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DE LA INTERSECCIONALIDAD
Primera edición: 2021
CONSEJO EDITORIAL
Jerónimo Luis Repoll (presidente)
Aleida Azamar Alonso / Gabriela Dutrénit Bielous
Álvaro Fernando López Lara
I. ENFOQUES INTERSECCIONALES
Presentación: panorama de la interseccionalidad
Mónica Inés Cejas 23
V. METODOLOGÍA DESCOLONIAL
Presentación: tejer reflexiones sobre metodologías feministas descoloniales
Lina Andrea Bernal Carmona y Gabriela Pedroni 145
Mónica cejas: Vamos a empezar nuestra conversación con maria en Rosario, en una escuela fundada por Domingo
Laura, podríamos empezar presentándote como quieras Faustino Sarmiento, y en 1990 mi madre decidió migrar a
para esta conversación, para este cuaderno que estamos Estados Unidos y así nos fuimos a vivir a Nueva Jersey, yo
preparando con Karina con base en el seminario que tene- tenía trece años. Hice toda la secundaria en una escuela
mos sobre interseccionalidad desde perspectivas feminis- de Artes Escénicas, estudié piano, música, coro, teatro.
tas. Entonces, bueno, como gustes. Bienvenida. Empecé a trabajar muy joven, a los 15 años. A los 16 daba
Laura Catelli: Bueno, me presento más desde un re- clases de piano, empecé a trabajar como camarera, y no
gistro autobiográfico. Nací en Argentina, en Rosario, en he parado de trabajar desde esa edad, me gusta mucho
1977, durante la época de la dictadura. Crecí, hice mi pri- trabajar.
* Laura Inés Catelli (1977) es argentina, doctora en Estudios Hispánicos América Latina” y dirige la línea de investigación en teoría poscolonial
por la Universidad de Pennsylvania (Filadelfia, Estados Unidos); profe- en Latinoamérica. Fundó y actualmente dirige el Centro de Investigacio-
sora titular por concurso nacional ordinario (2013) de la cátedra “Pro- nes y Estudios en Teoría Poscolonial (cietp). Sus publicaciones incluyen:
blemática del Arte Latinoamericano del Siglo xx” en la Escuela de Bellas Arqueología del mestizaje (2020); Términos claves de la teoría poscolonial
Artes, Facultad de Humanidades y Artes, Universidad Nacional de Rosa- latinoamericana (2012) y Materialidades poscoloniales y de la decoloniali-
rio (unr), cuyo programa se articula con los ejes de su investigación. Es dad latinoamericana (2014), ambos coeditados con la doctora María Ele-
investigadora adjunta en el Instituto de Estudios Críticos en Humanida- na Lucero; Condición poscolonial y racialización (2021), coeditado con la
des (iech) del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas doctora Manuela Rodríguez y el doctor Patricio Lepe-Carrión.
(Conicet), donde desarrolla el proyecto “Aproximaciones poscoloniales
** Entrevista realizada por Zoom el 30 de julio de 2021.
a la problemática racial en la construcción de imaginarios culturales en
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Y, bueno, por toda mi vida laboral fui conociendo a Al terminar la carrera (en literatura en español y por-
muchas personas de distintas proveniencias, de distintos tugués), comencé el doctorado en Rutgers con Yolanda
caminos de la vida. En ese mundo de inmigrantes, una co- Martínez San Miguel. En ese momento, ella decide tomar
noce a gente que no conocería realmente de otro modo. un cargo en la Universidad de Pensylvania, en Filadelfia, y
Así que a mí la migración me regaló en primer lugar eso. en ese momento hago un salto de una universidad estatal
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Cuando comencé la universidad me presenté a Rutgers, pública a una de las más progresistas dentro de lo que es
que es una de las pocas universidades estatales que hay la Ivy League. En esos años que viví en Filadelfia, por mo-
en Estados Unidos. Empecé estudiando musicología, lue- tivos personales, terminé viviendo en Brasil por un año y
PERSPECTIVAS FEMINISTAS DE LA INTERSECCIONALIDAD
go literatura en inglés, después historia, fui cambiando de medio, donde hice gran parte de mi investigación relacio-
carrera. En ese pasaje por la carrera de historia, que no la nada con el proyecto de tesis (2010), que es el mismo pro-
terminé, pasé por algunos cursos de África del Sur y creo yecto que luego va a ser mi libro: Arqueología del mestizaje
que ahí se despertó, se encendió una lamparita acerca de (2020). Pero luego regresé a Estados Unidos y decidí, en
la cuestión del colonialismo, que siempre me interesó. 2008, venir a Argentina. Me quedaba un año de beca y de-
En mis incursiones en la biblioteca de mi madre había li- cidí terminar la tesis acá en Argentina.
bros como Las venas abiertas de América Latina, de Eduar- Hago todo este rodeo porque sé que vamos a hablar
do Galeano (1971), que fueron mi primer contacto con la del libro, y para mí el proceso del libro ocurrió en dos
experiencia del colonialismo, pero desde una perspectiva tiempos: uno en el momento del doctorado, que tuvo que
crítica. ver con todo ese momento de cambio personal y a la vez
El tema del colonialismo, evidentemente, lo pienso institucional, y ese regreso a Argentina. Y luego en un se-
así, en retrospectiva, y en un registro autobiográfico que gundo tiempo que fue la revisión hacia 2018 (cuando ya
me interesa porque me permite ir viendo cuánto de esto estábamos saliendo del periodo macrista, pues yo vuelvo
nos va atravesando desde que somos muy pequeños, y a Argentina en un momento en el que estábamos en el
cómo los relatos se nos van quedando; los imaginarios se auge de los gobiernos progresistas, estaba Dilma en Bra-
van haciendo como pequeñas capas que se van adhiriendo sil, Cristina en Argentina, Evo en Bolivia, Correa en Ecua-
a nuestra forma de ver el mundo y de entender todas es- dor). También pasaron todos los procesos feministas más
tas cuestiones. intensos en esos diez años, que produjeron una influencia
Para mí ese primer contacto con Las venas abiertas de bastante fuerte en el libro, que yo no pude incorporar ple-
América Latina fue muy marcante porque encontré que ha- namente, porque hacerlo hubiera significado escribir un
bía otro relato, que había otra historia. Es un libro bastan- libro completamente distinto. Pero también ese segundo
te denostado entre los intelectuales en la mayoría de los tiempo del proyecto estuvo atravesado por una pérdida
campos disciplinarios, pero yo lo sigo rescatando porque de la inocencia respecto de lo que habían sido los proce-
en ese momento se metió como una cuña muy fuerte, muy sos populares y nacionales, que yo valoro profundamente
importante en la manera como pensaba estos procesos. pero hoy no podemos dejar de criticar desde ciertas pers-
pectivas que tienen que ver con el neoextractivismo y con se con relación a una identidad, estabilizar una identidad
una serie de políticas hacia los pueblos originarios… No como mestizo y realizar una serie de procedimientos que
puedo hablar del libro si no es desde todos esos procesos. ocurrían tanto en el registro de lo historiográfico como en
El trabajo que volqué ahí es inseparable de todos esos el de la traducción, de la filología. Entonces había nego-
movimientos y de todos esos procesos. ciaciones tanto con los relatos como con las autoridades,
Mónica Cejas: Y el tema preciso del mestizaje, ¿qué los procedimientos historiográficos de la época, pero ade- 211
relación tiene con Laura Catelli, esta persona de la que nos más con la lengua, con la traducción y con las memorias
estás hablando que tiene una historia?, ¿por qué elegir el orales.
que no era princesa ni era araucana, era de la zona de San que si ponemos la pregunta en el marco de la cuestión
Luis o San Juan. Era michilingüe, y se llamaba Koslay. Ese sí nacional, de las problemáticas de la nación, de la iden-
era un dato preciso que había persistido, ese nombre ha- tidad nacional, a mí me parece que ese espacio de ambi-
bía sobrevivido desde el siglo xvi, a través de datos orales valencia es políticamente muy valioso, ese no saber nos
que habían llegado a mi bisabuelo de alguna manera, no permite convivir con esa incertidumbre respecto de quié-
sé cómo. Fue un relato oral. Y resulta que Koslay era hija nes somos, y pensar que podemos ser alguien que nunca
de un cacique que se llamaba Koslay. imaginamos que habíamos sido, pues se nos había nega-
Entonces, aparece la pregunta, la duda sobre qué pasa do la posibilidad de ser esos otros o estar con esos otros.
