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Primera edicin Direccion de Cultura, 1966 974 Segunda edicion, Ediciones de la Biblioteca, Tercera edieibn, Ediciones de la Biblioteca, 1978 Cuarta edicién, Edi joteca, 1981 Copyright 1981 by Ediciones de la Biblioteca de la Universidad al de Venezuela Cardula: Laura Tri la Brito Figueroa, Federico, 1921 estructura para su estudio. Ediciones di vy 2a 1. Venezuela-Condiciones economicasFuentes. 2. Vene- uela-Condiciones sociales-Fuentes. I. Titulo. BC 5-10-77 Si se otonsilceras, no sn del expe ni es en donde deben carrey} tn en te sotdad AnroNio Leocapio GuzMAN La incomprenion del presente nace fetdmente de le ignorance del pataet "Poo se ban’ spor on tment el aad sino sbe nate el pr Mane Buoct PREFACIO A LA SEGUNDA EDICION larenino: Sepud il ‘Mare, Londres, Castliano, ECE Direccién de Cultura Universi- co de Investigaciones de la Facultad de Eco- primera edicién de Historia Eco- Esta muerta y apologéti (en este caso como en otros suficientemente actitud, Las conclusiones estudio de I lad venezo- avorables a | creados, historico.con- de pais estruc- ios internacionales y, en is neocolonial o simple- colonial Introducci primera edicién se en la seleccién de mate- jales y 1a metodologia utilizada en én de los vo- imenes I y Il. En esta segunda edicién incluimos un nuevo volumen, el Ill, con el subtitulo de Venezuela Contempori- nea ; Pais Colonial? Consideramos importante precisar que la concepci rica y metodolégica utilizada en este nuevo yolumen se apoya ,en los mismos ios, y los problemas estudiados son simifires. Solamente va mpo hist6rico, ¥ el tiempo en cuyo caadro abordamos esos problemas en la sép na década del siglo xx. Década en la que se fortalecen los nexos de dependencia, y Venezuela, de pais semicolonial, se transforma en pais*neocolonial o simplemente colonial, Yesde el de vista de la realidad histérica concreta, debido a que colonizadora del imperialismo norteamericano es dei en el mundo capitalista, en las areas de desarrollo y opulencia ¥en las areas de atraso y pauperismo. el cambio de semicolonial, en el sentido colonial contemporéneo, no olvidamo: xxistentes entre el colonialismo hispani mo contemporineo, representado especialmente por el ismo norteamericano, pero no exclusivamente. S6lo que a Venezuela, nuestra condicién Las reflexiones la historia f intereses coloniales en igualmente asociada a lo el estudio del presente. No es accidental la coincidencia. Ne- gar, por ejemplo, condicién de colonia hispinica en el pasado y negar el contenido nacional de la guerra de Indepen- constituyen una singular preparacién subjetiva para di- stro tiempo, el domi fanacional de los mono- y para desnaturalizar nal de las acciones revolucionarias contra el 1res_constituyer asociada. Historia asociada var s conveniente responderles con palabras de Enrique Ber- Néjiez: No nos seria dado hablar de 1a colonizacién espai ‘otras colonizaciones posteriores, hablar de las seri preciso cto por aqua en 1749, despues i Lede, par demostiar aus benef tes a las que hoy emplean las sltimas. os, se construyen caminos, se intro- 1a Zavala— se estin llevando nuestro Ja regal te es el hierro, es Es la aciones ional los que también estin siendo jeamericano de desarrollo. tonial o colonial son los Gnicos \e se puede definir y caracterizar el proceso pendencia que domina en todos los niveles sociales de Ve- ia contemporinea. Subsiste, es cie idica, pero la dindmica de nuestra vida pol in independiente, esti determinada por les, y a veces —de modo s \ciones del Estado para hipotecar el pais por via de los empré financiera norteamericana, para idet car, en conjunto, 1a politica venezolana con la politica del Estado monopolista-militarizado de Estados Unidos... La historia son los hechos y nunca 1a justificacién interesada de esos mismos hechos. Es historia teciente, historia de la dltima década, la materia trabajada en el volumen III de este libro. En consecuencia, nada de lo aqui tratado tien cardcter definitivo. .. La historia es un to, ensefiaron los dialéctieos presocriticos, y como tal, como rio, lim- pia y depura, fija lo que ha de quedar definitivamente para la storia y desecha los detritus que se consumen en si mismds. in politica demagégica la mentira repetida varias veces puede transformarse en una verdad transitoria, pero para la historia la verd: cuya légica es fria e inexorable... Los demuestran que en la séptima década del siglo xx, en el proceso colonizador es integral, y los hombres, y agrupamientos politicos que facilitaron ese proceso, no escapan storia... “por sus obras los conoceréis”, ensefia el evangelio cristiano. La formulaciones presentadas en el volumen IM de Historia Econémica y Social de Venezuela son tentativas, elaboradas con is de trabajo y nunca como tesis, pero apoys- das en requisitos metodoldgicos y tedricos que para mi, en mi condicién de historiador profesional, constituyen una cuestién de principio. Esa metodolo i los problemas hist6ricos en ciones histéricas concretas, en lo tipico y peculiar, para des- cubrir causas y relaciones, pero sin olvidar el contexto hist6rico general. En nuestro tiempo, el contexto hist6rico general es Ve- pais estructuralm teameticanos, y los nexos de dependencia estin presentes en to- dos los fendmenos objeto de Ia historia, ocurridos en la séptima década del siglo xx. consecuencia, las reflexiones, hipétesis y formulaciones, y munca cardcter defini- d venezolana, la prictica so- a. Nuestra es Ia responsabi- y ist6rica con la que estamos s pertenecen los aciertos. x V y VI de Historia nes se denominan, respectiv Venezuela, Proceso de la Historia as de Al Caracas, 1° de enero de 1973. xt Acultur de los tomos “a y Social de Venezuela. Esos nte, Clases Sociales y Poder in de Venezuela y Iy Ill de jquier obser- forma de esta Francia, México, a Alemana, Re Cuba, que han estudiado mi o observaciones criticas, nuestra p ppecialmente para D. F. Maza Zavala, Ramén A. Salvador de la Plaza y Tibor Wittman. Con Salvador de leimos y discutimos los ori bra de agra les de los voliimenes I y , dedicada a este amigo, su generacién y para las gene- Tibor Wittman (eminente historiador, rica Latina y Director del Ins- mos los originales del volu- Fepenico Brito FIGUEROA INTRODUCCION esente obra, destinada a estudiar fundamentales cues ructurales de 1g historia econémico-social venezolana ada en diversos periodos de nuestra vida intelectual, en fen los afios 1955-1958 y 1963-1966. Las in sobre problemas venezolanos, posibles de en uno y otro pais y, especialmente, nuestro propio des » como historiador profesional explican —s6lo en parte, ‘inguna manera justifican— las diferencias en cuanto n y, presentaciGn de los resultados, diferencias que se re el tomo I y el tomo I. nas explicaciones son necesarias sobre el criterio que cn la seleccién de las cuestiones consideradas como es rales y en 1a metodologia utilizada en el proceso de reco- ie materiales, elaboraci6n de hi resultados. En este sentido, y en primer térmi rar que esta obra es de orientada a investigar fenémenos con una visién de y de ninguna manera destinada a estudiar personalida je dilatada a mediocre significacién en el contexto de los fe considerados como estructurales. Este interés nuestro, profesional y de especializacién, no debe la infantil posicién que pret cero grado el pa: le la personalidad en la historia. No, el hecho real es que 347 ‘nuestra preocupacién como historiador profesional se circunscri: be, por ahora, a los fenémenos globales. justifica 1a metodologia (teor tuvo presente en el proceso de materiales, formu! ica de los resultados. Ni Esta posicién de principi método y técnicas) cuyo espiritu de trabajo: recopilacién y selec de hipétesis y presentacién or, fendmeno puede estiigiarse sin conocer su historia completa en una unidad espacio-tiempo, sin considerar las causas que lo 0 ginan y los elementos que concurren a producitlo como conse- cuencia de un proceso de desarrollo interno, de las i ‘exégenas y de los fenémenos que con él coexisten. C iguali su_antecedente en fenémenos anteriores y lidad de transformacién en nuevos fendmenos. Sélo icio— una investigacién concebida y rea esti en condi a nuestro s térmi- Con este espiritu metodolégico (y hasta donde lo permiten las fuentes de informacién y lo. como historiador profesional), inves ramos estructurales ica venezolana En el proceso mos esos fendmeno ra social) reconstrui ricas, cuando se trataba de per ENEZUELA SIGLO XIX se desarro- nial hispanico, ¢ es de Venezuela, rada como I y de lengua comin. especialmente a partir del siglo xv guerra nacional de Indepen: Los probl poblacién, estructura social— correspondientes a esos de nuestro desarrollo histérico —Venezuela colo- Ja siglo xix— forman el tomo I de la presente obra. s peculiares y especificas en una cualquiera de esas las hemos estudiado con anteriotidad en varios de ajos,' en muchos casos con mayor amplitud y preci formulaciones, porque fueron elaboradas cuando ya wevamente en Venezuela y tuvimos, entonces, opor- evisar fuentes imposibles de obtener en México, don- Tomo I que aqui presen: te insistimos: problemas como la incorpora itorio venezolano al tréfico internacional de esclavos, de la mano de obra esclava y la formacién de la pro- tal como aqui estin enfocados, han sido revisados.* ys problemas relacionados con la economia, la poblacién ara social, en el cuadro histérico de Venezuela si an el Tomo Il. Es la Venezuela petrolera, que de tructura rural, precapitalista y monoproductor agrope- entamente en drea extractiva arios pr Estados Unidos. subdesarrollo, de la expa zacién superpuesta, como consecuencia de ese vis lado), se destacan dos perfodos cualitativamen- lento jen de Venezue Caracas,” 1963: te diferentes: la época de la penetracién imperialista y la época del neocolonialismo; el primero cronolégicamente comprendido desde la primera hasta la cuarta década del siglo xx, y el seguns do desde entonces hasta nuestros dias. El primero, antecedente necesatio del segundo, y el segundo, resultado necesario del pric mero. El primer pétiodo, la época de la penetracién imperialista, ‘comprende, comd’se observa, desde los momentos iniciales, cuan- do fue prorrateado el suelo y el subsuelo del pais ¢ impuesta la dictadura petrolera de Juan Vicente Gémez, hasta la Segunda Guerra Mundial, acontecimiento de proyecciones universales que facilit6 el predominio de los monopolios norteamericanos sobre los instrumentos bisicos de la riquez meno éste que se habia iniciado en I mera Guerra Mundial. afios siguientes a la Pri- El segundo perfodo, la época del neocolonialismo, es el pe: siodo correspondiente a Venezuela contemporinea, caracterizado bisicamente no por la simple dependencia en cuanto a los ins: trumentos fundamentales de la riqueza nacional venezolana, sino por el dominio absoluto de los monopolios norteamericanos so: bre todos los niveles de la vida econémico-social de Venezuela Existen diferencias de orden cualitativo entre este periodo y el anterior, denominado época de la penetracién imperialista, por que el proceso que se constata no es la simple transformacién del pais en un drea para invertir y reproducir excedentes de ca pital extranacional, ni solamente el paso de monoproductor agro- Pecuario a monoproductor minero-extractivo. Es algo mas que esto, es el desarrollo de estructuras econémicas, de formas de or: ganizacién social, de motivaciones politicas y de formas cultura les concretas en funcidn de los intereses de los monopolios norte- americanos, cuya fuerza aliena ya hasta la produccién intelectual y tiende a configurar una mentalidad que se aleja cada vez més de lo especificamente nacional-venezolano y se aproxima a lo me- tropolitano-norteamericano. Este es el elemento nuevo que de fine el periodo Mlamado por nosotros la época de! neocolonialis. mo, en el caso especifico de Venezuela, periodo que consolida y 350 los problemas relacionados con Ve- nporinea, es una labor realmente dificil, si se im: 1 esos problemas precisamente con espiritu hist6ri se trata de un rea de estudio influida ¢ interferida reses fundamentales de 1a realidad hist6rica en cuyo xiste el historiador del presente, unido por los com: que inciden directa e id venezolana contempordnea. En esta labor intelectual se dificulta atin més porque un previo trabajo de recopilacién de material in: nte disperso y, el cual, cuando se trata de da: necesario acumular por via de la razén del cardcter limitado de las seleccionadas tiene que considerarse como aproxima- tema, ia no ¢s un conjunto de tesis a demostrar, pero istoriogrifico, en cualquier obra de historia apl amente para tener caricter de obra historica, es ne- el hilo conductor teérico, reflejado en Ia capa- in del historiador. La historia no es la pol ombre de su tiempo, factor histbrico jos problemas so sde eludir la compret 2a y certeza en la ex} aspiracion ido de esta manefa, asegura el neutralismo ético n del historiador profesional). No, el historia. us propias hipétesis de trabajo, pe .¢ comprender su presente, re de mérito para ascender a Is fla Universidad Central de Venenucla 351 tad, necesariamente, el historiador profesional polémico, porque su labor esclarecedora se vuelve amientos sociales, instituciones y personas eco- mente beneficiados con la incorporacion de Ve- jo regido por los monopolios internacionales que clentemedte ebajaeve Ge ta, SBOE isc nada— orientada a “explicar”, pero sobre todo a situacién que aspiran a presentar como eterna ¢ cordando en esto la leccién de Marc Bloch en la carta escrita su hijo desde un campo de concentracién, carta que luego’ transforma en libro de conocimiento obligatorio para cualqui estudiante de historia: La incomprensién del presente nace fatalmente de la ignor del pasado. Péfp seria vano agotarse en comprender el pasido si se sabe nada def presente. + La situacin se complica en el caso concreto de Ia histori contemporinea de Venezuela —en uno cualquiera de sus camy de especi id, el cultivo de este tipo de “historia” se difun in nuestro pats, en razén de su condicién de rea 9s monopolios. Con facilidad, ademés, porque el storia en este pais ha sido hasta hace poco, y to rado sumo, una especie de tierra de nadie en el tividades