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Sonia M. Snyder

Poemas

Chihuahua, México, 2018

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Primera edición, 2018
Derechos reservados © Sonia Marilú Torres Pulido
Registro de colección de obra no. 03-2002-08071707070100-14
Edición y revisión: Jorge Villalobos/envés
Portada: Rebecca Kaylock
Prohibida la reproducción o transmisión total o parcial del contenido de esta
obra por cualquier medio, sea electrónico o mecánico, en cualquier forma, sin
permiso previo por escrito del titular de los derechos.
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Dedico esta obra a la memoria de mis padres,
Jesús Torres López de Lara y Bárbara Pulido de Torres,
cuyo valioso ejemplo, amor y estímulo para introyectar
valores morales y anhelos de obtener altas metas
en mi vida inspiraron mis mayores logros.

A mis hijas, Dunia Eneida Anzures Torres


y Nidia Erika Anzures Torres,
quienes han sido mi principal motivo de existir y de crecer.

A Sonia Marilú Rivera Anzures,


quien es la nota sensible de mi Ser.

Y a usted, amable lector,


que posee la sensibilidad para
disfrutar la lectura de un poema.

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Introducción

Yo no voy a decir que la poesía es parte de mi vida, yo debo decir


que mi vida es poesía.
Menciono que mi vida es poesía porque de instante en instante,
la suavidad, dulzura, armonía y ritmo de los versos de algún poema
(propio o de otros autores), rondando en mi memoria siempre
está, recreando mi vida cada día.
El presente libro reúne algunos de mis poemas, los que a través
de los años he escrito; algunos de ellos a solicitud de amigos,
amigas, compañeros de trabajo, o como el simple reflejo de las
vivencias cotidianas que me inspiraron a expresarlas por escrito,
en ritmo, en prosa o en rima.

Sonia Marilú Torres Pulido


Junio 2018

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Se fue

A mi madre

Se fue…
mis manos locas
se extienden en el aire…
y su figura amorosa
se me va…

Su maternal amor
se impregna en el ambiente.
Y su presencia,
hermosa… eterna… para siempre…
aparece… se acerca…
se esfuma… y permanece…
—se me va—.

Durante el día
su presencia es constante
y en mis sueños…
¡me acompaña siempre!

¡Qué bella es tu presencia,


madre mía!
¡Qué sublime tu amor
…me pertenece!

9
No hace falta

Contemplo tu cabello
tan rizado…
hermoso, sedoso,
perfumado.

Mis dedos te tocan,


me estremezco
y anhelo que
me estreches a tu lado.

No hace falta
expresarnos con palabras,
pues nuestros ojos
por siempre enamorados
dialogan con pasión,
dialogan con ternura,
mensaje directo
al corazón.

Caminamos,
unidas nuestras manos
y contemplamos
la vida transcurrir.

Tu voz es el eco
en mis oídos,
y tus palabras
la luz de mi razón.

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¡No, no quiero!

¡No, no quiero
que te alejes!
No, ¡no quiero!
Si tú te vas,
¡Te juro que me muero!
Si tú te vas,
¡Yo pierdo la razón!
¿Cómo he de vivir
sin tu presencia?
¿Quién ha de consolar
mi corazón?
Si tú no estás
no existe ya
más nada.
Si tú no estás,
¡mi vida es
desolada!
Si tú no estás,
¡me arranco el corazón!

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Noche eterna

Noche eterna,
de tristeza,
solo escucho
llorar mi corazón.

Los árboles
se mecen lentamente,
acompaña su ritmo
mi dolor.

Elevo la mirada,
miro al cielo
y busco
entre las nubes
la razón.

¡Quiero escuchar,
saber de tu existencia!
¡Quiero escuchar
saber que tu presencia,
allí donde tu estés,
conmigo esta!

12
No existe la distancia
ni el espacio
que logre amurallar
mi gran pasión.

No existe la distancia
ni el espacio
que pueda detener
mi corazón.

13
No es soberbia

No es soberbia
lo que hace
que te diga:
Que me quieres,
¡que es mío tu corazón!

Tus ojos solo existen


por mirarme,
tus manos
sólo anhelan mi calor.

No sufras,
no te esfuerces,
¡yo adivino!
¡Es inútil
callar tu corazón!

Sin voces,
sin murmullos,
sin palabras,
yo lo sé,
porque mi amor es tuyo,
¡y así lo sé…
por cuanto te amo yo!

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Ven

¡Ven, bien mío!,


que te extraño.
Ya no hagas
esperar mi corazón.

Abrázame,
envuélveme en tus brazos,
abrázame, ¡y pierde la razón!

Sólo quiero
tu mano en mi cintura,
sólo quiero
fundirme en tu calor.

Sólo quiero
beberme en una copa
rebosante de amor
tu corazón.

Yo sé bien
que tú eres todo mío,

Sabes bien
que yo sólo tuya soy.

Ven… acércate,
¡quiéreme, Ángel mío!
Y volemos
en alas del amor.

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He pensado

Muchas veces
he pensado:
“¿Qué hago aquí?”
Esperando escuchar
una respuesta
que atravesando
el infinito espacio
descienda sutilmente
y me lo diga.

A veces la respuesta
proviene de mí misma,
es la fuerza
que empuja mi actuación.

El motor que me impulsa,


que me inspira
y que, a mis logros,
les da satisfacción.

Entonces,
no hay preguntas,
y es muy claro,
todos mis días
los vivo con pasión.

Hago miles de cosas,


y disfruto el viaje,
escribo, ¡estoy viva!
¡Es la contestación!

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El reloj

El tic-tac del reloj


hoy me hace recordar
mi hermosa madre.

Sonidos del reloj


que mi amorosa madre
amaba con tierna devoción.

¿Qué mensajes profundos


escuchaba?
¿Qué te dicen —¡oh, Madre!—
en su canción?

Yo presiento…
Son voces en el tiempo
infinito, profundo, soñador.

Mi madre es así:
infinita, profunda,
soñadora.

Y se combinan
el tiempo aquí y ahora.
Se fusionan
sin principio, ni fin.

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Y el eco
que retumba,
me lleva misterioso
a otra dimensión.

Y en ese viaje
me encuentro con mi madre,
y en su regazo
me acoge con amor.

