CAPITULO TI
PROCEDIMIENTO QUE HA DE SEGUIRSE
EN LA INSPECCION OCULAR
PREPARAGION
La inspeceién ocular requiere ciertos conocimientos téc-
nicos para practicarla, que sdlo pueden adquirirse me-
diante larga practica, gran serenidad de espiritu, prepa~
raciéu concienzuda y falta de todo prejuicio.
Ante todo, debe procurarse que reine el mayor orden
al disponer todos los preparativos, con tanta mas razén,
euante que las inspecciones oculares sdélo se verifican
tratandose de hechos importantes, que exigen completa
sangre fria al apreciarlos.
Lo primero que habré de procurar el Juez en tales di-
ligencias, es Hevar consigo un Secretario inteligente, con-
siengudo y practico en el ejercicio de su cargo, para que
pueda auxiliarle convenientemente, activando la préc-
tica de las diligencias sumariales y ayuddndole con sus
consejos, laméndole la atencién sobre aquellos puntos
que pudiesen pasar desapercibidos para él, y poniendo en
practica la sabia mdxima de que cuatro ojos ven siempre
jas que dos,408 MANUAL DEL JUEZ
No siempre, tratdndose de localidades pequefias, podrs
el Juez echar mano de un Actuario de tales condiciones;
pero siempre recomendaremos que, para tales casos, se
sirva de aquél que retina mayores dotes de inteligencia,
El funcionario encargado de la instruccién, deberd po-
ner 4 su Escribano en antecedentes respecto al asunto de
que se trata, facilitindole datos cuando llegue el momen.
to de practicar la inspeccién, y aun confidndole la préc-
tica de ciertas diligencias, pero nunca antes de verificar-
las; para evilar ias indiscreciones que una palabra suelta
escapada al Actuario pudiera producir.
Conviene no perder de vista que el Secretario judicial
no es una mera maquina copiadora de las resuliancias
sumariales, sino, por el contrario, una personalidad inte-
ligente y perita, puesta al lado del Juez para auxiliarle,
y que forma parte de la entidad Juzgado.
Claro es que el Juez de instruccién no ha de tolerar
intromisiones del Actuario en actos que no le competen;
pero esto no ha de ser ébice 4 que el Juez le pida consejo
si lo estimara prudente,
Por mi parte puedo afirmar que, gracias 4 la identifica-
eién con mi Seeretario de acluaciones y 4 sus buenos ofi-
cios, he podido 4 veces obtener resultados completamente
satisfactorios,
El sistema de que nos valiamos para comunicarnos,
era el siguiente:
Si durante el curso del interrogatorio el Secretario en -
tendia que debiera preguntarse sobre algin otro extremo
no comprendido en el interrogatorio, lo consignaba por
escrito en un papel que yo cogia con disimulo, suspen-
diendo momeutdneamente la declaracién, y valiéndome
al reanudarla de los daios que se me indicaban.
Decfanme esias notas unas voces: