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JUEVES SANTO

TEMA JUEVES

OBJETIVO PRINCIPAL: trabajar, desde el lavatorio de los pies, el salir de uno mismo
para entregarse a los demás, a la vida compartida, y no encerrarnos en nosotros
mismos.

DINÁMICA INICIAL: Intrusos.

Para situarnos en el día que vamos a vivir, los jóvenes deben reconocer cuáles son
las imágenes relacionadas con el Jueves Santo. Una vez las tengan todas, se hace
un breve repaso, por encima, de los elementos clave del Jueves Santo:

• ● Lavatorio de los pies


• ● Institución de la Eucaristía
• ● Institución del sacerdocio

● Amor fraterno
● Servicio y caridad
● Getsemaní, huerto de los olivos

A continuación, se proyecta el vídeo del lavatorio de los pies para que tengan un
contexto y se comenta con ellos lo que ocurre en el mismo.
(https://youtu.be/K7Nar4AI7aw)

PROFUNDIZAMOS: Life stories.

Profundizamos en el mensaje de SALIR DE UNO MISMO, PARA DARSE A LOS


DEMÁS. Para ello, vamos a comenzar con un juego, similar al black-stories. Se les
lee la información indicada como “para todos” y, a partir de preguntas de sí o no,
deben adivinar qué ha ocurrido para que se haya llegado a esa situación. Si el
número lo permite, se les puede dividir en dos grupos para que lo hagan de forma
simultánea.

1. EL CARRITO
Información para todos: En un cruce, hay un carro de alimentos destrozado
a medio subir en la acera. Se escuchan sirenas a lo lejos y hay mucha gente
alrededor.

Solución: El carro es demasiado pesado y la mujer que lo empuja no


consiguió subirlo sola a la acera. Varias personas que estaban viéndolo se
preocuparon por la mujer pero por vergüenza no se acercaron a ayudarla.
Un conductor no se fijó y la atropelló, por lo que tuvo que venir la
ambulancia para llevarla al hospital.
2. LA MUERTE ANUNCIADA DE LA PLANTA
Información para todos: Así fue como Carla vio que la planta se murió,
quedando podrida y negra, cuando salía de su casa camino al gimnasio.

Solución: En la acera de enfrente de la casa de Carla había una planta. Una


mujer la dejó olvidada al bajar la compra de su coche. Carla pasaba delante
de ella cada día pero nunca se planteó llevarsela a casa para cuidarla.
Pensaba: “ya lo hará otro”. Pasaron unos días y la planta seguía allí.

3. ACCIDENTE POR OMISIÓN


Información para todos: Un padre y su hijo están en la sala de espera de un
hospital y les están sonando las tripas.

Solución: El padre estaba preparando la comida. Pidió ayuda a su hijo para


que le ayudase. Su hijo no hizo caso, y al padre, intentando atender muchas
cosas a la vez en el fuego, se le cayó la sartén con el aceite caliente encima.
El hijo al escuchar el grito de dolor, corre a la cocina, ve a su padre y le
lleva rápidamente al hospital.

4. REGALO INESPERADO
Información para todos: Marcos llegó a su casa cansado, pero contento y
con el peluche. En el ordenador estaba la pantalla de inicio de Netflix.

Solución: Tras una intensa semana de exámenes, a Marcos solo le apetecía


quedarse en casa viendo su serie favorita de Netflix. Sus amigos le insistieron
en salir e ir a los recreativos a pasar la tarde juntos para celebrar el fin de
exámenes. Aunque se resistió al principio, aceptó. Al llegar allí descubrieron
que había un torneo, y Marcos lo ganó, llevándose un peluche que llevaba
tiempo queriendo, como premio.

Una vez hayan adivinado las historias, las comentaremos desde la entrega y el salir
de uno mismo, de los protagonistas. Ideas a desarrollar en el compartir:

• ● El Señor nos envía a darnos a los demás.


• ● No salir al encuentro del otro te hace perderte el amor que hay
esperándote.
• ● No debes guardar tus talentos para ti sino para darlos al mundo.
• ● No vale con medias tintas (huevo) sino darse completo (jamón).
• ● No somos capaces del poder que pueden tener nuestras acciones.
• ● Somos seres amantes, la falta de amor nos genera malestar .

¿Y MI ENTREGA?: La entrega medida en pasos

Para analizar mi nivel de entrega personal y con los demás, vamos a hacer
otra dinámica. En un extremo de la sala colocamos un Xto de San Damián.
Los jóvenes deben colocarse en fila enfrente del Xto, a media distancia. Se
les van haciendo preguntas, y dependiendo de la respuesta, darán un paso
adelante o hacia atrás. PREGUNTAS:
¿Eres capaz de pensar 3 virtudes que tengas?
¿Las pones en práctica en tu día a día y/o con la gente que te rodea?
¿Aunque no te apeteciera, has hecho un esfuerzo por quedar con tus amigos?
¿Aunque no te apeteciera, has hecho un esfuerzo por hacer algo en familia?
¿Has pasado de tus padres en casa cuando te han pedido algo o tu veías que
necesitaban ayuda?
¿Has ayudado a alguien poco cercano a ti últimamente?
¿Has faltado algún día a misa en este 2021, por hacer otra cosa menos importante?
¿En alguna situación has mirado hacia otro lado, pensando que ya se ocupará otro?
¿Eres capaz de preocuparte por los demás?

