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El Nacimiento

El pesebre navideño, también conocido como nacimiento o belén, es la representación del nacimiento de Jesucristo durante la

Navidad que se realiza en templos religiosos, espacios públicos y a nivel particular, en las casas de la gente. Suele armarse a partir del

8 de diciembre, Día de la Virgen de la Inmaculada Concepción.

Para el pesebre, se emplean pequeñas figuras que representan los personajes y elementos que, según la tradición cristiana,

forman parte de la escena en que se encuadra el nacimiento de Jesús. Estos personajes son el niño Jesús, la virgen María, José, el

ángel, los tres reyes magos, los pastores, la estrella de Belén, la mula y el buey y otros animales, como ovejas y cabras.

El pesebre es originalmente un término propio del ámbito rural y ganadero. La palabra proviene del latín praesēpe. Es el lugar

o el recipiente destinado a la alimentación de los animales. Puede estar hecho de madera, barro, piedra, o en obra de albañilería.

Significado de los personajes del pesebre

Niño Jesús: es el personaje central, el Hijo de Dios y Redentor de la humanidad, es el que trae la luz al mundo.

Virgen María: simboliza la fidelidad, la pureza y el amor.

San José: representa la fortaleza y la obediencia.

Ángel: es el anunciador de la noticia del nacimiento a los habitantes de Belén.

La mula y el buey: en algunas versiones simbolizan la unión entre el Antiguo y el Nuevo testamento, en otras significan la humildad

ante la llegada del Mesías. En cualquier caso, aportan su calor corporal que protege del frío al niño Jesús.

Reyes magos, Gaspar, Baltasar y Melchor: simbolizan la sabiduría. Le llevan obsequios a Jesús y son los que revelan la naturaleza

divina de Jesús.

Estrella de Belén: simboliza la fe y la esperanza que guía la vida de los cristianos.

Pastores: son la representación de toda la humanidad, que reciben con alegría el alumbramiento.

Ovejas: representan la humildad y la necesidad de ser guiados por el redentor.

Origen del nacimiento

De acuerdo con la leyenda, el origen de los nacimientos se remonta a la época de Giovanni Bernardone (1182-1226), mejor

conocido como San Francisco de Asís, quien fue el primero en instalar un nacimiento viviente para ejemplificar el nacimiento de

Jesús. La fecha exacta es desconocida, pero pudo haber sido en 1223.

Ya habiendo fundado la orden franciscana, él recorría las poblaciones de su natal Italia con el fin de predicar la palabra. En ese

invierno de 1223, mientras andaba cerca de Rieti, lo sorprendió la Navidad en la ermita de Greccio, donde se inspiró y reprodujo el

nacimiento del niño Jesús.

Ayudado por otros clérigos, construyó una casita de paja, un portal y un pesebre e invitó a todos los lugareños a integrarse en

una escena viviente, con José y María, el niño recién nacido, los pastores, y hasta un buey y un burro para mayor veracidad.

Se cree que el primer nacimiento hecho con figuras de barro se realizó en Nápoles, también en Italia, a finales del siglo XV. A

partir de esa fecha, el rey Carlos III ordenó que la presentación se extendiera por todos sus dominios.

¿Cuál es el regalo que nos recuerda el nacimiento de Jesús?


Oro, incienso y mirra fueron las ofrendas llevadas por los Reyes Mayos al niño Jesús, nacido en Belén, de las entrañas de

María. El seis de enero de cada año se festeja con agrados a infantes en el mundo cristiano.

Nacimiento de Jesús según la Biblia

Aproximadamente setecientos años antes de Cristo, se registró una profecía acerca del nacimiento de Jesús en el Antiguo Testamento.

Isaías 7:14 dice: “El Señor mismo os dará señal: He aquí, la virgen concebirá y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel”.

