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"La conquista del oriente"

Los Estados Unidos y la colonización


de la Amazonia peruana, 1895-1930 1

por Ascension Martínez Riaza

Abstract. - The colonisation of Eastern Peru was stimulated during the Aristocratic
Republic (1895-1930) by the rubber industry boom, boundary disputes with neighbou-
ring countries, and issues connected with the internal organisation of the State. Politicians,
intellectuals and scientists took into account the process followed in the West of the
United States. This article examines several aspects of American presence in the Peruvian
Amazon basin, particularly in the department of Loreto, stressing possible influences
of the Western "frontier model" in such matters as property and exploitation of land,
immigration, relations with native peoples, and communication systems. In addition, the
economic interests and the experience of American scientists in the region are considered.

INTRODUCCIÓN

Hasta la Guerra del Pacífico las relaciones entre el Perú y los Estados
Unidos no se habían caracterizado por su intensidad. El conflicto activó
los mecanismos de actuación de la diplomacia norteamericana por
cuanto se podían sacar beneficios económicos y políticos al tiempo
que Gran Bretaña perdía posiciones. 2 La firma el 31 de agosto de

1
Este trabajo se inscribe en el proyecto Ordenación del territorio y desarrollo
regional en la Amazonia andina (1850-1960) financiado por la Comisión Interministerial
de Ciencia y Tecnología de España PB-94-1568.
2
Sin mencionar la profusa historiografía peruana, chilena y boliviana, las implica-
ciones de los Estados Unidos en la Guerra del Pacífico han sido tratadas de manera global
por V. G. Kiernan, "The Foreing Interests in the War of the Pacific": Hispanic American
Historical Review XXXV, 1 (Durham, N.C. 1955), pp. 14-60; Frederick Pike, Chile and
the United States, 1880-1962. The Emergence of Chile's Social Crisis and the Challenge
to United States Diplomacy (Notre Dame 1963), pp. 4 7 - 8 5 .

Jahrbuch für Geschichte Lateinamerikas 37


© Böhlau Verlag Köln/Weimar/Wien 2000
178 Ascensión Martínez Riaza

1887 de un Tratado de Amistad, Comercio y Navegación sellaba las


intenciones de mantener vínculos estables cimentados en el comercio
marítimo.3 Desde entonces y hasta 1930 las relaciones diplomáticas no
pasaron por convulsiones reseñables. Los sucesivos gobiernos fueron
reconocidos de uno y otro lado, los peruanos aceptaron la autoridad
de los Estados Unidos en materia de arbitraje en los conflictos con
sus vecinos y se mostraron fieles aliados del la potencia del norte en
cuestiones de política internacional tales como la cuestión del Canal de
Panamá, la Primera Guerra Mundial y el posicionamiento postbélico.4
Sería durante el Oncenio (1919-1930) cuando la relaciones al-
canzarían el cénit. Desde el punto de vista diplomático las legaciones
fueron ascendidas a la categoría de embajadas en 1920, y la represen-
tación aumentó y se hizo más selecta.5 Los intereses económicos de los
Estados Unidos fueron ganando terreno al pairo de una república que
adolecía de inestabilidad interna y en la que las pugnas por el poder
obstaculizaban las posibilidades de diseñar y aplicar políticas a medio
plazo que beneficiaran a los intereses generales. Siguiendo la vía abierta
en la primera administración, Leguía firmó importantes contratos en los
sectores de saneamiento (Foundation), comunicación (Marconi en el
servicio inalámbrico) y transporte aéreo. Se contrató una Misión Naval
y un experto llegado de Estados Unidos gestionó la administración del
servicio de aduanas. Al comenzar la década 20 compañías norteame-
ricanas extendían sus redes sobre sectores estratégicos del Perú. Para
1928 los productos norteamericanos dominaban el comercio exterior

3
Memoria que el Ministro de Estado en el despacho de Relaciones Exteriores
presenta al Congreso Ordinario de 1889. Firmado Manuel Irigoyen (Lima 1889), pp. 131 —
142.
4
La obra de carácter general más consistente entre las consultadas es la de James
Carey, Peru and the United States, 1900-1962 (Notre Dame 1964). Más elemental es el
trabajo de Lawrence A. Clayton, Las relaciones peruano-estadounidenses desde la época
de la Independencia hasta el siglo XX (Lima 1993). Sobre las relaciones iniciales Félix
Denegri Luna publicó "Los primeros contactos entre el Perú y los Estados Unidos":
Revista Histórica XXI (Lima 1978), pp. 7 1 - 9 9 .
5
El primer embajador fue William E. González que venía de Cuba y estuvo en el
puesto menos de un año. Muy cercano a Leguía publicaría en los Estados Unidos varios
artículos en su defensa. Le siguió Miles Poindexter, nombrado el 4 de marzo de 1923 y
que permanecería hasta 1928. Inició su gestión con un recorrido por distintas regiones
del Perú, incluidas las amazónicas. De junio de 1928 a julio de 1929 fue embajador
Alexandre P. Moore que fue sustituido, ya en las postrimerías del Oncenio, por William
Culberston.
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y sus inversiones deshancaban progresivamente a las británicas.6 Em-


bajadores, cónsules y personal contratado al efecto remitían informes
periódicos que permitían un seguimiento detenido. Uno de los más
exhaustivos, citado repetidamente por la historiografía por la prolijidad
de sus datos fue el elaborado en 1925 por William P. Dunn.7
A todas luces se estaba gestando una relación asimétrica. La
presencia económica de los Estados Unidos acentuó el desarrollo
desequilibrado del país. Las explotaciones agropecuarias de la costa y
los centros mineros serranos, además de los sectores ya descritos, fueron
destino principal de inversiones y negocios. Pero desde la década de
1880 varios elementos convergieron para que los gobiernos volvieran
la mirada al Oriente. En este trabajo se plantearán algunas cuestiones
relacionadas con la influencia teórica y el alcance real de la influencia
de los Estados Unidos en la Amazonia, con atención especial a Loreto.

LORETO, ¿FRONTERA TURNERIANA? EL FEDERALISMO


DE 1896 Y EL MODELO DE LOS ESTADOS UNIDOS

A lo largo del siglo XIX, con diversidades regionales notables,


las repúblicas latinoamericanas llevaron a cabo "políticas de frontera"
con el propósito de incorporar espacios considerados colonizables. El
proceso acometido por los Estados Unidos fue seguido con atención
en lo relacionado con las medidas sobre inmigración, ocupación y
explotación de tierras, comunicaciones y política hacia los indígenas.
En este sentido en el Perú, la Amazonia era tierra de frontera y
el discurso sobre su colonización no difiere en lo sustantivo de los
construidos en otros países latinoamericanos. Las elites empeñadas en la
modernización del país, sobre todo durante el período de reconstrucción
que siguió a la Guerra del Pacífico, entendieron que era preciso

6
Carey, Peru and United States (nota 4), p. 55; Gary R. Garrett, The Oncenio of
Augusto B. Leguía. Middle Sector Government and Leadership in Peru 1919-1930 (Ann
Arbor 1973), p. 153. Sobre la colonia norteamericana en el Perú poco se conoce. A
mediados de la década de 1920, Enrique Centurión Herrera incluía algunas notas sobre
miembros y negocios relevantes en El Perú actual y las colonias extranjeras. La realidad
actual y el extranjero en el Perú a través de 100 años (Bérgamo 1924), pp. 174-328.
7
William P. Dunn, Perú a Commercial and Industrial Handbook (Washington 1925).
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integrar a los territorios del Oriente.8 Loreto, que será escenario de esta
propuesta, era desde su constitución como tal en 1868, el departamento
más extenso del país, y en su totalidad amazónico. A las razones
generales que justificaban su colonización se sumaron dos específicas,
la expansión del caucho y su carácter limítrofe que se proyectaron en
los planes de demarcación interna y en la reactivación de los problemas
con los países vecinos (Ecuador, Colombia y Brasil).
Colonización es la expresión que aparece en el discurso moder-
nizador de las elites peruanas para englobar todo lo relacionado con la
incorporación al Estado de espacios que se consideraban parte de la so-
beranía pero que no estaban plenamente integrados. Colonizar suponía
explorar y reconocer el territorio identificando accidentes y levantando
mapas; organizar su poblamiento, lo que pasaba indefectiblemente por
recurrir a la inmigración extranjera (espontánea o dirigida); programar y
regular el acceso a la tierra, especificando las condiciones en que debía
ser otorgada y explotada; tender un sistema de comunicaciones para
desbloquear espacios y facilitar la movilidad de población y mercancías,
además de un mayor control político; actuar sobre los grupos indígenas,
y, en última instancia definir su estructura político-administrativa en el
marco del Estado.
En la colonización del Oriente los gobiernos de la República
Aristocrática9 pusieron en marcha una batería de mecanismos en
los que confluyeron iniciativas oficiales y privadas. Tras la Guerra
del Pacífico se crearon una serie de instancias y se modificaron
otras en aras de conseguir una mayor eficacia y racionalidad en
la meta final, el progreso del Perú. En 1886 nació la Sociedad
Geográfica de Lima en la que muchos agentes de la colonización
del Oriente se integraron presentando sus proyectos y resultados.

