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Versión' española de
f Trayectoria del
VICENTE HERRERO
'" pensamiento político
por

J. P. MAYER

con la colaboración de: R. H. S. Crossman,

P. Kecskemeti, E. Kohn-Bramstedt, C. J.' ¡p

S. Sprigge

Introducción de
R. H. TAWNllY

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FONDO DE CULTURA ECONOMICA
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6 NOTA PRELIMINAR
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de Naciones; el estudiante que tiene en la memoria las teorías políticas de
los grandes juristas europeos puede aprender a ve I¡OS problemas de la 1. LA IDEA GRIEGA DEL ESTADO Y LA ESTRUCTURA
unidad y continuidad de Occidente que se extienden- más allá del marco DEL RACIONALISMO OCCIDENTAL
limitado del salón de conferencias. En este sentido po'demos calificar tam-
bién a nuestra obra de publicación pedagogicopolítica, Y de investigación Aunque la historia de la influencia del pensamiento- griego está todavía por
de-Ia historia de la tradición europea del pensamiento político. escribir, se puede afirmar con seguridad una cosa: que las cat~g9r~ªuel
pensamiento y del esfuerzo europeos para entender la vida han sido moldea-
dos-permanentemente y desde su origen por los griegos. En tanto dure el
e~fuerzo europeo por conocer su mundo histórico, serán las adaptaciones
f· ¡'
modernas de las ideas y conceptos griegos los que hagan posible todo. cono-
l' cimiente. Los griegos descubrieron el mundo del hombre europeo y le.
¡
dieron un carácter permanente. "No nos libertaremos ,de la antigüedad a.
menos -o hasta- que volvamos a ser bárbaros." En estas palabras ha resu-
¡p
• mido Jacob Burckhardt -uno de los más proftmdos conocedores del mun-
do griego-- nuestra relación con los antiguos griegos. _
Estamos aún muy lejos de poder contestar la pregunta de por qué fueron .'
precisamente los antiguos griegos quienes formularon las categorías funda-
mentales del pensamiento político y filosófico occidental. Responder a esta
pregunta implicaría un análisis minucioso de la estructura del pensamiento
griegó y una historia completa de su influencia. No podemos aún iniciar
ninguno de los dos, aunque en muchos sitios se está trabajando en ambos
temas. Basta para el propósito de este ensayo partir de la premisa de que
el a priori de la concepción europea del mundo fue decidido en el mundo
griego antiguo.
Estaría fuera de los límites impuestos a nuestro ensayo dar cuenta de la
génesis de la antigüedad griega. El mundo griego absorbió desde tiempos
muy remotos influencias culturales egipcias, persas e indias. Seguir los
diferentes factores y examinarlos analíticamente exigiría un estudio especial.
En las ciudades de la Jonia, en la estrecha faja costera del Asia Menor,
donde se juntan Oriente y Occidente, está la casa solariega de la épica de
Homero: el primer pensador cuyo nombre nos ha legado la historia de la
filosofía griega -Tales de Mileto=- era también jonio. Ya en el siglo VII .\
antes de Cristo, navegantes jonios habían llegado al sur de Grecia y habían
atravesado el estrecho de Gibraltar. Desde Jonia la cultura griega primitiva
penetró en dirección occidental en la Grecia propiamente dicha. Aquí sur-
gió la cultura clásica de la antigüedad griega.
Excede de nuestro propósito estudiar los distintos estadios históricos
de esta cultura; nos ocupamos sólo de aquella forma del mundo griego en
la que encontró su expresión más madura, porque ha jhlola-cultura griega
geLúltim9--período la que ha moldeado a Occidente. 'Ese período que com-
prende los siglos IV y V antes de Jesucristo s, .está presente en la conciencia
~l hombre occidental. Sus líderes políticos son Pericles y Alejandro Mágno~
sus-pensadores Sócrates, Platón y Aristóteles, su historiador Tucídides.y su
•.. " poeta Eurípides, .
En esos dos siglos se forjó el arsenal intelectual al que habrá que recurrir
siempre mientras el hombre occidental investigue los fundamentos de su
existencia y mientras no descienda a la situación extrahistórica de los [ellahs,
Estos dos siglos caracterizan el mundo clásico de la antigüedad griega.
, No se puede entender ese período de no recordar que las fuerzas míticas '
y religiosas del mundo griego son aún poderosas en el clasicismo griego; que ~
7 11 I
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lI>
 8 LA IDEA GRIEGA DEL ESTADO
incluso una de\las características más importantes de esos siglos es precisa- '
mente la implicación continua con el mundo del mito; Ésta es una de las
cosas de que tendremos que ocupamos. Sin embargo, es importante sub-
rayar desde ahora que no ha habido pueblo en la historia de Europa en el
'Lue el mito haya tenido una importancia tan grande como en Grecia:
"... fenómeno maravilloso e íntimo, el mito dominó poderosamente la vida
griega; pendía constantemente sobre ella. Iluminaba toda la actualidad
griega, 'en todos los aspectos; y hasta los últimos tiempos lo hacía como
, un pasado no muy remoto, ya que representaba los pensamientos y actos de
la nación misma en forma más elevada ... El mito es una premisa univer-
sal en la existencia griega. Toda la cultura, todo lo que logró y lo que no
logró en su desenvolvimiento gradual, formaba una unidad con su origen.
Los griegos tenían conciencia del origen sagrado o mítico de las varias for-
mas de su vida y lo sentían muy próximo. Toda la raza se consideraba
legítima sucesora y heredera del período heroico... Herodoto comienza
su relato de la gran lucha entre Oriente y Occidente con el rapto de lo, y la
guerra persa es una continuación de la de Troya".' Incluso Alejandro, dis-
cípulo de Aristóteles -la mente más penetrante que produjo Grecia- vivía
bajo el sentimiento de su ascendencia heroica y divina. ,
Sin embargo, tenemos razón al caracterizar los siglos IV Y v como una
época. del último período. Esto lo demuestra, más claramente que nada,
la. situación económica de los Estados griegos,' especialmente Atenas, en el
siglo v. 'La historia económica griega se ha dividido en tres períodos: el pri-
mero se extiende desde el siglo xv al IX, desde el comienzo de la cultura
micénica hasta la aparición de las leyendas homéricas. Es el período en el
que monarcas hereditarios gobernaban desde poderosas ciudadelas reales.
La ganadería, la caza, la guerra y el bandidaje, eran las ocupaciones de los
hombres libres. Sólo gradualmente vino la transición a la agricultura y al
trabajo manual. Ambas ocupaciones eran consideradas indignas del hombre
libre en el período primitivo. A través de los fenicios la cultura micénica
entró en contacto con Egipto. Se introdujeron en Grecia los animales do-
mésticos y los cultivos regulares y el trabajo de los metales llegó a ser el
principal trabajo manual. El desarrollo de.la población y el comercio
y la navegación, condujo a la desigualdad de propiedad. La mayor parte
de la tierra pasó a manos de la nobleza. ' .
Comenzó entonces el período de. dominación aristocrática, que se ex-
tiende hasta alrededor del siglo VI. Pero, el aumento continuo de población,
en conexión con lo limitado del área territorial griega, destruyó el carácter
del oikos de estos siglos. La economía griega entró en su tercer período
'convirtiéndose en economía predominantemente monetaria y de cambio>
La victoria de los atenienses sobre los persas fue la puerta de entrada
de una nueva época en la que Atenas se convirtió en centro económico e
intelectual del mundo. griego. ' Jenofonte ha .indicado claramente esta nueva
tendencia de la vida económica griega: "Cualesquiera cosas agradables que
haya en 'Sicilia, Italia, Chipre, Egipto, Lidia, el Ponto, el Peloponeso o en
cualquier otro sitio, nos fueron traídas aquí [i. e. a Atenas] por el dominio
del mar.t Sabemos que en la época de Pericles la mayoría de los atenienses
, vivían del comercio y el trabajo manual. El desarrollo del tráfico de escla-
,vos produjo un cambio profundo en las condiciones de trabajo. En el Atica,
1 Burckhardt, Griechische Kulturgeschichte (Historia de la cultura griega), vol. 1.
pp. 31, 35. Hay traducción española de E. Imaz, Rev. de Occidente.
EL EJEMPLO DE ATENAS 9
,},
según los cálculos moder'ados de Beloch, con una población total de cien mil
habitantes, había 75000 esclavos. Surgió una economía monetaria basada
en la especialización y la producción para el mercado.
lEsa nueva burguesía urbana -juntamente con una población campe-
sina empobrecida y explotada- derribó el régimen aristocráticq] Todos los
habitantes libres del Atica se convirtieron en ciudadanos atenienses. Así
apareció la democracia en Atenas.
"1
r 1. EL EJEMPLO DE ATENAS
La economía monetaria disolvió el antiguo orden griego. Como dijo el so-
fista Protágoras, el individuo se convirtió en medida de todas las cosas.
lEl período de conocimiento de la verdad por la verdad, cedió el paso al del
conocimiento pensando en la gananci5-que podía adquirirse por compra-;
los ~ofistas ya no defendían el tráfico pensando en el bien, sino pensando
en el podex:\ ~~a desintegración socialj, la lucha de las facciones, ttmenazó
con disolveñ completamente {l espíritu político del Estado-cíudad griego que
había inspirado aún a Atenas durante las guerras persas. ':)Se sucedieron,
uno tras otro, los experimentos constitucionales :_Ja democracia fue reern-
plazada por la tiranía de los oligarcas ricos; a su vez la democracia sucedió
al gobierno de la tiraní~; ¿dónde había de hacerse alto en el camino, lleno
de altibajos, de la crisis social y política que había sacudido la vida de la
polis griega hasta sus cimientos?
Nadie ha descrito esa crisis de la vida griega con más claridad y menos
ilusión que Tucídides en su Historia de la gu.erra del Peloponeso. Dice allí:
"La revolución pasó así de ciudad en ciudad y los sitios adonde tardó más
en llegar, habiendo oído lo que se había hecho antes, llevaron a mayores
excesos el refinamiento de sus inventos, puesto de manifiesto en lo astuto
de sus empresas y en fa atrocidad de sus represalias. Se hizo cambiar k1
sentido ordinario de las palabras que tomaron otros significados nuevos.
La audacia sin escrúpulos de un aliado leal se llamaba valor; la duda pru-
dente, cobardía encubierta; la capacidad de ver todos los aspectos de una
cuestión, ineptitud para actuar. La violencia frenética se convirtió en atribu-
to de virilidad ... La sangre llegó a ser un lazo más débil que el partido dada
la superior disposición de los unidos por este último vínculo para atreverse
a todo sin reservas. Tales asociaciones no tenían a la vista las ventajas que
derivan de las instituciones establecidas sino que estaban formadas por la
ambición de derribarlas; y la confianza mutua entre sus miembros descan-
saba .mencsen una sanción religiosa que en la complicidad en el crimen." 2
,
Inmediatamente después, el gran' historiador examina las causas que
dieron origen a este estado de ·cosas : '
':;' . "La causa de todos estos males era el ansia de poder-que surgía.de la
codicia y la ambición; y de esas pasiones procedía la violencia de Ios.partí.
dos enzarzados en la contienda. Los jefes de los bandos invocando los
mejores credos) unos al grito de igualdad política del pueblo, y otros postu-
lando una aristocracia moderada, buscaban recompensas para sí en aquellos
intereses públicos que pretendían defender y no retrocedían ante nada en
'Sus luchas por el predominio, enzarzados en los excesos más extremos; fue-
ron más lejos aún en sus actos de venganza, sin detenerse en lo que exigían
2 Tucídides, La guerra del Peloponeso (ed. inglesa Everyrnan, pp. 224ss,).
"'"
lO, lA IDEA GRIEGA DEL ESTADO
la justicia o el bien del Estado, sino tomando por único guía el capricho
partidarista del momento... Así, la religión no era honrada por ningún
partido, pero alcanzó gran reputación el uso de las frases bellas para llegar
a fines culpables. Bntretanto.Ja parte moderada de los ciudadanos pereció
entre las otras dos, bien por no tomar parte en: la lucha o bien porque la
envidia no podía sufrir que escapasen a sus consecuenc~as~ ' vigente antes de existir nosotros y la dejaremos perpetuamente en vigor
"Así, a causa de los disturbios, arraigaron en los países helénicos todas
las formas de iniquidad. La antigua simplicidad en la que tenía tanta parte
el honor se convirtió en objeto de irrisión y desapareció; y la sociedad se
dividió en campos opuestos, en los cuales nadie se fiaba de su vecino. Para
poner fin a todo esto, no había promesa en que confiar, ni juramento que
mereciese respeto; pues todos los partidos, convencidos de lo ilusorio de
todo estado de cosas permanente, estaban más dispuestos a la propia defensa
que a la confianza. _Aeste.respecto los ingenios más romos eran los de más
éxito. Recelosos de sus propias deficiencias y de la inteligencia de sus adver-
sarios, temían ser aventajados en el debate y sorprendidos por las combina-
ciones de sus adversarios más flexibles y por ello recurrían inmediata y
audazmente a la acción; en tanto que sus adversarios, pensando arrogante-
mente que' se entenderían a tiempo y que era innecesario obtener por la
acción lo que podía conseguirse por la política, caían, a menudo, víctimas
de su falta de precaución."
