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EL ÁNGEL DE LA HISTORIA 
Genealogía, ejecución y derrota del golpe de Estado
2018-2020
 

Rafael Bautista S.

EL ÁNGEL DE LA HISTORIA 
Genealogía, ejecución y derrota del golpe de Estado
2018-2020

yo soy si Tú eres
ediciones
 

El ángel de la historia.
Genealogía, ejecución y derrota del golpe de Estado
 2018-2020 

Primera edición:

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nes reprodujeren, plagiaren, distribuyeren o comunicasen públicamente, en
todo o en parte, el presente texto, sin autorización previa y escrita del autor
o la editorial.

© Rafael Bautista S., 2020


rafaelcorso@yahoo.com
© de la presente edición:
yo soy si Tú eres ediciones, 2020
© el taller de la descolonización
La Paz, Bolivia
© diseño de cubierta:
composición digital sobre una idea
© fotografía cubierta:
© fotografía solapa de cubierta:

IMPRESO EN BOLIVIA / PRINTED IN BOLIVIA


ISBN:
D.L.:
 

ÍNDICE

Prólogo de Helena Arjirakis 9


Introducción general: El ángel de la historia 19
PRIMERA PARTE
LOS COLORES IMP IMPERIALES
ERIALES
DE UNA REVOLUCIÓN POSTIZA 
§1. Después de Venezuela, Bolivia: ¿cómo se produce
una “revolución de colores”? 39
§2..
§2 El des-orden tripolar como transición de un mundo
sin defnición 61
§3..
§3 Amazonas: el inferno detrás del incendio 75

SEGUNDA PARTE
LA ESCENOGRAFÍA DEL ASALTO FINAL
§4. La “so
“solución
lución por el desastre 87 
§5..
§5 ¿Hay una salida salomónica a la crisis? 99

 TERCERA PAR
 TERCERA PARTE
TE
GÉNESIS Y NATURALEZA DEL GOLPE
§6.
§6. La geopolítica del Anticristo 107 
§7..
§7 La academ
academia
ia jailon
jailonaa se “indi
“indigna”
gna” por llamar golpe al

§8. golpe
La “transición” hacia la “solución fnal” 119
125
 

§9..
§9 “A confes
confesión
ión de golpe, relevo de fase” 131
131
§100.
§1 Del “estado aparent
aparente”
e” a la “anomi
“anomiaa estatal” 147 
§11. Génesis y naturaleza del golpe 157 
157 
§12..
§12 Del Estado de excepción al Estado de rebelión 171
CUARTA PARTE
EL ESTADO
ESTADO DE SITIO
SITI O MUNDIAL: LA PLAN-DEMIA 
§13.. La pandemia viral como principio del “panóptico
§13
global” 185
§14. Del “mundo post-c
post-covid”
ovid” al “nuevo orden post-
mundo” 201
§15..
§15 De la quiebra mundial a la “deud
“deudaa infnita
infnita””
213

QUINTA PARTE
LA RECUPERACIÓN POPULAR DE LA DEMOCRACIA 
§16.
§16. Hacia una geopolíti
geopolítica
ca del poder popula
popularr 2499
24
§17.. La descol
§17 descoloniza
onización
ción de la democraci
democraciaa 267 
§18.. Bolivia: La Insurrección oligár
§18 oligárquica
quica contra El “Estado
Plurinacional” 291
§19.. De la victor
§19 victoria
ia popul
popular
ar al triunf
triunfoo pírri
pírrico
co del MAS 311
 

de Ami
la memoria
hermano
 Juan
 Juan José Bautista
Bautista Segales 
 

PRÓLOGO:
HACIA UNA GEOPOLÍTICA DE LA LIBERACIÓN
HERMENÉUTICA CRÍTICA DE LA COSMOVISIÓN
IMPERIAL

edepuede testimoniar
testimoniar,
de un, en el libroanalítico
de Rafaelpropio,
Bautista
queque, a partir
S la creación modelo tiene
rentes niveles de análisis y que parte del reposicionamiento de la
geopolítica y la búsqueda de la mirada de lo macro, de la territo-
dife-

rialidad, de las pulsaciones de poder en el ámbito internacional,


se va generando un contexto importante de análisis. Permanen-
temente, Rafael Bautista hace un seguimiento a la mutación del
poder o a la transformación
transformac ión del poder.
poder.
  En su libro y en los artículos1 sobre octubre y noviembre
de 2019, Rafael Bautista hace un análisis sui generis. Rafael Bau-
tista es un inconformista, no sigue las categorías, pasos, recetas y
caracterizaciones de una academia que, a nivel internacional, se
ha visto desbordada por los acontecimientos, las mutaciones del
poder y la mutación de las circunstancias en las cuales se están
desarrollando las nuevas disputas por el poder poder..
  En el caso del Golpe de Estado en Bolivia, los análisis
de Rafael parten de este modelo analítico que se ubica en lo
1 Publicados en  América Latina en Movimi
Movimiento
ento. www.alainet.org y en otros
medios digitales e impresos
impresos..
[9]
 

10   Prólogo

macro, desde la geopolítica, en la mutación y combinación del


poder de manera transversal. El modelo analítico combina estos
dispositivos de poder duro: la variable militar y las mutaciones
del poder militar (es decir, lo que se conoce en las Doctrinas
Militares como la Guerra Híbrida, la Guerra No Convencio-
nal, las eorías
eorías de la Subversión, los
lo s Golpes Blandos, los Golpes
Suaves); con los dispositivos de poder suave: los medios masivos
de comunicación, que generan una injerencia en el cambio de
las correlaciones de fuerza y en las llamadas Guerras de Cuarta
Generación.
  El autor toma en cuenta otra dimensión del poder que no
podemos
inteligente,dejar de mirar
el Smart en, elquepresente:
Power  la dimensión
esencialmente del poder
es la tecnolog  ía,
a  ,
í 
la inteligencia artificial y la neurociencia. Pero esencialmente el
modelo analítico de Bautista es efectivo porque tiene un anclaje o
un cable a tierra, que es lo que le da esa mirada particular
par ticular y única.
Ese anclaje consiste en analizar el mundo desde la perspectiva de
las relaciones (pos) coloniales de poder.
poder.
  Como sudamericanos y como bolivianos no podemos dar-
nos el lujo de desprendernos del análisis a partir de las relaciones
coloniales de poder. Este no es un análisis cultural, accesorio o
complementario, sino que debe ser el nudo desde donde miramos
las relaciones de poder. Esencialmente, ésta es la disputa principal.
 Analizando desde la perspectiva marxista moderna de las relacio-
nes burguesía – proletariado o desde otro tipo de mediaciones de
poder, pareciera que mirar la problemática de raza es una media-
ción obsoleta. Pero, lo que hace Rafael a lo largo de este libro es
demostrar, a partir de diferentes cortes en el tiempo, cómo esas
relaciones coloniales
mente porque a nivel de poder siguen
internacional estando presentes,
la geopolítica del poderprecisa-
es una
 

Hacia una geopolítica de la liberación 11

relación imperial, que tiene una lógica de sometimiento a partir


del dispositivo de raza y del dispositivo colonial.
  Lo que llama la atención es el modelo analítico, epistemo-
lógico, metodológico, teórico y práctico que
qu e utiliza Rafael Bautis-
ta para hacer la lectura de la realidad. A diferencia de otros ana-
listas, internacionalistas o politólogos que evalúan la perspectiva
internacional, pero que al no tener ese anclaje de las relaciones co-
loniales del poder,
poder, se pierden en una abstracción
abstrac ción internacionalista
que no decanta en caracterizar cuál es la situación real en Bolivia
y en Sudamérica. En ese entendido, es importante este modelo
de tres cortes geoestratégicos: lo macro, lo meso y lo micro. El
 desde
 desde
lugar 
analítica dondeBautista,
a Rafael se mira elque
mundo es lolasquenuevas
muestra le da correlaciones
esta fortaleza
de fuerzas a nivel mundial y nos habla de la disputa en el ámbito
internacional.
  Muchas veces pecamos de un localismo, miramos los acon-
tecimientos en Bolivia de manera aislada. Pero, no se pueden en-
tender los eventos de octubre y noviembre de 2019 si no mira-
mos lo que está sucediendo en el ámbito internacional. En ese
entendido, lo que estamos viviendo en el ámbito internacional
es una disputa, una desconfiguración y paralelamente una recon-
figuración del orden internacional, donde efectivamente hay un
unipolarismo y un proceso de desglobalización. Es decir, estamos
ante el desmontaje y el fracaso absoluto de la globalización que
el imperio estadounidense inició a fines de la Segunda Guerra
Mundial; y ante la búsqueda de un orden neoimperial que busca
re-centralizarse en una disputa de recaptura de hegemonía. odo
esto frente a un nuevo orden emergente, en pugna precisamente
con
y su laproyecto
Federación
en elRusa y su proyecto
eje Este-Oeste, eneuroasiático, cony la
el eje Pacífico enChina
el eje
 

12   Prólogo

Sur-Sur. En ese sentido tenemos diversos elementos para analizar


ante la reemergencia de China porque esencialmente estamos ante
a un nuevo escenario de conquista: estamos frente a un bloque
histórico conformado sobre el eje del Atlántico Norte en disputa
con la reemergencia y la consolidación del eje Pacífico Sur y las
relaciones Sur-Sur.
  En esa línea de pensamiento, Bautista plantea la emergen-
cia de un orden multipolar; sin embargo, ese orden aún no se
consolida porque estamos inmersos en el desmontaje y transición
de un orden internacional anterior
anterior.. Actualmente vemos como ese
orden internacional en disputa pugna por distintos dispositivos de
orden,  aún no se definen las estructuras de la nueva disposi-
ción delpues
orden emergente.
  Las posibles disposiciones emergentes del orden interna-
cional están pulsando en torno a varios ejes, uno de ellos es el
unipolarismo  rígido, expresado a través de la militarización de la
política exterior estadounidense. Este eje se evidenció, por ejem-
plo, a partir de la gira del ex Secretario de Estado de los Estados
Unidos, Rex illerson,
illerson, acompañado por el Almirante Kurt idd,
idd,
Comandante en Jefe del Comando Sur. Este es un evento llama-
tivo para la historia sudamericana, ya que, desde la finalización de
las Dictaduras Suramericanas, la transición y recuperación de la
democracia en la región, la política había actuado dentro del lími-
te institucional del Régimen Democrático y no se había acudido
o desbordado hacia al ámbito militar. Sin embargo, a partir de la
gestión del presidente estadounidense Donald rump, la política
se ha visto desbordada fuera de los límites de contención institu-
cionales de la democracia y la Política
Política Exterior estadounidense re-
curre
actorescon
de insistencia en reposicionar
poder estratégicos a las Fuerzas
en la delimitación del Armadas
orden, nocomo
sola-
 

Hacia una geopolítica de la liberación 13

mente a nivel internacional sino también en el ordenamiento na-


cional al interior de los Estados sudamericanos. En ese entendido,
esa gira protagonizada por el ex Secretario de Estado illerson
illerson con
el Almirante Kurt idd
idd del Comando Sur Sur,, abre la puerta al retor-
no del militarismo y el reposicionamiento de las Fuerzas Armadas
como actores de poder en el continente Sudamericano, generando
la posibilidad de alteración de correlaciones de fuerzas en los equi-
librios estratégicos internos de los Estados de la región.
  Las generaciones que hemos visto, vivido y conocido las
Dictaduras Militares de los 70 y 80, las analogías, similitudes y
patrones son por demás evidentes. Sin embargo, el militarismo
que estamos
tarismo viviendo
del siglo en el siglo
XX. Porque esteXXI es de lejosmilitarismo
“renovado” diferente alsemili-
pre-
senta desde la sociedad con fachada no-militar, desde la variante
para-política y para-militar
para-militar..
  Otro elemento que destaca al autor cuando habla de la
Guerra Híbrida, los Golpes Suaves, los Golpes Blandos y estas
nuevas tecnologías de derrocamiento es que no hace falta tener
tanques y militares en las calles para vivir una militarización y para
vivir una situación de Dictadura  fáctica. Por lo dicho, uno de los
proyectos y dispositivos del orden emergente puede ser el retorno
a este unipolarismo  rígido de la mano de la militarización, que es
esencialmente uno de los hilos o líneas estructurales - explicativas
que podemos ver en Sudamérica hoy.
  Otra de las disposiciones de orden que podernos identificar
es una suerte de bipolarismo híbrido entre Estados Unidos con la
Federación Rusa, tratando de reeditar un orden internacional de
Guerra Fría. Para nadie es desconocida la reemergencia impactan-
te de la con
URSS), Federación Rusa euroasiática
su aspiración (luego del desmembramiento de la un
y la búsqueda de generar ex
 

14   Prólogo

proyecto europeísta cada vez más independiente y autónomo de la


incidencia o del impacto estadounidense.
estadouniden se. En este sentido, los rusos
están generando una gravitación geopolítica cada vez mayor so-
bre Europa, buscando adherirse al propósito de reemergencia de la
Ruta de la Seda de la República Popular de la China, para construir
constr uir
este nuevo proyecto europeo, con la intención de cierta autonomía
y límites respecto al esquema de hegemonía estadounidense.
  Otra posible disposición del orden internacional es el tri-
 polarismo, que estaría caracterizado por un reparto territorial del
mundo entre Estados Unidos (con su zona de influencia en las
 Américas y en el Atlántico Norte), la Federación Rusa (con su
proyecto euroasi á
geoestratégico en tico) y China.laEstados
Sudamérica, Unidos
Federación Rusaconcon
predominio
predomi-
nio geoestratégico en Europa, el continente euroasiático y en el
norte de África; y China con predominio geoestratégico en el su-
deste asiático, en el eje sur-sur, el anclaje hacia el pacífico y en la
disputa por África.
  Ahora, ¿P
¿Por
or qué menciono estas tres posibles disposiciones
de orden y la disputa por el orden internacional? Precisamente
porque estas disputas son las que explican los acontecimientos
recientes en Sudamérica. Estos son los acontecimientos estructu-
rales de fondo o contexto que explican el Golpe Híbrido Combi-
nado de octubre y noviembre de 2019 en Bolivia. Estas disputas
por el orden internacional también dan sustento o explican que
el coronavirus y la gestión de la pandemia se haya convertido en
un Estado de Sitio no declarado, donde el mundo entero está vi-
viendo bajo un Estado de Excepción para-sanitario, represivo y
autoritario.
 fundización
Estamos viviendo
de un Golpeladeimplementación, prolongación
Estado para- sanitario a nivel ymun-
pro-
 

Hacia una geopolítica de la liberación 15

dial, donde Bolivia es el reflejo territorial de disputas por la re-


configuración de tres potencias (EEUU, China y la Federación
Rusa) que no son democráticas y que no son de ninguna manera
liberales. Estados Unidos está abdicando de su vocación liberal
para volverse un Estado cada vez más autoritario y militarizado.
Por ende, el coronavirus está dentro de esa lógica de declaratoria
de Estado de Sitio, de Estado de Excepción mundial.
En este sentido, el libro de Rafael Bautista es una lectura
imprescindible en tanto que es un modelo analítico, un  método
de análisis y de cable a tierra con esta manera de concebir el mun-
do desde las relaciones coloniales de poder. Si hacemos un segui-
miento
Bolivia, de
en los
estaeventos,
estrategiaposiblemente lo aque
de post-Golpe estamos
partir del 23viendo en
de enero
de 2020, es la configuración y profundización de una Dictadura
blanda. ¿Por qué dictadura blanda? Porque es una dictadura no
militar, pero de Co-Gobierno Civil-Policial-Militar. Un Co-Go-
bierno conformado por tres Bloques de Poder: el Civil, el Policial
y el Militar.
  Pareciera
Pa reciera que los objetivos de dicho Co-Gobierno Ci-
vil-Policial-Militar son: 1) instaurar un proyecto de disciplina-
miento social antiliberal, políticamente reaccionario, socialmente
violento y religiosamente conservador, conculcando y desmante-
lando las libertades, los derechos, las conquistas sociales, políti-
cas, ecológicas, medioambientales y colectivas; 2) en esa lógica
de desmantelamiento y destrucción, el repliegue militarizado del
bloque social en el poder, del sujeto político, histórico y social del
proceso de cambio y de una revolución del bloque indígena, ori-
ginario, campesino, obrero, popular y femenino; y especialmente
3) la reducción
género a una situación
y de lo femenino. de  gueto
Con esto,  y re-subalternización
pareciera del
que hay una inten-
 

16   Prólogo

ción expresa de aniquilar al sujeto indígena, originario, campesi-


no, obrero, popular y femenino del escenario de la lucha social e
inviabilizar el objetivo revolucionario de Vivir Bien.
  Rafael Bautista puntualiza de manera muy clara que no se
trata de un proyecto de dialéctica de clase,
c lase, sino de un proyecto de
dialéctica Capital  versus
  versus Vida . Lo que se está jugando hoy en el
mundo entero no es solamente la disputa sobre el acceso y control
del excedente, sino el control sobre la vida. En ese entendido, la
reflexión es importante y provocadora. A través de ella se hace
evidente la miopía de muchas y muchos que no se dan cuenta de
lo que está sucediendo frente a sus ojos.

puesta Lo más potenteepistemológica,


metodológica, de la obra de Rafael Bautista
filosófica es esta pro-
y hermenéutica,
en términos de la forma en cómo mirar la realidad, que desborda
las limitaciones de los academicismos. Por ende, resulta necesario
retomar este proyecto civilizatorio del Vivir Bien como alternativa
de vida. El Vivir Bien no es una alternativa política entre otras , ni
una opción, ni expresión de la libertad de conciencia. Frente a lo
que está en juego en el mundo entero, el Vivir Bien se convierte
en la única opción que queda para el proyecto emancipatorio sud-
americano.
  Es necesario leer este libro porque el análisis del Golpe de
Estado es, de lejos, mucho más abarcador que el análisis de otros
colegas, entre ellos, intelectuales de izquierda
i zquierda que niegan el Golpe
y que desde una ceguera ética y política selectiva, sustentan que la
movilización social y el Paro Cívico de los Pititas fue una Revolu-
ción popular.
popular. Al contrario, las Pititas fueron la base civil-ciudada-
na-urbana que dio inicio al Golpe Blando, a la escalada del Golpe
de Estado,
tuvo en dispositivos,
diversos el marco de laporGuerra Híbrida. El
ende podemos Golpe
hablar de de
unEstado
Golpe
 

Hacia una geopolítica de la liberación 17

de Estado Combinado; el dispositivo mediático con la narrativa


del fraude, la fase civil con el bloqueo y el Paro Cívico de 21 días
de las Pititas, la fase policial con el motín y la irradiación geopo-
lítica de los amotinados, la fase militar con la no intervención de
las Fuerzas Armadas para defender el orden constitucional (en este
caso las Fuerzas Armadas actuaron no solamente por acción sino
también por omisión); y la fase del Golpe Parlamentario.
Es decir, la consumación del Golpe de Estado en el Parlamento o
la Asamblea Legislativa Plurinacional, con la autoproclamación y
la posesión de manos de los Altos Mandos Militares y Policiales
de la usurpadora ex presidenta de facto, Jeanine Añez, quien en
compensación
  c onfiguró
configuró
Este proceso unóCo-Gobierno
termin Civil-Policial-M
Civil-Policial-Militar
  de configurarse ilitar.de
el 22 de enero .
2020, cuando se instaló este Régimen de  Facto o la Dictadura
Blanda (Dictablanda), y cuando Jeanine Añez se proclamó a sí
misma como candidata, buscando la legitimación social del Ré-
gimen de Facto y aplazando la posibilidad de retorno o recompo-
sición de la institucionalidad democrática al postergar en cuatro
ocasiones la convocatoria a Elecciones Generales.
  Como se puede evidenciar
evidenciar,, estos acontecimientos no se
pueden leer desde el punto de vista de la ciencia política pura, ni
del derecho puro, ni del derecho internacional. Es la geopolítica
la que nos da la clave interpretativa. Como afirma Rafael Bautista,
Bolivia se convierte en una suerte de pivote de re- balcanización
de Sudamérica, porque desde Bolivia se visibiliza la embestida y
la estrategia para Sudamérica frente al fracaso estadounidense con
Cuba y Venezuela.
Venezuela. La reembestida en Bolivia se vuelve a activar a
partir de la aplicación de la subversión
su bversión y de la Guerra Híbrida . En
tal sentido,de
genealogía el libro es útilsui
este Golpe y una lectura
generis, de obligada,
la Guerraporque
Híbridahace
y deuna
los
 

18   Prólogo

efectos del Golpe. Prácticamente, es como una suerte de crónica


anunciada.

Helena Argirakis Jordán


Politóloga e Internacionalista Cruceña 
Marzo de 2020
 

INTRODUCCIÓN GENERAL:
EL ÁNGEL DE LA HISTORIA 

E l presente trabajo es un testimonio, no sólo para el futuro


sino para todos los tiempos, acontecidos y no acontecidos; es
nuestro testimonio para los tiempos pospuestos, pendientes, tam-
bién para los porvenires no acontecidos, no logrados, pero, sobre
todo, para nuestro más emergente pasado, aquella antigüedad sa-
grada que nos legó nuestro pueblo en su lucha acumulada. Porque
fue siempre la historia, nuestra historia, la fuerza que permitió
nuestra rearticulación más consumada como pueblo.
En el golpe de Estado de 2019, en esa hora fatídica, el pue-
blo, nuestro pueblo, quedó huérfano de su representación política
que, por puro cálculo, se retiró de la contienda (dejando en la
incertidumbre a todosdelsus
mamiento victimista queadeptos), recluyéndose
se cree infalible en el ensimis-
e imprescindible. La
planificación fascista del golpe acopió, de ese modo, los mejores
argumentos para promover la figura del “vacío de poder”; de ese
modo se envalentonaron contra un pueblo abandonado a su suer-
te, amenazándolo con el descuartizamiento no sólo s ólo simbólico sino
político. Cercenar su espíritu milenario fue el objetivo siempre
postergado que se buscó, una vez más, hacerse realidad. La oligar-
quía y su  juramento de superioridad  ante
 juramento   ante el indio (la básica recu-
rrencia de su mísera ideología), repuso sus endechas nostálgicas de
una república patronal.
[19]
 

20 Introducción general

  La brutal e insolente insurgencia fascista, con aparente fi-


sonomía democrática, se constituyó en la más acabada respuesta
señorialista al atrevimiento popular: pretender un país entre igua-
les. De ese modo, la derecha se expuso de cuerpo entero y mostró
que no está dispuesta a compartir un país que considera suyo (la
autoproclamada ya lo había advertido: “nos van a tener que pedir
permiso…” y demás exabruptos de su lengua suelta, al igual que
Camacho). Para la oligarquía, el elemento nacional siempre fue
considerado un inquilino y, como tal, alguien que debía de pagar,
por el simple hecho de estar dentro de lo que consideraban y con-
sideran su latifundio. Esa visión provinciana que tenían y tienen
de su país, retrata
su naturaleza no sólo laquemezquindad
antinacional, propia de
se tradujo siempre en esa
ese elite sino
olímpico
desprecio hacia su propia nación.
Este testimonio reúne una compilación de las reflexiones
que suscitaron en nosotros el golpe de Estado acontecido en Boli-
via, en octubre y noviembre de 2019. Fue también la comproba-
ción fáctica de los alcances logrados en la perspectiva geopolítica
que hemos venido trabajando, en el último tiempo, como geopolí-
tica des-colonial  de
  de la liberación. Desde esa perspectiva fuimos ar-
gumentando la hipótesis de que lo que estábamos viviendo retrata-
ba un  golpe geopolítico
geopolítico de car ácter híbrido, propio de las estrategias
carácter
de las guerras de cuarta generación.
La lectura tradicional, en la cual se encuentra atrapada tam-
bién gran parte de la izquierda, no pudo evidenciar lo que se estaba
tejiendo, no sólo porque descuida la geopolítica (que es el ámbito
donde se expone la más acabada ideología imperial) sino, porque
al no poder desprenderse de la perspectiva eurocéntrica, que delata
además su carácter
la narrativa imperial.colonial, queda
No conocen inevitablemente
al Imperio, subsumida en
sólo lo suponen.
 

El Angel de la historia 21

  El mismo relato del “fraude


“fraude”” se desprendía de la narrativa
imperial naturalizada mediáticamente, como el paraguas mitoló-
gico de la democracia en cuanto
c uanto “institucionalismo democrático”;
que es el recurso ideológico que intenta sostener la máscara de-
mocrática de la oposición. Pues la democr acy made in USA, como
democracy
“sistema institucional”, no es más que uno de los mitos que la
globalización neoliberal se ha encargado de canonizar en todos los
sistemas académicos de Latinoamérica.
En esta narrativa se constituyen los nuevos cruzados   que
promueven los poderes fácticos, a nombre de la “libertad”, para
 justificar y legitimar la persecución de los “enemigos de la demo-
cracia”; siendo
vas teorías estos el propio
que de-forman a unpueblo, invisibilizado
tipo específico por las nue-
de intelectualidad:
si antes, al menos, la Universidad pública producía “intelectuales
orgánicos”, hoy produce intelectuales transgénicos ; cuya letalidad
es similar a las epidemias virales, pues contagian un repuesto des-
precio aristocrático hacia el pueblo que, en la arena política, se
traduce en apuestas hasta fascistas, disfrazadas con toda aquella
terminología posmoderna que, relativizando todo y excluyendo
categorías críticas de análisis de la realidad, provocan –como efec-
tos prácticos– la desarticulación y disolución del bloque popular,
promoviendo sólo luchas particularistas (de carácter meramente
corporativista), fragmentando toda posible irradiación estratégica
y unificada del bloque popular en su lucha histórica, es decir, ha-
cerse efectiva unidad popular .
Curiosamente, ese tipo de luchas corporativistas, despier-
tan nuevos fundamentalismos, que reponen la tradición liberal en
sus manifestaciones más extremas. La lucha se individualiza y el
individuo es todo,
para afirmarse comocuyo poloes,dedebe
lo que oposición es otrodestruir
proponerse todo; estodo
decir,
lo
 

22 Introducción general

demás. Ese tipo de radical despolitización, es decir, de guerra dis-


frazada, expone a una sociedad polarizada bajo cualquier
cualqui er pretexto.
Solo hace falta prender la mecha del descontento para activar e in-
flamar una convulsión social, que ya no decanta en la antesala de
una revolución sino en el caos constante, continuo e indefinido.
El famoso “caos constructivo” que promueve la última asonada
imperial, siendo, en realidad, la irradiación del caos infinito, que
reafirma la apuesta de sobrevivencia del Imperio decadente en un
mundo ya no unipolar (único mundo posible para un Imperio):
la estabilidad, o sea, la paz, es el enemigo (“si caigo, que caigan
todos”).
 estabilidad
Ese social,
parece esserdecir,
el poder acechante
y acorde que mina
al escenario toda posible
beligerante de la
doctrina militar del caos constructivo, la paz aparece como la in-
conveniencia básica para los nuevos ciclos de acumulación global
del capital. En ese sentido, la acumulación por despojo produce,
a su vez, el despojo de las opciones vitales que hacen posible todo
horizonte utópico, es decir, el despojo es multidimensional y le
priva a la humanidad hasta de ese poco resto crítico que se precisa
para imaginar alternativas.
El there is no alternative   neoliberal no sólo producía un
mundo sin alternativas sino, lo que es peor, un no mundo; pues
sólo hay mundo si hay posibilidades existenciales y, y, en un mundo
sin alternativas , la única posibilidad es la pura fatalidad, o sea, la
imposibilidad misma. Y eso se está realizando como confinamien-
to global. Recluir a la humanidad es también un protocolo militar
disuasivo para cercenar la capacidad de protesta y, en consecuen-
cia, de resistencia. No en vano se promueve el nuevo paradigma
postindustrial y el orden
gica de un nuevo transhumanismo, como
mundial para la nueva
el 1% de losbase ideoló-
billonarios
 

El Angel de la historia 23

mundiales, que tiene en la Inteligencia Artificial, la base de pro-


ducción de algoritmos que se imaginan infalibles y perfectos, que
desplacen y sustituyan definitivamente a la propia humanidad.
Desplazar al pueblo ya no sería sólo una operación política sino
hasta antropológica. Sin pueblo no hay política y sin humanidad
no hay historia; en tal caso, un nuevo humanismo tendría que
proponerse exponer lo que de insustituible hace al ser humano,
ante la avalancha tecnológica de una apuesta neomalthusiana que
se propone prescindir definitivamente de la humanidad. Por eso
podemos señalar que, el desprecio aristocrático al pueblo, condu-
ce inevitablemente a la negación y exclusión de la propia humani-
dad. Noimpuesta
rentena es casual que el golpe
o Estado de en
sitioBolivia, haya prologado
no declarado, la cua-
a nivel global.
En la historia no hay casualidades.
La insistencia de la derecha en imponer el relato del “frau-
de”, tiene que ver con ratificar una hipotética e ilusoria inocencia
de una movilización profundamente fascista y racista, para colmo,
autoproclamada como “democrática”. Se trata de lavar la ima-
gen inmoral de su atentado al orden democrático, institucional
y constitucional que, de boca para afuera, dicen defender. En tal
escenario, denunciar el golpe de Estado se constituye en una ape-
lación a la verdad y a la razón, pues, si no hay golpe, entonces, no
hay víctimas  y,
  y, si no hay víctimas, no hay crimen. En la lógica del
criminal hay que relativizar el testimonio de las víctimas, hasta
reducir aquello a una simple “versión” de los hechos. Entonces el
genocidio se hace epistemicidio, pues las víctimas ya no son refe-
rencias de ninguna certeza: el criminal
cr iminal se presenta inocente y toda
la culpa la adjudica a sus víctimas.
 la supuesta
El “f
“fraude”
raude” ydetodo
defensa lo que se desprende
la democracia, usurpandodenuevamente
ese relato, es
la
 

24 Introducción general

unción democrática al verdadero pueblo que, resistió no sólo a


las hordas paramilitares, sino a los poderes coercitivos estatales
que, en plena deliberación y amotinamiento, dejaron huérfano al
pueblo, a los más humildes, abandonándolos a merced del odio
racista citadino. Ese pueblo ofrendó sus vidas para recuperar la
unción democrática y revolucionaria que se le había sido usurpada
por un fascismo desplegado por medio de una politización ideo-
logizada de contingentes, sobre todo urbanos, que demostraron
su ferviente inclinación señorialista hacia los valores y creencias
oligárquicos, y que constituyeron siempre la base social
soci al de recluta-
miento que precisa la oligarquía para legitimar sus insurrecciones.
El fascismo
hacer necesita
aparecer instalar como
a los “pititas” e imponer el relato
héroes. del “fraude”
De lo contrario, para
queda-
rían expuestos como los verdaderos “salvajes”, agrupados en hor-
das vandálicas, que violentaron un orden democrático, auspicia-
ron un golpe de Estado y dieron origen a la verdadera dictadura
que imputaron al anterior gobierno el MAS.
Ese relato iba a justificar una escenografía aparentemente
democrática, de un golpe orquestado en una serie escalonada de
fases que, implementadas de modo efectivo, iban a exponerse al
mundo (bajo edición mediática) como una “revolución ciudada-
na”.
na ”. El guion no era extraño, pues eso se conoce como “revolución
“revolución
de colores”; lo extraño fue cómo cayó en esa pantomima, hasta
la propia izquierda. De uno y otro lado, la izquierda opositora y
la oficialista, no supieron cómo trascender la narrativa imperial
y tomaron por realidad lo que no era real; por eso, los primeros
replicaron su propia maldición de reponer a la derecha, a nombre
del socialismo, y los segundos se fueron arrinconando impotentes
hacia
que selavenía
capitulación, no sabiendo
orquestando interpretar
en sus propias narices.y menos prever lo
 

El Angel de la historia 25

  En ese sentido, cabe subrayar que una “revolución de co-


lores” no puede efectivizarse sin un cierto grado de complicidad
interna. Es desde adentro que se produce un fenómeno implosivo
que coadyuva a la asonada externa (que lo exponemos en el §1
del presente libro). En ese sentido, por transferencia dialéctica, la
derecha recibe la legitimidad que cede un gobierno que, al aban-
donar las banderas del “vivir bien”,
bien”, se va vaciando paulatinamente
de aquello que el otro polo aprovecha para su reposición.
odo fue planificado desde una remozada concepción de
injerencia estratégica en procesos democráticos. Sin situarse si-
quiera en Irak, Libia o Siria; sólo advirtiendo las recientes estrate-
gias usadasgolpe
el fallido en Paraguay, Hondura,del
cívico-prefectural Brasil
2008,o Venezuela, sin ycontar
los estrategas ope-
radores políticos del gobierno del MAS, debían de fortalecer el
poder popular,
popular, organizando al pueblo, unificarlo, no dividirlo, in-
sistir en ungirlo democrática y revolucionariamente, para enfren-
tar una insurrección señorial que, desde el 2008, venía actuando,
con padrinazgo imperial, insertándose hasta en jerarquías guber-
namentales para ir i r socavando el “proceso de cambio” y redirigirlo
desde apuestas desarrollistas, es decir, notoriamente capitalistas, o
sea, abandonando el horizonte popular plurinacional.
Ese horizonte es el que restauró el pueblo dramáticamen-
te, costándole decenas de vidas, cientos de heridos, perseguidos
y recluidos, demostrando su capacidad histórica y política de
auto-constituirse en sujeto emergente que, desde su antigüedad
sagrada, supo reponer lo que se pretendió arrebatarle y hacerle
abortar: su ajayu y su qamasa. Sin espíritu y sin fuerza ancestral, el
pueblo no puede constituirse en pueblo, es decir, en sujeto. Su suje-
ción a lo verdadero
materialidad  de sues devenir
política, histórico,de
dec ir,, capacidad
decir es proyección
lo que le proporciona
utópica.
 

26 Introducción general

  En la recuperación democrática de 2020 (que el pueblo


no se la debe a ningún partido ni a ningún líder, sino a pesar de
estos), se evidenció cómo el pueblo boliviano, supo
su po producir desde
sí , su reconstitución en cuanto sujeto histórico, con capacidad de
organización espontánea y de proyecto sostenido. Fue la actuali-
zación de su memoria histórica lo que produjo hasta una rearti-
culación popular de forma rauda e imprevista. Por eso no triunfó
la dictadura, porque no se podía matar a un espíritu milenario
encarnado en una movilización nacional profundamente demo-
crática y popular
popular..
  El 55% del triunfo fue la respuesta contundente de un
proyecto de vida
sino que tiene que demostró
capacidad no sólo estar
de recuperación más vivo
pronta ante que nunca,
lo que hu-
biese significado su aniquilación. Los golpistas estaban dispuestos
a todo, porque en su ceguera desorientada, creían que iban a que-
darse toda la vida, pero no pudieron ante la potencia misma del
poder de un pueblo reconstituido desde sus raíces milenarias. El
pueblo pudo sacar de su memoria histórica las fuerzas necesarias
para enfrentar una nueva asonada golpista y ungirse merecida-
mente de la unción democrática que se le había sido usurpado;
mientras que la derecha sólo podía acopiar su miedo histórico
convertido en programa de vida, que se traduce siempre en el im-
potente desprecio político al “indio convertido en multitud”.
Por eso la derecha ya no sabe cómo recuperarse de su pro-
pia fatalidad que, de derrota en derrota, sólo puede advertir el fin
de su condición de inmerecida elite política. En tal sentido, se
podría afirmar que la derecha está enfrentando su propio desen-
lace fatídico, es decir su abandono del campo político. Lo cual no
significa la capitulación
midad política; de su fuerza
porque siendo sinopolítico
el campo su renuncia a la legiti-
merecidamente
 

El Angel de la historia 27

re-cooptado por lo nacional-popular, la derecha sabe que lo indí-


gena, de aquí en adelante, ha de definir más contundentemente,
no sólo las elecciones sino, sobre todo, la política misma. Como
decía Zavaleta: “Bolivia será india, o no será”.
será”.
  La derecha ya no sabe cómo recuperarse de su propia fata-
lidad que, de derrota en derrota, sólo puede advertir el fin de su
condición de elite. Ve
Ve el campo político como algo ya ajeno; sabe
que ya no puede ganar de modo limpio y tampoco irradiar un
liderazgo nacional; y trata de transferir esas carencias en el pueblo
que tanto desprecia, haciendo creer que sus desgracias la sufren
otros. Actúa del mismo modo como actúa el Imperio en decaden-
cia: se inventa
presencia, perotodos
en esalosinsistencia
enemigos produce,
posibles para
paralegitimar
sí mismo,suuna
rancia
si-
tuación bastante embarazosa: aquél que asiste a una fiesta sin ser
invitado también suele irse sin ser despedido.
Su propia crisis de sentido existencial, no le permite adver-
tir su anacronismo: quiere
q uiere volver a la república como se vuelve a la
infancia. En ese sentido, su inmadurez es la penosa y triste heren-
cia de su condición de elite inmerecida: el negarle históricamente
al pueblo siquiera un ascenso económico-social, es la constatación
de su única consigna de no permitir jamás un país compartido,
una inclusividad imposible para su provinciana miopía de un país
reducido a finca privada.
Esa miopía está determinando el colapso inminente de la
derecha como bloque unificado. Esa unificación apenas duró el
mes de convulsión cívica, en octubre del 2019, además de mi-
mada y protegida por el amotinamiento policial y la deliberación
militar. El ingreso de estos actores decisivos (y no la movilización
“como
pitita”)
pitita”)representación
daba por concluido el capítulo
doméstica de unade“revolución
la insurrección señorial
de colores”
 

28 Introducción general

y daba lugar al cerco militar del orden democrático para, de ese


modo, alterado ya el régimen constitucional, disponer la instala-
ción de una espuria auto-proclamación, imposible constitucional
y legalmente.
Los poderes e intereses involucrados (no sólo nacionales)
habían detallado un plan de contingencias que debían operarse
a la brevedad posible, bajo el argumento de llenar el “vacío de
poder” (además provocado
provocado por coacción cívico-paramilitar), y eso
sólo era posible con el ejército y la policía constituidos en garantes
de ese asalto ilegítimo que se producía al orden constitucional. Y
un golpe se define de ese modo, es decir, como la ruptura ilegítima
y violenta
La de un orden
apuesta constitucional.
perversa de la concentración fascista de la de-
recha demostraba, desde entonces, que ya no le importaba la de-
mocracia ni las reglas de juego democráticas; y eso lo demostró el
propio Mesa, cuando pudiendo establecer un acuerdo político e
ir a una nueva elección ‒sin alteración del orden democrático‒ y
pudiendo haber ganado amplia y legítimamente, demostró que su
ceguera política sólo admitía, de modo obediente, el guion im-
perial desestabilizador, pertinente a un asalto fascista del Estado
plurinacional.
Pero no era sólo el caudillo letrado. odos estaban ence-
guecidos con su propia movilización ficticia y magnificada por sus
operadores mediáticos y respaldada por la propia deliberación de
fuerza, que creyeron que habían tomado las calles por asalto, es
decir,, creyeron que habían producido una revolución. Esa esceno-
decir
grafía montada fue el primer impulso de una soberbia exponencial
que les privó definitivamente del principio realidad, necesario e
ineludible en política.
rros hambrientos Asaltaron
y, como literalmente todo
tales, destrozaron el poder como
cuanto pe-
había,
 

El Angel de la historia 29

del modo más grosero posible, porque creyeron que se iban a que-
dar para siempre.
  Por eso asumía
asumíann su famosa “transi
transición”
ción” como infinita . Del
mismo modo como se presenta esta “pandemia” y la incertidum-
bre global provocada. Ahora nos encontramos en una indefinida
transición civilizatoria que está descomponiendo completamente
el diseño geopolítico imperial, es decir, el mundo unipolar, o sea,
el diseño centro-periferia. Por eso presenciamos una dramática si-
tuación en lo local y en lo global, porque todo se trata de sobre-
vivencia en un desplome global que exige definiciones urgentes,
proyectivas y sostenibles. Para las oligarquías la única opción es
seguir
de sus al amparo del Imperio
administradores que, aun
periféricos en decadencia,
su capitulación
c apitulación puede
última, es exigir
decir,
el sacrificio póstumo como su piadoso tributo: la destrucción de
sus Estados. Se trata de sobrevivencia pura y simple en un mundo
sumido en el caos generado por las pretensiones exponenciales del
Imperio que, además, develan ya su carácter amenazantemente
suicida: “si caemos, haremos hasta lo imposible para que el mun-
do entero caiga con nosotros”.
Esa es ahora la amenaza de la gran narrativa imperial que
actúa de modo naturalizado hasta en el anti-imperialismo izquier-
dista. Por eso es menester finalmente entender que la dominación
es también una  forma de pensar . Esa narrativa no se manifiesta
tanto como economía política sino como geopolítica y esto quiere
decir,, entre otras cosas, que el poder se va resignificando continua-
decir
mente; el poder de inicio, que se impone, no es el mismo que se
sostiene en el tiempo. El propio Imperio ha mudado su fisonomía
a una forma mucho más perversa. Ya no se trata del Imperio sos-
tenido porpuede
poder que el concepto Estado-nación,
prescindir de esa figurasino de unesnuevo
política, tipo de
más, prescin-
 

30 Introducción general

de de la política misma, así como prescinde y hasta renuncia al de-


recho y al orden internacional, imponiéndose como un fatalismo
sin alternativa alguna.
Por eso hasta la resistencia se muestra intrascendente en
un mundo sin alternativas. Ese es el laberinto apocalíptico de
la narrativa imperial que se expresa, desde el fundamentalismo
neoliberal hasta el fundamentalismo cristiano (operador práctico
de esa narrativa). Y es, en ese sentido, que se entiende las apuestas
derechistas (en la región) por la beligerancia pura. Ya no pue-
den producir hegemonía y tampoco les interesa cuando ostentan
arrogantemente el poder de fuerza.
Bolivia demostró
te a semejante poder de que lo único que
intimidación, es nopuede
sólo hacerle fren-
la capacidad
de resistencia organizada sino la recreación del pueblo en tanto
proyecto de vida, es decir, en tanto horizonte político, como re-
cuperación popular de la politicidad plena: encarnar un nuevo
horizonte utópico como el contenido sustantivo de la constitu-
ción del pueblo en sujeto. Nuestro
Nuestro país está ingresando a esa fase,
y todo ingreso a una nueva fase es caótica y llena de incógnitas.
Los liderazgos anteriores mismos agotan sus márgenes de acción
e, inevitablemente, ceden ante nuevos actores que poseen mayor
capacidad de recepción de lo acumulado políticamente.
En política, quienes fuerzan su permanencia, terminan
por hacer posible su propio desplazamiento. odavía teniendo
base de legitimación social pueden disputar márgenes de presen-
cia política, pero movilizando intransigentemente sus vectores
de poder, sólo horadan su permanencia futura; porque la nueva
objetividad es precisamente nueva por la nueva subjetividad po-
tencial, y reclama una nueva realidad, nuevos actores y nuevos
liderazgos.
 

El Angel de la historia 31

  Los viejos actúan en una realidad que ya no existe, supo-


niendo que su presencia basta para reponer algo que ya no hay.
 Actúan como actúa el propio Imperio: para justificar su perma-
nencia se imaginan rivales que les disputan su liderazgo, cuando
los nuevos no disputan nada, simplemente expresan (incluso de
modo no todavía consciente) la nueva situación.
Quien se inventa contrincantes que no existen, termina
peleando consigo mismo y agotando todas sus fuerzas; lo peligro-
so es que ello pueda provocar una situación de disputas innece-
sarias en el bloque popular. Ninguna expresión política podría ya
agotar lo diverso y plural de esta nueva reconstitución popular.
Una redefinición
novedosa de lo del
recuperación quepueblo
es pueblo se sujeto,
como hace necesaria
es decir,encomo
esta
pueblo en tanto que pueblo. 
Lo primero a constituir es siempre
siem pre el pueblo como poten-
cia, como sede única y soberana del poder; sus determinaciones
de representación y delegación son posteriores y se deducen del
propio proceso de des-constitución y re-constitución del blo-
que popular. Mientras la derecha prorrumpe sus endechas nos-
tálgicas y amenaza sin argumentos, el pueblo se constituye en
el ungido del
trascender espíritu de
el fatalismo los tiempos,
imperial condición
y proyectarse queelleimpulsor
como permite
de un nuevo orden, de un nuevo mundo imposible para el reino
de este mundo.
  Ese es el ángel de la historia. Es el pueblo como resto crí-
tico. Es el pueblo en tanto que pueblo; porque no se es pueblo por
adscripción automática, el pueblo no es la sociedad o todo el con-
 junto nacional (porque también está la anti-nación). Se es pueblo
por apuesta histórica, por situarnos en la perspectiva privilegiada
desde donde podamos emitir el diagnóstico definitivo de la pato-
logía del sistema-mundo.
 

32 Introducción general

  El ángel de la historia trasciende la propia historia y se sitúa


de modo anticipatorio en el verdadero tiempo, en el Pachakuti.
Por eso puede alumbrar otro tiempo,
ti empo, el tiempo de la liberación. Su
capacidad consiste en ese saberse remitir a su pasado, a su memo-
ria, a su historia, desde donde pueda redimirse y hacerse redentor
de toda la historia; desde donde puede reinventar los porvenires
no logrados, los futuros no acontecidos, en ese saber recepcionar
la memoria en actualidad fáctica, que fecunda
fecu nda un presente consti-
tuido en chakana, donde se reúnen todos los siglos para siempre.
El pueblo se eleva no sólo como soberano sino como el
proyectante del nuevo horizonte político. Su q’amasa proviene de
aquella
tituye laantigüedad
masa críticasagrada que,para
necesaria como nutriciónpolítico.
su despertar histórica,Porcons-
eso
recuperar su historia es recuperarse a sí mismo,
mi smo, no como presencia
circunstancial sino como presencia inmemorial. Sólo de ese modo,
la voz del pueblo es la voz de Dios. En nuestro caso: cuando el
pueblo habla, quien toma la palabra, son nuestros ancestros; es la
antigüedad sagrada que habla a través del pueblo. Sólo entonces
puede acontecer lo histórico como historia sagrada, apartada del
tiempo cronológico, homogéneo, indiferente, del tiempo munda-
no; y encarnar el wiñaypacha.
Hasta que el akapacha sea wiñaypacha. Hasta que este
tiempo sea eterno. Donde el ángel ceda su paso al cóndor, al ma-
llku, como el abanderado del nuevo tiempo. ¡Jawilla! ¡Jawilla”.
Nina Achachila,
Achachi la, Awicha Inal Mana,
Mana , PachaMama, Pachaata.
Pachaata. Gra-
cias. Porque como pueblo hemos recibido la unción de la q’amasa
y la ch’ama
ch’ama de nuestros Abuelos y Abuelas. Esta lucha no fue sólo
de nosotros sino también de ustedes. Porque nosotros somos la
única razón
nuestros de la se
muertos existencia
hubiesendesalvado,
Ustedes. Si el enemigo
porque vencía,
si el pueblo ni
perece,
 

El Angel de la historia 33

perece también la memoria y la historia, nuestros muertos


mu ertos y nues-
tras semillas. Pero gracias a ustedes hemos restituido el ajayu del
pueblo .
  ¡Jallalla Boliviamanta!
 

El imperio puede calcular todo,


 pero nunca y jamás,
 podráá calcular la incógnita dura
 podr
de toda ecuación política:
el factor pueblo
 

PRIMERA
LOS COLORES PARTE DE UNA 
IMPERIALES
REVOLUCIÓN POSTIZA 
 

§1
DESPUÉS DE VENEZUELA, BOLIVIA: ¿CÓMO SE
PRODUCE
PRODUCE UNA “REVOLUCIÓN
“REVOLUCIÓN DE COLORES”
COLORES”??
28 de enero de 2018

lsoconcepto “revolución de colores” un


es medianamente novedo-
E en política. No es precisamente

ponente estratégico de las “g


“guerras
uerras de cuarta
concepto que nazca
la teoría política sino que proviene del ámbito militar.
en
militar. Es un com-
cuar ta generación”
generación” y está di-
señado para implosionar procesos democráticos  inconvenientes
 inconvenientes para
la hegemonía gringa. A diferencia del “golpe suave”, no depende
de la injerencia directa o de una orquestada propaganda mediática
(exterior e interior) que interpele a las propias instituciones, para
hacerlas patrocinadoras y ejecutoras de una destitución guberna-
mental. Una “revolución de colores” acude a factores mucho más
complejos y que precisa, no sólo de un conocimiento detallado de
la realidad política y del bloque en el poder,
poder, sino de la posibilidad
de interferir en la propia gestión gubernamental para minar, des-
de adentro, la legitimidad que le sostiene. Por eso es conceptuada
como una “revolución”, porque aparece y se desarrolla mediante
una transferencia de legitimidad , que crece inversamente propor-
cional a la pérdida de legitimidad del gobierno y que es, en última
instancia,
mocrático lo que acaba ungiendo a la oposición con un aura de-
y revolucionario.
[39]
 

40 Primera parte: Los colores imperiales de una revolución postiza

Pero el contexto actual y su hiper-complejidad hace que, la


implementación metódica de estas figuras puedan entremezclarse,
generando escenarios de multi-dimensionalidad, cuasi imposibles
de comprensión en el análisis político usual. Ya no estamos en el
siglo XX para confiar en diagnósticos simples, lineales causa-efec-
to. ampoco
ampoco los procesos que vivimos pueden explicarse al modo
del análisis periodístico. Gran parte de la confusión reinante pro-
viene de la miopía intelectual (oficialista y opositora) que se empe-
cina en ver los hechos de modo fragmentado y pretender explicar
un fenómeno con otro fenómeno. Ya el análisis se queda impo-
tente a la hora de ver el uso de medios inusitados, recreados de
modo localreconocerlos
sin poder y dislocandoanteladamente
eficientementey un proceso democrático,
resignándose a su imple-
mentación creciente.
Lo cual se agrava cuando advertimos que, ya no se trata del
simple remplazo de gobiernos sino de la condenación de países
y regiones enteras al limbo del caos generalizado, una vez que se
halla en marcha una reconfiguración geopolítica del mapa global,
acelerada, a su vez, por el agotamiento de los recursos energéticos.
El Imperio en decadencia opta también por la sobrevivencia en un
nuevo orden tripolar y por ello promueve desestabilizaciones en
regiones geoestratégicas para diseminar el llamado “caos construc-
tivo”,
tivo”, amenazando a las potencias emergentes (cuando estas regio-
nes hacen frontera con esas potencias) y a gobiernos que puedan
aspirar a salirse de su esfera de influencia.
Las formas de dominación que se habían desarrollado en
el siglo XX y que, además, habían impulsado las instituciones
globales, se hallan completamente deslegitimadas; lo cual precisa
una más
nes de sofisticadaglobal
dominación resignificación y restauración
centro-periferia. de las
Las formas relacio-
pasadas de
 

§1 ¿Cómo se produce una “revolución de colores”? 41

intervención política y militar son difíciles de reditarse de modo


directo; por eso ahora, “las formas indirectas” son las que se desa-
rrollan y están dirigidas a restituir las áreas de influencia gringa,
que la aparición del fenómeno BRICS había comenzado
c omenzado a disipar.
Esto empieza en el Medio Oriente donde, precisamente, se ha-
llan las mayores concentraciones de recursos hidrocarburíferos. La
creciente demanda del primer mundo –y ahora de las potencias
emergentes– de energía, es el contexto de las disputas globales en
torno a la dislocación del tablero geopolítico que había promovi-
do Occidente, es decir, USA y Europa.
En Venezuela
Venezuela son obvias las razones geopolíticas que pesan
en los intentos
se vio, desestabilizadores
en abril del 2002, una formaqueclásica
se operan
clásic desdesuave”,
a de “golpe afuera.
suave Allí
”, cuyo
antecedente ha sido algo que la izquierda latinoamericana nunca
ha sabido comprender: el golpe de Estado a Salvador Allende (que
fue el laboratorio de todas las formas de injerencia que vemos hoy
actualizadas). Hoy el “golpe suave” no basta, porque el interés ya
no radica en la sustitución gubernamental sino en la destrucción
de toda posible democracia
democrac ia popular.
popular. Por eso, ingresando en el ca-
pítulo boliviano, lo que se puede advertir de mejor modo, son los
factores conducentes que operan para producir una “revolución
de colores”.
No se trata de una clásica operación externa sino de un
operativo provocado desde adentro. Es desde adentro que se ge-
neran las condiciones para implosionar una estabilidad política,
como condición del “caos constructivo” que se impone como la
nueva fisonomía que adquiere un país sin más remedio que la
intervención. Ahora bien, ¿cómo desde adentro se provoca una
implosión? Para ello
nialidad , porque paracabe hacerelhincapié
explicar en la
por qué de el connivencia
concepto de entre
colo-
 

42 Primera parte: Los colores imperiales de una revolución postiza

intereses externos e internos, debemos mostrar la diferencia entre


el colonialismo clásico y esta nueva forma de dominación que ha
producido el mundo moderno.
No se trata de una mera tributación económica porque, si
de tributación hablamos, lo que la periferia tributa es, en definiti-
va, voluntad de vida . Cuando, por ejemplo, se habla de coloniali-
dad del poder,
poder, no se tiene en cuenta que la periferia es la que cede
voluntad de poder al centro, de modo que el poder real mundial es
producto de ese acto de transferencia unilateral  que
 que hace la perife-
ria a un centro cuyo poder es producto de esta renuncia  que
 que hace
la propia periferia. Por eso podemos hablar de “Estado aparente”,
porque
al centro.suSon
soberanía es sólo
las elites formal, cuando
las encargadas de estatransfiere soberanía real  
, porque
transferencia 
son precisamente formateadas en la dependencia al centro, incluso
la “elite revolucionaria”. A eso llamamos colonialidad subjetivada ;
porque esa dependencia se encuentra ya naturalizada  y  y consiste en
aspirar a ser como el centro, es decir, a renunciar a ser centro de sí
mismo y condenarse a ser conciencia satelital , o sea, periférica . De
este modo, el centro halla, en esa suerte hasta fatídica, el mejor
modo de reponer su hegemonía desde el propio ámbito periférico.
Entonces, en el caso boliviano, no es precisamente la de-
recha (como brazo político de la oligarquía y de la hegemonía
gringa), la gestora de una situación ideal para la aparición de una
“revolución de colores”, sino que son las propias contradicciones
gubernamentales las que nos arrinconan a una situación, ya no
sólo de repliegue popular sino de transferencia de legitimidad . Es
decir,, si desde los inicios
decir inic ios del “proceso de cambio”, la legitimidad se
había constituido en patrimonio popular, cuando ésta es apropia-
da por la vitalidad,
recupera derecha esporque
entonces cuando la de
la condición insurrección
legitimidadoligárquica
que se le
 

§1 ¿Cómo se produce una “revolución de colores”? 43

ha transferido es lo que puede reorganizar ahora al conjunto de las


oposiciones en un cuerpo unificado. Se puede decir que, en este
sentido, la insurrección oligárquica ya no necesita de la oligarquía
como actor visible sino que la clase media y hasta sectores po-
pulares se convierten en el contingente de arremetida social que
provoca la desestabilización necesaria para generar caos.
Esto empieza desde el gasolinazo del 2010, pero se agudiza
con el conflicto del IPNIS el 2012. Allí se produce –usando la
terminología del vicepresidente García Linera– una “bifurcación”
en el propio gobierno, porque desde entonces, las banderas de
“defensa de la Madre tierra”, el “vivir bien”, la “descolonización” y
“lo indígena”
cuanto más seson,alejapaulatinamente, cedidos  por
  por unmás
del horizonte plurinacional, gobierno que,
legitimidad
transfiere  a
  a los actores que se empoderan de modo creciente. De
ese modo el gobierno y el MAS van, poco a poco, enajenándose
del espíritu que les había conferido una legitimidad novedosa en
el campo político (la lucha política había incluido un nuevo actor
que lo indígena instaló como reivindicación histórica: lo nacio-
nal-popular se había hecho telúrico, o sea, la política debía resig-
nificarse desde lo ecológico).
Lo novedoso y lo singular del proceso boliviano, que era lo
que confería de sentido trascendental al nuevo Estado plurinacio-
nal que se quería constituir, era a lo que se renunciaba y dejaba a la
administración gubernamental reditar un otro ciclo estatal, den-
tro de los márgenes de acción que la sustancia liberal del Estado
colonial pudiese permitir. Esto quería decir que, la propia dirigen-
cia gubernamental, renunciaba al sentido mismo del cambio y, y, de
ese modo, reponía a un espíritu señorial que, inevitablemente, iría
acondenaba
“normalizar” la gestión en
a constituirse estatal,
mera una vez que
retórica lo plurinacional se
demagógica.
 

44 Primera parte: Los colores imperiales de una revolución postiza

Pero, con esto, no sólo el gobierno se enajenaba de la nueva


legitimidad sino que dejaba al pueblo huérfano de la mística que
había hecho posible su reconstitución en sujeto histórico y que in-
auguraba la posibilidad de producir un nuevo concepto de lo polí-
tico y lo democrático. Por
Por eso la oposición empezaba a apropiarse
del lenguaje plurinacional de modo instrumental para vaciar de-
finitivamente al pueblo de un discurso necesario para su reconsti-
tución en sujeto político. O sea, no es la astucia de la derecha sino
la renuncia que hace el propio gobierno del carácter plurinacional  
que debía ser su nueva sustancia política, lo que promueve la arti-
culación de la derecha en oposición democrática (siendo ahora lo
democrático patrimonio
Esto significa del bloque
la renuncia a lo opositor).
político y la capitulación a lo
económico. Otra vez y como una maldición, lo político se hace un
subsidiario del poder económico y sus necesidades. Pues si todo
consiste en sólo “hacer buenos negocios” o subordinar las expec-
tativas populares a las necesidades de la economía del crecimiento
(que la crisis climática se encargó ya de poner en crisis), entonces
ya no podemos hablar de un nuevo proyecto político, o de una
economía para la vida , sino de que la política se hace, otra vez, un
accesorio procedimental de las prerrogativas del capital. La pau-
latina adopción de la lógica que impone la inversión extranjera
muestra cómo una economía es moldeada, otra vez y sistemática-
mente, en la dependencia.
Porque si de política hablamos, lo  político
político de la existencia  
consiste en hacer realidad el horizonte utópico que se propone un
pueblo en cuanto sujeto histórico; pero si ya no hay proyecto en-
tonces la política se resume a ser una mera agenciadora del orden
vigente (lo que,
no es raro cual senotraduce
trsólo
aducela en una mera
derecha, sinolucha
hastapor
el elgobierno
poder). Por eso
recurra
 

§1 ¿Cómo se produce una “revolución de colores”? 45

repetidamente al argumento técnico en vez del político. Ambos se


acusan de hacer política y ambos reniegan de ello; lo cual muestra
mu estra
el abandono de lo político y esto significa la confrontación, por
eso podemos notar el alto grado de déficit en la discusión, conta-
minada con la pura calumnia y la mentira, para el festín del circo
mediático. La renuncia a lo político es, en definitiva, la renuncia a
la resolución racional del conflicto creciente.
Entonces, esto que representa el vaciamiento ideológico  de
una nueva apuesta histórica es lo que sirve de caldo de cultivo de
la reposición señorial promovida por una directriz gubernamental
que, renunciando al horizonte plurinacional, vacía al propio pue-
blo del horizonte
ese modo, la vueltaque
a lase“normalidad”
proponía en cuanto sujeto
se describe enhistórico. De
los términos
que la misma derecha esgrime: el cambio prometido nunca llegó
sino que, hasta la corrupción se apoderó del gobierno del cam-
bio. Entonces, la transferencia de legitimidad   es lo que inicia la
insurrección porque, además, una vez que el pueblo se encuentra
vaciado de su propia mística, entonces se enfrenta a un bando
conservador esgrimiendo sus mismas banderas, dejando al pueblo
en la impotencia de verse ahora bajo el estigma anti demócrata y
dictatorial.
Si el pueblo, en pleno proceso constituyente, hasta el
2010, era el heraldo de la mística democrática (lo cual debía
haber llevado a un nuevo concepto de lo democrático), ahora
se encuentra expropiado de su propia creación y recluido a un
papel secundario de mero obediente de una política guberna-
mental que, para colmo, ya no muestra interés en reivindicar
el horizonte indígena que le garantizó llegar al poder (y eso lo
demuestra el último discurso del vicepresidente en el día del Es-
tado plurinacional).
 

46 Primera parte: Los colores imperiales de una revolución postiza

Lo que ahora permanece y delata una entusiasta asimila-


ción a la cultura política tradicional –que era lo que había que
transformar–, es el puro cálculo político de la acumulación de
poder. Ello otorga a la derecha los argumentos para denunciar
todas las iniciativas oficiales –incluso las mejores– como un accio-
nar autoritario. Entonces, no es que la oposición descomponga el
carácter popular del nuevo Estado sino que es, desde adentro, que
qu e
aquella descomposición empieza a suceder. Lo que hace la oposi-
ción es atizar la desestabilización como reflejo de aquella descom-
posición. Y éste es el escenario desde donde se hace posible una
“revolución de colores”.
Se llamaríaque
mía democrática así fue
porque es promovida
usurpada al pueblo;conde toda la fisono-
este modo, los
sectores contrarios a la nueva Constitución y a los principios de
una revolución democrático-cultural, se ven en las mejores con-
diciones de recuperar el patrimonio estatal. Entonces se puede
provocar una insurrección señorial que puede movilizar grandes
contingentes de masa social para destruir un proceso democrá-
tico con banderas democráticas y, de ese modo, inviabilizar una
recomposición popular.
Esto quiere decir que, una “revolución de colores”, precisa
generar su legitimación desde la propia pérdida de legitimidad
del gobierno; el modo de esa transferencia  es  es lo que garantizaría
el éxito de la “revolución”. Por ello los think tanks del Pentágono
utilizan este concepto, aprovechando e instrumentalizando el ca-
rácter popular-democrático de una revolución para, mediante ella,
reponer su hegemonía recuperando un sistema democrático útil a
sus intereses. Eso es lo que, a nombre de democracia, defienden
los analistas
creado por lade la oposición
Comisión (y hasta
rilateral
rilateral en ladel gobierno):
década un para,
de los 70 concepto
pre-
 

§1 ¿Cómo se produce una “revolución de colores”? 47

cisamente, acabar con toda revolución popular (por eso, como en


Brasil, hoy se pueden hacer hasta “golpes democráticos”).
 A nombre de la democracia, se puede acabar con la de-
mocracia y ese es el propósito de una “revolución de colores”. Lo
que llenaría de “colores
colores”” a esta asonada contra-revolucionaria es el
uso premeditado de símbolos que expresan valores irrenunciables.
Como el gobierno ya no es capaz de contener los valores morales
que la oposición esgrime ahora como su patrimonio único, en-
tonces nos encontramos ante una situación en la que hay buenos
y malos, y los medios se encargan de canonizar esta dicotomía be-
licosa. Por eso, para presentarse como
c omo “revolución
“revolución”,
”, debe primero
imbuirse de esa
el gobierno. Unalegitimidad  que ya no elpuede
 que
transferida 
vez que cede, mediáticamente, recuperar
patrimonio de
la agenda política a una oposición que ahora aparece investida
del espíritu democrático, es entonces cuando las contradiccio-
nes gubernamentales aparecen hasta premeditadas (las “tensiones
creativas” del vicepresidente) y tienden a vaciar aún más la exigua
legitimidad que tiene y ampararse sólo en la pura legalidad (para
la mantención exclusiva del poder), lo cual conduce, inevitable-
mente, al uso de la fuerza coercitiva, como último recurso estatal.
 Ahí es donde empieza la “revolución
“revolución de colores”,
colores”, haciendo
de la derecha, en la plataforma mediática, la nueva depositaria de
la legitimidad usurpada al sujeto del cambio. Lo que sale entonces
a las calles, al enfrentamiento violento, bajo la rúbrica de pue-
blo, no es un pueblo en tanto que pueblo, porque esto significaría
un sujeto histórico que apuesta por un nuevo horizonte de vida,
sino que, lo que ahora se constituye en actor empoderado, es un
contingente que defiende el orden hegemónico señorial, colonial
yimperial.
liberal y, por ello mismo, hasta podría exigir una intervención
 

48 Primera parte: Los colores imperiales de una revolución postiza

La oligarquía misma, bajo el paraguas mediático de una “re-


“re-
volución de colores”, no puede constituirse en autora de la revolu-
ción, porque esa es una de las condiciones para movilizar incluso a
sectores populares y congregarlos en una
u na “multitud”
“multitud” “multicolor”,
“multicolor”,
“diversa” y “pluralista” que le unifica sólo una fijación: sacrificar
al chivo expiatorio. Son las propias contradicciones, al interior
del bloque oficialista, las que inclinan las expectativas sociales a
una apuesta conservadora porque, además, aquellos desvaríos son
acompañados por un paulatino abandono de lo que generó, en el
pueblo, un nuevo horizonte de creencias. El bloque en el poder
se hace conservador y aparece una elite que se constituye en sujeto
sustitutivo delsujeto
Este sujetosustitutivo
plurinacional.
  impone   su manera de entender el
“proceso de cambio” y establece un culto a la personalidad como
garantía de una fidelidad que sustituye al proyecto por el líder.
Pero con aquel culto no hace sino vaciar de legitimidad al líder y
convertir su liderazgo en una aventura personal. Inventa el “evis-
mo”. Es decir, diluye en el líder toda la significación del “proceso
de cambio”,
cambio”, convirtiendo al cambio en la extensión de un ego que
ya no responde a nada sino a sí mismo. Lo que llamamos “llun-
querío” es lasino
tuye al líder obediencia
al pueblo mismo. que
  que
tributaria  ahora
Ya no hay no sólo des-consti-
relación crítica con
el líder y, sin ésta, el líder ya no se relaciona con el pueblo como
sujeto. Las dirigencias asumen una verticalidad análoga, porque
lo sagrado de la política  ha
  ha sido abandonado y, en consecuencia,
todo se corrompe. odo se resume a defender el poder logrado.
Una vez diluida la mística y el espíritu – lo sagrado de la política –,–,
del cual era depositario el pueblo como sujeto histórico, lo único
que queda es el poder y el cálculo político. La revolución popular
se aburguesa, entonces el bando opositor puede decir: “son como
nosotros, iguales o peores
peores”. ”.
 

§1 ¿Cómo se produce una “revolución de colores”? 49

Se genera una elite que se constituye en círculo


cí rculo concéntrico
en torno al líder. Una vez que se ha abandonado el horizonte del
“vivir bien”, la mística y el espíritu plurinacional, lo único que
queda es el culto al líder. La fidelidad ya no es a un proyecto sino
a la permanencia de la figura entronizada y esto termina no sólo
reduciendo al pueblo sino al mismo líder, pues esto conduce a su-
mirlo en un solipsismo irremediable. Esto empieza con el llamado
al referéndum del 21 de febrero de 2016.
Desde allí aparece una empecinada tarea de minar el lide-
razgo, pues toda opción se reduce a una y ésta consiste en el sacri-
ficio del líder. El círculo se cierra en torno a la figura presidencial,
porque ésta esella sujeto
de ese modo, única sustitutivo
garantía de la permanencia
 provoca depermanente
el desgaste ese círculo;
del líder. Por
Por sublimarlo terminan por sacrificarlo.
El referéndum era anacrónico y aquella tozudez sólo de-
notaba una insistencia que iría, en lo sucesivo, mermando y des-
gastando aún más la figura presidencial. Si hacemos un poco
de recuento, podríamos advertir que fue en las “mesas de con-
certación” del 2010 (la “negociación” entre gobierno y derecha
para aprobar el texto constitucional), donde aparece la negativa
a una re-elección. El gobierno no fue capaz de esgrimir, aquel
entonces, un argumento que mostrase el carácter chantajista de
la derecha, porque la derecha condicionaba su aceptación con
un requerimiento dirigido a un alguien señalado como “el cau-
sante de todo”; esa miopía hizo carne en el gobierno y en el
MAS, porque, en efecto, todo empezó a concentrarse en el seña-
lado por la derecha. Cuando después el gobierno, en el segundo
mandato, se jacta de haber promovido una trampa a la derecha,
da la razón
único a los chantajistas y el presidente aparece como el
tramposo.
 

