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Taller 1

Narrativa colombiana Decimonónica

Nailyn Gómez Blanco


Elizabeth Buelvas Rios

1. Señale y explique los anacronismos que se encuentran en los siguientes fragmentos.


2. Analizar cómo son vistos los personajes históricos.
3. Teniendo en cuenta que los realemas son sistemas estéticos, artísticos y literarios, que
procuran la imitación, representación y recreación de las cosas, de modo que
produzcan un efecto de realidad, cómo se evidencian estos en cada fragmento.

Los Cortejos del diablo - Germán Espinosa

-Las malas lenguas no dejaban de preguntarse de dónde sacaba la viuda los fabulosos
caudales dilapidados en su sostenimiento. Lo cierto es que, tras aquellas paredes, los ojos
pacatos de los visitantes creían haber visto maravillas miliunanochescas tales como tapices
que pertenecieron a la XVIII dinastía egipcia; iluminaciones palatinas y divanes que fueron
en otros tiempos del príncipe Korustcha; mecanismos melódicos que narraban musicalmente
la historia del pájaro que habla, el árbol que canta y el agua de oro; el mapa trazado por Sarpi;
el dorado escudo mágico del rey de los Romanis, bandejas de oro macizo y alfanjes con
empuñaduras del mismo metal que alguna vez hicieron parte del tesoro de Aladino; rañas de
cientos de luces hurtadas por los bucaneros al dux de Venecia; búcaros de caolín que databan
de una antiquísima dinastía China; un broche que estuvo que estuvo sobre el busco de
Cleopatra; la lampara de Diogenes y vasos griegos que representan toda la suerte de escenas
mitológicas, mosaicos etruscos invaluables por su rareza; [...]; la trompeta de Juicio Final, y
un cúmulo innumerable de variados y portentosos objetos entre los cuales la viuda de
Alcántara se movía con una indiferencia que hubiese hecho rabiar a un erudito.
-Luis Andrea. Era un niño hirsuto y retraído que, a los pocos años, fabricaba con elementos.
rudimentarios unas diabólicas máquinas y artilugios de fantasía con los cuales conseguía
sembrar miedo en los contornos. Entre sus invenciones estuvo la del pararrayos, que más de
un siglo después detentaría Benjamín Franklin con un criterio imperialista de la propiedad
intelectual. [176]

1. Anacronismo arqueológico o material: este fragmento trata del uso de


materiales/arquitecturas de diferentes tiempos insertados en otros. En el primer
fragmento encontramos ejemplos de este anacronismo, ya que el autor menciona
elementos históricos que funcionan como representaciones de un pasado real, es decir,
que incluye elementos que pertenecen a ciertos acontecimientos históricos de un
periodo. Para que se presente este tipo de anacronismo, el escritor implementa
procedimientos en la descripción para lograr que el lector se adentre en el presente del
pasado y lograr el efecto de una “realidad”.
Ejemplos señalados en el fragmento con el color amarillo.
Otro tipo de anacronismo visto en este fragmento es el anacronismo verbal, ya que
el autor hace uso de palabras que eran usadas en el tiempo donde se ambienta la
narración, el escritor se vale de una actualización en el lenguaje para que su texto sea
entendible en su tiempo.
Ejemplos señalados en el fragmento con el color morado.

2. Análisis de los personajes: el personaje histórico que se manifiesta en este fragmento


es Benjamín Franklin, el cual es representado como alguien que se apoderó
ilegítimamente de los inventos realizados por Luis Andrea (personaje inventado), que
este caso sería la invención del pararrayo, esa hazaña se logró por el poder adquisitivo
de Franklin pues en el apartado se expone: “(...) que más de un siglo después
detentaría Benjamín Franklin con un criterio imperialista de la propiedad
intelectual.” Por ende, se podría decir que la imagen manifestada es de una persona
fraudulenta. Por lo que podríamos concluir que el escritor se basa en documentos para
construir una caracterización alterada para dar muestra de la memoria colectiva, la
cual puede tener fallas en la conservación de datos.