18
Hubo tiempo

Hubo tiempo
en que mi padre dijo
—cuando su voz
temblaba de emoción—:

¡Cómo te quiero,
pequeña de mi vida!
¡Cuánto te quiero,
mi dulce corazón.

Estudia siempre,
mi niña consentida,
sé siempre obediente,
¡trabaja con tesón!

Ve siempre recta,
protege a tus hermanos,
¡vivan unidos siempre,
como lo anhelo yo!

Al paso de los años,


Padre mío,
aún te llevo
aquí en mi corazón,
presente, siempre vivo.

Y tu grandioso ejemplo
ha dado muchos frutos,
amado Padre mío,
¡pues tú tenías razón!

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Mi poesía

Mi poesía, nace del corazón.


Empiezo a sentir ese calor
que dirige mi mano
como un flujo continuo,
que me invita a expresar
sus emociones.

Emociones de amor,
de tristezas y alegrías,
de añoranzas, de miedos,
de dolor.

Angustias, ausencias,
felicidad, ¡y más!
¡Cómo brota
en fiebre del corazón!

En este corazón
se encuentra Dios,
en este corazón
te encuentras tú.

En este corazón se encuentran todos


¡Los anhelos de vivir fervientes de existir!

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El amor tan sublime
de mis hijas,
cuales luces,
¡que llenan mi cielo
de esplendor!

Todo ello
hace vibrar mi corazón
que me empuja,
que me exige
que escriba su canción.

21
Ya no soy

No me pidas
que te quiera,
que regrese.

Tu palabra
no puede convencerme,
tu mirada
no ablanda mi razón.

Hubo una vez,


que por ti…
daba todo.
Hubo una vez,
que por ti…
todo daba.

Pero mi amor
se diluyó
en la espera.

Una agónica
espera que mataba.
Anhelando mirarte… ¡suspiraba!
Mas, ya no queda nada,
nada queda
de aquel amor que fue.

Sólo quedó el vacío…


Y la que entonces era,
¡ya no soy!

22
Traición

Cuando la suerte impía


me amenazó constante
me envolví en sufrimiento
llorando con dolor a cada instante.
¡Puse mi empeño en no mirarte!
No podía aceptar
lo que sé… fue mi muerte.
Me traicionaste… cuando yo te quería.
Cruel me mentiste, ¡no te importó mi suerte!
Es tan triste, mi vida es un calvario.
Ya el llorar de mis ojos se ha secado,
ya no encuentro consuelo en mi existir,
la ilusión de mis sueños terminado,
ya solo me ilusiono por morir.
¿Dónde te has ido, infame cruel?
¿Dónde te has ido?
¿Dónde ha quedado nuestro amor, aquel?
¿Por qué tan cruento dolor me has infligido?
¿Qué mal te hice yo, con mi querer?
Que te perdone Dios, tan solo pido,
y que me ayude a mí a no desfallecer.
¡Que Dios me cubra con el benigno olvido
y me perdone, si lo he de merecer!

23
Desilusión

Yo te había dado todo,


¡el todo de mi vida!
Mis sueños,
mis anhelos, mi esperanza.

Me aferré,
desquiciada, a tu querer,
sin preguntarme apenas
si en ti podía confiar,
¡sin importarme nada!

Ilusa, obcecada,
obsesionada… ¡loca!
Caro tuve el capricho
que pagar.

Resultaste no ser
Príncipe Azul,
Apenas fuiste
como un grotesco sapo,
aquel que nunca
se pudo transformar.

Ahora vuelan
las ilusiones rotas.
Ahora sufro,
ingenua, mi candor.

¡Cuánta miseria humana!


¡Podredumbre!
¡Cuánta debilidad!
¡Cuánto dolor!
24
Perdona que me ría

Perdona que me ría


—por favor—,
sé que no debo hacerlo
—por pudor—,
pero es que, entre más hablas
—con fervor—
mi Fe se desvanece
—cual vapor—.
¿Cómo pretendes que te crea?
—¡cruel humor!—
Si entre más yo te escucho
—con horror—,
mi corazón resiente
—con terror—,
volviendo hasta mi mente
—con temor—
aquellos juramentos
—que tu amor—
proclamaba con gritos
—de furor—.
¡No he de escucharte más!
—Mentor—.
De tantos disparates y mentiras
—¡qué valor!—.
¡Olvídate de mí, por siempre!
—con honor—
¡Olvídate de mí!
—Mi amor—.

25
Insomnio

No he podido dormir,
noche de insomnio
en que mi mente
volando de recuerdos,
divaga con tu imagen,
que da vueltas,
girando cual fantasma
en esta habitación.

Noche de insomnio,
tu presencia —en ausencia—
me desvela y se angustia
mi sensible corazón.
Es tan dulce
el calor de tu presencia
que la añora ferviente
el corazón.

Me toca,
se posa ante mi mesa,
¡qué dulce sensación!
Se aleja… regresa…

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Y regocija de amor
mi corazón.
¿Cómo privar a mi ser
de tu sustancia?

¿O, acaso crees


que no estás aquí?
¡Iluso e indefenso!
—aún en la distancia tú eres—
¡Sujeto de mi aliento
y de mi anhelo!
¡Sujeto para siempre
de mi amor!

27
Buenas noches

A Nidia

Buenas noches, mi amor.


Cariño mío,
¿cómo puedo expresarte
tanto amor?
El amor que te tengo,
oh, niña mía,
te acompañe a tu lecho
con candor.
Que esta noche
todos tus dulces sueños
te acompañen, feliz,
te den calor.
Y mañana,
tan pronto que amanezca,
a mi llegues
narrando su esplendor.
¡Buenas noches, mi amor!
¡Hasta que llegue el día!

28
Hoy

Hoy deseo conversar contigo,


que tu sepas que en mí
puedes confiar.
Podremos desnudarnos
de caretas.
¡Seguro que hoy
podremos sincerar!
Espero que este día
me cuentes lo que callas,
todo lo que provoca
tu alma a sollozar.
No debes de temer,
¡no temas nada!
Que aprendes a confiar
mientras confías.
¿Qué ya no crees en Dios?
Que te ha fallado,
¡que al Cielo le lanzas
reproches y lamentos!
Que en esta vida
los crueles sufrimientos
son causa de que
no tengas Fe.