50 Primera parte: Los colores imperiales de una revolución postiza

Entonces, las expectativas populares empezaron a diluirse


cuando el gobierno del cambio adoptaba la política tradicional y
generaba un giro conservador. Bien podía el gobierno, en aquel
entonces, proponerse honestamente constituirse en un gobierno
de reconstrucción nacional (lo cual debía traducirse en una re-
forma moral) y plantear una continuidad de largo aliento en el
liderazgo gubernamental, como sucedió, por ejemplo, con la re-
construcción de la Alemania post-segunda guerra (donde Konrad
 Adenauer fue canciller 14 años). Pero la falta de visión, con el pau-
latino abandono del nuevo horizonte utópico, hizo ya merma en
la argumentación oficialista. Incluso, cuando gozaba el presidente
del máximo
hacer de popularidad,
un lapso cuando
en la presidencia era eluna
y hacer momento
retiradaoportuno
opor tuno de
estratégica
para volver por la puerta grande (que es a lo que debiera siem-
pre apostar un político), se determina insistir en una irreflexiva
re-postulación, incapaz de advertir lo que eso traería. El tufo del
poder ya no permitía visión estratégica.
Empezó un curioso proceso de desgaste, que ya parecía de-
liberado, y bastante preocupante, que terminó por hacer de cada
acto electoral un evento plebiscitario. ¿Cómo, si no, se explica,
por ejemplo, la sentencia del tribunal constitucional a favor de la
re-postulación del presidente, horas antes de la elección judicial,
como para detonar un repudio que se verificó en el apabullante
voto nulo?
El código penal tampoco se iba a salvar, aun cuando fuese
perfecto, porque ya todo se encontraba viciado del repudio a una
nueva re-postulación del presidente (que pasaba por alto un refe-
réndum propiciado desde adentro del gobierno, apelando al sobe-
rano, paraladesconocerlo
go penal, después).
derecha admite que el Pues unaeravez
código abrogado
apenas el códi-y
una excusa
 

§1 ¿Cómo se produce una “revolución de colores”? 51

a lo que se apunta es, como en Brasil, a inviabilizar una nueva pre-


sidencia de Evo. Es el propio MAS el que se mete en este entuerto,
al sacrificar a su principal ficha
fic ha y mermar casi definitivamente una
legitimidad que ahora hace aguas. Sólo el “núcleo duro” del MAS
apuesta por la continuidad, pero esta apuesta ya no es meditada
sino el resultado de la revancha irreflexiva; además opacada por un
desencantamiento creciente en las propias filas masistas, cuando
no sólo se ve una pérdida de sentido en la movilización popular
sino en la ratificación de actores ajenos al proyecto popular en
puestos claves de decisión.

EL TERMIDOR
- DE CAMBIO”  Y LA DESPOLITIZACIÓN DEL “PROCESO

 Ya hemos señalado la importancia de la figura del “termidor” en


 Ya
el aburguesamiento de una revolución popular en otro escrito1. Por
aburguesamiento queremos señalar el vaciamiento sistemático de los
contenidos alter-nativos  que
  que poseía el proceso boliviano. Ese va-
ciamiento no es accidental sino premeditado y señala responsables,
y tiene que ver con la discrepancia
disc repancia entre el llamado “socialismo
“socialismo del
siglo XX” y el “vivir bien”.
bien”. Aun cuando se proponga un nuevo
nu evo “so-
“so-
cialismo del siglo XXI”, su sola enunciación no basta y lo que de-
biera ser una auténtica auto-crítica no es sino una auto-afirmación
de las mismas premisas que condujeron al fracaso histórico de la
izquierda. El “socialismo comunitario”
comunitario” oficialista, dista mucho de
ser un nuevo proyecto, siendo apenas una mixtura posmodernista,
prescrita para los oídos de una izquierda continental que, en las
conferencias del vicepresidente boliviano, se cura de la nostalgia

1 Ver: https://rebelion.org/el-te
https://rebelion.org/el-termidor-de-la-revolucion-democra
rmidor-de-la-revolucion-democratico-cul-
tico-cul-
tural/
 

52 Primera parte: Los colores imperiales de una revolución postiza

pero no de la ortodoxia; pues festejan un discurso que nunca cues-


tiona la idiosincrasia eurocéntrica de esa izquierda: la singularidad
del proceso boliviano no existe sino que pareciera que en Bolivia
funcionan todos los credos del siglo XX.
En ese sentido, ya no conviene centrarse en el último dis-
curso presidencial (en el día del Estado plurinacional) sino en
el discurso del vicepresidente. Porque allí vamos a encontrar el
modo cómo procede el vaciamiento de sentido histórico popular
y que, en la coyuntura actual, ratifica la trasferencia de legitimi-
dad  hacia
  hacia una oposición que, empoderada por la abrogación del
código penal hecha por el propio Evo, tiene despejado el camino
para generara una
ciudadana una nueva
“revolución
nu de colores”,
eva re-postulación delpor medio de la negativa
presidente.
En aquél discurso se ha podido notar un viraje definiti-
vo, que confirma una ya desideologizada  y  y despolitizada  visión
 visión del
llamado “proceso de cambio”. Ese vaciamiento de contenidos  es   es la
culminación del abandono de lo político de una revolución.
Cuando ya señalaba el vicepresidente (en una infausta de-
claración anterior) que nos encontramos en “estado de guerra”
y, en consecuencia, llamaba a “defender el proceso de cambio a
toda costa”, no hace sino confirmar una exigua comprensión de
lo político, típico de los términos hostiles de una realpolitik que
ya se creía superada. Porque, precisamente, la política, incluso en
el puro pragmatismo, es el desplazamiento de la guerra. Quien
sigue pensando la política como “la continuación de la guerra por
otros medios”, es porque nunca ha entendido en qué consiste lo
 político. Por eso hasta sus diagnósticos se convierten en profecías
de malagüero porque, si de “empate catastrófico” hablásemos, es
la
la transfer
transferencia  la que habría
 la
encia dedelegitimidad 
confirmación un premeditado logrado
accionar aquello,
que horada las como
bases
 

§1 ¿Cómo se produce una “revolución de colores”? 53

mismas de legitimación popular del “proceso de cambio” y del


supuesto gobierno del cambio.
Lo que hace el discurso del vicepresidente es vaciarle al
pueblo de la mística necesaria que le había constituido en pueblo;
cuando de lo que se trataba, en plena asonada derechista, era de
ungir al pueblo nuevamente con el espíritu democrático y de re-
constituir su politicidad  de
 de sujeto histórico. Y esto pasa necesaria-
mente por recuperar el horizonte indígena, que era la marca país
del proyecto que había generado tanta expectativa a nivel mundial.
Pero, con ese vaciamiento, porque en el discurso vicepresidencial
no hay ya, una sola mención, al “vivir bien”, o a la “descoloniza-
ción”,
 fiere  menos
  a la
 a a la Pachamama
oposición la mística deo allo Estado plurinacional,
democrático, le trans-
empoderándola
como abanderada de la democracia y dejando al pueblo como un
usurpador de aquello.
Un pueblo sin espíritu deja de serlo y cede su soberanía a la
recomposición del espíritu señorial que restituye la oposición. En
el discurso, como ya no hay ninguna mención al horizonte indí-
gena-popular, todos sus buenos deseos acaban siendo coherentes
con cualquier política hasta neoliberal. Eso demuestra que el vira-
 je se concluyó y la propia derechización del gobierno es ya paten-
te. El ideólogo que debiera dar línea y recomposición al sujeto del
cambio, deja al pueblo huérfano de toda referencia trascendental
y lo subsume en las misma expectativas que cualquier proyecto
neoliberal podría proponer
proponer..
oda aquella apología de la tecnología actual (que Marx
diría que no es sino el componente orgánico del proceso de maxi-
mización de la tasa acumulativa del capital global) muestra una
ingenuidad sospechosa.
un fin. Quienes La tecnología
son ofuscados es una mediación
por lo tecnológico, y nunca
no hacen sino
 

54 Primera parte: Los colores imperiales de una revolución postiza

declarar su más exacerbado desarrollismo y su falta de compren-


sión de la singularidad de un proyecto político que generó un
nuevo desiderátum epocal y que supo poner las cosas en su sitio.
Las últimas tecnologías no son precisamente las que nos van a
salvar del desastre ecológico que se viene (es más, habría ya que
preguntarse: ¿entre tanta ciencia y tecnología, somos mejores seres
humanos?, ¿la tecnología nos hizo mejores personas?; más bien,
habría que señalar que, a mayor composición tecnológica, mayor
devastación natural).
Volver a lo natural no es un romanticismo ingenuo; en
muchos casos ha de ser la más sensata respuesta a la agudización
de la crisis de
malización climática. Pero la antropológico-racial
la clasificación ceguera desarrollista,que
queproduce
es la for-
la
modernidad para legitimar sus pretensiones expansionistas, sólo
ve como posible lo que el desarrollo prescribe, dejando lo que
podría constituirse como independencia científico-tecnológica –la
revalorización y actualización de nuestro propio horizonte cultu-
ral y civilizatorio– como algo cancelado por la carrera desarrollista
(credo del capitalismo y de una izquierda eurocéntrica).
La desideologización deja al pueblo inerme, sin contenido
político y sólo con el déficit democrático de quedar relegado a
mero defensor de una figura. Si el pueblo no es sujeto político
entonces no es pueblo, pero si lo político se reduce sólo a lo parti-
dario, entonces todo se reduce a defender a alguien y ya no a un
proyecto de vida. Lo político es la clarificación autoconsciente  del
  del
proyecto que constituye a un pueblo en tanto que pueblo, o sea, lo
 político debiera ser patrimonio de un sujeto constituyente autor de
un nuevo horizonte de vida.
La propia agenda
del vicepresidente, queda gubernamental que declara
diluida en un mero decálogoel prescrip-
discurso
 

§1 ¿Cómo se produce una “revolución de colores”? 55

tivo que nos propone asumir al componente orgánico del capital


–la apología de lo tecnológico– como única política estatal, y esto
desnuda la ausencia de clarificación de un horizonte alter-nativo.
Hay que recalcar que, incluso, para ninguna potencia, la tecnolo-
gía constituye una política de Estado; porque lo gravitante en una
política de Estado consiste en clarificar el proyecto de vida propio
y no una mera apología de la ciencia y la tecnología, o del “pro-
greso moderno” (que es lo que precisamente ha puesto en crisis el
calentamiento global). Ello no hace sino descubrir al vicepresiden-
te como un positivista más del siglo XIX.
El anacronismo se hace explícito cuando nos dice que “las
nuevas
mano deobras
obraque
sinonos
usodemanda
intensivo la
depoblación ya
tecnología”.
tecnología no significa
”. Eso no sólo esmás
un
discurso demagógico dirigido a una clase media que ya no ve en
él un actor creíble, sino
si no que posterga definitivamente a los pobres
de todo protagonismo en el proyecto que se imagina; es más, re-
querir sofisticadas tecnologías significa comprarlas, o sea, seguir
siendo consumidores de un conocimiento que está diseñado para
depender.
Si hasta ahora no se observa ninguna voluntad de reva-
lorización de un conocimiento dormido y nunca apreciado por
la academia, como son los saberes indígenas, resulta que ahora
nos plantea el gobierno un abandono definitivo de aquella es-
peranza. La ausencia del concepto “vivir bien” en el discurso
del vicepresidente no es casual; él mismo se encargó de excluir
paulatinamente el lenguaje plurinacional en su versión liberal
de la política estatal; cuando nos exige “colocarnos a la altura de
la historia”, habla como el expresidente Mesa cuando nos exigía
“someternos al imperio
reiría de aquella de la porque
encomienda, ley”. Hasta Jürgen Habermas
eso significa se
una relación
 

56 Primera parte: Los colores imperiales de una revolución postiza

pre-convencional con la ley, donde hay ausencia de relación crí-


tica y de sujetos.
Para el vicepresidente, “colocarnos a la altura de la historia”
significaría que desistamos de toda recuperación cultural, que los
logros civilizatorios de nuestras culturas están condenados al puro
pasado, o sea, que lo nuestro ya no sirve para “desarrollarnos” (al
modo euro-gringo-céntrico). Si la tecnología deshumanizadora del
primer mundo es la solución, entonces ¿de qué “revolución demo-
crático-cultural”, “des-colonizada”, promotora del indio como “re-
serva moral de la humanidad”, de los “derechos de la Pachamama”
y abanderada del “vivir bien”, estamos hablando? Si todo fue un
engaño, Ahora
¿quiénque
noslaengañó?
oposición se siente empoderada, el gobierno
sólo sabe optar por la beligerancia y esa parece ser la única carta que
puede ofrecer el “termidor” en su discurso. Pero hace del pueblo ya
no un sujeto histórico sino apenas un batallón de infantería. El su-
sustitutivo conforma su cuartel general en una guerra anuncia-
 jeto sustitutivo
da y pone como única bandera de lucha la defensa de los generales.
El 2008 se pudo derrotar al golpe cívico-prefectural porque
el pueblo estaba imbuido de la mística democrática y constituyen-
te; ahora es la derecha la que tiene en bandeja de plata esa mística
bajo la bandera democrática, gracias a la transferencia de legitimidad  
que hace un gobierno que ha perdido el horizonte plurinacional.
Por eso en el discurso del “termidor” hay una ausencia total de ese
horizonte y eso constata que ese jamás fue el horizonte que se pro-
puso el “termidor”
“termidor” y nunca tuvo como
com o propósito político estampar
estam par
el horizonte indígena-popular en la política gubernamental.
Si el pueblo recuperase su papel protagónico, tendría que
tomar consciencia
ción popular; de la usurpación
produciendo, que se lahizo
desde adentro, de una revolu-
contrarrevolución.
 

§1 ¿Cómo se produce una “revolución de colores”? 57

Esto que se inicia a partir del referéndum y en los sucesivos in-


tentos de re-postulación, denota que, más que errores, se trata
de una meditada conspiración, desde adentro, para horadar la
legitimidad, ya no solo del líder sino del proyecto popular que
éste representa.
Continuamente, la elite gubernamental, ha dado las mejo-
res muestras de brindarle a la derecha argumentos para confirmar
los prejuicios en contra del gobierno, que se han ido restituyen-
do decisivamente gracias al accionar mediático. Lo cual también
manifiesta una ceguera en cuanto a política comunicacional, que
decepciona en cada episodio crítico (mientras toda la mediocra-
cia bombardeaba
radios contra en
estaban perdidos el código penal,
el Dakar; los canales
el colmo sucedeestatales
cuando, y sus
en
horario estelar,
estelar, el canal estatal inaugura un programa conducido
por uno de los personajes más aciagos del racismo mediático). El
gobierno carece de política comunicacional y eso pretende subsa-
narlo con pura propaganda, pero ni con ello remedia ese déficit.
La asonada social contra el código penal, muestra que, si
se contase con verdaderos operadores políticos, lo más adecuado,
para prevenir el estallido de un conflicto mayor, era socializar el
código en todo el tiempo de su gestación; además que ya teniendo
un conflicto anterior con el sector médico, el gobierno ya debía de
entrar en cuenta que en ese conflicto hay un rehén de por medio,
que es la propia población. Si el gobierno se proponía enfrentar al
poder que tiene ese sector (que se atribuye además la salud como
su propiedad privada), debía primero proporcionarle a la pobla-
ción alternativas para no quedar como rehén en medio del con-
flicto. La creación de clínicas populares, revalorizando la medicina
tradicional
gobierno quey alternativa, debiera deel sistema
se propone reformar haber sido prioridad en un
de salud.
 

58 Primera parte: Los colores imperiales de una revolución postiza

La falta de política comunicacional merma toda recupera-


ción política del lado popular; si el canal estatal, los paraestatales
y las radios oficialistas no tienen la capacidad de responder a la
asonada beligerante que provocan los medios privados, eso deve-
la una excesiva e ingenua confianza de la elite gubernamental en
apostar por el desgaste de los conflictos. Otra vez, eso no es un
simple error y ya huele a una rancia recurrencia al ninguneo de
actores que se hacen cada vez más beligerantes. El que ningunea
es porque se cree autosuficiente e infalible. Ese no es ni siquiera el
“hombre nuevo”
nuevo” del que hablaba el Che y menos el que se propo-
ne el “vivir bien”
bien” como horizonte de vida.
La oposiciónque
de la movilización, y lacongrega
derechauna
ya han declarado
creciente masa que
socialelsobre
foco
todo citadina, es la capitulación del presidente. Los resabios seño-
rialistas de la movilización dejan ver,
ver, de ese modo, que, en medio
de un descontento social comprensible, se cuela una repuesta in-
surrección señorial que atiza el conflicto mediante la exacerbación
del racismo implícito en las dirigencias que aparecen liderando a
la oposición. La fijación en el presidente es una fijación en lo que
representa y eso se nota en la intransigencia que también hace
mella en la oposición.
El desprendimiento presidencial, que sería la mejor for-
ma de descolocar una insurrección de la oligarquía camuflada de
“revolución de colores”, no es lo que se ve y eso agudiza más la
situación. Mientras la derecha ningunea al núcleo duro de apoyo
al presidente, que es la descualificación del pueblo como actor
político, lo cual provoca su señalamiento negativo por parte de
un radicalismo racista renacido; la elite gubernamental hace lo
mismo con toda la oposición, no sabiendo discernir niveles de
conflictividad y de actores que no pueden ser tratados con la mis-
 

§1 ¿Cómo se produce una “revolución de colores”? 59

ma vara. odo eso no hace sino conducirnos al estallido social, es


decir,, a una “revolución
decir “revolución de colores
colores”.
”. Frente a eso, cuando se debie-
ra dar línea política
polític a estratégica de reposición hegemónica popular
popular,,
el “termidor”
“termidor” opta por el enfrentamiento. Quien nunca nunc a ha podido
producir hegemonía y tampoco ha permitido la politización del
sujeto del cambio, es decir, la constitución del pueblo en sujeto
(porque sólo le interesó reducirlo a obediente de los dictámenes de
arriba) es quien se constituye en el “termidor” que se dedica, para
su propia desgracia, a restituir el Estado que quería transformar.
Si su proyecto de vida fue ser un viabilizador de la asunción
asunci ón de un
indio al poder, ahora reafirma que nunca creyó en el indio ni en
lo que cree
Los elingenuos
indio. y los oportunistas líderes de la oposición,
tampoco se dan cuenta que sus aspiraciones acabarán, si se con-
cretara la insurrección de la oligarquía, en la reposición de un or-
den que sí hará realidad sus miedos. Serán barridos como simples
peones de un juego que acabará con una más férrea injerencia de
nueva clase. Como en la Argentina de Macri, o el Brasil de emer,
una reposición oligárquica-liberal conculcará la democracia y to-
das las conquistas sociales y populares alcanzadas estos últimos
años. Otra vez setambién
do la izquierda
izq uierda reditaráprovocó
el episodio del gobierno
el golpe militar. de orrez,
orrez, cuan-
No se dan cuenta que la derecha no actúa ni siquiera para
sí misma y que, en su debido momento, el componente fascista se
impondrá y desplazará a todos los ingenuos que, liderando intere-
sadamente las marchas y los paros, habrán servido, en bandeja de
plata, el poder a la insurrección de la oligarquía. El desenlace hasta
burlesco que podría provocar la digitación externa de una “revo-
lución de colores”, para terminar por descomponer una recompo-
sición del campo popular, sería la entronización de otro indígena
en el poder (no en vano un ex vicepresidente indígena es el más
 

60 Primera parte: Los colores imperiales de una revolución postiza

entusiasta crítico del gobierno), con la siguiente amonestación:


“con un indio quisieron soñar en cambiar todo, con otro indio les
enseñaremos que nada se puede cambiar”.
 

§2
EL DES-ORDEN TRIPOLAR COMO TRANSICIÓN DE
UN MUNDO SIN DEFINICIÓN
16 de septiembre de 2018

apolíticos
pasada cumbre de Helsinkiloco
reafirma uno dedelos
la lineamientos
liCasa
neamientos
L del supuestamente ocupante
acabar con la hostilidad hacia Rusia. Lo cual deja sin argumentos
Blanca:

al belicismo del complejo militar-industrial, descoloca a la anacró-


nica idiosincrasia rusófoba del establishment político y, para col-
mo, manifiesta la incapacidad hasta cultural que tienen los gringos
de superar la guerra fría.
El diagnóstico que se realiza de un mundo en crisis depen-
de del modo cómo se define el mundo y cómo se define la crisis.
El problema actual que enfrenta la provinciana perspectiva gringa
es no sólo no haber superado la guerra fría y su hasta naturalizada  
rusofobia sino que, el mundo que se representa ya no existe y la
crisis que se imagina. Una economía de la guerra es insostenible
si hay paz. Pero, y aquí está el detalle, si esa economía ha hecho a
toda la economía mundial a su imagen y semejanza, entonces se
entiende la paradoja. Esto demuestra que la imprevisibilidad de
rump tiene lógica y, tanto en materia exterior como en asuntos
domésticos, lo que se descubre es una coherencia que dista mucho
de la mentada improvisada ingenuidad de un “outsider”. Lo que
[61]
 

62 Primera parte: Los colores imperiales de una revolución postiza

estaríamos presenciando en la administración actual y sus contra-


dicciones, es la encrucijada en la que se encuentra el mismo Impe-
rio en decadencia, o sea, en la etapa post-imperial del capitalismo
senil.
Es decir, no sólo que ya no nos encontramos en una
variación del escenario centro-periferia sino que la decadencia
mencionada arrastra a la misma escenografía impuesta hace cin-
co siglos. Decir que ya no hay hegemonía unipolar es decir poco,
cuando la crisis ya no es sólo civilizatoria sino crisis de racio-
nalidad . Pasar de un orden unipolar a uno multipolar no sería
problema si la racionalidad fuese, por decir algo,  plural . Pero
porque
modernola yracionalidad imperante
su geopolítica y pertinente
pertinenno
centro-periferia te al
es sistema-mundo
plural significa
que, pasar a un orden multipolar quiere decir ir en busca de
otro mundo, con todo lo que eso implica. Por ello cuando se
habla de un orden multipolar y no se tiene en cuenta lo que eso
verdaderamente significa, se cae en una típica retórica de “fin de
ciclo” y nada más. Pero
Pero lo que sucede a nivel global
globa l apunta a una
incertidumbre de gravedad tectónica cuando el mismo Imperio
en decadencia no halla más opción que recluirse en un naciona-
lismo económico para contrarrestar una pérdida de hegemonía
que horada sus más hondas cimientes culturales.
Cuando hablamos de crisis de racionalidad  tampoco
 tampoco redu-
cimos la indicación al eurocentrismo prevalente de la geopolíti-
ca implícita en las relaciones internacionales. Crisis de raciona-
lidad  significaría
  significaría la pérdida de sentido en los parámetros vitales
del horizonte de expectativas del mundo moderno-occidental.
Por eso todo se halla en crisis. Si hay una crisis perfecta (como
solía decir el comandante Hugo Chavez), es lo que estaríamos
atravesando desde comienzos del siglo XXI. Decir que todo está
 

§2 El des-orden tripolar como transición de un mundo sin defnición 63

en crisis significa que hasta el pensamiento crítico ha dejado de


ser crítico y lo que vemos travestido en crítica es apenas una
incertidumbre ilustrada que todavía es heredera del optimismo
iluminista. El romanticismo europeo de los siglos XVIII y XIX
fue todavía escéptico del progreso moderno, porque el concepto
de pasado aún no había sido condenado por la religiosidad del
futuro. Pero si ese futuro se considera la fatalidad hecha destino
en una consagrada (hasta por los marxistas) metafísica de la his-
toria, entonces se entiende el laberinto milenarista en el que se
encuentran hasta las apuestas por un mundo “en el que quepan
todos”.
Crisisnos
imaginadas de devuelven al  mismo
racionalidad  quiere laberinto.
decir que Por
hasta
eso,laslassalidas
posi-
bilidades mismas de un pensamiento crítico radican en situarse
fuera del laberinto, pero esto significa haber trascendido la mis-
ma racionalidad que se halla en crisis y esto quiere decir, no sólo
un distanciamiento del eurocentrismo, sino un situarse existen-
cialmente más allá  del
  del mundo moderno-occidental. Esto que se
cree imposible y cosa de locos es la constatación de los límites
sistémicos de todo pensamiento crítico que todavía reivindica la
racionalidad todavía hegemónica en desplome vertical.
Esto es lo que explica que, hasta los gobiernos “progre-
sistas”, reproduzcan lógicas de poder supuestamente pasadas y
que apuntan a describir una escenografía global donde el poder,
cualquiera que éste fuese y sea del color que fuere, reacciona y
se defiende con los mismos argumentos, generando escenarios
similares donde la política cede ante la guerra. Si se trata de una
situación promovida, ya no es tanto porque la injerencia sea in-
falible sino porque la misma acción
ac ción política (de uno y otro lado)
conduce a eso, por eso basta apenas un conflicto para incendiar
 

64 Primera parte: Los colores imperiales de una revolución postiza

todo, como en Nicaragua. Entonces, si todo conduce al conflic-


to, es porque la convivencia se ha hecho insostenible. Por eso
una guerra se anticipa en los templos. Los templos actuales lo
constituyen los medios, o sea, la Mediocracia.
El proyecto último de globalización neoliberal le ha lleva-
do a semejante entuerto; porque no se trata solamente de la crisis
económico-financiera sino de lo que sería un nuevo orden mun-
dial, que ya no podrá ser unipolar. El actual des-orden tripolar
no es definitivo y,
y, por ello mismo, hasta el Imperio en decadencia
decad encia
debe barajar sus opciones para no quedar excluido de una nueva
reconfiguración geopolítica que, a estas alturas, se dibuja como
post-occidental, es decir,
derno y su geopolíticadecircentro-periferia.
, como el decliveOccidente
del sistema-mundo
mismo semo- en-
cuentra en medio de un naufragio civilizatorio, por ello la opción
inmediata parece ser “salvarse a como dé lugar”. El abandono
que hace USA de Europa, dejándola a su suerte, demuestra esa
dramática situación.
Pero mientras los acuerdos rump-Putin apuntan a gene-
rar un clima de distensión en un escenario tripolar de un mundo
en franco proceso de des-globalización; no por ello lo que se de-
duce es la paz sino, por el contrario, lo que se ve es el encendido
rechazo del complejo militar-industrial gringo y su brazo político
bipartidista que, hace de la guerra y la invención de “enemigos
comunes”,
comunes ”, la legitimación necesaria de sus aventuras de domina-
ción global.
globa l. Pero ello no hace de rump
rump un anti-imper
a nti-imperialista
ialista sino
si no
la encarnación de la contradicción entre el imperialismo clásico y
el neo-imperialismo que produjo la globalización neoliberal.
Más que el enfrentamiento entre capital productivo y ca-
pital financiero,
el seno mismo delel sentimiento anti-globalista
país patrocinador que representa
de la globalización, en
lo que
 

§2 El des-orden tripolar como transición de un mundo sin defnición 65

hace manifiesto rump


rump es el retorno al concepto de Estado-nación
como soporte de una restauración cultural, ante el desmorona-
miento del mundo moderno-occidental que representa USA. Por
ello la tónica del amanecer de este nuevo siglo es la crisis civiliza-
toria. Por eso se busca la paz, pero no por la paz; porque si la única
opción es la guerra, no hay opción alguna, porque eso significa la
guerra nuclear
nuclear.. Las declaraciones altisonantes que
qu e profiere rump
rump
a Irán tienen ese contexto: cuando la amenaza es lo más común,
es porque el poder, en un contexto de crisis, es lo único seguro.
Pero esta seguridad puede acabar consigo misma y esto es lo que
parece caracterizar a toda situación pre-guerra. Y esta es la maca-
bra seguridadmutua
“destrucción del acrónimo MAD
” es laatribuible
asegurada”
asegurada opción queahora a rump.
baraja La
el comple-
 jo militar-industrial como poder
poder disuasivo y esto manifiesta la ver-
ver-
dadera locura; es decir, hay más de un loco en toda esta historia. El
razonamiento parece ser: si todo el mundo se vuelve loco, lo más
racional es volverse también loco. Así el mundo queda perfilado
según la paranoia de los mercados financieros.
Por eso, lo que manifiesta un des-orden tripolar, es la zo-
zobra misma que infunde un periodo de transición sin destino
definido. Y esto es lo que haría de un mundo tripolar un escenario
tensionado entre el carácter exponencial del crecimiento econó-
mico (al cual no renuncia ninguna potencia) y las apuestas protec-
cionistas de las mismas potencias. Por eso la guerra comercial que
desata rump, genera un escenario pre-segunda guerra mundial.
Para superar la gran depresión USA adoptó el proteccionismo;
como hoy, subió los aranceles para proteger su economía. Algo
similar hizo Alemania. El coctel explosivo de nacionalismo y pro-
teccionismo, al interior
no les queda otra, del primer
si de proteger su mundo,
economíadesata la guerra.
se trata. Pero
Pero que el
 

66 Primera parte: Los colores imperiales de una revolución postiza

Imperio adopte esa política sólo significa que vivimos un recam-


bio global del Occidente mismo.
Más allá de la resistencia insana del establishment grin-
go a aceptar una situación post-guerra fría, que ya clama por
un coup d’Etat en el propio Imperio en decadencia, lo que en
verdad se manifiesta es la intransigencia de los poderes fácticos
a aceptar un nuevo orden post-occidental. Ello también devela
la verdadera disputa global que sepulta a la ya caduca contradic-
ción derecha-izquierda (la izquierda ignora el capital financiero,
es decir que, su conocimiento del capitalismo data del tiempo de
Marx, por eso no atina a desentrañar lo que promueve
promue ve la globali-
zación neoliberal;
la izquierda se ha esquedado
decir, mientras el capital
en el pasado); se ha
pues la desarrollado,
aparición de
los BRICS, pero sobre todo China y Rusia, han puesto de ma-
nifiesto que la contradicción actual se da entre globalización y
proteccionismo. Esta contradicción es la que merece ser pensa-
da en un mundo tripolar también en transición post-neoliberal.
Pero si el neoliberalismo se encuentra en descrédito, incluso en
el primer mundo, ¿quiénes protagonizan la defensa de la agónica
globalización?
Para entender eso hay que dirigir la mirada a lo que
sucede en USA y la resistencia del establishment político a la
administración rump. Si la cumbre de Helsinki descoloca las
opciones más belicistas del establishment gringo (y también eu-
ropeo), es porque al desaparecer el enemigo, no hay guerra que
se justifique, entonces las pretensiones imperiales de reposición
hegemónica global se suspenden. Pero eso no es aceptable para la
geopolítica centro-periferia, porque eso supone precisamente el
fin de centro,
no es la retórica
sus civilizatoria
pretensionesdeuniversales
la modernidad
ya no occidental. Si ya
tienen sentido.
 

§2 El des-orden tripolar como transición de un mundo sin defnición 67

rump y el “America first” optan por la des-globalización,


porque el nuevo orden mundial, impulsado por el capital trans-
nacional, garantizado por los Estados del centro e impuesto mi-
litarmente por la OAN, es un orden post-imperial que puede
prescindir de los Estados, en consecuencia, la economía se des-na-
cionaliza y el capital productivo queda a merced de la especula-
ción financiera, donde no se salva ni USA como país. Si la globa-
lización, en su periodo imperial, consistía en la expansión de los
valores e intereses gringos, en su periodo post-imperial representa
la erradicación de todos los valores y la imposición de los intereses
 puros  del
 del capital especulativo. Por eso la corrupción moral (que es
la antesala
ámbitos de de la económica)
la vida humana. es ahora la normalidad en todos los
rump representa, en ese contexto, el afán último de so-
brevivencia de la identidad WASP, es decir, de la identidad blanca
en plena crisis demográfica. Para todo país es vital la identidad
cultural que preserve la cohesión nacional; pero la globalización
neoliberal se impuso para acabar precisamente con eso, y la víc-
tima actual es precisamente el país que impulsó aquella globali-
zación. Para el 2050, la primera mayoría en USA la constituirán
los latinos y, frente a eso, los blancos empobrecidos también por
la globalización, ven en rump un restaurador de una identidad
que ya no proyecta futuro alguno; por eso advertir que USA es
el principal consumidor de estupefacientes fuertes en el mundo,
muestra el grado de descomposición social en que se halla sumida
la abanderada del famoso “mundo libre”.
ambién se puede decir que la disputa entre el capital pro-
ductivo y el financiero, que representa una lucha de capitales, es
también
lación. Siun conflictofinanciero
el capital al interior mismo de
corrompe todola por
lógica
unadelógica
acumu-
de
 

68 Primera parte: Los colores imperiales de una revolución postiza

acumulación exponencial, el capital productivo, que responde a la


economía real, estaría experimentando los límites del crecimien-
to. Por eso rump es calumniado de “populista”, cuando propo-
ne como política, la restauración de la infraestructura económica
gringa (lo que además está dando fin al decrecimiento continuo),
en vez de sostener una globalización que produce sangría excesiva
hasta en los capitales supeditados al financiero. Es decir, si la glo-
balización significaba el triunfo del capital financiero, ese triunfo
es pírrico porque hipoteca todo en una especulación sin límites.
Por eso, entre todas las desafortunadas declaraciones de
rump (que no hacen más que retratar al gringo común y co-
rriente,
destacar essudecir,
tweetracista, xenófobo,
en respuesta machista,a etc.),
a la condena vale la pena
su encuentro con
Putin: “ Y
 You
ou would rather go to war than see me getting along
with Putin”. Porque
Putin”. Porque para los globalistas, sólo la guerra garantiza
un mundo sumido en la especulación. Un acuerdo pacífico entre
las superpotencias nucleares, deja a la globalización, en su etapa
post-imperial, sin chivo expiatorio para justificar la diseminación
del “caos constructivo”.
odas las tentativas de frustrar aquella cumbre develan
la anacrónica lectura que Occidente tiene de la nueva realidad
geopolítica global. Los warmongers, a la cabeza de Hilary Clin-
ton, no se resignan a compartir una hegemonía que se les esca-
pa de las manos. Los acuerdos públicos de Helsinki señalan que
USA cede sus pretensiones globalizantes para garantizar, en el
mediano plazo, su propia reconstrucción económico-productiva.
económico-productiva.
Esto quiere decir que, si la globalización, desde el colapso finan-
ciero del 2008, estaba en estado de defunción, ahora termina por
dársele el último
se consolida paletazo tripolar,
el des-orden de tierra.sin
¿Qué quiere decir
hegemonía única.esto? Que
Porque,
 

§2 El des-orden tripolar como transición de un mundo sin defnición 69

aunque rump ambicione aislar a Rusia de China, el colchón


económico del último y la cobertura nuclear del primero son la
garantía que se ofrecen ambos para sobrevivir en el des-orden
tripolar.
Pero no cantemos victoria. Porque eso no significa el fin de
la guerra fría (que los países chicos lo sufrimos de modo infernal)
sino la demarcación transitoria de las esferas de influencia. Porque
Porque
un des-orden global no es ni nunca ha sido el horizonte definitivo
en las expectativas que se proponen las potencias en el mundo
moderno, ya sean decadentes o emergentes. La segunda guerra dio di o
testimonio de aquello, porque la emergencia de un nuevo actor no
pasa
total sólo por asegurar
del tablero su periferia respectiva sino por el rediseño
mundial.
Cuando Alemania se propuso aquello, sabía que eso sig-
nificaba la guerra. Aunque el Imperio se halle en decadencia, su
sobrevivencia depende de la cosmogonía que legitima su existen-
cia. Por eso la apuesta era imperial, o sea, restituir Occidente y,
por ello mismo, la insurgencia nazi se proponía en los términos
de pureza de la raza. Pero ahora, ninguna potencia emergente,
que tiene musculatura económica, militar y cultural, se propone
restituir un Occidente en decadencia; el hecho mismo de ceder,
que hace USA, ante un orden patrocinado por potencias que no
son precisamente occidentales, deja abierta la posibilidad de un
orden post-occidental.
Para explicar esta situación bien vale hacer uso del concep-
to de “diferencia
“diferencia imperial”, resemantizando y actualizando su sen-
tido original. En la situación actual ya no se trata de una inclusión
por subsunción, que impondría un centro ahora de concentración
c oncentración
trans-nacional financiero,
(aunque la economía tampoco desino
se orientalice), underecambio hegemónico
la descomposición del
 

70 Primera parte: Los colores imperiales de una revolución postiza

concepto mundo. Por eso no se vislumbra claramente un “nuevo


orden mundial”, porque si el “nuevo mundo” no está definido,
entonces lo que tenemos es una dramática transición. Es decir, el
actual des-orden tripolar se refiere a la tensión misma que sucede,
en tanto la nueva fisonomía global no halla ninguna definición
cierta.
Por eso en la cumbre de Helsinki se rumorea negociacio-
nes que se hace en nombre de terceros involucrados. Siria por
Ucrania es un claro ejemplo, pero ya no es tan fácil para las po-
tencias. Un orden en transición demarca y pact a  posibles
 pacta  posibles diseños
de un nuevo tablero global y esto es lo que todavía no aparece y
lo que caracteriza
tripolar. Es decir, al
lo cada
que sevezprefigura
más frágil equilibrio
es una del arriesgada
dinámica des-orden
entre contener las esferas de influencia respectiva y su amplifi-
cación. Porque ninguna potencia ha de resignarse a definir su
geopolítica, a imagen y semejanza de su propia cosmovisión.
La encrucijada se describiría del siguiente modo: para
acabar con el Imperio se debe actuar de modo imperial. Cuan-
do Rusia y China llaman a restablecer el derecho internacional
que USA ya no reconoce, lo que hacen es delatar la ilegitimidad
de toda laactuaría
tripolar, institucionalidad global.
más bien como un Por eso,deel contención
diseño actual des-orden
estra-
tégica entre las potencias. La cuestión es: ¿quién hace de gendar-
me? La ONU misma no está a la altura de esa responsabilidad
histórica, por eso refundar el derecho internacional pasa por re-
fundar las instituciones globales mismas. Esto quiere decir que
tanto Rusia como China apuntan a redefinir el derecho interna-
cional, para de ese modo rediseñar un marco mucho más racio-
nal de las relaciones internacionales. Sin este marco mínimo no
es posible un nuevo
nue vo orden mundial. Un verdadero orden tripolar  
sería el modo de adecuación acordada entre las potencias, a una
 

§2 El des-orden tripolar como transición de un mundo sin defnición 71

transición que ya no podría prescindir de inevitables emergen-


cias regionales.
Pero lo que tenemos es la lógica de la tensión continua,
como la fisonomía de una transición indefinida.
in definida. USA podrá resig-
nar el Medio Oriente, porque militarmente Rusia habría demos-
trado, en Siria, su superioridad táctica y estratégica. ¿Qué le queda
a USA? El proclamado neo-monroeismo del régimen gringo de-
lata que Latinoamérica se le presenta como la última carta que le
 permite entrar al juego de la pulseta tripolar . Sin Latinoamérica no
tiene admisión en el nuevo juego, porque Europa, al no ser ya actor
estratégico y al no contar con recursos energéticos, pierde rele-
vancia en undereparto
dependiente USA yimperial. El cuentan
Rusia, que mercadoconeuropeo se ha hecho
la producción y la
distribución de gas y petróleo; en este sentido, un nuevo rediseño
global pasa por redefinir el mapa del petróleo y del gas.
La “diferencia imperial” nos serviría para describir una si-
tuación sin hegemonía única. Esto lleva a una situación de indefi-
nición y,
y, en consecuencia, de tensión continua. Pues sin hegemo-
nía única quiere decir: lucha por la hegemonía. Lo cual nos abre
a la siguiente encrucijada: o la resolución se realiza por la políti-
ca o se impone la guerra. Si se impone la guerra, la disputa por
la hegemonía deviene en lucha por la dominación total. Porque
hegemonías compartidas no condicen con la lógica especulativa
que adquiere el capital financiero. Rusia y China apuestan por
la política, pero sus propias pretensiones de crecimiento (dentro
de la lógica de la competencia mundial), chocan inevitablemente
con una arquitectura financiera pensada a imagen y semejanza del
dólar, sólo para el dólar.

que, a laUnhora
verdadero “nuevo
de afianzar orden”
reglas sería un
mínimas verdadero retolo por-
de convivencia, que
 

72 Primera parte: Los colores imperiales de una revolución postiza

aparecería inevitablemente, es la necesidad de cuestionar la pro-


pia lógica de una economía del crecimiento. Esto sería el fin del
capitalismo. Por eso el des-orden tripolar no es un “nuevo orden”
mundial sino una transición que no puede ser definida sólo por las
potencias involucradas.
Si USA fue la impulsora (junto a Inglaterra) del proyecto
de globalización neoliberal, ya no es el régimen gringo (y menos
Europa, o lo que queda de ella) quien decide la suerte del neoli-
beralismo. La globalización fue un proyecto exclusivo de expan-
sión del capital financiero que, encuentra en el neoliberalismo,
la mediación apropiada para su plena realización. Por eso ahora
vemos
por esountambién,
nacionalismo
aparececreciente,
c reciente,
un nuevoincluso en el primer
imperialismo mundo; y,
que presupone
la entronización que hace la globalización neoliberal del capital
financiero. El Imperio, en su etapa post-imperial, ya no presupone
un Estado determinado, sino que hasta los Estados centrales son
desplazados definitivamente a ser meros garantes de la especula-
ción financiera, como la más óptima composición de la acumula-
ción de capital global.
Lo que explica la presencia de un rump es, precisamen-
te, la reacción de los propios gringos empobrecidos por la glo-
balización. Por eso también el nacionalismo no es un concepto
uniforme que pueda ser usado de modo alegre (como se hace con
el calificativo “populista”). La hipercomplejidad que supone un
mundo sumido en una crisis civilizatoria sin precedentes, requiere
el uso de enfoques multidimensionales  que
  que den cuenta de seme-
 jante complejidad. Por eso el análisis político, de modo óptimo,
se propone comprender e interpretar los hechos políticos con la
finalidad de anticiparse
trata el clarificar a las consecuencias
la especificidad que se desatan.
de la globalización De eso
en decadencia
 

§2 El des-orden tripolar como transición de un mundo sin defnición 73

y el proceso de des-globalización que empieza el 2008 con la quie-


bra financiera. No es raro que empiece en USA, con la burbuja
inmobiliaria, que provocó la bancarrota de la clase media gringa;
tampoco es raro que el Estado hipoteque a toda su nación para
salvar a la banca financiera. El poder político ya no era más depo-
sitario de la soberanía sino mero agenciador del poder financiero;
ese que fue denunciado por el presidente Eisenhower en 1961, en
su célebre “farewell to the nation”:
nation”: el complejo militar-industrial.
rump representa a la infraestructura económica desman-
telada por la globalización del capital financiero que, en su expan-
sión irrestricta, encuentra otros nichos para generar rendimientos
máximos que eranahora
cia internacional imposibles en su
describe lugar de origen. La
aprovechamientos competen-
inusitados en
regiones que van desplazando el centro de la economía y esto es
lo que provoca inevitablemente la decadencia del primer mundo.
Porque si de producción hablamos, la producción no es un fenó-
meno meramente económico, sino que, la producción lo que hace
es producir, reproducir,
reproducir, ampliar y desarrollar la forma de vida  que
 que
presupone la propia producción. Cuando la producción misma
sale de las fronteras nacionales, como es el caso de USA, entonces
sucede la decadencia económica y, lo más grave, la decadencia
decadenci a cul-
tural. Que la migración latina mine la propia identidad gringa no
es atribuible sólo a la migración sino a esa decadencia provocada
por la globalización que auspicia USA.
Entonces, el rechazo a la miopía política de rump no se-
ría tal si no representase ese sentimiento anti-globalización. Por
eso tiene al establishment político y la mediocracia en su contra,
porque son los portavoces de la globalización neoliberal, es de-
cir, del capital financiero.
funcionalizando la protestaElciudadana
modo como se lo
ante legitima
que noelesrechazo es
más que
 

74 Primera parte: Los colores imperiales de una revolución postiza

la continuidad de una política que, por ejemplo, en materia mi-


gratoria, ya la efectuaron Clinton y Obama. Pero la señalización
contra rump
rump no sólo que describe y descubre a la propia idiosin-
crasia gringa (por eso lo odia el establishment, porque su cinismo
le muestra al mundo lo que es la ideología gringa en su máxima
expresión, que lo comparten republicanos y demócratas: el excep-
cionalismo), sino que pone en evidencia la verdadera fisonomía de
quienes se presentan al mundo como los paladines de la libertad,
los derechos humanos y la democracia.
El ensañamiento contra Latinoamérica, en ese sentido, es
la continuidad de una política, ahora repuesta de modo más dra-
mático, por su propiahan
modos diplomáticos decadencia. Por eso
sido barridos, hastaselas
porque formas
juega y los
su sobre-
vivencia. Por eso también, ya no concibe desplegar su injerencia
de modo tradicional. Al Imperio en decadencia ya no le interesa
sacar gobiernos para promover otros, acordes a sus intereses. Sus
últimas doctrinas militares dan cuenta de un plan global mucho
más siniestro, acuñado en los conceptos de “guerra híbrida” y de
“revolución de colores”. Lo que se vislumbra es una demolición
 planificada  de
 de la propia estabilidad política y económica de su “pa-
tio trasero” para diseminar un caos continuo sin resolución posi-
ble. El proyecto del “Medio Oriente ampliado”
ampliado” (impuesto en Irak,
Siria, Libia, Yemen, etc.) pretenden implantarlo en Latinoamé-
rica. ¿Dónde puede empezar aquello? Depende de su capacidad
injerencista, pero también de la respuesta de nuestros pueblos.
 

§3
AMAZONAS:
AMAZONAS: EL INFIERNO DETRÁS DEL INCENDIO
26 de agosto de 2019

a expansión acelerada de la mancha térmica del incendio del


 Amazonas
pública.estáPero
provocando otro yincendi
incendioo semejante en la
L
opinión este incendio, la bruma que extiende,
tiene la peculiaridad –como es usual en lógica militar– de distraer
la atención mientras se ponen en acción otros propósitos que, al
no ser considerados, logran una ventaja estratégica definitoria del
desenlace mismo del asunto. Por eso, cuando las inculpaciones
y las condenas atizan aún más un conflicto latente, hay que pre-
guntarse: ¿a quién le interesa inflamar una región, además en pe-
riodo pre-electoral? ¿Qué propósitos encubiertos tienen el poder
de provocar una desestabilización regional, incluso al amparo de
banderas tan loables como la “defensa del pulmón del planeta”?
 Apliquemos un procedimi
procedimiento
ento inverso para entender la
situación; de los efectos mediáticos vayamos a desentrañar al
poder beneficiario del caos que pueda producirse. Redirigir las
preguntas nos ayudaría a superar un maniqueísmo simplón que
sólo lograría la destrucción mutua porque, en tal caso, todos co-
adyuvarían, sin proponérselo, a generar otro incendio con cara
de infierno, que
occidentales es, por
en Irak, Siriaejemplo,
o Libia,loalque desataron
amparo las potencias
de “nobles causas”
[75]
 

76 Primera parte: Los colores imperiales de una revolución postiza

y con la complicidad de una opinión pública que creyó ingenua-


mente en tales ficciones.
¿ Adónde nos conduce una situación de desestabilización
regional, a las puertas de una definición electoral del cono sur?, es
una buena pregunta ante lo demasiado oportuno (“good timing”
dirían los gringos) de un desastre ambiental que podría originar la
declaratoria de “emergencia mundial” que ya la viene pregonando
un anacrónico G7.
En esto hay que ser claros, nunca  una  una ayuda proveniente
de los países ricos ha sido generosa sino parte de una política in-
tervencionista e injerencista. Si esto es así, la hipótesis de la delibe-
rada
No sediseminación
puede olvidardequelos nos
focos de incendio,encobra
encontramos otros matices.
un proceso de crisis
civilizatoria  y
  y que las actuales guerras frías no declaradas expre-
san políticas de sobrevivencia , que la geoeconomía del dólar asume
como últimos recursos para restaurar  su  su hegemonía.
Entremos en contexto, el neoliberalismo no fue la expre-
sión del triunfo del capitalismo sino la respuesta del poder finan-
ciero ante el fracaso del sistema económico; pues desde los seten-
tas, el crecimiento global ha sido mediocre y no responde a las
expectativas exponenciales del capital. Si el repunte de ganancias
que se logra con el efímero auge del neoliberalismo provoca la
crisis financiera del 2008 (porque se trata sólo de burbujas) y, pa-
radójicamente, la globalización no logra controlar al mundo sino
provoca un relevo que vira la economía al Oriente, en desmedro
del propio Occidente, resulta que el sistema-mundo moderno –
que lo hegemoniza el dólar– se desintegra y se deshace en una
suerte de demencia sistémica que apuesta incluso contra su propia
sobrevivencia. rump
rump y Bolsonaro son la personificación de aque-
llo; evangélicos ambos, declaran fidelidad a un milenarismo que
recluta cruzados  para
 para desatar una nueva guerra “del bien contra el
 

§3 Amazonas: el inferno detrás del incendio 77

mal” (el ensañamiento contra inmigrantes e indígenas de ambos


es fiel a la teología de conquista ).
).
La lógica del capital es suicida; pero lo grave es que, en esa
lógica, arrastra a todo el sistema económico a asumir apuestas irra-
cionales, creyendo que son las más “racionales”.
“racionales”. En ese sentido, lo
que sucede en el Amazonas no tiene que ver directamente con los
efectos del cambio climático sino con una apuesta demencial que
optan los poderes fácticos mundiales por  pur  puraa apuesta de sobrevi-
vencia , incluso a costa de la propia base de existencia de la huma-
nidad. En ese sentido, la quema del Amazonas parece premeditada
y tendría propósitos geopolíticos.
Si la geoeconomía
cando guerras del dólarahora,
en todo el mundo, se acostumbró a vivirapuesta
por sobrevivir, provo-
por desatar “calculadamente”
“calculadamente” un infierno que le reditúe las ganan-
cias que ya no puede lograr.
lograr. No es sólo la reducción de los recursos
energéticos y estratégicos, sino que, poco a poco, estos se escapan
a su control. Reponer ese control es asunto de sobrevivencia para
la decadencia del orden unipolar que sostuvo al Imperio. Como ya
no puede reponer su hegemonía, sólo le queda desatar escenarios
que legitimen un “estado de emergencia,” como pretexto para im-
ponerse como único garante de estabilidad regional.
omar como rehén al Amazonas sería el principio de una
contención estratégica ante la expansión de la Nueva Ruta de la
Seda en Sudamérica; esto significaría el aplazamiento del proyec-
to bioceánico que integre a Sudamérica con el pacífico, porque
esta integración significaría, a mediano plazo, el desplazamiento
del dólar  y,
 y, en consecuencia,
consec uencia, de la hegemonía imperial. No sólo de
guerras se reaviva el dólar sino también de los desastres; es decir,
generar unaoportunidades”
miento de devastación apocalíptica constituye
ideal para una un “aprovecha-
hegemonía moribunda.
 

78 Primera parte: Los colores imperiales de una revolución postiza

Como en el auto-atentado a las torres gemelas, el desastre se con-


vierte en negocio, no sólo porque justifica declarar una guerra sino
por el cobro de los gastos de guerra, es decir, asaltar la riqueza del
vencido.
Por eso no es nada casual que el presidente francés Macron
(portavoz de la banca financiera) haga un llamado puntual a las
potencias mundiales del ya fenecido G7 para “hacerse cargo” del
 Amazonas. Esto significaría, como segundo paso, la instauración
de una instancia supra-nacional que tome decisiones por sobre la
soberanía de los Estados involucrados en la declaratoria de “desas-
tre ambiental”. Aquello no sólo en vistas a reponer el control sino
de sembrar el en
intervención “caos constructivo”
Venezuela
Venezuela en la región, ya que los planes de
fracasan.
El Amazonas, junto al acuífero guaraní y la cuenca del
Orinoco, son las reservas globales de agua dulce más grandes del
planeta. La última reunión de Bolsonaro y Benjamín Netanyahu
ya tuvo como prioridad el deseo de “privatizar” el rio Amazonas
para favorecer a empresas israelíes. Al Estado sionista ya no sólo le
interesa la Patagonia, sino que ahora mira al Amazonas. Lo mis-
mo expresa el llamado de Macron, acorde al deseo financiero de
monetizar todos los acuíferos, adelantándose así a las futuras crisis
globales del agua. Allí también se mete Washington
Washington para despejar
el norte amazónico colindante con la reserva
reser va petrolera más grande
del planeta, es decir, Venezuela (el think tank “Foreign Policy”
ya publicó un artículo donde Stephen Walt pregunta: “who will
invade Brazil to save the Amazon?”, y recuerda que la ONU con-
sidera la crisis ambiental como “una amenaza a la paz y seguridad
internacional”). odos quieren una parte del pastel amazónico y
tienen los instrumentos legales, vía ONU (artículo 42 del Con-
sejo de Seguridad), para declarar una “intervención humanitaria”
acorde al clamor provocado de “ayuda internacional”; eso signi-
 

§3 Amazonas: el inferno detrás del incendio 79

ficaría la militarización de nuestra región y la agudización de los


conflictos ya existentes. En ese sentido, la desidia de Bolsonaro
no es insensata, tiene lógica; así como la hipótesis de una quema
deliberada.
Como en la intervención militar a procesos democráticos
en la región, la quema del Amazonas no significa sólo una quema
forestal sino la destrucción sistemática de cualquier tipo de eco-
nomía alternativa sostenible, que demuestre hasta la ineficiencia
de los rendimientos “productivos”
“productivos” del capital. La complicidad del
presidente brasilero con el capital agroindustrial para expulsar a
los pueblos indígenas y apropiarse de tierras que, desde la lógica
capitalista,
sintomáticoaparecen
que este como “improductivas”,
argumento expresa aquello.
se actualiza siempre Es
en circuns-
tancias de crecimiento negativo; pero la lógica capitalista no sabe
ingeniarse el cómo cualificar su propia producción, sino que busca
nuevos nichos de explotación, donde desarrolle su lógica de des-
pojo sistemático: destruir para producir .
Entonces, el objetivo del otro incendio tendría como fin
provocar, en la opinión pública, la justificación para desatar, en
la región, un incendio mayor con cara de infierno; las redes so-
ciales ya vienen promoviendo condenas, de todos contra todos,
dando paso a una desestabilización impensada que apuntaría, no
sólo a frenar los actos electorales, sino a legitimar una interven-
ción con cara de “ayuda”. Partiendo de estas consecuencias pro-
bables, es que se puede desencubrir una digitación calculada que
no es sopesada por una “crítica ambientalista” que deja de lado la
ecuación geopolítica y es ingenua de la funcionalización que hace
el sistema económico mundial, incluso del discurso del cambio
climático,
capitalista.como generador de nuevos procesos de acumulación
 

80 Primera parte: Los colores imperiales de una revolución postiza

La última contienda electoral en Argentina repercutió ne-


gativamente en los mercados, porque aquello estaría reconfiguran-
do un nuevo equilibrio geopolítico en Sudamérica. La tendencia
creciente en Bolivia, Argentina
Ar gentina y Uruguay,
Uruguay, amenaza al propio Bra-
sil, pues se rodearía de gobiernos de izquierda que influirían en su
propio panorama político. Esto afecta a los intereses de los poderes
fácticos globales que se encuentran en plena crisis de sentido vital
y enfrentan el fin de su hegemonía centenaria. La expansión de la
Nueva Ruta
Ruta de la Seda que promueve China, tiene a Brasil y Boli-
via como pivotes de la inclusión de Sudamérica en un proyecto de
infraestructura de comercio global, que terminaría de  desplazar al
dólar y Si
al atlántico como
esto es así, unaejes de la
crisis .
economía mundial 
medioambiental extendida pospo-
ne los planes de integración geoestratégica de Sudamérica hacia
el pacífico. Curiosamente, no se trata de hechos casuales, ya que,
aunque los focos son aislados, la sincronía de estos y la configura-
ción de una mancha compacta entre Brasil y Bolivia, confluye tres
regiones estratégicas: el Pantanal, el Amazonas y la Chiquitanía,
las cuales deberían ser conectadas por el tren bioceánico.
Las tres aportan una cantidad considerable de oxígeno al
planeta, por encima del 25%, además de una absorción impor-
tante de CO2. Una catástrofe ambiental como la que estaría pro-
duciéndose, casa como anillo al dedo a la propuesta de que las
potencias occidentales se “hagan cargo” del Amazonas, por enci-
ma del Estado brasilero; es decir, la promoción de una instancia
supranacional  que
  que haga de guardabosques global, reduciendo las
atribuciones estatales de nuestros países al mínimo (acorde al plan
imperial de acabar con la soberanía de nuestros países).
La potestad
finalmente pierden ely petróleo)
administración de los recursos
es fundamental para la hídricos (si
sobreviven-
 

§3 Amazonas: el inferno detrás del incendio 81

cia del dólar; desde Bush ya se ha sabido la importancia que le da


la geoeconomía del dólar a los acuíferos del Amazonas, Orinoco y
el Guaraní. Se trata de su sobrevivencia.
s obrevivencia. La guerra fría (de divisas y
aranceles) que promueve el dólar y que no resuelve su decadencia,
se extendería ahora al monopolio de áreas estratégicas y esto entra
entr a
en concordancia con la nueva colonización de la biodiversidad y la
biomasa del planeta que se propone la “economía verde”.
verde”.
Que el gobierno brasilero tenía toda la logística necesaria
para contener la expansión del incendio (aun cuando se haya re-
cortado más del 40% al presupuesto de las FF.AA. brasileras), da
cuenta de una complicidad que reafirma la hipótesis de la quema
inducida. Bolsonaro
vas indígenas ya anunció
para beneficio de en
los campaña el despojo
agroindustriales. de reser-
Pero, si las
cosas se complican, entonces, como de costumbre en la historia
colonial, ni siquiera estos saldrán beneficiados sino los poderes
foráneos que desplacen a los capitales locales para, en su debido
momento, iniciar un nuevo saqueo más perverso.
En el caso boliviano, si bien es simplona la referencia me-
cánica causa-efecto de disposiciones legales que viabilizan los cha-
queos o “quemas controladas”
controladas” y la extensión de la frontera agríco-
la, como detonantes del incendio de la Chiquitanía y del Pantanal
(pues ningún gobierno socavaría su vigencia de modo tan explí-
cito); hay que decir que las apuestas gubernamentales ya han sido
funcionalizadas por una apuesta desarrollista que, en muchos ca-
sos, ha derechizado la política gubernamental (haciendo que ad-
quiera compromisos que van en franca contradicción con la pro-
pia Constitución y con la enarbolada “defensa de los derechos de
la Madre ierra”). En los mismos discursos del jefe de Estado es
ya notable
bien”; la se
lo que ausencia
reitera del “horizonte
es, más plurinacional”
bien, una y del de
cándida apología “vivir
los
 

82 Primera parte: Los colores imperiales de una revolución postiza

criterios básicos del capitalismo, como son el crecimiento y el de-


sarrollo.
Este viraje desarrollista que festeja el crecimiento como
único fin económico, lleva al “gobierno del cambio”, inevitable-
mente, al pacto con los grupos de poder que influyen en el viraje
de la producción nacional a la pura exportación. No es raro que el
vicepresidente sea uno de los principales promotores de este viraje,
pues representa a una izquierda, precisamente, “progresista
“progresista”,
”, fiel al
dogma de una “economía del crecimiento”, que es justamente lo
que ha entrado en crisis en el siglo XX.
No vamos a negar el carácter anti-imperialista del gobierno,
pero también hay
necesariamente que decir que ese
un anti-capitalismo anti-imperialismo
. odas las normativasnoseñaladas
significa
responden a la apuesta pragmática que iguala, tanto al oficialismo
como a la oposición, en una misma creencia: el progreso infinito,
como base mítica del desarrollo y el crecimiento; ilusiones que
sostienen al capitalismo y hace del crecimiento su forma de ser
exponencial y que es, precisamente, lo que entra en conflicto con
la base finita  de
 de la vida y del planeta.
Si se piensa desde  el
 el capital, se tiende a creer que el finan-
ciamiento es lo decisivo en una economía que funcionaliza la pro-
ducción y el consumo para la exportación; en tal caso, la soberanía
se hace relativa a las prerrogativas del mercado mundial que, de
ese modo, restituye nuestra dependencia por transferencia siste-
mática de valor.
valor. De ese modo, nuestra
nuestr a humanidad y la naturaleza
natu raleza
son subsumidas como mediaciones de esa transferencia.
La obtención de recursos económicos, que debiera cons-
tituirse en una mediación, se convierte en la máxima prioridad,
llevando al Estadodea reorganizar
simples atractores las necesidades
inversión. Entonces, nacionales
la lógica como
de la inversión
 

§3 Amazonas: el inferno detrás del incendio 83

se encarga también de restaurar relaciones capitalistas de depen-


dencia estructural.
 Ahora bien, si el gobierno posee todavía la sensibilidad de
atender, ya no sólo el desastre, sino la exigencia hasta natural de
retornar a una agenda plurinacional y descolonizadora, el fuego
–como purificador que es, en la cosmovisión indígena– habrá te-
nido un propósito simbólico; del cual se pueda promover un re-
encause del diferido “proceso de cambio” (y hacer del “vivir bien”bien”
un auténtico referente mundial del sentido que debiera tener la
transición civilizatoria ).
). Esto incluso le serviría políticamente para
revertir el desencantamiento actual e impedir definitivamente el
retorno de la votó
parlamento, derecha al poder
poder.
también . Hay que decirla que
unánimemente ley la
dederecha,
extensiónende
el
la frontera agrícola para beneficio de ganaderos, agroindustriales y
terratenientes comprometidos con el capital transnacional.
El propio gobernador de Santa Cruz y su agrupación “Bo-
livia dijo no”, ligado a grupos empresariales como la CAINCO y
la CAO, no se pronunció sino hasta cuando los incendios ya eran
de una magnitud catastrófica. ampoco sorprende el silencio de
la otra agrupación de derecha “comunidad ciudadana”, que as-
pira derrocar a Evo Morales en las próximas elecciones. Por ello,
el incendio en las redes sociales –promovido principalmente por
la derecha pro-gringa– es funcional para desacreditar de forma
maniquea toda la gestión gubernamental; al cual se suman cier-
tos ambientalistas radicales que no calculan su demasiada cercanía
a los argumentos colonial-señoriales, cuya oposición se reduce al
odio manifiesto contra el indio presidente.
 A estos habría que señalarles que su decepción es también
producto
la versión de un romanticismo
inventada del “bon que pretendía
savage” como encajar,
adorno en
delelpaisaje.
indio,
 

84 Primera parte: Los colores imperiales de una revolución postiza

Desgraciadamente los purismos sólo conducen a la pérdida del


sentido de realidad.
Si el líder se ha creído los mitos moderno-capitalistas que,
a su vez, son constantemente alimentados por su círculo inme-
diato de socialistas ortodoxos, es consecuencia de la colonialidad
imperante que los supuestos “críticos” debieran saber desentrañar
(además en sí mismos), para superar su idilio no correspondido
y no caer en la defenestración maniquea, que sólo favorece a los
afanes regresivos de la derecha neoliberal, para terminar de destruir
lo que tanto dicen defender .
Hoy llovió en la Chiquitanía. La realidad es simbólica. La
PachaMama no laeshabitan.
ética de quienes una entidad indiferente,
Ella misma puedelerevertir
afecta launcondición
incendio
y convertirlo en purificación. odo depende del grado de conec-
tividad del hijo e hija con la Madre. Por eso, la fuente de todo
poder descansa, en última instancia, en la “qamasa”
“qamasa” de la “Pacha”,
“Pacha”,
es decir, en la energía que, como sustento vital, nutre la voluntad
humana. Restaurar esta conectividad es la fuente del verdadero
poder que significa la capacidad trascendental de crear, restaurar
y renovar la vida.
El individuo moderno es el que ha olvidado esta sabiduría,
por eso su inteligencia es ciega ante los desastres que produce la
economía que ha creado para revolcarse en la riqueza, olvidando
que la riqueza no es un fin humano sino lo que posterga siempre
la posibilidad de vivir un mundo más digno y justo, donde nadie
tenga que ser sacrificado para el beneficio inmerecido de otro.
 

SEGUNDA
LA ESCENOGRAFÍA PARTE
DEL ASALTO FINAL
 

§4
LA “SOLUCIÓN
“SOLUCIÓN POR EL DESASTRE”
22 de octubre de 2019

a “solución por el desastre” nunca ha sido solución para nadie.


