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UNIDAD DIDÁCTICA

1º BACHILLERATO. UNIDAD 11

SIGLO XVII. EL BARROCO

Esquema

4. Introducción
5. Objetivos didácticos
2.1. Contribución del tema a la consecución de los objetivos y capacidades
generales del Bachillerato
2.2. Contribución del tema al desarrollo de capacidades concretas de la
materia de Lengua castellana y Literatura
6. Contenidos
7. Actividades
8. Materiales
9. Distribución del tiempo y organización del espacio
10. Evaluación
11. Anexos

1. Título

El título de nuestra propuesta didáctica será: Siglo XVII. El Barroco. Una


vez vista la literatura renacentista, en la que ya se habrán apuntado algunos
conceptos que aquí retomaremos, nos adentramos en una de las épocas más
trascendentes de nuestra literatura: el Barroco. Con respecto a la denominación
genérica de El Siglo de Oro, con la que encabezo mi título, tengo que decir que,
personalmente, prefiero la formulación en singular, entendiendo por siglo un
‘período indeterminado de tiempo’, según se recoge en la tercera acepción del
DRAE; en todo caso, nuestra edad áurea abarca no mucho más de los cien años:
desde el comienzo de la producción literaria de Garcilaso (1526) hasta la muerte
de Calderón (1681), si bien el dramaturgo madrileño había dejado de escribir
hacia mediados del XVII, por lo que nuestro Siglo de Oro, en realidad, apenas
supera los cien años). He creído conveniente plantear una división por épocas o
movimientos artístico-literarios. En este tema amplio plantearé todos los
conceptos necesarios para introducir correctamente la época: contexto socio-
histórico, los conceptos de Manierismo y Barroco; y trabajaré en él la literatura
con una perspectiva genérica, es decir, realizando un recorrido por los tres
archigéneros literarios: la lírica, la narrativa y el teatro.
Nuestra unidad didáctica se va a fundamentar en el comentario de textos
y la inferencia de aspectos teórico-prácticos a través del mismo. Aunque la
literatura del Barroco se empezó a tratarse más sistemáticamente en 3º de
Secundaria, es ahora, en este primer curso de enseñanza postobligatoria cuando
los alumnos poseen ya un cierto conocimiento las técnicas de análisis que les
permitirá, si se les refuerzan, realizar comentarios e inferencias conceptuales con
cierta garantía de éxito.
Al igual que sucedió con las unidades didácticas dedicadas a la literatura
medieval, resulta fundamental una meditada y adecuada selección de textos
literarios, suficientemente motivadores, para vencer las reticencias con que los
alumnos suelen afrontar la lectura de textos “antiguos". Estamos firmemente

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convencidos de que nuestra literatura ofrece los atractivos necesarios que
garantizarán el éxito de esta unidad.

2. Objetivos didácticos

1. Valorar la literatura como instrumento de comprensión de la realidad.


2. Conocer el contexto cultural e histórico del periodo barroco.
3. Determinar la peculiaridades que caracterizan la lírica, la narrativa y el
teatro en el siglo XVII español, así como constatar la evolución de temas y
formas; reconocimiento de tópicos y recursos; conocimiento de
tendencias, etc.
4. Apreciar la labor de los autores españoles del seiscientos en la producción
de los tres grandes géneros literarios.
5. Reflexionar acerca de la evolución de la Literatura Española desde la Edad
Media hasta el Barroco.
6. Desarrollar el gusto por la lectura de obras literarias como fuentes de
experiencias placenteras, estéticas e intelectuales.
Los objetivos planteados me ayudarán, a su vez, a alcanzar los siguientes
objetivos generales del Bachillerato, según aparecen recogidos en el artículo 33
de la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación, y en el artículo 4 del
Decreto 416/2008, de 22 de julio, que establece la ordenación y las enseñanzas
correspondientes al Bachillerato en Andalucía:
l) Desarrollar la sensibilidad artística y literaria, así como el criterio estético,
como fuentes de formación y enriquecimiento cultural.
d) Afianzar los hábitos de lectura, estudio y disciplina, como condiciones
necesarias para el eficaz aprovechamiento del aprendizaje, y como medio de
desarrollo personal.
e) Dominar, tanto en su expresión oral como escrita, la lengua castellana y, en
su caso, la lengua cooficial de su comunidad autónoma.

2.1. Contribución del tema a la consecución de los objetivos y


capacidades generales del Bachillerato

Los objetivos planteados me ayudarán, a su vez, a alcanzar los


siguientes objetivos generales del Bachillerato, según aparecen recogidos en el
artículo 33 de la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación, y en el
artículo 4 del Decreto 416/2008, de 22 de julio, que establece la ordenación y las
enseñanzas correspondientes al Bachillerato en Andalucía:
l) Desarrollar la sensibilidad artística y literaria, así como el criterio estético,
como fuentes de formación y enriquecimiento cultural.
d) Afianzar los hábitos de lectura, estudio y disciplina, como condiciones
necesarias para el eficaz aprovechamiento del aprendizaje, y como medio de
desarrollo personal.
e) Dominar, tanto en su expresión oral como escrita, la lengua castellana y, en
su caso, la lengua cooficial de su comunidad autónoma.

2.2. Contribución del tema al desarrollo de capacidades concretas


de la Materia de Lengua castellana y Literatura

Del mismo modo, con esta Unidad pretendo alcanzar las siguientes
capacidades propias de la materia de Lengua Castellana y Literatura, según
aparecen recogidos en el Real Decreto 1467/2007:

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10.- Utilizar la lectura literaria como fuente de enriquecimiento personal y de
placer, apreciando lo que el texto literario tiene de representación e
interpretación del mundo.
8.- Leer y valorar críticamente obras y fragmentos representativos de la
Literatura en lengua castellana, como expresión de diferentes contextos
históricos y sociales y como forma de enriquecimiento personal.
4.- Obtener, interpretar y valorar informaciones de diversos tipos y opiniones
diferentes, utilizando con autonomía y espíritu crítico las tecnologías de la
información y comunicación.
2.- Expresarse oralmente y por escrito mediante discursos coherentes, correctos
y adecuados a las diversas situaciones de comunicación y a las diferentes
finalidades comunicativas, especialmente en el ámbito académico.
A estos objetivos específicos, añado las instrucciones de la Orden de 5 de
agosto de 2008, por la que se desarrolla el currículo correspondiente al
Bachillerato en Andalucía:
“En todos los casos deberá prestarse especial atención a los usos
discriminatorios o manipuladores de la lengua, propiciar la tolerancia y la
solidaridad como receptores y como emisores. Se facilitará la reflexión sobre
contenidos transversales, el tratamiento de temas de interés para el alumnado
de esta edad y de problemas a los que nuestra sociedad se enfrenta, como es el
caso de la salud, el consumo, el medio ambiente, la prevención de
drogodependencias o las situaciones de violencia, sexismo y xenofobia,
fomentando la madurez del alumnado, la actitud crítica, la toma de decisiones, la
solidaridad y la consolidación de valores éticos y sociales” (BOJA número 169,
26/08/2008, página 114).

3. Contenidos

Me voy a centrar fundamentalmente en el conocimiento y aprecio de la


lírica barroca, la prosa cervantina y el teatro español del siglo XVII, con la idea
ya apuntada de explicar la evolución de los tres grandes géneros literarios en la
España del siglo XVII.
Ciertamente, en la última legislación educativa ha desaparecido la división
tripartita de los contenidos; de tal modo que los términos de conceptos,
procedimientos y destrezas, a la luz de los materiales normativos, ya no sería
obligada. Sin embargo, en mi opinión, siguen poseyendo un fuerte componente
de utilidad instrumental en la selección de los contenidos de mi propuesta. No es
inercia la que me lleva a programar esta unidad didáctica como lo hago, sino el
convencimiento de que nuestra labor docente debe tener muy claro que
adiestramos, conducimos y enseñamos en el entorno de contenidos que
conciernen a habilidades y destrezas, a saberes y conceptos, y a actitudes y
valores. En suma, los tres ámbitos que reflejamos en esta unidad didáctica.
Para abarcar y clarificar todas estas ideas, proponemos los siguientes
contenidos:

1. El siglo XVII español: marco histórico y cultural.

2. La lírica barroca
2.1. Manierismo. Escuela sevillana y Escuela antequerano-granadina.
2.2. Góngora
2.3. Quevedo
3. La narrativa: Miguel de Cervantes.
3.1. Vida y obra de Cervantes
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3.2. El Quijote: argumento, intención paródica.
3.3. Temas, personajes, estilo.
3.4. Nacimiento de la novela moderna.

4. El teatro barroco.
4.1. Lope y la creación de la Comedia Nacional.
4.2. Fuenteovejuna: lectura y estudio.
4.3. Calderón de la Barca.

4. Actividades

4.1 Actividades de evaluación inicial

1ª) Durante la unidad 10 ya habremos tenido la ocasión de comprobar los


conocimientos previos que presenta el alumnado de la literatura barroca en su
paso por la Secundaria. Con todo, no está de más, al inicio de esta nueva
unidad, realizar un nuevo sondeo mediante una lluvia de ideas. Dado que el
conocimiento de la literatura áurea suele ser escaso (se estudia, como queda
dicho, en 3º de ESO, pero somos conscientes de las peculiaridades de ese
curso, y de la escasa memoria a largo plazo del alumnado), conviene ilustrar
esta actividad con textos representativos y motivadores (podemos ofrecer ya
algunos de los que se trabajarán con profundidad en el bloque siguiente de
actividades, para propiciar un primer acercamiento a los mismos). En este
sentido, presentamos en el ANEXO I unos textos líricos de diversa temática.
La duración de esta actividad será de una sesión completa (la primera), en
la que la lectura, más que la interpretación o el comentario, estarán presentes;
además de haber sondeado los conocimientos previos, habremos introducido
algunos conceptos básicos sobre la lírica áurea. Además, creemos que la
selección de textos habrá sido suficientemente motivadora. Tomaré nota del
interés detectado en el alumnado y de las ideas expuestas, y utilizará estos
apuntes como punto de partida para el posterior desarrollo de la unidad.

4. 2. Actividades de desarrollo de los contenidos

2ª) Se dedicará a una adecuada introducción de los conceptos


fundamentales de la unidad. En un primer momento, nos centraremos en el
contexto socio cultural: características generales de la sociedad y la literatura de
la época; el estado y la evolución del español; situación de Andalucía,
repoblaciones, relaciones con Hispanoamérica, persistencia de focos judaizantes
y moriscos, especialmente en el antiguo reino de Granada. A partir de estos
pilares, presentaremos las nociones fundamentales del Barroco y de los tres
géneros literarios del siglo XVII. Dado que estos conceptos se retomarán
insistentemente en el resto de las sesiones, creemos que con una sesión (la
segunda) podrá ser suficiente.
3ª y 4ª) La lírica barroca. Explicaremos las bases de la lírica de finales del
XVI y del XVII. Leeremos al alumnado los textos de los ANEXOS II, III y IV.
Aprovecharemos ahora esas lecturas para profundizar en los rasgos distintivos
de los autores y tendencias. De modo más o menos paralelo se irán esbozando
los trazos más signficativos de un esquema sobre la lírica barroca española. (Dos
sesiones: tercera y cuarta).
5ª y 6ª) La quinta sesión la destinaré al inicio del estudio sobre la
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narrativa barroca. La provisión de conceptos-clave al respecto, así como la
introducción a la figura de Miguel de Cervantes serán motivos de trabajo. La
sexta sesión tendrá como base la lectura detenida y comentada de dos
fragmentos de El Quijote (ANEXO VI y ANEXO VII); y a la elaboración de las
actividades que propongo para ello. (Véanse los citados Anexos). A modo de
lectura ilustrativa, presentaremos un fragmento de otra novela cervantina, La
Galatea (ANEXO VIII) para que se evidencien los rasgos del subgénero pastoril
más allá del siglo XVI.
7ª) En la séptima sesión comezaré con el tratamiento del teatro barroco.
Haciendo uso del libro de texto, y de materiales localizados en ciertas páginas
web, dispondremos grupos de cuatro estudiantes para que elaboren un esquema
preciso sobre el nacimiento del teatro nacional lopesco. Se leerán en clase
algunos pasajes célebres de varios piezas teatrales y sacaré a colación versiones
cinematográficas y televisivas de obras barrocas bien conocidas. El esquema se
irá afinando y completando a medida que transcurran las clases de este bloque.
8ª y 9ª) Las sesiones octava y novena serán predominantemente de
lectura e interacción oral, aprovechando los fragmentos seleccionados en mis
anexos (ANEXOS IX, X y XI). Una décima sesión se dedicará a una prueba
escrita para evaluar parte de los trabajos de aprendizaje realizados, así como
otras destrezas susceptibles de ser verificadas mediante dicho examen parcial.
Soy partidario de programar esa prueba escrita para los contenidos de las
Unidades Didácticas 8 y 10, es decir, las dos Unidades del Siglo de Oro, las
correspondientes a los siglos XVI y XVII. Sé que ello tiene algunas dificultades y
no se nos escapa el considerable volumen de contenidos que entraña. Pero, por
otro lado, en Bachillerato, con tres horas semanales, no es del todo fácil dedicar
una hora para sendas pruebas escritas por cada Unidad Didáctica. Únicamente
eso exigiría ¡cinco semanas! del curso solo para hacer exámenes. A ello, habría
que sumarle la puesta en común de las consiguientes correcciones o, cuando
menos, la mínima presentación de sus calificaciones. Además, en casos como
este, en los que los contenidos están tan íntimamente imbricados, resulta
conceptualmente pertinente verificar que los alumnos han alcanzado una
determinada visión panorámica y una perspectiva de conjunto acerca del Siglo
de Oro español.