Una vez finalizada, que cada uno vea en qué posición ha acabado. A continuación,
compartiremos qué nos llevamos cada uno del tema, cómo ven su entrega, cómo de
abiertos están a mirar al alrededor y no solo a su ombligo. Las conclusiones
principales que proponemos son:

• ● Todos tenemos cosas buenas que aportar al mundo y a los demás, y que
son importantes, sin ellas el mundo pierde algo importante.
• ● Todos necesitamos a otros: su cercanía, su contacto, sus cosas buenas, y
ellos nos necesitan a nosotros.
• ● Aunque a veces estemos más cerca o más lejos del Señor, demos más
pasos para adelante o para atrás, lo importante es tener claro que el paso
más importante es el de preocuparse y acercarse a los demás.
• ● Todos tenemos resistencias, situaciones, personas o cosas que nos cuestan
más.
• ● Jesús está en todos. Acercarse al prójimo es acercarse a Jesús.

VÍDEO FINAL: Para terminar, vemos el video “El poder de darnos a los
demás: Cadena de favores”
(https://www.youtube.com/watch?v=LQ8A6Opqaoo)

MATERIAL DE APOYO. Presentación para el desarrollo del tema con las


dinámicas y vídeos:
https://docs.google.com/presentation/d/1DGvNyNP6tqnz8BJ9thMpZKDVB
nxkFHbFafKUVA ZCLkE/edit?usp=sharing
VIERNES SANTO
VIACRUCIS PASCUA

PRIMERA ESTACIÓN: JESÚS ES CONDENADO A MUERTE

V. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos R. Que por tu santa Cruz redimiste al mundo

Pilato les preguntó: «¿y qué hago con Jesús, llamado el


Mesías?» Contestaron todos: «¡sea crucificado!» Pilato insistió
:«pues ¿qué mal ha hecho?» Pero ellos gritaban más fuerte:
«¡sea crucificado!» Entonces les soltó a Barrabás; y a Jesús,
después de azotarlo, lo entregó para que lo crucificaran. (Mt
27, 22- 23.26)

REFLEXIÓN

Pilato entrega a Jesús sabiendo que no era culpable y dejó libre


a Barrabás; Jesús no había hecho nada que mereciese tal
horrible castigo, pero Pilatos ante todo procura preservar su
estatus, su modo de vivir, sus privilegios.

Hoy nosotros también nos lavamos las manos ante tantos


millones de personas que sufren por la falta de alimentos y que
finalmente mueren de hambre. Y todos esos muertos clavan sus ojos en nuestros ojos
y en nuestro corazón, siendo retransmitidas esas miradas por los medios de
comunicación. ¡Ni tan siquiera somos capaces de colaborar asiduamente con una
aportación mensual! Malgastamos miles de euros en cosas superfluas y miramos
para otro lado ante el hambriento.

ORACIÓN Oremos: tú que fuiste víctima de la indiferencia de Pilatos, que sabes lo


que es sentirse despreciado y abandonado por tu pueblo, no permitas que nosotros
hagamos lo mismo con los que simplemente quieren comer, al menos una vez, todos
los días. Que seamos capaces de compartir lo que nos sobra para que otros puedan
seguir viviendo con lo imprescindible.

Padre Nuestro, que estás en el cielo...


Dios te salve, María, llena eres de gracia... Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo...
V/. ¡Señor!, pequé:
R/. Ten piedad y misericordia de mí. Amén.
SEGUNDA ESTACIÓN JESÚS CON LA CRUZ ACUESTAS

V. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos R. Que por tu santa Cruz redimiste al mundo

Se hicieron, pues, cargo de Jesús quién, llevando a hombros su propia


cruz, salió́ de la ciudad hacia un lugar llamado “La Calavera” (que en
la lengua de los judíos se dice “Gólgota”). (Jn 19, 17)

REFLEXIÓN Jesús cargó con la Cruz. ¿Y nuestra cruz? Sólo Dios sabe
tus más íntimos temores y problemas. El Señor es el único que
comprende completamente los dolores y miedos que cargas cada día.
Sólo Cristo conoce el peso completo de tu Cruz diaria. Algunas cruces
parecen más pequeñas que otras, pero todos llevan la cruz que pueden
cargar. Incluso Dios cargó una cruz y en su cruz se incluyen todas las
tuyas. Cristo conoce los deseos de tu corazón y el peso que cargas
sobre tus hombros. Acércate a Cristo con tus problemas, ahora. Invítalo a tus
dificultades. Rézale. No estás solo en este caminar. Con la oración la cruz cambia
de hombros.

Padre Nuestro, que estás en el cielo...Dios te salve, María, llena eres de gracia... Gloria al Padre, y al Hijo, y al
Espíritu Santo...

V/. ¡Señor!, pequé:R/. Ten piedad y misericordia de mí. Amén.

TERCERA ESTACIÓN JESÚS CAE POR PRIMERA VEZ

V. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos R. Que por tu


santa Cruz redimiste al mundo

“Jesús cae bajo el peso de la cruz. Sucederá tres veces


durante el camino. Cae por agotamiento. Tiene el cuerpo
ensangrentado por la flagelación. La cabeza coronada de espinas. Le faltan las
fuerzas. Cae, pues, y la cruz lo aplasta con su peso contra la tierra.”

REFLEXIÓN

Jesús ha querido vivir en su camino al Calvario, la fragilidad y la debilidad humana.


Son muchas las veces que caemos por nuestras debilidades.
Esta primera caída de Jesús nos recuerda las caídas de tantas personas, en la
droga, el alcohol, en el vicio, en la violencia, en toda forma que impide que sean
felices. No dejes nunca que tus caídas se conviertan en heridas incurables.

Señor, caído con la cruz a cuestas, ayúdanos a soportar las cruces de la vida con la
convicción de que están heridas de resurrección, pues Tú, Señor, has vencido y nos
ayudas a vivir a tope, ayudando a todos los caídos a levantarse y volver al Hogar
de tu Corazón.

Padre Nuestro, que estás en el cielo...


