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POETAS ARGENTINOS

AMIGOS DE MARRUECOS

Antología poética
POETAS ARGENTINOS
AMIGOS DE MARRUECOS
Antología poética

Compilador Fares Yassir

2021
Buenos Aires, República Argentina
Poetas argentinos amigos de marruecos : antología poética / Julio
Almirón... [et al.] ; compilación de Fares Yassir. - 1a ed. - Ciudad
Autónoma de Buenos Aires : Punto de Encuentro ; Embajada del
Reino de Marruecos en Argentina, 2022.
Libro digital, EPUB
Archivo Digital: descarga y online
ISBN 978-987-4465-86-3
1. Poesía Argentina. I. Almirón, Julio. II. Yassir, Fares, comp.
CDD A861

© Punto de Encuentro 2021


Av. de Mayo 1110, Ciudad Autónoma de Buenos Aires
(54–11) 4304-1637
República Argentina
www.puntoed.com.ar
Idea y dirección general: Sr. Fares Yassir, Embajador de Marruecos en
Argentina.
Coordinador y compilador: Emiliano Pintos.
Co-compiladora: Alondra Bahamondes.
Corrección: Mariela A. Palermo.
Corrección para Punto de Encuentro: Giuliana Graziosi.
Obra de arte de tapa: Allal Ababbssa, Salé-Marruecos
Edición de distribución gratuita.
Queda hecho el depósito que establece la Ley 11.723
Libro de edición argentina.
No se permite la reproducción total o parcial, el almacenamiento, alquiler,
transmisión o transformación de este libro, en cualquier forma o por
cualquier mediosin el permiso previo y escrito de la editorial.
ÍNDICE

Portada
Portadilla
Legales
Prólogo
JULIO ALMIRÓN
A rojo escarlata
La luz
Deseo
YONATHAN AYALA
Crucero a Buenos Aires
Asedio bajo la Luna
ALONDRA BAHAMONDES
Nostalgia Marroquí
Alas de pequeña
THEODOSIO BARRIOS
Guedra
ALEJANDRA BURZAC SÁENZ
Marruecos
Diversidad
Aisha Kandisha
JOSÉ CANTERO VERNI
Salta le canta a Marruecos
MARISA CASCALLARES
I
II
III
ESTEBAN CHARPENTIER
Ojos de mar*
BEATRIZ CID
Marruecos designio de Dios
Mágica alfombra
ANA DIAMANTE
Ojos marroquíes
Una de las mil noches marroquíes
Vientos de deseo
MARÍA AMELIA DIAZ
Al Magreb
Zégel a Marruecos
Poema
ELVIRA DUARTE
Yashy
Océano
Porque soy mujer
PATRICIA FARÍAS
Viento y arena
ELÍAS GALATI
Marruecos
Indica la frente serena
LUCAS GIACOMUZO
Mi casa también es blanca
El jardín de Dios
DORA GONZÁLEZ
Posibilidad
Sabiduría
SHARON GOROSITO
Dulce
Amor Natural
MARIO JORGE ISCOFF
El desierto de Sahara
Esas… dos voces
Contemplando el desierto
Jeb.–
Volvemos a casa
OLGA BEATRIZ LUNA
Sanación
El vino gris
Chefchaouen
DÁMASO MANUEL MARTÍNEZ
Mi caballo Bereber
Cuatro caballos albos
EDUARDO MONTE JOPIA
Marruecos
Casablanca de mi niñez
Laâyoune
MÓNICA MUÑOZ
Morocco
AVELINO NÚÑEZ
Marruecos en las calles de la infancia
MARIELA A. PALERMO
El arte de mi abrazo
Cosmopolita
Llámame con las manos
DÉBORA PARODI
Madre
Mi tierra
GUILLERMO EDUARDO PILÍA
Visión de Marruecos
EMILIANO PINTOS
Romance de la luna de Marruecos
A mis amigos de Marruecos
NÉLIDA MIRIAM ROBLEDO
Romance de la Boda Marroquí
Marrakech
Tu nombre Marruecos
NADIE HUAMÁN ROJAS
Mientras dormía
RUBÉN SACCHI
Sahara
Bíblica
ÁNGELA LILIANA SIRACUSANO
Casablanca
Hermandad, rosas y té
Voy hacia ti hombre Marroquí
CARLOS SPLAUSKY
Al poeta de Marruecos
ISABELLA VALENZANO
Marruecos, alas en sueños
Lírica para una estrella
EZEQUIEL VÁZQUEZ
El Dios de arena
GUSTAVO VILLAMOR
Toubkal
Marruecos
AGENDA DE CONTACTOS
Prólogo

El poeta es un medio humano que va abriendo paisajes y fronteras entre


países y lenguas desde el sentimiento. El diplomático, del mismo modo,
contribuye a difundir estas palabras para que queden en las memorias
colectivas donde se conforma la Historia. Ambos convencidos de que la
cultura y el arte son una necesidad desde el inicio de los tiempos, antes aún
de que existiera la escritura.
En la historia contemporánea muchos poetas de trayectoria universal
fueron nombrados embajadores de sus países ante países extranjeros, poetas
cuyas palabras habladas o escritas se han convertido en instrumentos
eficaces para promover, mejorar y reforzar relaciones de amistad y
cooperación.
Muchos diplomáticos y diplomáticas de carrera se hicieron escritores,
novelistas y poetas inspirados por la propia vida profesional, generando así
materia literaria. El objetivo es informar -y hacer sentir- sobre costumbres,
culturas y vivencias ajenas, facilitando de este modo el acercamiento y el
entendimiento entre los pueblos.
Esta acción, también llamada diplomacia cultural, ha fomentado hace
casi un año la idea de crear en Buenos Aires el grupo Poetas Argentinos
Amigos de Marruecos (PAAM), conformado por escritores con diferentes
trayectorias y maneras de atravesar la vida y el arte.
Cada uno de estos poetas lleva en sus palabras el aroma, el color, el latir
de su cultura y, al mismo tiempo, el extrañamiento infantil y puro del pueblo
ajeno que abraza.
La hermandad de los pueblos argentino y marroquí en esta antología
demuestra una vez más la universalidad del sentimiento y la palabra, la
ruptura de la regla espacio-tiempo a través de la literatura y que tanto la
poesía como las relaciones humanas son humanas, sinceras y cosmopolitas.

Fares Yassir
JULIO ALMIRÓN
Julio Almirón es escritor y poeta correntino, radicado en
Buenos Aires, Argentina. Tiene dos libros publicados:
Bastardía (poemario) y Mis Raíces (poesía gauchesca).
En Facebook posee la página de poesía “Desahogo”.
A rojo escarlata

Los labios del Atlántico


abrazan tus orillas
perla del norte
reliquia de la misma historia.

Tu amalgama de colores
se mezclan con la tierra
y en noches de verano
invitan a navegar eterno.

Roja es tu sangre y en tu sangre


late el misterio
el escarlata de tu bandera
abre en surco las arenas
y desemboca en el pecho.

Tesoro que besa el mar


y se encadena al océano
déjame verte una vez
cuando el sol se apoye en la sabana
cuando me llegue la muerte
y en tu idílico gorjeo
vuelva yo a latir.
La luz

Dejas caer tu pelo


y las manos del Sahara
acarician a tus hijos.

Bendición hecha canto


y tierra bendita.

De ti beben las dunas


y en cada rincón dorado
dejas caer tu estela
como una madre santa.

Eres vientre de la historia


y son tus mujeres, el candelabro
que ilumina el silencio.
Deseo

Quisiera flotar
en las esferas de tu hechizo
caminar
y que alguien desde algún balcón
me invitara un té de menta

que el gran Níger


en sus cabellos
luzca un gorro de fez

que en su espalda dorada


el Gran Kalaharí
escriba mis memorias
con hilos del Mar Rojo

y quisiera (o al menos lo sueño)


que los viejos troveros
me hablen de cuando Madagascar
era un pedazo
de esta hermosa epopeya

y saber con certeza


que aún por sobre el tiempo
las leyendas de los ancestros
aún respiran
en la frente misma
del Gran África.
YONATHAN AYALA
Yonathan Leandro Ayala nació el 18 de abril de 1994 en la
localidad de Pte. Santiago Derqui, Pilar, Buenos Aires.
Incursionó en la poesía a la edad de 12 años y es autor del libro
Humo, Sexo y Barbitúricos, publicado en 2019.
Crucero a Buenos Aires

Apareció mientras cargaba nicotina en mi cigarrillo electrónico.


Recorriéndome con su iris escoltaba sus palabras con signos manuales,
mordía el interior de sus mejillas doblando sus labios curvos, sonreía
relajada ajena a mi seriedad de montañés. No hablaba bereber, ni decía mi
nombre, pero sin duda me llamaba en su monólogo porteño.
Ante mi pétreo silencio de ecos sin palabras, puso una mano en mi
hombro como agradecimiento que envolvía su desilusión y se alejó
caminando por la barandilla junto al océano, a paso lento y sugestivo...
desprohibiéndose en mis propios ojos...
Quizás yo no salí a pitar mi cigarro y vos no saliste a tomar aire, quizás
ambos salimos para tirar por la borda nuestras esperanzas de amor, no estoy
seguro, pero no voy a buscar en Argentina lo que vos no encontraste en
Marruecos, porque evidentemente los dos acabamos de ser testigos del
mismo hallazgo.
Asedio bajo la Luna

El castillo blanco incrustado en la clavícula de la montaña. Carcomidos


por los granos del desierto, los banderines luchan contra el viento seco de
poniente. Los espirales de arena que invocan la guerra danzando sobre el
páramo, se tornan violáceos ahora que se despide la estrella ígnea, las
antorchas transpiran y los arcos se tensan.
El cantico bélico del varón marroquí se alza serpenteando entre los
sables de sus hermanos, el silbido del mizmar hace percusionar el corazón
de los enemigos, las torres empenumbran las hordas enterrando sus ojos
negros en el yermo, el horizonte titila y cruje. Trayendo tempestad, el
paladar de la noche cae sobre los que bajo la luna rifeña buscan sangre.
Quizás el hombre del norte deba acostumbrarse al frío, quizás deba
conformarse con las posesiones de sus vecinos, aunque sí prefiere el ardor
de las costas de Marruecos. Espero que traiga consigo una voluntad de
piedra, porque aquí la lluvia de flechas africanas desintegra la madera, la
carne, el espíritu y las ganas de volver a cruzar el Mediterráneo.
ALONDRA BAHAMONDES
Alondra Micaela Bahamondes Ancamil nació el 11 de mayo de
1999 en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Actualmente
vive en Manuel Alberti, Pilar.
Desde pequeña se sumió letra a letra en el universo literario,
llevándola así a estudiar hoy el Profesorado Universitario en
Lengua y Literatura en la Universidad Nacional de General
Sarmiento.
Ha publicado su ensayo político sobre la posverdad en Chile,
Colombia y Estocolmo (Ciudad del Estado de Suecia).
Nostalgia Marroquí

Vuelvo a ti en letras, Marruecos.


Te encuentro en los capítulos de mi vida,
busco tus paisajes entre siete colores.
Marruecos… inalcanzable nostalgia.

Brilla la máxima estrella de tu bandera


en la mía,
buenos son los aires del recuerdo.
Noches de danzas, mar compañero…
devuélveme mi tierra de arena blanca.

Tierra mía, tierra mora,


estrella luminosa
guía mis versos en la lejanía…
Marruecos, mi tierra mora.
Alas de pequeña

Poema danzarín
lleva tu luna a mi infancia,
trasládame a la tierra del Sahara
vuélveme niña en tu jardín.

Me volveré etérea en su arena,


menuda en una jaima.
Traeré la nostalgia de los tangos…
pequeños son mis gigantes pasos.

Eres inmenso en alma de soñadora,


sutileza pura de aires cálidos
mar de sueños...
mar de arena.

Conmuéveme en deseo,
conviérteme en efímera poesía
afirma a tus manos mi ilusión,
haz grande esta esperanza mía.
THEODOSIO BARRIOS
Theodosio Barrios es nativo de Posadas, Misiones, Argentina, y
desde el año 1988 reside en la localidad de Eldorado, Misiones.
Se considera “escribidor” de poesía, donde hace suya la parada
de la denuncia a injusticias sociales y ecologistas. “La poesía –
dice– es la piedra en la sandalia del tirano o si no, no es poesía”
no obstante, la bandera del amor siempre está en alto en su
literatura ante el sexo opuesto o ante la tierra que lo cobija.
Incursionó en el género con cuentos de carácter localista,
folclórico y para niños. Tiene sello editorial propio bajo el
nombre de Th Barrios Rocha Ediciones. Su escritura es variada
y es un activo promotor de escritores locales y de toda actividad
cultural como manifestación del pensamiento contemporáneo.
Guedra

Marruecos levanta su vuelo


en modo de Guedra.
Fui –en mis cavilaciones–
hasta donde nace el sol.
Fui verde profundo por la gracia y fuerza
del viento sin fronteras.

