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C nta ¡ó Diosa!

la cólera obstinada
A

Del hijo de Peléo, el noble Aquiles,


Esta cólera infausta, que causando
Innumerables males á los Griegos,
Precipitó las almas generosas
De tantos fuertes Héroes al oscuro
Imperio de Plutón, dexando en presa
Sus cuerpos á los Buitres y á los Perros.

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