
Juan Santiago, Correa “1830-1928, un siglo crítico: el esfuerzo empresarial colombiano”, Revista Credencial
de Historia No. 254 (2011) [en
diferentes etapas en cada una de las regiones del país, “de acuerdo con su capacidad
económica, la credibilidad de las instituciones que se crearon y, por supuesto, el apoyo que
recibieron del gobierno local y nacional”16.

2. Los bancos en otras regiones del país

Si bien, el estudio del sistema financiero en el país se ha concentrado, por un lado, a


comprender las condiciones que influyeron para que a finales del siglo XIX se estableciera
un modelo de banca libre en Colombia, y por el otro, a entender la vida económica de los
bancos en las diferentes regiones del país. Así por ejemplo, Carmen Astrid Romero17 se ha
enfocado en estudiar el caso bogotano, sosteniendo que bajo las políticas de los liberales
radicales, la élite comercial y terrateniente comprometió sus capitales para la creación de la
primera sociedad bancaria en el país, el Banco de Bogotá, primera entidad bancaria privada
que próspero y que emitió billetes convertibles en moneda metálica. Un impulso adicional
en la constitución de esta institución fue el compromiso del Gobierno Nacional de depositar
y darle al banco los derechos a manejar algunos fondos del Estado, así mismo, generó toda
una legislación para la conformación de los bancos privados (ley 35 de 1865); los sostuvo
económicamente y sobre todo otorgó confianza para movilizar capital de la élite y
tranquilizar al público para que empezara a utilizar los billetes del banco18. Por fin

Según Romero, la banca bogotana se desarrolló bajo tres etapas: la primera denominada
“Banca Libre 1865-1886”, donde se funda el primer banco en la capital, el Banco de Bogotá
(1871), que siempre gozó del manejo de fondos del Gobierno, ya que para su fundación, el
Gobierno nacional les colabora cediéndoles los depósitos oficiales de las regalías del
ferrocarril de Panamá, que sumaban 250 millones de pesos; el cual sería seguido por el Banco
de Colombia, en 1874, y tres años después por el Banco Popular. La segunda fue de 1886-
1905, cuando se inicia una nueva etapa de reestructuración económica y política del país
entorno a un gobierno central, que llevo a la creación del Banco Nacional, donde la banca
privada perdió la función de emisión de billetes, mediante la ley 57 de 1887; la tercera etapa
se extiende de 1905 a1922, es decir un año antes de la fundación del Banco de la República.
Bajo estas condiciones se crearon alrededor de 19 bancos en la ciudad, pero a pesar de ello,
los Bancos de Colombia y Bogotá tuvieron un mayor peso económico, no sólo regionalmente
sino nacionalmente, estos lograron resistir los cambios políticos, sociales, económicos que
vivo el país a lo largo del Siglo XIX. Estos dos últimos, lograron que en 1886 el metálico de
sus cajas representara el 68% y los billetes en circulación el 46% de todo el sistema
bancario19.

En general los Bancos de Colombia y Bogotá gozaron de poder absoluto en el país, ya que
siempre supieron ganarse la confianza del público local, por contar con unas tasas de interés

linea]http://www.banrepcultural.org/blaavirtual/revistas/credencial/febrero2011/un-siglo-critico-empresarial,
[consultado el 13 de junio de 2017]
16
Juan Santiago, Correa, “Banca y región en Colombia, 1850-1880” Revista de Economía institucional de la
Universidad externado de Colombia, Vol. 11: No.20 (enero-junio 2009): 18.
17
Carmen Astrid, Romero, “La banca privada en Bogotá: 1870-1922”, en, Ensayos de historia monetaria y
bancaria de Colombia, (Bogotá: Tercer Mundo, 1994), 267-304.
18
Carmen Astrid Romero, “La banca privada en Bogotá…”, 270.
19
Carmen Astrid, Romero, “La banca privada en Bogotá…”, 269.
bastante estables y por la mayor cobertura de las operaciones de depósito; además de que
estimularon la creación de nuevas actividades productivas gracias a la diversificación de
créditos, que logró ofrecer recursos a los exportadores regionales y otorgar préstamos
hipotecarios de largo plazo, que beneficiaron a un buen número de negociantes regionales.
A la par que estos bancos (Colombia y Bogotá) lograron manejar las frecuentes guerras
civiles que vivió el país, saliendo fortalecidos de ellas, consiguiendo que la banca capitalina
se mantuviera con buenos niveles de liquidez y de rentabilidad en las últimas décadas del
siglo XIX. Tal y como lo afirma Adolfo Meisel Roca:

“Durante todo este período (1871-1923) el Banco de Bogotá, al igual que el Banco
Colombia, se caracterizó por un manejo extremadamente cauteloso y prudente. Por ello, no
fue afectado por la crisis de 1904, que llevó a la liquidación de numerosos bancos en
Medellín. Es más, en el informe de la Junta Directiva del segundo semestre de 1904, se
comentó: "Ha sido próspera la marcha general de este Banco, a pesar de la crisis monetaria
que atraviesa el país. La vigilancia para evitar en cuanto es posible los riesgos en las
operaciones, es y ha sido siempre una de las preocupaciones de la Junta Directiva […]"20.

No se puede negar que la “hegemonía económica” que mantuvo el Banco de Colombia y el


Banco de Bogotá, correspondió por un lado a los intereses del gobierno nacional, quien siguió
alentando con un amplio y generoso estímulo a estas dos entidades bancarias, y por el otro,
a los intereses de los accionistas, conformada por la élite política y económica de la capital
del país, tal era la relación con el Estado que algunos de los accionistas fueron ministros de
hacienda, como Miguel Samper en 1882 y Manuel Murillo Toro, presidente colombiano
durante el periodo de 1872-1874; ello de alguna forma influyó para que los bancos (de Bogotá
y Colombia) gozaran de buena rentabilidad a nivel nacional. Así lo expresa Salomón Koppel
accionista del banco de Bogotá:

“[…] que el hecho de haberse organizado una compañía respetable para el establecimiento
del banco, era el mejor elogio que se podía hacer a la presente administración, porque era la
prueba más efectiva de la confianza que se tenía en la conservación de la paz, debida a su
elevada o imparcial política. Manifestó que el establecimiento de un Banco de Bogotá era
una necesidad premiosa, […] y concluyó dando las más cordiales gracias al Ciudadano
Presidente y a los ilustrados miembros de su administración, por su iniciativa en el asunto y
por la benevolencia y simpatía que se dignaban mostrar por la sociedad recién instalad”21.

El caso de Antioquia (una región con un gran dinamismo minero y un desarrollo temprano
de instituciones financieras) no se diferencia del proceso bogotano, en este caso, las élites
regionales que asistieron en la configuración de bancos participaron tanto en el gobierno
como en comercio, en general la élite política y económica estaban formadas por grandes
terratenientes y propietarios de minas de oro. Siguiendo a María Mercedes Botero 22, su

20
Adolfo, Meisel Roca, Banco de la República: Antecedentes, Evolución Y Estructura, (Bogotá: Banco de la
República,1990), 46-147.
21
Diario Oficial, número 2097 del 28 de noviembre de 1870.
22
María Mercedes Botero Restrepo ha sido una de las investigadoras que más documentos publicados sobre la
banca regional antioqueña. Véase, Mercedes, Botero, “Instituciones bancarias en Antioquia 1872-1886”; “El
banco de Antioquia: un modelo de banca regional 1872-1886”; “Moneda y banca en una economía aurífera.
“La región de Antioquia 1850-1890” y la ruta del oro. Una economía exportadora. Antioquia 1850-1890”.
actividad exportadora le había permitido establecer relaciones financieras con grupos
económicos sobre todo en Inglaterra y Francia. En 1870, poco después de la fundación del
Banco de Bogotá, se aprobó la Ley 194 del Estado Soberano de Antioquia por medio del cual
se autorizó la creación del Banco de Antioquia. Las instituciones que se establecieron en esta
zona del país experimentaron un gran dinamismo, sin embargo, éste no fue continuo: se
dieron momentos de crisis y periodos de auge. Así, durante el siglo XIX se crearon ocho
establecimientos bancarios y tres casas bancarias en Medellín23. Estos bancos que se
establecieron entre 1872 y 1883 consagraron dentro de su objetivo las actividades de
descuento de documentos, depósitos a término, apertura de cuentas corrientes, préstamos,
compra y venta de letras de cambio sobre plazas del país y del exterior. Pero quizás uno de
los aportes más significativo de los bancos para la economía regional fue la emisión de
billetes al portador; puesto que existía la libre convertibilidad, los billetes actuaban como una
promesa de pago a la vista y al portador en moneda metálica24.

Una de las particulares que desarrollo la banca en Antioquia fue la consolidación de casas
comerciales-bancarias en Medellín, éntrelas que se encontraban la casa Vicente B. Villa e
Hijos, Botero Arango e Hijos y Restrepo & Co., emitieron billetes al portador y los utilizaron
en la compra de oro, en descuento de documentos y préstamos a su clientela 25. Así mismo,
parte del capital de las casas comerciales contribuyó en la fundación de los bancos en
Medellín durante el periodo de 1872 y 1883; en otras palabras, “el capital de estos bancos
provino del capital comercial y entre los mayores accionistas se encontraban las principales
casas de comercio de Medellín, estrechamente vinculados al comercio de importación y
exportación de metales”26.

Tanto Antioquia como Bogotá desarrollaron un sistema bancario relevante, que pronto se
vinculó al comercio internacional, los accionistas que participaron en la consolidación de
bancos, no fueron tan solo banqueros27, sino que tuvieron un diversificado portafolio de
inversiones que incluía haciendas, agricultura comercial, casas importadoras, comercio al por
mayor y una participación importante en la actividad política, lo que generó una estrecha
relación entre los bancos y el gobierno regional y nacional28.

Estas características no fueron ajenas en la costa Caribe, en Cartagena y Barranquilla la


actividad bancaria inicio desde 1874 con la Fundación de Banco de Bolívar amparado bajo
la ley 33 de 1873, normativa que regulaba el funcionamiento de los bancos en la región
Caribe. Los bancos que se fundaron tuvieron una vida bastante efímera. Sin embargo, “estos
establecimientos fueron dominados por familias de importantes comerciantes […] dedicados

23
María Mercedes, Botero Retrepo, “El banco de Antioquia y el banco de Sucre 1872-1920”, en Ensayos de
historia monetaria y bancaria de Colombia (Bogotá: Tercer Mundo, 1994), 199.
24
María Mercedes, Botero Restrepo, “Moneda y banca en una economía aurífera. La región de Antioquia 1850-
1890”, América Latina en la historia económica. Revista de investigación, No.35 (junio 2011): 67.
25
María Mercedes, Botero Restrepo, “Instituciones bancarias en Antioquia 1872-1886”, Revista Tiempo y
Economía, No. 17 (1985): pp. 97.
26
María Mercedes, BOTERO RESTREPO, “Moneda y banca en una economía aurífera…”, 67.
27
Entiéndase a aquellos accionistas mayoritarios dentro de la configuración de una institución bancaria.
28
Juan, Correa, “Moneda y Nación: la política económica y los debates sobre el Estado 1865-1899”, en Ideas y
políticas económicas en Colombia durante el primer siglo republicano (Bogotá: Ediciones Uniandes, 2016),
222.
al comercio exterior, especialmente a la exportación de ganado hacia centro América y el
Caribe”29. Al igual que la banca de Antioquia, la vinculación con el mercado externo le
permito a la élite regional generar los excedentes suficientes que más tarde supo a disposición
para la fundación de bancos en las diferentes regiones del país.

A la par, que se establecía en el país un sistema financiero; suponemos que las casas
comerciales y los prestamistas particulares continuaron fungiendo como agentes activos de
créditos. Si bien, la mayoría de trabajos sobre el sistema financiero de Colombia30 se ha
dirigido, principalmente, a entender el origen del capital, las características sociales de los
accionistas y la actividad de los promotores de los bancos, como factor que explica el tránsito
hacia la empresa moderna31. A pesar de ello, pueden ser advertidas algunas lagunas
temporales y temáticas; existen incógnitas palpables para el siglo XIX. Las relaciones entre
las instituciones crediticias y el crecimiento económico han sido estudiadas con mayor
profusión en las regiones como Bogotá, Antioquia y la Costa Caribe. Ahora bien, estas zonas
del país fueron ocupadas por la Iglesia como agente crediticio, que después fue remplazado
por Casas comerciales y algunos prestamistas que, a su vez, fueron reemplazados por las
actividades bancarias a finales del siglo XIX.

3. El sistema Bancario en Boyacá

Uno de los atractivos para el análisis del sistema financiero es estudiar la posibilidad y
efectividad para poner en movimiento recursos dirigidos al desarrollo económico. También
es importante para calcular la capacidad de una determinada economía en el estímulo y
conformación de un mercado financiero acorde a sus necesidades 32. De ahí la importancia
del papel de los bancos en el país.

Antes de comenzar el estudio sobre la experiencia bancaria en Boyacá, consideramos


pertinente mencionar algunas generalidades, que permite comprender las condiciones que
llevaron a que en la región se estableciera un sistema bancario en la década de 1880.
Colombia desarrollo al igual que México un sistema bancario tardío, solo hasta 1870 fue
posible el desarrollo de bancos, en el país se consolido bajo el modelo de la banca libre
(algunas de estas generalidades se mencionaron en el primer apartado de esta investigación),
el sistema se impuso por la fuerza de las circunstancias políticas (durante los gobiernos de
los liberales radicales que gobernaron el país en el periodo de 1863-1886) que hacían
imposible un sistema de banca nacional.

29
Adolfo, Meisel y Eduardo, Posada, “Los bancos en la Costa Caribe 1873-1925”, en Ensayos de historia
monetaria y bancaria de Colombia, (Bogotá: Tercer Mundo, 1994), 235.
30
Trabajos tales como: Botero Retrepo, “El banco de Antioquia y el banco de Sucre 1872-1920”, Correa “Banca
y región en Colombia 1850-1880”, Carmen, Romero “la banca libre en Bogotá: 1872-1922” y Adolfo, Meisel
y Eduardo, Posada, “los bancos en la costa caribe, 1873-1925”.
31
En esta pretensión, algunos comerciantes- prestamistas han sido objeto de estudio, especialmente enfocados
en Antioquia. Para mayor información sobre estos temas, véase, Luis, Molina Londoño, “Don Pepe Sierra:
prototipo de empresario antioqueño; el arriero más rico del país”, Revista Credencial de Historia, No. 16,
(2011), En línea: http://www.banrepcultural.org/node/32304,[consultado: 15 de marzo de 2017 ].
32
Moisés, Gámez “Redes empresariales y proyectos bancarios en la Mesa Centro-Norte de México (1870-
1910)”, Revista Secuencia, No. 64 (2006):191.
Siguiendo a Salomón Kalmanovitz, señala que los liberales introdujeron la banca en
Colombia, conformado en organizaciones que contaban con reservas en moneda metálica y
emitían billetes de manera responsable, ya que estaba en juego la reputación en el negocio.
Su favorable experiencia permitió una ampliación del crédito y una acumulación de capital
de mayor volumen, pese a que fueron establecimientos pequeños que no lograron una
consolidación de filiales en las ciudades del país. Aunque el sistema no fue perfecto, una de
las fallas fue que no alcanzo a organizar cajas de compensación que pudieran intercambiar
obligaciones entre todos los bancos, y la legislación impedía que se abrieran sucursales, que
fue uno de los requisitos para la consolidación de bancos carácter nacional33.

En otras palabras, el sistema de banca libre fue una concepción liberal del sistema monetario,
donde existió un proceso competitivo de pasivos convertibles en billetes, acompañado por
las libertades para ejercer actividades bancarias y donde la regulación monetaria la realizan
las fuerzas del mercado. Al respecto Lina Echeverri afirma que:

“[…] se constituye en una prueba adicional de que los sistemas monetarios sin regular
funcionan con eficiencia. Infortunadamente, la era de la banca libre fue muy corta y nunca
se convirtió en un sistema monetario maduro […] el presidente Núñez, acosado por grandes
déficit fiscales, freno este desarrollo de la banca y estableció el monopolio de la moneda de
parte del Estado”34.

El sistema tuvo un fin prematuro, debido al cambio de régimen político de una organización
centralista fundada en el ideal de un “verdadero Estado nacional”. La transformación
estructural implico la creación del Banco Nacional, y de curso forzoso por parte de la
Regeneración, así la unidad política con estructura nacional centralizada. La sustitución de
un sistema de pago federal y liberal por un sistema centralista y más intervencionista refleja
un cambio de ideal concerniente a la soberanía tanto política como económica35 .

De ahí que hasta los años de 1880 se abre el único establecimiento que cubrió la demanda
del crédito a lo largo del siglo XIX. El Banco de Boyacá se consolida en 1881 en Tunja, con
el fin de “hacer un bien al Estado […], algo que le de vida, algo que lo haga salir del letargo
en el que yace”36. La institución se fundó a partir de la asociación de empleados públicos,
líderes políticos, comerciantes y prestamistas particulares como fue Arcadio Dulcey, José
Eusebio Otálora, Francisco Corsi, Manuel Colmenares, Hipólito Machado, Bernardo
Bustamante, Benito Luque, Arístides Calderón, Fructuoso Montejo y Leopoldo Franco. Los
cuales suscribieron un total de $31.600 pesos, con el objetivo de realizar préstamos en
garantía hipotecaria, giros, remesas y letras sobre el exterior37. La mayoría de los socios no

33
Salomón, Kalmanovitz, Nueva historia económica de Colombia, (Bogotá: Fundación Universitaria de Bogotá
Jorge Tadeo Lozano, 2013) ,99.
34
Lina, Echeverri, “Banca libre: la experiencia colombiana en el siglo XIX”, en Ensayos de historia monetaria
y bancaria de Colombia, (Bogotá: Tercer Mundo, 1994), 306.
35
Andrés, Alvares, “Banca libre, federalismo y soberanía monetaria regional en el siglo XIX en Colombia”, en
Ideas y políticas económicas en Colombia durante el primer siglo republicano, (Bogotá: ediciones Uniandes,
2016), 156.
36
El Boyacense: diario oficial del Estado del 16 de septiembre de 1881.
37
Archivo Regional de Boyacá (ARB), Fondo Notaria Primera de Tunja, Escritura número 298 de 15 de
septiembre de 1881.
solo eran oriundos de Tunja, sino que provenían de diferentes municipios de Boyacá tales
como: Chiquinquirá, Samacá, Sotaquirá, Viracachá, Santa Rosa de Viterbo, Labranzagrande,
Sogamoso y Sáchica, lo que indica que no solo fue la élite tunjana la única que participó en
la consolidación del banco, sino que varios accionistas del banco colocaron su capital que
habían acumulado en distintas jurisdicciones del departamento.

Con el incentivo de los préstamos se pretendió dar un impulso a la economía regional (sobre
todo para el comercio) y solventar la demanda crediticia. Por ello Temístocles Avella
afirmaba: “[…] para activar el comercio sería de gran utilidad el establecimiento de un banco
o siquiera una agencia de un banco para giros y descuentos”38. Los bancos ciertamente fueron
elementos fundamentales en el desarrollo particular de la economía nacional (sobre todo en
Bogotá, Antioquia y la costa Caribe), pero en la región boyacense fue limitado y quedo
notoriamente rezagado. En este ambiente, la banca boyacense adoptó características más
cercanas a la especulación que al impulso de la economía regional.

Tal fue la necesidad por parte del Estado que se consolidaran bancos que se convirtió en el
principal accionista (invirtió $4.000 pesos en acciones), como lo mencionan, “la creación de
este establecimiento [seria] de gran utilidad para el comercio y la industria del Estado. [Por
lo que el Gobierno regional] se halla [ba] dispuesto a prestarle la mayor cooperación” 39. Tal
fue la relación del banco con el Estado regional, que el Gobierno ofreció la administración
de los fondos gubernamentales y la admisión de billetes como dinero en la región, que venían
no solo a sustituir la circulación del dinero metálico por papel moneda, sino que ampliaba la
masa del circulante.

Es posible afirmar que los términos en que se dio esta relación constituyeron otro factor de
búsqueda de opciones adecuadas y redituables para el fomento de la economía regional, a
través del crédito hipotecario. En este caso fue una relación paternalista del Estado con el
banco, que se manifestaba en la concesión y defensa de privilegios. El gobierno local brindo
un apoyo a los accionistas de los bancos que por su parte, tuvieron la labor de mejorar la falta
de circulante mediante la emisión de billetes y ganarse la confianza del público en la
aceptación del papel moneda, en su primer mes de funcionamiento puso en circulación
$6.580 pesos distribuidos en billetes de $5 y $20 pesos40.

Al igual que en otras regiones, se encuentra que el origen de los bancos estuvo en estrecha
relación con la élite política y comercial de las principales ciudades. En Bogotá, el negocio
fu ejercido por una diversidad de familias vinculadas no solo con el mercado externo sino
dedicadas a la vida política. En Antioquia los nexos se concentraron en unas pocas familias
con negocios asociados al comercio y a la minería, mientras que Cartagena cuatro familias
dominaron los bancos, todos acumularon sus capitales provenientes del comercio
internacional y la ganadería; en Barranquilla el caso no fue diferente, todos los bancos fueron
fundados por comerciantes barranquilleros que extendían sus actividades financieras otros
sectores de la economía. En este orden de ideas, el surgimiento de un sistema bancario fue
un complemento de las actividades comerciales en las principales regiones del país. Sin

38
Alberto, Coy Montaña, Anales de Sogamoso, (Bogotá: SENA, 1990): 170.
39
El Boyacense diario oficial del Estado, Tunja, 4 de julio de 1881.
40
El Boyacense diario oficial del Estado, Tunja, 7 de octubre de 1881.
embargo, a pesar de la libertad que permitía la normativa nacional, esta posibilidad solo
estaba abierta a la élite socioeconómica, que poseía los excedentes necesarios para asumir el
desarrollo de la actividad

Ahora bien, al querer analizar el nexo entre la economía regional y las instituciones
financieras, permiten asociar un proceso de crecimiento económico con el desenvolvimiento
de la banca. Adolfo Meisel y Eduardo Posada41sostienen que los bancos en la Costa Caribe
fueron producto de la expansión económica de la región especialmente del comercio y la
exportación de ganado hacia Panamá y las islas del Caribe, la élite que participo de los
negocios aprovecharon la oportunidad para poner a producir sus ahorros en el sistema
financiero, las cuales tuvieron un incentivo directo a las actividades productivas. Aun cuando
tal situación se transformó paulatinamente con la inserción al mercado externo, esto, sin
embargo, no es notorio en la región boyacense. Es decir que mientras los bancos en otras
zonas del país se vinculan con los rubros productivos, en Boyacá los bancos no fueron un
factor determinante ni en la modernización de la región ni como un activador de las
actividades productivas.

Una mirada de la economía boyacense en el siglo XIX nos permite sondear si el surgimiento
de la banca fue consecuencia del desarrollo económico boyacense. Aunque, se tiende a
generalizar que la imagen de Tunja y Boyacá en el siglo XIX está en relación con una región
poco desarrollada económicamente, a pesar de haber tenido un crecimiento económico en el
siglo XVIII con “la ropa de Tunja”, pero que entro en decadencia cuando los paños ingleses
reemplazaron a los tejidos tunjanos y en general los de Boyacá, por lo cual la industria
manufacturera fracaso y repercutió en la decadencia de Tunja42. Si bien, la región no presentó
los mismos niveles de crecimiento que Antioquia o Bogotá, si escenifico un notorio
crecimiento en la diversidad de sus negocios no solo en el campo económico que estamos
abordando sino en la agricultura y la ganadería. En este proceso, suponemos, fue una de las
condiciones que influyeron en la consolidación del banco al querer cubrir la demanda de
crédito.

Los bancos en la región boyacense parecen surgir más impetuosamente y, en general con las
vinculaciones con el Estado, que brindo las condiciones necesarias para que se fundaran
bancos en la región. De ahí, que incluso los exentaba de todo impuesto “no podrán gravarse
con ningún impuesto, sea del Estado o de los distritos, ni el capital ni fondo de los bancos de
cualquier clase que sean […]”43. Esta política no dio lugar al otorgamiento en el pago de
impuesto y contribuciones al Gobierno. Así mismo, los nexos entre los bancos y el gobierno
se explican también por los vínculos personales de los políticos con la institución (los cuales
compraron acciones en el banco).

El Banco de Boyacá, además de emitir sus propios billetes se caracterizó por prestar a corto
plazo, era este tipo común de los bancos establecidos en el país, “dada la necesidad de alentar
una circulación más rápida y expedita mediante el uso de medios de pago más abundantes y

41
Adolfo, Meisel y Eduardo, Posada, “Los bancos en la Costa Caribe…”, 229-263.
42
Javier, Ocampo, Tunja cuna y taller de la libertad, (Tunja: Editorial de Talleres Gráficos, 1997), 89.
43
Legislación en el Estado sobre bancos establecida el 16 de octubre de 1874.
eficaces que las monedas metálicas”44. Aunque también, conjeturamos que se debió a una
estrategia para la rentabilidad y solvencia del banco gracias a su cobro no tan laxo con sus
clientes. Este mismo modus operandi fue utilizado por el Banco de Cartagena, “las
operaciones de préstamos se hacina en las tasas siguientes: al 12% anual con fianza personal
y plazo no mayor de 180 días, y al 18% con hipoteca y plazo no mayor de un año”45.

3.1 Organización administrativa del Banco de Boyacá

La administración del Banco de Boyacá estuvo a cargo de los directores designados: primer
director gerente, segundo director y tercer director; y sus respectivos suplentes, cajero del
banco, el revisor, secretario y un tenedor de libros. De tal modo que en el año de 1881 se
designaron como empelados de la Junta Directiva a los señores: Manuel María Fajardo,
Cayetano Camacho y Ricardo Vargas Vela. Para el año de 1886, a la estructura
organizacional de la entidad bancaria, se le agrega un abogado y una Asamblea Delegatoria
y es nombrado como director gerente Rodrigo González. La estructura administrativa carecía
de un contador, que pudiera ordenar, catalogar, analizar y registrar las operaciones
económicas y financieras del Banco. Funcionario que poseía algunos bancos cartageneros,
como era el Banco de la Unión y el Banco de Bolívar, en el primero existía solo cinco
funcionarios: el gerente, un contador, un cajero y dos auxiliares, mientras que, en el Banco
de Bolívar, poseía, un gerente, un corresponsal, un contador, cajero y el revisor.

Dentro de la estructura administrativa de la entidad bancaria, la Junta de Directiva estará


conformada por los tres directores: primer director, segundo director y tercer director. Todos
eran elegidos por la Asamblea General de accionistas para funcionar por periodos de un año
pudiendo ser elegidos indefinidamente. El director tenía a su cargo la gerencia del banco y
su dirección propiamente dicha, además de ser el representante legal de la sociedad; los otros
dos directores solo funcionaran como concejeros en la Junta Directiva prestando su ayuda y
dando su voto consultivo al director general. Cada uno de los directores debía ser escogido
entre los socios designados. La Asamblea General también se encargaba de la elección del
cajero, tenedor de libros y el revisor, mientras los demás empleados necesario para el
funcionamiento de la entidad, los nombrara la Junta Directiva. Dos veces cada año se
verificará la revisión de las cuentas y del balance de los negocios del banco, mediante un
determinado examen que practicará un funcionario de la sociedad, determinado como revisor.
En tal modo que la organización era centralizada y controlada sobre la base de la autoridad
formal46.

3.2 Liquidación del Banco de Boyacá

El Banco de Boyacá ingresa en proceso de liquidación en el año de 1887: “la Junta General
de accionistas señalo el termino de 30 días, contados desde el 1 de junio próximo, para que
[el Público] cancelen sus créditos, otorgándoles facilidades para sus pagos.”47. Quizás una de
44
Guadalupe, Rodríguez López, “La banca porfiriana en Durango”, en Historia económica del Norte de México
(siglos XIX y XX), (Monterrey: Instituto de Investigaciones Históricas de la Universidad Autónoma de Nuevo
León, 1995), 11.
45
Adolfo, Meisel y Eduardo Posada, “Los bancos en la Costa Caribe…”, 240.
46
ARB, Fondo Notaria Primera de Tunja, escritura número 298. Tunja 15 de septiembre de 1881.
47
el Boyacense. Tunja, mayo 20 de 1887.
las condiciones que más influyó fue la condición política del país, es precisamente el proyecto
de nación que se instauro durante el periodo de la Regeneración, proyecto que pretendió la
consolidación de un “Estado Moderno” a través de elementos como la religión, educación y
el lenguaje, permitiendo organizar un nuevo sistema político centralista, bajo el marco de la
constitución de 188648. Bajo el propósito de organizar la Nación, a partir de 1881 el Gobierno
embozo la necesidad de crear un organismo de crédito para el desarrollo nacional, a través
de un organismo planteado, pero nunca ejecutado un Banco Nacional, constituido por capital
mixto, con operaciones de préstamos, emisión, descuento y giro; sus billetes serian
convertibles por monedas metálicas a voluntad de sus tenedores. Pero por la poca simpatía,
la escasez de numerario, las coyunturas fiscales y políticas, hicieron imposible los objetivos
con los que se pretendía el desarrollo de dicha institución y con el paso del tiempo se convirtió
en una entidad de crédito para el Gobierno, debido a que poseía el monopolio de emisión.
Con el decreto 604 de 1885 se elevó los billetes a moneda legal del país (billetes de un peso)
eliminando el patrón oro, se dispuso que todos los billetes del Banco Nacional serian
aceptados como equivalentes a monedas metálicas en transacciones oficiales y particulares.
Los billetes circulaban bajo fe y responsabilidad del Gobierno y su respaldo estaba en
monedas de plata de 0,835 gramos, lo que llevó a la unificación de una moneda nacional. A
partir de ese momento el Gobierno se financiaría mediante las emisiones del papel moneda,
justificado en la escasez de circulante y la situación fiscal que atravesaba el país. En tal
sentido el papel moneda de curso forzoso se convirtió en un complemento para la
centralización del poder político. Desde 1887 las disposiciones restringieron la libertad de la
banca privada en los términos de emisión y crédito, ámbito que se vio reflejado en la
liquidación del Banco de Boyacá.