Si estudiamos con cuidado este pasaje, nos daremos cuenta de que con-
tiene algo más que una mera descripción de la crisis de su época. Tueídides
escribió la historia de su tiempo para descubrir su estructura general. La
ciencia de la historia, que aparece por primera vez en su obra, debería seña-
lar al hombre el camino de la acción política conveniente; esto es posible
en Tucídides porque está convencido de que los hombres son fundamental-'
mente semejantes. Sólo por esa razón se repiten los destinos de los hombres
y de los pueblos. r Fue Tucídides quien formuló por primera vez la teoría
cíclica de la historia humana:
"La ausencia de fantasía en mi historia, la privará acaso de algo de su
interés; pero estaré satisfecho si la juzgan útil quienes busquen un cono-
Cimiento exacto del pasado como ayuda para la interpretación del futuro
que, en el curso de las cosas humanas, tiene que parecerse a aquél, cuando
no lo refleja. En resumen, he escrito mi historia no como un intento de
obtener el aplauso momentáneo, sino como obra perdurable." 3
Las contradicciones de la guerra y la justicia, de la fuerza y el derecho,
reaparecerán siempre, mientras los hombres hagan y experimenten la his-
toria. Tucídides ha dado una descripción inolvidable de esta paradoja en su
relato de las negociaciones de los enviados atenienses con los melianos. No
podemos citar aquí más que unos pocos extractos:
"Sabéis tan bien como nosotros -dicen los ateníenses a los enviados
'de 14elos-, que, t~l!!2:-!a elmundo.elderecho no existe-más que.entre
~gual~s\en poder, que los fuertes hacen lo que quieren y los débiles sufren
lo que tienen que sufrir," 4
y más adelante:
"Si habláis del favor de los dioses, nosotros [los atenienses] podemos
esperarlo con la misma razón que vosotros; ni nuestras pretensiones ni
nuestra conducta han sido contrarias de ninguna manera a lo que los hom-
s ta; p. 15. 4 Id., p. 394.
.~ !~',
't - i.
EL EJEMPLO DE ATENAS > 11 ..
bres creen de los dioses ni a lo que practican entre sí. Creemos de los
dioses y sabemos de los hombres que, por ley necesaria de su naturaleza,
mandan donde quiera que pueden mandar. Y no es que hayamos sido los
primeros en hacer esta ley o en actuar con arreglo a ella: la encontramos
detrás de nosotros; todo lo que hacemos es utílízarla, sabiendo que vos-
otros o cualquier otro que tuviese el mismo poder que nosotros haría lo
mismo que hacemos." 5
Estos pasajes nos hacen recordar forzosamente a Maquíavelo. También
él se inspira al escribir acerca de la historia en la idea de la predetermina-
ción de la conducta política. Se podría también recordar a Thomas Hobbes,
¡; que tradujo la Historia de la guerra del Peloponeso, y que declaró explícita-
:J
mente que la importanéia de la obra consistía "en capacitar y enseñar a ,
los hombres, mediante el conocimiento de las acciones pasadas, a conducir-
se con prudencia en el presente y con previsión del futuro". El juicio que
hacía Hobbes de Tucídides es atribuible, .sin duda, a una profunda afinidad
espiritual: "Aunque Tucídides no hace nunca digresiones para sacar tina
lección moral o política de su propio texto ... es considerado, sin embargo,
como el historiógrafo más político que haya escrito nunca."6 La base común
del pensamiento histórico de Tucídides, Maquiavelo y Thomas Hobbes, resi-
de especialmente en el hecho de que el conocimiento histórico se ocupa de
los desarrollos generales. En esto Tucídides es un auténtico representante
del espíritu griego y el hecho de que esta tendencia de su pensamiento
histórico cobrara nueva vida en los siglos XVI Y XVII constituye una indicación
importante de la continua influencia de la mente griega en la historia de
Occidente.
La figura central de la obra de Tucídides es Pericles. Para aquél éste
es el hombre de Estado modelo, que por su talento de líder pudo refrenar
los extremismos de partido. En los discursos que Tucídides pone en boca
de Pericles, se llama a Atenas "la escuela de la Hélade". El Estado de Peri-
des se convierte en el Estado ideal del historiador Tucídides. En su magis-
tral estudio de Tucídides como pensador político, Werner Jaeger describe
como sigue el Estado ideal de Tucídides: "Aquí se halla ya esbozada la
teoría filosófica posterior de la constitución mixta, como la mejor entre
todas las formas del Estado. ta
'democracia' ateniense no es, para él, la
realización de aquella igualdad exterior y mecánica que algunos alaban como
la culminación de la justicia y otros condenan como la mayor de las injus-
ticias) Esto se hamanifestado ya en la definición de la posición de Pericles
como el 'hombre preeminente' que gobierna realmente el Estado. La' frase
suelta según la cual bajo su gobierno era 'Atenas 'una democracia sólo de
nombre', toma en la oración fúnebre yen boca del 'hombre preeminente',
la forma de una doctrina, general. Aunque en Atenas todos sean iguales '
ante la ley, en la vida política gobierna Iaaristocracia de la destreza. Esto
implica que el índíviduo preeminente debe ser reconocido como el primero
y, por tanto, como gobernante libre. Esta concepción supone que la activi-
dad de cada individuo tiene un valor para la totalidad. Pero... el pueblo
como tal no puede ejercer el gobierno de un imperio tan grande y tan difí-
cil de dirigir. Así, en la Atenas de Pericles, se halla satisfactoriamente re-
\
suelto el problema de las relaciones entre la individualidad preeminente\
. .
I
\ /; Id., p. 31J7. ,
6 Cf. Introducción a mi edición alemana de Leviatán, Zurich, 1936. pp. 11 ss.
11>

~l~it{{..
~:%~~.í~~:,J LA IDEA GRIEGA DEL ESTADO \
'i}C~Ii'la sociedad política, tan difícil en un estado de libertad y de igualdad,
es decir, donde gobierna la masa ... Lo mismo en el aspecto constitucional
y político que en el económico y espiritual, es el Estado una especie de ar-
.monía de oposiciones naturales y necesarias, análoga a la de Heráclito, y
su existencia se funda en la tensión y el equilibrio. En la imagen del Estado
que nos ofrece Pericles aparecen idealmente, en el juego de su equilibrio
conjunto, la producción nacional y la participación en los productos del
..\ .múndo entero, el trabajo y el recreo, las labores y las fiestas, el espíritu
y el ethos, la reflexión y la energía." 7 Así vio el historiador Tucídides la
~.. constitución mixta en el Estado de Perícles (es preciso tener presente a este
, respecto que la "constitución" en el sentido griego de la palabra comprende
" la totalidad de la vida de la polis), y este descubrimiento fue de grandes
, consecuencias para la historia de la teoría política. Fue recogido por Polibio
y trasmitido por él a Cicerón. De Cicerón pasó la idea a santo Tomás de
Aquino con la adición, es cierto, de ideas tomadas de la Política de Aristó-
teles, que estudiaremos más adelante. De santo Tomás la idea de la cons-
titución mixta, como realidad constitucional, llegó a Maquiavelo y en el
siglo XIX encontramos a Tocqueville influido por ella. Donde quiera que
"libertad e igualdad" son considerados como privilegios formales funda-
mentales del Estado de masas -como en Inglaterra, Francia y los Estados
Unidos de hoy- esos principios tienen que ser contrapesados por la aris-
tocracia política de la excelencia, tal como la representa el modelo que nos
proporciona la figura de Pericles. Ésta es la doctrina duradera legada por
Tucídides al pensamiento político occidental.
El proceso de intensificación de la subjetividad de los hombres y de la
racionalización del mundo griego lo revela el desarrollo de la tragedia
griega. Las obras de Esquilo estaban aún enraizadas en la creencia de que
hay en el mundo un orden divino, justo y fijo. En sus obras, el hombre
Como tal no ha llegado aún a ser un problema. Es aún portador de un
destino cuyo conflicto con el orden divino producía el conflicto trágico
fundamental. Hasta las tragedias de Eurípides no se presenta el hombre
mismo como figura problemática. La subjetividad y el racionalismo son la
.marca característica de su época. Sus tragedias pintan el proceso de la ur-
.·,banización.del mundo griego que resulta especialmente claro de la compara-
,. ción con las de Esquilo. En éstas se describen los mitos en forma maravi-
i, ;;Hosamente impresionante, pero no se les discute; en Eurípides los mitos
~(i'ylós dioses están sujetos a una crítica aguda. Así en Las troyanas la con- ..
¡~ s,quista de Troya se presenta como un ejemplo del ansia griega de poder y
'> 'conquista. Esto desacredita radicalmente el mito de la nación. También
'1:{ta realidad moral se describe en forma naturalista: "Nada demuestra con
fr-'~ayor fuerza el. carácter problemático de todas las cosas,para la conciencia
(HNé'~ªquelfageneración =escribe Werner Jaeger en su excelente estudio sobre
"t'~Euripiáesy sutiempo-,8 como esta disolución de la vida y. de la tradición
r.:en~ra, en discusiones y argumentaciones filosóficas en que participan los
:;',.hombres de todas, las edades y de todas las. clases, desde los reyes hasta
't los criados." Su psicología poética se convirtió en exponente. del nuevo
~, mundo subjetivo y del conocimiento naturalista y racional de la realidad
~~",que distingue a esta época. '.
;;~.:.J ' 7 UTUcídid.e.s como peJ?sador P?lítico" en Paideia. Los ideales de la cultura griega.
, Fondo de Cultura Económica, MéXICO. 1957.pp. 367 Y 368.
':;. 8 Cf. Paideia, pp. 318-19
.
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EL EJEMPLO DE ATENAS ' 'U
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. No fue Tucídides el único griego que elaboró una doctrina política posi-
tiva y explícita con la experiencia del período de crisis griego. A su lado
hay que colocar a su contemporáneo Sócrates, cuya vida e influencia se
convirtieron en símbolo del filósofo político, símbolo que no sólo influyó
en sus discípulos directos y posteriores como Platón y Aristóteles, sino
que ha llegado a ser el modelo absoluto y el tipo fundamental del pensa-
miento filosófico occidental. Como dijo más tarde, con razón, Hobbes, Tu-
cídides eludió el moralizar sobre las cosas políticas: las expuso como eran,
en movimiento; Sócrates fue más allá al presentar "10 político" como
incluido en una esfera más comprensiva. No sólo describió la confusión
de ideas morales con que nos hemos encontrado en Tucídides, sino.que
investigó también la causa última de esta confusión, que para él era parte
de una crisis fundamental del' hornbre griego. La forma en que Sócrates
planteó el problema fue más comprensiva que la del historiador. No aceptó
los hechos históricos sin discusión ni sin investigar su significado general;
dejó sus raíces al aite para explicarlos por sus orígenes y, a ser posible,
trasplantarIos a un suelo nuevo y más saludable. Los textos de la antigüedad
no nos han conservado una sola línea de Sócrates. Sin embargo, su perso-
nalidad y el significado de su enseñanza. han sobrevivido para nosotros en
forma extraordinaria debido a las Memorabilia de Jenofonte y a [os Diá-.
lagos de Platón. No es éste el lugar de intentar separar el Sócrates "real"
del Sócrates de Jenofonte o de Platón. Sin entrar en esa controversia, es
posible dar un resumen de las tendencias principales del pensamiento so-
crático
Sócrates hizo una distinción bastante clara entre él y los pensadores
contemporáneos, los sofistas, llamándose a sí mismo filósofo, es decir, hom-
bre que era meramente amigo de la sabiduría y que sólo sabía que no sabía
nada. Con esto se dio. evidentemente, el primer paso en dirección al ver-
I
dadero conocimiento. Esta doctrina socrática de la conciencia de la ignoran-
cia ha resucitado muchas veces en la filosofía occidental -cada vez que la
I
i
filosofía ha tomadopósiciones fundamentalmente nuevas :en el siglo xv
el Cusano concibió su Docta Ignoran tia con el mismo espíritu y cuando, en
el siglo XVII, la filosofía recibió un fundamento nuevo frente a la tradición
escolástica. Descartes, en su Discours de la Méthode, fue socrático en este
sentido especial.
Se ha considerado que el valor histórico de Sócrates reside en el descu-
brimiento del concepto universal. Fue nada menos que Aristóteles quien
adscribió esto a Sócrates : "Dos cosas pueden ser justamente adscritas a
Sócrates -los argumentos inductivos y la definición universal, ambos rela-
cionados con el punto de partida de la cienda-; pero Sócrates no hizo que
existieran 'aparte los universales y las definiciones: ellos ti. e., Platón y su
escuela], sin embargo, les dieron existencia separada y llamaron 'ideas' a
. esta clase de cosas." 11 Aristóteles distingue muy claramente entre Platón,
a quien considera expositor de las "ideas separadas", y Sócrates, a quien
atribuye el descubrimiento del concepto universal. A su tiempo nos ocupa-
remos de esta distinción, pero tenemos que aclarar antes el' valor de la
obra de Sócrates. Sócrates no considera como un problema la sustancia del
conocimiento sino su forma. Por ejemplo, todo carpintero ~decíaSócra- ~
tes- se guía en su trabajo por un modelo de mesa- que es válido para todas
11 Obras de Arístóteles, vol. VIII: Metafísica. ed. inglesa. W. D. Ross, Oxford, 1928.
1078 b.