con mi propia historia; soy o no soy, es verdad o no es ver- Es un lugar en donde siento que hay mucho por procesar,
dad, pero no me siento compungida a responder esas pre- entonces, por el momento no me voy a hacer pruebas de
guntas…, es decir, me gustaría saber, quién no quiere saber adn.
su historia, quién no quiere saber de dónde viene. De algu- Ademas, esa garantía de la identidad: “y si no lo soy”,
na manera todo este proceso me permitió recuperar algo “y si resulta que no”, “soy o no soy”, o sea, ¿por qué mi
de mi identidad, aunque sea una identidad con una duda, compromiso o mi preocupación o mi involucramiento con
que está atravesada por una pregunta. Pero bueno, quizás estas cuestiones tiene que estar necesariamente definida
de momento pienso que la pregunta es todo para mí en por una prueba de adn, por una identidad fijada por una
este momento porque me permite habitar un lugar de cier- prueba de adn? Eso también es hacerle un poco el juego a
ta ambivalencia… bueno, no lo sé, no lo he hablado antes, las lógicas más rancias de la nación.
entonces, me cuesta expresarlo bien, pero, termino así el Mónica Cejas: Aquí es con la cuestión del deseo, es
libro. Me pregunto, hoy, ¿qué significa posiblemente ser más como una cuestión del deseo emocional, de sentir…
una nieta de Koslay?, porque ya sólo el hecho de poder ha- Laura Catelli: Y de no regalar la pregunta por la iden-
bilitarse la pregunta me parece que es políticamente algo tidad, de no soltarla, me parece que hay algo ahí en esa
muy fuerte para mí siendo argentina, en una sociedad que pregunta. Silvia Rivera (2010) ha trabajado con ese lugar
sistemáticamente ha negado y ha estigmatizado toda as- de ambivalencia que ya no es una cuestión que se plan-
cendencia indígena, y ni hablar de las afrodescendencias. tea en términos biológicos, sino en términos sociales, cul-
turales, subjetivos, de estas identificaciones movedizas, ral muy compleja, porque no es lo mismo el proceso que
contradictorias; por tanto, tiene que ver con cómo habita- abarca la conquista de nuestros territorios que el perio-
mos esos lugares de contradicción. Creo que ésa es la pre- do de la Colonia. En este sentido, el tema del mestizaje
gunta más difícil, porque aun cuando pudiéramos tener la nos plantea también desplazamientos respecto a cómo se
certeza sobre nuestra identidad, sería una falacia. No deja percibe lo mestizo en los diferentes momentos y proce-
de ser una falacia porque seguimos atravesadas por esas sos de esa historia, porque lo mestizo trazado por la con- 213
contradicciones. Me parece que ésa es la pregunta que el figuración del Estado-nación es otra cosa que lo mestizo
libro permite abrir después de hacer todo ese proceso y trazado desde la experiencia de conquista. Sin duda, lo
de la violada, y no tiene nombre porque no es producto de colonial, es muy relevante pensar lo mestizo en su vínculo
una alianza matrimonial que reconoce la jerarquía india, con esta primera violencia inaugural que atraviesa el tema
es producto de un acto de violencia sexual contra las mu- del género; o sea, el mestizaje es la expresión más eviden-
jeres indias. te de esa articulación raza-género que es inseparable, y
Entonces, la producción de lo mestizo se asocia a pro- tiene que ver con esa violencia inaugural. Esto lo hemos
cesos históricos que nos plantean una enorme diversidad conversado con Breny Mendoza, no es una idea que yo
en su configuración desde América Latina. En el caso par- tenga, y me parece muy relevante, porque si nosotros par-
ticular del México de los siglos xix y xx, tenemos el discur- timos de esa génesis, haciendo este esfuerzo de genealo-
so de la Raza cósmica de José Vasconcelos, pero también gía, se nos aclara mucho del debate…
está el debate brasileño de la Democracia racial, que posi- Laura Catelli: Incluso me parece que se aclara o se
cionan en otro lado la idea de mestizaje. acomoda de otra manera la cuestión de la intersecciona-