8
Sobre esta cuestión, fundamental para entender el proceso de formación del
Estado peruano, pueden consultarse los trabajos incluidos en Pilar García Jordán (ed.),
Fronteras, colonización y mano de obra indígena en la Amazonia andina (siglos XIX
y XX) (Lima-Barcelona 1998); Pilar García Jordán y Nuria Sala i Vila (coords.), La
nacionalización de la Amazonia (Barcelona 1998).
9
A la hora de hacer referencia a la República Aristócrática, se sigue aquí la acepción
acuñada por Jorge Basadre y retomada por Manuel Burga y Alberto Flores Galindo en
Apogeo y crisis de la República Aristocrática (3. a ed., Lima 1984). Es decir, el Oncenio de
Leguía (1919-1930) se entiende como una etapa de desmantelamiento de los mecanismos
que sustentaban al segundo civilismo. La misma línea sigue Pedro Planas en La República
Aristocrática (Lima 1994) atendiendo estrictamente a los componentes políticos. Ello no
obsta para que en el texto se haga mención al Oncenio como un periodo con posibilidades
para ser diferenciado y, cuando se considere pertinente, se aluda a él específicamente.
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Estos agentes fueron científicos en sentido amplio, que además de


por los conocimientos teóricos se preocuparon por experimentar sus
propuestas. Fue además una institución con vocación cosmopolita,
abierta a colaboradores extranjeros y vinculada con otras homónimas,
entre ellas la National Geographical Society de Nueva York. En el
boletín que editaba periódicamente encontraron cabida varias misiones
científicas (institucionales e individuales) norteamericanas que operaron
en el Oriente.10
En el organigrama político administrativo cabe destacar el protago-
nismo que se dio al Ministerio de Fomento, creado en 1896 y que
absorbió competencias antes dispersas y asumió otras nuevas y en
cuyo radio de acción entró de lleno la colonización amazónica. En
la región los prefectos fueron la máxima autoridad que se ocupó de
aplicar las directrices gubernamentales. En las memorias e informes
de ambas instituciones aparece como elemento comparativo el caso
norteamericano.11
El 12 de julio de 1893 Frederick Jackson Turner presentaba su
propuesta sobre el significado de frontera ante la American Historical
Association. Sus líneas maestras son de sobra conocidas. La frontera
del oeste funcionó, según su reflexión, como una válvula de salida para
la solución de muchos de los problemas que hubieron de enfrentar los
Estados Unidos. Su discurso, que fue tildado de nacionalista, racista e

10
Desde distintos enfoques, la historia y función de la Sociedad Geográfica de Lima
han sido tratadas por Marcos Cueto, "La organización de una cultura científica en
Lima, 1890-1930": Apuntes 18 (Lima 1986), pp. 129-139; Raúl Palacios Rodríguez,
La Sociedad Geográfica de Lima. Fundación y años iniciales (Lima 1988); Leoncio
López Ocón, "Medio siglo de actividades científicas de la Sociedad Geográfica de
Lima": Antonio Lafuente/Antonio Elena/Luis Ortega (eds.), Mundialización de la
ciencia y la cultura nacional (Madrid 1993), pp. 4 6 1 - 4 7 0 ; Ascensión Martínez Riaza,
"La incorporación de Loreto al Estado nación peruano. El discurso modernizador
de la Sociedad Geográfica de Lima (1891-1919)": García Jordán y Sala i Vila, La
nacionalización (nota 8), pp. 9 9 - 1 2 6 .
" Ascensión Martínez Riaza, "El espejismo del Oriente peruano. Loreto en los
planes del Ministerio de Fomento 1896-1919": Pilar García Jordán et. al. (coords.),
Lo que duele es el olvido. Recuperando la memoria de América Latina (Barcelona 1998),
pp. 2 7 1 - 2 8 4 ; Ascensión Martínez Riaza, "Colonización y política regional en la Ama-
zonia peruana. Los prefectos de Loreto, 1880-1914": ponencia presentada al XII
Congreso Internacional de AHILA (Oporto 1999). Hay casos de reconocimiento muy
explícito del modelo de los Estados Unidos, como el de Francisco Alayza Paz Soldán
que fue Prefecto de Loreto de diciembre de 1909 a junio de 1912 y Ministro de Fomento
de septiembre a octubre de 1913, y de agosto de 1914 a agosto 1915.
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idílico por planteamientos revisionistas posteriores, tuvo en su contexto


una repercusión notable y suscitó un debate todavía abierto.12
En esos momentos el Perú iniciaba una etapa de gobiernos civiles,
de intentos de modernización, de reactivación económica y de reajustes
políticos. Sería una distorsión buscar la influencia explícita de Turner
en la cultura política y en los planteamientos científicos de la mo-
dernización peruana. Ni los integrantes de la llamada Generación del
900 ni hombres de ciencia que se reunieron en torno a la Sociedad
Geográfica de Lima lo citaron en su discurso. Charles Walker en un
trabajo pionero sobredimensionaba la incidencia que tuvieron las tesis
de Turner cuando concluía que "el esplendor económico del boom del
caucho, combinado con el resurgente interés de la frontera, debido a la
polémica tesis del norteamericano F. J. Turner, transformaron la selva
en un tema de interés para los intelectuales peruanos de comienzos de
siglo".13 De hecho sólo remite a un autor, Victor Andrés Belaunde,
que sí conoció la obra de Turner y escribió sobre la selva, aunque
tangencialmente. Pero la filosofía turneriana se asemejaba mucho a
la concepción que tuvieron las elites peruanas que se ocuparon de la
Amazonia.14
A diferencia de lo que sucediera en los Estados Unidos, en el Perú
los procesos de regionalización y demarcación no siguieron pautas
definidas. El proceso diseñado en las Ordenanzas del Noroeste de 1787
para que un territorio se convirtiera en estado, y que fue una pieza clave
en la conformación del Estado federal norteamericano, no se planteó
en la construcción del sistema departamental del Estado centralista
peruano. Los territorios de frontera se organizaron políticamente antes
de ser apropiados económica y socialmente por el poder central. Loreto
constituye un caso ejemplar de esta realidad desde el Reglamento

12
Frederick Turner, La frontera en la historia americana (Madrid 1960). Una síntesis
del tratamiento historiográfico se encuentra en Jan Willem Schulte Nordholt, "The
Turner Thesis Revisited": David K. Adams/Cornelius A. Van Minnen (eds.). Reflections
on American Exceptionalism (Keele University 1994), pp. 9 - 1 8 . Para una propuesta
metodológica ver Alfredo Jiménez Núñez, "Persistencia y crisis de la frontera en la
historiografía norteamericana": José A. Armillas (ed.), España en América del Norte. VII
Congreso Internacional de Historia de América, vol. 2 (Zaragoza 1998), pp. 1061 - 1 0 7 8 .
13
Charles Walker, "El uso oficial de la selva en el Perú republicano": Amazonia
Peruana IV, 8 (Lima 1987), pp. 6 1 - 8 9 , aquí: p. 80. El mismo autor reconocía más tarde
la necesidad de replantear la posible influencia turneriana.
14
Los hombres del 900 prestaron poca atención al Oriente. Tampoco fue preocupación
prioritaria del pensamiento antioligárquico, más centrado en el problema del indio de la
sierra y en los trabajadores de las ciudades, centros mineros y plantaciones costeñas.
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General de Elecciones de 26 de abril de 1822 que dividía al pais en