 LA IDEA GRIEGA DEL' E~TADO
, las mesas que tengan que _hacerse. Nadie puede negar esto. Pero, conti-
núa el filósofo, ¿existe también en otras esferas de la vida humana este
concepto general de que dispone el artesano en su trabajo? ¿Sabe el hombre
valeroso en qué consiste el valor, sabe el hombre justo qué es lo justo o
el artista qué es lo bello? úni,camente si logramos hacer coincidir el cono-
~Jmi~nto con la conducta, es posible encontrar una norma permanente de
conducta; Un conocimiento .que no tenga relación con la conducta, un cono-
cimiento puro; es inútil para este filósofo griego, preocupado por el destino
de la polis. - . La doctrina platónica de la methexis, la doctrina de la participación del ser
',_ El pensador deriva luego todas las virtudes de unaley moral y funda-
mental: el Bien. En eI diálogo de Platón, Gorgias, formula Sócrates la norma
fundamental del Bien que hace referencia a aquella crisis moral de su tiem-
po a que nos hemos referido.
•. "Pero bien ves ahora que siendo vosotros que estáis aquí, tres de lbs
más sabios entre los helenos -tú, Gorgias y Polo=, no podéis probar que
se deba adoptar otra vida [que la que nos sea útil allá abajo] ... Por el
contrario, de tantas opiniones como hemos discutido, todas las demás han
sido combatidas y la única que subsiste inquebrantable es ésta: que se debe
--ªDtes sufrir una injusticia que cometerla y que en todo caso lo que es preciso
procurar, lno es parecer hombre de bien, sino serlo en realidad, tanto en
público como en privado .. ; Ríndete, pues, a mis razones y sígueme en el
camino que te conducirá a la felicidad en esta vida y después de la muer-
te ... Sufre que se te desprecie como un insensato, que se te insulte si se
quiere y déjate, con grandeza de alma, maltratar de esa manera que te pa-
rece ultrajante. Ningún mal te resultará si eres realmente hombre de bien
y te consagras a la práctica de la virtud: Después que la hayamos culti-
vado en común, entonces, si nos parece conveniente, tomaremos parte en
los negocios públicos ... Porque es una vergüenza para nosotros que en la
situación en que al parecer estamos, permanezcamos como si valiéramos
r - .algo, siendo así que mudamos de opinión a cada instante sobre los mismos
.objetos y hasta sobre 10 que hay de más importante ti tan profunda, es nues-
_tra ignorancia! Por lo tanto, sirvámonos de la luz que arroja esta discusión
como de un guía que nos hará ver que el mejor partido que podemos tomar
-es vivir y morir en la práctica de la justicia y de las demás virtudes." 10 Sólo
, el conocimiento claro de la virtud asegura una conducta buena y justa.
Elconocímiento de la persona completamente moral se guía por una voz
interior que Sócrates llama su "signo divino" y que ha concebido induda-
blemente (le una manera religiosa ~sa voz que muestra al hombre que está '
en peligro su moralidad y con ella su felicidad, si se conduce injustamente
." o si de cualquier otra forma le faltan las' virtudes. Esta idea del signo
divino, aunque era puramente negativa, debía haber advertido a los intér-
pretes posteriores de la filosofía socrática, que la yuxtaposición socrática
.del conocimiento y la virtud implicaba una falsificación intelectualista de los
fe~ómenos éticos. Difícilmente ha habido en la historia del pensamiento
occidental ninguna niala interpretáción de más consecuencias. Sólo después
, de Nietzscbe fue superado este intelectualismo en la explicación de la ética,
' Si decidimos matarte porque creemos que es justo, ¿deberás a tu vez hacer
aunque ya Pascal había distinguido el "orden lógico" (ordre logique) de la
-"lógica del corazón" (ordre du coeur). Sin embargo, estamos aún muy
¡: 10 Gorgias,trad. ingl, E. M. Cope"Cambridge, 1864,cap. LXXXm, pp. 130-1.Trad. esp.
Maiorriaga, Biblioteca Clásica, t. 3, p; 48.:
Meabe,p.46.
.".
EL EJEMPLO DE ATENAS 15
lejos de un sistema coherente de ética filosófica. Entre los griegos el pensa-
miento era de un tipo fundamentalmente distinto del pensamiento del
hombre moderno. Si ya Parménides enseñaba que pensamiento y ser eran
lo mismo, esta doctrina continuaba la idea griega fundamental de que la
realidad misma era "lógica" en su orden sensible y en su inteligibilidad.
Sólo así podemos entender la posibilidad de que Sócrates mantuviese, la
opinión de que conocer el bien y no practicarlo era una imposibilidad lógica.
en el reino de las ideas; tiene también aquí sus raíces. ,
Un investigador alemán del pensamiento socrático, Julius Stenzel, ha
elaborado de manera feliz la profunda conexión entre el pensamiento socrá-
.tico y la realidad concreta de la polis griega: el punto de partida del lagos
socrático y su aspiración "es la explicación dialéctica -en el sentido literal
de la discusión honestamente conducida y basada en la verdad- de la sig-
nífícacién del Bien, de la Belleza, en una palabra, de todo 10 que pertenece
a la existencia del hombre. Para Sócrates esta explicación va naturalmente
acompañada de su disposición a defender en todo momento lo que ha di-
cho; en otros términos, la expresión dialéctica y la explicación se fundan
en el ejemplo vivo de quienes cumplen continuamente con el sentido de la
comunidad polis".l1 En la Apología platónica encontramos cómo quería
Sócrates ver interpretado el significado político de su doctrina. Cuando se
le informó de su condena a muerte, este hombre, el más modesto de los
atenienses, elevó una vez más su voz, confiado en el juicio de la posteridad
y contestó a sus jueces como sigue:
"La pena que pide para mí es, a lo que entiendo, la de muerte. Muy
bien, y ¿cuál voy a pedir a mi vez yo, atenienses? Tiene que ser -¿no es
cierto?- la que merezco. Bien, entonces ¿qué es lo que merezco recibir
o pagar porque escogí 'no permanecer tranquilo toda mi vida y por no
haberme cuidado de lo que la mayoría de los hombres ansían -hacer dine-
ro, asuntos personales, ser caudillo en la guerra, ser orador y todas las ma-
gistraturas y asociaciones y facciones del Estado-, considerándome demasia-
do honesto para medrar por medios indignos? Así, me mantuve apartado de
todo eso; no hubiese sido útil ni para vosotros ni para mí, y por ello me
dediqué a ver privadamente a cada uno de los hombres y a prestarle el máxi-
mo servicio que podía prestarle -::tal como yo lo entiendo--, tratando .de
persuadir a cada uno de vosotros de que no pensara en lo que tenía, sino
en lo que era, haciéndose sabio y bueno, y de que no considerase lo que la: .
república tenía, sino lo que era, y así sucesivamente con las demás cosas
del mundo." 12 En consecuencia, Sócrates pide a sus jueces, no la pena de
muerte, sino un -puesto en el Pritaneo. .
- De acuerdo con 10 que había enseñado, Sócrates prefirió sufrir la in-
justicia a cometerla; rechazó la posibilidad de fuga que sus amigos le ofre-
cieron. Colocó la idea del Estado, de la polis griega, por, encima delaccí-
dente de su propia persona ;
"Y ¿se te van a permitir tales derechos contra tu patria y sus leyes?
lo posible para matamos a nosotros? ¿Puedes pretender tú, el amante de la
virtud, tener derecho a esto? ¿Es ésa su sabiduría, no saber que por encima
11 Metaphysik des Altertums (Metafísica de la Antigüedad), Berlín, 1931, pp. 99 ss. lo
' 12 Apología, en Diálogos Socráticos, edición inglesa Everyman, p. 343. Ed, esp. P
¡¡
~ -:1
1,

16 LA IDEA GRIEGA DEL ESTADO
del padre y de la madre y de los antepasados está nuestro país, más vene-
rado y más santo que ellos, más sagrado y tenido en más estima por Dios'
y por los hombres sensatos? Le debes reverencia y sumisión y trabajo
cuando lo necesita, porque tu país es para ti más que tu padre y hay que
apaciguarlo por la persuasión u obedecer su voluntad y sufrir lo que te
pide que sufras, sin murmurar; ya sea prisión o golpes o heridas en la gue-
rra o la muerte y es justo que se soporte." 13
La muerte de Sócrates ha servido a través de los siglos de ejemplo y
prueba de unidad del pensamiento filosófico y la acción.
• 2. LA FILOSOFíA' POLíTICA DE PLATÓN Y ARISTÚTELES
La vida y la muerte de Sócrates impusieron a su discípulo Platón la tarea de
completar la obra del maestro, mostrando a la polis ateniense el camino
-que debería seguir para llegar a ser un Estado justo. Los Diálogos de Pla-
tón demuestran cuán profundamente se sentía obligado a su gran maestro
y no sólo nos han trasmitido el retrato de Sócrates, sino que Platón expone
también en ellos, bajo el nombre de Sócrates, su propia filosofía. Sócrates
se convirtió así en puro símbolo del pensamiento filosófico.
En Sócrates la filosofía clásica griega está aún, como si dijéramos, en
proceso de desarrollo, ligada todavía a la persona; en Platón _.-y ahí reside
su extrema importancia- la filosofía se convierte en principio. Con el pla-
tonismo ha hecho que su influencia se haya mantenido a través de los siglos.
Si se intenta descubrir las características principales de la filosofía pla-
tónica, hay que empezar por reconocer que el pensamiento platónico revela
claramente varias etapas en su desarrollo. Los primeros Diálogos parecen
escritos con un propósito de exponer las ventajas de la filosofía socrática;
en los Diálogos del período medio de su vida -en términos generales hasta
la República- La filosofía platónica adquiere su forma propia; los Diálo-
gos del último período -especialmente Parménides, Filebo y Timeo-,
muestran la filosofía platónica dirigiéndose hacia nuevos problemas: el ca-
rácter artificialmente definido de la teoría platónica de las ideas está, como
si dijéramos, disuelto; la filosofía adquiere otra vez el carácter de desarro-
llo -la teoría se convierte en problema. Esta transformación interna del pen-
samiento platónico, no puede ser descrita aquí aunque es fundamental saber
cuáles de las obras de Platón ocuparon el centro de interés en las distintas
épocas para comprender la historia de la influencia del platonismo: así el
platonismo de la Edad Media está determinado especialmente por el Timeo,
que se conocía desde la época de Scoto Ejigena ; el platonismo del Cusano
se formó especialmente por la República y. el Parménides ; en la Academia
platónica de Florencia, el Fedón y el Banquete ocuparon el primer plano,
mientras que el platonismo de Galileo se formó por la temía de la anam-
nesis y la hipótesis del Menón. Por esta razón han surgido distintas concep-
ciones platónicas, cuya unificación no ha empezado a ocupar la atención
de, los, investigadores de la historia de la filosofía hasta nace unas pocas
décadas".
Sin embargo, para el propósito de nuestra investigación, es suficiente
bosquejar las características principales de la teoría platónica de las ideas
y mostrar su íntima conexión con la teoría platonica del Estado.
13 Critán, id., p. 3,60.
,o"
)
LA FlLOSOFlA POLtTICA DE PLATóN Y ARISTóTELES \,;, 17
. En el libro primero de su Metafísica, ha indicado Aristóteles el lugar
.dónde la fílosofía de Plat6n comienza a formar parte del desarrollo del
pensamiento griego:
"Habiendo estado asociado con Cratilo desde su juventud, le eran fami-
liares las concepciones de Heráclito, según las cuales todos los objetos sen-
sibles están sujetos a perpetuo flujo, no habiendo, por tanto, conocimiento
científico de ellos. [Platón] continuó más adelante fiel a este supuesto. Pero
en tanto que Sócrates se ocupó únicamente de los objetos éticos y no ela-
boró teoría alguna de la naturaleza en general, dado que.buscaba lo univer-
sal en lo moral y fue el primero en investigar las definiciones, Plat6n, que
había aplaudido la investigación de los universales de su maestro, llegó a
opinar que la definición tenía como objeto algo distinto de los objetos
cognoscibles por los sentidos, porque es imposible, a su juicio, que exista
una definición común de ninguna de las naturalezas sensibles, ya que. están
. en un estado de perpetuo cambio. Por esta razón, este filósofo llamó a estas
cosas entre los entes ideas y afirmó que todas las cosas se denominaban
sensibles porque o eran diferentes de aquéllas o subsistían de acuerdo con
ellas, pues su teoría era ésta: {que con arreglo a la participación, la, mayor
parte de las cosas sinónimas son homónimas con las formas. Sin embargo,
al emplear el sentido del término participación cambió meramente el nom- f,
bre; porque los pitagóricos afirman que los entes subsisten por una imita- '¡1,
ción de los números; y Platón, cambiando el nombre, que subsisten por la .'
participación. En todo caso, sea participación o imitación, lo cierto es que
ambos omiten la investigación de las formas." 14
<Tendremos que ocupamos más tarde de la cuestión de si la crítica aristo- ~l
!
télica toca el corazón de la filosofía platónica. Por el momento, puede
decirse esto: que el concepto de participación (methexis) surge de la idea .
griega fundamental -con la que está ligado también, como veremos, el l
pensamiento aristótélico-c- con arreglo a la cual una ley universal de pro-
porcionalidad -basada en la forma perfecta del círculo y de la esfera-
rige todos los acontecimientos humanos y cósmicos. Así como los acontecí-'
mientas temporales ocurren con un ritmo cíclico, los acontecimientos del
cosmos, los cursos de las estrellas y de la bóveda celeste están sujetos a la
misma ley. Así como la identificación socrática del conocimiento y la virtud
expresaba la identidad de principio de pensamiento y ser, la "participación"
no significa sinotla ley griega de proporción eterna y verdadera, expresada en
la unid~d perfecta de la ~rticipación de las cosas sensibles en la existencia
del mundo de las ideas. .. •
.J>latón no tiene duda respecto al conocimiento de. la: verdad como tal.