4.3. Actividades de refuerzo

Proponemos una serie de actividades sobre los distintos bloques de


contenido, de manera que se solicitará, a los alumnos que lo requieran, la
realización de alguna de ellas (ANEXOS XII-XVIII).

4.4. Actividades de ampliación

En función del avance de los alumnos, se propondrá alguna de las


actividades recogidas en los ANEXOS del XI al XVIII. Al hilo del interés detectado
en los alumnos sobre los distintos contenidos de la unidad, podremos ir
sugiriéndoles la realización de alguna de las actividades propuestas, como
trabajos personales o en grupo fuera del horario escolar y que versan sobre los
tres archigéneros literarios que se han visto en secuencia de actividades.

4.5. Actividades de síntesis

1) Los alumnos rematarán, con ayuda del profesor, el esquema que


empezaron a realizar en la primera sesión de esta Unidad Didáctica. Con él,
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definitivamente perfilado, pretendo que el alumnado disponga de la evolución de
la literatura en el Renacimiento español en un material propio, elaborado por él
mismo. Esta actividad se irá realizando paulatinamente a lo largo de las
diferentes sesiones de la unidad, de manera que, al final, esté plenamente
resuelto dicho material y sirva como base para el estudio y la realización de
comentarios de textos. (Véanse también los ANEXOS del XII al XVIII).

4.6. Trabajo por proyectos

En este tema se plantea la continuación de un Proyecto de Trabajo ya


iniciado, el referente a la elaboración de una antología de textos centrados sobre
tópicos literarios. En la página de Internet
http://www.xtec.es/centres/a8043486/Page12302/topoi.htm se puede encontrar
más información sobre los mismos.
Del mismo modo, proponemos continuar la antología iniciada en unidades
didácticas anteriores, consistente en la recopilación de textos (a ser posible
comentados) con similar estructura expresiva o con temas recurrentes. Es muy
interesante desarrollar este tipo de trabajos, ya que pueden prolongarse durante
el segundo curso de Bachillerato y pueden ofrecer al alumno una visión completa
de la evolución de los temas a lo largo de la Historia de la Literatura Española.
Recomendamos atender a los ejes transversales y, especialmente, a la imagen
que de Andalucía y de la mujer que se desprende de los textos.
Los resultados de los proyectos pueden, asimismo, ser publicados en la
página web del centro.

5. Materiales

Libro de texto, fotocopias facilitadas por el profesor, obras procedentes de


las distintas bibliotecas (personal, del aula, del Departamento, del Centro,
pública), pizarra, acceso a Internet, manuales sobre la elaboración de
comentario de textos, ediciones críticas de las obras.

6. Distribución del tiempo y organización del espacio

Es cierto que la temporalización debe ser flexible, considerando que su


amplitud y dificultad pueden requerir mayor detenimiento en determinados
aspectos. Pero es preciso tener presente las limitaciones temporales de la
materia, ya explicadas en la Programación didáctica. El tiempo de disponibilidad
en el curso está circunscrito a unas determinadas semanas. Si en alguna Unidad
Didáctica nos demoramos, en otras habrá con recortar la temporalización
destinada a ellas. Para el caso de la Unidad nº 10 establezco, diez sesiones, es
decir, unas tres semanas. La décima y última sesión se destinará a las
actividades de refuerzo, síntesis o ampliación, según las necesidades de cada
estudiante. Dados los contenidos imprescindibles de la unidad, es esta, sin duda,
una de las más extensas de todas cuantas componen nuestra Programación.
Los alumnos trabajarán en el interior del aula, aprovechando de forma
general la disposición habitual del mobiliario dentro de la misma, para evitar
pérdidas innecesarias de tiempo.La organización del espacio dentro del aula no
tendría por qué diferir del habitual; el 1º de Bachillerato, por su carácter superior
y próximo al estadio preuniversitario, no tiene por qué exigir necesariamente
una distribución especial del espacio de trabajo, más propia quizá de niveles
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inferiores en la Educación Secundaria. Ello no debe impedir que nos empeñemos
en crear un ambiente de trabajo agradable que favorezca el debate y la
confrontación de ideas. Por otra parte, cuento con la posibilidad de utilizar la sala
de ordenadores para acceder a Internet en busca de información.

7. Criterios de evaluación

Naturalmente, mis criterios de evaluación se atienen a los prescritos


en el Real Decreto 1467 de 2 de noviembre, por el que se establece la estructura
del Bachillerato y se fijan sus enseñanzas mínimas; asimismo, recoge lo
dispuesto en la Orden de 14 de julio de la Consejería de Educación.
Concretamente, para esta Unidad Didáctica consideramos criterios de evaluación
aglutinadores los siguientes: 3, 4, 5 y 6.

7.1. Instrumentos de evaluación

1) Observación directa. Resulta muy útil y es avalada por la mismísima


legislación; sin embargo, cuenta con el riesgo teórico de ser muy subjetiva y el
riesgo práctico de no ser suficiente por sí sola para convencer al alumno y
familiares de las deficiencias del discente.

2) Cuaderno del profesor, en el que anotaré todos aquellos elementos


dignos de consideración, agrupados en conceptos (notas de clase, notas de los
ejercicios escritos, comentarios, otras actividades), procedimientos (lectura
individual y en voz alta, comprensión oral y escrita, expresión oral y escrita,
ortografía) y actitudes (puntualidad, participación, colaboración con la marcha de
la clase, realización de actividades voluntarias, interés y esfuerzo por superarse).

3) Prueba escrita teórico práctica consistente en la lectura y el análisis de


dos textos, que permita al alumno demostrar que ha asimilado más allá de la
memoria y los datos concretos -que tampoco desdeño- los conocimientos; será
fundamental la madurez en la expresión y contenido. Si, tras la experiencia de
unidades anteriores comprobamos que la prueba es excesivamente larga,
propondremos la optatividad de alguna de las preguntas. Tampoco desdeñamos
la inclusión de alguna cuestión teórica que, en cualquier caso, no superará un
20% de la nota final del ejercicio, pero que pueda hacer más completo el modelo
de evaluación.

4) Cuaderno del alumno. En él valoraré la limpieza, el orden, que está


todo, que los ejercicios están corregidos, que los esquemas son exhaustivos pero
breves, la expresión, la ortografía... Mientras los alumnos realizan la prueba
escrita podría ser un buen momento para ir revisando los cuadernos y tomando
notas en el cuaderno de clase del profesor.

5) Elaboración de trabajos de personales sobre los temas propuestos.


Buscaré sobre todo la síntesis de fuentes, las aportaciones personales, su
imbricación con la unidad didáctica, la madurez, el esfuerzo, la organización del
pensamiento, la calidad de la prosa,... los consideraré fundamentales en una
asignatura de estas características.
La anotación de todos estos instrumentos se realizará, como es lógico, en
el cuaderno del profesor, que deberá contener un registro lo más completo
posible de los distintos instrumentos empleados en la evaluación (trabajo diario,
cantidad y calidad de las intervenciones, realización de tareas voluntarias, etc.),
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no solo de los resultados de la prueba escrita, aunque, por supuesto, la
importancia de esta es decisiva.
 
7.3. Rúbrica basada en los indicadores de evaluación de cada unidad
didáctica
 
Dos elementos desempeñan un protagonismo fundamental en el modelo actual
de evaluación de los procesos educativos. El primero de ellos, los criterios de
evaluación, como referentes del grado de adquisición de las competencias clave
y del logro de los objetivos de etapa y de cada una de las materias, adquieren un
papel decisivo en la evaluación. El segundo elemento son los estándares de
aprendizaje evaluables.
Estándares cumplen una finalidad que consiste en intentar concretar de forma
sencilla y pautada los criterios de evaluación que se establecen con un carácter
general.
Los criterios de evaluación deben servir de referencia para valorar lo que el
alumnado sabe y sabe hacer en cada área o materia. Estos criterios de
evaluación se desglosan en estándares de aprendizaje evaluables. Para valorar el
desarrollo competencial del alumnado, serán estos estándares de aprendizaje
evaluables los que, al ponerse en relación con las competencias clave, permitirán
graduar el rendimiento o desempeño alcanzado en cada una de ellas.
Los instrumentos de evaluación, aparte de garantizar soportes y rigor, permiten
el registro de datos de forma continua y sistemática. Entre ellos podremos
recurrir al cuaderno de clase, las pruebas de evaluación de cada unidad
didáctica, las actividades y tareas de refuerzo o ampliación, los ejercicios de
repaso, las listas de control, diarios de clase, cuestionarios, fichas de
seguimiento, el portfolio, las rúbricas…
 
Rúbrica para la evaluación continua
 
Con el fin de disponer de un instrumento de evaluación que permita, en
cualquier momento del curso, reflejar los progresos de los alumnos, hemos
elaborado, a partir de la normativa recogida en la Orden de 14 de julio, una
úbrica de evaluación. Esta rúbrica está basada en los estándares de
evaluación que, con carácter general y permanente, concretan y describen en
cada bloque de contenidos las competencias clave que se trabajen en el curso.
Igualmente, se han definido unos indicadores de logro o graduadores (D, C, B,
A) que permiten asignar una puntuación numérica para consignar el nivel
alcanzado por el alumno en cada indicador.
Con esta rúbrica podemos obtener una calificación por cada bloque de
contenidos y la calificación general referida a todos los bloques. El nivel con el
que se puede alcanzar y desarrollar las distintas competencias clave puede ser:
A: avanzado, B: adecuado, C: suficiente, D: insuficiente. El porcentaje de la
calificación que se otrogará a cada uno de los cuatro bloques de la rúbrica será
consensuado por el Departamento didáctico.

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ANEXO I
LÍRICA DE TRANSICIÓN AL BARROCO: MANIERISMO

Fernando de Herrera
Roxo Sol, que con hacha luminosa ¿Do vas? ¿do vas, crüel, do vas?; refrena,
coloras el purpúreo i alto cielo, refrena el pressuroso passo, en tanto
¿hallaste tal belleza en todo el suelo, que de mi dolor grave el largo llanto
qu=iguale a mi serena Luz dichosa? a abrir comienza esta honda vena;
Aura suäve, blanda i amorosa, oye la voz de mil suspiros llena,
que nos halagas con tu fresco buelo; i de mi mal sufrido el triste canto,
cuando se cubre del dorado velo que no podrás ser fiera i dura tanto
mi Luz, ¿tocaste trença más que no te mueva esta mi acerba pena;
hermosa? buelve tu luz a mí, buelve tus ojos,
Luna, onor de la noche, ilustre coro antes que quede oscuro en ciega niebla”,
de las errantes lumbres, i fixadas, decía en sueño, o en ilusión perdido.
¿consideraste tales dos estrellas? Bolví, halléme solo i entre abrojos,
Sol puro, Aura, Luna, llamas d'oro, i en vez de luz, cercado de tiniebla,
¿oísteis vos mis penas nunca usadas? i en lágrimas ardientes convertido.
¿visteis Luz más ingrata a mis
querellas?
Poesía lírica del siglo de Oro. Cátedra, Madrid, 1983, pp. 144-145
Actividades
1) Los textos de Herrera presentan una ortografía propia, ya que el autor
consideraba que la poesía debía tener una forma externa propia, diferenciada de la
del lenguaje común. Reescríbelos, con la ortografía actual y comenta los cambios
efectuados.

2) Hemos comentado que el Manierismo supone un empleo abundante de recursos


estilísticos. Justifica esta afirmación con ejemplos de los textos.