once departamentos, uno de ellos el de Maynas y Quijos, hasta la ley
de 18 de junio de 1988 en que se creó el departamento de Ucayali a
partir de espacios loretanos.15
La implantación de mecanismos de control del Estado (instituciones,
legislación, medidas hacendísticas) y la propia evolución de Loreto
debido a los cambios suscitados por el caucho y los problemas
limítrofes, produjeron reacciones encontradas por parte de las elites
regionales. Arreciaron las denuncias por el olvido y la marginalidad
en que se tenía al departamento, a no ser para aplicar medidas que
desviaban los beneficios generados en la región hacia Lima. En el
periodo analizado se produjeron varios movimientos que cuestionaron
la relación con el poder central. Uno de ellos arrancó el 2 de mayo
de 1896 con la proclamación del Estado de Loreto de la República
Federal del Perú. Acto seguido se constituyó una Junta de Gobierno
que promulgó un Estatuto Provisorio. A pesar de que los implicados
advertían que no pretendían la independencia, y que les alentaba la
tendencia federalista propugnada por el propio presidente Nicolás de
Piérola, éste tomó decisiones drásticas. El Ministro de Guerra, Ibarra,
fue destacado para sofocar la rebelión que había terminado para el mes
de octubre.16
Uno de los líderes del movimiento fue el coronel Mariano José
Madueño, que había sido comandante general del Ejército del Norte a
las órdenes del general Andrés Avelino Cáceres. Su experiencia regional
había comenzado en la subprefectura de la provincia de Moyobamba
en 1891. Durante el levantamiento fue ministro del experimento federal
y, obligado a abandonar el Perú, optó por establecerse en España.
En 1898 publicó en Barcelona Asuntos Hispanoamericanos en que
hacía una lúcida reflexión sobre lo que había supuesto para España la
15
La conformación definitiva de Loreto como departamento se debió a un decreto
supremo de 7 de septiembre de 1866 firmado por Mariano Ignacio Prado, confirmado por
el Congreso el 11 de septiembre de 1868 y ratificado por José Balta el día 21 del mismo
mes. Iquitos, capital departamental desde 1897 del Bajo Amazonas se constituyó desde
mucho antes en polo socioeconómico y político, desplazando al centro político formal
Moyobamba. En 1906 se creó el departamento de San Martín del que Moyobamba pasó
a ser capital. Ricardo Cavero-Egusquiza, Demarcación política de Loreto (compilación
de leyes y otros documentos) (Lima 1943); Luis Tafur Reingifo, Cronología y fuentes
para la historia de Loreto (2. ed., Iquitos 1995).
16
Para la versión del gobierno central sobre el levantamiento puede acudirse a la
Memoria que el Ministro de Gobierno y Policía presenta a la Legislatura Ordinaria de
1897, firmado por Lorenzo Arrieta (Lima 1897).
184 Ascensión Martínez Riaza

derrota ante los Estados Unidos. Asumía una posición marcadamente


anticolonialista hacia la metrópoli y anti-anexionista hacia los Estados
Unidos. Pero admiraba su sistema federalista que había sido definitivo
para el progreso general. Su comercio y
"[...] las ciencias de aplicación, junto con instituciones libres y una amplia descentrali-
zación han sido la causa eficiente del extraordinario crecimiento y colosal prosperidad
de los Estados Unidos de Norteamérica. Apenas tiene un siglo de vida nacional e
independiente y ya es una de las primeras potencias de la tierra, uno de los pueblos
más adelantados, ricos y felices. Imitar su modo de ser, aplicando, en lo que cabe, sus
procedimientos, es ponerse en camino de llegar, en no muy distantes días, al mismo
grado de prosperidad y grandeza [...]"17

INMIGRACIÓN, TERRENOS DE MONTAÑA Y EXPLOTACIÓN DE RECURSOS

Para muchos actores sociales preocupados por el desarrollo y pro-


greso del Perú, uno de los problemas más acuciantes que enfren-
tar era el aumento y mejora de su población.18 Durante el período
analizado el país no contaba con la estabilidad, los medios, ni la
información necesaria para elaborar recuentos de población ni pro-
gramar políticas demográficas sostenidas. Los censos generales de
1876 y 1940 constituyeron empeños encomiables pero muy limitados
(el de 1876 da a Loreto una población de 61.905 habitantes y el
de 1940 321.341). Y la Amazonia presentaba dificultades añadidas.
Las condiciones geográficas, la incomunicabilidad, la naturaleza de su
población autóctona, la falta de delimitación de fronteras que permitía
salidas y entradas sin registros, y el carácter de la explotación de sus
recursos (las gomas generaban un tipo de mano de obra itinerante)
obstaculizaron los escasos intentos de levantar censos.
Genaro Herrera, un notable de la región que residió muchos años
en Iquitos, desempeñándose como abogado y periodista, además de
formar parte de algunas de las principales instituciones, se preocupó

17
Mariano José Madueño, Asuntos Hispanoamericanos (Barcelona 1898), p. 3. Fue
amigo de Pi y Margall y sostuvo una encendida polémica con Unamuno sobre la creación
de una gran Universidad hispanoamericana.
18
Carlos Contreras, Sobre los orígenes de la explosión demográfica en el Perú 1876
-1940 (Lima 1994). Concluye que la expansión demográfica no ocurrió, como se ha
sostenido, a partir de 1940 sino a finales del siglo XIX. Otra referencia que incluye
testimonios de actores sociales que reflexionaron sobre la cuestión es Mario Marcone,
"El Perú y la inmigración europea en la segunda mitad del siglo XIX": Histórica XVI,
1 (Lima 1992), pp. 6 3 - 8 8 .
"La conquista del oriente": Los Estados Unidos y la colonización 185

por la cuestión poblacional. En 1903 y 1914 el Boletín de la Sociedad


Geográfica de Lima publicaba dos de sus trabajos en los que hacía un
seguimiento de la evolución demográfica de Iquitos a partir de distintos
recuentos oficiales y privados realizados desde 1814. En "Censo de
Iquitos" (1903) se mostraba convencido de que,
"[...] El incremento de la población es el termómetro más cierto del progreso en
los tiempos modernos y la manifestación más vigorosa de la vitalidad de ellos y
de las razones que los constituyen. Testimonio irrecusable de nuestra afirmación
son, en las Américas, los Estados Unidos y la República Argentina, que ven, en el
factor población, además de la paz permanente de que disfrutan y de los hábitos de
sobriedad y trabajo que allí se ostentan, la principal base del engrandecimiento y de la
hegemonía que, con justicia, ejercen esas naciones en el norte y el sur del continente
de Colón [,..]"19

El hecho es que no existe información suficiente y fiable sobre la


población amazónica y por tanto sobre la presencia de norteamericanos
en Loreto. Las referencias documentales consultadas coinciden en
que su número fue inapreciable y no hubo entre ellos caucheros ni
comerciantes dignos de mención. En la Matrícula de Contribuyentes
del Departamento de Loreto para el quinquenio 1918-1922 que incluye
nombres de propietarios y sus predios urbanos, rústicos y establecimien-
tos industriales de las provincias de Bajo Amazonas, Alto Amazonas
y Ucayali sólo se registra un norteamericano, Abraham Bitton de 51
años con una propiedad en la calle Arica número 162 de la ciudad de
Iquitos.20
Como en el caso de los Estados Unidos, los territorios de frontera
se consideraban susceptibles de ser colonizados por población externa,
dado que era impensable que los grupos nativos hicieran nada por su