Pensé en sus alas manos de brisa cautiva,


en sus mejillas de arena y pan
amorosamente horneado.
Pensé en sus ojos de oasis
saciedad de caravana palpitante
fui peregrino en la danza.
Pensé en sus ojos negros,
del negro total en que convergen
todos los arcoíris del universo.
Pensé que soñaba
en su piel de luna y rizos de estrellas.

Y pedí su mano
mientras contemplaba la falda de seda y fuego
en sagrada ceremonia de cabriolas.
Pedí su boca,
y fui jinete sobre brioso bereber.
Pedí ser parte de su cintura
en cada suspiro lunar de vientre, arena y coraje.
Pedí su andar y su poema de gala y el de pueblo.

Sentí su grito imperial de gloria en el desierto,


el perfecto bullicio de vida en las curtiembres
y fui feliz, fui feliz en la danza
donde se conjuga y fortalece
la identidad del pueblo.
ALEJANDRA BURZAC SÁENZ
Alejandra Burzac Sáenz es escritora, editora y gestora cultural
independiente. Coordina encuentros, congresos, ferias y cafés
literarios. Tiene menciones en diversos concursos
internacionales y su obra forma parte de importantes antologías.
Finalista en el concurso internacional “La lupa cultural”, 2014.
Publicó El peque Luis (cuento infantil, Ecuador y Argentina,
2019); Elementos Aire – Fuego –Tierra – Agua (poemas 2017);
Sami la novela diaguita en coautoría con el Dr. Rodolfo Vargas
Aignasse (novela, 2013); Ella (2da ed. 2012, 2013, 2016);
Instintos Naturales (poesía, 2011, 2013); Eterna Búsqueda
(poesía, 2006-2011); Origen entrada y consolidación del
quichua santiagueño (ensayo, 2010), El avá neê (ensayo,
1996). Presentó sus obras y dio conferencias en Argentina,
Chile, Paraguay, Uruguay, Perú, Colombia, México y Cuba.
Dirige el Taller de Lectura y Escritura Creativa “Gente creando”
desde 2015 a la fecha.
Marruecos

En el Lejano Poniente
la humanidad
se multiplica diversa en pueblos y habla…
Fluyen en las venas de tus hijos
cadenas de ADN que se difuminan
en pasiones, guerras y dominios
de distintos tiempos y soberanos.
Cuando hablan de tu origen
algunos dirán que es berebere,
otros dirán que es árabe…
o tal vez fenicio, sefardí,
judío o africano subsahariano…
Digamos mejor: Crisol de razas.

¿Será tu pueblo dulce,


como la pulpa de tu naranja?
¿Tus mujeres
tendrán acaso aroma de azahares?,
¿ellas…
inundarán las calles del cítrico perfume?

Dos mares besan tu geografía,


eres arena, agua y también Sahara…

Un sutil velo de misterio


estremece la curiosidad de mi alma
y traduce tu nombre
en arabescas imágenes ancestrales.

Marruecos,
viejos ecos retumban
en la lejana antigüedad
del alma humana.
Diversidad

En el norte de África,
en la Región Mediterránea,
tu flora es un prodigio
en Tánger y el Rif.
Ofrece tu suelo, bosques,
estepas y matorrales.
Es la acacia, símbolo de los símbolos,
el gran maestro florece entre en sus ramas,
Coníferas, y los Enebros del Gran Atlas.
En las montañas la estepa del Sahara,
desierto, arena y piedra
es un contraste con
la higuera, la naranja,
la tuna y la granada.
Bendecido es tu suelo, dulzura,
color y forma,
fruta, flora.
Aisha Kandisha

Con manos de carnero


embrujas a los hombres.
Magia femenina presente en los mares,
ríos, fuentes, pozos y pantanos.
Mujer hermosa que seduce
con sus cabellos largos
y rostro angelical.
El amor muta tu mirada
y de joven y bella
te vuelves vieja, decrépita…
despeinada.
Aisha, Kandisha,
temida mujer de las aguas.
JOSÉ CANTERO VERNI
José Cantero Verni nació en Salta capital, Argentina. Sus
padres son José Cantero Ortíz y María Esther Verni. Cursó sus
estudios primarios en Colonia Santa Rosa y secundarios en el
Seminario Conciliar ambos en la Provincia de Salta.
Entre sus actividades se destacan trabajos como viajante y
corredor inmobiliario. Escribe desde sus estudios secundarios,
como ser pequeños relatos y poesías.
Participó en diversos concursos literarios provinciales,
nacionales e internacionales.
Salta le canta a Marruecos

La luz de la media luna


como un arroyo del cielo,
igual que un rayo de plata
moja la faz de Marruecos.

Marruecos se alza orgulloso


con sus paisajes de sueños,
con Magreb en la sangre
y el grito de sus guerreros.

Marruecos como un poema


desnuda su voz en versos,
con la historia de su lucha
y el respeto de sus rezos.

El Valle del Draa regala


sus caminos y senderos
y el monte Tibesti canta
debajo del firmamento.

El oasis de Thigmert
los picos del Atlas Medio,
van pintando en las pupilas
la belleza de Marruecos.

Y Marruecos no descansa
es águila firme en vuelo,
un horizonte infinito
e histórico monumento.

Apacible el Bu Regreg
río de los misterios,
a las grandes Rabat y Salé
a su paso las va uniendo.

El Rif con sus zonas verdes,


con sus valles y sus huertos,
acaricia las miradas
como un hechizo secreto.

Bereberes al galope
rompen de pronto el silencio,
llegando desde la historia
en corceles del recuerdo.

Casablanca se levanta
como un pabellón inmenso,
con la Mezquita Hassan
y su diseño perfecto.

Mequínez ciudad gloriosa


con olivos y viñedos,
con cien minaretes juntos
como balcones al cielo.

Medina de Marrakech
urbe antigua del imperio,
llamada puerta del sol
y santo y sagrado suelo.

A orillas del mar Asilah


muestra su puerto pesquero,
mientras la luna en Marruecos
el corazón va envolviendo.

Bandera, bandera roja,


bandera llama de fuego,
pentagrama, estrella verde,
el color del sentimiento.
Bandera de la hidalguía
la bandera de Marruecos,
la bandera de la vida
salud y conocimiento.

Y Marruecos no descansa
es águila firme en vuelo,
un horizonte infinito
e histórico monumento.

La luz de la media luna


alumbra con el lucero,
desde Mitumba hasta Ounila
y las dunas del desierto.

Corre Magreb en la sangre


corre libre como el viento,
con el ímpetu en los ojos,
en el alma y el aliento.

Y Marruecos no descansa
Marruecos país de sueños,
tierra de amor y esperanza,
soplo divino y eterno.

Bañan sus ríos los surcos


entre fértiles terrenos,
mientras canta la memoria
en la voz de los ancestros.

En el Atlántico, Tánger,
callado guardián del tiempo,
es faro de luz al norte
que embriaga con su destello.

En Fez la cultura vive


entre murallas de ensueños,
con sus calles centenarias
y religiosos colegios.

Marruecos, Marruecos vibra


y altivo late en el pecho,
y tiene para el que viene
siempre los brazos abiertos.

En Marruecos los suspiros


se convierten en un beso,
y cada noche en su canto
maravilloso y sereno.

Gente de esfuerzo y trabajo


sangre ardiente de guerreros,
color rojo, estrella verde
que respeta todo un pueblo.

Y Marruecos no descansa
es águila firme en vuelo
un horizonte infinito,
soplo divino y eterno.

El Sharo espera que lleguen


caravana de camellos,
con oasis que relumbran
como el azul de los cielos.

Y el Sahara con sus dunas


parecido a un mar sereno,
con el rumor del simún
muestra todo su misterio.

¡Ay! Sahara, ¡Ay! Sahara


¡Ay! Sahara de Marruecos,
sueño de viento y arena
centinela del desierto.
MARISA CASCALLARES
Marisa Cascallares es docente y poeta nacida en Santa Rosa,
La Pampa en 1966. Participó en dos talleres del Fondo Nacional
de las Artes coordinados por las poetas Alicia Genovese (2010)
e Irene Gruss (2013). En 2019 participó de una clínica de poesía
a cargo del poeta correntino Franco Rivero. Ha sido publicada
en revistas literarias y en antologías españolas. Con el colectivo
“Desguace y Pertenencia”, editó la plaqueta Pertenencia:
Puesta en común de la diversidad cultural argentina y los
libros El Hilo Invisible (Edición de las autoras, 2011), Donde
el viento (Editorial Dunken, 2016) y Hoja de ruta. Entre la
niebla y otras zonas de duda (Ediciones en Danza, 2019) Se
encuentra trabajando en la edición de su primer libro.
I

Atardece
en la ciudad marroquí

barrio amurallado
callejones
bullicio azul

en la kabash
el zoco y
sus tiendas

allí la mirada se detiene mansamente

a lo lejos
las olas golpean incansables
sobre las murallas

camino sin prisa

cadencia
vertiginosa
despierta las agujas en mi piel*

* Verso del poeta Jalal El Hakmaoui


II

ella reconoce los signos


en la noche larga

las ventanas permanecen


cerradas

ciudad fortaleza

¿dónde un resquicio?
pregunta

acaso ¿la luz será


negada?

no hay respuestas

en Rabat
todavía es nunca

alguien reza
para exorcizar el tormento
de viejas voces
III

extranjera en la ciudad
de los soles
profundos
recorro los barrios lindantes
a la costa

Akkari Massa Fath

me atrae el paisaje de casas abiertas y


balcones saledizos

una mujer se asoma


en lo alto

enmudece sus gestos

avanzo

breve distancia nos separa y


el silencio

como ella
soy horizonte y
sosiego
bajo un cielo de azules infinitos.
ESTEBAN CHARPENTIER
Esteban Charpentier nació en Buenos Aires el 15 de
septiembre de 1958. Es poeta, abogado, mediador, preside la
Fundación PIBES www.fundacionpibes.org. Ha publicado sus
poemas en diarios y revistas de la capital, del interior y del
extranjero. Parte de su obra integra diversas antologías poéticas
y sus poesías fueron traducidas al inglés, francés, italiano,
árabe, alemán, catalán, albano, braille y chino.
Participó en la dirección de revistas literarias como Tramas
Literarias (1985-1989) El aullido (2000-2002) Tres virgos
(2002). Sus poemas fueron incluidos en más de 15 antologías
internacionales. Organizó la Contraferia del Libro. Condujo
Maldita Ginebra ciclo que permanece luego de 23 años en el
Barrio del Abasto. Conduce programas radiales de poesía desde
1996. Actualmente se lo oye en DENSERIO por Radio Más
Pilar www.radiomaspilar.com.ar
El poeta tiene 14 libros publicados entre 1986 y 2019.
Es Coeditor y participante de la Antología OÍR ESE RÍO
(2017), Coeditor y participante de la Antología ARBOLARIUM
(2018).
Ojos de mar*

Es cuando das de ti mismo que realmente das


Khalil Gibrán

Desde lejos no tan lejos


se ve la costa desde el mar,
ellos también ven el barco y sus caras
se iluminan de esperanza.
Al bajar nuestro guía asignado Mustafá
advierte que no compremos nada
-yo los voy a llevar donde comprar- repite
interesado.
Al pisar el muelle tres niños me tiran del bolso
me dicen que son hermanos
se llaman Khalil Ahmad y Talal.
El más chico de ellos me ofrece una tetera
el otro pulseras y el más alto dagas de metal.
Le pido a Khalil que habla español
un encargo para mi mamá
y con una mano chocamos 5
me dice que tranquilo
que lo espere que lo va a conseguir
que no le pida a nadie más.
Su abuela española desde pequeños
les ha dicho que el nombre de su patria es por sus ojos
sí, sus ojos.
Cuando Dios hizo la Tierra
le puso a sus hijos
para que luchen
para que pesquen
como ojos unos pedazos de mar
por eso los sabios al ver los huecos que quedaron en el mar
llamaron a su patria Marruecos.
Khalil nos sigue a todos lados
la medina los hornos públicos las mezquitas el mar
y hace gestos desde lejos
que ya está que ya viene que ya lo va a conseguir
que va a volver con el regalo a mi mamá.
A media tarde el viaje termina.
El sol ya seduce con su partida
y mientras tomamos nuestra menta en té
lo veo a Khalil que intenta no mirarme
con el mar en sus ojos llorando en un rincón.
Lo llamo y me dice
-no conseguí regalo tu mamá
mi perdón. -
Lo abrazó le digo que está bien que no importa
que le llevaré este abrazo de su parte
que no hace falta más.
Saco de mi bolso mi último libro de poemas
pongo un billete de 10 entre las hojas
le escribo una dedicatoria agradeciendo su amistad
y le digo que se lo dé a su abuela
para que se los lea
que ella entenderá.
El barco suena su sirena y nos ordenan volver.
Desde lejos se ve nuevamente la costa
yo prefiero no mirar hacia allá,
me alejo y busco solamente huecos en el mar.