La 'astronomía, la matemática, son ejemplos de un auténtico conocimiento
de la verdad. Lo que le preocupaba era',más bien él problema de cómo es
posible el conocimiento de la verdad. El conocimiento de' la verdad se guía
por ideas que no pueden surgir del reino de las cosas perceptibles física-
mente. Si llamamos a 'ciertas cosas iguales, nuestro pensamiento, por un
acto de comparación, lleva a las cosas la concepción fundamental de igual-
dad; si llamamos a ciertos objetos matemáticos. tangentes o paralelo-
.gramos, exponemos una' hipótesis que no podemos sacar de la realidad
sensible, porque en ella la tangente no toca nunca al círculo en un punto;
finalmente, siguiendo a Sócrates, Platónpresupone ideas o normas morales,
tales., como el Bien, la Justicia, la Belleza, la Piedad, sin las cuales no
14 Metafísica, trad. ingl. del rey. J. H. M'Mahan, Bohn, pp. 27·8.
<;:>
 '1;0' .•••••
18\J LA IDEA GRIEGA DEL ESTADO
podemos caracterizar los ejemplos individuales como buenos, justos, bellos
o piadosos. El reino del conocimiento puro es independiente del sujeto
que lo aprehende e igualmente independiente del objeto aprehendido. No es
accesible más que al pensamiento dirigido hacia el puro ser. El mundo
de los sentidos está separado del mundo de las ideas por un abismo
(chorismos). Pero el hombre está en medio de --o más bien, entre- esos
dos mundos. Su tarea consiste en mediar entre ellos. Las necesidades y
~ pasiones del hombre tienen sus raíces en su ser físico, pero el hombre, por
medio de su intelecro, se vuelve hacia las ideas. El alma humana es, en
realidad, capaz de superar la separación de los dos mundos; pero única-
mente es posible el conocimiento si dan en ella las cosas sensibles; por
otra parte.i Ios conceptos tienen que estar vivos en el almaj-según dice
Plátón- para que las cosas sensibles puedan tocar el alma y producir el
conocimíentoj Éste es el significado de la teoría de la anamnesis o teoría
de la reminiscencia, tal como aparece en el diálogo platónico Menón. Acaso
dl
sea conveniente añadir una palabra más de explicación. ¿En qué sentido usa
Platón la idea de la reminiscencia? El filósofo se basa aquí en la doctrina
órfica fundamental cuando hace decir a Sócrates:
"Siendo, pues, el alma inmortal y renaciendo a menudo y habiendo
visto 'las cosas que están aquí, las cosas. que están en la otra vida y todas
las cosas, no hay nada de que no haya obtenido conocimiento. No es, pues,
maravilla que pueda recordar lo que supo anteriormente, tanto respecto a
la virtud como respecto a las demás cosas. Porque si todas las cosas de la
naturaleza están enlazadas entre sí y el alma las ha conocido anteriormente
todas, nada impide que algún hombre que ha recordado -o, según la expre-
sión común, ha aprendido-- una sola cosa, pueda por sí mismo recobrar
todo su antiguo conocimiento y encontrar de nuevo todo el resto de las
cosas, con tal que tenga valor y no desmaye en sus investigaciones. Porque la
investigación y el aprendizaje son todo reminiscencias." 15 .
, De acuerdo con esto, 'la teoría de la anamnesis continúa estando en la esfe-
ra del mundo mítico y místico de las ideas. Pero al hacer que un esclavo
construya un cuadrado de tamaño doble de otro dado, Platón muestra el
sentido lógico-matemático de su teoría de la reminiscencia. Los conceptos
y los juicios por medio de los cuales reconocemos las cosas, son de una
naturaleza que es a la vez sintética y a priori.tiTodo pensamiento comienza
fon la experiencia, pero no se origina de ella. Así la teoría kantiana del
conocimiento había de formular de nuevo, más de dos mil años más tarde,
la teoría platónica de la anamnesis. La teoría de la anamnesis tiene que.
completarse con otra teoría de Platón que ha llegado a tener una significa-
ción igualmente ,fundamental en la historia del conocimiento filosófico, a
saber, la teoría de la hipátesis.i El conocimiento sólo se -hace científico
-cuando tomamos en cuenta su causa. Este concepto figura también en-el
,,-.M~l1ÓlLY---l2Qr Cierto, en relación íntima con el concepto de anamnesis:
. "Pero preguntas -hace decir Platón a Sócrates- con qué razón hablo
c'~. de estas imágenes. Respondo: es pensando en las opiniones verdaderas.
.' Porque también las opiniones verdaderas, en tanto residen con nosotros,
+son bienes=iialiososc.y.nos ..jiiocurm todas las cosas buenas: pero no están
dispuestas a residir con nosotros mucho tiempo, sino que se deslizan en
seguida fuera de nuestras almas, convirtiéndose en fugitivas. Por ello, son
15 Menán, en Five Dialogues 01 Plato (Cinco Diálogos de Platón), ed. ingl. Every-
man, pp. 90-1.
LA FlLOSOFtA POLíTICA DE PLATON y ARISTOTELES 19
de poco valor para un hombre hasta que las ha amarrado y asegurado,
deduciéndolas racionalmente de sus causas [subrayado nuestro], y esto,
amigo Menón, es reminiscencia, conforme hemos aceptado antes." 16
El nuevo descubrimiento de la ciencia natural exacta en el período del
Renacimiento, se debió en gran parte a una nueva comprensión de la teoría
platónica de las ideas. ASÍ, Galileo habla de las "cadenas y grillos" de la
causa y en sus conceptos del per se, del a priori, revive la teoría de la anam-
nesis. También Keplero revela la profunda influencia del platonismo resu-
citado. La filosofía natural de la Edad Media estaba influida por el concepto
aristotélico de finalidad, que determina el orden y la sucesión jerárquica
en el cosmos. Está implícita en toda observación y toda percepción mate-
mática. Siguiendo a Copérnico, Keplero supera esta limitación del pensa-
miento medieval respecto a la naturaleza. Así como las armonías son leyes
de la mente humana y no residen/en los tonos mismos, las leyes del universo
deben concebirse como una regla impuesta por el pensamiento: "Lo pri-
mero que hacemos es describir por medio de hipótesis la naturaleza de las
cosas; luego erigimos sobre esta base un cálculo, es decir, derivamos de ella
los movimientos por medio de rigurosas pruebas deductivas [subrayado
nuestro]."17 Como se ve, Keplero no expresaba otra cosa sino lo que había
querido hacer Platón con su teoría de la hipótesis ..
. La filosofía platónica presupone tres estadios de' conocimiento: conoci-
miento estético (sensible), conocimiento dianoético (conocimiento en el
reino de la methexis), y finalmente el estadio más alto, conocimiento noético
(es decir, conocimiento filosófico verdadero). La alegoría de la caverna
del comienzo del libro VII de la República, ha dado un maravilloso cuadro
de la gradación en la teoría del pensamiento platónico: el hombre que
quiere aprender se encuentra dentro de la caverna. y no ve más que las
sombras de las cosas, el hombre diana ético ha abandonado la caverna, pero
únicamente el hombre noético ve el sol en el reino de las ideas.
"Por lo que hace a este símil, mi querido Glaucón -así hace Platón
interpretar a Sócrates la alegoría de la caverna- tiene que aplicarse en
todas sus partes a lo que hemos dicho antes; la esfera que revela la vista
se compara con la caverna y la luz del fuego con el poder del sol. En cuanto
a la ascensión a la región superior y a la contemplación de sus objetos, si la
consideras como la ascensión del alma hacia la esfera inteligible, no te enga-
ñarás acerca de mi vislumbre. Sólo Dios sabe si es cierto. Pero a mí me lo
parece. En el mundo del conocimiento la idea del Bien es la última que
se percibe y con dificultad, pero no es posible percibirla sin concluir que es
la causa de todo lo que hay de recto y bello en todas las cosas; que ha
engendrado en el mundo visible la luz y el señor de la luz y que en el mundo
. inteligible es ella misma quien es soberana y díspensadora de la Verdad
yla Razón; y que es preciso ver esta forma del Bien y conducirse cuerda-
mente en la vida privada y en la pública." 18
En la idea del Bien, alcanza su ápice la pirámide de la percepción pla-
tónica; es lo completo, lo divino ...:...elalma del mundo, como dice Platón
en el Timeo, obra de su senectud. Un triángulo que satisface su definí-
16 Menón, op. cit. p. 118.
17 Cf. Keplero, Apologia. Tychonis contra Ursum, op. J, 242. citado en El proble-
ma del conocimiento en la~filosofía y la ciencia modernas de Cassirer, Fondo de Culo
- tura Económica, México, vol. 1, p. 314,
18 Republica, ed .. Everyman, lib. VII, 517.
<lo.
20 LA IDEA GRIEGA DEL ESTADO
don es el triángulo que debe ser y su bondad reside en el hecho de que
es un verdadero triángulo. Todas las cosas existentes participan de este
sumo bien. La tarea del conocimiento -iluminado por' la visión del bien-
consiste en comprender la unidad del universo.
La imagen platónica del mundo es una ascensión del devenir al ser. Esto
es, al ser de las ideas. Onicamente por referencia a .las ideas puede com-
prenderse el mundo visible. En el Timeo, en que la mirada de Platón
descansa amorosamente en el orden y belleza del mundo visible, el universo
se convierte en una unidad cerrada por medio de su proporción matemá-
tica:
"Y de todos los lazos el mejor es el que hace de sí mismo y de los tér-
. minos que conecta, una unidad en el sentido más pleno; y está en la natu-
raleza de una proporción geométrica continua realizar esto con la mayor
perfección." 19 El racionalismogriego antiguo encuentra aquí su forma
perfecta ..
.La teoría platónicadel conocimiento, cuya estructura hemos descrito
sin entrar en sus sutilezas más finas y complicadas, es -sociológicamente
considerada- de carácter claramente aristocrático. El estadio superior del
I elogio de la recta filosofía, que nos ofrece un punio ventajoso desde donde
conocimiento no lo alcanzan sino unos pocos. Son los filósofos destinados
a gobernar. La teoría platónica del Estado se basa en su teoría del cono-
cimiento. Únicamente por referencia a ésta puede aquélla ser comprendida
adecuadamente. " verdaderos filósofos." 20 [Subrayado nuestro.] ,
En una carta escrita en su ancianidad, la llamada Epístola séptima, Pla-
tón nos ha dado un esquema autobiográfico de su desarrollo político que
nos ayuda grandemente a comprender su teoría política:
"Allá en mi juventud acaricié -entre muchas otras- la esperanza de
dedicarme a la política en cuanto fuera mayor de edad. Ocurrió entonces
que los acontecimientos políticos tomaron este curso: había muchos que
amontonaban críticas sobre la forma de gobierno que entonces prevalecía
y se produjo una revolución." Fue la conocida tiranía oligárquica de los
Treinta, el año 404. "Algunos de éstos resultaron ser parientes y conocidos
míos que me invitaron por ello inmediatamente a unirme a ellos, suponién-
dome apto para la tarea. No es de extrañar que, joven como era, acariciase
la .creencia de que sacarían a la ciudad de una vida injusta, conduciéndola
a hábitos de justicia y que la administrarían en el sentido auténtico de la
palabra. Por ello estuve intensamente interesado en ver lo que resultaba.
Naturalmente, lo que vi poco después es que esos hombres hicieron aparecer
al gobierno anterior, comparado con el de ellos, como una edad de oro ....
No mucho después vino la caída de los Treinta y de todo su sistema de
gobierno. Otra vez -aunque ésta con menos apresuramiento, pero con fir-
meza-, experimenté el deseo de tomar parte en la vida pública y en la
política. Indudablemente también en aquellos días, llenos de perturbacio-
nes, sucedían muchas cosas que producían injusticias y no es sorprendente
que, en un momento de revolución, en algunos casos tomasen los hombres
venganzas indebidas contra sus enemigos. Sin embargo, los desterrados
repatriadOS dieron pruebas de gran moderación." No obstante, fueron
quienes finalmente condenaron a muerte a Sócrates. ~Cuando considero
ahora estas materias -continúa Platón en su narración autobiográfica-
,Y la suerte de los hombres que eran entonces activos en la política, y las
leyes y las costumbres, cuando más los examino y más avanzo en edad, más
19 Timeo, trad. F. M. Cornford, Plato's Cosmology, Londres, 1937.
•
LA FILOSOF1A POUtICA DE PLATóN Y ARISTóTELES 21
difícil me parece gobernar correctamente. Porque nada puede hacerse sin
amigos y compañeros leales; y tales hombres no eran fáciles de encontrar;
ya que la ciudad no era administrada según. los modelos y prácticas de
nuestros padres. Tales hombres no podían crearse de nuevo con facilidad.