19
Genaro Herrera, "Censo de Iquitos": Boletín de la Sociedad Geográfica de Lima
XIII, 2 (Lima, martes 30 de junio de 1903), pp. 178-186, aquí: p. 182. El segundo trabajo,
"Censo Urbano de Iquitos" se publica en el t. XXX, 1 y 2 (Lima 30 de junio de 1914),
pp. 4 3 - 5 1 . Herrera había nacido en Moyobamba en 1861 y realizó estudios en Lima,
donde se doctoró en Jurisprudencia por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y
ejerció la abogacía. Fue juez de primera instancia en Chiclayo y Moyobamba y en 1894
fue elegido diputado por el Bajo Amazonas. Se instaló en Iquitos y abrió despacho de
abogado además de dedicarse a tareas educativas, fundar organismos (Centro Geográfico
de Iquitos y Liga Loretana), y publicar en diversos medios de expresión (fue propietario
de El Loreto Comercial). Murió en Lima en 1941.
20
Matrículas de contribuciones del departamento de Loreto para el quinquenio 1918
-1922. Archivo General de la Nación del Perú (en adelante AGN). Hacienda H6-1076.
186 Ascensión Martínez Riaza

mejora.21 Un representante activo de las tendencias darwinistas fue


Oscar Miró Quesada que en Elementos de la geografía científica del
Perú (1919) hacía un diagnóstico sobre la situación de la República
y los medios para mejorarla siguiendo principios del positivismo
científico. Como tantos otros a lo largo del continente establecía que
el progreso y poderío de las naciones resultaba de la íntima unión de
dos factores: el medio y sus habitantes. Con una población escasa y
mala el mejor suelo resultaba inútil, mientras que con una población
numerosa y enérgica territorios al parecer malos se convierten en
naciones prósperas y grandes. Los Estados Unidos ofrecían un ejemplo
a considerar de cómo podía prosperar un país. Mientras la tierra
norteamericana fue habitada "por indios ignorantes, sin hábitos de
trabajo, sin organización nacional, sin educación y sin cultura, las
felices condiciones del territorio de Estados Unidos fueron inútiles y no
dieron sus frutos por falta de explotación, por culpa de la raza que lo
habitaba". Cuando llegaron los europeos, "convirtieron en pocos años
a ese territorio inútil entre las manos de los pieles rojas, en uno de
los países más grandes y más poderosos del mundo". En la montaña
peruana crecían espontáneamente caucho, tagua, quinina, coca y todo
género de plantas industriales y productivas. Pero la población era
insuficiente e incapaz para explotar tantos recursos. Abogaba por el
establecimiento de una "inmigración de colonización" que poblara los
territorios desocupados.22
Miró Quesada coincidía con las líneas maestras de la política oficial
y con propuestas privadas que postulaban la necesidad de colonizar la
Amazonia con inmigrantes extranjeros. A partir de ahí se planteaba el
21
A partir de una selección de discursos representativos Pilar García Jordán explica
cómo el credo positivista fue postulado por notables como J.Francisco Pazos Varela,
Hildebrando Fuentes y Clemente Palma y asumido por grupos rectores de la política
peruana para justificar el dominio de blancos y mestizos sobre las razas inferiores
(indios, negros y chinos) y argumentar el papel retardatario que los indígenas habían
tenido en el desarrollo del país. Pilar García Jordán, "Reflexiones sobre el darwinismo
social, inmigración y colonización. Mitos de los grupos modernizadores peruanos (1821
-1919)": Bulletin de l'Institut François des Etudes Andines 21 (Lima 1992), pp. 9 6 1 -
975. A esos casos podrían añadirse los de Pedro Paz Soldán y Unanue, Francisco Graña
y Mario del Río, entre otros.
22
Oscar Miró Quesada, Elementos de la geografía científica del Perú (1. ed. 1919,
Lima 1925), pp. 2 4 3 - 2 4 6 . Oscar Miró Quesada (Lima 1884-1981) fue miembro de la
saga de propietarios y directores de El Comercio. Doctor en Letras y Jurisprudencia,
enseñó durante muchos años en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos
Sociología, Derecho Penal y Criminología. Perteneció a la Sociedad Geográfica de Lima,
que presidió entre 1950 y 1955.
"La conquista del oriente": Los Estados Unidos y la colonización 187

debate sobre si debía tratarse de una inmigración espontánea o dirigida.


Algunos sugirieron la posibilidad de canalizar hacia el Perú, a través
de la gestión de los cónsules, inmigrantes vetados por la política de
cuotas implantada por el gobierno federal de los Estados Unidos. El
médico y botánico Luis Pesce, vinculado al Ministerio de Fomento y
miembro de la Sociedad Geográfica de Lima, ofreció una reflexión
realista basada en el conocimiento directo de la realidad. En 1906
publicó Indígenas e Inmigrantes, un trabajo extenso y exhaustivo en
el que se mostraba partidario de la inmigración espontánea porque el
Perú no podía permitirse "el lujo de practicar muchas selecciones en el
personal inmigratorio, como lo hacen, por ejemplo, los Estados Unidos
en su famoso filtro de la inmigración de Ellis Island en el puerto de
Nueva York, cuyas mallas se han ido apretando poco a poco en estos
últimos años". Lo cual no quería decir que no hubiera que hacer ningún
tipo de criba para evitar que llegaran "elementos perjudiciales a los
intereses de la nación".23
El gobierno federal de los Estados Unidos había diseñado fórmulas
para el acceso a la tierra. En plena Guerra Civil, el Homestead Act de
1862 abrió la posibilidad de convertirse en propietarios a americanos o
a extranjeros que se comprometiesen a residir y explotar la tierra.24 En
el Perú los "Terrenos de Montaña", nombre genérico dado a las tierras
regadas por el Amazonas y sus tributarios destinadas a la actividad
agropecuaria o cauchera, contaron con una legislación especial. Durante
el período estudiado se promulgaron dos leyes generales, las de 1898 y
1909, con sus correspondientes reglamentos, decretos y resoluciones.
El espíritu que las animaba era, "promover la colonización y progreso

23
Luis Pesce, Indígenas e inmigrantes (Lima 1906), p. 137. La edición fue auspiciada
por el Ministerio de Fomento. Pesce (Turin 1864-Lima 1944) viajó al Perú en 1894 y al
año siguiente revalidó su título de Medicina. En 1901 fue adscrito a la Junta de Vías
Fluviales e integró la expedición que, presidida por La Combe, recorrió el Pichis y el
Ucayali hasta llegar a Iquitos. En el informe que presentó el 25 de mayo de 1903 ofrecía
un cuadro completo sobre el clima, la agricultura, la ganadería y las manufacturas de
la región, así como medidas higiénicas y terapéuticas para su mejora. Como italiano
ponderaba la contribución de sus compatriotas al desarrollo de los Estados Unidos.
24
El lote medio se establecía en 160 acres en el espacio comprendido entre las Great
Plains y el Pacífico. Emilia Viotti da Costa comparó la Ley de la Tierra promulgada en
Brasil en 1850 con el Homestead Act, para mostrar cómo la expansión de la economía de
mercado en el siglo XIX llevó a la revalorización de la tierra y replanteó las formas de
explotación. Algo parecido hizo David Bushneil para la Argentina y Colombia. Emilia
Viotti da Costa, De Monarquía y República. Momentos decisivos (Sao Paulo 1977); David
Bushnell, "El proceso inicial del liberalismo en Colombia y en la Argentina. Un esquema
comparativo": Revista de Historia 2, 4 (San José de Costa Rica 1977), pp. 7 7 - 9 1 .
188 Ascensión Martínez Riaza

de las zonas orientales y ofrecer en ellas garantías de estabilidad a las


industrias agrícolas y en especial a las gomeras" (Ley del 31 diciembre
1909). En ellas no se hacía distinción entre peruanos y extranjeros
y, lo que puede resultar sorprendente, se reconocía el derecho de
los indígenas sobre las tierras que ocupaban. 25 A partir de esas
referencias se realizaron donaciones y ventas de muy difícil verificación
y cuantificación en cuanto a los beneficiarios y la extensión de los lotes.
Por lo que respecta a colonos norteamericanos, la primera referencia
localizada es de 1911 cuando el Ministro de Fomento comunicaba que
se había firmado "un contrato de colonización de 85.000 ha de tierras
en el Departamento de Loreto con una compañía americana, The Loreto
American Syndicate, establecida con tal objeto en diciembre último en
Nueva York".26
Pío Max Medina, desde la cartera de Fomento que detentó entre
1923 y el 5 de mayo de 1924, se planteó redefinir los objetivos
de la política colonizadora del Oriente favoreciendo las concesiones
a empresas poderosas, más operativas y capaces de resistir la dura
apuesta de invertir en tierras que individuos en solitario. Por Resolución
Suprema del 3 de diciembre de 1921 el gobierno había firmado
un contrato con el ciudadano estadounidense Ugo Tomenotti para
introducir 1.200 colonos, "de raza blanca oriundos de Norteamérica
o Europa" entre los ríos Alto Ucayali, Palcazú, Pichis y Pachitea,
fijándose las concesiones de tierras en 500.000 hectáreas. El 27 febrero
de 1923, con apoyo de Medina, se modificaban algunos de sus términos
y la beneficiada era la Peruvian Land and Development Co. de San
Francisco de California. 27 En las postrimerías del Oncenio el prefecto
de Loreto Temístocles Molina Derteano, autoridad encargada a nivel
departamental de gestionar lo relativo a los terrenos de montaña,