3. Realemas: los realemas son valores estilísticos/artísticos/literarios (estereotipos)


comunes de una cultura, los cuales se filtran en los discursos de una época, estos se
pueden emplear con la finalidad de reinterpretar el modo de vida, los hechos, objetos,
etc., de dicha época, todo desde la percepción del autor.
-Luis Andrea. Era un niño hirsuto y retraído que, a los pocos años, fabricaba con
elementos. rudimentarios unas diabólicas máquinas y artilugios de fantasía con los
cuales conseguía sembrar miedo en los contornos. Entre sus invenciones estuvo la
del pararrayos, que más de un siglo después detentaría Benjamín Franklin con un
criterio imperialista de la propiedad intelectual.
En este fragmento se presenta al personaje Luis Andrea como el autor intelectual del
pararrayos, representando a Benjamín Franklin como un ladrón, quien se llevó los
créditos del invento, aun cuando en la historia hay registros de que el creador de este
invento sí fue Franklin.

El Asombroso viaje de Pomponio Flato. (2008) Eduardo Mendoza

La benevolencia de los dioses, Fabio, no abandona ni siquiera a quienes, como yo, dudan de
su existencia. Al atardecer del quinto día, y a menos de una jornada de nuestro destino, nos
cruzamos con un tribuno que, procedente de Cesarea y con una pequeña escolta de seis
hombres, se dirige a realizar un trámite en una pequeña aldea del norte. Le expongo mi
situación y accede a que le acompañe, pues prevé que el asunto no le ocupará más de un día,
tras lo cual regresará a Cesarea, donde reside el procurador de Judea, el cual tomará las
disposiciones necesarias para mi regreso a Roma o el traslado a otro lugar, si persisto en el
propósito de mi viaje.

Acepto agradecido y me despido de Liviano Malio, a quien deseo suerte en su misión y feliz
regreso a Siria. El también me desea suerte e impulsivamente me abraza y me dice al oído
que no me fie de nadie, ni judío ni romano. Luego ordena a los soldados reemprender la
marcha y yo me pongo en camino en compañía del tribuno y su reducido séquito.

El tribuno se llama Apio Pulcro y pertenece, como yo, a una ilustre familia de la orden de
caballería. Fue acerrimo partidario de Julio César, pero tras su asesinato se pasó al bando de
Bruto y Casio. Más tarde, previendo que esta facción no ganaría la guerra, desertó y se unió a
las filas del triunvirato compuesto por Marco Antonio, Augusto y Lépido. Terminada la
guerra, y enfrentados Augusto y Marco Antonio, luchó al lado de este último. Después de la
derrota de Accio, se ganó el favor de Augusto traicionando a Antonio y revelando el posible
paradero secreto de Cleopatra, con que se vanagloria, a mi modo de ver sin autenticidad, de
haber tenido un escarceo amoroso. Con este continuo ir y venir había logrado salvar la vida
en repetidas ocasiones, pero no mediar, como había sido en todo momento su propósito.

-Todo ha cambiado desde los tiempos de la república-exclamó con amargura al término de su


relato. ¡Qué lejos quedan los tiempos en que Roma pagaba a los traidores! Otros con menos
méritos son ahora gobernadores de provincias prósperas, prefectos, magistrados, incluso
cónsules. En cambio, yo, que tanto he hecho por los unos y por los otros, mírame: oscuro
tribuno en esta tierra desprovista de toda amenidad, pobre y, por añadidura, hostil. Pero tú, a
la vista de tu situación y de tu aspecto, seguramente habrás sido víctima de una injusticia
similar.

1. Anacronismo verbal: este anacronismo se define porque los personajes suelen


conservar vocablos y expresiones sintácticas, características de la época recreada. En
este tipo de anacronismo se advierten los modelos estilísticos del habla, del narrador y
de los personajes situados en el pasado diegético. En el segundo fragmento se
evidencia una actualización del lenguaje, aunque este fue escrito en el siglo XX y su
contenido se desarrolla en el siglo I d.C., se hace perceptible que el autor hizo uso del
anacronismo verbal para que la narración fuera comprendida en su tiempo. Por otra
parte, no existen (o existen pocos) registros de cómo se comunicaban y hablaban en
ese siglo.
Ejemplos señalados en el fragmento con el color morado.

