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MISIONERAS PARROQUIALES DEL NIÑO JESÚS DE PRAGA

Ambientación: huellas, cirio y


cartelito de ternura, música
suave de contemplación

Con las huellas se hace un


espiral, en medio se coloca el
“cuerpo de Jesús Eucaristía”,
Pan de Vida que nos permite
caminar dejando huellas de
ternura siendo compañeras de
camino.

Canción: “Caminos” (Siembra)

I. Mirando y escuchando juntas la realidad (ver – escuchar)


La caída en la actividad económica, llevará a que, al cierre de 2020, el
nivel del PIB per cápita de América Latina y el Caribe sea similar al
observado en 2010. Habrá un retroceso de 10 años en los niveles de
ingreso por habitante. “Se prevé ahora un aumento también mayor
del desempleo, que a su vez provocará un deterioro importante en los
niveles de pobreza y desigualdad”

La investigación de la CEPAL calcula que la desocupación alcanzará el


13, 5% al final del 2020, por tanto el número de desocupados llegaría
a 44,1 millones de personas, lo que representa un aumento cercano a
18 millones con respecto al nivel de 2019. ¡Tan sólo en un año!

En ese contexto, se proyecta que el número de personas en situación


de pobreza se incrementará en 45,4 millones en 2020, vale decir: de
185,5 millones en 2019 se pasará a 230,9 millones en 2020. El 37,3%
del continente estará en situación de pobreza. A su vez, la pobreza
extrema se incrementaría en 28,5 millones, pasando de 67,7 millones
de personas en 2019 a 96,2 en 2020, cifra que equivale a que el 15,5%
del total de la población de nuestro continente padecerá extrema
pobreza este año. Asimismo, proyecta una mayor desigualdad en la
distribución del ingreso en todos los países de la región: se
incrementaría entre un 1% y un 8% en el continente.

¿Podemos imaginar 44 millones de personas desocupadas? ¿Podemos


captar la dimensión de crisis, deterioro humano y de desesperación
que significan 231 millones de personas en situación de pobreza, entre
los cuales 96 millones en condiciones de extrema pobreza?

 ¿Qué resuena en mis entrañas de la descripción de esta realidad?


 ¿Qué otras grandes brechas de desigualdad nos está dejando la
pandemia?

II. Escuchando, gustando y sintiendo juntas la Palabra (juzgar,


discernir, sentipensar) Juan
11"Estaba María junto al sepulcro fuera llorando. Y mientras lloraba se
inclinó hacia el sepulcro, 12y ve dos ángeles de blanco, sentados donde
había estado el cuerpo de Jesús, uno a la cabecera y otro a los pies.
13Dícenle ellos: «Mujer, ¿por qué lloras?» Ella les respondió: «Porque se

han llevado a mi Señor, y no sé dónde le han puesto.» 14Dicho esto, se


volvió y vio a Jesús, de pie, pero no sabía que era Jesús. 15Le dice Jesús:
«Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién buscas?» Ella, pensando que era el
encargado del huerto, le dice: «Señor, si tú lo has llevado, dime dónde
lo has puesto, y yo me lo llevaré.» 16Jesús le dice: «María.» Ella se vuelve
y le dice en hebreo: «Rabbuní» - que quiere decir: «Maestro» -. 17Dícele
Jesús: «No me toques, que todavía no he subido al Padre. Pero vete
donde mis hermanos y diles: Subo a mi Padre y su Padre, a mi Dios y
su Dios.» 18Fue María Magdalena y dijo a los discípulos que había visto
al Señor y que había dicho estas palabras."

- El texto corresponde a la intencionalidad del evangelista de


presentar la “creación de una humanidad nueva y un mundo
nuevo”, simbolizada en el “encuentro de Jesús y María de
Magdala”, en el huerto, en el primer día de la semana, que anima
la vida de las comunidades joánicas a mantener la esperanza en
tiempos de crisis y oscuridad.
- Se nos invita a ser mensajeras de la Buena Noticia del Reino que ya
está gestándose y que tendrá su plenitud en el futuro. Para ello, la
comunidad humana está invitada a mantenerse en la espera
confiada de la Vida en Plenitud.

- Llanto y diálogo: ¿Qué expresa el llanto de María de Magdala y qué


puentes de dialogo inaugura?
- Búsqueda y encuentro: ¿A quién busca María de Magdala, qué albas
debe clarificar para encontrase con quién busca? ¿Con quién se
encuentra y de qué manera se da?
- Llamada y envío: ¿De qué manera se da la nueva llamada de María de
Magdala y a quiénes es enviada? ¿Para qué se da el nuevo envío?

Elabora tus propias huellas en espiral, huellas que deben estar preñadas
de muchas huellas; sintoniza con las diversas huellas. Cuántas de esas
huellas han dejado ternura. Agradece, acoge y goza tus huellas de
ternura

Elabora la espiral de la pandemia, sintoniza con aquellas huellas. ¡Qué


huellas está dejando la pandemia a la humanidad, al cuerpo de la
Congregación, …?

María Magdalena aparece con un gran protagonismo. Ella, es testiga


privilegiada de la resurrección. Pedro y Juan, en la primera
comunidad, son testigos del “acontecimiento de la resurrección”. Sin
embargo, ella es testiga de la persona del resucitado (20,16); y por eso
puede anunciarlo, y alentar de este modo, a la comunidad replegada
por el miedo a los judíos (20,19). Se le es concedido el regalo porque
permaneció a la espera del encuentro. El deseo tan fuerte del Maestro,
la condujo en medio del dolor (20,11) y la ignorancia (20,13) a
continuar la búsqueda hasta hallar al amor de su vida (Ct. 3,1-4).

María reconoce a Jesús, lo llama “Rabboní”, que en hebreo significaba


“Maestro mío”, trato que expresa discipulado y amor esponsal,
expresión del amor que une a Jesús con la comunidad y amor de
seguimiento. María se reconoce a sí mismo como discípula del amor
de su vida.

A María de Magdala se le envía a anunciar a los discípulos y discípulas


que ha visto al Maestro y Señor. Ella es primera testiga fiable del
sepulcro vacío y del Señor resucitado, acontecimientos fundantes y
fundamentales de la fe cristiana y de la misión de la Iglesia. Ella, vive
la experiencia del “encuentro personal con el resucitado y recibe la
misión de anunciarlo”.

III. Proyección (actuar, fluir)


Angélica Recharte, en sus horas de silencio interior siente algo
inexplicable: “Sentía en mí algo inexplicable, lo que me llevó a la
siguiente interrogación: ¿Qué me mandas hacer, Señor?, repercutiendo
en mi cerebro y en mi corazón la siguiente respuesta: “Apacienta mis
corderos, apacienta mis ovejas”; ¨[…]. Ese celestial mandato continuó
en mi alma, repercutiendo en la acción de gracias de la Sagrada
Comunión, […]. Vino en seguida de esto un dialogar que no puede
explicarse, que era y es indefinible, pero muy dulce, muy hermoso, y
continué” . (Diálogos espirituales)

Relee y coloca tus propias “huellas de sintonía con tu Maestro” que te


envía a ser testiga de su Buena Noticia”, tejiendo huellas de ternura
con otras y otros.

 Canto: Silencio de amor (Jesed)


 Lectura: Juan 20, 11-18
 Compartir a modo de oración o simplemente las mociones
del día.
 Canto final: Ven, amada mía

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