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ANEXO II
EL BARROCO (I): LA ESCUELA SEVILLANA. LOPE DE VEGA

A) Tú, a quien ofrece el apartado polo, B) Estos, Fabio, ¡ay dolor!


hasta donde tu nombre se dilata, que ves ahora
preciosos dones de luciente plata, campos de soledad, mustio
que invidia el rico Tajo y el Pactolo; collado
para cuya corona, como a solo fueron un tiempo Itálica
rey de los ríos, entreteje y ata famosa.
Palas su oliva con la rama ingrata Aquí de Cipión la vencedora
que contempla en tus márgenes Apolo; colonia fue: por tierra
claro Guadalquivir, si impetuoso derribado
con crespas ondas y mayor corriente, yace el temido honor de la
cubrieres nuestros campos mal seguros, espantosa
de la mejor ciudad, por quien famoso muralla, y lastimosa
alzas igual al mar la altiva frente, reliquia es solamente.
respeta humilde los antiguos muros. De su invencible gente
sólo quedan memorias
http://www.lcc.uma.es/~perez/sonetos/arguijo.html funerales,
donde erraron ya sombras
de alto ejemplo.
Este llano fue plaza, allí fue
templo:
de todo apenas quedan las
señales.
Del gimnasio y las termas
regaladas
leves vuelan cenizas
desdichadas.
Las torres que desprecio al
aire fueron
a su gran pesadumbre se
rindieron [...]
Poesía lírica del siglo de Oro,
Cátedra.
C) Pura, encendida rosa, D) Fabio, las esperanzas
émula de la llama cortesanas
que sale con el día, prisiones son do el
¿cómo naces tan llena de alegría ambicioso muere
si sabes que la edad que te da el cielo y donde al más activo nacen
es apenas un breve y veloz vuelo? canas.
Y ni valdrán las puntas de tu rama, El que no las limare o las
ni púrpura hermosa rompiere.
a detener un punto ni el nombre de varón ha
la ejecución del hado presurosa. merecido,
El mismo cerco alado ni subir al honor que
que estoy viendo riente, pretendiere.[...]
ya temo amortiguado, ¿Qué es nuestra vida más
presto despojo de la llama ardiente. que un breve día,
Para las hojas de tu crespo seno do apenas sale el sol,
te dio Amor de sus alas blandas plumas, cuando se pierde
y oro de su cabello dio a tu frente. en las tinieblas de la noche

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¡Oh fiel imagen suya peregrina! fría?
Bañóte en su color sangre divina ¿Qué más que el heno, a
de la deidad que dieron las espumas. la mañana verde,
¿Y esto, purpúrea flor, esto no pudo seco a la tarde? ¡Oh ciego
hacer menos violento el rayo agudo? desvarío!
Róbate en una hora, ¿Será que de este sueño se
róbate el licencioso su ardimiento recuerde?[...]
el color y el aliento: Un ángulo me basta entre
tiendes aún no las alas abrasadas mis lares,
y ya vuelan al suelo desmayadas: un libro y un amigo, un
tan cerca, tan unida sueño breve,
está al morir tu vida, que no perturben deudas ni
que dudo si en sus lágrimas la aurora pesares.
mustia, tu nacimiento o muerte llora. Esto tan solamente es
Poesía lírica del siglo de Oro, Cátedra. cuanto debe
naturaleza al parco y al
discreto,
y algún manjar común,
honesto y leve.[...]
Ya, dulce amigo, huyo y
me retiro
de cuanto simple amé:
rompí los lazos:
ven y sabrás al grande fin
que aspiro,
antes que el tiempo muera
en nuestros brazos.

Poesía lírica del siglo de Oro,


Cátedra.

LOPE DE VEGA

A) B)
Ir y quedarse, y con quedar partirse, ¿Qué tengo yo que mi amistad procuras?
partir sin alma, y ir con alma ajena, ¿Qué interés se te sigue, Jesús mío,
oír la dulce voz de una sirena que a mi puerta, cubierto de rocío,
y no poder del árbol desasirse; pasas las noches del invierno escuras?
arder como la vela y consumirse, ¡Oh, cuánto fueron mis entrañas duras,
haciendo torres sobre tierna arena; pues no te abrí! ¡Qué extraño desvarío
caer de un cielo, y ser demonio en si de mi ingratitud el yelo frío
pena, secó las llagas de tus plantas puras!
y de serlo jamás arrepentirse; ¡Cuántas veces el ángel me decía:
hablar entre las mudas soledades, Alma, asómate agora a la ventana,
pedir prestada sobre fe paciencia, verás con cuánto amor llamar porfía!
y lo que es temporal llamar eterno; ¡Y cuántas, hermosura soberana:
creer sospechas y negar verdades, Mañana le abriremos -respondía-,
es lo que llaman en el mundo para lo mismo responder mañana!
ausencia,
fuego en el alma, y en la vida infierno. De Rimas sacras

De Rimas

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C) D)
Esta cabeza, cuando viva, tuvo Picó atrevido un átomo viviente
sobre la arquitectura de estos huesos los blancos pechos de Leonor hermosa,
carne y cabellos, por quien fueron presos granate en perlas, arador en rosa,
los ojos que mirándola detuvo. breve lunar del invisible diente.
Aquí la rosa de la boca estuvo,
Ella dos puntas de marfil luciente,
marchita ya con tan helados besos;
aquí los ojos, de esmeralda impresos,
con súbita inquietud bañó quejosa,
color que tantas almas entretuvo; y torciendo su vida bulliciosa,
aquí la estimativa, en quien tenía en un castigo dos venganzas siente.
el principio de todo movimiento; Al expirar la pulga, dijo: “¡Ay, triste,
aquí de las potencias la armonía. por tan pequeño mal dolor tan fuerte!”
¡Oh hermosura mortal, cometa al “¡Oh pulga!”, dije yo, “¡dichosa fuiste!
viento! Detén el alma, y a Leonor advierte
Donde tan alta presunción vivía que me deje picar donde estuviste,
desprecian los gusanos aposento. y trocaré mi vida con tu muerte”.

De Rimas sacras De Rimas humanas y divinas…

Actividades

1) Selecciona uno de estos sonetos y elabora un comentario de texto: localización,


tema, estructura, principales rasgos temáticos y estilísticos. Procura explicar por
qué el poema es barroco.
2) Investiga en la biografía de Lope de Vega e intenta descubrir las circunstancias
vitales asociadas a cada uno de los poemas.

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ANEXO III
EL BARROCO (II). QUEVEDO

Cerrar podrá mis ojos la postrera “¡Ah de la vida!” ¿Nadie me responde?


sombra que me llevare el blanco día, ¡Aquí de los antaños que he vivido!
y podrá desatar esta alma mía La Fortuna mis tiempos ha mordido;
hora a su afán ansioso lisonjera; las Horas mi locura las esconde.
Mas no, de esotra parte, en la ribera, ¡Que sin poder saber cómo ni adónde,
dejará la memoria, en donde ardía: la salud y la edad se hayan huido!
nadar sabe mi llama la agua fría, Falta la vida, asiste lo vivido,
y perder el respeto a ley severa. y no hay calamidad que no me ronde.
Alma a quien todo un dios prisión ha sido, Ayer se fue; mañana no ha llegado;
venas que humor a tanto fuego han dado, hoy se está yendo sin parar un punto:
medulas que han gloriosamente ardido, soy un fue, y un será, y un es cansado.
su cuerpo dejará, no su cuidado; En el hoy y mañana y ayer, junto
serán ceniza, mas tendrá sentido; pañales y mortajas, y he quedado
polvo serán, mas polvo enamorado. presentes sucesiones de difunto.
Buscas en Roma a Roma, (oh peregrino!, Cuando tu madre te parió cornudo,
y en Roma a misma Roma no la hallas: fue tu planeta un cuerno de la luna;
cadáver son las que ostentó murallas, de madera de cuernos fue tu cuna,
y tumba de sí propio el Aventino. y el castillejo, un cuerno muy agudo.
Yace donde reinaba el Palatino; Gastaste en dijes cuernos a menudo;
y, limadas del tiempo, las medallas la leche que mamaste era cabruna;
más se muestran destrozo las batallas diote un cuerno por armas la Fortuna
de las edades que blasón latino. y un toro en el remate de tu escudo.
Sólo el Tíber quedó, cuya corriente, Hecho un corral de cuernos te contemplo;
si ciudad la regó, ya sepultura cuernos pisas con pies de cornería;
la llora con funesto son doliente. a la mañana un cuerno te saluda.
¡Oh, Roma!, en tu grandeza, en tu Los cornudos en ti tienen un templo.
hermosura, Pues, cornudo de ti, )dónde caminas
huyó lo que era firme, y solamente siguiéndote una estrella tan cornuda?
Lo fugitivo permanece y dura.
¿Qué captas, noturnal, en tus canciones, Que tiene ojo de culo es evidente,
Góngora bobo, con crepusculallas, y manojo de llaves, tu sol rojo,
si cuando anhelas más garcivolallas y que tiene por niña en aquel ojo
las reptilizas más y subterpones? atezado mojón duro y caliente.
Microcosmote Dios de inquiridiones, Tendrá legañas necesariamente
y quieres te investiguen por medallas la pestaña erizada como abrojo,
como priscos, estigmas o antiguallas, y guiñará, con lo amarillo y flojo,
por desitinerar vates tirones. todas las veces que a pujar se siente.
Tu forasteridad es tan eximia, ¿Tendrá mejor metal de voz su pedo
que te ha de detractar el que te rumia, que el de la mal vestida mallorquina?
pues ructas viscerable cacoquimia, Ni lo quiero probar ni lo concedo.
farmacofolorando como numia, Su mierda es mierda, y su orina, orina;
si estomacabundancia das tan nimia, sólo que ésta es verdad, y esotra, enredo,
metamorfoseando el arcadumia. y estánme encareciendo la letrina.
Actividades
1) Investiga en la producción de Quevedo y busca un soneto del mismo tema y tono
que cada uno de los aquí presentes. Justifica la elección de los poemas. Si dispones
de acceso a Internet, prueba en: www.poesi.as.
2) Quevedo es un autor muy fecundo. Si estás elaborando tu antología de textos,
seguro que encuentras en este autor poemas que te interesan.
3) En los textos aparecen varios tópicos literarios ya estudiados. Búscalos y
coméntalos.
4) Elabora un comentario literario de uno de los sonetos.
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ANEXO IV
EL BARROCO (III) LA ESCUELA ANTEQUERANO-GRANADINA

Soneto sobre la belleza frágil y A la ligereza y perdida del tiempo


perecedera.
¡Con qué ligeros pasos vas corriendo!
Con planta incierta y paso peregrino, ¡Oh, cómo te me ausentas, tiempo vano!
Lesbia, muerta la luz de tus centellas, ¡Ay, de mi bien y de mi ser tirano,
llegaste a la ciudad de las querellas, cómo tu altivo brazo voy sintiendo!
sin dejar ni aun señal de tu camino. Detenerte pensé, pasaste huyendo;
Ya el día, primavera y sol divino, seguite, y ausentástete liviano;
de tus ojos, tu labio y trenzas bellas, gastete a ti en buscarte, ¡oh inhumano!:
dieron al agua, al campo, a las mientras más te busqué, te fui perdiendo.
estrellas, Ya conozco tu furia, ya, humillado,
luz clara, flores bellas, oro fino. de tu guadaña pueblo los despojos;
Ya de la edad trocaste tristemente ¡oh amargo desengaño no admitido!
la meta, y pinta tu vitoria ingrata Ciego viví, y al fin desengañado,
con pálida color el tiempo airado. hecho Argos de mi mal, con tristes ojos
Ya obscurece, da al viento, vuelve en huir te veo, y veo te he perdido.
plata
de los ojos, del labio, de la frente, http://freeweb.pdq.net/heron5/h/soto.htm
el resplandor, las flores, el brocado.

La poesía en los siglos de Oro: Barroco.


Playor.

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ANEXO V
EL BARROCO. GÓNGORA

La más bella niña En llorar conviertan Dulce madre mía,


de nuestro lugar, mis ojos, de hoy más,  ¿quién no llorará,
hoy viuda y sola, el sabroso oficio  aunque tenga el pecho
y ayer por casar, del dulce mirar,  como un pedernal,
viendo que sus ojos pues que no se pueden y no dará voces
a la guerra van, mejor ocupar, viendo marchitar
a su madre dice, yéndose a la guerra los más verdes años
que escucha su mal: quien era mi paz: de mi mocedad?
Dejadme llorar, Dejadme llorar, Dejadme llorar,
orillas del mar. orillas del mar. orillas del mar.
No me pongáis freno Váyanse las noches,
Pues me disteis, madre, ni queráis culpar; pues ido se han
en tan tierna edad que lo uno es justo, los ojos que hacían
tan corto el placer, lo otro por demás. los míos velar;
tan largo el pesar, Si me queréis bien, váyanse y no vean
y me cautivasteis no me hagáis mal; tanta soledad,
de quien hoy se va harto peor fuera después que en mi lecho
y lleva las llaves morir y callar: sobra la mitad.
de mi libertad: Dejadme llorar, Dejadme llorar,
Dejadme llorar, orillas del mar. orillas del mar.
orillas del mar.
Luis de Góngora: Poesía lírica del Siglo de Oro, Cátedra, Madrid, 1983, pp. 237-
239
Actividades
1) Compara este texto con alguno de los romances viejos estudiados en el tema
seis. Busca parecidos y semejanzas
2) Analiza el tema y la estructura. Busca ahora los elementos en común con la
lírica tradicional.