Anacronismo psicológico: este anacronismo se caracteriza porque afecta la


representación de los personajes, históricos o inventados dentro de la diégesis de la
narración. En este fragmento encontramos ejemplos de este tipo de anacronismo,
aunque el personaje narrado en esta obra sea invento del autor, este no posee
conocimiento de cómo actuaban o pensaban las personas del siglo I d.C.; por ende, la
reinterpretación de estos es un supuesto imaginario del escritor.
Ejemplos señalados en el fragmento con el color verde.

2. Análisis de los personajes: en este apartado se hace referencia principalmente a Apio


Pulcro quien según los datos históricos fue un cónsul y senador romano. En el
fragmento se evidencian ciertas conexiones con otros personajes históricos, pero pese
a la escasa información encontrada se manifiesta un encuentro con Julio Cesar,
aunque, no se sabe con certeza este hecho. Otro evento que se manifiesta en el texto
es un romance de este personaje con Cleopatra, lo cual no cuenta con una fuente. Por
lo tanto, podríamos decir que el escritor emplea ciertos recursos literarios para lograr
una verosimilitud de los acontecimientos que construye por medio de una alteración e
inclusión de actitudes, comportamientos y sentimientos para recrear “las vivencias”
de tal manera que parezcan que pertenece a la realidad.

3. Realemas: la novela El Asombroso viaje de Pomponio Flato de Eduardo Mendoza


(2008) se narran las aventuras del personaje ficticio Pomponio Flato, la historia se
desarrolla en un pasado distópico, ambientada principalmente en el siglo I d.C.
En cambio, yo, que tanto he hecho por los unos y por los otros, mírame: oscuro
tribuno en esta tierra desprovista de toda amenidad, pobre y, por añadidura, hostil.
En este fragmento se evidencian realemas, sí bien el personaje principal es un invento
del escritor, este narra con tanta naturalidad los hechos que parecen reales. Por otro
lado, tenemos al personaje histórico Apio Pulcro, el cual el autor representa como un
guerrero que acompañó a Julio César, quien después de la muerte de este se cambió
de bando y traicionó a sus amigos, por último, que fue amante de Cleopatra. Sí bien,
sí hay evidencias de la existencia de Apio Pulcro, no las hay acerca de su amorío con
Cleopatra, ni de sus traiciones a Marco Antonio. En este, el escritor se basó en la
historia para darle un arco literario a su personaje.

El general en su laberinto (anacronismo cultural y psicológico)

Se iba sin escolta, sin los dos perros fieles que a veces lo acompañaron hasta en los campos
de batalla, sin ninguno de sus caballos épicos que ya habían sido vendidos al batallón de los
húsares para aumentar los dineros del viaje. Se iba hasta el río cercano por sobre la colcha de
hojas podridas de las alamedas interminables, protegido de los vientos helados de la sabana
con el poncho de vicuña, las botas forradas por dentro de lana viva, y el gorro de seda verde
que antes usaba sólo para dormir. Se sentaba largo rato a cavilar frente al puentecito de tablas
sueltas, bajo la sombra de los sauces desconsolados, absorto en los rumbos del agua que
alguna vez comparó con el destino de los hombres, en un símil retórico muy propio de su
maestro de la juventud, don Simón Rodríguez. Uno de sus escoltas lo seguía sin dejarse ver,
hasta que regresaba ensopado de rocío, y con un hilo de aliento que apenas si le alcanzaba
para la escalinata del portal, macilento y atolondrado, pero con unos ojos de loco feliz. Se
sentía tan bien en aquellos paseos de evasión, que los guardianes escondidos lo oían entre los
árboles cantando canciones de soldados como en los años de sus glorias legendarias y sus
derrotas homéricas. Quienes lo conocían mejor se preguntaban por la razón de su buen
ánimo, si hasta la propia Manuela dudaba de que fuera confirmado una vez más para la
presidencia de la república por un congreso constituyente que él mismo había calificado de
admirable. El día de la elección, durante el paseo matinal, vio un lebrel sin dueño retozando
entre los setos con las codornices. Le lanzó un silbido de rufián, y el animal se detuvo en
seco, lo buscó con las orejas erguidas, y lo descubrió con la ruana casi a rastras y el gorro de
pontífice florentino abandonado de la mano de Dios entre las nubes raudas y la llanura
inmensa. Lo husmeó a fondo, mientras él le acariciaba el pelambre con la yema de los dedos,
pero luego se apartó de golpe, lo miró a los ojos con sus ojos de oro, emitió un gruñido de
recelo y huyó espantado. Persiguiéndolo por un sendero desconocido, el general se encontró
sin rumbo en un suburbio de callecitas embarradas y casas de adobe con tejados rojos, en
cuyos patios se alzaba el vapor del ordeño.