Nilado).
siquiera
Éstepara
es elquienes la promueven
funcional(que nunca están
que sólo
L
de un radicalismo a intereses
se manifiestan cuando el desastre se consuma y delata una lógica
sólo

no calculada por los tontos útiles: “no nos interesa el desastre sino
cuántas ganancias nos genera el desastre”.
La promoción de un contexto infernal en un país polari-
zado, se inició con el incendio de la Chiquitanía. Aquello, que
debió servir como alerta simbólica –en lenguaje telúrico– fue in-
felizmente instrumentalizado por el cálculo político más sinies-
tro.
La lluvia no apareció por casualidad sino para enseñar algo
que no se supo aprender (ni en el gobierno ni en la oposición):
el conflicto no se iba a superar atizándolo más sino purificando
la beligerancia. Ceder es entender. El beligerante cree que sólo él
tiene la razón. Pero todo conflicto es entre dos y ninguno es ino-
cente del todo. Sólo cuando se acepta la responsabilidad mutua, la
política se hace efectiva; lo contrario nos lleva a la guerra, donde
cada uno pelea
la fuerza, no la por imponer su propia versión: el triunfo lo decide
razón.
[87]
 

88 Segunda parte: La escenografía del asalto nal

En ese sentido, la “contienda” electoral –ya contaminada


por el odio fermentado– se fue haciendo literal. No sólo la oposi-
ción usó los cabildos premeditadamente para inflamar el contexto
post-electoral sino también el gobierno, en su autismo habitual,
no supo revertir una situación que se perfilaba como un típico ca-
llejón sin salida. Las encuestas previas no sólo confirmaban el des-
gaste de la candidatura oficialista sino la apuesta que la oposición
barajaría como el argumento perfecto: segunda vuelta o “fraude”.
La actual consigna de “defensa del voto”, no fue un producto es-
pontáneo sino un recurso discursivo
discu rsivo idóneo para manipular el “es-
píritu democrático” raptado ya por la derecha.
Hagamos uncomo
tema democrático” poco de historia.
fetiche Desde que aparece
institucionalista, el votoelse“sis-
ha
constituido en la única mercancía admitida por la cosmogonía
imperial. Ni el “proceso de cambio”
cambio” pudo superar este diseño po-
lítico (que lo produce la Comisión rilateral en 1970), porque
cuando se confunde liberación e inclusión, se acaba subsumiendo
las expectativas de transformación en la subordinada adecuación
al orden imperante. Pero esto no cualifica lo democrático de una
real democratización de una sociedad, sino más bien funcionaliza
todo proceso de democratización a las necesidades institucionalis-
tas de la reposición de un orden diseñado precisamente para hacer
imposible una democratización plena.
Porque si de demos  hablamos,
  hablamos, la concepción aristocrática
(que hoy la representa la mitología gringa de la democracia), en-
tiende por ese concepto la representatividad que pelean únicamen-
te los grupos con “poder de negociación”. Se diseña un concepto
de democracia como “sistema institucional”, es decir, como me-
canismo
esto (y seideal de funcionamiento
promueven perfecto
como analistas) ; poren
acaban esola quienes se creen
religiosidad ins-
 

§4 La “solución por el desastre” 89

titucionalista de preservación del orden establecido. La democracia


acaba siendo la instauración de un orden que puede prescindir de
sujetos . Consagran la inercia institucional por sobre las decisiones
humanas, por eso imaginan un orden divino que les hace actuar
como perfectos inquisidores cuando ese orden se encuentra ame-
nazado. La democracia se vuelve un fetiche que, inevitablemente,
exige sacrificios humanos (ese es el neoliberalismo, que promueve
una demonización del Estado para impedir cualquier tipo de in-
tervención al orden divino llamado mercado).
Pero una democracia sin sujetos no tiene sentido, porque
ello significa privilegiar al kratos  a
 a costa del demos , o sea, el poder
a costa del pueblo. Por eso entienden al demos 
 pos con poder de negociación, es decir
decir,, el
  sólo como gru-
demos   se convierte
en grupos corporativos que buscan su empoderamiento; en esa
operación aparece la posibilidad del prebendalismo como cultura
política; por eso también acaban los politólogos sólo como admi-
nistradores de gobernabilidad y hacen de la “ciencia política” una
mera gestión pública. Ya no piensan al sujeto, es decir, al ámbito
esencial de toda política y toda democracia: el pueblo. Reducen al
pueblo al voto. Las consecuencias prácticas son la consagración de
un acto, cada cinco años que, como un u n acto religioso, se convierte
en una “pascua democrática” donde toda la sociedad se inclina
ante el becerro de oro del plebiscito.
Pero el voto se puede manipular y hasta comprar (y hasta
desconocerlo) y ello comprueba el fetichismo, en cuanto encu-
brimiento sistemático de lo esencial de la democracia, reducida
a mero “sistema democrático”. Pues bien, cuando se cae en esta
cosmogonía, incluso con retóricas pretensiones de liberación, no
se democratiza
favorables para nada
hacersino simplemente
expedita la inerciasedel
restaura
sistemalasinstitucional,
condiciones
 

90 Segunda parte: La escenografía del asalto nal

es decir, del orden instituido. Eso que se tenía que cambiar acaba
domesticando a los revolucionarios y a la revolución. El pueblo
sólo sirve para sacarlo como rebaño cada cinco años para avalar
lo ya decidido en la negociación previa con los grupos de poder.
Entonces la política se define por los grupos de poder a
los cuales admito y esto también define las apuestas que uno se
propone. De ese modo, el pueblo desaparece de un proyecto hasta
revolucionario y el mismo proyecto se reduce a una mera man-
tención del poder como único horizonte político. La corrupción
no empieza robando dinero público sino desconociendo a la so-
beranía real del poder –o sea el pueblo– y poner al poder delegado 
como único
Eso hapoder.
poder .
pasado con el “gobierno del cambio”. Incluirse
al orden imperante y su sistema institucional le lleva también a
apostar por los mitos que sostienen al propio capitalismo: el desa-
rrollo y el “progreso infinito”. Por eso también restituye las con-
diciones para impulsar sólo y exclusivamente una “economía del
crecimiento” (que es lo que precisamente entra en contradicción
exponencial con las condiciones finitas  de
 de la naturaleza). Y eso sig-
nifica la modernización acelerada como proyecto de vida; en ese
sentido, el horizonte indígena alternativo, como el “vivir bien”,
ya no tiene sentido y, de ese modo, la propia izquierda derechiza  
sus propias opciones, porque empieza a restaurar las condiciones
que hacen posible únicamente el desarrollismo que precisa una
economía que se propone emular la riqueza del primer mundo (y
de ese modo restaura también las condiciones que promueven la
desigualdad necesaria para el desarrollo como programa de vida).
Por eso las banderas de lucha ahora se trasfieren como “sig-
nificantes vacíos” al mejor
cualquier contenido, hastapostor que, además,
el opuesto. le puede
El pueblo ya poner
se queda sin el
 

§4 La “solución por el desastre” 91

aura de liberación y todo por lo que había luchado ahora ya no le


pertenece, sino que se le es sustraído como una bandera que todos
se reparten promiscuamente (hasta la derecha más perversa).
Por eso el voto puede hacerse un recipiente idóneo donde
se vacía el desencanto, pero ya mezclado con el odio y el racismo
de un discurso señorialista que puede ahora cosechar para su be-
neficio el abandono que hace el propio gobierno de las banderas
populares. Es por la transferencia de legitimidad , que la produce
el “gobierno del cambio”, que la oposición de derecha se unge  de
 de
espíritu democrático. Es decir, el famoso “empate catastrófico”
catastrófico” del
vicepresidente no es un dato objetivo sino algo  producido por la
propia perdida de sentido de referencia utópica del proyecto polí-
tico gubernamental.
De ese modo, el voto anti-Evo y anti-MAS es la decan-
tación del racismo señorialista que, por legitimación transferida ,
puede ahora convocar a todos los desencantados a su favor y fun-
cionalizarlos para justificar una total derechización de la demo-
cracia. Ahí aparece Carlos Mesa para repetir la historia
histori a y,
y, justo, en
octubre.
En octubre de 2003, el pueblo, en “estado de rebelión”,
pudiendo deponer el orden colonial instituido, delega esa respon-
sabilidad a quien precisamente se encargó de restituir ese mismo
orden. Mesa era el candidato de la embajada gringa para reponer
el “sistema democrático”
democrático” (su viraje –apartarse de Goni– se entien-
de por ese aval). Es más, se puede decir que, gracias a Mesa, es que
hay un Evo.
Si sólo cumplía con limpiar la corrupción en el Estado,
se legitimaba hasta la cultura política liberal (que tanto elogia su
idiosincrasia colonial)
tado. Hoy vuelve parayacabar
nadie una
hubiese
tareapensado en refundar
inconclusa: terminarel con
Es-
 

92 Segunda parte: La escenografía del asalto nal

la soberanía nacional. Esa es la “solución por el desastre”. Así em-


pieza una “revolución de colores”
colores” y todo indica
indic a que la región mis-
ma está ya en condiciones de reeditar la famosa “primavera
“primavera árabe”
y producir una Siria extendida en todo el arco sudamericano.
 Jugar con fuego es fácil y eso se demos
demostró
tró en la Chiq
Chiqui-
ui-
tanía; como no aprendimos, ahora se sigue jugando con fuego,
pero ya no en el campo sino en las ciudades. La oposición recla-
ma haber sido ignorada en el referéndum del 21-F, pero ahora
ella misma ignora a la otra parte del país. Parece un conflicto
de pareja, donde ambos quieren ser escuchados, pero ninguno
quiere escuchar. Ninguno puede negar al otro polo. La descali-
ficación no es algo
sino exacerbarlo; porque
másproduzca unaque
que se diga superación
el voto esdelsólo
conflicto,
contra
el Evo, lo que él representa es una parte innegable de lo nacio-
nal históricamente excluido y, aunque estuviesen ciegos –lo cual
también es imputable a la oposición–, no se puede desconocer-
los. Eliminar al otro es el costo más caro que lo pagan todas las
raciones .
 generaciones 
 gene
La “solución por el desastre” es idónea para una geopo-
lítica que promueve un infierno encubierto como “recuperación
democrática”. La triangulación no es casual. Bajo el paraguas de
insurrección popular en Ecuador y Chile, en Bolivia se identifica
de modo mecánico las protestas con un levantamiento popular,
sirviendo de justificativo para que hasta la OEA ya rumoree con
aplicar la Carta Democrática en nuestro país. La identificación
entonces debiera hacerse con Venezuela.
Venezuela. Y si Mesa se “autoprocla-
ma”” al estilo Guai-dog entonces el cuadro se completa: las protes-
ma
tas buscan provocar al gobierno para usar sus aparatos coercitivos
ydetener muertos
colores”: para democrático”.
el “golpe aplicar la carta decisiva de una “revolución
 

§4 La “solución por el desastre” 93

Desde el golpe en Honduras, pasando por la destitución


de Lugo en Paraguay y Dilma en Brasil, ya se sabe cómo derrocar
un gobierno “democráticamente” por medio de su implosión. Y
decimos implosionar  porque
  porque una “revolución de colores” precisa
que el propio gobierno genere la transfer encia de legitimidad  para
transferencia   para
que la oposición sea la depositaria única  de
 de lo democrático; es de-
cir, es el propio gobierno el que da los mejores argumentos para
vaciar al propio pueblo del espíritu del cambio y trasladar éste a
los contingentes de reserva sobre todo clasemediero que activa el
discurso señorialista.
 Yaa circulan testimonios al interior del propio gobierno
 Y
donde
bitos desedecisión
advierteque
un trabajan
proceso de
en derechización que atraviesa
contra del “proceso ám-
de cambio”;
cambio ”;
lo cual no es raro, cuando los últimos acuerdos, que se promocio-
nan desde adentro, ya no tienen como interlocutores a sectores
populares sino a grupos de poder, como es la agroindustria de
Santa Cruz.
En Bolivia se habría dado algo inédito a nivel mundial:
“los lobbies cabildean e influyen con operatividad popular”. Los
agroindustriales del oriente, ligados a la mayor agrupación pa-
tronal como es la CAO (Cámara Agropecuaria del Oriente), se
acercan al presidente mediante dirigentes campesinos (los cuales
son promovidos en la propia CAO, a la cual también coquetean
actores del gobierno, como el vice y algunos ministros). Esto ya
supone un pacto que manifiesta una contradicción en los pro-
cesos pretendidamente revolucionarios: el aburguesamiento del
campesino sucede porque la izquierda gubernamental, crédula
de los mitos que promueve el capitalismo, promueve un ascenso
social de los pobres, que acaba constituyéndolos en capitalistas
potenciales.
 

94 Segunda parte: La escenografía del asalto nal

De ese modo todos acaban luchando por sus propios in-


tereses particulares y ya nadie se acuerda del bien común. Esta
derechización en la propia base social del gobierno hace que el
pueblo desaparezca como actor de liberación y se constituya en
competidor del poder espurio. Ya
Ya no se hace sujeto, es decir
decir,, ya no
aparece como la encarnación de la nueva forma de vida que era
precisamente el modo potencial de su entrada en la historia.
La Chiquitanía era una llamada de atención de la propia
PachaMama. Y no sólo al gobierno sino al “modelo productivo”
que encarna la agroindustria cruceña; el famoso “modelo camba”
que ostenta la “locomotora del país” en la mayor feria de negocios
de Bolivia:
Santa Cruz lagiraFexpocruz.
alrededor oda
de estalaferia
vida(por
social
esoytodo
hastaescultural de
farándula,
o sea, exitismo, en la vida cruceña citadina que, a la hora de ras-
garse las vestiduras por la quema de la Chiquitanía, nunca cuestio-
na el origen de esa riqueza que tanto festeja su sociedad).
El incendio de la Chiquitanía fue funcionalizado hábil-
mente para activar el sentimiento anti-colla, o sea, anti-indio, mas
nunca para poner en tela de juicio ese propio “modelo produc-
tivo” basado también en el más crudo extractivismo. Ahora esa
tierra, después de la quema, está lista para la introducción del mo-
nocultivo extensivo de soya, sorgo, maíz (además transgénicos)
para alimentar la producción de etanol; pero la confluencia de in-
tereses de los grupos de poder de Santa Cruz trasladan la culpa del
incendio a los colonizadores del altiplano para, de ese modo, dejar
intactos sus intereses y poder, por mediación del cabildo, lavar su
responsabilidad (pues son las familias cruceñas más adineradas,
entre ellos los Kuljis y los Monasterios –dueños de Red UNO y
UNIEL–,
el etanol en los que poseen
las tierras millones de hectáreas disponibles para
quemadas).
 

§4 La “solución por el desastre” 95

El cabildo de Santa Cruz, de ese modo, ya señalaba una


direccionalidad que la siguieron los cabildos de La Paz, Cocha-
bamba y Potosí,
Potosí, pues no se trataban sólo de protesta social sino de
una curiosa amalgama de agendas claramente antigubernamenta-
les que, desde el reclamo de federalismo hasta la llamada al paro
indefinido, reponían el único programa de gobierno que la dere-
cha toda pudo articular: sacar a Evo, sea como sea (activando el ra-
cismo anti-indio, como quedó demostrado en las movilizaciones
actuales de la oposición).
En ese contexto, los estrategas y los operadores políticos
del gobierno, acostumbrados al ninguneo, no han sabido restituir
ningún
gado detipo de confianza,
desaciertos sobre todoDesgraciadamente,
en su proceder. en un Órgano Electoral pla-
esta auto-
suficiencia e infalibilidad, que la ostenta siempre el vicepresidente,
ha sido la peor muestra de indiferencia ante lo que iba a suceder
post-elecciones. El callejón sin salida en el que se encuentra me-
tido el gobierno y al cual ha arrastrado al propio pueblo, requiere
decisiones inmediatas que, ante el mundo, demuestren un autén-
tico afán de ya no transferir argumentos que los funcionaliza la
derecha para favorecer un conflicto mayor con una probable cara
de guerra civil.
Lo primero debiera consistir en la renuncia magnánima a
un triunfo demasiado cuestionable y aceptar una segunda vuelta
(incluso si se hubiese consolidado el margen del 10%). Es hora
de ceder, porque ceder es entender, pasar del mero sentimiento
a la razón. No se está en las mejores condiciones de imponer un
triunfo que será resistido hasta de modo insensato; además ya
no se puede seguir brindando argumentos a la derecha para que
aglutine másensectores
traduciendo en unanti-indio,
un racismo sentimiento anti-MAS,
reavivando que se está
el señorialismo
 

96 Segunda parte: La escenografía del asalto nal

citadino que en estos trece años no se ha sabido entender y menos


superar.
 A las bases del
de l MAS (que no confundam
confundamos os con el gobier-
gobier -
no) tenemos que señalarles: si se puede traducir derrotas en triun-
fos, ésta es la mejor oportunidad para –si se quiere asegurar el
triunfo en una segunda vuelta– condicionar el voto mediante un
“reencauce del proceso de cambio”. Nadie desconoce en el MAS,
sobre todo en las bases –que son los que en definitiva dan la cara
y dan el pecho en las calles–, que el gobierno se ha llenado de
advenedizos que han desvirtuado las banderas del proceso y están
poniendo en riesgo la propia viabilidad democrática.
El llamado
y el IPNIS, circ ulo desgastando
circulo
ha venido blanco ide o “q’ara
blancoide “qla’ara”,
”, desde
figura el gasolinazo
de su ga solinazo
líder has-
ta inmolarlo inútilmente el 21-F. Ahora puede que se les ocurra
exponerlo a la defenestración y, con ello, se estaría arriesgando
la propia estabilidad que era la envidia de los países vecinos. Si
el presidente Evo diera muestras reales de un necesario viraje en
los asuntos trascendentales que ya han desgastado demasiado su
propia imagen, podría asegurar, para desconcierto de la misma
oposición, un nuevo mandato y culminarlo por la puerta grande
(si eso hacía antes del referéndum, como ya sugerimos, hubiese
ganado holgadamente
holgadamente).).
Lo otro significa allanar el ascenso de la derecha, para que,
en menos de seis meses, destruya toda nuestra economía como
hizo Macri en la Argentina. Pero el pueblo boliviano no es el ar-
gentino y aquí un gobierno neoliberal no pasaría de medio año;
las conquistas populares y los logros avanzados son ya sentido
común y el pueblo no va a renunciar a ninguno de estos. Los
irresponsables escribanos
de que, por ensañarse radicales
contra el Evodeyizquierda no Mesa,
apostar por se dan porque
cuenta
 

§4 La “solución por el desastre” 97

sería “fácil de sacarlo”, significa la guerra civil (jugar con la vida


de otros es fácil).
Es curioso que hoy
hoy,, desde sectores medios, sobre todo “in-
telectuales transgénicos” (porque antes la universidad producía
“intelectuales orgánicos” y ahora, bajo la bandera de la “autono-
mía”, hasta sostiene rectores con inútiles afanes presidencialistas)
que postulan a Mesa, aparecen los mismos que promovieron, di-
recta o indirectamente, a la figura romántica del académico-gue-
rrillero como el complemento del primer presidente indio; porque
herederos del usufructo señorial hasta del poder de enunciación
discursiva, nunca supieron cuestionar su autopercepción señoria-
lista que los constituye
 Ahora, en vez deenhacerse
elite aparente .
la autocrítica, optan simplemente
por cambiar de “delfín”. Critican al caudillo, pero apuestan por
otro caudillo, ahora “ilustrado
“ilustr ado”.
”. Mientras descargan su propia res-
ponsabilidad en la inculpación sañuda al “matemático” y no le
perdonan nada, no dicen nada del improvisado historiador que
tampoco ostenta título académico y cuyo mar de conocimientos
nunca ha pasado de los 10 cm. de profundidad (sólo a un inútil se
le ocurriría pedir un voto útil). Su vergonzosa presidencia fallida
es la muestra fehaciente de aquello; la cual ya decanta de modo
anticipado un desenlace trágico de lo que sería su gestión, donde
no vaya a sermonearnos, cada día, entre renuncia y renuncia, des-
de su balcón, como la Evita de Madona, entonando su “don’t cry
for me Bolivia”.
 Acaba de meter la pata (y descubrir su subordinación a
un libreto ya conocido) el máximo dirigente del Comité Cívico
de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, para beneficio del go-
bierno, reafirmando
boliviana: la constante
acaba de proclamar, antedecámaras
la imbecilidad
y ante sudepúblico,
la derecha
que
 

98 Segunda parte: La escenografía del asalto nal

Mesa se podría “autoproclamar” como presidente en Santa Cruz


(también a Goni, después de los 80 muertos en El Alto, el actual
gobernador de Santa Cruz, Rubén Costas, le invitó a gobernar
desde Santa Cruz, en octubre de 2003), al más puro estilo gringo
en Venezuela.
Venezuela. No vaya a ser que también proclame el cívico cruce-
c ruce-
ño que Guai-dog sea el representante “boliviano” ante el Imperio
en decadencia vertical y que Corina Machado sea la primera dama
boliviana.
 

§5
¿HAY UNA SALIDA SALOMÓNICA A LA CRISIS?
29 de octubre de 2019

n una situación sin salida, la peor opción


opci ón es meterse más aden-

ve lotro; la falta deseperspectiva produce eso,nos


porque cuando sólo se
E inmediato, pierde de vista a dónde podría conducir
dirección impuesta. De ese modo las opciones se van reduciendo a
una sola, donde nadie gana, porque eso supone –en nuestro caso–
la

la anulación del otro. La sed de venganza, por más que active un


placer momentáneo, lo único que deja como angustia existencial,
es la pérdida absoluta de humanidad.
La vida política no es simple e implica madurez racional; si
no es posible la convivencia entonces nadie gana y menos quienes
provocan el enfrentamiento. Los liderazgos enfrentados reiteran
repetidamente que no quieren otro “octubre negro”, pero sus ac-
tos no hacen sino direccionar todo al desastre. Por eso –desde la
poca sensatez que queda– tiene sentido hablar de una “solución
salomónica”,
salomónica ”, que no produzca una suma cero a nivel de la viabili-
dad de todo proyecto nacional. Ninguna de las partes enfrentadas
tiene la posibilidad de imponerse por la fuerza, a no ser asumien-
do un precio demasiado caro de pagar, no sólo por el presente
sino por todas
.
es impune  las generaciones ; porque la muerte del hermano no
[99]
 

100 Segunda parte: La escenografía del asalto nal

Nuestra crítica al gobierno siempre ha sido desde  el


 el “proce-
so de cambio” que, no sólo el oficialismo, sino hasta la oposición
(también de modo interesado), ha confundido con el gobierno. El
gobierno es una determinación política circunstancial; el “proceso
de cambio” es algo mayor
mayor.. Como “revolución democrático-cultu-
ral” era un esperanzado proceso de descolonización del “Estado
aparente”. Por eso hemos venido señalando, una y otra vez, que
abrazar una carrera desarrollista iba a conducirnos a un proceso
regresivo que iba a ser el mejor escenario para que la derecha se
empodere, incluso raptando las banderas que nunca debieron se
cedidas por las apuestas oficialistas, como es la defensa de los de-
rechos  Ade las
la Madre ierra. en su gran mayoría indígena y cam-
ierra.
bases populares,
pesina (que son y siempre han sido la carne de cañón que el cál-
culo político pretende irresponsablemente ofertar), hay que seña-
larles que, el temor de perder todo se acrecienta más cuando nos
acercamos fatalmente a una “solución final”. Más bien en la crisis
aparece siempre un resto imaginativo que nos puede permitir una
resolución creativa, lo cual pasa por generar un nuevo “consenso
popular”. Porque ser pueblo no es algo asegurado, su potencia es
algo que se puede des-constituir
des-constituir.. Si el poder soberano se subordina
al poder delegado, entonces desaparece como sujeto y la decisión
política queda en manos de una elite que ya no potencia al pue-
blo, precisamente, por esa subordinación. Un nuevo “consenso
popular” es más que un pacto social e implica un re-encauce de
lo diferido por la apuesta ortodoxa que ha caracterizado las dos
últimas gestiones gubernamentales.
 A los desencantados del proceso hay que señalarles que,
caer en la decepción,
de revanchismo su eleanidar
suele
que hace generarel, en
generar, el peor de losmás
maniqueísmo casos, un tipo
irreflexivo.
 

§5 ¿Hay una salida salomónica a la crisis? 101

En política se cumple con mayor precisión aquello de que no todo


es o negro o blanco; los matices son definitorios. Por ello sería
bueno para todos, que la discrepancia legítima haga y manifies-
te, de modo abierto, una distancia marcada del racismo señorial
renacido, que ha caracterizado siempre a la derecha boliviana y
que está funcionalizando a toda la oposición para llevarnos a una
“solución por el desastre”. En estos 13 años, no es sólo el gobierno
(en su versión “qananchiri”) el que no ha aprendido, sino también
sus críticos: botar el agua sucia no significa botarla junto a la ba-
ñera y con el niño adentro.
Hay razones para admitir el argumento del fraude electo-
ral. Pero también
Ninguna para concederestá
de las movilizaciones el argumento del golpe
siendo pacífica, y eldeescalona-
Estado.
miento del racismo es innegable. La convivencia política es lo que
está en juego; si no somos capaces de superar este conflicto de
modo racional, nadie crea que, de aquí en adelante, todo va a ser
mejor.. Por eso es hora de que, de ambos lados, los actores más sen-
mejor
satos, presionen por una “solución salomónica”.
salomónica”. Aquí es donde no
podemos quitarle el protagonismo al propio pueblo. Esa solución
debe provenir del propio pueblo.
Pero por pueblo no nos estamos refiriendo a cualquier mu-
chedumbre, que muchas veces se activa circunstancialmente, sino
a ese resto crítico que tiene el potencial de permitirnos imaginar
una nueva forma de vida. Por eso siempre hablamos del  pueblo 
en tanto que pueblo; porque no se es pueblo por adscripción au-
tomática sino por apuesta histórica . Esa nueva forma de vida es
lo que podía haber constituido un nuevo sentido común ampli-
ficado como el máximo de disponibilidad  plurinacional;
  plurinacional; pero que
fue diluyéndose desde
el empoderamiento de elunaepisodio
derechadel
queIPNIS, y ha
ha sabido producido
funcionalizar
 

102 Segunda parte: La escenografía del asalto nal

muy bien, a su favor, los propios valores democráticos que ha ido


cediendo  irresponsablemente  cierta
  cierta autosuficiencia gubernamental.
Necesitamos recuperar ese desiderátum, es decir, reconstituir al
 pueblo en tanto que pueblo, para que todo lo logrado no sea rifado
en un proceso regresivo que haga que perdamos todo.
Los más interesados en el desastre no son, ni siquiera, los
que podríamos reconocer; sino poderes e intereses que nunca se
muestran y que tienen todos los medios para generar el famoso
“caos constructivo”
construc tivo” de la “guerra infinita
infinit a”. Hay que decirlo
dec irlo y sub-
rayarlo: No sabemos  lo
 lo que es la guerra. Por eso llamamos la aten-
ción de quienes discrepan de modo honesto: todo exitismo sólo
nos conducirá
cuenta de que laa apuesta
un triunfo pírrico.por
unilateral Es elhora de que
triunfo nos demos
empecinado es
la mejor forma de provocar una “solución final”. Es hora de ceder .
La peor amenaza es la que ya se escucha:
escuc ha: “o
“o voy preso o soy
presidente”, o aquello de que “no hay nada que revisar”. odos
aquellos que crean que es más fuerte quien grita más, no se dan
cuenta que la verdadera fuerza no es una cuestión de volumen sino
de argumentos. Desgraciadamente, si nos enfrentamos todos, no
quedará nadie para señalarles a esos insensatos lo equivocados que
estaban (porque enfrente no está sino el propio pueblo).
Quien cree que la discrepancia justifica el odio no ha
aprendido a convivir humanamente. Para finalizar, a los cristianos
y católicos movilizados, me gustaría recordarles aquello de que
“escogió Dios a los humildes para vencer a los poderosos; a los
sencillos escogió Dios para confundir a los sabios” (sepan discernir
humildemente quiénes son, hoy,
hoy, los humildes y los sencillos); por-
que el cálculo político que hacen los políticos es esa “sabiduría del
mundo [que]
Corintios, es locura
a riesgo para
de ser Dios”.deYridículo:
acusado siguiendo
ridí culo: “elcon la Carta
amor a los
no guarda
 

§5 ¿Hay una salida salomónica a la crisis? 103

rencor, no se goza de la injusticia, más se goza de la verdad, todo


lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta” (porque es
mejor caer en ridículo que ser cómplice de un fratricidio).
 

GÉNESIS Y TERCERA
 TERCERA PAR
PARTE
NATURALEZATE
DEL GOLPE
 

§6
LA GEOPOLÍTICA DEL ANTICRISTO
17 de noviembre de 2019
“ Porque
Porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo:
Yo soy el Cristo y a muchos engañaran” 
 Mateo 24:5 

n fecha 11 de noviembre de 2019, dos cruzados-templarios  


E modernos, Fernando Camacho y Marco Pumari –con biblia
en mano– desataron el primer “golpe de Estado híbrido” que haya
vivido Bolivia en toda su historia. Ya antes habían predicado a
sus huestes sedientas de sangre, del mismo modo como lo hiciera
Bernardo de Clarabal con los cruzados medievales: “quien mate
infieles será premiado por Dios con la vida eterna”
eterna” (policía y ejér-
cito dijeron también amen a esa prédica).
Una indómita noche –que todavía no acaba– cernía su an-
gustiosa sombra sobre la sede de gobierno, mientras ambos cru-
zados  se
  se postraban ante aquella biblia protestante y procedían a
desatar a las bestias del Apocalipsis, cuya misión, similar al 15 de
noviembre de 1781, era descuartizar al pueblo. La sombra ame-
nazante de úpac
úpac Katari había vuelto convertida
converti da en millones, por
eso era preciso descuartizarlo de nuevo, para escarmiento del indio
alzado.
La oligarquía señorial jamás perdonó al indio hecho au-
toridad. Menos unoni atrevido,
mostró obediencia burlón
sumisión). y soberbio
Por eso (que nunca sus
fueron exacerbando les
[107]
 

108  Tercera
 Tercera parte:
parte: Génesis y naturaleza
naturaleza del golpe

defectos, magnificando sus desatinos, para el placer enfermizo del


racismo citadino que, en la culminación de su exasperación, ter-
minó convirtiéndolo en un monstruo al cual había que escarmen-
tar y sacrificar a la vista pública. Derecha e izquierda, liberales y
marxistas, doctores y licenciados, reactivaron la ideología señoria-
lista de una intelectualidad académica eurocéntrica: podían nego-
ciar todo, menos su juramento de superioridad sobre el indio. La
soberbia del indio alzado les era inadmisible, sus bromitas ilógicas,
sus gustitos injustificables, sus lujitos imperdonables, para su pul-
cra y blanqueada indignación.
odos los cabildos fueron congregados por la nueva in-
quisición mediática y del
del descuartizamiento se tenía
chivo ya todo listoPero
expiatorio. para
Pero algoel les
espectáculo
salió mal
en su casi perfecta planificación golpista. Su propio ensoberbeci-
miento, hambriento de sangre, les provocó quemar la Wiphala
para señalizar a los herejes que había que exterminar; porque el
ensañamiento contra el indio alzado tenía, como última finalidad,
escarmentar a lo que éste representaba: el indio jamás podrá ser
nuestro igual, ni siquiera robando, porque hasta la corrupción, en
un país racista, es patrimonio oligárquico.
Que el patrón robe, es parte de sus privilegios divinos, pero
que un pobre le robe al rico, y peor si es indio, es algo inadmisible
para el Dios dinero (al cual se postran los ricos de este mundo).
Por eso ha creado un mundo de jerarquías naturalizadas   como
orden divino. Ese orden establece quién es centro y quiénes peri-
feria, es decir, quién merece vivir y quiénes deben ser sacrificados
infinitamente en el altar que el mercado global ofrenda al Dios
dinero.

guaje yLas
un cosas no han
renacido relatocambiado
teológico,mucho; pero
la nueva con ha
Roma nuevo len-
iniciado
 

§6 La geopolítica del Anticristo 109

la última cruzada  contra
 contra la humanidad y la naturaleza; por eso los
templarios  cívicos
 cívicos amenazaban con “sacar a la PachaMama del
 palacio de gobierno y hacer volver a Cristo”. El 16 de noviem-
 bre de 1532, los conquistadores, con la biblia y la espada, con-
minaban a Atahuallpa: “por la santa corona imperial y su brazo
armado, aceptar al único Dios del amor”.
En 1550, Ginés de Sepúlveda, argumentaba la “justicia”
de esta sumisión absoluta del indio convertido en “inferior”, de-
clarando que era para su propio beneficio: “porque es por derecho
natural que el indio obedezca a su señor, la mujer a su marido,
lo bruto a lo humano, lo peor a lo mejor, para el bien de todos”.
La modernidad
naturalizando cristiana empezaba
 la dominación su Si
impuesta. aventura
el indio“civilizatoria”,
se resistía, el
templario conquistador amenazaba, en nombre del “único Dios
del amor”: “te haré la guerra como jamás te hubieses imaginado,
sembraré tus campos con miseria, tus cielos con llanto, tus noches
con miedo y tus sueños con pesadillas eternas”.
En aquel mismo año, otro dominico, Domingo de Santo
omas, en la actual Chuquisaca, describía a este nuevo Dios de
la naciente modernidad, al cual se postraban los conquistadores:
“hará como cuatro años que esta tierra acabó de perderse, cuando
se descubrió una boca del infierno y adonde los cristianos espa-
ñoles sacrifican diariamente miles de indios al nuevo Dios que es
el oro, y esa boca del infierno se llama Potosí”.
El 20 de octubre de 2019, las huestes motoqueras del
templario evangélico Fernando Camacho, en Santa Cruz, Cocha-
bamba y La Paz, sembrando miedo y odio a los cuatro vientos,
hacían suyas la amenaza histórica de la ideología señorialista di-
rigida al indio:
bien, para “Elnoinfierno
que ya que te imponemos
oses igualarte es porobediencia.
a quienes debes tu propio
 

110  Tercera
 Tercera parte:
parte: Génesis y naturaleza
naturaleza del golpe

Porque nuestro Dios nos ha creado para mandar y a ustedes para


servirnos”.
La famosa carta de renuncia del presidente Evo Morales,
que juró Camacho –ante el Cristo redentor de Santa Cruz– Cruz–  en-
tregarle en persona, era un ultimátum que pedía la capitulación
absoluta del indio convertido en el infiel a aniquilar: “esta carta
será tu sumisión absoluta a nuestro derecho divino, que nos ha
concedido todo, hasta robar, que nos ha permitido todo, hasta
matar. Ni la justicia ni la injusticia te corresponde, ni el bien ni
el mal. Porque nuestro orden divino y su moneda predilecta, el
dólar, nos ha hecho a nosotros para ser libres y a ustedes para ser
nuestrosPero
esclavos”.
esclavos ”.
el cristianismo no nació así. Los apóstoles o “talmi-
dim” del Mesías o “Mashiaj”, ni siquiera se denominaban cris-
tianos. Eran un movimiento religioso-político que, fieles a los
profetas de Israel, tomaron la opción por los pobres, víctimas y
excluidos del Imperio romano y la propia elite sacerdotal saducea
traidora a la nación judía convertida en colonia romana. Desde
el siglo segundo es que aparece el cristianismo como nueva orto-
doxia, rompiendo con su matriz judío-hebrea; para el 325, en el
Concilio
la proponedecomo
Nicea,laConstantino adopta
religión oficial esa religión
del Imperio ya invertida y
romano.
El “Yeshua ben Ioseph ben Dawid Melej haMashiaj” (ape-
nas conocido por los cristianos como Jesús) crucificado por el
Imperio de aquel entonces, se convertía en el Cristo-Rey de la
propia restauración imperial. El cristianismo se imperializaba y
otorgaba, en una espuria amalgama, una legitimación absoluta al
Imperio, otorgando a su expansión el mejor argumento: evangeli-
zar al mundo, o sea, imponer con sus ejércitos, al nuevo “Dios del
amor” como garante imperial. Los generales cubrieron sus arma-
duras con la toga sacerdotal y fueron desde entonces, los heraldos
 

§6 La geopolítica del Anticristo 111

que expandían la “religión del amor”, a sangre y fuego. Esa reli-


gión imperial fue la que llegó al Abya Yala
Yala en 1492.
El genocidio ininterrumpido de 500 años sólo sería posible
por esta base de legitimación teológica, que le brinda a la expan-
sión imperial infinita un carácter definitivamente divino. Ese es el
triunfo de la colonización, en cuanto colonización espiritual; se
trata de vaciar espiritualmente a la victima de tal modo, que no
tenga nada dentro suyo para recomponer su humanidad. Extirpa-
da  su
 su propia espiritualidad, puede adoptar ahora un cristianismo
invertido que le haga renegar de sí mismo, como la única moneda
de cambio permitida para aceptar su sacrificio voluntario al Dios
de este La
mundo.
amenaza inicial fue: conviértete o te matamos; luego,
civilízate o te matamos, y ahora, democratízate o te matamos. En
1970, la Comisión rilateral impone el nuevo y único concepto
de “democracia”
“democracia” admitido por el Imperio actual. Se define a la de-
mocracia como sistema instituido al servicio
ser vicio del mercado, como el
paradigma de vida a instaurar en todo el planeta. En eso consistía
la globalización. Pero la imposición de este modelo requería un
abanico de posibilidades de implantación rápida y consolidación
continua. Lo primero lo logran los golpes de Estado y aquello se
inicia en Chile. Lo segundo tiene muchos factores, entre ellos, la
promoción imperial de las iglesias evangélicas en el tercer mundo.
Sacarles el alma a las víctimas del capital, era la necesaria
privación de su dignidad humana, para hacerlos fácilmente
fáci lmente explo-
tables. Eso se hizo en el Nuevo Mundo
Mundo con la famosa “extirpación
de las idolatrías”, y también en la naciente Europa moderna, con
el aplastamiento de la revolución campesina de los “anabaptistas
“anabaptistas”.
”.
 odo ellouna
siempre en tarea
el siglo
si glo XVI. Pero
pendiente dellacatolicismo,
“extirpación
“extirp aciónque
de las
lases fue
idolatr
idolatrías”
ías” fue
diluyendo
 

112  Tercera
 Tercera parte:
parte: Génesis y naturaleza
naturaleza del golpe

en la medida en que la religión católica se fue mimetizando en


la propia religiosidad popular campesina. Para continuar aquella
“extirpación” se requería un nuevo fundamentalismo y esto es lo
que podía producir la iglesia protestante.
No en vano, hasta Max Weber
Weber reconoce que el espíritu del
capitalismo está atravesado por la ética protestante. Precisamente
la “reforma protestante” es la que produce el universo valórico de
legitimación moral de la subjetividad moderna, o sea, burguesa.
Para impulsar al capitalismo, la modernidad naciente tiene que
producir el “sistema de creencias” ideal para sostener el tipo de
subjetividad que requiere el capitalismo. Para que la codicia se
constituya en positiva
vida moderna, y constituya
la acumulación la basematerial
de riqueza de la nueva
tiene forma de
que apa-
recer como la verdadera finalidad humana. Por eso el progreso
puede convertirse en una verdadera religiosidad.
La ética protestante no sólo le brinda al capitalismo la con-
sistencia moral del individuo burgués, sino que promueve muy
bien el suelo legitimador del espíritu del capitalismo: “la riqueza
como bendición”.
bendición”. Por ello, con biblia en mano, puede generar in-
dividuos disciplinados en la única motivación de “hacer dinero”,
como una vocación sagrada al servicio de un Dios-banquero, que
premia o castiga, y que no perdona las deudas sino que las cobra
a sangre y fuego, como sucede con la deuda impuesta a los paí-
ses pobres (por eso se cambió hasta el “Avinu Malkeinu” o Padre
nuestro: ya no dice “perdona nuestras deudas , así como perdona-
mos a nuestros deudores ” sino “perdona nuestras ofensas , así como
perdonamos a quienes nos ofenden”).
El protestantismo no nace como dice su versión oficial, es
decir,
de unacomo un retorno
apelación al cristianismo
teológica que legitimeoriginal; se trata
a la nueva más bien
subjetividad
 

§6 La geopolítica del Anticristo 113

moderno-burguesa naciente. Lutero es el portavoz de esa burgue-


sía (por eso se le reconoce como el padre de la cultura alemana);
es quien argumenta a favor de sus nuevas pretensiones y quien
se convierte en el cruzado moderno contra los verdaderos refor-
madores. Porque fueron los campesinos “anabaptistas”, liderados
por Tomas Müntzer, quienes –al grito de “queremos el cielo en
la tierra”– buscaban reformar el cristianismo mediante el retorno
a su fuente original. Por eso Lutero acusó a esa revolución cam-
pesina de “locura judaica” (tampoco es un secreto su oposición a
la Carta del apóstol Santiago; porque esa Carta es una verdadera
condena a los ricos, además de establecer que la sola fe no salva
sino es acompañada
damientos mosaicos).de obras, es decir, de la obediencia a los man-
La reforma protestante expresa ese rechazo de la ciudad
burguesa contra el campo en estado de rebeldía. Se trataba de un
Caín renacido que, expulsado en la errancia, se vuelve “construc-
tor de ciudades”, con sus muros respectivos para acallar “la sangre
del hermano que clama desde la tierra”.
tierra”.
Contra los anabaptistas que querían “el cielo en la tierra”,
Lutero formaliza la idea de que el hombre es pecador por natura-
leza, en consecuencia, cualquier pretensión de aspirar a la justicia
e igualdad, sólo producirá el infierno. Y es lo que Popper –para
disciplinar a las ciencias sociales actuales– expresa en su crítica
al socialismo: “quien quiere el cielo en la tierra sólo produce el
infierno”. En esto se basan los supuestos “realistas” en política,
para denunciar y justificar la persecución de todo revolucionario
(ahora atacado de “populista”
“populista” en un renacido anti-comunismo).
oda la ideología liberal se basa en esa creencia: si el ser
humano es imperfecto,
en eso consiste sólo las
el fetichismo instituciones
democrático pueden
“made
“made ser perfectas;
in USA”: no im-
 

114  Tercera
 Tercera parte:
parte: Génesis y naturaleza
naturaleza del golpe

porta que la gente muera, sino que el sistema funcione. El neoli-


beralismo radicaliza esta visión cuando afirma que “el mercado es
un orden perfecto”; por eso “creen” en el mercado como el Dios
sustitutivo que ahora decide quién vive y quiénes deben morir, a
nivel mundial. Por eso la Comisión rilateral se inventa una “de-
mocracia”” acorde al mercado.
mocracia
Por eso se puede decir que la modernidad se constituye
en el proyecto civilizatorio más inhumano que haya existido (su
humanismo ilustrado oculta esa creencia básica: la negatividad
humana). En ese sentido, el capitalismo nunca ha sido antropo-
céntrico sino capital-céntrico y mercado-céntrico
mercado-céntrico.. Por eso la mo-
dernidad produce
funcionaliza todas una espiritualidad
las religiones anti-espiritual
en torno y, con ella,
a una sola creencia. Si
la riqueza es bendición, cuanta más riqueza consigo, me puedo
considerar más bendecido, por lo tanto, la acumulación material
se convierte en un auténtico culto religioso.
Por eso el Imperio gringo, ante la peligrosidad de la “teo-
logía de la liberación” y la “opción por los pobres”, desde los
setentas del siglo pasado, produce la “teología de la prosperidad”
como la nueva cruzada religiosa que la protagonizan las iglesias
evangélicas gringas. Lo que la “extirpación de idolatrías” no lo-
gró, ahora es esta nueva arremetida imperial, la que está llama-
da a acabar con toda utopía que pretenda cuestionar el infierno
producido por el capitalismo. Por eso la nueva evangelización va
dirigida a los pobres, no sólo para aburguesar sus expectativas
sino principalmente para generar en ellos una derechización has-
ta fascista.
De modo teológico, la naturalización   de la desigualdad
humana
derno, esyfinalmente
de la injusticia estructural
reafirmada comoque producedivino.
designio el racismo mo-
La inver-
 

§6 La geopolítica del Anticristo 115

sión del cristianismo y su versión imperial se instala definitiva-


mente en la sociedad moderna: el mal es el bien y el bien es el
mal.
Suelen decir los evangélicos que el mayor triunfo del Dia-
blo es habernos hecho creer que no existe; pero el Diablo que ima-
ginan es apenas un demonio personal. Un cristianismo funciona-
lizado por la perspectiva imperial pierde de vista que el Dragón
o la Bestia del Apocalipsis no son demonios personales sino un
sistema-mundo. Entonces, parafraseando a los propios evangélicos,
se puede decir que, el mayor triunfo del Imperio, es haberles he-
cho creer que el Imperio no existe.

te. PeroElpara
Apocalipsis
advertirfue
eso,escrito para un
es preciso tiempoel como
superar nivel el presen-
literal del
texto y decodificar, en clave kabbalista, lo que el texto expone,
porque es un texto de profundidad místico-kabbalista (no en vano
el Apocalipsis se escribe antes que el Zohar, considerada la biblia
de la Kabbalah judía). Y el cristianismo actual no tiene ese nivel
de lectura; porque 2000 años no pasan en vano y se han encargado
de solidificar la histórica judeofobia romana que arrastra toda la
Cristiandad occidental; por eso también, cuando el movimiento
mesiánico actual y el fundamentalismo evangélico gringo, optan
por acercarse a las “raíces hebreas”, no logran distinguir, en su
confusión, entre judaísmo y sionismo. De ese modo, la actual
decadencia imperial, puede encontrar condiciones idóneas para
su reposición hegemónica activando a esta nueva base de recluta-
miento que le ofrecen las iglesias evangélicas (adoctrinadas en este
nuevo fundamentalismo cristiano-sionista).
Sin necesidad de profundizar –porque los misterios no es-
tán para ser develados
el Anticristo de modo
del Apocalipsis es lapúblico–, se puede
nueva Roma señalar que
globalizada, que
 

116  Tercera
 Tercera parte:
parte: Génesis y naturaleza
naturaleza del golpe

ha raptado al mundo entero y que ahora desata todas sus huestes


para detener su decadencia terminal. Por eso, desde Bush padre,
ha declarado ya la “guerra del bien contra el mal”. El Imperio y su
poder político-militar-financiero es la Bestia desatada, que convo-
ca a todos los marcados con su sello, para desatar el infierno que
ha creado para acabar con la humanidad y la naturaleza, antes que
acabe su hegemonía.
Por eso se expresa actualmente como geopolítica, es decir,
como ideología imperial, naturalizando en la subjetividad social
el diseño global centro-periferia. Para defender al centro hay que
aniquilar ahora a toda periferia que pretenda atreverse a dejar de
ser periférica.
el racismo, Los reclutados
pueden porenemigo
reconocer al la ideología imperial,
que osa desafiarmediante
al orden
divino y, mediante el nuevo fundamentalismo, proceder a su ani-
quilación en nombre del “Dios del amor” y del “Cristo-Rey”.
La Bestia es desatada y los templarios actuales le abren las
puertas de todo un país para queq ue la Bestia pueda diseminar el odio
y el miedo, la incertidumbre
incertidu mbre y la zozobra, para implantar el caos y
el desastre como normalidad impuesta. Así se destruye una naciónnac ión
en nombre de la “democracia
democracia”” y la “libertad” (escupiendo sus per-
versos propósitos al cielo), para beneficio de un Dios moribundo
que ya amenazó al mundo entero, en boca de los “halcones straus-
sianos” gringos: “si caemos, haremos todo lo posible para que el
mundo entero caiga con nosotros”.
Por eso la saña contra
contr a nuestros héroes, el desprestigio siste-
mático contra Bolívar, el Che o Chávez, ni qué decir contra Kata-
ri, Amaru o Zarate Willka. La oligarquía reactiva el miedo contra
el indio hecho multitud, en odio contra aquél que osa desafiar el
orden divino.
ambiental. Se Ese odioen
respira es ellosque disemina
hogares, en lalosnueva contaminación
barrios, dividiendo
 

§6 La geopolítica del Anticristo 117

amistades y familias enteras, produciendo el cisma de un país que


se resiste a mirarse en el espejo de sus miserias y admitir su racismo
patológico.
Pero “se le dio un tiempo a la Bestia”;
Bestia”; y los cielos y la tierra,
el AlajPacha y la PachaMama, apresaron a la Bestia (que no es la
primera) y a los falsos profetas “que
“que hacían señales en su presencia,
con las cuales engañaba a los que habían recibido la marca de la
Bestia y a los que adoraban su imagen”. Ese tiempo es “transito-
rio”, porque ni el Dragón, que dio autoridad a la Bestia, tiene el
poder sobre el tiempo; es su propio poder y soberbia autodestruc-
autodestr uc-
tiva que hunde al Dragón, dejando a la Bestia sin sostén alguno,
desenmascarando su verdadera
Entonces los justos, quefisonomía.
dieron testimonio de la palabra
de vida y “que no habían adorado ni a la Bestia ni su imagen,
volvieron a la vida”, vencerán definitivamente a la muerte.
muer te. El Apo-
calipsis no anuncia el fin del mundo sino el alumbramiento del
tiempo mesiánico, que aquí conocemos como Pachakuti. Por eso
el Apocalipsis es llamado el “libro de la Revelación”, porque lo
que revela es el misterio de los misterios: el principio y el fin, el
origen y el devenir como advenimiento mesiánico. De eso trata
la kabbalah y la mística andino-amazónica lo entiende muy bien.
Por eso nuestros héroes y ancestros no mueren, regresan cada año,
en el Amaypacha (en la fiesta de odos los Santos), a recordarnos
que la resurrección final será la más rotunda afirmación de la vida
toda contra el infierno que ha traído la Bestia primera.
Por eso la palabra de la vida verdadera ha sido dada a los
pobres, porque decía el Mashiaj: “benditos sean los pobres, por-
que de ellos será el reino de los cielos”; por eso le dice al rico:
“da todo lo de
esa palabra quevida
tienes
sona los
los pobres y sígueme”.
justos que Quienesacumplen
estarán siempre su dies-
 

118  Tercera
 Tercera parte:
parte: Génesis y naturaleza
naturaleza del golpe

tra, porque “benditos son los que claman justicia, porque serán
saciados”. En un mundo estructuralmente injusto, los justos no
son los que reclaman privilegios sino los que enfrentan con sus
vidas la desigualdad y la injusticia humana. Por eso el mundo,
como sistema-mundo-moderno-capitalista, los desprecia. Ataca
ferozmente a sus líderes que despiertan la pasión mesiánica de los
pueblos, es decir, la idea de que somos nosotros –porque estamos
hechos a imagen y semejanza divina–, quienes podemos restaurar
y redimir la vida toda que ha pervertido un mundo basado en la
pura codicia sin fin.
Por eso, a la geopolítica del Anticristo hay que oponerle
una geopolítica
la tierra, somos de lo sagrado
hijos e hijas deo Gea-política 
. Venimos
la PachaMama, Venimos del barroesde
y la Wiphala el
color de nuestro origen y horizonte diverso y plural. Somos tierra
que anda y se proyecta a los cielos. Nuestra seguridad es esa. Los
cielos y la tierra hablarán por nosotros, porque el ser humano es la
síntesis de la vida; como dicen los mayas: “la tierra crea al ser hu-
mano para alcanzar su propia autoconsciencia”. Por eso la Bestia
es apresada por los cielos y tragada por la tierra.
Por eso en la lucha nos dignificamos, porque la lucha por
la vida es la que nos devuelve la luz. La luz no proyecta sombra,
porque es la analogía que nos enseña que dar luz no disminuye
la propia luz, sino que produce más luz, como hace todo ser es-
piritual. Por eso la verdadera luz nunca se propone aniquilar la
oscuridad. Le basta con alumbrarla. Necesitamos esa luz para res-
taurar el aura del pueblo, para que la misma desesperanza actual se
traduzca en esperanza organizada. Porque cuando la esperanza es
la que se manifiesta y la que se moviliza, no hay nada ni nadienadi e que
pueda detener el poder de su infinita luz y fortaleza.
 

§7 
LA ACADEMIA JAILONA SE “INDIGNA
“I NDIGNA”” POR
POR LLAMAR
LLA MAR
GOLPE AL GOLPE
GOLPE
21 de noviembre de 2019

os “jailones”losiempre
que nohan sido caporales
y lo que aspirantes de patrón,
󰁌 ostentando poseen no son; por
el ámbito académico, se enfilan comedidos para ser formateados
en un sistemático proceso de blanqueamiento epistémico, como
eso, en

el “capital simbólico” necesario para ser incluidos en la sociedad


blanco-criolla.
Estos se pronunciaron recientemente en comunicados al
mundo académico internacional acerca de la denuncia del golpe
de Estado sucedido en Bolivia. Uno de ellos 2, incluso se “indig-
na”” ante lo que llaman “interpretaciones simplificadoras”. Llaman
na
“simplismo” a decir las cosas por su nombre. El golpe dictatorial
ya ha producido 23 muertos, por un ejército que goza de un de-
creto, el 4078, que da licencia para matar. Pero aquella masacre
no les “indigna”; es más –como en octubre de 2003–parecen estar
dispuestos a pasar por alto, que la gasolina de la planta de Senka-
2 http://www.cides.edu.bo/webcides2/index.php/interaccion/noti-
cias-f/261-comunicado-cides-umsa-a-la-comunidad-academica-interna-
cional-que-sigue-con-interes-los-acontecimientos-politicos-en-bolivia?f-
bclid=IwAR2kFtlzZp2BA6ceOibMx4xgk1z_VnkehBg-hmhSkWbAoN-
3nLLKV0zOmJts
[119]
 

120  Tercera
 Tercera parte:
parte: Génesis y naturaleza
naturaleza del golpe

ta (en El Alto) pase a la ciudad de La Paz, chorreando sangre de


hermanos, que admitir su propia complicidad irreflexiva en el re-
torno del fascismo a Bolivia.
Por eso no es raro que ahora se “indigne” su miopía inte-
lectual, cuando desde otras latitudes, se diga con todas sus letras,
lo que estos no pueden ni siquiera pronunciar por temor al qué
dirán de su entorno social. Se “indignan” que se denuncie el gol-
pe de Estado en Bolivia, sólo porque eso no confirma sus vacuos
esquemas mentales (porque sus limitaciones epistemológicas sólo
saben decir amen a la definición de manualitos). Pero no les “in-
digna” para nada que sus pueriles diagnósticos pasen por alto la
insurgencia fascista, golpista
nombre de “defensa y racista que coadyuvaron a generar a
de la democracia”.
Llaman “crisis
“crisis estatal” a los avatares de un individuo seña-
lizado como el chivo expiatorio, cuyo sacrificio, iba supuestamen-
te a devolvernos al “orden”. En esa obtusa visión dejan olímpica-
mente de lado el hecho de que en el ámbito político nunca hay un
solo jugador (pero sólo tienen ojos para el Evo; como dice Enst
Bloch, quedaron atrapados por su objeto de análisis). Por eso en
su crítica obvian por completo lo que la derecha desestabilizadora
hizo en todo este tiempo y la presentan como una inocente vir-
gencita de pueblo que sólo se detenía a contemplar risueña lo que
sucedía a su alrededor
alrededor.. Salen en la defensa de la aparente “diversi-
dad de actores” en un pluralismo sin criterio, porque de ese modo
nunca dicen y,y, es más, admiten a los intolerantes,
i ntolerantes, fascistas y racis-
tas como parte “democrática
democrática”” de aquella mixturada diversidad que
no saben siquiera descomponer analíticamente.
Porque se constituyen en meros sucursaleros y repetidores
de
sin universos conceptuales
el más mínimo criterio ydecategoriales
adopción oque sólo saben
aplicaci
aplicación consumir,
consumir
ón crítica, expo-,
 

§7 La academia jailona se “indigna” por llamar golpe al golpe 121

nen una pérdida total de sentido de realidad cuando confunden a


un proceso histórico con un gobierno circunstancial. Por eso no
saben ni darse cuenta de la funcionalización de la que son obje-
to, al producir todos los argumentos que precisa la derecha para
legitimar una aventura golpista que ahora instaura la verdadera
dictadura que, al parecer,
parecer, tanto aspiraban a confirmar.
 Ahora que ya tienen la dictadura que tanto deseaban sus
dislates mentales (con una autoproclamada “presidenta” frente a
un parlamento vacío y, en plaza de armas, frente a un supuesto
pueblo compuesto por puro periodistas, un decreto que da a los
militares licencia para matar, un cómplice silencio mediático al
mejor
a diarioestilo
todadedisidencia,
las dictaduras pasadas, ministros
criminalización que amenazan
de la protesta, desfalco
de las arcas públicas para comprar a militares y policías; etc.), no
muestran una mínima autocrítica, sino que se empecinan en afir-
mar sus prejuicios formalizados en argucias discursivas que los
inmuniza ante la verdadera indignación de ver algo que sólo se
puede llamar golpe de Estado.
Porque aceptar la figura del golpe es aceptar la miopía de
su jibarismo intelectual, que a nombre
n ombre de producción teórica sólo
sabe eyacular especulaciones para el placer derechista que, en esta
coyuntura, recibió gozosa la legitimación teórica que le brindó,
en bandeja de plata, un incauto ámbito académico que nunca se
distanció, ni siquiera por prudencia, del fascismo creciente que
cooptó muy bien las movilizaciones antigubernamentales.
 Abundar insistentemente en la retórica de la “perpetuidad
“perpetuidad
del mandato”, el 21-F, el “fraude electoral” (fieles al plan golpista
develado por los mismos gringos), sólo demuestra una sospechosa
inclinación al discurso
dictadura que estamos montado por Cuando
padeciendo. la derecha para legitimar
nosotros la
iniciamos
 

122  Tercera
 Tercera parte:
parte: Génesis y naturaleza
naturaleza del golpe

nuestra crítica al “asalto jacobino” del gobierno, el 20063, los que


ahora se rasgan las vestiduras no decían ni pio y hasta algunos
ejercían cómodamente cargos gubernamentales y otros recibían
 jugosas consultorías. Ahora porpor puro oportunismo o revanchismo
y mostrarse “políticamente correctos”, porque ahora está “mal
“mal vis-
to ser masista en sociedad”, no atinan ni siquiera en desencubrir la
digitada propaganda montada por el fascismo para acabar con lo
nacional-popular (el Evo es sólo la excusa). Cayeron en la trampa
y eso demuestra su escaso ejercicio reflexivo y su ausente costum-
bre de pensar su propio país.
Por eso sus llamados triviales a la paz a cualquier precio
(siendo sólo un “llamado
institucionalidad al orden”),
del famoso Estado dese reduce
derecho;a laesedefensa
mismodeEs-
la
tado que en casi dos siglos sólo ha servido para perpetuar la des-
igualdad estructural y la injusticia política, social y económica. Le
culpan al Evo no haber cambiado eso, pero ahora ellos mismos
claman por su restauración definitiva que, por mediación de este
golpe, lo hará en su versión más fascista.
Se creyeron el modelo gringo de la “democracia” como
“sistema democrático”: no importa la injusticia ni la desigualdad
estructural, sino que el sistema funcione. Por eso no creen en el
pueblo, al que sin embargo exhiben como objeto de exhibición
teórica en sus ostentosos circos académicos. Porque no creen en
el pueblo gracias al cual viven, se brindan presurosos a defender
valores e intereses ajenos que ni ven ni adivinan, pero que pre-
miara su ceguera, con la consolidación de un sistema universitario
convertido en fábrica de títulos (promoviendo el negocio de pos-
grados a granel).
3 sucre.indymedia.org/es/2006/04/28462.shtml Cfr. también: www.alainet.
org/es/articulo/175585
 

§7 La academia jailona se “indigna” por llamar golpe al golpe 123

Para estos intelectuales, el golpe de Estado no existe, es


más, hasta lo consideran una mera “hipótesis discursiva”. La reali-
dad se ha convertido en una mera excusa para estos posmodernos
tardíos que han relativizado hasta la verdad; por eso no atinan a
considerar que la verdad o falsedad de una teoría no es un asunto
teórico sino una comprobación fáctica por sus consecuencias po-
líticas.
Si su crítica al gobierno deviene en la afirmación de un
golpe dictatorial, entonces su crítica es sólo una cobertura “ilus-
trada” de un posicionamiento derechista y hasta fascista. Si mi
desacuerdo me conduce a alinearme con el racismo señorialista
que, con biblia
“democracia
democracia”,”, een mano,
instau asaltaron
instauraron
raron el poderque
una dictadura político, a nombre un
está generando de
genocidio con cara de Reconquista, entonces mi desacuerdo no es
democrático.
Por eso la historia no los absolver á . Mientras los universita-
a bsolverá 
rios en Ecuador, Chile y Argentina luchan contra el fascismo, en
Bolivia, esta academia apuesta y justifica el retorno del fascismo.
Si de simplismos hablamos, el verdadero “simplismo
“simplismo”” con-
siste en llamar “salida constitucional” a un golpe de Estado, o en
homologar una insurrección señorial con una revolución popu-
lar. Curiosa revolución, además dizque democrática, que masacra
cada día gente pobre, acusándolos además, fiel al repertorio fas-
cista, de “vándalos”, “drogadictos”, “sediciosos”, “terroristas”, etc.
Que el ámbito universitario
ámbito universitario nacional se constituya en base
de reclutamiento de la oligarquía, confirma la colonialidad acadé-
mica que le atraviesa, como imagen y semejanza de una clasifica-
ción racial natur alizada  en
naturalizada   en la propia intelectualidad que promue-
ve.
sonNinguna crítica
situaciones se justifica
regresivas a sí misma, menosfascista-oligárqui-
de empoderamiento si lo que origina
 

124  Tercera
 Tercera parte:
parte: Génesis y naturaleza
naturaleza del golpe

co. Que esa sea la apuesta de ciertos académicos, que se ufanan


de “demócratas”,
“demócratas”, no hará sino provocar
provocar,, en lo sucesivo, el divorcio
definitivo entre Universidad y pueblo.
 

§8
LA “TRANSICIÓ
“TRANSICIÓN”
N” HA
HACIA LA “SO
“SOLUCIÓN
LUCIÓN FINAL”
FINAL”
27 de noviembre de 2019

l embuste de un golpe con cara de “transición” está descri-


biendo, prolijamente,
sobre todo todo
en laun montóncuya
de desvaríos
apologíapolíticos
E
e intelectuales, izquierda; del go-
bierno de “transición”, está definiendo su propio suicidio históri-
co. La izquierda opositora (al gobierno del MAS) no sólo ha opta-
do por un protagonismo oportunista sino que, la absoluta pérdida
de sentido histórico de esta izquierda, ha cumplido fielmente con
el último propósito imperial: denigrar y escarmentar definitiva-
mente todo horizonte popular. Porque la actual criminalización
y persecución del sujeto indígena tiene, como finalidad última, la
abolición del horizonte político propuesto por este sujeto: el “vivir
bien”,
bien ”, la “descolonización
descolonización”” y el “Estado plurinacional”.
La izquierda opositora denunció tanto la derechización del
gobierno de Evo, que nunca se anoticiaron de su propia derechi-
zación. Denunciaron tanto la supuesta dictadura y “dominación
masista”,
masista ”, que ya no saben ahora reconocer a la verdadera dictadura
y dominación del supremacismo blanco en su versión criollo-mes-
tiza. Acusaron tanto al caudillo indio, que no se percataron de la
propia
Mesa) ylegitimación que otorgaron
al caudillo “macho
“macho” al caudillo
” inquisidor (Fernandoilustrado (Carlos
Camacho).
[125]
 

126  Tercera
 Tercera parte:
parte: Génesis y naturaleza
naturaleza del golpe

anto se rasgaron las vestiduras por una nacionalización


que dicen que no hubo, que ahora no saben qué decir de la siste-
mática enajenación anunciada del litio y todos nuestros recursos
estratégicos. Mientras reclamaban libremente la falta de libertad
de expresión en la supuesta dictadura, se olvidaron ahora olímpi-
camente de ese reclamo, cuando se conculcan todos los derechos,
y se amenaza, persigue, se encarcela y expulsa a periodistas y se
proscribe medios internacionales.
Esa izquierda funcional al Imperio sella su propia defun-
ción. Critica todo, pero nunca se hace la autocrítica y limpiar, por
lo menos, la propia miseria histórica que carga como una maldi-
ción:
ción. brindarle a la derecha, en bandeja de plata, su propia reposi-
El trotskismo fue ejemplar en eso, reeditando siempre su
propio anatema genético de abrirle las puertas al fascismo. Por eso,
no es de extrañar que, el comedimiento extremista, sea el virus
introducido en la lucha popular para derechizar sus opciones. Eso
pasó con la funcionalización del desacuerdo
desacu erdo y el disenso antiguber-
namental, para beneficio de un fascismo empoderado que no tardó
en liderar un asalto a la democracia, en nombre  de
 de la democracia.
Esta derechización fue promovida también en los ámbi-
tos académicos y, desde allí, amparados en un criticismo a-crí-
tico (que más se inclina por la pura criticonería), se dedicaron
diligentemente a socavar todo para que no quedara nada; dando,
dan do,
de ese modo, el mejor argumento para legitimar el odio fascista
desatado contra el indio.
La academia se ufana de “crítica”, pero es la que brinda
los argumentos necesarios para la reposición conservadora. Por
mediación académica,
de su oscurantismo la derecha
como ofrenda fascista recibió
intelectual; estalamediación
“ilustración”
mediac ión in-
 

§8 La “transición” hacia la “solución fnal” 127

cluso auspició y legitimó


legit imó un golpe fascista que hizo de la ““transi-
transi-
ción”, el desmantelamiento sistemático, no sólo de la institucio-
nalidad que tanto decían defender, sino de la propia soberanía
nacional.
La instauración de un régimen de facto, el decreto que
da “licencia para matar” al ejército, la liberación de las cuotas de
exportación, la anunciada privatización de empresas estratégicas,
la revanchista masacre blanca, rediseño del cuerpo diplomático,
revisión de las RR.II., reanudación de relaciones con USA, etc.,
no son atribuciones de un “gobierno de transición”. Este viraje
definitivo será la orientación del nuevo orden impuesto que se
instaurará
nombramientocon eldeverdadero fraude que
Salvador Romero, fichase viene tramando
de Carlos Mesa,con
como el
vocal del ribunal Supremo Electoral.
Poco a poco se va desenmascarando la planificación gol-
pista. Aplicando diligentemente la lógica fascista, criminalizaron
la protesta popular, mientras santificaban la “kristalnacht” racista
que desataron la “juventud cruceñista
cruceñista”,
”, “juventud cochala
cochala”,
”, la “re-
sistencia paceña”, etc. Hoy persiguen a dirigentes populares, bajo
el calificativo de “masistas”, acusándolos de sediciosos y terroris-
tas; pero no dicen nada de las hordas nazis juveniles y universita-
rias que quemaron, destruyeron, vejaron y hasta casi quemaron
q uemaron en
vida a autoridades del gobierno anterior; sin contar que el actual
rector de la UMSA había comprado un seguro contra incendios
días antes de la quema de su casa, o que los 64 buses pumakatari
que fueron quemados, estaban en desuso y retirados de funciona-
miento en un cementerio chatarra.
 Ahora seguramente cobrarán suculosamente sus seguros
de una operación planificada que muestra lo perverso de cierta
gente que sembró caos para sacar pingües beneficios de un país
en llamas. La sociedad urbana se tragó el cuento de las “hordas”
 

128  Tercera
 Tercera parte:
parte: Génesis y naturaleza
naturaleza del golpe

que venían a destruir todo, para justificar


ju stificar la represión del ejército.
Esas “hordas” fueron, en realidad, los que vinieron para apoyar a
Camacho y Pumari y el asalto golpista, ahora bendecidos como
“defensores de la democracia”
democracia” por el régimen de facto.
Los movilizados en la planta de Senkata, estaban cinco
días en bloqueo, sin policía ni ejército, y nunca se les ocurrió
incendiar los tanques de almacenamiento de gas; pero bastó la
acusación de terrorismo para que los paceños llamaran “héroes”
al ejército y la policía, quienes produjeron 9 muertes y decenas
de heridos. Otra vez, como en octubre de 2003, La Paz se sumi-
nistra de combustible manchado con la sangre de quienes dieron
el pechoLos
poringenuos
la defensa de nuestros recursos.
ambientalistas (que no entienden la geopo-
lítica del discurso ambiental y la lucha de capitales que funcio-
nalizan hasta las alternativas energéticas como nuevos nichos de
acumulación) ya fueron cooptados por la política de “reforesta-
ción” de la Chiquitanía, que dará inicio a la definitiva extensión
de la frontera agrícola soyera transgénica, para beneficio exclusi-
vo del capital agroindustrial de Santa Cruz que, hilando fino, lo
controla el capital brasilero y es financiado por Monsanto.
El incendio premeditado de la Chiquitanía sirvió para
movilizar interesadamente a la juventud urbana en torno a la de-
manda de “ayuda internacional”; gracias a esa mediación, desde
 Jujuy,, Argentina, ingresó todo el material logístico y los dólares
 Jujuy
necesarios para comprar a grupos paramilitares, sicarios guarim-
beros travestidos de “juventud demócrata”, Comités Cívicos y a
los aparatos coercitivos del Estado. odo estaba planificado, pero
la izquierda, hasta académica, estaba tan sumida en su rechazo
patológico
ciega ante loal que
“falsoseindio
viene.presidente”, que no vio nada. Y continúa
 

§8 La “transición” hacia la “solución fnal” 129

La derecha ya tiene su programa de gobierno redactado en


 Washington,
 W ashington, cuyos portavoces serán Camacho y Pumari: la “fe-
deralización” del país, es decir, la fracturación del país, o sea, su
balcanización; para que nuestros recursos estratégicos, nunca más
sean patrimonio nacional.
Lo peor: descuartizar el espíritu plurinacional e imponer
una nueva Re-conquista, que disemine el “caos constructivo” en la
región. Bolivia es el inicio del golpe de la geoeconomía del dólar a
todo el continente sudamericano.
En eso consiste una “solución final”, desde la Alemania
nazi hasta la doctrina “core and the gap” del Pentágono y la CIA:
desatar
sumido elencaos indefinido como la nueva fisonomía de un mundo
el infierno.
Lo triste ha de ser que, cuando acabemos como Siria, Irak,
 Afganistán o Libia, no quedará nadie en vida para señalarles a los
insensatos “críticos” de izquierda, lo profundamente equivocados
que estaban.
 