Dios te salve, María, llena eres de gracia... Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo... V/. ¡Señor!, pequé:
R/. Ten piedad y misericordia de mí. Amén.
CUARTA ESTACIÓN JESÚS SE ENCUENTRA CON SU MADRE

V. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos R. Que por tu santa Cruz redimiste al mundo

Simeón los bendijo y dijo a María, su madre: «Mira, este está puesto para que
muchos en Israel caigan y se levanten; y será como un signo de contradicción - y a ti
misma una espada te traspasará el alma - para que se pongan de manifiesto los
pensamientos de muchos corazones. Su madre conservaba todo esto en su corazón.
( Lc 2, 34-35.51)

REFLEXIÓN

El sufrimiento de María, al ver a su hijo camino del Calvario, resulta difícil de


imaginar; nada puede ser más duro que el dolor sentido por una madre viendo
sufrir a su hijo, caminando hacia la muerte, y sin poder hacer nada.
Fruto de la pandemia hemos asistido a escenas menos crueles, pero no menos
dolorosas en las que hijos, pero especialmente padres y abuelos, han tenido que
encontrar la muerte en soledad, sin que ninguno de sus seres queridos pudiera tan
siquiera cogerles la mano. Nos dieron todo de si, su tiempo, su cariño, sus
esfuerzos... y se han tenido que ir solos.

ORACIÓN

Señor, resulta duro de aceptar que alguien tan querido por mí


haya tenido que irse en soledad, sin que podamos despedirle
con un último abrazo, con una mano apretada o simplemente
con un “te quiero”. Nunca pensé que esto pudiera ocurrir y te pido que esto no le
ocurra a nadie, que sea la última vez que alguien
no tenga quien le despida, sea en nuestro país o en aquellos en que esto es
frecuente, y te pido también que, ya estando contigo, les des de nuestra parte todos
esos besos y abrazos que les debemos.

Padre Nuestro, que estás en el cielo...


Dios te salve, María, llena eres de gracia... Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo... V/. ¡Señor!, pequé:
R/. Ten piedad y misericordia de mí. Amén.
QUINTA ESTACIÓN EL CIRINEO AYUDA A JESÚS A LLEVAR LA CRUZ

V. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos R. Que por tu santa Cruz redimiste al mundo

“Cuando le llevaban, tomaron a un cierto Simón de Cirene que


venía del campo y le pusieron la cruz encima para que la llevara
detrás de Jesús.” (Lc 23, 26)

REPRESENTACIÓN Y REFLEXIÓN

Nadie quería ayudar a Jesús, no hubo espontáneos. El Cirineo es


obligado por los soldados a llevar la cruz de un condenado a muerte. Ser Cirineo,
es no evitar la cruz del hermano, es entender el evangelio del sufrimiento, es ser
solidario del hombre humillado. En un mundo en el que lo importante es aparentar,
tener poder y tener dinero, parece que todo vale; que todo se puede comprar y
vender incluso la amistad o la fidelidad. Dios es fiel. Necesitamos cirineos que nos
ayuden a llevar la cruz, personas que estén a nuestro lado, que compartan nuestras
dudas y fracasos y sobre todo que nos ayuden a llevar con paciencia la cruz de la
vida. Los jóvenes necesitan hoy más que nunca ser acompañados por catequistas,
animadores de pastoral juvenil, familia, acompañamiento personal, cirineos que
estando a su lado les ayuden a cargar con la pesada cruz de cada día.

Padre Nuestro, que estás en el cielo...


Dios te salve, María, llena eres de gracia... Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo... V/. ¡Señor!, pequé:
R/. Ten piedad y misericordia de mí. Amén.

SEXTA ESTACIÓN LA VERÓNICA ENJUGA EL ROSTRO DE JESÚS

V. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos R. Que por tu santa Cruz redimiste al mundo

No tenía figura ni belleza. Lo vimos sin aspecto atrayente, despreciado y evitado


por los hombres, como un hombre de dolores, acostumbrado a sufrimientos, ante el
cual se ocultan los rostros; despreciado y desestimado. (Is 53, 2-3)

REFLEXIÓN : Una mujer se acerca a Jesús y le ofrece simplemente un paño que


refresca su rostro; ni la brutalidad de los soldados, ni la hostilidad de la gente se lo
impide. Ella busca hacer más llevadero el final de aquel que nada hizo para
merecer ese sufrimiento. Hoy agradecemos y tenemos presentes a muchas personas
que han ofrecido ese paño a tantos y tantos sufrientes de nuestro tiempo: a los que
se encuentran solos, a los que se ven masacrados por la situación de desempleo, a
los que no disponen de un techo en el que cobijarse, a los tragados por las aguas
de nuestros mares, a los excluidos de nuestro tiempo, a los descartados de nuestros
barrios, pueblos y ciudades, a los que no son nada... porque no tienen nada.

GESTO: HECHA GEL AL DE TU IZQUIERDA MIRANDO A LOS OJOS COMO LO


HIZO VERONICA

Padre Nuestro, que estás en el cielo...


Dios te salve, María, llena eres de gracia... Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo... V/. ¡Señor!, pequé:
R/. Ten piedad y misericordia de mí. Amén.
SÉPTIMA ESTACIÓN JESÚS CAE POR SEGUNDA VEZ

V. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos R. Que por tu santa Cruz redimiste al mundo

“Al verme se burlan de mí, hacen muecas, menean la cabeza. Pero tú, Señor, no te
quedes lejos, que el peligro está cerca y nadie me socorre.” (Sal 22, 8.12)

REPRESENTACIÓN REFLEXIÓN

Por segunda vez, Jesús cae bajo la cruz cargado con nuestros pecados, y por
segunda vez intenta alzarse con todas las fuerzas que le quedan, para proseguir el
camino hacia el Gólgota, evitando dejarse aplastar y sucumbir a la tentación.
Desde su encarnación, Jesús lleva la cruz del sufrimiento humano y del pecado. Ha
asumido la naturaleza humana de forma plena y para siempre, mostrando a los
hombres que la victoria es posible y que el camino de la filiación divina está abierto.