* Este poema fue traducido al árabe.


BEATRIZ CID
Beatriz Cid es oriunda de Parque Patricios, Buenos Aires. Es
escritora y profesora universitaria recibida en Ciencias
Económicas. Como parte de su desarrollo espiritual, comenzó
hace años gozando la poesía que hoy la acompaña. Participó de
dieciséis antologías, múltiples encuentros de escritores y está
pronta a editar su libro Matices de familia.
Marruecos designio de Dios

Embravecida, soberbia de tanta belleza,


bañada de aguas nocturnas en tarde de novios,
Marruecos despliega sus luchas
sin descanso hasta lograr sus conquistas.
Apasionada, en lamento impregnado de
fortaleza
—que asegura la oración diaria—
sueña y se desvela con el goce y su libertario andar
por las noches, la llama del fuego, brioso y
ostentoso.
Se extiende con fuerzas, pródigamente
entre juegos de desiertos y mares,
de luchas y placeres
—Grito, que zigzaguea la estrategia—
y en Dones, bello lugar de tradiciones
con el ímpetu de los amantes
celebran la boda
de ricos sabores, manjares
de bailes, susurros, vecinos, amigos,
y la sagrada espera de su tercer día.
Marruecos de etnias, de noches iluminadas,
noches de pescadores, soñadores e intelectuales
de sangre inmersa de pasión y amor.
Marruecos, la mágica, de colores brillantes, especias,
mezquitas, fuentes de cristalinas danzas de aguas,
sumida, ella, en la creencia, con el valor único y sublime
de la embellecida espiritualidad.
Mágica alfombra

Detengo mi andar en la embravecida


ciudad, desarrollo de mis actividades diarias.
La alfombra mágica, multicolor, imaginaria,
me seduce grata y atrevidamente.
Sobrevuelo el océano,
y busco con deleite introducir mi alma, sorpresivamente,
a juegos apasionados de amantes en Fez.
Noches de terciopelos, rasos, especias.
Participo, entonces, sutilmente, de las tertulias prolongadas en
bares marroquíes.
Abrumada por tanta belleza y diversidad, fenicios, árabes,
judíos, trigueños y atrayentes hombres del lugar,
hablan, intercambian libremente en diferentes idiomas,
unidos por la mística y la amistad.
Algunos nacidos en prolongados y misteriosos desiertos,
otros en Morocco, Marrakech, Casablanca y tantas otras
tierras de luces, artesanías, tules, bodas en aquellas noches de
Rabat.
Marruecos exploradora, soñadora, nacimiento de
pródigos poetas.
Después de la inesperada aventura, la alfombra cambia el
rumbo y retorno súbitamente a mi tierra de asfalto, tierra de
diversos sentimientos, donde
aquel día
atrevidamente nací.
ANA DIAMANTE
Ana Diamante es poeta, escritora y artista plástica nacida en
Capital Federal, Buenos Aires en 1957 y radicada
posteriormente en la ciudad de Olavarría, hasta los 20 años en
que regresa a su ciudad natal.
Siempre su mundo fue de letras y dibujos. Participa en la SADE,
en el Ateneo Poético Argentino Alfonsina Storni y en su
Comisión Directiva. Pertenece al grupo Creativos para el
Mundo donde se desarrollan trabajos literarios y obras de teatro
que luego presentan como actores bajo la dirección de Adriana
Rodríguez - Editorial Almaluz. Escribe también para la revista
virtual Mundo Global.
Publicó el libro Las Pieles de la Cebolla - de amores contados
y pintados en 2018, Premio Cuatro Autores en 2016.
Participó en múltiples antologías y recibió varios premios en
concursos de poesías del Rotary Club. En 2017 recibe el premio
Concurso de Cuentos de la Federación de Sociedades
Españolas.
Ojos marroquíes

Ojos de arena y metal,


luna azul tiñe las dunas,
entre dos negras nubes de seda
surge la mirada berebere.

Han visto atardeceres míticos


al tono, perdidos suelo y cielo,
oasis, espejismos y palmeras,
mientras la sed aprieta el alma.

Pero la paz del espíritu nómada,


calma la ansiedad, sin apuro,
cuece el pan en el fogón
y te alimentas de antigua sabiduría.

Ojos de agua encendidos de luz,


pone el sol rayos de oro y granate,
como universos, su inmensidad
atraviesa las entrañas de la montaña.

Ojos de eternidad refulgente


que se repiten en mi mundo,
lo fecundan de historia ancestral,
de cobre, de bronce y plata.

Ojos de arcoiris misteriosos,


mi nariz y mi lengua sueñan en colores,
mis dedos palpan la sabia armonía
de un pueblo que vive en el mío por siempre.
Una de las mil noches marroquíes

Caminaba por sus laberinticas callejas


con la nariz extasiada y el pulso ardiente.
Cada puerta,
cada entramado de orificios en su madera
dibujaba un mundo fantástico.
Las manos no dejaban de palpar
texturas, hoquedades...
mosaico, hierro, telar, aceites,
pieles... todas las pieles en este único viaje.
Oscurecía en la medina,
las antorchas y luces en la plaza
llamaban desde cada rincón
como la oración en las mezquitas
y su corazón,
prendado por aquellos ojos
cuando compraba especias,
era un tambor exorcizado
al tiempo que se acercaba a ellos
con ansiedad.
La noche fundió sus miradas,
la música vibró al compás del éxtasis.
La luna dibujaba fantasmas sobre el desierto.
Vientos de deseo

Vuelo sobre ti, Marruecos,


en un ensueño que me lleva
desde tus costas a tu espina,
desde el desierto hasta el estrecho.

Me convierto en ti, Marruecos


cuando en mi sangre late un derbake,
cuando soy fría noche en tu desierto
que sopla su melodía en mi alma.

Me estremezco como tú, Marruecos


en el hipnótico llamado a tus rezos,
en la fe derramada en las gargantas
y milenaria devoción rompe el silencio.

Me subyugas sin tocarte, Marruecos,


sé que cuando lo haga quedaré prendada,
si de ti sé lo que veo y así te amo
cuando tus sonidos embriagan mis sentidos.

Me pierdo soñando tus ciudades, Marruecos,


tus medinas y tus puertas sugerentes,
las callejas estrechas y las plazas
con colores, aromas y sabrosas tentaciones.

Lame el mar cautivado tus arenas, Marruecos


en un sensual vaivén de sal, acompasado
baila encrespado el mismo océano Atlántico
bañando la bendita tierra donde habito.

Y tú con tu desierto, Marruecos,


con su incansable ímpetu
traes tus fértiles arenas y tu gente
a mi continente bautizado con tu esencia.

Brotan tus hijos en mi tierra, Marruecos,


verdes las selvas con tu alimento, Sahara,
rostros y apellidos familiares migrando
desde tus kasbahs a mis barrios argentinos.

Desde niña conocí tus sabores, Marruecos,


rodeada de amigos portando tus ojos,
en un barrio olavarriense con tus colores
llevo el abrazo entre sus manos y las mías.

Vientos de deseo soplando desde mi infancia me llevan a tocarte,


Marruecos !

Olavarriense: perteneciente a la ciudad de Olavarría, provincia de Buenos Aires, donde la poeta ha


vivido hasta sus veintiún años.
MARÍA AMELIA DIAZ
María Amelia Diaz es bibliotecóloga, poeta, narradora y
ensayista. Coordina talleres y cafés literarios. Publicó ocho
libros de poesía y dos de narrativa y fue incluida en antologías
nacionales e internacionales. Traducida al italiano, inglés,
catalán, hindú y mandarín.
Premios y Distinciones: premio Poesía de la Sociedad Argentina
de Escritores 1996. Poesía Bienio de la Ciudad Buenos Aires
2008/2009. Ensayo Gente de Letras 2012 y 2017. Cuento de la
Sociedad Argentina de Escritores 2015. Poesía de la Fundación
Argentina para la Poesía 2018. Trayectoria de la Asociación
Latinoamericana de Poesía 2011 y de la Asociación Poetas
Argentinos 2017. Ciudadana Distinguida de Ituzaingó 2013.
Mujer Destacada de Morón 2017. Mujer Destacada de la
Cultura en el Foro Femenino Latinoamericano 2019.
Al Magreb

Desde mi país austral hilvano tus postales


Al Magreb,
donde se pone el sol, me dicen,
aunque para mí se enciende.
Eres el país inédito
donde la imaginación se pierde en las medinas,
mientras recorro zocos que me concedan alfombras voladoras
en una tarde que se araña con el llamado de las mezquitas.
Al Magreb,
te sueño tierra de ciudades azules como colgadas del cielo,
de palacios cuya piedra se borda en filigranas de puntilla
hasta llegar al sur, donde el sol se desmorona en desiertos amarillos.
Al Magreb,
misterio, seducción, belleza,
todo un mar innumerable nos separa,
pero para alcanzarte la imaginación basta,
despliega alas
que van por delante de los ojos.
Zégel a Marruecos*

Con este zégel a Marruecos renombro


abriendo las puertas a las palomas del asombro.

La noche escala muros desde el levante


y la imaginación trae al instante
el perfil de una mezquita y un palacio errante.
¡Cómo quisiera perderme en los zocos que aquí
nombro!

Con este zégel a Marruecos renombro


abriendo las puertas a las palomas del asombro.

Desde esta Buenos Aires, la vasta llanura


se ahonda en lejanías perdidas y prefigura
ese otro llano, un desierto de pálida amarillura.
Con qué coincidencia y antagonía el poema
alfombro!

Con este zégel a Marruecos renombro


abriendo las puertas a las palomas del asombro.

* Zégel: composición de origen árabe que se compone de una estrofa inicial temática y de un
número variable de estrofas compuestas de tres versos monorrimos seguidos de otro verso de rima
constante igual a la del estribillo
Poema

Infinito
como las arenas del Sahara
al poema
no lo detienen el mar, ese camino líquido
que siempre nos junta y nos separa.
El poema navega en los símbolos
que otros símbolos repetirán mañana.
Apenas variaciones
son el idioma español, el árabe y otros,
formas que nos dicta el asombro
para celebrar la vida.
ELVIRA DUARTE
Elvira Duarte nació en la tierra colorada de Posadas, Misiones,
Argentina. Es pianista, asesora de viajes y turismo y gestora
cultural.
Escribe crónicas de viajes, cuento y poesía. Participó en varias
antologías del Diario de los Poetas, en la Revista Virtual
Gealittera, en la Antología Por los niños del Mundo editada en
México, junto a destacados poetas de 27 países.
En el corriente año se publicará en México la Antología por
Amor a mi Patria en la que participa.
Premiada en el primer concurso Internacional de Haikus 2019.
Música, viajes y literatura la llevan a incursionar en las artes
plásticas y en la filosofía oriental.
Yashy

¿Quién no tomará pluma ante la luna de hoy?


Ueshima Onitsura

Esta majestuosa noche de plenilunio


baña de plata el amado y temido
Río Paraná, Mississippi del sur.

Como en éxtasis
contemplamos en el cielo infinito
su imagen resplandeciente
que nos ilumina y revela lo que amamos.

Yashy
aumenta su misterio,
iluminando los montes perfumados
con aroma de imponentes cedros
y exóticas orquídeas
afirmando la magia de esta tierra colorada,
tierra de duendes y leyendas.

No encuentran nuestros labios


las palabras perfectas
para celebrar la fascinación sensual
incomparable de su luz.
Océano

Con ojos absortos miro


el imponente paisaje ilimitado,
la inmensidad del mar.
Olas
livianas susurrando melodías
y la exquisita brisa marina.
Olas
enérgicas, golpeando las islas,
rompiéndose contra las montañas
produciendo el terrible oleaje.

Se retira la noche,
amanece en el mar,
emerge la luz.
Corazones danzando
en un sin fin de azules
penetran en el alma del mundo.

Contemplo el paraíso.
Destellos de inspiración
brotan del infinito y eterno mar
y me sumerjo.
Porque soy mujer

Una mujer no es un ser humano, es


la razón de los seres humanos
Diego de Velázquez

Con la suavidad
que me da la fortaleza,
ensueño paisajes dorados.

Transito por verdes praderas,


cálidos desiertos arenosos,
empinadas montañas,
hasta el soñado oasis.

Con un cielo azul profundo


enmarcado en un rojo horizonte,
avanzo con la tenacidad
y la paciencia de los sabios.

Porque soy mujer


¡soy agasajada por la naturaleza!

Como el agua,
soy la maravilla que da vida.

Es mi corazón,
un cofre de tesoros fluyendo.
PATRICIA FARÍAS
Patricia Mónica Farías es poeta y escritora, nació el 15 de
julio de 1968 en Avellaneda, provincia de Buenos Aires,
Argentina. Comenzó a escribir en su infancia. Es graduada en
Ciencias Sociales, Historia, Técnica en ECG en el área de
cardiología, y en la actualidad cursa una Licenciatura en Trabajo
Social en la universidad Nacional Arturo Jauretche.
Desde el año 2001 participó activamente en el área social y
cultural. Es miembro de la Sociedad Argentina de Escritores
filial Almirante Brown donde se desempeña como Presidenta.
En el año 2019 la SADE Nacional la nombró miembro titular
del Consejo Federal Consultivo.
Participó en diferentes antologías, entre las cuales se
encuentran: Sueños de libertad, En las huellas de Hudson,
Antologia dorada de invierno (Vivaldi, 2019) y la Antología
Poética Mi madre es una Rosa (Florida, Estados Unidos).
Viento y arena

Marruecos huele a jardines,


rosas, claveles y lirios
aroma de azahar intenso,
entre cipreses y olivos.

Cuna de los sultanes


de dinastías pasadas,
forjadores de cultura
de una época dorada.

En su ciudad imperial,
se levanta la medina
aglomeración urbana,
amurallada y antigua.

Tiñe la plaza Yamaa el Fna


una explosión de colores,
donde combina la magia
de su gente y su folklore.

El canto de la cascada
interrumpe al artesano
que entre molinos de vientos
crea belleza en sus manos.

Marruecos… viento y arena


en el desierto de Sahara,
un oasis de palmeras
bajo la noche estrellada.
ELÍAS GALATI
Elías Galati es docente, abogado, investigador y técnico en
computación, poeta y escritor. Fue profesor de la Universidad de
Buenos Aires y de la Universidad Tecnológica Nacional, y
docente de innumerables escuelas secundarias en Buenos Aires
y el conurbano.
Director del equipo de Investigación del Estrés y el
Comportamiento, Embajador Mundial de la Paz, Ginebra,
Doctor en Literatura y miembro de Word Academy of Arts and
Culture, miembro de la Sociedad Argentina de Escritores,
miembro de International Forum for Literature and Culture of
Peace from Haifa, miembro honorario de la Unión
Hispanomundial de Escritores, miembro de SIPEA, miembro
honorario de World Confederation of Businesses of Houston.
Incorporado a la base de datos de la Universidad Autónoma de
Madrid y Asociación Prometeo de Poesía, miembro de World
Poets Society, Grecia; miembro de The Cove Rincon, Miami,
USA; miembro de la WAAC, Los Ángeles, USA.
Es autor de ocho libros y ha participado en innumerables
antologías en varios países. Su obra ha sido traducida al inglés,
al italiano, al griego y a otros idiomas.
Marruecos

No conozco tu tierra pero la amo


la imagino bañada por el mar
como un cuento de hadas ensoñado,
la calidez, la belleza del lugar.

Con todas mis ansias he deseado


pisar tu suelo, tus aguas navegar
caminar el desierto imaginado,
aventura imposible de olvidar.

Si la gracia divina ha proyectado


que algún día me pudiera encontrar
contigo Marruecos y tu arcano

la alegría será felicidad


porque en la vida habré logrado
compartir el amor y la amistad.
Indica la frente serena

los dictados de la razón


mas el corazón desenfrena
con el fuego de la pasión.

La vida no del todo buena


en más de una ocasión
golpeó de forma artera
la existencia y el amor.

Estuviste a la espera
por amar con devoción
no encontraste la manera
de ser feliz y el ardor
consumió tu vida entera,
buscando donde está Dios.
LUCAS GIACOMUZO
Lucas Armando Giacomuzo es estudiante de Derecho en la
Universidad de Buenos Aires y nació en la Ciudad Autónoma de
Buenos Aires el 26 de Enero de 1999. De niño se mudó a Pilar,
un partido en las afueras de la ciudad, donde creció y se crió.
De chico leyó incansablemente al maestro Jorge Luis Borges, lo
cual lo llevo a hacer del cuento y el relato corto su forma de
escritura más habitual.
Mi casa también es blanca

Te conocí a los nueve, tenías unas alpargatas de camello color celeste,


de inmediato supe que venias desde el Este.

Te conocí a los quince, esta vez viniste férrea,


metálica, en forma de daga
curva y veloz
bella y dispuesta a dar muerte,
entonces comprendí la poesía en la fuerza de tu gente.

Te conocí cantando hace ya año y medio


con esa voz que se niega a abandonar el verso y lo estira hasta el
siguiente.

Sin embargo no fue hasta hoy que decidí salir a tu encuentro


y aunque en tus brazos descansa mi calma,
me aterra pensar que quizás no te pertenezco.
Porque, verás querida…
yo visto de cortos y tú de largos
yo escribo al derecho y tú al revés
yo llevo en mis ojos el platinado de la luna sobre el río y tú miras con la
fuerza del mar
y aunque también me rio tú lo haces más allá, y yo lo hago más acá.

Aun así te propongo un pacto,


que si te atreves convencemos al mundo de que nos merecemos
y les contamos que tus ropas largas abrigan en mi invierno.

Y que aunque yo escriba de un lado de la hoja y tú del otro siempre nos


encontramos en medio.

Y que la sal de tus ojos,


y la plata de los míos
no son más que adornos
para dos almas
que comulgan.
El jardín de Dios

Cuenta la leyenda la historia de un jardín sembrado por Dios y


trabajado por los ángeles.
Un jardín de frutos y riquezas incalculables,
bien dicho el que lo busque,
dichoso el que lo vea,
salvo quien lo entienda.
Así reza el relato que promete al hombre un hogar como la tierra.

Deseoso me embarco
con el cuento como guía.
En el país del occidente encontrarás el llano,
con los pies sobre la tierra y los ojo bien abiertos oirás los cantos.
Con las manos vacías y el corazón despojado, de un gesto amable
recibirás lo dado.

Sobre la izquierda del Nilo toco tierra en un puerto desolado


y pregunto a un anciano si conoce el jardín del que me han hablado.
Si retornar a la casa del hombre es lo que quieres, cruzar las arenas
debes.
Mas no viajes pesado que el viaje es largo y para entrar hace falta andar
liviano.

Habiendo terminado el anciano resolví cruzar el inmenso desierto hasta


dar con el mar nuevamente, pues de seguro ahí aguarda el jardín del que
hablan.
Viajé de noche y de día, con frío y calor
y al llegar al otro lado no encontré ninguna flor.

Sediento y sin fuerzas a gritos confesé mis penas


y en una roca más bien discreta aguardé a que el tiempo haga de mi
cuerpo lo que el mar hace con la arena.
Cuasi divino apareció un nativo, vestido con chilaba y montado en un
jamelgo.
Me encontró moribundo y me ofreció su casa, su comida y sus
costumbres.
Así comprendí que el jardín que anhelo vive en los hombres
y éstos son el fruto que el padre esconde.
DORA GONZÁLEZ
Dora González es docente y poeta. Nació en Roberts, provincia
de Buenos Aires y reside en Morón. Publicó dos libros: Tantas
Veces Nacer (Ed. La luna que, 2012) y Las formas de enero (Ed.
El Mono Armado, 2016). Integró antologías, recibió premios y
nominaciones. En el año 2017 participó en el Intercambio
Cultural Argentina – Cuba. Desde septiembre del mismo año es
presidenta de SADE Oeste Bonaerense. En el año 2019
participó en la convocatoria de Umbral Literario, del evento 10
Poetas Notables 10, mención en MARDEL FIP, finalista en
Abrazo de Voces, Tercera mención de honor en el Concurso
Literario Anual “Olga Fernández Núñez” en Villa María.
Posibilidad

Hubiese podido ignorar la caverna


ser solo horizonte
en un espacio de fuego.
Ser ese brazo de arroyo
que custodia el verde en su grandeza
o sobre el grano de tierra
aquel elíptico color del arco iris.
Hubiese podido
como pájaro omnisciente
atravesar cosechas linajes
como la retórica de un sueño
abierto al surco y a la indecisión.
Hubiese podido…
pero soy solo poeta
y estoy aquí
con mis palabras rendidas
ante la espuma del mar marroquí
ante su certeza
tejida con los siete hilos de la noche
envuelta en la bienaventuranza de los rezos del día.
Sabiduría

Nuestra patria resplandece a lo lejos


e ilumina su entorno
Nazir Qabbani

El camello conjuga en sus ojos de arena


la mansedumbre del desierto
entre la eternidad de mezquita y palacios.
Su ojo sabe de Marrakech inundada por hebras rojas
de la magia universal en Casablanca
del horizonte celeste de Rabat sobre el Atlántico,
sabe de Fez
antigüedad imperial
o cuando por el olor a vida
vibra la noche
sobre la plaza Yamaa el Fna.
El olivo y la vid impregnan su ojo
lo mecen en el viento sostenido
por dátiles y palmeras
por hombres y mujeres
volcanes de fortaleza
que coronan las ciudades
con el brillo de tres nombres
Dios, Patria y Rey.
El camello con su mirada
desanda el desierto
sabe que Marruecos
es una catedral viva que fluye por su boca,
un lugar donde habita el mundo
y lo resplandece.
SHARON GOROSITO
Sharon Nicole Gorosito Molina nació en Pilar, Buenos Aires,
Argentina en el año 2000. Vive en Presidente Derqui, donde
realizó sus estudios primarios en el Instituto Manuel Belgrano y
secundarios en la Escuela de Ed. Secundaria N°2 Eva Perón.
Escribe poesía desde los 18 años y pertenece al taller literario
“Perdón por la poesía” en el Centro Cultural Integrarte de Pilar.
Actualmente estudia el Profesorado en Lengua y Literatura en el
Instituto Leopoldo Marechal N°42 de Bella Vista.
Dulce

Mi dulce amiga
podemos aún
compartirnos pequeños trozos de tierra,
cantarnos, vivirnos
entre flores blancas.

Mientras llegue la tarde


y el lucero caiga sobre las dunas,
también nuestras madres subirán sus miradas mientras
lavan sus ropas en las orillas verdes.

Algunas damas desdichadas lo observan desde el templo sereno,


nómadas caminan sobre las arenas
de un pueblo libre.

Mi dulce amiga
puede aún
el hoy comprometernos
traspasando contracorriente
de todas las lenguas,
rutas y mares ajenos del poder.

Mi dulce amiga
ningún frio océano
a pesar de su ajetreo
puede limitar la luz
que nos arropa
estando a kilómetros
de distancia.
Amor Natural

En una ciudad de belleza descomunal


nadie podrá creer que
nos abunde lo natural.

Mi amor, joven refugiada


en su Hyab azul.
Coinciden tus ojos hundidos de silencio
con los míos tan tercos.

Ningún mar podrá limitar


las mismas acuarelas nítidas
que adornan
mis cerros y tus montañas rojas,
tampoco a esta sensación
que nuestros corazones privados
en nuestros cuerpos despojan.
MARIO JORGE ISCOFF
Mario Jorge Iscoff nació en Carlos Casares, Buenos Aires,
Argentina en 1946. Es abogado y licenciado en psicología.
Algunas publicaciones actuales: en revistas literarias: Diario de
los Poetas, Diario del Viajero, Antología del amor, Editorial
Grupo de Poetas de la SADE 2017, Antología Homenaje a
Pablo de Rokha del Centro Chileno Bernardo O’Higgins en
2019, Revista de EE.UU El Rincón, The Cove. Intervención y
columna de poesía en el programa “De Argentina al Mundo” de
radio La Desterrada, y en el mismo programa de La Bancada.
Participación en páginas de la web entre otras Meta Poesía, El
Barrilete, Ateneo Alfonsina Storni, Mundo de Escritores,
Literatura sin Fronteras y Amigos de María De la Gándara,
donde ha recibido distinciones y más.
Publicado en Antología del Amor, Grupo de escritores SADE,
premio Especial del Jurado en 2017. Reconocimiento del
Senado de la Nación Argentina a su trayectoria poética en 2018.
Participación en el premio Ricardo Molina, España con el libro
aún inédito Como la Marea. Posee dos libros inéditos
Distancias y En mi Piel.
El desierto de Sahara

He caminado tu arena
una tarde ardiente,
con la esperanza de encontrarte
en mi memoria.
Transité en mi camello apacible
el paso de una fuerte luz
dejando en mi piel su marca.

Todo era perfecto,


hasta el verbo se hizo presente

mi alma henchida de gozo


alborotada por el hallazgo
dejaba paso
al posible encuentro de la imagen.

Así fue el caminar


por esa arena

mas tú ausente hasta el final


dejaste sola a esa soledad
que abruma aún hoy
y así pudo expresarse
en el aliento de la gente
y en la inmensidad del desierto
que me decía...
Esas… dos voces

Un remolino de viento
un remolino de arena

tinieblas que aparecen


galopando camellos o caballos surcando
caminos nuevos
en un devenir de necesidades

alegrías o penas no dichas.

En ambos un intento de acariciar la luz


de esos vientos
que el desierto y la pampa traen…
en medio de túnicas y bombachas
cielos que hablan
de historias curtidas por siglos
y luchas por la vida que se alternan,
sin haberse conocido o tal vez imaginado.

Es la metáfora de sus vidas que los atraviesa


y esas vidas…
cruzan el surco a lo lejos
intentando redimirse
en la voz de un camellero
o en la de un gaucho quejoso.

Se escucha…

masticar el feroz intento de ser,


cada uno en su tierra
la libertad de sus palabras
qué tanto hayan dicho
en los siglos por la misma urgencia.
Entre sus tés con menta y sus mates cebados
hoy la vida les devuelve un nuevo amanecer,
los acerca en estas voces
y los invita a ser íntimamente hermanados.
Contemplando el desierto

siento una opresión


en lo más sensible de mi corazón…
al costado de mi herida.

Será mi vida o solo una sensación


que se irradia por todo el cuerpo
tal vez ocurra que mis planteos
sean por llegar al final de situaciones
que lleven a decir cuánto te amo
y me amo por lo que generas.

Hoy al gritarlo en este desierto


encuentro el espejo
de un sol enamorado
de una luna que besa
un mar de arena en el crepúsculo
en el punto inicial de su oscuridad.

En este momento,
desaparece junto con el tiempo
y todo se torna inmóvil ingrávido,
es una letanía o un momento de plegaria.

Sentado en el pico de una duna


contemplo la tarde que aún se deja ver
en mi soledad y la arena
como vieja compañera

saluda a mi camello aburrido de esperarme,


al verme tan feliz
deslizando esa arena
que en su inmensidad me recuerda al mar
cuando te acaricia con su manto
y en este tiempo
aparecen figuras que se filtran.

Todo es un círculo de ensueño


generado por ese tibio sol de la tarde
y la emoción que se presenta
en un lugar definido

mientras la vida gira y gira,


como el planeta.

Las imágenes de otros cielos


se me aparecen en el Sahara
tan definidas como el paisaje de mis ojos.
Jeb.–
Jeb.- nació en San Isidro, Buenos Aires, un 21 de octubre. Es
escritor y productor artístico a través de su productora Seremos
Eternos (seremoseternos.org)
A partir de sus 13 años, sus textos tuvieron la estructura de
poemas, además del epistolar y relatos cortos. Publicó Ilusiones
Reales (2013), La vida continua (2014), Cosmos (2015), La
coherencia del delirio (2017), Delirio de Pensar el arte
(2019), Is my mind (2019) e Ilusiones reales (2019).
Volvemos a casa

después de ver el cielo verde.


En las noches sin oscuridad
las criaturas corren,
juegan a que será una tarde
sin huella que los marque
al futuro verde sin oscuridades.
Soñemos, nosotros nunca
dejaremos de soñar
los niños nunca dejarán de corretear.

Las ventanas pequeñas


reflejan los mercados de joyas
cerámicas, lámparas de metal
protegidos por los vientos del océano y el mar
de las olas agitadas por las aves.
Una tormenta globalizadora
de ambiciosidad descarnada
se apoya en las fragilidades
para levantarse poderosa.
Mi boca repite Marocco, África madre,
ciudad de nosotros.

Lo veremos, estaremos en los ojos


de los pequeños, al darse tiempo de descanso,
de reposo, en la metamorfosis de un juego de niños
a las miles de decisiones de los adultos.

Volvamos a casa donde surgió el comienzo,


estamos en la temperatura
acostumbrada para nuestra piel.
Te reconoceré en abril… pronto, muy pronto.
OLGA BEATRIZ LUNA
Olga Beatriz Luna es argentina, docente y escritora. Ha
publicado en numerosas antologías, diarios y revistas.
Entre los libros que publicó figuran: Sol de medianoche y
Canela y ron en poesía; Historias de soquetes y tacos altos y
Destape de una maestra estructurada desde la A a la Z en
narrativa. Es Presidenta del Ateneo Poético Argentino Alfonsina
Storni.
Sanación

Derrame de diademas.
Destellos vagabundos
en el cielo nocturno
que se desmaya
en la paz del desierto:
aire, cielo, arena.

Oscuridad titilante.
Un viento misterioso,
profundo y perfumado
acarrea sonidos
de un guembri
que invoca a los espíritus.

Ceremonia del alma.


Castañuelas sonoras
y un tambor que estremece...
Todo es luz y energía
en la génesis
del universo marroquí.

Ritual, ritmo, trance,


frenesí contagioso
enhebrando el arco iris
en sus prendas,
en la noche vincular,
noche mística, del Zagora.
El vino gris

(Domaine de Sahari: léase «Dumen de Sadi»)

Domaine de Sahari
bajo el cénit de Marrakech
mientras sus ojos negros
ruedan inquietos sobre mi piel.
Su mirada curiosa
roza los labios de vino y miel.
Elixir de la vida
caer en el delirio del dios Baco.
La magia y el zumo de las uvas
de seres atrapados en su alquimia.
Su rostro es destello de trigales,
su mano generosa de las viñas
y el fuego de su cuerpo
el mismo sol que abrasa al desierto.
Gota a gota bebimos
el néctar de su tierra.
Su boca era mi boca.
Mi palabra latina,
su verbo marroquí
y el vino que fluía
chispeante de alegría
danzaba en nuestra vidas.
La aurora de la tarde
nos sorprendió enlazados
brindando con Domaine de Sahari.
¡Bendito vino gris!
Chefchaouen

La pequeña Chefchaouen
emerge de las laderas
montañosas del Rif.
Se muestra blanquecina
azul cielo en sus casas.
Mis amados colores
bandera albiceleste,
mi lejano país.

La camino en sus curvas,


canto y río en pendientes,
subo y bajo escaleras,
bailo al ritmo su danza.
La medina me asombra,
hay misterio en sus puertas,
callejuelas de piedra.

Cuando observo la Casba


y camino a la plaza,
un sinfín de telares,
un aroma a jabones,
me envuelve misteriosa.
Allá atrás, las montañas,
la ciudad de los cuernos.

Al color del crepúsculo


en bares pintorescos
nos ofrecen sabores:
ensalada marroquí
es la ensalada criolla,
de mi lejano país.
La pequeña Chefchaouen
encendió a mi almargenta
en suelo marroquí.
DÁMASO MANUEL MARTÍNEZ
Dámaso Manuel Martínez nació en Buenos Aires, Argentina,
en 1950. Escritor, poeta, animador socio-cultural, presidente del
PCSUR (Proyecto cultural sur) Internacional, miembro del
PCSUR Argentina, Coordinador de SurEditores, Argentina.
Distinguido en 2011 por la ASOLAPO (Asociación
Latinoamericana de Poetas) por su trayectoria cultural y trabajo
en difusión de las artes. Miembro de UHE (Unión
Hispanoamericana de Escritores), miembro de SADE (Sociedad
Argentina de Escritores), miembro de WFP internacional,
miembro del Movimiento Poético Mundial, miembro de la
Vanguardia Poética Contemporánea. Cofundador del Festival
Internacional de la Poesía, Facatativá, Colombia.
Participó de los Festivales de La Habana Cuba (16ª) Facatativá,
Colombia 2012; México, Zamora, 2013 y es cofundador del
Primer Festival de Poesía de Tenetempla, México, 2013.
Productor del programa de radio “Puentes de palabras”
en www.elmundoenvoz.com.ar.
Su padre siempre decía: “antes de mostrar los blasones hay
que ofrecer el corazón”.
Mi caballo Bereber

Caballo negro la noche,


enjaezado de estrellas.
Media luna en la frente…
No galopa si no vuela mi caballo bereber.
Viento sur,
en el puño del profeta, promesa.
Al triste hombre que llora
la pobreza de su tierra.
La inmensidad y su sed.
Devorador de distancias…
Premio.
Mi caballo bereber.
Cuatro caballos albos

El pastorcito me ha dicho
que cuatro caballos albos
de un cuadro se han escapado.
Uno se hizo de tierra,
con cantares y arados.
Abriendo surcos de sueños,
el hambre ha desterrado.
Uno se hizo a la mar,
velero del inmigrante.
En sus alforjas, historias,
una lágrima escondida
en un volver a la madre,
una promesa de vida.
El otro prestó su lomo
a un muchacho del pueblo.
Un eterno poeta enamorado,
cargando la justa espada.
Alfanje sanmartiniano,
limpia idea libertaria.
El cuarto de fina estampa,
Cuatralbo muy bien calzado.
Al galope trepo al cielo,
iluminando la noche
en mi fe y mis palabras.
El pastorcito miraba
un poco, casi asombrado.
Cuando le mostré los cuatro vientos,
donde mi verso apuntaba
en un mundo de hermanos.
Galopaban, galopaban…
EDUARDO MONTE JOPIA
Eduardo Monte Jopia nació el 23 de junio de 1959 en el
Hospital Rivadavia de la misteriosa Buenos Aires. Hasta los 25
años vivió en el Bajo Flores, en la actualidad vive en la
República de la Boca, es un creyente del código del barrio,
fanático del Club Atlético Independiente y del rock criollo.
Periodista gráfico y radial. Editor de poesía. En 1990 funda la
Editorial Tres Más Uno. Desde 1977 es no docente en el Museo
Etnográfico de la Biblioteca Augusto Raúl Cortázar,
perteneciente a la Facultad de Filosofía y Letras de la
Universidad de Buenos Aires.
Tiene editado dos libros de ensayo: Rosas primer gobierno
1829-1832 democrático o dictadura e Identidad Sudaka y un
tercero en etapa de corrección: Poetas y Editores de Poesía.
Editó los siguientes títulos : Los días de junio, Ella dijo No,
Imagen y Letras, Letras en la Biblioteca y el poemario Monte
Jopia por Jopia en 2020. Desde hace 20 años realiza el
programa de radio La Voz de Chile y Letras y Arte en
www.labancada.com. En la actualidad es el Presidente del
Centro Chileno Bernardo O´Higgins y Vicepresidente de la
Federación Internacional de Poetas.
Marruecos

Al oriente de mi mundo,
al occidente del mundo de Aláh
calles laberínticas e interminables
llenas de historia
de aquí y de allá
donde el mar y el océano
bañan tus playas,
el inicio del final o del yermo
más grande de la tierra
ese mar de arena
que cubre su territorio.
Un pueblo que vive al compás
de la marea verde
con su bandera roja
de estrella de cinco puntos
en medio de su estandarte
flamea en los corazones
y en los mástiles de las ciudades.
Los zocos brillan en la medina
es un destino que lleva
en plenitud su vida diaria
y colores de su multifacética etnia
que distingue por las influencias
culturales bereberes.
Estoy en su suelo,
me siento en el umbral mirando
la salida del rojo sol
sobre el horizonte
en el punto más alto
de la duna.
Casablanca de mi niñez

