Como cada mañana el Topo Tito se levantó, se aseó,
desayunó, se lavó los dientes y se preparó para salir de su madriguera para dar una vuelta. Entonces descubrió que una piedra enorme tapaba la única salida que había en su casa. -¡Menuda piedra! – dijo sorprendido- Tendré que cavar otra salida. El topo apartó su armario ropero. Cuando no llevaba ni un minuto sacando tierra, se topó con una raíz enorme. -Menuda raíz, tendré que cavar en otro lugar. El topo regresó a su madriguera y empezó a cavar un agujero debajo de la alfombra. Pero empezó a hundirse en la tierra y cayó en un lugar de aguas subterráneas – Menudo lago- gritó ahogándose el topo que no sabía nadar. Con un esfuerzo enorme logró volver a su guarida. Al verlo tan agobiado la hormiga Artiga se ofreció para ayudarle. - ¡Llamare a mis amigos y juntos te apartaremos la piedra! - Para agradecerles el Topo hizo una fiesta en su casa. Para agradecerles el Topo hizo una fiesta en su casa