intelectuales donde se puede penetrar minimos requisitos en cuanto a preparacién pr jucir obras que si algo tienen de positivo estudiantes a comprender c6mo no debe escribirse recordaba Germin Carrera Damas en un ensayo iciér=, porque el objeto de estudio es el propil lel historiador, que condiciona su existencia e influy imita 0 enriquece su capacidad de ly su capacidad de elaboraci6n bre esa realidad, cambiante y aparentemente contradictoria el historiador que no realice serios esfuerzos para compren —con criterio de sintesis y una visién de conjunto— la raiz de problemas econémico-sociales cuyas consecuencias apenas se siens ten en la superfici . El contexto histérico, general y dominante, de Venezuela contemporiinea, es el proceso de cambios impulsado por su int corporacién lo hist6rico concreto regido por los monopo: lios internacionales, en especial los norteamericanos. Este fend: ‘meno influye en todos los niveles de la vida social venezolana, ¥ con mas fuerza que en cualquier otro en el terreno objeto de nues tras investigaciones, es decir, en la economia, en los cambios de mogrificos estructurales y en Ia estructura social del pais. Pero la explicacién histérica conlleva necesariamente a llamar las ¢0# sas por su nombre, a presentar los res tal como son, inex cusable actitud intelectual que coloca en dificil situacién al histoe riador profesional Esta dificil situacién, que el historiador profesional debe afrontar, se relaciona con el dominio de los monopolios, cuyos intereses materiales inciden en la produccién intelectual, posibi litando inexactas explicaciones sobre la naturaleza del cambio so- cial desatrollado a partir de las primeras décadas del siglo xx. En isitos minimos —en Venezuela es necesario recor r, con el método histérico y, en segundo lugar, con nvestigacién: el primero tiene cardcter tebrico y cicter instrumental. Con uno y otras trabaja el terial: los documentos, 5 producidos por haciéndolos hablar”, como ‘escribia Marc Bloch. Para hacer hablar los documentos el historiador no cuenta s que la teoria, las téenicas y la capacidad dilatado que en porque el proceso de reconstruccién del pasado wun presente es constante, y su desarrollo plantea I, My Les 23, som i. Tdealismo 4. Bloch, Marc, Apologie pour Histoire ou Métier d'Historien, Patis, 1949, Rovian doe . 13 [edicibn eastellana con el titulo de Introduccién s Is Hist : f, 1937), 352 nuevas interrogantes; la capacidad de penetrar en el sentir inte en la vida espiritual, la pupila abierta a todas las manifes: s de 1a cultura, considerada comovwn producto hist y el criterio de totalidad son guias metodologicas que el historias dor no puede olvidar.en el instante de reconstruir los fendmenos © procesos objeto de sus investizaciones Los problemas ‘en esta obra esbozados —economfa, poblas estructura social— en el pasado y en el presente, en el pes rfodo colonial hispdnico, en el siglo xix y en el siglo xx, estén estudiados en términos de niveles de una dilatada realidad: Vee nezuela en cada ung,de los momentos que estimamos histéricas mente significativos en un complejo proceso de evolucién y came bios cualitativos. De modo q 10 interés no es el fendme: icular, ni el demogréfico en especial, ni las in social como problema especifico, sind as de de estos tres fendmenos en cuanto coexis: ten en un espacio y tiempo determinados y contribuyen a confit VENEZUELA SIGLO XX gurar Ja fisonomia de la totalidad Venezuela desde los siglos co- Toniales hasta las décadas del neocolonialismo, tratando de des cubrir lo tipico y peculiar de la dindmica de esos fenémenos en cada uno de los petiodos antes sefialados, que es uno de los fines de la ciencia histérica y no de ninguna de las llamadas ciencias sociales especiales. Con este espiritu estin estudiados los proble: mas econdmicos, demogrificos y sociales que integran la pre: sente obra FEDERICO Barto FIGUEROA 354 —POCA DE LA PENETRACION IMPERIALISTA (gue Bernardo Yeademia Nacional de le Carfruto XI LA ECONOMIA las primeras décadas del siglo xx comienza uno de los ortantes de Ja historia econémica y social de n él se establecen los elementos fundamen. is. En ese pe- ia nacional continéia en intima conexién con el sta mundial —y de él depende—, la propiedad talece ¢ incrementa a expensas de las tierras de itativamente contintia predominando la Pero —esto es lo nuevo— se mull incipiente algunos sectores de la industria fundamental, se configura una estructura econd- Wf iipone a Venezuela la condicién de area dependiente ‘a es expresin de las ne- CAPITAL MONOPOLISTA IMPERIALISTA, Ja situa- , Social y politica que impera en Venezuela en la del siglo xx, facilitan las inversiones de capital 359 financie opolista en el recurso natural hidrocarburos y, eff wed Oil Company, con capital de un millén de d6- jencia, el fortalecimiento de Iz penetracién. imperialistay io, identificado desde sus origenes con el gra- fecedentes, en el caso de nuestro pais, se remontan has Rockefeller, desarrolla contra sus competidores una 0s afios del siglo xIx, aunque solamente se manifiesta je precios y domina en la produccién y en el mercado del fuerza a partir de 1900, cuando en los paises imperialistas ra la época el més importante derivado del petr6leo.* Juas gacras del consorcio dirigido por el grupo familiar Roc- lit te fortalecen y se extienden. Establecido primitivamen- j Cleveland, agrupa répidamente los intereses relacionados Los monopolios* —producto de la libre competencia— 0 Ip tefinacidn y el transporte del petréteo adquirido en Penn- an totalmente, sino que coexisten a sw lado y por ence 1865, con una produccién de 600 batriles dia- la, engendrando una serie de contradicciones econd jos después controlaba, ademas de Cleveland, la re- pocas veces agudos y brusc petréleo en Nueva York, Filadelfia, Baltimore, Bos- ia por invertir el excedente de capital sy Pittsburg; seis afios més tarde, monopolizaba la jes escasean, 10s lad del petrdleo de Estados Unidos; en 1872-1874, su més bajos que en Spolis, las materias. primag 16 en diez veces. Hacia 1880 controlaba el 95 por son baratas y el precio de e roduccién petrolera americana y en 1881 la Stan- mpany estaba ya formada por treinta y nueve compa- con un capital de 75 millones de délares.