Está en la página 1de 2

Buscar.

Un buen verbo, una gran invitación, una propuesta para vidas que no se conforman,
que quieren ser bienaventuradas. Buscar.

Todo ser humano es un buscador, toda la vida la gastamos en buscar. El camino del rocío
pretende ser una invitación a la búsqueda. En medio de una potente alegría pascual
encontramos a un pueblo que busca, aún en medio de tantasdistracciones como hay en este
camino, seguimos buscando. El camino del rocío es -como diría Antonio Machado- andar
entre nieblas para descubrir que Dios es la luz. Así lo expresa el poeta:

Como perro olvidado que no tiene y asombra su corazón de música y de


huella ni olfato y yerra por los pena, así voy yo, borracho melancólico,
caminos, sin camino,como el niño guitarrista lunático, poeta,
que en la noche de una fiesta se y pobre hombre en sueños,
pierdeentre el gentío y el aire siempre buscando a Dios entre la
polvoriento y las candelas niebla.
chispeantes, atónito,

Este texto de Machado es bastante sugerente, nos haría bien volver sobre sus
afirmaciones con sosiego y viéndonos reflejados; no como crítica, sino como propuesta
de crecimiento.

Somos buscadores, Señor, entre las nieblas de nuestros sueños y nuestras dudas,
sonámbulos por nuestros caminos pero buscando el tuyo. Somos buscadores hasta que
llega un momento que descubres que has sido encontrado, que hay alguien que te
buscaba desde siempre y caes en la cuenta, tomas conciencia que has sido encontrado.

“Buscar al Señor mientras se le encuentra” dice Isaías, y nosotros añadiríamos que


queremos ser encontrados. Eres un pescador pescado, un buscador encontrado, un
náufrago rescatado, un constructor de caminos que van haciendo las huellas de los que
-poniéndose en camino hacia la Virgen- terminan por dejar que Cristo los encuentre.

Buscar. Todo ser humano está en búsqueda, pero ¿qué buscamos?¿qué esperas hallar?
¿a dónde te dirigen tus caminos? ¿Este camino hacia el rocío -que es la Virgen- te sirve
para algo? Mejor dicho, cuando llegas aquí, ante laVirgen ¿qué pasos has andado?¿la
has tenido presente? ¿qué le ofreces en esta mañana?

¡Aquí estamos otra vez!, unay otra vez, insistentemente lo decimos, y lo explicamos…
para decirte que te queremos, para cantarte, para llorar ante tu mirada, te pedimos nos
concedas la gracia… Pero ¿qué tiene que decir la Virgen en tu vida, a tu vida? Solo se
puede escuchar a la Virgen en el silencio. Es difícil unir Rocío y silencio, pero
contemplando a la Virgen es fácilentender que lo más importante en el rocío sucede en
el silencio.

En el silencio es donde suceden los grandes acontecimientos.


No en el tumultuoso derroche del acontecer externo, sino en la augusta claridad de la
visión interior, en el sigilosomovimiento de las decisiones, en el sacrificio oculto y en
la abnegación; es decir, cuando el corazón, tocado por elamor, convoca la libertad
de espíritu para entrar en acción, y su seno es fecundado para dar fruto. Los poderes
silenciosos son los auténticamente creativos. Pues bien, al más silencioso de los
acontecimientos, al que en el más profundo silencio y alejado de todo bullicio proviene
de Dios, queremos dirigir ahora nuestra mirada. Romano Guardini, El Señor.
Buscar y encontrar. Guardar silencio y escuchar. Caminar mirando el sendero para
llegar al corazón de la Virgen, a la esencia de esta espiritualidad que llena de color, de
calor y de alegría nuestras vidas.

El que busca termina por descubrirse pequeño, necesitado, consciente que el misterio
le supera. Seamos buscadoresde la voluntad de Dios, aprendamos cada día a ofrecer
todo lo que hacemos, deja que el Señor tenga algo que decir en tu vida, busca los
silencios que tanto hablan, deja que Dios te enseñe, y puedas decir -como san
Buenaventura- “que te desee, te busque, te halle, que a ti vaya y a ti llegue; en ti piense,
de ti hable, y en todas mis acciones te busque”.

Mucha gente llama azar, casualidad, suerte a lo que nosotros llamamos y reconocemos
como Rocío, con mayúsculas y con nombre de Virgen. Para nosotros no existe el
azar sino tu nombre Señora que nos conduce y guía. ¿Cómo podré llamar azar a
quien condujo mis pasos hasta esta plenitud? Así lo describe el gran Miguel D’ors:

Cuando miro atrás y reconozco todos los desamores que a este amor me trajeron;
cuando le sigo el rastro a mi vida y descubro que desde siempre estaba el Universo
entero confabulado para llevarme a la alegría, no me atrevo llamar azar a Quien
condujo mis pasos: hasta esta plenitud he llegado únicamente porque un designio de
amor gobernaba mi vida, porque me encaminaba a través de las horas una mano
tan fuerte que tengo que adorarla.

Nosotros señora nos pusimos ayer en camino, quisimos recorrerlo pensando en ti,
conscientes que por ti se llega másfácilmente a Cristo.

Ayer nos pusimos en camino de una manera más sencilla, buscando encontrarnos
todos, y agradeciendo la naturaleza -no el frío- que nos rodeaba. Aunque cualquier
peregrinación debe tener su dureza, un camino cómodo no es peregrinación.

Ayer nos pusimos en camino para mirar atrás y descubrir que en el rastro de mi vida
siempre estás tú, que eres la que conduces nuestros pasos desde Triana hasta tu
corazón.

Ayer nos pusimos en camino porque tu mano es tan fuerte que solo queremos adorarla.
Veníamos a buscarte, Triana siempre te busca y te sueña, cruza su mirada y vuelve
más enamorada de ti; se deja sostener por ti y… sin aún irnos, ya soñamos con volver.

Vuelve con nosotros, que allí, en la calle Evangelista se te quiere con el corazón.
Cuando Triana mira atrás siempre te reconoce, y cuando mira hacia delante, siempre
te ve; aquí tan cerca, tan nuestra… en el silencio de tu mirada es donde ocurren las
grandes cosas y se inician los grandes proyectos… porque… A lo que la gente llama
azar nosotros en Triana lo llamamos Rocío.

También podría gustarte