4. Conclusiones

Desde el año 1881 se consolida el primer banco comercial, el cual surgió como organismos
de emisión, giro, depósito y descuento. Este banco fue promovido e impulsados por grandes
comerciantes, convirtiéndolo en importantes órganos de acumulación de capital-dinero. En
Boyacá los bancos privados se convirtieron en agentes fundamentales de circulación
monetaria y la expansión del crédito. Sin embargo, pese al número de negocios que desarrollo
el sistema bancario durante el lapso de 1881 a 1928, no se generaron amplios procesos de
comercialización que incidiera en la transformación económica y social de Departamento. Es
de resaltar que la inversión registrada para la consolidación de entidades bancarias fue
exigua, por lo que ello no permitió potencializarla actividad regional. Así mismo, el auge de
los bancos en el periodo de 1881 a 1887 y su posterior desaparición, coincide con lo que
sucedió con la banca privada en las diferentes regiones del país.49

48
Claudia, Monroy Hernández, “El departamento de Boyacá a partir del proyecto político de la regeneración
1886-1903. Reflexiones desde lo político-administrativo, educativo y religioso”, Revista Historia y Memoria,
Vol. 1 (2010): 160-162. Ver también Jean Paul Ruíz Martínez y Cristian Salamanca Arévalo, «La Estrella del
Tolima, 1882-1884. El último aliento del liberalismo radical en Neiva». Historia Y MEMORIA, n° 13 (2016):
215-
256. DOI: http://dx.doi.org/10.19053/20275137.5205
No obstante, el banco que se fundó en Boyacá, fue el resultado del origen económico y social
de la élite económica y política regional. Justamente, mientras la consolidación de entidades
bancarias en regionales que habían acumulado sus capitales de alguna actividad productiva
(como el caso antioqueño, con la minería; Bogotá, con el comercio de productos de
exportación o Barranquilla, especializada en los negocios de exportación), en Boyacá estaba
en su capacidad agraria, alejados de la inserción al mercado externo. Sin embargo, con el
impulso del marco normativo del Gobierno nacional y local para la consolidación de un
sistema bancario, que constituyera un soporte a la actividad económica de la región. Aunque
permitió facilitar la falta de numerario y ampliación de la masa circulante, en un momento
en que escaseaba la moneda metálica en el país, ya que la circulación monetaria interna era
fuertemente dependiente del comercio exterior; si bien, los billetes emitidos por el banco no
fueron moneda de curso forzosos, sirvió como medio de pago.

Pese a la falta de información (balances, informes de gerencia y correspondencia)


correspondiente al desarrollo de las entidades bancarias en Boyacá; los avances obtenidos de
los protocolos notariales e informes publicados en la presa regional (en especial el
Boyacense) nos permitió dilucidar el origen, conformación y disolución de las entidades
bancarias, así mismo, los socios, el capital invertido y las funciones que realizaba en la
región. Aspectos sustanciales que permitieron descubrir la actuación de la banca en Boyacá.

BIBLIOGRAFÍA Y FUENTES

Fuentes Documentales

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primera.

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85
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Pedagógica y Tecnológica de Colombia/ No. 9 / junio 2018

LA CARICATURA POLÍTICA DEL PERIÓDICO EL TIEMPO: UNA MIRADA A LA


REPRESENTACIÓN DE LA REVOLUCIÓN CUBANA EN 1960

Andrés Felipe González Bolaños1


Doctorando en Historia Social
Universidad Federal de Pará
Centro de estudios Regionales, Región
Universidad del Valle

Este artículo realiza un acercamiento al estudio de la caricatura del periódico El Tiempo,


específicamente de la caricatura política que representó la Revolución Cubana en 1960,
cuando el gobierno de Fidel Castro fue expulsado de la Organización de Estado Americanos
OEA. Al mismo tiempo, buscaremos identificar características, temas, símbolos y personajes
recurrente en estas imágenes. De igual forma, este artículo se suscribe en una línea de
reflexión teórica que reconoce las imágenes como un documento histórico que permite
entender el contexto social, cultural y políticos de una época.

Palabras claves: caricatura política, periódico El Tiempo de Colombia, Revolución Cubana.

Abstract

This article makes an approach to the study of the caricature of the newspaper called “El
Tiempo”; specifically the political caricature which represented the Cuban Revolution in
1960, when the government of Fidel Castro was expelled from the Organization of American
States OAS. At the same time, we will attempt to identify features, themes, symbols and
recurring characters in these images. Likewise, this article is subscribed within a line of
theoretical reflection that recognizes images as a historical document that allows
understanding the social, cultural and political context of an era.

Keywords: political caricature, newspaper El Tiempo de Colombia, Cuban Revolution.


RECIBIDO: abril 20/18 EVALUADO: mayo 21/18
1
Profesor de la Universidad del Valle - Sede Buga (Colombia). Correo electrónico:
andres.felipe.gonzalez@correounivalle.edu.co. Doctorando en Historia Social de la Universidad Federal de
Pará (Brasil).). Integrante Grupo de Pesquisa em História social da Arte do CNPq. Bolsista da Coordenação de
Aperfeiçoamento de Pessoal de Nível Superior (Capes). Miembro del Grupo de Investigación Asociación
Centro de Estudios Regionales- REGIÓN.

86
Introducción

La pluma y el buril, son instrumentos inertes que cobran vida cuando el caricaturista hace
uso de ellos para materializar las ideas que deambula por su mente absorta, un acto que suele
ser ejecutado con maestría por unos pocos privilegiados. Normalmente artistas empíricos y
profesionales, que tienen la capacidad de sintetizar a través de líneas y trazos una imagen que
reproduce objetos, hechos, personas y situaciones en la mayoría de los casos ya ausentes,
pero que continúa presente en la mente de los hombres.2

Imágenes que se constituye en un registró visual, y una huella dejada por un individuo que a
través de su rol de dibujante registró en el tiempo un valioso testimonio de todas aquellas
ideas, vicios, temores, preocupaciones, sentimientos y poder que se configuró en torno a la
sociedad, política y cultura de su tiempo.

Imagen. 1.

Título: En Cuba.
¡Por favor! No vaya a ser que por
matar a los criminales asesinen
también la justicia...
Autor: Peter Aldor.
Fuente: Periódico El Tiempo,
domingo 18 de enero de 1959.

2
Partimos del concepto mencionado por Roger Chatier. “La representación es el instrumento de un
conocimiento mediato que hace ver un objeto ausente al sustituirlo por una “imagen” capaz de volver a la
memoria y de “pintarlo” tal cual es.” CHARTIER, Roger. El mundo como representación. Estudios sobre
historia cultural. España: Gedisa. 1999, p. 57- 58.

87
Ideas como estas toman forma en la imagen 1, titulada “En Cuba,” del caricaturista Peter
Aldor, y que fue publicada el 18 de enero de 1959 en el periódico El Tiempo. En ella, se
representa el fusilamiento de dos colaboradores del General Fulgencio Bastita que después
de ser capturados por el Ejército Rebelde de Fidel Castro, habían sido juzgados y encontrados
culpables de colaborar con el saliente régimen dictatorial.

La representación hecha por Peter Aldor cuestionaba los métodos de justicia y forma de
proceder del Movimiento Revolucionario 26 de Julio, especialmente con aquellos
“cómplices” de la derrocada dictadura batistiana. Esta escena es recordada en la historia
como los famosos juicios y fusilamientos de Fidel Castro, un hecho que fue empleado por
los medios de comunicación de aquel momento para impactar la opinión pública e ir
cambiando el espíritu de aceptación que tenía el público latinoamericano respecto al triunfo
de la Revolución Cubana.

Las características y composición de esta imagen la ubican en el generó de la caricatura


política, un estilo considerado por algunos sectores de la historia del arte como una expresión
menor, ya que es incapaz de alcanzar una verdadera representación de los bello y lo sublime
de la obra de arte, y que por lo contario estaría más cercano a lo bizarro y lo grotesco. 3 Pero
para nosotros los historiadores, y en especial para este artículo, esta caricatura y otras más
encontrada en el periódico El Tiempo, se constituye en un valioso testimonio que evoca la
manera de como un individuo representó los hechos políticos y sociales que captaron la
atención de la opinión pública de su tiempo.

Por lo tanto, el objetivo de este artículo es realizar un acercamiento al estudio de la caricatura


del periódico El Tiempo, específicamente de la caricatura política que representó la
Revolución Cubana en 1960, identificando características, temas, símbolos y personajes
recurrente en estas imágenes. De igual forma, este artículo se suscribe en una línea de
reflexión teórica que reconoce las imágenes no solo con un documento histórico que permite
entender el contexto social, sino también, como protagonista de la historia.

El cuerpo del documento se encuentra dividido en tres partes; 1) desarrolla el concepto de


caricatura y el de caricatura política, 2) estudia las particularidades de la caricatura del
periódico El Tiempo, 3) señala algunas representaciones que este diario produjo cuando el
Gobierno de Fidel Castro inició su acercamiento a la Unión Soviética y posteriormente es
expulsado de la OEA.

1. Caricatura y caricatura política.

La mayor parte de las investigaciones realizadas en torno a esta temática inician


principalmente con la precisión conceptual del término caricatura. Algunos autores definen
el concepto teniendo como fuente principal los diccionarios de la época. Por ejemplo el texto
de “Caricatura en Bucaramanga,”4 coordinado por Beatriz González, toma como punto de
partida el concepto de caricatura que emplea un diccionario del siglo XVII según el cual “la

3
PATTO Sá Motta, Rodrigo. Jango e o golpe de 1964 na caricatura. Rio de Janeiro: Zahar, 2006, p.16.
4
Caricatura en Bucaramanga, Banco de la República, Museo de Arte Moderno de Bucaramanga, 1987,
História de la caricatura en Colombia, Número 7.

88
caricatura es una exageración burlesca de las partes más marcadas de la cara, de modo que
el parecido se conserve y se pueda reconocer la cara de la persona de la cual se hace la
caricatura.”5 Siguiendo a esta investigadora, el Larousse concibe la caricatura como “una
figura ridícula en la que se deforma las facciones y el aspecto de algunas personas.” 6 Como
se puede notar, el concepto de la caricatura no ha variado significativamente del siglo XVII
a lo que expresa un diccionario en la actualidad.

Esta conceptualización distante en épocas nos ayuda a establecer los elementos iniciales que
constituyen una caricatura, como son la exageración, el recargamiento de los rasgos más
sobresalientes en una persona, la deformación, entre otros.

Por otro lado, existen autores que rompen el esquema descriptivo, como lo hace Ramón
Columba al referirse a la caricatura como “una chispa que busca iluminarnos el alma, a través
del lápiz, la pluma o el buril del artista”7 o, por el contrario, aquellos que posan su mirada un
poco más alejada del concepto y se atreven a darle un valor agregado, como lo hace
Baudelaire al referirse a la caricatura como una imagen que posee una relación estrecha “con
todo los hechos político y religiosos que han conmovido a la humanidad, graves o frívolos,
relativos al espíritu nacional o a la moda.”8 Estos autores nos ayudan a enriquecer el concepto
de caricatura en la medida en que señala la relación intrínseca que existe entre la caricatura
y los distintos acontecimientos emanados del diario vivir del hombre; hechos que deben ser
atendidos por los historiadores en busca de las huellas dejadas en estas imágenes.

En esta misma línea de pensamiento se encuentra J. Enrique Peláez Malagón, investigador


español, para quien la caricatura es,

“una imagen unida al grabado o a cualquier otro tipo de reproducción masiva que consiste
en una reducción o síntesis visual por medio de líneas en donde las personas u objetos son
representados y la idea de agresividad, degradación, juego fantasía o vertiente humorística
están en mayor o menor medida patente con el fin de crear un código con el que se pueda
representar una opinión, una crítica, o en definitivas un contenido que se quiere dar a conocer
en relación a una persona, una idea o una situación determinada”9

Este autor amplía el concepto e inserta nuevos elementos; no exime de la caricatura sus
características visuales y estéticas, por el contrario, las subraya y complementa al querer
manifestar que la caricatura recoge una opinión importante de la sociedad, que al ser
decodificada por el sujeto que la visualiza realiza asociaciones con los acontecimientos de la
realidad inmediata. Otra de las características, resaltada por el autor, es la tímida, pero
importante relación que le atribuye a la caricatura como objeto de investigación histórica,
puesto que sus elementos constituyentes la relacionan de forma directa con la vida cultural,
social y política del hombre.

5
Ibíd. p. 7
6
Enciclopedia Larousse, Larousse, t. 3. 2005. p. 270.
7
COLUMBA, Ramón. ¿Qué es la caricatura? Buenos Aires Argentina, Editorial Columba, 1959.
8
BAUDELAIRE Charles, Lo Cómico y la Caricatura, Madrid, Ediciones Visor, 1988.p.15
9
PELÁEZ Malangón, Enrique. El Concepto de la Caricatura como Arte en el siglo XIX. Proyecto Clío, 2002.
Consultado en: http://sincronia.cucsh.udg.mx/caricatur.htm.

89
Es claro hasta el momento la definición de caricatura y sus distintos elementos que la
componen. Pero ¿caricatura y caricatura política significan lo mismo? Puede que a simple
vista sí, puesto que estas dos definiciones comparten una estructura básica; sin embargo, la
primera hace referencia específicamente al concepto visual de la imagen y la segunda precisa
el objetivo particular que compone ese conjunto visual.

Respecto a la caricatura política J. Pelaez Malagón también nos ayuda ampliar este concepto,
al plantear que estas imágenes son “aquella cuyo tema gira en relación a cuestiones
estrictamente políticas, desde un nivel local o internacional en la que no solo se representan
a diversos personajes contemporáneos, sino que también son representado por imágenes
conceptuales, decisiones u opiniones sobre política en general”10

Lawrence Streicher,11 otro experto en el tema reconoce que la caricatura política representa
figuras reconocidas y genéricas como un partido político, el pueblo o algún líder político.
Igualmente, estas imágenes buscan retratar hechos reales y claros desde una perspectiva
deformadora que incluye frases dichas por algún personaje reconocido por el público, por
tanto, los caricaturistas se preocupen por que en sus dibujos se reconozca a quienes y a qué
situación se está representando.

Acorde con lo mencionado hasta el momento, podemos resumir en siete características


principales propuestas por el historiador colombiano Darío Acevedo Carmona, lo que
identifica a una caricatura y una caricatura política; 1) deformación y exageración de rasgos;
2) las imágenes deben ser identificables para el lector; 3) discute aspecto de la política
nacional o internacional; 4) emplean metáforas y alegorías que son simplificadas en trazos o
líneas; 5) poseen dislocación o trastrocamiento de hechos, cosas dichas y responsabilidades;
6) tienen cualidades humorísticas y artísticas; 7) son armas de ataque o de defensa política.12
Además de lo anteriormente, estas imágenes se apoyan en tradiciones iconográficas al utilizar
símbolos, alegorías y signos extraídos del contexto cultural y social en donde fue dibujada la
caricaturista.

2. La caricatura en el periódico El Tiempo.

Al momento de escribir este artículo, el periódico El Tiempo completa 106 años de existencia,
y desde la fecha de su nacimiento el 30 de enero de 1911 en Bogotá, ya se podía perfilar
como un diario político de fuertes ideales y principios liberales. Su fundador, el señor
Alfonso Villegas Restrepo lo administró durante dos años para después vendérselo a Eduardo
Santos Montejo un reconocido político quien ocuparía la presidencia de Colombia entre
1938- 1942.

Durante la administración de Eduardo Santo, el periódico registraría los múltiples


acontecimientos que marcaron la historia de Colombia a lo largo del siglo XX. Entre los

10
Ibíd.
11
STREICHER, Lawrence. On a theory of Political Caricature. Comparative studies in society and history.
Cambridge University Press. 1967.
12
ACEVEDO, Carmona Darío. Política y caudillos colombianos en la caricatura editorial, 1920-1950. Historia
y Sociedad No. 17, Medellín, Colombia. 2009, p. 237-282.

90
hechos más destacados abordados por su páginas noticiosa se encuentra; la masacre en las
bananeras, la depresión económica de los años 30, la Guerra contra el Perú, la II Guerra
Mundial, la tragedia de Armero, el holocausto del Palacio de Justicia, la guerra contra el
narcotráfico, el conflicto entre guerrilleros y paramilitares.13

A la vez que registraba su historia, también fue parte de ella cuando fue clausurado el 4 de
agosto de 1955 por el gobierno del General Rojas Pinilla, permaneciendo cerrado por 24
meses y 4 días. Una vez reabrió sus puertas el 8 de junio de 1957, se convertiría en un marco
de referencias hasta la actualidad para discutir los asuntos políticos del país, tanto así, que
en algunos círculos políticos se solía decir que el periódico El Tiempo ejercía una influencia
significativa en la opinión pública de los colombianos al tal grado, que tenía el poder de
nombrar y destituir Ministros.14

El periódico El Tiempo al igual que otros diarios colombianos, fue creado por políticos
influyentes de la época, un hecho no muy diferente por el que atravesaba la prensa nacional
de esos tiempos. Un ejemplo fiel de esta tendencia, lo marcó Rafael Uribe Uribe, cuando crea
en 1914 “El Liberal” uno de los principales diarios políticos de la primera mitad del siglo
XX en Colombia, y que respecto a esto Vallejo Mejía señala “se funda para lo que se funda
todos los periódicos, de antes, de ahora y acaso del futuro: para defender una ideología”15.

En este sentido de idea, poder suponer que el periódico El Tiempo y todos los otros periódicos
creados en las primeras décadas del siglo XX en Colombia, se constituían en parte
fundamental de una corriente de pensamiento que era trasmitida a través de sus noticias,
columnas de opinión, fotografías y editoriales, buscando moldear las ideas de sus lectores y
depositar una visión del mundo, como señala Roger Chartier, “describen la sociedad tal como
(sus formuladores) piensan que ella es, o como gustarían que fuese.”16

Respecto a lo anterior, surge entonces una duda, será posible que las caricaturas políticas de
El Tiempo también cumplían con estos fines ideológicos, o tal vez estas imágenes por su
carácter artístico y expresivo se permitieran poseer cierta independencia respecto a las
tendencias marcada por la casa editorial de este periódico.

Las temáticas de las caricaturas encontradas durante el periodo (1959-1960) escogido para
este artículo, en su gran mayoría eran extraídas de la realidad política del momento,
especialmente de un debate en el Congreso, un conflicto al interior del partido, la
inconformidad frente al gobierno de turno, un acontecimiento internacional, algunas políticas
económicas del gobierno y diversas realidades de índole social que eran objeto de crítica
continua de la mirada punzante del caricaturista.

13
HERNÁNDEZ Mora, Salud, El Tiempo, principal diario de Colombia, cumple sus primeros 100 años.
Bogotá: El Mundo.es. 2011. Consultado el 11 de septiembre del 2015 en:
http://www.elmundo.es/america/2011/01/23/colombia/1295800028.html.
14
Ibíd.
15
VALLEJO Mejía Mary Luz, A plomo herido, una crónica del periodismo en Colombia 1880-1980. Bogotá,
Editorial Planeta, 2006.
16
CHARTIER Roger, A história cultural: entre prática e representações. Rio de Janeiro: Difel, Bertrand Brasil,
1990.

91
La mayoría de los dibujos son realizados con símbolos y textos fácilmente reconocidos por
el lector, con el objeto de establecer semejanza entre la realidad y la imagen. A la vez se
encuentran acompañadas de expresiones corporales, gestuales y de vestimenta particular del
personaje. Igualmente, mediante la exaltación de algunos rasgos se enaltecen y exageran
particularidades o cualidades físicas de personajes de la vida pública.

En el conjunto de caricatura encontradas durante este periodo (1959-1960) podemos


identificar elementos iconográficos de variada índole como armas, emblemas, palabras,
signos, señales que sitúan al espectador en un lugar y hecho determinado de la vida política;
son ésta cualidades distintivas de la caricatura política de estos años. En algunos casos es
evidente la intencionalidad de la imagen, en el sentido de proyectar una visión negativa que
se tenía de los adversarios políticos. Darío Acevedo Carmona señala que la mayor parte de
las caricaturas concebidas a comienzos del siglo XX se encargaban de “fustigar al rival, se le
asocia con lo negativo y con lo que representa destrucción, a la vez que se ensalza la
condición y la virtud propia”17 de los grupos políticos.

En términos generales las imágenes de este diario cumplen con su cometido, ya que a través
de sus ilustraciones de corte irónico y mordaz representan a los principales dirigentes
políticos nacionales e internacionales, reflejando una fuerte tendencia ideológica y partidista
que se encuentran en cada uno de estos dibujos, ofreciendo así “la oportunidad de rehacer el
cuadro de los imaginarios políticos en los que se inspiraba y se inscribía el accionar cotidiano
de los partidos”18

Las caricaturas encontradas en el periódico El Tiempo se apoyan también en alegorías, textos,


letreros, leyendas, diálogos, consignas y versos, de tal forma que los textos y la imagen se
vuelvan uno todo compacto a fin de trasmitir un mensaje único y contundente. Estos
elementos son característicos en las caricaturas de la época; con ellos se aclarar el contenido
a la vez que definen la postura del periódico, y el pensamiento ideológico o del grupo
partidista con el que se identificaban la mirada del caricaturista.

Es importante señalar que algunas de las caricaturas del periódico El Tiempo se emplean
etilos y técnicas modernas como él foto montaje y el collage. Por su parte, el formato de las
viñetas es rectangular y en ocasiones cuadrado; generalmente llevan un título o diálogo, y
cuando esto no aparece los personajes se acompañan de frases que ayudan a clasificar la
situación a la cual se hace referencia.
Una vez establecida las características generales de las caricaturas del periódico El Tiempo,
es importante detenerse en su contendió para facilitar su estudio y análisis. Si bien es muy
amplio el panorama de temas que abordan las caricaturas de este periódico sobre la
Revolución Cubana, para el caso concreto de este artículo, solo vamos a centrarnos en la
representación hechas en que se describe las relaciones diplomáticas entre el Gobierno de
Washington y el del Fidel Castro. Además, de los continuos señalamientos presentados a la
opinión públicos a través de estas imágenes sobre los acercamientos entre la Unión Soviética

17
ACEVEDO Carmona, Darío. La caricatura editorial como fuente para la investigación de la historia de los
imaginarios políticos: reflexiones metodológicas. Historia y Sociedad 9. Medellín, Colombia. 2003, pp. 153-
173.
18
Ibíd.

92
y Cuba, que tendría posteriormente como consecuencia inmediata la salida de este país de las
Organización de Estados Americanos OEA.

3. Inclinaciones peligrosas de la Revolución Cubana

La Revolución Cubana fue uno de los acontecimientos más significativos del siglo XX en la
lucha sociopolítica latinoamericana, y su desarrollo se encuentra envuelto entre logros,
desilusiones, leyendas e historias sorprendentes. Puesto que un reducido grupo de hombres
con ayuda del pueblo, retó a un gobierno tirano y consiguió vencerlo desde una pequeña
porción de tierra en la Sierra Maestra, teniendo como resultado la libertad completa del
dominio capitalista americano.19 Ernesto Guevara muy conocido como el “Che” decía que

“A Revolução Cubana abre uma etapa histórica em escala continental, marcada pela
“atualidade da revolução” na América Latina e caracterizada por três elementos básicos: a)
crise de dominação política e equilíbrio instável entre as classes; b) ascenso da luta popular
e possibilidade de traduzir estas lutas em enfrentamento político-militar; c) declínio relativo
do potencial econômico e militar dos Estados Unidos.”20

Esta Revolución, es el resultado de una necesidad histórica del pueblo cubano, que en contra
de todo pronóstico consiguió ganarle la guerra al régimen corrupto de aquel momento y a la
mayor potencia imperialista que se encontraba a tan solo unas pocas millas de su costa. Un
logro, que es atribuido al pueblo de aquel entonces y que su máximo líder Fidel Castro
reconoció en un discurso pronunciado el 8 de enero de 1959, durante su entrada triunfal a la
Habana; “Pero ¿quién ganó la guerra? el pueblo ganó la guerra. Esta guerra no la ganó nadie
más que el pueblo. Y lo digo por si alguien cree que la ganó él, o por si alguna tropa cree que
la ganó ella. Y por tanto, antes que nada, el pueblo”.21

Por lo tanto, la Revolución Cubana fue un proceso histórico de lucha social librado por el
pueblo cubano contra la injusticia, la desigualdad, la corrupción y el intervencionismo
extranjero, desde el proceso frustrado de independencia ocurrido a finales del siglo XIX,
hasta los primeros días de 1959 cuando triunfa el liderazgo asumido por el Movimiento 26
de Julio en esta lucha.22

19
La confrontación Cuba -Estados Unidos ha estado provocada por la pretensión norteamericana de mantener
a Cuba bajo su dominio neocolonial. El conflicto no nació con el triunfo de la Revolución, solo se agudizó
cuando el pueblo de Cuba logró romper las cadenas que lo ataban al imperialismo yanqui y decidir su propio
destino socialista. Ver: SILVA León Arnaldo, Breve historia de la Revolución Cubana. La Habana: Editorial
de Ciencias Sociales. Instituto Cubano del libro, 2003.
20
PÉREZ Manolo Monereo, Che Guevara: Contribuição ao pensamento revolucionário. São Paulo: Expressão
Popular, 2001, p. 128.
21
SÁNCHEZ Rebolledo Adolfo. Fidel Castro: la Revolución Cubana 1953-1962, compilación de documentos
y discursos de 1953 a 1962. México: Ediciones ERA, S.A., 1972, p.141. En: Arnaldo Silva León. Breve historia
de la Revolución Cubana. La Habana: Editorial de Ciencias Sociales. Instituto Cubano del libro, 2003.
22
Como en el resto de Hispanoamérica, los primeros movimientos anticolonialistas se vertebraron en el período
de 1808 a 1826, cuando no se alcanzó la emancipación de Cuba por una confluencia de factores adversos, entre
ellos, el auge que entonces experimentaba la plantación azucarera de base esclavista y la oposición de Estados
Unidos, que aspiraba a heredar de España su dominio sobre la Mayor de las Antillas. Véase: GUERRA Sergio,
y MALDONADO, Alejo. Historia de la Revolución Cubana. Navarra España: Edición de Txalaparta, 2009.

93
El Periódico El Tiempo, en los primeros días de enero de 1959 realiza un despliegue
informativo donde muestra los diferentes acontecimientos que se estaban viviendo en Cuba.
En las primeras noticias presentadas por este diario se puede evidencia una imparcialidad
sobre el nuevo Gobierno revolucionario que se estaba perfilando en la isla cubana. En algunos
titulares, se revindican el heroísmo y la tenacidad de la fuerza revolucionaria del Movimiento
26 de julio liderado por Fidel Castro y de sus tropas victoriosas. 23

Pero esto cambiaría con el paso de los meses, y la Revolución castrista paso de ser un hecho
glorioso de exaltación, a constituirse en un acontecimiento cuestionado por la opinión pública
internacional. Los motivos eran justificados a partir de noticias, fotos y caricaturas, entre los
más destacados se encontraban la forma de proceder del ejército rebelde en relación a los
partidarios de Batista, que, según estos vehículos informativos estaban siendo asesinados sin
que se celebrara juicios legítimos, justo y con garantías.

Para finales de 1959 e inicios de 1960, los Estados Unidos comenzó a ver con preocupación
los eventos que estaban desarrollándose en Cuba, situación predecible, puesto que esta
potencia veía tabalear su influencia política y económica en la isla. Su interés estaba
motivado por la estratégica posición que tenía esta fracción de tierra en el caribe, además de
la riqueza de su suelo, que siempre había puesto a Cuba en las miradas de las principales
potencias imperialista del mundo.

Según el historiador Leslie Bethell, los estadounidenses recibían una buena parte del azúcar
que se encontraba alrededor de dos tercios de las exportaciones cubanas y suministraba
aproximadamente las tres cuartas partes de sus importaciones.24 Situación que colocaba a la
isla en una encrucijada económica, puesto que para la época el comercio exterior en Cuba
representaba más o menos dos tercios del ingreso nacional.

Este escenario cambiaría drásticamente con la consolidación de la revolución, ya que se


generaron las condiciones políticas para que los trabajadores presentaran reivindicaciones
laborales a los patrones mediante protesta y huelgas. Las empresas que en su mayoría eran
extranjeras, resultaron afectadas por estas manifestaciones, una de ellas fue la refinería de
petróleo de la Royal Dutch Shell de propiedad británica, quien veía venir una posible
expropiación.

Esto sería posible, a través de una nueva ley que el gobierno revolucionario había promulgado
y que pretendía aplicar a las inversiones de aquellos países extranjeros que habían colaborado
con el gobierno de Batista. Convirtiéndose, en las reprochadas “locuras de Fidel” que la
opinión pública decepcionada rechazaba y cuestionaba constantemente por colocar en riesgo
la estabilidad económica de Cuba (imagen 2 y 3).25

23
Editorial, Fidel Castro y Urrutia llegan hoy a La Habana. Las tropas victoriosas entran a la capital, El Tiempo,
Bogotá, 3 de enero de 1959, p. 1.
24
BETHELL, Leslie. Historia de América Latina. México y el caribe desde 1930. Barcelona: Crítica 1998, p.
185.
25
Ibíd.

94
Imagen. 2 Imagen.3

Título: Las locuras de Fidel. Título: Decepción.


Fuente: Diario El Tiempo, 2 de julio de ...Y qué saco si estas no son
1960. Por Chapete. herramientas adecuadas?...
Fuente: Diario El Tiempo, 4 de julio
de 1960. Por Chapete.

En las caricaturas publicadas por El Tiempo el 2 de julio de 1960, se puede identificar


claramente a Fidel Castro fumando tabaco mientras que, al mismo tiempo, patea una lata de
gasolina que simboliza a una de las muchas refinerías extranjeras que operaban en la isla
como la ESSO, Texaco y Shell. Una clara muestra, de que los intereses norteamericanos se
estaban viendo afectados por el nuevo Gobierno Revolucionario, que reclamaría su derecho
para asumir la importación, refinación y el suministro de su propio combustible en Cuba.

La segunda imagen titulada “Decepción” evoca algunos símbolos reconocidos en Cuba


como el nombre de Laborito, un apelativo empleado para referirse a la gran mayoría de los
pobladores humilde de la isla. En ella, se presenta al campesino triste y preocupado por la
parcela que había obtenido de la reforma agraria impulsada por Instituto Nacional de
Reforma Agraria (INRA),26 y las pocas condiciones que poseía para continuar como su
labora, ya que por el momento solo disponía de dos herramienta: La hoz y el martillo,
símbolos reconocidos en la geopolítica internacional del momento para referirse al
comunismo.

En este sentido, se puede afirmar, que la idea que se estaba presentando en estas dos imágenes
son desalentadoras para el pueblo cubano, y que, por las locuras de sus dirigentes como
Castro, ellos se estaban enfrentando a una de las primeras dificultades que traería la perdida

26
Esta Institución fue creado por la Revolución Cubana en 1959, para ejecutar las políticas económicas y
sociales relacionadas con la reforma agraria, principal promesa de la Revolución. En 1976 fue reemplazado por
el ministerio de la Agricultura (MINAG).

95
de las relaciones bilaterales con el Gobierno norteamericano, y que consistía en el
desabastecimiento de productos manufacturados para la industria y la agricultura.

Estas intervenciones y en algunos casos las expropiaciones, sería el inicio de una serie de
eventos sucesivos que deteriorarían las relaciones entre los Estados Unidos y Cuba. Leslie
Bethell los describe a continuación.27

El 11 de julio, Philip Bosal, embajador de Estados Unidos, presento una protesta oficial de
su gobierno, que se quejaba de irregularidades y abusos que empresas de su país habían
sufrido al tomarse las primeras medidas para poner en práctica la ley de reforma agraria. El
jefe de las fuerzas aéreas, Pedro Luis Díaz Lanz, dejo su puesto a finales de junio y huyo a
Estados Unidos, acusando a los comunistas de infiltrarse en el gobierno. El presidente,
Manuel Urrutia, fue obligado a renunciar en julio y con ello quedo bien claro que el primer
Ministro, Castro, era el líder indiscutible de Cuba.28

Aunque desde un inicio, y en la mayor parte de los casos, los pronunciamientos oficiales
siempre negaban cualquier relación con el comunismo, como lo demuestra la siguientes
declaraciones de Camilo Cienfuegos, uno de los lugar tenientes de Fidel Castro para una
rueda de prensa en la ciudad de Nueva York donde el revolucionario declara: “Puede tener
la seguridad -replicó- de que no hay comunistas en el gobierno cubano... y que no habrá.”29

A estos eventos, se le sumaba el hecho de que la Revolución Cubana estaba siendo subvertida
por el comunismo ruso (imagen 4 y 5), y que se convertiría en un juego peligroso que
amenazaría la estabilidad política de Cuba por su paulatina inclinación a la izquierda que
estaba evidenciando el Gobierno de Fidel Castro. Esta idea construida a partir de las
declaraciones oficiales y extra oficiales de los dirigentes políticos norteamericanos, también
era transmitidas en las imágenes que encontramos en el periódico El Tiempo.