Padre Nuestro, que estás en el cielo...


Dios te salve, María, llena eres de gracia... Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo... V/. ¡Señor!, pequé:
R/. Ten piedad y misericordia de mí. Amén.

OCTAVA ESTACIÓN JESÚS CONSUELA A LAS MUJERES DE JERUSALÉN

V. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos R. Que por tu santa Cruz redimiste al mundo

“Y le seguía gran multitud del pueblo, y de mujeres que lloraban y hacían


lamentación por él. Pero Jesús, vuelto hacia ellas, les dijo: Hijas de Jerusalén, no
lloréis por mí, sino llorad por vosotras mismas y por vuestros hijos. (Lc 23:27-28)

REFLEXIÓN

Entre el gentío, los insultos, los gritos... Jesús escucha algo que es más fuerte que su
propio dolor, que su propia agonía. Ve a lo lejos unas mujeres que lloran
desconsoladamente. Su dolor era tan intenso que Jesús tiende su mano para aliviar
su sufrimiento.

Hoy también, en medio del bullicio de la vida, Jesús escucha el llanto desconsolado
de esas mujeres. Mujeres maltratadas, explotadas, vendidas, abandonadas,
despojadas y ninguneadas de su dignidad, ahí, en tu dolor, en su dolor les tiendes
la mano para consolarlas y devolverlas un poco de dignidad que les ha sido
robada.

VÍDEO: Querido papá https://www.youtube.com/watch?v=iue_2fa93dI&feature=emb_logo

Padre Nuestro, que estás en el cielo...


Dios te salve, María, llena eres de gracia... Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo... V/. ¡Señor!,
pequé:
R/. Ten piedad y misericordia de mí. Amén.
NOVENA ESTACIÓN JESÚS CAE POR TERCERA VEZ

V. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos R. Que por tu santa Cruz redimiste al mundo

“... me estoy hundiendo en un cieno profundo y no puedo hacer pie; he entrado en


la hondura del agua, me arrastra la corriente”. (Sal 69,3)

REFLEXIÓN

Todos queremos renunciar o rendirnos en algún momento de nuestra vida. Quizás


estás cansado. Quizás lo has intentado todo y nada cambia. Quizás has perdido la
alegría y has perdido la esperanza. “Sería más fácil rendirse” te dices a ti mismo.
Estás caído y parece ser que no puedes caer más. El caer es humano, el levantarse
es divino. Es natural querer rendirse pero es la gracia sobrenatural de Dios la que
nos permite seguir adelante. Cuando te han golpeado de nuevo, mira a Cristo. Deja
que su aliento, su Espíritu, llene tus pulmones. Deja que su gracia llene tu cuerpo y te
dé fuerza para levantarte y caminar. Es cuando ya no te puedes mover más, cuando
te das cuenta de que no eres tú quien te mueves... sino Cristo que se mueve dentro
de ti.

Padre Nuestro, que estás en el cielo...


Dios te salve, María, llena eres de gracia... Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo... V/. ¡Señor!, pequé:
R/. Ten piedad y misericordia de mí. Amén.

DÉCIMA ESTACIÓN JESÚS ES DESPOJADO DE SUS VESTIDURAS

V. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos R. Que por tu santa Cruz redimiste al mundo

Cuando llegaron al lugar llamado Gólgota (que quiere decir lugar de «La
Calavera»), le dieron a beber vino mezclado con hiel; él lo probó, pero no quiso
beberlo. Después de crucificarlo, se repartieron su ropa echándola a suertes y luego
se sentaron a custodiarlo. (Mt 27, 33-36)

REFLEXIÓN

Jesús fue despojado de lo único que le quedaba, de sus vestiduras, y luego fue
sorteada como si de una lotería cualquiera se tratase; le quitaron la ropa, pero no
pudieron quitarle la confianza en el Padre y la dignidad, mantenidas a golpe de
sufrimiento y de dolor.
¡Cuántos hombres y mujeres son privados hoy de todo lo que poseen!

¡Cuánta dignidad pisoteada!


Nunca la abundancia económica había generado tanta pobreza humana, tanto
sufrimiento, tanto dolor. Poco a poco esta economía sin sentido...nos mata.

Padre Nuestro, que estás en el cielo...


Dios te salve, María, llena eres de gracia... Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo... V/. ¡Señor!, pequé:
R/. Ten piedad y misericordia de mí. Amén.
UNDÉCIMA ESTACIÓN JESÚS ES CLAVADO EN LA CRUZ

V. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos R. Que por tu santa Cruz redimiste al mundo

La Cruz de Jesús, es la Palabra con la que Dios ha respondido al mal del Mundo.
(Papa Francisco)

REFLEXIÓN

El tiempo ha llegado. Los gritos de dolor resuenan mientras el martillo golpea los
clavos. Los soldados romanos eran expertos en la tortura y la ejecución eficiente.
Los clavos perforan el cuerpo sagrado que ganó nuestra salvación. La Cruz es
levantada a la vista de todos, su cuerpo cuelga bajo el peso y la tensión. Cristo
habla palabras de amor, compasión y perdón y vemos que no es un criminal, pero
tampoco un maestro o profeta cualquiera. Él es Dios y está muriendo en la Cruz por
ti.

Cuando Cristo permitió que lo clavaran en la Cruz, te estaba mandando un


mensaje. Te estaba recordando que no hay dolor que sufras que Él no entienda.
Cristo te mostraba lo que era capaz de hacer para salvarte. Te estaba mostrando
que Dios prefiere morir que arriesgarse a vivir una eternidad sin ti. El sonido del
martillo en los clavos es el sonido de un Dios que te ama hasta morir.

Padre Nuestro, que estás en el cielo...


Dios te salve, María, llena eres de gracia... Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo... V/. ¡Señor!, pequé:
R/. Ten piedad y misericordia de mí. Amén.