§9
“A CONFESIÓN DE GOLPE, RELEVO DE FASE”
30 de diciembre de 2019

n febrero del 2002, al día siguiente de consumado el golpe


contra el gobierno
lengua dedemocrático del presidente Hugo–deChávez,
Ela irrefrenable los torpes golpistas revelaron modo
arrogante y ufano y en cadena televisiva nacional– cómo se urdió
el golpe, cómo se manipuló a la opinión pública y cómo se cooptó
a la cúpula militar. Eso les costó la indignación pública (la derrota
del golpe ya estaba anunciada por esa flagrante imprudencia). Del
mismo modo y, como si de una maldición se tratara, la lengua
suelta de los protagonistas del golpe en Bolivia, tampoco tardaron
en delatarse y, de la propia boca del cívico Camacho –uno de los
principales instigadores–, se pudo conocer (en un video reciente-
mente hecho público) la mediación que hicieron su propio padre
y el actual ministro de defensa para prácticamente comprar a la
 jerarquía policial y militar.
odavía los incautos y los necios apologistas de una apócri-
fa “sucesión constitucional”, se resisten a admitir lo que señala la
declaración del cívico: la calculada premeditación de un operativo
cívico-policial-militar que tenía por fin la alteración definitiva del
proceso
paran endemocrático
definicionesendeBolivia. A lospolvorientos,
manualitos académicos que
paraaún se am-
seguir en
[131]
 

132  Tercera
 Tercera parte:
parte: Génesis y naturaleza
naturaleza del golpe

su patológica negación de que hubo un golpe, hay que recordarles


que, si la realidad nunca está quieta, tampoco los conceptos pue-
den estancarse en definiciones sin vigencia actual.
Para estar a la altura de la crítica situación presente, la teo-
ría no puede remitirse a una descripción de un mundo ya inexis-
tente, sino que precisa una crítica transformación actualizada de
sus contenidos. El golpe en Bolivia ha puesto en crisis al análisis
político que persiste en moldear la realidad a estructuras teóri-
cas que ya no tienen ninguna pertinencia; estos analistas, además
“autonombrados críticos” sólo se remiten, para beneficio de la na-
rrativa imperial, en repetir sus prejuicios coloniales de clase como
única
cindir hermenéutica política.
de ellos y poner en boca Pordeeso el Imperio hasta
improvisados puede(de
periodistas pres-
la
press-titución) la imagen de realidad que se quiere promover.
promover.
El análisis que se hace en los think tanks de Washington,
aventaja demasiado a la casi inexistente
i nexistente reflexión política y geopo-
lítica de nuestros países; y la prueba de ello es que, fruto del con-
cepto de guerras de cuarta y quinta generación (donde ya ingresa
la importancia estratégica de la inteligencia artificial), es que se
concibe una necesaria reconceptualización de lo que es un golpe
geopolítico. Un ejemplo de ello es, por ejemplo, el concepto de
“golpe suave”. En la actual decadencia de la hegemonía imperial,
los medios de restauración del poder estratégico, han renovado y
complejizado sus posibilidades operativas de injerencia extensiva;
esto quiere decir que: un golpe es más golpe cuanto menos golpe
parece (en el mundo de la posverdad, su éxito depende del mejor
camuflaje que pueda adoptar).
El cívico Camacho vendió la idea de que fue Cristo, cuan-
do
del supuestamente
poder; es más,ingresó a palacio
hasta llegó de gobierno,
a afirmar quiennacionales
en medios sacó a Evoe
 

§9 “A confesión de golpe, relevo de fase” 133

internacionales, que “fue un milagro” que, en menos de quince


minutos, después de ingresar la Biblia a palacio, Evo renunciara.
odos los apologistas del ficcionado relato de la “revolución de
las pititas”, jamás se pusieron a tematizar el simbolismo teológico
de dominación que representaba esa teatralización evangélica. No
fue ningún milagro, sino que todo estaba planeado; con Cama-
cho regresaba el golpe cívico-prefectural del 2008, el rechazo a la
Constitución, la oferta fascista de que Goni gobierne desde Santa
Cruz, es decir, la respuesta oligárquica a la insurrección popular
del 2003. La llegada de Camacho a La Paz era la señal para el
amotinamiento policial y la apostasía constitucional del ejército
(el gobierno
genuidad sinoestaba cercado,
traición no darse cuenta de ello ya no era in-
interna).
Como en todo melodrama, no es la escenografía la que
determina la trama sino el guion,
guion , que define además las formas a
adoptar: no fueron las “pititas”,
“pititas”, ni los vecinos, ni la
l a movilización
citadina y menos el pueblo, el autor de d e una supuesta “revolución
“revolución
pacífica”. odo ello no fue sino la escenografía funcionalizada
para legitimar un golpe orquestado bajo fisonomía supuesta-
mente democrática. A eso se le llama “golpe suave” y, si los mi-
litares no toman fácticamente el poder, sí constituyen el factor
decisivo para dejar completamente vulnerable al poder político.
Si ejército y policía hubiesen actuado honrando su ju-
ramento a la constitución y a la patria, su deber consistía bási-
camente en oponerse a cualquier alteración del orden constitu-
cional. Pero, para que militares y policías tengan un argumento
que les haga sostener que la interrupción misma de este orden
significaba su defensa, hacía falta el relato del “fraude”. Y eso
era lo que todo
irreflexivas análisis serio
declaraciones debía desentrañar,
de Camacho. más allá
¿Quiénes tenían de las
el poder
 

134  Tercera
 Tercera parte:
parte: Génesis y naturaleza
naturaleza del golpe

para montar el relato del “fraude”? ¿Quiénes se beneficiaban de


ese relato?
Si el cívico tiene el desparpajo de evidenciarse ante cáma-
ras, lo hace porque es un simple peón que, por arrogancia o im-
prudencia, desea aparecer, en sus cinco minutos de fama, como
c omo el
adalid de la supuesta “recuperación democrática”. Pero detrás de
Camacho hay un poder mucho más inteligente, que actúa siempre
detrás de cualquier pantomima pendenciera. Siendo peones todos
los que ahora son colocados en el poder político, no hacen más
que obedecer un guion impuesto, incluso saliéndose de éste, pues
quienes manejan los hilos del asunto saben
s aben cuándo y cómo desha-
cerse dePorque
las fichas
enprescindibles.
los entramados del poder oculto, nunca hay
nada comprometedor, por eso acuden y se sirven de peones que,
por cinco minutos de fama, serán los únicos señalizados por la
opinión pública. En la estructura del poder oculto nadie puede ser
incriminado, porque todo puede negarse de modo plausible; por
eso, sólo en el núcleo más profundo se entretejen las relaciones
más comprometedoras, que consiste en la negociación de fuertes
intereses (que tienen todos los medios posibles que sus ambiciones
precisan), los cuales calculan costos y hasta muertes para que ga-
nen a cualquier precio, y que nadie pueda acusarles de nada. Eso
es lo que hace posible, no sólo la eficacia de un golpe de Estado
sino su legitimación (porque nada ni nadie podría incriminar a
sus verdaderos autores).
La cooptación de la clase media urbana, como contin-
gente decisivo de movilización derechista, viene de antes. Sin ir
demasiado lejos, podemos consignar al 21-F como el operativo
activador de un desacuerdo convertido crecientemente en odio
manifiesto. Pero,
Pero, para entender este odio desatado, por mediación
hasta religiosa, que sacó lo peor de una sociedad urbana fundada
 

§9 “A confesión de golpe, relevo de fase” 135

en la desigualdad, hay que superar la mera


mer a descripción del racismo
como una discriminación más.
El por qué las discriminaciones actuales se hacen tan in-
humanas, sólo se explica a partir de desentrañar el hecho de que
la clasificación social presupone una anterior y fundante clasifi-
cación racializada . Eso es lo decisivo.
deci sivo. Porque,
Porque, sólo en ese
es e sentido,
se puede comprender el racismo como el mito fundacional  de  de la
modernidad, en cuanto proyecto civilizatorio. Esto quiere decir
que, sin racismo no hay sociedad moderna y tampoco capitalis-
mo:
Del mismo modo como la acumulación originaria presu-
pone una acumulación
del trabajo le presuponepre-originaria,
una clasificacióna laantropológica
división internacional
de la hu-
manidad (superior-inferior, civilizado-bárbaro, centro-periferia,
desarrollo-subdesarrollo, etc.). Para que haya la transición de di-
nero a capital, primero debe haber robo de trabajo humano y,
para justificar este robo, debe negarse la humanidad de las vícti-
mas de ese robo. En ese sentido, la inferiorización del indio (como
la primera negación de la humanidad de las víctimas del mundo
moderno que nacía en la conquista del Nuevo Mundo) es funda-
mental para que la apropiación o robo del trabajo ajeno aparezca
como algo “justo”, amparado por la ley y el derecho.
De ese modo, la clasificación social sólo se sostiene por una
deshumanización previa  que
 que naturaliza  la
 la desigualdad como orden
cultural, político, económico y social; porque es previamente un
orden antropológico. Ese es el pecado original de este mundo y
no la desobediencia o rebelión a un orden presuntamente natu-
ral , pero que fue históricamente impuesto desde 1492. La des-
obediencia a esteque
más bien –para orden (fundadolosenevangélicos–
se anoticien la desigualdad humana) es
la anticipación
 

136  Tercera
 Tercera parte:
parte: Génesis y naturaleza
naturaleza del golpe

mesiánica, o sea, la buena nueva del “Reino de los cielos”. Lo que


Camacho y la autoproclamada, hacen ingresar a palacio, no es el
“amor” o la “democracia”; lo que hacen, desde el balcón de pala-
cio, es llamar a la aniquilación de toda desobediencia a ese orden
–fundado en la desigualdad humana– que consideran ya no sólo
natural sino hasta  divino.
Es lo que la teología cristiano-sionista imprime ideológi-
camente en el nuevo evangelismo made in USA, y es sumamente
eficaz porque guarda correspondencia con el sistema de creencias
del individuo moderno –y en proceso de modernización– que
subjetiva muy bien el mundo valórico del capitalismo, que no es
otro sinosocial
idolatría el impuesto por el mundo
o religiosidad moderno, naturalizado como
mercantil.
Desde el 21-F se fueron magnificando ostensiblemente,
gracias a los medios, las incongruencias de un gobierno que des-
potricaba con su antimperialismo, mientras gozaba de una inter-
nacionalmente alabada estabilidad y crecimiento económicos. Se
trataba de un discutible pero innegable éxito económico.
ec onómico. Pero
Pero esto
no caló en el imaginario social urbano, sino que empezó a pesar
más la animadversión generada por una sistemática propaganda
anti-Evo (y todo lo que él representaba). Una “revolución de co-
lores” (como la que diseñó el Imperio para el Medio Oriente am-
pliado y se vendió al mundo como la “primavera árabe”)
árabe”) se hallaba
en curso, protagonizada por organizaciones paramilitares juveni-
les, comités cívicos y universitarios alineados al discurso derechis-
ta, al compás de la narrativa mitológica imperial de “defensa
“defensa de la
democracia”, los “derechos humanos” y la “libertad de expresión”.
El discurso oligárquico, sobre todo camba, fue empoderándose,
gracias a la funcionalización del racismo urbano como colchón
de legitimación de la ideología señorialista de toda la oligarquía
boliviana.
 

§9 “A confesión de golpe, relevo de fase” 137

Eso se nota en el miedo actual de los barrios ricos a toda


presencia popular. Por eso el discurso mediático, como portavoz
oficial del golpe, necesita deshumanizar  al
 al pueblo, para lavar toda
culpabilidad, por ejemplo, de la masacre de Senkata: el uso de la
gasolina manchada de sangre ya no traía problemas de conciencia,
porque los muertos no eran seres humanos sino “vándalos”, “de-
mentes”, “kleferos”; es decir, los mismos argumentos que usó el
último gobierno neoliberal de Goni contra aquellos gracias a los
cuales hoy tienen las ciudades gas domiciliario.
El miedo al indio convertido en bloque revolucionario es
lo que activa la memoria del cerco indígena a La Paz, en el siglo
 XVIII. El descuartizamiento
do no sólo descuar tizamiento
en la memoria de upac
upac
popular sinoKatari
tambiénes loenque cala lado,
el otro hon-
como miedo transformado en odio a la presencia acechante de la
memoria de las víctimas. Lo que se ha actualizado con este odio
centenario es una dialéctica maldita: quien le cierra las puertas a
la solución pacífica, le abre inevitablemente las puertas a la resolu-
ción violenta. Por eso el miedo debe transformarse en odio, para
 justificar la aniquilación de las víctimas convertidas, como en la
Conquista, en inferiores  y
 y no humanos.
Por eso la ideología señorial es fascista y siempre será gol-
pista y antidemocrática. Por eso Senkata bajó a La Paz con sus
muertos, para echarle en cara a la sociedad urbana todos los an-
cestros que encarnaban los muertos actuales como un rotundo
testimonio ante la historia: la reposición señorialista siempre sig-
nificó el genocidio del otro, del que hace posible hasta la vida de
la ciudad, del indio.
El miedo al indio convertido en multitud fue lo que des-
encadenó, desde
del indio en el 21-F,
el poder. la denuncia
Porque el únicoa la supuesta
negocio “eternización”
estable en la Bo-
 

138  Tercera
 Tercera parte:
parte: Génesis y naturaleza
naturaleza del golpe

livia oligárquica ha sido siempre la subordinación del indio; la


oligarquía puede negociar todo, pero jamás, y bajo ningún motivo
o circunstancia, negociará su juramento de superioridad ante el
indio. Eso es innegociable para ella, porque eso es precisamente
condición de su presunta superioridad.
Pero ahora ya no sólo para la oligarquía señorial sino, por
adoctrinamiento pedagógico y cultural, hasta para las clases sub-
alternas que, en su posible ascenso social, sólo ven como única
garantía de aquello, la obligada subordinación del indio. Lo que le
dijo Felipe Quispe, el Mallku, a la reportera Amalia Pando (que,
 junto con la actual ministra de comunicaciones, fueron disemina-
doras de ese odio) es la síntesis de este mal-estar cultural:
- ¿Por
¿Por qué se alza en armas?
- Porque no quiero que mi hija acabe siendo su sirvienta.
La legitimidad inicial del gobierno del MAS fue menguando sis-
temáticamente, produciendo una transferencia de ésta a una dere-
cha que iba empoderando en la sociedad la opción fascista. Pues
no se trataba ya de un desacuerdo político sinosi no de una declaratoria
de guerra que atrincheró en Santa Cruz al regionalismo más beli-
gerante y,
y, desde allí, se
s e orquestó la recaptura del poder político en
connivencia con los intereses imperiales.
El gobierno de Evo fue demasiado ingenuo o, como ya se
sospecha, preso de una arrogante infalibilidad del entorno blan-
coide o q’ara. Nadie pareció aprender nada del fracaso del socia-
lismo democrático de Allende, al confiar en el supuesto espíritu
constitucionalista de las FF.AA.
FF.AA. Éstas en Bolivia siempre tuvieron
tradición golpista, además de una estructura racista
racis ta que nunca fue

debidamente desmantelada;
de cambios estructurales, lo que
como fue debía
aquelladepropuesta
ser motivoaplazada
suficiente
(y
 

§9 “A confesión de golpe, relevo de fase” 139

archivada por la jerarquía miliar) de descolonización de las FF.AA.


FF.AA.
–que propusieron además las clases subalternas del ejército– nun-
ca tuvo el decisivo apoyo gubernamental. Lo mismo sucedía en la
policía.
El racismo no es una discriminación más sino el articula-
dor y estructurador de la sostenibilidad de una clasificación social
que hace posible al poder oligárquico. Eso también se halla en el
fondo del regionalismo camba, que se activó sañudamente una
vez que el gobierno posibilitó la migración de población cam-
pesina del occidente a las tierras de Santa Cruz. odo se estaba
orquestando, reavivando el racismo citadino, y el gobierno mira-
ba de palco cómo
argumentos que lecrecía una oposición
brindaba que acopiaba
una propaganda, los mejores
sistemáticamente
desplegada en medios y redes sociales, para atrincherarse en una
oposición absoluta a todo lo que significaba gubernamental.
La magnificación de los desaciertos del gobierno desenca-
denó hasta en un señalamiento maniqueo que significaba la muer-
te civil a todo simpatizante del gobierno. Al modo nazi, se venía
instaurando una kristalnacht como preludio de una vociferada
“solución final”. Pero, curiosamente, todo ello supuso siempre
una complicidad interna que tenía como fin, horadar sistemática-
mente la legitimidad del gobierno para transferirla  a  a una derecha
que, sin casi ningún merecimiento, se veía empoderada por un
creciente contingente electoral que le daba esperanzas de un triun-
fo electoral. Pero las encuestas previas a las elecciones no pintaban
el mejor escenario para la derecha, así que era preciso montar el re-
lato del “fraude”
“fraude” (lo cual era lo más admisible,
admisi ble, dado el desprestigio
–también sistemáticamente
si stemáticamente magnificado– del ribunal
ribunal Electoral).
En esta creciente
perial encuentra el mejor desestabilización es que ladefinitivamente
escenario para orquestar injerencia im-
 

140  Tercera
 Tercera parte:
parte: Génesis y naturaleza
naturaleza del golpe

una recaptura geoestratégica de Sudamérica. Después del fracaso


en Venezuela y Nicaragua, intensificar la desestabilización en Bo-
livia se constituía en asunto de mayor importancia para la repo-
sición de la hegemonía imperial. No sólo porque el éxito econó-
mico de la Bolivia antimperialista constituía un mal ejemplo, sino
porque nuestro país apostaba por ser el corredor geoestratégico
de unión comercial entre Brasil y China –originando un desaco-
plamiento de la geoeconomía del dólar–, es que USA pone en
movimiento su geopolítica de implantación del “caos indefinido”.
indefinido”.
 A lo cual hay que añadir que, con la inevitable transición mundial
hacia la locomoción eléctrica, la reposición de la hegemonía im-
perial tiene,para
estratégico a nuestros
dominar yacimientos
y controlardeesa
litio, como elglobal.
transición mejor recurso
Por eso
Bolivia podía haberse constituido en pieza clave del nuevo orden
mundial multipolar,
multipolar, hasta que sucede
suc ede el golpe…
En realidad, el verdadero “gobierno de transición” era el de
Evo. Eso es lo que nadie entendió, ni siquiera el propio “gobierno
del cambio”. El verdadero cambio requería una previa transición
que tuviera como fin hacer de Bolivia una potencia económica.
Sólo en esas condiciones podía nuestro país tener un manifiesto im-
pacto en la transición civilizatoria global del siglo XXI. Ni siquiera
los indianistas o kataristas entendieron eso, menos la izquierda fun-
damentalista; por eso nunca se propusieron disputarle a la derecha
la transferencia  de  legitimidad  que
 que iba cediendo el gobierno, sino que
se dedicaron a ver de palco también como se iba diluyendo el hori-
zonte plurinacional, sin darse cuenta que, con ello, se iba perdiendo
la propia posibilidad de realización de un proyecto verdaderamente
verdaderamente
nacional-indígena-popular.
 Ahora
saben qué decirque
antese una
encuentran
encue ntran supe
situaciónsuperados
rados por
de franca la coyu
coyuntura
ntura,
imposibilidad , no
demo-
 

§9 “A confesión de golpe, relevo de fase” 141

crática. Por eso la verdadera crítica no se hace nunca contra la revo-


lución, sino con ella y desde  ella.
 ella. Jamás debieron haber confundido,
como lo hizo la derecha y hasta el círculo blancoide gubernamental,
gubernamental,
creer que el gobierno del MAS er a  el
era  el “proceso de cambio”.
Por eso hasta la izquierda opositora quedo funcionalizada
por la insurrección oligárquica fascista y pudo hasta reclutar a ex
defensores de derechos humanos para defender un golpe y una
dictadura en ciernes. No en vano ya nos advirtió René Zavaleta:
todos regresan inevitablemente a su origen de clase. Con seme-
 jante convocatoria señorialista, orquestar el relato del “fraude”
“fraude” ya
no era nada difícil en una sociedad que estaba dispuesta a creerlo
todo,
ticanocomo
o queque Evo teníadel
los cocaleros cuentas personales
Chapare tenían en
un elejército
Banconarcote-
del Va-
rrorista propio (la masacre en Sacaba desmintió por completo esa
leyenda urbana).
El éxito y la eficiencia de ese tipo de propaganda basado
en las fake-news del mundo de la posverdad, es algo que no ha
merecido ningún serio tratamiento por el análisis político y que
constituye un verdadero caballo de roya en la opinión pública.
En Bolivia, la activación de las fake-news encontró, en el racismo
citadino, el recipiente ideal para vaciar en éste un bombardeo
sistemático de calumnias, mentiras e infamias que terminaron
por contaminar e intoxicar completamente la discusión política
(esto se ve claramente en las redes sociales). Nunca, como hoy, la
discusión política se ha vuelto un literal aniquilamiento mutuo.
Por eso la apuesta fascista se fue haciendo apetecible, por-
que la aniquilación del otro se fue justificando con el recurso ma-
niqueo de la lucha del bien contra el mal. Y eso es lo que vimos
en
en las vísperas y en la
la ponderación deejecución del golpe.
los supuestos ododel
“críticos” esoMAS
jamásque,
estuvo
ni
 

142  Tercera
 Tercera parte:
parte: Génesis y naturaleza
naturaleza del golpe

siquiera por prudencia, marcaron distancia con esta presencia fas-


cista en la movilización pre y post electoral (aun hoy en día dan
serias muestras de ceguera interpretativ
interpretativaa de la realidad política).
Por eso no saben qué decir ante las insensatas declaracio-
nes de Camacho; pues tendrían que hacerse la autocrítica y admi-
tir que actuaron de “tontos útiles” y algunos hasta de cómplices
comedidos del golpe. Y tendrían que reconocer que el relato del
“fraude” fue promovido por los operadores golpistas bolivianos
en Miami y Washington y no fue nunca una constatación fácti-
ca (la misma suspensión del REP fue producto de un hackeo,
como ya lo afirman centros de investigaciones, hasta en USA,
yademás
que piden a la OEA
demasiado una pública
ambiguo); quienesretractación de un informe
además cabildearon con
congresistas republicanos como Marco Rubio, Bob Menendez,
ed Cruz, como se demuestra en develaciones que se hace desde
USA, los cuales sirvieron de nexo final con el ala radical de los
halcones straussianos injertados en el régimen de rump. Eso ex-
plica la elección de bravucones envalentonados para conformar
el gobierno de facto que, en la actual confrontación con Argen-
tina, México y España, sólo dan muestras de supina ignorancia
en materia diplomática. Lo cual significa ya, con la expulsión de
personal diplomático de España y México, la aplicación de la fase
amplificada del golpe.
El plan en ciernes que piensan implementar en la región
apunta a la producción de Estados fallidos, o sea, la demolición
sistemática de procesos democráticos sin resolución posible; por
eso se provoca en Bolivia un aislacionismo premeditado por la
confrontación diplomática hasta multilateral. Si todo este gobier-
no
les de facto se encamina
y populares, a desmantelar
y terminar todas las
con la soberanía conquistas
nacional, socia-
entonces,
 

§9 “A confesión de golpe, relevo de fase” 143

inevitablemente, por la respuesta y resistencia popular


popular,, se provoca-
rá un Estado fallido al borde de la guerra civil,
c ivil, y esa sería razón su-
ficiente para una intervención que propicie USA hasta con algún
país vecino servil a sus intereses, justo como se pretendía hacer
con Venezuela.
Por eso también, creer que este gobierno de facto garan-
tizará elecciones limpias, es creer en un cuento de hadas contado
por Hollywood. El Imperio está en desplome vertical y como ya
advirtieron los halcones: “si caemos, haremos todo lo posible para
que el mundo entero caiga con nosotros”. Por eso la apuesta no
es ni siquiera mantener gobiernos títeres. Si ya no les sirve algún
peón
ineficazlengua suelta o un
a la Guaidog, no expresidente
les importará vacilante,
en lo másomínimo
un gobierno
la re-
moción hasta fratricida del poder. Hace rato que las formas edu-
cadas y diplomáticas han desaparecido de la política exterior del
Imperio.
Lo único que aún le da cierto margen de acción a Latinoa-
mérica es la grave crisis interna, al borde de la guerra civil, que
no se dice, pero que el régimen rump y el radicalismo WASP
han desatado en el propio corazón de USA (los llamados “cintu-
rón bíblico” y “cinturón industrial”). Con la probable ruptura de
relaciones diplomáticas de Bolivia con varios países de la región,
el plan del Medio Oriente ampliado transferido al Arco sudame-
ricano, cobra una fisonomía sumamente peligrosa: la beligerancia
diplomática como abono de una desestabilización continental,
como antesala de la diseminación de “caos indefinido”, o sea, la
implantación de la doctrina “core and the gap”.
gap”.
Esta doctrina fue concebida por el secretario de Estado del
régimen Bush, Donald
thur Cebrowski (a partirRumsfeld y su consejero,
de la “nueva el almirante
gran estrategia” Ar-
del nuevo
 

144  Tercera
 Tercera parte:
parte: Génesis y naturaleza
naturaleza del golpe

mapa del Pentágono para el siglo XXI, expuesto por Tomas Bar-
nett, en 2004); y consiste en dividir al mundo en dos ámbitos, en
un escenario post-imperial: el mundo del orden, donde las poten-
cias sobrevivientes puedan hacer negocios, y el mundo del caos,
sumido en un infierno indefinido, donde USA se asume como el
único administrador de un mundo secuestrado y bajo chantaje
continuo.
Se trata de un apocalipsis implantado que requiere, por eso,
la narrativa cristiano-sionista para generar una resignada aceptación
global, sobre todo en el mundo del orden; donde la sociedad que
imaginaba George Orwell se haga la única realidad: el panóptico
global.
denunciaPor“totalitarismo”,
Por eso hay que leer“autoritarismo”,
al revés la propaganda imperial:
“violación c uando
cuando
de los dere-
chos humanos”, de “la libertad de expresión”, de “la democracia”,
etc., se retrata a sí mismo y lo que pretende implantar de modo
absoluto y definitivo; como lo que, precisamente, está ocurriendo
en Bolivia.
El probable “infierno” a producirse en el Sur, requiere de
una nueva hermenéutica, porque ya no se trata de un concepto
teológico, sino que ahora actúa como una categoría geopolítica.
Saber a lo que verdaderamente nos estamos enfrentando y cómo
podríamos revertir una situación extendida a todo el continente,
precisa que los pueblos vecinos no vean al golpe orquestado en Bo-
livia como algo particular sino como la irradiación estratégica de la
geopolítica imperial de sobrevivencia ante las nuevas superpoten-
cias emergentes.
odo lo presenciado en Medio Oriente pretende transferirse
a Sudamérica. Que Bolivia sea centro de esta apuesta
apuest a imperial no es
casual;
de modo porque Boliviaaquí
superficial, es  la
 lasucede
política:
de lo que esencial.
modo enencial.
es otras latitudes sucede
Si la revolución
 

§9 “A confesión de golpe, relevo de fase” 145

democrático-cultural se originó con la “guerra del gas” en El Alto;


ahora, otra vez, El Alto, Senkata, le ha puesto nombre a una nueva
revolución de alcances continentales: la “guerra del litio”.
Por eso el Imperio puede calcular todo, menos el factor
decisivo en toda lucha, el factor pueblo. Esto es lo imposible de
cálculo, porque la vida es incalculable e innegociable y un pueblo,
en tanto que pueblo, es siempre portavoz de la vida toda. Por eso el
actual repliegue táctico popular no es ninguna capitulación, sino
acumulación de memoria histórica. El
histórica. El pueblo vuelve a ser comu-
nidad y,
y, desde allí, es que puede definir el presente y redimir toda
la historia hecha actualidad y hasta restaurar sus horizontes nega-
dos y excluidos.
 pueblo Esacomo
, del pueblo capacidad es exclusiva
resto crítico. Ese esdel
el  pueblo
resto queeneltanto
Diosque
de
la vida escoge como Su  pueblo
pueblo: “porque
“porque escogió Dios a los humil-
des para vencer a los poderosos”. Y los poderosos son los que ahora
constituyen Imperio y tienen, a los poderes fácticos, como insti-
tucionalidad mundial al servicio de la marca de la Bestia: el dólar.
 

§10
§10
DEL “ESTADO APARENTE” A LA “ANOMIA ESTATAL”
19 de enero de 2020

l concepto de “Estado aparente” nos sirvió para describir la


anatomía estatal que produce la “colonialidad
esto significadel poder” en
Eel diseño geopolítico centro-periferia; que, por tri-
butación de  soberanía , los Estados periféricos transfieren, de modo
exponencial, poder neto al centro. De ese modo se produce una
dialéctica de realización unilateral del centro vía des-realización de
la periferia.
Lo colonial del poder periférico no es el “colonialismo in-
terno” (determinación política de las la s “formas aparentes”
aparentes” o sociales)
sino la tributación  de   soberanía   que naturaliza   su condición  peri-
 férico-satelital . Los Estados periféricos, son incluidos y admitidos
como tributarios  de  soberanía , es decir, de poder formal y material;
cuya transferencia  administran
 administran los poderes fácticos como unción de
 poder  real . Eso significa que, en última instancia, la periferia tribu-
ta , al centro, voluntad  de  vida . De esta tributación de  vida  se
 se nutre
la vida, la realización del centro, que no es sino, la continua des -rea-
lización de la periferia. Esto es lo que reafirma la reinante clasifica-
ción antropológica mundial, que mantiene estable la desigualdad
humana
puesto decongénita
la divisióny internacional
estruct ural del
estructural
internacion mundo
al del moderno,
trabajo, de roles como presu-
y funciones.
[147]
 

148  Tercera
 Tercera parte:
parte: Génesis y naturaleza
naturaleza del golpe

Ese fue el patrón colonial mientras el diseño centro-peri-


feria configuraba la fisonomía “normal”
“normal” del sistema-mundo-mo-
derno-occidental. Pero el reciente golpe promovido en Bolivia
–más allá de la confluencia entre oligarquía local y dominio im-
perial– está manifestando una potencial reconfiguración, mucho
más peligrosa, de ese diseño.
Veamos. Con el desplazamiento geopolítico de Occidente
por parte de las superpotencias emergentes (China y Rusia) y la
instauración precaria de un equilibrio tripolar; el orden unipolar
ya no reúne las condiciones de ser repuesto y el Imperio tampo-
co cuenta con posibilidades recurrentes
recurrentes de restauración hegemó-
nica. Por esodeapuesta
cual genera, últimamente
modo creciente, por la pura dominación,
el desconocimiento lo
del derecho
internacional. Eso está en el fondo de la promoción del “caos
constructivo” (que, del Medio Oriente, se pretende trasladar a
Latinoamérica), como fisonomía de un mundo de inestabilidad
continua; y esto es sólo posible desplomando definitivamente la
soberanía nacional de los Estados periféricos y, en consecuencia,
acabar con el derecho internacional y el multilateralismo.
De ese modo, el “backyard” del Imperio, en la nueva
geopolítica
sistemático post-imperial,
que postergue queda sumido encualquier
definitivamente un desangramiento
aspiración
de desacoplamiento de la geoeconomía de la moneda imperial
(el último y único baluarte de su decadencia crónica). Mientras
toda la economía global del siglo XXI se dirige al pacífico, secues-
trar a Sudamérica es vital para mantener al dólar, porque admi-
nistrando nuestro aislamiento sistemático, repone las garantías
de su poder disuasivo como contrapeso a la expansión oriental
(en el Medio Oriente vemos las opciones que baraja la geopolí-
tica post-imperial: si ya no puede apoderarse del petróleo, ahora
apuesta por el control de su distribución global).
 

§10 Del “Estado aparente” a la “anomia estatal” 149

Con el golpe en Bolivia, que es, en realidad, el inicio de


un golpe continental, las “formas aparentes” transitan a una re-
configuración del diseño centro-periferia: el nuevo mapamundi
del Pentágono; es decir, partir el mundo en dos, el orden y el
caos, o sea, en lenguaje evangélico, el cielo y el infierno, pero, en
la tierra. Por eso no es ilógico la implantación, vía golpe, de un
régimen inconstitucional  en
 en Bolivia; porque esa es la antesala de la
“anomia estatal” que se precisa para socavar la soberanía nacional
y provocar, sin alternativa posible, la  feudalización de los Estados
periféricos. El laboratorio de aquello se lo estaría promoviendo en
Bolivia, desde el golpe orquestado con la complicidad
complic idad de la propia
OEA. El “Estado aparente” daría lugar a la amenazante nueva
figura estatal que, de la transferencia   de   soberanía , a su renuncia
definitivamente, apostaría al literal sacrificio de la periferia para
reponer la centralidad imperial; la “anomia estatal” constituiría
entidades  feudalizadas  sin
  sin capacidad de soberanía ni siquiera for-
mal, o sea, la ejecución de la balcanización extendida .
Cabe hacer notar que, la renuncia al horizonte alternativo
indígena del gobierno del MAS, no fue precisamente producto de
algún oportunismo político, sino del encapsulamiento paulatino
que significó subordinarse al horizonte normativo del derecho li-
beral; hecho por el centro para, precisamente, asegurar la colonia-
lidad  de
  de los “Estados aparentes” o periféricos (por otro lado, el
anarquismo de izquierda siempre ha confundido ser radical con
un radicalismo ingenuo, esto es, arrojar y negar el tablero glo-
bal en vez de comprenderlo, para superarlo). La trampa consistió
siempre en un espejismo, que conduce al suicidio de gobiernos
“progresistas” en fabrica
sible “inclusión” un mundo hechodepor
la ilusión unyfortalecimiento
para los fuertes:también
su po-
 

150  Tercera
 Tercera parte:
parte: Génesis y naturaleza
naturaleza del golpe

aparente . La modernización siempre tuve ese precio: la “admisión”


“admisión”
consiste en la renuncia a ser uno mismo.
China triunfa en la competencia hegemónica porque parte
de sí, de su historia y civilización, por eso puede incluso funciona-
lizar al mismo capitalismo como mediación de un proyecto nacio-
nal. En ese sentido, la tentación de los gobiernos “progresistas
progresistas”” es
posible, porque no advierten en qué consiste la verdadera depen-
dencia. En el caso boliviano, esto condujo a mantener la depen-
dencia estructural y la concomitante colonialidad   reinante para,
de ese modo, incluso posibilitar la insurgencia fascista señorial.
De ese modo, los intentos precarios de constitución de sobera-
nía
por estatal (cosa quegolpista,
comedimiento nunca había experimentado
quedan completamente Bolivia), ahora,
aplazados y,
lo que es peor, se apuesta por una fisonomía estatal sin Estado,
que minaría por completo toda soberanía futura; porque el único
y minúsculo poder restante se lo disputarían poderes locales, que
convertirían su tan anhelada autonomía en una feudalización con
prospectos de balcanización. Esto significa la “anomia
“anomia estatal”.
odo lo que viene realizando la dictadura actual es no sólo
inconstitucional (ni cabe en algún peregrino post-constituciona-
lismo), sino desconocimiento sistemático de toda juridicidad bá-
sica. Ni la autonombrada ni sus ministros saben por qué están
allí, ni por qué manifiestan la insensatez misma de una promo-
vida fisonomía del no-derecho. Son sólo piezas dispensables de
un ajedrez geopolítico que están desplegando los elementos más
siniestros del Estado profundo (por eso vuelve la USAID y la CIA
y todo el aparato de inteligencia gringo y hasta sionista). La coop-
tación de casi todo el espectro opositor boliviano, subyugando
hasta susbastante
logística rivalidades y discrepancias,
eficaz (incapaz en la manifiesta ya no sólo
derecha boliviana) sinouna
un
 

§10 Del “Estado aparente” a la “anomia estatal” 151

despliegue estratégico que toma a Bolivia como foco de irradia-


ción de algo mayor.
En la guerra hibrida, la diseminación mediática y ciberné-
tica de las fake-news tienen como fin el desplome de la cohesión
social y política. Si antes políticamente nos permitíamos acuerdos
mínimos, era porque los parámetros morales, fueran ciertos o no,
eran aceptados; pero el reino de la posverdad destruye sistemática-
mente todo posible consenso porque su objetivo es la demolición
 planificada de todo acuerdo. Lo que se instala es un estado latente
de beligerancia creciente. Una “revolución de colores” (bautizada
en Bolivia como “resistencia pacífica de las pititas”) tiene ese ob-
 jetivo: provoca
democrática, queuna insurrección
acaba fascista
en un golpe con cara
de Estado suavedey revolución
la implan-
tación de una dictadura intensiva; de ese modo socava toda la ins-
titucionalidad que dice defender para imponerse definitivamente
como un des-orden de “anomia
“anomia estatal”.
Por eso, el autonombramiento de la senadora Añez, que
salta o evade todo procedimiento constitucional, sin quorum par-
lamentario y sin la debida sucesión constitucional (ya que hacen
renunciar a todos los habilitados bajo coacción), desemboca en
la anomia jurídica de todo este gobierno de facto. Develaciones
recientes del propio rector de la UMSA y miembro del CONA-
DE, develan que la cabeza del gobierno de facto surgió de un
aquelarre de machos (recaderos de Mesa, Camacho, Iglesia Cató-
lica, Embajada de Brasil, Unión Europea, el mismo Albarracín)
que pactaron y negociaron los detalles del golpe, vendido como
“sucesión democrática”. La apuesta por Añez era lo único que les
aseguraba anular al MAS de toda legítima sucesión constitucional.
Por eso los
ejército, grupos de achoque,
se dedicaron en connivencia
perseguir, amedrentar ycon la policía
eliminar y el
a todos
 

152  Tercera
 Tercera parte:
parte: Génesis y naturaleza
naturaleza del golpe

aquellos que podían acceder legalmente a la presidencia, una vez


que el jefe de Estado había sido obligado a renunciar, cuando las
FF.AA.
FF .AA. le retiran el apoyo que le debían por mandato constitucio-
nal (cumpliendo así el pacto prebendal previo que acordaron con
los cívicos de Santa Cruz).
La “anomia
“anomia estatal” no es lo que se producirá el 22 de ene-
ro; se produjo el 12 de noviembre, vía autoproclamación y sin
quorum parlamentario, por eso la investidura de la banda pre-
sidencial la hacen los militares. No solo la ilegalidad sino la ile-
gitimidad se constata cuando la autoproclamada se presenta en
balcón de palacio frente a ningún pueblo, sólo frente a periodistas
nacionales, quienes,
lestia de mostrar en en su totalidad,
cámaras ni siquiera
la ausencia se dieron
absoluta la mo-
de pueblo en
aquella pantomima política.
La propia ingenuidad y las traiciones internas determinaron
que el gobierno anterior quedara sin posibilidad de revertir consti-
tucionalmente una situación de facto. La policía y el ejercito fueron
los garantes para que se haga imposible cualquier salida democráti-
ca. Su amotinamiento también resulta de una violación flagrante a
sus propios juramentos constitucionales. De ese modo, el golpe fue
planificado con una eficiencia que no es característica de la mez-
quindad imaginativa de la oligarquía nacional.
Si la famosa y presunta resistencia democrática hubiese sido
eso, jamás se hubiese prestado al juego de patrocinar un gobierno
totalmente ilegítimo. Pero eso no estaba en los planes que se plani-
ficaron anticipadamente y no precisamente en Bolivia.
Desde la espuria autoproclamación, todo lo que ha hecho y
está haciendo el gobierno de facto está no solo viciado de inconsti-
tucionalidad,
to jurídico quesino
sóloque
se nos
está está conduciendo
definiendo por la a“razón
un desmantelamien-
de fuerza”. Lo
 

§10 Del “Estado aparente” a la “anomia estatal” 153

cual lleva a que la propia estabilidad social se vea amenazada por


la presencia de contingentes armados (que los vienen articulando
grupos paramilitares fascistas como la “Unión Juvenil Cruceñista”
y la “Resistencia Juvenil Kochala” en todo el país). Es el principio
de la “anomia estatal” que, violando todo Estado de derecho, tiene
como fin premeditado, el desmoronamiento sistemático de la paz
social, que lo va produciendo el propio gobierno de facto. El pro-
pio desprestigio de la policía amotinada por pura prebenda, viene a
configurar una creciente militarización del país.
El gobierno de facto, mediante su ministra de comunica-
ciones, viene atizado aún más esta probabilidad, limitando literal-
mente
nitariaslacampesinas
libertad de yexpresión, mediante
toda disidencia el cierre deElradios
democrática. comu-
ministro de
gobierno y de defensa, hacen lo propio, hostigando públicamente a
todo un país en creciente estado
est ado de incertidumbre.
incer tidumbre. odas
odas las medi-
das que está asumiendo
asum iendo el supuesto “gobierno de transición
transic ión”” mues-
tra, de ese modo, un premeditado encargo de derrumbar todas las
conquistas sociales
soci ales (que destruyan, a combazos, la efigie de Evo, en
un escenario deportivo, muestra gráficamente lo que se pretende).
La anunciada privatización de todas las empresas estatales (que ya
empezó con la línea área estatal BOA), el ingreso de USAID, como
“garante” de las nuevas elecciones, la liberación de las cuotas de
exportación, la sugerida nivelación del precio de los carburantes al
nivel internacional, la revisión de la política del litio, etc., no son
atribuciones de un u n “gobierno de transición”
transición” y tienen por fin incen-
diar un país en estado de creciente convulsión social.
Para realizar todo aquello, el gobierno tiene que gozar de
atribuciones especiales y eso es lo que se viene sugiriendo en un
escenario
“transiciónpost
”). Es22cuando
transición”). de enero (cuandoestatal”
la “anomia debierase fenecer la supuesta
haría realidad polí-
 

154  Tercera
 Tercera parte:
parte: Génesis y naturaleza
naturaleza del golpe

tica de facto, en un país militarizado en un no declarado estado de


sitio. O sea, no es que cuando fenezca funciones el ejecutivo y el
legislativo se produzca una situación de inconstitucionalidad. Esta
situación se inició, como ya dijimos, el 12 de noviembre. odo
acto y medida gubernamental desde entonces está sujeta a la im-
pugnación y sus ejecutores, pasibles a juicio de responsabilidades
(y en el caso de policías y militares, hasta de traición a la patria).
Por ello no se trata de un “gobierno de transición” constitucional
sino de uno de facto que, amparado por los aparatos coercitivos
estatales, se mantiene en condiciones ilegítimas e ilegales para des-
mantelar al mismo Estado.
Pero la cuestión
sólo la suspensión va derecho,
de todo más allá.sino
Unala“anomia estatal”
implantación no es
sistemá-
tica del “caos constructivo” a nivel regional. No es sólo la promo-
ción del desorden sino la demolición planificada del Estado como
“tierra de nadie”. En tal situación nació
nac ió la experiencia del far-west
como contexto de anexión de gran parte de México por parte de
USA. Esto significa que, la “anomia estatal” es promovida como
fase preliminar de una feudalización de los Estados nacionales.
Por eso, pese a las vergüenzas que despierten Camacho y Pumari,
son las fichas imperiales que simbolizan el federalismo, como el
caballo de roya
roya implantado para producir la posterior feudaliza-
ción/balcanización de Bolivia.
 Ambos representan a los intereses no sólo empresariales
sino separatistas que, tanto en Potosí como en Santa Cruz, en rela-
ción al gas y al litio, confluyen con la oligarquía fascista que, bajo
patrocinio hasta gubernamental, hace retornar a personajes que
huyeron después del fracasado golpe cívico-prefectural del 2008
(los
golpemismos que odo
reciente). también
elloestán implicados
en medio de unenempoderamiento
la planificación del
ra-
 

§10 Del “Estado aparente” a la “anomia estatal” 155

cista de la sociedad urbana que, con la implantación de leyendas


urbanas antipopulares, están politizando a la clase media del peor
modo posible, es decir, buscar un chivo expiatorio en el cual des-
cargar el odio sembrado.
Si en Bolivia tuviese éxito esta apuesta imperial y oligárqui-
co-local, no tardaría en hacerse extensivo al arco sudamericano;
por eso la violencia, aun revestida de resistencia revolucionaria,
como en Chile, no es garantía de optimismo. Con la promoción
del concepto de “guerras híbridas”, ahora sabemos que la hibridez
sustantiva de las nuevas guerras, funcionaliza muy bien el con-
flicto como la normalidad misma de una sociedad sumida en el
caos
eso lasindefinido, como preludio
nuevas apuestas imperialesdeno
la se
intervención
enmarcan enexterna. Por
doctrinas
anteriores, como el “Plan Cóndor” o las “Dictaduras de Seguridad
Nacional”, sino en la irradiación definitiva de una nueva doctri-
na que tiene, en el nuevo mapa del Pentágono, la imagen de un
mundo partido en dos: “core and the gap” o el mundo del orden
y el desorden.
La balcanización de Bolivia siempre fue de sumo interés
para las oligarquías de Chile, Brasil y Argentina. Desde la confe-
deración peruano-boliviana, el Estado chileno siempre vio nuestra
existencia como un escollo de su expansión. Por eso nos anuló
geopolíticamente con la invasión al Litoral boliviano en 1879, y
en tiempos neoliberales penetró su influencia en la derecha bo-
liviana para garantizar, por ejemplo, el aprovechamiento del gas
boliviano. El estrés acuífero que se le presenta en lo venidero tam-
bién hace que las aguas del Silala boliviano sean de interés estraté-
gico de su economía. Lo mismo pasa con el litio.
Postergar
estratégicas a Bolivia esgeopolítica
de sobrevivencia fundamental para lasPoraspiraciones
de Chile. eso su in-
 

156  Tercera
 Tercera parte:
parte: Génesis y naturaleza
naturaleza del golpe

terés en el aplazamiento del corredor bioceánico que tiene a Boli-


via como corredor geoestratégico de unión de Sudamérica con el
pacífico. Las oligarquías de Brasil, Argentina y Chile preferirían,
para beneplácito del Imperio, hacerse de un corredor alternativo o
administrar ellas mismas el proyecto existente por Bolivia (siendo
además el más rentable). Brasil gana mucho con el desmantela-
miento de la soberanía boliviana (Brasil y USA fueron los primeros
en reconocer al gobierno de facto), de ese modo
mod o expande su capital
agroindustrial, además que PEROBRAS recupera su influencia
regional y se hace más atractiva para la geoeconomía del dólar.
En el mundo del “core and the gap”, del mundo partido
entre el cielo
constituye unay elliteral
infierno,
arenalaglobal,
periferia sumida
donde en elromano
el circo caos indefinido,
adquiere
niveles de espectáculo global. Por eso lo que empezó en Bolivia
no es algo particular sino de incumbencia regional y de todos los
movimientos populares, de izquierda, partidos democráticos y de
gobiernos “progresistas”; tomando consciencia de qué es lo que se
está generando sigilosamente como la nueva fisonomía de Suda-
mérica. No en vano Bolivia constituye el centro del continente.
Lo que pase aquí repercutirá inevitablemente más allá de nuestras
fronteras.
 Yaa lo dijimos: no es que en Bolivia haya mucha política.
 Y
Bolivia es  la
  la política. Lo que sucede en otras latitudes de modo
aparente, en Bolivia sucede de modo esencial. Por eso nuestra lu-
cha siempre se manifestó en términos universales. El “vivir bien”
constituía eso: la alternativa utópica que el horizonte indígena le
ofrecía a un mundo en decadencia civilizatoria. El Imperio se dio
cuenta de eso. Los pueblos también deben darse cuenta de aquello,
de la última apuesta imperial: aniquilar definitivamente al sujeto
proyector de esa alternativa. Por eso nuestra lucha la definimos
como: “capital versus vida”.
 

§11
GÉNESIS Y NATURALEZA DEL GOLPE
16 de febrero de 2020

n 1825, la Asamblea Constituyente que diera origen a la

por elrepública de Bolivia, estaba constituida casi exclusivamente


E 1% procedente de los restos de la burocracia colonial su-
puestamente derrotada. Como las otras oligarquías de la región
y opuestas al proyecto de la Gran Colombia (frente al expansio-
nismo gringo), vieron en la independencia, no un proceso de li-
beración, sino la reposición de un orden en el cual podían cons-
tituirse en elite  perpetua 
 perpe tua  de
 de países reducidos a fincas privadas. En
ese sentido, toda nuestra historia de golpes de Estado no es sólo
la disputa oligárquica del patrimonio estatal sino la continua re-
posición de la naturaleza   antinacional  del
  del Estado señorial; cuyo
poder es aparente, porque no es producido sino adquirido, como
parte del consumo suntuoso que le asigna el liderazgo imperial a
su voluntaria dependencia crónica.
Ese mismo 1% vio en el golpe actual, como es su cos-
tumbre, la única posibilidad de reponer sus prerrogativas recu-
rriendo al amparo de una hegemonía imperial incluso decadente
(como su existencia no es producto de ninguna liberación, en
cada oportunidad
buscan histórica
un nuevo amo de obedecer
a quien reconfiguración
o, comogeopolítica, sólo
en el presente,
[157]
 

158  Tercera
 Tercera parte:
parte: Génesis y naturaleza
naturaleza del golpe

sacrificarse comedidamente –y sacrificar a su propio país– por el


decadente).
La única forma de permanencia de ese Estado ha sido siem-
pre la subordinación a un orden mundial que sostenga el poder
aparente  que,
 que, como ya no procede de su propio contenido nacio-
nal, se mantiene como una ilusión estatal que constituye cultura
política urbana (el entreguismo es su cara más notoria, por eso
fomenta mediáticamente el miedo a nacionalizar). La apariencia  
ya no es sólo formal sino describe el contenido mismo de una ca-
 pitulación absoluta  que que hace de los Estados periféricos tributadores  
netos   de   soberanía ; como renuncian a su poder, eso se transfiere
como realización  constante 
En eso consiste  del poder
 del
nuestro imperial.
desarrollo del concepto colonia-
lidad   del   poder . Sólo de ese modo las elites periféricas aseguran
sociedades cerradas y excluyentes que reproducen, de modo au-
tóctono, el carácter piramidal del sistema económico del capital.
La sangría nacional le da entonces, a la elite periférica, el derecho
de admisión al banquete del mercado mundial, donde el capital,
como auténtico dios sustitutivo, premia o castiga, decide la vida o
la muerte, según la cuota sacrificial que q ue impone el hambre infinita
de su crecimiento acumulativo.
Por eso la colonialidad  no   no sólo es fundante sino constante  
para mantener una elite mínima apadrinada por un orden mun-
dial que, siendo el fundamento único de su dirigencia, le unge
de más legitimidad –formal– cuanto más servil le sea. Por eso las
elites periféricas se disputan la preferencia imperial como único
proyecto político. En ese sentido, con el golpe, la oligarquía boli-
viana se jugaba su propia existencia. Ya Ya que en trece años no pudo
revertir –democráticamente–
revolucionario, sí pudo iniciarun
el proceso
proceso que, lejos todavíadedealgo
de recuperación ser
 

§11 Génesis y natur


naturaleza
aleza del golpe 159

fundamental para todo proyecto estatal: la soberanía nacional. Lo


que eso significaba constituía razón suficiente para reponer el ca-
rácter servil de la oligarquía; hacer lobby en Washington era la
necesidad misma de recuperar su condición servil de elite caporal
y, de ese modo, reafirmar el meollo mismo de su más acabada
ideología señorial: vivir a costa de su propia nación. Porque la
nación la constituye precisamente lo más negado y excluido por
esa casta: el indio.
Sólo si el indio es arrinconado en la obediencia, la sumi-
sión y, además, naturalizada  su
 su inferioridad , es posible la presunta
superioridad racial de la elite oligárquica. Por eso la señalización
contra
llo queelsignificaba,
Evo era tanpara
sañuda, porque
la elite, lo que representabadeerasuaque-
el desmoronamiento pro-
pia idiosincrasia. Por eso su permanencia gubernamental no era
rechazada por alguna razón democrática sino porque un indio se
apropie de lo que la oligarquía considera su propiedad: el Estado.
La narrativa de la corrupción y el fraude sirvieron muy bien para
activar la ideología señorialista que, por adoctrinamiento pedagó-
gico, mediático y cultural, naturaliza  en  en la cultura social el racis-
mo urbano que hace de la clase media la base de reclutamiento de
la oligarquía para reponer el orden social que es, en definitiva, un
orden racializado.
Ese orden social es, por esa razón, continuo productor de
desigualdades, y tiende, por esa misma dinámica, a generar esta-
llidos de convulsión social que se funcionalizan como cataliza-
dores de recomposición social (mediante la activación del chivo
expiatorio, como una literal expiación religiosa y, por eso mis-
mo, restaurador del orden que legitima a la oligarquía como elite
“pensado
meritocrática”).
meritocrática”). Como elpara
exclusivamente actual sistema del
beneficio económic
económico
1% deo los
mundial
ricos; está
del
 

160  Tercera
 Tercera parte:
parte: Génesis y naturaleza
naturaleza del golpe

mismo modo, los Estados periféricos son reducidos a esa exigua


representación como única cuota de inclusión.
Ese exiguo porcentaje es graficado en la última reunión
que tuvo toda la derecha golpista boliviana en el Comité Cívico
de Santa Cruz. Ahora bien, que este Comité tenga la autoridad
para congregar a toda la derecha, ya es algo que desentraña las ca-
racterísticas que tiene el golpe reciente. Ya
Ya su expresidente cívico y
actual candidato a la presidencia, reveló que desde allí se orquestó
la inclusión de ejército y policía para liquidar la democracia en
Bolivia. Siendo un personaje mediocre y sin mayores atributos
–a la Guai-dog–, se le vio cabildeando, a un nivel cuasi oficial,
con
ellos),gobiernos
en fechasdeprevias
la región (Brasil,
al golpe Argentina yPor
de noviembre. Colombia,
supuestoentre
que
esa logística y la propia diligencia de esos gobiernos, no es algo
improvisado, sino que requiere del visto bueno y del patrocinio de
un poder mayor.
La asistencia de la derecha en pleno a esa reunión, no la
dictamina el tema a tratar, sino la obediencia al que representa a
ese poder que se halla detrás de los intereses mismos que los her-
mana, como únicos beneficiarios de los propósitos que se propone
una injerencia exterior. Un informe de Stratfor (think tank texa-
no-israelí) da cuenta que, desde el 2008, cuando fracasa el golpe
cívico-prefectural, Santa Cruz se constituye en la trinchera de la
derecha más radical y tiene, en entidades como su Comité Cívico,
una plataforma de confluencia de intereses oligárquicos y que, por
ello, puede fácilmente convertirse en nicho de operadores políti-
cos que promuevan la desestabilización sistemática del panorama
democrático boliviano.
Por eso elprevia
en la coyuntura modelo cívico es
al golpe, patrocinado
fueron al resto
los Comités del país
Cívicos y,
acto-
 

§11 Génesis y natur


naturaleza
aleza del golpe 161

res fundamentales para la desestabilización democrática. Por eso


la reunión derechista no podía ser en otro lugar y eso ya señala
que la tesis de la “resistencia democrática de las pititas” es apenas
un relato para “tontos útiles” (incluso académicos). El golpe se
gestó, como en las guerras, en ambientes selectos cuya admisión
es administrada hasta por la clasificación naturalizada  de
 de las elites.
El supuesto propósito de la reunión era unificar a la de-
recha. Pero esa unificación era lo más improbable desde que se
fue desenmascarando las tramoyas del golpe. Las revelaciones del
rector de la UMSA tampoco se dan por contrición moral sino
por la exclusión de la que fue objeto. La propia autoproclamada
no es tonta;
nalidad que una vez quelasealteración
representa da cuentademocrática
que toda la golpista,
inconstitucio-
tiene
a su régimen como directo responsable, eso significa inevitable-
mente –en un retorno democrático– juicio de responsabilidades.
El círculo inmediato que se ve involucrado junto a ella, no halla
otra salida que su postulación y probable triunfo fraudulento (del
mismo modo, las FF.AA. y la Policía se atrincheran en la defensa
del gobierno de facto, porque su desobediencia a la Constitución,
la ejecución del golpe y la defensa de un régimen de facto que se
operó extraterritorialmente, podría hasta denunciarse como trai-
ción a la patria).
Es decir, todos, en la reunión, sin decirlo, barajan sus po-
sibilidades de sobrevivencia; porque saben que, de modo limpio,
ninguno tiene posibilidades de ser gobierno. Saben que nadie es
confiable y eso lo han visto en las últimas semanas. Lo que antes,
en el siglo pasado, era promovido por la Iglesia o por alguna en-
tidad con alguna estatura moral, ahora se lo deja al portavoz del
verdadero
posibilidadpoder
de serque
un de nuevo obediente.
gobierno les entrega El
en desacuerdo,
bandeja de plata la
que era
 

162  Tercera
 Tercera parte:
parte: Génesis y naturaleza
naturaleza del golpe

lo más probable, es simplemente la constatación de que la derecha


es colonial hasta en eso, porque necesita siempre de un patrón que
les ponga en disciplina.
La derecha estaba en la reunión para exhibirse ante el ojo
imperial. En última instancia es la embajada gringa y todo el
aparato electoral ya adquirido quienes barajarán la mejor opción
para consolidar la injerencia imperial en la política boliviana. Esto
no quiere decir necesariamente que busquen un nuevo gobierno
como el interlocutor ideal para viabilizar
viabiliz ar una relación más prome-
tedora, es decir, más entreguista. En las actuales circunstancias y
bajo la amenaza de un “orden tripolar” y su consecuente reparti-
ción de sus respectivas
nía imperial áreas de influencia,
le es más promisoria la figuraadela decadente hegemo-
la balcanización de
su backyard. Ese es el proyecto imperial que lo enarbolan, bajo la
bandera de federalismo, los Comités cívicos de Santa Cruz y Po-
tosí, de donde proceden curiosamente los supuestos heraldos de la
supuesta “revolución pacífica”,
pacífica”, Camacho y Pumari.
Para imponer el neoliberalismo, el Estado profundo se pro-
puso aniquilar al sujeto popular, esto supuso destrozar el aparato
productivo de nuestros Estados; en Bolivia esto significó la “re-
localización”, es decir, descomponer al movimiento minero y, en
consecuencia, a la clase obrera. Sin sujeto no hay proyecto y sin pro-
revolución. El exiguo triunfo del neoliberalismo tiene,
 yecto no hay revolución
en la ausencia de sujeto histórico, la llave de su permanencia. Pero
los desplazados o “relocalizados” en Bolivia dieron origen a un
movimiento mucho más preocupante (para el Imperio); porque
se constituyeron en el puente de unificación de la lucha socialista
con la histórica insurgencia indígena.
Por(yeso
personaje suslaexcesos)
fijaciónsino
señorialista
a lo que contra Evo no
representa. Paraeslatanto al
oligar-
 

§11 Génesis y natur


naturaleza
aleza del golpe 163

quía, el éxito económico del indio significaba el fin de su condi-


ción de elite. Lo que ellos debieron haber hecho por este país, lo
hizo el indio (con todos sus defectos posibles, que no son otros
que los mismos que ostenta toda clase política). En trece años
proyectó a Bolivia como sólo lo hizo, en su tiempo, el mariscal
 Andrés de Santa Cruz (por eso también la elite chilena auspicia
el golpe; como en la invasión al Litoral boliviano, el propósito
actual es volver a anular geopolíticamente a Bolivia y esto podría
hacerse realidad con el proyecto de otro corredor bioceánico que
no contemple a Bolivia y cuya conexión al pacífico sea administra-
da por Chile). Por eso, para que el golpe se legitime y se muestre
“nicho
democrático”,
democrático ”, la oligarquía
de recomposición activó loel que
colonial: el Imperio
racismo diseñó  como
naturalizado de la
clasificación social, como restaurador del orden que pregona la
elite. La lengua suelta de la autoproclamada lo expresó así: “no
dejemos que vuelvan a gobernarnos los salvajes”.
El llamado empoderamiento popular, amainado concep-
tualmente como “procesos de inclusión social”, fue innegable es-
tos pasados trece años. Eso empezó a reconfigurar el panorama
político, económico, cultural y social, de tal modo que el racismo
pareció
hasta queretroceder;
encontró pero sólo se fuede
la oportunidad inflamando
estallar en impotentemente
odio fehaciente,
cuando se expulsa a Evo de Bolivia. Nadie hasta ahora ha podido
exponer lo que eso ha significado en la subjetividad nacional-po-
pular y que, en principio, se desato en una resistencia indignada,
pero improvisada y hasta desorganizada. Ahora que recién em-
pieza a reconstituirse la resistencia popular y poner en estado de
alerta a la derecha empoderada, se muestra hasta el desatino de
su comedimiento golpista: esa derecha logrará lo que ni el mismo
MAS pudo, es decir
decir,, reconstituirlo como único referente democrá-
tico y popular
popular..
 

164  Tercera
 Tercera parte:
parte: Génesis y naturaleza
naturaleza del golpe

Por eso el golpe en Bolivia no puede ser entendido desde


la noción tradicional que reiteran los manuales de biblioteca.
Lo que estamos viviendo es algo novedoso en el panorama po-
lítico de transición global. Brasil y el régimen de Bolsonaro son
la prueba más elocuente de la nueva apuesta imperial. Si antes
se propuso aniquilar a la clase obrera, ahora su plan es acabar
con lo indígena. Por eso que Camacho ingrese a Palacio con la
Biblia en mano y que la autoproclamada festeje la entrada de
Cristo al gobierno, no es casual.  Así   empieza   la   modernidad . Su
credo evangelizador fue siempre el mismo: o te “conviertes” o te
aniquilamos. Convertirse, o sea, modernizarse , significó siempre
dejar
a sus de ser loriquezas,
propias que uno es, renega
renegar
como pagor de
porsí el
mismo y renunciar
pecado de no serhasta
ha sta
mo-
derno. Por
Por eso Bolsonaro dice: “los indios
indi os no son seres humanos,
como nosotros”.
La presencia de la embajada brasilera en la reunión (en la
Universidad Católica) que decidió la presidencia de Añez, no es
como se dice, de “simple mediación”. La oligarquía brasilera es
una de las beneficiadas del asalto al poder que hace la elite cruceña
y, por conectividad política y económica, es puente de conexión
con los intereses de la geoeconomía del dólar.
dólar.
Es en el ámbito más profundo, donde se decide un asalto
de tal magnitud, como es un golpe; por eso la historia de los gol-
pes siempre nos conducen a poderes ocultos que siembran las con-
diciones para que los escenarios se
s e desenvuelvan hasta por inercia.
En esos ámbitos no hay nada comprobable, nada escrito, pues
todo se puede negar de modo plausible. Por eso no es empírica-
mente como se desentraña esto sino por reflexión dialéctica. Y lo
que hace la ante
no aparece dialéctica es, hacer aparecer mediante la razón, lo que
los ojos.
 

§11 Génesis y natur


naturaleza
aleza del golpe 165

La reflexión que hacemos no es un análisis de coyuntu-


ra, porque tal examen es apenas una descripción del fenómeno,
donde sólo se detalla la escenografía para consumo del morbo po-
lítico. Lo que exponemos es una reflexión coyuntural. Y ésta no
puede realizarse sin proceder, con lo que llamamos, dos recortes
metodológicos: el recorte vertical de densidad histórica  y
  y el recor-
te horizontal de contexto amplificado. El segundo es la perspectiva
geopolítica que nos ayuda a trascender la mirada reductivamente
local o particular; mientras que el primero nos permite tematizar
qué tipo de profundidad histórica se debate en el presente como
definición política.

cita en En ese sentido,


la política que, no sólo podemos destacar
inevitablemente, la teología
nos conduce no sóloimplí-
a la
experiencia de la conquista sino a cómo el capitalismo recurre a su
narrativa fundacional como cristiandad imperial; por eso se puede
decir que, si desde el Concilio de Nicea del 325 el cristianismo se
imperializa; gracias a la Conquista del Abya Yala,Yala, aquella vocación
imperial logra reunir las condiciones materiales y formales para
realizarse definitivamente. Ese cristianismo se hace capitalismo (la
modernidad produce al capitalismo, para que éste reproduzca a
la modernidad, mediante la producción de la sociedad moderna;
cuya religiosidad   del   progreso  lo constituye en el cielo  sustitutivo, 
que hace del mercado el altar mundial donde el mundo entero
rinde culto al dios capital).
Por eso el capitalismo y la modernidad, en su crisis ter-
minal, recurren a sus narrativas fundacionales que son, siempre,
apelaciones  trascendentales , es decir, míticas, o sea, teológicas. Que
la Biblia “protestante” esté en manos de los golpistas, y con la
cruz justifiquen
esta historia el genocidio
y nos devuelve alque se iba
origen a desatar,
mismo descubre toda
del sistema-mundo
 

166  Tercera
 Tercera parte:
parte: Génesis y naturaleza
naturaleza del golpe

que, en su propia decadencia, recurre a la misma simbología con


la cual inició su conquista mundial. Por eso no es que la religión
y la política constituyan un coctel peligroso, sino que, en última
instancia, toda política es teología secularizada.
El asunto que concierne a la reflexión dialéctica es expli-
citar qué clase de teología funda las pretensiones de las apuestas
políticas. Por eso, si se trata de aniquilar al pueblo como suje-
to histórico-político –como en la política de “extirpación de las
idolatrías”–, una teología de dominación, lo que se propone es
abatir y aniquilar su espíritu, y esto sólo se logra teológicamente.
El cívico-golpista Camacho lo expresó muy bien cuando, frente a
una masadelfanatizada
los pies y cautivada
Cristo redentor, decíapor
quelasacar
ideología señorialista
al indio dictador yeraa
una “guerra espiritual”. Los cientistas sociales, como fieles herede-
ros del iluminismo y la Ilustración, no entienden esto y, por ello,
no saben decodificar la teología implícita en la política moderna
y tampoco saben oponerle la espiritualidad propia de un pueblo
que sólo puede constituirse como pueblo desde su propio univer-
so mítico.
Poco a poco se va desdibujando el necio intento de ver una u na
“revolución pacífica” en lo que fue un golpe geopolítico, acorde a
la medianamente novedosa implementación de una “revolución
de colores”, en el marco de las actuales  guerras   híbridas . Por eso,
los intereses en juego no son sólo locales y, poco a poco, van ma-
nifestando unos propósitos que apuntan a una redefinición del
tipo de administración que adquiera Sudamérica, como área de
contención de la geoeconomía del dólar contra la nueva Ruta de
la Seda (si todos los caminos conducen
conduc en a Roma, entonces hay que
bloquearlos o someterlos
de flujo de recursos a la administración
estratégicos, disuasiva
o sea, chantaje de control
continuo).
 

§11 Génesis y natur


naturaleza
aleza del golpe 167

Si la economía mundial se dirige definitivamente al pacífi-


co, el dólar sólo puede subsistir de modo defensivo; aislar a Suda-
mérica se convierte en la garantía de reposición, al menos disuasi-
va, del Imperio en su etapa post-imperial (sólo se es Imperio en un
mundo unipolar, donde todo el mundo es periferia de un centro
único, lo demás es sólo pretensión imperial). Por eso la disputa
de las áreas de influencia representan una reconfiguración de la
cartografía estratégica de la geopolítica del poder mundial. Aislar
a Sudamérica consiste en un rapto tácito que ya no responde al
diseño centro-periferia sino al rediseño de la geopolítica impe-
rial misma. Si ya no se cuenta con las condiciones de posibilidad
de irradiación consiste
post-imperial de su poder
en laestratégico,
consumación entonces la única
del poder crudoapuesta
como
fatalidad histórica.
Por eso el diseño centro-periferia resulta obsoleto ahora
para entender algo más siniestro: el mundo del orden y el infier-
no del caos indefinido. La última gira del canciller ruso Lavrov
por Venezuela, Cuba y México (en contraposición a la gira de
Mike Pompeo) podría representar,
representar, para equilibrar la preocupante
situación regional, la apuesta disuasiva de China y Rusia de no
permitir,
ponencial,hasta
comopara su propio
propició USAbeneficio,
en Mediootro desangramiento ex-
Oriente.
ambién por la miopía geopolítica de los pasados gobier-
nos “progresistas”, no se aprovechó el mejor momento que tuvi-
mos cuando
cu ando la UNASUR
U NASUR,, el Banco deld el Sur,
Sur, el ALBA-CP
ALBA -CP,, la CE-
LAC, etc., y toda la iniciativa bolivariana del comandante Chávez,
gozaban de las mejores condiciones contextuales. Los propulsores
del “socialismo del siglo XXI” tampoco se anoticiaron que tam-
bién había ya un capitalismo del  siglo XXI 
 XXI .
Si la izquierda continental aprendió algo de este nuevo re-
troceso, debería darse cuenta que el sujeto de la revolución  ya no
 

168  Tercera
 Tercera parte:
parte: Génesis y naturaleza
naturaleza del golpe

es  la
 la casi inexistente clase obrera. El nuevo sujeto de la revolución
es el indio y el afro, cuyo horizonte propositivo de vida No es el
moderno (como lo fue del proletariado, producto también de la
clasificación social  del
 del capital).
Por eso el golpe en Bolivia triunfa. Porque la dirigencia
gubernamental nunca potenció aquella novedad y creyendo que
el empoderamiento de las clases subalternas sólo consistía en su
ascenso social, lo único que produjo fue la derechización de los
sectores emergentes que, inevitablemente,
inevitablemente, iban a asimilarse al ho-
rizonte de prejuicios y expectativas señoriales, como la moneda
de admisión que administró siempre, a su favor, la oligarquía.
Por no apuntar
no significa a la revolucióno cultural 
democratización , lodel
creación democrático mismo
 sino ya
 poder   popular 
 sino
popular  el
desenvolvimiento
desenvolvimien to de la inercia de lo instituido como democracia
formal, o sea, burguesa, auspiciadora de la reposición oligárquica
(por eso la dirigencia gubernamental, o también llamado círculo
blancoide o q’ara, en el golpe, dejó huérfano a un pueblo despo-
tenciado de su unción democrática y revolucionaria).
La verdadera resistencia al golpe en Bolivia proviene de
este horizonte abandonado por la izquierda eurocéntrica que,
ahora, reduce su panorama y sus apuestas políticas al puro electo-
ralismo, como si no hubiese pasado nada. No se ha enterado que
el golpe ha puesto en crisis a la propia democracia y su fetichismo
del voto (sepultando la deliberación y la politización plena del
pueblo constituido en sujeto). Si el voto se pueda manipular y
hasta comprar, o sea, si el voto se hace una mercancía más, en-
tonces esta democracia
dem ocracia no es el poder del “demos” sino el “kratos”
del capital.

precisoEsta democracia
denunciar comoseloha
queconvertido en una trampa
es: pura mitología  queRe-
  imperial.
 imperial. es
 

§11 Génesis y natur


naturaleza
aleza del golpe 169

cuperar la democracia para ungir de nuevo al pueblo con el es-


píritu democrático supone liberar   a la democracia de su rapto
imperial. Una revolución  democrático-cultural   solo será posible
trascendiendo la democracia como sistema cerrado de validación
formal, para crear un sistema   abierto  de   politización
politiza ción  democrática  
o democratización política, es decir
decir,, la creación, desde abajo, del
 poder   popular 
popular .
 