25
Perú. Ministerio de Fomento. Dirección de Inmigración, Colonización y Terrenos
de Montaña (ed.), Ley, Reglamento, Decretos y Resoluciones Supremas importantes
expedidas hasta el año 1928 sobre Terrenos de Montaña, Colonización e Inmigración
(Lima 1928). Existe una copia en el Archivo Histórico del Ministerio de Asuntos
Exteriores. Madrid. Política Exterior, Leg. 2603.
26
Memoria del Ministro de Fomento presentada al Congreso Ordinario de 1911.
firmado por Fdo. Julio Ego-Aguirre (Lima 1911), p. XIII.
27
Memoria que el Ministro de Fomento Pío Max Medina presenta al Congreso
Ordinario de 1923 (Lima 1923), pp. 9 - 1 5 . El presidente de la nueva compañía seguía
siendo Tomenotti. Aunque el discurso de Medina se centraba en la necesidad de sacar al
departamento de Loreto de la crisis que lo asolaba, las concesiones se realizarían en la
selva central. Los colonos que efectivamente llegaron, en menor número de lo previsto,
lo hicieron desde San Francisco en buques japoneses.
"La conquista del oriente": Los Estados Unidos y la colonización 189

anunciaba que el gobierno había hecho concesiones en los ríos Tambo,


Ucayali, Palcazú y Pachitea a sindicatos de colonización polacos,
alemanes y norteamericanos.28
El primer producto de exportación amazónico entre 1885 y 1920
fue el caucho y los principales consumidores los países más industria-
lizados.29 Hasta la Primera Guerra Mundial las gomas peruanas pro-
veyeron sobre todo a los mercados británicos. Durante el enfrentamiento
bélico, a la interrupción de las comunicaciones se unió la competencia
de la producción de las colonias británicas de Asia. Los Estados Unidos
pasaron a ser los principales destinatarios hasta el punto que los precios
se fijaron en referencia a la cotización de Nueva York en lugar de la
de Liverpool como venía sucediendo hasta entonces.
Una aproximación a la comercialización de gomas los Estados
Unidos la proporcionan los cónsules del Perú en los principales puertos.
El cónsul general en Nueva York Eduardo Higginson ofreció un arco
de producción y valor entre 1908 y 1924 del que se hicieron eco las
instancias oficiales a través de distintos órganos de expresión. En 1907
comentaba la crisis que afectó especialmente a la goma elástica hasta el
punto de que su precio descendió en un 30%, se cortó la comunicación
directa por vapor entre Iquitos y Nueva York, los banqueros vetaron
los créditos a los comerciantes y en contrapartida las exportaciones con
destino a Iquitos disminuyeron. A mediados de 1908 advertía de los
signos de recuperación y cómo los Estados Unidos importaron 192.685
libras de caucho por valor de 181.206 dólares. 30 En 1910 las cifras
ascendieron a 428.755 libras por valor de 457.151 dólares y en 1911 la

28
Memoria que el Prefecto de Loreto Coronel Temístocles Molina Derteano presenta
a la consideración del Sr. Ministro de Estado en el Despacho de Gobierno y Policía, del
1 de octubre de 1927 al 30 de septiembre de 1929 (Iquitos 1929), p. 81.
29
Guido Pennano señala un período de auge entre 1895 y 1915 (mayor producción
en 1912, 1915 y 1917 y mejores precios en 1910). Por el contrario fueron ciclos de crisis
los años 1877-1880, 1 8 8 8 - 1 8 9 0 y 1901-1903. A partir de 1920 la caída fue drástica.
Guido Pennano, La economía del caucho (Iquitos 1988), pp. 175-180. Juan de la Flor
centra su trabajo en los ingresos de la aduana de Iquitos y las tarifas sobre importaciones
y exportaciones fijadas por el gobierno. Juan de la Flor, La economía de exportación en
la Amazonia peruana (1898-1930) (Lima 1989).
30
"Memoria que presenta el cónsul general del Perú en Nueva York correspondiente
al año 1908. Fdo. Eduardo Higginson": Boletín de Fomento VII, 7, (Lima, julio del909),
pp. 5 6 - 7 3 .
190 Ascensión Martínez Riaza

cantidad subió a 599.251.31 En 1912 la goma elástica había tomado el


tercer lugar en las exportaciones del Perú a los Estados Unidos con un
valor de 415.123 dólares.32 En 1924 los 2.467.955 de libras importados
apenas alcanzaron los 424.357 dólares.33
La explotación del caucho tuvo su vertiente más destructiva en
el exterminio de grupos indígenas. El caso de los "crímenes del
Putumayo", atribuidos al barón cauchero Julio César Arana es de sobra
conocido. Y si en su momento salió a la luz, fue en buena medida
gracias a las denuncias de ciudadanos norteamericanos. En noviembre
de 1907 el cónsul de los Estados Unidos en Iquitos Charles Eberhardt
daba cuenta de la situación en que se encontraban los indígenas del
Putumayo. Pero fue el ingeniero W. E. Hardenburg el que provocó con
la publicación de una serie de artículos en la revista británica Truth
el inicio de una investigación que culminó con el Informe Casement
(cónsul británico en Río de Janeiro) y la intervención del gobierno en
los negocios de la Peruvian Amazon Company (propiedad de Arana y
socios británicos). Años después Arana, convertido en probo senador
por Loreto, se mostraría entusiasta promotor de la canalización hacia
los Estados Unidos del caucho loretano. Para dinamizar la economía
era necesario en su opinión convencer a comisionados del "gobierno
yankee" para que llegaran a la región y descubrieran sus posibilidades,
y en ese sentido presentó un proyecto de ley en Lima el 21 de mayo
de 1923 para que se hicieran concesiones a norteamericanos que se
dedicaran a plantar árboles de goma. Al tiempo estableció contactos
con Alberto Bradstreet, representante de un poderoso sindicato de

31
Eduardo Higginson, "Memoria del Consulado General del Perú en Nueva York":
Boletín de la Dirección General de Fomento IX, 9 (Lima, septiembre 1911), pp. 5 3 -
67, aquí: p. 57; idem, "Memoria del Consulado General del Perú en Nueva York-1911":
Anales de la Dirección General de Fomento 9 (Lima, septiembre de 1912), pp. 2 6 - 3 1 ,
aquí: p. 30.
32
"Memoria del Consulado General del Perú en Nueva York correspondiente al año
de 1912": Anales de la Dirección de Fomento 6 (Lima, junio 1913), pp. 5 8 - 6 0 . Higginson
advertía de la inflexión que se estába produciendo en la evolución de la goma elástica de
la Amazonia debido a la irrupción en el mercado del jebe cultivado en las plantaciones
asiáticas, especialmente de Ceilán y Malasia. Mientras el Brasil ya había respondido
cultivando árboles, el Perú aún no había reaccionado.
33
"Memoria del Consulado General del Perú en Nueva York 1924": Boletín del
Ministerio de Relaciones Exteriores 10 (Lima, octubre 1925), pp. 11 - 2 5 , aquí: p. 22.
"La conquista del oriente": Los Estados Unidos y la colonización 191

capitalistas norteamericanos, para estudiar la posibilidad de establecer


negocios en la región.34
Paulatinamente, y al margen del caucho, otros intereses norteame-
ricanos se establecieron en la región. Por Resolución Suprema del 17
de julio de 1926 el gobierno de Leguía concedió a la firma Cecilio
Hernández de Iquitos permiso para cortar árboles en terrenos del Estado
y exportar maderas en régimen de monopolio durante diez años. La
casa Hernández tenía a su vez un contrato con la Aguna Mahogani
and Timber Co. de Boston para la explotación científica y laboreo de
maderas. Juntos formaron la empresa maderera Nanay Mills (Aguna)
Limited.35
Muy al final del período se implantó en Loreto la Standard Oil Co.
con el propósito de explotar petróleo. Desde la región se observó su
actividad con expectativa, destacándose algunas notas positivas como
el transporte gratuito de soldados peruanos. El prefecto Temístocles
Molina Derteano consideraba su presencia una señal inequívoca de
progreso:
"[...] La Standard Oil Company es un factor eficiente de progreso económico para
esta región y para el Perú en general por sus ingentes capitales y por las facilidades
que proporciona en todo orden de cosas; así como por la gran cantidad de empleados
que sostiene con cierta holgura económica. La Standard ha denunciado algunos miles
de posesiones petroleras en las montañas peruanas y que son las reservas que tiene
la Humanidad de ese valioso mineral [...]"36