* 192, después de los informes de los tribunales de Ohio, uecién a la opinién pablica, inquieta por el poderio que habia adquirido la Standard, este consorcio fue jotaba dos mil setecientos pozos y se extendia ha- del Centro y del Oeste y posefa un capital que se gos y al desarrollarse el tha en 256 millones de délares, En 1899, reaparecié con el mo comerciantes en capitales, pero la acumulacién del capital 9 ue de Standard Oil of New Jersey, siendo nuevamente di- la concentracién de, la. producién dustrial” achmnuil por sentencia de la Suprema Corte de Estados Unidos, de- c ‘en la prictica carecié de efectividad, porque a los seis sitaban colocars és ventajosas en las més importa surgieron treinta y cuatro compaiias que hasta por sus Bi eae Ca eer, ae eran simples filiales del consorcio aparentemente desa- tricamente la participacin de los grandes bancos en la masa geq ido: Standard of New Jersey, Standard of California, Stan- penned cecal fof Kansas, Standard of New York, entre otras, las cuales iraban un capital de 600. mi ie 9 de esta transformacion diy mente en la explotacién del petréleo, sino también en ac- capitalismo fueron orga Jos monopolios petroleros. En wes de especulacién controladas: 1862, es decir, tres afios después de haberse iniciado 1a explotag in del petréleo en Pennsylvania, John D. Rockefeller realiz® su primera inversiOn en esas actividades, y en 1865 organiz6 una empresa con estos mismos fines. Esta empresa se unificé, ef 1870, con las plantas de Harkness y Flagler, surgiendo de este tativo dé_Jas formas econémicas capitalistas de moe sobre las tipicas del capitalismo de dibre concurrencia, yr les rois de Vacier, avec ceux des chemins de fer, de qui elle fet ponies transport des tarifs priidgie® " mos afios del siglo x1x y las dos primeras décadas una firme politica de expansién; en 1888 organiza 360 361 su primera filial extranjera, 1a Anglo-America Oil Company, di tinada a controlar sus negociaciones con la Gran Bretafia y considerada como la predecesora de 1a Esso Petroleum Cony en 1898 esta filial controla la Imperial Oil Company del Cana en 1904 organiza Ia Romano-Americana, dedicada a la prod Gin en el extranjero; en 1912 penetra firmiemente en las Indi Holandesas; en 1914 constituye la International Petroleum, ¢ el objeto de explotar el petrdleo peruano; en 1919 obtiene 50 por ciento de interés en la Humble ompany; en 19; llega al Medio Oriente por intermedio de 1a Irak Petroleum; 1921 organiza la Standard Oil Company en Venezuela y en 19 la Creole Petroleum Corporation.’ Al finalizat la segunda década del sig! New Jersey controlaba el 23 por ciento de la produccién pet lera, él 69 por ciento de los oleoductos, refinaba el 44 por cie el 60 por ciento de la gasolina i reparti6. desd 1911 a 1924, por concepto de dividendos, 1.619.956.006 délat y las diversas filiales del. consorcio general Standard, ligs siempre al grupo familiar Rockefeller, habjan incrementado capitales en términos realmente astronémicos. He aqui algun ejemplos: 1°) La Standard Oil of New York, fundada en 188; con un capital de 3.000.000 de délares tenia en 1922 un capil de 625,000,000 de délares; 2") La Standard Oil of Califor fundada en 1879 con un capital de 1.000.000 de délares habia i crementado su capital hasta en 250,000.00 de délares en 19; 3°) La Standard Oil of New Jersey, fundada en 1889 con un pital de 3.000.000 de délares, repartié dividendos por 210.0004 de délares y acusaba un capital de 225,000,000 de délares en 1922 y 4°) La Standard Oil Indiana, fundada en 1889, con un capil de 300.000 délares, habia incrementado su capital hasta con trar 220,000,000 de délares en 1922. Estas cifras, escribe un nomista venezolano, revelan cémo, “en base a la concentraciOml monopolistica de la Standard se lograron estos cuantiosos aument tos, sin calificar por ello, los altan \crativos dividendos f expansion di de nombres para evadir la accién de la ley antitrust, su manifestado concentrados, en su influencia en I 362 dad de utilizar todos los medios para mon > y otras fuentes de riqueza, transformaron el 10 de los niicleos mas poderosos de la oli- teamericana: “Comment résister cette puis passe deux fois celle du , escribia lo que se habia cumplido el programa fe de la Standard: wimporte of, « nlimporte quels changes, @avoin pétrole lamente a la organizacién de la Standard fades la Royal Dutch Oil Company, capital de 1.400.000 florines. A Jos cuatro fa incorporado a su patrimonio las feras de Jas Islas Sonda; en 1900 absor: jependientes de las Indias Neerlandesas y en jleum; en 1907, Henri Deterding fusion6 el ‘is importante competidor en Europa, la Shell Trading Conipany, su: 1 geu- Shell, integrado con capital a ado establecer cuarenta filiales en los cen- y por cuya po Posteriormente fue ras compaiias, en las que de modo directo presente el capital angloholandés: Anglo Persian Controlled Oilfields, Deutsche Petroleum Verkauf- sche Petroleum Union, Deutsche Erdel Aktien- 4s, Pero las que adquieren cancesiones en el terri n orden cronolégico, fueron la Royal Dutch- ib Hiritish Controlled Oilfields y 1a Standard Oil Company. codiciado por sus yacimientos petroliferos es: entre los dos consorcios monopolistas. icas imperantes en Venezuela favore- rn-del subsuelo entre los amos del capital fi- icional, El pais (después de un siglo de guerras mero 1a de Independencia y luego las Mamadas ci- Win politicamente-dominado por una despética cama 363 : rilla de caudillos originarios de la regién andina, identifi como los antiguos régulos militares, con las clases sociales q desde las primeras décadas del siglo xrx fungian de rectoras d Ja sociedad venezolana. Un siglo de saqueo de los bienes pi cos no habia bastado para satisfacer sus apetitos de riqueza (habiendo perdido el sentimiento patridtico nacional manifest do, por ejemplo, & la guerra de Independencia) facilitaron, escrapulo alguno,-la penetracién de los colonizadores contet pordneos. Las primeras concesiones, por lo menos de nombre, fu otbegedss a veneaMlanos. Ha thee, el 16 de diciembes dm Eduardo Echenagucia obtuvo derechos, hasta por cincuenta a para explotar todo el petréleo del Estado Zulia. Si el bene Gario “hubiera podido cumplir sus obligaciones, habria adq do derechos sobre la fuente de mas de dos tercios del pett6 en Venezuela, pero al no cumplir la que le imponia comen la explotacién antes de un afio, se anulé la concesién”.* I suerte corrié una concesién otorgada sobre toda la regién di Delta del Orinoco. En los afios siguientes esta politica de concesiones se i so y ya no a tientas, sino impulsada por los consorcios anglol landeses desde 1a sombra, utilizando a venezolanos que habi perdido todo sentido de dignidad nacional. El 31 de enero 1907, Andrés J. Vigas obtuvo derechos para explotar el petrél en todo el Distrito Colén del Estado Zulia, aproximadament unos dos millones de hectéreas. Esta concesin fue traspasad inmediatamente a la Colon Development Company, filial d trust Royal Dutch-Shell. * El 28 de febrero de 1907 fue otorgada una concesién a tonio Aranguren para explotar asfalto en los Distritos Bolh y Maracaibo del Estado Zulia, en una superficie de un millén d hectiireas. Esta concesin fue transferida en 1913 a la Venezuel Oil Concession, empresa filial del grupo Royal Dutch-Shell y sult6 uina de las mas lucrativas por los inmensos yacimientos pi troliferos alli localizados; el 13 de julio de 1907, F. Jiménes Arrdiz obtavo concesién sobre medio millén de hectireas en lo Distritos Acosta y Zamora del Estado Falcén y Distrito Silva del Estado Lara; esta concesién fue transferida a a North Venezuel Petroleum Company, como las anteriores conectadas con el 364 s; el 22 de julio de 1907, Bernabé Planas recibié de aproximadamente medio millon de hectireas ivacoa del Estado Falcdn, transferida luego a la ied Oilfields, ligadas como las anteriores al capi- y especialmente al gobierno briténico. Una otorgada sobre Cubagua, pero caducé a los s, prorrogables por otros cua- s mil quinientos boli- fan a dos bolivares por hectirea de je seleccionada para la explotacién y cuatro bolivares bertad para importar las maqui- in el pago de los correspondientes impuestos. de estas concesiones fueron otorgados con vigencia la norma de la politica se- Bstado venezol: as décadas iniciales de la era Pero ocurre una breve interrupcién ocasionada por madas del imperialismo contra Venezuela, @ las 1a con decisién el dictador Cipriano Castro, hacien- ndo un nacional tbaro y primitivo que en 1a la rapaz penetracién de los colonizado- ‘ineos. Fs un hecho sumamente conocido de nues- ii, pero conviene recor Las clases fantes, sus idedlogos y caudillos meras décadas del siglo xix a las potencias impe- es, y éstos, ante la no in- ia. Cipriano Castro, un los que antes que él han lo el poder con Ja oligarquia caraquefia, reacciona vio- ynte contra esas agresiones resents (..