DUODÉCIMA ESTACIÓN JESÚS MUERE EN LA CRUZ

V. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos R. Que por tu santa Cruz redimiste al mundo

“Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?” (Mc 15,34)

REFLEXIÓN

El cielo se oscurece. Cae la lluvia. La tierra tiembla. La creación reacciona a la


muerte del Creador. El mal ríe mientras El Transfigurado cuelga sin vida y sin forma.
Los ángeles guardan silencio. No hay más palabras. El Justo ha sufrido la mayor
injusticia. Todo está consumado.
Solo María, tu madre, y otras pocas discípulas, permanecieron allí, testigos de tu
sufrimiento y de tu muerte.

Padre Nuestro, que estás en el cielo...


Dios te salve, María, llena eres de gracia... Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo... V/. ¡Señor!, pequé:
R/. Ten piedad y misericordia de mí. Amén.
DECIMOTERCERA ESTACIÓN JESÚS ES BAJADO DE LA CRUZ Y ENTREGADO A
SU MADRE

V. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos R. Que por tu santa Cruz redimiste al mundo

“Al anochecer, como era el día de la Preparación, víspera del sábado, vino José de
Arimatea, miembro noble del Sanedrín, que también aguardaba el reino de Dios; se
presentó decidido ante Pilato y le pidió el cuerpo de Jesús. Este compró una sábana
y, bajando a Jesús, lo envolvió en la sábana.” Mc (15,42- 43.46a)

VÍDEO

Estación XIII. Película de la Pasión . Mel Gibson.

https://youtu.be/FUvWFChOiTA

REFLEXIÓN

Con qué brutalidad te clavaron en la cruz,con qué delicadeza te bajaron de ella.


Lentamente, como para no herir más al malherido; lentamente, como para no matar
más al que se ha quedado muerto; lentamente, con la delicadeza de quien carga a
un pequeño niño, al más frágil, al más débil, al más vulnerable; lentamente, así lo
bajaron de la cruz. Y lo dejaron, como años antes lo dejó un ángel, en los brazos
de María, dormido junto a su pecho, descansando en su mirada. Ella lo veía,
repasaba ese cuerpo hermoso y conocido y conservaba todas esas cosas en su
corazón. ¡Ah! Y una vez más le preguntó: “¿Por qué?” “Es que no sabías, le dijo a
los doce años, que tenía que estar en las cosas de mi Padre”. Y éstas eran las cosas
del Padre: morir de amor.

Escuchen, no tienen que quedarse en el cansancio de la vida, en el agotamiento de


la existencia. Lentamente, delicadamente, con cuidado y con mimo, sabiendo lo
frágiles y débiles que somos, Él nos baja de nuestras cruces y nos cuida y nos
guarda en su regazo, como una madre a su niño. Porque Él se entregó y nos amó a
todos hasta el extremo.

Padre Nuestro, que estás en el cielo...


Dios te salve, María, llena eres de gracia... Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo... V/. ¡Señor!, pequé:
R/. Ten piedad y misericordia de mí. Amén
DECIMOCUARTA ESTACIÓN JESÚS ES PUESTO EN EL SEPULCRO

V. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos R. Que por tu santa Cruz redimiste al mundo

“Llegó también Nicodemo, el que había ido a verlo de noche, y trajo unas cien
libras de una mixtura de mirra y áloe. Tomaron el cuerpo de Jesús y lo envolvieron
en los lienzos con los aromas, según se acostumbra a enterrar entre los judíos.“ (Jn
19, 39-40)

REFLEXIÓN

Eres colocado en tu sepulcro. Echan a rodar la gran piedra en la entrada y allí


quedas Tú, en tu tumba. Pero yo sé que en tres días Tú vas a resucitar. Y vas a dar
un nuevo sentido a la vida, y nos vas a enseñar un nuevo modo de vivirla.
Resucitarás de entre los muertos y así la muerte habrá perdido su presa sobre la
humanidad y nuestros miedos serán superados, porque Tú has demostrado que eres
el Hijo de Dios.

ORACIÓN

Oh Dios, por difíciles que parezcan las cosas, no podrán llegar a lo dura que fue la
vida de tu Hijo. Y a pesar de sus sufrimientos, todo acabó bien al final. Tú nos
prometes también a nosotros la victoria final, y por eso queremos permanecer
contigo. Ayúdame a seguir siempre el camino de Jesús: aceptando lo que no
podemos cambiar, cambiando lo que podemos por el bien de la humanidad,
siguiendo de cerca el camino que Tú has pensado para mí en este mundo.

Padre Nuestro, que estás en el cielo...

GESTO: EN UNA BENDA ESCRIBE LO QUE QUIERES ENTERRAR DE TUS CRUCES.


Dios te salve, María, llena eres de gracia... Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo... V/. ¡Señor!, pequé:
R/. Ten piedad y misericordia de mí. Amén.
“X AMOR, LA RENUNCIA”

Objetivos:

- Ayudar al joven a comprender que toda elección implica una renuncia, y que esa renuncia no es
negativa, sino constructiva.

- Ayudar al joven a identificar situaciones de su vida (o de gente cercana) donde han vivido la renuncia
por amor.

- Ayudar al joven a comprender que elegir AMAR (familia, amigos, pareja, a sí mismos…) supone
también vivir cosas desagradables (renuncia, dolor, tristeza…), teniendo a María como ejemplo.

1_ Nos situamos: (15 minutos)

- Dinámica: ¿Que 2 cosas te llevarías a una isla desierta?