Imagen. 4 Imagen.5

27
BETHELL, Leslie. óp. Cit., p.185.
28
Ibíd.
29
Diario El País, febrero 23 de 1959. Nueva York. (UPI). En el gobierno de F. Castro no hay comunistas.

96
Título: Inclinaciones Título: Un juego peligroso.
Tan inclinado a la izquierda que puede ... La “ruleta rusa"...
caerse. Fuente: Diario El Tiempo, 20 de junio
Fuente: Diario El Tiempo, de julio de 1960. de 1960. Por Chapete.
Por Don
Mientras Esse.
circulaban este tipo de noticiasy caricaturas por los medios de comunicación,
también existían señalamientos que ofrecían otra versión, donde indicaban que la política
cubana cada vez más se estaba inclinando hacia la influencia rusa. Por ejemplo, Rafael del
Pino, en una entrevista concedida en los Estados Unidos, manifestó que Fidel Castro es un
títere de las aspiraciones comunistas de su hermano Raúl y del Che Guevara. Afirmando que
“No dejaremos que la garra comunista llegue a Cuba”. Además manifestó, que son mucho
los cubanos inconformes con el actual gobierno, concluyendo la entrevista diciendo “no soy
batistiano, soy cubano.”30

Los presentimientos del gobierno norteamericano sobre la relación de este país con la Unión
Soviética se harían cada vez más público, y la caricatura del periódico El Tiempo se
convertiría en un vehículo comunicativo de gran impacto para reafirmar este hecho
percepción sobre la opinión pública.

Para ello, Peter Aldor, representaría la visita del Vice-primer Ministro Anasta Mokoya, quien
arribo a Cuba en febrero de 1960 para firmar el primer acuerdo económico entre los dos
países y estrechar más sus relaciones con el gobierno Castrista (imagen 6). Estos lazos se
fortalecerían con alianzas económicas, y después con acuerdos de protección militar.

Imagen.6.

Título: La Visita de Mikoya.


Según la ven en la Habana y Washington.
Fuente: El Tiempo, 6 de febrero de 1960.
30 Por
Diario El País, febrero 18 de Peter
1959. Aldor (UPI). Después de la victoria, se descorre la cortina en la isla.
Miami.
Fidel encontró ya la oposición. p. 9

97
En la caricatura aparecen tres protagonistas del hecho, en un primer plano y fácilmente
reconocible se puede identificar al presidente Eisenhower que se encuentra metida
profundamente sobre una posible escena, en ella, Fidel Castro aparece ofreciéndole un tabaco
cubano al Viceprimer Ministro en una actitud de servilismo y sumisión. Mientras, por otro
lado, Fidel de igual forma idealiza la visita de Anasta Mokoya, pero esta vez el invitado
aparece representado como un ángel que baja de los cielos con múltiples regalos entre los
que se encuentra: aviones, armas y tecnología soviética que le ayudará a Fidel su campaña
de resistencia a la hegemonía norteamericana.

Para ese mismo año, el Gobierno revolucionario ya había intervenido gran parte de las
propiedades norteamericanas mediante la expropiación. En este último aspecto, las empresas
estadounidense saldrían perdiendo, ya que desde 1956 Cuba estaba en manos de los
capitalistas norteamericanos, que poseían y controlaban “el 90% de las minas y de las
haciendas, el 40% de la industria azucarera, el 80% de los servicios públicos y el 50% de los
ferrocarriles y de la industria petrolera – estimadas en 1000 millones de dólares.”31 Esta
situación, representaba para los americanos, una trasgresión a los acuerdos económicos que
se habían pactado durante muchos años entre los cubanos y los estadounidenses.

El aspecto señalado anteriormente, además de los acuerdos y aproximaciones entre Cuba y


la Unión Soviética, comenzaría a deteriorar las relaciones entre los Estados Unidos y la isla
aún más. A estos eventos se le sumaria una solicitud realizada por el Gobierno cubano en
junio de 1960 a una refinería norteamericana, para que refinaran el crudo que estos habían
comprado a la Unión Soviética. Ante la respuesta negativa las empresas fueron expropiadas,
y a partir de ese instante una serie de retaliaciones de parte y parte los dos Gobierno se
desencadenaron.

La primera medida llego de Cuba, cuando el 5 de julio ante el Consejo de Ministros cubanos
autorizó la expropiación de todas las propiedades estadounidenses en Cuba. Estados Unidos
contesto y al día siguiente, el presidente Eisenhower cancelo la cuota azucarera de Cuba.
Para el día 15 del mismo mes, el Gobierno cubano solo autorizaba para comercializar en el
extrajeron al reciente fundado Banco para el Comercio Exterior. Entrado el mes de agosto,
las medidas continuaron llevándose a cabo y el 7 de agosto la expropiación de todas las
grandes industrias agrarias pertenecientes a estadounidense.

En septiembre se confiscaron todos los Bancos Americanos, y el 19 de octubre Washington


prohibía las exportaciones a Cuba, exceptuando alimentos y medicamentos que no
subvencionados. Finalmente para el 24 de octubre de 1960, se expropiaron todas las empresas
estadounidenses que hasta la fecha no habían sido expropiadas, tanto grandes como pequeñas
industrias de todos los sectores económicos fueron finalmente tomadas por el Gobierno
cubano.32

31
EGEA Casas, Raquel. óp. Cit., p. 68.
32
BETHELL, Leslie. óp. Cit., p. 187.

98
Con el retiro del embajador de los Estados Unidos Philip Bonsal el día 29 de octubre de 1960,
las relaciones entre los dos países estaban en su final. Para enero de 1961 en los últimos días
de gobierno de Eisenhower, Washington respondería con la imposición de un embargo
comercial. Ese mismo año, se rompería las relaciones diplomáticas entre los dos países y
tenía lugar el desembarco fracasado de Bahía de Cochinos (Cuba), apoyado por la
administración Kennedy con el objetivo de derrocar a Castro.

A partir de este momento, el pulso con la opinión norteamericana entraría en su fase más
crítica (imagen 7), y las acciones tomadas por el Gobierno de Fidel Castro era vista como
una bofetada en la cara de los intereses económicos de los norteamericanos (imagen 8).

Imagen. 7 Imagen.8

Título: Castro y la opinión


estadounidense. Título: Fidel Castro y los
Dos haciendo “pulso” … Estados Unidos.
Fuente: Diario El Tiempo, 11 de Por servicios prestados
febrero de 1960. Pág. 5 Fuente: Diario El Tiempo, 20
de marzo de 1960. Pág. 11.

En cambio, las relaciones entre Cuba y la Unión Soviética mejoraron considerablemente


como lo presenta la caricatura (imagen 9). “El 9 de julio de 1960 el primer ministro, Nikita
Khrushchev, declaro que los misiles soviéticos estaban dispuestos para defender a Cuba en
sentido figurado.”33 Dejando claro en el escenario internacional que la isla contaba con un
grande aliado, que estaría dispuesto a utilizar todos sus recursos, para defenderlos de la
hostilidad y pretensiones imperialistas de los Estados Unidos.

Esta relación bilateral entre soviéticos y cubanos, iría a generar una mayor tensión entre
Estados Unidos y la Unión Soviética, además de intensificar la hostilidad en contra de Cuba
de parte del gobierno norteamericano, mediante sus campañas mediáticas a través de sus
agencias internacionales de noticias que tenían eco en la opinión publica Latinoamericana.

33
BETHELL, Leslie, p. 187.

99
Titulares como “Cuba ya es de los soviets”,34 irían a crear todo un revuelo dentro de las
fracciones políticas de América Latina, que veían al comunismo como una amenaza a la
estabilidad del continente.

Imagen. 9.

Título: El mundo camina a


tientas.
Nikita déjenos tranquilos a
nosotros los cubanos.
Fuente: Diario El Tiempo,
noviembre de 1960.

El rumor de que, a tan solo a 90 millas de Cayo Hueso Florida, Castro le había dado rienda
suelta al comunismo se esparcía por todo el mundo (imagen 10). Esto fue convertido en
noticias por las agencias internacionales, que enviaban a sus periódicos asociados como El
Tiempo, informaciones que decían que en Cuba el comunista y filocomunista ardiente están
a cargo de la dirección de los trabajadores, la educación, la policía secreta, las fuerzas
armadas, prácticamente de todo en la isla estaba siendo permeado por los comunistas.

Este nuevo rumbo en la política internar de Cuba, llevaría a que Estados Unidos ejercer una
presión fuente en la Organización de Estado Americano OEA, a través de un discurso
anticomunista. Su objetivo estaba en convocar a las demás naciones que constituían este
organismo, con el propósito de llegar a un consenso para buscar contrarrestar el comunismo
cubano que estaba comenzado con tomar fuerza en la región y que se necesitaba con
urgencias establecer diagnóstico sobre la relación entre Fidel Castro y Nikita Khrushchev
como lo representa las siguientes caricaturas.

34
Diario El País, febrero 1 de 1960. (UPI). Nueva York. “Cuba ya es de los soviets.” “La norma comunista en
Cuba de Castro es más clara que nunca”, dice la revista “U.S. News & World Report” en su último número, en
un comentario sobre la situación cubana que titula “el comunismo a 90 millas de distancia, lo que Castro está
haciendo en Cuba.”

100
Imagen. 10.

Título: Nubes sobre Cuba.


Fuente: Diario El Tiempo,
septiembre de 1960. Por
Carmack

Imagen. 11. Imagen. 12.

Título: Cama-rada. Título: En la ONU


Fuente: Diario El Tiempo, septiembre El abraso del oso...
de 1960. Por Urbán. Pág. 5. Fuente: Diario El Tiempo, 26 de
septiembre de 1960. Por Chapete.

Estas relaciones cada vez más evidente y continua entre Cuba y Rusia, van a causar revuelo
en todos los sectores de la sociedad norteamericana como lo demuestra una noticia publicada
en la revista de negocios, economía, finanzas e industria “Business Week,” que titula “La
creciente Amenaza en Cuba,” la cual es retrasmitida por la agencia internacional aliada del
periódico El País, bajo el siguiente título “Castro quiere enfrentar a los EE.UU. con el
Kremlin.” En la nota el medio de comunicación dice que Washington se debería enfrentar
esta situación lo más pronto posible y para ello tenía dos caminos; “el de una tranquila
paciencia, seguido por el gobierno norteamericano, que no ha dado resultados,” o por otra

101
parte el de una “abierta intervención o represalias económicas.”35 La primera postura, era la
que había manejado el gobierno norteamericano durante los años anteriores a la Revolución
Cubana y sus primeros meses, hasta el momento en el que ve afectado completamente sus
intereses económicos y de dominio sobre la isla. La segunda igualmente poca exitosa, tenía
que ver con la fracasada invasión de Bahía Cochinos, la cual fue apoyada por el gobierno
norteamericano y ejecutada por un grupo de exiliados cubanos,36con el propósito de que no
se pusiera en riesgo la reputación de bueno vecino que mantenía frente a los demás países
Latinoamérica.37

Frente al bloqueo económico impuesto por los Estado Unidos, el gobierno revolucionario
busco diferentes estrategias, como mantener unas buenas relaciones económicas con los
países que se encontraban por fuera de la influencia norteamericana y que estuvieran
interesados en comprar sus productos. También la creación de alianzas comerciales con la
Unión Soviética que sería fundamental para comercializar uno de los mayores productos de
exportación que tenía Cuba como era el azúcar, y que usualmente esta compra la realizaba
en su totalidad los norteamericanos.

El temor de que el comunismo se propagara en los demás países latinoamericanos, sería la


primera excusa para buscar aliados y apoyar la propuesta de bloquear de cualquier forma el
avance rojo. También se buscó tildar, al gobierno Revolucionario de implantar una sangrienta
y cruel tiranía en Cuba, hecho que era argumentado a través de los fusilamientos masivos.
Mientras esto ocurría, Cuba se defendía denunciaba a su vecino por agresiones y
participación en actividades contrarrevolucionarias que afectaba considerablemente la
tranquilidad en la isla. Esta confrontación se llegó hasta la Organización de Estados
Americanos OEA, donde los Estados Unidos solicitaban el bloqueo y la salida de Cuba de
este organismo, mientras el gobierno de Fidel Castro, denunciaba y condenaba la
intervención yanqui en su política interna.

Finalmente, entre el 22 al 31 de enero de 1962, se organizó la Octava Reunión de Consultas


de Ministerios de Relaciones Exteriores en Punta del Este, en Uruguay. La reunión fue
convocada por resolución del Consejo de la Organización de los Estados Americano,
aprobada el 4 de diciembre de 1961, a partir de la nota presentada por la delegación de
Colombia, con fecha del 9 de noviembre de 1961, en la cual solicitaba la convocatoria de una

35
Diario El País, febrero 12 de 1960. Nueva York. (UPI). Castro quiere enfrentar a los EE.UU. con el Kremlin.
36
El 22 de marzo de 1961 varios líderes claves de los exiliados acordaron formar el Consejo Revolucionario
Cubano precedido por José Miró Cardona, que había sido el primer ministro del gobierno revolucionario cubano
en enero y febrero de 1959. Entre los miembros del Consejo estaban Antonio (Tony) Varona, ex-primer ministro
y adversario de Batista, así como Manuel Ray, ex-ministro de Obras Publicas de Castro, Manuel Artime, ex
teniente del ejército rebelde, sería el jefe político de la fuerza de invasión y José Cardona. La Brigada de 2506
de los exiliados termino su preparación en Nicaragua y Guatemala. Ver BETHELL, Leslie. óp. Cit., p. 188.
37
Fue a partir de este intento fallido de invasión que el líder Revolucionario Fidel Castro, anuncio triunfalmente
que la Revolución Cubana era un socialismo consolidado y que era capaz de derrotar a sus enemigos dentro del
país, así como a la superpotencia situada al norte de la isla. Ver BETHELL, Leslie. óp. Cit., p.189.

102
reunión de consulta de Ministerio de Relaciones Exteriores, de acuerdo con el Articulo 6 38
del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca. 39

El Acta está divida en seis resoluciones, la primera tiene que ver con la “Ofensiva del
Comunismo en América y uno de los puntos que la constituye señala lo siguiente:

“Han podido comprobar una intensificación de la ofensiva subversiva de gobiernos


comunistas, sus agentes y las organizaciones controladas por ellos. El propósito de
esta ofensiva es la destrucción de las instituciones democráticas y el establecimiento
de dictaduras totalitarista al servicio de potencias extra-continentales. Los hechos más
salientes de su intensificación son las declaraciones, expresas en documentos oficiales
por los organismos dirigentes del comunismo internacional, de que uno de sus
principales objetivos es implantar el comunismo en los países subdesarrollados y en
las América Latina, y la presencia de un gobierno marxista-leninista en Cuba, que se
identifica públicamente con la doctrina y la política exterior de las potencias
comunistas.” 40

En resumen, esta primera resolución, buscaba justificar la postura que este organismo tomaría
frente al avance del Comunismo en el continente Latinoamericano. Puesto que, para la OEA,
estos gobiernos explotaban la necesidad de los sectores menos favorecidos de la población,
tomando como pretexto defender los intereses populares. Además, se encargaban de suprimir
la libertad, destruyendo las instituciones democráticas y violando los derechos humanos,
mientras que sometían al individuo a formas de vida impuesta por la dictadura de un solo
partido. También proclamaban consignas antiimperialistas (imagen. 13), mientras se
pretendía establecer un imperialismo opresivo, donde eran subordinadas las naciones a los
intereses militaristas de potencias extra-continentales.

En el documento se dejando claro, que los principios del comunismo son incompatibles con
el sistema interamericano, por lo tanto, proclama cinco principios políticos fundamentales
orientados a preservar la integridad de la revolución democrática de los Estados Americanos
frente a la ofensiva comunista. Uno de estos postulados sería

d). La afirmación de que el comunismo no es el camino para lograr el desarrollo


económico y la supresión de la injusticia social en América y que, por el contrario,
en el régimen democrático tienen cabida todos los esfuerzos de superación económica

38
ARTICULO 6.° Si la inviolabilidad o la integridad del territorio o la soberanía o la independencia política de
cualquier Estado Americano fueren afectadas por una agresión que no sea ataque armado, o por un conflicto
extra continental o intercontinental, o por cualquier otro hecho o situación que pueda poner en peligro la paz de
América, el Órgano de Consulta se reunirá inmediatamente, a fin de acordar las medidas que en caso de agresión
se deben tomar en ayuda del agredido o en todo caso las que convenga tomar para la defensa común y para el
mantenimiento de la paz y la seguridad del Continente. Ver; Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca.
Artículo 6. ° Disponible en:
http://www.oas.org/36ag/espanol/doc_referencia/Tratado_AsistenciaReciproca.pdf. Consultado: 23 de junio
del 2015.
39
Secretaria General de los Estados Americanos. Acta final de la Octava Reunión de Consulta de Ministros de
Relaciones Exteriores de la OEA realizada en Punta del Este, Uruguay, del 22 al 31 de enero de 1962.
Disponible en: http://www.oas.org/consejo/sp/RC/Actas/Acta%208.pdf. Consultada 14 de mayo del 2015.
40
Ibíd. Acta final de la Octava Reunión de Consulta de Ministerios de Relaciones Exteriores, p. 5

103
y todas las medidas de mejoramiento y de progreso social, sin sacrificar los valores
fundamentales de a la persona humana. 41

Esta primera resolución es precedida por ocho más en el siguiente orden; Comisión especial
de consulta sobre seguridad contra la acción subversiva del comunismo internacional,
Reiteración de los principios de no intervención y de autodeterminación, Celebración de
elecciones libres, Alianza para el progreso, Exclusión del actual Gobierno de Cuba de su
participación del sistema Interamericano, Junta Interamericana de defensa, Relaciones
económicas y finalmente la Reforma del estatuó de la Comisión Interamericana de Derechos
Humanos.

Imagen.13

Título: En Punta
del Este.
El “Che”: Ustedes
todos son simples
títeres del
imperialismo...
Fuente: Diario El
Tiempo, 6 de agosto
de 1961. Por Aldor.

La VI resolución, es la encargada de señalar la exclusión del Gobierno Cubano del sistema


Interamericano. En ella se menciona la vinculación de Cuba a los países del bloque Chino-
Soviético, señalando que este tipo de relación entre un miembro de la Organización de los
Estado Americanos es incompatible con los principios y normas que rigen el sistema
interamericano, ya que se ve comprometida la seguridad colectiva establecida por la Carta
de la organización de los Estados Americanos y el tratado Interamericano de Asistencia
Recíproca. Por lo tanto, la Octava Reunión de Consulta de Ministerios de Relaciones
Exteriores resuelve,

1-Que la adhesión de cualquier miembro de las Organización de los Estados Americanos al


marxismo-leninismo es incompatible con el sistema interamericano y el alineamiento detal
gobierno con el bloque comunista quebranta la unidad y la solidaridad del hemisferio. 2- Que
el actual gobierno de Cuba, que oficialmente se ha identificado como un gobierno marxista -
41
Ibíd. Acta final de la Octava Reunión de Consulta de Ministerios de Relaciones Exteriores, p. 6

104
leninista, es incompatible con los principios y propósitos del Sistema Interamericana. 3-Que
esta incompatibilidad excluye al actual Gobierno de Cuba de su participación en el Sistema
Interamericano. 4- Que el Consejo de la Organización de los Estados americanos y los otros
órganos y organizaciones del sistema interamericano adopte sin demora las providencias
necesarias para cumplir esta resolución.42

El acta final fue firmada el 31 de enero de 1962, y la reunión tuvo lugar en el Hotel San
Rafael de Punta del Este, Uruguay a poca más de cien kilómetros de Montevideo. A partir de
esta fecha, Cuba dejaba de pertenecer a la Organización de los Estados Americanos (imagen.
14), convirtiéndose este hecho en uno de los acontecimientos más importante de la historia
de las relaciones diplomáticas en América Latina.

Imagen. 14

Título: De punta a punta.


...y ahora, a la punta de un cuerno
Fuente: Diario El Tiempo, 1 de
febrero de 1962. Por Chapete.

El Gobierno Cubano no se quedó callado, y con los resultados de la reunión de Punta del
Este, Fidel Castro respondió a través de un discurso llamado, la segunda declaración de La
Habana promulgada el 4 de febrero de 1962, donde el líder Rebelde manifestaba que la
Organización de Estados Americanos se había desenmascarado dejando en evidencia lo que
realmente era, “ un ministerios de colonias yanquis, una alianza militar, un aparto de opresión
con el movimiento de liberación de los pueblos latinoamericanos,” resumiendo la conferencia
en el siguiente pronunciamiento.

En Punta del Este se libró una gran batalla ideológica entre la Revolución Cubana y el
imperialismo yanqui. ¿Qué representaba allí, por quién habló cada uno de ellos? Cuba
representó los pueblos; Estados Unidos representó los monopolios. Cuba habló por las masas
explotadas de América; Estados Unidos por los intereses oligárquicos explotadores e
imperialistas. Cuba por la soberanía (APLAUSOS); Estados Unidos por la intervención.
Cuba por la nacionalización de las empresas extranjeras; Estados Unidos por nuevas

42
Ibíd.

105
inversiones de capital foráneo. Cuba por la cultura; Estados Unidos por la ignorancia. Cuba
por la reforma agraria; Estados Unidos por el latifundio. Cuba por la industrialización de
América; Estados Unidos por el subdesarrollo. Cuba por el trabajo creador; Estados Unidos
por el sabotaje y el terror contrarrevolucionario que practican sus agentes, la destrucción de
cañaverales y fábricas, los bombardeos de sus aviones piratas contra el trabajo de un pueblo
pacífico. Cuba por los alfabetizadores asesinados (APLAUSOS); Estados Unidos por los
asesinos. Cuba por el pan; Estados Unidos por el hambre. Cuba por la igualdad; Estados
Unidos por el privilegio la discriminación. Cuba por la verdad (APLAUSOS); Esta dos
Unidos por la mentira. Cuba por la liberación; Estados Unidos por la opresión. Cuba por el
porvenir luminoso de la humanidad; Estados Unidos por el pasado sin esperanza. Cuba por
los héroes que cayeron en Girón para salvar la patria del dominio extranjero (APLAUSOS
Y EXCLAMACIONES DE: “¡Fidel, seguro, a los yanquis dales duro!”); Estados Unidos
por los mercenarios y traidores que sirven al extranjero contra su patria (ABUCHEOS). Cuba
por la paz entre los pueblos; Estados Unidos por la agresión y la guerra. Cuba por el
socialismo (APLAUSOS PROLONGADOS); Estados Unidos por el capitalismo. 43

De esta forma, el objetivo de la XVIII consulta de Ministerios de Relaciones Exteriores se


había cumplido. Cuba había sido excluida de participar del sistema interamericano por su
incompatibilidad con los principios de esta organización. Además de su orientación marxista-
leninistas y su vínculo con el bloque comunista. A partir de ese momento, la delegación
cubana no podría participar más de las reuniones del Consejo ejecutivo de la OEA y el
Gobierno Revolucionario de Fidel Castro seria expulsados de otros organismos de
integración latinoamericana al cual prometerían regresar algún día.

Imagen.15.

Título: El Gato Bandido


Machin dijo a su mamá- Voy a
volverme pateta y el que a impedirlo se
meta en el acto morirá. Fuente: Diario
El Tiempo, agosto de 1960. Por Pinzón

43
Departamento de Versiones taquigráficas del Gobierno Revolucionario. Segunda declaración de La Habana.
Discurso pronunciado por el Comandante Fidel Castro Ruz, Primer Secretario de la Direcciona Nacional de las
Ori y Primer Ministro del Gobierno Revolucionario, en la segunda Asamblea Nacional del Pueblo de Cuba,
celebrada en la Plaza de la Revolución. La Habana Cuba, 4 de febrero de 1962. Disponible en:
http://www.cuba.cu/gobierno/discursos/1962/esp/f040262e.html. Consultado: 20 de julio del 2015.

106
Consideraciones finales

A lo largo de este documento se han podido reunir una serie de argumentos que nos permiten
llegar a plantear que la caricatura política encontrada en el diario El Tiempo, se constituyó
un vehículo de representación que expresó la opinión pública de los medios de comunicación
hegemónicos de Colombia entorno a la Revolución Cubana durante el año de 1960.

Las imágenes encontradas nos transportan al universo simbólico en el que se desarrollaron


los mayores hechos relevantes de 1960, igualmente, nos presenta a los actores que hicieron
parte de la esfera pública, donde lo mordaz, lo irónico y lo crítico encuentra sentido mediante
metáforas y analogías construidas por los caricaturistas del periódico El Tiempo.

Son las caricaturas encontradas en El Tiempo las que se encargan de mostrarnos esa
representación mental que se tenían sobre los hechos de la Revolución Cubana en 1961,
además del contexto social y político. En ella podemos descubrir datos característicos que
son manifestados a través noticias, discursos y episodios del acontecer diario. En este sentido
de ideas podemos decir que la caricatura política del periódico El Tiempo se constituye en un
elemento fundamental para la compresión de la representación de la Revolución Cubana.

En ella se puede identificar claramente un interés político e ideológico de características


geopolíticas, que sobrepasaba las fronteras a través de la construcción de un tipo de discurso,
donde su principal objetivo consistía en desmitificar la conquista de la Revolución Cubana
como un logro de la democracia y la lucha de las clases sociales latinoamericanas.
Mostrándolo como un Gobierno comunista que inicio una serie de reformas políticas por
encima de los intereses extranjeros y la estabilidad democrática de la Región. Provocando de
esta forma, una desconstrucción simbólica de la imagen de la Revolución Cubana frente a la
opinión pública.

BIBLIOGRAFÍA Y FUENTES

Fuentes primarias.

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Periódico El País, 1959-1960.

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109
Región, Revista del Centro de Estudios Regionales, Universidad del Valle, Universidad
Pedagógica y Tecnológica de Colombia/ No. 9 / enero - junio 2018

LA CREACIÓN DE ESTEREOTIPOS SOCIALES:


EL CASO DE LOS METROSEXUALES

Camilo Valencia Montoya


Master en Creación Digital,
Universidad Católica de Valencia (Esp.)
Comunicador Publicitario
Universidad Autónoma de Occidente, Cali
e-mail: camilovalencia.m@gmail.com

Resumen

A partir de una definición del estereotipo conocido como metrosexual, el presente artículo
busca explorar el influjo de la publicidad en el crecimiento de este sector social, no sólo
numéricamente, sino también en sus niveles de consumo. Se Rastrean no sólo las definiciones
de género del grupo, sino también las transformaciones culturales derivadas del cambio en
los niveles de consumo. De esta manera se mostrarán las finalidades de las estrategias
seguidas por los publicitas y su eficacia en la construcción, consolidación y permanencia de
nuevos grupos y en el cambio de sus campos y niveles de consumo.

Palabras claves: Metrosexual, publicidad, cambios sociales, tendencias de mercado,


consumismo

Abstract

From a kwon metrosexual stereotype definition, we will explore in this article the influence
of advertising on the growth of this social sector, not only numerically, but also in its
consumption levels. We will track not only the group's gender definitions, but also the
cultural changes derived from the change in consumption levels. In this way we can look the
purposes of the strategies followed by the advertisers and their effectiveness in the
construction, consolidation and permanence of new groups and in their fields and levels of
consumption changes.

Keywords: Metrosexual, advertising, social changes, market trends, consumerism


RECIBIDO: febrero 16/18 ACEPTADO: abril 5/18

110
Presentación

La creación de estereotipos asociados a la expansión de la sociedad moderna es un tema poco


abordado por los historiadores. Se trata, sin duda, de un aspecto cultural no creado por el
devenir histórico sino por aquellos que, al controlar los medios de comunicación, están en
capacidad de crear imágenes y representaciones destinadas al consumo industrial. Este
articulo busca responder al siguiente interrogante ¿Cuál es el impacto que tiene la publicidad
en el estereotipo metrosexual, en cuestiones de niveles de consumo? Esta búsqueda no se
trata de un proceso histórico de largo aliento, pero sí de uno que nos permite ver cómo surgen
segmentos sociales, que a partir de individualidades se identifican, reconocen y asumen
comportamientos diferenciadores frente a los demás, creando una identidad colectiva que no
necesariamente los define como grupo, pero sí como target de mercado en la sociedad de
consumo.

Para responder a la pregunta formulada, este artículo pretende identificar el impacto de la


publicidad tiene en la creación de un grupo de personas que pertenecen a un arquetipo social
como el metrosexual. Con el fin de identificar el poder que tiene la publicidad a la hora de
manipular o transformar los pensamientos, gustos y necesidades de este estereotipo, donde
busca alterar los niveles y hábitos de consumo sociales; algo, insistimos, que este aspecto ha
estado presente en la creación de las sociedades modernas y posmodernas, donde siempre los
medios de comunicación son utilizados para transformar, modificar o crear conductas, con el
fin de ampliar las posibilidades de producción y mercadeo.

El impacto de la publicidad en la sociedad

El papel que juega la publicidad en la sociedad es visto como un discurso creado con el
objetivo de generar necesidades potencializadoras de tendencias. Es decir: la publicidad
juega un papel importante en la economía, pues construye en las personas una serie de
imaginarios que los lleva a consumir o a comprar. Estudiosos de estos temas, consideran que
la publicidad es generadora de mitos, y que estos generan un culto a los objetos. Como dice
Jorge David Fernández Sevilla, en su investigación titulada “La publicidad o de los nombres
del diablo”: “Es una constante entre los investigadores del fenómeno publicitario afirmar que
la publicidad crea mitos. Incluso se habla de una serie de ideas comunes al discurso y
asentadas en la colectividad que conforman el denominando imaginario publicitario”
(Sevilla, 2006).

También podemos afirmar que la publicidad es influenciadora de los receptores con imágenes
icónicas llamadas “marcas”, las cuales están llenas de imaginarios que buscan identificarse
con el consumidor para persuadirlos y así reforzar sus estereotipos; es decir: la publicidad es
creadora de estereotipos y sus armas más grandes son las marcas, porque ellas están
impregnadas de valores e ideas las cuales siempre deben identificarse con un grupo de
personas para así persuadirlas al consumo. La forma más fácil de crear estos valores e ideas
es influenciando la creación de un grupo de personas que siga y defienda esa tendencia o esa
ideología que son los estereotipos, Andrea Semprini, en su libro El Marketing de la Marca,
propone la siguiente definición de marcas: “La identidad de una marca es la forma en la que
una marca se hace visible y se materializa en los discursos que los actores sociales cruzan
entre sí” (Semprini, 2003). Al crear un estereotipo de persona la publicidad hace más sencillo
111
su trabajo al persuadir masas, ya que ella misma genera los gustos, pensamientos y
necesidades de éstas y así, siempre sabe qué le puede vender o comunicar a las personas de
manera efectiva.