-] algunas de Is apiracones independents y ee catia baities 4 a pencrsoion y explotacin. del nj, a como chad vantenete Uv reerinicb a ena, daiones de as grandes potencias imperialists, Uno eevee ds tos de Cipriano Castro Como gobermante fue envi tible al representante de Venezuela en la Comin Internacional de Arbitros Arbitradores que debfa dictar el Iaudo sobre los pr mas de limites con la Guayana inglesa, recomendindole no ace uuna decisiGn contraria a los intereses nacionales. Lamentablement cable u orden de Cipriano Castro Hlegé tarde, o bien el delegado rnezolano se hizo sordo, siendo por este motivo inmediatamente tit pa Gémez, antiguo subal que estaba entre las necesidades Ese nacionalismo intuitivo de Cipriano Castro, a pesar su despotismo y de las lacras del régimen que presidia, obst zaba el dominio’de los monopolios internacionales en Vent la. Esto explica por qué las potencias imperialistas insisten’ Times lentamente en sus pretensiones territoriales, reclaman el pago las deudas ateasadkas, capitalizando intereses y conspiran con autocracia de Cipriano Castro, explotando en beneficio suyo pugnas y diferencias existentes entre los caudil tenientes y organizando conspiraciones y perpetualo:* el gobierno de Castro, bertadora”, ) fragada por el trust del asfalto y al que Castro habia privado ee ee es ponce Resse Vr ee sus concesiones en el Oriente venezolano, Estas a Ja oligarquia caraqueiia comienza —al fin— arrollaban paralelamente a las reclamaciones de Besap tic Tniurrs. sieein.de cuai CIE repre, traidas con los paises imperialistas, Las reclamaciones superah ido de dignidad nacional después de un sig] con creces el monto real de las deudas: sus aspiraciones de ejercer “Ia tirania domés. gotadas sus fuerzas adulando a los 5 traidores a su origen de clase; dudando de los izada ‘por la tormenta zas. Con la dic: Paises acroedores venezolano 81.410.952 39.844.259 2.975.906 Francia 17.891.613 2.667.079 Inglaterra 14.743.523 9.401.268 palurdo Juan Ales 7.376.685 2.091.906 a de prorratear el subsuelo venezi “161 267.032 19. fi dle orden, gente de paz y trabajo”, quienes avalan la 161.267.0532 19.405 6a ieee Bate Sede eae ae 5 wdas —con conciencia hecho— por ios petroleros. Son arquia caraquefia, sus inte! Los monopolios petroleros, con conocimiento de las iam sas riquezas del subsuelo venezolano, derriban a Cipriano Cast frases y contratos y sa no por su despotismo y la orgia de sangre que preside desde poder, sino para imponer otro autécrata, otro caudillo mili terrateniente, sin escripulos de sentimiento nacional alguno y condiciones de realizar una politica de concesiones sin ningéin o Ww 6 mosos coches y Se € 366 367 Para imponer a Gémez, los monopolios petroleros com con la sumisién de los politicos de la oligarquia caraquefia. de diciembre de 1908, cuando se inicié Ia reaccién contra eb bieno de Cipriano Castro, José de Jesis Pail, Ministco de ciones Exteriores visit al’ Ministro Plenipotenciario. del Bi por su intermedjo solicité la intervencién armada de Estados elm omeominds Shbepadine dos para sosterigr en el poder “al esclavo galoneado” Juan) re ees aes i EER cente Gémez. La respuesta fue inmediata y efectiva: el 21 de Mi semevante aipitacién. Pero mi patriotismo [-..] a0 ciembre zarpaba hacia Venezuela el acorazado Maine, y el 2 is gro temor pr I fuera de aque pals orgie veo Des Moines y el North Carolina. En uno de le imientos extinajustados a la seriedad de sus princi de comisionado especial —versi is 1 como la demexacia mis acabuda y menos impereta dores del periodo colonial hispinico—, el contralmirante Cae Buchanan: en la “revolucién libertadora”. Gémez, desde smostraba que si era el Porfirio Diaz venezolano i el imperialism norteamericano. Lo confirmaban programa que le redactaron en 1911 sus paniagua- electuales: con esta politica de sumisi6n colonial, el go- carecié de escripulos para reiniciar la entrega yes sobre el subsuelo venezolano. En 1909, John Hajiolles, en representacidn de The Venezuela Developinent Tid, obtuvo una sobre 27.000.000 de hecices, en do- tados y en uno de los Territorios Federales. tooncraieie as Sipeeeeacis ysis al dduracién de treinta afios, comprendia una haber surgido alguna protestanaci foook f jue incluia los Estados Téchira,, Trujillo, Mérida, i cphners orpeoieacanes Basten Falcén, Carabobo, Yaracuy, Anzoétegui, Sucre, Mo: bis being 7) at gage i Esparta y Territorio Federal Amacuro. Quedaron a x compli colaboradr incondiiona durante fectos de esta concesi6n la peninsula de Paria, el Tres neoes a i coapan Waal del pels BP Pedernales y las islas del Territorio Federal Delta ipa ¥ el Distrito Benitez, en el Estado Sucre. Los impues- un bolivar anual por hectirea y a un canon del Esos tres meses fueron suficientes para que el comisiom Babess ia: elisa eA pais 0 Buchanan pusiera 4 prueba la capacidad de sumi ‘que tefinara y vendiera dentro de él [es decir, en el no Gémez ante los monopolios internacionales. onal} s6lo estaba obligado a la mitad de los im- 10 de 1909, Gémez en nombre de Venezuela Me pats ide, peices) parsltcros, reake Pe Mr ee cea auetss Pale erecho de expropiacién del terreno necesario para actitud asumida por Castro frente a las reclamaciones de BU Ge iststats. de loi derechos de impotlactn tamistas y consorcios norteamericanos. Esas reclamaciones Bray cl equipo vecesatio la de la United States and Venezuela, la de la Orinoco Corpor Py es cercntets catleaess- y la de la Orinoco Steamship Corporation. Estos “triunfos” puela Oilfields ae Benita me ne afi ics alvtag les de Ia diplomacia del dolar y del big stig, fueron reforza stents ae FSSC Lait tdaBe ide fit por otros: apoyo militar para evitar un posible regreso de ac Sith aneioholan tro™ y, como contrapartida, una concesién a la General Asp! es ee ee Bere eee e Peto no extrajo petréleo y dejé que el contrato caduca? Los acontecimientos se sucedieron ba Gémez una semana en el vistas celebeadas con el comi 368 369 cacién de esta concesién consistié en que establ las normas generales de las que se otorgaron en ese perto ciudadanos los como intermediatog, at i0s petroleros, para enajenar f al territorio nacional, i a Este fue el sistema mas eficaz y sobraron los prestanom La corrompida Qligarquia caraquefia, reparto