1. Anacronismo cultural y psicológico: este anacronismo consiste en que “la


representación de los personajes, ya sean inventados o históricos, que actúan en la
diégesis ficcional, a sus conductas, actitudes, y reflexiones, a la representación en su
vida privada e íntima de los acontecimientos públicos, a su manera de interpretarlos, a
su integración en el espacio diegético, etc.” Esto se evidencia en este fragmento
mediante el personaje al cual se le atribuyen acciones y actitudes que traen a colación
una naturalidad de los hechos, aunque no haya una fuente histórica que dé validez a
tales acontecimientos, para lograr ello el escritor se vale de recursos literarios o
estéticos. Por lo tanto, podemos decir que “los anacronismos pueden afectar a ciertos
detalles históricos bien conocidos que son deliberadamente falsificados para mostrar
las posibles fallas de la memoria y el inevitable riesgo del error tanto voluntario como
involuntario”
Ejemplos señalados en el fragmento con el color verde.

Anacronismo verbal: en este fragmento se evidencia el uso del anacronismo verbal,


ya que el escritor usa palabras fuera de la línea temporal que pretende representar,
intentando modernizar el lenguaje para que sea entendible en su tiempo. Y también
emplea palabras de uso común en ese tiempo.
Ejemplos señalados en el fragmento con el color morado.

2. Análisis de los personajes: el personaje histórico principal que se narra en esta


historia es Simón Bolívar, pero aquí se presenta en una vida más allá de lo político; la
cual se centra en el aspecto personal del personaje. De lo anterior se puede enfatizar
en el hecho de que el novelista se apoye en la información sobre la vida íntima de
Bolívar, pero éste agrega ciertos detalles meticulosos que marcan una cotidianidad
que despierta en el lector un presente de ese pasado, en otras palabras, el escritor toma
los recursos disponibles en textos previos sobre ello, realiza una interpretación y con
su creatividad amplía datos para la formación narrativa de ese acontecimiento
histórico.

3. Realemas: [...]Se iba sin escolta, sin los dos perros fieles que a veces lo
acompañaron hasta en los campos de batalla, sin ninguno de sus caballos épicos que
ya habían sido vendidos al batallón de los húsares para aumentar los dineros del
viaje. [...]Se sentaba largo rato a cavilar frente al puentecito de tablas sueltas, bajo
la sombra de los sauces desconsolados. [...]Se sentía tan bien en aquellos paseos de
evasión. [...]el general se encontró sin rumbo en un suburbio de callecitas
embarradas y casas de adobe con tejados rojos, en cuyos patios se alzaba el vapor
del ordeño.
Consideramos que en los apartados seleccionados del fragmento 3 hay presencia de
realemas, ya que el autor hace uso de recursos estilísticos y literarios para hacer una
representación y reinterpretación de los sentimientos y situaciones a las que el
personaje histórico principal se enfrenta. Si bien hay registros de la vida de Simón
Bolívar, no los hay de una manera tan detallada; por ende, se presiente que estos son
reinterpretaciones del escritor con la finalidad de darle un realismo histórico a su
narración.