29
Que sientes
que ese peso de tu cruz
supera ya tu débil fortaleza,
y que por más que buscas
una luz,
tu vida se extingue
en la tristeza.
¿Es esto lo que
quieres decir?
¿Es esto acaso
lo que vas a expresar?
—Me dices “sí” con la cabeza—
Ahora, que podemos conversar.

30
El origen de la vida

La mente humana
y la filosofía:
¡Sí!, filos es amor,
sophia, es sabiduría.
Entonces esta frase
expresa el esplendor
del aliento
que empuja a explicación
desarrollo y total conocimiento
de la vida
a nivel universal.
A principio del tiempo
—siglo griego—,
allá cuando la etapa
geocentrista,
el Ser Humano preguntó:
“El arjé de la fysis,
¡oh!, ¿cuál es?”
Y Tales de Mileto pregonó:
“Es el agua
el vital elemento
que originó la vida
en toda cosa”.

31
Mas Heráclito
no lo acreditó,
defendió a todas voces:
“¡Es el fuego!”
Anaxímenes, Parménides,
Demócrito,
todos dieron
muy sabia explicación.
Mas Empédocles
dijo muy sincero:
“¡No hay discusión!
La vida universal
se originó en el agua,
en el aire,
tierra y fuego,
¡y no hay más!”

32
¡Quiero llorar!

Hoy, esta cálida tarde de verano,


¡No sé!… ¡Quiero llorar!
¡Llorar a mi madre! ¡A su recuerdo!
Pétalos frescos, mojados de rocío.
Llanto que brota candente de mis ojos.
Suspiros leves… puros… del corazón.

Una vez más… yo sé que estas aquí,


no es mi dolor por eso.
¡Lloro y duelo!, arrastro mi congoja,
porque dejé guardado
lo inmenso de mi amor.

¿O, quizá lo supiste, madre mía?


¿Conociste mi gran admiración por ti?
¿Por qué ahora me encuentro en agonía?
Te busco, ansiosa, ¡aquí a mi alrededor!
Sé que soy material, al fin y al cabo,
¡y quiero oír el sonido de tu voz!

33
Manantial

Ayer estaba inspirada


y escribía,
escribía ágilmente,
sin parar.

Todas las ideas


de mi Ser fluían
como agua clara
de un limpio manantial.

Sentimientos profundos
que pugnaban por brotar
y expresarse en oración.

Los que existían


de siglos,
los que nacieron hoy
y los que en el futuro
nacerán del amor.

34
Adiós

Adiós te dije con los ojos,


porque mi boca se quedó sin voz.
¡No pude hablar!
Desfallecía sin fuerza,
y apreté los labios
para no llorar.

¿Cómo es posible?
—gritaba el corazón—
¿Cómo es posible eso?
—destrozas tú misma
la ilusión—

Mas mi mente
afirmaba la sentencia
de matar a mi propio corazón.

¡No le digas adiós!


¡No digas eso!
—aquella voz rezumbaba
en mis oídos—

Y así, me alejé.
Me retiré por siempre,
enterrando, discreta,
mi pasión.

35
El poema 22

Una noche anterior


a este momento,
escribí sin parar,
¡Muchos poemas!
¿Diez y ocho o veinte?
Fue algo así,
y entonces me detuve.

Continué al día siguiente.


Me senté, disponiéndome a escribir.
Fue de repente…
Y vi que era el poema 22,
de este brote febril
de inspiración.

Ahí, pude notar que el 22


es una de mis cifras favoritas,
no sé por qué sí, ni por qué no,
simplemente les digo, compañeros,
¡que yo adoro la cifra 22!

36
Quisiera

Quisiera dormir…
Cerrar mis ojos,
¡y viajar
por el mundo de Morfeo!

Navegar sin bote


y sin velero.
Sumergirme
en el mar de la quietud.

Bogar en altamar,
vivir en ese sueño,
dejando en un lugar
la decepción.

Cerrar mis ojos,


soñar…
dormir en paz.

37
Así

Deja que te diga que te quiero,


déjame escuchar tu dulce voz.
Deja que acaricie tu mejilla,
déjame entregarte el corazón.

Toma de mis labios el calor,


tómame en tus brazos con amor.
Toma los delirios de mis ojos,
tómame, que me urge tu calor.

Sigue repitiendo que me amas,


sígueme con toda tu pasión.
Sigue contemplándome muy cerca,
¡sígueme, por Dios, con devoción!

38
Distancia

Mis ojos traspasan la distancia,


buscando ese reflejo en tu mirar.
Y siento que a través del viento
tu mirada me viene a contemplar.
No pienses que me alejo,
¡no, no es eso!
No pienses que te dejo
en soledad.
Si ahora estás distante,
¡no te dejo!
¡Siempre puedo tu imagen acercar!
Esta distancia aparente… enorme,
físicamente nos puede separar,
pero recuerda que el amor, por siempre,
tiene mil formas para dialogar.

39
¿Cómo fue?

El amor, dulce y suave,


se transformó en tormento.
Yo, cuenta no me di,
apenas ahora observo lo que siento.

Se transformó muy lento,


se volvió sufrimiento.
Y de aquel Sueño Azul
no queda sentimiento.

¿Cómo fue que te amé?


¿Cómo yo te perdí?
Miro en mi mente danzar las situaciones
que formaron aquella confusión.

Escenas grotescas y banales


que no merecen espacio ni lugar,
y sin embargo, crecieron como el fuego
que prende tan fuerte como en un trigal.

Se ha consumido todo, se ha terminado todo,


cierro los ojos, para no llorar,
y ruego al Cielo, de algún modo,
pidiendo fuerzas, para olvidar.

40
Mi vecino

Todos los días lo encontraba.


Algunas veces silbando,
y otras en silencio,
cavilando.

Despues de todo, es artista.


Él, siempre está creando,
y al expresarse en su arte,
su espíritu radiante
brota de inspiración.

Vive de instante en instante,


silbando eterna canción.
Grata siempre es su presencia,
es mi estimado vecino.
Él se apellida Anzaldúa.

41
Etapas

En el inicio de la tierna infancia,


sin conocer aún lo que es la existencia,
el Ser Humano se desarrolla y crece
y su naturaleza le insta a ser invicto.