34
La documentación y referencias bibliográficas sobre "el escándalo del Putumayo"
son numerosas y quedan fuera de los propósitos de este trabajo. En una de mis últimas
visitas a la biblioteca el Sr. Félix Denegri Luna, él me proporcionó un documento de
enorme interés sobre las actividades de Julio César Arana en su etapa de senador por
Loreto. Entre otras cosas ponderaba los beneficios que reportaba a los intereses generales
del Perú el acercamiento a los Estados Unidos. Julio César Arana, Exposición que hace a
los electores del departamento de Loreto el genuino senador loretano dando conocimiento
de una parte de la labor que ha efectuado en relación exclusivamente con Loreto en la
Legislatura Ordinaria y Extraordinaria de 1923 (Lima 1924), pp. 153-164 y 206-208.
35
Memoria que el Prefecto del Departamento de Loreto Coronel T. Molina Derteano
presenta a la consideración del Señor Ministro de Estado en el Despacho de Gobierno y
Policía, 1925-1927 (Iquitos 1927), pp. 69-70. Véase también para la formación de la
Compañía la Guía de Iquitos, Industrial y de Propaganda (Iquitos 1928), pp. 113-115.
La empresa Hernández era una de las más arraigadas en la región. Entre 1927 y 1929
actuó como agente del Banco Italiano de Iquitos. Por su parte Cecilio Hernández se había
implicado en el movimiento federalista de 1896 llegando a ser ministro del gobierno que
se constituyó.
36
Ibidem, pp. 68-69.
192 Ascensión Martínez Riaza

L A S COMUNICACIONES

Cuando Turner consideraba culminado el proceso colonizador en la


frontera del Oeste, en el Perú se relanzaba la colonización del Oriente,
y se diseñaban distintos sistemas de comunicación que rompieran su
aislamiento. El medio físico marcaba ya unas diferencias notables entre
ambas realidades: los extensos desiertos y las elevadas montañas de los
Estados Unidos, con ser tremendos obstáculos a vencer, no alcanzaban
las dimensiones de la selva amazónica que engullía caminos y puentes
y haría inviable el trazado del ferrocarril. Pero las comparaciones
eran inevitables. La Sociedad Geográfica de Lima se convirtió en foro
de discusión de distintos proyectos de vialidad. Uno de ellos fue el
expuesto en febrero de 1925 por Eurico G. Stahl en el que combinaba
los elementos históricos con propuestas concretas. El Perú había sido
durante el imperio de los Incas el país más grande y poderoso de
América mientras los Estados Unidos eran una región sin importancia,
"recorrida por tribus nómadas y salvajes". Pero ellos comprendieron
la importancia de tender una red de transportes, y "hoy se viaja por
aquellas carreteras y vías férreas en una especie de vértigo de adelanto,
verdaderamente embriagado de progreso". El Perú tenía en la hoya
amazónica lo que Humboldt había llamado "la futura despensa del
mundo", y sus ríos conformaban un tramo considerable de la vía
transcontinental más importante del hemisferio. Su posesión era motivo
del mayor orgullo para los peruanos, y había llegado el momento de
incorporarla mediante un sistema articulado de comunicaciones que
aprovechara lo medios naturales. 37
Ni siquiera el caucho pudo hacer el milagro. La selva, los Andes
y una franja desértica separaban a Iquitos de los puertos de la costa
del Perú. El Amazonas acabó imponiendo su ley y durante el auge
cauchero la capital loretana se volvió al Atlántico a través de los
puertos brasileños de Manaos y Pará. Hasta la apertura del Canal de
Panamá una alternativa era la vía del Estrecho de Magallanes para entrar
por Brasil a través de la desembocadura del Amazonas y la travesía
podía durar dos meses. En cuanto al transporte interoceánico compañías
británicas controlaron el servicio de transporte de mercancías y viajeros

37
Eurico G. Stahl, "La vialidad del Perú", conferencia sustentada en la Sociedad
Geográfica de Lima el 13 de febrero de 1925: Boletín de la Sociedad Geográfica de Lima
XLII, 1 (Lima, 1 de marzo de 1925), pp. 2 9 - 5 7 .
"La conquista del oriente": Los Estados Unidos y la colonización 193

que tenían como destino final Liverpool. La compañía Booth ejerció un


control prácticamente monopólico lo que le permitió subir las tarifas a
discreción. A partir de 1920 arreciaron las quejas y en Iquitos se inició
una campaña para que el gobierno peruano firmara un contrato con la
Amazon River Co.38
Convencidos de que las comunicaciones, como sucedía en los Esta-
dos Unidos, eran condición indispensable para el progreso, gobernantes
y agentes sociales se esforzaron por desbloquear un país cuyas condi-
ciones de partida eran adversas. En el Oriente se ensayaron todas las
alternativas posibles para conectar Iquitos con el Pacífico anteponiendo,
a diferencia de lo que sucedió en otras regiones, la peruanidad de
las distintas posibilidades a los intereses extranjeros. La construcción
del ferrocarril, que fue un mecanismo decisivo en la incorporación
del Oeste en los Estados Unidos y una de las grandes panaceas de
la política modernizadora de la República Aristocrática, quedó en la
elaboración de proyectos, algunos de ellos, como el ferrocarril del norte,
bien medidos por hombres experimentados y entusiastas.39
Las vías fluviales se probaron insustituibles. Desde la década de
1840 los gobiernos se empeñaron en la creación de una flota fluvial
que se ocupara de explorar y comunicar la Amazonia. La mayor parte
de los barcos se construyeron en astilleros británicos.40 En la nómina
de los marinos que impulsaron la navegación fluvial hay que incluir
al ciudadano de los Estados Unidos John Randolph Tucker, un marino
que luchó del lado de la Confederación, que recaló en el Perú y se
distinguió en 1866 en la guerra contra España siendo recompensado
con la comandancia de la escuadra peruana. Después fue presidente de
la Comisión Hidrográfica del Amazonas y en 1867 estableció su base
en Iquitos desde donde realizó importantes viajes de reconocimiento

38
El encargado de negocios del Perú en Brasil, Eduardo Garland, secundó la propuesta
a través de una serie de informes comerciales como el firmado el 15 de mayo de
1920 y dirigido al Ministro de Relaciones Exteriores Melitón Porras. AGN. Hacienda.
Correspondencia Ministerial de Relaciones Exteriores, L 8 0 0 - 2 - 1 0 0 .
39
Las propuestas sobre la construcción del ferrocarril por el norte que conectara el
Pacífico con el Marañón y de ahí con Iquitos fueron canalizadas por Enrique Coronel
Zegarra y Manuel Mesones Muro al iniciarse el siglo XX. El debate que mantuvieron
tuvo, una vez más, como escenario la Sociedad Geográfica de Lima. Ascensión Martínez
Riaza, "La incorporación de Loreto " (nota 10), pp. 1 1 9 - 1 2 4 .
40
Raúl Palacios Rodríguez, "La República 1884-1906": Historia marítima del Perú,
XII, 1 (Lima 1990).
194 Ascensión Martínez Riaza

por los ríos de la región. Tucker trabajaría para el gobierno peruano


hasta 1877.41
Los Estados Unidos sí jugaron y mucho en las grandes innovaciones
tecnológicas aplicadas a las comunicaciones. En 1909 el Ministro de
Fomento David Matto anunciaba que la conexión inalámbrica con
el Oriente estaba perfectamente establecida.42 En mayo de 1922 el
gobierno de Leguía contrató con la Marcony Wireless Telegraph and
Telephony Co. la gestión de los servicios postales, telegráficos y de
radiotelegrafía del Perú. En Iquitos la compañía optó por arrendar los
servicios a los Sres. Israel Compañía Limitada, lo que provocó una
fuerte reacción de intereses encontrados encabezada por Julio César
Arana.43
La alternativa a trenes y barcos llegó con la aviación. El 12 de
octubre de 1922 el piloto norteamericano Elmer James Faucett llegó
a Iquitos demostrando la posibilidad de comunicar Lima y la capital
de Loreto. Había emprendido el vuelo incentivado por la recompensa
de 500 libras peruanas ofrecida por el gobierno de Leguía. Aunque las
horas de vuelo efectivo fueron doce, el viaje duró un mes. Faucett
tuvo que permanecer 24 días en Chiclayo para acometer el 5 de
octubre el cruce de la cordillera y del Marañón sobrevolando el Pongo
de Manseriche. Un año después de realizar el vuelo aún no había
recibido su recompensa. Arana le defendió ante el ministro de la Guerra
Benjamín Huamán de los Heros porque consideraba que su acción
había sido de "interés general".44 Tras su viaje pionero a Iquitos se
nacionalizó peruano y en 1928 creó la compañía de su nombre (que ha
funcionado hasta hace poco). El gobierno encomendaría al capitán de
navio Harold Β. Grow por Resolución Suprema del 20 de septiembre
de 1926 el establecimiento del Servicio Hidroaéreo en la región de la
montaña uniendo Iquitos con San Ramón-Masisea en la selva centrai.
Su finalidad era levantar mapas de la hoya amazónica y planificar el
transporte de pasajeros entre las dos ciudades que se inauguró el 7 de
enero de 1928.45