Los perros del paraíso. Abel Posse.

"Por fin en el faldeo de una colina suave dieron con un claro donde prevalecían un mistol
ancho y una gigantesca, imponente, ceiba. [...] Era el Árbol. El almirante dio una vuelta en
torno al tronco y luego ordenó se acampase. Hizo colgar la hamaca de las ramas bajas. [...] El
almirante descansaba no de un penoso viaje sino de la fatiga de siglos de moribundia. Se
durmió profundamente. Había retornado. Pero mucho más allá del seno de Susana
Fontanarrosa. El Paraíso era el fin de la entropía, de la degradación, de un tiempo de
humillante ser para la muerte"

"Son varios ya los que dicen haber visto extrañas naves iluminadas, como Pérez de Cádiz.
[...] Son grandes barcos sin velamen que transportan gran cantidad de humanos y de cosas.
[...] Una de ellas, la Rex, pasó dejando un velo de música feliz. Era al atardecer y se vio
nítidamente, junto a una especie de alberca con sombrillas de colores vivos, a varios jóvenes
con sombrero de paja, ranchos y chaquetas blancas, de hilo. Ellas con deliciosas capelinas
con cintas de florcitas. Aperitivos con rodajas de limón y pajitas. Música sincopada"

1. Anacronismo verbal: como ya explicamos arriba, este anacronismo consiste en la


inserción del lenguaje o modo de habla de una época a otra. En el fragmento 4,
encontramos el uso de palabras, tales como: “moribundia” la cual sufrió cambios en
su estructura y hoy día se conoce como “moribunda”, esto con la finalidad de
ambientar la narración al tiempo que pretende interpretar. Ejemplos señalados en el
fragmento con el color morado.

Otro anacronismo que consideramos que se evidencia en el este fragmento


corresponde a uno material o arqueológico debido a que la descripción que se
presenta del ambiente pretende de cierta manera recrear la época a la que se hace
alusión “[...]Era al atardecer y se vio nítidamente, junto a una especie de alberca
con sombrillas de colores vivos, a varios jóvenes con sombrero de paja, ranchos y
chaquetas blancas, de hilo. Ellas con deliciosas capelinas con cintas de florcitas.
Aperitivos con rodajas de limón y pajitas. Música sincopada". Pues al emplear
detalles de vestuarios, paisajes y otras características se trae a colación el presente del
pasado y así lograr un efecto de realidad. Con ello se busca activar la enciclopedia del
lector cuando tiene un acercamiento con el texto.
2. Análisis de los personajes: el personaje histórico principal al que se hace referencia
en el apartado no se menciona explícitamente, pero brinda ciertos indicios que llevan
a creer que se trata de Cristóbal Colón, pues se menciona lo siguiente: “[...] Pero
mucho más allá del seno de Susana Fontanarrosa.” Lo que indica que es su
progenitora según los datos históricos. Como hemos venido mencionando el novelista
o escritor es capaz de construir y reinventar historias que parten de un pasado
histórico de tal manera que parecen evocar una realización real, esto es debido a su
capacidad imaginativa, con ello brinda una verosimilitud del acontecimiento.

3. Realemas: el siguiente apartado del fragmento 4 es una muestra de realema:


Era al atardecer y se vio nítidamente, junto a una especie de alberca con sombrillas
de colores vivos, a varios jóvenes con sombrero de paja, ranchos y chaquetas
blancas, de hilo. Ellas con deliciosas capelinas con cintas de florcitas. Aperitivos con
rodajas de limón y pajitas. Música sincopada".
Lo consideramos como un realema porque el autor hace uso de recursos literarios para
describir, en una forma muy realista, la perspectiva del personaje, esto con la finalidad
de reinterpretar el modo de vida y costumbres de esa época.

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