Diego José Díaz en su artículo titulado “La i-lógica de los géneros: metrosexuales, masculina
y apoderamiento”, define cultura de la siguiente forma: “La cultura es, si en algo, fiel reflejo
de cómo el orden materialista existe cognitivamente en virtud de la capacidad simbólica para
dotarlo de significados. La mirada social erige resortes metafóricos capaces de condonar la
materialidad del ser a favor del significado cultural de la misma realidad, ahora realizada en
sentidos denotativos y connotativos, códigos del lenguaje compartidos en el seno de
compartidos esquemas de pensamientos” (Díaz , 2006). Lo que pretende indicar el autor es
que la cultura define la manera en la que sus miembros comunican su pertenencia a ella, por
medio de unos códigos o símbolos los cuales son representados por objetos; es decir, la
cultura es regida por una tendencia materialista la cual ayuda a identificar a sus miembros
para así poder marcar la diferencia entre una cultura y la otra. Todo esto es importante a la
hora de entender por qué la publicidad estereotipa a las personas, pues los estereotipos se
pueden considerar “mini culturas” las cuales están inmersas en otras culturas más grande,
pero que igualmente tiene una necesidad de diferenciarse de las demás por medio de una
ideología materialista definida por ellos mismos; esa búsqueda de diferenciación es
aprovechada por los publicistas y es ahí donde entran las marcas a vender.

Todo esto se asocia a las nuevas definiciones de masculinidades y femineidades, a lo cual no


es dado referirnos ahora, que crean posibilidades de mercadeo al construir un arquetipo que
los integra en un nuevo modelo de hombre –el metrosexual- que de ser minoritario en la
década de los ochentas del Sigo XX, se masificó a comienzos del Siglo XXI, gracias a las
tendencias sociales que crea la publicidad (Heredero Díaz & García Carrizo, 2015).

Esta forma de manipular las personas con el objetivo de vender es la problemática que
muchas personas critican, pues hace que la publicidad tenga una imagen terrible ante la
sociedad (Fernández Sevilla, 2003), afirma: “la publicidad es sin duda el discurso, pero
considerado del entramado mediático cultural contemporáneo: manipuladora de conciencias,
aficionada de la mentira, incitadora del sexo y comportamientos violentos.”

La visión negativa de la publicidad es generado por el afán de querer vender a toda consta
sin importarle los medios o la forma de hacerlo; es decir, que a la hora de hacer publicidad
los publicistas no se detienen a pensar en la población y disparan sus armas ante ella, creando
grandes efectos de los cuales se pueden nombrar algunos: la compra compulsiva, la creación
de la estética femenina o el imaginario de la mujer perfecta, el sexismo, la distorsión de los
idiomas, generación de enfermedades psicológicas en las persona tales como la anorexia y la
bulimia, entre otras ( Russell, w, Lane, & whitehill king Kleppner, 2005).

Los metrosexuales

El Impacto social del estereotipo metrosexual fue seleccionado como objeto de estudio,
debido al impacto que ha tenido y tiene en el mercado la belleza y el cuidado del aspecto
físico del hombre. Esto se debe a la ruptura del mito que afirma que el hombre no se preocupa
por su imagen y por su apariencia física. La mentalidad de los hombres de hoy -que cuidan
112
más de su apariencia y de su belleza- se debe a que ellos se están liberando del término
“macho” que han cargado por siglos, generando un “nuevo hombre” que no tiene miedo de
sacar a la luz su nueva forma de vestir, de cuidar su cuerpo y de amarse a sí mismo por encima
de todo.

En la medida en que los referentes históricos de la creación de este arquetipo tienen los
mismos referentes para todos los autores consultados, convirtiéndose en un tópico común,
sólo diremos que el término metrosexual fue creado en 1994 por el periodista británico Mark
Simpson, quien público un artículo acerca de la identidad de compra de los hombres. Este
periodista realizó críticas sobre la aparición de un nuevo hombre, con unas características
muy peculiares: consumista, superficial y narcisista. Según él, el hombre metrosexual es un
joven urbano que siempre busca mantener una buena posición social, que tiene un buen
trabajo y su único objetivo es cuidar de sí mismo (Simpson, 2018).

Cristina Alfaro, dice en su artículo publicado en la página Web www.lanacion.com: “Hoy en


día el aspecto físico tiene gran importancia en la sociedad en la que nos movemos
actualmente. Es algo inherente a lo que nos enfrentamos en nuestra vida cotidiana. Cada vez
se lleva más eso de cuidarse, llevar una vida sana y ser un buen trabajador y es aquí donde
vemos que se está generando un fenómeno social sobre todo en lo que se refiere al sector
masculino que es lo que se denomina metrosexualidad. (Alfaro, 2007)”

El “nuevo hombre” es alguien que le rinde culto a su cuerpo, es decir, vive para cuidar su
belleza, trabaja para ella, se ejercita para mantenerla y consume por ella. En esta población
podemos encontrar homosexuales, bisexuales y heterosexuales, que han convertido su propio
cuerpo en su razón de ser.

Los publicistas al detectar la aparición de un nuevo mercado para los hombres, no dudaron
en utilizar todas sus herramientas para persuadir a estas personas y crearles necesidades que
sólo pertenecían a este estereotipo; Sin embargo, ellos no proyectaron el impacto que esto
podría tener al generar un crecimiento acelerado de grupos que esperan ser socialmente
aceptado. No sólo estamos hablando de que se buscaba un crecimiento de una población en
una ciudad o en un país, estamos hablando de un mercado globalizado, pues como dice (Díaz
, 2006): “La capacidad de un mercado globalizado demanda la adquisición de globalizados
agregados icónicos constitutivos de la representación de género, desde España a Estados
Unidos y desde Argentina a Japón. Un paso más allá de la conformación de sub-grupos cuya
identificación intra y extragrupal corra pareja a una imagen determinada”; es decir, que la
conformación de un estereotipo el cual pueda globalizarse se ha convertido en una estrategia
de mercados que está facilitando la comunicación y hasta la venta de productos, con la
capacidad discursiva igualitaria en cualquier lugar del mundo. Para Díaz el problema del
estereotipo radica en sus ámbitos de compra; ya que:

Las exigencias tanto físicas como socioculturales del perfil metrosexual coinciden con
elementos y acciones de un elevado valor económico entre las que pueden figurar desde los
gimnasios hasta las sesiones de rayos UVA pasando por los productos dermo-esteticos, un
vestuario y complementos de marca o las cada vez más demandadas operaciones de estética,
la ampliación de pectorales o de corrección de glúteos, elementos de consumo que marca una
masculinidad cambiante, al menos , en su disposición estética y formal, cuyas referencias
113
visuales no pueden dejar de ser enmarcadas en una confluencia escénica que recoge la
herencia figurativa de una consolidada construcción de la imagen socio-corporal en el
ambiente gay (Díaz , 2006).

Lo anterior, lleva a deducir que para ser metrosexual hay que tener una distinción total de
género, el cual tergiversa la imagen social que tienen los hombres de “hombre” y lleva a una
posible discriminación social por parte de la población masculina y hasta femenina. Lo que
se quiere decir es que siempre que una distorsión en la identidad de género en una población
choque con una identidad ya establecida en una sociedad o cultura, como lo es -en este caso-
el género masculino en la sociedad actual, es muy factible que se cree una discriminación
social hacia ellos generando problemas en la socialización de estas personas con el resto del
mundo.

El impacto de la publicidad en los metrosexuales

Los impactos sociales que genera la publicidad en la población metrosexual, permite ver que
la potencialización de este estereotipo fue una estrategia eficaz en cuanto a sus niveles
económicos y factores o ámbitos de compra permitiendo mostrar, a la vez, que la publicidad
tiene las capacidades de manipular y transformar los pensamientos, gustos y necesidades, de
una serie de individuos y así utilizarlos para su provecho. Los metrosexuales, además de tener
unas necesidades de compras masivas por el rápido desgaste de sus productos y por la manera
en que frecuenta algunos lugares en específicos, son un estereotipo social en constante
crecimiento y esto lo lleva a tener unas implicaciones sociales y necesidades específicas tales
como la demanda de productos especializados, su comunicación en los medios masivos, entre
otros.

Lo anterior se va convirtiendo en una problemática que implica valores económicos y


sociales. Pero analizar esto no es el objeto del presente artículo, sí lo es encontrar si la
estrategia de potenciar el estereotipo es eficaz en cuestión de niveles de consumo y por esto
se ha escogido a los metrosexuales por ser el nuevo target predilecto de la publicidad y de
las nuevas marcas.

Según (Simpson, 2018) “el típico metrosexual es un joven con dinero para gastar, que vive
en la ciudad donde están las mejores tiendas, clubs, gimnasios, y las mejores peluquerías,
puede ser oficialmente gay, heterosexual y bisexual, pero esto no tiene tanta importancia
porque se ve a sí mismo como su propio objeto de deseo y placer. De profesiones liberales
como modelos, medios de comunicación y productoras o músicos pop y, ahora, también
deportistas, saben que atraen, aunque la verdad sea dicha, lo mejoran con productos
cosméticos masculinos.” Todas estas características lo hacen un esteriotipo perfecto para un
análisis que tiene un punto de vista económico y social, por las implicaciones que conlleva
ser o pertenecer al estereotipo metrosexual.

Para la economía, los hombres metrosexuales son vistos como “entes económicos” y no con
los perjuicios morales como son percibidos en ciertos entornos sociales. Se parte de la idea
que el arquetipo metrosexual fue introducido por la publicidad en el mercado enfocado
inicialmente a la industria cosmética, a partir de definiciones precisas:

114
El metrosexual, 1º. metro porque en general se concentra en grandes ciudades, y 2º. Sexual
porque expresa con armonía su lado femenino. (Galán Figueroa:, 2009), (Rey, 2009).

Esto lleva a Javier Galán a concluir: “El éxito de la moda metrosexual ha consistido en crear
en la población objetivo (hombres de nivel intelectual y económico relativamente alto) una
imagen de éxito profesional, seguridad varonil, pero sobre todo de una persona que ha dejado
de lado el tabú de que los cosméticos son exclusivos para las mujeres” (Galán Figueroa:,
2009).

Conclusiones

En este artículo se ha intentado recalcar el poder transformador que tiene la publicidad en la


sociedad. Como ejemplo se ha escogido a los Metrosexuales como grupo objetivo creado
para la apertura de un nuevo segmento consumidor en la industria cosmética, que se ha
convertido en un mercado o nicho globalizado, inmerso en una nueva cultura urbana y
estereotipada. Con esto afirmamos que los mensajes publicidad no sólo tienen repercusiones
económicas, si no también sociales.

Otro aspecto a resaltar es que el segmento social metrosexual ofrece importantes opciones de
investigación por el impacto negativo o positivo que la publicad logra en la sociedad y en los
estereotipos.

Por último, es importante mencionar que el arquetipo metrosexual hoy en día, está siendo
desplazado por el de los Ubersexuales, un estereotipo que evolucionó a partir de los
Metrosexuales y que tiende a convertirse en una posibilidad a investigar por el impacto que
la publicidad tiene y ha tenido en las transformaciones sociales.

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116
Región, Revista del Centro de Estudios Regionales, Universidad del Valle, Universidad
Pedagógica y Tecnológica de Colombia/ No. 9 / enero - junio 2018

UNA ORIENTACIÓN SINTÉTICA DEL PENSAMIENTO DECOLONIAL EN


TRES PARTES; LA CONSCIENCIA, EL CUERPO Y EL TERRITORIO

Juan Danyster Montoya Cardona


Maestrando en Filosofía
Investigador de los grupos Análisis y Hermes
Universidad del Valle
Docente universidad Autónoma de Occidente

Resumen
El trabajo es un intento por ejemplificar desde algunos hechos históricos lo que en términos
filosóficos se plantea como colonialidad y colonialismo, conceptos de una diferencia
marcada pero de una estrecha relación que se evidencia en los cuerpos, consciencias y
territorios que han sido atravesados por el proyecto de la modernidad, de tal manera que uno
de los objetivos es retomar la tesis de la existencia del lado oscuro de la modernidad,
entendiendo lo que se esconde tras el discurso civilizatorio manejado por el colonialismo
directo ejercido por los españoles desde el siglo XV hasta nuestros días. Por otra parte, el
trabajo representa un diálogo entre la filosofía latinoamericana, los precursores del
pensamiento decolonial y los planteamientos sobre el poder de Foucault entre otros, en la
medida que nos sirven para determinar la relación entre poder y modernidad, pero sobre todo
la relación entre los dispositivos internos del poder y la modernidad y los dispositivos
externos del colonialismo.
Palabras claves: Modernidad, Colonialidad, Colonialismo, Poder, Cuerpo, Consciencia,
Territorio.
Abstract.
The work is an attempt to exemplify from some historical facts what in philosophical terms
arises as coloniality and colonialism, concepts of a marked difference but close relationship
that is evident in the bodies, consciences and territories that have been crossed for the project
of modernity, in such a way that one of the objectives is the rest of the existence of the dark
side of modernity, understanding what it hides behind the civilizing discourse managed by
the direct colonialism exercised by the Spaniards from the 15th century until our days. On
the other hand, the work represents a dialogue between Latin American philosophy, the
precursors of decolonial thinking and the approaches to the power of Foucault among others,
to the extent that they help us to determine the relationship between power and modernity,
but above all the relationship between the internal devices of power and modernity and the
external devices of colonialism.


RECIBIDO: marzo 10/18 ACEPTADO: abril 28/18

117
Keywords: Modernity, Coloniality, Colonialism, Power, Body, Consciousness, Territory

“La colonialidad del poder es uno de los elementos constitutivos del patrón global de
poder capitalista. Se funda en la imposición de una clasificación racial/étnica de la
población del mundo como piedra angular de dicho patrón de poder, y opera en cada uno
de los planos, ámbitos y dimensiones, materiales y subjetivas de la existencia cotidiana y a
escala social. Se origina y mundializa a partir de América.” (Quijano, 2007)

Este es un trabajo que tiene por objetivo, y debido al rigor, pero a sí mismo a la simpleza y
síntesis del lenguaje, relacionar el pensamiento decolonial y la filosofía latinoamericana en
torno a tres conceptos prácticos fundamentales que a su vez son objeto de estudio de estas
dos líneas del pensamiento, la consciencia, el cuerpo y el territorio. Estos nos servirán para
rastrear los puntos de encuentro y diferencias entre estas dos visiones de la filosofía, pero
sobre todo nos permitirán acercarnos, no de modo total ni similar en todos los casos, a la
forma en que se ejerce y se ha ejercido el proyecto de la modernidad.

Antes de tomar cada concepto es necesario aclarar su sentido práctico, desde la concepción
critica de la historia y la filosofía, un primer un elemento tomado por el pensamiento
decolonial y la filosofía latinoamericana es el hecho de llamar la atención sobre la realidad,
en este caso de los pueblos alternos, alejándose de toda la tradición idealista alemana y del
platonismo occidental. El segundo sentido práctico es el efecto directo sobre estas tres
dimensiones del sujeto y la sociedad.

Una idea fundamental para entender el pensamiento decolonial, por ejemplo, es la diferencia
entre descolonización y decolonialidad, la primera hace referencia a la colonización de los
territorios y la imposición de sus políticas y la segunda hace referencia a la colonialidad
mental o en un sentido más filosófico, la colonialidad de la consciencia, que no es otra que
la internalización y la naturalización de prácticas mentales y corporales que dan cuenta de
un lugar aceptado y una posición cultural que se aleja de lo propio, lo que trae como
consecuencia, la aceptación de un solo tipo de relato, el relato de la modernidad.

Cabe plantear que el movimiento decolonial no es igual a la filosofía latinoamericana, aunque


dialogan entre sí, el primero se define como lo que conocemos desde Habermas, una
comunidad argumentativa, que apela por la no violencia y la caracterización de la misma para
superarla, una confrontación entre lo real y lo verdadero como ideal regulador que se propone
identificar a su vez las patologías del sistema. Por otra parte, el movimiento decolonial se
cuestiona por lo propio1, entendiendo que no sólo existe una colonización territorial y
política, que entre otras cosas es mucho más fácil de identificar, sino que existe una
colonialidad de la consciencia que pone a Latinoamérica en un plano inferior y de
subordinación, siendo esto un punto de encuentro con la filosofía latinoamericana, la
búsqueda del reconocimiento de aquello que se sale del relato moderno.

1
Entiéndase por propio las particularidades del desarrollo cultural de América latina.

118
Dice Walsh en la introducción a la compilación de textos del movimiento
modernidad/decolonialidad: “Más que textos definitivos o terminados, los ensayos
representan reflexiones en una colectiva construcción; reflexiones que dialogan entre sí y con
un corpus definido de conceptos y autores preocupados por la problemática de la geopolítica

del conocimiento, es decir, por la relación entre conocimiento, modernidad y colonalidad.”


(Walsh, 2005. pág. 14) aspectos claves y sobre los que giran sus construcciones, sin embargo
y como movimiento “libre” y comunidad argumentativa los autores conservan diferencias
entre sí y no tienen una visión unificada en ciertos aspectos, sino que su base es la fuerza del
argumento en la construcción y reflexión sobre dichos aspectos del pensamiento decolonial.

Para ver un poco la diferencia entre las líneas de trabajo de los autores del movimiento
podemos tomar el siguiente fragmento; “En conversación grabada con Ramón Grosfoguel en
la Universidad Javeriana en noviembre de 2006 dice: “Mignolo llega de la semiótica y él
pone mucho énfasis en la parte epistemológica y la economía política queda muy periférica
en su trabajo. Quijano viene de otro lado y él pone más énfasis en los aspectos de la economía
política. Yo trato de hacer un balance ahí. Dussel empezó a usar el concepto de colonialidad
y lo usa muy periféricamente, porque él viene de la filosofía de la liberación y recientemente
escuché que Quijano está usando el concepto de interculturalidad, o sea ha habido mutuas
influencias, pero estos son los énfasis distintos” (ID P. 30)

Lo anterior nos sirve para ubicarnos en términos de los objetivos y diferencias del proyecto
decolonial y latinoamericano, sin embargo, y para efectos de la culminación de las ideas
centrales, es menester, introducirnos en el primer elemento mencionado, la consciencia,
entendiéndola ligada al cuerpo y el territorio, estos tres elementos en reciprocidad de
pensamiento y práctica, puestos en juego en la realidad de América latina ayudan a la
comprensión de la situación vivida. En contribución y a modo de critica a la concepción de
clase marxista algunos autores del movimiento decolonial plantean que la imposición y la
enajenación de la consciencia no sólo se da en el trabajo 1, sino que se han formado unas
figuras jerárquicas apoyadas en la naturalización de la superioridad de la razón y de
determinada forma corporal e ideológica; “Desde el enfoque que aquí llamamos ‘decolonial’,
el capitalismo global contemporáneo resignifica, en un formato posmoderno, las exclusiones
provocadas por las jerarquías epistémicas, espirituales, raciales/étnicas y de
género/sexualidad desplegadas por la modernidad”. (Castro, GD P. 14)

Un ejemplo es lo ocurrido durante la colonización de los españoles más precisamente con el


consejo de Toledo en 1449, donde se impuso el Estatuto de limpieza de sangre el cual
establecía una frontera entre “cristianos viejos” y judíos o árabes conversos. Estas divisiones
permitían que sólo cierta clase de personas accedieran a colegios mayores, órdenes militares
y monasterios en España. Para el ingreso a estas instituciones debían pasar por un riguroso
procedimiento llamado “prueba de sangre”. En muchas ocasiones consistía en la información

1
Vale la pena diferenciar el concepto de trabajo, del concepto de trabajo asalariado y a su vez del concepto de
trabajo enajenado o alienado, puesto que el trabajo ha sido fundamental en el desarrollo humano como en
cualquier especie para la obtención de energía, la diferencia radica, sin querer ser reduccionista, en la venta de
la fuerza de trabajo a cambio de un salario o la disposición de la fuerza de trabajo con desconocimiento o
asimilación de los intereses por los cuales es enajenado bajo condiciones precarias.

119
recolectada del individuo sobre sus antepasados y en otras bastaba observar si las venas se
veían a través de la piel y determinar si eran cristianos puros. Sólo las personas sin “defectos
de sangre” accederían a cierto estatus y reconocimiento sin ser perseguidas.

Frente al procedimiento anterior Castro – Gómez nos dice: “Se trató de una técnica utilizada
no por el imperio español, sino por los colonos, terratenientes y encomenderos criollos, es
decir, por aquel grupo que veía en el resguardo un atropello de sus intereses particulares (que
reñían con los imperiales), a fin de incrementar su poder en el espacio social” (Castro-Gómez,
2005. Pág. 6) esta investigación nos indica directamente, que tal división fue pensada y no
fortuita como muestra el relato moderno, es decir, la modernidad trajo consigo oscuridad, el
estatuto de limpieza de sangre también interiorizaba a los cristianos, judíos y árabes
conversos por sus antepasados, lo primeros y segundos fueron llamados cerdos y los terceros
moriscos que en algunos casos se asociaba con los marranos pues sin importar que fuesen
conversos tenían la impureza del marrano que les era prohibido comer. Elemento
contradictorio pero que nos enlaza a la marca de la modernidad en el cuerpo de los
colonizados y en el saqueo de las tierras además de la expropiación de la consciencia como
ya he nombrado anteriormente.

1. La consciencia.

Grosfoguel es claro al decirnos: “A diferencia de muchos teóricos de la modernidad, que sólo


ven en ella un proyecto emancipador, la inflexión decolonial llama la atención sobre su cara
menos visible (incluso oculta), que es la colonialidad. Si aquellos teóricos de la modernidad
consideran al colonialismo como una ‘desviación’ o un ‘momento’ superado de la
modernidad, para la inflexión decolonial la modernidad se encuentra indisolublemente
asociada a la historia del colonialismo y a la colonialidad; por ello es necesario clarificar que:
La colonialidad no es equivalente al colonialismo. No se deriva de la modernidad ni antecede
a ella. La colonialidad y la modernidad constituyen dos lados de una misma moneda”
(Grosfoguel, ID, 2006: 27. P. 17). En términos propios observamos, por ejemplo, que el
esclavismo fue clave para la modernidad, éste se dio de dos maneras, de modo directo a través
del sometimiento del cuerpo y dos a través del llamado pastoreo como resalta Castro –
Gómez.

Existen dos poderes, el soberano, que se dio por un estatus, la obtención de tierras y el poder
pastoral, que en el caso de América se dio por medio y en un primer momento, de la religión,
aspecto que Fanon por ejemplo, en su texto los condenados de la tierra resalta, y es el
aprovechamiento de la conciencia desdichada por parte de los poderosos para ofrecer una
esperanza que evite su levantamiento, además de la naturalización racial.

En la misma línea Sartre explica de manera muy clara la alienación religiosa como modo de
olvido de los problemas acaecidos por el devenir colonial, pero que a su vez se convierte en
un modo retributivo de mantener el poder, de la misma manera que sucede con el control
emocional del cuerpo por grados pequeños de libertad; “Todavía no. De otra manera sabrían
que ellos no pueden escoger: acumulan. Dos mundos, es decir, dos trances: se baila toda la
noche, al alba se apretujan en las iglesias para oír misa; día a día, la grieta se ensancha.
Nuestro enemigo traiciona a sus hermanos y se hace nuestro cómplice; sus hermanos hacen

120
lo mismo. La condición del indígena es una neurosis introducida y mantenida por el colono
entre los colonizados, con su consentimiento.” (Sartre, 1963. Pág. 11)

2. El cuerpo.

En lo que respecta al cuerpo, la modernidad ha sido causa de la cosificación del mismo, pero
además de eso, fue utilizado como el medio para dar un mensaje de terror en colonización de
América hasta nuestros días, un claro ejemplo es el desmembramiento en la plaza pública de
Túpac Amaru II como narra este relato anónimo: “Se le sacó a media plaza: allí le cortó la
lengua el verdugo, y despojado de los grillos y esposas, lo pusieron en el suelo: atáronle a las
manos y pies cuatro lazos, y asido éstos a la cincha de cuatro caballos, tiraban cuatro mestizos
a cuatro distintas partes: espectáculo que jamás se había visto en esta ciudad. No sé si porque
los caballos ni fuesen muy fuertes, o el indio en realidad fuese de fierro, no pudieron
absolutamente dividirlo, después de un largo rato lo tuvieron tironeando, de modo que le
tenían en el aire, en un estado que parecía una araña. Tanto que el Visitador, movido de
compasión, porque no padeciese más aquel infeliz despachó de la Compañía una orden,
mandando le cortase el verdugo la cabeza, como se ejecutó. Después se condujo el cuerpo
debajo de la horca, donde le sacaron los brazos y los pies... Este día concurrió un crecido
número de gente, de que entre tanto concurso no se veían indios, a los menos en el traje
mismo que ellos usan, y si hubo algunos, estarían disfrazados con capas ó ponchos. Suceden
algunas cosas que parece que el diabolo las trama y dispone, para confirmar á estos abusos,
agüero y supersticiones. Digolo porque, habiendo hecho un tiempo muy seco, y días muy
serenos, aquel amaneció tan toldado, que no se le vió la cara al sol, amenazando por todas
partes á llover; y á hora de las 12, en que estaban los caballos estirando al indio, se levantó
un fuerte refregón de viento, y tras este aguacero, que hizo que toda la gente, y aun las
guardias se retirasen á toda prisa. Esto ha sido causa de que los indios se hayan puesto á decir,
que el cielo y los elementos sintieron la muerte del Inca, que los españoles inhumanos é
impíos estaban matando con tanta crueldad. ...De este modo acab[ó] José Gabriel Túpac
Amaru [...]." Carlos Fuentes, El espejo enterrado (México, D.F.: Taurus, 1999), 306-07.

De la misma forma se da hoy por parte de grupos armados que responden a prácticas
colonialistas extranjeras e internas, queriendo expresar con esto último, la problemática del
destierro interno y el rompimiento territorial. Son muchas las masacres, solo por nombrar
unas, la de Trujillo, la del rio Naya, la de Orión etc. Donde fueron desmembrados cuerpos
para dar un mensaje de terror de la manera en que lo analiza Foucault en vigilar y castigar,
el nacimiento de la prisión, antes del siglo XX las penas en términos legales2 se ejecutaban
sobre el cuerpo, ahora, sobre la limitación de la libertad. “El principal de los castigos que se
infligen es el encierro en celda; porque "el aislamiento es el mejor medio de obrar sobre (301)
la moral de los niños; ahí es sobre todo donde la voz de la religión, aunque jamás haya
hablado a su corazón, recobra todo su poder emotivo. Toda la institución parapenal, que está
pensada para no ser la prisión, culmina en la celda, sobre cuyas paredes está escrito en letras
negras: "Dios os ve." (Foucault, 1971. Pág. 273) Sin embargo, y aunque la cárcel moderna
tiene por objetivo reformar al recluso, hay a quienes no se les aplica dichos correctivos sin

2
Digo en términos legales, pues a pesar que los derechos humanos y la constitución política defienden la vida
y prohíben la tortura, muchos de los casos quedan impunes, lo que evidencia sino una relación una
responsabilidad directa del estado sobre lo ocurrido y un desconocimiento por parte del mismo.

121
importar la violación a los derechos humanos cometida, pues son ellos los encargados de
aplicar los castigos directamente sobre el cuerpo de quienes no se encuentran dentro de la
escala colonialista del ser y que defiende su territorio.

Solo por nombrar un caso que pone de ejemplo las marcas que pasan directamente por los
cuerpos podemos ver lo ocurrido en el Salado. “Luego de tres meses de preparación, 450
paramilitares divididos en cuatro grupos bloquearon todas las entradas al caserío de El
Salado. Tras dos días de asesinatos selectivos, el 18 de febrero reunieron de nuevo a la
población en la plaza principal y -mientras tocaban gaitas, tamboras y acordeones, como en
una fiesta- asesinaron a 28 personas. A los sobrevivientes no les permitieron enterrar a sus
muertos. Mientras ocurría la masacre, las fuerzas del orden atendían un robo de ganado en
un municipio cercano y solo llegaron tres días después de los hechos. El pueblo quedó
desierto tras la matanza.” (El Tiempo, 2010)

De dicho caso se desprenden tres elementos, el terror anunciado y la preparación, el objetivo


era claro y la el terreno estaba despejado lo que significa por un lado el apoyo estatal y por
otro el dominio territorial, un segundo elemento es la insensibilidad por el otro, la
cosificación, deshumanización y por ende denigración del ser humano, la burla y la fiesta
que representada el triunfo, la recompensa, la conquista de la mejor forma del periodo
colonial o el imperialismo romano y el tercer elemento, el robo del cuerpo, la desconexión
total y el propósito de someter al resto a una vida sin duelo en el acto de prohibir hasta el
entierro de los cuerpos asesinados, esto significa que en el fondo de su proyecto de saqueo
se encuentra también el rompimiento cultural y la imposibilidad de sanar dicho dolor a través
del despido tradicional y la representación del cuerpo en ese último ritual.

La colonialidad que atraviesa los cuerpos no sólo en su dosificación por decirlo en términos
de Foucault es también un medio, de terror o de recepción de dolor, todo lo que se quiere
lograr sobre la dominación pasa en algún momento sobre el cuerpo, la perdida de principios
o de buena voluntad en el sentido kantiano se ve obstruida por un fin que no ve en el cuerpo
una masa sin otro, o un otro que a través del cual puede ser extendido el sufrimiento, la
deshonra y el menosprecio son las consecuencia de la modernidad sobre el individuo y en el
caso más directo el paso necesario a la violencia colonial.

3. Territorio.

La dominación a partir del goce o el terror, ya sea de la consciencia o el cuerpo y bajo el


análisis de la colonialidad ligada al colonialismo ha derivado históricamente en la
dominación territorial, sin querer decir con esto que este sea el fin último, pero sí, un aspecto
importante que ha determinado la modernidad por fuera de esa concepción emancipadora,
que lo es sólo para quienes enarbolan las banderas de la conquista.3

El sometimiento del cuerpo genera tal daño en la consciencia del otro que este apela por salir
de su territorio o quedarse bajo la desconfianza, entendemos territorio en su sentido amplio,
en su relación con las prácticas culturales, pero también con la tierra que se habita y se cultiva.

3
El termino conquista se comprende en el sentido de posesión por la fuerza de un elemento disputado o la
adhesión de ideas por el uso de la fuerza o la persuasión.

122
Si partimos de la idea de Marx en tanto que concibe la naturaleza, fuente de toda riqueza,
integradora social, nos encontramos frente al problema directo del despojo. “El trabajo no es
la fuente de toda riqueza. La naturaleza es la fuente de los valores de uso (¡que son los que
verdaderamente integran la riqueza material!), ni más ni menos que el trabajo, que no es más
que la manifestación de una fuerza natural, de la fuerza de trabajo del hombre. Esa frase se
encuentra en todos los silabarios y sólo es cierta si se sobreentiende que el trabajo se efectúa
con los correspondientes objetos y medios. ”(Marx. 1977, Pág. 7)

La discusión frente al trabajo no nos atañe, pero vale la pena rescatar la crítica de Marx a la
proveniencia material de la riqueza, en este caso, la riqueza del colonialismo obtenida
también por medio de la colonialidad, entender este punto es imprescindible en la medida
que uno de los objetivos principales de la modernidad es el despojo y la extracción
desenfrenada de recursos sin importar el daño mental o corporal producido, su lenguaje es
pragmático, comercial, eficientista y por ende racionalista en sentido económico4.