Duros son los momentos de esa fase,


algunos traspasamos, algunos otros terminan derrotados,
quedando así, la vida que apenas nace
en sus primeros alientos opacada.

Aquellos que salieron triunfadores


encuentran otra fase en su destino:
etapa de conflictos emotivos, cambios orgánicos,
físicos, sociales, que los llevan quizá a ser mirados
cual seres tergiversados, comodinos.

Continuando en periodos de la vida,


atravesamos por dudas y temores.
Algunos dicen: “¡Mi vida está construida!”
Otros opinan: “Tengo solo dolores”.

Y yo, concluyo conmovida y siento:


sabia es la naturaleza que a nuestro paso
nos impulsa, nos prueba, nos madura,
nos obliga a limar toda aspereza
y nos lleva a alcanzar sublime altura.

42
Mi Príncipe Azul

Tú, mi compañero perfecto,


mi Príncipe Azul,
el hombre ante mis ojos
sin defecto.
Jamás fui tan felíz
como este tiempo
que pasé a tu lado.
…Pero las almas tienen
también otros destinos
y ese momento a nuestras vidas
ha llegado.
…Me voy…
como una paloma de su nido,
mis pasos seguirán
otro camino largo y,
¿qué final tendrán?
…Me voy…
Y en la distancia escucharás mi voz,
aquí, el sol, la lluvia, el viento
te traerán rumores
de aquel inmenso amor,

Y a mí, en la distancia,
me entregarán dolientes,
uno por uno,
trozos del corazón.

43
Máscaras

La gente tiene diversos rostros,


son como máscaras.
Frecuentemente lo que contemplas
no es lo que ves.

A veces lloran —pero te mienten—


A veces ríen —y no es verdad—
También sucede que te prometen
—y un día te enteras
que eso no fue—.

Y aquí vivimos
y convivimos
con tanta gente
que en lo profundo,
no es como es.

Y afuera existen
miles de gentes
que representan
lo que no es.

Humanidades de cientos de años,


¡ya dejen máscaras!
¡Humanidades de cientos de años,
quiten sus máscaras!

44
No pude

No pude retenerte,
¡No, no pude!
Y te dejé volar
sin detenerte.
Dejé que encontraras
por ti mismo, la verdad,
para que no sufrieras.
Ahora sé,
que caíste en un abismo,
¡y no pude evitarte ese dolor!
Perdóname, dejé que te murieras,
que te ahogaras
en mares de dolor.
Sé que aprendes tu lección.
Amado mío,
¡qué triste es tu canción!
Porque tu mente obcecada y loca
te llevó a equivocarte de camino,
necedad que te obligó a callar
y a volverte un esclavo del destino.

45
Percepción-acción

Si las cosas y los hechos


cambian —dicen—
dependiendo del color
del cristal con que los ves,
¿cómo encuentras tú la verdad,
la razón, lo real,
lo que de veras es?

Así se muestra la percepción humana,


que es muy particular.
A veces tú defiendes algo
porque ves de algún modo,
mas otra gente
¡miras que lo cambia todo!

¡Qué acomodaticio puede ser!


Y qué voluble
¡el pensamiento que lo cree!
Debemos asomarnos al valor,
me refiero a la regla, a lo moral,
a la ética y a lo legal.
La guía que lleve de la mano
a todo aquel que quiera justo ser,
a todo aquel que quiera
vivir en la verdad.

46
Una famosa frase reza:
“Tu derecho termina exactamente
donde empieza el de alguien más”.
Y entonces, justamente,
te invita a analizar,
a mirar lo correcto de tu decisión,
a cuidarse entre sí
la humanidad.
A buscar into sí, en lo más profundo,
¡esa voz en que intuyes la verdad!

47
Vals

Al ritmo de la música de un vals


me inspiro y me dispongo a conversar
con mi lápiz, mi pluma y un papel.
Este vals favorito de mi madre
me lleva a analizar,
¡qué dulzura, qué sensibilidad de su alma!
Cómo puedo con ella empatizar.
En el vals del “Faisán” las notas vibran
en agudos que me hacen delirar
y las cadencias de su ritmo llevan
con ternura, mi alma a sollozar.
¡Gracias, Madre, por la vida que me das!
Gracias por dejarme disfrutar
herencia de tu Ser, ¡y más!,
estas notas tan rítmicas de un vals.

48
Infancia

La niñez, esa época preciosa


que acompaña mi vida dulcemente,
recordando la figura amorosa
de mi madre presente eternamente.

De mi padre, figura respetable,


amoroso también, muy responsable.
Los hermanos y hermanas conviviendo
en la dinámica diaria, ir creciendo.

Ahora, los que aquí quedamos,


pues mi padre y mi madre ya se han ido,
recordamos, también glorificamos
el buen ejemplo que se nos dio de niños.

49
Soledad

A veces es mejor pensar a solas,


a veces es mejor sufrir a solas
y a veces también, gozar a solas.

Dialogar con sí mismo, en soledad,


aun cuando a veces te des cuenta
que la angustia te encoge el corazón.

¡Es bueno estar a solas!


Escucharte a ti mismo, conversar,
y muchas veces, ¡también para llorar!

Vivir los minutos del silencio,


escuchar el sonido del vacío,
¡y aprender y crecer en soledad!

50
Bendito es el amor

¡Bendito es el amor!
Bendito sea
todo aquel
que lo llegue a disfrutar.

Todo aquel
que conozca sus desvelos,
todo aquel
que lo pueda conservar.

Es una tierna flor


de invernadero,
una valiosa joya
en un vitral.

Una genial
obra de arte,
¡un gran tesoro
para la humanidad!

51
La vida pasa

Angustia de mirar
cómo la vida pasa,
y cómo, yo presiento
que ahora aquí me quedo,
me quedo en soledad.

La tristeza me acompaña
y tengo miedo,
me asomo a la ventana
—que se empaña—

Veo la noche,
fúnebre, espantosa…
Afuera los segundos
van pasando, quedo.

Y me siento entre dos mundos


luego,
el de mi vida alegre
y el de mi soledad.

Me integro misteriosa al otro mundo,


me empapo en su frialdad y muero…
Pero cuando quiero… me regreso…
¡Y vivo… la calidez me envuelve!
¡Mi alma se alimenta!… Se va la soledad

52
¿Vida después de la tumba?

