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5.2 - LAS CORTES DE CÁDIZ.

LA CONSTITUCIÓN 1812

Durante la Guerra de la Independencia, los patriotas que luchan contra la invasión de las tropas
francesas van a protagonizar una revolución política, para acabar con las estructuras del Antiguo
Régimen suponiendo el primer intento de establecer un sistema liberal en España.
Tras las abdicaciones de Bayona (5 mayo 1808) el gobierno legítimo recaía en José I quién
gobernaría apoyándose en la colaboración de los afrancesados y en el Estatuto de Bayona, una
carta otorgada donde el rey concedía ciertos derechos y libertades pero sin renunciar a su poder
absoluto.
De forma paralela al gobierno oficial, los patriotas consideraban que su rey legítimo era Fernando
VII, pero debido a su ausencia formaron juntas locales y provinciales, que asumirían la soberanía
en su nombre hasta su regreso. Para coordinar las actuaciones de todas las juntas, se crea la Junta
Central Suprema en septiembre de 1808, presidida por Floridablanca, que en todo momento
reconoce a Fernando VII como rey. Esta Junta Central ejercería labores de gobierno alternativo de
la zona patriota para organizar el esfuerzo bélico para derrotar a los franceses y tomar decisiones
políticas como la convocatoria de unas Cortes para decidir la organización política que se va a
implantar en el país.
Ante la ineficacia y constantes derrotas militares frente al ejército de Napoleón, que controlaba
prácticamente toda la península, la Junta Suprema decidió disolverse al ser incapaz de frenar el
avance francés, y traspasó al Consejo de Regencia su poder en enero de 1810. Este consejo,
integrado por cinco miembros, se establece en Cádiz (protegida por la flota inglesa) y allí iniciará
sus sesiones las Cortes en septiembre de 1810 , formadas por una única cámara, cuyos diputados
serían elegidos indirectamente en tres niveles (parroquias, partidos y provincias), mediante
sufragio censitario masculino ya que los votantes debían tener un nivel de renta determinado y ser
mayores de 25 años.
La composición social de las Cortes se caracteriza por una fuerte presencia de representantes del
clero, con predominio de las clases medias con formación intelectual (funcionarios, abogados…)
que no reflejaba la realidad social española en la que predominaba la población campesina y
analfabeta, la cual no tenía representación en las Cortes.
Respecto a la composición ideológica, se distinguen tres grupos: los diputados absolutistas,
partidarios de no alterar y mantener las estructuras del Antiguo Régimen; los diputados ilustrados
o jovellanistas, partidarios de realizar reformas desde arriba, de carácter moderado y defensores
de la soberanía compartida entre el rey y las Cortes; y los diputados liberales que querían eliminar
las estructuras del Antiguo Régimen e implantar un sistema político basado en la división de
poderes y el reconocimiento de derechos y libertades para todos los ciudadanos.
La situación de guerra en la que se encontraba el país, dificultará el proceso de elección de los
diputados y su llegada a Cádiz para iniciar las sesiones, por lo que tuvieron que ser sustituidos por
gaditanos ,lo que explica el predominio de la ideología liberal en las Cortes.
La obra legislativa aprobada en las Cortes de Cádiz comprenderá: la constitución de 1812, como
medida más importante, pero también un conjunto de decretos económicos y sociales para anular
las estructuras del Antiguo Régimen como por ejemplo el decreto de libertad de imprenta y
supresión de la censura en 1810, la supresión del régimen señorial en 1811 o la eliminación de los
gremios y la abolición de la Inquisición en 1813.
El 19 de marzo de 1812 quedaría aprobada la primera constitución de España , compuesta de 384
artículos, en los que se reconocía la soberanía nacional, entendiendo como nación española tanto
a los ciudadanos de la Península como de las colonias americanas. Establecía una división de
poderes, con el poder ejecutivo en manos del rey, que nombraba a sus ministros para ejercer las
labores de gobierno; el legislativo compartido entre las Cortes y el rey (que tenía derecho a veto
durante dos años e iniciativa legislativa), y el poder judicial ejercido por jueces y tribunales
independientes. Las Cortes, eran unicamerales y sus miembros eran elegidos por sufragio universal
masculino indirecto donde solo votaban los mayores de 25 años y los diputados debían ser
propietarios para poder ser elegidos y ejercer el cargo.
En el texto se garantizaba la igualdad de todos los ciudadanos ante la ley y una amplia declaración
de derechos y libertades individuales como la libertad de expresión, el derecho a la propiedad
privada o la educación. Pero se establece que España es un estado confesional donde la religión
católica es la oficial, y no se permite la libertad religiosa.
Dentro del texto se recoge la regulación y formación de un ejército permanente, así como la
creación de la Milicia Nacional, un cuerpo armado de voluntarios civiles encargados de defender el
sistema constitucional.
La constitución de 1812 estará en vigor en tres épocas distintas: desde su aprobación en marzo de
1812 hasta el decreto de Valencia en mayo de 1814 cuando Fernando VII la anule tras regresar a
España. Volverá a implantarse, durante el Trienio Liberal (1820-1823) tras el triunfo del
pronunciamiento de Riego que obligará a Fernando VII a restablecerla, hasta que la intervención
de los Cien Mil Hijos de San Luis (enviados por la Santa Alianza) restablezcan el absolutismo en
España. Y por último, estará en vigor durante la regencia de Mª Cristina por la minoría de Isabel II
en el contexto de la Primera Carlista, desde 1836 hasta 1837, por parte del gobierno progresista
de Calatrava mientras elaboraban su propio texto constitucional, que sería la constitución de 1837.
La constitución de 1812 se convirtió en un símbolo del liberalismo español y en modelo de
referencia para la elaboración de textos constitucionales posteriores y en otros países como
Nápoles, Portugal o la nuevas repúblicas hispanoamericanas tras lograr su independencia de
España.

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