Desde niño, tu nombre


figuraba en mi mente a través
de la película en blanco y negro
de Bogart, Bergman, Henreid.
El colonialismo europeo dejó tu marca
la conferencia de Roosevelt y Churchill
en el Hotel Anfa en la que mi
profesora de Geografía nos decía Anafe
y nos decía que es la ciudad y
el puerto más importante
del Reino Alauita de Marruecos.
El destino quiso que pudiera verte
en el decimosegundo mes del año.
Allí estaba en el aeropuerto de verdad,
en carne hueso con el poeta Pinto
y no aquel de Hollywood de cartón pintado
que nunca salió de los estudios de cine.
Los zocos, la medina, la ciudadela.
La larga vía del tren que costó una rebelión
por tocar lo sagrado y la memoria
del pueblo marroquí.
Desde la ventana de mi hotel
veo las luces de la metrópoli
en la cosmopolita etnia
que compone el universo
de sus colores y olores
de la ciudad al oeste de Marruecos
de frente al Atlántico infinito
de espaldas al largo desierto.
En la barra del Hotel un joven
toca en un piano de cola
Para Elisa y en mi mente
me tienta decir:
tócala de nuevo Sam.
Laâyoune

Fuentes o manantiales
en el desierto Sahara
ese mar transformado en arena
punto puesto en el mapa
del colonialismo español
que supo ser metrópoli
del triste imperio
al sur de Marruecos.
En el Sahara
sus dunas cubren la ciudad
como el agua de un oasis
en mar que es desierto.
Recorrer el esplendor
de la modernidad que impone
los edificios, los bares de café
sus mercados donde se discute
permanentemente el valor
en voz alta del precio de la
prenda que se va a comprar.
El camino de los saharauis
en busca de su destino.
La Mezquita ilumina en el cemento,
la Catedral Católica que da sermón e inglés.
Sus calles al estilo del Godo
recorrer sus perímetros y ver
como un barrio lleva el nombre
de cementerio español y
hoy la vida después de la muerte
lo transformaron en un centro urbano.
En la ventana del hotel Emilio Moretti
veo salir el sol del desierto como un
nuevo día en un mundo que cambia a diario
la vida de los que vivimos de aquí y allá.
MÓNICA MUÑOZ
Mónica Muñoz nació en Argentina. Poeta, trabajadora social,
columnista radial de literatura, ex-librera. Publicó los
poemarios Moviola (Ediciones Juglaría, 2003); Anika
(Ediciones el Suri Porfiado, 2008) Amanecidos (edición de
autor, 2016). En el año 2006 fundó la revista de Letras Alas de
Gaviota —hoy digital— de la cual es Directora. Publicó
poemas y artículos en revistas nacionales y extranjeras, también
en diversas antologías. Participó en Ferias Internacionales del
Libro, Festivales de Poesía y Encuentros de Escritores en
Chiapas (México), Chile, Nicaragua, Bogotá, Cuba y Marruecos.
Actualmente vive en Buenos Aires y estudia Licenciatura en
Artes de Escritura en la Universidad Nacional de las Artes.
Morocco *

Allí
donde la memoria hace trampas
el corazón recuerda

Salir del sueño en A...


despertar en lo sublime

Hotel Atenas
corazón amigo en Tetuán

Misteriosa medina
dispuesta al canto

Entre sh’r y shr’


las poetas van siendo

a Randa Jebrouni**
Ella, valiente istmo entrelenguas
cálida tejedora de encuentros

Cuando el sol hiere la mirada


planean las gaviotas sobre el zoco
alertando tu llegada
paciente dadora de granos
Zoco = Suq = Souk
la boca en beso milenario

Nadie limpia las calles


del silencio de las farolas.
Widad Benmusa***
Tú, viajera de la luz
en libre salto
creas el mundo
Piedra y arena
alternancia y disolución
el reino del poema es patria
Tierra dorada.

Mezouar El Idrissi****

Poemas a la distancia
abres tus ciudades
generoso
integrando lenguas.

* Fragmentos del poema “Morocco”, gestado en octubre de 2018 cuando asistí como poeta y
conferenciante al XIII Encuentro Mundial de Escritoras realizado en Marruecos. El material cedido
para esta antología es fragmentario y forma parte de un libro inédito ilustrado con las fotografías
que tomé durante el viaje.
** Randa Jebrouni vive en Tánger. Es profesora del Departamento de Estudios Hispánicos de la
Facultad de Letras y Ciencias Humanas de la UAE. Es fundadora y presidenta de la Asociación de
amistad y solidaridad entre Marruecos y América Latina. A quien agradezco su amistad y
solidaridad permanente.
*** Widad Benmusa, poeta, artista y fotógrafa marroquí. Es miembro ejecutivo de la Unión de
Autores Marroquíes. Trabajó como periodista en los periódicos Al Ulum y Almayala Al Ula.
En 2014 obtuvo el premio del Poema Árabe. Ha publicado Tengo una raíz en el aire (2001),
Amistad del silencio (2002), Entre dos nubes (2006), Tormenta en un cuerpo (2008) y Me
entretengo a esta edad (2014), entre otros.
**** Mezouar El Idrissi (Tetuán, 1963) Poeta, crítico y traductor. Doctor en Literatura Árabe,
miembro de la Unión de los Escritores de Marruecos, miembro fundador de “La Liga de los
Literatos del Norte”, del FOTT (Foro Observatorio Tánger-Tarifa), ex presidente de la “Encrucijada
De la Poesía Íbero-marroquí”. Es profesor universitario en la Escuela Superior Rey Fahd de
Traducción en Tánger, y fue profesor visitante en la UGR y en Arabic School of Middlebury en
EEUU. Publicó dos poemarios: Entre dos aguas y Elegía para la espalda mojada. A quien
agradezco su amistad y ayuda en la construcción de este poema como profesor y traductor.
AVELINO NÚÑEZ
Avelino Núñez es escritor y docente, nacido en enero de 1970
en Mburucuyá, Provincia de Corrientes, Argentina. Es
presidente de SADE Corrientes, presidente de la Asociación de
Profesores e idóneos de la lengua guaraní —Guarani ñe’ē rupa
—, presidente de la Unión Hispanomundial de Escritores (UHE)
provincia de Corrientes; Director de la Editorial “D” y
Coordinador del Taller Literario Ñasaindy. Escribe novela,
cuento, poesía, ensayo y obras dramáticas.
Premios: Primer premio en el género dramático en el certamen
literario “Los Creadores en la Universidad del Sol” de la
UNNE. Primer premio en poesía en el certamen literario “Los
Creadores en la Universidad del Sol” de la UNNE. Primer
premio en novela en el certamen literario organizado por la
Subsecretaría de Cultura de la provincia de Corrientes. Primer
premio en poesía en el certamen literario organizado por la
Subsecretaría de Cultura de la Provincia de Corrientes. Primer
Premio en novela en el certamen literario organizado por el
Instituto Sémper y la Universidad de Salta. Tiene un total de
cuarenta y seis premios entre segundos, terceros premios y
menciones, obtenidos tanto en Argentina como en el exterior.
Marruecos en las calles de la infancia

En las calles de la infancia


todo es luz.
En las calles de la infancia
un niño de arena
tararea una canción
que le enseñaran los dioses
en noches cristalinas de ilusión y estrellas.
Hay una melodía
en la tarde marroquí
que incendia la memoria
trayéndonos el humo del ayer
y las risas cantarinas de un desierto que ya fue.
Hay una mar en el mundo
donde habita una flor
con los secretos de la perpetuidad
y junto a ella un berebere desnudo
exhibiendo su influencia
y la asombrosa potencia
de su eternidad.
Pero en las calles de la infancia
corriendo, jugando por Casablanca
el marroquí soy yo
con la fortuna de ir
arrastrando la bolsa de mis huesos
junto a la impotencia
y las flores secas de mi fugacidad.
¡Ay de las dunas ardientes
repletas de camellos de sol!
¡Ay de los coyotes intranquilos
con aromas de libertad,
zorros del desierto soñadores,
gacelas y macacos trasnochados,
borrachos de mitos y canciones!
Hay en las calles de la infancia
una nutria triste que aguarda mi regreso
pero yo he llegado al final
de este camino que no es circular
sino la única verdad irresoluta
el final de este camino de dos puntas
que me fuera inventando la memoria
en mis claras noches de dos mares
entre las patas de un León del Atlas
donde yo río alegre
y giro y giro como una noria.
MARIELA A. PALERMO
Mariela Alejandra Palermo nació en Pilar, Buenos Aires,
Argentina en 1985. Estudió Sociología en la UBA, es profesora
en Lengua y Literatura y cursó una maestría en Literatura
Argentina en la UNR. Actualmente estudia una Tecnicatura
Superior en Corrección de Textos. Participó desde muy joven en
talleres de alfabetización barrial, revistas de difusión nacional e
internacional y dictó clases en contextos de encierro. Hoy se
desempeña como profesora en materias de Literatura y
Comunicación, y dicta talleres de Escritura Creativa. Publica en
2006 Ebrios de Libertad; en 2017 Versos en vértigo; en 2018
participó en la antología poética internacional colombiana
ENTRA-MAR, y en 2019 publicó Perdón por la poesía de su
taller literario. Ganó numerosos premios nacionales e
internacionales en el género poesía y narrativa, fue publicada
por varias editoriales y en numerosas revistas de habla hispana.
En 2020 dará a conocer su tercer libro de poemas, El abismo
circular.
El arte de mi abrazo

Deshojo el planisferio
con la paciencia mineral del ocaso,
con la tranquilidad
del que nada le sobra,
con la belleza
del oblicuo anaranjado.
Palpito en la órbita lunar
del día más largo.
Todo se te parece,
sos vestigio azulado.
Cuando la luna toca tu boca
destroza el párpado
y se recuesta en tu sueño
que es alivio,
caudal pagano.
Cuando aferrado a mi ombligo
cruzás el continente
para vivir,
en el arte de mi abrazo
donde somos lenguaje
y donde construimos,
desde Marruecos hasta Argentina
la patria urgente de los hermanos.
Cosmopolita

Hoy las lenguas hablan


viven en mi boca que te nombra
en la indecencia de la riqueza
en la esperanza del pan
en nuestros cuerpos orilleros
en nuestros niños con oficios, que se olvidaron de jugar.
Hoy mi silencio no te toca
quiero que arrase la palabra
hasta el azul desierto donde estás.
Tus manos de arcilla
de grandeza amurallada
imparten siglos de viento y sol
que fueron, en mi piel,
Latinoamérica (al menos una vez).
Hoy me pongo un velo para que no me veas llorar
y me oculto cosmopolita
pinto en mi corazón un Matisse de recuerdos
mientras el mar muralla
que protege y separa
te abisma de mi lado
y te reconoce.
Te pierden las callecitas de Fez
mientras yo te repito en mosaico
en este viejo bar de San Telmo
y le pido a Aláh o a algún Dios cristiano
ponga su trono en las aguas
y te traiga de vuelta.
Mientras sigo cantando
y me cubro la cara
y me oculto cosmopolita
porque hay que tener alguna derrota
para que a uno
le entre a gustar el Tango.
Llámame con las manos

Haciéndonos carne
en el cuerpo del poema
somos noche y camino
en tu boca
estrella extranjera,
golpe de mar,
encuentro de arena y brisa,
bravura del Mediterráneo.
¿Cuántos versos escribiré con tu nombre?
Hombre mortal
divino y diáfano.
Llámame con las manos
y seremos poesía
porque son tu destino y el mío
hermanos.
Llámame con las manos
para vivir la vida
cuantas veces quiera,
hechos pájaros.
DÉBORA PARODI
Débora Parodi es escritora y abogada, nacida en 1973 en
Buenos Aires, Argentina. Participó en antologías publicadas en
España: Ellas III, Sensaciones y Sentidos IV, Escritores al alba
III, Microfantasías IV. Recibió una mención en el premio Poldy
Bird con el cuento “Modista de Ilusiones” (Antología, 2019), un
tercer premio del Círculo Médico de Morón (2018), quinto
premio Elegidos 2019 Instituto Cultural Latinoamericano
(2019), quinto premio en narrativa del Centro de Escritores
Nacional, Córdoba (2019) y una mención especial en el
concurso Literatura para la Abogacía, La Plata (2019), con el
poema “Amanecer”.
Madre

Mientras escribo percibo


el silencio y el dolor
que sacude a mi madre…

Mis calles
con aire quebrado
donde ella permanece
con su caftán opaco.

Desierto, luna y manantial


siempre silencio,
consuelan a mi madre
en las horas tardías.

Sentada bajo una palmera


que es como un hijo,
acepta su destino
sin queja, sin llanto.

El sabor de los dátiles


la evoca en la distancia
grabada en mi sangre
duele tanto como el útero vacío.
Mi tierra

El Guadalquivir nace en la tierra.


Mi río, como el Maná, nace del cielo
Mohamed Sibari

En el jardín de las Hespérides


brillan los árboles plateados.
Juego de mística, dragón y tintes de nostalgia
danzan en mi obra.