A Miguel Torres Pulido

Aquí se quedó el cuerpo,


tu alma trevoló,
has traspasado el tiempo,
develado el misterio.
¿Qué encontraste allá?

Soltaste las cadenas,


terminó el sufrimiento.
¿Acaso nos contemplas
feliz el pensamiento?

Con el alma risueña,


¿gozando el más allá?
Ya no hay limitaciones
ni penas que cargar.

Miramos tu sepulcro.
¿Nos escuchas llorar?
Un misterio es la muerte,
y un misterio también,
la vida más allá.

53
Si estamos en el mundo
envueltos en la duda,
¿nos observas dudar?

Si estamos en el mundo,
¿y estás a nuestro lado?
¿Quizás algo importante
nos quieres murmurar?

Estás en otro plano


ahora, ¡tú lo sabes!
Ahora que ahí estas,
¿sientes felicidad?

Noviembre 2003

54
Volveré

Ahora, amor mío,


me voy, me voy de ti.
Es cierto que te quiero,
me sangra el corazón.

Pero en este momento


me voy, me voy de ti.
Cuando pasen los anos, volveré
—yo lo prometo—. Volveré.

Cuando caiga en tus hombros


el cansancio,
cuando la última fuerza de tus ojos
¡la dirijas a mí!

Volveré,
cuando tus lentos pasos,
reuniendo su energía,
te lleven junto a mí

Cuando el ocaso
de tu vida llegue,
entonces, amor mío,
¡volveré!

55
Y desde hoy,
hasta ese entonces, cada día
al ocultarse el sol,
tú pensarás en mí.

Y cuando yo me vaya,
cada día,
cuando amanezca el sol,
despertarás en mí.

Me iré.
Y al cabo de los años, volveré.
Ese es mi plan, bien mío.
¡Volveré!

56
Llora el viento

El viento llora
detrás de mi ventana,
—ulula sin cesar—.
Es una noche triste,
de desvelo.
También me hace llorar.

De todos los rincones


del planeta,
se trae las quejas
y las vuelve a llevar.

Es eterno mi penar,
igual que el viento.
Escucho los murmullos,
los sollozos
que en jirones de viento
azotan el cristal.

Se escuchan en mi ventana
las quejas y la pena
de las almas heridas
que lleva el vendaval.

57
Transformación

Del cieno me levanté,


cuando la pena
entristeció mi frente.
Mi ser
se sacudió doliente
y mi faz
se transformó, serena.
Trastoqué la penuria
en gracia plena,
y se llenó mi alma
de alegría.
La mirada elevé
hacia el firmamento,
sintiendo el corazón
fortalecido
y concentré mis ojos
en la tierra.
He aprendido en verdad
que lo vivido
templó el carácter,
la esencia y la presencia.

58
Hoy, que mi corazón
se ha conmovido,
comprendo en verdad:
corto es el tiempo
y la vida es poca,
para dar alegría
y disfrutar la paz.
Que el trayecto es breve,
para cambiar los defectos
en virtudes,
para forjar el alma
como el hierro,
para que no sucumba
ante la adversidad.
Para crecer y vivir
y compartir espacios
de igual a igual
con esta humanidad.

59
Eterna primavera

Rayos de sol,
que tibios
atraviesan mi ventana
hoy, anunciando
de nuevo primavera.

Los vientos
intranquilos de la tarde,
mecen las ramas
de majestuosos pinos,
cantando alegres,
gozosos de volver.

Un ciclo que termina,


un ciclo que comienza,
eternos movimientos
de la naturaleza.

Las aves que se allegan


alegres junto al sol,
trayendo con sus trinos
vibraciones de amor.

60
Capullos que se abren
perfumando el jardín,
y nuevas esperanzas
en todo corazón.

¡Bendición es la vida!
¡Bendición el amor!
¡Eterna primavera,
qué bella es tu estación!

61
Soneto

Sus ojos tristes, su vestuario negro,


sin ilusiones, con el alma rota.
Vela su faz un triste candelabro,
su sonrisa de antaño no se nota.

Ante la mesa de trabajo cada día,


desde hace años su cabeza inclina,
pasa los días iguales, no varía,
es como si una pena lejana y asesina

Matara su ilusión y su sonrisa.


¿Qué esperan esos ojos soñadores?
¿Qué nostalgia confusa le consume, aprisa?

Misterios que la mente transformó en ardores


que no son realidad, pero que atan
y sumergen su vida en mil dolores.

62
Comunión

Tus labios callan


en eterno silencio,
y tu alma
comulga con la mía.

Tu presencia
constante me acompaña,
aunque tu vida
no se llame mía.

Lejos de ti,
las ilusiones rotas,
quebradas
por tu mente que delira

sentimientos que no siente


—¡son mentira!—
porque tu corazón
por mí, suspira.

63
Amor

Amor, es el sonido de las hojas


que caen en el otoño.
Es como el trino de las aves
que en el cielo reúnen su bandada.

Como el paisaje del amanecer


en la alborada,
como el tierno remanso del riachuelo
que refresca y calma.

Es el fuego que incendia


sin quemar, el alma.
Es recordar en el silencio
y en la nada.

Es recordar en la presencia
y en la ausencia.
Escuchar en la voz que acaricia
tus oídos
el canto celestial de la creación.

64
Amor, es el regalo de los dioses.
Es encontrar en los ojos que te miran
el sonido inaudible,
la presencia invisible de ese Ser
que transmite al contacto
en la mirada,
el mensaje que guarda el corazón.

Como fundirse dos almas


y ser una.
Como elevarse sin que pena ninguna
perturbe la vida en su canción.

65
Mi canción

Quizás en mis noches de desvelos,


mi ser añorará la sensación
de zurcir con el viento mis anhelos,
de adornar con estrellas tu cabello.

De observar tu divina palidez como un destello


que dará apoyo eterno a mi canción.
Yo te observo venir en la distancia
como sombra ligera deslizarse.

Rozando con tus pies la suave arena,


¡tu adorable figura que fascina!
¡Y hace nacer en mi alma esta emoción!
Esa dicha que embarga a mi ser en tu presencia

Y que no tiene jamás, comparación.


¡Eres el todo, eres la nada!
¡Eres en mi vida la alborada!
Eres mi poema, mi canción.