del botin, sus apellidos e hipotecd su discutible prosapia colonial iqueros y aventureros de toda laya. Unidos en el comin jetivo de recibir algo del festin petrolero, estas familias —vét nes reales de Los Abila’— olvidaron sus ridiculas rencillas rroquiales para Bundirse en ta avalar la subasta del su todos corrian prest sos a las oficinas d 0s petroleros para prestar SUS i bres, muestra de desvergiienza de esta rqufa de canas fos enti ‘como calificara io de 1910, el abo, Ja General Asp cuatro a la Bermidez Company, neral Asphalt, Las condiciones en nada diferian del contrato gelles, con excepcidn de la dur: sin, que fue vada hasta cuarenta y sicte afios. El 2 de enero de 1912 semanas después de haber caducado la concesién Tregelles— abogado Valladares obtuvo,otras dos y para que no quedaf menor duda de la funcién que desempefiaba, la transfiti6 los dos dias a la Caribbean Petroleum Company, filial de General Asphalt. Estas dos concesiones comprendian un drew 27,000,000 de hectireas ¢ incluian en sus limites el subsueloy los Estados Sucre, Mo: va Esparta, Te llo, Mérida, Zulia, Lara, y Yaracuy Mientras esto ocurria, y se subastaba a pedazos el subs venezolano, ya las concesiones otorgadas en 1907 por el gol no de Castro habian sido adquiridas por el grupo angloholan En 1913, Andrés J. Vigas y Antonio Aranguren transfirieron derechos a una empresa briténica y durante ese mismo affo ¢ paiias filiales de la Royal Dutch-Shell seleccionaron reas Ja exploracién. La Bermadez Company, usufructuaria de la 370 res, seleccion6 veintinueve lotes de quinientas hec- \go Guanoco; la General ilizando in Valladares; en 1914, la Shell perforé folero con valor comerci elopment, poseedora de la concesién Vigas, comen- joracion en el Zul duefia de la conc en el Distrito Bol Estado Zulia** ‘€50 de enajenacién real del territorio venezolano os y miserables beneficios econémicos: a) Un boli ‘ea como impuesto superficial; b) Un royalty 0 re- jor cada tonelada métrica de petréleo bruto pro- ¥ ©) E150 por ciento de importacién que pagaban los dos. Una muestra de los beneficios obtenidos ios petroleros lo constitufa el hecho de que The leum Company —duefia de la concesién Valla- Wformaba que sus acciones, en 1914, habian subido en 00 por ciento, y cuando cedié la concesién a la Ro- consorcio del cual dependia, recibié un millén en el momento de formalizar el conve- wsticipacién del 8 por ciento, en especie, sobre la bruta de los pozos en actividad y de los que se per- de la Royal Dutch-Shell, en esta etapa de la pe- ista, es evidente; una de sus compafiias filia- welan Oil Concessions, constituida con capital de ile libras esterlinas, tenia ya en 1913 tina concesién, con We cincuenta afios y opcién a prérroga, sobre mas de mill la Colon Development, como la ante- és, hhectiireas, que le aseguraba el contro Coldn, Estado Zulia; poseia, igualmente, el 75 por foncesidn Vigas, ya que el 25 por ciento restante per- Gari Syndicate. En ese mismo afo, la Colon Oil Cor- Wirié las acciones de 1a Colon Development, cedien- eincuenta mil acciones al Carib Syndicate. 1917 y 1918, la British Controlled Oilfields Ltd. cons Milla! venezolana, registrada legalmente en el Canada, a7 con capital de 27.500.000 libras esterlinas. Esta compafia $@ Retr arinunatenen sn oe tendié por todo el territorio nacional con las ids diversas Pace Se ean en nominaciones: Antonio Diaz Gonzalez Oilfield Led., Aragua an 197: tO, Sa, cepted RE ploration Ltd., Pedernales Oilfield Led., Bolivar Exploration 4 toneladas métrcas, con wn valor de 899.673 Pany, Lara Exploration Company Led., Tucupita Company ina exportacién de café o.1519: 814 85 t8N6 Central Area Exploration Company ‘Led, y American Bh rane cek aeoanaae Company." De gste odo adquirié tanta tierra cuanto. pul ee ee tana neni a los pocos afios*de haber lo actividades dominaba unas dieciocho mil millas « por hectirea, a titulo cada tonelada métrica de r 18.566 toneladas pene la de café equivalia a 739.221 sacos, con 718, ‘ano. econémico 1920-1921, Ia iza la primera etapa de las inversiones de a 100.970 t financiero. mono} r to que la exportac inversiones rente al grupo ang sacos, con valot de Bs. 45.357.205.% Hasta landés, por intermedio de la Royal Dutch-Shell; el capital a del siglo xx, se desprende de lero norteamericano, concentrado fund: i to de exportacién, predominé sobre el pe- Sis empresas del trust Standard Oil, entre tanto hal lécada siguiente esa relacién cambié de arriba interés a controlar el vasto mercado interior de su pais y no bia adquirido el creciente desarrollo que se observa después Pe NARs Ja guerra mundial interimperialista de 1914-1918, Esta ee ung s de capital financiero, Per easastre Jas razones que permitieron al imperial Bed Sheree ines pte cal bs lantera y ganas tiempo al norteam Lemlig woos enon toe suelo: venezplano. mo norteamericano (que desde la indepen: Esas exportaciones razado vo apoderarse. del en la exploracién y ex os yacimientos petroleros im apiieves a Pitapetaa troducen modificaciones sustanciales en la econo! a Fakes ion nds; necesi que transforman —especialmente a partir de 1920 br oeh cet golpek tie Heed, a econdmica y social de este pais. Cierto que Bier te kaa cay continué sustentada por un sistema global rural-latifundista a unc sesotbae pa produccién agropecuaria en progresiva dependencia del m do exterior capitalista, regido por las necesidades de los polios, pero a esa dependencia es necesario agregar otro elem to: Ia organizacin del pais en funcidn de una zona destinada absorber excedentes de capitales y, conjuntamente, dora a las naciones metropolitanas imperialistas de una mat prima insustituible —hasta ese momento— para la movilizall de la maquinaria industrial moderna, En los primeros afios de explotacién petrolera, cin, 0, en términos mis exactos, la emigracién, de pet 372 le stos confiae Esta transformacién de Venezuela en, una semicolonial lena ani eae imperialismo se reflejé, en primer lugar, en las concesiones ne es que nunca comprarian ya hemos mencionado, en las que se otorgaron posterior das las recusables caracteristicas de la ley de y en la legislacién ad hoc, promulgada con la misma celet que se incrementaba la explotacién del petrdleo. Algunas rencias histéricas, incluyendo el periodo colonial hispinico, indispensables pafg la comprensién de este problema. En 1) resultaron satisfactorias: el 6 de junio de nat comenzaron a megs en el territorio venezolano Las ional aprobé wna nueva ley, que incorporaba la zas de minetia qiie reafirmaban el dominio del Estado m ficaciones propugnadas por las petroleras: politano sobre minas y materiales “semiminerales, como liqui mixima de explotacién se elevd hast ba oe de la tierra”, principio que fue ratificado por decreto presi ar de 60.000, como indicaba la ley de 1920; cial de Simén Bolivar, el 24 de octubre de 1829. El Cédigo ciales de explotacién fueron reducidos a Bs. 7, nero de 15 de marzo y el decreto de 4 de enero de 1855, €@t Bs. 10, por hect&rea; 3°) Los impuestos sobre aaa maron como principio inalienable la potestad de la nacién sol en las tietras del interior y fueron. sbolidés ie el