41
David P. Werlich, Admiral of the Amazon. John Randolph Tucker. His Confederate
Collegues and Peru (Virginia 1990).
42
Memoria que el Ministro de Fomento David Matto presenta a la Legislatura
Ordinaria de 1909 (Lima 1909), p. XI.
43
J. C. Arana, Exposición que hace a los electores (nota 34), pp. 106-109.
44
Ibidem, pp. 171-176.
45
Molina Derteano, Memoria (nota 35), p. 19.
"La conquista del oriente": Los Estados Unidos y la colonización 195

CIENTÍFICOS NORTEAMERICANOS EN LORETO 4 6

La Amazonia se presentaba como un reto para los hombres de


ciencia, un inmenso territorio "ignoto", lleno de misterios por descubrir.
La selva ocultaba grupos humanos nunca estudiados por antropólogos
ni etnólogos, accidentes geográficos que aún no figuraban en los mapas,
flora y fauna sin clasificar, y en fin recursos de impredecibles aplica-
ciones para el beneficio de la humanidad. Los primeros españoles que
penetraron en ella buscaron "El Dorado" y otros tesoros míticos. Desde
entonces nunca dejó de ser destino de expediciones que la recorrieron
con suerte alterna. En el balance global los europeos superaron en
número y resultados a los norteamericanos, que antes sucumbieron a
los atractivos que les ofrecía su propio país y regiones más próximas
como México o Centroamérica.47 La historiografía especializada recoge
pocas referencias sobre la presencia de estadounidenses en el oriente
peruano. Se rescatan aquí algunos casos de científicos que en el cambio
de siglo se acercaron a la Amazonia y contribuyeron a desvelar, desde
la perspectiva "del otro", aspectos de una realidad desconocida, aún
para la mayoría de los peruanos.48
El cirujano George M.Converse, miembro del Servicio de Salud
Pública de los Estados Unidos, fue destacado a Iquitos en el marco de
la política de contratar a técnicos que se ocuparan del saneamiento e
higiene de algunos centros urbanos. Entre 1912 y 1913 desarrolló una
consistente labor que él mismo expuso en el informe que bajo el título
El Saneamiento de Iquitos se publicó en 1914. Converse presentaba
un estudio de las principales enfermedades endémicas que asolaban la
ciudad (fiebre amarilla, paludismo e infecciones intestinales) y aportaba

46
Este epígrafe recoge algunos aspectos de la ponencia que bajo el título Viajeros
norteamericanos en la Amazonia peruana a comienzos del siglo XX fue presentada al IV
Congreso de la Spanish Association for American Studies (SAAS) celebrado en Santiago
de Compostela en marzo de 1999 (inédita).
47
Silvia Hilton (comp. ), Viajes en Hispanoamérica. Relatos estadounidenses del siglo
XIX (Madrid 1999).
48
Alberto Tauro, Viajeros en el Perú republicano (Lima 1967); Carlos Dávila, Viajes
y exploraciones en la Amazonia peruana (Lima 1985); Estuardo Núñez, Viajes y viajeros
extranjeros por el Perú (Lima 1989); Mariana Mould de Pease, Viajeros de ayer, turistas
de hoy (Lima 1997).
196 Ascensión Martínez Riaza

medidas para controlarlas al tiempo que proporcionaba datos de primera


mano sobre el estado de la capital loretana. 49
Sin duda la misión científica de mayor alcance fue la desarrollada
por Hiram Bingham, el descubridor de Machu Picchu en la selva del
Cuzco en junio de 1911. 50 Menos publicitados han sido los viajes de
William Curtis Farabee y H. J. Mozans que incluyeron a Loreto en sus
itinerarios. Ambos contaron con el beneplácito de los presidentes de
los Estados Unidos y el Perú en el contexto de las buenas relaciones
bilaterales. El apoyo oficial que recibieron se tradujo en una serie de
facilidades por parte de las autoridades locales que les proporcionaron
substrato logistico e información privilegiada que les sirvieron en la
consecución de sus objetivos. Los dos habían realizado o realizarían
viajes semejantes que relataron pormenorizadamente. 51
El proyecto del etnólogo William Curtis Farabee tomó forma
en 1906, gracias al auspicio del Peabody Museum. La expedición,
integrada además por otros dos etnólogos, John Walter Hastings y Louis
J. de Milhaud, y el cirujano Edward Franklin Horr, siguió tres itinerarios
distintos tomando como base de operaciones el Observatorio Harvard
en Arequipa. Los dos primeros cubrieron la selva sur y el tercero, el
más largo y provechoso, les condujo a Iquitos. En 1922 la Universidad
de Harvard editó los resultados etnológicos en Indian Tribes of Eastern
Peru que apoyaba el estudio pormenorizado de distintas tribus en un
documentado aparato crítico, mapas de elaboración propia y material
fotográfico. 52 La Sociedad Geográfica de Lima y su presidente Melitón

49
George M. Converse, "El saneamiento de Iquitos": Guía de Iquitos para 1914
(Iquitos 1914), pp. 6 2 - 6 6 . La contratación de Converse fue resultado de la aprobación
por el Congreso de un préstamo de 200.000 libras peruanas, y su nombre fue propuesto
por el Secretario de Estado de los Estados Unidos Philander C. Knox al gobierno del
Perú.
50
Hiram Bingham llevó a cabo viajes científicos por América del Sur entre 1906 y
1912 bajo el auspicio de la Universidad de Yale y la National Geographical Society.
Aunque sus trabajos fueron fundamentalmente arqueológicos, en algunos se detiene en
descripciones y referencias históricas. Véase por ejemplo Inca Land. Explorations in the
Highlands of Peru (Boston 1922).
51
William Curtis Farabee, The Central Caribe (Pennsylvania 1924); H. J. Mozans
(pseudónimo de John Agustine Zahm), The Quest of El Dorado. The most Romantic
Episode in the History of South American Conquest (Nueva York/Londres 1917).
52
William Curtis Farabee, Indian Tribes of Eastern Peru (Cambridge 1922). Una
afortunada coincidencia benefició los logros de la expedición. El gobierno peruano estaba
realizando un estudio sobre la viabilidad de construir un ferrocarril desde Cerro de Pasco
a algún punto del Ucayali e invitó a Farabee y sus colegas a unirse a los ingenieros
encargados del proyecto.
"La conquista del oriente": Los Estados Unidos y la colonización 197

