a los coIll

pies 5
cabeza simbolizaba, por
Para los antiguos chinos, la
al Cielo, en contraposición al Cuerpo,
su forma esférica,
símbolo de la Tierra. Esta idea, aparentemente
que era incluso
r e e n c o n t r a m o s en otras culturas,
tan ingenua, la
como Platón que también reparó
en autores europeos
a un
cabeza comparándola
en la esfericidad de la
microcosmos. de
al mundo
La cabeza corresponde, efectivamente,
mismo nombre hebreo,enroskh, se
los principios. Su hacen
Por esta razón, se
asocia con reshit, "principio".
el espíritu y al cuerpo con
Corresponder a la cabeza con

la materia. resumen de todo

un
La cabeza es, en cierto modo,
las funciones del organismo
el hombre al hallarse todas
decirse que si el
Controladas por el cerebro. Podría
Cuerpo es el mundo de los tipos, la cabeza es el mundo
de los arquetipos.
La medicina china tradicional consideraba que el
cerebro era "el más noble de los órganos" por o cual
tenía que ir protegido por el cráneo, "la más dura de las
cajas". Si consideramos al hombre como árbol inver-
tido, el cerebro correspnde a su raíz. Por ello, simbó-
licamente, hablando, la raíz del hombre estará en el
Cielo y no en el Suelo.
Se ha asociado la cara al espejo. La paremiología ya
nos dice que "los ojos son el espejo del alma". Estos
últimos se hacen corresponder, en la tradición astroló-
gica, al Sol y a la Luna. El ojo derecho correspondería

Firoas
oleec e G e o 0 a

Sf Eopo
Conscien A
ücLeaes
ara
AS atirene
l a t d o s

1alaue
1 d e a . 1 y

Catiorstee
11mTune Eetel rearse
CaleOrCel Desrucne
recive
pjugs

A r e e

i
i#:i.ig;

Los órganos del cuerpo y su

localización en el cerebro.
 En numerosas prácticas canibalísticas se cortaba la
cabeza de la víctima separando así el Cielo y la Tierra
del vencido.
y posesionándose el vencedor del espírítu
En algunas Ocasiones se trataba de una verdadera
ceremonia que culminaba con la ingestión del cerebro
del muerto. Variantes de esta costumbre las encontra-
mos en todas las épocas y lugares: eran habituales entre
los galos, los irlandeses o los mongoles.
En la mitología griega se hace nacer a Atenea de la
cabeza de su padre, Zeus, que se había tragado a Metis,
madre de la diosa. Un oportuno hachazo de Hefesto en
la cabeza de Zeus permitió en nacimiento de Atenea que
simboliza, entre otras cosas, la Sabiduría. por esta razón
se decía que su animal preferido era la lechuza, otro
símbolo tradicional de la Sabiduría, porque ve en la
oscuridad. Acaso todo ello quiera decirnos que la Sa-
biduría no puede ser contemplada sino en la oscuridad;
recordemos que al ser sorprendida Atenea mientras se
bañaba por Tiresias, lo castigó dejándolo ciego.
En la tradición órfica, el cráneo era un cielo micro-
Scópico que Atlas, la columna vertebral, cargaba sobre
sus espaldas.
Atenea naciendo de la cabeza de Zeus (Michael Maier
Atalanta Fugitina, 1609.

Para los cabalistas, la cabeza correspondería simbó-

licamente a la montaña; así el Sefer ner Elobim nos in-
forma de que: "la montaña alude a la cabeza, pues no
ni hono-
hay en el cuerpo ninguna parte tan elevada
rable como la cabeza. En cuanto al sentido oculto de la
montaña, son las mismas letras las que componen las
palabras ha rosh (la cabeza) y har esh (montaña de fue-
go), pues la cabeza es para todo el cuerpo lo que las
montañas son para la tierra". Por su parte el Sefer ba Ot
nos indica la relación entre la cabeza y el corazón: "Los
santos del nivel superior (...) han visto la imagen dee

Dios en su corazón, aunque la imagen fuera visualizada

mira
por la cabeza, pues es en ella donde todo vidente
el corazón de su visión.
EI Calvario (de calva: cráneo), en hebreo, el Gólgota,
de Gulgolet, cráneo, es el lugar de la crucifixión, como
nos enseña el Evangelio (Mateo XXVII-33): "Llegando
al sitio llamado Golgota, que quiere decir el lugar de
la cadaver (...) le crucificaron. Sobre su cabeza pusie-
ron: éste es Jesús, Rey de los Judíos. Entonces fueron
crucificados dos bandidos, uno a su derecha y otro a su
1Zquierda".
Entre los egipcios, conocía la semejanza
se

morfológica entre el cráneo y el scarabeus, el escarabajo,

símbolo de la resurrección.
El simbolismo el oído,
órgano de recepción de la
Palabra, ya ha sido tratado por Luis Miguel Martínez
Otero en su estudio sobre EL LABERINTO
publicado enn
esta misma colección. Señalemos
unicamente que
tanto la oreja (de auricula) como el auriga, aquel que
conduce el carro, tienen una relación fonética
evidente
y acaso también una
etimológica con aurum, oro.