En consecuencia, “La colonialidad es uno de los elementos constitutivos y específicos del


patrón de poder mundial capitalista. Se funda en la imposición de una clasificación racial/
étnica de la población del mundo como piedra angular de dicho patrón de poder, y opera en
cada uno de los planos, ámbitos y dimensiones materiales y subjetivas, de la existencia
cotidiana y a escala social” (Quijano, 2015, Pág. 284). La clasificación aquí mencionada
también comprende dicha jerarquización al servicio de un orden económico que
principalmente se erige sobre ese poder y no en menor grado se extiende en los ámbitos
corporales impuestos e internalizados que alternamente se imponen a las ideas que conllevan
dicha colonialidad, entre estas, la creencia de una Europa o un EEUU civilizatorio, justifica
en nombre del progreso y la luz de la razón una cantidad exagerada de cuerpos, mentes y
territorios ultrajados en pos de la modernidad.

BIBLIOGRAFÍA

Bourdieu, Pierre. El sentido práctico. Buenos Aires. Siglo XXI Editores. 2007.

Castro-Gómez, Santiago. Cuerpos racializados, Para una genealogía de la colonialidad del


poder en Colombia, Bogotá, Pontificia Universidad Javeriana, Facultad de Ciencias Sociales.

Fanon, Franz. Los Condenados de la Tierra, México. Fondo de cultura económica. 1965.

Foucault, Michel. La Arqueología del Saber, México. Siglo XXI Editores. 1970.

Foucault, Michel. Vigilar y Castigar: Nacimiento de la prisión. México. Siglo XXI Editores.
1990.

4
El racionalismo económico apela por la ecuación costo beneficio, las vidas son el costo y la tierra el
beneficio, el ser humano se desvaloriza en razón de la valoración de las cosas en términos de Marx y el
beneficio de quienes lideran el proyecto colonial.

123
Fuentes, Carlos. El espejo enterrado, México. Taurus, 1999.

Marx, Karl. Crítica al programa de Gotha, Moscu. Editorial progreso. 1977.


Quijano, Anibal. Colonialidad del poder y clasificación social. En: Santiago Castro-Gómez
y Ramón Grosfoguel, (eds.). El giro decolonial, Reflexiones para una diversidad epistémica
más allá del capitalismo global. Bogotá: IESCO/Instituto, 2007.

Redacción El Tiempo, (24 noviembre 2010). Las masacres cometidas por las autodefensas
unidas de Colombia (AUC). El Tiempo. 2010.

Restrepo, Eduardo. Rojas, Axel. Inflexión Decolonial: Fuentes, conceptos y


cuestionamientos. Popayán, Universidad del Cauca. 2010.

Walsh, Catherine. Introducción (Re)pensamiento crítico y (De)colonialidad, Quito. p. p.


13-35. 2005.

124
Región, Revista del Centro de Estudios Regionales, Universidad del Valle, Universidad
Pedagógica y Tecnológica de Colombia/ No. 9 / enero - junio 2018

GUILLERMO DUQUE BOTERO, EL SACERDOTE HISTORIADOR DE


SALAMINA

Ángel María Ocampo Cardona


Historiador
Presidente
Academia Caldense de Historia

En el mes de julio de este año


se cumplen 105 años del
natalicio del Pbro. Guillermo
Duque Botero, sacerdote e
historiador salamineño cuyo
legado para los historiadores
caldenses es invaluable, toda
vez que le abrió amplios
caminos a la investigación del
pasado regional, mediante el
rescate documental de los
sucesos de la fundación de
Salamina, en los primeros años
del siglo XIX. Como quiera
que los sucesos de esta
fundación estuvieron
enmarcados en los conflictos
agrarios suscitados en las
primeras décadas del siglo
XIX con el trasfondo de la
colonización antioqueña y las
creaciones municipales del
norte y del oriente de Caldas,
el aporte historiográfico de
Duque Botero iluminó gran
parte de la historiografía
caldense, habida cuenta del rol
ejercido por Salamina en la
expansión paisa hacia toda la
región de los actuales
Departamentos de Caldas,
Quindío y Risaralda.


RECIBIDO: mayo 10/18 ACEPTADO: mayo 22/18

125
Nacimiento y Primera Infancia:

El sacerdote Guillermo Duque Botero nació en efecto, en esa población del norte caldense,
el 25 de julio de 1913. El siguiente es el texto de su registro de nacimiento:

“ARQUIDIÓCESIS DE MANIZALES - GOBIERNO ECLESIÁSTICO


PARROQUIA DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN DE SALAMINA - SALAMINA
CALDAS
PARTIDA DE BAUTISMO
CERTIFICO QUE EN EL LIBRO 0031 FOLIO 0924 Y NÚMERO 04954 SE
ENCUENTRA LA SIGUIENTE PARTIDA DE BAUTISMO
DUQUE BOTERO GUILLERMO
Fecha de Bautismo: VEINTISIETE DE JULIO DE MIL NOVECIENTOS TRECE.
Nombre: DUQUE BOTERO GUILLERMO
Fecha de Nacimiento: VEINTICINCO DE JULIO DE MIL NOVECIENTOS TRECE
Lugar de Nacimiento: Salamina Caldas
Hijo Legítimo de: LUIS EMILIO DUQUE Y SOFÍA BOTERO
Abuelos Paternos: JOSÉ DOMINGO DUQUE Y ROSALINA AGUDELO
Abuelos Maternos: RAMÓN BOTERO Y LUCÍA ARANGO
Padrinos: GODOFREDO BOTERO Y DELFINA VILLEGAS
Ministro: PBRO. JOSÉ MARÍA OSPINA, COADJUTOR
Da fe: PBRO. RAFAEL A. RAMÍREZ V.
NOTAS MARGINALES

OBSERVACIÓN ESPECIAL: Recibió la sagrada ordenación del Presbiterado, en el


Pontificio Colegio Pío Latino A. de Roma, el sábado 23 de diciembre de 1939. Doy fe: Pbro.
Carlos Isaza Mejía. Expedida en Salamina Caldas, a veinte de diciembre de dos mil dieciséis.
Doy fe: Pbro. Julián Andrés Garcés Londoño.1”

De modo que el nacimiento del sacerdote historiador ocurrió tres años después que en
Colombia se celebrara el primer centenario del Grito de Independencia. Así, su primera
infancia estuvo rodeada de ese ambiente característico de Salamina, en que las familias
distinguidas respiraban el orgullo de ser descendientes de fundadores y de próceres de la
independencia. De hecho, se hablaba con presunción, entre otras cosas, sobre la firma que
Francisco de Paula de Santander había estampado en el decreto de fundación de la ciudad.

En el año 1919, Guillermo Duque Botero era apenas un niño de seis años. Seguramente sus
padres ya lo estaban acercando a las aulas escolares. Y entonces lo podemos imaginar con su
perspicacia infantil, observando todo lo que sucedía a su alrededor, en una población que se
ufanaba de su pasado glorioso y que por tanto celebraba con pompa el primer centenario de
la Batalla de Boyacá. Quizás entonces, al contacto con los altavoces del Instituto Salamina,

1
PARTIDA DE BAUTISMO DEL PBRO. GUILLERMO DUQUE BOTERO, Parroquia de la Inmaculada
Concepción de Salamina Caldas, diciembre 20 de 2016.

126
el Colegio de La Presentación y las bandas marciales que desfilaban fastuosamente por la
calle principal, encabezando las lucidas procesiones escolares, el niño Duque Botero empezó
a sentir los aleteos de un extraño amor por las cosas idas y que se recordaban con orgullo
patrio. Desde aquella época sin duda, el niño y luego el joven, empezó a guardar curiosidades
históricas: libros, papeles, objetos que llamaron su atención. De ello nos percatamos cuando
conocimos, muchos años después, su extraordinaria biblioteca, el espacio central de su
residencia ubicada en la Carrera 8ª No. 3-50, donde el sacerdote conservaba no sólo millares
de libros de historia y literatura, sino también copias de documentos tomados de archivos
parroquiales, notariales, privados, y de diferentes entidades públicas de Salamina y de
Caldas, juiciosamente archivados, empastados y organizados de acuerdo a una lógica
historiográfica que él tenía bajo su control, con una especial memoria locativa que causaba
nuestra admiración. Pero además de libros, carpetas y voluminosos documentos foliados y
cubiertos con fino material para garantizar su pervivencia, se observaban en su biblioteca,
fotografías antiguas, cartas manuscritas de los fundadores y colonizadores, largas epístolas
recibidas de sus contertulios en diferentes regiones del país a quienes escribía solicitándoles
información para sus investigaciones y de manera especial, las firmas autógrafas y auténticas
de los más celebres protagonistas de la historia salamineña: Fermín López y Marco Aurelio
Arango, entre otros.

Los años de la Secundaria:

Entre 1924 y 1930 transcurrieron los años de la primera juventud del sacerdote, cursando sus
estudios secundarios en el Colegio de San Ignacio de Medellín y luego en el Instituto
Salamina. Fue la década que sucedió a la Primera Guerra Mundial y en la que se instituyó la
sociedad de Naciones como producto del acuerdo de las grandes potencias para repartirse el
territorio global y evitar que un conflicto de esa magnitud se volviese a repetir. El imperio
ruso se convirtió en la Unión Soviética que, con la ideología marxista de Lenin, fue la primera
nación del mundo gobernada por el “proletariado”. Estados Unidos proseguía su rápido
desarrollo económico que, sin embargo, se vio perturbado por la Gran Depresión de 1929.
Fue también la época de la expansión de las dictaduras en el sur de Europa: Mussolini en
Italia, Salazar en Portugal, Primo de Rivera en España y Alejandro I en Yugoeslavia. Y en
los países occidentales empieza una especie de resurgimiento cultural denominado
“rupturismo” o de los “años locos”, que incidió en la música (jazz, tango y charlestón) y en
la moda: primeras minifaldas, corte de cabello en las mujeres, a la garçon, (en francés: a lo
muchacho), amplios escotes y brazos expuestos al aire libre, así como cierto liberalismo
sexual promovido por los escritos de la antropóloga Margaret Mead entre otros y por la
influencia del psicoanálisis de Sigmund Freud. Se iniciaba también en las mujeres, la
costumbre de fumar tabaco en forma de cigarrillos, en sitios públicos.

En Colombia, la década del 20 correspondió al período de decadencia de la hegemonía


conservadora, que culminó con la llegada al poder del liberalismo en 1930. Es una etapa de
surgimiento de los movimientos sindicales, agrarios, políticos y sociales que se enfrentaron
a las anquilosadas estructuras ideológicas de la generación centenarista. Recuérdese no más
la masacre de las bananeras en 1928. Surgen los “Leopardos”, como una nueva derecha que
procura revitalizar al conservatismo en el poder, inspirada por cinco jóvenes conservadores,
entre quienes se destacaba el caldense Silvio Villegas. Ellos “optaron claramente por una

127
política agresiva, ultra católica, antidemocrática y admiradora explícita de Mussolini”2. Y
según lo explica Ricardo Arias Trujillo, a lo largo de estos años, en medio de los grandes
debates que amenazaban con trastocar el orden tradicional, los intelectuales católicos
emprendían una serie de iniciativas tendientes a fortalecer su identidad como colectivo, como
grupo organizado. Para ello redoblaron sus intervenciones en todo tipo de escenarios,
recurrieron a la prensa, convocaron congresos, fortalecieron su participación en la política,
multiplicaron los llamados a cerrar filas en nombre del catolicismo. En esta atmósfera
ideológica, Silvio Villegas renuncia en 1928 a la dirección del diario “La Patria” y asume la
dirección del diario “El Debate”, fundado por el arzobispo de Bogotá Bernardo Herrera. Era
un órgano periodístico que correspondía a la estrategia de la Iglesia para afianzar el
catolicismo en una sociedad que, como ya se ha dicho, daba muestras de una mayor
secularización y de estar expuesta, por consiguiente, a los “numerosos males de la
modernidad”. La iniciativa había llegado del Vaticano, bajo el pontificado de Pío XI (1922-
1939), con el objetivo de “tomar de la modernidad sus instrumentos con el fin de crear una
prensa católica, edificante, informativa o entretenida, que inmunice a sus lectores contra las
amenazas del ambiente”3. En este contexto, la obra de la prensa se definía como un
apostolado, al mismo nivel que las tareas comprometidas de Acción Católica.

Aquí podemos imaginar al joven Duque Botero, altamente influido por las ideas católicas de
su familia, en un ambiente levítico de provincia, alertado por los desvíos de ese mundo
seducido por la modernidad, al que había que enfrentar con la lucha por el incremento de las
vocaciones sacerdotales. Así podríamos explicar el ingreso del joven intelectual, a la carrera
sacerdotal, en una época propicia, no sólo por el ambiente descrito sino también por la
costumbre inveterada de las familias de aquella época, de promover la formación de los hijos
para el servicio del culto católico.

El Sacerdocio y la Investigación Histórica

Terminados sus estudios secundarios en el Instituto Nacional de Salamina, Guillermo Duque


Botero se orientó hacia la vida clerical. Inició sus estudios de formación sacerdotal en el
Seminario de Manizales, para culminarlos en la Universidad Gregoriana de Roma, en el año
1939. De regreso a su tierra, desempeñó variados cargos en el ramo educativo, en simultánea
con su ejercicio pastoral en diferentes posiciones que le fueron conferidas en virtud de su
inteligencia y capacidad ampliamente demostradas. La ordenación del sacerdote ocurrió en
Roma el 23 de diciembre de 1939 de manos de Monseñor Luigi Traglia. Se desempeñó como
Vicecanciller de 1943 a 1949. Fue Cooperador de Salamina de 1950 a 1953, Capellán de
Cristo Rey y de la Merced en Salamina. Profesor del Instituto Nacional de Salamina.
Capellán del Hospital Departamental de Manizales el 27 de noviembre de 1959. Capellán de
Cristo Rey en Salamina y Capellán del Asilo de la misma4.

2
ARIAS TRUJILLO, Ricardo, Los Leopardos: Una Historia Intelectual de los años 1920, Bogotá, Universidad
de los Andes, 2007, pág. xiv y ss.
3
Ibídem, pág. 232.
4
Datos tomados de la tarjeta biográfica del Pbro. Guillermo Duque Botero, en el Archivo Histórico del Palacio
Arzobispal de Manizales, noviembre de 2016.

128
Y así se fue haciendo también el historiador. Tras su consagración al sacerdocio, se doctoró
en Derecho Canónico en la Universidad Javeriana y fue admitido como Miembro
Correspondiente de la Academia Antioqueña de Historia. Alternando sus estudios
preparatorios para el sacerdocio, en el seminario de Manizales y en la Universidad
Gregoriana de Roma, con sus insaciables lecturas y pesquisas en los archivos de parroquias,
diócesis, arquidiócesis, colegios, seminarios y universidades, había ido construyendo un
inmenso repertorio que poco a poco fue organizando para dar a la luz pública una valiosa
serie de textos que se fueron constituyendo en la cantera fundamental para la historiografía
regional de Caldas y del país.

Haciendo gala de una infatigable disciplina investigativa, concibió desde muy temprano la
idea de establecer correspondencia epistolar con personalidades de Salamina y de Caldas,
que tuvieran cualquier grado de notabilidad y que, por estar ubicados en posiciones de relieve
social e intelectual en diferentes regiones del país, le podían aportar información personal,
oficial o de archivos, para reconstruir el pasado de su tierra natal. Era una época en que ni
siquiera en la imaginación estaba el internet o la comunicación celular. Entre las décadas del
50, 60 y el 70, la época de mayor productividad académica del sacerdote, no se tenía siquiera
la televisión en colores y menos la telefonía móvil ni los computadores. Las cartas eran
manuscritas o trazadas al tecleo de las primeras máquinas de escribir. La correspondencia era
enviada en sobres sellados que se entregaban en la oficina postal de la población y cuya
respuesta demoraba varios meses y en el mejor de los casos, semanas, cuando los
destinatarios se interesaban por dar respuesta ágil a las inquietudes del sacerdote
investigador. Preguntaba por el currículo académico y socio laboral de sus corresponsales,
por sus historias de vida, por datos familiares, por información sobre artistas, obras,
escritores, monumentos, escultores, constructores de templos, militares, sacerdotes, etc.
Permítaseme transcribir aquí una muestra de esas innumerables cartas en las que el sacerdote

129
investigador indagaba a sus amigos en poblaciones lejanas, sobre asuntos que eran de su
interés por las materias históricas a las cuales se dedicaba:

“Salamina, enero 27 de 1980


Carrera 8ª No. 3-50 (Salamina Caldas)
Señor Don.
Jorge Eliecer Zapata Bonilla
Supía Caldas

Muy estimado Señor: Dígnese recibir mi más cordial y atento saludo. Como quiera
que usted es muy versado en el conocimiento de esa histórica y noble ciudad de Supía,
me permito escribirle esta con el fin de preguntarle acerca de un notable ciudadano
inglés de nombre Guillermo Martin, quien residió en esa ciudad hasta fines del siglo
pasado y a comienzos del presente siglo, quien hizo los planos del templo parroquial
de esta ciudad, el que, por su estructura sin columnas, es al estilo de un “hall” inglés.
Es una joya notable de arquitectura. Pero desafortunadamente no se tienen mayores
datos acerca de su personalidad.

Por consiguiente, me atrevo a escribirle esta, porque usted pueda tener más datos
acerca de él. Se dice que era protestante, pero no se sabe con seguridad de ello.

A propósito de esta carta, me permito además solicitarle muy atentamente se digne


enviarme un número de la edición extraordinaria de “El Supieño”, con motivo de los
cuatrocientos años de la fundación de esa ilustre ciudad y seguir teniendo la
suscripción de tan importante publicación.

Como he venido padeciendo del ojo izquierdo, esta tiene muchos desperfectos, por lo
cual le ruego excusarme lo mal escrito de esta carta.

De usted, atento y seguro servidor,

Guillermo Duque Botero5”

Cuando recibía las respuestas a su interminable correspondencia venía otra faena: La mayoría
de las veces, a la luz de una vela o de una lámpara de aceite (porque aún era inexistente la
energía eléctrica), hasta altas horas de la noche, leer, analizar, clasificar, interpretar, archivar
y darle el uso correspondiente a la información recibida. Y de esa manera fueron apareciendo
sus enjundiosas obras: Aguadas, Alma y Cuerpo de la Ciudad (Editor, Colombia, 1964),
Apuntes para la Historia del Combate de la Esponsión de Manizales, Genealogías de las
Familias Salamineñas, Historia Eclesiástica e Instituciones de Salamina, Historia Militar de
Salamina, Semblanza del Señor Marco Aurelio Arango (Bedout, 1958) y Apuntes para la
Historia del Clero de Caldas (Bedout, 1957).

5
Carta del Pbro. Guillermo Duque Botero, al escritor Jorge Eliécer Zapata Bonilla, tomada del archivo personal
del escritor supieño.

130
El libro “Apuntes para la Historia del Clero de Caldas”, impreso por Bedout en 1957 lleva
prólogo del también sacerdote y escritor Adalberto Mesa Villegas. El prologuista reconoce
precisamente que la labor investigativa llevada a cabo para producir este texto, duró más de
trece años, escudriñando en numerosos sitios y fuentes, en un esfuerzo que refleja el amor a
la tierra nativa y que abre senderos en un terreno inexplorado por la historiografía nacional y
regional, puesto que para entonces no se había compuesto un diccionario biográfico de
sacerdotes evangelizadores del territorio colombiano, ni siquiera del ámbito regional de
Caldas.

Una característica fundamental de esta historia eclesiástica de Caldas es que incluye los
orígenes del quehacer de la iglesia católica, con raíces en Popayán, de la cual dependían los
territorios occidentales, y el Quindío, hasta el río Chinchiná. Abarca entonces dentro de su
contenido, los ancestros clericales de todo el suroccidente colombiano, incluyendo a
Antioquia, Tolima y toda la actual región del eje cafetero. Por eso, a propósito de esta obra,
Mesa Villegas aprovecha la oportunidad que le representa escribir su preámbulo, para
estampar la siguiente reflexión que al día de hoy sigue inquietando a los estudiosos de nuestra
historia regional:

“Cuando los criollos antioqueños, descendientes de españoles, repoblaron los


territorios de la “cultura de Caldas” aborigen, recomenzó una vida cultural con
características de la vida española ciertamente, pero con pobladores y con clero
colombianos ya, independientes de la Metrópoli. Por eso en Caldas las dos culturas
históricas, aborigen la una, caldense o hispánica la otra, no se tocan ni se confunden,
como en otros lugares de la patria; de donde ha resultado que, estrictamente hablando,
nunca surgió una cultura mestiza. Así se explica por qué la población antioqueña de
Caldas ha unificado el Departamento y le ha infundido su espíritu; porqué, además,
en lo eclesiástico, el clero ha sido predominantemente antioqueño. Con lo cual se ha
conseguido que esta provincia eclesiástica de Manizales, compuesta por regiones que
un día fueron marcas en lo político como en lo religioso, aparezca hoy como unidad
religiosa y política ejemplar”6.

En 1958 publicó la “Semblanza de Don Marco Aurelio Arango”7. Su orgullo de saberse


descendiente de este importante hombre público oriundo de Abejorral Antioquia, por la línea
de su abuela materna, doña Lucía Arango, lo motivó a escribir su biografía. En ella destaca
el papel cumplido por su tío abuelo, como parlamentario, periodista, escritor, Procurador
General del Estado de Antioquia, militar, y sobre todo su rol en el decreto de fundación del
municipio de Pensilvania, el Banco de Salamina, la Universidad y el Ferrocarril de Antioquia.

Por su parte, el primer tomo de la Historia de Salamina (Vida Municipal Siglos XIX y XX) se
imprimió en el mes de julio de 1974, en los talleres de la Editorial V. y Co. de Manizales,
dentro de la selección Biblioteca de Autores Caldenses, siendo Gobernador de Caldas, Oscar
Salazar Chaves, y Secretario de Educación el doctor Hernando Alzate López. En su prólogo,
el autor explica que dicha publicación estuvo motivada en primer lugar por la visita realizada

6
MESA VILLEGAS, Adalberto, Pbro., Prólogo al libro Apuntes para la Historia del Clero de Caldas, del Pbro.
Guillermo Duque Botero, Editorial Bedout, Medellín, 1957.
7
JARAMILLO R. Julio C. Pbro., Apuntaciones para la Historia de Abejorral, Edit. Vieco, Medellín, 1990.

131
a Salamina el día 14 de octubre de 1967, por el entonces presidente de la República Carlos
Lleras Restrepo, para instalar la Tercera Asamblea de Cabildos del Norte de Caldas, en la
cual se disertó sobre la transformación que se aspiraba a lograr en los municipios a través de
la reforma constitucional que consagraba un nuevo régimen municipal y departamental. Y,
en segundo lugar, por la divulgación en 1969 del documento “La Iglesia ante el Cambio”,
mediante el cual, el Episcopado colombiano, reclamaba a los sacerdotes “asumir una actitud
más franca y decidida para despertar la conciencia de la necesidad de distribuir las
inversiones y responsabilidades fiscales en los municipios”. En otras palabras, el historiador
asumía la publicación de su obra, como una contribución al proceso de creación de identidad
y de sentido de pertenencia en los pobladores, con respecto a sus inmensas posibilidades de
desarrollo, contrarrestando el agudo centralismo político y administrativo que se vivía en el
país.

Este primer tomo de la historia salamineña cubre desde la primera etapa que se inicia en el
año 1800 con la Capitulación de Tierras, pasando por la etapa de la exploración en 1817, la
toma de posesión en 1824 y el decreto de fundación en 1825. Incluye también las semblanzas
de los fundadores Nicolás y Antonio Gómez, Francisco Velásquez, Juan José Ospina, Fermín
López, Juan de Dios Aranzazu, Francisco Marulanda Londoño, José Ignacio Gutiérrez
Arango, Henrique Umaña y Francisco de Paula Santander, mencionando también a las
mujeres fundadoras Ana Josefa García Mejía (esposa de Nicolás Gómez), Trinidad Álvarez
Meza (esposa de Antonio Gómez), Michaela Laurencia Delgado López (esposa de Juan José
Ospina), Manuela Villa (esposa de Carlos Olguín) y Ana Joaquina Hurtado (esposa de
Fermín López).

El segundo tomo de la Historia de Salamina (Vida Cultural Siglos XIX y XX), fue dado a
conocer en 1976 por la Editorial Kelly de Bogotá y en él se incluyen las reseñas biográficas
y bibliográficas de los intelectuales salamineños de los siglo XIX y XX: Estadistas,
Abogados no salamineños que ejercieron en la ciudad, abogados salamineños, sacerdotes
jesuitas, agustinos, terciarios capuchinos, precursores de la enseñanza en Salamina,
Institutores desde 1832 hasta 1975, médicos y militares avecindados en Salamina y
salamineños. También incluye en este tomo un estudio pormenorizado de la historia de las
bellas letras: Las tertulias literarias de finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX, la
imprenta, el periodismo salamineño, los juegos florales y concursos literarios, el teatro, las
bibliotecas, el club, los poetas, los humanistas, polígrafos, oradores, estilistas, escritores,
profesionales de la filosofía y el periodismo, los ingenieros, los servidores públicos en
Salamina, y otros notables representantes de diversos oficios.

El Discípulo de la Historiografía Científica:

Como premio a esa consagración, le fueron llegando al sacerdote Duque Botero, importantes
reconocimientos: Ingreso a la Academia Antioqueña de Historia, a la Academia
Costarricense de Ciencias Genealógicas, al Instituto Genealógico Brasilero, a la Academia
Colombiana de Historia Eclesiástica y a los Centros de Historia de Manizales y de Sonsón.

En su prolífica obra historiográfica que como ya lo hemos dicho, tuvo como centro de interés
al municipio de Salamina, su tierra nativa, el Pbro. Duque Botero cultivó los principios de la
historiografía científica que se desarrolló en Colombia en las primeras décadas del siglo XX,
132
pero que había surgido en el mundo occidental desde la segunda mitad del siglo XIX,
inspirada por el alemán Leopoldo von Ranke (1795-1886), autor de las obras Monumenta
Germaniae Historica, La Historia de los Papas, Alemania en tiempos de la Reforma,
Historia de Inglaterra en los siglos XVI y XVII, Historia de Francia, Pueblos y Estados.

Se trataba de una escuela historiográfica gestada con la influencia del espíritu cientificista de
la época, como una crítica contra la historiografía narrativa y romántica, de la cual se decía
tener un “carácter emotivo, subjetivo, acontecimental, narrativo y heroico” 8. En otras
palabras, era una reacción contra el estilo de trabajo de los historiadores románticos del siglo
XIX, que se habían interesado por exaltar el sentimiento nacional y supra valorar la emoción
patriótica para fortalecer los Estados Nacionales, basados en el principio romántico según el
cual “la historia es vida y debe emocionar”; la historia debe ser “la resurrección del pasado”,
y debe presentar objetivamente lo acaecido, utilizando una narración que impacte por su
viveza y emotividad. Para los románticos, la historia era una narración minuciosa y viva que
acercaba al lector al suceso relatado y expresaba la fuerza espiritual propia de la Nación.

Los historiadores científicos, entre quienes se destacaron en Colombia Horacio Rodríguez


Plata, José Joaquín Casas, Eduardo Posada, Pedro María Ibáñez, Guillermo y Gregorio
Hernández de Alba, Indalecio Liévano Aguirre, Roberto Cortázar Toledo y Guillermo Duque
Botero, consideraron que, para llegar al plano de la seriedad científica con las demás ciencias
humanas y naturales, la historia tiene que encontrar los métodos científicos rigurosos y la
interpretación objetiva y subjetiva verídica, contra todo tipo de emotividad romántica. De
este modo, se consideró importante el manejo de las fuentes documentales, la crítica interna
y externa de los documentos, la aplicación oportuna de las ciencias auxiliares de la Historia,
entre ellas la paleografía, la arqueología, la genealogía, la heráldica, la numismática, la
diplomática, la epigrafía, la sigilografía y la geografía. Fueron contemporáneos de esta
escuela de la historiografía colombiana, una serie de personalidades disímiles en cuanto a
ideologías políticas y religiosas, pero unidas por el mismo entusiasmo frente al estudio del
pasado y por sus unificadas preferencias metodológicas para abordar sus objetos de estudio.
Entre ellos cabe mencionar a José Ignacio Perdomo Escobar, Alberto Lee López, Oswaldo
Díaz Díaz, Gabriel Giraldo Jaramillo, José María de Mier, Alberto Miramón, Roberto María
Tisnés, Joaquín Piñeros Corpas, Jaime Durán Pombo, Luis Duque Gómez y Pilar Moreno de
Ángel.

La corriente historiográfica en que se formó el académico Duque Botero, reflejó su pasión


por las fuentes documentales primarias; por la localización de dichas fuentes en los archivos
oficiales, eclesiásticos y privados. Este enfoque historiográfico señaló que la misión del
historiador consiste en ir desentrañando las grandes tendencias de los siglos y en desarrollar
la gran historia de la humanidad, que no es sino el complejo de estas diversas tendencias. Se
planteaba que el historiador debe investigar lo que realmente sucedió en el pasado, y en sus
escritos, mostrarlo tal como fue y como lo presentan las fuentes documentales directas y con
una hermenéutica o interpretación imparcial. Se debía tener en cuenta que cada época refleja
sus propios rasgos o características y su espíritu o episteme. El historiador, por lo tanto, no

8
OCAMPO LÓPEZ, Javier, “Horacio Rodríguez Plata y la Historiografía Científica en Colombia”, Boletín de
Historia y Antigüedades”, Vol. CII, No. 860, enero-junio de 2015, Academia Colombiana de Historia, pp. 252
y ss.

133
puede manipular los hechos con parcialidad política, religiosa, familiar, social, etc., pues
debe respetar siempre “la verdad histórica”.

Esta escuela historiográfica influyó decisivamente en Colombia y en Hispanoamérica, donde


dio en llamarse “historiografía académica”, inspirando el surgimiento de las academias de
historia en las primeras décadas del siglo XX: La Academia Colombiana de Historia, fundada
en 1902; la Academia Antioqueña de Historia, fundada en 1903; la Academia Boyacense de
Historia, fundada en 1905, y posteriormente otras academias y centros de historia en el país.
Se puso en apogeo la idea de indagar por las fuentes documentales primarias de la historia y
divulgarlos a través de colecciones, para que los trabajadores de la historia pudieran labrar
sus trabajos, basados en canteras verídicas y objetivas.

Era una postura coherente con el interés de desarrollar la importancia de la “microhistoria”,


con el estudio del pasado de las diferentes localidades y regiones, como lo hizo Rodríguez
Plata, con su natal Socorro en Santander y Duque Botero con su natal Salamina en el norte
de Caldas. De hecho, hemos encontrado importantes concomitancias entre el quehacer
historiográfico de Rodríguez Plata en Santander y su coetáneo Guillermo Duque Botero en
Caldas. Ambos se dedicaron a historiar la vida de grandes personajes. El santandereano lo
hizo con Francisco de Paula Santander, la heroína Antonia Santos, Andrés María Rosillo y
Meruelo, José María Obando, el arzobispo Manuel José Mosquera, Manuel Plata Azuero,
Miguel de Santiestevan y otros. El caldense lo hizo con Marco Aurelio Arango, Fermín
López y toda la nómina de sacerdotes del clero del Gran Caldas, que gestaron el desarrollo
de la iglesia católica en lo que actualmente es Antioquia, Caldas, Quindío, Risaralda y parte
del Tolima, desde la época misma de la conquista y la colonia, hasta las primeras décadas del
siglo XX.