-Además, las leyes escritas y las costumbres se habían corrompido en una
proporción asombrosa. El resultado fue que yo, que había estado en un
principio lleno de ansiedad por hacer carrera política, conforme miraba
al torbellino de la vida pública y veía el movimiento incesante de corrientes
contrarias, me sentí finalmente mareado y =-aunque no dejé de considerar
los medios de mejorar aquella situación y de reformar c&npletámente la
constitución- por lo que se refiere a la acción, me quedé esperando un
momento favorable y finahnente vi con claridad que en todos los Estados
hoy existentes, el sistema de gobierno es, sin excepción, malo . .fu.1sconsti-
tuciones son prácticamente irredimibles a no ser por algún plan milagroso
llevado a la práctica con buena suerte. Por ello me veo obligado a decir, en
podemos discernir en todos los casos lo que es justo para las comunidades
y para los individuos; y que, de acuerdo con esto"J1 género humano no verá
días mejores hasta que el grupo de quienes siguen recta y genuinamente la
filosofía, adquiera autoridad política o hasta que la clase que tiene el control
político se convierta, por alguna disposición providencial, en un grupo de
De la lectura de estos pasajes se deduce Cfaramente con qué intensidad
estuvo adheridotl'latón durante toda su vida a la creencia fundamental de
que sólo los filósofos pueden ser los verdaderos reyes, los verdaderos gober-
nantes. ~ra educarles fundó la Academig] que ha quedado para siempre
unida a su nombre y cuyas doctrinas pasaron -en los días de la grandeza
romana-- a través de Cicerón, mara enseñar la filosofía y teoría políticas
griegas a la Europa occiden~
Vamos a ocupamos ahora de las características principales de la teoría
platónica sin examinar en detalle las importantes diferencias existentes
entre aquellas de sus obras dedicadas a la política. (glatqn dio una exposi-
ción de su teoría política en cuatro trabajos: la República, El político, Las
leyes y, finalmente, resumiendo de nuevo su pensamiento y haciendo refe-
rencia a sus experiencias políticas en Sicilia, la Epístola séptim~ Nuestro
resumen se basa especialmente en la República.
CV' • La aspiración suprema del orden político platónico, es la creación de un
orden moral, para la realización de la virtud de la justicia, que comprende
todas las otras virtudes. El verdadero hombre de Estado, según Platón, es
.nada más y nada menos que el hombre que guía a los ciudadanos a la justi-
cia.JSe puede, pues, con razón, llamar a la República de Platón un libro
sobre la justicia. .
Tres .clases constituyen la estructura social del Estado: los filósofos,,-
es decir, los verdaderos gobernantes o guardianes, los auxiliares o adminis-
tradores, y, finalmente, todos los. otros grupos sociales que están debajo
de estas dos clases en la jerarquía.w ,
"Únicamente cuando cada clase= -los hombres de negocios, los auxilia-
20 Thirteen Epistles oi Plato (Trece Epístolas de Platón), .trad. L. A. Post, Oxford,
1925, pp. 62-5..' . ..,
21 Cf. R. H. S. Crossman, Plato To-day (Actualidad de Platón), Londres, 1937, p.121.
22 República, lib. IV, 454. xJi~
.
 22 LA IDEA GRIEGA DEL ESTADO
res y los guardianes- ejerce su propia función y no se ocupa más que de
ella" habrá justicia, haciendo justa la ciudad. Platón rechazó decidida-
mente la mezcla de las tres clases en que se basa el Estado. Los ordena-
dores del poder político son los filósofos ylos administradores. Su modo
de vida está sujeto a la disciplina más estricta, basada evidentemente en el
modelo espartano. Su vida pertenece al Estado; el Estado les proporciona
sus esposas y educa a sus hijos. Están fuera de las filas de quienes tienen
que ganarse la vida. Viven su vida estrictamente para el Estado. Única-
mente por esta razón -con objeto de que sean absolutamente capaces de
vivir estrictamente para la comunidad- escoge Platón a los filósofos y
administradores fuera de las filas usuales de los hombres de negocios y la
familia y los somete a un tipo de disciplina estrictamente comunista, única
que les permite dedicar todas sus aspiraciones al bien común. Es esta idea
de la teoría platónica del Estado la que ataca principalmente Aristóteles.
. El mejor Estado, según Platón, es aquel en que gobiernan los filósofos
y los auxiliares mantienen el orden frente a ataques de dentro y de fuera.
Sólo tal Estado asegura la justicia. Platón condenaba expresamente a la
democracia. En el libro VIII de la República la ha criticado con mucha seve-
ridad; en primer lugar pone de manifiesto su atractivo superficial:
"Resulta ser el mejor gobierno ... Así como un vestido abigarrado ofrece
toda la variedad de colores, la democracia, que ofrece toda la variedad de
caracteres, podrá parecer de una belleza acabada. Y acaso -añadía- haya
muchas gentes que -como los niños y las mujeres- admiran las cosas
abigarradas, y que decidirán q1fe es el más bello de los gobiernos." 23
Pero luego hace surgir la tif.ranía de la democracia: "En verdad toda
acción excesiva provoca ordina~iamente una viva reacción en las estaciones,
en las plantas, en nuestros cuerpos y más que en ningún sitio, en los gobier-
nos ... Así, el exceso de libertad conduce probablemente a un exceso de
servidumbre, tanto en el individuo como en el Estado." 24
La timocracia y la oligarquía son también para Platón meras formas dege-
neradas del verdadero Estado. Únicamente en éste se encuentran las virtudes
políticas fundamentales, rectamente distribuidas. "Las virtudes del Estado
son las virtudes de sus ciudadanos en tanto en cuanto se practican en inte-
rés del conjunto. Por ello, la prudencia del Estado reside en los guardianes,
que piensan por toda la comunidad; el valor, en los auxiliares, que resisten
a los ataques exteriores y a las sediciones internas, ELpapel desempeñado
realmente por el valor, consiste en que mantiene los principios en que - ~
- cansa el Estado frente a todas las fuerzas que pueden perturbarle. La cde-
ración reside en las tres clases. \Es el reconocimiento por parte de las clases
de artesanos y soldados de que ~os guardianes merecen mandar, y la dispo-
sición por parte de los guardianes para ejercer su función de mando. Queda
todavía por- mencionar el principio importante en el que se funda la ciudad,
el principio de la división del trabajo, de que cada hombre y más especial-
ment~ cada clase, debe hacer aquel trabajo para el que es apto y no otro.
Ashiene que ser la justicia.".
Hemos tomado esta descripción fina y penetrante de las virtudes políti-
cas platónicas, de la introducción puesta por A. D. Lindsay a su traducción
de la República, a la que referimos a nuestros lectores que deseen una inter-
pretación breve y fidedigna del Estado platóníco.w
Una armonía profunda se esparce por todo el Estado platónico -armo-
I
~.
23 República, lib. VIII, 557. 24 Ibid., lib. VIII, 564. 25
"""
LA FlLOSOFtA POUTICA DE PLATóN Y ARISTOTELES 23
nía análoga a la del Universo, cuya obediencia a la ley hemos expuesto ya
brevemente más arriba. Hemos de encontrar más tarde la misma idea
en la principal obra de teoría política de Bodino, Les Six Livres de la Répu-
blique. La teoría política de Bodino es también un tratado de 1:1 justicia,
porque también el ideal político de finales del XVI está penetrado por la
misma-ansia profunda de armonía.
Platón atribuye el origen del Estado a la división del trabajo: "Laf4multi-
plicidad de necesidades reúne en una misma residencia a un gran número
de asociados y auxiliares; uno toma consigo a un hombre y otro a otro
para satisfacer sus diversas necesidades; a este establecimiento común,
hemos dado el nombre de ciudad." 26
Esto hace comprensible la concepción platónica del Estado como "se-
mejante" al individuo: "¿No es absolutamente necesario convenir que en
cada uno de nosotros se encuentran las mismas clases y caracteres que en la
ciudad? ¿Cómo hubieran podido llegarle de otro modo?" 27
Esta teoría de Platón ha ejercido una fuerte influencia en la historia pos-
terior de la teoría política. Incluso el Leviatán de Thomas Hobbes está
influido por la utopía platónica. Pero en esta analogía hay otro elemento
importante. Si el individuo es el, fundamento de la estructura del Estado,
¿no implica esto la teoría contractual :~elEstado? En realidad la República
lo expresa así, cuando encontramos en ella: .
"Cuando los hombres cometen y sufren mutuamente la injusticia, quie-
nes no son capaces de rnaquinarla y de escapar a ella, vienen a pensar que
es más útil entenderse para no cometer ni sufrir injusticia. Así, los. hombres
empezaron a establecer leyes y convenciones unos con otros y llamaron le-
gítimo y justo a lo que prescribía'la ley. Éste es, pues, el origen y la naturale-
za de la justicia: el medio entre el mayor bien -cometer impunemente la
injusticia- y el mayor mal =-sufrirla cuando se es incapaz de vengarse." 28
Pero ésta no es, en modo alguno, la opinión de Platón. Él da simple-
mente aquí un resumen del pensamiento político de los sofistas. La única
importancia que tiene para nosotros, consiste en que afirma que la teoría
del contrato era familiar al pensamiento político antiguo.
Finalmente tenemos que mencionar aún otro concepto político al que
Platón dedicó bastante espacio en Las leyes, y que también ha sido tema
de continuo debate en la historia de las ideas políticas. Es el concepto de
derecho natural. La naturaleza y el derecho (es decir, el derecho positivo)
eran, en el resumen que nos da Platón de la posición sofista, diametral-
mente opuestos (Leyes, libro x); los dioses y las leyes políticas y morales
son creados artificialmente y en modo alguno dados "por naturaleza":
"Por lo que hace a los _derechos, no hay en absoluto cosa semejante a un
verdadero derecho natural, ya que la humanidad discute eternamente so-
bre los derechos y los altera y todo cambio así realizado es válido desde
el momento en que se realiza, aunque debe su existencia al artificio y la
legislación y no a nada que puedas llamar naturaleza'tw
En contraste con esto Platón subraya, con fuerza, el hecho de que el
legislador, si es un verdadero legislador, "debe defender la aspiración del
derecho y del arte a ser naturales, o no menos reales que la naturaleza,
ya que son producto de la mente por sólido argumentov.sv Con esto formu-
26 República, lib. II, 369.
27 ta.. lib. IV, 435. 21l Id., lib. II, 358.
Ibid., p. XXXV (ed. Ever.) Leyes, trad. A. E. Taylor, Londres, 1934, p. 280.
29 31) Ibid.
 24 LA IDEA GRIEGA DEL ESTADO <,
'ló Platón el derecho natural en su forma "ideal". También la teoría polí-
tica sigue el camino del devenir al ser de las ideas.
Hay un principio sociológico fundamental que es común a la teoría
platónica del conocimiento y a su teoría política. Sólo a unos pocos -los
filósofos- les es dado el conocimiento, de la verdad; sólo. unos pocos
-los reyes-filósofos- son los verdaderos gobernantes. Esta concepción
aristocrática de Platón forma parte integrante de su teoría del conoci-
miento y de su teoría de la política. Para demostrar esto de una vez por
- todas, basta con referir a la teoría platónica de la mentira política, que' ha
sido estudiada recientemente en toda su amplitud por R. H. S. Crossman
en su libro Plato To-Day (Actualidad de Platón): ' intenciones se logran mediante el desarrollo de la forma.
"Es, probable -hace decir Platón a Sócrates- que nuestros gober-
nantes se vean obligados a utilizar ampliamente mentiras y, engaños en be-
heficio de los gobernados." 031 El idealismo de Platón es más realista de lo
que se reconoce generalmente en la historiaede las ideas.
-Vamos a entrar ahora en el estudio de los principios' filosóficos y polí-
ticos de k istóteles, Según una tradición digna de fe, Aristóteles fue du-
rante ven.te años alumno de Platón y de la academia platónica. Así como
, en"los métodos científicos de Platón influyeron especialmente la astrono-
LA FlLOSOFtA POUTICA DE PLATON y ARISTOTELES 25
sección longitudinal. Lo concreto, que se comprende como sustancia, se
disuelve en sus impulsos o nociones, porque la estructura de la sustancia
es un devenir. La materia se obtiene como primera noción de la sustan-
cia. Se relaciona con la sustancia en la misma forma que el ladrillo con la
casa.P La materia se caracteriza por la "privación". La privación es la fal-
ta de forma, con lo cual obtiene Aristóteles la segunda noción de la sus-
tancia concreta. La materia es la posibilidad de un devenir; actualidad es
el nombre que da el Estagirita -en contraste con la potencialidad de la
materia- a la cosa real en la que alcanza su definición lo concréto. Aris-
tóteles da cuatro causas del ser : materia, forma, moción y finalidad. Las
No hemos podido hacer aquí más que dar un brevísimo resumen de
10s conceptos aristotélicos con los que influyó Aristóteles en los siglos pos-
teriores. Pero hay que tener en cuenta que estos conceptos se crearon por '
~ una concentración sin ejemplo sobre material extremadamente concreto.