§12
DEL ESTADO DE EXCEPCIÓN AL
ESTADO DE REBELIÓN
13 de agosto de 2020

lgida,
Estado de excepción no declarado,
ineludiblepero
que en ejecución fin-
E constituye
reflexión crítica  de
el contexto
 de la coyuntura– poder advertir
permite
advertir,, la más que
bable realización democrática y limpia de elecciones nacionales.
–en una
qu e impro-

La postergación continua del evento electoral (por cuarta vez),


bajo el pretexto de la “pandemia”, demostró ya la falacia grosera
de la autodenominada “transición
transición”,
”, que exhibe la dictadura actual
como mera cobertura “democrática” de unos propósitos profun-
damente anti-democráticos.
Su finalidad no fue nunca “recuperar la democracia”, sino
destruirla   desde sus bases mismas; minando la propia soberanía
nacional en acuerdos espurios que comprometen la propia viabi-
lidad estatal y nacional.
Un “gobierno
“gobierno de transición
trans ición”” jamás se arroga tareas como la
definición de nuevos acuerdos internacionales y diplomáticos, o
la otorgación de concesiones en minería o hidrocarburos; tampo-
co su tarea jamás debió considerar deshacer la institucionalidad o
instrumentalizar
supuestamente eralosloórganos estatales
que había para benéfica
que corregir); propio
o minar (si eso
la soberanía
[171]
 

172  Tercera
 Tercera parte:
parte: Génesis y naturaleza
naturaleza del golpe

nacional, permitiendo la injerencia abierta de la Embajada gringa


en asuntos estratégicos, como es el litio y la bioceánica; o poner
al descubierto, para beneficio chileno, información estratégica del
conflicto por las aguas del Silala.
Desde su inicio, se pudo vislumbrar un atrevido y enfermo
revanchismo, desmontando incivilmente “lo plurinacional” del
Estado boliviano; desde la quema de una insignia patria como
es la wiphala (que continuó con su total anulación de la imagen
gubernamental), hasta el respaldo abierto a grupos parapolicia-
les y paramilitares que fueron, en el golpe, actores visibles en la
destrucción de instituciones estatales; quienes desataron, además,
la persecución,
asambleístas amedrentamiento
nacionales y pueblo enygeneral
hostigamiento
(sobre todoa dirigentes,
de proce-
dencia indígena).
La “transición
“transición”” fue un eufemismo que sirvió
si rvió a los golpistas
para “encantar” a la población urbana con un cuento de hadas
invertido, donde los buenos son malos y los malos son buenos.
area que fue encargada
enc argada a los medios de comunicación que, q ue, hasta
el día de hoy, prosiguen con una sistemática desacreditación del
campo popular, en connivencia y complicidad con la dictadura
disfrazada de “democracia recuperada”.
recuperada”.
Este Estado de excepción no declarado, pero en ejecución
fingida, por mediación de la policía y el ejército (y los ministerios
de gobierno y defensa), moviliza ahora grupos civiles para provo-
car el justificativo de otro golpe al interior de la trama oligárquica
que se ha instalado como “ficción democrática” contra el pueblo
boliviano. Ese es el tono abierto que viene desenmascarándose en
declaraciones abyectas que vociferan los representantes de “Comi-
tés Cívicos”,
facción como
fascista el de Santa
del golpe) Cruzla(que
que, ante aglutina
opinión a la más
pública, rancia
señala que
 

§12 Del estado de excepción al estado de rebelión 173

no se retractará del calificativo de “bestias inhumanas”, imputado


al pueblo indígena movilizado. Eso es lo que está detrás de esta
famosa “recuperación
“recuperación democrática” y lo que manifiesta su carácter
carác ter
ya no solamente profundamente antinacional sino hasta profun-
damente anti-humano.
Si de democracia hablamos, la democracia que esgrimen
los cooptados por el señorialismo oligárquico, es un “kratos” sin
“demos”; es decir, un poder exclusivo para quienes conspiran y
socavan constantemente la posibilidad de un país de iguales y de
democracia amplificada. Mientras vociferan a los cuatro vientos
la presunta “dictadura que vivimos en los 13 años del MAS”; en
apenas 8 meses de
rar la verdadera gobierno
dictadura quegolpista,
temían se dieron
tanto la tarea decitadinos
los incautos instau-
clasemedieros movilizados en contra del “caudillo populista”.
populista”.
En noviembre del año pasado ya cobraron los fascistas su
insana sed de muerte, y frente a la actual movilización popular
(otra vez totalmente indefensa), vuelven a amenazar soberbia-
mente con todos los poderes coercitivos y, y, además, escudados por
el bloque civil de reclutamiento oligárquico que todavía pueden
congregar (aunque ya en menor medida, pero magnificados por
los medios de comunicación y/o propaganda de la dictadura).
Por eso el pueblo ha ido comprendiendo y decantando su
movilización en la amplificada e irrenunciable petición de renun-
cia del gobierno golpista en su conjunto. Porque precisamente esa
es la única
únic a garantía de una verdadera “recuperación
“recuperación democrática”.
democrática”.
Los acuerdos que se lograron entre la Asamblea legislativa
y el ribunal
ribunal Electoral, sobre el supuesto blindaje legal para asegu-
rar comicios electorales hasta el 18 de octubre, ya no constituyen
garantía,
dujo, unadesde la conculcación
vez violentada del Estado
ón ende
la Constitución
Constituci esaderecho
supuestaque se pro-
“sucesión
 

174  Tercera
 Tercera parte:
parte: Génesis y naturaleza
naturaleza del golpe

constitucional” que se inventaron para legitimar el golpe de Esta-


do de noviembre de 2019.
No vivimos en un Estado de derecho, sino en una “anomia
“anomia
estatal” que, según la ley del más fuerte, ha convertido a Bolivia
en una tierra sin ley ni derecho alguno. Creer que, en esas condi-
ciones, es posible una “elección democrática”,
democrática”, es pecar de ceguera
política.
La ficticia “sucesión constitucional” se produjo entre bam-
balinas y con actores hasta foráneos injerencistas, como la embaja-
da brasilera, la CIA, la Unión Europea, la Iglesia Católica, además
de partidos de derecha y ejecutores del golpe que después fueron
gobierno, en instalaciones
Ellos instauraron de ladeUniversidad
este disparate gobierno queCatólica, en La Paz.
lo comandan ina-
daptados sociales  cuya
 cuya patología racista  es
 es sólo comparable al nazis-
mo, al ku klux klán y al sionismo actual.
La dictadura, una vez cooptados todos los órganos esta-
tales (a excepción de la Asamblea Legislativa, que vive en con-
tinuo hostigamiento), también aseguró su presencia indefinida,
poniendo como cabeza del ribunal Electoral a un individuo
ligado a la CIA, por mediación de la USAID. Es decir, se en-
cargaron ya de reordenar todas las Cortes Electorales nacional y
subnacionales para montar el verdadero fraude que tanto impu-
taron al gobierno anterior y hasta ahora imposible de demostrar-
se fehacientemente (ni siquiera
siqui era la versión burlesca de la cómplice
golpista OEA).
Sólo la pérdida de credibilidad y las repugnantes develacio-
nes inmediatas de corrupción, nepotismo y robo maniático de los
golpistas, hizo que fuesen aplazando las elecciones, por el rechazo
creciente
nacionales;a sumado
la candidatura
a ello, ladeacumulación
la autoproclamada
crecienteendelaspreferencia
encuestas
 

§12 Del estado de excepción al estado de rebelión 175

electoral por parte del MAS (lo cual ya devela la falacia derechista
de impugnar al gobierno anterior lo anti-democrático que, en rea-
lidad, representa la dictadura actual).
En ese contexto, la oligarquía sabe que democráticamente
no puede  continuar
 continuar en el poder; esa es la razón por la que, ampa-
rándose, como es su costumbre, en poderes foráneos y, y, sobre todo,
en el poder imperial (que compró a la antipatriota cúpula militar
y policial), provoca ella misma una guerra civil.
Esa era la apuesta del golpe cívico-prefectural del 2008 y
que buscaba, de modo abierto, la balcanización de Bolivia, y que,
hoy en día, sobre todo con la presencia del separatista Marinco-
vic, como “ministro de planificación” de la dictadura, se vuelve a
activar.
Por eso el pueblo, desde las propias bases –en esa acumu-
lación de memoria histórica del movimiento nacional-popular–,
demanda la renuncia innegociable de todo el gobierno golpista.
Porque no existe ningún ápice de confianza democrática en un
orden impuesto al servicio de los intereses más antinacionales del
país. odas las apuestas electoralistas, en que también cae el pro-
pio MAS, no toman en cuenta de que no estamos en “condicio-
nes normales” y que, quienes les sacaron vía golpe de Estado, es
decir, de modo violento, jamás aceptarán devolver el poder de
modo democrático (si por actuar “políticamente correctos”
correctos” ante la
opinión pública nacional e internacional, creen que recuperar la
democracia pasa por la aceptación de las reglas impuestas desde la
Embajada gringa, significa que no sólo han perdido visión política
sino que sus cálculos carecen de toda objetividad). El conflicto no
es coyuntural, sino que ha despertado, otra vez, la contradicción
histórica
la nación no
y laresuelta (y que el MAS tampoco supo resolver) entre
anti-nación.
 

176  Tercera
 Tercera parte:
parte: Génesis y naturaleza
naturaleza del golpe

El “indio convertido en multitud” fue lo que despertó el


miedo, junto al desprecio del señorialismo oligárquico (que hace
también nido en la clase media urbana, en ese ficticio “mestiza-
 je” que ostenta el boliviano que persiste en “argumentar contra sí
mismo”),
mismo ”), contra aquel “volveré y seré millones”. Por eso el rechazo
vehemente al Evo y su frase de “hemos venido a quedarnos por
500 años”. Eso fue lo que prendió los acentos de desprecio y odio
oligárquico (basado en ese su “juramento de superioridad sobre
los indios”) y amenazó definitivamente la continuidad de esa oli-
garquía como inmerecida elite política.
No se trataba de que
qu e “alguien
“alguien”” se quede
q uede con el poder eter-
namente
dios), sino(esa
quefue la “leyenda
el único urbana”
garante que se inventaron
de la presunta loscrio-
superioridad me-
lla-blanca-señorial –el indio en cuanto su oprimido “inferior”– se
atreva a disputarle para siempre su condición de elite dirigencial
del Estado. Porque
Porque la oligarquía se acostumbró a transferir al indio
todas sus miserias, podredumbres, taras y complejos, haciendo de
éste el perfecto “chivo expiatorio” sobre el cual descargar toda su
mendicidad hereditaria de un país rico condenado al beneficio
foráneo.
Que el indio, en la presencia del Evo, les haya demostrado
mayor eficiencia y logrado, además, el inédito despegue econó-
mico de Bolivia; mostrando de ese modo la total inutilidad de
la casta oligárquica, fue lo que enervó el desprecio señorial y se
tradujo en odio desencarnado; que es lo que se devela ahora como
única plataforma (in)moral que ostenta el conservadurismo más
rancio de una “ciudad letrada” que es la que, en realidad, ostenta
la ignorancia que tanto impreca al campo.
El el
“natural” componente
citadino, esracista
lo quedeactiva
una clasificación social queseño-
la última resistencia cree
 

§12 Del estado de excepción al estado de rebelión 177

rialista en contra de la misma nación que dice “amar”; por eso la


casta patrocinadora del racismo urbano, representado ahora por
la oligarquía cruceña (siendo su portavoz el “Comité Cívico pro
Santa Cruz”), no renuncia incluso a cercenar el país que nunca
mereció dirigir y al cual nunca tampoco jamás consideró como
“propio”.
 Ahora el pueblo confluye, desde todos los rincones y todos
los extremos, para mostrarnos lo que
q ue define a “un pueblo en tanto
que pueblo”. Frente a cualquier pacto o negociación nos señala
que no se puede negociar la vida, menos cuando ésta es la que se
encuentra seriamente amenazada por la presencia de lo más espu-
rio de laHoy
derecha
es eloligárquica hecho
gran cabildo de Elgobierno
Alto y ilegítimo.
se reúnen todos los
tiempos y todos los siglos; desde las 20 provincias de La Paz, lle-
garon todos los pueblos, los ayllus, los suyus y las markas, para
señalarnos y enseñarnos el camino.
cami no. Si el pueblo, en la retórica po-
lítica de la izquierda, es el depositario del poder político, entonces
es hora que eso ya no sea más discurso sino sea efectiva fidelidad
al poder popular.
La única garantía de recuperación democrática es la di-
rección popular unificada que está sucediendo histórica y efec-
tivamente hoy. Por eso el interés desmedido de la derecha (y sus
medios) en provocar divisiones, desencuentros y desacuerdos. La
lucha nunca ha sido homogénea sino analógica ; no todos cami-
nan al mismo ritmo, incluso en sus demandas, pero todos, desde
las propias bases, están configurando la decantación de la toma
de autoconsciencia de que nos estamos jugando históricamente el
destino nacional.
Si laotro
lo menos, dictadura
mediohubiese
siglo deyaaplazamiento
triunfado, esoenibaela desarrollo
significar, por
del
 

178  Tercera
 Tercera parte:
parte: Génesis y naturaleza
naturaleza del golpe

poder popular. Pero el pueblo recuperó la lucidez que le hizo ser


sujeto del proceso constituyente, y los propios ancestros (de toda
nuestra historia ausente en la miopía de los historiadores) le han
devuelto, otra vez, la “unción democrática y revolucionaria”. Es
hora de frenar definitivamente el atrevimiento fascista-oligárquico
fascis ta-oligárquico
de balcanizar Bolivia, y que eso coadyuve al avance definitivo del
poder popular como poder instituyente  y
 y constituyente .
Por ello la sabiduría popular no ve –como lo hace la vi-
sión inmediatista e instrumental del razonamiento político– las
elecciones como un fin en sí mismo o como el summum de la
democracia. Las elecciones abren posibilidades, como también las
cierran. Son un
ma. Cuando sonejercicio
hechas ademocrático,
la medida depero
unano  la democracia
democracia mis-
acorde al
mercado, es decir, al neoliberalismo, el voto puede ser lo más en-
gañoso (como lo es toda encuesta manipulada). Por eso, el verda-
dero “kratos” de la democracia no es una elección (que es siempre
contingente) sino el ejercicio constante del poder popular.
Una elección no se define como “democrática”
“democrática” por su sola
realización sino por todo aquello que la hace posible. En ese senti-
do, sólo una verdadera “recuperación democrática”,
democrática”, podría asegu-
rar unas elecciones
elecci ones creíbles y donde se
s e pueda recuperar,
recuperar, de nuevo,
la “unción
“unción democrática” de un pueblo que fue objeto de una usur-
u sur-
pación fascista que, no sólo pretendió arrebatarle su espíritu de-
mocrático, sino incluso cercenarle su propia capacidad histórica.
Pero el pueblo boliviano tiene, en su memoria inmediata,
el haber expulsado al último gobierno neoliberal, el 2003, en la
llamada “guerra del gas”; y tiene, además, en su memoria larga,
el haber resistido siglos de conquista y colonia y nunca haber ca-
pitulado ante el enemigo invasor, ahora actualizado como elite
colonizada.
 

§12 Del estado de excepción al estado de rebelión 179

 Ahora asciende históricamente, en esta hora decisiva, con


toda una acumulación de siglos y puede, por ello, despertar la
pesadilla oligárquica del “indio hecho multitud”, del “cerco he-
cho escuela política”, de “la marcha hecha escuela histórica”. La
historia vuelve sobre sí y anuncia un nuevo “cerco histórico” para
mostrarnos dónde está la verdadera ignorancia, la anti-nación, el
anti-patriotismo de una casta que siempre embaucó a sus subalter-
nizados con sus propias miserias coloniales.
“Cercar” a esta casta y su “espacio vital” significa, en la
lucha popular, la abreviación de su nefasta transmisión social. Por
eso lo expansivo del poder popular es su irradiación histórica de
carácter . odos
trascendental 
Pachakuti, porque todos los tiempos
los tiempos se hacen
demandan presentehistó-
reparación en el
rica, desde los pasados negados hasta los futuros no cumplidos o
los porvenires no alcanzados. odos demandan redimirse cuando
el presente se propone constituirse en la redención de toda nuestra
historia. Por eso el pueblo asciende en su unificación desde todo
su pasado en cuanto acumulación histórica. Por eso despierta una
sabiduría de profunda densidad que le permite interpretar el pre-
sente a la luz de todos los tiempos.
No se trata de una elección más, tampoco de un cambio
gubernamental, sino de originar un nuevo y definitivo “proceso
constituyente” que, ahora sí, se proponga el desmontaje sistemá-
tico del carácter señorial, oligárquico, liberal y estructuralmen-
te colonial del Estado boliviano. Y eso es precisamente lo que la
dictadura pretende reponer, mediante el ejército y la policía y su
bloque fascista urbano. Añoran la república, donde eran patrones
de un Estado convertido en su finca privada. Entonces, “recuperar
“recuperar
la
dedemocracia”
democracia” es tarea
modo fascista, en el urgente
golpe dee Estado.
ineludible desde que fue asaltada
 

180  Tercera
 Tercera parte:
parte: Génesis y naturaleza
naturaleza del golpe

En ese sentido, las dirigencias deben saber ponerse a la al-


tura histórica que el pueblo ha alcanzado. Es el tiempo de los pue-
blos , en plena cuarentena global que han desplegado los poderes
facticos para imponer un siniestro “nuevo
“nuevo orden”
orden” de control explí-
cito de la vida de la humanidad.
En Bolivia se puede ver cómo, los supuestos heraldos del
discurso en “defensa de la vida”, son quienes, por el contrario,
siembran muerte y dolor sin miramientos. El capitalismo moder-
no se expande en esa misma retórica y, y, sin embargo, a lo único que
nos conduce es al fin de la vida misma. Por eso el “grito
“grito del sujeto”
se constituye en el grito de la vida misma ante una economía de
la muerte
forma y una forma
de producir de vida que es, en realidad, una sistemática
muerte.
Ese ese el mundo moderno que, en boca de sus nuevos
“cruzados” (como son los fascistas renacidos en el racismo urbano)
llaman “bestias” a quienes les alimentan, les crían y hasta les brin-
dan cultura e identidad; ese desprecio de la ciudad al campo es
lo que el mundo moderno ha impuesto como falacia civilizatoria
y que ahora se desencubre como la barbarie moderna misma del
supuesto “civilizado”.
Por eso el cabildo de El Alto, decidió darle continuidad
al Estado de rebelión. Porque el pueblo no capitulará su vocación
democrática; cuya fortaleza emerge desde las bases mismas que
han interpelado hasta a su propia representación. El mal cálculo
de la Asamblea Legislativa, con mayoría del MAS, hizo pecar a
la misma COB y al Pacto de Unidad. En las otras regiones los
“auto-convocados” y las organizaciones populares, campesinas e
indígenas, han asumido una lucha “hasta la renuncia del gobierno
golpista”.
la difamadaY calumnia
esa es la prueba irrefutablemediática,
gubernamental, que anula,cívica
por completo,
y patronal
 

§12 Del estado de excepción al estado de rebelión 181

de que los movilizados son “ovejas pagadas y manipuladas por


Evo”.
Para acabar este manifiesto. Los golpistas fascistas y racis-
tas, parecen Nerón y la elite imperial romana refiriéndose a los
cristianos originales de su tiempo. El desprecio aristocrático al
pueblo tiene esa tradición (desde Cicerón hasta Kissinger) en toda
la historia de Occidente. Y el cristianismo ya imperializado, desde
Constantino, el 325, no escapa a ello; es ese cristianismo el que
llegó, en 1492, con la cruz y la espada, para imponer esa nueva
creencia a sangre y fuego, desatando un genocidio que no ha cesa-
do hasta el día de hoy.

la BibliaPor
queesonunca
en el golpe, los nuevos
había salido “cruzados
“cruzados”
de Palacio ” fascistas, meten
y pretendieron sacar aa
la PachaMama, que es la fuente de donde procede la vida misma.
amaño oscurantismo sólo puede provenir de una cultura de la
muerte, travestida como “religión
“religión del amor”.
Para terminar de desencajar a los supuestos cristianos que
apoyaron el golpe y el nuevo genocidio que pretende la dictadura:
las “buenas nuevas
nu evas”” o “evangelio”,
“evangelio”, no fueron dadas a los ricos sino
a los pobres y, precisamente, de ellos, “será el reino de los cielos”;
porque Dios “escogió a los débiles para vencer a los poderosos y
soberbios”, y “escogió a los ignorantes para confundir a los sabios
y arrogantes del mundo”. Este año se cumplen 49 años del golpe
de Estado de Hugo Banzer.
Banzer. Golpe que fue la respuesta oligárquica
contra la “Asamblea Popular”,
Popular”, que promovió la última generación
de militares patriotas al mando del general Juan José orrez.
Cuando vino el Mesías, vino a anunciar
anunci ar el año del Jubileo,
es decir, el año 50, donde todo vuelve a su origen: los esclavos
son liberados, ylasla deudas
ños originales justicia perdonadas,
de los cielos lase tierra
derramavuelve
sobrea la
sustierra.
due-
 

182  Tercera
 Tercera parte:
parte: Génesis y naturaleza
naturaleza del golpe

Estamos en las vísperas del Jubileo, donde retorna el Mesías, pero


ya no como individuo sino como pueblo. Ese es el tiempo mesiá-
nico o Pachakuti. Donde se redime toda la vida. Y tiene al pueblo
como el enviado en esa tarea, para que la tierra pueda albergar la
presencia divina. Porque lo divino sólo puede habitar entre noso-
tros, cuando ser humano y naturaleza, hijos e hijas y Madreierra,
puedan convivir en paz y justicia.
Por eso: Invocamos a todos los Ancestros, desde la Anti-
güedad más Sagrada, hasta nuestros mártires, que ya heredaron la
ierra Nuestra. Demandamos Su presencia en esta hora decisiva;
porque todos los siglos son ahora.

chaMama,¡Jawilla! ¡Jawilla”.que
Pachaata, Nina Achachila,
nuestro puebloAwicha
reciba Inal Mana,dePa-
la unción la
qamasa y la ch’ama de nuestros Abuelos y Abuelas. Nosotros so-
mos la única razón de la existencia de Ustedes. Si el pueblo perece,
perecerá la memoria Suya y la historia nuestra, perecerán nuestros
muertos y nuestras semillas. ¡Restituyan el ajayu del pueblo! ¡Jalla-
lla Boliviamanta!
 

CUARTA
EL ESTADO PARTE
DE SITIO MUNDIAL:
 LA PLAN-DEMIA 
 

§13
§13
LA PANDEMIA VIRAL COMO PRINCIPIO DEL
“PANÓPTICO GLOBAL”
22 de marzo de 2020

INTRODUCCIÓN
COYUNTURAL” GEOPOLÍTICA DE “REFLEXIÓN

 oda referencia a un llamado “nuevo orden mundial”, tie-


ne su origen en la vocación imperialista que la modernidad
desarrolla en cuanto proyecto de dominación universal. Las pri-
meras elucubraciones de lo que podría significar ese pretendido
“nuevo orden”, como un literal “gobierno mundial”, provienen
de los servicios
ser vicios de espionaje jesuitas, allá por el siglo XVII. Ya
Ya en
pleno siglo XIX, documentos jesuitas son filtrados por las agen-
cias de inteligencia de las potencias europeas, que serán posterior-
mente usados por la Ojrana (la policía secreta de la Rusia zarista),
para generar una de las primeras teorías de la conspiración: la
conspiración judía, supuestamente develada en los famosos “Pro-
tocolos de Zion”.
La idea de un “gobierno mundial” es manifiestamente
la expresión más acabada de la ideología imperialista, que se va
perfilando en poder
crecientes del el diseño geopolítico
financiero. Estopertinente
se hará aúna las
másnecesidades
apremian-
[185]
 

186 Cuarta parte: El estado sitio mundial: La plan-demia

te en el capitalismo tardío y la ambiciosa política de crecimiento


ilimitado (promovido por el mito del desarrollo); ese es el paso
del Estado de bienestar al neoliberalismo, es decir, del triunfo del
capital financiero sobre el capital productivo.
El desplazamiento y subordinación de la producción a las
necesidades de acumulación exponencial financiera es, en reali-
dad, lo que expresa la naturaleza misma del capitalismo.
c apitalismo. La poste-
rior bancocracia (o actuales banksters) se expresa tempranamente
en boca de Mayer Amschell Rothschild, perfilando al poder invi-
sible como el verdadero poder: “denme el control de la moneda de
un país y no me importara quién haga las leyes”.
Ese poder
se despliega invisible
la política ha sido
profunda siempre
como el lugareldesde
geopolítica: donde
lenguaje co-
dificado que usa el imperialismo para auto-comprenderse y reco-
nocer su naturaleza. En 1973, Henry Kissinger expresa, de modo
manifiesto, la tendencia imperial: “controla los alimentos y con-
trolarás a la gente, controla el petróleo y controlarás a las naciones,
controla el dinero y controlarás al mundo”.
Un Imperio se define por ese apetito exponencial. En el
mundo moderno, el capitalismo le brinda al factor exponencial
imperial su base de posibilidad material: la explotación (del traba-
 jo y la naturaleza) sin límites.
lími tes. Pero el factor exponencial persigue
el infinito y lo único que justifica ese apetito es una pretensión
divina. En ese sentido, todos los imperios anteriores se preten-
dieron divinos, pero sólo el imperialismo, como la más acabada
ideología geopolítica moderno-imperial, hace de esa pretensión
algo supuestamente posible. Ese es el significado de “Dios se hizo
hombre” para el capitalismo convertido en religión.
Por como
terna, sino eso la verdadera política y,
“política exterior”
“política yno
, enseeldefine como
caso del política in-
imperialismo,
 

§13 La pandemia viral como principio del “panóptico global” 187

eso es lo que define su geopolítica, como su más acabada doctrina


e ideología moderna. Un Imperio nunca lucha por algo sino por
todo. Pero ese todo no es una referencia cuantitativa sino cualita-
tiva y ese es el carácter exponencial que se manifiesta como crisis
y que hace, de la crisis, la forma de vida del capitalismo. Porque
la vida no es infinita, es finita, y esa constatación o principio de
realidad es incompatible con toda pretensión infinita. Eso provoca
el desequilibrio creciente de una forma de vida que se constituye
en una sistemática producción de muerte.
El todo, como pretensión exponencial, descubre una acu-
mulación que no tiene límites y que enceguece las propias expec-
tativas económicas.
ción como Esto
aspiración es lo que sey del
generalizada hallacrecimiento
detrás de laeconómico
acumula-
como imperativo “racional”. Esto es lo que nos conduce a un
punto crítico de no-retorno con el entorno vital y eso es lo que se
conoce como “rebelión de los límites”. Eso significa “el grito del
sujeto”. Su vulnerabilidad y fragilidad es lo que se expresa como
grito, ante la irracional pretensión exponencial de una economía
de la muerte.
¿Cómo se calla ese grito? Porque no se trata de un grito
sólo
micodel presente
mundial y susino de todos loseconómica
“racionalidad” tiempos. Siimperante
el sistemaeseconó-
la que
provoca irracionalidades, entonces se vuelve ciega de las conse-
cuencias que provoca; por consiguiente, los efectos producidos
son “externalizados”
“externalizados” y, y, por mediación
mediac ión de la política, sólo le queda
acallar,, excluir y aniquilar toda resistencia posible.
acallar
Decía Dostoievski que el criminal siempre regresa al lu-
gar del crimen. Precisamente, cuando se experimenta el fin (como
crisis también exponencial) es cuando se regresa al origen; de ese
modo, el sistema-mundo moderno, en plena crisis civilizatoria,
vuelve a su origen, a la conquista, es decir, al genocidio como pro-
 

188 Cuarta parte: El estado sitio mundial: La plan-demia

grama de vida, es decir


decir,, a la imposición de su propia sobrevivencia,
aun a costa de toda la humanidad y la naturaleza.
En ese contexto, un “gobierno mundial”, en cuanto orden
policiaco universal, se va haciendo más deseable cuanto más im-
probable se hace la vida misma en el mundo creado bajo el dise-
ño imperial centro-periferia, es decir
decir,, el proyecto de sobrevivencia
única del 1% rico del mundo.
Desde 1972 ya se tiene consciencia de la insostenibilidad
de una economía del crecimiento. El proyecto neoliberal –que es
el proyecto globalizador del 1%– no hizo sino agudizar aquello.
Desde entonces, la promoción de teorías neomalthusianas por
parte
lítica de “solución
los billonarios
final”del 1% significa,
y esto no hicieron sinodeshacerse
¿cómo incentivar de
la po-
por
lo menos ⅔ de la humanidad?
La frase atribuida a la ex jefa del FMI Christine Lagarde lo
manifestaba de este modo: “los ancianos viven demasiado y eso es
un riesgo para la economía global, ¡tenemos que hacer algo y ya!”.
Sea cierta o no, ya el 2012, el FMI, alertó de “las implicaciones
financieras potencialmente muy grandes del riesgo de longevidad;
es decir, el riesgo de que la gente viva más de lo esperado”. Es de-
cir, lo importante
y menos y vital
la naturaleza. Poreseso
salvar la economía,
un “gobierno no la humanidad
mundial” a favor del
1% se propone, como una de sus prioridades, la llamada “raciona-
lización”” del aumento de la población mundial.
lización

1. LA “SOLUCIÓN
“SOLUCIÓN FINAL”
FINAL” COMO PRIO
PRIORID
RIDAD
AD IMPERIAL
IMPERIAL
Es sabido que el planeta puede albergar a toda la humanidad, pero
no el sistema económico; el mercado mundial sólo permite gana-
dores en una lucha de vida o muerte. Por eso la sociedad moderna
 

§13 La pandemia viral como principio del “panóptico global” 189

es, por definición, productora de desigualdades y, en pos del de-


sarrollo y el progreso, siempre ha promovido la desigualdad como
motor de la economía. Por eso el famoso “crecimiento económi-
co” nunca ha significado la mejora de las condiciones de vida de
las grandes mayorías.
Por eso, mercantilizar todo, es lo que promueve el neolibe-
ralismo (también llamado “capitalismo salvaje”), y eso nos condu-
c ondu-
ce a la situación actual. Lo que la pandemia del “corona
“corona virus” des-
cubre, entre otras cosas, es la inoperancia sistémica de los sistemas
de salud que, con el neoliberalismo, tienden de modo creciente
a su total privatización. Lo que hace la pandemia es demostrar el
sinsentido demencial de ofertar salud sólo a los que puedan com-
prarla; pues un contagio viral tiene también, como las necesidades
del sistema económico actual, una tendencia exponencial, es de-
cir,, su afectación no mide límites.
cir
No es sólo la globalización que hace vulnerables las políti-
cas de contención sanitaria, sino que el propio diseño centro-peri-
feria imposibilita todas las apuestas preventivas y terapéuticas que
puedan proponerse los Estados de modo autónomo (la prontitud
ypor
la su
eficiencia de larespecto
autonomía contención
a los china es posible,
protocolos entre otras
occidentales que,cosas,
hasta
en Europa, van mostrando ser un desastre).
Este contexto es lo que hace más letal la diseminación de
una pandemia semejante, cuyos efectos globales van describiendo
una guerra no declarada pero desplegada de modo unilateral por
la tentativa de pura sobrevivencia del orden unipolar pertinente
a un imperialismo en crisis terminal. Una guerra ya denunciada
desde personajes como Hassan Nasrala, líder del Hezbolá libanés,
hasta Emmanuel Macron, presidente francés.
 

190 Cuarta parte: El estado sitio mundial: La plan-demia

2. LA PANDEMIA COMO ARMA GEOPOLÍTICA


El corona virus surge de una combinación viral de laboratorio,
cuyo oportunismo destaca, curiosamente, una deliberada direc-
cionalidad hacia la población de mayor edad (los que representan
aquel “gasto inútil” para el sistema económico que representa el
FMI). Según el profesor Francis Boyle (de la Universidad de Illi-
nois), desde el 2001, el gobierno gringo ha destinado 100 billo-
nes de dólares en una ofensiva guerra biológica; desplegando 400
laboratorios dentro y fuera de USA, empleando a más de 13.000
científicos en la creación de nuevas cepas de gérmenes ofensivos
resistentes a las vacunas (por ejemplo, en la universidad de Wis-
consin, el grupo de investigación del doctor Yoshihiro Kawaoka
descubrió el modo de elevar la toxicidad de la gripe española en
un 200%, para fines de guerra biológica que impulsa el Pentágo-
no). Una gran parte del sistema académico gringo –desde Harvard
hasta la Universidad de Chicago– ha sido cooptado por la CIA y el
Pentágono para funcionalizar sus institutos de investigación a los
fines que se proponen estas nuevas ciencias de la muerte (por lo
que
rece ya
de seprocedencia
sabe, el paciente
china,cero o portador
es más, inicial
la aparición deldel virus no pa-
coronavirus se
produce después de los juegos militares mundiales de octubre de
2019, donde participa el ejercito gringo y realizado curiosamente
en la ciudad
ci udad china de Wuhan).
Wuhan).
En el caso del coronavirus se trata de un virus inteligente
que posee llaves maestras que se abren paso en las células para
reproducirse en su interior destruyéndolas y, desde allí, colonizar
ámbitos cada vez mayores, produciendo en el cuerpo respuestas
suicidas ante un agente invasivo sumamente agresivo; algunos in-
vestigadores incluso señalan que este virus ha sido mezclado con
 

§13 La pandemia viral como principio del “panóptico global” 191

VIH para potenciar su letalidad y, de ese modo, atacar directa-


mente al sistema inmunológico. No olvidemos que las enfermeda-
des virales producidas anteriormente, como el ántrax o el ébola, ya
auspiciaban modos de transmisión oportunos y contagio vertigi-
noso, además, cuyos tratamientos convenientes eran ofertados por
las grandes corporaciones farmacéuticas en tiempo récord. Nego-
cio redondo. Además, política fiel a las estrategias de injerencia
imperial, como es el caso de la deuda: se destruye premeditada-
mente la economía de un país para que, en ese desangramiento,
no tenga más remedio que recurrir a la deuda y, de ese modo,
abrirse al saqueo sistemático de sus riquezas (desnacionalizando y
privatizando todo).
En el caso de la presente pandemia, todo apunta a la re-
posición forzada de la hegemonía imperial a costa incluso de la
economía del primer mundo. Frenar la expansión de la econo-
mía china se hace imperioso para sostener la vigencia del dólar,
sobre todo desde el anuncio y la implementación financiera del
petroyuan. Por eso tampoco es rara la consecuente debacle pe-
trolera, que manifestaba una señalizada crisis de precios contra
Rusia, pero que sólo va repercutiendo de modo sumamente ne-
gativo en la rentabilidad actual del petróleo y gas shale de los
gringos.
Pero esta guerra desatada como guerra literalmente bio-
lógica, si tiene como fin frenar la expansión geotecnológica del
gigante asiático (como es el caso del 5G), desangrar su economía
y derrumbar su poder financiero, no cae en cuenta que, gracias a
la misma globalización que ha promovido el Imperio, las reper-
cusiones son decisivamente negativas para el propio centro. Por
ejemplo, por el fenómeno de las cadenas globales de suministro,
el derrumbe se globaliza y compromete definitivamente la ya re-
 

192 Cuarta parte: El estado sitio mundial: La plan-demia

sentida capacidad de recuperación financiera global después de la


última crisis del 2008 (sin contar la habilidad china de aprovechar
el contexto pandémico para realizar la denunciada “operación ja-
que-mate”, por la cual la mayoría accionaria de empresas globales
estratégicas pasan a dominio del gigante asiático).
Fiel a la doctrina “core and the gap” o el mundo partido
entre el cielo y el infierno, una guerra biológica como la actual,
si bien va dirigida en principio al competidor más señalado por
la hegemonía mundial, por conectividad global, termina amena-
zando al mundo entero, USA incluida. El mismo circuito del vi-
rus ya nos muestra una deliberada intención de hacer caer a los
adversarios
pandemia sehasta ideológicos
disemine en Irán de la reposición
es otra muestra deimperial.
un mapeoQue la
viral
bastante sospechoso; también la intensidad que adquiere la pan-
demia en Italia, curiosamente, primer país europeo que se abre
decididamente a la Nueva Ruta de la Seda impulsada por China:
 Wuhan-Corea
 W uhan-Corea del Sur-
Sur-eherán-Milán,
eherán-Milán, la Ruta de la Seda hacia
Occidente constituyen epicentros de la pandemia.
Europa ya se hallaba anulada geopolíticamente en el actual
des-orden tripolar,
tripolar, pero con la pandemia del coronavirus, su mis-
ma sobrevivencia como “comunidad europea”europea” es degradada a una
decadencia hasta moral; expuesta últimamente por el presidente
serbio Alexander Vucic,
Vucic, al desenmascarar la total y absoluta ausen-
cia de solidaridad europea.
¿Qué sucede con el tercer mundo y, en especial, con Lati-
noamérica? La pandemia obligaría a paralizar toda la economía y
hacer inútil la institucionalidad garante de la estabilidad política
y social. Por eso se trata de una guerra, porque todos los propósi-
tos nacionales se económico
desangramiento verían impelidos a reconstruir
producto incesantemente
de la implosión el
estatal que
 

§13 La pandemia viral como principio del “panóptico global” 193

significaría una pandemia incontrolable. oda


oda esta estrategia ofen-
siva imperial constituye doctrina de reposición hegemónica que se
vale de la implementación de guerras híbridas para imposibilitar
completamente una respuesta soberana de los Estados periféricos.
3. LOS LÍMITES DEL PRETENDIDO “GOBIERNO
 MUNDIAL”” COMO “PANÓPTICO
 MUNDIAL “PANÓPTICO GLOBAL
GLOBAL””
Un nuevo “gobierno mundial”, que emerge de la doctrina “core
and the gap” (o proyecto Rumsfeld-Cebrowski), debe necesaria-
mente de alimentarse de la soberanía cedida de los Estados cuan-
do estos, de
renuncia sinsuposibilidad de reconstrucción
propia soberanía, nacional,
una transferencia hacen de la
de legitimación
absoluta al nuevo orden impuesto. En una guerra sin precedentes,
en su etapa post-imperial, el Imperio se constituye en una policía
mundial, convirtiéndose en el único garante de un mundo donde
los negocios sean patrimonio exclusivo de aquéllos que puedan
comprar estabilidad. La pandemia se constituiría como la ame-
naza constante que repondría prerrogativas hegemónicas ante un
mundo en tensión constante e inflamación continua.
Pero esta planificada reposición hegemónica en un u n mundo
ya no unipolar, sufre de la presencia del repuesto poder disuasivo
nuclear que posee el gran aliado de China que, en definitiva, se
constituye como la variable decisiva para frenar estas demenciales
pretensiones. Así como China pudo enfrentar la pandemia con
relativo éxito (ya que la conectividad global es siempre amenazan-
te), así también Rusia no permite ser arrastrada
arrastr ada a la derivada crisis
petrolera y, de ese modo, la pandemia no hace sino confirmar
el
la actual des-orden de
frágil economía tripolar
USA (anulando
y Canadá).aLa
Europa y desmoronando
amenazada Ruta de la
 

194 Cuarta parte: El estado sitio mundial: La plan-demia

Seda ahora se podría constituir, bajo el auspicio del mandatario


chino Xi Jinping –en conversación con su colega italiano Giuse-
ppe Conte– en la nueva “Ruta Sanitaria Global de la Seda”, que
terminaría de posicionar a China –para infortunio de los gringos–
como nuevo líder mundial.
ambién Cuba gana moralmente y demuestra que no sólo
posee el mejor sistema sanitario y de salud pública de todo el he-
misferio americano, sino que le ofrece al mundo el “Interferón
alfa 2b” como un tratamiento altamente exitoso (confirmado en
la propia China). A estas alturas, resulta que, en una situación de
crisis pandémica generalizada, Cuba sería tal vez el único país en
las Américas
mundial, quenopodría
y eso sólo sobrevivir
debido a sucomo nación,sistema
envidiable a una pandemia
de salud
pública sino a la capacidad inflexible que posee como pueblo or-
ganizado (y eso lo saben muy bien todos los huracanes que azotan
el Caribe).
En la actual guerra biológica, a Latinoamérica le tocó, gra-
cias a la repuesta capacidad de influencia de la geopolítica del dó-
lar (auxiliada servilmente por la derecha latinoamericana), reafir-
mar su vocación oligárquica de vergonzosa servidumbre. Por eso
el actual neo-monroeismo ya no necesita salir de boca de rump,
sino que es enarbolada por los nuevos
nu evos cruzados que el evangelismo
pro-gringo ha producido políticamente como fascismo-democrá-
tico.
Por eso los gobiernos de derecha viven esta pandemia como
un literal apocalipsis y hacen de la cuarentena repetida una literal
expiación nacional. Chile sería su máxima expresión que, median-
te la militarización de la cuarentena, lograría restaurar el orden
neoliberal amenazado
adheridos al “Grupo deporLima”,
la protesta social.
con una odos los
devaluada gobiernos
capacidad de
 

§13 La pandemia viral como principio del “panóptico global” 195

consolidar hegemonía política tendrían, gracias a la pandemia, la


posibilidad “caída del cielo” de mantenerse en el poder por pura
fatalidad. Si todo tiende a la militarización como “normalidad”
social, entonces la política de miedo impuesta a nivel global tiene
a Latinoamérica como el rehén idóneo para asegurar la reposición
imperial.
El nuevo orden se convierte en “panóptico
“panóptico global” que de-
manda, por legitimación hasta social, un gobierno mundial mi-
litarizado. Se acaba con el Estado de derecho y con el derecho
internacional, y en su lugar aparece una instancia supraestatal que
se atribuye una existencia sobrehumana. Por eso la cuarentena
aparece como elmisma
la humanidad preámbulo
apuestadepor
unasu“normalidad” siniestra,En
propia aniquilación. donde
Bo-
livia ya se puede ver cómo el racismo citadino clasemediero unge
a policías y militares de un aura hasta sagrado en la mantención
de un régimen cuartelario al que se someten de modo voluntario,
despertando una mentalidad de servidumbre crónica que produce
el llamado colonialismo interno.
odavía nadie se atreve a señalar que la cuarentena no sir-
ve por sí misma. Si no hay políticas de prevención y tratamiento
público eficientes, de nada sirve recluirse indefinidamente; para
colmo provocando llegar al punto de insostenibilidad por las pro-
pias necesidades básicas. aiwán,
aiwán, Singapur, Hong Kong, Seúl, por
ejemplo, cuentan con pocos infectados –en relación a los países
europeos– y en ninguno de estas ciudades se ha decretado la cua-
rentena ni el cierre de lugares públicos.
En ese sentido, la resistencia a la cuarentena de los pobres
que viven al día, no representa una insensatez sino una llamada
de atención
reclusión a aquellos
mientras que hasta
cuentan románticamente
con medios optan
para resistir por la
económi-
 

196 Cuarta parte: El estado sitio mundial: La plan-demia

camente aquello (estos quienes vacían comedidamente los su-


permercados porque cuentan con los medios para asegurarse un
acaparamiento desmedido, serán los primeros en colapsar ante la
evidencia pronta que recluirse no constituye, de por sí, ninguna
garantía).
Porque la cuarentena instaurada de modo generalizado
no está pensada para prevenir el contagio sino para domesticar
y adiestrar a la población al nuevo tipo de orden que se pretende
perfilar como “panóptico global”. Otra vez, son los que viven al
día, cuya economía no puede darse el lujo de una “cuarentena
humanitaria”, quienes nos señalan un nuevo tipo de clasificación
mundial que se
militarizada. viene instaurando
rump instau rando
ya señaló quepor“elmedio
mundode se
unahalla
“normalidad”
en guerra
frente a un enemigo oculto”; en esa línea, Inglaterra prepara a su
ejército para intervenir en caso de que se “rompa la frágil cohesión
de su sociedad”.

 4. EL FA
FACTOR PUEBLO
Frente a la posibilidad de una “normalidad” militarizada, no que-
Frente
da más que acopiar sabiduría y esperanza organizada. Dicen los
místicos que dos emociones son las primordiales, de las cuales se
desprenden todas las demás: el miedo y el amor. El primero es
contractivo mientras que el amor es, por naturaleza, expansivo.
  Por eso el tan denunciado ego (como ego-ismo) es produ-
cido por el miedo continuo y sistemático. Si quisiéramos definir
críticamente al ego, no podríamos homologarlo al yo, porque el
ego no es sino el propio sistema de autodefensa que se activa cre-
cientemente cuando
dad; eso produce se experimenta
el encierre el mundo
existencial que se como pura inevita-
manifiesta hostili-
 

§13 La pandemia viral como principio del “panóptico global” 197

blemente en la excesiva autoafirmación de uno mismo (incluso en


la victimización).
El capitalismo provoca eso, mediante la radicalización del
fenómeno competitivo. En la competencia hecha forma de vida,
todos se vuelven enemigos potenciales. La forma social que instau-
ra relaciones de dominio y explotación, destruye sistemáticamente
si stemáticamente
toda forma comunitaria de convivencia reciproca y solidaria. Por
eso el cine apocalíptico, promovido por Hollywood, retrata una
humanidad sumida en la forma social, por eso acaba en el desastre
y la aniquilación mutua.
La esperanza siempre estará del lado de aquellos que pue-
dan
que producir
no estén comunidad como podrán
tan globalizados forma detener
vida.márgenes
Así como de
los sobre-
países
vivencia positiva en medio de la pandemia global, así también
quienes reproducen comunidad podrán sobrevivir humanamente
a una reclusión obligada. Para la subjetividad social, o sea mo-
derna, o sea burguesa, después del capitalismo no hay nada; por
eso su existencia no es capaz de vislumbrar algo más que no sea el
eterno retorno de lo mismo. Sólo quienes se puedan imaginar, a
sí mismos, en otro mundo, más allá de todo lo que signifique este
sistema-mundo-moderno-occidental, tendrán la posibilidad utó-
pica de trascender existencialmente los límites hasta espirituales
del reino de este mundo.
El miedo es lo que activa la sostenibilidad de este mundo
y su sistema económico, y es lo que no permite que se pueda
trascender sus propios límites; como decía Domitila Chungara, el
peor enemigo es el miedo, porque el miedo es lo que hace que se
experimente la vida como fatalidad, sin esperanza posible (por eso
la única
ridad másapuesta del hombre
insegura). sin alternativas
Sólo la superación es asegurarse
del miedo qu elapodría
es lo que segu-
 

198 Cuarta parte: El estado sitio mundial: La plan-demia

producir la alegría de vivir,


vivir, porque la alegría verdadera consiste en
hacerse esperanza; de eso se nutre la vida y nuestra vida, porque la
alegría es hasta un vivificante que
q ue activa y potencia nuestro propio
sistema inmunológico.
Por eso no es ridícula la encomienda de volver a lo natural
(algo que hasta la medicina y la alimentación modernas han des-
truido); a consumir lo que nuestros antepasados nos enseñaron a
cuidar y guardar, porque eso nos legaron como memoria, para en-
senarnos que la vida nos cría  para
 para que también la criemos  nosotros.
 nosotros.
Por eso los incas llamaron a esta nuestra tierra (la actual Bolivia)
Kollasuyo, es decir, el lugar de los kollas, la cuna de los que curan
y sanan.La respuesta a un mundo enfermo no es la reclusión; eso
es sólo la constatación de la inutilidad terapéutica que ha creado
el mundo moderno y sus necesidades económicas. Pero podemos
aprovechar incluso la cuarentena para restaurar la comunidad que
presuponemos como pueblo. Ser pueblo es también ser esperanza
y quienes se constituyen en pueblo, se constituyen en medicina y
sanación moral para un mundo recluido en la pérdida de alterna-
tivas; porque quien trasciende su encierro sistémico se hace, a sí
mismo, despertar para todos.
Estamos cerca de la pascua, de la fiesta de la liberación. Un
pueblo se liberó después de la última plaga y fue todavía objeto
de persecución, en plena liberación. El Dios de la vida había en-
durecido el corazón del faraón para que sea testigo de Su poder.
Hoy no sólo esta endurecido el corazón soberbio de rump sino
de sus lacayos como Bolsonaro, Duque, Piñera, Moreno, Alma-
gro, o los golpistas autoproclamados en Bolivia. En el tiempo me-
siánico nada sucede
que comparece porpresente
ante un casualidad, porque es la
revolucionario quehistoria misma
se propone la
 

§13 La pandemia viral como principio del “panóptico global” 199

redención final. La liberación verdadera sólo puede conducir a la


redención final y eso es lo que despierta la lucidez macabra de la
dominación y la hace apostar por una “solución final”.
Por eso una cosa es recluirse y otra, muy distinta, encon-
trarse. Sólo retornando a la esencia comunitaria de la vida misma
es que se podrá superar el encierro y transformarlo en apertura y
trascendencia. odo
odo radica en la intencionalidad de lo que uno se
propone. Sólo la mentalidad individualista se recluye y se encierra.
Una subjetividad comunitaria se encuentra y se reconoce como
pueblo. Ser pueblo es entonces una experiencia trascendental,
trasc endental, una
epifanía, que se manifiesta en una situación límite, como es la que
estamos viviendo como humanidad en plena crisis civilizatoria.
 

§14
DEL “MUNDO POS-COVID” AL “NUEVO
ORDEN POS-MUNDO”
3 de junio de 2020

asi todasmundial
las descripciones del más global,
que probable
insisteninfausto
todavíades-
C enlace de la cuarentena
certificar una realidad que ya no tiene sentido. Porque es lo que,
precisamente, la plan-demia global ha desmoronado definitiva-
en

mente: un “mundo post-covid” ya no tiene sentido como “mun-


do”; y menos en los términos que la modernidad se ufanaba de
prometer, desde el liberalismo hasta la globalización. Esa idea de
“mundo”; que se acuñó en la filosofía con Husserl (lebenswelt) y
Heidegger (sein-in-der-welt), ha dejado lugar a un sombrío esce-
nario indeseable que ya no puede ser considerado un “mundo mundo”” (al
menos ya no, literalmente, para todos).
El fracaso de la modernidad no podía haber sido más feha-
ciente. Amanece con el genocidio de la Conquista, genocidio que
es esencial para dar vida al verdadero virus que porta la expansión
europea desde 1492; porque le brinda, parasitariamente, la posi-
bilidad de una “acumulación pre-originaria” (el trabajo impago y
 jamás reconocido
reconocido de 100 millones de indios y afros) para financiar
toda una forma de vida donde ese virus se pueda realizar en toda
su plenitud.
[201]
 

202 Cuarta parte: El estado sitio mundial: La plan-demia

Esa forma de vida es el mundo moderno, como nicho de


realización de las expectativas exponenciales de este virus llamado
capital-ismo. No en vano decía Marx que el capital nace chorrean-
do sangre por todos los poros, porque es parido en el genocidio
del Abya Yala
Yala y,
y, desde entonces, para darle vida –que no la tiene–
hay que privársela a otros: la humanidad y la naturaleza; por eso
concluía lógicamente: “la producción capitalista sólo sabe desarro-
llar la técnica y la combinación del proceso social de producción
socavando al mismo tiempo las dos fuentes originales de toda ri-
queza: la tierra y el hombre”.
Pregona la modernidad de boca para afuera: “liberté, ega-
lité et fraternité”,
iguales”; porque, dey declara que:
boca para “todoslolosque
adentro, hombres sonhumani-
considera creados
dad es apenas el recorte racializado que establece como su propia
y más acabada antropología: “todos somos iguales, pero algunos
somos más iguales que otros”. Aquella observación de Orwell no
es imputable a un sistema de gobierno sino a un sistema-mundo;
por eso Benjamín Disraeli sentenciaba ya en su tiempo: “a los de-
rechos humanos preferimos los derechos de los ingleses
ingleses”.
”.
La hegemonía expansiva que logra, bajo el diseño –no sólo
geopolítico sino también antropológico– centro-periferia, le otor-
gó una legitimidad que se fue diluyendo ya en el siglo XX; fue el
siglo de las “exposiciones universales” (que comienzan en París,
en 1878) que, promoviendo la religiosidad del progreso infinito,
desplazaba su ficción civilizatoria a un futuro donde sea posible
todo, hasta la vida eterna. Su liberal creencia hasta piadosa en el
progreso y el desarrollo, pedía confiar en la ciencia y la tecnología,
como los mediadores mesiánicos de un ascenso evolutivo hacia la
perfección absoluta
fe en el mercado, (la misma
como crédula
la moneda insistenciamilenarista).
de salvación neoliberal de la
 

§14 Del “mundo post-covid” al “nuevo orden post-mundo” 203

Esas creencias, como sus dogmas de fe, constituían la base


de legitimidad de la sociedad moderna; por eso podía auto-de-
nominarse “sociedad del progreso”, como el verdadero “mundo
libre”; o “sociedad del futuro”, como la auténtica “tierra prometi-
da”. Pero, ahora, todo eso ha fracasado.
“El mundo ya no volverá a ser el mismo”, dicen los que le
hacen el coro a la narrativa imperial; aunque lo que debieran sub-
rayar es que: nunca el mundo había sido literalmente clausurado
para el ser humano, y de modo indefinido. La “globalización” ya
fue la culminación de una expansión irrestricta del capital y del
mercado, y un arrinconamiento coercitivo de la humanidad, ven-
dida al mundo entero como la apoteosis de la libertad y la riqueza
para todos.
No hay un “mundo post-covid”,
post-covid”, porque después de la cua-
rentena (que no es sino un Estado de sitio no declarado), lo que se
puede vislumbrar es un Estado de excepción global, donde queda-
rían conculcadas, de facto, todas las libertades y derechos, civiles y
políticos en todo el mundo. Esto significa acabar
acabar,, definitivamente,
con la idea de “mundo”. Porque si el mundo es un algo común,
un orbe válido y accesible para todos; después de la cuarentena,
quedará confirmado que el mundo se deshizo ante nosotros y lo
único que nos queda, es un orden impuesto, ajeno a todo lo que
podía significar un “mundo”.
La misma etimología del concepto de economía, nos su-
gería la administración de una casa común; porque en la idea de
mundo se compendiaba siempre la posibilidad del cómo del existir
plenamente humano; ya sea como facticidad o como historicidad,
el mundo constituía el horizonte irrebasable de toda experiencia,
incluso como
promovido “fintrascendencia.
de la historia”La(lanegación de todo ello
pueril efusividad era el tan
de Fukuyama
 

204 Cuarta parte: El estado sitio mundial: La plan-demia

no le permitía advertir que esa idea significaba, en realidad, el fin


de la humanidad).
En ese sentido, el fin del mundo no es la destrucción de la
vida sino el sinsentido globalizado de la existencia. Si con el law-
fare se acabó con la presunción de inocencia, con el health-fare
se criminaliza la salud, es decir, si todos somos susceptibles de
contagio, el estar sano es motivo de sospecha; para universalizar
la vacuna que pretenden instalar como la nueva identidad, nadie
puede pretender siquiera creerse sano.
En semejante situación, con la infección como el nuevo
enemigo invisible, la delación se convierte en la nueva moneda
de
timaadmisión ciudadana.
por otros medios: elLaterror
luchasecontra el terrorismo
interioriza se legi-
y todo resto de
vida que queda sólo consiste en asegurar una condición aséptica
siempre dudosa. La ficción kafkiana nos enseñó que uno podía
ser culpable de un crimen inexistente; la narrativa actual nos
muestra que el enemigo somos todos, es decir, el pecado origi-
nal resignificado nos convierte en culpables perpetuos, siendo
la desobediencia al aislamiento el nuevo terror que hay que de-
nunciar.
De ese modo, la lucha imperial “del bien contra el mal”
alcanza su más plena consagración sacrificial: para que vivas,
tenemos que deshacernos de otros. Sólo entonces, la propia hu-
manidad, admitiría como inevitable el fatalismo imperial, legi-
timando su propia eliminación. En tal caso, ya no hay “mundo”
sino un virtual purgatorio y la vida es sólo el reflejo de algo
inevitablemente perdido.
Sólo así, el sistema económico, la ciencia y su forma de
vida –moderna–
humanidad comose“culpable”
redimen,ytransfiriendo
natur alezasucomo
a la naturaleza fracaso
com a toda la
o “vengativa”.
“vengativa”.
 

§14 Del “mundo post-covid” al “nuevo orden post-mundo” 205

La tesis de la zoonosis como causa del actual virus responde a esa


típica “externalización” de responsabilidades que, el neolibera-
lismo, tiene como dogma de las propias miserias que ha venido
provocando;
provo cando; pues, de ese modo, busca siempre transferir obliga-
ciones suyas –nunca admitidas– al resto afectado.
El concepto de “cambio climático” formaba parte de esa
estrategia discursiva imperial acorde a esa transferencia de res-
ponsabilidades, como el contenido real de la política de “ges-
tión de riesgos” (mi riesgo lo asumen los afectados) que ejecuta
sistemáticamente, desde la crisis del 2008, el poder financiero;
haciendo aparecer como “natural” una situación que no tiene
un origen natural sino
nanciero/petrolero en eldeecosistema;
intervención
porirracional del factor
ello los poderes fi-
fácti-
cos acuñan, para lavarse las manos, el concepto de “resiliencia”,
como la adaptación resignada y fatalista de algo que supuesta-
mente no tendría causantes con nombre y apellido.
El actual infierno producido ya no es la lucha de todos
contra todos, sino la indolencia e indiferencia del sacrificio glo-
bal. Y eso ya no constituye
consti tuye “mundo”
“mundo” alguno. Si la vida es sólo po-
sible haciendo
hacien do imposible vivir
vivi r “en
“en sociedad”, entonces
ento nces el “nuevo
“nuevo
orden” es, en realidad, un laboratorio aséptico donde todos son
condenados a existir en tubos de ensayo, como la única posibili-
dad de realización confinada de las fantasías individuales.
La cuarentena ya es, como ejercicio militar de disuasión
estratégica,
estratégi ca, el adiestramiento obligado
obliga do de la “vida virtual”, como
única vida posible. Para instalar definitivamente la necesidad de
la digitalización de todo y la inminencia de la “inteligencia ar-
tificial”, se requería provocar este tipo de ejercicios globales que
hagan
chos y inevitable la cesión
las libertades consentida e inevitable de los dere-
humanas.
 

206 Cuarta parte: El estado sitio mundial: La plan-demia

Eso ya fue ensayado con el auto-atentado a las torres ge-


melas, el 2001. Aquella conculcación de los derechos y liberta-
des civiles en USA fue justificada por la apoteósica
apoteósic a guerra contra
el terrorismo, acuñada religiosamente como “la lucha del bien
contra el mal”. Para amplificar aquello al resto del planeta, te-
nían los poderes fácticos que imaginar una situación resignada
de aceptación mundial de un Estado de excepción de alcances
globales. La pandemia, como plan-demia, era lo más oportuno
para imponer la doctrina neoliberal del “there is no alternative”.
No les quedaba otra. El neoliberalismo fracasó, porque se hace
ya imposible su continuidad por vías democráticas (aunque sean
fraudulentas), porque ya ni en el primer mundo creen en la na-
rrativa neoliberal.
Pero el fracaso del neoliberalismo es también fracaso del ca-
pitalismo; pero no por acumulación de crisis, pues el capitalismo
siempre ha estado en crisis, es más, necesita de la crisis
c risis para seguir
su espiral acumulativa, es decir, necesita poner en crisis todo, para
legitimar su afán exponencial. Lo que hace ahora que este fracaso
sea definitivo son los mismos límites finitos de la vida, que se han
venido encargado, desde fines del siglo XX, de hacer ya imposible
las expectativas exponenciales, es decir, infinitas, del capital.
De los límites naturales pasamos a los límites humanos; el
desangramiento de los pobres del planeta ya no era suficiente para
el casino financiero, ahora su gula infinita se dirigía contra los
propios ahorros en el centro. Después del asalto al sistema global
de pensiones, ya no queda casi nada para la voracidad del casino
financiero global. La ultima inyección de “dinero fiat” que la FED
está realizando en la economía gringa, sólo hace periclitar aún más
el irracional
dades de quesistema económico
el capital mundial.
siga creciendo. Yasinoelhay
Pero másno
capital posibili-
crece,
 

§14 Del “mundo post-covid” al “nuevo orden post-mundo” 207

muere. Y esta amenaza es lo que se confunde con la muerte de


todo, incluso de la vida misma.
Esta su tendencia interna, a crecer indefinidamente, es
inobjetable para el sistema económico (y es la base de sustenta-
ción del mismo desarrollo), por eso, la imposibilidad del creci-
miento económico es la amenaza que obliga a los poderes fácticos
a un nuevo sacrificio, esta vez, de características universales. Por
eso señalamos que la racionalidad económica moderno-capitalista
provoca irracionalidades, y esa es la realidad que yace detrás de la
plan-demia.
Para que el capital no muera, el sistema económico mun-
dial
cho, –llamado por esochivos
sacrificar nuevos capital-ismo– debe,
expiatorios como
sobre siempre
los cuales ha he-
transferir
su crisis y sus fracasos. Lo novedoso de la situación actual y del
neomaltusianismo que promueven los poderes fácticos con nue-
vos eufemismos, es la arrogante administración etaria que están
imponiendo. El robo al sistema global de pensiones es la instaura-
ción fatídica de la política de eutanasia amplificada como solución
del crónico decrecimiento económico: reducimos ya no sólo la
población sino la esperanza de vida, para que el capital siga vivien-
do. Bajo el mismo tenor que se colige del aborto promovido como
bandera de liberación femenina, esta política de reducción de la
esperanza de vida, pone en evidencia la cancelación y abolición de
todo futuro posible: la humanidad ya no tiene derecho a vivir más
de lo que el capital exige.
Este fracaso desmiente las promesas iluministas, del Rena-
cimiento y la Ilustración (la mitología moderna del autodenomi-
nado “mundo
“mundo libre”), a su vez que desencubre la lógica suicida del
capital,
siana. Elarrinconando
problema noason
la humanidad
los pobres oenlosla viejos.
falsa disyuntiva maltu-
Sin vida no hay
 

208 Cuarta parte: El estado sitio mundial: La plan-demia

ser humano y sin trabajo humano no hay riqueza alguna; el capital


es posible porque hay trabajo y hay vida, en consecuencia, jamás
el capital es lo primero sino la vida, es decir, el capital no puede
ser criterio de la vida sino al revés. El fetichismo económico es el
que ha puesto al mundo de cabeza y ahora pretende “racionalizar”
hasta la esperanza de vida.
La política de eutanasia implícita hace colapsar los ci-
mientos mismos de la “sociedad del progreso”. Porque matando
a los viejos no se mata al pasado. Se mata al futuro. Si el mensaje
es: vive ahora porque mañana te eliminamos; el mañana deja de
existir. El mundo ya no se recorta sólo en su espacialidad, como
sucede
dólar y con la globalización,
sus portadores; dondeen
sin o ahora
sino sólo
su posee car ta de tránsito
carta
temporalidad: ya no hay el
lugar para los viejos.
Si todo lo que se espera humanamente como deseable,
se lo transfiere al futuro (por eso, por ejemplo, se ahorra); ahora
esa última esperanza, de quienes todavía encuentran algún sen-
tido en el sacrificio presente, ha sido hecho trizas. Interpretar a
los viejos como una “carga para la economía”, es amputarse los
supuestos históricos reales de la economía, pue sin el trabajo
precedente no hay riqueza presente. Entonces, deshacerse de los
viejos es poner a todo el sistema económico en el campo de la
pura ficción. Por eso no es raro que los estrategas tecnocráticos
de los organismos internacionales sean, curiosamente, jóvenes
(como los nuevos astros del futbol). Mientras más jóvenes, más
fáciles de manipular y de usar, pero, además, mas proclives a
imaginar un mundo sin pasado y sin historia. Con el mundo de
la post-verdad se exaltó definitivamente el instante como criterio
crit erio
de toda experiencia posible, dejando a la experiencia misma sin
sentido.
 

§14 Del “mundo post-covid” al “nuevo orden post-mundo” 209

El futuro no es la niñez sino la vejez, porque dejamos atrás


la infancia y siempre nos proyectamos, vía experiencia, hacia la
madurez. odo
odo lo que
qu e se puede lograr en la vida, sólo se lo puede
gozar en la vejez. Pero el capitalismo, como un auténtico parásito,
le extrae a uno no sólo fuerza física sino fuerza
fuer za vital, de modo que
uno llega a viejo ya no para acopiar lo logrado sino para ser escupi-
do y despreciado por una sociedad que no acepta a los “inútiles”.
Desde el colapso de la Unión Soviética (provocado tam-
bién por la geopolítica imperial), el capitalismo ya no necesitó
mostrarse “humano”; por ello también el neoliberalismo ha sido
concebido como “capitalismo salvaje”. El posmodernismo (surgi-
do
te),en Francia bajo
constituyó auspicio defiltrándose
su ideología, la CIA, como
hastayaenselos
sabemovimientos
actualmen-
de resistencia anarquista y socialista, para desarmar al bloque po-
pular unificado y minar, a su vez, toda posibilidad de la creación
del poder popular. El mundo de la post-verdad es la apoteosis
de toda esa estrategia geopolítica de cooptación ideológica que
desubicó completamente a la izquierda mundial, llegando a la si-
tuación actual, donde hasta los supuestos críticos no hacen sino
confirmar su consciencia periférica-satelital, haciendo eco de la
narrativa imperial.
Cuando el Imperio actúa, crea su propia realidad. Para
eso diseña todo un sistema académico que piensa las necesidades
imperiales como necesidades humanas y planetarias. La intelec-
tualidad periférica sólo se dedica a estudiar, o sea, a “interpretar”
esa realidad. Como sólo “interpretan” (hasta “decolonialmente”)
y nunca “transforman
transforman”” esa narrativa,
narrati va, el Imperio y sus mandarines
actúan y crean nuevas realidades, para el consumo comedido de la
consciencia periférica-satelital.
actual plan-demia; Así suceden
mientras el Imperio las lacosas,
actúa, comoglobal
izquierda en la
 

210 Cuarta parte: El estado sitio mundial: La plan-demia

sólo se dedica a “interpretar” la escenografía que el Imperio dispo-


ne para naturalizar su nuevo embuste.
Lo cual se evidencia en la repentina lucidez que adquieren
incluso sectores conservadores, a la hora de verificar que, detrás de
la cuarentena global, se encubre una planificada política de impo-
sición de un “nuevo
“nuevo orden”.
orden”. Para aclarar a los despistados izquier-
distas, que se han creído la ficción sobredimensionada de una epi-
demia que, hasta numéricamente, no alcanza mundialmente los
niveles tangibles para provocar semejante zozobra global; ésta es
una nueva lucha de capitales que la patrocina el capital financiero,
en contra hasta del capital productivo, donde, curiosamente, se
recluyen sectores conservadores
su desplazamiento definitivo delque en plenacapitalista,
liderazgo globalización, vierony
nacional
global. Por eso no es de extrañar la aparición de personajes como
rump que, en plena carrera electoral, prorrumpía con una dema-
gógica retórica anti Estado profundo. Son los capitales nacionales,
desplazados por el financiero –que ahora son el poder detrás del
trono– los que tratan infructuosamente de sobrevivir en esta nue-
va recomposición del proceso de acumulación capitalista.
Este nuevo diseño global ya fue descrito por Kissinger y,
sobre todo, por Brzezinski. La cuarentena tiene, como uno de sus
objetivos, hundir la economía de la gran mayoría de los Estados,
incluso del primer mundo. Siguiendo la lógica de la mafia, para
el casino financiero, los Estados se han ido reduciendo a meras
empresas fantasma, cuyo fin ya nunca ha sido generar nada, sino
“lavar” el origen espurio del verdadero capital que tiene a un Es-
tado particular como garante de todos sus movimientos; es decir,
son creados para la quiebra, mientras las verdaderas ganancias se
canalizan
dos, sobrepor
todootros medios. esLaloquiebra
periféricos, que se multiplicada
viene; por esodenolosesEsta-
raro
 

§14 Del “mundo post-covid” al “nuevo orden post-mundo” 211

el comedimiento del FMI y su “flexibilización” crediticia. Ya no


queda más para robar, por eso el capital financiero apuesta por
robar el futuro, colapsando toda la economía mundial.
Pero, poco a poco, se va develando esta política profunda,
y los planes del 1% de billonarios mundiales –que también com-
piten, como buitres hambrientos– se van desenmascarando por las
propias filtraciones de información que jamás podrían denunciar-
se en los mass-media mundiales, comprados por el dinero del 1%.
Una vez más, le toca al pueblo, extendido ahora como humanidad
desplazada de lo que podía considerar su mundo, resistir y trans-
formar el diseño financiero de un “nuevo orden”
orden” exclusivo para la
locura suicida
En Chiledelperdieron
capitalismo.
los ojos para que abras los tuyos. En
Ecuador,, las muertes sólo
Ecuador s ólo serán muertes si los vivos no despiertan.
En Bolivia lo que se está quebrando no es el pueblo, sino la de-
recha antinacional que promovió el racismo golpista. En España
e Italia ya no se habla del covid sino del cómo recuperar lo que
se ha perdido. En Francia e Inglaterra vuelven las protestas. En
 Alemania y Rusia ya se asevera que la epidemia viral fue sobredi-
mensionada. La desobediencia de Venezuela e Irán desploma la
soberbia imperial y reconfigura la geopolítica energética de modo
multipolar.. En USA, “black lives matter”. Si es así, entonces, “in-
multipolar
digenous lives matter”, “humanity matters”. “PachaMama mat-
ters”, “capital doesn´t matter”.
Si el capitalismo muere no ha de ser por una crisis interna,
aunque sea terminal, porque en la crisis está en su elemento (por
eso enferma todo y a todos, para seguir viviendo). Como el cáncer,
sólo muere dando fin al espacio vital que lo ha hecho posible. Si
muere el capitalismo,
la propia humanidad ha de ser por
despierte una decisión
y adquiera humana;
consciencia de cuando
que no
 

212 Cuarta parte: El estado sitio mundial: La plan-demia

es ella la que le debe su vida al capital sino al revés. Entonces el


mundo se pondrá de pie y será verdaderamente mundo, como una
Casa Grande, hogar natural de toda la humanidad; “donde todos
quepan”, “donde todos vayamos juntos y nadie se quede atrás” y,
donde “los que manden, manden obedeciendo”.
obedeciendo”.
 