Entonces, me parece que cuando nos invitas a desesta- lidad porque se proyecta no como el resultado de algún
bilizar este concepto no podemos pasar de largo las propias tipo de exigencia ética, sino como una condición del pro-
peculiaridades de una historia que es compleja. Por ello es ceso de dominación observable en el archivo. Esto es una
muy potente esta invitación, pues lo mestizo en América cuestión metodológica que yo he planteado respecto del
Latina se termina configurando para los siglos más recien- giro decolonial, ya hace bastante. Pero tiene que ver con
tes desde una prerrogativa o un privilegio de blanquitud, y mi formación en los estudios coloniales que es un campo
esto es muy diferente, por ejemplo, al debate de mestizaje que no ha dialogado con el giro decolonial, pero al mismo
que ofrece Gloria Anzaldúa, que es mucho más reciente, o tiempo el giro decolonial tampoco ha dialogado profusa-
de los debates que tienen que ver con lo mestizo desde el mente con los estudios coloniales. Entonces, me parece
sentido de la hibridez cultural o lo fronterizo. Eso no tiene que se pierde algo de un espesor que tiende a estabilizar
nada que ver con esa otra historia de lo mestizo como pri- las nociones y los conceptos. Y cuando incursionamos
vilegio de blanquitud. un poquito en el archivo encontramos rápidamente las
Entonces, parece que historizar se vuelve indispen- huellas de ese proceso de dominación, o sea, que esa in-
sable para visibilizar la complejidad de un concepto que tersección está dada como parte de las estrategias de do-
minación. Me parece que hay una cuestión que tiene que ese espectro: entre algo demasiado sintético que esta-
ver con cierta especificidad de lo que fueron los procesos bilizara todo el proceso y algo que se volviera totalmen-
de dominación en estas tierras que hay que revisar. Creo te rizomático y fuera imposible de poner en un discurso
que ahí hay una cuestión metodológica y también un pro- crítico.
blema disciplinario que tiene que ver con ciertos procedi- Karina Ochoa: Ahora que hablabas de la interseccio-
mientos de la filosofía, con sus conceptos que se piensan nalidad, pensaba cómo en el ámbito académico se ponen 215
ajenos a procedimientos de otras disciplinas; y hay una au- de moda ciertos conceptos. El tema de la interseccionali-
sencia de diálogo que hay que revisar o seguir revisando. dad es como el boom, pero, claro, está teniendo estas difi-
ausencia de una herramienta metodológica como la in- habían estudiado el rol de las mujeres en todos esos pro-
terseccionalidad. En realidad yo no conocía el trabajo de cesos. Eso me permitió metodológicamente visibilizar un
María Lugones, en la investigación que hago entre 2007 y poco que había un proceso con varias prácticas específicas
2010, en esos años en que yo estaba escribiendo. Y, justa- que eran parte de ese proceso de dominación. Así apareció
mente, fue muy laborioso producir esa intersección. Cuan- la intersección, con algunas herramientas metodológicas
do me acerco al archivo, en realidad lo que quiero buscar heredadas de las feministas del campo de la historia.
y encontrar son las escenas de sexo. Para que haya habido Después, la pregunta por la trama del género en el
mestizaje tiene que haber habido sexo y me preguntaba: proyecto fue apareciendo como resultado de la búsqueda
¿dónde está?, y por supuesto que en todos esos archivos de esas escenas y esa lectura por los materiales, un poco
que habían pasado por los filtros inquisitoriales no estaba, del archivo y un poco del canon. Y también fue cuestión de
por lo menos en el campo de estudios literarios coloniales leer a contrapelo de ciertos textos canónicos de los estu-
en el que yo trabajaba, que no es un campo que trabaje dios coloniales que no se habían hecho esa pregunta. Por
con archivos en las instancias de formación, que se con- eso digo que fue un poco al revés y fue un poco intuitivo.
centran en el canon. En el doctorado que cursaba no había Mientras hablabas, pensaba que quizá conceptos
un trabajo sistemático de archivo. como colonialidad del poder o la interseccionalidad, qui-
Yo encuentro en ciertos grupos de estudios coloniales zá no estén siendo desplegados en su potencial metodo-
de historia, de foucoltianos que han trabajado en Brasil lógico, y no es un problema de los conceptos en sí, es un
con los archivos de la inquisición, que hoy están hacien- problema de cómo nosotros los estamos desplegando (o
do unos trabajos maravillosos sobre sexualidad en la colo- no) cuando los utilizamos para estabilizar, porque tienen
nia, unas cosas fantásticas. Ahí yo empiezo a revisar esos un gran potencial estabilizador. Entonces, ahí, lo que es-
archivos, buscando esas escenas, que no encuentro, pero tamos tal vez haciendo es cerrar la posibilidad de avanzar
lo que encuentro son situaciones en las que empiezo a metodológicamente sobre archivos que necesitan ser re-
buscar mujeres, cuando en realidad yo estaba buscando visados a partir de metodologías descolonizadoras.
lo que se suponía y sospechaba que no era simplemente Karina Ochoa: Sin duda, hay una tendencia muy per-
un proceso de mezcla de razas, tal como lo describe Vas- versa en la academia de rápidamente sustituir la explica-
ción de lo real por el concepto. Esto es algo de lo que no ha cante resbaladizo y de las cadenas de significantes por las
escapado ni el concepto de interseccionalidad, ni el con- cuales la raza se va desplazando, y yo creo que eso sí es así.
cepto de colonialidad, y el desafío es entender que no para Con la pintura de castas, esto se ve, porque aparecen so-
eso se ha hecho o se ha producido el pensamiento crítico bre un mismo plano pictórico todos esos desplazamientos,
que encierra estos conceptos. y cómo esas codificaciones, de la sangre al fenotipo, al lugar
En otra coordenada, cuando tú dices: “yo entré a los en el espacio social, al comportamiento, al oficio, también 217
archivos buscando el sexo, porque si hay mestizaje hay a la relación con el par del sexo “opuesto” y su pertenen-
sexo” —lo repito porque me convocó—, percibes el vínculo cia. Se ve cómo eso les permite determinada pertenencia
hace de una manera increíblemente silenciosa. Están los relaciones de los sistemas y las relaciones de parentesco,
registros en los archivos inquisitoriales, y hay trabajos muy eso es algo que también se nos escapa y es tan central para
interesantes al respecto, pero toda la formación discursi- las discusiones que se están dando en los feminismos.