En la medina se combinan
la ciudad nueva y vieja,
y los pasos agitados
borran mis recuerdos.

Luxus se impone
entre ruinas fenicias y romanas
como musa de poetas
cuna de marinos
y cómplice de mis aventuras.

Musulmanes, cristianos y judíos conviven


en vientos de libertad,
unidos a una plegaria
que abraza sueños de paz.
GUILLERMO EDUARDO PILÍA
Guillermo Eduardo Pilía nació en La Plata en 1958. Es
miembro correspondiente de la Academia de Buenas Letras de
Granada y presidente de la Academia Hispanoamericana de
Buenas Letras con sede en Madrid. En 2010 recibió el premio
Al-Ándalus por su aporte a la difusión de la cultura andaluza.
Ha publicado más de veinte libros de poesía, premiados en
numerosos países y fue traducido a varios idiomas. Es secretario
general de la Sociedad Argentina de Escritores y ciudadano
ilustre de La Plata.
Visión de Marruecos

Es una mañana del otoño andaluz


en que todas las cosas parecen transparentes y limpias,
en estado de gracia. Desde los altos
del Palacio de los Gobernadores de San Roque
se ve el peñón de Gibraltar y el reverbero
de la luz en la bahía de Algeciras.
Alguien me señala
con un dedo más allá, y entre gasas
de bruma marina y de sol alcanzo a ver,
por primera vez en mi vida, la costa de África.
Allá está Marruecos
por donde entraron los moros, y sin ellos
no hubiera existido nada de lo que hoy amo
con el nombre de Andalucía. Allá está Fez
y el melancólico exilio de Boabdil,
el Rey Chico que murió escribiendo versos
y añorando la Alhambra.
Allá está Marrakech
y los Jardines de la Menara,
con su estanque del siglo XII y el fuerte olor
especiado de los zocos
y el minarete de la Kutubia y las tumbas Saadíes
y las excursiones al Valle de Urika o a la corrida de la pólvora.
Detrás de esa costa
que la luz espolvorea de inmaterial llovizna
se presienten las montañas del Alto Atlas
y las torres
almenadas de Ait Ben Hadu,
la ruta de las kasbahs y las gargantas
del río Todra, los dominios de la gente
del desierto.
Allá el amanecer sobre el mar de las dunas,
las manadas de dromedarios salvajes
contra un paisaje lunar en el camino
que va a Al Nif. Desde esta azotea
del Palacio de los Gobernadores,
mientras hacemos tiempo
para sentarnos a almorzar,
alguien me está hablando de un lugar
que se llama Zagora,
de donde parten las grandes
expediciones al Sahara,
de la puerta del desierto
y de una calle en cuyo extremo hay un cartel
que dice A Tumbuctú, 52 días en camello.
Allá está Casablanca,
sin Humphrey Bogart y sin Ingrid Bergman,
y la carretera de la costa que lleva hasta Anfa
y la gran mezquita de Hassan II.
En esta mañana del otoño andaluz
he visto por primera vez la costa de África,
tan cercana y lejana a la vez,
y pienso que de allí
me vino la palabra alhucema
y la palabra alcanfor,
el lamento que se alza en forma de canto
o de cante en la alta noche
y el amor por las aguas de las negras cisternas
y la certeza de que hay Dios en la hermosura
de los caballos sudorosos.
Ahora bajo por una estrecha escalera,
como el muecín que ya ha cumplido
con su oficio,
que ya ha cantado desde el alminar
de la mezquita
para que los fieles acudan a la oración.
Marruecos
es ahora en mí esa neblina de luz
que forma el cuerpo de los sueños.
EMILIANO PINTOS
Emiliano Pintos nació en Cunco, Araucania, Chile, un 21 de
junio de 1965 bajo el nombre de Miguel Ángel Bahamondes
Gutiérrez. Hace más de tres décadas que vive en Argentina,
donde ha desarrollado su actividad literaria, participado en
diferentes antologías, tanto nacionales como internacionales. Ha
ganado también premios en diferentes países.
Romance de la luna de Marruecos

La luna de Marruecos se parece


a las suaves caricias de mi madre
iluminando las arenas del desierto
con la mística pasión de los amantes.

Yo he visto esa luna enamorada


reflejada en un oasis de esperanzas
acariciando suavemente con sus rayos
las arenas colmadas de nostalgias.

Acurrucada al amparo de una duna


suspira por un amor que la engañó
con la niña de los ojos más hermosos,
aquel amante de sus rayos se olvidó.

La luna se siente entristecida


al presentir que unos labios carmesí
besaban deseosos los labios de la amante
a la sombra de una nube baladí.
A mis amigos de Marruecos

Se vistió de túnica y palabra el desierto


y en breve comunión con lo terreno
floreció la hidalguía de su pueblo
a la sombra de mis versos extranjeros.

Soy pequeño en las arenas del Sahara,


un poeta temeroso de sus alas
que vacilante mira su camino
ante la atenta mirada de su sino.

Se extendieron las manos generosas


como estandarte de noble gallardía
y abrazaron con mística paciencia
a mi alma convertida en poesía.

Se asomó la luna entre los siglos


y la brisa se fundió con mis recuerdos
al tocar las arenas milenarias
cobijado por la belleza de una jaima.
NÉLIDA MIRIAM ROBLEDO
Nélida Miriam Robledo es docente y poeta nacida en Palpalá,
Jujuy, Argentina. Es Profesora de Castellano, Literatura y Latín;
Licenciada en Educación, egresada de la Universidad de
Quilmes y Diplomada Superior en Ciencias Sociales, egresada
de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales. Se
desempeña en escuelas e instituciones públicas de su provincia.
Ha publicado cinco libros de poesía, además ha participado en
numerosas antologías provinciales, nacionales e internacionales.
Organizó siete encuentros nacionales y dos internacionales de
poetas y escritores en su ciudad natal. Llevó a cabo desde 2013
hasta 2016 el Festival Internacional de Poesía “Palabra en el
mundo”.
Ha recibido numerosos premios y reconocimientos nacionales e
internacionales, desde 2002 hasta la fecha. Su último libro
Apalabrar la existencia, se encuentra en proceso de edición.
Romance de la Boda Marroquí

La novia parte feliz


al hammam con sus amigas,
el novio espera ansioso
a que pasen los tres días;
despedida de soltera,
la de la novia este día,
purificación del alma
para una unión bendecida.
Vestido verde en su cuerpo,
hilos dorados de vida,
la novia piensa en el novio…
piensa en el novio y suspira…
Mañana será distinto
con la familia reunida
y en su cuerpo los fragmentos
de la fe que no se olvida;
la novia piensa en el novio…
piensa en el novio y suspira…
Al llegar el tercer día
ojos de la novia brillan,
y el vestido blanco refleja
la dicha de ser la elegida.
Es una fiesta completa,
el novio en su ancha sonrisa
muestra lo feliz que es
con esta novia bendita.
Henna en el cuerpo de ella,
y la gracia de larga vida.
La novia mira a su novio…
mira a su novio y suspira…
el novio besa su frente…
y así le entrega su vida.
Marrakech

Marrakech, la ciudad ocre,


la de colores intensos,
la de la magia plena
y el bullicio eterno.
Capital de la cultura,
prisionera de otros tiempos,
en tus calles late el alma
y el encanto de tu pueblo.
Yo te canto, Marrakech,
cierro mis ojos y pienso
en regalarte una zamba
en los pliegues de un pañuelo.
He de verte, Marrakech,
para entregarte mis versos,
porque aún sin conocerte
siento que te estoy queriendo.
Tu nombre Marruecos

Marruecos…
tu nombre apenas
nace en mis sueños…
lejano, imperceptible,
inalcanzable.
Tan bello como extraño.
Tu nombre sabe a arena,
a sol, a mar,
a cielo azul, a luna plena.
Tu nombre es magia,
misterio,
devoción, entrega,
amor del bueno,
y cuando lo pronuncio
se hace eterno
en la lentitud
de mi acento jujeño.
Marruecos…
el de las anchas playas
y olas de rumor inmenso.
Marruecos…
en tu nombre
susurro mis deseos,
y en el azul de tu pueblo
se quedan atrapados
para siempre
mis antiguos miedos.
NADIE HUAMÁN ROJAS
Nadie Huamán Rojas nació en Chosica, Lima, Perú en el año
1965. Escribe relatos y poesías. Ha participado en varias
antologías literarias que han sido publicadas en Argentina,
España, Uruguay y Perú. Ha sido galardonado en varias
oportunidades por su labor literaria y por su labor como gestor
cultural. Autor de La caída del cóndor (cuento) y de las novelas
El hijo del General y La grandeza del inmigrante. Dirige la
publicación Grito de Nadie y es recopilador de textos.
Mientras dormía

En las utopías de mis pasos


aún desconocidos, la terca pasión
de un peregrino te busca
tras el horizonte de tu Mezquita
y tras el ojo del cielo que se aleja.

Largo, muy largo es el camino


y cerca la belleza de tu suelo
que se refleja en mis ojos
enrojecidos en aromas de sol
que sueltan tus hermosas miradas.

Y nada, nada es igual


a tus alfombras mágicas
que celosamente me llevaron
a bailar con gente amable, ¡mientras dormía!

Reino africano en ese sueño que se avecina,


en tus mágicos senderos déjame recorrer
que el aroma de tu brío
es la consumación de mi fe perdida.
RUBÉN SACCHI
Rubén Sacchi nació en 1955 y reside en Lanús, Buenos Aires.
Poeta, escritor, periodista y fotógrafo; Director de cine y video,
egresado del Instituto de Arte Cinematográfico. Su obra impresa
se resume en varios plegables de poesía y prosa y la
participación en diversas antologías, pero el grueso de sus
trabajos puede rastrearse en colaboraciones en innumerables
revistas culturales, foros nacionales y extranjeros y en
publicaciones virtuales. En 1978 fundó la revista cultural Lilith
y al año siguiente la revista y editorial Impulsos. Con la vuelta a
la democracia editó Restos del naufragio, publicación poética.
Codirigió el periódico La balsa. En 2004 relanzó Lilith, esta
vez en formato libro y, en 2015, la revista Septiembre y su
tríptico periódico Brotes. Publicó Sextavar 3 (1976); Sextavar
4 (1977); Orígenes 3 (1982); Poesía Estúpida (1985) y La
memoria del agua (2019). Integra el Frente Cultural Septiembre,
el colectivo CRECIDA (Coordinadora Regional de Espacios
Culturales Independientes de Autogestión) y el Grupo de
Escritores Voces del Viento. Dirige el portal de crítica cultural
www.desmenuzartemejor.com.ar
Sahara

Millones de diminutas
rocas de fuego,
fragmentos de tiempo,
segundo a segundo
desgranados minuciosamente
en la clepsidra
histórica del hombre.
Entre aullidos ancestrales,
risas y gritos,
sordos pasos
que se apagan en la noche.
El crepitar de una llama
y el canto:
la poética se expande
en su forma primigenia.
Sal de los sudores;
especiado sabor de los manjares
del hambre y la opulencia.
El aire seco,
eterno de la sed
y el metálico carmín
de un latido hecho sangre.
En la cálida y voraz
locura del Siroco,
donde abdica la razón
bajo la brillante
mirada de Sirio,
dos infinitos abrazan
este mágico espejismo:
el de regresar
donde nunca antes estuve.
Bíblica

Un camello consume mucha agua;


diez mil camellos consumen mucha más
Aforismo australiano

La feria se despliega
en cientos de puestos
y el aire se invade
de colores y aromas.
Yo escribo
mis eternos poemas
a la sombra
de las viejas vides.
Rebuznan los burros
su merecido descanso,
los corderos balan
mientras los pollos cacarean
su postrer camino.
Los frutos y las especias
crecen en las mantas,
como en el papel mis versos.
Las voces de mercaderes
se mezclan con las del profeta;
su prédica amenazante
ya es una letanía
que penetra mi pensar.
Habla de agua hecha sangre,
úlceras, langostas y tinieblas,
de lluvia de fuego y granizo
que se cierne sobre el pueblo.
Sacudo mi modorra y decido
que es tiempo de juntar
mis papeles y mis huesos;
raudo monto mi camello
y juntos
atravesamos el ojo de la aguja.
ÁNGELA LILIANA
SIRACUSANO
Ángela Liliana Siracusano vive en la ciudad de Banfield en
Buenos Aires, Argentina. Ha publicado los libros El último
hallazgo, Sonidos de Soles Rotos, Detrás del velo de tu
ausencia, La Cruz del silencio, El amor bien dado, Eterna
Pasión y Páramo. Participó en numerosas antologías, diarios y
revistas.
Casablanca