 

§15
DE LA QUIEBRA MUNDIAL A LA “DEUDA INFINITA”
22 de julio de 2020

a quiebra financiera del 2008 demostró no sólo las serias li-

que mitaciones de ladiagnosticado


actual cienciadeeconómica (perpleja sino
ante sulo
L debiera haber modo anticipado)
marcada ideologización neoliberal como mero “business ma-
nagement”; ideologización que ha venido reduciendo todas las
apuestas políticas posibles a la irracionalidad   tecnocrática  de
  de las
prerrogativas
prerrogativ as financieras. Hoy le toca el turno a la ciencia médica.
Si el “crecimiento infinito”4 era ya una finalidad inadmi-
sible, ahora constatamos que sus consecuencias desencadenan
una crisis también exponencial5, que amenaza definitivamente
los límites de la vida misma. Y ello evidencia una crisis de sen-
4 “El ‘progreso infinito’ es una ilusión trascendental en que cae la ciencia
moderna al considerar, a la naturaleza y a la misma realidad, en términos
puramente abstractos. Este tipo de progreso es una imposibilidad empíri-
ca, y su sola postulación descubre el carácter ilusorio de toda la ciencia
moderna: es imposible concebir un progreso semejante sabiendo que los
recursos naturales (y el trabajo humano) no son infinitos. Semejante pos-
tulación concibe como posible la explotación infinita de recursos limitados ;
esto quiere decir: destruir para producir”. Bautista S., Rafael: Hacia una
constitución del sentido significativo del “vivir bien” , rincón ediciones, La
Paz,, Bolivia, 2010, pp. 11-12.
Paz
5 “Ya Albert Einstein señalaba, en su tiempo, que el mayor problema que
[213]
 

214 Cuarta parte: El estado sitio mundial: La plan-demia

tido hasta existencial, cuyas dimensiones civilizatorias ponen en


entredicho, hoy más que nunca, todos los credos y dogmas de fe
modernos6. El usual negocio “farmafioso” de inventar la enfer-
medad para después vender la cura, iba a provocar, inevitable-
mente, el desenlace que estamos actualmente viviendo; dejando
al mundo revolcarse en su propio apocalipsis, provocado por el
mismo conocimiento que ahora nos quiere vender la salvación,
pero ahora hipotecando, literalmente, la vida misma.

1. CRISIS CIVILIZATORIA COMO “CRISIS DE


RACIONALIDAD”.
La crisis actual no es una novedad. Es el síntoma continuo de los
tiempos modernos. La crisis es la normalidad. Pero
Pero si antes la crisis

atraviesa la humanidad es que ‘no entiende la función exponencial’. En


matemáticas, el exponente indica el número de veces que una cantidad
cualquiera ha de multiplicarse por sí misma; cuando el exponente expresa
una incógnita, la función resultante se denomina ‘función exponencial’.
Esa incógnita, que puede expresarse en la variable aⁿ (o lo que llamamos
n veces) es, en el caso que nos interesa, un número ilimitado o infinito. El
exponente desarrollo expresa esa incógnita en la economía, abstrayendo
la base real (finita) de la producción y pretender proyectarla al infinito.
Nicholas Georgescu-Roegen lo manifiesta de este modo: ‘es imposible un
crecimiento exponencial indefinido en un medio ambiente que es finito’”.
Bautista S., Rafael: Del mito del desarrollo al horizonte del vivir bien, yo soy
si ú eres ediciones, La Paz, Bolivia, 2017, p. 81.
6 Siempre que nos referimos a la modernidad lo hacemos en cuanto proyecto,
es decir,
decir, en aquello en lo que consiste su singularidad histórica  global:
 global: como
un proyecto civilizatorio de dominación exponencial  que,
 que, por ese carácter,
se constituye en la más seria amenaza, ya no sólo a la humanidad, sino a
la vida misma.
Introducción Cfr.Política
a una BautistaComunitaria 
S., Rafael: ,LaPlural
Descolonización
editores, LadePaz,
la Política.
Bolivia,
2014.
 

§15 De la quiebra mundial a la “deuda infnita” 215

producía mal-estar,
mal-estar, y la sociedad se auto
au to medicaba con analgésicos
culturales y artísticos; ahora la crisis lo invade todo. Si todo entra
en crisis es porque la crisis se apodera del sujeto y lo constituye en
objeto mismo de la crisis, es decir,
decir, el sujeto renuncia a su condición
de sujeto y transfiere al fenómeno su propia voluntad; entonces se
produce la incertidumbre y la crisis ya no se la enfrenta, sólo se la
padece. Porque comprender y entender la crisis sería ya, de algún
modo, más que enfrentarla, superarla; pero esto presupone un co-
nocimiento que debiera estar a la altura de la crisis y dé razón de
la crisis.
Hacer de la crisis conocimiento es, entre otras cosas, lo que
produce la autoconsciencia
todeterminación del sujeto yy,leenpermite,
consecuencia, constituye
superando la crisis,latras-
au-
cender sus propios límites, políticos7 e históricos. La crisis hecha
conocimiento deja de ser crisis y el conocimiento ya no es mero
conocimiento, sino que constituye ahora la nueva subjetividad del
sujeto.
De modo general, esa debiera ser la regularidad crítica   de
la ciencia. Pero algo que evidencia la plan-demia 8 actual, es una
denegada realidad que ya fue advertida a principios del siglo XX

7 No nos referimos a la política sino a lo político, es decir, a la politi


 politicidad
cidad del
sujeto, a esa capacidad de trascendencia histórica que, comúnmente se en-
tiende, como el “hacer historia”. Cfr. Bautista S., Rafael: Hacia una Funda-
mentación del Pensamiento Crítico, rincón ediciones, La Paz, Bolivia, 2011.
8 Cfr. Rafael Bautista S. La plan-demia del nuevo orden mundial , en re-
sumenlatinoamericano.org: https://www.resumenlatinoamericano.
org/2020/04/24/bolivia-rafael-bautista-s-la-plan-demia-del-nuevo-or-
den-mundial-audio/
 

216 Cuarta parte: El estado sitio mundial: La plan-demia

(hasta por Husserl9 y por la física cuántica 10): la decadencia o crisis


de las ciencias europeas o, para ser más claros, de la ciencia mo-
derna en su totalidad.
Cuando se habla de “crisis civilizatoria”, se olvida que una
civilización entra en decadencia terminante cuando su propio sis-
tema de principios y valores se desmorona y, en consecuencia, su
sistema de creencias  entra
  entra en crisis. Entonces asistimos a una pér-
dida de sentido existencial; porque las creencias básicas de una
forma de vida (que constituyen
c onstituyen su universo simbólico y, en última
instancia, mítico) es lo que sostiene, en última instancia, el sentido 
mismo de lo que ha constituido como mundo.
Desde
racional, o sea,eseel sentido
logos o esámbito
que se racional
hace posible cualquier
no aparece sistema
de la nada
sino de los mitos que presupone todo mundo cultural, es decir,
el logos no se concibe a sí mismo sino es el mito el que funda al
logos. En ese sentido se podría afirmar que la razón es también
una creencia. Por
Por eso Damasio tiene razón cuando c uando corrige a Des-
cartes: el “yo pienso” es un sentimiento11. Pues bien, una de las
9 Cfr. Husserl, Edmund: La Crisis de las ciencias europeas y la fenomenología
transcendental , Prometeo libros, México, 2010.
10  “Heisenberg es ilustrativo cuando, reflexionando sobre las consecuen-
cias epistemológicas que implica la mecánica cuántica, señala que, así
como debiéramos, virtualmente, tomar en cuenta a todo el universo en la
búsqueda de la verdadera causa de todo evento físico, así también, debería-
mos   despedirnos de la física, tal como ha sido practicada durante los últimos
siglos . En el campo de la física cuántica ya es discutible aquella relación
que separa y opone al observador de lo observado. Si ahora los científicos
hacen metafísica, no es por curiosidades esotéricas, sino por la necesidad
de superar los estrechos marcos categoriales que había producido la propia
ciencia moderna”.
moderna”. Bautista S., Rafael: Hacia una fundamentación del pens-
amiento crítico, rincón ediciones, La Paz, Bolivia, 2011, pp. 18-19.
11 Cfr. Damasio, Antonio: Descartes’ Error: Emotion, Reason, and the Human
 

§15 De la quiebra mundial a la “deuda infnita” 217

creencias o mitos que sostienen a la ciencia moderna en su con-


 junto y su auto atribuid
atribuidaa infalibili
i nfalibilidad
dad es el “progreso infinito”
i nfinito”12;
este mito constituye a la sociedad moderna como “la sociedad del
futuro”.
Con la actual plan-demia y la prefigurada realidad de un
mundo post-pandemia, esa creencia –ingenua, ilusa y cándida en
un futuro siempre mejor– se ha hecho trizas. Si ya a lo largo del
siglo XX, la literatura y el cine referían una desconfianza al progre-
so y el futuro que promueven ufanamente la ciencia y la tecnolo-
gía, ahora esa ficción se ha hecho la más cruda realidad (la actual
“científica” conjetura del origen “natural” del virus no es sino la
recurrente manía
el “externalizar”
“externalizar que ha naturalizado
” responsabilidades el neoliberalismo,
y jamás es decir,
admitir injerencias hu-
manas nefastas sobre la vida misma que, a nombre del progreso y
el desarrollo, no hacen sino afectar irremediablemente los límites
mismos de la vida).
Eso implica ya no sólo el fracaso de un optimismo dema-
siado ingenuo en el futuro moderno sino
si no del proyecto mismo que
sustenta ese cándido optimismo en un progreso sin fin; lo cual

Brain, A. Grosset, New York, 1994.


12  “De allí deriva la postulación
postulació n del ‘progreso
‘progreso infinito’,
infini to’, porque el ‘progreso
‘progreso in-
finito’’ no deja de ser una meta cualitativa, pero ante la cual
finito c ual se propone un
acercamiento de carácter cuantitativo; esto se denomina una aproximación
asintótica . Por eso decimos que se trata de un mito, porque una aproxi-
mación finita a una meta infinita es imposible de realización. Pero esta
ilusión no es inocente, pues si los pasos asumidos en tal aproximación se
creen realistas, entonces el abismo al cual se tiende resulta en un literal sui-
cidio. Semejante empresa parte de la abstracción del carácter contingente
de la vida (tiempo y espacio aparecen como abstracciones empíricas de lo
real), sólo deyese
el progreso modo tienenBautista
el desarrollo”. sentido S.,
las metas
Rafael:ilimitadas
Del mitoque
del se proponen
desarrollo al
horizonte del vivir bien, ed. cit., pp. 44-45.
 

218 Cuarta parte: El estado sitio mundial: La plan-demia

nos lleva a sopesar críticamente el conocimiento que sustenta y


legitima ese optimismo.
Porque cuando hablamos de racionalidad no nos referi-
mos al racionalismo sino al conjunto de percepciones, visiones y
creencias que fundan la particular cosmovisión que alimenta el
horizonte de expectativas de un determinado mundo. La forma-
lización de esa cosmovisión se llama ciencia. Por eso, una “crisis
civilizatoria” se traduce en una “crisis de racionalidad”, porque lo
que entra en crisis y conduce al desmoronamiento apocalíptico
de esa civilización desde adentro, es la imposibilidad de superar la
crisis; porque si los mismos valores y creencias ya no tienen sen-
tido
para y, en consecuencia,
legitimar esos valoreselyconocimiento que hatampoco
creencias, entonces sido producido
el mun-
do que se tiene enfrente en pleno desplome vertical.
Lo que hace el actual confinamiento global obligado, como
única respuesta a la plan-demia sistémica, es reafirmar el carácter
irracional de un conocimiento que, a nombre de ciencia, no sólo
que no sabe ponerse a la altura de la crisis, sino que responde con
una supina ignorancia e irresponsabilidad ante la creciente ame-
naza que significaría la conculcación sistemática de todas y cada
una de las relaciones vitales (que hacen posible lo que llamamos
humanidad), por parte de los poderes fácticos. Esa ignorancia,
también sistémica, nos conduce a la verificación que la crisis no
sólo sucede afuera sino adentro y eso reafirma lo que verdadera-
mente nos enfrenta: una “crisis de racionalidad”.
El no saber dar razón de la crisis y del sentido mismo del
mundo en crisis, devela una “crisis civilizatoria” en cuanto crisis
existencial  sin
 sin parangón en la historia humana. Los límites episte-
mológicos y metodológicos
los límites históricos que mundo
del mismo podríanque
denunciarse,
dio origenno soncien-
a una sino
 

§15 De la quiebra mundial a la “deuda infnita” 219

cia –convertida en el actual credo


c redo religioso– que toca fondo, junto
a este mundo empapado en su decadencia conclusiva.
Entonces, una “crisis de racionalidad” no es sino la de-
mostración del fracaso de un proyecto de vida y la impotencia
del conocimiento que ha producido para sólo auto-justificarse en
una típica indulgencia ego-centrista. No es que el individuo mo-
derno-burgués desarrolle de modo excepcional un ego-centrismo
exagerado, sino que, el mismo conocimiento que le sostiene y que
funda sus pretensiones, contiene esa nota.
Desde Descartes en adelante, la propia filosofía moderna
funda en el ego el criterio de todo lo que ha de ser racional, justo,
bueno, verdadero,
El deicidio etc.laPor
lo comete eso Nietzsche
modernidad llega tarde
naciente a esta
y el dios historia.
sustitutivo
que desplaza al dios medieval, no es otro sino un ego abstraído de
su propia existencia natural (y en contra de esa existencia natural).
Éste se constituye en centro empoderado y produce el conocimien-
to pertinente para saberse centro y, ahora, gracias al desarrollo del
ámbito financiero, se consolida como 1% y, como un verdadero
usurpador de lo divino, se propone hacer, del apocalipsis que ha
producido, su propia tierra prometida; cuyo
cu yo ingreso en un mundo
partido entre el cielo y el infierno, sólo será para los “marcados por
el sello imperial”.

2. EL ASALTO NEOLIBERAL AL PENSAMIENTO


CRÍTICO.
La ignorancia globalizada por la mediocracia mundial constituye
la prueba más rotunda del fracaso de la “era de la razón” –como
se autodenomina
actual (activada noelsólo
mundo moderno–sino
en laboratorios que,planificada
ante la plan-demia
por think
 

220 Cuarta parte: El estado sitio mundial: La plan-demia

tanks subvencionados por el poder financiero13), sólo sabe con-


templar el desfallecimiento social de toda confianza y fe en las
certezas del mundo que impulsó el capitalismo como la forma de
vida supuestamente más racional y deseable.
El que los colegios profesionales de salud nacionales sólo
sepan subordinarse a los protocolos –ineficientes y ya muy dudo-
sos– del primer mundo y ni siquiera imaginar de modo creativo
respuestas locales preventivas y terapéuticas ante la infección viral,
sólo demuestra una ignorancia hasta epidémica que es promovida
por las propias facultades de medicina (las famosas “actualizacio-
nes” científicas son ahora, en todos los campos, los dispositivos
ideológicos de subordinación
de los “expertos” promovidos académica y profesional
por la geopolítica al dictamen
de la  clasificación  y
división del trabajo intelectual).
13 El “pronóstico” de la actual plan-demia proviene, no sólo del Evento 201
realizado en New York
York el año pasado, sino del 2010 y se consigna en el in-
forme “Scenarios for the future...”,
future...”, de la Rockefeller Foundation. Leyendo
entre líneas, la narrativa que se implementaría, apunta al lock-step o cuar-
entena indefinida, que provocaría la destrucción no sólo de las economías
sino de la propia sobrevivencia estatal a nivel global. La funcionalización
de
en todos los protocolos
beneficio de la OMS
de esta demolición (cuarentena
planificada de losyEstados 
aislamiento,
, sobresobre
todo,todo)
peri-
féricos, sería el mejor modo de legitimar un nuevo holocausto global (con-
tra los “desobedientes” a las reglas impuestas). Esto podría devenir, bajo
el marco novedoso del concepto de guerra híbrida, en una tercera guerra
mundial , pero no entre Estados sino de los Estados contra su propia pobla-
ción, como la necesidad impuesta por los protocolos sanitarios mundiales
que harían de todo manifestante un agente de infección. Por información
filtrada se sabe que todavía hay otros dos virus “inteligentes” aun no activa-
dos, siendo las cepas “hibridas” militares, las más peligrosas, que se podrían
activar para terminar de imponer el tan ansiado Estado de excepción global
que anhela el capital
productividad, ahora financiero
se apunta (como ya no se puede
a la acumulación proyectar
por despojo saltos
para de
impo-
ner la deuda perpetua).
 

§15 De la quiebra mundial a la “deuda infnita” 221

La mera y obediente adopción de protocolos diseñados en


el primer mundo, sin ningún ápice de criticidad a la hora de su
implementación local –como es la diseminación de vacunas sos-
pechosas que ya no constituyen prevención alguna– sólo constata
una pérdida de sentido crítico en el propio ejercicio profesional.
Los médicos han dejado de atender la semiología y la historia clí-
nica para el diagnóstico riguroso de enfermedades, dedicándose
sólo a aplicar protocolos y prescribir terapias diseñadas por las
farmacéuticas (como en todas las otras ramas profesionales, los
médicos son entrenados en el arte de la venta y la “farmafia” ha
diseñado todo un sistema académico y profesional para premiar
muy bien a sus
odo ellomejores “vendedor
“vendedores
tiene que ver con es”).
la”).
falta de criticidad y exclusión
de todo pensamiento crítico que impulsa el sistema académico
global a nombre de “actualización científica”. En eso consistía el
asalto neoliberal a las universidades y,y, con mayor insistencia,
insi stencia, a las
academias domesticadas  del
 del tercer mundo.
El asalto neoliberal a las universidades tenía ese fin: expul-
sar el espíritu crítico de toda formación profesional (porque esa
era la misión del neoliberalismo como cultura intelectual: acabar
con el pensamiento crítico). Por ello no era raro advertir la insur-
gencia fascista profesional ante cualquier política a favor de las
grandes mayorías empobrecidas en los últimos años, sobre todo
en los países periféricos.
Esta crisis no se relativiza por la infinidad de producción
académica actual, además prácticamente inútil, superflua e infe-
cunda, y que sólo amontona una cacofónica redundancia de lo
mismo que son los valores e intereses imperiales extendidos como
ideología académica
intelectuales y profesional.
periféricos odos
no representan sinolosla circos académicosdee
implementación
 

222 Cuarta parte: El estado sitio mundial: La plan-demia

una política tecnocrática de “actualización” ideológica de fines,


metodologías, técnicas y procedimientos que, admitidos como li-
terales dogmas de fe, sólo develan la total ausencia de autonomía
de decisión y soberanía científica que cunde en las universidades
colonizadas  de
 de nuestros países.
Por ello las universidades, lejos de hacer ciencia, han
quedado reducidas, por el neoliberalismo, a una mera industria
de títulos al mejor postor. Una sociedad que cree ingenua en
el “valor” actual de la educación y fetichiza la meritocracia de
papel, ahora ve absorta cómo, con la plan-demia actual, busca
respuestas donde sólo encuentra la misma perplejidad suya, ha-
ciendo más un
que resultó ostensible el derrumbe
puro mito: de la “expertos”,
los supuestos confianza moral ante loe
nacionales
internacionales sólo saben inflamar el miedo y la incertidumbre
actuales.
oda la zozobra e incertidumbre mundial creada por los
poderes facticos y hasta por la propia OMS, debía ser atenuada
y despejada por la ciencia médica y los contingentes de médicos
y salubristas que debían de estar a la altura de un fenómeno
nada novedoso en la historia; ya que las epidemias y pandemias
han sido recurrentes en toda la historia humana. Ahora que la
sociedad moderna se jacta del avance científico actual, no sabe
qué decir frente al fenómeno pandémico (que cuantitativamente
cuantitat ivamente
no supera la cifra de afectados por otro tipo de epidemias recu-
rrentes para denominarse de modo tan perturbador 14), que está
14 Una de las más denodadas críticas contra los protocolos impuestos y la
sospechosa exageración de esta epidemia, es la doctora Chinda Brandolino,
quien compara las estadísticas de otras enfermedades recurrentes, para con-
statar que las .youtube.com/watch?v=XqoEJpWDYr8&list=
muertes por covid no alcanza
https://www.youtube.com/watch?v=X
https://www el nivel para llamarlo
qoEJpWDYr8&list=WL&index- pandemia:
WL&index-
=79&t=272s
 

§15 De la quiebra mundial a la “deuda infnita” 223

conduciendo al mundo entero a una situación de quiebra, ya


no sólo económica sino extendida a todos los ámbitos de la vida
humana.

3. EL NEOLIBERALISMO COMO “MODERNIDAD IN


EXTREMIS”.
Para comprender, de mejor modo, este rapto ideológico de to-
dos los ámbitos supuestamente “pensantes” en nuestras socie-
dades, recordemos lo que decía Karl Rove, consejero de segu-
ridad de baby Bush, el 2004, refiriéndose a lo que podríamos
denominar
académica de“intelectualidad
lo que llamamosperiférica”,
conscienciacomo determinación
: “Ahora so-
satelital 
mos un Imperio y cuando actuamos creamos nuestra propia
realidad. Y mientras ustedes estudian esa realidad, juiciosa-
mente, como ustedes quieren, nosotros actuamos nuevamente
y creamos otras realidades, nuevas, que ustedes pueden estu-
diar igualmente, y así suceden las cosas. Nosotros somos los
actores de la historia. Y ustedes, todos ustedes, sólo pueden
estudiar lo que nosotros hacemos”15.
https://www.youtube.com/watch?v=FMpWKpmcrE&feature=youtu
https://www.youtube.com/watch?v=FMpWKpmcrE& feature=youtu.be.be
 A pesar de una marcada ideologización anticomunista, que curiosamente
coincide con las posturas de la “Open Society”, de George Soros, que ella
misma critica, no dejan de tener relevancia sus argumentos contra una
epidemia planificada a nivel global.
15 “En un artículo del New York
York imes  publicado
 publicado unos días antes de la elección
presidencial de 2004, Ron Suskind, que de 1993 a 2000 fue editorialista
del Wall Street Journal  y
 y desde 2000 autor de varias investigaciones sobre la
comunicación de la Casa Blanca, reveló los términos
tér minos de una conversación
que
 W
 W. había ‘Me
. Bush: mantenido
mantenido,, durante
dijo que el verano
las personas de 2002,
como con un asesorparte
yo formábamos de George
de ese
grupo de tipos pertenecientes a lo que nosotros llamamos la comunidad
 

224 Cuarta parte: El estado sitio mundial: La plan-demia

La sumisión ya no sólo política sino hasta intelectual, de-


vela a esa consciencia satelital  de
  de la periferia que, por ejemplo, en
la plan-demia actual, no sabe ponerse a sí misma como referencia
sino siempre a la narrativ
narrativaa que impone el  centro. Porque, en última
instancia, lo que sostiene las apuestas vitales y políticas que me
propongo, depende de la narrativa que adopto; es decir, todas mis
opciones dependen de, en última instancia, qué creo  o a quién le
creo.
Si creo ingenuamente, por ejemplo, el relato sinófobo del
origen natural del contagio, vía murciélago o pangolín (que ade-
más están más valorados en la dieta tailandesa o vietnamita y, cu-
riosamente,
de Europa oesos países
USA), no poseen
legitimo las cifras
entonces de contagio
la narrativa explosivas
  que,
 que,
imperial 
diseminando la sinofobia gringa, propago el rechazo a todo lo que
es chino para, de ese modo, alimentar la anacrónica e ideológica
“superioridad” de Occidente.
Lo más peligroso: reafirmo los prejuicios modernos (argu-
mentando contra mí mismo) que naturalizan las desigualdades y
 justifican las estructuras de dominación existentes: el problema
problema no
es el sistema, la economía o el capital, menos los ricos (blancos por
supuesto), sino la gente, es decir, los pobres, los indios, los negros,
los chinos, etc. Es decir, a qué  o
 o a quién le creo, establece los mar-
cos de interpretación que asumo y desde donde   adquieren sentido 
las apuestas políticas que admito.

basada en la realidad (the reality-based community): ustedes creen que


las soluciones surgen de su juicioso análisis de la realidad observable’. Yo
asentí y murmuré algo sobre los principios de las Luces y el empirismo.
Pero él me interrumpió: ‘El mundo ya no funciona en realidad de esa
manera.
nuestra Ahora
propiasomos un imperio
imperio,
realidad’”. , prosiguió,
Ver: y cuando actuamos, creamos
  https://www.insumisos.com/diplo/
NODE/1850.HM
 

§15 De la quiebra mundial a la “deuda infnita” 225

La “crisis de racionalidad” también tiene que ver con que


no se puede afirmar una perspectiva crítica si se parte ingenuamen-
te del relato hegemónico (como formalización siempre actualizada
actuali zada
de sus prejuicios), porque, de ese modo, sucede lo que señala Rove:
ellos son los actores y nosotros el rezago de lo que hacen, mientras
otra realidad se va reconfigurando, dejando al pensamiento crítico
c rítico
en un endémico movimiento satelital frente al relato imperial , que
es siempre la  potestad de su percepción. Esa consciencia satelital   no
deja de ser colonial y lo que puede producir como emancipación
es apenas una resonancia que la periferia tributa  como
  como anulación
de su propia representación.

crónicaElque
relato
rematadominante, lo que
en la actual hace,
crisis después deessurestaurar
plan-démica, decadencia
los
mitos modernos, imponiendo su perspectiva “científica” como la
única racional; dejando sin posibilidades de acción a otro tipo de
saberes provenientes de las culturas negadas –por esos mismos mi-
tos modernos– como posibles alternativas ante un fenómeno que
la misma ciencia no sabe determinar, hasta ahora, su grado real de
inminencia. Porque eso sería admitir, de una vez por todas, su des-
medida auto-confianza en un conocimiento tan falible como cual-
quier otro, pero que se concibe sin más, como lo único verdadero
y universal; es decir, el primer mundo y su universo institucional
tendrían que admitir que su legitimidad, ufana de la ciencia que
le sostiene, es  ilegítima .
Casi todos los países han adoptado, sin mayores cuestiona-
mientos, los protocolos emitidos por una OMS que debió haber
previsto esta situación ante la existencia recurrente de epidemias
acaecidas recientemente; es más, si el virus es una modificación
hecha en laboratorio,
rés decidido en develarel elorganismo
asunto. Sinodehaunexpresado
tiempo a ningún inte-
esta parte la
 

226 Cuarta parte: El estado sitio mundial: La plan-demia

propia OMS ha sido cooptada por la “farmafia” (vía financiación


“humanitaria”” y “filantrópica”),
“humanitaria “filantrópica”), no es de extrañar que sus protoco-
los globalizados apunten a la tan anunciada vacunación mundial.
Lo cual abre un panorama bastante sospechoso y que ya ha sido
objeto de denuncias a nivel global: la implantación de un darwi-
nismo social vía vacunación, es decir, una nueva clasificación y
selección mundial que realice las prerrogativas neo-malthusianas
del 1%.
No es sólo desde el 1972 y el famoso “informe al Club de
Roma”” (conocido como “Límites del Crecimiento”16), que el pri-
Roma
mer mundo y sus poderes fácticos aspiran a una nueva “selección
natural”
que imponeque el
elimine
mercado a loscapitalista.
“perdedores” en la competencia
Es desde el inicio del global
mun-
do moderno que se naturaliza  una   una clasificación antropológica  que
  que
hace posible el diseño geopolítico centro-periferia 17 . El racismo, en
ese sentido, se constituye en el meta-relato-moderno-occidental  que  que
biologiza las diferencias culturales y legitima, desde entonces, una
selectividad racializada  que
  que está en la base y la estructura de toda
clasificación social y toda la división internacional del trabajo 18.
 Aquí también radica la hipocresía del primer mundo; ya
que el ébola, el sars,
sar s, la gripe aviar, etc., no constituían
consti tuían “pandemia
“pandemia””
porque no afectaban al primer mundo. Ahora que el virus llega
a Europa y USA es que recién se declara “pandemia”, porque el

16 Cfr. Meadows, D.: Los Límites del Crecimiento: Informe al Club de Roma ,
FCE, México, 1982.
17 Cfr. Bautista S., Rafael: El tablero del siglo XXI. geopolítica des-colonial de
un nuevo orden post-occidental , yo soy si ú eres ediciones, La Paz, Bolivia,
2019.
18 Cfr. Bautista S., Rafael: Reflexiones des-coloniales , rincón ediciones, La Paz,
Bolivia, 2014.
 

§15 De la quiebra mundial a la “deuda infnita” 227

contagio sucede dentro de las “fronteras del ser”19, es decir, ahora


es “pandemia global” cuando afecta a los ricos del mundo, a su 
espacio vital .
Los países periféricos, como los de Sudamérica, como es
costumbre de las elites coloniales, sólo saben repetir lo que ha-
rían los países centrales, sin saber siquiera estos lo que hacen. La
domesticación del que llamaba Malcolm X el “house slave” o es-
clavo doméstico, es muy pertinente para describir a nuestras elites
–desde las políticas hasta las intelectuales– en coyunturas como
la actual, cuando no sólo faltos de imaginación y creatividad sino
hasta de sentido común, optan por lo único que saben hacer: la
réplica
(porqueinstintiva de todoellos
supuestamente lo que haceellos
y sólo el centro, aunque
son los sea”).
“expertos lo peor
“expertos”).
Pero lo más preocupante es que se niegue, amedrente, des-
califique, como en una auténtica y actualizada política de “extirpa-
“extirpa-
ción de idolatrías”20, cualquier otra opción proveniente de nuestras
19  Ramón Grosfoguel
Grosfoguel y otros usan
usan bien esa denominación a la hora de mostrar
mostrar
una geopolítica ontológica en el diseño global moderno-occidental.
20  “Pa
“Para
ra imponer la forma sociedad, el capitalismo debe destruir toda forma
comunitaria de vida,
idad incompatible coneslos
decir, debedeconstituir
valores un nuevo
solidaridad, tipo deo subjetiv-
reciprocidad comple-
mentariedad, valores propios de una forma comunitaria de vida. Sacar es-
tos valores del corazón de los individuos e imponer aquellos pertinentes
al desarrollo del capital (como es la competitividad, el cálculo de utilidad
propia, el interés particular, etc.), es lo que se conoce como ‘extirpación
de idolatrías’. En esto, Walter Benjamin tiene razón: el capitalismo es una
religión y todo aquello que no coincide con su religiosidad es considerada
idolatría y ello justifica su eliminación. Por eso teológicamente la ‘extir-
pación de idolatrías’ constituía la antesala de un vaciamiento sistemático de
la humanidad del indio para inmolarlo al nuevo dios del mundo moderno:
el capital.
tuyen en laUna vez secularizado
continuación de estael‘extirpación’
discurso teológico,
en todolasciclo
ciencias se consti-
expansivo del
capitalismo; pedagógicamente se ira constituyendo aquella subjetividad,
 

228 Cuarta parte: El estado sitio mundial: La plan-demia

medicinas ancestrales y hasta de las homeopáticas o alternativas.


Frente
Fr ente a un aumento de casos, ya sean inducidos,
induci dos, falseados o pro-
vocados, se insiste en protocolos que ya desatan demasiadas du-
das, no sólo por su relativa efectividad sino sobre todo por una
sesgada información que sólo sabe rellenársela de intimidación y
miedo (coadyuvado por los mass media).
Se impone un rotundo sometimiento al dictamen de la
ciencia creadora de enfermedades y patrocinada por la “farmafia”
global y no se da lugar a nada que no sea los protocolos tecnocrá-
ticos que, sospechosamente, entran en consonancia con un ya ad-
vertido “nuevo
“nuevo orden mundial” acorde a las necesidades exponen-
ciales del 1%, ahora
de la humanidad en literal contradicción con la sobrevivencia
entera.
La doctrina moderna más acabada entra en disputa –ante
la constatación global de una “rebelión de los límites” mismos
de la naturaleza y del planeta– con la vida misma: una economía
del crecimiento infinito, acorde a la codicia como forma de vida
moderna, es incompatible con toda la vida; en ese sentido, los
billonarios del mundo optan y ejecutan, por necesidad unilateral,
la implementación explícita de la más cara doctrina civilizatoria
moderna: Yo soy si tú No eres , Yo vivo si tú No vives .
En ese sentido, todos los anuncios de un mundo post-pan-
demia sólo reafirman la continuidad de lo que ya se viene ejerciendo
como nueva normalidad anormal en un “mundo sin alternativas”,
alternativas”,
que era, también y curiosamente, el emblema del neoliberalismo
a la Tatcher y Reagan. Para Margaret Tatcher –inspirada en

vaciada primero de todos los valores incompatibles con el capital, para así
generar los sujetos capaces
ya no comunitarias”. de S.,
Bautista impulsar
Rafael:elDel
desarrollo
mito del de relaciones
desarrollo sociales,
al horizonte
del vivir bien, ed. cit., p. 69.
 

§15 De la quiebra mundial a la “deuda infnita” 229

Hayek y Friedman– lo único que existe es el individuo, y éste es


el que ahora –empoderado por la ideología neoliberal, hecho 1%
y en potestad de más del 60% de la riqueza global– se alza contra
la humanidad para decidir, como un auténtico dios, quién vive y
quién muere.
La política del Estado mínimo y la libertad irrestricta del
mercado conducían a este callejón sin salida. Desde que el capital
productivo es subordinado a las prerrogativas del capital financie-
ro, las contradicciones que produce el capitalismo y su tendencia
desarrollista, son agudizadas de modo irracional y,
y, por mediación
de la globalización, llevadas a un punto de mera política de sobre-
vivencia.
“El mundo basta y sobra para todos, pero no para la co-
dicia infinita de unos cuantos”, decía Gandhi. La codicia, como
forma de vida moderna, está hecha para la satisfacción nunca sa-
tisfecha de esos cuantos que, nunca dispuestos a abandonar sus
pretensiones, conducen a todos a una situación sin salida: Yo vivo
si tú No vives .
Esta situación provocada por la apuesta de mera sobrevi-
vencia nos conduce a una situación de guerra de facto. La cua-
rentena global constata aquello; porque se trata de un encubierto
arresto domiciliario que apunta a la conculcación de un derecho
humano básico: si la protesta se reprime y hasta criminaliza (con
la connivencia de la propia sociedad) entonces no hay rebelión
posible y esto constituye la plena realización de todo Estado de
excepción.
Desde el 2001 y el auto-atentado a las torres gemelas, el
Imperio adopta la política del “caos constructivo” o “guerra infini-
ta”;
por desde entonces
el Imperio se globalizan
y empieza también
una política de los enemigos señalados
deshumanización de los
 

230 Cuarta parte: El estado sitio mundial: La plan-demia

desobedientes  (congregándolos
  (congregándolos en el llamado “eje del mal”) para
legitimar posteriormente una política explícita de aniquilación
mundial.
 A partir de aquello, podemos colegir que, las preocupa-
ciones del FMI en torno al gasto que implicaría, para el sistema
económico, las jubilaciones,
jubilaciones, seña lando a la población senil como
una literal carga para la “frágil” economía, no hace sino develar
el apetito que el poder financiero tiene por el sistema global de
pensiones (ya les queda poco por apostar en su demencial casino
financiero mundial, así que van por lo poco que queda en una
literal política de desposesión de riqueza, o sea, piratería abierta y
sin tapujos).
 Antes de declarar la plan-demia y la cuarentena obligada
“a los sanos” (sin una clara e indudable política preventiva y tera-
péutica, adecuada además a las diferentes realidades que vive cada
país), los organismos internacionales ya optaron apresuradamente
por alinearse a directrices que no emanan ni siquiera de los go-
biernos centrales sino de la burocracia financiera y la urgencia de
enmendar la irracional y maligna burbuja creada por (a decir de
 Warren
 W arren Buffet) las “armas financieras de destrucción masiva
masiva”,”, o
sea, los famosos “derivados”. Para reciclar soberbiamente esa irra-
cional burbuja financiera y naturalizar el “dinero fiat”, se debía
provocar un colapso global sin posible remedio.
El fracaso del sistema económico tiene que pagarlo la hu-
manidad toda, y esto no es más que la actualización de la política
de “gestión de riesgos” que se implementa decididamente con la
des-regulación de los mercados financieros que efectúa la adminis-
tración Reagan (cuando remueve a Paul Volcker
Volcker y pone, como jefe
de la FED,
nunca más aasumidos
Alan Greenspan); es decir,
decir, los financieros
por los apostadores  ya no son
 ya
riesgos reales mundiales
 

§15 De la quiebra mundial a la “deuda infnita” 231

sino, gracias a la globalización que promueve el dólar, por toda la


humanidad.
El confinamiento impuesto a nivel global tiene sentido en
ese contexto y responde a esa misma “gestión de riesgos” que, en
nuestros países, delata una política implícita de darwinismo so-
cial. Por eso el fenómeno pandémico aparece selectivo y dirigido a
poblaciones específicas, empezando por los ancianos y terminan-
do en negros, latinos, indios y,
y, en general, todos los pobres del pla-
neta. En ese sentido, la propuesta de vacunación mundial, hecha
por la “Fundación Bill y Melinda Gates”
Gates” (avalada por los poderes
fácticos) es entonces coherente con un provocado “nuevo orden
mundial” post-pandemia
que se pone, sobre todos a(por ello incluso
los Estados se filtra launa
periféricos: condición
ejecución de
una vacunación generalizada y obligada exime de cualquier res-
ponsabilidad a la “Fundación Gates”, de algún efecto colateral que
puedan provocar sus vacunas).
En esta trampa encubierta, que la política de la cuarente-
na global ha desatado, mediante una promoción mancomunada
por los mass-media, es que los poderes facticos, tomando como
portavoz a una desacreditada OMS –raptada por la “farmafi
“farmafiaa” glo-
bal– buscan remediar la decadencia vertical del sistema-mundo
moderno, su diseño geopolítico centro-periferia   y toda su institu-
cionalidad post-Bretton Woods creada para un mundo exclusiva-
mente dólar-céntrico.
El egocentrismo prototípico de la modernidad, diseñado
para impulsar una economía que, para su óptimo desarrollo, pro-
duce individuos egoístas que persiguen la satisfacción única y ex-
clusiva de sus intereses puramente particulares; es la plataforma
moral
ble paraque ha creado
todos, la ilusión
cuando, gigantográfica
en los hechos, de una
esa apuesta riqueza
hecha posi-
forma de
 

232 Cuarta parte: El estado sitio mundial: La plan-demia

vida es la que genera la inconmensurable producción de miseria


material y espiritual y que, en la actualidad, demostrado su rotun-
do fracaso, sólo ve como única opción el sacrificio sistemático de
los verdaderos productores de riqueza, o sea, los pobres produci-
dos por el mismo capitalismo.
Ese desprecio tiene lógica y tiene historia y es lo que se
halla detrás de la clasificación antropológica racista  que
  que produce
la modernidad para auto-justificarse como la única cultura digna
de llamarse “humana” que, de genocidio en genocidio, desde el
1492, sólo ha demostrado ser la forma de vida más perversa y
siniestra que haya podido originar la expansión europea desde el
siglo XVI.
En ese contexto, la primera guerra biológica no sucedió
en el siglo XX sino en la Conquista del Nuevo Mundo y eso
manifiesta la enferma patología de los conquistadores que tenían
a sus propios virus como vanguardia ofensiva de su guerra no
declarada. Así como rump no representa una anomalía gringa
sino encarna fielmente a la idiosincrasia excepcionalista  norteame-
 norteame-
ricana, así también esta plan-demia no es sino la continua polí-
tica aristocrática moderna euro-gringo-
euro-gringo-céntrica
céntrica llevada por otros
medios. Sus “armas de destrucción
destrucci ón masiva”
masiva” pasaron de ser nuclea-
nucl ea-
res a financieras, de cibernéticas a virales. Y los que producen la
enfermedad ahora nos quieren vender la cura. El círculo vicioso
perfecto.

 4. DE LA QUIEBRA MUNDIAL A LA “DEUD


“DEUDA
A INFINIT
INFINITA
A”.
Lo peor que podía habernos pasado en Bolivia fue el golpe de
Estado. En la improvisada
tadura actual, podemos very aerrática
dónde política que impone
nos conduce la dic-
la cuarentena
 

§15 De la quiebra mundial a la “deuda infnita” 233

infructuosa o, dicho de mejor modo, la anomia estatal  en progreso.


Un país de relativa consistencia estatal y frágil estabilidad econó-
mica, puesto a confinamiento despiadado, sólo puede tener como
probable destino su quiebra sistémica . Este panorama es el que se
va dibujando en el contexto mundial.
Si los crecimientos económicos ya no son posibles en el
primer mundo, entonces, en plena crisis existencial civilizatoria ,
lo único que les queda a los poderes fácticos es implementar, de
modo más decidido, la política de acumulación por desposesión,
pero esta vez, consentida por las propias víctimas. De ese modo,
la situación provocada de quiebra generalizada –vía cuarentena
prolongada con cara sanitaria–
po de “aprovechamiento se presenta como
de oportunidades” el mejor
para que el 1%,cam-
por
mediación del FMI y el Banco Mundial, hagan que la burbuja
financiera y el “dinero fiat” aparezcan en la economía global como
el Mesías apocalíptico que salve al mundo y origine la encomienda
divina del “arrebatamiento de los elegidos
elegidos”;
”; es decir, la imposición
ilimitada e indefinida de una política global de darwinismo
darwini smo social,
que le conferiría al sistema económico prerrogativas hasta divinas.
La “selección
“selección natural” darwiniana
dar winiana la decide el Moloch mo-
derno: el mercado y el capital global; y ante él los poderes fácticos
realizarían el sacrificio expiatorio de los “inferiores”, “atrasados”
y, gracias a la plan-demia –como diría el Dante–, “despojados de
toda esperanza”. Quienes queden (como sobrevivientes entidades
formalmente estatales), pagarán su salvación por el consentimien-
to, rubricado en sangre, de consagrarse piadosamente al “reino de
la deuda infinita”.
Esta “deuda infinita” es la otra cara de los “bonos perpe-
tuos” quedeplantea
vo tipo deuda George Sorosuna
representa víafigura
Comisión Europea. Este  nue-
económico-teológica  que
 

234 Cuarta parte: El estado sitio mundial: La plan-demia

pondría en jaque a todos los Estados, acorralados


ac orralados en la inminencia
de una gobernanza global con atribuciones ilimitadas. Si somos
precisos, más allá de los  prejuicios seculares   de la intelectualidad
moderna, esta “deuda infinita”
infinita” es la realización absoluta y univer-
sal de la religión sacrificial que impone la Cristiandad occidental
greco-latina, como exigencia infinita del dios banquero, que hace
de la deuda el sacrificio perfecto para pagar  infinitamente  el
 el deicidio
y el “pecado original” (el infierno en la tierra).
Pero un dios que no perdona es incompatible con la vida.
Por eso se trata
tr ata de un dios de la muerte y, con su poder financiero,
habiendo asaltado la economía mundial, ahora se encuentra en
las mejores
dención condiciones
exclusiva para elde1%
imponer un apocalipsis
de billonarios con(Los
globales. cararicos
de re-
se
hicieron una aguja colosal para hacer pasar todos los camellos que
se les antoje y, de ese modo, demostrar que el reino de los cielos
tiene precio, y poder contradecir al mismo hijo de Dios y comprar
el cielo y el paraíso).
Por eso la creación de anomia estatal  no
 no era episódica o cir-
cunstancial. Lo sucedido en Bolivia no estaba lejos de lo que se ve-
nía para todo el mundo. Frenar
Frenar el éxito expansivo chino o ruso ya
no es posible, por eso se tenía que escarmentar cualquier tipo de
éxito económico en el patio trasero del Imperio (que, para colmo,
abra su economía a China y Rusia). El rapto de Latinoamérica era
y es fundamental para contrarrestar la inevitable expansión de la
Ruta de la Seda y la geoeconomía del Pacífico. En esta lucha de
sobrevivencia imperial, la plan-demia ha complejizado y compli-
cado las opciones vitales y arrastrado ahora a la humanidad a un
estado de default moral.

Por eso
finamiento la quiebrapor
(agudizado trasciende
el miedolo que
económico cuando
propagan el con-
los medios)
 

§15 De la quiebra mundial a la “deuda infnita” 235

altera la propia convivencia humana, llevándonos a la clausura


paulatina de las relaciones humanas mediante la desconfianza ge-
neralizada. Lo que era un despropósito dictatorial en el derecho
(la conculcación de la “presunción de inocencia
inocenci a”), ahora se expresa
en la salud: “todos somos enfermos hasta que se demuestre lo con-
trario” (pero en un mundo injusto y desigual, hasta la demostra-
ción tiene su favoritismo).
Por eso los ricos, en semejante clase de mundo, optan por
la sobrevivencia, porque saben que todo tiene precio y, si los be-
neficios empiezan a encarecerse, porque los recursos empiezan
a escasear, entonces, en su lógica mercantil e instrumental, no
hallan otra opción
una guerra que la beligerante.
no declarada, de carácter Es lo que  e tenemos
hibrido infinito. enfrente:
Ese es el
callejón sin salida al que conduce una economía de la muerte y
una forma de vida basada en la codicia, la opulencia y el despil-
farro.
La sociedad moderna se encuentra en su laberinto defini-
tivo. Pero eso no significa que baste el diagnóstico para suscitar
un cambio definitivo. Vale la aseveración que hace Larken Rose:
“la mayoría de la gente preferiría morir que reconsiderar obje-
tivamente el sistema de creencias en el cual crecieron (...) si les
fuese sugerido que son sus propias creencias las que contribuyen
a la miseria que tanto les conduele, ciertamente lo negarían sin
pensarlo dos veces”21. Por eso el capitalismo, que crea crisis  y  y vive
de la crisis , no muere; porque el mundo es también un estado de
consciencia  y  y si la consciencia social es equivalente  al   al mundo ob-
 jetivo, aun en su plena decadenc
decadencia,ia, entonces el mundo sigue en
pie, porque aquella equivalencia  es   es la creencia  que
  que se le brinda y
21 Cfr. Rose, Larken: Te most dangerous superstition, 2011, https://www.
mensenrechten.org/wp-content/uploads/2014/05/the-most-danger-
ous-superstition-larken-rose-20111.pdf 
 

236 Cuarta parte: El estado sitio mundial: La plan-demia

necesita el mundo, como alimento energético, para su propia y


continua reposición.
Esto es lo que se les escapa a los socialistas utópicos actua-
les, tipo Zizek, que se ilusionan ingenuamente con un derrumbe
inevitable del capitalismo22. ampoco Habermas atina al consi-
derar que no se trata de que “nunca habíamos sabido tanto de
nuestra ignorancia ni sobre la presión de actuar en medio de la
inseguridad”23 sino de reconsiderar, entre otras cosas, una idea de
legitimación democrática confiada demasiado a los expertos y es-
pecialistas (como argumenta su “pragmática universal ”24), lo que
ha mermado seriamente una real democratización de, por ejem-
plo, la “Comunidad Europea de Naciones”
Naciones” (que tiene a Habermas
como uno de sus inspiradores).
 Antes de la plan-demia, esta “comunidad” ya estaba des-
ahuciada y lo que hizo el virus fue simplemente demostrar la de-
cadencia hasta moral en la que se encuentra una Europa que nos
muestra que jamás fue ejemplo para el mundo y menos ahora,
cuando dan muestras de una completa falta de solidaridad entre

22  Por ejemplo,, escuando


ejemplo
garantizada, dice
dice:
cuando nos: “Ahora,
“Ahora, cuanacercar
cuando
podríamos do incluso
a la rump
salvación
rump habla
habl a de la renta
colectiva
colectiva”.
”. La
 pandemia vista por Slavoj Žižek , ver: https://www.lavanguardia.com/cul-
tura/culturas/20200514/481133477507/cultura-libros-pandemia-virus.
html
23 “Nunca habíamos sabido tanto de nuestra ignorancia”, ver: https://www.
diariocordoba.com/noticias/sociedad/jurgen-habermas-nunca-habia-
mos-sabido-tanto-nuestra-ignorancia_1364176.html
24 En eso Apel, el maestro de Habermas, es más radical, al proponer en su
“pragmática trascendental ”,”, la idea de incluir a todos los afectados  en
  en una
“ideal comunidad
puede hallar de argumentación”.
en: Apel, La Enrique:
Karl-Otto y Dussel, discusión Ética
sobredel
estediscurso
tema sey
Ética de la liberación, rotta, Madrid, España, 2004.
 

§15 De la quiebra mundial a la “deuda infnita” 237

sus propios miembros. No en vano la “pérfida Albión”,


Albión”, por medio
del “Financial imes”,
imes”, crea el acrónimo PIGS para expeler su pro-
fundo desprecio al sur de Europa. Primero sacrificaron a Grecia,
ahora el orden continúa con España e Italia.
Esa falta de solidaridad es algo que demuestra que, de co-
munidad, Europa sabe muy poco. Y es algo que delata que, ante
la plan-demia, el poder oculto o Estado profundo ha instituido,
a nivel global, la política del “sálvese quien pueda”. Hay mucho
dinero que precisa ponerse en movimiento, hacerse capital, para
seguir la espiral exponencial de crecimiento del verdadero virus
parasitario que azota a la humanidad y la naturaleza por cinco
siglos. La deuda que se viene diseñando tiene por eso significa-
ción hasta teológica, porque se trata de restaurar los mitos fun-
dacionales que hacen posible al reino de este mundo. Una deuda
infinita  es
  es imposible de pagar, por eso  ya no hay futuro para la
humanidad ; la demolición planificada del Estado de derecho, el
derecho internacional y el multilateralismo, que ya se venía apli-
cando bélicamente, ahora encuentra en la plan-demia global, el
mejor escenario para su aniquilación definitiva.
Como en la colonia, así como los indios tenían que pagar,
con el tributo indígena, el derecho a vivir,
vivir, ahora son las naciones
del mundo las que se encuentran en semejante realidad. “Vivir a
costa de otro” fue siempre la divisa del tipo de individuo que pro-
dujo el mundo moderno y el capitalismo. Por eso la sociedad mo-
derna, a confesión de Hegel, es, por necesidad interna , productora
constitutiva de desigualdades continuas y crecientes25. Por eso los

25 Cfr. Hegel,
Derecho G.W.H.:Barcelona,
, EDHASA, Hegel, G.España,
W. Friedrich: Principios ón
1988; Introducci
IntroduccióndealalaFilosofía
Filosofíadel
de
la Historia Universal , ed. Istmo. Madrid, España, 2005.
 

238 Cuarta parte: El estado sitio mundial: La plan-demia

billonarios siguen en sus irracionales apuestas financieras, porque


saben que, en este mundo, todo es negocio. No les importa que el
mundo se venga abajo sino, ¿cuánto dinero podrían hacer cuando
el mundo se venga abajo?26
5. EL PUEBLO COMO LA “INCÓGNITA DURA” EN LA
ECUA
ECU ACIÓN PLAN-DÉ
PLAN-DÉMICA.
MICA.
La plan-demia ha sido concebida con anticipación y, por media-
ción de una crisis sanitaria a nivel global (sabiendo que cualquier
evento epidemiológico iba a desnudar el desmantelado sistema
público sanitario
plementando porpor las políticas de
la globalización privatización
neoliberal), quesesebuscaba
lo que vino im-
imy-
pretende imponer es un  panóptico mundial , donde se despliegue
“libremente” una siniestra política de obediencia incuestionable
a un “nuevo orden” impuesto por un fatalismo inventado; en ese
sentido, la cuarentena no tiene propósitos médicos sino políticos
y debiera ser analizado como lo que es: un ejercicio estratégico de
militarización de la sociedad civil.
La encadenada dependencia de las economías periféricas
al sistema mundial, agudizada por la globalización financiera del
dolarcentrismo, hace que la mayoría de los países, sobre todo los
reducidos a sumisión colonial, no puedan ejecutar
ejecu tar ningún tipo de

26  La frase es atribuible a Alessio Rastani, agente de bolsa o bróker,


bróker, que dice
cosas como: “cuando me voy a la cama sueño con otra recesión porque eso
permite ganar más dinero”, “los gobiernos no dirigen el mundo, Goldman
Sachs dirige el mundo”, “el mercado está quemado y no importa lo que
pase con el euro
euro”,
”, “a la mayoría de nosotros no nos importa cómo arreglar
la economía
” (sin nuestro
“broker”
“broker trabajo
escrúpulos) que esdice
ganar dinero”.
verdades o unVer: Alessiowww.youtube.
farsante?, Rastani
www.y ¿Un
outube.
com/watch?v=6lfaxNBZxkg 
 

§15 De la quiebra mundial a la “deuda infnita” 239

adecuaciones locales de los protocolos emitidos e impuestos por el


centro y sus organismos (incluso países como Venezuela o Cuba
no pueden eludir abiertamente las directrices de, por ejemplo, la
OMS, apostando por políticas sanitarias desmarcadas de las im-
puestas). Por eso la plan-demia podía poner en jaque a casi todo
el mundo, porque gracias a la globalización, los Estados poseen
una exigua capacidad de soberanía política, temerosos además de
la invasión o el bloqueo económico que puedan sufrir (desde el
1961, el escarmiento contra Cuba ha sido vendido perversamente
al mundo como fracaso económico propio).
Rusia y China, teniendo más capacidad de maniobra estra-
tégica, parecen
la paulatina apostar,deenlamedio
anulación del arrinconamiento
geopolítica nuclear, a
occidental. El diagnóstico
que manejan todavía no se expresa abiertamente y, al parecer, el
descalabro paulatino de la economía occidental, da lugar a sus
previsiones de una implosión no calculada del sistema económico
en su conjunto (la reciente promoción de la moneda digital china
e-RMB como nuevo patrón del comercio internacional, despla-
zando definitivamente al dólar como única divisa universal, afir-
maría esa apuesta).
Si se trata de hacer cálculos, lo que la autosuficiencia occi-
dental soslaya es el hecho que otras civilizaciones, como la China,
hacen cálculos mucho más complejos y estratégicos. Pero los chi-
nos no son ilusos y saben del poder que podría desatar una bestia
moribunda y, y, sobre todo, amenazada.
 Yaa no estamos frente
 Y frente al Imperio decimonónico
decimonónico del mundo
unipolar. Si quisiéramos definir, en ese contexto, al Estado pro-
fundo, tendríamos que recordar al presidente Eisenhower y su
“farewell
ciaba tenertoun
thepoder
nation”: el aparato
e influencia militar-industrial
c recientes
crecientes sobre todaque denun-
la sociedad
 

240 Cuarta parte: El estado sitio mundial: La plan-demia

norteamericana, constituía la tensión imperial  que


  que se propone al
interior de un Estado con capacidad de irradiación exponencial de
su poder estratégico. En ese sentido, el Estado profundo es aquella
capacidad de trascender su carácter inicial de Estado particular y
 proponerse universal , en este caso, imperial.
Por eso genera la globalización, como mediación afirma-
tiva de su carácter imperial o de dominación exponencial . Por eso
hay que subrayar siempre que un Imperio no lucha por intereses
 particulares . Su objetivo es el poder absoluto, es decir, el poder to-
tal . En nombre de ese poder absoluto es que sus intereses, ahora he-
cho valores, se hacen exponenciales , o sea, divinos . En eso consiste,
la grandeza y la miseria
Por eso, cuandodehablamos
su pretensión
de unade dominación exponencial 
situación post-imperial  . 
 27 

en un mundo partido en dos (el orden y el caos, o el cielo y el


infierno), no nos referimos al fin del Imperio sino a una compleji-
dad mucho más siniestra. El Estado profundo, desde los setentas,
y la política de reducción neoliberal del Estado mínimo, anuncia-
da por Zbigniew Brzezinski, iba en la dirección de reconfigurar
al sistema-mundo como sistema-matrix; en ese sentido, el Estado
profundo no es una gobernanza mundial sino el Sanctum Sanc-
torum del proyectado “nuevo orden mundial” (esa es la “hibris”
humana en su mayor expresión y lo que da lugar a las conjeturas
conspiracionistas  más fantásticas; sin olvidar que han sido y son,
los poderes fácticos y sus agencias de inteligencia, los primeros
diseminadores de teorías de la conspiración).
Kissinger (quien
(quie n ya se apresura a proponer un “nuevo orden
mundial post-coronavirus”,
post-coronavir us”, porque señala que, “se“se alterará el orden
mundial para siempre”) tenía razón al describir la evolución de la
27 Cfr. El neoimperialismo: una descripción des-colonial de la nueva cosmogonía
del estado profundo, en: Bautista S., Rafael: El tablero del siglo XXI , ed. cit.
 

§15 De la quiebra mundial a la “deuda infnita” 241

autoconsciencia imperial: “controla los alimentos y controlarás a la


gente, controla el petróleo y controlarás a las naciones, controla el
dinero y controlarás al mundo”. Esta última, en consonancia con
la divisa de los Rothschild
Rothsc hild (“denme el control de la moneda y pon-
gan cualquier gobierno”), es ahora consumada con la plan-demia
global: “administra la enfermedad y determinarás, como dios, el
destino mismo, es decir, la vida y la muerte de todos”.
Una visión “contemplativa” sólo puede recluirse en el ab-
sorto deslumbramiento de esta calculada plan-demia, pero de lo
que se trata es de sobreponerse, superar la determinación impues-
ta, y no quedar atrapado en lo que señalaba Karl Rove: “nosotros,
“nosotros,
como
lo queImperio,
nosotroshacemos
hacemos”.la historia,
Por eso ely ustedes
asunto,sólo puedeninstancia,
en última estudiar
es de percepción, es decir, del tipo de perspectiva que adopto, a la
hora de realizar el diagnóstico de la patología del mundo que habito.
Si me sitúo en la perspectiva imperial, no hallo salida, porque me
encierro precisamente en el callejón sin salida al cual me conduce
la apuesta de sobrevivencia del 1%. Pero la perspectiva imperial,
en su marcado desprecio aristocrático, siempre olvida algo: el fac-
tor pueblo.
La perspectiva imperial cree que nos encontramos en una
situación apocalíptica, pero, en realidad, nos encontramos en
un éxodo mundial, es decir, en un tiempo mesiánico. Por eso hay
que ver la plan-demia y su consecuente cuarentena global, como
ejercicio militar, es decir, como geopolítica de disuasión estratégica ;
pues de lo que se trata es de imponer un “nuevo orden mundial”,
sin contemplación alguna, sin que nadie pueda objetar nada y sin
necesidad de consensuar con nadie.
Peroposterior
tales y una esa visión, si bien
lucha presupone
c ompetitiva
competitiva quiebras
mucho mássistémicas
despiadadaesta-
de
 

242 Cuarta parte: El estado sitio mundial: La plan-demia

las economías sobrevivientes, llevándonos a una diseminada y ex-


plosiva guerra de aranceles, con la más que probable quiebra mun-
dial, no posee, en el algoritmo que imaginan, el enigma resuelto
del factor decisivo, la “incógnita dura” de la ecuación imperial: el
 pueblo en tanto que pueblo.
Si recordamos el éxodo, el corazón del faraón es endureci-
do para que se manifieste otro poder indescifrable, que es el que
guía al pueblo hacia su liberación. Más allá de que sea una na-
rrativa particular, lo que nos debiera interesar es el hecho de que
un proceso de liberación presupone eventos apocalípticos para la
perspectiva de dominación pero de revelación para el desiderátum
utópicoverdadero
 pueblo popular.
verdader o. Es en ese proceso que se constituye el pueblo en
Pero esto ha de suponer una transición existencial   de los
pueblos a la plena autoconsciencia de su definición histórica de-
finitiva; es decir, el reconocimiento de su propia  potencia utópica  
como la masa crítica necesaria para provocar la insurgencia con-
clusiva de todos los pasados olvidados y toda la historia negada,
de todos los futuros excluidos y los porvenires diferidos por el tren
del progreso moderno.
La salida del Egipto, o sea, del mundo
mu ndo imperial, es siempre
existencial . Por eso dicen los sabios: “es más fácil salir del mundo
que el mundo salga de uno”. La primera es una salida formal, en
cambio la segunda implica una salida como apuesta autoconscien-
te  de
  de proponerse una nueva forma de vida. Esto es lo que nues-
tros pueblos han insistido a lo largo de toda su insurgencia como
re-vuelta   a una situación de ruptura ontológica con el devenir
histórico impuesto por el mundo moderno, es decir, crear el Pa-
chakuti  28  o tiempo mesiánico.

28 “… En tal caso, lo nuevo, sería además de lo contenido o potencial, lo


 

§15 De la quiebra mundial a la “deuda infnita” 243

Liberarse ahora quiere decir volver a lo nuestro, a nuestras


medicinas, a nuestras plantas maestras, a nuestros alimentos, apos-
tar por lo propio y, en ese retorno, dar definitivamente la espalda
al mundo que se viene abajo por sus propias desmesuras. “Domi-
nar la naturaleza” siempre fue un despropósito y jamás admitido
por la cosmovisión de nuestros pueblos, y ello fue siempre una
constante en la insurgencia popular que reivindicó en su grito, el
grito de la Madre, la PachaMama. La desmesura de dominación,
que impulsa al progreso moderno, ahora se la radicaliza con el
dominio sobre la vida misma, como el último eslabón de una mer-
cantilización absoluta.
Pero no seuna
puede pretender puede jugar predictibilidad
perfecta con la vida misma.
ante Ningún cálculo
la contingencia
de la propia realidad. Quienes ahora se creen dioses para decidir
la vida o la muerte de la humanidad, se han creído la ilusión que
provoca la inteligencia artificial. Ésta dependerá siempre de la in-
formación humana suministrada en sus operaciones lógicas, y esto
es lo que relativiza y hace falibles sus algoritmos conclusivos.
inaudito en tanto  pachakuti , lo que el mismo presente contendría como
acumulación de la privación.
lo incomprensible. Lo inaudito
La recuperación seríaharía
histórica la presencia
posible ladecomprensión
la ausencia,
de lo que en el presente hay de nuevo y verdadero, de modo que el pre-
sente pueda ser lanzado, pero no a un futuro abstracto, sino al futuro que
se deduce del pasado como recuperación del sentido histórico; el eje de
la política ya no sería el eje lineal presente-futuro sino la reunión proyec-
tiva de presente-pasado-futuro. Mirar al pasado no sería un ir hacia atrás  
(en los términos cronológicos) sino también un ir hacia adelante  pero,  pero, en
este caso, el adelante  es
  es la recuperación del sentido del presente. ¿Cómo
se entendería el acontecimiento trascendental novedoso del presente? Por
el pasado. Sin aquella memoria histórica (la otra historia) lo que acontece
en el presente
Rafael: Hacia se
unadiluiría en la confusión”.
constitución Bautista S., del
del sentido significativo Rafael:
“vivirBautista S.,
bien” , ed.
cit., p. 54.
 

244 Cuarta parte: El estado sitio mundial: La plan-demia

El factor humano es imposible de cálculo, más aún cuando


hablamos del resto crítico que se constituye en pueblo. Un mundo
constituido en totalidad cerrada no puede, por definición, abar-
car la exterioridad  29  excluida y negada. Por eso el pueblo produce
su liberación, desde su propia autodeterminación. En esa su au-
to-constitución en sujeto es que se descubre a sí mismo, su  propia
propia
 potencia histórica y utópica , que supera no sólo su dependencia sis-
si s-
témica sino su mismo presente y le abre al porvenir que proyecta
su propio anhelo de vida.
Por eso el pasado, su propio pasado, la historia que renace
en su propia liberación, le es inspiración decisiva
decisi va para alumbrar la
dirección de, su
fica recogerse  propiolashorizonte
acopiar utópico.
semillas  que
  que Volverenentonces
sobreviven su luchasigni-
para
despertar la tierra de sus sueños. Por eso no triunfa el Imperio y
así como más de la mitad de su flota de portaviones se encuentran
enc uentran
varados (infectados por el virus están los USS Roosevelt, Nimitz y
Carl Vinson, en reparación los USS Lincoln,
Linc oln, Washington
Washington y Sten-
nis, además de estacionados los USS Bush y Ford), así también
la pesadilla de Bahía de Cochinos vuelve a perturbarle su propia
confianza en la última frustrada invasión a Venezuela.
Venezuela.
Entonces, la cuarentena tiene, como fin político, desmovi-
lizar a los pueblos y hacer imposible toda resistencia; pero el Im-
perio no sabe que la reclusión también puede servir ser vir para restaurar
29 La categoría de exterioridad  es
  es fundamental a la hora de encaminar una
crítica en regla de toda totalidad ontológica. En ese sentido, la recepción
crítica que hace Dussel de esta categoría levinasiana, aún nos parece per-
tinente para situar un locus de enunciación crítico. Cfr. Dussel, Enrique:
Para una Ética de la Liberación, vol. I-V, Siglo XXI, Argentina, 1973; Filo-
sofía de la Liberación, Nueva América, Bogotá, Colombia, 1996. ambién:
Liberación
Levinas,
otro modoEmmanuel: otalidad
que ser o más allá dee laInfinito , Sígueme,
esencia , Sígueme,Salamanca,
Salamanca,2002; De
España,
1987.
 