¡Oh excelso muro, oh torres Soldado que de la armada Si abierta la puerta tiene
coronadas Partió a casarse doncel Todo el año la casada,
de honor, de majestad, de gallardía! Con la que lo es menos No es bien la halle cerrada
¡Oh gran río, gran rey de Andalucía, que él El marido cuando viene;
de arenas nobles, ya que no (Aunque mucho más Y si en abrir se detiene
doradas! soldada), Y piensa que estaba sola,
¡Oh fértil llano, oh sierras Si la victoria ganada Mamola. [...]
levantadas, Atribuye a la pistola,
que privilegia el cielo y dora el día! Mamola. Si piensa el que vio amarilla
¡Oh siempre gloriosa patria mía, A su dama de contino,
tanto por plumas cuanto por La dama que llama el paje Cuando el rojo sobrevino
espadas! Dejó en la cama a su En una y otra mejilla,
Si entre aquellas ruinas y esposo Que no es ajena semilla
despojos Y le halló, de celoso, La que causa esta amapola,
que enriquece Genil y Dauro baña Más helado que el potaje; Mamola. [...]
tu memoria no fue alimento mío, Si ella dijo era mensaje
nunca merezcan mis ausentes De su madre, y él creyola, http://www.poesi.as/index19.htm
ojos Mamola. [...]
ver tu muro, tus torres y tu río,
tu llano y sierra, (oh patria, oh flor
de España!

Sonetos completos, Castalia.

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Actividades
1) Busca referencias a ríos andaluces en otros poemas y describe la imagen
asociada a ellos: realista, mítica, idealizada, etcétera.
2) Basándote en la letrilla Mamola, inventa una estrofa siguiendo el mismo estilo.

Donde espumoso el mar sicilïano En la primera octava se describe la isla de


el pie argenta de plata al Lilibeo Sicilia, cuyo mar baña (argenta de plata) al
(bóveda o de las fraguas de monte Lilibeo (que según distintas versiones
Vulcano, de la mitología grecolatina fue la bóveda de
o tumba de los huesos de Tifeo), Vulcano o la tumba del gigante Tifeo). Las
pálidas señas cenizoso un llano cenizas del volcán Etna pueden deberse o al
-cuando no del sacrílego deseo- oficio de Vulcano o al deseo sacrílego de Tifeo
del duro oficio da. Allí una alta roca que, tras querer escalar al cielo, fue derribado
mordaza es a una gruta, de su por Zeus y enterrado bajo el volcán. Allí una
boca. roca tapa la entrada (como si fuera una
mordaza) a la gruta del gigante Polifemo.
Guarnición tosca de este escollo La segunda octava nos describe la greña de
duro troncos que obstruye también el acceso a la
troncos robustos son, a cuya greña gruta e impide, más que la peña, la entrada
menos luz debe, menos aire puro de luz y aire. El interior es tan oscuro
la caverna profunda, que a la peña; (caliginoso) que sirve de lecho a la noche,
caliginoso lecho, el seno oscuro como lo demuestra la presencia allí de las
ser de la negra noche nos lo enseña nocturnas aves. Advirtamos la maestría del
infame turba de nocturnas aves, penúltimo verso, que refuerza la oscuridad
gimiendo tristes y volando graves. con los acentos en la sílaba tur. Finaliza la
estrofa con un verso bimembre perfecto, con
Antología de poesía Barroca. dos adjetivos que aportan una enorme
Biblioteca Didáctica Anaya. plasticidad.

(Explicación de Lengua castellana y literatura,


Algaida 2002)
Actividades

1) Busca en el diccionario todas aquellas palabras que desconozcas. Sustitúyelas


por sinónimos.
2) Ordena lógicamente las frases, eliminando los hipérbatos.
3) Considerando las actividades anteriores, y teniendo en cuenta las
explicaciones que acompañan al poema, intenta convertir las dos octavas en un
texto narrativo en prosa.

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ANEXO VI
MIGUEL DE CERVANTES: EL QUIJOTE

Don Quijote acaba de iniciar su segunda salida y todo cuanto ve lo interpreta


como signos inequívocos de aventura y ocasiones para demostrar su valor
como caballero. El fragmento narra lo sucedido a los protagonistas justo a
continuación de la famosa aventura de los molinos de viento.

Estando en estas razones, asomaron por el camino dos frailes de la orden


de San Benito, caballeros sobre dos dromedarios: que no eran más pequeñas
dos mulas en que venían. Traían sus antojos de camino y sus quitasoles. Detrás
de ellos venía un coche, con cuatro o cinco de a caballo que le acompañaban y
dos mozos de mulas a pie. Venía en el coche, como después se supo, una señora
vizcaína, que iba a Sevilla, donde estaba su marido, que pasaba a las Indias con
un muy honroso cargo. No venían los frailes con ella, aunque iban el mismo
camino; mas, apenas los divisó don Quijote, cuando dijo a su escudero:
     -O yo me engaño, o ésta ha de ser la más famosa aventura que se haya
visto; porque aquellos bultos negros que allí parecen deben de ser, y son sin
duda, algunos encantadores que llevan hurtada alguna princesa en aquel coche,
y es menester deshacer este tuerto a todo mi poderío.
     -Peor será esto que los molinos de viento -dijo Sancho-. Mire, señor, que
aquellos son frailes de San Benito, y el coche debe de ser de alguna gente
pasajera. Mire que digo que mire bien lo que hace, no sea el diablo que le
engañe.
     -Ya te he dicho, Sancho -respondió don Quijote-, que sabes poco de achaque
de aventuras; lo que yo digo es verdad, y ahora lo verás.
     Y, diciendo esto, se adelantó y se puso en la mitad del camino por donde los
frailes venían y, en llegando tan cerca que a él le pareció que le podrían oír lo
que dijese, en alta voz dijo:
     -Gente endiablada y descomunal, dejad luego al punto las altas princesas que
en ese coche lleváis forzadas; si no, aparejaos a recibir presta muerte, por justo
castigo de vuestras malas obras.
     Detuvieron los frailes las riendas, y quedaron admirados, así de la figura de
don Quijote como de sus razones, a las cuales respondieron:
     -Señor caballero, nosotros no somos endiablados ni descomunales, sino dos
religiosos de San Benito que vamos nuestro camino, y no sabemos si en este
coche vienen, o no, ningunas forzadas princesas.
     -Para conmigo no hay palabras blandas, que ya yo os conozco, fementida
canalla -dijo don Quijote.
     Y, sin esperar más respuesta, picó a Rocinante y, la lanza baja, arremetió
contra el primero fraile, con tanta furia y denuedo que, si el fraile no se dejara
caer de la mula, él le hiciera venir al suelo mal de su grado, y aun malherido, si
no cayera muerto. El segundo religioso, que vio del modo que trataban a su
compañero, puso piernas al castillo de su buena mula, y comenzó a correr por
aquella campaña, más ligero que el mismo viento.
     Sancho Panza, que vio en el suelo al fraile, apeándose ligeramente de su
asno, arremetió a él y le comenzó a quitar los hábitos. Llegaron en esto dos
mozos de los frailes y preguntáronle que por qué le desnudaba. Respondioles
Sancho que aquello le tocaba a él legítimamente, como despojos de la batalla
que su señor don Quijote había ganado. Los mozos, que no sabían de burlas, ni
entendían aquello de despojos ni batallas, viendo que ya don Quijote estaba
desviado de allí, hablando con las que en el coche venían, arremetieron con

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Sancho y dieron con él en el suelo; y, sin dejarle pelo en las barbas, le molieron
a coces y le dejaron tendido en el suelo sin aliento ni sentido. Y, sin detenerse
un punto, tornó a subir el fraile, todo temeroso y acobardado y sin color en el
rostro; y, cuando se vio a caballo, picó tras su compañero, que un buen espacio
de allí le estaba aguardando, y esperando en qué paraba aquel sobresalto; y, sin
querer aguardar el fin de todo aquel comenzado suceso, siguieron su camino,
haciéndose más cruces que si llevaran al diablo a las espaldas.

Miguel de Cervantes: El Quijote, tomo I, parte II, cap. VIII, en


http://cervantesvirtual.com
Actividades

1. Resume el contenido del texto y sitúalo en la obra.


2. Comenta los rasgos de la personalidad de Sancho y Quijote que se
aprecian en el fragmento.
El segundo episodio que proponemos para su lectura es conocido como La
aventura de los batanes. Un batán es una máquina hidráulica, compuesta de
gruesos mazos de madera, movidos por un eje, para golpear y limpiar los
paños. El ruido de la máquina, ya de noche cerrada, hace que Sancho muestre
su carácter miedoso; para no seguir adelante, consigue amarrar las patas de
Rocinante para inmovilizar a don Quijote. Sancho le insta a no intentar nada
pero el caballero, no obstante, se decide a acometer una nueva aventura.

Viendo, pues, Sancho la última resolución de su amo y cuán poco valían


con él sus lágrimas, consejos y ruegos, determinó de aprovecharse de su
industria y hacerle esperar hasta el día, si pudiese; y así, cuando apretaba las
cinchas al caballo, bonitamente y sin ser sentido, ató con el cabestro de su asno
ambos pies a Rocinante, de manera que cuando don Quijote se quiso partir, no
pudo, porque el caballo no se podía mover sino a saltos. Viendo Sancho Panza el
buen suceso de su embuste, dijo:
–Ea, señor, que el cielo, conmovido de mis lágrimas y plegarias, ha
ordenado que no se pueda mover Rocinante; y si vos queréis porfiar, y espolear,
y darle, será enojar a la fortuna y dar coces, como dicen, contra el aguijón.
Desesperábase con esto don Quijote, y, por más que ponía las piernas al
caballo, menos le podía mover; y, sin caer en la cuenta de la ligadura, tuvo por
bien de sosegarse y esperar, o a que amaneciese, o a que Rocinante se
menease, creyendo, sin duda, que aquello venía de otra parte que de la industria
de Sancho; y así, le dijo:
–Pues así es, Sancho, que Rocinante no puede moverse, yo soy contento
de esperar a que ría el alba, aunque yo llore lo que ella tardare en venir.
–No hay que llorar –respondió Sancho–, que yo entretendré a vuestra
merced contando cuentos desde aquí al día […]
En esto, parece ser, o que el frío de la mañana, que ya venía, o que
Sancho hubiese cenado algunas cosas lenitivas, o que fuese cosa natural –que es
lo que más se debe creer–, a él le vino en voluntad y deseo de hacer lo que otro
no pudiera hacer por él; mas era tanto el miedo que había entrado en su
corazón, que no osaba apartarse un negro de uña de su amo. Pues pensar de no
hacer lo que tenía gana, tampoco era posible; y así, lo que hizo, por bien de paz,
fue soltar la mano derecha, que tenía asida al arzón trasero, con la cual,
bonitamente y sin rumor alguno, se soltó la lazada corrediza con que los
calzones se sostenían, sin ayuda de otra alguna, y, en quitándosela, dieron luego
abajo y se le quedaron como grillos. Tras esto, alzó la camisa lo mejor que pudo
y echó al aire entrambas posaderas, que no eran muy pequeñas. Hecho esto –
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que él pensó que era lo más que tenía que hacer para salir de aquel terrible
aprieto y angustia–, le sobrevino otra mayor, que fue que le pareció que no
podía mudarse sin hacer estrépito y ruido, y comenzó a apretar los dientes y a
encoger los hombros, recogiendo en sí el aliento todo cuanto podía; pero, con
todas estas diligencias, fue tan desdichado que, al cabo al cabo, vino a hacer un
poco de ruido, bien diferente de aquel que a él le ponía tanto miedo. Oyolo don
Quijote y dijo:
–¿Qué rumor es ése, Sancho?
–No sé, señor –respondió él–. Alguna cosa nueva debe de ser, que las
aventuras y desventuras nunca comienzan por poco.
Tornó otra vez a probar ventura, y sucediole tan bien que, sin más ruido
ni alboroto que el pasado, se halló libre de la carga que tanta pesadumbre le
había dado. Mas, como don Quijote tenía el sentido del olfato tan vivo como el
de los oídos, y Sancho estaba tan junto y cosido con él que casi por línea recta
subían los vapores hacia arriba, no se pudo excusar de que algunos no llegasen
a sus narices; y, apenas hubieron llegado, cuando él fue al socorro, apretándolas
entre los dos dedos; y, con tono algo gangoso, dijo:
–Paréceme, Sancho, que tienes mucho miedo.
–Sí tengo –respondió Sancho–; mas, ¿en qué lo echa de ver vuestra
merced ahora más que nunca?
–En que ahora más que nunca hueles, y no a ámbar –respondió don
Quijote.
–Bien podrá ser –dijo Sancho–, mas yo no tengo la culpa, sino vuestra
merced, que me trae a deshoras y por estos no acostumbrados pasos.
–Retírate tres o cuatro allá, amigo –dijo don Quijote (todo esto sin
quitarse los dedos de las narices)–, y desde aquí adelante ten más cuenta con tu
persona y con lo que debes a la mía; que la mucha conversación que tengo
contigo ha engendrado este menosprecio.
–Apostaré –replicó Sancho– que piensa vuestra merced que yo he hecho
de mi persona alguna cosa que no deba.
–Peor es meneallo, amigo Sancho –respondió don Quijote.