va del mestizaje va estabilizando esa heteronormatividad. Pero hay ahí un proceso que tampoco estamos entendien-
Anzaldúa lo pone en discusión. En lo que las chicanas han do del todo. En el libro trato de trabajarlo un poco, trato
trabajado está presente también la cuestión del mestizaje de entender cuáles eran los sistemas de parentesco de di-
como fuerza heteronormativizadora, y ahí se ha recogido ferentes grupos indígenas y cómo en cada lugar o en cada
el guante de esta intervención de Anzaldúa (1987) respec- localización, en cada foco de conquista, produjeron mes-
to del mestizaje. Después, Walter Mignolo (2003) trabaja tizaje mediante situaciones sociales diferentes. Volviendo
la cuestión de la herida colonial, del pensamiento fron- a lo que decía Karina sobre la diferencia entre el “primer
terizo, pero lo lleva a un registro epistemológico, y ahí se mestizo” en México y este “primer mestizo” en Perú, to-
pierde y se lava la cuestión sexo-genérica. dos los sustratos indígenas tuvieron mucho que ver, fue-
Mónica Cejas: Además, el problema es que el concep- ron determinantes en cómo se dieron todos esos distintos
to de sexualidad también es un concepto moderno, no nos escenarios. Creo que éste fue uno de los momentos del
olvidemos de eso, y corresponde a una historia específica. libro que a mí más me sensibilizaron y que encontré en
Oyéronké Oyèwùmi lo focaliza en los registros lingüísti- una lectura que hago de fray Ramón Pané, quien hace al-
cos yoruba donde constata que tienen mayor importancia gunas entrevistas a los taínos de las islas antillanas, a pe-
las relaciones de poder, la cuestión de la edad (que el gé- dido de Colón. Pané maneja apenas la lengua taína y, por
nero), y que en las maneras de nombrar no hay palabras supuesto, siguiendo un lugar común de la época, dice que
para diferenciar hombre o mujer cuando hablas de ciertas los taínos no tienen historia, porque no tienen escritura. Él
relaciones de parentesco, porque eso no importa. Hay una logra recoger fragmentos de la mitología, y en ese proceso
sola palabra y no importa el sexo. Igual que para nombrar fragmentario en todo sentido, si se escucha lo que le rela-
a la madre en una familia poligámica, hay una sola pala- tan, se percibe la importancia de los roles de género y de
bra, porque mamá son todas, porque el concepto de ma- parentesco. Se expone cómo por un fenómeno que ocurre,
ternaje es colectivo, es comunitario. Entonces, contamos que es parte de la mitología, esas relaciones son alteradas
profundamente, y en esa alteración se produce un mundo de los textos. Eso fue un poco perturbador en algún punto,
nuevo, que es el mundo en el que viven cuando llegan los pensar qué insensibilizados e insensibilizadas estamos res-
europeos, que se produce a raíz de ese fenómeno que vie- pecto de todo esto que ocurrió, de todos estos procesos,
ne a alterarlo todo, que viene a cambiarlo todo. A mí no de todo ese espesor. Por eso yo digo que es un poco mons-
deja de llamarme la atención que le relaten eso a Pané, truoso, porque cuando vas entrando, vas encontrando que
me parece sintomático, pues es un registro por parte de hay escenas realmente terribles, y las pasamos y las leemos 219
los propios taínos en ese momento que están procesan- como mera información que vamos sistematizando.
do los cambios y la alteración profunda que produjo en Pero, entonces, ¿qué es todo esto de los relatos ro-
me sentí muy cómoda. Además que me parece que hay laso y el archivo colonial andino en el siglo xix. Madrid:
necesidad de insistir en este tipo de acercamientos, de Iberoamericana Vervuert.
estos puentes, de ir conociéndonos, conociendo los tra- Fanon, Frantz (2009). Piel negra, máscaras blancas [1952].
bajos, nuestros trabajos. De abandonar las prácticas en- Madrid: Akal.
dogámicas que nos acortan los músculos del corazón y del Galeano, Eduardo (1971). Las venas abiertas de América La-
pensamiento. Así que les agradezco el acercamiento, la in- tina. México: Siglo XXI Editores.
vitación… Hall, Stuart (2019). El triángulo funesto. Raza, etnia, na-
Karina Ochoa: Muchas gracias, Laura, por la conver- ción. Buenos Aires: Traficantes de Sueños.
sación y por el tiempo que fue muy grato, muy grato… Lugones, María (2008). “Colonialidad y género”, Revista
Tabula Rasa, núm. 9, pp. 73-102.
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bales. Colonialidad, conocimientos subalternos y pensa-
Anzaldúa, Gloria (1987). Borderlands/La Frontera: The New miento fronterizo. Trad. de C. Vega Solís y J. M. López de
Mestiza. San Franciso: Aunt Lute Books. Sa y Madariaga. Madrid: Akal.
Bhabha, Homi K. (2002). El lugar de la cultura. Trad. de C. Rivera Cusicanqui, Silvia (2010). Violencias (re)encubiertas
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Filadelfia: Universidad de Pennsylvania.
Catelli, Laura (2020). Arqueología del mestizaje. Colonialis-
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Catelli, Laura y María Elena Lucero (eds.) (2012). Términos
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