"No sólo la metafísica, sino igualmente la física y la ética, la psicología y
1 la política fueron sometidas por Aristóteles a estos conceptos'L'" La am-
~
'1 plitud y la alerta conciencia filosófica de Aristóteles, han sido raramente
l alcanzadas en la historia posterior -del pensamiento occidental. En Aristó-

mía /y las matemáticas, para Aristóteles fue la medicina la que tuvo má-
xima importancia. El padre de Aristóteles era médico de la corte mace-
dónica e inició a su hijo en edad temprana en los secretos del arte médico,
ya floreciente a la sazón. En el concepto del organismo descubrió
Aristóteles la concreción física del hombre y su totalidad, comprensiva del
intelecto; las emociones,'las pasiones, etc.
Ya hemos aludido a la crítica aristotélica de la teoría de las ideas de
Platón. En este problema se nos presenta con clarida:d perfecta el punto
de partida, completamente distinto, de ambos pensadores. El análisis fi-
losófico de Platón se basa, desde el comienzo, en la existencia de la Ver-
dad, el Bien y la Belleza;en tanto que Aristóteles parte de lo serisible y 10
concreto. No intenta tanto explicar el ser corno el devenir. La crítica de
Aristóteles de la teoría platónica de las ideas, se ha reducido a 'cuatro argu-
mentos: primeramente que las ideas no son realidades; en segundo lugar
que no 'parecen susceptibles de ser utilizadas como causas de las cosas; ,en
tercero, que no pueden explicar el devenir y, finalmente,' que resultan
inútiles como principios para la construcción de las ciencias. La diferencia
entre los' dos pensadores es, pues, absolutamente imposible de conciliar.
Son' tipos de pensamiento fundamentalmente distintos. Como veremos,
este' contraste ha influido mucho en la historia posterior de la ciencia y de
la filosofía.
, Antes,de presentar un esquema de la estructura del sistema científico
, aristotélico, 'tenemos que ofrecer un breve resumen de su metafísica. Es,
la ciencia básica, que se ocupa del puro ser (ontología). Se podría pensar
por ello que el contraste con la teoría platónica de las ideas puede', en
cierto modo, ser superado. Pero' no es así, porque el punto de partida de la
ciencia básica reside en la' relación del ser con el devenir; su tarea com--
prende la investigación de las causas del devenir. El análisis comienza por
loindividual, por lo concreto. De él obtiene Arist6teles sus categorías. Su'
orden se basa en lo que es concreto. Son, como si dijéramos, un corte trans-
versal de lo existente en la realidad. A este corte añade Arist6teles una
, 31 República, lib. v, 459.
I
teles se completa el espíritu de la, antigüedad griega. Diógenes Laercio nos
ha dejado un anécdota que pone bien de relieve esta vigilancia filosófica
característica del pensamiento aristotélico: " ... y cuando se echaba a des-
cansar cogía en la mano una bola de latón y colocaba debajo una vasija
t
para despertarse por el ruido de la bola al caer en la vasija"." Aristóteles
~ quería seguir despierto y estar siempre despierto. Esta anécdota refleja
t, bien el carácter de su pensamiento.
La más extrema vigilia nos explica la cima culminante de la filosofía
¡
aristotélica. La define como el pensamiento del pensamiento (noesis noe-
~ , '
seas). Todo movimiento tiene que tener una causa motora. Pero tiene
que haber una Causa Primera si es que ha de ser válido el concepto de
causalidad. Esta primera causa motora tiene que ser realidad. Pero si ha
de ser realmente la primera causa motora, ella misma tiene que ser inmo-
ta: "Puesto que aquello que tiene impreso sobre sí el movimiento y lo im-
parte a su vez subsiste como un medio" hay algo que no teniendo impreso
sobre sí el movimiento, sin embargo, lo imparte, lo cual es una cosa que es
eterna, siendo a la vez sustancia y energía"." Con estas palabras describe
Aristóteles su principio del Motor Inmóvil: Dios."
El principio del ser más alto es un puro acto de pensamiento, y al pen-
sar este pensamiento, la inteligencia humana piensa del pensamiento como
. lo mejor Y más elevado: "Ahora bien, aquello que primeroImparte .movi-
miento lo hace como una cosa que es amada; y aquello que tiene mo-
vimiento impreso sobre sí lo imparte a las otras cosas".36
Pero este principio más elevado es Dios: "Ahora bien, el curso de la
vida de este Primer Motor -análogamente al' de la nuestra en un período
32 No podemos entrar aquí en el examen de la diferencia entre la materia prima y la
segunda. Véase para ello el excelente resumen del sistema aristotélico en el Lehrbuch der
Geschic11tC. der Philosophie (Manual de historia de la filosofía), de Ernst Hoffmann,
ed."Max Dessoir, Berlín, 1925,pp. 141 ss.
33 u.. p. 161.
34 Vida y opiniones de los filósafos más ilustres, lib. v, 16 (trad. esp. de D. José Ortiz
y Sanz, Bibl. Clásica, Madrid, 1910). (
35 Metafísica, ed. Bohn, p. 329. lI6 Id., p. 330.

26 LA IDEA GRIEGA DEL ESTADO
limitado de tiempo- es también lo más excelente; porque, en nuestro
caso, ese Primer Motor continúa gozando eternamente del principio de la
vida, mientras que para nosotros tal cosa sería imposible; pero no ocurre
así al Primer Motor, ya que la energía o actividad de este Primer Motor
da origen al placer o la satisfacción de sí mismo; y a este' respecto la vi-
gilia, el ejercicio de los .!:¡entidosYla,.p~r,~~Pf~ón .en, general, son los, que
producen más placer y satisfacción'O"
Nos encontramos, pues, con la cúspide del sistema. En la historia de
la filosofía occidental,encontraremos otra vez una vigilia del mismo tipo
en el sistema hegeliano. Es extremadamente significativo que Hegel con-
cluya su Enciclopedia con una cita del libro duodécimo de la Metafísica.
Así como la filosofía de Aristóteles asciende de lo sensible y concreto al
más alto conocimiento, la filosofía hegeliana es un ascenso del hic et nunc
sensible, a la esfera más elesada del espíritu absoluto que Hegel llama la
cosa en sí. Ambos pensadores se encuentran en finales de época y han
elaborado su .sistema interpretando las condiciones históricas de su época
en un plano más elevado. Ambos pensadores son filósofos de dos épo-
cas que se aproximan a su corrclusión. "El buho de Minerva comienza su
vuelo cuando se aproxima el crepúsculo", escribió Hegel, con conciencia
clara del carácter postrero de su filosofía. Después de la muerte de Aris-
tóteles comenzó la filosofía cosmopolita del helenismo que Cicerón mezcló
con la idea romana del imperio mundial; después de la muerte de Hege'
surgió, basada en las teorías y métodos del maestro, la filosofía social d..
marxismo cuyo ideal político es el "reino de los libres e iguales", la sur»
ración del liberalismo burgués. Así considerada, la estructura idéntica· .c:
pensamiento aristotélico y hegeliano se hace especialmente- 'esclarecer.ora.
Ahora que hemos expuesto -desde luego en un esquema extremada-
mente simplificado- los conceptos fundamentales de la filosofía aristo-
télica y su ascenso de lo material y sensible al Motor Inmóvil, podemos
pasar a discutir el sistema científico del filósofo. Aristóteles distingue tres
grandes grupos de ciencias. En primer lugar las ciencias teóricas, entre
las cuales hay que colocar la metafísica, la matemática y la física, con la
psicología y la biología i consideradas como ramas de la física! En se-
. gundo lugar las ciencias prácticas que incluyen la ética y la política, cuyo
objeto es, en ambos casos, la voluntad del hombre expresada en su con-
ducta, de modo que si la investigación se dirige al Estado __ e.n_~to,
estamos tratando de polítíea como ~, en tanto que si el objeto de la
investigación es la voluntad como expresión de la .Jlida persQ1J~ estamos
tratande-de-étíca: sin embargo, los límites de ambas ciencias fluctúan ya
que la ética está enraizada en la ciencia política. En tercer lugar están
las ciencias poyéticas (derivada de poiesis) entre las cuales se incluyen las
artes de la poesía, la retórica y la medicina. Entre esos grupos de ciencias
queda una, la lógica, igualmente esencial para todas ellas y llamada por
Aristóteles su instrumento .( organon }: "Quienquiera que no la haya domi-
nado previamente, no puede entrar en la filosofía", declara expresamente
en su Metafísica. Los escritos de Aristóteles sobre lógica, se recogieron en
una obra titulada Organon, que fue conocida en la Edad Media, especial-
mente por la traducción de Boecio, mucho antes de que sus obras políticas
fuesen corrientes en Occidente. Por esta razón, la idea medieval de Aris-
tóteles hasta los siglos XII y XIII estuvo determinada especialmente por sus "-
. 37 Metafísica, ed. Bohn, p. 331.
LA FILOSOF1A POUTICA DE ARISTÚTELES y PLATúN 27
escritos lógicos. La lógica aristotélica divide tajantemente la estructura
del pensamiento en silogismos, éstos en juicios y los juicios a su vez en
conceptos (analítica); Aristóteles descubrió y describió especialmente las
reglas del método deductivo por las cuales, en contraste con lógicos poste-
riores, pudo fijar límites exactos al objeto de la lógica frente a la psicología
y la ciencia filológica. Kant pudo aún decir en el prefacio a su Crítica de la
razón pura que "la lógica no había tenido que dar un paso atrás desde Arís-
tóteles". El racionalismo occidental ha obtenido así su fundamento per-
manente en el Organon de Aristóteles. Fue Arísróteles quien logró por
primera vez -a finales del período clásico de la antigüedad griega- su-
primir completamente el mundo mítico, que sigue reteniendo todavía a
Sócrates y a Platón. La filosofía de Sócrates y Platón estaba indudable-
mente aún bajo la influencia del mito órfico de que la prisión del alma
en el cuerpo no puede ser superada sino por la muerte. Las últimas
palabras de Sócrates, agonizante, a sus discípulos fueron la petición de
que sacrificasen un gallo a Esculapio. Sócrates experimentó un papel
importante en su obra. El concepto del creador del mundo (Demiurgo)
del Timeo está influido aún por el mito; Platón usa ya la imagen mí-
tica por la conciencia que tiene de los límites del conocimiento filosó-
fico. Únicamente Aristóteles sobrepasó esos límites. Su Dios no es ya
una imagen, como liemos visto, sino la conciencia más alta: el Concepto.
y sin embargo, sabemos que en su senectud Aristóteles se ocupó del mito,
ya que dice de sí mismo en una carta: "Cuanto más solitario y aislado
estoy, tanto más he llegado a amar los mitos"," Parece como si ni siquiera
la mente más alerta pudiera pasarse sin el consuelo del mito. Donde no
busca este consuelo corre el riesgo de degenerar ella misma en mito. En
la historia de Occidente la aparición de la Utopía marca el punto donde el
pensamiento racionalista muestra signos de tal degeneración.
De acuerdo con la estructura de su sistema filosófico el punto de par-
tida de la teoría política de Aristóteles son la historia y la experiencia. Esto
se ve especialmente claro en la penetrante crítica que hace Aristóteles del
Estado platónico. Dice en su política no sin algún rasgo de ironía: "Re-
cordemos que no debemos dejar de lado la experiencia de los tiempos .
En el transcurso de los años, ~sas cosas, si fuesen buenas no habrían sido
ciertamente desconocidas;. porque casi todas las cosas han sido encontra-
das aunque a veces n?, hayan sido puestas en relación: en algunos casos
los hombres no utilizan el conocimiento que tienen." 39 En este pasaje se
refiere Aristóteles explícitamente a la experiencia histórica y, de hecho, la
teoría política aristotélica se basa en una amplia colección de constitucio-
nes -sabemos de más de ciento cincuenta. La crítica de Aristóteles va,
sin embargo, más allá y ataca el Estado platónico en puntos esenciales.
A..la vez que refuta y critica a Platón, formula los principios de su propia
filosofía política. Aristóteles condena especialmente la abolición de la pro-
piedad privada, sugerida por Platón para los guardianes y filósofos-reyes:
"Es preciso- considerar también no sólo los males de que se salvarán los
ciudadanos [por la común propiedad], sino también las ventajas que perde-
rán. La vida que tendrían que JIevar parece totalmente Impracticable"."
Aristóteles critica también la comunidad de esposas e hijos; en resu-
38 Citado por Wemer Jaeger, en su Aristóteles, Fondo de Cultura Económica, Mé-
xico, 1946. p. 368.
39 política, trad. Jowett, Oxford, 1926, p. 64. 40 Id., pp. 634.
 24 LA IDEA GRIEGA DEL ESTADO " LA FILOSOFíA POUTICA
'ló Platón el derecho natural en su forma "ideal". También la teoría polí-
tica sigue el camino del devenir al ser de las ideas.