Miguel de Cervantes: Don Quijote de la Mancha. Biblioteca Didáctica Anaya.

Actividades

1. Resume el contenido del texto.


2. Don Quijote muestra un lenguaje rico y arcaizante; Sancho es más popular,
pero también imita a veces a su amo cuando desea conseguir algo. Caracteriza,
con ejemplos, la forma de hablar de los protagonistas. Presta especial atención a
los refranes empleados.
3. Es particularmente curioso cómo Cervantes consigue describir la escena en la
que Sancho hace sus necesidades sin mencionar ninguna palabra inconveniente.
Haz una relación de los términos y expresiones alternativas que se emplean.
Aplica los conceptos de correferencia, sinonimia, hiperonimia e hiponimia cuando
sea preciso.
4. Muchas frases de la obra se han convertido en citas comunes, en frases
habituales en nuestro idioma como Peor es meneallo, expresión con la que
concluye el fragmento. Explica su significado y piensa en diversas situaciones en
las que podría emplearse esta frase.
5. Relaciona la comicidad de este texto con los del Lazarillo y el Buscón que
hemos visto en esta unidad.
ANEXO VII
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NARRATIVA BARROCA: EL QUIJOTE

1. Realiza un esquema con las principales corrientes narrativas del Siglo de Oro.
Menciona los autores principales.

2. Realiza un comentario del siguiente texto, atendiendo a las siguientes


indicaciones.

a) Localiza la obra y el autor.


b) Sitúa el fragmento en el lugar correspondiente de la obra.
c) Haz un análisis detallado del contenido, relacionándolo con los aspectos
estilísticos que contribuyen a resaltar las ideas que aparecen.
d) Comenta la intencionalidad del autor al escribir el texto.
e) Comenta si el texto refleja de alguna manera las ideas y mentalidades de su
época.
f) Realiza una valoración personal en torno a la siguiente cuestión: ¿hemos de
cerrar nuestros ojos a los sueños?

En esto, descubrieron treinta o cuarenta molinos de viento que hay en


aquel campo; y, así como don Quijote los vio, dijo a su escudero:
     -La ventura va guiando nuestras cosas mejor de lo que acertáramos a
desear, porque ves allí, amigo Sancho Panza, donde se descubren treinta,
o pocos más, desaforados gigantes, con quien pienso hacer batalla y
quitarles a todos las vidas, con cuyos despojos comenzaremos a
enriquecer; que ésta es buena guerra, y es gran servicio de Dios quitar tan
mala simiente de sobre la faz de la tierra.
     -¿Qué gigantes? -dijo Sancho Panza.
     -Aquellos que allí ves -respondió su amo- de los brazos largos, que los
suelen tener algunos de casi dos leguas.
     -Mire vuestra merced -respondió Sancho- que aquellos que allí se
parecen no son gigantes, sino molinos de viento, y lo que en ellos parecen
brazos son las aspas, que, volteadas del viento, hacen andar la piedra del
molino.
     -Bien parece -respondió don Quijote- que no estás cursado en esto de
las aventuras: ellos son gigantes; y si tienes miedo, quítate de ahí, y
ponte en oración en el espacio que yo voy a entrar con ellos en fiera y
desigual batalla.
     Y, diciendo esto, dio de espuelas a su caballo Rocinante, sin atender a
las voces que su escudero Sancho le daba, advirtiéndole que, sin duda
alguna, eran molinos de viento, y no gigantes, aquellos que iba a
acometer. Pero él iba tan puesto en que eran gigantes, que ni oía las voces
de su escudero Sancho ni echaba de ver, aunque estaba ya bien cerca, lo
que eran; antes, iba diciendo en voces altas:
     -Non fuyades, cobardes y viles criaturas, que un solo caballero es el
que os acomete.
     Levantóse en esto un poco de viento y las grandes aspas comenzaron a
moverse, lo cual visto por don Quijote, dijo:
     -Pues, aunque mováis más brazos que los del gigante Briareo, me lo
habéis de pagar.
     Y, en diciendo esto y encomendándose de todo corazón a su señora
Dulcinea, pidiéndole que en tal trance le socorriese, bien cubierto de su
rodela, con la lanza en el ristre, arremetió a todo el galope de Rocinante y
embistió con el primero molino que estaba delante; y, dándole una
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lanzada en el aspa, la volvió el viento con tanta furia que hizo la lanza
pedazos, llevándose tras sí al caballo y al caballero, que fue rodando muy
maltrecho por el campo. Acudió Sancho Panza a socorrerle, a todo el
correr de su asno, y cuando llegó halló que no se podía menear: tal fue el
golpe que dio con él Rocinante.
     -¡Válame Dios! -dijo Sancho-. ¿No le dije yo a vuestra merced que
mirase bien lo que hacía, que no eran sino molinos de viento, y no lo podía
ignorar sino quien llevase otros tales en la cabeza?
     -Calla, amigo Sancho -respondió don Quijote-, que las cosas de la
guerra, más que otras, están sujetas a continua mudanza; cuanto más,
que yo pienso, y es así verdad, que aquel sabio Frestón que me robó el
aposento y los libros ha vuelto estos gigantes en molinos por quitarme la
gloria de su vencimiento: tal es la enemistad que me tiene; mas, al cabo
al cabo, han de poder poco sus malas artes contra la bondad de mi
espada.
     -Dios lo haga como puede -respondió Sancho Panza.
     Y, ayudándole a levantar, tornó a subir sobre Rocinante, que medio
despaldado estaba.

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ANEXO VIII
MIGUEL DE CERVANTES: LA GALATEA

La Galatea, publicada en 1585, constituye la primera novela de Cervantes. Se trata de


una novela pastoril, que cuenta el amor de Elicio, pastor de las riberas del Tajo, por
Galatea. La acción de la misma gira en torno a la decisión de Aurelio, padre de Galatea,
de casarla con un rico pastor lusitano, Erastro, desoyendo las pretensiones del primero.
Al saber de la llegada de Erastro, Elicio reúne a todos sus amigos, con el fin de pedir a
Aurelio que no consienta la marcha de Galatea.

Con grande atención estaban los pastores escuchando lo que Silerio


contaba, cuando interrumpió el hilo de su cuento la voz de un lastimado pastor
que entre unos árboles cantando estaba, y no tan lejos de las ventanas de la
estancia donde ellos estaban que dejase de oírse todo lo que decía. La voz era
de suerte que puso silencio a Silerio, el cual en ninguna manera quiso pasar
adelante, antes rogó a los demás pastores que la escuchasen, pues, "para lo
poco que de mi cuento quedaba, tiempo habría de acabarlo". Hiciéraseles de mal
esto a Tirsi y Damón, si no les dijera Elicio:
-Poco se perderá, pastores, en escuchar al desdichado Mireno -que, sin
duda, es el pastor que canta-, y a quien ha traído la fortuna a términos que
imagino que no espera él ninguno en su contento.
-¿Cómo le ha de esperar -dijo Erastro-, si mañana se desposa Daranio con
la pastora Silveria, con quien él pensaba casarse? Pero en fin, han podido más
con los padres de Silveria las riquezas de Daranio que las habilidades de Mireno.
-Verdad dices -replicó Elicio-, pero con Silveria más había de poder la
voluntad que de Mireno tenía conocida que otro tesoro alguno; cuanto más, que
no es Mireno tan pobre que, aunque Silveria se casara con él, fuera su necesidad
notada.
Por estas razones que Elicio y Erastro dijeron, creció el deseo en los
pastores de escuchar lo que Mireno cantaba. Y así, rogó Silerio que más no se
hablase, y todos con atento oído se pararon a escucharle, el cual, afligido de la
ingratitud de Silveria, viendo que otro día con Daranio se desposaba, con la rabia
y dolor que le causaba este hecho, se había salido de su casa, acompañado de
solo su rabel; y, convidándole la soledad y silencio de un pequeño pradecillo que
junto a las paredes de la aldea estaba, y confiado que en tan sosegada noche
ninguno le escucharía, se sentó al pie de un árbol, y, templando su rabel, de esta
manera cantando estaba:

MIRENO
Cielo sereno, que con tantos ojos
los dulces amorosos hurtos miras,
y con tu curso alegras o entristeces
a aquel que en tu silencio sus enojos
a quien los causa dice, o al que retiras
de gusto tal y espacio no le ofreces:
si acaso no careces
de tu benignidad para conmigo,
pues ya con sólo hablar me satisfago,
y sabes cuanto hago,
no es mucho que ahora escuches lo que digo,
que mi voz lastimera
saldrá con la doliente ánima fuera.

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Miguel de Cervantes: La Galatea, libro III, en http://cervantesvirtual.com

ANEXO IX
LOPE DE VEGA
De Fuenteovejuna

El fragmento pertenece al último acto de la obra. Aquí Laurencia, ensangrentada y enfurecida por el ultraje
sufrido, se presenta en la asamblea de hombres con el propósito de increparles por la permisividad que
muestran ante el comportamiento abusivo e injusto del Comendador. Con un discurso de gran vehemencia,
incita a sus vecinos a la venganza. A continuación, entre todos deciden matar al Comendador.
LAURENCIA: ¿Qué dagas no vi en mi pecho? y que mañana os adornen
Dejadme entrar, que bien puedo ¿Qué desatinos enormes, nuestras tocas y basquiñas,
en consejo de los hombres; qué palabras, qué amenazas, solimanes y colores!
que bien puede una mujer, y qué delitos atroces, A Frondoso quiere ya,
si no a dar voto, a dar voces. por rendir mi castidad sin sentencia, sin pregones,
¿Conoceisme? a sus apetitos torpes? colgar el comendador
ESTEBAN: ¡Santo cielo! Mis cabellos ¿no lo dicen? del almena de una torre:
¿No es mi hija? ¿No se ven aquí los golpes de todos hará lo mismo;
JUAN ROJO: ¿No conoces de la sangre y las señales? y yo me huelgo, medio-hombres,
a Laurencia? ¿Vosotros sois hombres nobles? por que quede sin mujeres
LAUR: Vengo tal, ¿Vosotros padres y deudos? esta villa honrada, y torne
que mi diferencia os pone ¿Vosotros, que no se os aquel siglo de amazonas,
en contingencia quién soy. rompen eterno espanto del orbe.
ESTEBAN: (Hija mía! las entrañas de dolor, ESTEBAN: Yo, hija, no soy de
LAUR: No me nombres tu hija. de verme en tantos dolores? aquellos
ESTEBAN: ¿Por qué, mis ojos? Ovejas sois, bien lo dice que permiten que los nombres
¿Por qué? de Fuenteovejuna el hombre. con esos títulos viles.
LAUR: Por muchas razones, Dadme unas armas a mí Iré solo, si se pone
y sean las principales, pues sois piedras, pues sois todo el mundo contra mí. [...]
porque dejas que me roben bronces, REGIDOR: (Muramos todos! [...]
tiranos sin que me vengues, pues sois jaspes, pues sois JUAN R: ¿Qué orden pensáis tener?
traidores sin que me cobres. tigres... MENGO: Ir a matarle sin orden.
Aún no era yo de Frondoso, Tigres no, porque feroces Juntad el pueblo a una voz,
para que digas que tome, siguen quien roba sus hijos, que todos están conformes
como marido, venganza, matando los cazadores [...] en que los tiranos mueran.
que aquí por tu cuenta corre; Liebres cobardes nacisteis; ESTEBAN: ¡Tomad espadas, lanzones,
que en tanto que de las bodas bárbaros sois, no españoles. ballestas, chuzos y palos!
no haya llegado la noche ¡Gallinas!, (vuestras mujeres MENGO: (Los reyes nuestros señores
del padre, y no del marido, sufrís que otros hombres vivan!
la obligación presupone [...] gocen! TODOS: (Vivan muchos años!
Llevome de vuestros ojos Poneos ruecas en la cinta. MENGO: (Mueran tiranos traidores!
a su casa Fernán Gómez: ¿Para qué os ceñís estoques? TODOS: (Tiranos traidores, mueran!
la oveja al lobo dejáis, (Vive Dios, que he de trazar
como cobardes pastores. que solas mujeres cobren Lope de Vega, Fuenteovejuna,
la honra de estos tiranos, Planeta, Barcelona, 1981, pp. 75-79.
la sangre de estos traidores!
¡Y que os han de tirar piedras,
hilanderas, maricones,
amujerados, cobardes,
Actividades
1. ¿Qué estrofa se emplea en esta escena? ¿Cuál es su finalidad?
2. El teatro clásico español carecía de acotaciones, ¿crees que aquí son necesarias? Intenta
escribir las acotaciones del texto.
3. ¿Cómo se consigue formalmente la expresividad y el dramatismo de la escena? Sírvete de lo
que sabes acerca de las funciones expresiva y apelativa.
4. ¿De qué argumentos se vale Laurencia para convencer a sus vecinos?
5. La escena que has leído es de una atrevida modernidad. Justifícalo. Atiende a la imagen que
de la mujer se ofrece.