66
La perseverancia

La perseverancia es una virtud


propia de reyes.
Es producto de una gran fortaleza
del espíritu.

Es movida por el potente motor


del optimismo
e impulsada por un gran afán de logro.

Es el ave que levanta el vuelo


a pesar de neblinas o nevadas.
Ave preciosa que avanza con firmeza.

Silenciosa,
contra vientos
¡y contra tempestades!

Que al término del vuelo aterriza


muy suave y silenciosa
en ese suelo

Suelo firme en donde encuentra


su inmenso y gran tesoro
y es el logro de todos sus anhelos.

¡Es el fin exitoso de su vuelo!


¡Es el único sitio del constante!
Hermosa cualidad es la perseverancia.

67
Tiempo

Hace falta tiempo


para aprender,
hace falta tiempo
para comprender.

Hace falta tiempo


para recordar,
hace falta tiempo
para olvidar.

Hace falta tiempo


para bien sentir,
hace falta tiempo
para presentir.

Si a través del tiempo


transformas tu vida,
si a través del tiempo
tu alma es conmovida.

¡Qué bello es el tiempo


que te da el placer!
¡Qué bello es el tiempo
que te ve crecer!

68
Oración

Elevo este día


mi pensamiento
para pensar en Ti.

Darte las gracias


por tantas bendiciones
y disponerme hoy
en el nuevo milenio
a recibirte en mí.

Yo reconozco ahora
toda la gran fortuna
que en esta vida mía
se me otorgó por Ti.

Y en lo que a veces quise


y que no pudo ser,
veo tu voluntad
y hoy lo acepto así.

69
Agradezco que siempre
tu presencia
construyó mi trabajo
inspirándome así.
Conmigo siempre fueron
aquellos que lejanos
compartieron la vida
alabándote a Ti.

Conmigo siempre fueron


aquellos que cercanos
compartieron la vida
bendiciéndote a Ti.

Elevo mi oración,
aceptando la Gracia
de este año que empieza
esperando de Ti.

Que mis obras yo cuide


y no dejarlas vacías
para que en ellas ponga
mi mejor emoción.

70
Que el amor que me dan
todos mis semejantes
aprecie cada día,
valorándote a Ti.

Que tu amor generoso


que alimenta mi ser
no lo viva egoísta y
pueda yo compartir.

¡Gracias, Señor!
Por la oportunidad
de cedernos la vida
con este año más.

¡Gracias, Señor!
Por la oportunidad
de aplicar nuestro esfuerzo
¡Sin decaer jamás!

Y, ¡gracias, Señor!,
porque al nuevo milenio
en todas las acciones
con nosotros estás.

Enero 2000

71
Inspiración

Mi pluma
calládose había,
pero mi corazón
seguía cantando.
Porque al pasar los días
no podía,
¡guardar consigo regocijo tanto!
Y me impulsó la mano
con un febril anhelo
para expresar, gozosa, lo que siento:
dicha por tu alegría,
regocijo de amor,
¡cantos del alma mía!
¡Inspiración de amor!

72
Solitario

Él se encuentra en verdad tan solitario


que de su faz… la risa está ausente.
Le acompaña la vida cruel calvario
y ya las ganas de vivir no siente.

No abriga motivo alguno que le anime,


no acepta el amor en su existir,
inclusive rechaza a quien le estima
y se aleja del gozo de vivir.

Sus manos yertas, carentes de caricias,


se esconden prestas entre su pantalón.
Sus labios secos, ausentes de sonrisas,
expresan muecas, tristes del corazón.

Nadie conoce qué es lo que ha pasado,


no se explica cuál es su situación,
sólo él conoce lo que le ha atormentado,
eso que lo hace vagar sin ilusión.

73
Sin ti

Insomnio en esta noche


que me envuelve,
y que me duele
de pensar en ti.

Ausencia de tu voz,
de tu presencia.
Negro vacío
es el vivir sin ti.

Distancia material
unión espiritual,
es la verdad que existe
si estoy lejos de ti.

Los grillos en la noche,


el ruido del silencio,
en esta eterna espera,
mi hoy, que está sin ti.

74
Querido Diario

Querido amigo,
sólo en tus paginas
he logrado expresar
mi sentimiento.

Mudo testigo,
tú, que estás conmigo,
animando a decirte
lo que siento.

Tus páginas de seda,


blanco abrigo,
acogen diligentes
mis pensares.

Cuánto te aprecio,
comprensivo amigo,
¡cada vez que comprendes
mis pesares!

75
Noche misteriosa

La noche quieta, de quietud divina,


al fondo el manto de cien mil estrellas
envueltas en la sombra misteriosa,
la sombra misteriosa de la noche.

Las formas fantasmales de la tierra


se contemplan bajo plateada luna,
minutos en que calla toda cosa
mientras cruzan veloces las centellas.

Un beso y nada más, un suave roce


de la noche, la luna y las estrellas,
un sumergirse en la bruma y en el goce
del grato abrazo de las noches bellas.

76
En todas partes

En todas partes… aquí y allá


coincidiremos en el mismo punto,
y nuestros ojos verán el horizonte.

Nuestros pasos guardarán reposo


y se sumergirán las almas en la tarde,
la tarde de color naranja.

El cielo brillante girará con el día,


el día que se hará ocaso
y cubrirá con su manto los paisajes.

Tus ojos brillarán con un fulgor profano,


mis labios reirán y extenderás la mano,
para tomar la mía y apoyar mi paso.

77
Amor materno

Madre, tu presencia
sublime, me acompaña.
Es sutil, como caricia
infinita que no daña.
Está conmigo
en el albor del día,
y en el ocaso
cuando se oculta el sol.
En mis tristezas,
tu recuerdo me
sostuvo siempre,
y en mi alegría,
tu amor me alimentó.
Hoy, tu risa
es un eco en mi existir
llegando a mi memoria
en lontananza.
Bendigo tu existencia,
¡Madre mía!
¡Bendigo mi existir!

Y aquellos cantos
de tu dulce voz.
Tus miradas,
ternuras comprensivas,
que sin palabras
¡me dijeron tanto!
Guardo el calor amoroso
de tu pecho

78
que en su momento
cobijó mis penas.
Me acompañas por siempre,
¡Madre mía!,
compartiendo mis triunfos
y quebrantos.
Si en la tierra algo es divino,
es el amor materno,
si los ojos cegados, no lo ven,
si algunos labios ingratos
no lo hablan,
por cada labio que calla
¡yo lo aclamo!,
y por cada pupila
que se cierra
¡yo lo veo!