subsuelo; el 23 de enero de 1904 fue promulgada una ley: re traspasos, y 4°) El articulo 50 de la ley de minas, modificada el 23 de febrero de 1906, que no alterd en el sentido de que la obligacién de Sa principio, respetado también por la ley de 9 de junio de 191K nadas fue sustituido por el pago de erficie inicial de explotacién.” Al tenor de esa legislacién general, fueron otorgadas las de la superf I de exp! meras concesiones, pero los monopolios petroleros no. es sfechos todavia los monopolios petroleros, satisfechos y presionaron para forjar una legislacién adaptada dictadura pe Vicente Gémez ac- sus intereses colonizadores. Primero fueron los decretos ¢ esfuerzo a t n sus protecto- mentarios sobre el carbén, petréleo y sustancias similares, f Gumersindo Torres fue destituido y fueron con. dos el 9 de octubre de 1918 y 3 de febrero de 1920, luego la I tantes de tres compafias norteamericanas pa- sobre hidrocarburos y demas minerales combustibles, promi nen la claboracién de una ley adaptada a sus da en 1920, modificada en 1921, 1922, 1925, 1928, 1935, 19% dor Gémez escogid a uno de ellos, el sbo- 1938. En esa ley de 1921, su redaccién definitiva correspon vel 0 Hernindez, para que conjuntamente con a los abogados petroleros, los mismos prestanombres de las de su régimen presentaran el texto definitivo, que meras concesiones, quienes anularon mediante el cohecho y en'la base de la legislaciOn petrolera venezo- soborno la politica del Ministro de Fomento, Gumersindo Ye aprobado por el Congreso Nacional el 13 de ses, orientada a obtener mayores beneficios ‘de la explotad petrolera: nes conjuntas de los monopolios y del gobierno 1s permisos para la explo- . jempo las compa En la primavera de 1921, después que las compas norte os iy. durante.cse. tiempo canas y el embajalor McGoodwin celebaron wna seve tacién, superficies de quinientas Pata ponerse de acuerdo sobre los cambios que deseat jite era s6lo de doscientas hecté- trolera, hicieton un esfuerao conjunto pata c ; os; antes la du- 1 McGoodwin fue a Maracay a defender € caso los siguientes | representantes de las computias se quejaban of a oe Cionarios del. gobiemno, -Asimismo se ejerci6. pre Iles céntimos de botivar por concepto, de explora Pietarios de tiers venezolanas que habian conseguido. permisos Dolivares por concepto de impuesto inicial de explota- 374 375 i6n, un impuesto de superficie que oscilaba entre dos y a ivares y un canon del 10 por ciento, abonado en dinero 0) especie. Los monopolios petroleros obtuvieron ademas el cho de expropiar y ocupar los terrenos que estimaran neces para efectos de perforacién de pozos y trazado de vias de nicacién, y fueron exonerados de los impuestos sobre im cién de’ mag i. La dictadura petrolera de Juan Gémez accedié, Finalmente, a algo que preocupaba mucho a. compaiias: ¢Dénde establecer las refinerias? Fstas fueron blecidas en Curazao, colonia de la Royal Dutch-Shell. Fue un parto de botin con la venia de la ley Un capitulo, todavia inédito, de la historia venezolanal constituyen las pugnas secretas entre el imperialismo norted ricano y el imperialismo angloholandés por el dominio sobre nezuela y por el control del ria de soborno y corcupcién al déspota y sus ly tenientes, de espionaje y y de vergonzosa ven dad de los funcionarios pai imperialismo norteamefh no, para ganar el tiempo perdido frente a su competidor holandés, apelaba a todos los medios y ya en junio de 1919 empresas de Estados Unidos habian adquirido setenta y cinco cesiones, compradas a prestanombres y funcionarios de la dura petrolera de Juan Vicente Gomez: La lista de los concesionarios primitives demuestea. di que Gémez otorgaba las concesiones 4 sus favoritos, y que el $l tinte que resut6 més favorecido. foe su yetno Julio Fr Mn quien Se concedieron dicisiete arrendamientos de 15.000 hes {ada uno de esos artendamientos}. La mayoria de las concesiones 1919 fueron compradas por la Maracaibo Oi! Exploration Com ‘empresa especuladora nofteamericana, cuyo objetivo era més bien {ociar en terrenos petroiferos que producir. En 1920 se adjudics 176 concesiones, todas a favoritos Venezolinos, y nuevamente fi veendidas a compafias norteamericanas [...]. Las empresas pet ron pronto qu uién no. podia conseguir a cesiones, on afortunaton ion se convictieron en eli agentes de las compafias. Un representante de una de étas $f 30 de Los favoritos de Gémner yl inf teerea de enezolano Ia obtcata ya iia compatla.Fecuctemente, ls intermediarosposlan Concesones sn’ preocpane de regattas, ya. que lo. sig €tpago. de fos impuestos. En ver de eto, primero encontabaa or desputsreistaban 7 la tansferan 376 saces, se hacia cargo de todos los impuestos aque que, entonces, ‘ ms Sy ic wnvirtg enna farsa. Servia meramente de Tern eas pusaguaos 1 Waban cons I Las com Sereglo ala ly de 1918, tin de los. fortunados 2 os ents del 1as norteamericanas fueron las mas favorecidas ‘0 de influencias y la venta de concesiones en este los monopolios angloholandeses tenian suficien- jorar y explotar, debido a las concesiones obte- trafico, los favoritos de la dictadura 0 s ¢ arruinaron para siempre porque sus Jifenoaas no_explotables'y se vieton obligndos isorios o a esperar que su concesién caducara exploratori versiones de capital petrolero —las consecuenc fas y sociales de este fendmeno—, Venenucla ‘como dea atrasada y semicolonial, al mundo re- alismo monopolisa y (debido a la ie wuinaria industrial contemporin We 1914-1918, que representa una formula Wesias metropolitanas para solucionar esas contradiccio. ¢ la rivalidad por el domi nte de materias primas y — 9s en una zona insalubre, mientras sus tierras dominio de las petroleras. .Contraste este muestra de la Venezuela de la época del pe- esarrollo ese proceso de ruina de areas de de una parte de la riqueza territorial a del petréleo como factor favorable a 1a con- propiedad territorial agraria, se manifest6 con de dominio piblico, es decir, en los terrenos ales y baldios en general. Los caudillos mili- Ds y asesores intelectuales, obtenfan por via de dos a recibir una peti |, denominada en la legislacién venezolana derecho dé 0s itrisorios tierras de ese tipo y luego las ce- vidumbre, de urls escasos céntimos de boliva sas ‘sobre la base de jugosas comisiones. Este der la situacién en que quedaron los 's propietarios del ager publicus super6 con creces —no €s tierra, conviene recordar que la Ley de Hidrocarburos establ fer una comparacién— la usurpacién y ocupacién, lo siguiente: ia de composicién, que se constata en Venezue- Lac iltimas décadas del siglo xvi. Ese proceso se 4 Compaiita pay Wi lis Memorias del Ministerio de Fomento, en 1900-1921, os derechos y_ serv "1 imal de, B20 pagiteaiets racién presentamos de inmediato algunos casos. Pests, y de Bs, 3.25 por alo y por hecties selec isterio de Fomento expidié veintiin titulos jos de taladrar y de explotacién. , en principio destinados a las actividades En i rias; ‘siete de esos titulos fueron otorgados de alee greats YenetOlano, centenares de familias Gi Conjunto tenjan una superficie de 6 leguas Galmente dedicadas a 19 agrcultira y la erfa quedaroaigy simas de legua; los catorce titulos restantes das de la noche ala mafana, con Ja misma fuerza que a ex juas cuadradas y 173. milésimas de legua, aptas Be rea ae oo comin : sas in . EL valor de estas operaciones ascendié ales nacionales teposan voluminosos exp en aquel mismo afio fueron confirmados tes de los litigios promovidos por los agricultores y criadores wulos a latifundistas que ocupaban, desde fi- tra las empresas del aceite que entraron a saco en esta pol XIX, reas de tierras baldias. if de nuestro territorio. Alli duermen el suefio del olvid ‘ Mai o de dad defi los délares distribuidos por los abogados petroleros permit NNN ee eee ee ee oT comprar la conciencia de jueces y autoridades. Los propiet etrenos baldios; uno devellos de modo gratuito equi- cuyas haciendas estaban en el rea de influencia de las expl #40 leguas cuadradas; los diez titulos restantes ampara- ciones petroleras, también fueron afectados porque sus p quadradas de terrenos aptos para la cria y 192 hec- y campesinos emigraron hacia las zonas donde los atrafan la agricultura. Estas operaciones estuvieron valoradas tios elevados en relacién a los que ellos devengaban. No 920,01, en dinero efectivo, y Bs. 2.040, por conceptos a ae a oe de Pane petrolero, i tierras a interna 2 6 oe ae ae inales_indigen: lavia subsistian como tales. Una lemés, en aquel afio, las Memorias del Ministerio de esas comunidades, la de los indios Cachama, vegeta en una a ran dieciocho titulos revalidados sobre terrenos bal- palidica; raquiticos, famélicos, los diltimos representantes, de hecho desde el siglo xix. 380 381 En 1903 fueron otorgados siete titulos sobre ocupaciém \cuy y Zulia, y, por otra parte, 234 ocupantes de Jeguas cuadradas y 943.717 milésimas de legua de as y 84,783 metros cuadrados revalidaron titulos si mB 5/998 70. oTemnbiem éne exped ¢ el Ministerio de Fomento. Y al si fe una superficie rminada de tiercas pari gratuita ascendié a 19.303 hectéteas y 7.799 me- 1904 fueron expedidos diez titulos sobre terf en los Estados Lara, Zulia, Monagas, Arague, Su- Bs. 24.091,54. Este proceso se intensificé en los ies donde exis Me y los poseedores de titulos revalidados los cedian, sin escri de conciencia, a los intermediarios y comisionistas de las sas petroleras para labores de exploracién, con el result mediato de que extensas areas quedaban sust agropecuaria, Asi ocurtié sisteméticamente, de modo si 6.209 1.025 tivo en 1909-1914 y, después de una breve intercupcién, a Anaostegui 149. 3.265 % 2.473 tir de 1917, cuando solamente en seis Estados fueron otoy a oy, 18.715 hectireas y 9.463 metros cuadrados. man 5 1.036 6.000 ‘TIERRAS BALDIAS CEDIDAS POR LA NACION EN 1917 2.639 =. ‘Tiesras cedidas tivulos revalidados en 1920, para legalizar apropia- Heh, figuran peticiones con caricter colectivo: diez Wectireas en Boconé, Estado Trujillo; sesenta y cuatro Sucte, Estado Portuguesa, por 278 hectireas y 3.377 lrados; ciento ocho por 3.490 hectireas y 2.265 metros 4) el Distrito Guanare del Estado Portuguesa, y vein- En 1920 fueron adjudicadas de modo gratuito 38.632 Jones por 4.583 hectéreas y 8.300 metros cuadrados reas y 7.795 metros cuadrados entre nueve propietarios de es a veinticinco propietarios del Distrito Crespo, Estados Anzoategui, Bolivar, Lara, Monagas, Portuguesa, 382 383 TIERRAS BALDIAS ENAJENADAS EN 1920 Sucre Marifio Anzoitegui Bolivar 149 3.265 Zulia Zalia 1.939 (eatee 10 peticio 997 4710 3.377 (eatte 64 petici 9.773 2.265 (eotre 108 petici 2572 1.200 913 7.100 irea del Lago de Valencia, Sierra de Carabobo, y On , Cordillera andina, Lara-Fal My Oriente pertenecian al déspota y familiares. 36209 84.783 385 Giménez. Ademés, Galavis —gobernador del Estado Yi 1 el influjo de nuevos grupos familiares —esos hasta 1936— tenia plantaciones en la costa de Falc6n y hia 9, Gémez Revenga, Méndez Llamozas, Gémez los Llanos; en Lata y Téchira, Eustoquio Gémez, un pi arcia, Garcia Gémez y los que disimulan la re- brutal y alcoholizado, poseia las mejores tierras, funciéal ea—, que desde entonces se integraron a los desempefiaba en Portuguesa su hijo Josué Gomez. En el is de la ociosa clase latifundista y de la bur- Zulia, Vicencio Pérez Sot vf Para la petite histoire y para el re- presas petroleras,‘gompartia con los Paris la condicién de: », quedan las escenas descritas con pluma de fue- latifundista regional; este Pérez Soto también tenia tierras ‘el Pocaterra y Rufino Blanco Fombona. Nos Estado Aragua, entre otras, la hacienda La Estancia, y en fuerzos de los representantes de esas clases so- tado Miranda natrimonio a una hija o una hermana con un cualquier rufién del régimen gomecista. En el EstadosApure, Juan Alberto Ramirez h saco apoderindose de las fincas ganaderas; en el sae Le6n Jurado saqueaba el patrimonio territorial de la ant garquia coriana y de los caudillos liberales; en el Distrito Veneruela, en las primeras décadas del siglo xx, el pe- te, Estado Aragua, Enrique Urdaneta Maya, ex secretario d factor de movilidad de la propiedad territo- mez y bufon de la corte gomecista debido a su senil serv ¢ influye en la incorporacién de extensas drcas se apoderé de las tierras ejidales de La Victoria y, sobre la ico —ejidos, tierras nacionales y municipales— de presién y amenazas, de las haciendas que se extienden las petroleras y de los caudillos militares en El Consejo a La Victoria, entre otras las siguientes: Tiquil jierno. En el mismo sentido, arruina, por sus res, Tiquite Esperanza, Guareima, Guareimita, La Mora 's amos de la tierra y enriquece territorialmente camaya, ¢ integré estas propiedades en un latifundio don imen y hombres de confianza de las em- minaba en términos de horca y cuchillo, se-azotaba a los pi ste es un fendmeno de transferencia de pro: se les mantenia encadenados a la tierra por el sistema de d 1¢ no modifica cualitativamente el caricter lat que pasaban de una generacién a otra generacién. Este de la tierra y que puede considerdrsele dio fue heredado por la Sucesién Urdaneta Carrillo y accién de favorecer esa transferencia— equi- subsiste, desintegrado por el desarrollo industrial del 8 impulsados en el mismo sentido por la Ricaurte. Independencia, que permiten a los caudillos popular entrar por la puerta grande a com- ial agraria can los descendientes de la anti- En uno y otro caso, el latifundio, como olvidar, porque es un aspecto de s ia econémica a de un sistema global de relaciones de produc- cial en el periodo petrolero. En cada regién un Gomez Rosario, Evaristo, Gonzalo, José Vicente, etc., sus Estos son casos tomados al azar, pero se trataba de Wi tuacién general que, aunque rel iente, convi la familia Gomez y sus favoritos incor. 0 sicarios del tipo de Eloy Tarazona, Jos ta tercera parte de la tierra cultivada” tia Velasco, Elias S. Hugo Fonseca Rivas, etc., y los | problema para comprender cémo se habia sentantes de las antiguas nantes, controlaban Ii esidn latifundista de la tierra en las primeras econémicoy a era. En efecto, en 1920, el 85 por ciento rolada por el 8 por ciento de los proj Yaracuy, el 78 por ciento de Ja tierra per 389

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