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De El caballero de Olmedo:

Lope de Vega es el autor de El caballero de Olmedo, una obra compuesta


en 1620 a partir de un hecho histórico ocurrido un siglo antes. El autor se inspiró
tanto en la leyenda como en la canción creada tras aquel suceso.
El texto que analizamos se sitúa al final del tercer acto, poco antes de la
resolución del conflicto.
Doña Inés y don Alonso quedan enamorados tras verse en una feria. Para
conseguir su amor, éste contrata los servicios de la alcahueta Fabia. Más tarde
concierta un encuentro en el huerto pero el azar hace que llegue en primer lugar
Rodrigo, caballero noble que había establecido un acuerdo de matrimonio con el
padre de Inés. Tras una serie de acontecimientos en los que se pone de
manifiesto la cobardía de don Rodrigo y la nobleza de don Alonso, este último
debe partir hacia Olmedo. En el camino sufre una emboscada que acabará con
su vida. Poco después, su criado Tello encuentra a un don Alonso moribundo que
desvela el nombre de sus asesinos. Más tarde, Tello regresa a Medina a pedir
justicia ante el rey.
Canten desde lejos en el vestuario y ALONSO:A mí me suelen llamar
véngase acercando la voz como que el caballero de Olmedo,
camina: y yo estoy vivo...
Que de noche le mataron LABRADOR: No puedo
al caballero, deciros de este cantar
la gala de Medina, más historia ni ocasión,
la flor de Olmedo. de que a una Fabia la oí.
ALONSO: ¡Cielos! ¿Qué estoy escuchando? Si os importa, ya cumplí
Si es que avisos vuestros son, con deciros la canción.
ya que estoy en la ocasión, Volved atrás. No paséis
¿de qué me estáis informando? de este arroyo.
Volver atrás, ¿cómo puedo? ALONSO: En mi nobleza,
Invención de Fabia es, fuera ese temor bajeza.
que quiere, a ruego de Inés, LABRADOR: Muy necio valor tenéis.
hacer que no vaya a Olmedo. Volved, volved a Medina.
LA VOZ: Sombras le avisaron ALONSO:Ven tú conmigo.
que no saliese, LABRADOR: No puedo.
y le aconsejaron ALONSO: ¡Qué de sombras finge el miedo!
que no se fuese ¡Qué de engaños imagina!
el caballero Oye, escucha. ¿Dónde fue,
la gala de Medina, que apenas sus pasos siento?
la flor de Olmedo. ¡Ah, labrador! Oye, aguarda...
«Aguarda», responde el eco.
Sale un LABRADOR ¡Muerto yo! Pero es canción
que por algún hombre hicieron
ALONSO: ¡Hola, buen hombre, el que canta! de Olmedo, y los de Medina
LABRADOR: ¿Quién me llama? en este camino han muerto.
ALONSO: Un hombre soy A la mitad dél estoy.
que va perdido. ¿Qué han de decir si me vuelvo?
LABRADOR: Ya voy. Gente viene... No me pesa;
Veisme aquí. si allá van, iré con ellos.
ALONSO: (Todo me espanta.) Salgan don RODRIGO y don FERNANDO y su gente.
¿Dónde vas?
LABRADOR: A mi Lope de Vega. El caballero de Olmedo.
labor. Cátedra, Madrid, 1990, pp.197-199.
ALONSO: ¿Quién esa canción te ha
dado, que
tristemente has cantado?
LABRADOR: Allá en Medina, señor.
1. Analiza los elementos formales del texto, tanto los teatrales (acotaciones,
apartes, etc) como métricos.
2. Proceded a una lectura dramatizada en clase, reflejando el espíritu trágico
de la escena.
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ANEXO X
TIRSO DE MOLINA: El burlador de Sevilla

La obra de Tirso de Molina, El burlador de Sevilla, es conocida universalmente


por presentar una de las primeras configuraciones del personaje de Don Juan. En
la presente escena del Acto I, Don Juan, náufrago, es socorrido por la pescadora
Tisbea a la que engaña con sus artes amatorias. Observemos cómo la va
seduciendo con palabras cargadas de tópicos amorosos.

TISBEA: Mancebo excelente, pues por ser de agua salada


gallardo, noble y galán. con tan grande sal ha sido.
Volved en vos, caballero. Mucho habláis cuando no habláis,
DON JUAN: )Dónde estoy? y cuando muerto venís
TISBEA: Ya podéis ver: mucho al parecer sentís.
en brazos de una mujer. Plega a Dios que no mintáis.
DON JUAN: Vivo en vos, si en el mar Parecéis caballo griego,
muero. que el mar a mis pies desagua,
Ya perdí todo el recelo pues venís formado de agua,
que me pudiera anegar, y estáis preñado de fuego.
pues del infierno del mar Y, si mojado abrasáis,
salgo a vuestro claro cielo. estando enjuto, )qué haréis?
Un espantoso huracán Mucho fuego prometéis.
dio con mi nave al través, Plega a Dios que no mintáis.
para arrojarme a esos pies, DON JUAN: A Dios, zagala, pluguiera
que abrigo y puerto me dan. que en el agua me anegara,
Y en vuestro divino oriente para que cuerdo acabara
renazco, y no hay que espantar, y loco con vos no muriera;
pues veis que hay de amar a mar que el mar pudiera anegarme
una letra solamente. entre sus olas de plata
TISBEA: Muy grande aliento tenéis que sus límites desata,
para venir sin aliento, mas no pudiera abrasarme.
y tras de tanto tormento, Gran parte del sol mostráis,
mucho contento ofrecéis. pues que el sol os da licencia,
Pero si es tormento el mar, pues sólo con la apariencia,
y son sus ondas crueles, siendo de nieve abrasáis.
la fuerza de los cordeles, TISBEA: Por más helado que estáis,
pienso que os hacen hablar. tanto fuego en vos tenéis,
Sin duda que habéis bebido que en este mío os ardéis.
del mar la ración pasada, Plega a Dios que no mintáis.

Tirso de Molina: EL burlador de Sevilla. Cátedra, Madrid, 1997, pp. 161-163.

Actividades
1. Haz un resumen de las palabras de cada personaje.
2. Localiza los tópicos y recursos expresivos que emplea don Juan en sus
intervenciones.
3. ¿Se ajusta la métrica a las recomendaciones de Lope de Vega?
4. El personaje de don Juan se convertirá en un mito desarrollado con
posterioridad en numerosos textos tanto de nuestra literatura como de la
universal. Investiga cuáles son los rasgos que definen dicho mito y cuáles son las
principales obras posteriores que lo tratan.
5. ¿Os atrevéis a representar la escena en clase?

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El fragmento que sigue corresponde al final de la 0obra, cuando, tras la cena con el
fantasma de Don Gonzalo, ve como éste le arrastra al infierno por sus pecados y falta
de moral
Don Juan: Cenemos. que no hay plazo que no llegue
Don Gonzalo: Para cenar ni deuda que no se pague. [...]
es menester que levantes esa Don Juan: Ya he cenado, haz que levanten
tumba. la mesa.
Don Juan: Y si te importa Don Gonzalo: Dame esa mano,
levantaré esos pilares. no temas, la mano dame.
Don Gonzalo: Valiente estas. Don Juan: ¿Eso dices? ¿yo temor?
Don Juan: Tengo brío ¡Que me abraso! No me abrases
y corazón en las carnes. con tu fuego.
Catalinón: Mesa de Guinea es esta, Don Gonzalo: Aqueste es poco
pues, ¿no hay por allá quien lave? para el fuego que buscaste.
Don Gonzalo: Siéntate. Las maravillas de Dios
Don Juan: ¿Adónde? son, Don Juan, investigables,
Catalinón: Con sillas y así quiere que tus culpas
vienen ya dos negros pajes a manos de un muerto pagues;
(entran los enlutados con sillas.) y así pagas de esta suerte
Don Gonzalo: Siéntate (tú.) las Doncellas que burlaste.
Catalinón: Yo, señor, Esta es justicia de Dios:
he merendado esta tarde. quien tal hace, que tal pague.
Cena con tu convidado. Don Juan: Que me abraso, no me aprietes.
Don Gonzalo: Ea pues, ¿he de enojarrne? Con la daga he de matarte,
No repliques. mas, ¡ay!, que me canso en vano
Catalinón: No replico. de tirar golpes al aire.
Dios en paz de esto me saque. A tu hija no ofendí,
¿Qué plato es este, señor? que vio mis engaños antes.
Don Gonzalo: Este plato es de alacranes Don Gonzalo: No importa, que ya pusiste
y víboras. tu intento.
Catalinón: Gentil plato Don Juan: Deja que llame
para el que trae buena hambre. quien me confiese y absuelva.
¿Es bueno el vino, señor? Don Gonzalo: No hay lugar. ya acuerdas tarde.
Don Gonzalo: Pruébale. Don Juan: Que me quemo, que me abraso.
Catalinón: Hiel y vinagre Muerto soy.
es este vino. (cae muerto.)
Don Gonzalo: Este vino Catalinón: No hay quien se escape,
exprimen nuestros lagares. que aquí tengo de morir
¿No comes tú? también por acompañarte.
Don Juan: Comeré, Don Gonzalo: Esta es justicia de Dios:
si me dieses, áspid a áspid, quien tal hace, que tal pague.
cuanto el infierno tiene.
Don Gonzalo: También quiero que te canten Tirso de Molina: El burlador de Sevilla, Cátedra,
(Cantan) Madrid, 1997, pp. 298-303.
Adviertan los que de Dios
juzgan los castigos tarde,

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ANEXO XI
CALDERÓN DE LA BARCA

De La vida es sueño
El texto que presentamos, perteneciente al Acto I, corresponde a uno de los famosos
monólogos de Segismundo. El joven príncipe se queja amargamente de su falta de
libertad. Está escrito en décimas y emplea la figura de la diseminación-recolección.
¡Ay mísero de mí! ¡Ay infelice! la humana necesidad
Apurar, cielos, pretendo, le enseña a tener crueldad,
ya que me tratáis así monstruo de su laberinto;
qué delito cometí ¿y yo, con mejor instinto,
contra vosotros naciendo; tengo menos libertad?
aunque si nací, ya entiendo
qué delito he cometido. Nace el pez, que no respira,
Bastante causa ha tenido aborto de ovas y lamas,
vuestra justicia y rigor; y apenas, bajel de escamas,
pues el delito mayor sobre las ondas se mira,
del hombre es haber nacido. cuando a todas partes gira,
midiendo la inmensidad
Sólo quisiera saber de tanta capacidad
para apurar mis desvelos como le da el centro frío;
(dejando a una parte, cielos, ¿y yo, con más albedrío,
el delito de nacer), tengo menos libertad?
qué más os pude ofender
para castigarme más. Nace el arroyo, culebra
¿No nacieron los demás? que entre flores se desata,
Pues si los demás nacieron, y apenas, sierpe de plata,
¿qué privilegios tuvieron entre las flores se quiebra,
que yo no gocé jamás? cuando músico celebra
de las flores la piedad
Nace el ave, y con las galas que le dan la majestad
que le dan belleza suma, del campo abierto a su huida;
apenas es flor de pluma ¿y teniendo yo más vida
o ramillete con alas, tengo menos libertad?
cuando las etéreas salas
corta con velocidad, En llegando a esta pasión,
negándose a la piedad un volcán, un Etna hecho,
del nido que deja en calma; quisiera sacar del pecho
¿y teniendo yo más alma, pedazos del corazón.
tengo menos libertad? ¿Qué ley, justicia o razón,
negar a los hombres sabe
Nace el bruto, y con la piel privilegio tan suave,
que dibujan manchas bellas, excepción tan principal,
apenas signo es de estrellas que Dios le ha dado a un cristal,
(gracias al docto pincel), a un pez, a un bruto y a un ave?
cuando, atrevida y cruel Calderón de la Barca: La vida es sueño.
Magisterio Casals, Madrid, 1994, pp. 57-
59.
Actividades
1. Realiza un análisis métrico y comprueba cómo se ajusta a la “normativa”
lopesca.
2. Se trata, como ves, de un largo monólogo que sólo adquiere su verdadera
dimensión con la puesta en escena. Recítalo pensando en el estado emocional
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del protagonista.
3. Divide el texto en partes, según su contenido. Los aspectos formales te
pueden ayudar.
4. Explica el recurso de diseminación-recolección que aparece en el texto.
5. ¿Qué recursos barrocos observas, tanto en la expresión como en el contenido?
6. El monólogo de Segismundo plantea la cuestión de la libertad y el libre
albedrío. Compara lo que piensa el protagonista con lo que hoy consideramos
como libertad.