El Nuevo Testamento comienza con el relato del nacimiento de Jesús. En el primer capítulo de Mateo, el versículo 18 nos dice cómo

se cumplió el nacimiento virginal profetizado en Isaías 7:14: “El origen de Jesucristo fue así: Estando desposada María su madre con

José, antes que se juntasen, se halló que estaba encinta por obra del Espíritu Santo”.

La nota 1 de este versículo en el Nuevo Testamento versión Recobro habla del significado profundo de que María estuviera encinta

por obra del Espíritu Santo: “Aunque Cristo nació de María (v. 16), era hijo del Espíritu Santo. El nacimiento de Cristo procedió

directamente del Espíritu Santo (v. 20). Su fuente fue el Espíritu Santo y Su elemento era divino. Por medio de la virgen María, Él se

vistió de carne y sangre, la naturaleza humana, tomando la semejanza de la carne (Ro. 8:3), la semejanza de los hombres (Fil. 2:7)”.

Aunque Jesús nació como un niño con carne y sangre, Su fuente fue el Espíritu Santo.

Mateo 1:20 nos dice más acerca del origen de Jesús: “Mientras consideraba esto, he aquí un ángel del Señor se le apareció en sueños y

le dijo: José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo engendrado en ella, del Espíritu Santo es”.

La nota 1 de este versículo explica: “Dios primero se engendró en María mediante Su Espíritu; una vez realizada la concepción, Él

nació con la naturaleza humana, para ser un Dios-hombre, y así poseer tanto la divinidad como la humanidad. Éste es el origen de

Cristo”.

Estos dos versículos, Mateo 1:18 y 20, nos muestran que el nacimiento de Jesucristo no fue de ninguna manera el nacimiento ordinario

de un hombre ordinario; fue la extraordinaria encarnación de Dios mismo. El nacimiento de Jesús fue el nacimiento de un Dios-

hombre, una Persona maravillosa que era tanto divina como humana.

Celebración de la Navidad de la iglesia católica

La celebración de la Nochebuena y la Navidad fueron instituidas por la Iglesia Católica de occidente en el año 354 durante el

papado de Julio I, si bien fue el emperador Justiniano en 529 quien emplazó ese día festivo en el calendario. La fecha no fue

seleccionada al azar, sino que tiene un origen pagano, derivado del culto de Mitra (el dios del sol de los persas durante los siglos VII y

VI anterior a nuestra era), en la cual los pueblos indoeuropeos solían celebrar el solsticio de invierno, la noche más larga del año, que

preanunciaba el próximo retorno del sol tras el frío del invierno. De esa manera, la Iglesia Católica asimiló esa celebración tan antigua

que remitía al nacimiento del sol resemantizándola, haciéndola coincidente con el nacimiento de Jesús, trazando así su relación con el

cristianismo primitivo con el objetivo de legitimarse, aspecto registrado en numerosas ocasiones en la historia, particularmente en

períodos de crisis. No resulta casual que el Papa Francisco haya seleccionado su nombre aludiendo al franciscanismo, la orden que

sostenía el retorno al cristianismo primitivo a partir de la comunidad de fieles, que rápidamente terminó absorbida en la pompa y el

boato de la curia. Sin embargo, la enunciación de esa relación de continuidad está viciada de imposturas, pues la formación de la

Iglesia y el desarrollo del cristianismo primitivo responden a fenómenos históricos distintos, animados por diferentes clases sociales,

movilizadas por distintos motivos.


Referencias:

https://www.significados.com/pesebre/#:~:text=El%20pesebre%20navide%C3%B1o%2C%20tambi%C3%A9n%20conocido,las

%20casas%20de%20la%20gente.

https://www.mexicodesconocido.com.mx/los-nacimientos-una-tradicion-milenaria.html

https://www.laizquierdadiario.com/Por-que-se-celebra-el-nacimiento-de-Jesus-el-25-de-diciembre

Источник: https://alsina-sa.com/cristo-y-los-apostoles/cuando-celebramos-el-nacimiento-de-jesus.html

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