Tus luces que iluminan La Meca


dan vida a los sueños.
Café de Rick allí donde se perpetuó
el latido de un amor imaginario pero válido.
Su chimenea eleva el fuego hasta entibiar
el alma
de los que allí se detienen,
emblemático y sublime
con un halo de sentimiento labrado
en sus paredes,
y una mística historia que descansa
en un rincón de la memoria
hasta lograr evocar aquel idilio.
Semejante en misterio al Café De La Poste,
paradigma de intrigantes sucesos.
Conquistando la curiosidad de los viajantes,
regalos al espíritu que nos ofrece esa tierra milenaria.
Amada por Saint Exupéry quien ha dejado
plasmadas palabras de felicidad por sus días allí vividos.
Lugares mágicos supremos
conociéndolos a través de los relatos
de mi abuela andaluza,
y en las pinturas de mí abuelo homenajeando la Alhambra.
Hermandad, rosas y té

Allí estabas, calma en la mirada


pasos apurados en un desconocido aeropuerto.
Te esperé luciendo mi hermoso caftán,
recuerdo de mis días en Marruecos.
Por fin tu en Buenos Aires para deslumbrarte
y aquí vamos, beberemos un buen té de
bienvenida
en un lugar soñado donde el perfume
de distintas especias te traerá recuerdos
de tu tierra.
Ya estamos en el paseo hermoso de mi Rosedal,
ríes con emoción al nombrarme el Valle de Las Rosas.
Los pétalos nos hermanan sabiendo
que sentiremos el mismo perfume a través de las latitudes.
Lograremos viajar
a través de nuestros sentidos.
Hoy es tu tiempo en mi tierra,
es el despliegue de tus nuevos sueños.
El mar y las alturas te abrazan y
te quedas para siempre con sus imágenes.
La cultura, la idiosincrasia, y dos banderas
para enmarcar la vida nueva:
¡la del descubrimiento mutuo!
Voy hacia ti hombre Marroquí

Iré de tu mano por los jardines de Mamounia


hasta envolvernos en un idilio de colores.
Jacarandás, bungavillas, agaves.
Contemplaremos el vasto caudal de los olivos
y nos seducirán a cada paso.
¿Y cómo no conocer el Jardín Secreto
de Mouasin?
Descalzos sobre el césped, sintiendo el saludo de la tierra milenaria.
Luego nos perderemos por las callejuelas
de Kasbah,
allí la curiosidad me invadirá a pleno.
Descubriremos de a poco sus recovecos
hasta llegar al descanso de los sultanes,
las Tumbas Saadíes.
Tu cultura logrará entibiar mi alma
hombre marroquí.
¡Te miraré con asombro por tanto!
Sé que tus estrellas parecen brillar mucho más
que en otras latitudes;
elegiremos una para nosotros.
Y mientras el camino atrapa, conquista el
espíritu,
¡se irá construyendo mi paraíso en Marruecos!
CARLOS SPLAUSKY
Carlos Splausky nació el 12 de mayo de 1950, es un poeta
argentino oriundo del Chaco, de reconocida trayectoria en la
poesía lírica social. Reconocido por valiosos exponentes de la
literatura contemporánea como Ramón Ayala y Osvaldo Bayer,
entre otros. Publicó doce libros de poesía y novela.
Al poeta de Marruecos

Quiero navegar con los timoneles del viento


navegar en los remansos de tus cereales
amarillos
sentir el aroma frutal de tu espesura,
el agua de tus ríos.
Quiero amasar el mismo pan de siempre
para entender nuestra poesía
regar el surco de tus olivares, quiero.

Quiero compartir los sueños


del poeta que labra la tierra
para que salga la poesía grande,
desde las entrañas más hondas
sobre el camino milenario de nuestra larga
lucha,
las heridas que sangramos todavía
el hierro siniestro de los invasores
las llagas ancestrales del sufrimiento.

Vengo a compartir en tu casa


el espíritu sonoro de nuestras ilusiones
la majestuosa presencia de la poesía
y su estandarte de luna y aguacero.

Quiero saber por dónde se anida


el poema bereber que despierta el día.
En la quejumbre del tiempo
más allá de la palabras
me detengo callado
en el templo de tus oraciones
para escuchar la esencia de tu alma
para abrir los portales blancos de nuestros
corazones
con los vientos libres del mundo que amanece.

En Rabat quiero soltar el vuelo de mi alma


como una bandada de pájaros
sobre la techumbre milenaria,
fortalezas, templos y laberintos.
Las casas azules de los pescadores.
Un pedazo del tiempo se detuvo en este sitio.

Quiero andar como en silencio


sobre las huellas ancestrales de tus pastores
la memoria polvorienta de tus camellos.

Que me digan ahora los juglares de Tánger…


¿por dónde se fueron los timbales celestes
de la poesía de antaño, por dónde?
Que suelte su molino de viento la voz castellana
en el terruño agreste de Marruecos, que suelte su canto.

Quiero escuchar los versos del Corán


desde el asombro y el misterio.

El poeta arabesco que me diga sus canciones


atravesado por los siglos del martirio y la mansedumbre,
derrama todavía su encanto de luz y de lamento.
Sueños que perduran…
sueños amarrados a los cuernos azules de tus montañas.

No es el invasor que llega este día, no…


es tu hermano labriego que viene a decirte
el poema distante del sur americano
el vínculo humano que enciende la vida.
ISABELLA VALENZANO
Nora Isabella Ruz Valenzano nació en Santiago de Chile y
reside en Buenos Aires, Argentina. Es artista plástica, escritora,
poeta, ilustradora y diseñadora vestuarista. Fue jurado de
Concursos Literarios y Arte Pictórico. Los últimos tres años ha
integrado el jurado en la Universidad Marina Mercante.
Intervino en catorce Antologías, publicó en diarios y revistas
nacionales y extranjeras.
En su trayectoria como artista plástica, realizó exposiciones
individuales y colectivas en el país y extranjero, haciendo que
sus obras integren colecciones privadas en Argentina, Chile,
España, Italia, Dubai y Marruecos.
Estudia Diseño en trajes de Opera, Academia Teatro Colón.
Obtuvo distinciones, premiaciones y menciones por diferentes
instituciones; Diplomas de Honor y Medalla de Oro del
Honorable Senado de la Nación. Diploma de Honor y Trofeo de
la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Distinción Honorífica de la Sociedad Argentina de Escritores –
SADE. El Centro Cultural Español Rosalía de Castro la
distingue Mujer Destacada 2014. El Ministerio de Relaciones
Exterior de Chile la publica en la Revista Dicoex entre los
chilenos destacados de clase mundial.
Marruecos, alas en sueños

¡El fuego nace... con ojos marroquíes!


arden con el ruido de las brasas
junto a las notas del Kanun,
viajaron por el reino… sueños en alas.

Peregrinan por la medina,


recorriendo laberintos secretos…
La música se convierte en voces
del desierto que se acrecientan
como tormentas de arena,
escriben en retrospectiva
de años, meses, semanas y días…

¡Danzan los vientos del amanecer!


¡manos laboriosas dibujan sobre lienzo,
el arte de historias milenarias!
tejen con hermosos pigmentos.
Entre sabores, condimentos
se fue hilando la usanza.

En las ventanas memoriosas,


colgaré cada uno de los versos
para crear una sola poesía,
que endulce mi alma ecléctica
con relatos mágicos,
vestiré las alas en quimera
de cada lugar que visite.
Lírica para una estrella

¡Peregrinan mariposas desde Argentina a


Marruecos!
posaron su terneza sobre los versos de Poetas,
con magia y belleza mutan las letras
conforman una Antología.

La estrella dorada del Reino,


iluminó con destellos, la inspiración lírica
desde Rabat, Tánger, Fez, Marrakech,
Casablanca, Laâyoune,
entrelazaron emociones de amistad
en una sola hermandad.
EZEQUIEL VÁZQUEZ
Ezequiel Vázquez tiene 21 años, reside en Haedo, Buenos
Aires, Argentina. Es artista con burdo control de la música y la
poesía.
El Dios de arena

Una ofrenda, labios secos.


Cuevas de agua desnuda
que crean las formas responsables del ayuno.

Un dragón gime a su amada,


quema su nariz con azufre
y cual tomografía, la desviste.

Té verde de olvido, verde de vida.


Mi mano izquierda atada, como con los ojos,
miro debajo de la nieve tostada.

Un estéreo de sol
cae y muere.
Me pega la luz.
Qué breve instante de jardín.

Oculto
nadie me mira.
Hola,
sirvo otro vaso, sangre.

Niebla portuaria.
No me gusta el olor
del humo cotidiano.

Pago, bebo
cambio y salgo.
Ciudad azul confunde los aviones que nunca pasan,

soy lo que extraña mi piel,

el frio de ayer.
Se van de la mano
llorando paisajes soñados,
abrigos y pieles
ya no sufren más.

Congestionadas arrancan
de su carne una vida de frío.

Miran más allá del sol


y callan los gritos
cortando el aire con silencio.

Ahora sé, son sus ropas


las que no dejan ver más allá
de su sexo y del placer
que nada tiene que ver
con tu nombre.

Ponen la bomba
se burlan de Dios
y ahora sí:
Ojos
Risa
Beso.
GUSTAVO VILLAMOR
Gustavo Villamor es poeta y nació en Buenos Aires en 1951.
Realizó estudios de Psicología Social y Biodanza. Transitó por
el teatro independiente. Cursó estudios literarios con Lucía
Févola e integró el consejo de redacción de la Revista Tamaño
Oficio (de la cual fue uno de sus fundadores).
Publicó Tu presencia, El caminante y Levedad; todos libros de
poesía. También participó de las Antologías del Ateneo Poético
Alfonsina Storni, Antologías 1°, 2°, 3° del Color de las
Palabras.
Coconductor del programa El color de las Palabras en el canal 4
de Teleaire de San Martín y fue colaborador en el ciclo del
mismo nombre.
Participa de diversos ciclos literarios de poesía.
Toubkal

Toubkal purificador de los valles donde transita la vivencia humana.


Montaña singular. Alturas, alturas que respiran los pueblos que mixturan sus
culturas donde la historia se disuelve en el silencio. Testigo cierto de la
apasionada ilusión de valientes defensores de la vida en otras eras y de la
fortaleza humana del presente.
Gente hermosa que combina los colores de sus orígenes en un abrazo en
la costa del océano. La poesía nos une como una ola suave pero persistente
que cruza el Atlántico y al llegar a estas costas nos llama con los aromas de
Moroco y la belleza de su gente.
Así llega la bondad de Toubkal, bondad que cruza los tiempos para unir
las distancias de la creación humana. La Poesía.
Gracias por sus existencias que cultivan mi vida.
Marruecos

Son la seis de la tarde. Un horizonte navega en la abstracción de la


lejanía... Sentado en un viejo tronco en la orilla del Río de la Plata, con la
compañía que un mate amigo y la música ciudadana de Buenos Aires,
contemplo los colores de la tarde, que danzan espejándose en las olas
mansas de un río abierto, que quiere entrar al mar para ser parte de la
inmensidad.
Llegan a la costa hilos de existencias que desgranan palabras delante de
mí. Existencias que forman ecos desde la lejanía. Emociones y colores de
muchas vidas que nos conectan con la gente más allá de los límites de
nuestras mentes.
El Atlántico, es el misterio de las olas que renacen en las tierras lejanas
de un África dorada y el esplendor natural de su poesía.

África tiene nombre de una hermosa mujer,


montañas que escalan el vacío del cielo.
Selvas y bosques guardando la sabiduría ancestral.
El mar, inmensa madre que acaricia las costas.
Valles milenarios labrados en el ardor del tiempo.

El desierto, tránsito de valientes pueblos


migratorios.
Desierto que rodea la existencia
de los que se atreven
a entrar en su infinitud
para ser una partícula más,
donde la nada sostenida por la arena
y el susurro de la voz interior
que nos acompaña en el desierto
son una realidad de la vacuidad.

¡Ciudades, pueblos, aldeas!


son piedras preciosas que oran al Universo.
Visualizo a ese pueblo de un norte iluminado,
cultivador de humanidades y sus voces...
poesía de ocasos y auroras de la humanidad.
¡Rabat, Marrakech, Tanger, Fez,
Casablanca!
entonces Marruecos
y la calidez de su humanidad
cultivan mi percepción de la belleza.
AGENDA DE CONTACTOS

AUTORES
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Yonathan Ayala
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Alondra Bahamondes
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