Hay Un principio sociológico fundamental que es común a la teoría
platónica del conocimiento y a su teoría política. Sólo a unos pocos -los
filósofos- les es dado el conocimiento de la verdad; sólo. unos pocos
-los reyes-filósofos- son los verdaderos gobernantes. Esta concepción
aristocrática de Platón forma parte integrante de su teoría del conoci-
miento y de su teoría de la política. Para demostrar esto de una vez por
. todas, basta con referir a la teoría platónica de la mentira política, que ha
sido estudiada recientemente en toda su amplitud por R. H. S. Crossman
en su libro Plato To-Day (Actualidad de Platón): ' intenciones se logran mediante el desarrollo de la forma.
"Es, probable -hace decir Platón a Sócrates- que nuestros gober-
nantes se vean obligados a utilizar ampliamente mentiras y, engaños en be-
, neficio de los gobernados." 31 El idealismo de Platón es más realista de lo
que se reconoce generalmente en la historiaede las ideas.
Vamos a entrar ahora en el estudio de los principios' filosóficos y polí-
ticos de k istóteles. Según una tradición digna de fe, Aristóteles fue du-
rante veii.te años alumno de Platón y de la academia platónica. Así como
. en 'los métodos cieIltíficos de Platón influyeron especialmente la astrono-
mía IY las matemáticas, para Aristóteles fue la medicina la que tuvo má-
xima importancia. El padre de Aristóteles era médico de la corte mace-
dónica e inició a su hijo en edad temprana en los secretos del arte médico,
ya floreciente a la sazón. En el concepto del organismo descubrió
Aristóteles la concreción física del hombre y su totalidad, comprensiva del
intelecto; las emociones,'las pasiones, etc.
Ya hemos aludido a la crítica aristotélica de la teoría de las ideas de
Platón. En este problema se nos presenta con claridad perfecta el punto
,de partida, completamente distinto, de ambos pensadores. El análisis fi-
losófico de Platón se basa, desde el comienzo, en la existencia de la Ver-
dád, el Bien y la Belleza; en tanto que Aristóteles parte de lo sensible y lo
concreto. No intenta tanto explicar el ser como el devenir. La crítica de
Aristóteles de la teoría platónica de las ideas, se ha reducido a 'cuatro argu-
mentos: primeramente que las ideas no son realidades; en segundo lugar
que no 'parecen susceptibles de ser utilizadas como causas de las cosas; ,en
tercero, que no pueden explicar el devenir y, finalmente,' que resultan
inútiles como principios para la construcción de las ciencias. La:diferencia
entre los' dos pensadores es, pues, absolutamente imposible de conciliar.
Son tipos .de pensamiento fundamentalmente distintos. Como veremos,
este' contraste ha influido mucho en la historia posterior de la ciencia y de
la filosofía.
Antes,de presentar un esquema de la estructura del sistema científico
aristotélico,: tenemos que ofrecer un breve resumen de su metafísica. Es
. lá 'ciencia básica. que se ocupa del puro ser (ontología). Se podría pensar
pOJ;ello que el contraste con la teoría pIatónica de las ideas puede', en'
cierto modo, ser superado. Pero' no es así, porque el punto de partida de la
ciencia básica reside en la' relación del ser con el devenir; su tarea com--
prende la investigación de las causas del devenir. El análisis comienza por
lo individual, por lo concreto. De él obtiene Aristételes sus categorías: Su
orden se basa en lo que es concreto. Son, como si dijéramos, un corte trans-
versal de 10 existente en la realidad. A este corte añade Aristóteles una
, 31 República, lib. v, 459.
DE PLATON y ARISTOTELES 25
sección longitudinal. Lo concreto, que se comprende como sustancia, se
disuelve en sus impulsos o nociones, porque la estructura de la sustancia
es un devenir. La materia se obtiene como primera noción' de la sustan-
cia. Se relaciona con la sustancia en la misma forma que el ladrillo con la
casa.P La materia se caracteriza por la "privación". La privación es la fal-
ta de forma, con lo cual obtiene Aristóteles la segunda noción de la sus-
tancia concreta. La materia es la posibilidad de un devenir; actualidad es
el nombre que da el Estagirita -en contraste con la potencialidad de la
materia- a la cosa real en la que alcanza su definición lo concreto. Aris-
tóteles da cuatro causas del ser: materia, forma, moción y finalidad. Las
No hemos podido hacer aquí más que dar un brevísimo resumen de
los conceptos aristotélicos con los que influyó Aristóteles en los siglos pos-
teriores. Pero hay que tener en cuenta que estos conceptos se crearon 'por'
¡ una concentración sin ejemplo sobre material extremadamente concreto.
"No sólo la metafísica, sino igualmente la física y la ética, la psicología y
1~ la política fueron sometidas por Aristóteles a estos conceptos'í." La am-
;¡ plitud y la alerta conciencia filosófica de Aristóteles, han sido raramente
J alcanzadas en la historia posterior -del pensamiento occidental. En Aristó-
I
teles se completa el espíritu de la. antigüedad griega. Diógenes Laercio nos
ha dejado un anécdota que pone bien de relieve esta vigilancia filosófica
característica del pensamiento aristotélico: " ... y cuando se echaba a des-
cansar cogía en la mano una bola de latón y colocaba debajo una vasija
, para despertarse por el ruido de la bola al caer en la vasija"." Aristóteles
quería seguir despierto y estar siempre despierto. Esta anécdota refleja
~
i!
bien el carácter de su pensamiento.
La:más extrema vigilia nos explica la cima culminante de la filosofía
aristotélica. La define como el pensamiento del pensamiento (noesis noe-
seas). Todo movimiento tiene que tener una causa motora. Pero tiene
~ que haber una Causa Primera si es que ha de ser válido el concepto de
causalidad. Esta primera causa motora tiene que ser realidad. Pero si ha
de ser realmente la primera causa motora, ella misma tiene que ser inmo-
ta: "Puesto que aquello que tiene impreso sobre sí el movimiento y lo im-
parte a su vez subsiste como un medio" hay algo que no teniendo impreso
sobre sí el movimiento, sin embargo, lo imparte, lo cual es una cosa que es
eterna, siendo a la vez sustancia y energía"." Con estas palabras describe
Aristóteles su principio del Motor Inmóvil: Dios.'-
El principio del ser más alto es un pur o acto de pensamiento, y al pen-
sar este pensamiento, la inteligencia humana piensa del pensamiento como
. lo mejor y más elevado: "Ahora bien, aquello que primero imparte movi-
miento lo hace como una cosa que es amada; y aquello que tiene mo-
vimiento impreso sobre sí lo imparte a las otras cosas".86
Pero este principio más elevado es Dios: "Ahora bien, el curso de la
vida de este Primer Motor -análogamente al de la nuestra en un período
32 No podemos entrar aquí en el examen de la diferencia entre la materia prima y la
segunda. Véase para ello el excelente resumen del sistema aristotélico en el Lehrbucñ der
Geschichte der Philosophie (Manual de historia de la filosofía), de Ernst Hoffrnann,
ed."Max Dessoír, Berlín, 1925, pp. 141 ss.
33 Ld., p. 16l.
34 Vida y opiniones de los filósafos más ilustres, lib. v, 16 (trad. esp. de D. José Ortiz
y Sanz, Bibl. Clásica, Madrid, 1910). (
35 Metafísica, ed. Bohn, p. 329. !l6 Id; p. 330.

26 LA IDEA GRIEGA DEL ESTADO
limitado de tiempo- es también lo más excelente; porque, en nuestro
caso, ese Primer Motor continúa gozando eternamente del principio de la
vida, mientras que para nosotros tal cosa sería imposible; pero no ocurre
así al Primer Motor, ya que la energía o actividad de este Primer Motor
da origen al placer o la satisfacción de sí mismo; y a este respecto la vi-
gilia, el ejercicio de los sentidos y Jf1. p~r,~~Pf~ón.eI1-general, son los. que
producen más placer y satisfaccíón'Ot
Nos encontramos, pues, con la cúspide del sistema. En la historia de
la filosofía occidental, encontraremos otra vez una vigilia del mismo tipo
en el sistema hegeliano. Es extremadamente significativo que Hegel con-
cluya su Enciclopedia con una cita del libro duodécimo de la Metafísica.
Así como la filosofía de Aristóteles asciende de lo sensible y concreto al
más alto conocimiento, la filosofía hegeliana es un ascenso del hic et nunc
sensible, a la esfera más elesada del espíritu absoluto que Hegel llama la
cosa en sí. Ambos pensadores se encuentran en finales de época y han
elaborado su sistema interpretando las condiciones históricas de su época
en un plano más elevado. Ambos pensadores son filósofos de dos épo-
cas que se aproximan a su conclusión. "El buho de Minerva comienza su
vuelo cuando se aproxima el crepúsculo", escribió Hegel, con conciencia
clara del carácter postrero de su filosoña. Después de la muerte de Aris-
tóteles comenzó la filosofía cosmopolita del helenismo que Cicerón mezcló
con la idea romana del imperio mundial; después de la muerte de Hege'
surgió, basada en las teorías y métodos del maestro, la filosofía social d.
marxismo cuyo ideal político es el "reino de los libres e iguales", la ~UP"
ración del liberalismo burgués. Así considerada, la estructura idéntica· .cl
pensamiento aristotélico y hegeliano se hace especialmente esclarecer.ora.
Ahora que hemos expuesto -desde luego en un esquema extremada-
mente simplificado- los concep.tos fundamentales de la filosofía aristo-
télica y su ascenso de lo material y sensible al Motor Inmóvil, podemos
pasar a discutir el sistema científico del filósofo. Aristóteles distingue tres
grandes grupos de ciencias. En primer lugar las ciencias teóricas, entre
las cuales hay que colocar la metafísica, la matemática y la física, con la
psicología y la biología i consideradas como ramas de la física! En se-
. gundo lugar las ciencias prácticas que incluyen la ética y la política, cuyo
objeto es, en ambos casos, la voluntad del hombre expresada en su con-
ducta, de modo que si la investigación se dirige al Estado .eR~to,
estamos tratando de po1.ili€a como ~, en tanto que si el objeto de la
investigación es la voluntad como expresión de la ..l/ida persQ!l~ estamos
tratande-de-étíca: sin embargo, los límites de ambas ciencias fluctúan ya
que la ética está cnraizada en. la ciencia política. En tercer lugar están
las ciencias poyéticas (derivada de poiesis) entre las cuales se incluyen las
artes de la poesía, la retórica y la medicina. Entre esos grupos de ciencias
queda una, la lógica, igualmente esencial para todas ellas y llamada por
Aristóteles su instrumento .( organon} : "Quienquiera que no la haya domi-
nado 'previamente, no puede entrar en la filosofía", declara expresamente
en su Metafísica. Los escritos de Aristóteles sobre lógica, se recogieron en
una obra titulada Organon, que fue conocida en la Edad Media, especial-
mente por la traducción de Boecio, mucho antes de que sus obras políticas
fuesen corrientes en Occidente. Por esta razón, la idea medieval de Aris-
tóteles hasta los siglos XII y XIII estuvo determinada especialmente por sus -,
S7 Metafísica. ed. Bohn, p. 331.
LA FlLOSOFtA POLíTICA DE ARISTOTELES y PLATON 27
escritos lógicos. La lógica aristotélica divide tajantemente la estructura
del pensamiento en silogismos, éstos en juicios y los juicios a su vez en
conceptos (analítica); Aristóteles descubrió y describió especialmente las
reglas del método deductivo por las cuales, en contraste con lógicos poste-
riores, pudo fijar límites exactos al objeto de la lógica frente a la psicología
y la ciencia ñlológica. Kant pudo aún decir en el prefacio a su Crítica de la
razón pura que "la lógica no había tenido que dar un paso atrás desde Aris-
tóteles". El racíonalísmo- occidental' ha obtenido así su fundamento. per-
manente en el Organon de Aristóteles. Fue Aristóteles quien logró por
primera vez -a finales del período clásico de la antigüedad griega- su-
primir completamente el mundo mítico, que sigue reteniendo todavía a
Sócrates y a Platón. La filosofía de Sócrates y Platón estaba indudable-
mente aún bajo la influencia del mito órfico de que la prisión del alma
en el cuerpo no puede ser superada sino por la muerte. Las últimas
palabras de Sócrates, agonizante, a sus discípulos fueron la petición de
que sacrificasen un gallo a Esculapio. Sócrates experimentó un papel
importante en su obra. El concepto del creador del mundo (Demiurgo)
del Timeo está influido aún por el mito; Platón usa ya la imagen mí-
tica por la conciencia que tiene de los límites del conocimiento filosó-
fico. Únicamente Aristóteles sobrepasó esos límites. Su Dios no es ya
una imagen, como liemos visto, sino la conciencia más alta: el Concepto.
y sin embargo, sabemos que en su senectud Aristóteles se ocupó del mito,
ya que dice de sí mismo en una carta: "Cuanto más solitario y aislado
estoy, tanto más he llegado a amar los mitos".38 Parece como si ni siquiera
la mente más alerta pudiera pasarse sin el consuelo del mito. Donde no
busca este consuelo corre el riesgo de degenerar ella misma en mito. En
la historia de Occidente la aparición de la Utopía marca el punto donde el
pensamiento racionalista muestra signos de tal degeneración.