La obra intelectual del sacerdote Duque Botero fue muy elogiada por los humanistas
colombianos. En particular conocemos un concepto emitido por Otto Morales Benítez, acerca
de su obra, a propósito de un homenaje que se le rindió en Salamina:

“(…) al historiador Guillermo Duque Botero, revestido de la doble calidad de


presbítero e historiador. Es decir, en ambos casos, guiador de almas. En unas, en
devociones a la patria. En otras, en oblaciones hacia Dios. El caso de Duque Botero
es ejemplar y hay que exaltarlo. Desde Salamina –la cual he llamado “La Salamanca
de Caldas”-, ha escrito una obra excepcional. De suerte que él va desterrando el
prejuicio de que la provincia imposibilita toda tarea creadora. Esta, en cualquier
medio, depende del trabajo. En la historia, de la investigación, de la paciencia, del
denuedo para buscar los datos, consignarlos e interpretarlos”9.

La Revisión de la Obra de Duque Botero

La Historia de Salamina escrita por el sacerdote Guillermo Duque Botero es considerada


como uno de los mejores textos sobre el tema, por la cantidad de documentos que aporta para
interpretar la historia local y que según el historiador Albeiro Valencia Llano “permiten darle

9
Tomado de OCAMPO CARDONA, Ángel María, Jorge Eliécer Zapata Bonilla: Bastión de la Identidad
Caldense, Editorial Manigraf, Manizales, 2017.

134
validez a la tradición oral expuesta por los primeros cronistas que se interesaron en el
asunto”10. Sin embargo hoy, quienes se han dedicado a profundizar en el tema de la
colonización antioqueña y en los conflictos que en su contexto dieron lugar a la fundación de
Salamina, afirman que la ortodoxia del sacerdote Duque Botero al inspirarse en el lema
propio de la historiografía científica, “Que hablen los documentos, puesto que así se hace la
historia”, lo llevó a incurrir en imprecisiones de fondo, pues negaba la tradición oral según
la cual, la población había sido fundada inicialmente en el sitio de Sabanalarga, más al sur
del Río Pozo y luego trasladada al sitio de Encimadas, más al norte de la citada corriente
fluvial11.

En efecto, quienes escribieron sobre la fundación de Salamina, antes del historiador Duque
Botero, a saber Manuel Uribe Ángel en Geografía General y Compendio Histórico del
Estado de Antioquia en Colombia, Emilio Robledo Correa en Geografía Médica y
Nosológica del Departamento de Caldas, y Juan Bautista López, en Salamina: De su Historia
y de sus Costumbres, no tuvieron el privilegio de contar con los documentos escritos que
fueron tomados posteriormente por el sacerdote historiador, de sus fuentes primarias, pero se
apoyaron en una tradición oral de la región, según la cual, la primera fundación de Salamina
en el sitio de Sabanalarga había sido una estrategia del latifundista Juan de Dios Aranzazu
para extender sus dominios territoriales en contravía de los intereses de los colonos
antioqueños que de hecho habían establecido su colonia agraria en el sitio de 12

las Encimadas, más al norte del Río Pozo. Y la traslación posterior del poblado inicial al sitio
de Encimadas, había sido el resultado de circunstancias reales que tenían que ver con la
insostenibilidad de la primera fundación en Sabanalarga.

El historiador Duque Botero, exaltando la importancia de los documentos por él rescatados


de los archivos del siglo XIX, y desconociendo la validez de la tradición oral, llegó a afirmar
que Sabanalarga y Encimadas, correspondían a dos denominaciones de un mismo lugar, con
lo cual se negaba el hecho de las dos fundaciones de la ciudad. Y lo que era más
trascendental, con este desconocimiento de la tradición oral se estaba contribuyendo al
fortalecimiento de una visión histórica que privilegiaba a personalidades tales como Juan de
Dios Aranzazu, Francisco de Paula Santander y Henrique Umaña, quienes, a juicio del
historiador, eran los verdaderos héroes de esa fundación. En la actualidad, se reconoce que
esa tradición oral avasallada, tenía fundamento histórico. En el complejo litigio entre la
familia Aranzazu y los colonos antioqueños, por la posesión de las tierras del norte caldense,
son éstos últimos quienes deben ser reconocidos como los verdaderos fundadores.

Este reconocimiento no invalida la grandeza de un sacerdote historiador que contribuyó de


manera enorme a dilucidar esa compleja historia de las fundaciones de los actuales
municipios del norte y del oriente caldense.

10
VALENCIA LLANO, Albeiro, Prólogo al libro La Fundación de Salamina, Caldas: Escenario y Crónica de
un Conflicto de Tierras, de Jorge Enrique Esguerra Leongomez, Fusión Comunicación Gráfica S.A.S.,
Manizales, 2017.
11
ESGUERRA LEÓNGOMEZ, Jorge Enrique, La Fundación de Salamina, Caldas: Escenario y Crónica de
un Conflicto de Tierras, Fusión Comunicación Gráfica S.A.S., Manizales, 2017.

135
El fallecimiento del sacerdote historiador y la ingratitud de un pueblo

El pasado mes de abril, se cumplieron 29 años del infausto fallecimiento del sacerdote
historiador Guillermo Duque Botero, acaecido en Salamina el 21 de abril de 1989, a las 8 de
la mañana, víctima de un infarto cardiaco, certificado por el médico Dr. Francisco Luis
Gómez Pareja. Estaba próximo a cumplir los 76 años de edad.

Su desaparición física no nos duele tanto ahora, con la perspectiva del tiempo, porque
sabemos que, como siervo de Dios, está en una de las mejores moradas que Jesús le preparó
al lado de Su Padre (Juan 14,2). Lo que sí nos duele es la ingratitud irreparable de un pueblo
que lo vio nacer, crecer y luchar contra todos los imposibles, por la inmortalidad de su
historia, y que sin embargo se negó a preservar, en su escenario natural, su invaluable legado.
En la inmensa biblioteca del sacerdote historiador, se conservó durante su existencia, el más
preciado tesoro de la literatura y la historiografía regional de Caldas. La colección más
completa que se hubiera conocido de obras de autores caldenses y antioqueños; colecciones
completas de revistas y publicaciones de academias colombianas y extranjeras; obras de arte,
esculturas, cuadros, partituras, óleos de artistas y millares de libros escritos por historiadores,
poetas, novelistas, cuentistas y ensayistas de Caldas y de Colombia. Todo este legado salió,
después del fallecimiento del sacerdote, de su escenario natural, la culta ciudad de Salamina,
pese a que destacados historiadores e intelectuales de Caldas, entre quienes se puede
mencionar a Monseñor Horacio Gómez Orozco, los académicos Albeiro Valencia Llano y
Carlos Arboleda González entre otros, lucharon en vano para que esta valiosa biblioteca fuera
adquirida por el municipio o por el Departamento, para uso y beneficio de los caldenses. Hoy,
esa biblioteca está ubicada en la ciudad de Bogotá, bajo la tutela de los herederos del
sacerdote Duque Botero. Es una verdadera lástima, porque en esa ubicación, no se facilita su
uso oportuno a los estudiantes y ciudadanos en general, de la región caldense.

BIBLIOGRAFÍA

Arias Trujillo, Ricardo, “Los Leopardos: Una Historia Intelectual de los años 1920”, Bogotá,
Universidad de los Andes, 2007, pág. xiv y ss.

Archivo Histórico Del Palacio Arzobispal De Manizales, Tarjeta biográfica del Pbro.
Guillermo Duque Botero, noviembre de 2016.

Carta del Pbro. Guillermo Duque Botero, al escritor Jorge Eliécer Zapata Bonilla, tomada del
archivo personal del escritor supieño.

Duque Botero, Guillermo, Pbro. “Apuntes para la Historia del Clero de Caldas”, Editorial
Bedout, Medellín, 1957.

Duque Botero, Guillermo, “Historia de Salamina”, Tomo I. Vida Municipal, siglos XIX y
XX, Edit. V. y Co., Manizales, 1974.

Duque Botero, Guillermo, “Historia de Salamina”, Tomo II. Vida Cultural, Siglos XIX y
XX, Editorial Kelly, Bogotá, 1976.

136
Esguerra Leóngomez, Jorge Enrique, La Fundación de Salamina, Caldas: Escenario y
Crónica de un Conflicto de Tierras”, Fusión Comunicación Gráfica S.A.S., Manizales, 2017.

Jaramillo R., Julio C., Pbro., “Apuntaciones para la Historia de Abejorral”, Editorial Vieco e
Hijas, Medellín, 1990.

Mesa Villegas, Adalberto, Pbro., Prólogo al libro “Apuntes para la Historia del Clero de
Caldas”, del Pbro. Guillermo Duque Botero, Editorial Bedout, Medellín, 1957.

Ocampo Cardona, Ángel María, “Jorge Eliécer Zapata Bonilla: Bastión de la Identidad
Caldense”, Editorial Manigraf, Manizales, 2017

Ocampo López, Javier, “Horacio Rodríguez Plata y la Historiografía Científica en


Colombia”, Boletín de Historia y Antigüedades”, Vol. CII, No. 860, enero-junio de 2015,
Academia Colombiana de Historia, pp. 252 y ss.

Partida De Bautismo Del Pbro. Guillermo Duque Botero, Parroquia de la Inmaculada


Concepción de Salamina Caldas, diciembre 20 de 2016.

Valencia Llano, Albeiro, Prólogo al libro “La Fundación de Salamina, Caldas: Escenario y
Crónica de un Conflicto de Tierras”, de Jorge Enrique Esguerra Leongomez, Fusión
Comunicación Gráfica S.A.S., Manizales, 2017.

137
SESIÓN ESTUDIANTIL

138
Región, Revista del Centro de Estudios Regionales, Universidad del Valle, Universidad
Pedagógica y Tecnológica de Colombia/ No. 9 / enero - junio 2018

DEL DISCURSO A LA RESISTENCIA: EL ESCLAVO EN BUGA 1770- 1800

Héctor Fabio Gómez


Estudiante de Licenciatura en Historia
Universidad del Valle

Resumen

A partir del análisis de diversas fuentes documentales tales como los expedientes sucesorios
y judiciales pertenecientes al siglo XVIII, en la ciudad de Buga, se expone la legitimación
de la esclavitud sustentada a partir de un constructo discursivo cuyos dos elementos más
significativos eran: la significación de rentabilidad implícita en el esclavo, lo cual
garantizaría la institucionalización de la esclavitud en tanto medida de soporte a las
necesidades económicas del territorio, y por otro lado, el lugar de correspondencia natural en
el cual se inscribía el esclavo con antelación de acuerdo al imaginario que sobre la esclavitud
se había establecido socialmente. Pero, además, es interesante observar que frente a ese
mismo discurso el esclavo usó formas de defensa muy particulares que podrían ser tomados
en cuenta como parte de los diversos mecanismos de resistencia ante su situación como
subordinados de un orden social, esto con el fin de enriquecer los estudios sobre el papel del
esclavo como sujetos menos pasivos frente a su condición.

Palabras clave: esclavitud, discurso, servidumbre, significación económica, resistencia.

Abstract

From the analysis of diverse documentary sources such as the inheritance and judicial files
belonging to the XVIII century, in the city of Buga, the legitimation of the slavery sustained
from a discursive construct is exposed whose two most significant elements were: the
significance of implicit profitability in the slave, which would guarantee the
institutionalization of slavery as a measure of support for the economic needs of the territory,
and on the other hand, the place of natural correspondence in which the slave was registered
in advance according to the imaginary that about slavery had been socially established. But
in addition, it is interesting to note that in front of that same discourse the slave used very
particular forms of defense that could be taken into account as part of the various mechanisms
of resistance to their situation as subordinates of a social order, this in order to enrich the
studies on the role of the slave as less passive subjects in front of their condition.

Keywords: slavery, discourse, servitude, economic significance, resistance.


RECIBIDO: abril 14/18 ACEPTADO: mayo 27/18

139
Introducción

Diversos estudios alrededor de la esclavitud durante el periodo colonial en la América


hispana, la han expuesto como un sistema socio-económico que se rigió bajo una serie de
medidas jurídicas que buscaban reglamentarla1, entre ellas, la real cédula de 1789. En
relación a esto, la utilización de mano de obra esclava y su consecuente sujeción se justificaba
discursivamente garantizando así el carácter normativo desde el cual se estructuraba,
llevándole a su consentimiento social2.

Por lo que el propósito de este trabajo es, analizar la sustentación de la esclavitud a partir de
elementos discursivos de legitimación tomando como objeto de estudio el esclavo en Buga,
reseñando que el sujeto abordado en lo que se ha escrito de la historia de la ciudad, se
mantiene invisibilizado, así mismo, no solo es perentorio estudiarlo en su condición de
esclavo sino, además, trascenderlo como agente activo y constructor de su propia historia.
Ahora bien, Buga a partir de su periodo colonial contiene en su historia la marca de un
sistema como la esclavitud, la cual tendrá mucho que decir al investigador, el reto se da en
el sentido de valorar las fuentes que brinden la información sobre el esclavo y dar cuenta de
su función dentro de la historia colonial de la ciudad, tan necesario para ampliar el horizonte
de conocimiento sobre realidades históricas que se mantienen sin explorar y que para el caso
de la región fueron clave para la conformación de su sociedad.

La esclavitud como tema de estudio: matizar en su análisis

Un panorama historiográfico apropiado permitiría dilucidar el avance que se ha dado frente


a la temática3, para enriquecer con nuevos estudios y matizar en diversos aspectos, para ello,
la historia local y regional como formas de hacer Historia han permitido trascender sobre
temas como la esclavitud y su proceso diferenciado en los territorios americanos, puesto que,
ponen de presente las variables sociales, económicas y políticas que integran y se desarrollan
como procesos particulares al entorno espacio-temporal de cada lugar con sus propios ritmos,
cambios y continuidades, llevando a comprender realidades que de manera general sería
difícil captarlos y analizarlos.

Si se plantea que, la utilización de mano de obra esclava y su consecuente sujeción se


justificaba discursivamente garantizando así el carácter normativo desde el cual se
estructuraba, entonces, la legitimación de la esclavitud se sustentaba en dos elementos
propuestos: la significación de rentabilidad implícita en el esclavo, lo cual garantizó la
institucionalización de la esclavitud en tanto medida de soporte a las necesidades económicas

1
GALLEGO, José Andrés. La esclavitud en la América española. Encuentro. Madrid.2005.
2
KLEIN, Herbert S. La esclavitud africana en América Latina y el Caribe. Alianza. Madrid. 1986.
3
Trabajos como: El problema de la esclavitud en la cultura de occidente de Davis, D. B, o “Sobre prejuicios,
dependencia e integración. El liberto en la sociedad colonial de Santiago de Cuba de Belmonte; Germán
Colmenares con Historia económica y social de Colombia 1537-171, también, Hermes Tovar; De una chispa
se forma una hoguera: Esclavitud, insubordinación y liberación; Marcela Echeverri. con su trabajo Conflicto
y hegemonía en el suroccidente de la Nueva Granada, 1780-1800; Alonso Valencia Llano cuyo trabajo:
afrodescendientes en el Valle del Cauca entre otros, hacen parte de la temática.

140
del territorio4. Por otro lado, el lugar de correspondencia natural en el cual se inscribía el
esclavo con antelación, de acuerdo al imaginario que sobre la esclavitud se había establecido
socialmente5 bastaría recordar el discurso aristotélico basado en la idea de inferioridad
natural del esclavo que influirá posteriormente en la escolástica cristiana6.

Las anteriores consideraciones se han tomado como punto de partida para profundizar en los
estudios alrededor de la esclavitud situados en la jurisdicción de Buga que integraba la
gobernación de Popayán en el periodo colonial. En primera instancia, la significación de
rentabilidad implícita en el esclavo, supondría la sistematización de la esclavitud como
medida de explotación económica de la región7. Aquí cabria señalar lo rentable que fue la
utilización de esclavos en la región, los lugares que dentro de ella se dio y qué características
sociales, políticas y económicas posibilitaron su uso. En segundo lugar, Los estudios sobre
la esclavitud en la historiografía regional se han apoyado en fuentes documentales como los
archivos judiciales entre otros, que ha logrado enriquecer el debate en torno a ella,
contribuyendo paulatinamente a nuevas comprensiones que muestran al esclavo como actor
activo dentro de una dinámica social colonial, avanzando más allá de la idea de ver un esclavo
sumiso ante su estado de esclavitud.

En relación con lo anterior, algunas fuentes testamentarias y judiciales de la ciudad de Buga


presentan en sus registros acciones realizadas por esclavos que se encaminan hacia el análisis
de las formas de resistencia que nutren el debate sobre un esclavo menos pasivo que en alguna
medida ejercieron diversos tipos de resistencia ante el sistema que los sometía, los cuales se
pueden referenciar en los documentos escritos dentro de la región.

Breve descripción del contexto regional y local donde se desarrolla el tema

Es pertinente exponer brevemente algunas características de la gobernación de Popayán, su


configuración como región y algunos aspectos sobre el desarrollo de la esclavitud en el lugar
para luego hacer énfasis en la jurisdicción de Buga, de la cual hace parte, puesto que algunos
registros documentales que son custodiados por el archivo histórico de la ciudad serán
tomados como fuente de análisis, específicamente los archivos judiciales y testamentarios
cuya temporalidad se establece entre 1750 y 1800, de tal manera que, por el periodo se nos
presentan como tela de fondo las reformas borbónicas, a partir de las normativas referentes
a la esclavitud, que se comprenden por las tensiones que estas generaron entre la corona y
los esclavistas y los discursos socioeconómicos que emergieron alrededor de estas disputas
asociados a la economía de la región, pero además, los espacios que los esclavos encontraron
de negociación o de accionar jurídicamente.

4
PRECIADO, Jorge Palacios. Nueva Historia de Colombia Vol. 1 La esclavitud y la sociedad esclavista Planeta
Colombiana. Editorial S.A, 1989.
5
MONTAÑEZ, Catalina Ariza. Los objetos con alma: legitimidad de la esclavitud en el discurso de Aristóteles
y Alonso de Sandoval. Una aproximación desde la construcción del cuerpo. Fronteras de la Historia, N° 10.
2005.
6
GARCÍA AÑOVEROS, Jesús María. Luis de Molina y la esclavitud de los negros africanos en el siglo XVI,
Revista de Indias. Vol. 60. No 219. 2000.
7
COLMENARES, Germán Historia económica y social de Colombia 1537-1719. Tercer Mundo. Bogotá. 1983.

141
Tanto Germán Colmenares como Martha Herrera nos ilustran la diversidad y los contrastes
característicos de la región en términos no solo geográficos, sino, además, sociales y
económicos8. Sin embargo, se presenta en consideración como algunos elementos le brindan
cierta cohesión a la región, por ejemplo, el ordenamiento económico y social prehispánico
como bases para las actividades comerciales que se consolidaran en la colonia, como raíces
de una ruta que anterior a la conquista ya se encontraba integrando redes de comercio en la
zona9 Seguidamente, la inclinación a la explotación aurífera que junto al origen y
consolidación de la hacienda va a ser clave en los procesos económicos que se desarrollarán
en la región atendiendo sus diferencias, ritmos y variabilidades en el tiempo y espacio
constitutivos de la región. Apoyados en Zamira Díaz:

La producción minera no solo se reducía a la extracción del metal; implicó también todo un
sistema que enlazaba las demás actividades económicas entre Popayán y los distritos
mineros, y cómo se constituyeron en los ejes de los circuitos económicos; establecían el
verdadero engranaje entre la economía minera y la producción agrícola y ganadera10

Se podría plantear, desde luego que, la encomienda, la hacienda, la minería, y el comercio


fueron la base articulada de la existencia material de la región

Retomando a Germán Colmenares, la producción minera fomentó, la formación de estancias


agropecuarias, en el transcurso del siglo XVIII, encaminadas al abastecimiento de alimentos
para sostenimiento de las cuadrillas de esclavos negros que trabajaban en las minas del
Pacífico y Chocó, estas por subsiguiente configuraran las haciendas “como unidades
productivas más racionales y basadas en el trabajo esclavo” 11 estableciéndose en ese sentido
el circuito Hacienda-Mina que dinamizó la capacidad económica de algunas familias
prestantes de la región, pero como se ha sugerido, este panorama económico debe tomarse
de forma matizada en correspondencia con las lógicas propias de cada subregión, los
desarrollos temporales que en el caso de las haciendas de Popayán se habían originado
anteriormente a las haciendas del Valle, así mismo, la tenencia de tierra; en el caso de la
jurisdicción de Buga, la extensión de las propiedades que variaban desde los grandes
latifundios hasta las propiedades menores, las formas de trabajo asociadas a estas, donde se
integran las economías campesinas y la particularidad de sus actividades productivas.

Ahora bien, Colmenares, sugiere que entre los siglos XVI y el siglo XIX, por Cartagena se
introdujeron una cantidad de africanos ( cifras que han sido estimadas en aproximaciones
aun debatidas), de los cuales alrededor de la mitad descendió por el río Atrato hasta los
puertos de Buenaventura y Tumaco, o por el río Magdalena y el Cauca hasta Cartago, con el
fin de conformar las cuadrillas de esclavos que se requería en la región con yacimientos
auríferos en Barbacoas en el sur, el Raposo con su puerto de Buenaventura, y más al norte,

8
Ibíd.
9
HERRERA, Martha. Popayán: la unidad de lo diverso territorio, población y poblamiento en la provincia de
Popayán, siglo XVIII. Historia y Sociedad N°. 18. Medellín. 2010.
10
DÍAZ, Zamira. Sociedad y Economía. El Sistema Colonial en la Gobernación de Popayán: 1533-1733. Banco
de la República. Bogotá. 1994.
11
COLMENARES, Germán. Castas Patrones de Doblamiento y Conflictos Sociales en las Provincias del Cauca
1810-1830 En Germán Colmenares (ed.), La Independencia Ensayos de Historia Social. Instituto Colombiano
de Cultura. Bogotá. 1986.

142
la Provincia de Nóvita, que junto con el área de Caloto y otros reales de minas que se
encontraban en la provincia, según cálculos estimados por el autor, producían más de la
mitad del oro que se extraía de la Nueva Granada.12 Lo anterior indica la importancia del uso
de los esclavos en materia económica para la región; los esclavos aportaron notoriamente a
la explotación de recursos, no solo en las minas también, en las haciendas, lo cual indica
Alonso Valencia Llano:

No todos los esclavos (…) fueron dedicados a labores de minas, no. Muchos de ellos fueron
vinculados a labores de las estancias y las haciendas nacientes, lo que amarró el desarrollo
de la agricultura a la demanda que generó la creciente importación de esclavos a los entables
de mina y a los placeres auríferos13.

Es de resaltar que en el trabajo en las minas, como lo expone Mario Diego Romero; las
cuadrillas de esclavos se convirtieron en el eje de la unidad productiva14. Así entonces, en la
mina extraían fundamentalmente oro como metal de extrema importancia para la metrópoli,
en tanto que, en las haciendas, producían caña, tabaco, plátano y aguardiente, a la vez que se
le asignaba al cuidado del ganado. Por otro lado, algunos esclavos fueron dispuestos en
funciones estrictamente domésticas, lo cual a su vez, para los blancos españoles era sinónimo
de poder y prestancia social15. Resta aquí ampliar sobre la complementariedad de esta
relación Hacienda-mina- domestico que se generó en la región apoyados desde el análisis
demográfico y económico característico de los diversos lugares que hacían parte la
gobernación.

Lo anterior nos lleva a considerar local y regionalmente, además del dinamismo económico,
en el ámbito social las relaciones que se establecen entre el esclavo y el amo, así como el
poblamiento y radio de accionar de los esclavos en cada uno de estos espacios, esto conviene
entenderlo puesto que, en los pueblos y ciudades los esclavizados podían, establecer
conexiones e incluso fuertes lazos de amistad con aquellos que se ocupaban de las mismas
labores, pero cuya condición era distinta al no estar sometidos a un dueño, otros que vendían
diferentes productos en las calles y en el mercado, podían comunicarse con otros esclavizados
negros y mulatos o libres mientras recorrían la ciudad, en tanto que en los distritos mineros
se gestaron otras dinámicas, otras formas de vida.

Ya centrados en Buga. Los relatos acerca del nombre de la ciudad permiten concluir que las
comunidades prehispánicas que habitaron esta provincia tuvieron denominaciones diferentes
y que el nombre, es producto de la asignación que los españoles dieron a las tribus destruidas
y sometidas en la empresa de conquista16. En consonancia con los propósitos de
sometimiento y conquista, se establecen las formas de recompensa por parte de la Corona

12
COLMENARES, Germán. La economía y la sociedad coloniales 1550-1800. Nueva historia de Colombia,
Colombia indígena, conquista y colonia. Planeta Ed. Bogotá. 1989.
13
VALENCIA LLANO, Alonso. Los orígenes coloniales del puerto de Buenaventura. Revista Historia y
Memoria. número 9. 2014. pg 241.
14
ROMERO, Mario D. Poblamiento y sociedad en el pacifico colombiano. Programa editorial Univalle. Cali
2017.
15
BERNAND Carmen. Negros esclavos y libres en las ciudades hispanoamericanas. fundación histórica Tavera.
2001.
16
LENIS, Luis. Historia económica de Buga, Siglo XVII. Universidad del Valle. Cali. 1997.

143
tales como las mercedes de tierra y las encomiendas, de este proceso surgió una serie de
conflictos entre conquistadores o también con la monarquía, de todos modos, producto de
estas concesiones es que se configuraran los elementos del sistema productivo colonial, en
función de la explotación de la tierra, usando como mano de obra indios y posteriormente
esclavos. De la encomienda se abriría paso la hacienda como unidad productiva, resultado
de la transformación de la estancia que se da sobre la base de las mercedes de tierra.

Lo que se puede concluir es que alrededor de la ciudad se establecieron este tipo de unidades
productivas, que por los terrenos característicos del lugar se generaron actividades agrícolas
y ganaderas muy importantes. Desde el planteamiento de Germán Colmenares la parte más
extensa y rica de la región pertenecía a la jurisdicción de Buga.

Según un padrón de 1786, la ciudad y sus términos inmediatos (desde el rio Guadalajara hasta
la quebrada del Asomadero) tenían 4695 habitantes, el resto estaba constituido por unos
quince partidos rurales, en los cuales se mantenía una población de diez mil habitantes, de
estos, cerca de tres mil eran esclavos repartidos en las haciendas, que según Colmenares para
el periodo el territorio se comprendían en: grandes trapiches que eran atendidos por esclavos
o grandes latifundios cuyos terratenientes eran de tipo ausentistas, que como dueños de minas
articulaban a esta la hacienda donde se combinaba la explotación ganadera, con sembrados
de caña y sementeras de abastecimiento para las minas. Seguidamente, medianas propiedades
donde se utilizaba menos cantidad de esclavos y finalmente, pequeñas propiedades, muchas
de ellas que lindaban con las márgenes urbanas trabajadas por mestizos y mulatos, este tipo
de esquema sobre la producción económica estaba muy relacionada con la configuración
social y racial de la ciudad en su distribución poblacional y los oficios y actividades que
ejercían sus pobladores en la zona urbana y rural17

Al respecto, en el censo de 180018 en la zona urbana de Buga, uno de cada cinco habitantes
era esclavo cuya actividad podría estar relacionada con trabajos domésticos en su mayoría.
Habría que considerar que tipo de relaciones se establecieron entre los esclavos y el resto de
población de acuerdo a su cercanía espacial y qué tipo de actividades se generó dentro de
estos espacios, los cuales fueron diferentes a las de actividades mineras. Por ejemplo, algunos
esclavos (sobre todo mujeres) lograron adquirir su libertad valiéndose del comercio o por
medio de relaciones con mestizos libres, también esclavas que “veían las relaciones sexuales
supuestas o ciertas como una vía de emancipación”19 o que simplemente se quedaron con
las familias de sus amos bajo su propia consideración.

Lecturas exploratorias sobre la esclavitud y el esclavo

El análisis aborda documentalmente los registros de esclavos cuyas actividades y ubicación


se dio tanto en la zona urbana de la ciudad, donde los lazos entre amo y esclavo parecería ser
más cercano, como aquellos que fueron dispuestos al trabajo en las haciendas con el propósito
de darle una lectura matizada a la resistencia y el conflicto frente a los discursos. Así, por

17
COLMENARES, Germán. Castas Patrones de Doblamiento y Conflictos Sociales en las Provincias del Cauca
1810-1830. Ensayos de Historia Social. La Independencia, Instituto Colombiano de Cultura. Bogotá. 1986.
18
Ver anexo 1.
19
GALLEGO, José Andrés. La esclavitud en la América española. Ediciones encuentro. Madrid. 2005.

144
ejemplo, en el siguiente fragmento se expone una relación levemente paternal entre amo y
esclavo. Don Antonio Gil del Valle, expresa su voluntad de querer dejar libre a su esclavo,
sin embargo, lo hará bajo una condición: que se mantenga en servicio de su familia, así
entonces, refiere lo siguiente:

“y sin embargo de haber experimentado en dicho mulato varias ingratitudes como la


de haber andado mucho tiempo fugitivo causándome varios costos y gastos de dinero
usando de conmiseración lo declaro por libre debiéndose sacar de mi quinto cincuenta
patacones para el entero de su libertad por hallarse padeciendo graves enfermedades
cuya libertad se entienda es bajo la condición que ha de vivir acompañando a la dicha
mi esposa y sus hijos ocupado en servicios moderados de su casa para que de esta
forma se halle en abrigo y cuidado y no expuesto a los vicios del tiempo.”20

Como se ha señalado, se evidencia una relación paternal sobre el esclavo, sin embargo, habría
que considerar como el esclavo se sirve, desde sus posibilidades para mantenerse bajo el
abrigo. La cuestión es cuál es el significado de libertad para él, si lo propicio ante su estado
enfermizo es mantenerse bajo el cuidado de una familia.

Ahora bien, el carácter económico de los esclavos en Buga no difería de otras localidades
coloniales de la región. Tomando como ejemplo la venta de una esclava, se le expone a
manera de producto cuyas propiedades le confieren el valor por la cual se estima:

“… en venta real y en perpetua enajenación desde ahora y para siempre (…) por la
que se halla libre de empeño censo hipoteca o gravamen alguno que confiesa no
tenerlo tácito ni expreso y así la vende con todos sus defectos y tachas buenas o malas
y enfermedades públicas y secretas de excepción de gota cural y mal de corazón por
de alma en boca y huesos en costal a uso de feria y mercado franco (…)”21 .

