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Las rosas de Tsu-Ling Ei sabio Feng acostumbraba visitar el jardin de Teu-Ling, quien todos los aftos ganaba el premio del emperador. Las rosas de ‘Tsu-Ling tenfan fama de ser las mas hermosas, y solo rivalizaban con ellas las de Pao, un jardinero que vivia muy cerca de su casa. Tsu-Ling y Pao se odiaban desde largo tiempo atras. —;Qué ha pasado con tus rosales, jardinero Tsu-Ling? —pregunté Feng en una de sus visitas—. Parecen quemados por la helada, —Alguien eché sal sobre la tierra, sabio Feng. No necesito de tus habilidades para saber quién fue. =Sé que tu enemistad con Pao es muy larga, y sin embargo Pao jamas hizo nada fuera de las reglas, Vive para sus rosas. No tengo otros enemigos, Feng. ¢Quién mas querria atacarme? Soy un hombre desgraciado: en el otofio mi esposa me abandoné, y ahora las rosas han muerto. —Feng decidié visitar a Pao. 39 n silencio, mientras las abejas 5 ef S epilest Quedaron los do: entes por una respuesta. ann eer zumbaban a su alrededor, impact Al final Tsu-Ling habl6: vil jardinero Pao. La Mi esposa solo tenfa ojos para el vil ia ice an jardit aqui. maté con mis armas de jardinero ve pe = i e ‘edaron su L ~ crecieron desde entonces her que crecieron De a Se sd queria ocultar mi crimen, pero ella aries. ay eso aniquilé esas rosas: porque eran las mas hermosas q nadie vio jamés. El he Tsu-Ling deshizo entre sus dedos una rosa marchita. ne —Es hora de que des aviso, sabio Feng. Esperaré aqui a la policta imperial. Feng miré un pequefio tallo que ctecfa con determinacién, a pesar de la sa. —Otra serd tu condena, jardinero Tsu-Ling. Ya tendrés bastante pena con cultivar el jardin y con dar vida a estas rosas. Cuando dias més tarde Feng volvié a pasar, vio que el jardinero Tsu-Ling habia cumplido su promesa, Por encima de las otras plantas se levantaban las rosas, del color de la sangre. Viajeros venian de puertos lejanos a mirar las rosas de Tsu-Ling. Cierta tarde, el sabio Feng visité al jardinero Pao. ~2Qué pasa que no encuentro a Tsu-Ling? -le pregunté—. Sus rosas estan tan hermosas como si pero las rodea la maleza. ~A principios de la primavera Tsu-Ling se hirié con una espina. Le produjo una herida profuunda, Muri al tercer dia. Pensé que era mi responsabilidad cuidar pero no me atrevo a tocar confunde, iempre, su jardin, €sas rosas, Su belleza me a sabio Feng miré las rosas amarillas de Pao, No eran tan hermosas como las de Tstu-Ling, ni a le Tsu-Ling, ni tan afiladas sus —Hizo bien en no acercarse, amigo Pao, La i , . Las rosas de Tsu-Ling ya no nece: sitan jardinero, © Pablo De Santis «fo Guillermo Schavelaon & Asoc, Agencta Lit 42

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