El proceso de divorcio es muy complicado, por un lado está la pareja que ya no se siente a gusto estando junta y por otro lado están los hijos que tienen que adaptarse a un nuevo estilo de vida. Concuerdo con el autor en la parte en donde dice que es menos perjudicial que los niños estén en un hogar con padres separados a que estén en un lugar en donde hay conflictos constantes, pues al venir de un hogar así puedo decir que hubiese preferido ver a mis padres felices, aunque fuese lejos a que siguiesen juntos y peleando a cada momento. Realmente es un reto para los padres pues no dejan de ser eso, padres, pero también tienen que lidiar con todos los sentimientos de su separación y muchas veces se olvidan de lo más importante que deja esa relación: los hijos.