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LAMENTO BIBLICO

Hace no mucho, mi iglesia empezó la predicación expositiva de los Salmos. Cuando me preguntaron mi
experiencia en meditar en esta porción de las escrituras, me di cuenta de que era uno de los libros que
mas evadía. Y de repente mi corazón fue expuesto, en los Salmos hay una sinceridad de sentimientos,
un quebranto humano, un lamento tan real, que me causaba cierto malestar. Esto es algo que en la
misericordia de Dios a sido confrontado en mi vida, y me pregunto, ¿Cuántas personas conocen lo que
es el lamento bíblico?

No soy teóloga, pero si estoy muy familiarizada con esos días en que el corazón simplemente se
derrama en dolor extremo, esos días que solo hay lágrimas, o lo único que podemos expresar es, ¿Hasta
cuándo Señor? …sostenme, Padre.

La perdida de un ser amado, una perdida financiera inesperada, la perdida de la salud, la perdida de una
relación, o la constante lucha con tu pecado o el pecado de otro contra ti, incluso el constante peso de
llevar las cargas en un ministerio pastoral o de consejería bíblica. Estas y muchas más, son situaciones
comunes en las que el sufrimiento entra sin ser invitado, y aquí hay un primer cuestionamiento… ¿Es el
sufrimiento algo común a todo ser humano? ¿Voy a tener una vida sin sufrimiento si soy cristiano? ¿De
donde viene la promesa de vivir libres de sufrimiento? Es impresionante la cantidad de bombardeo
cultural para ofrecernos comodidad y una vida sin sufrimiento, la mentira de alcanzar esa promesa “sin
dolor” está incluso entrando a nuestros pulpitos. Parecería que el evangelio ahora debe ser
transformado en una propaganda de tu mejor vida ahora, o proclama sanidad en el nombre del Señor,
créelo y reclámalo. Debido a nuestro corazón pecaminoso, un llamado a una vida bendecida, inmune al
sufrimiento…sinónimo cristiano de “sin dolor”, es una de las causas por las cuales miembros de nuestras
iglesias experimentan crisis existenciales fuertes cuando el sufrimiento llega inesperadamente. Es
común observar cristianos que escondemos nuestro dolor, apretamos los dientes y ocultamos nuestra
debilidad. Pero luego de Genesis 3, nada es como debería ser, y en Romanos 8:22-23 nos recuerda que
el gemir común, aun continua y continuara hasta la segunda venida de Cristo. Es por esto que estamos
llamados a ser compasivos y llevar las cargas que nos son comunes, a dar lugar a un lamento, donde
muchas veces lo mejor que podemos hacer es escuchar. Nuestra tendencia es saltar a buscar pecados en
mi hermano, y a ser el medico que le de el diagnóstico y el versículo bíblico que de inmediato borre sus
lágrimas. ¿Por qué nos cuesta tanto ver a otro en dolor? Porque probablemente adoramos un culto libre
de sufrimiento y hemos olvidado las palabras de nuestro Salvador. “En este mundo, sufrirán aflicciones,
pero ¡anímense! Yo he vencido al mundo.” Juan 16:33 debemos preguntarnos si nuestra competencia
con el Señor por su soberanía en la vida de mi hermano sufriente o de mi propia situación ¿No será un
deseo de tomar el trono de la soberanía que solo le pertenece al Señor? Arrepintámonos, El Señor nos
ha llamado a caminar como iglesia en completa dependencia de El, El suple para el que sufre, y para el
que acompaña, no tengamos temor de llorar con los que lloran. Es así como somos conformados mas a
la imagen de Cristo, el sufrimiento también es decretado por Dios, el no es Dios solo de los momentos
buenos, el sigue siendo Dios en los momentos de dolor. Extendamos nuestro clamor a El, con lamento
piadoso. Lee el libro de Salmos enfoca tu estudio en aquellos de lamento (53 salmos de lamento en
todos los salmos), conviértelos en tus oraciones personales, o en las oraciones por tus hermanos
atravesando dolor, lleva sus cargas y glorifiquemos juntos de esta manera al Señor.