Presentamos a continuación un famoso monólogo de Segismundo que, tras


volver a la prisión después de su paso por palacio, reflexiona sobre la vida y el
sueño. Decide que, ya que es imposible saber cuándo estamos despiertos o
cuándo soñando, es conveniente saber controlar nuestros impulsos y hacer
siempre el bien.
Es verdad, pues: reprimamos Sueña el rico en su riqueza,
esta fiera condición, que más cuidados le ofrece;
esta furia, esta ambición, sueña el pobre que padece
por si alguna vez soñamos. su miseria y su pobreza;
Y sí haremos, pues estamos sueña el que a medrar empieza,
en mundo tan singular, sueña el que afana y pretende,
que el vivir sólo es soñar; sueña el que agravia y ofende,
y la experiencia me enseña, y en el mundo, en conclusión,
que el hombre que vive, sueña todos sueñan lo que son,
lo que es, hasta despertar. aunque ninguno lo entiende.
Sueña el rey que es rey, y vive Yo sueño que estoy aquí,
con este engaño mandando, de estas prisiones cargado;
disponiendo y gobernando; y soñé que en otro estado
y este aplauso, que recibe más lisonjero me vi.
prestado, en el viento escribe ¿Qué es la vida? Un frenesí.
y en cenizas le convierte ¿Qué es la vida? Una ilusión,
la muerte (¡desdicha fuerte!): una sombra, una ficción,
¡que hay quien intente reinar y el mayor bien es pequeño;
viendo que ha de despertar que toda la vida es sueño,
en el sueño de la muerte! y los sueños, sueños son.
1. Resume el contenido del monólogo.
2. Realiza el análisis métrico de los diez primeros versos. ¿De qué estrofa se
trata? ¿Se repite esta estructura?
3. Tras leer adecuadamente el texto por turnos, memorizad y recitad el
monólogo.
4. Seguro que alguna vez has pasado por alguna situación increíble que te ha
hecho pensar que estabas en un sueño. Piensa en ello y escribe un
pequeño relato en el que expliques esa situación.

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De El alcalde de Zalamea

CRESPO.- CRESPO.-
¿Qué es aquesto? ¿Quién, quién hoy Malo lo veo;
se apea en mi casa así? ni que haya en el mundo, creo,
Pero ¿quién se ha entrado aquí? quien tan mal os aconseje.
(Sale don Lope) ¿Sabéis por qué le prendió?
DON LOPE.- DON LOPE.-
¡Oh, Pedro Crespo! Yo soy; No; mas sea lo que fuere,
que, volviendo a este lugar justicia la parte espere
de la mitad del camino, de mí; que también sé yo
donde me trae, imagino, degollar, si es necesario.
un grandísimo pesar, CRESPO.-
no era bien ir a apearme Vos no debéis de alcanzar,
a otra parte, siendo vos señor, lo que en un lugar
tan mi amigo. es un alcalde ordinario.
CRESPO.- DON LOPE.-
Guárdeos Dios; ¿Será más que un villanote?
que siempre tratáis de honrarme. CRESPO.-
DON LOPE.- Un villanote será,
Vuestro hijo no ha parecido que si cabezudo da
por allá en que ha de darle garrote,
CRESPO.- par Dios, se salga con ello.
Presto sabréis DON LOPE.-
la ocasión. La te tenéis, ¡No se saldrá tal, par Dios!
señor, de haberos venido Y si por ventura vos,
me haced merced de contar; si sale o no, queréis vello,
que venís mortal, señor. decidme dó vive o no
DON LOPE.- CRESPO.-
La desvergüenza mayor Bien cerca vive de aquí
que se puede imaginar. DON LOPE.-
Es el mayor desatino Pues a decirme vení
que hombre ninguno intentó. quién es el alcalde.
Un soldado me alcanzó CRESPO.-
y me dijo en el caminoY Yo
BQue estoy perdido, os confieso, DON LOPE.-
de cólera. ¡Voto a Dios, que lo sospecho!
CRESPO.- CRESPO.-
Proseguí ¡Voto a Dios, como os lo he dicho!
DON LOPE.- DON LOPE.-
Y que un alcaldillo de aquí Pues, Crespo, lo dicho, dicho.
al capitán tiene preso. CRESPO.-
Y ¡voto a Dios! No he sentido Pues, señor, lo hecho, hecho.
en toda aquesta jornada DON LOPE.-
esta pierna excomulgada, Yo por el preso he venido,
sino es hoy, que me ha impedido y a castigar este exceso.
el haber antes llegado CRESPO.-
donde el castigo le dé. Yo acá le tengo preso
¡Voto a Jesucristo, que por lo que acá ha sucedido.
al gran desvergonzado DON LOPE.-
a palos le he de matar! ¿Vos sabéis que a servir pasa
CRESPO.- al Rey, y soy su juez yo?
Pues habéis venido en balde, CRESPO.-
Porque pienso que el alcalde ¿Vos sabés que me robó
no se los dejará dar. a mi hija de mi casa?
DON LOPE.- DON LOPE.-
Pues dárselos sin que deje ¿Vos sabéis que mi valor
dárselos. dueño desta causa ha sido?
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CRESPO.-
¿Vos sabéis cómo atrevido CRESPO.-
robó en un monte mi honor? Unos pliegos de papel
DON LOPE.- que voy juntando, en razón
¿Vos sabéis cuánto os prefiere de hacer la averiguación
el cargo que he gobernado? de la causa.
CRESPO.- DON LOPE.-
¿Vos sabéis que le he rogado Iré por él
con la paz, y no la quiere? A la cárcel.
DON LOPE.- CRESPO.-
Que os entráis, es bien se arguya, No embarazo
en otra jurisdicción. que vais. Sólo que repare
CRESPO.- que hay orden que al que llegare
Él se me entró en mi opinión, le den un arcabuzazo.
sin ser jurisdicción suya. DON LOPE.-
DON LOPE.- Como a esas balas estoy
Yo os sabré satisfacer, enseñado yo a esperar,
obligándome a la paga. mas no de ha de aventurar
CRESPO.- nada en el acción de hoy.
Jamás pedí a nada que haga (Sale un soldado)
lo que yo me puedo hacer. ¡Hola, soldado, id volando,
DON LOPE.- y a todas las compañías
Yo me he de llevar a preso. que alojadas estos días
Ya estoy en ello empeñado. han estado y van marchando,
CRESPO.- decid que, bien ordenadas,
Yo por acá he sustanciado lleguen aquí en escuadrones,
el proceso con balas en los cañones
DON LOPE.- y con las cuerdas caladas!
¿Qué es proceso? SOLDADO.-
No fue menester llamar
la gente; que habiendo oído
aquesto que ha sucedido
se han entrado en el lugar.
DON LOPE.-
Pues ¡voto a Dios! que he de ver
si me dan el preso o no.
CRESPO.-
Pues ¡voto a Dios! que antes yo
haré lo que se ha de hacer.
(Éntranse)

Pedro Calderón de la Barca: El alcalde de


Zalamea. Tercera Jornada, Escena XV

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ANEXO XII
ACTIVIDADES DE REFUERZO

1. Sobre tópicos, temas y recursos literarios.

Haz un resumen con todos los tópicos, temas y recursos literarios que
aparecen en los textos correspondientes al tema. Explícalos brevemente.

2. Sobre dramaturgos del Siglo de Oro.

Enumera los principales dramaturgos del Siglo de Oro y comenta las


principales características de su estilo. Propón algún texto como ejemplo.

3. Sobre el tema morisco.

La temática morisca es habitual en dramas de la época: ¿Qué nos cuentan


estas composiciones? Propón algún ejemplo.

4. Sobre personajes.
Realiza una caracterización de los personajes habituales en las obras del
Siglo de Oro. Propón ejemplos textuales.

5. Lectura en voz alta.

De entre los distintos textos que aparecen en el tema, elige dos y prueba
a leerlos ante tus compañeros. Una vez leídos, comentad en clase los aspectos
positivos y aquellos otros en que se puede mejorar. No olvides que cuanto más
leas en voz alta, mejor lo harás.

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ANEXO XIII
ACTIVIDADES DE AMPLIACIÓN
1. Para profundizar sobre los grandes autores del Siglo de Oro
Sobre la base que proponemos, elabora un esquema lo más exhaustivo
posible en que se recojan las informaciones más relevantes acerca del teatro en
el Siglo de Oro:

Época Prelopistas La comedia Grandes autores del


nacional Barroco
Lope de Vega
Autores

Temas

Trascendencia

2. Lectura en voz alta


Elegid algún texto teatral del Siglo de Oro. Os recomendamos las obras
incluidas en vuestro libro, pero si queréis, podéis encontrar otras muchas en
http://www.cervantesvirtual.com. Seleccionad alguna jornada y preparad una
pequeña representación o lectura dramatizada.
3. El Siglo de Oro y el cine
a) El cine también se ha ocupado del Siglo de Oro. En esta ocasión os
proponemos la visión de la película Shakespeare in love (1998), de John Madden
(con Gwyneth Paltrow como Viola de Lesseps y Joseph Fiennes como Will
Shakespeare). La historia recrea el ambiente teatral en la Inglaterra de la época.
Muchos detalles de la película se adecuan perfectamente al ambiente español.
Realizad un debate en torno a la misma. Como tema central os proponemos el
siguiente: ¿Ha perdido vitalidad el género dramático en la actualidad?
b) También es interesante visionar la versión que Pilar Miró realizo en el año
1995 del texto de Lope de Vega, El perro del hortelano (con Emma Suárez,
Carmelo Gómez y Ana Duato). Como actividad se puede plantear un debate en
torno a las dificultades de la adaptación cinematográfica (que puede ampliarse
tocando la cuestión de la traducción). ¿Qué os ha gustado más, el texto o la
película? ¿Por qué?
4. Intertextualidad
En relación a los personajes prototípicos del teatro del Siglo de Oro.
Los personajes que aparecen en las obras de la época suelen estar muy
delimitados y muy claramente caracterizados: el caballero, la dama, los criados
y, sobre todo, el gracioso. Busca ejemplos en obras posteriores (bien literarias,
bien cinematográficas) en los que intervengan personajes con estas
características.
5. Comentario de texto
Sobre cualquiera de los textos de la unidad que hayan resultado de
interés, elabora un nuevo comentario de texto: localización, tema, estructura,
principales rasgos temáticos y estilísticos.

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ANEXO XIV
PROPUESTA DE EVALUACIÓN
1. Realiza un comentario del siguiente texto, atendiendo a las siguientes
indicaciones.
a) Localiza la obra y el autor.
b) Haz un análisis detallado del contenido, relacionándolo con los aspectos
estilísticos que contribuyen a resaltar las ideas que aparecen.
SEGISMUNDO. ¿Quién mis voces ha escuchado?     Con cada vez que te veo
¿Es Clotaldo? nueva admiración me das,
CLARÍN (Aparte.) (Di que sí.) y cuando te miro más
ROSAURA. No es sino un triste, ¡ay de mí! aun más mirarte deseo.
que en estas bóvedas frías Ojos hidrópicos creo
oyó tus melancolías. (Ásela.) que mis ojos deben ser,
SEGISMUNDO. Pues la muerte te daré, pues cuando es muerte el beber
porque no sepas que sé beben más, y desta suerte,
que sabes flaquezas mías. viendo que el ver me da muerte,
   Sólo porque me has oído, estoy muriendo por ver.
entre mis membrudos brazos    Pero véate yo y muera,
te tengo de hacer pedazos. que no sé, rendido ya,
CLARÍN Yo soy sordo, y no he podido si el verte muerte me da,
escucharte. el no verte qué me diera.
ROSAURA   Si has nacido Fuera más que muerte fiera,
humano, baste el postrarme ira, rabia y dolor fuerte;
a tus pies para librarme. fuera muerte, desta suerte
SEGISMUNDO. Tu voz pudo enternecerme, su rigor he ponderado,
tu presencia suspenderme, pues dar vida a un desdichado
y tu respeto turbarme. es dar a un dichoso muerte.
 ¿Quién eres? Que aunque yo aquí ROSAURA: Con asombro de mirarte,
tan poco del mundo sé con admiración de oírte,
–que cuna y sepulcro fue ni sé qué pueda decirte,
esta torre para mí–; ni qué pueda preguntarte.
y aunque desde que nací, Sólo diré que a esta parte
si esto es nacer, sólo advierto hoy el cielo me ha guiado
este rústico desierto para haberme consolado,
donde miserable vivo, si consuelo puede ser,
siendo un esqueleto vivo, del que es desdichado, ver
siendo un animado muerto; a otro que es más desdichado.
   y aunque nunca vi ni hablé    Cuentan de un sabio, que un día
sino a un hombre solamente tan pobre y mísero estaba,
que aquí mis desdichas siente, que sólo se sustentaba
por quien las noticias sé de unas yerbas que cogía.
de cielo y tierra; y aunque ¿Habrá otro, entre sí decía,
aquí, porque más te asombres más pobre y triste que yo?
y monstruo humano me nombres, Y cuando el rostro volvió
entre asombros y quimeras, halló la respuesta, viendo
soy un hombre de las fieras que iba otro sabio cogiendo
y una fiera de los hombres. las hojas que él arrojó.
   y aunque en desdichas tan graves    Quejoso de la fortuna
la política he estudiado yo en este mundo vivía,
de los brutos enseñado, y cuando entre mí decía:
advertido de las aves; ¿habrá otra persona alguna
y de los astros süaves de suerte más importuna?,
los círculos he medido, piadoso me has respondido;
tú sólo, tú, has suspendido pues volviendo en mi sentido,
la pasión a mis enojos, hallo que las penas mías,
la suspensión a mis ojos, para hacerlas tú alegrías,
la admiración al oído. las hubieras recogido.
2. En relación a la obra a la que corresponde el texto
a) Comenta la intencionalidad del autor al escribir el texto.
b) Comenta si el texto refleja de alguna manera las ideas y mentalidades
de su época.
3. Trascendencia de la obra de Tirso de Molina.