Madre que siempre


nos lo diste todo,
porque tu amor
es callado y generoso,
¡bendita seas, criatura celestial!
¡Madre amorosa!
Recibe en esta fecha
tan hermosa
¡mi eterna gratitud!
Y el constante anhelo,
de lograr algún día
¡ser como tú!

Chihuahua, Chih.
Mayo 10, 2000

79
El amor

(Sátira)

Misterio es el amor,
el amor es misterio
¿Se convierte en dolor?
¿Nace de un hemisferio?

Transforma la existencia,
te hace vivir mejor,
mas su presencia es necia,
pues necio es el amor.

Te llega como ensueño


y ni cuenta te das,
te envuelve como dueño
donde quiera que vas.

Pero también se aleja


cuando mejor estás,
y, entonces, él te deja.
¿Acaso quieres mas?

80
Al viento

La sombra de la noche
nos envuelve,
se oye el canto de los grillos
—estridente—.
Mi corazón temblando
entre mis dientes,
mi llanto destilando
cruel dolor.
¡Oh, cuán mísera
y vana es esta noche!
¡Qué perverso y fangoso
muere el tiempo!
¡Qué vacías
se quedan nuestras manos!
Qué sutil separación
de cuerpos
que se dispersan
como si fueran brisa.
La sombra de la noche
nos envuelve,
mientras se aleja el viento…

81
En el minuto exacto

Tu sombra sutil se allegará,


cuando el reloj señale
ese minuto exacto:
ni antes, ni después.

¡Ni antes, ni después!


Será el minuto exacto
cuando tus pasos lleguen
marcando ese final.

¡Será el minuto exacto!


Y dejarás…
ilusiones pendientes
de vivir.

Dolores presentes
que sufrir,
añoranzas pasadas
suspendidas…

Y envueltas en las sombras,


en la nada…
en el minuto exacto
vidas se extinguirán.

Hundiéndose en ausencia
de vida terrenal,
fenecerán…
cuando llegues, ¡oh, Muerte!

82
Sin pensamiento

El entendimiento
espiritual es tan profundo,
que nuestras almas
vibran el mismo sentimiento.

Y al mirarnos tú y yo
en este espacio,
sin palabras
unimos el presentimiento.

Quizá las mentes


desvían el pensamiento,
quizá la forma
diverge del acento.

Mas esfumándose
forma y pensamiento,
nuestras almas
se integran desde el centro.

No existe
explicación real,
no importan
forma ni pensamiento,

sólo importa
la vida inmaterial,
que nos une
de esta manera ideal.

83
La primavera

El tiempo cabalga
en galope sin fin.
Vira el viento,
vibra el sol,
cubriendo los campos
de calidez y vida.
Tan suave y ligero
cual velero
que se hace a la mar.
Libre de naufragios,
en ciclos
que se trenzan
hasta la eternidad.
Brota la primavera,
¡en belleza sin par!
Arco-iris de flores,
nubes de mariposas,
hojas verdes,
¡primorosas!
En ese viaje eterno
que gira sin cesar:

¡Es canto a natura!


¡Es canto al amor!
¡Es canto a la tierra!
¡Es loa al Creador!

84
Diplomado en Docencia

Generación 2000, ITCH

Terminamos un ciclo, compañeros,


de esfuerzo, de alegría que nos trajo
el transcurrir de los días placenteros
en la dedicación y en el trabajo.
Otra meta alcanzada, otro escalón,
en nuestras vidas, de anhelos y de logros.
Hemos vivido la gran satisfacción
y disfrutado cumplir los objetivos.
¡Vaya mi afecto por todos, uno a uno!
Vaya mi felicitación, porque ninguno
¡se quedó rezagado en el camino!

85
¡México, patria mía!

¡México, patria mía!,


cuyos cielos
nos cubren con decoro,
tus fértiles suelos,
¡cuánto adoro!
En él se observan las huellas
de tantos hombres valientes
que los siglos han guardado
sin poder desvanecer.
Tu escudo y tu bandera,
¡proclaman con orgullo ese legado!
de tan excelsa historia
que nos ha heredado
ésta, ¡la tierra
que me vio nacer!
Elevo un canto,
una elegía,
recordando orgullosa,
¡patria mía!,
ésta, ¡la tierra
que me vio nacer!

Chihuahua, Chih., septiembre 2001

86
A su muerte
(Alfonso Torres Pulido)

Su cuerpo
se encontraba inmóvil,
y su pensar,
lo más probable,
inerte.

Expresaba
por todos los poros
de su piel,
la paz.

Era diáfana
su faz
y su expresión
risueña.

De su alma emanaba
la armonía,
la gracia
y la belleza
de quien
no sufrirá más.

87
Cuando existió
en la vida,
fue mi hermano,
cuando partió
de ella,
espiritualmente
me tendió
la mano.

Y en contacto sutil
percibí claro:

La plenitud de su presencia
es más cercana,
mas hermosa,
conforme
los minutos
van marcando
la desintegración
de la materia.
¡Es mi hermano!

Octubre 19, 1999

88
El paso de las estaciones

Cinco ciruelos en línea,


donde cada estación pone
diverso vestuario al año.
Muy hermoso, sin dudar.

Son cinco árboles en línea


que adornan nuestros jardines,
vistiendo el traje de gala
adecuado a la estación.

Al llegar la primavera
sus ramas cubren de rosa,
¡espectáculo tan breve
que a la mirada fascina!

De pronto para el verano


su follaje se transforma
en traje rojizo, denso,
cubriéndolos de color.

Y cuando el otoño llega


silenciosas, suavemente,
las hojas se ven caer,
dejándolos al desnudo

89
a la vista, sin doblez.
Pasa muy sereno el viento,
esparciendo suavemente
las hojas por el jardín.

Y cuando el invierno está,


¡maravilloso placer!,
su helado vestuario blanco,
¡hermoso a mas no poder!