§15 De la quiebra mundial a la “deuda infnita” 245

comunidad y memoria, para que el pueblo se reinvente a sí mismo


y reinvente su propia lucha. Hoy es vital volver a nuestras plantas
maestras, a nuestras medicinas/alimentos, demostrarle al mundo
que no en vano hemos sobrevivido cinco siglos  gracias al consumo
de lo nuestro.
Desde nuestra cosmovisión, hasta el virus es una semilla 30,
a la cual se puede criar
criar,, se la puede recibir y despachar bien, como
se hace a la gente (siendo manipulación de laboratorio, el virus
es un Frankenstein creado para dar miedo, pero él también sufre,
sabiendo lo que le han hecho). Sólo la ciencia médica moderna
concibe a las enfermedades como enemigas y opera sobre ellas
terapias
al propiobélicas,
cuerpo,noy al
sabiendo queconcepción
alma. Esta atacando a bélica
la enfermedad ataca
que maneja la
medicina moderna es lo que ha entrado en crisis a fines del siglo
 XX, pero sigue gozando de credibilidad gracias a la cooptación
que ha hecho la “farmafia
farmafia”” global de todos los medios de comuni-
cación y las universidades.
Por eso el macabro interés en suprimir y exterminar cual-
quier disidencia frente a los protocolos sanitarios que dictaminan
los poderes facticos. odo
odo con el fin de imponer la vacuna univer-
sal como única salvación del limbo inventado.
Nadie nos dijo que la liberación iba a ser fácil porque, ade-
más, implica la apuesta soberana de abandonar el sistema de creen-
30 “Nuestra cosmovisión se relaciona de forma equivalente entre seres hu-
manos, deidades, lo sagrado y la “Pachamama” (Madre ierra), es decir
entre personas. odo tiene vida, todos son sujetos. Por eso, doña margarita
nos indica: ‘Hay que recibirle a la enfermedad’, en ese momento ella está
concibiendo al virus como sujeto como persona. Además, el respeto está
de por medio, no se la sobreestima, y tampoco se la pone por debajo del
ser humano.
Carlos: Es ancestrales
Saberes una conversación
andinos:holística
Crianzadel
deltodo”.
Virus. Nina Bautista,
Un secreto, paraJuan
no
contagiarnos con la enfermedad , inédito, El Alto-Bolivia, abril de 2020.
 

246 Cuarta parte: El estado sitio mundial: La plan-demia

cias moderno-capitalistas que, sin darnos cuenta, era lo que nos


mataba en vida y, de forma sutil, se metía dentro nuestro como
un operador autónomo que decidía hasta nuestro destino. El reto
siempre fue del pueblo y es el que definirá esta última ofensiva
imperial. La verdadera esperanza nace siempre en las coyunturas
más desoladoras, porque es precisamente allí donde se fragua el
auténtico espíritu de liberación.
 

QUI
QUINTA
NTA PARTE
LA RECUPERACIÓN POPULAR DE LA DEMOCRACIA 
 

§16
§16
HACIA UNA GEOPOLÍTICA DEL PODER POPULAR
Conferencia pronunciada en el evento: “El colapso del Estado
de no-derecho y la recuperación democrática”, realizado en
La Paz, el 14 de diciembre de 2020, en el auditorio de la
Vicepresidencia
Vicepresidencia del Estado plurinacional de Bolivia.

ermítanme empezar contando una historia: El año 1971, un


abogado corporativo de nombre Lewis Powell, enviaba a la
PCámara de Comercio de USA un memorándum,
al mundo empresarial, que las fuerzas
donde advertía
fuer zas de la izquierda amenazaban
su papel rector en la sociedad norteamericana; literalmente les ad-
vertía que: “las instituciones responsables del adoctrinamiento de los
 jóvenes”,
 jóvenes ”, como son las universidades, iglesias, colegios y medios
de comunicación, ya no cumplían con esa función.
El “memorándum Powell” sirvió para que la “Comisión
rilateral” encargara a sus think tanks, la promoción de un nue-
vo concepto de democracia, porque concluían que hay demasia-
da democracia  y
  y que la democracia misma es una amenaza  para  para el
“american way of life”. Estamos ante el origen de la democracia
neoliberal, en cuanto “sistema democrático”; una nueva idea de
democracia acorde a los nuevos intereses/valores (como decía el
ex candidato a la presidencia John MacCain: “nuestros intereses
son nuestros valores y nuestros valores son nuestros intereses”) que
patrocina el ámbito financiero, es decir, el tipo de mundo que,
mediante la globalización, promoverá el dólar.
dólar.
[249]
 

250 Quinta parte: La recuper


recuperación
ación popular de la democracia

Esta nueva idea de democracia es la que ingresa al mundo


académico y es funcionalizada en nuestros países en el llamado pe-
riodo de “recuperación democrática” postdictaduras de seguridad
nacional. Se trata de una democracia sin  demos , o sea, sin pueblo,
por eso se trata de un concepto  formalista , cuya tarea consiste en
la mera preservación de la institucionalidad formateada ya por
las dictaduras (y consagrada constitucionalmente por el neolibe-
ralismo). Es esa democracia que defienden los grandes medios de
comunicación y toda la academia e intelectualidad adiestrada en
el “institucionalismo” (como única garantía y supervivencia de la  
democracia, según la mitología gringa). Es la democracia creada
amundiales,
imagen y creados
semejanzaen del dólar,Woods,
Bretton y promovida porpara
en 1944, los organismos
imponer al
mundo entero, la cosmogonía del dólar, el verdadero poder triun-
fante de la segunda guerra mundial.
¿Por qué la intelectualidad académica, hasta de izquierda,
se creyó la narrativa mitológica-ideológica (de no sólo esa idea
de democracia sino también de la idea gringa de la “libertad de
expresión
expresi ón”,
”, de los “derechos humanos”,
humano s”, del “respeto
“respeto a las minorías”,
min orías”,
de la “pluralidad”
“pluralidad” y “diversidad” made in USA) que impone el dó-
lar, como algo naturalizado en la vida política y social?
Permítanme referirme a una carta donde se delata el cómo,
los gringos, se dedicaron a pensar el mejor modo de dominarnos,
empezando por nuestras elites; implementando de modo decisivo
la doctrina Monroe (que data de 1823 y cuya autoría es de James
Monroe y John Quincy Adams, aunque sólo sería política de Es-
tado explícita desde 1870). Esta carta está dirigida al ex presidente
 Woodrow
 W oodrow Wilson, por su secretario de Estado, cuya misión en
México era La
esa nación. la de estudiar
carta dice: las posibilidades de dominio real  sobre
  sobre
 

§16 Hacia una geopolítica del poder popular 251

“enemos que abandonar la idea de poner en la presi-


dencia mexicana a un ciudadano americano, ya que eso
conduciría otra vez a la guerra. La solución necesita de
más tiempo: debemos abrirles a los jóvenes mexicanos am-
biciosos  las
 las puertas de nuestras universidades y hacer el es-
fuerzo de educarlos en el modo de vida americano, en nues-
tros valores y en el respeto del liderazgo de Estados Unidos .
México necesitará administradores competentes y con el
tiempo, esos jóvenes llegarán a ocupar cargos importantes
y eventualmente se adueñarán de la misma presidencia. Y
sin necesidad de que Estados Unidos gaste un centavo o
dispare un tiro, harán lo que queramos, y lo harán mejor y
más radicalmente
haberlo que lo Lansing,
hecho”. Richard que nosotros
formermismos podríamos
Secretary of Estate
under Woodrow
Woodrow Wilson, 1924.

Empezaron con México, pero diseminaron este plan con todas las
elites de nuestros países. Una vez formateadas las elites nacionales
nac ionales
según la cosmovisión del dólar, entonces podemos hablar de que
la dominación puede alcanzar la legitimidad incluso de los pro-
pios dominados. La propia “inteligentzia” nacional se constituye
como ; por
conscienciadeperiférico-satelital 
administradora un nuevo proceso de eso se constituye
transferencia másen fiel
inhu-
mano, de la periferia al centro del mundo.
Si las propias elites renuncian a su contenido nacional en-
tonces, educados en una literal “servidumbre voluntaria” (como
sugería Ettiene de la Boétie), pueden transferir poder neto, en cuan-
to renuncia de soberanía , al centro del mundo; de ese modo, el
centro se unge de poder,
poder, tanto formal como material, que le brin-
da la periferia como resultado de esa cesión voluntaria de soberanía  
que, en última instancia, es voluntad de vida  nuestra  que
 que alimenta
 

252 Quinta parte: La recuper


recuperación
ación popular de la democracia

la vida del centro. La periferia no sólo transfiere materias primas


(para superar la visión economicista de la izquierda) sino voluntad
de vida , entonces sucede una dialéctica de  plus-valorización de la
vida del centro inversamente proporcional a una desvalorización 
de la propia vida de la periferia. De eso se nutre el centro en cuan-
to Imperio y por eso puede mantener estable, eficaz y duradero el
diseño centro-periferia que, de ser geopolítico remata siendo hasta
ontológico. Eso es lo que llamamos colonialidad (más allá de Qui-
 jano) en su sentido más radical.
La subjetividad colonial entonces produce su propio en-
claustramiento, porque su propia consciencia es periférico-satelital ,
porque
cisiones.nunca
De esesemodo
toma ajamás
sí misma como
produce ni centro de en
siquiera, suslos
propias de-
términos
que propagandiza el centro geopolítico, su propio desarrollo. Por
eso produce elites despreciables (incluso para los dueños del mun-
mu n-
do), que no poseen dignidad alguna, porque su propio programa
de vida, que se traduce en política, se reduce al servilismo más
indigno.
De ese modo, la oligarquía, de haber podido constituirse
en aristos-cracia, sólo se convierten en kakistos-cracia
kakistos-craci a (el poder de
los infames y de los peores). Luego endilgan a su propio pueblo las
propias miserias que los retratan de cuerpo
cuer po entero. Para
Para ello tienen
“doctorcitos
doctorcitos”” que encubren
enc ubren y adornan sus estrecheces, con relatos
que, sólo por reiteración pedagógica e insistencia cultural, instala
insistentemente en el imaginario social el señorialismo servil oli-
gárquico como única apuesta política.
La “ciudad letrada” en contra de su propio pueblo, es el
castillo imaginario que inventan sus intelectuales (que ya no son
orgánicos para el pueblo sino transgénicos). Estos ahora son los
que se travisten de cientistas y ni siquiera se dan cuenta que son
 

§16 Hacia una geopolítica del poder popular 253

una invención mediática:


mediáti ca: los “analistas”
“analistas” políticos. No saben ni si-
quiera por qué no achuntan en nada, porque ni siquiera reparan
que la propia mediocracia ha devaluado la ciencia política en un
género literario. Creen que la imagen que inventan los medios es  
la realidad y,
y, de ese modo, de esa confusión, lo único que pueden
producir es la ficción que necesitan los medios para inventar opi-
nión pública.
Permítanme hacer una digresión. Para comprender,
de mejor modo, este rapto ideológico de los ámbitos supues-
tamente “pensantes” en nuestras sociedades, quisiera exponer
cómo piensan los tanques pensantes del Imperio: Ron Suskind
fue editorialista del Wall Street Journal   hasta el 2000 y autor de
investigaciones sobre la comunicación de la Casa Blanca; en
un artículo de 2014, aparecido en el New York imes, reveló
la conversación que había tenido, en 2002, con un asesor de
Bush junior: “Me dijo que las personas como yo formábamos
parte de ese grupo de tipos que creen que sus análisis se basan
en la realidad (the reality-based community): ustedes creen que
las soluciones surgen de su juicioso análisis de la realidad ob-
servable.
Luces y elYoempirismo.
asentí y murmuré
Pero él algo sobre los principios
me interrumpió: El mundode las
ya
no funciona de esa manera. Ahora somos un imperio y cuan-
do actuamos, creamos nuestra propia realidad”. Esto decía el
consejero de seguridad Karl Rove, y retrata muy bien a lo que
podríamos denominar “intelectualidad periférica”. Porque dice
expresamente lo siguiente: “Ahora somos un Imperio y cuando
actuamos creamos nuestra propia realidad. Y mientras ustedes
estudian esa realidad, juiciosamente, como ustedes quieren, no-
sotros actuamos nuevamente y creamos otras realidades, nuevas,
que ustedes pueden estudiar igualmente, y así suceden las cosas.
 

254 Quinta parte: La recuper


recuperación
ación popular de la democracia

Nosotros somos los actores de la historia . Y ustedes, todos ustedes,


sólo pueden estudiar lo que nosotros hacemos ”. ”.
Por eso los “doctorcitos” de la “ciudad letrada” (los acadé-
micos del sistema universitario) no vieron el golpe, lo que fue un
asalto dictatorial de la propia democracia significó para ellos una
supuesta “revolución popular”. No vieron  el golpe, porque sólo
vieron y siguen viendo lo que la narrativa imperial les impone
como la  realidad.
 realidad.
Entonces, la sumisión ya no es sólo política sino hasta in-
telectual, y devela a esa consciencia satelital  de
  de la periferia que no
sabe ponerse a sí misma como referencia sino siempre a la narra-
tiva que impone
terpretan el   centro
a sí mismos . Desde
hechos esa narrativa
a imagen mitológica 
y semejanza   se del
del amo in-
norte. Por ello, hasta la izquierda tradicional y hasta “defensores
de derechos humanos”,  justificaron vergonzosamente  el   el genocidio,
porque ya no tenían ojos para distinguir al pueblo de las hordas
fascistas, porque el velo de la narrativ
narrativaa imperial  había
 había enceguecido
en ellos toda perspectiva crítica para develar lo que en realidad
estaba sucediendo. Al amparo de relatos ideológicos de “demo-
cracia”, “libertad de expresión” y “derechos humanos”, el Imperio
impone la escenografía adecuada a sus intereses para provocar de-
moliciones planificadas de procesos democráticos , como antesala del
famoso caos constructivo, en la terminología de las guerr as híbridas  
 guerras
que promueven las “guerras de cuarta
c uarta y quinta generación”.
generación”.
Podemos decir que estos supuestos críticos se quedaron en
el siglo XX, con el tipo de realidad que el Imperio había creado
para disfrute ideológico de una izquierda ya anacrónica, que tam-
bién se había derechizado para su propia desgracia. anto anto denun-
ciaron
propia la derechización del MAS que no se dieron cuenta de su
derechización.
 

§16 Hacia una geopolítica del poder popular 255

 Y esto debe ser motivo de seria y continua reflexión, pues


ya advirtieron los pueblos indígenas, aquí en este recinto, el 2006,
cuando dijeron que “la izquierda latinoamericana nunca tuvo
identidad”. En última instancia, lo que sostiene las apuestas vitales
y políticas que me propongo, depende de la narrativa que adopto;
es decir,
decir, todas mis opciones dependen de, en última instancia, qué
creo o a quién le creo. Y si creo a los medios, que son los operadores
políticos de la narrativa imperial,
i mperial, entonces estoy perdido.
El golpe que promovieron y la dictadura que impusieron,
no era un golpe clásico. Y tiene mucho que ver con la posterior
cuarentena global que encubrió un Estado de sitio no declarado a
nivel
ticos,mundial  ; cuyos propósitos
como ejercicios militares denunca fueron
disuasión sanitarios
 parasino
 para
estratégica  polí-
arrinco-
nar a la humanidad entera. Están reseteando el sistema económico
mundial y para ello necesitan de una experiencia de shock glo-
balizado para promover un nuevo orden mundial post-imperial,
mucho más perverso
per verso y siniestro de lo que hayamos conocido. Por
eso la importancia de lo que vivimos, y el modo cómo lo supera-
mos como pueblo; para enseñarle al mundo que el poder post-im-
perial, el deep State transnacional del deep State nacional,  puede
calcular todo, pero menos y jamás, la incógnita dura de toda ecuación
 política, el factor pueblo.
Por eso le debemos a nuestro pueblo el no haber sucumbi-
do y haber restaurado su propio espíritu y, de ese modo, vencido
al peor des-gobierno que hayamos padecido. La importancia de
Bolivia es decisiva a la hora de sopesar lo que supondría un des-
prendimiento de Sudamérica de la geoeconomía del dólar. En el
colapso actual del diseño imperial centro-periferia, el atlántico ha
dejado de ser
y éste está el distribuidor
virando del comercio
definitivamente y el mercado
al Pacífico. mundial
Bolivia, como co-
 

256 Quinta parte: La recuper


recuperación
ación popular de la democracia

rredor geoestratégico de conexión sudamericana a la economía del


siglo XXI, se plantea, por primera vez en su historia, ya no ser sólo
corazón geográfico sino centro geopolítico estratégico regional  de
 de la
nueva e inevitable fisonomía geopolítica multipolar del siglo XXI.
Por eso el interés de nuestros vecinos (con
(c on complicidad derechista
local), auspiciantes del golpe geopolítico que sufrimos, para en-
claustrarnos y anularnos de nuevo, objetiva y subjetivamente.
Por eso necesitamos repensar todo de nuevo, desde una
democratización necesaria de la propia democracia hasta la conso-
lidación de un proyecto de vida propio que genere en nosotros y
en el mundo la superación de la idea moderno-liberal-capitalista
del
del Estado
Estado yplurinacional
la propuesta comunitario
civilizatoria, de
conlo  arreglo
que sería la nueva
a la idea
vida . Si el
vivir bien, el “suma qamaña”, quiere ser horizonte político con
validez universal, ya no puede ser sólo discurso sino hacerse polí-
tica de Estado. Y esto significa también profundizar lo que q ue hemos
denominado la geopolítica del poder popular .
Pero antes de entrar en ello, consideremos algo que no po-
demos pasar por alto. Esto es, ¿por qué triunfó el golpe?, y ¿por
qué el pueblo es inmovilizado, desorganizado y arrinconado hasta
quedar huérfano, después de haber sido si do el creador de la revolución
democrático-cultural ?
En enero de 2018 ya habíamos advertido que se estaba
gestando en nuestro país una “revolución de colores”. Cierto in-
falibilismo oficialista se creía dueño del poder político, sin darse
cuenta lo que estaba pasando. enemos que saber por qué triunfó
circunstancialmente la derecha para no reeditar una nueva aso-
nada fascista. Recordemos. El concepto “revolución de colores”
es medianamente
concepto novedoso
que nazca en política.
en la teoría política,No
sinoes que
precisamente un
proviene del
 

§16 Hacia una geopolítica del poder popular 257

ámbito militar. Es un componente estratégico de las “guerras de


cuarta generación” y está diseñado para implosionar procesos demo-
cráticos  inconvenientes
  inconvenientes para la hegemonía gringa. Los implosiona
desde adentro. Por eso acude a factores mucho más complejos que
precisa, no sólo de un conocimiento detallado de la realidad po-
lítica y del bloque en el poder, sino de la posibilidad de interferir
en la propia gestión gubernamental para minar, desde adentro,
la legitimidad que le sostiene. Por eso es conceptuada como una
“revolución”, porque aparece y se desarrolla mediante una trans-
 ferencia de legitimidad , que crece inversamente proporcional a la
 pérdida de legitimidad del gobierno y que es, en última instancia,
lo que acaba
y hasta ungiendo a la oposición con un aura “democrático”
“revolucionario”.
Es desde adentro que se generan las condiciones para im-
plosionar la estabilidad política, como condición del “caos cons-
tructivo” que se impone como la nueva fisonomía que adquiere
un país sin más remedio que la intervención. Ahora bien, ¿cómo
desde adentro se provoca una implosión?
No es precisamente la derecha (como brazo político de la
oligarquía y de la hegemonía gringa), la gestora de una situación
ideal para la aparición
aparic ión de una “revolución de colores”,
colores”, sino que son
las propias contradicciones gubernamentales las que nos arrinco-
nan a una situación, ya no sólo de repliegue popular sino de trans-
legitimidad . Es decir, si desde los inicios del “proceso
 ferencia de legitimidad  “proceso de
cambio”,
cambio ”, la legitimidad se había constituido en patrimonio
patrimoni o popu-
lar,, cuando ésta es apropiada por la derecha es entonces cuando la
lar
insurrección oligárquica recupera vitalidad; porque la condición
de legitimidad que se le ha transferido es lo que puede reorganizar
ahora
puede al conjunto
decir que, endeestelassentido,
oposiciones en un cuerpo
la insurrección oligárquica ya. no
unificado Se
 

258 Quinta parte: La recuper


recuperación
ación popular de la democracia

necesita de la oligarquía como actor visible, sino que la clase me-


dia y hasta sectores populares se convierten en el contingente de
arremetida social que provoca la desestabilización necesaria para
generar el caos esperado.
Esto empieza desde el gasolinazo del 2010, se agudiza con
el conflicto del IPNIS y remata con el referéndum del 21-F.
Las banderas de “defensa de la Madre tierra”, el “vivir bien”, la
“descolonización” y “lo indígena” estaban, paulatinamente, sien-
do cedidos  por
  por un gobierno que, cuanto más se alejaba del hori-
zonte plurinacional, más legitimidad transfería  a
 a los actores que se
empoderaban de modo creciente. De ese modo el gobierno y el
MAS iban,una
conferido poco a poco, enajenándose
legitimidad novedosa en del espíritupolítico.
el campo que les había
Lo novedoso y lo singular del proceso boliviano, que era
lo que confería de sentido trascendental  al
  al nuevo Estado pluri-
nacional que se quería constituir, era a lo que se renunciaba y
dejaba a la administración gubernamental reditar un otro ciclo
estatal, dentro de los márgenes de acción que la sustancia liberal
del Estado colonial pudiese permitir. Esto quería decir que, la
propia dirigencia gubernamental, renunciaba al sentido mismo
del cambio y, de ese modo, reponía a un espíritu señorial que,
inevitablemente, iría a “normalizar” la gestión estatal, una vez
que lo plurinacional se condenaba a constituirse en mera retórica
declarativa.
Pero, con esto, no sólo el gobierno se enajenaba de la nue-
va legitimidad, sino que dejaba al pueblo huérfano de la místi-
ca  que
 que había hecho posible su reconstitución en sujeto histórico
y que inauguraba la posibilidad de producir un nuevo concepto
de lo político
apropiarse delylenguaje
lo democrático . Por esodelamodo
plurinacional oposición empezaba
instrumental paraa
 

§16 Hacia una geopolítica del poder popular 259

vaciar definitivamente al pueblo de un discurso necesario para su


reconstitución en sujeto político. O sea, no es la astucia de la
derecha sino la renuncia que hacía el propio gobierno del carácter
nal   que debía ser su nueva sustancia política, lo que
 plurinacional 
 plurinacio
promovía la articulación de la derecha en oposición “democráti-
“democráti-
ca”” (siendo ahora
ca ah ora lo democrático patrimonio del bloque opositor).
Este vaciamiento ideológico de la nueva apuesta histórica
es lo que sirve de caldo de cultivo de la reposición señorial, pro-
movida inconscientemente por una directriz gubernamental que,
renunciando al horizonte plurinacional (y reafirmando sólo los
mitos moderno-capitalistas, lo que se tradujo en la apuesta de-
sarrollista),
proponía enlocuanto
que vacía
sujetoal histórico.
propio pueblo
De esedel horizonte
modo, quea se
la vuelta la
“normalidad” se describe en los términos que la misma derecha
esgrime: el cambio prometido nunca llegó, sino que, hasta la co-
rrupción se apoderó del gobierno del cambio. Entonces, la trans-
 ferencia de legitimida d   es lo que inicia la insurrección porque,
legitimidad 
además, una vez que el pueblo se encuentra vaciado de su propia
mística, entonces se enfrenta a un bando conservador esgrimien-
do sus mismas banderas, dejando al pueblo en la impotencia de
verse ahora bajo el estigma “antidemócrata” y “dictatorial”.
Si el pueblo, en pleno proceso constituyente, hasta el
2010, era el heraldo de la mística democrática (lo cual debía ha-
ber llevado a un nuevo concepto de lo democrático), ahora se en-
cuentra expropiado de su propia creación y recluido a un papel
secundario de mero obediente  de  de una política gubernamental que,
para colmo, ya no mostraba interés en reivindicar el horizonte
indígena que le garantizó llegar al poder
Lo que
a la cultura permanecía
política y delataba
tradicional unaloentusiasta
–que era que habíaasimilación
que trans-
 

260 Quinta parte: La recuper


recuperación
ación popular de la democracia

formar–, era el puro cálculo político de la acumulación de poder.


Ello otorgaba a la derecha los mejores argumentos para denunciar
todas las iniciativas oficiales –incluso las mejores– como un accio-
nar “autoritario”. Entonces, no es que la oposición descomponga
el carácter popular del nuevo Estado, sino que es, desde adentro,
que aquella descomposición empieza a suceder. Lo que hace la
oposición es atizar la desestabilización como reflejo de aquella des-
composición. Y éste es el escenario desde donde se hace posible
una “revolución de colores”.
Se llama así porque es promovida con toda la fisonomía
democrática que fue usurpada
usurpada al pueblo; de este modo, los sectores
contrarios a la nueva Constitución
lución democrático-cultural, se venyena los principios
las mejores de una revo-
condiciones de
recuperar el patrimonio estatal. Entonces se puede provocar una
insurrección señorial que puede movilizar grandes contingentes
de masa social para destruir un proceso democrático con bande-
ras democráticas y, de ese modo, inviabilizar una recomposición
popular.
Esto quiere decir que, una “revolución de colores”,
colores”, precisa
generar su legitimación desde la propia pérdida de legitimidad
del gobierno; el modo de esa transferencia  es   es lo que garantizaría
el éxito de la “revolución”. Por ello los think tanks del Pentágono
utilizan este concepto, aprovechando e instrumentalizando el ca-
rácter popular-democrático de una revolución para, mediante ella,
reponer su hegemonía recuperando un sistema democrático útil a
sus intereses.
Como el gobierno ya no es capaz de contener los valores
morales que la oposición esgrime ahora como su patrimonio úni-
co, entonces
“buenos” nos encontramos
y “malos”, anteseuna
y los medios situación
encargan de en la que hay
canonizar esa
 

§16 Hacia una geopolítica del poder popular 261

dicotomía belicosa. Por eso, para presentarse como “revolución”,


debe primero imbuirse de esa legitimidad transferida   que ya no
puede recuperar el gobierno.
 Ahí es donde empieza la “revolución de colores”,
colores”, haciendo
de la derecha, en la plataforma mediática, la nueva depositaria de
la legitimidad usurpada  al
 al sujeto del cambio. Lo que sale entonces
a las calles, al enfrentamiento violento, bajo la rúbrica de pue-
blo, no es un  pueblo en tanto que pueblo, porque esto significaría
un sujeto histórico que apuesta por un nuevo horizonte de vida;
sino que, lo que ahora se constituye en actor empoderado, es un
contingente que defiende el orden hegemónico señorial, colonial,
racista
vencióny imperial.
liberal y, por ello mismo, hasta puede exigir una inter-
Son las propias contradicciones, al interior del bloque ofi-
cialista, las que inclinaban las expectativas sociales a una apuesta
conservadora porque, además, aquellos desvaríos son acompaña-
dos por un paulatino abandono de lo que generó, en el pueblo, un
nuevo horizonte de creencias . El bloque en el poder se hace conser-
vador y aparece una elite que se constituye en sujeto sustitutivo del
sujeto plurinacional.
Este sujeto sustitutivo  impone   su manera de “entender el
proceso de cambio” y establece un culto a la personalidad como
garantía de una fidelidad que sustituye al proyecto por el líder.
Pero con aquel culto no hace sino vaciar de legitimidad al líder y
convertir su liderazgo en una aventura personal
Por eso, lo que llamamos “llunquerío” (o zalamería), es la
obediencia tributaria  que
 que ahora no sólo des-constituye al líder sino
al pueblo mismo. Ya Ya no hay relación crítica con el líder
lí der y,
y, sin ésta,
el líder asumen
gencias ya no seuna
relaciona con elanáloga,
verticalidad pueblo porque
como sujeto. Las de
lo sagrado diri-
la
 

262 Quinta parte: La recuper


recuperación
ación popular de la democracia

 política  ha
 ha sido abandonado y,
y, en consecuencia, todo se corrompe.
odo se resume a defender el poder logrado. Una vez diluida la
mística y el espíritu –lo sagrado de la política –,
–, del cual era de-
positario el pueblo como sujeto histórico, lo único que queda es
el poder y el cálculo político. La revolución popular se aburgue-
sa, entonces el bando opositor puede decir: “son como nosotros,
iguales o peores
peores”.
”.
Una vez que se ha abandonado el horizonte del “vivir
bien”, la mística y el espíritu plurinacional, lo único que queda
es el culto al líder. La fidelidad ya no es a un proyecto sino a la
permanencia de la figura entronizada y esto termina no sólo redu-
ciendo al pueblo sino
en un solipsismo al mismo Es
irremediable. líder
líder,
, puespor
decir, esto conduce aterminan
sublimarlo sumirlo
por sacrificarlo. Se genera (lo que hemos llamado) el síndrome del
rey cercado:
“El séquito (o llamado también “círculo q’ara” o “círculo
blancoide”) eleva al rey a condición divina porque su presencia es
lo único que garantiza la existencia del séquito (ya que sin el rey
son nada). El rey se hace omnipotente, pero necesita del séquito, y
el séquito necesita un rey dependiente. Por eso lo aísla y lo envuel-
ve; de modo que todo lo hacen por él y, de ese modo, el rey ya no
ve con sus ojos sino con los ojos del séquito, ya no escucha sino
con los oídos de ellos; su contacto con la realidad está mediado
por esa presencia que más le envuelve cuanto más lo endiosa. Pero
el rey no es dios y, cuando esto se hace evidente, es cuando el rey
ya no le sirve al séquito; entonces lo sacrifican y hasta lo elevan
al martirio. De ese modo aparecen incólumes, haciendo del rey
el chivo expiatorio que cargará con todas las culpas y todos los
pecados;
sangre delmientras el séquito,
inmolado, limpio
se dedicará, otraevez,
inmaculado, salvado
a buscar un nuevopor la
rey”.
 

§16 Hacia una geopolítica del poder popular 263

El pueblo se encontró huérfano, porque siendo el sujeto,


actor y creador del “proceso de cambio”, fue paulatinamente des-
plazado y excluido por ese sujeto sustitutivo que hemos llamado “el  
termidor del proceso de cambio”. Aprendamos. La única garantía de
una revolución es el propio pueblo y,
y, si esto se desconoce y se mar-
gina al pueblo del poder y se expropia su capacidad de decisión,
lo único que se produce es el empoderamiento de una derecha
hambrienta de recapturar el poder político.
Lo que se propusieron fue cercenar el ajayu del pueblo.
Por eso el ensañamiento contra el Evo, porque en política nadie es
sólo uno, sino lo que uno representa, y el Evo representaba
representaba al indio
convertido en multitud 
quería el fascismo , en  proyecto
reeditar , en horizontededeupak
el descuartizamiento vida . Por eso
Katari,
para escarmentar a nuestro pueblo y que jamás ose   igualarse  a  a sus
“patrones”.
Pero nuestro pueblo venció. Confluyó como poder popu-
lar,, desde todos los rincones y todos los extremos, para mostrarnos
lar
lo que define a “un pueblo en tanto que pueblo”. Frente
Frente a cualquier
pacto o negociación, nos enseñó que qu e no se puede negociar la vida,
menos cuando ésta es la que se encuentra seriamente amenazada
por la presencia
gobierno de lo más espurio
ilegítimo. espur io de la derecha oligárquica hecho
En ese sentido, la única garantía de recuperación democráti-
ca ha sido siempre la dirección popular unificada que empezó a
suceder histórica y efectivamente. Por
Por eso el interés desmedido de
la derecha (y sus medios) en provocar divisiones, desencuentros
y desacuerdos. Aprendamos. La lucha nunca ha sido homogénea
sino analógica; no todos caminan al mismo ritmo, incluso en sus
demandas, pero todos, desde las propias bases configuraron la de-
cantación de la toma de autoconsciencia de que nos estamos ju-
gando históricamente el destino nacional.
 

264 Quinta parte: La recuper


recuperación
ación popular de la democracia

Si la dictadura hubiese triunfado, eso iba a significar, por lo


menos, otro medio siglo de aplazamiento en el desarrollo del poder
popular. Pero el pueblo recuperó la lucidez que le hizo ser sujeto
del proceso constituyente, y los propios ancestros (de toda nuestra
historia ausente en la miopía de los historiadores) le han devuelto,
otra vez, la “unción democrática y revolucionaria”. Gracias a ellos,
se frenó circunstancialmente el atrevimiento fascista-oligárquico de
balcanizar Bolivia; y eso es lo que está coadyuvando al avance de-
finitivo del poder popular como poder instituy ente  y
 y constituyente .
instituyente 
Las elecciones abren posibilidades, como también las cier-
ran. Son un ejercicio democrático, pero no la democracia misma.
Cuando son hechas
cado, es decir, a la medida de
al neoliberalismo, el una
votodemocracia
s er loacorde
puede ser al mer-
más engaño-
so (como lo es toda encuesta manipulada). Por eso, el verdadero
“kratos” de la democracia no es una elección (que es siempre con-
tingente) sino el ejercicio constante, continuo y hasta imaginativo,
del poder popular .
Una elección no se define como “democrática”
“democrática” por su sola
realización sino por todo aquello que la hace posible. En ese sen-
tido, sólo una verdadera “recuperación democrática”,
democrática”, podía haber
asegurado unas elecciones creíbles y donde se podía recuperar, de
nuevo, la “unción democrática” de un pueblo que fue objeto de
una usurpación fascista que, no sólo pretendió arrebatarle su es-
píritu democrático, sino incluso cercenarle su propia capacidad
histórica.
 Ahora nuestro pueblo asciende históricamente, en esta
hora decisiva, con toda una acumulación de siglos y puede, por
ello, despertar la pesadilla oligárquica del “indio hecho multitud”,
del “cerco
histórica”.
histórica hecho
”. La escuela
historia política”,
nuestra de “la marcha
está volviendo sobre síhecha escuela
y anuncia un
 

§16 Hacia una geopolítica del poder popular 265

nuevo “cerco histórico” para mostrarnos dónde está la verdadera


ignorancia, la anti-nación, el anti-patriotismo de una casta que
siempre embaucó a sus subalternizados con sus propias miserias
coloniales.
“Cercar” a esta casta y su “espacio vital” (el rapto que hi-
cieron de la ciudad) significa, en la lucha popular, la abreviación 
de su nefasta transmisión social. Por eso lo expansivo del poder
popular es su irradiación histórica de carácter trascendental . odos
los tiempos se hacen presente en el Pachakuti, porque todos los
tiempos demandan reparación histórica, desde los pasados nega-
dos hasta los futuros no cumplidos o los porvenires no alcanzados.
 odos en
tuirse demandan redimirse
la redención cuando
de toda el presente
nuestra historia.sePor
propone consti-
eso el pueblo
asciende en su unificación desde todo su pasado en cuanto acu-
mulación histórica. Por eso despierta una sabiduría de profunda
densidad que le permite interpretar el presente a la luz de todos
los tiempos.
Una geopolítica del poder popular nos abre al desafío de
pensar las condiciones de posibilidad de irradiación del poder es-
tratégico. Porque poder que no es estratégico no es poder en abso-
luto. El imperio nos sometió a pensar de modo sola y exclusiva-
mente local. Es hora de pensarnos de modo universal. El imperio
se piensa siempre así. Por eso ahora los pueblos deben de pensarse
de modo también universal, para desmontar y desplomar defini-
tivamente al poder de dominación mundial que, por cinco siglos,
ha desarrollado la lógica de la muerte, llevándonos a esta crisis
civilizatoria que padecemos como el posible fin de la vida misma.
Se dice en geopolítica, que la verdadera política no es la
política
inserciónnacional sino en
estratégica, la política exterior;
el tablero global,por
lo eso,
que esdefine
el modo de
la via-
 

266 Quinta parte: La recuper


recuperación
ación popular de la democracia

bilidad de un proyecto determinado. Es el horizonte mundo,  el


horizonte máximo de inteligibilidad de todo proyecto político. Es
hora de que los pueblos irradien todas sus potencialidades en el
contexto macro, donde se define la efectivización de un nuevo de-
sideratum global. En plena crisis civilizatoria y en una transición
sin fisonomía definida, la humanidad se encuentra hambrienta
de alternativas, sedienta de una nueva esperanza de vida. De eso
depende la existencia nuestra, de nuestros ancestros y de toda la
humanidad.
Quisiera agradecer a los integrantes del taller de la desco-
lonización, mi comunidad de argumentación, con quienes tam-
bién
todo,resistimos
volviendoalagolpe, desde nuestras
ser comunidad. propias trincheras
Convocando y, sobrea
pacientemente
la antigüedad sagrada más antigua y a la antigüedad antigua más
sagrada, para alimentar la fe y la esperanza que querían destruir en
nosotros. En nombre de ellos, un agradecimiento también a todos
los héroes anónimos que, en las redes, las calles, las paredes, los
petardazos, denunciamos la política de solución final que quería el
fascismo imponer y diseminar desde Bolivia a la región.
¡Jawilla! ¡Jawilla”. Nina Achachila, Awicha Inal Mana, Pa-
chaMama, Pachaata,
bido la unción gracias,y porque
de la qamasa como
la ch’ama de pueblo
nuestroshemos reci-y
Abuelos
 Abuelas. Esta lucha no fue sólo de nosotros sino también de ust-
edes. Porque nosotros somos la única razón de la existencia de
Ustedes. Si el enemigo vencía, ni nuestros muertos se hubiesen
salvado, porque si el pueblo perece, perece también la memoria
y la historia, nuestros muertos y nuestras semillas. Pero gracias a
ustedes hemos restituido el ajayu del pueblo ¡Jallalla Boliviamanta!
 
 

§17 
LA DESCOLONIZACIÓN DE LA DEMOCRACIA 
Conferencia pronunciada en el inicio del ciclo: “Pensando el mundo desde la
vida”, realizado en La Paz, el 21 de diciembre de 2020, en el auditorio del
Banco Central de Bolivia.

P or lo general, los que hacen historia, no siempre son recorda-


dos por la  historia.
  historia. Sin embargo, son ellos, los que se consti-
tuyen en pueblo, los que inspiran revoluciones; héroes anónimos
que hacen de su humanidad ejemplo, son ellos los que encarnan
la necesidad de un mundo más justo y digno, por eso, el primer
deber revolucionario es no olvidarlos. A esos héroes y mártires, a
los de Senkata, Sacaba, Yapacaní,
Yapacaní, Betanzos, Montero, Pedregal,
Pedregal, y
muchos más (que la contabilidad burocrática nunca registra), de-
bemos hoy,
hoy, esta nueva oportunidad de cambiar el mundo, nuestro
mundo.

tal vez Nos


no deofrendaron sus vidas(pudimos
modo consciente para vivir haber
en nuestra memoria,
sido nosotros),
pero fueron esas vidas las que cobró el enemigo y su sed de muerte
y venganza.
Por lo general, lo que se suele hacer es dedicarles el minuto
de silencio, pero el silencio ya no nos
n os basta, hay que hablar
hablar,, hablar
de nuestros muertos, para no olvidarles, para que estén siempre
en nuestra memoria, para que qu e no mueran otra vez en el olvido. Es
hora que digamos: ¡Amukim, nunca más!
Quisiera dedicar estas palabras a las víctimas, mujeres y
hombres, niños, ancianos, del genocidio que desató el golpe y
[267]
 

268 Quinta parte: La recuper


recuperación
ación popular de la democracia

la dictadura que nos impusieron en noviembre del año pasado.


ambién en memoria de Orlando Gutiérrez, líder minero que,
en algunas de sus palabras, resumió la contradicción que ahora
también debemos superar, cuando decía que lo curioso era que
muchos “pititas”
“pititas” eran precisamente hijos de ministros del “gobier-
no del cambio
cambio”,”, de los llamados “q’aras”, que empezaron a asaltar
ámbitos de decisión, sin comprender el proyecto plurinacional
que el pueblo se había propuesto. Los seguimos teniendo hoy hoy,, in-
crustándose hábilmente en el nuevo gobierno, al amparo de la
anterior cúpula, que se autoproclama “socialista” para desdeñar
toda crítica.
Pero ojo,mucho
puede enseñar “q’ara”el no es aquél
hermano de tez
David blanca (de esopor-
Choquehuanca), nos
que el problema no es el color fenotípico sino –algo que también
se dio cuenta Fausto Reynaga– el color de la razón, el color de los
pensamientos. Para que aprendamos, la razón no es neutra , tiene
color . Franz Fanon
Fanon lo expresa de esta manera: se puede tener piel
negra y, sin embargo, autonegarse bajo máscaras blancas. Puedo
llamarme indígena, pachamámico, hasta katarista, pero si pienso
de modo “q’ara
“q’ara”,
”, entonces mim i autocontradicción
autocontradi cción sólo me
m e llevará
a la defección, porque la dominación es también una forma de
ar  (como
 pensar 
 pens  (como denuncia la hermana
herman a Patricia Chávez, a los nuevos
intelectuales “q’amiristas”, los que festejan el empoderamiento
económico aymara, homologando al “q’amiri” con el burgués
capitalista, replicando una infame explotación hacia sus propios
hermanos y hermanas, ahora justificada por esta intelectualidad
que se dice aymara; estos producen sin saberlo,
saber lo, lo que llamamos,
capitulación epistémica : ceden nuestros conceptos y categorías a
la academia
luego de los doctorcitos
nos devuelvan, con sorna,de una
la “ciudad letrada”,teórica
normalización para que
de
 

§17 La descolonización de la democracia 269

nuestras perspectivas, para decirnos que no hay novedad, que lo


nuestro es lo mismo, que somos tan ta n dominadores y explotadores
que ellos).
Pero esta reflexión no es para escarmentar culpables sino
para que tomemos consciencia de los límites históricos y teóricos
de las perspectivas que ya han sido superadas por los hechos, y ya
no pueden dar razón de la crisis civilizatoria en que se debate el
siglo XXI. Por eso nos urge estar a la altura del desafío que nos
plantean los retos que debemos enfrentar como humanidad, en
este necesario transito civilizatorio; para ser de nuevo luz para la
humanidad, debemos poder inteligir de mejor modo, en qué con-
siste
nadoese horizonte
el “vivir de sentido político-histórico que hemos denomi-
bien”.
Porque mucha gente que se adhiere al proyecto, puede
creer en el indio, pero como individuo, a quien le imponen como
proyecto único de vida, el “modernizarse”, para que haga del desa-
rrollo y el progreso, su razón de existencia; es decir, bajo máscara
“socialista”, consagrar el horizonte de creencias, prejuicios y valo-
res del propio capitalismo, como el único posible. Esa confusión
es la que no puede superar la izquierda eurocéntrica , que ve como
único proyecto válido, el mismo que nos dominó por cinco siglos.
Porque decíamos, una cosa es creer en el indio y otra, dis-
tinta, es creer en lo que cree el indio. A modo de ejemplo, quien
proyecta una reforma educativa, como la “Avelino Siñani”, pero
tiene a sus hijos inscritos en colegios privados, que más parecen
extranjeros, es porque, en definitiva, no cree en la reforma que pro-
mueve  (y
 (y es curioso, cómo gran cantidad de izquierdistas, dedica-
ron todo su trabajo y esfuerzos para educar a sus hijos en colegios
privados,
chización hasta
de susenhijos).
el extranjero; y el resultado, ¿cuál fue?, la dere-
 

270 Quinta parte: La recuper


recuperación
ación popular de la democracia

Uno puede, de boca para afuera, ser indianista, hasta devo-


to de la coca, pero cuando, por ejemplo, sufre de alguna enferme-
dad, ya no acude a la coca, ¿dónde acude?; no va donde el yatiri,
la amauta o el callahuaya, va al médico, o sea, en el fondo cree en
una medicina que se ha vuelto negocio y tiene toda una industria
farmacéutica cuyo fin ya no es curar
cu rar sino enfermar. Y en la “plan-
“plan-
demia” demostramos, como pueblo, que fueron nuestras yerbas y
plantas medicinales las que nos curaron; pues mientras la gente se
moría en los hospitales, fue en nuestras casas, a base de tratamien-
tos tradicionales y alternativos, que nuestro pueblo alcanzó lo que
se llama la “inmunidad colectiva” (mientras los sistemas de salud,
los hospitales,
mundiales clínicas,
que  jamás  médicos,
  habían
 habían seguían
tomado ciegamente
en cuenta protocolos
realidades como
la nuestra).
En la economía, la política, la ciencia, en la medicina, lo
que emerge como novedad civilizatoria de la cultura de la vida ,
no es persistir en el proyecto moderno-capitalista (creer que la
modernidad es diferente del capitalismo es ya, a esta alturas, una
ingenuidad inexcusable) sino, de modo crítico, trascender ese pa-
radigma y proponernos la forma de vida que expone una resigni-
ficación de la vida, en cuanto “vivir bien”, como su actualización
ante los retos a los cuales nos ha arrojado la crisis que ha provoca-
do la propia modernidad.
Una crítica al capitalismo (o a la medicina convertida en
negocio, por ejemplo) es incompleta si no se hace la crítica al
germen mismo, cultural y civilizatorio, desde donde se produce
una economía de la muerte como es el capitalismo. Si no hacemos
un diagnóstico adecuado de aquello en lo que consiste el tipo de
mundo
hacer unque se ha impuesto
diagnóstico desdecivilizatoria
de la crisis 1492, difícilmente
actual y podremos
el proba-
 

§17 La descolonización de la democracia 271

ble liderazgo que podríamos constituir


constitui r, a nivel mundial, desde ese
nuevo horizonte de vida  que
 que nos legaron nuestros ancestros. En el
tema que nos congrega hoy, pensar una democracia para la vida ,
también precisa de ese diagnóstico.
Porque no es sólo el golpe de Estado que sufrimos el año
pasado sino también el Estado de sitio global impuesto vía cua-
rentena, lo que ha puesto definitivamente en crisis, la democracia
que enarbola los valores liberales-modernos y que promueven los
poderes fácticos y toda la institucionalidad mundial.
Por etimología sabemos que se trata del gobierno del pue-
blo, pero, en los hechos, ninguna democracia (y menos las auspi-
ciadas
popularpor el llamado
hecha “mundo
“mundo libre”)
  nacional.
 nacional.
directriz  Por es
el exponente de la voluntad
contrario, todos aquellos
llamados “regímenes populistas”, donde se pretendería –aunque
sea demagógicamente– exaltar el poder popular, son catalogados
de “antidemócratas”
“antidemócratas” y, y, por consiguiente, señalados mediáticamen-
te como “autoritarios” y “dictatoriales”.
Es decir, la medida de la democracia parece no ser tan de-
mocrática; pues si, por un lado, todos los ideales democráticos
no se discuten, cuando tratan de ser implementados o puestos
en ejecución, entonces resulta que la democracia está en peligro;
y ese es el relato difundido en todos los países donde se amplifica
la democracia; constatando que, no sólo hay un desfase entre las
expectativas democráticas y la facticidad política, sino que se trata
de algo mucho más preocupante.
La idea misma de democracia que expone, no sólo la opi-
nión pública sino hasta el mundo académico y político, es sólo
una forma aparente  que
 que resiste y aguanta todo, un concepto vacío 
que sirve para todo y nada; si incluso el fascismo puede enarbolar
convenientemente sus postulados, entonces es el concepto mismo
el que sufre de una ambigüedad que no es sino el reflejo de la pér-
 

272 Quinta parte: La recuper


recuperación
ación popular de la democracia

dida de sentido de realidad, de un mundo que ha entrado en crisis


y, con él, todos sus principios
pri ncipios y valores.
En ese sentido, cuando nos referimos a la crisis civilizato-
ria , no nos referimos sólo a conflictos sistémicos multiplicados
sino a un colapso existencial que la civilización moderno-occi-
dental expone como los límites  mismos
 mismos de su pretensión de domi-
nación exponencial, es decir, infinita e ilimitada. Por eso la crisis
civilizatoria  que
  que vivimos puede expresarse como una rebelión de
los límites  mismos
 mismos de la vida. En ese sentido, una crisis existencial
globalizada, sería la evidencia fáctica de la incompatibilidad entre
la vida y el tipo de mundo que ha constituido y expandido la mo-
dernidad.
todo indicaPor
queeso se trata de una
la decadencia crisis
de este terminal, porque
sistema-mundo y su sidiseño
bien
geopolítico centro-periferia es innegable, es la propia humanidad
la que no sabe cómo renunciar a la forma de vida que sostiene a
ese mundo y a esa geopolítica.
Por ejemplo: la mayoría de la gente comprendida como
opinión pública mundial, que se conduele de la pobreza y la in-
 justicia reinante, y quisiera colaborar con algo en esa situación; si
se le sugiriese que son sus propias expectativas de vida, sus pro-
pias creencias,
mundial, las quedarían
ciertamente contribuyen a laaproducción
la espalda de la miseria
semejante sugerencia sin
pensarlo dos veces, porque preferirían morir antes de reconside-
rar objetivamente  el
 el sistema de creencias  en
 en el cual crecieron como
individuos egocéntricos (ver Larken Rose: Te most dangerous su-
 perstition).
Pero es ese sistema de creencias , precisamente, el que em-
pieza a desplomarse junto al mundo que, como objetividad, es el
reflejo de una subjetividad social, moderna, burguesa y capitalista
que, aunque vea desmoronarse su mundo, sigue creyendo en él. Por
eso se dice que el mundo es también un estado de consciencia. Si
 

§17 La descolonización de la democracia 273

mi consciencia está en correspondencia, es decir, en sintonía y co-


nexión con el mundo, entonces, ese mundo, aunque esté en crisis
evidente, sigue en pie, porque yo le brindo el soporte energético
que necesita para seguir existiendo. oda la objetividad del mun-
do es producción subjetiva, es decir, un mundo no tiene sentido
en sí mismo, sino para un sujeto, de modo que el impulso vital
que precisa el mundo para seguir viviendo se lo brinda el sujeto.
Entonces podemos advertir que la crisis de un mundo es
también y en mayor medida una crisis existencial que, en defini-
tiva, se expresa porque la vida, el sentido mismo de la vida, es lo
que ha entrado en crisis. Por eso lo que nace en Bolivia, como un
nuevo
entero,horizonte político,la ha
que ha dirigido interpelado
atención de tal modomás
del pensamiento al mundo
crítico
al juicio, ya no sólo de hecho sino de realidad , que ha puesto las
cosas en su lugar
lugar..
El suma qamaña , como horizonte de sentido, apunta pre-
cisamente a resaltar el dato vital que ha puesto al sistema-mundo
en aprietos. Necesitamos, como humanidad, un nuevo sentido de
la vida . Para que la vida siga siendo posible y, sobre todo, vivible,
hay que resignificar el vivir mismo, esto es, ¿para qué vivimos?,
¿cuál es nuestro propósito en la vida?
La discusión política, así como la económica, hace rato que
han dejado de lado estas interrogantes, no sólo porque ya se han
desentendido de la vida sino porque expresan actualmente lo que
son de inicio: un tipo de conocimiento que justifica y legitima
una literal lógica de la muerte. Si el colapso medioambiental es la
consecuencia de la civilización petrolera, el desplome de la con-
fianza moral y social hacia la política es consecuencia también de
esa
paramisma civilización,
beneficio exclusivoque
de promueve unamundo
los ricos del sociedad del progreso
y cuya política
 

274 Quinta parte: La recuper


recuperación
ación popular de la democracia

expresa a sus valores liberales y ahora neoliberales como los únicos 


posibles y deseables.
 Así como el capitalismo necesita de individuos codiciosos,
así también la política necesita de individuos egoístas, para impul-
sar la locomotora del progreso y el desarrollo. Por eso ahora, po-
demos evidenciar, a dónde nos iba a conducir ese tren que, mien-
tras más acelera su motor, más muerte y destrucción provoca su
producción de riqueza. Pero hemos naturalizado de tal forma esa
lógica de muerte, que sólo deseamos “progresar”, “desarrollar” y
“modernizarnos”, porque creemos  que  que ello significa alcanzar bien-
estar y lograr la felicidad. Pero, ¿de qué sirve tener todo si nuestra
vida ya noentiene
en juego estasentido? Y eso, elMientras
crisis mundial. sentido de la vida,
hemos es loingenua-
creído que está
mente que los organismos mundiales, sus protocolos sanitarios y
la ciencia moderna y sus “expertos”, agotan sus esfuerzos por el
bien de la humanidad, déjenme contarles algo:
El laboratorio biológico chino de Wuhan (donde supues-
tamente aparece el covid-19, cuando ya en España y Francia se
reportaron casos tempranos en sus geriátricos, y hasta en USA,
en recintos militares) es propiedad de Glaxo (GlaxoSmithKline
es una de las más grandes empresas farmacéuticas británicas), que
es además propietaria de Pfizer (la compañía farmacéutica gringa
productora de la vacuna anti-covid avalada por la OMS). Ahora
bien, las finanzas de Pfizer son administradas por Black Rock (que
 junto a Vanguard
Vanguard Group, son los dos más grandes bancos de in-
versiones mundiales –por eso son llamados gigabancos– que con-
trolan la mitad del mercado de acciones de Wall Street; los otros
dos son Fidelity FMR y State Street Corp.). Black Rock controla a
Te Economist
información y al Financial
mundial, imes yBlack
como CNN; a los Rock
grandes consorcios
administra de
tam-
 

§17 La descolonización de la democracia 275

bién las finanzas de la fundación de George Soros, “Open Society”


(quienes diseminan en Latinoamérica las ideas conspiracionistas
de una “izquierda maligna”,
maligna”, el “monstruo del comunismo
comunismo”, ”, apun-
tando al Foro de Sao Paulo, el castro-chavismo, etc.), y también,
Black Rock, es operador financiero de la multinacional france-
sa del negocio de seguros AXA, cuyo cliente es la empresa ale-
mana Winterthur, que construyó el laboratorio de Wuhan, y fue
comprado por la multinacional alemana de servicios financieros
 Allianz. Esta multinacional es una gran accionista de Vanguard
Vanguard y
de Black Rock, quienes, ya dijimos, controlan, por mediación de
 Wall
 W all Street, los bancos centrales y administran ⅓ del capital de
inversión global.
de Microsoft y deVanguard y Black
la “Fundación BillRock son grandes
y Melinda Gates”,accionistas
que es, a
su vez, accionista de Pfizer (la avalada para producir una vacuna
obligatoria   a nivel mundial, que sería el nuevo tipo de identifi-
cación mundial y, por supuesto, de un nuevo tipo de control) y
actualmente es uno de los grandes patrocinadores de la OMS.
Si se dan cuenta, se cierra el círculo vicioso a la perfección:
provocan una enfermedad viral de proporciones globales, para
después venderle al mundo la supuesta cura. Pero no se trata del
negocio del siglo, porque el negocio es otro y más siniestro. Ellos
son sólo los beneficiarios de un plan que lo piensan otros. o-
dos ellos estaban en el “Ev
“Evento
ento 201”, simulacro de una pandemia
global que fue realizado en New York, sospechosamente, un mes
antes que se desatara ésta en Wuhan.
Wuhan.
Se trata de un reseteo, a escala mundial, de todo el sistema
económico global, para imponer un orden que beneficie sólo y
exclusivamente al 1% de billonarios mundiales, y ha sido puesto
en marcha conElunasunto
“cuarentena”. ejercicioesmilitar
que ladeeconomía
disuasiónya , llamado
estratégica 
no puede crecer
 

276 Quinta parte: La recuper


recuperación
ación popular de la democracia

más; el capitalismo, como economía del crecimiento ha sobrepasa-


do los límites reales de la vida , pero como se trata de una economía
suicida que, como el cáncer, no puede dejar de crecer, no ve otra
opción que despojarle definitivamente a la humanidad de todo lo
que hace posible su vida. Al sistema ya no le interesa, ni la vida,
ni la humanidad, por eso promueve la Inteligencia Artificial, el
transhumanismo y un paradigma postindustrial.
En ese sentido, la cotización del agua en el mercado de
valores es apenas el inicio de una política que, después de la cua-
rentena global, pretende imponerse como “solución final”. Para
eso incluso están dispuestos al remate de los países centrales, de
su
civilestabilidad
intensiva,yenbonanza,
la propiacomo
USA.lo Los
que ricos
se perfila, como lo
del mundo guerra
ven
como un asunto de sobrevivencia: o ellos (los pobres del mundo)
o nosotros (los ricos). Para la codicia y el egoísmo, hechos forma
de vida, el mundo y la vida no se pueden compartir . Gandhi decía
que “el mundo sobra y basta para todos, pero no para la codicia
de algunos”.
¿Cómo hemos llegado a esta situación? ¿Cómo este
mundo, que ha pregonado los más grandes e irrenunciables valores
valores
humanos en su expansión, desde el 1492, nos ha conducido a esta
encrucijada, a este laberinto sin aparente salida? ¿Cómo hemos
podido aceptar y  naturalizar  un
 un tipo de mundo sin alternativas  y
 y
someternos al fatalismo imperial que nos ha hecho creer que sin
el dólar no somos nada?
Hagamos historia. No la historia que nos han impuesto
los vencedores, sino la historia olvidada, que es la que despierta
en nuestros pueblos el desiderátum histórico de un mundo más
digno, justo,
sufrimos y porlibre
quéy se
verdadero. ¿Dónde nace
oculta sutilmente la dominación
en los que
grandes relatos,
 

§17 La descolonización de la democracia 277

como es la democracia, que promueven los poderes fácticos para


dominarnos cada vez de mejor modo?
En el discurso político, la constitución simbólica del ene-
migo, como lo deducido del desprecio aristocrático al pueblo, tiene
larga data. Escuchen esto (y van a recordar a los golpistas): “¡Qué
afortunada será la República si arroja a esta basura  de
  de la ciudad!
¿Hay algún crimen o  maldad que   él no haya tramado durante los
últimos años? ¿Qué envenenador, qué gladiador, qué bandolero,
que parricida, qué sicario, qué libertino, qué disoluto, qué adúlte-
ro, qué mujer infame, qué corruptor de la juventud, qué corrom-
pido, qué perdido hay en toda Italia que no confiese haber vivido

últimos años con
íntimamente   con Catilina?
sin su ¿Qué ?”.
participación asesinato
Se tratasede
halas
cometido en estos
, de
Catilinarias 
Marco ulio
ulio Cicerón, el mismo homenajeado por la tradición po-
lítica y diplomática occidental, por su célebre retórica que solía
expresarse de este modo: “mi propósito es encontrar la verdad, no
refutar a otro como si se tratara de un adversario”.
adversario”. Pero sólo era
de boca para afuera, porque en los hechos, este Discurso contra Ca-
tilina  retrata
 retrata ese desprecio aristocrático republicano-romano hacia
un dirigente campesino, cuyo único pecado había sido liderar un
levantamiento popular
popular..
Para desgracia del propio Cicerón, el aplastamiento de la
revuelta campesina –que él mismo justifica– sólo traerá como re-
sultado la disolución de la república y la entronización del Impe-
rio. Ese desprecio aristocrático podemos rastrearlo hasta la propia
Grecia, de donde dice la tradición moderno-occidental, procede
la democracia.
En su propia etimología, el demos  no   no es precisamente el
pueblo
expresarcomo nos  puebl
al pueblo imaginamos;
o, podíansi haber
 pueblo los griegos
usadohubiesen querido
el termino laos  y
 y
 

278 Quinta parte: La recuper


recuperación
ación popular de la democracia

no demos , porque demos  se  se refiere a grupos con poder de nego-


ciación, es decir, grupos corporativos que, por ello, defendían
intereses particulares y no, precisamente, el bien común. El de-
mos   griego lo constituían quienes podían ser admitidos en el
ágora  (que
 (que era un lugar sagrado donde se establecían los templos
dedicados a los dioses) a tratar los asuntos políticos; allí sólo
podían estar los varones libres y de ingresos
in gresos solventes (no podían
estar los campesinos, las clases bajas,
bajas , los metecos, los hoplitas, las
mujeres, y peor los esclavos).
escla vos). Por
Por eso, por política, los griegos no
entendían lo que hoy repiten como loros los cientistas políticos,
aquello aludido
aludi do a Aristóteles: el hombre como “animal político”.
 Aris
 Aristótel
tóteles
thropoi es nunc
nunca
phusei a dijopolitikon”
zoon eso. Lo que
(eldijo, en laesPolítica 
hombre , fue: “an-
un viviente que
habita en la polis).
Polis es la ciudad griega. Aristóteles está diciendo que sólo
es ser humano quien habita en la polis griega (para el estagirita,
ni los chinos, ni los semitas y peor los europeos, podían ser con-
siderados auténticos seres humanos). Este argumento es el que
actualiza Gines de Sepúlveda, ya en 1550, para devaluar la hu-
manidad del indio y justificar la guerra de conquista. De modo
que estamos ante una tradición, la occidental, que parte de la de-
valuación e inferiorización del otro, del distinto, pero, además, del
privilegio de la ciudad, como el lugar  de
 de la política, en desmedro
del campo. Esta tradición es la que recepciona la modernidad y
la lleva a sus últimas consecuencias. Porque
Porque el crónico abandono
actual del campo no es algo natural , sino parte de una política
que ya no se funda en el circuito simbiótico que establecen ser
humano y naturaleza, y que siempre preservó y reprodujo el cam-
po, como lugar
su paulatina de la producción y reproducción de la vida, sino
negación.
 

§17 La descolonización de la democracia 279

Esa tradición aristocrática, de desprecio popular, que nace


en Grecia y la desarrolla la Roma republicana y después impe-
rial (y después cristiano-imperial), es lo que ha de constituir el
contenido político de los regímenes monárquicos de la Europa
medieval; es decir, para decirlo en los términos
tér minos de úpac
úpac Katari: lo
que trajeron los invasores europeos, no fueron tradiciones demo-
cráticas sino monárquicas.
ampoco es atribuible a la historia europea la idea de liber-
tad, porque no poseen una genealogía larga al respecto (la libertad
liber tad
personal es algo vagamente entendido por la mentalidad europea
premoderna), es decir, la democracia igualitaria y la libertad, tal
como lascostumbres,
religión, conocemos,y leleydeben muyel Imperio
positiva, poco a Europa. Enheredero
español es lengua,
de la Roma antigua, razón por la cual puede afirmarse que no tra-
 jeron nada parecido
parecido a una tradición democrática. Los Países
Países Bajos
e Inglaterra, los supuestos dos modelos de la democracia europea
no eran sino regímenes monárquicos, hasta de votación clasificada
exclusivamente masculina; los ingleses creen que el inicio de sus
libertades civiles y democráticas se lo deben a la Carta Magna de
1215 del rey Juan, pero en esa llamada Gran Carta sólo se privile-
gia a la aristocracia que, de ser monarquía, pasará a ser oligarquía.
En ninguno de los casos puede hablarse de democracia.
 Y ante la acusación de que aztecas, mayas o incas, sacrifi-
caban constantemente víctimas a sus dioses, es más una leyenda
negra que se ha naturalizado en la cosmovisión moderna que se
formaliza en su ideología por antonomasia: el eurocentrismo; por-
que si de sacrificios y genocidios hablamos, Hispania, el Sacro Im-
perio romano-germánico, la Francia, produjeron, con sus luchas
monárquicas,
más sacrificioslayquema de brujas,
genocidios, porlas cruzadas,
siglos, que la Inquisición,
nunca etc.,
son motivo
 

280 Quinta parte: La recuper


recuperación
ación popular de la democracia

de comparación con lo que supuestamente sucedía en el Nuevo


Mundo. Ni la Roma Vaticana basaba su vida pública en institu-
ciones democráticas. Entonces, reiteremos la pregunta, ¿de dónde
viene la idea moderna de democracia?
El tema más recurrente en las crónicas del Nuevo Mundo,
Mundo,
es el asombro señalado por la libertad personal (no individualista)
de los indígenas; sobre todo aquella autonomía que mostraban
respecto de sus gobernantes y de las altas jerarquías. Ante la mi-
rada absorta de los colonizadores, la vida política indígena se de-
sarrollaba sin liderazgos verticales ni instituciones coercitivas. Los
relatos proto-antropológicos de Louis Armand de Lom d’Arce,
barón de Lahontan,
nes, dice: “nacen comoentrehermanos,
1638 y 1694,libres refiriéndose
y unidos y auno los eshuro-
tan
señor como el otro”. El barón de Lahontan no encuentra otra
palabra para describir
descr ibir aquello que “anarquía
“anarquía”, ”, para referirse a una
forma de vida sin un poder coercitivo que imponga un orden.
El etnógrafo jesuita François Lafitau compara a los mohawk con
los griegos, para describir una vida política muy desarrollada, que
asombró a estos tempranos cronistas que testimoniaron el primer
contacto con los indios del norte y su posterior aniquilación. El
mismo Jean-Jacques Rousseau es impactado por la pieza teatral
“Arlequín sauvage”, que le serviría
servirí a de inspiración para su Discurso
sobre el origen de la desigualdad entre los hombres  (Discours
 (Discours sur l’ori-
 gine et les fondements de l’inégalité parmi les hommes ), de 1754. El
propio Michel de Montaigne en Des Cannibales suivi de des coches ,
de 1580, afirma que los indios “aparecen salvajes respecto a nues-
tras reglas de razón, así como nosotros lo somos ante sus propias
reglas”,
reglas”, dando a entender que los llamados “salvajes“salvajes”” vivían mejor
que ).los “civilizados” europeos (ver Jack Weatherford: Indian Gi-
vers ).
 