De acuerdo con la estructura de su sistema filosófico el punto de par-
tida de la teoría política de Aristóteles son la historia y la experiencia. Esto
se ve especialmente claro en la penetrante crítica que hace Aristóteles del
Estado platónico. Dice en su Política no sin algún rasgo de ironía: "Re-
cordemos que no debemos dejar de lado la experiencia de los tiempos .
En el transcurso de los años, esas cosas, si fuesen buenas no habrían sido
ciertamente desconocidas;, porque casi todas las cosas han sido encontra-
das aunque a veces n~ hayan sido puestas en relación: en algunos casos
los hombres no utiHzan el 'conocimiento que tienen." 39 En este pasaje se
refiere Aristóteles explícitamente a la experiencia histórica y, de hecho, la
teoría política aristotélica se basa en una amplia colección de constitucio-
nes -sabemos de más de ciento cincuenta. La crítica de Aristóteles va,
sin embargo, más allá y ataca el Estado platónico en puntos esenciales.
A la vez que refuta y critica a Platón, formula los principios de su propia
filosofía política. Aristóteles condena especialmente la abolición de la pro-
piedad privada, sugerida por Platón para los guardianes y filósofos-reyes:
"Es preciso' considerar también no sólo los males de que se salvarán los
ciudadanos [por la común propiedad], sino también las ventajas que perde-
rán. La vida que tendrían que llevar parece totalmente impracticable"."
Aristóteles critica también la comunidad de esposas e hijos; en resu-
38 Citado por Wemer Jaeger. en su Aristóteles, Fondo de Cultura Económica, Mé-
xico, 1946. p. 368. .
39 política, trad. Jowett, Oxford, 1926, p. 64. 40 Id., pp. 63-4.
28 LA IDEA GRIEGA DEL ESTADO
men, la familia es el fundamento de su orden político. En la ütica a Nico-
maco elogia la santidad del matrimonio. Al hacer esto la teoría política de
Arist6teles resultó aceptable para la teoría política cristiana posterior. La fí-
losoña política de santo Tomás de Aquino e incluso la de Bodino, no pueden
ser comprendidas sin la instituci6n fundamental de la familia. Arist6teles no
atribuye el origen del Estado a la división del trabajo; niega expresamente
esta idea de Platón, ya que para él "el Estado precede por naturaleza cla-
ramente a la familia y al individuo, pues el todo precede necesariamente
a la parte".41 :e.ste es el significado de la frase de Aristóteles, citada con
tanta frecuencia, de que el hombre es un animal, político. Incluso si el
Estado surge más tarde históricamente, la entelequia del Estado se daba
ya en el concepto de hombre:
"Pero quien es incapaz de vivir en sociedad o no la necesita porque se
basta a sí mismo, tiene que ser una bestia o un dios: no es parte de un
Estado. La naturaleza ha implantado en todos los hombres un instinto
social y el primer fundador del Estado fue el mayor de los benefactores.
Porque cuando el hombre se perfecciona es el mejor de los animales, pero
separado de la ley y la justicia es el peor de todos; ya que la injusticia
armada es la más peligrosa y el hombre está equipado desde su nacimien-
to con las arinas de la inteligencia y con cualidades morales qué puede
utilizar para los peores fines. Por consiguiente, si no tiene virtud es el
más impuro y el más salvaje de los animales y el más codicioso y voraz. Pero
la justicia es el vínculo de los hombres en los Estados y la administración
de justicia, que es la determinación de lo que es justo, es el principio del
orden en la sociedad política." 42
ASÍ, pues, Aristóteles aceptó la unidad de virtud y felicidad enseñada
por Sócrates y Platón, aunque de acuerdo con el principio fundamental de
su sistema filosófico construyó su teoría de la virtud en forma mucho más
concreta. Excedería de los límites de nuestro ensayo reseñar la teoría
aristotélica de la virtud; en ella se muestra el universo ético firmemente
injertado en el todo formado por el mundo griego. El desarrollo post-
aristotélico de la filosofía y de las ciencias está caracterizado especialmente
por la división del conocimiento en esferas individuales. Comienza el pe-
ríodo de las ciencias particulares.
-;".La tarea de la política -y en esto Aristóteles está de acuerdo con Pla-
tón- 'Consiste en encontrar la mejor forma de Estado. :e.l mismo lo dijo
claramente al final de la Etica a Nicomaco: "Empecemos, pues, por juntar
los fragmentos buenos que puedan encontrarse en las declaraciones de
nuestros predecesores; después, de las constituciones que hemos coleccio-
nado, trataremos de averiguar qué clase de cosas mantienen o destruyen
las comunidades y cuáles son las distintas constituciones particulares; y la
causa de por qué algunas están bien administradas y otras mal, porque
después de tal investigación acaso podamos tener una visión más penetran-
te de qué constitución es la mejor [subrayado nuestro], qué clase de
regulaciones y qué clase de leyes y de costumbres son mejores para cada
una".4B ' <,
Aristóteles distingue dos grupos de Estados: los sanos y los degenera-
dos o, como dice Oncken, Estados justos y tiránicos. La monarquía, la
aristocracia y la democracia forman el grupo de los Estados sanos; la tira-
41 Política, trad. Jowett, p. 29. 42 tus; pp. 29-30.
43 [bid. (ed. Ever.), p. 262.
ALEJANDRO Y EL LEGADO DE GRECIA 29
nía, la oligarquía y la anarquía son sus formas degeneradas. El principio
de la.monarquía y de la aristocracia es la virtud y el principio de la de-
mocracia, la libertad. Toda constitución se desarrolla según la participa- ,
ción de los grupos sociales en los poderes del gobierno y especialmente
según su participación en el poder soberano. La teoría política de Aristó-
teles es una teoría clasista del Estado.
Aristóteles parecía considerar las clases como naturales, pues aparen-
temente cree en la desigualdad natural del hombre y ésto le hace justificar
la institución de la esclavitud. "Desde el momento en que nacen, unos es-
• tán señalados para la sujeción y otros para el mando". Por consiguiente,
la esclavitud no es una violación de la naturaleza "porque quien puede
ser -y por ello es- de otro, y quien participa de la razón suficientemente
para aprenderla pero no para tenerla, es por naturaleza esclavo". Sin em-
bargo, a la vez se opone a lo que llama "esclavitud legal", es decir, escla-
vitud basada en la fuerza, como en el caso de los prisioneros de guerra ..
¿Cuál es, pues, el mejor Estado posible? Dejemos a Aristóteles contesfar
la pregunta por sí mismo: "Entonces es evidente que la mejor comunidad
política es laJormada por ciudadanos de la clase media y es probable que
estén bien administrados aquellos Estados en los cuales la clase media es
grande, y a ser posible mayor que las otras dos, o por lo menos mayor que
cada una de ellas, aisladamente considerada; porque la adición de la clase
media altera el equilibrio e impide que cualquiera de los extremos domino/
Por ello es grande la buena fortuna de un Estado en el que los ciudadanos
tienen una propiedad moderada y suficiente; porque donde algunos poseen
mucho y otros nada, puede surgir una democracia extremada o una oligar-
quía pura; o puede surgir de cualquiera de los extremos una tiranía -tan-
to de la democracia más extensa como de una oligarquía-, pero no es
probable que surja de una condición media y aproximadamente igual. ..
Sólo un hombre de todos los que han gobernado en la Hélade, fue indu-
cido a dar a los Estados esta constitución media." 44
¿Se refiere aquí Aristóteles a PericIes? No estamos seguros, pero es
probable, caso en el cual queda completo el círculo que hemos atravesado
de la teoría política antigua.
3. ALEJANDRO y EL LEGADO DE GRECIA
En efecto, con la época de Alejandro Magno hemos dejado el suelo de la
antigüedad clásica, aunque el joven Alejandro se sentó todavía como dis-
cípulo a los pies de Aristóteles, y aprendió de él la suma del antiguo cono-
cimiento clásico. A la era de los Estados-ciudades griegos sucedió el im- .
perio mundial del período helenístico. El Estado mundial reemplaza la
polis griega y la cultura universal reemplaza la distinción clásica entre grie-
gos y bárbaros. Así, las ideas cosmopolitas de la filosofía estoica se mo-
delaron sobre el imperio mundial de Alejandro que sometió la monarquía
persa al espíritu griego y mezcló la cultura oriental con este espíritu, en
un nuevo plano de conciencia universal occidental. "Aristóteles aconse-:
jaba a su regio discípulo que apareciese ante los bárbaros como señor, pero
que se mostrase ante los griegos como líder y que se preocupase de ellos
como si fuesen amigos y parientes. Esto estaba en el espíritu de la filoso-
44 Política, pp. 169 Y 171.
.•..
 30 LA IDEA GRIEGA DEL 'ESTADO
fía estoica, pero también en el de la política alejandrina de unificación
cosmopolita y, precisamente en conexión con esta última, intentó Eráste-
nes, contra la opinión de Aristóteles, abolir la distinción entre helenos y
bárbaros y hacer solamente una entre buenos y malos." 45 Con la confianza
suprema de sus dotes juveniles y seguro de ser el creador de una nueva
época, Alejandro dio de lado el consejo de su viejo maestro y se consumió
-como la llama- en su misión.
Vamos a dirigir ahora una breve ojeada sobre la influencia de las ideas
antiguas en la historia posterior de Occidente. Hasta el momento en que
la Edad Media alcanza la cúspide de su desarrollo, se consideraba a Aris-
tóteles como "el Filósofo". La influencia de Platón en la Edad Media, a
través 'de la adaptación helenística de Plotino -y aparte del Timeo de que
ya hemos hablado- fue muy ligera. Fueron especialmente los escritos ló-
gicos de Aristóteles los que ocuparon el primer plano en la primitiva Edad
Media; sus escritos científicos y políticos se conocieron en los siglos XII Y
XIII por medio de versiones árabes. Guillermo de Moerbeke tradujo la Po-
lítica en el siglo XIII. La estructura jerárquica del sistema aristotélico -que
va ascendiendo de lo concreto al Motor Inmóvil- estaba en completa ar-
monía con la concepción medieval del mundo. La marcha victoriosa del
platonismo comenzó en el siglo xv. Se redescubrió el método platónico de
la hipótesis, en oposición franca con Aristóteles. El espíritu sistemático
del pensamiento aristotélico no pudo seguir coincidiendo con el nuevo
concepto de la naturaleza producido por el Renacimiento. En la teoría del
movimiento de Galileo resucita la teoría crítica de las ideas de Platón.
Así ocurrió que Hobbes trató de aplicar en el siglo XVII el método de Ga-
íileo a la totalidad del mundo social. En la conclusión de la segunda parte
del Leviatán encontramos un eco del concepto platónico de los filósofos-
reyes. El racionalismo de Thomas Hobbes degenera también en utopismo.
Vamos a aclarar brevemente el significado de esta degeneración. En la
carta-dedicatoria de De cive, escribe Hobbes: "Porque si la naturaleza de
las acciones humanas fuese tan conocida como la naturaleza de la canti-
dad en las figuras geométricas, la fuerza de la avaricia y de la ambición
-que se sostienen por las opiniones erróneas del vulgo respecto a la natu-
raleza de lo justo e injusto- se desvanecerían y languidecerían; y la hu-
manidad gozaría de una tal paz inmortal que de no ser por la habitación
-en el supuesto de que la tierra se hiciese demasiado estrecha para sus
habitantes- apenas quedaría ninguna posibilidad de guerra." 46
El racionalismo de Hobbes pone así de manifiesto una diferencia carac-
terística con el racionalismo de la antigüedad clásica: los pensadores grie-
gos partían del supuesto de la identidad de estructura del ser y el pensar;
Hobbes conoce las fuerzas fundamentales de los impulsos en el ser, pero
cree en el poder de la razón para controlar esos impulsos y pasiones. La
......razón no suprime de ninguna manera la existencia irracional de los im-
pulsos y las pasiones. Lo mejor que se, puede hacer es comprenderlos y
guíarlos. Pero la creencia de que el ser humano es capaz de autocontrolarse
racionalmente, es un indicio del comienzo de lo que llamamos racionalis-
mo utópico.
45 El subrayado nuestro; véase J. Kaerst, Alexander der Grosse (Alejandro Magno),
en Meister der Politik (Maestros de la política), ed. Erich Marx y K. A. von Müller,
Berlín, 1922, vol. 1, pp. 33 ss.
46 Hobbes, English Works (Obras inglesas), ed. Molesworth 11, iv.
lb-
ALEJANDRO Y EL LEGADO DE GRECIA 31
Hemos descrito con esto las características principales de la aportación
histórica de la antigüedad griega clásica. Las categorías fundamentales
de nuestro mundo tienen sus raíces en la totalidad de aquélla: "No nos
libertaremos de la antigüedad a menos -ó hasta- que volvamos a ser
bárbaros".
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NOTA: Al final de cada capítulo se da una lista de los libros que nos han llevado
a formar la concepción expuesta en cada uno. No hemos intentado dar bi-
bliografías completas, ya que esto hubiese duplicado por lo menos el tamaño
de este libro.