Solo para resaltar lo obvio, no somos inmunes al sufrimiento, y bíblicamente tenemos testimonios sobre
como lamentar en Cristo, en una manera piadosa, esta instrucción también está en su palabra. El
sufrimiento probablemente ya ha llegado a tu vida y si no es así, prepárate, llegará, y como hijos de Dios
tenemos que estar alertas sobre el sutil avance de nuestro corazón hacia una situación de queja
pecaminosa. Durante el sufrimiento, la guerra espiritual no se detiene, muchas veces se intensifica, y
debemos estar alertas. Para terminar, quiero topar algunos puntos sobre el lamento pecaminoso del
corazón. Primero extendamos compasión, demos lugar a que la persona abra su corazón y oremos, tal
vez en su misericordia, podemos restaurar al hermano que a caído en pecado debido al sufrimiento. (O
tu mismo has caído en este pecado)
¿Cómo se ve un corazón que se ha alejado del lamento bíblico?

1. Es demandante, y orgulloso, en sus reclamos de autocompasión.

El orgullo tiene dos caras, el que habla de si mismo todo el tiempo con vanagloria, y el que habla de si
mismo todo el tiempo con autocompasión, con pena de su situación y reclamos contra Dios por no
merecer lo que está pasando, “me merezco algo mejor”. O aun puede que no lo verbalice, pero en su
corazón, el orgullo es evidente, y en nuestro sufrimiento debemos guardar nuestro corazón del pecado
del orgullo, porque Dios se opone a este corazón, pero extiende gracia al humilde, y requerimos toda la
gracia posible, confesemos y arrepintámonos. Examina tu corazón del pecado de orgullo. 1 Pedro 5:5

2. Abraza la queja, la amargura, no es cuidadoso con sus palabras, no le importa verbalizar


pecaminosamente sus sentimientos.

Mirad bien que nadie deje de alcanzar la gracia de Dios; de que ninguna raíz de amargura, brotando,
cause dificultades y por ella muchos sean contaminados. Hebreos 12:15

Hay poco que decir, la biblia es clara, la amargura también bloquea la gracia, que el Espíritu Santo nos
conceda convicción de pecado, confesar, arrepentirnos y vivir para El. También, para no dañar a
nuestros hermanos, al quejarnos y derramar amargura desde nuestro corazón.

3. Busca más al hombre como refugio, y no a su Dios.

¡Ay de los que descienden a Egipto por ayuda! En los caballos buscan apoyo, y confían en los carros
porque son muchos, y en los jinetes porque son muy fuertes, pero no miran al Santo de Israel, ni buscan
al Señor. Isaías 31:1

Dios es el correcto ser donde lamentamos piadosamente, es en El dónde no debemos pretender, es El el


único capaz de escudriñar nuestros corazones, satisfacer nuestro ser y sanar nuestra alma rota. Tus
hermanos son parte de su gracia, pero es tu Dios quien merece tu corazón y el único que tiene todo el
poder para llevar nuestras cargas. Guárdate de la idolatría.

4. Es esclavo de sus emociones, deja de ser fiel debido a sus sentimientos, duda el amor de Dios.

Habacuc, Job, David, Jeremías, y el mismo Señor Jesucristo, expresaron emociones, sentimientos reales
de quebrantamiento y profundo dolor. Nuestras emociones fueron creadas por El, mas no somos
esclavos de ellas, somos esclavos de Cristo. No dejes de servir en tu sufrimiento, es cuando mas debes
hacerlo. Porque el corazón es engañoso. El amor de Dios no se sustenta en sentimientos, sino en la obra
perfecta en Cristo, predícate día a día el evangelio, no importa lo que sientas, su salvación es
inamovible, porque depende 100% de la obra divina en el Cristo que murió en tu lugar, debido a tu
pecado. El nos salva, nos sustenta y nos preserva, no tiene nada que ver con lo que estas
experimentando en tus emociones, su verdad nunca cambia. 1 Juan 3:16

Un firme conocimiento bíblico de la soberanía de Dios es el ancla para enfrentar nuestro sufrimiento,
recuerda, el es Bueno, Santo, Sabio, y todos sus planes para nosotros son perfectos, El siempre está
conformándonos a la imagen de Cristo, a través de toda circunstancia, incluido el sufrimiento, puedo
confiar que El está a cargo, no me ha dejado, no me dejara y Él es mi descanso, porque no hay nadie
como Él.

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