ANEXO XVI
ACTIVIDADES DE AMPLIACIÓN
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1. Sobre el conocimiento del marco histórico renacentista y barroco.
La actividad se encuentra en la misma línea que, en los temas cuatro y
seis, sirvió para ampliar información de tipo histórico-literario. En esta ocasión se
pueden emplear las mismas fuentes de información ya utilizadas para investigar
acerca del contexto histórico cultural propio del Siglo de Oro (siglos XVI y XVII).
Como en el caso anterior, proponemos que se formen tres grupos para busca
información en algún medio (enciclopedias, Internet -por ejemplo, en la página
http://www.artehistoria.com- monografías, documentales, novelas). Cada grupo
elaborará un informe y lo expondrá ante la clase. Se pueden comentar las
coincidencias y las diferencias. En cuanto a los contenidos, será especialmente
interesante centrarse sobre los siguientes aspectos:
- El concepto de Imperio Español.
- El final del proceso de expulsión de moriscos y judíos.
- El papel de España en América y la desilusión provocada por la mala
gestión interna.

2. Para profundizar sobre los grandes autores del Renacimiento y Siglo de Oro.
Sobre la base que proponemos, se elaborará un esquema lo más
exhaustivo posible en que se recojan las informaciones más relevantes acerca de
la lírica en el Siglo de Oro:

Época Primer Renacimiento Manierismo Barroco


Autores Petrarquistas Escuela sevillana Clasicismo Escuela
Garcilaso de la Vega Fernando de Lope de Vega antequerano-
Juan Boscán Herrera Escuela granadina
Gutierre de Cetina Baltasar del Sevillana Pedro Espinosa
Tradicionalistas Alcázar Juan de Arguijo Luis Carrillo-
Cristóbal de Castillejo Escuela salmantina Rodrigo Caro Sotomayor
Fray Luis de León Francisco de Culteranismo
Lírica mística Rioja Luis de Góngora
San Juan de la Fernández de
Cruz Andrada
Conceptismo
Francisco de
Quevedo
Temas Amor Además de los Se añaden los siguientes:
Naturaleza anteriores: Filosófico-existencial
Mitología Patriótico Satírico-burlesco
Moral Político
Religioso Populares
Métrica Incorporación del Plena adaptación de Continúan las formas nuevas.
endecasílabo y el las formas nuevas. Revitalización de las formas
heptasílabo octosilábicas: romances, letrillas...
Nuevas estrofas: soneto,
octava real, estancia, lira...

3. Sobre la interrelación de las artes y la información cultural.


La pintura nos sigue ofreciendo información, en este caso, sobre el Siglo
de Oro. Varios grupos pueden buscar información iconográfica sobre el ambiente
renacentista y barroco, así como retratos de los poetas más importantes.
Interesa, especialmente, la iconografía sobre la conquista americana, sus mitos y
leyendas, el ambiente de la corte española de la época, el ambiente del pueblo,
etc. Proponemos investigar sobre la figura de Diego de Velázquez, (1599-1660),
pintor andaluz y uno de los grandes genios de la pintura universal.

4. El Siglo de Oro y el cine.

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El cine también se ha ocupado del Siglo de Oro. Proponemos la visión de
la película El rey pasmado (1991), de Imanol Uribe y guión de Juan Potau y
Gonzalo Torrente Malvido, basada en el libro de Gonzalo Torrente Ballester
Crónica del rey pasmado. En la misma, un monarca innominado (pero fácilmente
identificable con Felipe IV), exige contemplar a su esposa, la reina, totalmente
desnuda. Esta petición termina por convertirse en una cuestión de estado. La
película muestra el complicado ambiente que existe en palacio y ofrece una
pintura irónica -pero realista- de la sociedad de la época, con sus luchas internas
y las permanentes disputas entre políticos y teólogos. Se podrá realizar un
debate en torno a la misma. Al mismo tiempo, invitaremos a descubrir otras
películas ambientadas en esta época y que incorporen datos interesantes para el
conocimiento de su historia y literatura.

5. Seleccionar uno de los sonetos de Lope de Vega y elaborar un comentario de


texto: localización, tema, estructura, principales rasgos temáticos y estilísticos.
Habrá de explicarse por qué el poema es barroco.

6. Investigar en la biografía de Lope de Vega e intentar explicar las


circunstancias vitales asociadas a cada uno de los poemas.

7. Comparar las visiones que sobre el sexo contrario ofrecen sor Juana y
Quevedo. Puede servir de base para plantear un debate sobre el sexismo a lo
largo de la historia y en la sociedad actual.

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ANEXO XVII
ACTIVIDADES DE AMPLIACIÓN

1. Para profundizar sobre los grandes autores del Siglo de Oro.


Sobre la base que proponemos, elabora un esquema lo más exhaustivo
posible en que se recojan las informaciones más relevantes acerca de la
narrativa en el Siglo de Oro:

Época Primer Manierismo Barroco


Renacimiento

Autores

Temas

Trascendencia

2. Sobre la interrelación de las artes y la información cultural.


La narrativa del Siglo de Oro ha servido de inspiración a muchos artistas
de la propia época y de épocas posteriores. Puedes buscar información
iconográfica sobre el deprimido ambiente barroco en la pintura de los grandes
genios del Barroco, encabezados por Diego Velázquez (1599-1660). Realiza una
selección de cuadros que estén relacionados con el mundo de la picaresca.

3. El Siglo de Oro y el cine.


El cine también se ha ocupado del Siglo de Oro. En esta ocasión os
proponemos la visión de la película La marrana (1992), de José Luis Cuerda (con
Antonio Resines y Alfredo Landa). La historia cuenta lo siguiente: A finales del
siglo XV, Bartolomé Gutiérrez regresa a España después de tres años de
cautiverio en Túnez. Si algo ansía realmente Bartolomé, es poder comer carne
de cerdo, manjar que le ha estado prohibido durante su reclusión.
Realizad un debate en torno a la misma.

4. Intertextualidad.
En relación a El Quijote:
- Visiona la película El día de la bestia, de Alez de la Iglesia. Realiza un
resumen y trata de relacionarla con el texto de Cervantes.
- Busca el relato La sombra, de Galdós y descubre en el texto los datos
que relacionan a Anselmo con Don Quijote.
- Realizad un debate en torno a los conceptos de recreación y plagio.

5. Comentario de textos.
Sobre uno de los textos de de Cervantes, elabora un comentario de texto:
localización, tema, estructura, principales rasgos temáticos y estilísticos.

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ANEXO XVIII
PROPUESTAS DE ACTIVIDADES DE SÍNTESIS

Presentamos a continuación dos pruebas. Pueden combinarse o presentarse tal


cual, en función de las actividades y lecturas desarrolladas en clase.

PROPUESTA A)

1. Realiza un comentario del texto, atendiendo a las siguientes indicaciones.


a) Localiza la obra y el autor.
b) Haz un análisis detallado del contenido, relacionándolo con los aspectos
estilísticos que contribuyen a resaltar las ideas que aparecen.
b) Comenta si el texto refleja de alguna manera las ideas y mentalidades
de su época y explica cuál es su intencionalidad.
b) Haz una valoración personal.

Picó atrevido un átomo viviente


los blancos pechos de Leonor hermosa,
granate en perlas, arador en rosa,
breve lunar del invisible diente.
Ella dos puntas de marfil luciente,
con súbita inquietud bañó quejosa,
y torciendo su vida bulliciosa,
en un castigo dos venganzas siente.
Al expirar la pulga, dijo: “¡Ay, triste,
por tan pequeño mal dolor tan fuerte!”
“¡Oh pulga!”, dije yo, “¡dichosa fuiste!
Detén el alma, y a Leonor advierte
que me deje picar donde estuviste,
y trocaré mi vida con tu muerte”.

2) Responde brevemente a estas cuestiones:


a) Explica las características fundamentales del conceptismo.
b) Expón las novedades que la lírica manierista supone respecto del
primer Renacimiento.
c) Establece las líneas fundamentales de la poesía barroca.

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PROPUESTA B)

1. Lee los poemas que siguen y comenta los aspectos que se enumeran a
continuación.
a) Rasgos métricos de los poemas
b) Temas y tópicos literarios que aparecen.
c) Relaciones entre poetas del Siglo de Oro. Analiza los textos a), b) y c),
correspondientes a Góngora, los dos primeros, y a Quevedo, el tercero
d) Explica los conceptos de amor propuestos por Lope de Vega y Quevedo
en los textos d) y e).

a) b)
Patos de la aguachirle castellana, Anacreonte español, no hay quien os tope,
que de su rudo origen fácil riega, que no diga con mucha cortesía,
y tal vez inunda nuestra Vega, que ya que vuestros pies son de elegía,
con razón Vega por lo siempre llana, que vuestras suavidades son de arrope.
pisad graznando la corriente cana ¿No imitaréis al terenciano Lope,
del antiguo idioma, y turba lega, que al de Belerofonte cada día
las ondas acusad, cuantas os niega sobre zuecos de cómica poesía
ático estilo, erudición romana. se calza espuelas, y le da un galope?
Los cisnes venerad cultos, no aquellos Con cuidado especial vuestros antojos
que escuchan su canoro fin los ríos; dicen que quieres traducir al griego,
aquellos sí, que de su docta espuma no habiéndolo mirado vuestros ojos.
vistió Aganipe. ¿Huis? ¿No queréis vellos, Prestádselos un rato a mi ojo ciego,
palustres aves? Vuestra vulgar pluma porque a la luz saque ciertos versos flojos,
no borre, no, más charcos. ¡Zabullíos! y entenderéis cualquier gregüesco luego.
c) d)
Tantos años y tantos todo el día; Es hielo abrasador, es fuego helado,
menos hombre, más Dios, Góngora hermano. es herida que duele y no se siente,
No altar, garito sí; poco cristiano, es un soñado bien, un mal presente,
mucho tahúr; no clérigo, sí arpía. es un breve descanso muy cansado.
Alzar, no a Dios, (extraña clerecía!; Es un descuido que nos da cuidado,
misal apenas, naipe cotidiano; un cobarde con nombre de valiente,
sacar lengua y barato, viejo y vano, un andar solitario entre la gente,
son sus misas, no templo y sacristía. un amar solamente ser amado;
Los que güelen tu musa y tus emplastos es una libertad encarcelada,
cuando en canas y arrugas te amortajas, que dura hasta el postrero paroxismo;
tal epitafio dan a tu locura: enfermedad que crece si es curada.
“Yace aquí el capellán del rey de bastos, Éste es el niño Amor, éste es su abismo.
que en Córdoba nació, murió en Barajas ¡Mirad cuál amistad tendrá con nada
y en las Pintas le dieron sepultura". el que en todo es contrario de sí mismo!
e)
Desmayarse, atreverse, estar furioso, satisfecho, ofendido, receloso;
áspero, tierno, liberal, esquivo, huir el rostro al claro desengaño,
alentado, mortal, difunto, vivo, beber veneno por licor suave,
leal, traidor, cobarde y animoso; olvidar el provecho, amar el daño;
no hallar fuera del bien centro y reposo, creer que un cielo en un infierno cabe,
mostrarse alegre, triste, humilde, altivo, dar la vida y el alma a un desengaño:
enojado, valiente, fugitivo, Esto es amor: quien lo probó lo sabe.

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