§17 La descolonización de la democracia 281

Entre los padres fundadores de USA, Tomas Paine fue


uno de los más importantes políticos radicales que, junto a otros,
tomaron como modelo de organización democrática a los indíge-
nas iroqueses. Parte a Europa en 1787 y allí redacta el libro que
dará el nombre a la Ilustración europea: La edad de la razón, de
1794. Los hallazgos históricos actuales señalan ya
y a que la presencia
europea y hasta norteamericana, en las luchas de Amaru, úpac
Katari y los hermanos Katari, en el sur de la actual Bolivia, do-
cumenta y propaga en el viejo mundo la antorcha de la libertad
indígena, como inspiración de, por ejemplo, la propia revolución
francesa; lo mismo que el proceso emancipatorio de los negros de
Haití,
derno;laesprimera nación
decir, son de hombres
las ideas negros
libertarias libres delindígena
del mundo mundoymo-
no
al revés, las que encienden las banderas libertarias y democráticas
de la propia Europa.
La revolución francesa le debe más a las luchas emancipa-
torias del Nuevo Mundo, que la creencia contraria, que la revo-
lución francesa es   la inspiración para nuestra independencia (la
revolución francesa no sólo guillotina a su reyrey,, también a François-
Noël Babeuf, el líder obrero, a la feminista Olympe de Gouges y,
como para reafirmar que los “derechos universales” sólo son para
los blancos, ajustician también a oussaint
oussaint l’Overture, líder negro
de la negra revolución haitiana). Es la defensa intransigente de
los indios por la libertad, la independencia y una forma de vida
democrática, su legado universal en toda la historia de sus luchas.
Legado que nunca se atribuyeron como propio, pero que desa-
rrollaron de un modo que jamás habrían podido desarrollar los
europeos.
En 1760
 Anishinabe, el jefeSeneca,
Miami, ottawaLenape,
Pontiac Shawnee,
logró reunir a las naciones
Huron, y otros,
 

282 Quinta parte: La recuper


recuperación
ación popular de la democracia

en contra de los británicos. Pontiac decía: “sólo hay un propósi-


to: exterminarnos; sólo una respuesta: la unión ante enemigo tan
poderoso”; esta unión (que resiste la invasión inglesa por casi una
década y demuestra que fueron siempre los indios el ejemplo que
las independencias de las colonias continuaron) tomó el carácter
de una confederación, similar a la primera democracia de Améri-
ca: la confederación de las naciones Onondaga, Oneida, Mohawk,
Seneca y Cayuga (donde aparece una legislación envidiable aun
hoy en día, de convivencia política en la diversidad y el respeto
mutuo, en gran parte inspirada por aquel legendario líder Huron
más conocido como “el Gran Pacificador”), la confederación de
los Haudenosaunee
Franklin o pueblos
propone como iroqueses
el modelo (modelo
a seguir para laque Benjamin
constitución
futura de los “Estados Unidos de América”). Esta confederación
es la primera experiencia de federalismo que se conoce y se basaba
en una idea conocida por nosotros, la autodeterminación  de los
pueblos (que aquí fue instrumentalizada, por la oligarquía orien-
tal, en los términos de una autonomía funcional a los grupos de
poder local).
En ese sentido, podemos afirmar que, las nociones que el
mundo moderno ha diseminado en cuanto idea democrática, ba-
sada en postulados igualitarios, división equilibrada de poderes
(mucho antes que a Montesquieu se le “ocurriese”) y gobiernos
federados, nacen de la influencia indígena entre 1607 y 1776. Son
los indios iroqueses y algonquinos, en la posterior USA, los verda-
deros “padres fundadores” que diseminan la idea de la libertad y
también autores del primer nombre que tuvo la propia ONU: La
“liga de las naciones” (hasta son los indios los verdaderos autores
de la emblemática
indios wampanoag,fiesta
“todogringa
lo que del “Tanksgiving
tenemos day”:
es un regalo para los
del Creador
 

§17 La descolonización de la democracia 283

y por eso damos las gracias ”;


”; por eso el “Día de Acción de Gracias”
Gracias”
era la base de toda su vida ceremonial: “compartir es una obliga-
ción, si no compartimos, ya no hay razón para que el Creador
continúe regalando sus dones
dones”).
”).
Pero la mitología moderna, fundada ya en esa clasificación
antropológica  que
  que había producido el racismo metafísico moder-
no, como una naturalización  de las relaciones de dominación, bio-
logizando las diferencias culturales e inventando el relato de que
hay superiores  por naturaleza  e
  e inferiores; no podía constituir a
Europa y lo “blanco” en centro ontológico y geopolítico, conci-
biendo una reivindicación de sus víctimas, porque eso significaría
la aceptación
no podían ser de lo perverso
víctimas del proyecto
; paramoderno
sino inferiores  (susesevíctimas
afirmar, de modo,
la exclusiva superioridad blanco-moderno-europea).
La modernidad es un proyecto de dominación exponencial
y eso significa la imposición mitológica e ideológica de su centrali-
dad , es decir, hacer de su particularidad, un dogma universal.
uni versal. Esta
visión provinciana de una Europa que siendo nada, antes de la
conquista e invasión del Nuevo Mundo, y que, gracias al despojo
continuo y sistemático de toda la riqueza nuestra, se constituye en
poder mundial y referencia única de humanidad, es lo que cons-
tituye a su ideología matriz: el eurocentrismo (el éxodo cherokee,
más conocido como el “camino
“camino de las lágrimas”, fue el éxodo obli-
gado, en su propia tierra, de cientos de naciones indígenas, con
excepción de aquellas que fueron exterminadas por el sólo hecho
de amar su propia tierra; tarea que realizaron, del modo más dili-
gente, aquellas “grandes” figuras que homenajea el país del norte,
como George Washington, quien, en plena guerra contra los bri-
tánicos, ordena alygeneral
nación iroquesa John Sullivan
la expulsiónSde
ullivan
todalasuinvasión
gente, de la próspera
además de la
 

284 Quinta parte: La recuper


recuperación
ación popular de la democracia

destrucción de su capital: Onondaga; o Andrew Jackson, quien,


como antes William Henry Harrison, usa su fama de exterminar
indios para alcanzar la presidencia; tales ejemplos muestran el ca-
rácter perverso e inmoral de los gobiernos que se sucedieron en el
norte, fieles al eurocentrismo, como la ideología pertinente de toda
vocación imperial moderna).
Por eso, cuando afirmamos que la izquierda y el marxismo
del siglo XX son eurocéntricos , nos referimos a la ya naturalizada
creencia , gracias a la ciencia y filosofía modernas, de que todo lo
premoderno no es sólo anterior sino inferior  y   y que toda la anti-
güedad no tiene sentido en la sociedad del progreso y del futuro
(como
es la quese comparte
concibe, a–con
sí misma, la sociedad
la derecha– moderna).
la izquierda Esta creencia 
eurocéntrica  y el 
 y
llamado socialismo del siglo XX, y lo que le impidió destacar que
lo más genuino de la lucha revolucionaria no estaba en sus manua-
litos universalistas sino en lo más propio de su pueblo.
Pongamos este ejemplo: Cuando Lenin redacta sus res
 fuentes y tres partes integrantes del marxismo, y señala que son la
economía política inglesa, la filosofía clásica alemana y el socialis-
mo utópico francés, olvida que Marx mismo subtitula a El Capi-
tal : Crítica al sistema de categorías de la economía política burguesa ,
es decir, cómo podría ser fuente de su pensamiento algo a lo cual
le está haciendo la crítica; segundo, Marx nunca había reivindica-
do a la filosofía alemana en su totalidad sino a la trad ición crítica  
tradición
de la deutsche wissenschaft ; es más, podríamos decir, basándonos
en Michell Lowy, que el 50% del lenguaje de Marx es romántico
alemán, quienes, por ejemplo, a decir del poeta Novalis, se inven-
tan el concepto de “antigüedad”
“antigüedad” (que no tiene más de dos siglos de
vigencia),
la presenciaque, desde su
constante deexamen de bachillerato
citas bíblicas, hastaoElcristianas,
ya sean judías Capital ,
 

§17 La descolonización de la democracia 285

hacen de la teología un componente imprescindible del lenguaje


de Marx.
 Ahora, a propósito del socialismo utópico francés, Lenin
ignora y,
y, con él, todo el marxismo posterior eurocéntrico, de dónde
surge ese socialismo (considerado “padre” del socialismo científi-
co). Hagamos otra vez historia. Los clásicos de la literatura utó-
pica europea siempre fueron omas
omas Moro, Campanella y Francis
Bacon. Moro escribe Utopía   en 1516, basando su idea de una
ciudad perfecta, en relatos de viajeros al Nuevo Mundo (como
las discutidas cartas de Américo Vespucci); omasso Campane-
lla escribe Civitas Solis, en 1623, donde describe rapobana, una
ciudad
Francis hallada
Bacon, en una expedición
cuando describe Lamarítima al Nuevo
nueva Atlántida  , enMundo;
1622, loy
hace en referencia al Perú. Es decir, esa literatura utópica nace de
innumerables relatos de las formas de vida de los indígenas del
Nuevo Mundo.
Pero veamos algo más; ese otro encubrimiento que produ-
ce el eurocentrismo moderno. Las Reducciones jesuitas en América
habían servido de modelo para imaginar aquel paraíso bíblico que
postulaba la cristiandad latina (y la cristiandad
cr istiandad protestante, que se
continúa en el norte de América). En Europa no tardó en aparecer
una variada literatura al respecto, pues los jesuitas controlaban
gran parte de la educación en los países europeos, por tres siglos
(el mismo Descartes se formó en La Fleche, escuela jesuita); lo
cual no disminuyó con la expulsión de la orden jesuita del Nue-
vo Mundo, en 1767. Esa literatura y la misma experiencia en las
Reducciones que los jesuitas expulsados llevaron a los países de
Europa es lo que produce, con el tiempo, al llamado “socialismo
utópico”; de modo que
cialismo científico” no sería
es nieto una exageración
del socialismo decir que eljesui-
que practicaban “so-
 

286 Quinta parte: La recuper


recuperación
ación popular de la democracia

tas e indígenas en las Reducciones, pues no sólo se comportaban


de acuerdo a la ética de los primeros apóstoles (que “todo lo com-
partían en común y daban a cada quien lo que necesitaba”) sino
al modo de vida que los propios guaraníes habían desarrollado en
busca de la “ierra
“ ierra sin Mal”.
Lo que la izquierda eurocéntrica  comparte
  comparte con la derecha,
es la visión eurocéntrica   que no le permite advertir que lo más
genuino de nuestro pueblo es aquello que, como hilo conducti-
vo, ha estado siempre presente en el modo de ingreso de las luchas
indígenas en la vida política; esto es, la defensa de la  forma comu-
nidad , como crítica a la forma sociedad  que
 que impone el capitalismo
como el tipo deesubjetividad
nes mercantiles queynecesita
instrumentales para impulsar
de exaltación relacio-
del egoísmo y el
individualismo como forma de vida social  que   que impulse al propio
capitalismo. Así como el derecho liberal, la  forma sociedad  que
  que se
presenta como superación de la comunidad
comuni dad (ya llamada “arcaica
arcaica”,
”,
es decir, inferior ),
), son los meta-relatos que justifican y legitiman
al capitalismo.
La teoría política que expresa ya estos prejuicios modernos
es Hobbes. En el Leviatán de 1561, seculariza aquella idea negati-
va que necesita la modernidad para devaluar la humanidad del ser
humano, para explotarlo, dominarlo, aniquilarlo, sin conciencia
de culpa: el hombre lobo del hombre, homo homine lupus . Por
ello no ahorra palabras en señalar que “los salvajes llevan una vida
solitaria, pobre, sucia, brutal y breve”, sin darse cuenta que esa es
la condición que les dejó la conquista y el genocidio continuo.
Ese tipo de descripción negativa pretende que sea universal, para
promover la idea del Leviatán, es decir, el sometimiento absoluto
para,
senciasupuestamente,
en Inglaterra y “no
salvarnos del salvajismo”
 precisamente (que Hobbes pre-
en América).
 

§17 La descolonización de la democracia 287

Por eso no es de extrañar que el racismo se haga ilustrado 


y exprese a las mentes más penetrantes de la ciencia y filosofía
modernas. Voltaire por ejemplo se pregunta: ¿cómo Dios puede
poner un alma pura en un cuerpo tan negro? O Kant, que, en sus
Disertaciones antropológicas  de
 de 1772, afirma que los indios
i ndios “no
“no son
aptos para la civilización, incapaces de gobernarse y están desti-
nados al exterminio”. Para Hegel, en su Filosofía de la Historia , el
negro “es un hombre en bruto (…) que no ha llegado a la intui-
ción de ninguna objetividad” (las potencias europeas que se repar-
tieron el África, en la Conferencia de Berlín de 1885, produjeron
este tipo de ideólogos que eran la vanguardia intelectual que
consagraban,
como Leopoldo comode“acto civilizatorio
civilizatorio”,
Bélgica, que puso”, los
sugenocidios de susde
cuota personal reyes,
15
millones de seres humanos muertos en el Congo, a la infinita lista lis ta
de muerte que cargan Europa y USA), y en referencia a México y
Perú señala Hegel que “son culturas meramente particulares, que
expiran en el momento en el que se les aproxima el Espíritu (sowie
der Geist sich ihr näherte). La inferioridad  de
 de estos individuos, en
todo respecto, es enteramente evidente”.
odos esos prejuicios conforman a la racionalidad moderna  
y atraviesa sus ciencias y su filosofía. Por ello no es extraño que,
formándonos en ese tipo de conocimiento, acabemos desprecian-
do todo lo nuestro y, de ese modo, amputemos de nuestras pro-
pias expectativas lo que podría significar una real liberación de
todo aquello que impide nuestra propia autodeterminación.
De eso precisamente se constituye una democracia, cuan-
do el demos  expresa
 expresa al pueblo en tanto que pueblo; no al mero con-
glomerado social que puede incluso apostar por el fascismo, como
vimos en laverdadera
tita”. Una insurrección oligárquica
democracia sólodisfrazada de “revolución
puede constituirse comopi-
la
 

288 Quinta parte: La recuper


recuperación
ación popular de la democracia

expresión más genuina de la autoconsciencia popular, que no pue-


de ser una abstracción, sino lo más propio como raíz indígena he-
cho horizonte político. En ese sentido, el “proceso de cambio”
cambio” será
de nuevo inspirador, cuando contenga de modo constitutivo a la
revolución democrático-cultural , que quería ser el acento singular
de una revolución en la propia revolución. Entonces, definamos
“proceso de cambio”: “es el máximo potencial de la nueva disponi-
bilidad común que se articula en torno al horizonte propuesto por
el nuevo sujeto plurinacional, es decir, indígena”.
indígena”.
Por eso, si el “proceso de cambio” no contiene la radica-
lidad de ser un  proceso constituyente , entonces no tiene sentido;
acaba
Estadosiendo un episodio más
moderno-colonial. en el dramaende proceso
Constituirse recomposición del 
constituyente 
significa constituir al sujeto del cambio  como impulsor, autor y
creador de la nueva objetividad en cuanto Estado plurinacional
comunitario. En ese sentido, apostar por el “vivir bien”,
bien”, como ho-
rizonte de vida, es algo mucho más complejo que ser simplemente
de izquierda o de derecha. Si la izquierda pretende no sólo actua-
lizar su presencia política sino refundar sus propias expectativas,
debiera ser consciente de la trampa eurocéntrica   en la que caen
sus premisas y postulados, y empezar a reconocerse en el pueblo
que dice representar, y apostar por aprender de ese pueblo la idea
de democracia queq ue ha sido siempre patrimonio indígena-popular,
indígena-popular,
pero nunca reconocido como el verdadero horizonte político que
debiera guiar la praxis revolucionaria.
Porque un pueblo se hace pueblo, en la medida en que es
portador de un nuevo espíritu, queq ue es capaz de encarnar un nuevo
nu evo
sentido civilizatorio (el “suma qamaña” o “vivir bien”). En esa me-
dida es que un
de creencias pueblo es desde
y producir, capazsí 
de, su
transformar su propioentonces
propia liberación; horizonte
es
 

§17 La descolonización de la democracia 289

cuando activa su máximo de disponibilidad común y se hace poder


(ese es el poder como facultad, no como propiedad). Ese producir
desde sí  es
 es lo que de cultural posee lo revolucionario de su proce-
der, porque acudir a sí mismo es despertar desde su propia historia
como en quien se redime toda la historia .
Por ello hay que trascender los 500 años de dominación
moderna y convocar lo milenario-originario ausente todavía en la
proyección utópica de una revolución global. Una verdadera re-
volución, si es tal, sólo podría serlo si se asume como restauradora
de lo sagrado de la vida. El espíritu de los tiempos ya no pertenece
al Occidente moderno. Más bien Occidente comparece hoy en el
tribunal de la historia.
do. El cóndor Nopresagian
y el águila todo se define en eltiempo,
un nuevo reino deque
estenos
mun-
ha
escogido, porque la promesa utópica se transfiere históricamente
y, como pueblo, nos encontramos en las condiciones de redimir
toda la historia pasada . La democracia que emerja de nuestra pro-
pia historia, nos impele a definir en el presente todas las luchas pa-
sadas . Porque lo político de la existencia no se decide tanto en el
presente en tanto presente sino en la  fidelidad
 fidelidad a nuestro pasado. El
verdaderoo juez es el pasado.
verdader
 

§18
BOLIVIA: LA INSURRECCIÓN OLIGÁRQUICA CONRA
EL “ESADO PLURINACIONAL”
Entrevista realizada por la filósofa Katya Colmenares, del
Entrevista
Instituto Nacional de Formación Política, INFP-México,
el 16 de octubre de 2020.

atya Colmenares : Con la victoria de López Obrador


Obrador,, AMLO,
hemos comenzado la construcción de la Cuarta transforma-

ción de México (4), precedida de la Independencia de México,
la Revolución Mexicana y la Reforma. La 4 vendría a completar
un proceso de empoderamiento del pueblo mexicano que supone
llevar a cabo una Revolución de consciencias en virtud de que el
pueblo pueda convertirse en la fuerza dirigente de este país. El
INFP ha inaugurado sus trabajos precisamente en este contexto,
para apoyar la revolución de las consciencias, facilitando materia-
les para la formación política y contribuyendo a la construcción
de redes que puedan servir de base a la organización política del
país. Se está trabajando a nivel de todo el país en ese sentido y en
ese esfuerzo se inscribe también la fundación de ENFP que hemos
lanzado apenas hace dos meses. Para comenzar esta entrevista, te
preguntaría ¿cómo pensarías tú la Formación Política
Política con el obje-
tivo puesto en llevar a cabo una Revolución de las Consciencias?
Comencemos por ahí, la idea es que vayamos avanzando hacia las
reflexiones que tienes desde el proceso de Bolivia, precisamente
para aprender las lecciones de nuestro país hermano.
[291]
 

292 Quinta parte: La recuper


recuperación
ación popular de la democracia

Rafael Bautista S .:.: En primer lugar, habría que clarificar qué tipo
de consciencia ha producido la “colonialidad” moderna en la for-
mación social y política de nuestros países; me refiero al tipo de
consciencia que ha producido en la subjetividad de los domina-
dos como, lo que llamo, consciencia periférica , o sea, consciencia
satelital , como aquel tipo de subjetividad que nunca se toma como
centro a sí misma , por lo tanto, siempre vive pendiente de un cen-
tro de referencia ajeno que prácticamente le ordena qué hacer,
hacer, qué
pensar, qué proyecto impulsar, qué política asumir, etc., lo cual
conduce, entre otras cosas, a nunca tener autonomía de decisión.
Este es un fenómeno que ni siquiera Quijano ha podido detallar,
es decir, Así
¿encomo
qué consiste la “colonialidad
yo lo estoy del poder”?
viendo, la “coloniali
colonialidad
dad del poder
poder””
puede ser mostrada como la transferencia sistemática de soberanía al
centro del mundo. Esa transferencia unilateral de soberanía, es trans-
 ferencia
 feren poder , que en última instancia sería transfe-
cia de voluntad de poder 
rencia de voluntad de vida , cesión de plus-vida , que literalmente unge
de poder real al centro del mundo, o sea, al centro imperial.
No solamente se transfieren materias primas y recursos
energéticos, se transfiere plus-vida , que es aquello con lo que se
llena el centro y produce la realización plena y absoluta de su poder  
en cuanto poder imperial y poder universal.
La “colonialidad del poder” provoca
provoca que los poderes locales
no tengan ningún tipo de irradiación más allá de lo que establece
el poder imperial y esto se da en todos los ámbitos, desde los aca-
démicos hasta los artísticos, desde el económico hasta el político,
se da en todo nivel, por eso decimos que se trata de transferencia
de voluntad de vida , de poder soberano.
oda
nacional, producción,
termina que podría
siendo simple ser propia
renuncia y asumida
a producir-se como 
a sí mismo
 

§18 Bolivia: la insurrección oligárquica  contra


 contra el “Estado plurinacional” 293

y anularse  como
  como mero consumidor de lo que el centro produce
(por esa cesión que hace la periferia, como riqueza plena cedida ). ).
Por eso el Imperio piensa de modo universal y a su periferia la
condena a no pensar y nunca tomarse, a sí misma, como referen-
cia propia. A lo cual, hay que subrayar: para ser verdaderamente
universales, hay que ser primero profundamente locales; y una
consciencia satelital  nunca
 nunca empieza siendo local, o sea, nunca se ve
a sí misma como centro de sus propias perspectivas.
Entonces, si nos damos cuenta, ese es un factor decisivo
para describir en qué consiste la consciencia colonial, la subje-
tividad colonial o, lo que preferimos llamar, la colonialidad sub-
 jetivada ; desde
aprendizaje ahí oel de
formal asunto ya no sies semeramente
educación, teórico o de
quiere, procedimental.
Pasa por algo mucho más profundo; pasa por un ejercicio hasta
de “exorcismo” de esta segunda naturaleza, que, como un virus
invasivo, prácticamente nos condena a ser consciencia periférica ,
condenados a estar siempre en torno a un centro que nunca es el
nuestro sino en contra nuestra.
 Ahí nos condenamos siempre a ser, ya no sólo lo que dice
Dussel, “sucursaleros” del centro en todos los aspectos, sino que
básicamente nos privamos de nuestra propia voluntad de vida;
transfiriendo voluntad de vida  a  a un centro que recibe esa voluntad
de vida como una “unción”, si se quiere, hasta superlativa, que la
propia periferia le ofrece y,
y, tiene, como consecuencia inversa, en la
propia periferia, la deshumanización plena y absoluta de todas sus
capacidades morales, intelectuales, teóricas, productivas, etcétera.
Las propias élites del tercer mundo, como ejecutores de
esta situación, renuncian de modo voluntario a ser hacedores y
productores
diendo eso alde su propio
centro poder,
del mundo
mun de su soberanía
do y privándose de decisión,
(y privando ce-
a su pro-
 

294 Quinta parte: La recuper


recuperación
ación popular de la democracia

pia nación) de voluntad de vida, que, de modo unilateral recibe


el centro imperial como la magnificación absoluta de sus posibi-
lidades, que, y señalamos, por dialéctica inversa, se manifiesta en
nosotros como imposibilidades, en todos los aspectos. Entonces, el
ser consciente de eso es básicamente entender,
entender, por qué una revolu-
ción, en la propia subjetividad, tiene que ver con superar este tipo
de percepción de sí mismo como el mero reflejo de la percepción
imperial. En ese sentido, “argumentar contra sí mismo”, es la con-
secuencia de ser consciencia periférico-satelital .

Katya Colmenares : Entonces digamos la formación política como


medio para laarevolución
buir primero de las de
la comprensión consciencias
cómo nos tendría
hemos que contri-
constituido
subjetivamente como colonia, pero también será necesario que la
consciencia emprenda el camino de la voluntad práctica, hacia la
construcción y la organización política de un proyecto en concre-
to. ¿Ahí qué papel tiene la formación política y cómo tendría que
ser esta formación política?

Rafael Bautista S.: eniendo como referencia siempre a Bolivia,


nosotros, en el aller de la Descolonización, lo que hemos adver-
tido es que, esto nos conduce a una transformación que no es
simplemente teórica o política sino existencial; es decir, tiene que
producirse en cuanto “cambio de vida”.
vida”.
La descolonización implica un proceso de “limpieza” de
todo aquello que nos ha constituido como colonialidad subjetiva-
da, es decir, como dominación natur alizada ; eso pasa por enfrentar
naturalizada 
al propio sistema de creencias  y
  y proponerse existencialmente una
nueva
o tomar , es decir,
creencia 
consciencia inevitablemente
de las pasa por la tematización
estructuras mítico-simbólicas que nos
 

§18 Bolivia: la insurrección oligárquica  contra


 contra el “Estado plurinacional” 295

presuponen, y eso es lo que puede dar origen a producir una nue-


va sensibilidad ; sin un nuevo sentimiento no puede haber un nuevo
 pensamiento, porque la razón sólo puede objetivar en conceptos (o
sea, conocimiento), lo que ha vivido en cuanto experiencia.
La única forma que uno tiene de descreer  definitivamente
del sistema de creencias  que
 que ha producido la modernidad en nues-
tra propia subjetividad, es producir una especie de “exorcismo”
en uno mismo; eso paralelo a un tipo de formación política en el
mejor de los sentidos, y acompañado de una necesaria restaura-
ción de lo ceremonial y ritual que poseían nuestras culturas.
 Aquí en Bolivia, nosotros hemos descubie
descubierto
rto una cosa:
cuando
la famosalos“extirpación
españoles ende
la conquista pretendieron
las idolatrías”, concluirlatenía
que básicamente con
el propósito de sacarle el alma al indio, nuestros sabios respon-
dieron con el “taki unquy”; una práctica ceremonial que cumplía
la función de “exorcismo”, en el sentido de extirpar  el   el espíritu
invasivo que vino con la conquista; que no solamente destruyó
los templos, aniquiló a nuestros sabios, amautas, quemó nuestros
códices, quipus y en general el conocimiento de nuestras cultu-
ras; sino que, en última instancia, siempre se propuso extirparnos  
el “ajayu”, el espíritu mismo, que es como la vida para nuestros
pueblos.
Reponer el espíritu, el “ajayu” es algo que al pueblo le ha
costado entender, advertir; pues mientras más las relaciones mo-
derno-capitalistas se expandían, no solamente en la ciudad, sino
incluso en el campo, más se desplegaba ese espíritu invasivo que,
bajo la consigna de la “modernización”, lo que hace es apagar la
capacidad popular de liberación mediante el abandono paulatino
de lo más nuestro,
ritualidad propia. desde los alimentos, la medicina, hasta la espi-
 

296 Quinta parte: La recuper


recuperación
ación popular de la democracia

Entonces, una formación política vista de modo clásico no


sirve, si no es acompañada por esta necesaria vuelta al carácter es-
piritual que nuestros pueblos habían desarrollado en consonancia
con una forma de vida “natural”,
“natural”, es decir, de respeto con la fuente
de la vida; y esto pasa por insistir en la recuperación de esa viven-
cia telúrica, que la política, hasta de izquierda, nunca ha tomado
en serio.
Por ejemplo, el hecho de “waj
“wajtar”
tar” (ofrendar como permiso,
permis o,
como agradecimiento) antes de hacer una reunión. En el all aller
er de
la Descolonización hemos trabajado algo que, a Karl Otto Apel (el
máximo representante de la “Ética del Discurso”), en su exposi-
ción
falta: del
un concepto de la que
capítulo serio “comunidad idealel de
nos indique modoargumentación”, le
de ingreso a una
“comunidad de argumentación”, y eso nuestros pueblos lo tenían
bien claro.
No se ingresa directamente a una “comunidad de argu-
mentación” de modo práctico social, cumpliendo sólo formali-
dades. Hay que ingresar de modo ritual . Por ejemplo, los indios
de Norte América antes de conversar fuman la pipa; aquí, antes
de conversar nos “pijchamos” coca, ¿por qué?, porque necesitamos
 generar el ambiente ideal para que la discusión no se haga pelea,
sino que se convierta en diálogo. Así se produce, de modo real ,
una “comunidad ideal de argumentació
argu mentaciónn”, es decir, se generan las
condiciones plenas para que podamos crear  palabra,
  palabra, ya no sola-
mente palabra viva, sino palabra dulce y pacificadora, limpiadora
y curadora.
En la “wajta” siempre invocamos a los ancestros, siempre
invocamos al pasado, a la antigüedad sagrada , para que ellos tam-
bién sean participes
parti cipes
ces, recuperar de la “comunidad
los rituales de es
ceremoniales argumentación”. Enton-
fundamental, porque
 

§18 Bolivia: la insurrección oligárquica  contra


 contra el “Estado plurinacional” 297

eso nos conduce a poder producir un nuevo sistema de creencias  


y eso es, en definitiva, el parteaguas que hace posible generar un
nuevo sentimiento, una nueva sensibilidad , que es la base de todo
nuevo pensamiento.
Cuando esa nueva creencia la asumes ya de modo cons-
ciente y, paralelamente, realizas su articulación con una adecuada
formación política, entonces se empiezan a desmoronar todas las
falacias y las miserias en las cuales se revuelca el mundo moderno
y el capitalismo. Ahí es cuando empiezas a ver que, lo que comes,
lo que piensas, lo que vistes, lo que lees, lo que aprendes; todo eso,
está pensado y producido para hacernos miserables, para quitar-
nos la voluntad,
Descubrireleso,
alma.
en uno mismo, es fundamental; si la for-
mación política no tiene ese componente, es una formación sólo
superficial y no toca el meollo del asunto que es, sacarnos ese virus
invasivo llamado “modernización”
“modernización” que, mediante sus propios mi-
tos, como son el “desarrollo” y el “progreso”, básicamente opera,
en nosotros, una segunda existencia que nos toma como simples
mediaciones para que se reproduzca, se renueve y se restituya el
espíritu depredador de la modernidad y el capitalismo.

Katya Colmenares: En México lo tenemos doblemente difícil en


ese sentido porque en Bolivia todavía hay una población origi-
naria mayoritaria pero aquí la mayor parte de la población de las
urbes es moderna, o sea, es mestiza y hay un empobrecimiento
muy fuerte de la cultura, entonces no tenemos ese bagaje ni esas
raíces tan cercanas, o sea, las hay en los pueblos originarios, pero
realmente pensemos que ahorita están en menos del diez por cien-
to de la población de México
México..
 

298 Quinta parte: La recuper


recuperación
ación popular de la democracia

Rafael Bautista S.: No te creas que aquí es tan distinto. El golpe en


Bolivia fue también provocado por ese racismo solapado a nom-
bre de modernidad que impacta sobre todo en sectores populares
(quienes históricamente son los más excluidos del “goce moder-
no”); por ejemplo, cuando se tiene poder adquisitivo para com-
prar un celular, cambia las nociones y los parámetros del horizonte
de expectativas que se tiene, modernizándolas . ¿Dónde se podría
incidir para que esto sea posible de interpelación en las propias
expectativas?
La juventud actual está inclinándose, aunque sea de modo
romántico, a estas opciones llamadas “ecologistas”;
“ecologistas”; lo que llaman,
por
cha ejemplo, la “comida
para introducir consciente”; por
esta tematización del ahí se puede
“retorno a lo abrir bre-
natural”,
de la recuperación de lo espiritual y ceremonial en nuestras vidas.
El ecologismo ahorita es una puerta que nos puede servir para
recuperar lo espiritual que hemos perdido, lo mismo que un ali-
mento consciente, para aprender a valorar lo nuestro. Esta moda
de “volver a lo natural” debe dejar de ser moda y hacerse apuesta
de vida ; abrir capítulos referentes a eso, en la formación política,
es necesario; además de permitirle al individuo sentirse como en
una verdadera comunidad, en la cual, la producción no es mera
producción sino lo que produce humanidad.
Por ejemplo, la “Escuela India de Warisata”, aquí en Bo-
livia, era una escuela productiva; los estudiantes no solamente
aprendían, sino que producían, sembraban, cosechaban. Yo creo
que ahorita una “escuela de formación política” debe ser al estilo
de Warisata; es decir, tiene que promoverse una generación de
cuadros políticos que sepan qué significa producir el alimento, es
decir,
mar suqué significa
sistema producir; ahí
de creencias  la vida . Y desde ahí
la formación empezaryaencaja
se cualifica transfor-
ya
 

§18 Bolivia: la insurrección oligárquica  contra


 contra el “Estado plurinacional” 299

no solamente en el deseo de liberar al pueblo o producir un mun-


do nuevo, sino que se hace efectiva actualidad en uno mismo: uno
mismo tiene la experiencia de cómo su vida se está transformando
para bien, y eso es lo que genera en uno lo que llamo consciencia
anticipatoria , es decir, anticipar en uno mismo el mundo que quere-
mos proyectar .

Katya Colmenares:  Efectivamente ese podría ser el camino para


descubrir,, como diría Hinkelammert, “el circuito natural de la re-
descubrir
producción de la vida” que sería no un modelo utópico a seguir,
sino un horizonte para analizar las condiciones de posibilidad de
la vida humana
ducción y producirlaalternativas
que ha impuesto modernidad. prácticas al modo de pro-
 Ahora bien, pensando en la formación política que qu e llevó a
cabo el proceso de cambio en Bolivia, ¿cómo se puede entender
lo que está pasando ahora?, ¿qué se hizo en formación política?,
¿qué no se hizo?, ¿qué faltó? y ¿cuál es tu lectura en ese sentido
para poder comprender lo que está sucediendo? Porque de alguna
manera, procesos como el de México nos estamos mirando en un
espejo a propósito de lo que podría pasar también acá si es que
no se hace un cierto trabajo de formación política. Nos llama la
atención que Evo Morales llegó a la presidencia con una aplastan-
te mayoría y con un pueblo sumamente organizado, era común
ver a la gente de a pie reunida en las calles tomando decisiones en
asamblea. ¿Qué pasó durante estos 13 años en los que Evo Evo Mora-
Mora-
les ocupó la presidencia respecto a la formación política?
polític a? ¿Por
¿Por qué
cuando viene el golpe no vimos inmediatamente toda esa orga-
nización popular que había cuando él llegó? Recién después de 9
meses pareciera que poco a poco el pueblo comienza a despertar
despertar..
 

300 Quinta parte: La recuper


recuperación
ación popular de la democracia

Rafael Bautista S.: Se descuidó por completo la formación; pero


estoy hablando de “formación” en el pleno sentido de lo que eso
significa, digamos como la conformación del sujeto de la revolu-
ción, es decir, la formación del “hombre nuevo”, como decía el
Che.
No hay que olvidar que Evo procede de una escuela sin-
dical. Y “escuela
“escuela sindical” es, entre comillas, porque
porqu e básicamente
los dirigentes se forman de modo improvisado, a la sazón de la
lucha política. ¿En qué consiste la escuela sindical?; en una que
otra charla de algún intelectual, que suele, por lo general, hacer-
les un análisis de coyuntura. Pero eso no es “formación”, eso no 
es
vo escuela. Mucha
en ámbitos dirigenciaprovienen
de decisión, que, en el de
gobierno del MAS,
esa tradición estu-
sindical,
es decir, nunca vieron a la formación como algo fundamental.
Muchos de los dirigentes sostenían: “yo no me he formado y
mira, he llegado a ser dirigente máximo o diputado
di putado”.
”. En el fondo
piensan que la formación no es tan necesaria. Entonces, cuando
el MAS asume el gobierno, los propios dirigentes descuidan la
formación política de las bases, porque ellos mismos no proce-
den de la experiencia de una sistemática formación política.
 Algunaa vez, uno de los que tenía
 Algun teníann un puest
puestoo de deci
deci--
sión me confesó: “hemos confundido formar con informar”. Se
acostumbraron a “informar”. Para ese tipo de dirigencia, que se
hace en la lucha y llega a instancias de poder, la formación es
secundaria, porque
porqu e la lucha misma lo es todo; entonces eso suele
degenerar en la mera astucia y persuasión como mérito político
y creen que les basta aquello cuando ya se trata de ejercer  poder.
 poder.
Ellos mismos han sido producto de una experiencia que
no
quehale sido de las mejores.
ha acompañado Poresejemplo,
a Evo, productocasidetoda
una la dirigencia
lucha suma-
 

§18 Bolivia: la insurrección oligárquica  contra


 contra el “Estado plurinacional” 301

mente hostil contra el régimen neoliberal, contra los gobiernos


neoliberales. La lucha era a muerte, de manera que ellos vivían
con la muerte a diario. Entonces, una vez siendo ya poder polí-
tico, siguen actuando desde esa experiencia, no la superan y, por
ejemplo, reaccionan ante cualquier crítica o desviación de la lí-
nea impuesta, como si fuese traición; eso genera el celo político,
la negación de cualquier desvío de la línea política impuesta. Es
como si en la vida pública, continuasen viviendo en la clandes-
tinidad. Ese tipo de cosas debe saber superar el revolucionario,
para que la formación no se reduzca a ser simple adoctrinamien-
to.
 Alguna
 Algun
política, a vezestaban
porque una dirigenta cri ticó
criticó
formando las escuelas
“gente escu elas deEntonces
crítica”. formac ión
formaciónla
pregunta era: ¿qué tipo de militante se quiere? Si el cuadro polí-
tico no es crítico, será un simple “obediente” a todo lo que dicta
la línea matriz de los dirigentes de arriba. Esa es la idiosincrasia
que el sindicalismo tampoco ha superado. Y es una tara que se
arrastra y que, en momentos decisivos, como fue el golpe de
Estado del año pasado, nos enseña a qué tipo de consecuencias
conduce esa ausencia de verdadera formación política, como for-
mación integral de un “hombre (varón y mujer) nuevo”.
Por otra parte, previo al golpe, desde 2018, estuve anun-
ciando que se estaba produciendo una “revolución de colores” en
Bolivia. Un texto nuestro que se llamó: ¿Cómo se produce una re-
volución de colores? El fenómeno consiste en implosionar un pro-
ceso desde adentro. Entonces, ¿qué pasaba? El gobierno del MAS,
sobre todo desde la promulgación de la nueva Constitución, fue
cediendo sistemáticamente las banderas de la propia revolución.
Fue cediendo hasta el “vivir bien”, la descolonización y el Estado
plurinacional.
 

302 Quinta parte: La recuper


recuperación
ación popular de la democracia

El propio vicepresidente cuando hablaba del Estado, no


se refería para nada ya al Estado plurinacional, sino sólo al Esta-
do liberal. Por su parte, Evo estaba encantado con los logros eco-
nómicos, pero en la misma lógica del capitalismo y la economía
del crecimiento. Mucha gente que había apoyado al principio el
“proceso de cambio”, se empezó a desencantar cuando el gobierno
hizo pactos bastante sospechosos con la agroindustria, con el sector
oligárquico del oriente del país; incluso se postergaron normati-
vas constitucionales sobre la tierra, y eso les permitía a los grandes
hacendados seguir acumulando grandes cantidades de tierra. Eso
permitía que la oligarquía, no sólo asegurase
aseguras e su poder económico y
político,Essino que lo amplifique.
costumbre que cuando la elite revolucionaria desconfía
del pueblo, tiende a pactar con la elite sobreviviente de la oligar-
quía todavía reinante. Esto condujo, no sólo a una serie de errores,
sino a una pérdida de horizonte histórico y de horizonte político.
El gobierno empezó a perder legitimidad y, por dialéctica,
alguien tiene que recibir, como beneficio inmerecido, esa pérdida
de legitimidad. Sin hacer nada, la derecha empezó a recibir esa
pérdida de legitimidad que estaba sufriendo el gobierno cuando ya
no mantuvo la fidelidad a las banderas
ban deras que hicieron posible
pos ible el “pro-
“pro-
ceso de cambio”. Las fue cediendo. El descontento se agravó cuando
tuvimos el incendio provocado de la Chiquitanía y el pantanal bo-
liviano. Se manipuló muy bien el asunto, para hacer creer a toda la
gente que esto era responsabilidad absoluta del gobierno, cuando
en realidad, por detrás había cierto tipo de intereses, por ejemplo,
de los hacendados del oriente, que vieron como una amenaza el
hecho de que el gobierno del MAS dotara de tierras a los “inter-
culturales” (campesinos
país, para que colonizadores
fueran a poblar extensas de tierras)
zonas del occidente del
del oriente.
 

§18 Bolivia: la insurrección oligárquica  contra


 contra el “Estado plurinacional” 303

El racismo señorialista vio esto como una especie de in-


vasión “kolla” (del mundo aymara). Estuvo muy bien urdido el
incendio, como un “falso positivo” que concluyó en la esceno-
grafía perfecta para provocar el golpe. La quema no fue sólo res-
ponsabilidad de los “interculturales” en el chaqueo (chaquear se
dice a la quema de tierras para sembrar). La mayor cantidad de
quema de tierras era responsabilidad de los hacendados, que nece-
sitaban “limpiar” extensas cantidades de tierra para hacer posible
la extensión de monocultivo de la soya y palmito para su futura
exportación.
Había intereses crecientes en desplomar la imagen del
MAS
todo sey,fue
sobre todo de inflamando
enervando, Evo, por lo elque representa,cruceño
regionalismo crdeuceño
modopor
quela
presencia de interculturales “kollas”; ese fue el pretexto para gene-
rar, otra vez, el regionalismo “anti-kolla”. 
“anti-kolla”.  El descontento se atizó
más todavía cuando el MAS aprobó un decreto que extendía la
frontera agrícola y permitía trasformar bosques en tierras de sem-
bradío (y esto favorecía más que todo a la agroindustria), aunque
la reglamentación estaba en suspenso. Con todo eso, la merma de
legitimidad del MAS sufrió la implosión definitiva.
El desencantamiento coadyuvó a la insurgencia oligárquica
y fue instrumentalizada muy bien para decantar el racismo seño-
rialista urbano, que empezó a transferir a la figura del Evo todo lo
peor que uno pueda imaginar. Ahí trabajaron muy bien los me-
dios de comunicación para horadar la legitimidad del gobierno y,
a través de una muy sutil propaganda del desprestigio, se encendió
el racismo prevalente sobre todo en las clases medias urbanas.
No hubo otro gobierno que haya desarrollado tanto la in-
fraestructura nacional,
social, sobre todo en lasincluso generando
urbes, pero, unelamplificado
au n así,
aun señorialismoascenso
urbano
 

304 Quinta parte: La recuper


recuperación
ación popular de la democracia

no iba a consentir jamás que un indio y “el indio hecho poder”, le


desafíe el liderazgo nacional . La oposición urbana, subsumida por
el interés oligárquico en reponer su liderazgo, fue la base de legi-
timación de la insurrección derechista que, magnificada por los
medios, hizo creer al mundo en una “rebelión popular contra el
tirano”.
El propio discurso gubernamental ya había ido i do vaciándose
de contenido plurinacional
plurinaci onal y,
y, de ese modo, cediendo legitimación a
una derecha de creciente empoderamiento. Los últimos discursos
presidenciales y, sobre todo, del vicepresidente, ya no tenían ni la
fuerza ni la mística de antes; mientras el pueblo estaba vaciándose
de unción
dieron democrática 
la tarea , ,por
de ungir  otraelvez,
empoderamiento derechista,
al pueblo, con el no se
espíritu demo-
crático-popular-revolucionario. odo el discurso gubernamental
se había hecho profundamente tecnocrático, fuera de foco, prácti-
camente anacrónico mientras se rearticulaba la reacción derechis-
ta bajo lenguaje democrático, haciendo aparecer al pueblo como
antidemócrata.
Cuando el pueblo estaba siendo vaciado de unción demo-
crática  y
 y las clases medias empoderadas y cooptadas por el racismo
señorial, eran las depositarias únicas de “lo democrático”, se ge-
neraron las condiciones sociales y la escenografía de una supuesta
“revolución democrática”.
democrática”. Entonces, cuando se da el golpe, con el
ejército y la policía desconociendo al gobierno constitucional, el
pueblo, que ha sido vaciado por el propio gobierno de su unción
democrática  se
 se encuentra arrinconado, porque se encuentra huér-
fano, sin poder enfrentar la movilización urbana que ya decan-
taba un racismo abierto. Se había producido un vaciamiento de
legitimidad del propio
nunca comprendió movimiento
y que se tradujopopular,
popular , cosa que
en la pérdida qudee el
losgobierno
propios
 

§18 Bolivia: la insurrección oligárquica  contra


 contra el “Estado plurinacional” 305

valores simbólicos del propio proceso (que tanta ilusión habían


despertado).
Incluso, retóricamente, se fue abandonando la descoloni-
zación, el “vivir bien” y el Estado plurinacional; el eurocentrismo
de la izquierda exponía, otra vez, su ausencia de identidad pluri-
nacional y aparecía con un lenguaje electoralista y con los mismos
tonos de la derecha. Se había perdido lo sagrado de la política , el
horizonte que daba sentido al “proceso de cambio”, y sólo quedaba
el puro cálculo político, la lucha espuria por la pura mantención
del poder.
En esa apuesta el gobierno se había metido de modo inge-
nuo en elmismo
cambio” propiohubiese
juego desido
la derecha. Era como
exclusivamente unasiaventura
el “proceso de
perso-
nalista, dictatorial, autoritaria, totalitarista; la derecha tenía todos
los argumentos para defenestrar todo lo que hacía el gobierno,
aunque fuese lo mejor para el país.
odos estos factores son indicadores de que hubo una pre-
medita y sistemática provocación de un escenario que sólo podía
acabar en violencia. La supuesta “sucesión constitucional”, con
participación, en su negociación, incluso de agentes externos, de-
mostraron que se trataba de la ejecución de una “guerra híbrida”
cuya conclusión es un “golpe blando”, pensado para implosionar
la propia democracia, o sea, se trataba de una “revolución de co-
lores”.
Conclusión: el pueblo no puede ser abandonado a su suer-
te, no puede ser desplazado por un sujeto sustitutivo, que en este
caso fue la representación gubernamental de la izquierda del si-
glo XX, empoderada en el “proceso de cambio”, y que repitieron
simplemente sus dramas yy sus
el siglo XX funcionaron– que,credos revolucionarios
de modo empecinado,–que ni en
quisieron
 

306 Quinta parte: La recuper


recuperación
ación popular de la democracia

ver en el “proceso de cambio” boliviano una simple continuación


de sus dogmas.
odo eso fue instrumentalizado muy bien, no por la de-
recha de acá, sino por injerencias externas que hicieron que esta
suerte de transferencia de legitimidad   a la derecha provocara el
“golpe blando” (aunque eso también entre comillas), porque la
función del ejército fue fundamental para que hubiese esa espuria
figura de la “sucesión constitucional”.
Con Evo, ni el ejercito ni la policía salieron a reprimir a
los manifestantes clasemedieros, pero una vez que los golpistas se
hacen con el poder, ese mismo ejército y esa misma policía pro-
ducen más de cincuenta
golpe. Entonces tampocomuertos en la tan
fue un golpe rebelión popular
“blando”, sinocontra el
que fue
un golpe digitado desde los ámbitos mas oscuros de los poderes
fácticos con capacidad de injerencia sobre los aparatos coercitivos
del estado (que, en Bolivia, siempre tuvieron tradición antinacio-
nal y golpista).

Katya Colmenares: Para ir cerrando, ¿cómo verías el papel del par-


tido en todo este proceso de construcción de la transformación?
e comento brevemente lo que ha pasado aquí en México, MO-
RENA se consolida como partido con muy poco tiempo y real-
mente se registra como una maquinaria electoral que acompaña
a Andrés Manuel López Obrador para poder lograr el objetivo de
ganar la presidencia y se logra. Se aglutinan realmente millones de
voluntades en torno a su liderazgo y se alcanza la meta. Pero en-
tonces MORENA realmente tiene muy poca historia como par-
tido, e inmediatamente que AMLO ocupa la presidencia se vacía,
porque todos
que tienen los mejores
mayor claridad cuadros,
se van alesto es, losEn
gobierno. actores políticos
consecuencia,
 

§18 Bolivia: la insurrección oligárquica  contra


 contra el “Estado plurinacional” 307

nos queda un partido muy débil, y viene la tarea de construir


recién ese partido, el cual ahorita está en medio de un montón
de pugnas porque, además, en la vorágine de sumar para lograr el
objetivo, ingresó gente con intereses más bien autorreferentes, que
no necesariamente ven la política como un ejercicio al servicio
ser vicio del
pueblo y están más preocupados por ocupar puestos. Me gustaría
que nos compartieras tu reflexión sobre ¿cuál es el papel que tiene
el partido político una vez que se ha logrado el objetivo de lle-
gar a las instituciones del ejercicio del poder?, ¿cuál sería su papel
acompañando, pero también en algún sentido, yendo más allá?,
porque, como bien dices, el partido no se puede quedar en un
adoctrinamiento
formando cuadros  de para
nuevos
un cuadros, sinonuevas
futuro, para que tiene queque
metas quiretambién
quizá al
mismo líder que
qu e está en este momento, ni siquiera vislumbra. ¿ ¿úú
como verías ese trabajo que tendría que haber hecho el partido,
por ejemplo, en este caso, el MAS en Bolivia? Además, quisiera re-
saltar que tenemos una similitud, los dos son partidos se plantean
ser “movimiento”. MORENA es el Movimiento Regeneración
Nacional y el MAS es el Movimiento al Socialismo, es decir, son
partidos que no solamente tienen una identidad estática, sino que
se plantean precisamente como un proceso, más allá de lo que son
en el presente. Entonces ¿cómo verías tú ese papel del partido, del
partido movimiento que tendría que haber tenido el MAS y del
cual podríamos aprender ahora aquí en México?

Rafael Bautista S.: Bueno, en primer lugar, mucha gente da por


acababa la historia de los partidos, pero yo no lo veo de ese modo.
¿Por qué la derecha puede prescindir de la forma partido? Por-
que
comola sus
derecha,
idealestiene en de
centros todos nuestros
formación países,
política  a las universidades,
. Entonces, no le hace
 

308 Quinta parte: La recuper


recuperación
ación popular de la democracia

falta la forma partido, porque el papel de centros de formación


política lo cumplen las universidades, formando neoliberales, pro-
fesionales de derecha, incluso fascistas.
 Ahora bien, la izquierda
izq uierda sí necesita la forma partido como
centro de formación política, como centro de formación de cua-
dros. Algo que aquí no se hizo, y es una gran deficiencia, que en
su momento criticamos, y creo que es lo que deberían de hacer
en México; además de generar (paralelamente a la forma partido),
auspiciados por los ministerios o secretarías, centros de formación
formaci ón
de la burocracia pertinente al Estado que quieran
quier an constituir; de tal
forma que la burocracia actual pueda ser desplazada poco a poco,
por nuevosideales
los nuevos cuadrosy elburocráticos que estén
nuevo horizonte siendo
político del formados bajo
nuevo Estado.
 Ahí, por ejemplo, como decimos, matas dos pájaros de un
tiro: toda la burocracia en el nuevo Estado necesita de un aval,
pero ese aval no puede ser político, ese aval tiene que ser un aval de
formación, que le permita al militante ascender jerárquicamente
como burócrata, pero asegurando que ese burócrata no solamente
tenga compromiso, sino que sepa muy bien hacia dónde se dirige
y conduce el horizonte político del Estado que se quiere construir.
Eso acá no se hizo; porque las escuelas dedicadas a la for-
mación de la burocracia, lo único que enseñaban era la modalidad
normativa del neoliberalismo, es decir, las leyes canonizadas por el
neoliberalismo, que hacían funcionar al Estado como mero admi-
nistrador. Nunca formaron cuadros burocráticos que desarrollen
el papel político (lo político, no la politiquería) del Estado.
Ustedes podrían hacer lo que aquí no se hizo: los ministe-
rios o secretarías tienen que tener sus propias escuelas de forma-
ción
estataldonde
y queseesoeduque a los funcionarios
sea requisito en ascenso
para el propio el nuevoprofesional;
horizonte
 

§18 Bolivia: la insurrección oligárquica  contra


 contra el “Estado plurinacional” 309

de tal forma que, al interior de las propias secretarías, se pueda ver


quiénes son los mejores elementos, los más idóneos para estar en
ámbitos de decisión y,y, poco a poco, ir desplazando a la burocracia
antigua, para que ya no esté en ámbitos de decisión, sino la nueva
burocracia, producto de las escuelas de formación político-ideo-
lógica.
Entonces, el partido y las escuelas de formación de la bu-
rocracia deben formar cuadros burocráticos, ambos son paralelos,
porque una vez siendo gobierno hay que aprovechar esa circuns-
tancia de poder conformar una nueva burocracia que sea perti-
nente al horizonte que se traza el nuevo Estado o lo que quieran
hacer como
 Ahoranuevo
bien,gobierno.
tal vez esto te va a parecer medio loco. Hasta
ahora los partidos de izquierda nunca se pusieron a estudiar se-
riamente cómo las iglesias evangélicas logran, no solamente au-
diencia, sino amplificar su foco de irradiación
ir radiación y en el mejor de sus
momentos, logran inclusive una masa crítica   suficiente para ser
una suerte de referente nacional. ¿Cómo lo hacen?
 Yoo creo que ahí los políticos de izquierda
 Y izqu ierda deberían de po-
nerse a estudiar cómo hacen las iglesias evangélicas, porque si te
das cuenta, la iglesia evangélica logra lo que los partidos políti-
cos ya no pueden lograr, que es básicamente llamar la atención
e incluir a una buena cantidad de gente que sufre el anonimato,
la perdida de referencias vitales y hasta existenciales. Las iglesias
evangélicas logran muy bien captar ese tipo de gente, y eso es lo
que deberían de hacer los partidos políticos de izquierda. Por eso
también estoy hablando de generar una nueva creencia , donde la
gente pueda recuperar su propia humanidad perdida.
Meevangélicas,
las iglesias parece que los
no políticos deberían
para copiar, pero síaprender cómo hacen
para entender cómo
 

310 Quinta parte: La recuper


recuperación
ación popular de la democracia

le hacen, porque básicamente un partido debería constituir desde


la base, comunidades de argumentación política, pero subrayo,
comunidad . Por eso el factor productivo es clave. Imagínate ¿cómo
podrías formar políticamente a madres de barrio, si no es a partir
de darles insumos prácticos que les sirvan
sir van en su vida diaria?, como
por ejemplo 
ejemplo  cursos de cocina, promoviendo alimentación cons-
ciente, cursos para aprender a tejer, promoviendo la recuperación
de la artesanía popular, actividades que son básicas y fundamenta-
les, no sólo para sobrevivir sino para recuperar identidad y cons-
ciencia nacional.
Se puede empezar a generar y relacionar comunidad ,  pro-

ción de  yla formación


ducción  política;
idea misma para esto
del partido comoseun
requiere la transforma-
ente sólo político; el
concepto de partido tendría que ser algo mucho más expansivo,
como un centro autentico de formación integral , en todos los sen-
tidos.

Katya Colmenares: El partido sería un centro de la reproducción de


la vida digna en comunidad.

Rafael Bautista S.: Claro, porque la gente ¿a qué es fiel? La gente es


fiel a los lugares donde puede, de modo comunitario, solidario, re-
cíproco, producir y reproducir su vida, incluso
inc luso aunque sea sólo de
modo afectivo; a eso es fiel la gente. Eso demuestra la vulnerabili-
dad humana y el hambre actual de reconocimiento y humanidad.
¿De qué le sirve a uno ir a un centro de formación don-
de lo que recibe es abstracto, especulativo o carente de interés?,
¿simplemente por un afán de buscar un posible trabajo que pue-
da tener?soy
¿Dónde Yofiel?,
no soy fiel me
donde a eso, estoy
siento ahí de donde
persona, modo me
circunstancial.
siento pro-
 

§18 Bolivia: la insurrección oligárquica  contra


 contra el “Estado plurinacional” 311

ductivo. El problema de los políticos es que siempre tienen visión


inmediatista y quieren resultados rápidos, circunstanciales; pero
la formación no es rápida ni tiene resultados inmediatos, pero sus
logros, en el largo plazo, son siempre mucho más contundentes y
duraderos.
 

§19
DE LA VICTORIA POPULAR
AL TRIUNFO PÍRRICO DEL MAS
2 de enero de 2021
 A Lidia
Lidia Patty
Patty Mullisaca,
Mullisaca, expr
expresión
esión de
de un
 pueblo todavía
todavía ninguneado
ninguneado
 por una cúpula presa
presa de la “par
paradoja
adoja señorial” 
señorial” 

os triunfos electorales nunca le hicieron nada bien al MAS.


L El 2005, la sorpresa del primer triunfo descolocó no sólo a la
derecha sino al propio “Instrumento Político”; pues habiendo re-
movido todo el panorama nacional, al grado de arrinconar a neo-
liberales y globalistas bajo un fresco y renovado discurso político
(el “vivir bien”, la descolonización y el Estado plurinacional), el
bloque ocialista no supo cómo desarrollar aquello como política
de Estado y,y, lejos de constituirlo en horizonte político, no pasó de
ser un escudo retórico de legitimación del poder logrado
log rado..
Como no se supo leer estratégicamente ese triunfo, bajo
la desidia exitista que suele postergar asuntos primordiales (como
era la comprensión programática del nuevo horizonte político),
la partidocracia empezó a metamorfosear sus opciones conser-
 vadoras en la nueva realidad, haciendo del MAS su garante de
reposición política (al amparo de los desatinos crecientes –eu-
femísticamente bautizados por García Linera como “tensiones
creativas”–, fruto de una desatinada confusión entre dominación
y hegemonía). Lejos de reformar tradicional del par-
refor mar la sonomía tradicional
tido político,
político, el MAS no tardó en adoptar todos los vicios del ma-
[313]
 

314 Quinta parte: La recuper


recuperación
ación popular de la democracia

nejo instrumental de la política, restituyendo la errática y porada


conducción de una izquierda sin capacidad de dirigencia estraté-
gica: ser un exclusivo proyecto acumulativo de poder.
La experiencia del último golpe de Estado que sufrimos en
noviembre del 2019 y la posterior implantación de una dictadura
bajo máscara constitucional, supuso un aprendizaje en el propio
campo popular; que le condujo a una madurez histórica, desde
la cual recuperó la mística y el espíritu necesarios para vencer al
golpe y a la dictadura impuesta. Aquello desgraciadamente
desg raciadamente no su-
cedió en el MAS, al menos no en su cúpula dirigencial (que originó
al llamado “círculo q’ara” o “blancoide”).

do en laParece que no aprendieron


continuidad nada . Yprebendales
de unas prácticas eso se vienee demostran-
instrumen-
tales que, de nuevo, sólo hacen vislumbrar una nueva derrota,
ya no sólo electoral, sino política; y desgraciadamente, otra vez,
para benecio exclusivo de una derecha, que, también, otra vez,
desprestigiada completamente, recibirá, sin merecerlo
merecerlo,, una nueva
transferencia de legitimidad   que siempre le fueron cediendo los
desatinos que comete una izquierda, cuya única política se reduce
a la lucha por el poder, a toda costa y a cualquier precio.
precio.
La pulsión revanchista que ahora esgrimen, les hace creer
que el golpe fue contra ellos, por eso se muestran como víctimas
cuando esa cúpula, con su proceder errático, alimentó la inama -
ción creciente del rechazo social, que fue muy bien administrado
por una insurrección oligárquica travestida de “revolución social”.
Que ahora vengan a decir que “subestimaron a la derecha
y al ejército y a su tradición golpista”, no son sino lamentaciones
tardías que evidencian que, en los 14 años de gobierno, no hi-
cieron nada
recién se por “reformar
acuerdan la doctrina
de aquello, de las FFAA”.
hay que recordarles que Ahora
nunca que
im-
 

§19 De la victoria popular al triunfo pírrico del MAS 315

pulsaron una real descolonización del aparato militar y policial;


algo además propuesto por clases y sargentos, y rechazado por el
gobierno, en connivencia con las jerarquías militares y policiales.
Sólo los mimaron, comprando a los altos mandos, creyendo in-
genuamente que eso bastaba para tener un ejército y una policía
“obedientes”.
Lo único que se propusieron fue constituir “obedientes”;
la única estrategia que se les ocurría a sus operadores políticos,
en su ínma comprensión de la realidad boliviana, era constituir
al pueblo, bajo mediación de sus dirigencias, en “objeto de obe-
diencia”. Creer que eso iba a garantizar legitimidad y hegemonía,
demuestra
ca –y hastauna ausencia
ausente total de sentido
de imaginación de realidad.
persuasiva– Esa erráti-
administración
del poder político, llevó paulatinamente a alejarse de su propio
pueblo. Ya no construyeron con el pueblo su proyectó de poder;
precisamente porque ese proyecto era ya, solamente, la acumu-
lación, mantención e incremento de poder político; lo cual con-
dujo a una ya declarada (incluso por su vicepresidente) política
de “expropiación de la decisión”, es decir, de usurpación de la
soberanía popular .
Ese sujeto sustitutivo que desplazaba al sujeto plurinacional ,
no hacía sino desconocer al sujeto del cambio y, en consecuen-
cia, al cambio mismo. En ese sentido, lo único que quedaba era
la acumulación de poder como única línea programática. De ese
modo, la cultura política tradicional se reponía y, bajo las nuevas
banderas de lucha, restablecía también al Estado que se quería
transformar; por eso pactan con los grupos tradicionales de po-
der, porque esa lógica política, ya antipopular, reducía el “proceso
de cambio”dealsectores
samiento– mero ascenso
anes,social –como
reducidos un renovado
a colchón aburgue-
de legitimación
 

316 Quinta parte: La recuper


recuperación
ación popular de la democracia

de una elite, cuyas expectativ


expectativas,
as, empezaron a mostrarse como las
mismas de la oligarquía señorial de este país
país..
El “proceso de cambio”, cuya base profundamente de-
mocrática fue la que nos dio la esperanza en un nuevo proyecto
político, se fue aburguesando por la presencia de una izquierda
gubernamental anacrónica que, en las palabras de sus máximos
exponentes, declaraban ya que el único n del “proceso de cam-
bio” era hacer de los pobres “clase media”; rearmando y consa-
grando el horizonte de expectativas burgueses, que no hace sino
legitimar al capitalismo (por eso no es raro que sea, precisamente,
la clase media, la base de reclutamiento que la oligarquía usa para
legitimar sus asaltos políticos).
bién el empecinamiento Ese aburguesamiento
desarrollista explica tam-
del marxismo gubernamen-
tal, que ni siquiera se había dado cuenta que la “modernización”,
que tanto se proponía alcanzar, como el “mejor futuro posible”,
era lo que ya se encuentra –globalmente– en una profunda crisis
de sentido vital.
De ese modo, lo que debía haber transformado el “go-
bierno del cambio”, fue más bien potenciado, no sólo económica
sino políticamente, otorgando a la derecha una transferencia de
legitimidad  que
 que sólo podía tener como desenlace, un nuevo asalto
conservador del poder estatal.
Como una maldición que arrastra el nacionalismo clase-
mediero aburguesado, reeditaron la famosa “paradoja señorial”:
pudieron haber sido los actores de una transformación denitiva
del Estado, pero sus cabezas (su cultura, ideología y su horizonte
de expectativas) seguían presas de ese Estado que se suponía de-
bían trascender hasta existencialmente
existencialmente..

porqueEl golpe y ladeldictadura


la sabiduría fueron enfrentados
pueblo transformó la fatalidady superados,
en prueba;
 

§19 De la victoria popular al triunfo pírrico del MAS 317

por eso supo levantarse y despertar históricamente, y actuar al


margen de las dirigencias y los partidos, y restituirse como sujeto,
es decir, como proyecto histórico-político. En ese sentido
sentido,, el pueblo
hizo del MAS, como en el 2005, el depositario de la activación
revolucionaria del horizonte popular; porque la ceguera demen-
cial de la derecha hizo, de nuevo, algo que el MAS ya no podía:
convertirlo en la única opción democrática y popular.
El desatino actual sólo puede ser resultado de otra ceguera
que arrastra el tullo exitista del MAS en cada elección: creer que
la victoria del pueblo es la victoria del MAS. Pero
Pero no se trata sólo
de falta de humildad sino hasta de incapacidad de lectura política.
El 55%del
contra degolpe,
votación a favor del
la dictadura MASlano
y toda era por el MAS sino en
derecha.
Si el voto no es nunca una carta blanca, el político que cree
poder desentenderse de la conanza depositada, no hace sino ca-
 var su propio futuro político
político.. En el fondo,
fondo, porque sabe que no es
digno de aquella conanza, no tarda en negociar algo que no le
pert enece y,
pertenece y, por ello mismo,
m ismo, no merece. Por eso,
eso, como una maldi-
ción, vuelve a actuar a espaldas del propio pueblo. De ese modo,
lo único que demuestra, es que no es merecedor de la conanza
depositada.
Eso es lo que se empieza a constatar, cuando las dirigencias
se creen en la atribución de poder decidir al margen del pueblo,
desplazándolo nuevamente y creyendo que la soberanía del po-
der ahora les pertenece a ellos. El poder constituido es un poder
delegado y jamás, ni lógica ni fácticamente, constituye la soberanía
real . En ese rapto se produce la “expropiación de la decisión” y
es la fuente de toda la corrupción
corr upción que ello desata inevitablemente.

tos paraEslasloelecciones
que está sucediendo con ylamuestra,
subnacionales, nominación de candida-
no sólo las pre-
 

318 Quinta parte: La recuper


recuperación
ación popular de la democracia

siones de la cúpula anterior por acomodar sus alles en la nueva


gestión, sino en pretender rearmar, ya anacrónicamente, su lide-
razgo (en el MAS y en el país) como el único posible.
Pero demostraron que no sólo no estuvieron a la altura
de una situación adversa que, para colmo, coadyuvaron a gene-
rar, sino que no aprendieron nada de aquello. Fueron superados
históricamente, no sólo por su incapacidad de sintonía con el ho-
rizonte popular sino, sobre todo, por la ausencia inadmisible de
autocrítica  en
 en la coyuntura actual.
El típico ninguneo criollo les ha llevado a desestimar lide-
razgos meritorios que, al no comportarse “obedientemente” (a lo
que apresuradamente
siendo excluidos de talllaman “consecuencia”
modo que, o “lealtad”),
lo más probable, están
es que desate
una probable ruptura al interior del propio MAS; pero no entre
dirigencias, sino entre éstas y sus propias bases. Los casos más
preocupantes son El Alto y Santa Cruz.
Los criterios de selección expresados, no sólo que son ex-
temporáneos, sino que pecan de un desajuste moral; pues los su-
puestos “eles” no habían dado la cara en su debido momento,
pero aparecen decidiendo listas no consensuadas sino pactadas y
hasta negociadas
neg ociadas..
Por eso la recuperación democrática no podía acabar con
las elecciones nacionales sino debía proseguirse raudamente con
un reencauce del propio “proceso de cambio”. Pero no tardaron
los operadores políticos de la cúpula en usurpar la soberanía y,
otra vez, “expropiar el poder de decisión”; tejiendo alianzas fun-
cionales a la reposición de esa cúpula como “gobierno paralelo”
que, de ese modo, ya no actuaría en las sombras y sólo con pre-
sión dirigencial,
ca logística, sino capturando
recursos gobiernos).locales (lo cual signi-
y poder institucional).
institucional
 

§19 De la victoria popular al triunfo pírrico del MAS 319

Pero, de ese modo, no sólo se provoca la implosión de la


propia gestión gubernamental (y es lo que podría suceder, gracias
al asalto que la cúpula se propone sólo por su permanencia ile-
gítima) sino que abre un nuevo margen posible de rearticulación
de la derecha (la pelea interna, patrocinada por la cúpula que se
resiste a un nuevo liderazgo y a un necesario cambio dirigencial,
haría que la derecha viera, desde palco, un nuevo desencantamien-
to social como un nuevo campo de oportunidades de reposición
política).
La paliza electoral que sufrió la derecha, descubrió su total
inadecuación en el panorama nacional; pero la usurpación que
hace el MAS
sivamente de lala recuperación
suya victoria popular, creyendo está
democrática, que fue obra exclu-a
conduciendo
ese desencantamiento que es lo que, precisamente, sucedió pre-
 viamente para que el golpe pasado sea legitimado por una revuelta
social.
La irresponsabilidad de la cúpula no le permite ver que
nos estamos jugando una viabilidad como país de, por lo menos,
medio siglo.
siglo. La victoria popular no sólo venció a la derecha, sino
que aplazó, circunstancialmente, cualquier intento de balcanizar
Bolivia. Pero nada en política es denitivo. Y en el tablero de la
realidad no juega sólo uno, tampoco dos. Así como las opciones
son múltiples, así también los actores y sus propósitos.
Si el MAS pierde la plaza electoral de El Alto y la goberna-
ción de La Paz, donde se ha constituido el nuevo eje de la hege-
monía nacional-popular, le costará no sólo presencia política sino
 viabilidad futura. Y la provoc
provocada
ada pugna actual, sólo está dándole
continuidad a los resabios de una pésima lectura y pésima admi-
nistración del conicto, que provocó la renuncia presidencial y el
asalto golpista.
 

320 Quinta parte: La recuper


recuperación
ación popular de la democracia

Hasta se viene evidenciado un feminismo selectivo y dis-


criminador, que se inclina más por la “blanquita” que por la “in-
dia”. La primera, que debiera también aclarar su participación en
las “negociaciones” que impuso la derecha, no sufre la arremetida
ar remetida
machista que el propio partido descarga sobre la “india desobe-
diente”.
 Y aunque
aun que ésta haya hecho declaraciones inapropiadas, no
fueron peores que la defensa vergonzosa que hizo el candidato
a gobernador de Santa Cruz por el MAS, en favor del golpista y
genocida Camacho. Pero éste es premiado por la cúpula y hasta
le unge de aprobación –en la foto electoral– la sonrisa condes-
cendiente
alguien que,depor
la candidata masista,
su procedencia de absolviendo losnomás
clase, expresó desatinos de
lo que
le aproxima a la elite camba. Ni éste, ni el ministro de gobierno
expresaron, hasta ahora, por lo menos, una disculpa, a la diputada
Lidia Patty; desconociendo, desautorizando y hasta desdeñando
la única y valiente demanda judicial hecha contra los golpistas
g olpistas por
parte de una diputada nacional. Otra vez, los indios no merecen
ni siquiera las disculpas, pero eso sí, su “desobediencia” merece la
ignominia y hasta la expulsión.
Los nuevos liderazgos no son concesiones hereditarias,
sino que son consecuencia inevitable de la caducidad y los límites
dirigenciales de los viejos. Si la cúpula interpreta la necesaria re-
novación como una simple continuidad irreexiva, entonces esta-
mos no sólo ante unau na dirigencia colonial sino incluso con resabios
monárquicos.
En Norte Potosí, las bases del MAS denuncian una otra
designación sin consenso, lo cual derivaría en un voto castigo y
replicar
muestra laqueapuesta
se tratarealizada por EvayaCopa
de una práctica en EldeAlto.
imposible Eso de-
ser aceptada
 

§19 De la victoria popular al triunfo pírrico del MAS 321

después de la victoria popular, no atribuible al MAS y menos a su


cúpula, sino al pueblo autoconvocado. Si el MAS no aprende lo
que el pueblo ha aprendido, no hará sino cavar su propia tumba
política. Hay que recordar siempre: quien no siembra con el pue-
blo, jamás cosechará legitimidad, y la acumulación circunstancial
de poder que logre, sólo vaciará, en lo venidero,
venidero, su inicial carácter
revolucionario.

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