Año, tras año los ciclos


se vuelven a repetir,
arco-iris de belleza,
arbolitos que propagan

generosos su esplendor,
—un regalo a nuestra vista—.
Voz de la naturaleza,
¡expresiones del Creador!

Instituto Tecnológico de Chihuahua, junio 2002

90
Cada día

Agradezco cada día,


contemplo el amanecer.
Cada día que comienza
siento que será mejor.
No deseo
lo que no tengo,
me despreocupo mejor,
porque sé
que siempre logro
aquello
que espero bien.
Al atardecer el día
yo, lo vuelvo a agradecer.

91
Mi traje de tristeza

Estoy de viaje sutil,


mi traje de tristeza
provocado por tu ausencia.
Galardón de belleza,
¡hermoso traje!
Con él cubro desnudez,
desnudez que me envuelve,
vacío de tristeza,
que me envuelve de ausencia,
trayendo hasta mis oídos
el girar de esos vientos
espesos de la noche.
¡Qué tristeza!…
Los lamentos de la noche…
¡Qué tristeza!…
Mi galardón…
¡Mi traje de tristeza!

92
Vicios

¡Pobre de la humanidad!
De la mano con los vicios,
arrastrando la inocencia,
deslumbrada de placer.

Transitando por las calles,


ansiando apagar su sed.
¡Claman al becerro de oro!
Mas tampoco les escucha

Pobre humanidad que gime


y se olvida de su Ser.

93
Ensueños

Mis sentidos
de mañana,
se encuentran
adormecidos,
esperando
muy serena,
el ritual aletargado
para volver
a vivir.
Al amanecer
el día,
vengo envuelta
entre mil sombras.
Entre aquel
perpetuo olvido,
de mi risa
o de mi llanto.
Déjame sacar
el frío,
vengo envuelta
en soledad,
Déjame grabarme
el día,
para no
ausentarme más.

94
Tras mi ventana

Un llanto atraviesa
mi ventana,
me asomo…
Veo el cielo azul.

Sombras
tras del ventanal,
que pasan,
y un eco de llanto
que se va.

Pretendo alcanzarlo,
le quiero consolar,
saber…
Qué le acongoja,
¿Qué le hace sollozar?

Los vientos
de la tarde
cruzan
tras mi ventana.

Persiguen
aquel llanto
quizá…
¿Lo alcanzarán?

95
Ausencia

(Soneto)

Las páginas del libro de la vida


se deshojan del tiempo que ha pasado,
y mi alma en exceso conmovida,
anhela que te encuentres a mi lado.

Y me sumerjo en mi propio corazón


buscando en sus latidos tu presencia,
Mas sólo encuentro vacío, desazón,
ese vacío que dejó tu ausencia.

Me suena extraño que la gente diga:


“¡Son pocos los días que pasados van!”
Pero percibo junto a mí el Omega,

al transformarse ese segundo en siglos,


cuando tus ojos junto a mí no están,
¡para mirar mi regocijo en ellos!

96
Para Nidia

Hija, tu eres el más preciado


don de Navidad
que jamás recibí.
La ternura me inunda
al recordar los años pasados,
y aún siento tu presencia
en mi vientre,
y aquella Navidad.

Quiero conservarte
junto a mí,
pero al mismo tiempo
quiero admirar
tu alto vuelo,
y tu libertad…
¡Tienes un espíritu
y una entereza toda tuya!

Eres una Hacedora


y una Triunfadora,
en lo que merece tu Fe.
El orgullo me sobrecoge
cuando pienso en tus aspiraciones,

En tus logros,
tu determinación
para hacerlos realidad.

97
Tu mundo resplandece
novedoso
y estalla en posibilidades.
…Es tan fácil recordar
tus primeros pasos,
y cómo te tendí la mano
para que de ella te aferraras
y te sintieras segura al caminar.

Con cada año que pasa


más son los pasos que das,
y alguno de esos pasos,
como el que das ahora,
te llevarán lejos de mi…

Pero no olvides jamás


que mi mano y mi corazón
para siempre están aquí.
Siempre serás mi hija.
¡Mi amiga extraordinaria
de todos estos años!
¡El mejor don de la vida para mí!
¡Te amo con todo el corazón!

Tu madre.

Diciembre 30, 2005

98
Índice

Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7

Se fue . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9
No hace falta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 10
¡No, no quiero! . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11
Noche eterna . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 12
No es soberbia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 14
Ven . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15
He pensado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 16
El reloj . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 17
Hubo tiempo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19
Mi poesía . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 20
Ya no soy . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 22
Traición . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23
Desilusión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 24
Perdona que me ría . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 25
Insomnio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 26
Buenas noches . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 28
Hoy . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 29
El origen de la vida . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 31
¡Quiero llorar! . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 33

99
Manantial . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 34
Adiós . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 35
El poema 22 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 36
Quisiera . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 37
Así . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 38
Distancia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 39
¿Cómo fue? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 40
Mi vecino . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 41
Etapas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 42
Mi Príncipe Azul . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 43
Máscaras . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 44
No pude . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 45
Percepción-acción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 46
Vals . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 48
Infancia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 49
Soledad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 50
Bendito es el amor . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 51
La vida pasa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 52
¿Vida después de la tumba? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 53
Volveré . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 55
Llora el viento . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 57
Transformación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 58
Eterna primavera . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 60
Soneto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 62
Comunión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 63
Amor . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 64
Mi canción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 66
La perseverancia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 67

100
Tiempo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 68
Oración . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 69
Inspiración . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 72
Solitario . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 73
Sin ti . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 74
Querido Diario . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 75
Noche misteriosa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 76
En todas partes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 77
Amor materno . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 78
El amor (sátira) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 80
Al viento . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 81
En el minuto exacto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 82
Sin pensamiento . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 83
La primavera . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 84
Diplomado en Docencia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 85
¡México, patria mía! . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 86
A su muerte (Alfonso Torres P.) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 87
El paso de las estaciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 89
Cada día . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 91
Mi traje de tristeza . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 92
Vicios . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 93
Ensueños . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 94
Tras mi ventana . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 95
Ausencia (soneto) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 96
Para Nidia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 97

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Esta primera edición de
Voces del corazón
se terminó de imprimir en septiembre del 2018
en Chihuahua, Chih., México.

Diseño editorial:

Calle Delicias n. 251, 482–6684, Chihuahua, Chih.

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