Es de analizarse que el valor del esclavo era proporcional a sus características y estado de
transacción, todo ello en función de la rentabilidad que podría obtenerse de este. El esclavo
se convertía por tanto en un objeto de valor y su representación era pieza lo cual, lo reducía
en mercancía, toda vez que de este se esperaba adquirir la respectiva ganancia en relación
con su uso, tal consideración se encuentra en relación con la adaptación que para la América
hispana proporcionaba el sistema esclavista, que permitió usufructuar la mano de obra
esclava durante el periodo colonial, con el fin de sacarle el mejor provecho a los bienes y
riqueza del territorio, como lo expone Jorge Palacios Preciado: “fue la coyuntura económica
y no razones de otro tipo lo que provocó la extensa explotación de la población africana e
hizo de la esclavitud una institución económica del primer orden”22 por lo cual lograr una
mayor rentabilidad era indispensable y enlistar en la venta sus características denotaba tal
idea.

De tal manera que la mentalidad esclavista del amo giraba sobre un principio económico,
como lo expone el siguiente expediente en el que un esclavo llamado Francisco había huido

20
Antonio Gil del Valle, Buga, 1777, Archivo Histórico Leonardo Tascon, Exp. sucesorios, caja 47 letra G.
21
Francisco Floréz, (Salvadora esclava), expediente sucesorio, Buga, 1799, AHLT. Testamentos, caja 38.
22
PRECIADO, Jorge P. La esclavitud y la sociedad esclavista. Planeta Colombiana Editorial S.A. Bogotá 1989.

145
y posteriormente es capturado para ser vendido al señor Andrés Rivera por sus captores y en
el plazo de un año es demandado por Eusebio Ramírez quien se dice es el verdadero dueño
del esclavo, de quien había huido. Este último se rehúsa a devolverle el valor invertido por
Rivera y además, reclama todo el tiempo que le ha tenido bajo su servicio, alegando el
derecho a servirse de su trabajo: “Y los riesgos de si muriera han corrido y corren por cuenta
mía y entonces por consiguiente sus jornales son míos; porque su trabajo y servicio es mío
hasta ahora, como todo esta expreso en el 1 derecho capítulo conquestus de viuris con sus
glosales: fauctus pignoris conputari detente un sortem”23

Lo que se expone es que, propiedad y uso encarnan un mismo propósito económico, pero
además llama la atención que se vale de una normativa legal para reafirmar su argumento, la
cual es una ley que se basa en el derecho romano y que le permite a una persona hacerse
cargo de un objeto y usufructuarlo hasta que se cancele su deuda de manutención.

Ahora bien, dado que la esclavitud se originó en anterioridad al periodo colonial, esta se
hallaba expresamente legitimada. Habría que señalar el discurso aristotélico basado en la idea
de inferioridad natural del esclavo, por ejemplo Catalina Ariza plantea: “Asimismo lo fue la
concepción de la esclavitud como condición natural e inherente de los pueblos inferiores, que
permitió legitimar jurídica e ideológicamente la trata durante el Medioevo europeo y la
América colonial”24 lo cual va a ser clave para entender cómo se construye el discurso que
permite a las dinámicas de explotación económica del periodo, usarlo en función de su
propósito y por consiguiente las formas como se le representa en algunos registros escritos
dan cuenta de la significación económica implícita del esclavo.

Así el uso del esclavo se da en torno a su explotación y apropiación, sobre una validación
discursiva, lo que se expone en el siguiente caso donde se presenta una acusación ante la real
audiencia por parte de uno de sus hijos herederos contra el albacea Don Juan Flores
encargado de los bienes de la difunta María Saavedra. La razón de la querella se funda en la
venta indebida de los esclavos, según el abogado del heredero demandante: “¿Era
conveniente que se vendiesen los esclavos? (…) cuando por este medio se le privara el
provecho de los jornales y la esperanza de su aumento así en el número como en la cualidad
de ellos mediante cría mejora aumentarían su valor”25 Las expresiones “provecho de los
jornales y “aumentarían su valor” refieren a la significación económica que tiene para el
poseedor de esclavos, también “la cualidad de ellos” lo afirma, porque de lo que se trata es
de hacerle un uso productivo en tanto propiedad que le permite un medio rentable. Pero aún
más, la idea de aumentar su número mediante cría, expone no solo el propósito sino también
la potestad que tiene el amo sobre el esclavo, por ejemplo un expediente mortuorio de María
Teresa Lavandera, declara que: “así mismo la esclava nombrada María que la dono a mis
hijas doña María margarita con claridad que la dicha esclava se halla embarazada y si
pariese hembra esta esclava haya de ser para mi hija María Antonia y si pariese varón sea
para un niño que hemos criado llamado Marcelino”26 en tal sentido, no solo se tenía

23
Andrés Rivera, (Francisco esclavo), Buga, 1780, AHLT. Expedientes sucesorios, caja 62 letra L.
24
MONTAÑEZ, Catalina A. Los objetos con alma: legitimidad de la esclavitud en el discurso de Aristóteles y
Sandoval. Una aproximación desde la construcción del cuerpo. Fronteras de la Historia. N° 10. 2005.
25
María Saavedra, Juan Flores, Buga, 1773, AHLT. Expedientes sucesorios, caja 104, letra L, 61 folios.
26
María Teresa Lavandera, Buga, 1771, AHLT. Expediente sucesorio caja 60 letra l, 179 folios.

146
posesión sobre el esclavo sino además sobre los hijos nacidos en cautiverio, lo cual era más
provechoso en términos económicos, esto claro está, amparado en la idea de negación de su
derecho a decidir por sí mismo, puesto que, considerado en estado de inferioridad e
incapacidad ya tenía predestinado cuál era su función.

En ese sentido, las formas de adjetivación sobre el esclavo en la ciudad son variadas pero
provenientes de la misma matriz discursiva, como se podría inferir de otro fragmento del
expediente expuesto sobre el litigio de Eusebio Ramírez y Andrés Ramírez por la propiedad
sobre el esclavo Francisco, en el que se pronuncia Don Pedro de Almaguer funcionario de la
real audiencia: “Porque fuera de su mucha pereza se deba y debe precaver que hallándose
sin señor que corriese riesgo, no se hallase estredido para que sacudiese aquella pereza a
que es inclinado todo esclavo cimarrón y los otros y no es facultativo a los depositarios de
esclavos (…) apretarlos a trabajar por medio de castigo para exponerlos a repetir fuga”27 .

El calificativo de que son inclinados a la pereza y por tanto se les debe sujetar a un señor
lleva implícita la afirmación sobre el dominio que se deroga para sí el amo y la necesidad de
sujeción dado su estado natural con el que se le considera. Pero más allá, es de notarse el
lenguaje jurídico que promulgaba la instrucción real de 1779, en el que se previene sobre el
trato hacia el esclavo con el fin de evitar el cimarronaje, lo cual era la preocupación central
de la corona. De allí que se hayan generado el conflicto mencionado entre la corona y los
propietarios de esclavos pues: “los esclavistas debían pedir mediación de los jueces reales en
cada conflicto”28. Tal como sucede con el caso del esclavo francisco.

En este sentido, habría que considerar que si bien, la real cedula emitida por la corona
española, pretendía contener los malos tratos hacia los esclavos en Hispanoamérica, como
tal, era una postura de autoridad monárquica frente al creciente poderío de los amos. Es decir
que más que una consideración proteccionista, era en su haber una legislación que buscaba
atender la tensión social y económica contra actividades como el cimarronaje siendo este
el medio por el cual, los esclavos encontraban su libertad al margen social, de ello nos expone
Manuel Lucena Salmoral: “La corona mandó hacer dicha instrucción, para que se
reconociesen unos “derechos” mínimos a los esclavos, ya que la prepotencia de muchos amos
de esclavos atentaba no solo contra los principios, sino aun contra la seguridad del estado,
provocando con sus malos tratos y sevicia la huida y el cimarronaje de los esclavos”29

De tal manera, que lo que se expone por Don Pedro de Almaguer funcionario de la real
audiencia frente al trato de los esclavos es en cierta medida la preocupación de la corona
frente a la fuga del esclavo y esto se entiende porque algunos casos de resistencia contra la
esclavitud se registraron en el siglo XVIII en la región, tales como: “Las acciones del mulato
Pablo en Cali y del negro Prudencio en el Cerrito Jurisdicción de Buga. Ambos demostraron
ser jefes excepcionales, que promovieron alianzas entre grupos dispersos para actuar
conjuntamente contra los explotadores. Especialmente notable fue Prudencio, quien llegó

27
Andrés Rivera (Francisco esclavo), Buga, 1780, AHLT. Expedientes sucesorios, caja 62 letra L.
28
ECHEVERRI, Marcela. Conflicto y hegemonía en el suroccidente de la Nueva Granada, 1780-1800.
Fronteras de la Historia. N°. 11. 2006.
29
SALMORAL, Manuel. Los códigos negros de la esclavitud de la América española, capitulo 5: la instrucción
sobre educación, trato ocupaciones de los esclavos. Universidad Alcalá de Henares. México. 1996.

147
hasta hacer alianza con los indios de las faldas del Ruiz con el mismo objeto, hecho inusitado
por cuanto los españoles habían fomentado incomprensión y hostilidad entre indios y negros,
empleando a unos para reprimir a los otros en casos de levantamientos”30

Este aspecto es particularmente importante, pues la lucha en busca de la libertad, les permitió
a los negros avanzar sobre territorios inexplorados y atraer a su causa más gente que se fugaba
de las haciendas y se internaba en la selva. Algunos elementos sobre la fuga y las tensiones
entre amo y esclavos se expondrán en el siguiente caso con Don Pedro Cabal hacendado en
el lugar de Cerrito en la jurisdicción de Buga, quien se presenta a la justicia de la ciudad por
las demandas que en contra de su mayordomo exponen dos esclavos por malos tratos y por
faltar a los derechos que sobre ellos ha reconocido el gobierno, siendo estos los que han
invocado quienes entran en su defensa. Sin embargo, frente a estas acusaciones el hacendado
presenta su defensa sustentando mediante testimonio el cumplimiento de sus deberes y
justificando las acciones que son legitimadas según el amo desde el marco jurídico que ha
planteado la corona como normas para el gobierno de sus territorios:

“ para el buen gobierno de los esclavos de la dicha hacienda ha privado de la


comunicación y negocios de estos con personas libres y aun con los esclavos de otras
haciendas para impedir de este modo las extracciones que por lo regular suelen hacer
los esclavos de las haciendas de sus amos”(…) “en las haciendas de esta jurisdicción
en donde se trata de sujetar a los esclavos a que vivan con el arreglo que es debido,
se manifiesta están tan violentos que aunque les sobra la manutención y vestuario
atendiéndolos igualmente en sus enfermedades que siempre abultan motivos contra
los amos en términos de hacerles pasar las notas de temerarios” (…) “por esta clase
de gobierno se manifestaron los esclavos tan violentos para el servicio de los amos en
las haciendas que sin faltarles la manutención y vestuario correspondiente ni sufrir
castigos excesivos y continuados se suponen mal tratados para conhestar las fugas y
por eso se suele ir a estas haciendas para vivir en libertinaje y en abandono”31.

Y aduce el amo que lo que se contempla es que las intenciones de los esclavos es la fuga para
conformar un palenque, siendo precisamente una de las atenciones centrales de la Real
Cédula el detener el cimarronaje, por lo cual es de allí donde se sustenta el hacendado para
defenderse:

“Si por ello que mis dos esclavos cayetano y Fernando se fugacen sin haberceles
castigado llendose a Popayán a presentarse ante el señor gobernador con la acusación
de tratar mi citado mayordomo con rigor a los esclavos de mi hacienda sin habérseles
hecho a ellos el más leve castigo para el efecto a fin de escaparse del descubrimiento
que temieron se hiciesen con ellos de las comunicaciones y tratos que podían tener
los esclavos de mi hacienda y de otros con los de aquella junta palenque”

También del fragmento podríamos extraer las formas de resistencia que están llevando a cabo
los esclavos amparados en las posibilidades que la jurisprudencia les pueda otorgar. Pero
también resistencias que se construyen al margen de la normatividad jurídica y frente a la

30
MINA, Mateo. Esclavitud y Libertad en el valle del río Cauca. La Rosca ed. Bogotá. 1975.
31
AHLT, fondo judicial, tomo 2B, folio 48, 1779, Buga.

148
imposición social, porque como lo señala Alonso Valencia: “la resistencia no tiene que estar
inmersa únicamente en una abierta lucha política por el poder. Sino que se materializa en
huidas, practicas contrabandísticas, cuestionamientos de la propiedad y destrozos de los
amos, rechazo al trabajo”32…y de hecho cada forma de resistencia hace parte del ingenio y
la destreza ante la fuerza impositora como parte del reconocimiento frente a su realidad que
nos llevaría a pensarlos como sujetos históricos que aportaron con sus acciones a la
configuración de una identidad de supervivencia y transformación ante el discurso y la
realidad que los subyugó para comprender la versión de su historia, bajo la lectura de sus
accionares, como una acto de reflexión y de emancipación

Sería útil por relacionar el trasfondo de la actividad económica de los esclavos en relación
con otros esclavos del lugar y como esta fue posibilitada por las implicaciones de las
normativas, pues como lo señala Mario Romero “a mayor variedad de actividades laborales
y movilidad, mejores posibilidades de romper con las formas de sujeción”33 habría que
señalar que los esclavos en su día libre, trabajaban por obtener el ahorro de su libertad,
mantener esta posibilidad que les brindaba la norma era importante para ellos.

Por otro lado, aunque estas normativas encontraron una gran oposición por parte de los
propietarios de esclavos, puesto que afectaban fundamentalmente sus intereses económicos,
como lo señala Marcela Echeverry: “los esclavistas cuestionaban el intento de la corona de
alterar los mecanismos tradicionalmente utilizados para asegurar la dominación de los
esclavos y recordaron la importancia de esta autoridad, tan esencial para su supervivencia
económica y social”34 también se valían de las objetivos centrales de las normas y las
evocaban en su defensa para validar su actuación frente a los esclavos. Así entonces, lo que
se evidencia es que la monarquía al querer afirmar su poder frente a los esclavistas, instauro
un nuevo lenguaje jurídico y procedimental sin que en este se buscara suprimir la institución
esclavista en tanto los esclavistas, habrían de invocar las costumbres tradicionales desde las
cuales se había sustentado el proceder y uso sobre los esclavos.

Pero además se podría considerar sobre el uso que hicieron los esclavos de los espacios que
les brindó la normativa y la forma como se valieron del propio discurso esclavista para
obtener su libertad, por ejemplo, se encontró un expediente sobre el pedido de libertad en el
año 1800 por parte de un esclavo con nombre Custodio Arce en el que pide se le avalué para
fines del pago de su libertad. La alta apreciación que de él se hará en razón a sus habilidades,
lo expondrá ante una serie de peripecias jurídicas en las que argumentará la no
correspondencia de sus características con el avaluó resultante. Las razones que expone en
su argumentación contienen una particular forma de presentarse a sí mismo:

“En cuanto a las habilidades de melero, albañil y versación de pluma que se me


apropian en que es visto que no he estado en escuela ni tampoco en escribanía sino
en el trabajo que siempre me ha traído la servidumbre que no son fundamentos de
32
VALENCIA LLANO, Alonso. Esclavitud y libertad: el dilema de los caucanos republicanos. Memoria y
Sociedad. Vol. 11, número 22. 2007 pg 88
33
ROMERO, Mario D. Poblamiento y sociedad en el pacifico colombiano. Programa editorial Univalle. Cali.
2017.
34
ECHEVERRI, Marcela. Conflicto y hegemonía en el suroccidente de la Nueva Granada. 1780-1800.
Fronteras de la Historia. N° 11. 2006.

149
valor por que el cocinar miel no habrá quien en toda la jurisdicción por rustico que
sea lo ignore y jamás en asuntos de menos trivialidad”35

Más allá de negar algunas habilidades que se le caracterizan en su avaluó concibe como
fundamentos de ningún valor las ocupaciones que le han generado la servidumbre siendo en
efecto lo que para él significa el trabajo derivado de su estado de esclavitud como un
razonamiento de su realidad que le sirve para sus fines. Ahora bien, algunos esclavos tuvieron
posibilidades de preparación en ciertas habilidades, estas se dieron en relación con las
necesidades que requería el amo, en función del servicio que del esclavo se podría obtener
acorde a sus capacidades, para Jorge Palacios Preciado, de acuerdo a algunas habilidades y
desempeño de ciertos oficios y trabajos por algunos esclavos lograron condiciones de
aprecio, aunque la característica del sistema no se alteraba por ello36

También, habría que analizar, qué intención tiene el esclavo en particular al reseñar el grado
de servilidad al cual ha estado sujeto, si corresponde a un modo ampararse en los elementos
jurídicos a su beneficio las cuales hacen parte según Julieta Cano de “las estrategias de
libertad que encontraron en su cotidianidad y la manera cómo aprovecharon los elementos
de su contexto político, económico y social para argumentar sus solicitudes y reclamos de
libertad”37. En especial los espacios que abren los sistemas jurídicos, recordando por ejemplo
las normativas contempladas en la real cédula de 1789 sobre el trato a los esclavos, dan lugar
al aprovechamiento por algunos esclavos de la ley, en tanto el significado de códigos y
valores que se van conjugando dentro de la legislación.

Parece propicio analizar la propuesta de autores como Rafael Díaz quien sitúa al negro
subyugado bajo la posibilidad de encontrar una cierta “libertad” en medio de su labor forzosa,
planteando que, la situación de la esclavitud empieza a reflejar, desde sus registros en los
documentos, que la condición jurídica del esclavo se vio sobrepasada por la cotidianidad y
por la discursividad entre esclavos y amos, y como se ha señalado, por un conjunto de
estrategias de resistencia. Y aquí algo muy pertinente; si se busca profundizar al respecto se
debería partir de la confrontación entre las normativas jurídicas y la realidad misma de la
esclavitud haciendo una lectura más allá, entre los intersticios no institucionales o jurídicos.
Así entonces, se podría comprender fenómenos como el de bienes en propiedad de los
esclavos, cuyos registros se encuentran en las testamentarias, o la posibilidad de movilidad
espacial, la economía propia de los esclavos, la compleja transición de la condición de
esclavos a libres, la participación en los circuitos mercantiles, monetarios, de trueque y como
cultivadores de parcelas dentro o cercanas a las haciendas de gran extensión en las zonas
planas de la región38.

Además, se podría señalar la perspectiva de la mujer esclava tal como en el siguiente caso
donde las líneas divisorias entre amos y esclavos a veces son complejas:

35
Custodio Arce esclavo, solicitud de libertad, Buga, 1800 AHLT. Fondo judicial, tomo 1A folio15, legajo 1.
36
PRECIADO, Jorge P. La esclavitud y la sociedad esclavista. Planeta Colombiana Editorial S.A. Bogotá.
1989.
37
CANO, Julieta. Reclamos y manumisión de esclavos en Medellín, 1800-1830. Revista Cambios y
Permanencias. N°. 2014.
38
DÍAZ, Rafael. ¿Es posible la libertad en la esclavitud? a propósito de la tensión entre la libertad y la esclavitud
en la Nueva Granada. Historia Crítica. N° 24. 2002.

150
“pero al poco tiempo de estar casado el dicho don Joaquín con su señora Carmela con
poco temor de Dios y revestido de (…)me desfloro continuándose con fuerza para
aquel comercio conmigo ofreciendo me daría libertad de que resulte embarazada y
que vive de tal forma que me ha tenido así casado como viudo como si yo fuera su
propia mujer como es público y notorio en todo el sitio de tal suerte que hasta llega a
castigarme con rigor con el pretexto de celarme no dándole motivo teniéndome
desvestida y con la carga de azotarme que raro es el día que no me castiga y no
pudiendo sufrir este rigor me he presentado ante V.m. para que este recto juzgado me
ampare como a persona miserable se oiga mi justicia y se me declare la libertad que
me corresponda”39.

El anterior fragmento nos lleva a considerar lo expuesto por Orian Jiménez que en los centros
urbanos se establecieron mayores interdependencias entre amos y esclavos y que contrario a
los lugares mineros donde eran más difíciles para los esclavos las cartas de libertad, en las
ciudades se otorgaban libertades de gracia o por otras cuestiones que los esclavos usaban
como medio para obtener su libertad frente a los estrados judiciales40 como por ejemplo, en
1776 el mulato Pedro obtuvo su libertad de parte de Francisca Mejía porque según ella “le
había servido desde los trece años haciendo los oficios de padre y marido”41.nos sugiere
entonces considerar si por imperar mayormente una racionalidad económica en los dueños
de minas, sus consiguientes relaciones llevaron a otros tipos de conflictos y de resistencia en
estos lugares, diferentes a las generadas en los centros urbanos como la ciudad de Buga,
teniendo presente que en su jurisdicción también se establecieron haciendas de grandes y
medianas extensiones que requirieron de mano de obra esclava y cuya característica inicial
fue la de despensa para el sostenimiento de las actividades mineras.

Conclusiones: Lo anterior señalado, nos lleva a evidenciar la importancia de las fuentes


documentales escritas procedentes del periodo colonial en la ciudad de Buga, en tanto son
producto de actividades sociales que han sido registradas textualmente en la ciudad y en las
que el esclavo como objeto de estudio se encuentra mencionado y su representación es hecha
a veces de manera sutil. Sin embargo, queda por explorar otros archivos que nutran la
información solicitada y que permita encontrar la relación entre el espacio local y regional y
de acuerdo a ello, la movilidad y la inserción diferenciada de los esclavos e estos espacios.

Por otro lado, más allá de la significación sobre el esclavo como un producto de rentabilidad
económica, los esclavos eran sujetos dinámicos frente a su realidad, por tanto, los
documentos se podrían ampliar sobre esa lectura. De tal manera, que si se quiere deconstruir
la idea de que el esclavo se mantiene servil frente a su situación implica desarrollar estudios
particulares que más allá de la esclavitud, permita ver al sujeto, al esclavo en cada caso en
particular de acuerdo a su contexto y que sus diversas estrategias se puedan identificar y
comprender a la luz de los elementos particulares de configuración de la localidad o
extendidos hacia la regionalidad, porque entonces se pasaría de trabajar la esclavitud de
manera general y casi abstracta a reconocer individuos que en su estado de esclavitud se
sitúan en un espacio y en relación a su contexto y a través de él ejercen dinámicas propias,

39
AHLT. Fondo judicial, Tomo 1 E, legajo 1, folio 2.
40
JIMÉNEZ, Orian. Los amos y esclavos en el Medellín del siglo XVIII. Historia y Sociedad. N° 5. 1998.
41
A.C.C. Notaria primera, tomo 47, legajo 1, folios 345v -346v.

151
prácticas sociales, económicas y culturales , que perciben una mundo que les es cercano y
hasta donde sus posibilidades les permiten, lo inciden en función su supervivencia. En
síntesis, se debería considerar la confrontación entre las normativas jurídicas y sus contenidos
con la realidad misma de la esclavitud haciendo una lectura más indagativa, bordeando las
orillas no institucionales o jurídicas.

BIBLIOGRAFÍA Y FUENTES

Fuentes primarias

Archivo

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AHLT. Fondo judicial, tomo 1A folio15, legajo 1, Buga

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AHLT. Expediente sucesorio caja 60 letra l, 1771, 179 folios, Buga.

AHLT. Expedientes sucesorios, caja 104, 1773, 61 folios, Buga.

AHLT. Testamentos, caja 38, 1799, Buga.

AHLT, fondo judicial, tomo 2B, folio 48, 1779, Buga.

AHLT. Fondo judicial, Tomo 1 E, legajo 1, folio 2.

A.C.C. Notaria primera, tomo 47, legajo 1, folios 345v -346v.

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Historia y Memoria. número 9. 2014. pg 241

Anexo 1. Padrón Buga 1800


ciudad Censo Población De calidad Esclavos Indios De todos
total blancos colores

Buga 1800 3994 688 889 15 2402

Tabla2: AHCRS-DMV-1.3.3.2.R16; Caja: 29; Carpeta:1, Folios:50-67;

154
Región, Revista del Centro de Estudios Regionales, Universidad del Valle, Universidad
Pedagógica y Tecnológica de Colombia/ No. 9 / enero - junio 2018

LA EDUCACIÓN EN COLOMBIA: CAMBIOS EN EL SEGUNDO VIRREINATO,


EN LA ÉPOCA DE INDEPENDENCIA Y LA REPÚBLICA DE LA “GRAN
COLOMBIA” (1770-1830)

María del Carmen Álvarez Domínguez.


Juan Alberto Mardach.
Stephanie Perdomo Guiral.
Andrés Felipe Quibano.
María Camila Rodríguez.
Angie Melissa Tabares.
Hillary Valencia León.
Leydy Johana Holguín P.
Estudiantes de Licenciatura en Historia
Universidad del valle

La educación al igual que otros aspectos sociales no permanece estática, es decir cambia con
el tiempo. Teniendo en cuenta esto, el presente ensayo propone dar una mirada a los cambios
ocurridos en la educación desde las reformas borbónicas, la lucha de independencia y las
transformaciones ocurridas con la creación de la república de la “Gran Colombia”.
Reconociendo la importancia del proyecto educativo planteado en la época de la primera
república de Colombia, pues éste marcó un antes y un después en la historia educativa de
este territorio. Procediendo de una instrucción limitada, la cual se trató de mejorar mediante
las reformas borbónicas; posteriormente la formación de patriotas y el inicio de un proyecto
institucional con respecto a la instrucción pública liberal en la nueva república. Ante esto se
debe preguntar ¿Cómo fue el desarrollo de la educación desde la independencia del virreinato
de la nueva granada hasta la república de «La Gran Colombia»?

Transformación en la educación bajo el régimen colonial.

En España durante el siglo XVIII, se presentó un cambio en la sucesión de la corona, la cual


paso de la casa de los Habsburgo a la casa de los Borbones. Con ello llega al poder Carlos
III, un hombre educado y formado bajo el pensamiento de la ilustración, con ideas para
mejorar al Estado y volver más eficiente el gobierno de las colonias. Por lo cual, las reformas
fueron la vía que vieron los reyes borbónicos para poder hacer cambios que consideraron
pertinentes en cuanto la administración eficiente de los territorios españoles de ultramar.

Las reformas de los borbones tocaron varios temas, entre ellos el de la educación. Jaramillo
(1998) dice que en la educación del nuevo Reino de Granada se cumplía con los “únicos


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propósitos sociales del […] mantenimiento del status de las personas educadas y la
preparación para la salvación del alma, bastaba la educación religiosa, el latín y algún
conocimiento de los autores clásicos” (p.15). Esto cambia con las reformas, una de las
medidas hizo que expulsaran a los jesuitas del país, esta organización llevaba a cabo la labor
de instruir, por lo cual el Estado pasó a encargarse de esa función. Ahora es el Estado quien
debe pensar el enfoque que desea dar a la educación y a quienes debe ir dirigida ésta.

La mencionada tarea fue encomendada a Francisco Antonio Moreno y Escandón, quien


propone las escuelas para niños, regular el pago de los profesores y sobre todo fijarse en el
maestro, pues en el modelo, es visto como el eje central en la enseñanza (De él depende lo
que aprenden los niños). Moreno y Escandón también habla de unos saberes que se deben
enseñar, en lo que resaltan las ciencias útiles, geografía, filosofía y derecho, este último muy
practicado en el virreinato (Moreno y Escandón, 1774). Moreno y Escandón “se quejaba de
que las ciencias y cualquier otra asignatura secular estuvieran siendo eclipsadas por la
teología” (Lane, 1994: 41)

Del mismo modo, otro hombre que ayudó en términos educativos a finales del siglo XVIII
fue el virrey Antonio Caballero y Góngora, quien propone un plan de estudios enfocado en
las ciencias útiles y la educación civil (Caballero y Góngora, 1787). El virrey Caballero y
Góngora “estaba dispuesto a que todas las artes y ciencias profanas se enseñaran en español.
En su plan, ningún estudiante mayor de 15 años debería estudiar más el latín, a menos que
estuviera estudiando teología o la biblia” (Lane, 1994, p.41)

El contexto económico y de pensamiento que se estaba viviendo en Europa, propició que la


corona española hiciera cambios para lograr competir, seguir en la lucha por la hegemonía,
y no quedar rezagada. Por este motivo, empieza hacer un cambio en la educación para así
sacar un mayor beneficio a lo producido en las colonias. Ejemplo de ello es la expedición
botánica realizada por el interés de investigación científica del territorio de la nueva granada,
dicho cambio de foco hacia el ámbito formativo mostró el interés de seguir por parte de la
corona, de propiciar el uso la razón en la educación; por lo cual, se necesita la educación, la
investigación y la ciencia. Por este motivo se promueven las ciencias útiles, sin dejar de lado
lo espiritual, la filosofía (que ayuda a generar pensamientos) y la jurisprudencia; la educación
civil también es importante, toda esta educación va enfocada a preparar habitantes que sean
capaces de ocupar puestos en el Estado por medio del mérito, estos hombres por medio de su
preparación y experticia puedan hacer crecer el comercio y la economía del reino, volver a
España un competidor en el ámbito científico y comercial en Europa y el mundo.

La educación colonial: la educación como ejercicio del poder y de lucha de intereses.

En el reino de la Nueva Granada ya existían colegios, con el virreinato se crearon algunas


universidades, aunque estas se ubicaban en Santa fe. Según Lane (1994) esas universidades
de órdenes religiosas son las que conceden el derecho a la obtención de títulos. La medicina,
las ciencias eclesiásticas y el derecho “eran las 3 profesiones tradicionales” (Pág.41), aunque
la medicina tenía el inconveniente de que el estudiante debía saber francés porque los textos
estaban en ese idioma.

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Eran muy comunes que los títulos en aquel momento fuera de bachilleres, maestros,
abogados, eclesiásticos, doctores, e idioma; las ciencias eran poco promovidas, éstas vinieron
a ser importantes y ganar su lugar con las reformas borbónicas; durante esas reformas, los
borbones “divulgaron la idea de que la gloria y la prosperidad de un pueblo dependían de la
aplicación del conocimiento útil” (Págs, 40-43)

Como se mencionó anteriormente, había problemas para moldear e innovar la educación.


Después de la dominación hispánica en la nueva granada, solo existe datación de dos colegios
mayores para todo el país, tres seminarios de provincias y aulas privadas de Franciscanos,
Dominicos y Agustinos; asimismo, una fuerte restricción en la lectura de libros impuesta por
la inquisición o por el propio monarca.

Pensar la educación del Reino de Granada durante las reformas borbónicas, es reflexionar
sobre las estructuras de poder que configuran y ejecutan el Plan de Estudios. Con la
coronación de un rey Borbón (nieto de Luis XIV, rey de Francia) en la monarquía española,
las dinámicas del poder a lo largo de América no serán las mismas, ahora tendrán una visión
de tinte ilustrado. De esta forma se introduce el discurso de la fraternidad e igualdad en el
plan educativo. ¿En qué consiste este nuevo paradigma en la educación? ¿Cuáles son los
proyectos que se generan a partir de estas reformas y cómo se ejecutan? ¿Qué tan profundos
son estos cambios?

En la segunda mitad del siglo XVIII se manifiesta la necesidad de un cambio de espíritu que
toma fuerza con la propuesta de reformar los estudios superiores y la creación de una
universidad. (Jaramillo, 1998). Hay que señalar que la educación en el reino se sostiene
primordialmente con los recursos que provienen del clero. Los jesuitas son la orden de mayor
cubrimiento educativo. Carlos III ordena la expulsión de estos del reino de Nueva Granada y
sus bienes pasan a disponerse para el plan de reforma educativa. Muchas veces la educación
era financiada por las rentas propias y eran controladas por los cabildos de villas y ciudades
(Zuluaga, 1999: 24-25).