Se le lanza la pregunta a los jóvenes. Para ayudarles en su decisión en unas mesas habrá
colocados diferentes objetos que pueden resultar útiles para la supervivencia (cantimplora,
cerillas, mochila, tiritas, ropa, algo de comida...), así como nombres/fotos de personas
(padres, hermanos, amigos…). Deben elegir cosas/personas en singular: mi padre, madre,
amigo, amiga, móvil, foto…) La actitud del catequista, una vez hayan compartido todos,
deberá ser de tratar hacer que se replanteen por qué han elegido llevarse A y no B y qué les
supone a ellos no haberse llevado B (por ejemplo, por qué han elegido llevarse a su madre y
no a su hermano; por qué han elegido llevarse a un amigo y no su teléfono móvil).

- ¿Os ha resultado difícil elegir? ¿Por qué?


- ¿Cómo te ha hecho sentir no poder elegir todo?
- ¿Solemos asociar la renuncia con algo más negativo o más positivo?

- Testimonio:
Samantha Rodríguez tiene a sus 21 años una responsabilidad que no es habitual a esta edad.
Hace tres años ella y sus hermanos perdieron a su padre debido a un cáncer, años antes había
fallecido su madre de la misma enfermedad. Al no contar con ningún familiar cercano que se
hiciese cargo de ellos, en su casa de Orlando, Florida, Samantha decidió cuidar de sus
hermanos pequeños: Milagros, Brenda, Michael y Destiny. En aquel momento, según
reconocía en declaraciones su realidad era la siguiente: “tengo 17 años, pero estos son mis
hermanos y hermanas… y cuando los miré, sabía que eran niños”. Tenía claro que eran
vulnerables y que necesitaban un adulto “así que me convertí en su adulto”, añadía. Samantha
no sólo se ocupa de cocinar para sus hermanos, los lleva al colegio, al médico, a las
actividades deportivas y, además, les ayuda con sus deberes. Todo esto lo compagina con
estudiar a tiempo parcial y trabajar como camarera para poder mantener a la familia. A
pesar de esta situación, Samantha es muy optimista y cuando se le pregunta cómo lo consigue,
contesta diciendo que fue su madre quien le dio tanta fuerza. “Pasé mucho tiempo con ella y
la admiraba mucho... Cuando la perdimos, sabía que quería ser como ella en todos los
sentidos. Un esfuerzo que reconoce Milagros, diciendo que su hermana mayor “básicamente
dejó su vida para cuidar de nosotros.

- ¿Qué os ha parecido el testimonio de esta joven?


- ¿A qué cosas creéis que ha renunciado y está renunciando?
- ¿Por qué pensáis que renuncia a tantas cosas? → AMOR
2_ Profundizamos: (35 minutos)

- ¿Conocéis alguna persona en la Bíblia que haya renunciado a algo? ¿Quién?


Durante este rato se trabajará la renuncia teniendo como modelo a la Virgen María,
quien durante su vida renunció a muchas cosas por ese AMOR a Dios. Cada lectura
está relacionada con una renuncia: al poder, al saber (sabiduría) y al tener (riqueza)
correspondientemente, que son las tentaciones del diablo a Jesús en el desierto.

1_ Anunciación (Lc 1, 26-38) → X AMOR: LA RENUNCIA AL PODER

En el mes sexto, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea
llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa
de David, el nombre de la virgen era María. El ángel, entrando en su presencia, dijo:
“Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo”. Ella se turbó grandemente ante
estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquel. El ángel le dijo:”No temas
María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a
luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo,
el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob
para siempre, y su reino no tendrá fin”. Y María dijo al ángel: “¿Cómo será eso, pues
no conozco varón?”. El ángel le contestó: “El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la
fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer será
llamado Hijo de Dios. También tu pariente Isabel ha concebido un hijo en su vejez, y
ya está de seis meses la que llamaban estéril, porque para Dios nada hay imposible”.
María contestó: “He aquí la esclava del señor; hágase en mí según tu palabra”. Y el
ángel se retiró.

Proclamándose como “esclava” María se reconoce pequeña ante el infinito amor de


Dios, elige obedecerle, cumplir su palabra. No es una obediencia en un sentido
negativo (opresión, pérdida de libertad) sino en el sentido de una persona que
escucha y se encuentra con la Verdad (Yo soy el camino, la verdad y la vida) y decide
responder/ seguir esa verdad que ha escuchado.

- ¿De 1 a 10 cuánto de importante es el poder en mi vida? → Buscar situaciones de su vida.


- ¿Cómo vivo hoy en día el valor de la humildad/obediencia? (padres, catequistas, Iglesia)

2_ Jesús se pierde en el templo (Lc 2, 41-51) → X AMOR: LA RENUNCIA AL SABER

Sus padres solían ir cada año a Jerusalén por la fiesta de la Pascua. Cuando cumplió
doce años, subieron a la fiesta según la costumbre y, cuando terminó, se volvieron;
pero el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin que lo supieran sus padres. Estos,
creyendo que estaba en la caravana, anduvieron el camino de un día y se pusieron
a buscarlo entre los parientes y conocidos; al no encontrarlo, se volvieron a Jerusalén
buscándolo. Y sucedió que, a los tres días, lo encontraron en el templo, sentado en
medio de los maestros, escuchándolos y haciéndoles preguntas. Todos los que le oían
quedaban asombrados de su talento y de las respuestas que daba. Al verlo, se
quedaron atónitos, y le dijo su madre: “Hijo, ¿por qué nos has tratado así? Tu padre
y yo te buscábamos angustiados”. Él les contestó: “¿Por qué me buscabais? ¿No
sabíais que yo debía estar en las cosas de mi Padre?”. Pero ellos no comprendieron
lo que les dijo. Él bajó con ellos y fue a Nazaret junto a ellos. Por su parte, María
guardaba todas estas cosas en su corazón.

Tratando de empatizar en cómo debería sentirse María podemos pensar que tendría
muchos sentimientos encontrados y también algunas preguntas sin responder. Sin
embargo, su actitud es todo lo contrario, decide no hacerle más preguntas a Jesús,
dejarle crecer y simplemente confiar en el plan de Dios.