de Carvajal, en la Memoria de actividades que elaboró para el año


de 1927, se hicieron eco de la expedición. 53 Del otro lado, Farabee
utilizaba en Indian Tribes un imponente aparato crítico que incluía obras
de peruanos que por entonces estaban implicados en la incorporación
científica y política de la Amazonia (Jorge von Hassel, Joaquín Capelo
o Manuel Mesones Muro son algunas de las autoridades citadas). Años
más tarde, entre 1913 y 1916, William Curtis Farabee emprendería
una nueva expedición, esta vez por la Guayana británica y el norte
del Brasil, con financiación de la Universidad de Pennsilvania. Sería
nombrado miembro honorario de la Universidad Nacional de San
Marcos de Lima y el 1921 el presidente Harding le designó enviado
extraordinario en la celebración del Centenario de la Independencia del
Perú.54
El interés del presidente de los Estados Unidos Theodore Roosevelt
(1901-1909) por América Latina no se limitó a la política sino que se
plasmó también en la promoción y ejecución de varias expediciones
científicas.55 En 1906 había recibido a W. C. Farabee entregándole
cartas para el presidente José Pardo y el ministro de Hacienda,
A. B. Leguía, que facilitaron sus movimientos. Más estrecha fue su
relación con el franciscano H. J. Mozans (seudónimo de John A. Zahm)
con quien le unió una entrañable amistad y aficiones compartidas
(admiración por Dante y atracción por parajes exóticos). 56 Mozans
53
Melitón Carvajal, "Memoria del presidente de la Sociedad Geográfica de Lima":
Boletín de la Sociedad Geográfica de Lima XLVI, 4 (Lima 1927), pp. 203-216. La
lectura comparada de la introducción que hace Milhaud de Indian Tribes, y la Memoria
de Carvajal, permite concluir que el presidente de la Sociedad Geográfica conocía dicha
obra y se basó en ella en su exposición.
54
William Curtis Farabee (Washington 1865-1925) se doctoró en etnología por
la Universidad de Harvard en 1903. Su primer trabajo de campo fue precisamente la
expedición al Perú entre 1906 y 1909. En 1913 la Universidad de Pennsilvania le nombró
conservador de la sección de antropología americana y le encargó la expedición que
acometería entre marzo de 1913 y junio de 1916 por la Guayana británica y el norte del
Brasil. Resultado fueron dos estudios: The Central Arawaks (1918) y The Central Caribs
(1924). Dictionary of American Biography, III (Nueva York 1964), pp. 269-270.
55
La Sociedad Geográfica de Lima estuvo al tanto de sus actividades. El 12 de marzo
de 1919 Genaro Herrera firmaba un trabajo en el que le rendía homenaje con motivo de su
fallecimiento destacando su vertiente científica a lo largo de Africa y América, incluida su
polémica con el británico Henry Savage Landor con respecto a la localización de algunos
ríos caucheros. "Theodore Roosevelt desde el punto de vista geográfico": Boletín de la
Sociedad Geográfica de Lima XXXV, 1 - 2 (Lima, 30 de junio de 1919) pp. 89-94.
56
John Agustine Zahm (14 septiembre 1851 - 10 noviembre 1921) había nacido en
Ohio y se graduó en la Universidad de Notre Dame en Indiana. Entró en la orden de los
franciscanos en 1875. Desde 1905 se dedicó fundamentalmente a actividades científicas
y a la escritura. Dictionary of American Biography, X (nota 53), pp. 641 -642.
198 Ascensión Martínez Riaza

había planificado varios viajes en los que pretendía reconstruir las


rutas amazónicas seguidas por conquistadores y misioneros españoles
para reivindicar lo que consideraba "empresas de cruzada". En 1910
se había editado Following the Conquistadores. Up the Orinoco and
down the Magdalena, fruto de su recorrido por tierras venezolanas.57
Su siguiente meta fue el gigante amazónico y para lograrla contó
con el padrinazgo de Roosevelt y la ayuda oficial de José Pardo
que se tradujo en la movilización de prefectos y gobernadores que
le recibieron, acompañaron y proporcionaron información privilegiada
en su singladura. Roosevelt, que no pudo acompañarle porque tenía
programado un viaje a Africa, prologó el libro editado en 1912 en el
que Mozans volcaba su experiencia, Along the Andes and down the
Amazon, que está a la altura de los mejores trabajos sobre la Amazonia
elaborados durante la República Aristocrática.58
Desde la perspectiva del otro, Mozans fue capaz de acercarse a los
paisajes y gentes del Oriente y de advertir algunos de los problemas
profundos de la región. Lo hizo, eso sí, mediatizado por su condición
de franciscano, eslabón de una larga cadena de misioneros que desde
la colonia se preocuparon por mejorar las condiciones de la población,
evangelizando a los indígenas y desarrollando los recursos económicos.
Denunciaba el relegamiento en que la República tenía a la Amazonia,
que en el siglo XX era aún menos conocida que durante la colonia, y
lo achacaba al retroceso de las empresas misioneras debido a razones
políticas.59 En contra de la imagen que se tenía de los indios amazónicos
("salvajes" en la terminología de la época), los que él encontró fueron
pacíficos y sociables. En este punto marcaba las diferencias entre lo

57
H. J. Mozans, Following the Conquistadores. Up the Orinoco and down the
Magdalena (Nueva York/Londres 1910).
58
H. J. Mozans, Down the Andes and down the Amazon (Nueva York/Londres
1912). El viaje lo realizó en solitario y trazó personalmente la ruta, desoyendo las
recomendaciones de quienes, como el presidente Pardo, le orientaban hacia la vía central
del Pichis y el Ucayali para acceder a Iquitos. Emulando a Ursúa y a Pizarro optó
por adentrarse en la selva a través de Trujillo, Cajamarca y Moyobamba. Fue, según
testimonios, el primer escritor norteamericano que seguía esta ruta. Más tarde Mozans
acompañaría a Roosevelt en la expedición que desde el 9 de diciembre de 1913 al 7
de mayo de 1914 el ex presidente emprendió por la Amazonia brasileña (Mozans la
abandonaría a comienzos de febrero). En 1914 se editó En las selvas de Brasil. La
edición consultada ha sido la brasileña Ñas selvas do Brasil (Río de Janeiro 1943).
59
Ibidem, pp. 4 5 1 - 4 5 9 . Recordaba que los misioneros habían llevado a cabo
exploraciones y asentamientos que ayudaron a la incorporación política de aquellos
territorios. El primer mapa científico de la Amazonia había sido levantado por el jesuíta
Fritz.
"La conquista del oriente": Los Estados Unidos y la colonización 199

que había sido la política de la Corona española y la que siguieron los


gobiernos republicanos, "se diga lo que se diga contra los españoles, los
indios de la montaña estaban mejor bajo España que lo han estado nunca
bajo las repúblicas sudamericanas".60 Peor parados en la comparación
salían aún los Estados Unidos:
"... En lugar de nuestra vacilante y contradictoria política hacia los indios de
tratarlos como naciones soberanas e independientes, con los que se han hecho casi
700 solemnes tratados y convenios, que fueron rotos nada más ser firmados, o de
considerarlos enemigos o pensionistas o lunáticos, ellos los reconocieron como hijos
de un mismo padre y actuaron hacia ellos con una consideración que estaba en
marcado contraste con la crueldad e injusticia que caracterizó nuestro trato con ellos
en nuestra tierra de renombrada libertad e igualdad".61

En su recorrido había advertido como los campos de maíz, los


viñedos, los trapiches de azúcar y los pastos parcheaban un paisaje
dominado por el caucho. Desde su atalaya opinaba que los beneficios
que sin duda el oro verde había proporcionado habían generado
especulación y relegamiento de otros productos. En el trasfondo de
la situación económica subyacía el problema fundamental, el Oriente
se encontraba aislado y marginado. Mozans conectaba plenamente con
el discurso de elementos "modernizadores" peruanos que abogaban por
una integración global de la Amazonia, cuyos lineamientos básicos
han sido reiterados en este trabajo. Por encima de otras medidas (pero
no excluyéndolas) apostaba por la necesidad de romper el aislamiento
mediante la implantación de un sistema de comunicaciones que volviera
al Oriente hacia el Pacífico, rompiendo la preponderancia de los
vínculos con el Atlántico a través del Brasil.
Sus miras apuntaban a una meta más ambiciosa, la intensificación
de los lazos con los Estados Unidos una vez que se abriera el Canal de
Panamá. Entonces se podría ir de Nueva Orleans a Payta en seis días y
a Iquitos, el mayor centro comercial del Perú en la Amazonia, en nueve
días, mientras el tiempo requerido para hacer el viaje desde Nueva York
a través de Pará y Manaos era de un mes al menos.62 De este modo
Mozans se convertía en un agente "oficioso" de los Estados Unidos en
el Perú. Down the Andes terminaba con augurios optimistas para las
relaciones entre los Estados Unidos y América Latina basándose en
una sabia interpretación de la Doctrina Monroe.

60
Ibidem, p. 453.
61
Ibidem, p. 445
62
Ibidem, pp. 117-118.
200 Ascensión Martínez Riaza

La historiografía que se ha ocupado de la presencia de los Estados


Unidos en el Perú durante la República Aristocrática ha pasado muy
por encima, cuando no obviado, a la Amazonia. La inexistencia de un
"filón" como lo pudo ser la Foundation, la Cerro de Pasco o las acti-
vidades de irrigación de la costa explican en parte esta "marginación".
En este trabajo se han rastreado proyectos, iniciativas y realizaciones
acometidos desde instancias oficiales y por actores sociales conocedo-
res, y en su caso admiradores, del modelo norteamericano, que han
de ser considerados si se quiere reconstruir en todas sus dimensiones
el proceso de formación del Estado peruano a partir de los estudios
regionales.

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