Francisco Antonio Moreno y Escandón tiene la tarea de la formación de una Universidad en


la capital, el fiscal Escandón choca con la orden examinadora de los dominicos (Lane, 1994:
40), quienes son los que pasan a dominar el panorama educativo y acreditan la titulación,
pero con unos parámetros ambiguos. El fiscal crea la primera biblioteca pública con los libros
de los jesuitas como un intento de promover la ilustración.

La capital del Reino de Granada no obtiene su universidad pública, entonces ¿Qué tan
profundo es el cambio que se propone en el plan educativo? Hay que señalar que son los
Dominicos los que más aportan a la educación y que si bien se da la inclusión de nuevas
disciplinas en el panorama educativo, los valores católicos permanecen. Estas acciones
reformistas suponen una transición en el panorama educativo, que corresponde a las
convulsiones generadas en el poder. No hay una ruptura repentina, sino, una graduación entre
valores que prevalecen y el paradigma moderno que va tomando fuerza en la sociedad.

La incorporación de cambios en la educación pasa en un principio a un segundo plano, por


las fricciones entre lo público y lo clerical, y por la falta de recursos como libros y profesores
para ejecutar las cátedras que estaban establecidas. Con los cambios políticos, la modernidad
157
se abrirá paso en los planes educativos e influirá en las prácticas culturales. “Durante la
segunda mitad del siglo XVIII la educación fue apresada por el Estado y declarada objeto
público” (Zuluaga, 1999: 24). Así la enseñanza se fortalece como un ejercicio del poder. Pero
aun así los recursos destinados a lo público siguen siendo muy pocos.

Un nuevo tipo de educación nace, se conforman de las escuelas patrióticas.

En la crucial coyuntura histórica marcada por la declaración de independencia nacional,


precedida por el cambio de régimen y la adopción de las famosas reformas borbónicas, surge
una ruptura considerable de pensamiento y la consecuente adaptación a las nuevas formas de
gobierno y necesidades sociales. Repercutiendo en el nacimiento del modelo de escuela
patriótica.

Tras el vacío dejado por los jesuitas en el ámbito educacional a mediados del siglo XVIII, (la
compañía de Jesús controlaba casi la totalidad de instituciones de índole educativa, como los
colegios mayores y seminarios, enfocados en la formación religiosa) se enfrenta con la
ausencia estatal donde la falta de sólidas decisiones respecto al problema educativo son el
factor común de esos años, tratando de suplir necesidades educacionales con medidas
urgentes que no ayudaban a la consolidación de un modelo educativo nacional, se llega usar
vieja infraestructura abandonada como centros educativos (Martínez, 1986), esto hacía de los
esfuerzos por solucionar las exigencias de la sociedad, poco contundentes y por lo tanto
carecían de una misión ideológica más allá de la instrucción de algunos conocimientos.

Después de establecer la independencia de la nación, se hace preponderante la necesidad de


erigir una idea unificadora dentro de las filas sociales que los identificara a todos como
partícipes y formadores de la naciente patria. La escuela patriótica nace como respuesta a
esta necesidad, debido a que está se fundamenta sobre la proyección de objetivos de índole
moral y ética que busca la formación de hombres puros, virtuosos, de buena moral y
obedientes, que sientan la necesidad y el orgullo de identificarse como partícipes de una
nación (Martínez, 1986).

Para lograr estos objetivos la planta física de la escuela debe representar un espacio para la
prevención y corrección, por ende, su arquitectura debe corresponder a las necesidades de un
aparato de vigilancia con el fin de “organizar a los individuos alrededor de la norma”
(Martínez, 1986: 59). Esta formación de los niños, supervisada por maestros que debían
garantizar el óptimo aprendizaje de buenas costumbres y ciega moral, obediente siempre al
ideal de patria, garantiza que a futuro se convirtieran en hombres siempre fieles a la nación
y sus preceptos éticos. Aunque la instauración de este modelo educativo debía corresponder
a la formación laica de los estudiantes, para hombres como Francisco José de Caldas, por
ejemplo, era inevitable usar apoyo de herramientas que además de apoyar la concepción de
moralidad en los niños desempeñarán funciones ornamentales dentro de la materialidad de la
escuela, estas herramientas eran cuadros representativos de escenas clásicas religiosas
basadas en la biblia y refinados carteles de madera con inscripciones demostrativas, tanto de
la gracia como del castigo divino. Claro, todo esto acompañado de himnos y cantos en honor
a la patria y a los padres de la nación. (Caldas, 1808).

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La conformación de estas escuelas patrióticas repercuten claramente en la consolidación de
la idea de identidad nacional, pues fueron el laboratorio para sustentar las siguientes acciones
a tomar dentro de la carrera por ubicar a todos los grupos sociales dentro de un único concepto
de nacionalidad, acciones reflejadas por ejemplo en el decreto oficial en 1904 que buscaba
que la devoción a los símbolos patrios (escudo, himno, bandera) fuera ese refuerzo necesario
a la idea de patria, demuestran que era necesario para la conformación de la nación, plantar
desde los cimientos, es decir desde niños, esa representación de lo que significaba pertenecer
y estar orgulloso de ello, ser una sola unidad.

Presentándose repercusiones, notables aún en los actuales sistemas educativos, donde el


saludo a la bandera es un momento obligado dentro del desarrollo de las actividades
escolares, o donde los textos escolares enmarcan el heroísmo, gallardía y gracia de los padres
de la patria subiéndolos a un pedestal de honor y justicia. Demuestran que la instrucción del
patriotismo es usando como medio para la institución escolar, representaron una herramienta
indispensable para la consolidación de esa idea de nación y unidad.

Los principios educativos liberales y la instrucción Pública según Bolívar y Santander.

Lograda la independencia, se piensa en una educación impregnada por los principios


liberales; dado que los radicales mantenían la idea de que la educación era la herramienta
más útil para unificar la nación, formar ciudadanos con valores republicanos y poner al país
en el camino de las naciones civilizadas. Desde el mandato del general Santander se marcó
la diferencia, pues éste buscaba hacer todo un cambio en el sistema educativo.

El analfabetismo preocupaba en gran medida al general Santander, así lo demuestra la carta


que dirigió en 1819 a don Guillermo White: "la educación forma al hombre moral, y para
formar un legislador, se necesita ciertamente de educarlo en una escuela moral, de justicia y
de leyes" (Gonzalo, 1945: 4). Santander sabía que sin educación iba a ser muy difícil, por no
decir imposible, afianzar la independencia y como vicepresidente encargado de las funciones
presidenciales se preocupó por la fundación de colegios, escuelas y universidades. Fue así
como creo un plan de estudios que pedía que cada parroquia mantuviera una escuela, cada
provincia un colegio y cada departamento una universidad. Pero, la inestabilidad del reciente
gobierno y los incipientes recursos con el que éste contaba, no permitieron que este plan se
consumara a cabalidad. Sólo quedó el imaginario de lo que debía ser la educación popular en
la nueva república independiente.

Vemos que Santander proponía que la educación debía ser radical y laica, basada en el
modelo europeo o norteamericano. El objetivo era que se instruyera a los individuos en
aritmética, ciencias útiles y se despertará en ellos un gusto por la buena literatura, para así
formar ciudadanos capaces de hacer por su patria lo que otros hombres habían hecho en los
países desarrollados.

Él fijo un reto enorme, puesto que, el cambio en la educación incluía también la


responsabilidad de generar una transformación en los valores que permitieran fundamentar
el ideal educativo, así como también implicaba toda una renovación cultural que no olvidara
las raíces, pero tampoco descuidara el futuro.

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Una educación gratuita, más el establecimiento de escuelas en todos los distritos y colegios
en todas las capitales de provincias, era la forma como el general Santander pretendía sacar
adelante la naciente república. Sin embargo, estos deseos se vieron prontamente frustrados
por varios motivos, el más complejo de ellos radicaba en la difícil situación económica por
la que pasaba el país, el cual tenía otras urgencias como la tarea de construir un Estado
republicano, el desconocimiento de su geografía, la carencia de vías y las enfermedades en
muchas zonas. Sin duda la realidad superaba el imaginario. Sumado a esto estaba la falta de
maestros lo suficientemente capacitados.

Una de las cosas más llamativas sobre la creación de la primera república liberal de
Colombia, es que se pensó en la educación como uno de los pilares para transformar la
sociedad, la educación se convirtió en poder, junto con otros poderes como el de los grupos
y logrando poder sobre el territorio. El aspecto educativo se apoyó en una variable de
enseñanza representada bajo la figura de la Instrucción Pública, cuya finalidad era educar al
hombre con un carácter individualista, por medio de instituciones del Estado, e instituciones
particulares. (Quiceno, 2003)

Lo que se buscaba era una organización de carácter formal para la educación en la cual, tanto
los individuos como los grupos se vieran acompañados y vislumbrados por la ley, el derecho
y la distribución del poder. Anclado a la construcción de una figura de ciudadano que se ve
a sí mismo como representante de lo que significaba el aparato republicano y el poder
conjunto.

Para el nuevo gobierno la instrucción pública se percibe como la base primigenia del devenir
social y sin la cual la República no es más que un concepto vano, sin un trasfondo claro el
cual pueda perpetuarse y arraigarse efectivamente en la sociedad; Santander busca fortalecer
nuevas lealtades de los ciudadanos al Estado en formación; implantar nuevos valores civiles
sobre las empobrecidas instituciones educativas y políticas del régimen colonial.

La instauración de la instrucción pública en la formación de la República fue caracterizada


en sus primeras instancias por una serie de divergencias y discrepancias ideológicas
protagonizadas por sus fundadores Francisco de Paula Santander y Simón Bolívar. Quienes
estaban infundidos profundamente por las corrientes ilustradas de la época, lo cual les
concedió la oportunidad de ver la educación de una manera muy distinta a la del imperio
español. (Báquiro, 2017). Estos dos personajes imaginaron el modelo de educación que
necesitaba la naciente juventud neogranadina, pensaron el diseño de planes de estudio que
solo se verían plasmados una vez fuera concluida la campaña de liberación que estaba en
curso. Permitiendo entrever no solo una inquietud de carácter político y social esencial de
dicho período, sino también las aspiraciones ideológicas que debían identificar a la nueva
élite.

La posición de Bolívar frente a la educación se oponía a la de Santander, no en lo que tiene


que ver con la escuela, pues ambos rivales decidieron apoyar la escuela mutua. (Zuluaga,
1984). Se distanciaban en su concepción de educación necesaria para la sociedad, en donde
el discurso de Bolívar era ampliamente moral, mientras que el de Santander era legal, lo cual
evidenciaba que pensaban en dos tipos de hombre para educar. Bolívar concebía que la moral
estaba por encima de lo legal, de la norma, de lo que se proponía como civil. Hay que aclarar
160
que para Bolívar no perdía validez lo legal, sino que esto era secundario y se formaba después
de lo moral y natural. Esta forma de pensar era una clara identificación con Rousseau. Por el
contrario, Santander creía que la ley humana era la encargada de educar la conciencia, el
cuerpo, la que brindaba los valores y creaba el ser. Esta posición era claramente Utilitarista,
fundada en el derecho y en el orden de la civilización, reconocido y apoyado en las doctrinas
de Bentham, Say y Tracy. (Quiceno, 2003: 36)

Bolívar pensaba en un orden naturalista que sirviera para la vigilancia de las acciones
humanas. Pensaba más en ejercer el control, en el orden común de las cosas, en la coerción
de los instintos, ya que consideraba que el hombre es por la educación que se le imparte y no
por sí mismo. Santander pensaba más en un buen plan de estudios, en leyes que ordenen
efectivamente las cosas y en unos administradores que pudieran cuidar de ese orden. El
pensamiento de Santander era el plan de estudios, no la ley natural, no la conciencia
ínfimamente natural de considerarse hombre. Las tres piezas claves de la educación fueron
pensadas por Santander y de este modo el método adquirió la calidad de Plan. El ser hombre
se vio transformado en una sola conciencia que era basada en las leyes y en el estado de
derecho y la naturaleza se fue transformando en civilización, en un orden de carácter civil.

Bolívar y Santander protagonizan un amplio progreso en el señorío y control de la educación,


entre 1819 y 1821 efectuando el fomento de ideales que para el momento resultan irreales;
como el querer ofrecer educación a todos los niveles de forma conjunta, igualitaria y gratuita.
Se propusieron, como razón de Estado, el asunto de la instrucción pública. El libertador se
planteó: la educación primaria debería ser la base desde la cual se formarán las futuras
generaciones, encargándose ésta de la instrucción física y moral de los niños desde su
nacimiento hasta los doce años y de esta manera las naciones se encaminan hacia el término
de su honor con el mismo paso que marcha la educación.

Los dirigentes de la República jamás titubearon en expresar que todas las formas de
educación deberían estar reglamentadas y bajo la vigilancia del Estado para terminar con el
pasado colonial. Santander extendió la tarea del libertador y dictó varias normas respecto a
la educación primaria por medio del Decreto General sobre la Instrucción Pública de 1820,
el cual dictaba: conocimiento de los derechos y deberes para ser mejores ciudadanos, y
batallar contra el analfabetismo, tomando en cuenta que después de 1830 quien no supiera
leer ni escribir no podía tener el derecho al voto, convirtiéndose en una imposición para las
escuelas públicas tanto en las ciudades como en las villas del territorio, las nociones de
aritmética, primeras letras y saber militar. Es así cómo se decide optar por una orientación de
carácter regalista y un control tangible del Estado sobre la instrucción pública, dicho asunto
incluye a los denominados colegios seminarios.

Las leyes de Instrucción Pública que fueron consignadas por el Congreso de 1821 dieron
cimiento y camino libre a las medidas de Santander. Se trata entonces de un plan sigiloso de
implantación, más que de una revolución catastrófica que derrumbe todo lo que llevaba a
cuestas la educación colonial. Dicho de otra forma, Santander no se lanza instantáneamente
a una regeneración radical, para no causar agitaciones en las más profundas raíces del alma
popular, prefiere hacerlo de manera moderada y consensuada.

161
A la supresión de los bienes conventuales le acompañaría la incursión ideológica, la cual se
llevó a cabo con una amplia expansión de autores destacados como contradictorios a la
rectitud católica. Cuando Santander da vía libre a algunos colegios para impartir el español,
se da una coyuntura bastante importante en la concesión del latín como una lengua
académica. Se abre un mundo de posibilidades y la instrucción política se alterna con la
religiosa, definiéndose los catecismos políticos con la ordenación de preguntas y respuestas.

Referente a la educación superior, se cumplió la utopía del arzobispo Caballero y Góngora


de crear una Universidad General, con dicha Universidad Central se pretendía realizar una
unificación de las labores ejercidas por los colegios mayores. Como resultado de esta serie
de acontecimientos que dieron la forma y el concepto de Nación y de República, se abre el
camino a un nuevo individuo, el cual se identifica como un ciudadano que es capaz de leer y
escribir, el cual posee un sin número de cualidades y de costumbres rectas y virtuosas que le
permiten poseer un trato social adecuado, así como un perfil religioso estructurado. Aunque
cabe aclarar que paralelo a esto se introducen temas como la legitimidad del Estado y las
relaciones de la iglesia con el Estado.

A partir de 1823 se amplían las importaciones de obras literarias y se ve en aumento la


cantidad y variedad de cátedras. Pero se analiza que desde 1826 se ve agudizado el ambiente
político con las latentes corrientes del proyecto que promovía el Libertador. El alzamiento
que tiene lugar en Valencia (1826) provoca un distanciamiento perceptible entre Bolívar y
Santander lo cual acelera el progreso de sus ya citadas discrepancias.

Cuando Bolívar asume el poder absoluto, tras el fracaso de la Convención De Ocaña, suprime
la Vicepresidencia y concede a Santander el puesto de embajador ante los Estados Unidos.
El Libertador Presidente consigna entre 1828 y 1829 una serie de decretos contra reformistas
que suspenden el código de 1826, restableciendo los conventos no ocupados por colegios,
eliminando las cátedras de ciencias políticas y restableciendo el latín como exigencia para
poder avanzar a cátedras que se inscriben en las facultades de educación superior.

La Institucionalización de la educación y el modelo educativo

Podría creerse que durante este periodo se innovo al crear una institución que se encargará
del saber, pero, las instituciones educativas ya venían existiendo y era la Iglesia quien se
encargaba de ellas, lo que se dio durante el periodo de la “Gran Colombia” con respecto a
esto fue un cambio en quien controlaría la educación además por primera vez se hablaría de
instrucción pública, por otra parte veremos en este momento cambios, continuidades,
adaptaciones y transformaciones del proceso educativo, que se dará desde políticas estatales
en la institucionalización que involucró a diferentes actores que intervienen en las reformas
a la educación.

En la época de la conquista es donde nacen las primeras instituciones donde se orientan las
primeras letras y la catequización de la religión católica, más adelante durante la colonia la
educación es orientada por la influencia del renacimiento y nacen escuelas por mandato real,
la instrucción se convirtió en una necesidad, y los primeros profesores eran los curas
doctrinarios, sin embargo la escuela era sólo para los hijos de personas pudientes (los

162
hombres estudiaban en el colegio de San Bartolomé y las mujeres de alcurnia en la escuela
del rosario).

La educación estuvo agraviada por los conflictos entre partidos políticos conservistas y
progresivos, reaccionarios y liberales por apoderarse de la educación y de la escuela para sus
intenciones, sumándose al conflicto ya presenté con la Iglesia. Todo concluye con el dominio
del Estado sobre el saber. Al entregarse la educación al Estado, se consideró la necesidad de
construir un sistema educativo que estuviese acorde con la condición de la nación, que llegase
a todos los ciudadanos y que fuese capaz de transmitir el ideario republicano (para ello se
tuvo en cuenta el método de enseñanza mutua).

En el proceso de institucionalización se desarrolla una doble naturaleza, la del poder y la del


saber, el sistema que se diseñó entonces pretendía dar solución al problema de la baja
cobertura, ya que únicamente llegaba a los sectores privilegiados de la sociedad, el fin era
llegar con las primeras letras y con las matemáticas al mayor número que fuese posible de
los jóvenes y niños en la sociedad, el proceso comienza con lo que se conoce como
instrucción pública organización que garantizara la instrucción elemental para el pueblo a
través de la escuela primaria y algunos colegios provinciales, las casas de educación y los
conventos.

Justamente en el Congreso de Angosturas de 1819 y la Constitución de Cúcuta de 1821 se


sentaron las bases de la educación colombiana, dejando definida la organización de la
instrucción pública que reformaba las viejas costumbres coloniales.

Para llevar a cabo el objetivo de la cobertura y bajar de la tasa de alfabetismo entre los
jóvenes, el Estado empezó con la determinación de construir y dotar escuelas primarias o de
primeras letras en cada pueblo que tuviera cien o más habitantes. Así quedó consagrado en
el artículo primero de la ley del 6 de agosto de 1821: “Habrá por lo menos una escuela de
primeras letras en todas las ciudades, villas, parroquias y pueblos que tuvieren cien vecinos
y de ahí arriba” (Ocampo & Soler, 2012: 194). Y también en 1821, el Congreso de Cúcuta
dictó una serie de normas tendientes a la creación de colegios en algunas ciudades, donde se
enseña a varones y mujeres, lectura, escritura, aritmética, geometría, religión, moral e
instrucción cívica. La educación secundaria igualmente contó con gran apoyo, fundándose
colegios en Ibagué, Medellín, Cali, Pamplona, San Gil y Tunja.

Hemos dicho que el proceso se inició con la instrucción pública, la cual empieza con el
gobierno del general Francisco de Paula Santander, además que, se le otorgó al sistema
educativo, la facultad de ser responsable de la formación de los ciudadanos. Aunque
existieron propuestas en el siglo XVIII, como las de Francisco Moreno y Escandón.

Sin embargo, la instrucción y la educación en los primeros años no se dirigía a darle respuesta
a las necesidades del pueblo, o a desarrollar las potencialidades, haciendo visible el
predominio de un modelo controlado por el Estado central, que se basa en el poder del
derecho y el orden legal administrativo, la instrucción se asume como una herramienta para
formar al nuevo ciudadano de la república, es decir, pretendía convertir al individuo en
ciudadano y hacerlo parte de la república.

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El proyecto educativo se materializó cuando en el Congreso de Cúcuta, el 6 de agosto de
1821, se aprobó la Ley de Educación, que contempló crear colegios o casas de educación en
las capitales de las provincias, con planes provisionales de estudio similares a los de los
colegios de la capital, los cuales habían sido reformados mediante el decreto de 26 de octubre
de 1820 (Restrepo, 1835: 16).

En el plan de estudios del 3 de octubre de 1826 ordenó la creación de las escuelas de


enseñanza mutua en todas las capitales de provincia y parroquia, y el establecimiento de las
siguientes materias en el plan de estudios: escritura, moral, religión, constitución del Estado,
urbanidad, principios de gramática y ortografía castellana, aritmética, geografía,
agrimensura, geometría, veterinaria y agricultura. La principal escuela normal lancasteriana
fue organizada por el vicepresidente Santander en Bogotá, y de la cual los maestros que se
proyectaron a todo el país. (Ocampo & Soler, 2012: 36), el vicepresidente Santander ordenó
la creación de escuelas de enseñanza mutua en Bogotá, Tunja, Popayán, Medellín, Socorro,
Santa Marta, Cartagena, Villa de Leiva, Ramiriquí, Chiquinquirá, Cali, Buga, Cartago,
Mompós, Maracaibo y otros pueblos. El mayor número de escuelas lancasterianas fueron
fundadas en las provincias de Bogotá y Tunja.

Entre los intentos de creación de escuelas primarias encontramos el Colegio de Boyacá


(fundado por el vicepresidente Santander en el año 1822), fue el primer colegio que se
consolidó en Colombia como institución educativa pública y oficial. En el artículo 4º del
Decreto 55 del 17 de mayo de 1822, con el cual se fundó este colegio oficial se estableció lo
siguiente: “Por ahora se establece en el Colegio de Boyacá una escuela de primeras letras,
bajo el método lancasteriano, una cátedra de gramática castellana latina y retórica, y otra de
filosofía, debiéndose ocupar estas cátedras por oposición o indistintamente por seculares,
eclesiásticos o regulares” (Castillo, 1985: 63-65).

Por otra parte, “El problema primordial después de la independencia era el de cómo educar
a los hombres, a cada individuo y a toda la población” (Quiceno, 2003: 23), como se
mencionó anteriormente, debido a la alta tasa de analfabetismo que había en todo el territorio.
Movidos por la doctrina utilitarista de Bentham necesitaban ciudadanos letrados que
sirvieran al florecimiento de la nación, por ende, se consideró la necesidad de implantar un
modelo educativo acorde a los recursos y necesidades que se tenían en ese momento; de esta
manera se tuvo en cuenta el método de enseñanza mutua de Joseph Lancaster.

Este método es introducido en Colombia por Fray Sebastián Mora, perteneciente a la orden
franciscana. El Fray había sido deportado a España por su participación en las luchas
revolucionarias y durante su estadía aprendió este método. A su regreso a Colombia en 1820,
fundó una escuela en Capacho, Venezuela. Santander lo invito a Bogotá con el fin de que
abriese una escuela lancasteriana en la Nueva Granada, convirtiéndose así en la primera de
las tres escuelas normales del método lancasteriano que Santander ordenó fundar en Bogotá,
Caracas y Quito; las cuales recibirían estudiantes de provincias cercanas con el fin de que
aprendieran este método y lo difundieran por todo el territorio nacional (García, 2007).

Método de la escuela Lancasteriana

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El método lancasteriano se caracterizaba por una enseñanza simultánea o mutua en la cual,
los estudiantes aprendían en forma grupal y el maestro se apoyaba en alumnos destacados o
que eran más grandes que sus compañeros los cuales recibían el título de monitores. Estos
monitores eran los encargados de dar a conocer los temas y enseñarle al resto de sus
compañeros; era además un intermediario ya que este informaba al maestro de cualquier
situación que se presentará en las clases. En el aula se acomodaban según sus conocimientos
y el grado que estaban cursando, en las primeras filas se encontraban los grupos de los más
pequeños y a medida en que iban adquiriendo nuevos conocimientos se iban sentando en las
filas posteriores. El maestro era quien daba las instrucciones de lo que se debía realizar
durante la jornada; su lugar se encontraba al frente del aula tras un escritorio el cual, estaba
ubicado en una plataforma que lo hacía estar más arriba que el resto y desde donde podía
observar toda el aula.

La ventaja de este método reside en que fomenta la propagación de las escuelas de instrucción
pública a muy bajo costo y con un reducido número de maestro ya que se necesitaba uno por
establecimiento; formando así a un gran número de ciudadanos que era el fin de las reformas
liberales. Su éxito se debió en gran parte a los adelantos técnicos que presentaban como signo
de progreso con respecto a la enseñanza colonial.

Esta escuela permitía resolver el problema sobre la formación moral del hombre: orden,
control interno y externo, reglas de comportamiento, autoridad y técnica. Sus contenidos de
enseñanza eran la lectura, la escritura, la gramática, el dibujo, la costura y el canto; su
didáctica era mecánica, repetitiva y memorística.

Una educación no oficial, el accionar de las sociedades educativas.

El paso del sistema educativo colonial al planteado por la república dirigida por Bolívar y
Santander no significó el fin de las antiguas asociaciones formadas por los cuerpos
coloniales, sólo representó su pervivencia bajo otros órdenes. Estas sociedades educativas no
estaban incluidas dentro del plan educativo oficial de la república, sin embargo, esto no les
impidió existir y actuar.

Por tanto, podemos mencionar a varias como son: las sociedades de amigos del país, las
sociedades filantrópicas, de beneficencia, de ayuda, de moralidad, católicas e incluso logias
masónicas. (Quiceno, 2003: 41). Cada una de estas ejercía como organización educativa y
actuaban en distintos niveles, unas tenían su foco de atención en sectores populares, otras en
las elites y en grupos religiosos. Así estas organizaciones presentaban objetivos y
motivaciones variados según el grupo social o político del cual dependieran.

La instrucción ofrecida por estas tenía un carácter no oficial, no correspondía a los intereses
institucionales de la república respecto a la educación y en este sentido estarían por fuera de
la ley. Por tanto, estas organizaciones privadas de educación actuaban a voluntad y sin más
restricción que las propias para impartir una educación a medida de sus propios intereses.
Los cuales a veces chocaban con el plan institucional, por ejemplo, en las sociedades
católicas las cuales se oponen a una educación sin los principios católicos, es decir a una
educación laica. Sin embargo, otras se preocupaban por el avance de los conocimientos
científicos en el país, caso de las sociedades de amigos del país (Quiceno, 2003).
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La formación ofrecida por estas sociedades era de primeras letras, moral y técnico para los
sectores populares cubiertos por estas. Sin embargo, para los miembros de la elite esta
educación tenía un mayor peso, pues se les educaba para gobernar y al hacerlo defender sus
intereses, así su educación era profesional (Quiceno, 2003). Por tal razón estas sociedades
amasaron influencia y poder social, lo que sumado a los intereses propios de esta se formó
en poder político ya sea para afianzar el proceso institucional de educación o ser un foco de
oposición para el mismo en regiones de la república (Echeverry, 1989). Pugnas que expresan
el espíritu de la lucha entre una república centralizada y otra en defensa de la determinación
regional.

Así pese al aparente y bien intencionado actuar de las sociedades, estas no propenden a una
educación para la libertad de los hombres, no son tan bien intencionadas, estas buscan hacer
de sus afectos a estos hombres, hacerlos instrumentos y participes de sus causas políticas o
ideológicas. Las cuales llegan a corresponder al sostenimiento del estatus colonial en la
república. Como es el caso de las sociedades católicas que luchaban por mantener su lugar
de rectora moral y educativa, hasta ser reconocida por el estado como responsable de velar
por la educación y moral de los ciudadanos (Quiceno, 2003).

Otro tipo de sociedad y cuyo papel debe resaltarse fue el de las logias masónicas cuyos
miembros están altamente educados y capacitados. Los cuales se piensan el régimen
republicano y la importancia de tener un estado independiente a los intereses eclesiales
(Quiceno, 2003). Es un tipo de sociedad que si bien no fue abierta al público en general contó
con miembros inmersos en los estamentos de poder. En su interior se pensaban y discutían
ideas que posteriormente algunos de sus miembros llegaban a aplicar institucionalmente, su
importancia radica en la fuerte influencia ideológica del libre pensamiento, en la promoción
y discusión de ideas liberales para la transformación de los estamentos heredados de la
colonia. Se constituye en una escuela de dirigentes políticos para la república, la elite política
de la nación se reunía en ellas.

A manera de conclusión, podríamos sacar varias conclusiones acerca de la educación durante


la Gran Colombia, con base en todo lo expuesto a lo largo de este ensayo.

En primer lugar, se puede expresar que el desarrollo de la educación desde las reformas
borbónicas en el virreinato hasta la primera república liberal de Colombia podría decirse que
está marcado por el interés, el poder que confiere, pues en los primeros años se ve enfocado
por promover las ciencias, ya que España requiere de ellas, durante la independencia se
desean hombres patriotas, que se identifiquen con la causa americana, después, en la
república liberal se necesitaran ciudadanos capaces de llevar a cabo lo mejor posible los
ideales de los liberales, así que para esto el Estado asumirá la responsabilidad de educar, para
poder formar los ciudadanos que necesita y desea según las condiciones del momento. Esta
instrumentalización de la educación para el control social perdura hasta nuestros días,
evidenciada en la sociedad actual con la carencia de pensamiento crítico en la mayoría de la
población con respecto al actuar de las elites políticas.
Por otra parte, en la “Gran Colombia”, la realidad de la educación era frágil, escasa y precaria;
se podía apreciar una escasez de escuelas, ausencia de población letrada que pudiese ocuparse
como docente y, sobre todo, ausencia de recursos educativos que contribuyeran a que el
proyecto fuese exitoso. La educación está mediada por los intereses de la élite ya que, por
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medio de ésta se hace posible la coerción del otro, pues en ella es donde se forman las virtudes
del ser en relación con su papel dentro de la sociedad.

Otra conclusión sería que la educación pasó a ser sinónimo de progreso y construcción de
identidad en la medida en que, para ser un considerado un “ciudadano” tenía que ser una
persona letrada. El método Lancasteriano o de enseñanza mutua se adoptó porque se
consideraba que con él se iban a requerir menos escuelas, menos docentes, y, menos gasto
en el erario público. En la enseñanza mutua se mostraría una fuerte presencia de discursos
sobre el trabajo, la moral, la disciplina, la vigilancia y las facultades; discursos que toman
forma en la manera de enseñar (repetición, memorización, imitación, control y castigo).

Por último, en paralelo y en cierta manera al margen de la ley pervivieron organizaciones


que ofrecían en mayor o menor medida, según el sector social, una educación estructurada y
con la cual podían tener influencia, así como poder político sobre sectores sociales y/o
regiones del país, lo cual constituyó en el germen de conflictos sociales y civiles. Tal es el
caso de la iglesia católica, que aún determina ciertos aspectos de la educación pública del
país. Pues pese a ser un estado laico existe cátedra de religión católica en escuelas y colegios
públicos del país.

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Región, Revista del Centro de Estudios Regionales, Universidad del Valle, Universidad
Pedagógica y Tecnológica de Colombia

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