- ¿De 1 a 10 cuánto de importante es el saber en tu vida? → Buscar situaciones de su vida.


- ¿Busco siempre llevar la razón? ¿Busco tener absolutamente todo controlado y saber todo lo
que va a pasar?
- ¿Cómo vivo hoy en día el valor de la confianza? (Dios, promesas…)

3_ Pasión (Jn 19, 25-27) → X AMOR: LA RENUNCIA AL TENER (RIQUEZA)

Junto a la cruz de Jesús estaban su madre, la hermana de su madre, María, mujer


de Cleofás, y María Magdalena. Jesús, al ver a su madre y junto a ella al discípulo
al que amaba, dijo a su madre: “Mujer, ahí tienes a tu hijo”. Luego dijo al discípulo:
“Ahí tienes a tu madre”.

En este momento tan importante para los cristianos María (indirectamente) está
renunciando a su hijo, a su tesoro más preciado ¿por qué? ¿qué sentido puede tener
esto? La Virgen se convierte en madre de todos los cristianos y de la Iglesia, es
únicamente ese amor sin límites de madre el que puede justificar una renuncia tan
grande.

- ¿De 1 a 10 cuánto de importante es el tener/la riqueza en tu vida? → Buscar situaciones de su


vida.
- ¿Cómo vivo hoy en día el valor de la pobreza y la solidaridad/generosidad?

3_ Actuamos: (10 minutos)

María fue ejemplo del “Hágase”, lo más importante no es que renunciara al poder,
al saber y al tener, sino que eligió la mejor parte: la humildad, la confianza en Dios
y la generosidad.

“María ha elegido la parte buena, que no le será quitada.” (Lc 10, 42) Y tú, ¿has
elegido ya?

Pidiendo a Nuestra Madre María que se ocupe de todo y nos acompañe en nuestras
decisiones, animar a los chavales a que concreten en compromisos alguna elección
que les hará renunciar al saber, poder, tener… (Ej: Tratar de escuchar más a mis
padres y no pensar que siempre tengo la razón, ser más consciente de la ropa que
me compro y de cuánto la necesito o no…)

Mientras, escuchamos la canción Ocúpate Tú de Todo de Hakuna.


https://www.youtube.com/watch?v=du8zVtkHdyk&ab_channel=HakunaGroupMusic
-Topic
HORA DE NONA
Introducción

Cierra el cielo los ojos: No puede el cielo ser tan impasible


Cae la noche a plomo sobre el cuando en la cruz está muriendo un
mediodía hombre,
de aquel viernes de abril en el ya solo sufrimiento y sangre,
Calvario. cuando muere el amado de Dios.

Tener una cruz/Cristo de San Damián, crucifijo, etc., delante mientras escuchan el
siguiente texto y se imaginan a los pies de la cruz.
TEXTO
María levanta su cabeza del pecho de Juan y mira a Jesús. Le llama, porque no le distingue
bien por la poca luz y porque sus ojos están llenos de lágrimas. Le llama tres veces: “¡Jesús!
¡Jesús! ¡Jesús!”. Es la primera vez que le llama por el nombre desde que está en el Calvario.
Hasta que, al resplandor de un relámpago que forma como una corona sobre la cima del
Gólgota, le ve, inmóvil, pendiendo todo Él hacia fuera, con la cabeza tan reclinada hacia
delante y hacia la derecha, que con la mejilla toca el hombro y con el mentón las costillas.
Entonces comprende. Entonces extiende sus brazos temblorosos en el aire oscuro y grita:
“¡Hijo mío! ¡Hijo mío! ¡Hijo mío!”. Luego escucha… Tiene la boca abierta, con la que parece
querer escuchar también; e igualmente tiene dilatados los ojos, como si hubiera abierto sus
ojos de esa forma para ver… No puede creer que su Hijo haya muerto… Juan, que también
ha estado mirando y escuchando, y ha comprendido que todo ha acabado, abraza a la
Virgen, trata de alejarla, diciendo: “No sufre ya”. Pero, antes de que el apóstol termine sus
palabras, María, que ha comprendido, se desprende de los brazos del apóstol, se vuelve, se
pliega curvándose hasta el suelo, se lleva las manos a los ojos y grita: “¡No tengo ya Hijo!”.
¿Qué le diríais a Jesús en ese último momento? ¿Cómo os despediríais de Él?

Canción: la medida del amor / no sé qué viste en mí

ORACIÓN FINAL:
Jesús, hermano nuestro, Alienta a los que tratan de alejarse del
con tu muerte has vuelto a abrir para pensamiento de la muerte.
nosotros Y cuando para nosotros llegue también
el camino cerrado por la culpa de la hora dramática y bendita,
Adán. acógenos en tu gozo eterno,
Nos has precedido en el camino no por nuestros méritos,
que lleva de la muerte a la vida. sino en virtud de las maravillas que tu
Te has cargado con el miedo y los gracia obra en nosotros.
tormentos de la muerte,
cambiándole radicalmente el sentido: Jesús,
has cambiado la desesperación que expirando entregas la vida en manos
provocan, del Padre
haciendo de la muerte un encuentro de y derramas sobre la Esposa el regalo
amor. vivificante del Espíritu.
Conforta a los que hoy emprenden tu
mismo camino. R /. A ti la alabanza y la gloria por los
siglos.
SÁBADO SANTO
DESIERTO EMAÚS
INTRODUCCIÓN
Ya han pasado tres días desde que empezaste a acompañar a Jesús en esta
Pascua. Le has acompañado en el servicio, durante la Última Cena y el
lavatorio de pies, pasando por Getsemaní, pero también le has acompañado
en la cruz, y en el camino que recorrió hasta llegar a esta.
Y después de todas las emociones que has sentido estos días aquí estamos tú
y yo, en este desierto del Sábado Santo. Hoy Jesús ya no está con nosotros, y
con su marcha parece que el mundo está más triste, más apagado. Con esta
actitud de silencio y escucha te propongo que te acerques a las preguntas que
aparecen después y te animo a hacer posible una vida confiada, a esperar en
Dios, a REGALARTE por Dios.
Pero antes de que nos pongamos manos a la obra te recomiendo que busques
una posición cómoda, que apagues el móvil y no tengas distracciones.
Comienza a coger y a soltar el aire relajadamente y concéntrate en el ritmo
de tu respiración… Poco a poco irás despejando tu mente, cierra los ojos y
trata de escuchar el “silencio” que tienes a tu alrededor.
Ahora que tu cuerpo ya está preparado para comenzar te invito a invocar al
Espíritu Santo a través de esta oración:

Ven, Espíritu Santo,


llena mi corazón y enciéndeme el fuego de tu amor.

Envíame tu Espíritu Creador


y renueva la faz de la tierra.

Oh Dios,
que has iluminado los corazones de tus hijos
con la luz del Espíritu Santo;
hazme dócil a tus inspiraciones
para gustar siempre el bien
y gozar de tu consuelo.

Por Cristo nuestro Señor.


Cuando hablamos de Desierto, se nos viene a la mente las dunas de arenas,
un sol insoportable, fatiga y calor. En un desierto podemos encontrar la
sensación de soledad, angustia, aburrimiento, desorientación o incluso
podemos encontrarnos NADA…
En el Desierto de hoy, el señor quiere salir a tu encuentro y hablarte al
corazón. Y es que el desierto para un cristiano es tiempo de ORAR, de
reflexionar, de parar y hacer una lectura de nuestra vida y saber qué camino
queremos coger…. Tiempo de mirarnos por dentro y encontrarnos con Dios.
AMBIENTACIÓN:
A la derecha encontramos una mesa puesta con vasos y cuencos llenos, y un
pan grande partido, pero nadie comiendo. Da la impresión de que han dejado
todo a mitad, como si algo importante hubiera sucedido.
En medio una ventana y proyectado dos personas caminando. Al fondo
Jerusalén.
A la izquierda una cruz con telas.

¿DÓNDE ESTAMOS?

Nos encontramos ante una mesa, parece preparada para una comida, quizás
una cena, pues ya ha anochecido. Incluso parece que ya habían empezado a
comer: Se ven los vasos llenos, bandejas con comida, las velas encendidas, un
pan recién partido… Y nos encontramos con una cruz desolada, en el suelo,
con clavos y agua… Nadie alrededor…¿Qué habrá ocurrido? ¿A dónde
habrán ido? Algo muy importante ha debido suceder allí, algo que les haya
hecho dejar todo lo que estaban haciendo...
Nos acercamos a la ventana, desde allí se ve un camino,
al fondo Jerusalén. Dos personas caminan con prisa
saliendo de la ciudad…

Pues sí, es el relato de los discípulos de Emaús. Dos discípulos desencantados por los
acontecimientos, deciden fugarse de aquella realidad, marcharse de Jerusalén (de
Jesús), hacia Emaús (ciudad del confort, tentaciones, egoísmo). Y es que hoy, tú eres uno
de esos discípulos que coge la maleta y se marcha a Emaús…
Ahí tienes tu maleta. Una maleta que la vas a empezar a llenar de objetos de tu propia
vida, objetos que te indicarán dónde estás en el camino… Si cerca de Jerusalén o cerca
de Emaús… ¿Estás preparado? ¡Pues levántate y mete todo lo necesario en la maleta
que nos vamos de viaje!
DINÁMICA:
1. Acércate a la mesa de la cena… Allí has estado tú cenando con Jesús, compartiendo la
Eucaristía con la Iglesia, tomando su mismo cuerpo y sangre… Y sin embargo, te has
levantado de la mesa y dejado todo sin recoger… Mira el pan partido… ya no hay nadie
en la mesa pues el Señor ya no está y tú estás dormido en la cosas “importantes” de la
sociedad.
Coge aquellos aspectos que te identifican o sean de tu rutina diaria y mételos en la maleta.
estudios, ropa, maquillaje y físico, alcohol, tabaco, comida healthy, deporte, sexo y
pornografía, Tiempo de sueño, tv y play, redes sociales, pereza, dejar todo para el último
momento, cine y teatro, fiesta, dinero, compras, actualidad social(aborto, eutanasia…) )
2. Ahora acércate a la cruz… en ella Jesús murió por nosotros por amor, se desvivió para
salvarnos, sacrificó su vida por la nuestra y lo hizo feliz y lleno de paz…
Coge aquellos aspectos que llevas a cabo habitualmente y mételos en tu maleta.
(Voluntariado, cuidado de otros, oración personal, parroquia/catequesis, confesión,
eucaristía, lectura evangelio o libros espirituales, acompañamiento espiritual, limosna,
caridad)

Pues ya tienes lista la maleta de “tus cosas importantes” para


emprender el camino hacia un nuevo destino… Siéntate, Lee
el pasaje, personaliza la escena, siéntete dentro de ella y sé
sincero contigo mismo…
Lc 24,13-24: Jesús trata de averiguar la realidad que hace sufrir a los discípulos
“Aquel mismo día, dos de ellos iban caminando a una aldea llamada Emaús, distante
de Jerusalén unos sesenta estadios; iban conversando entre ellos de todo lo que había
sucedido. Mientras conversaban y discutían, Jesús en persona se acercó y se puso a
caminar con ellos. Pero sus ojos no eran capaces de reconocerlo. El les dijo: «¿Qué
conversación es esa que traéis mientras vais de camino?». Ellos se detuvieron con aire
entristecido. Y uno de ellos, que se llamaba Cleofás, le respondió: «¿Eres tú el único
forastero en Jerusalén que no sabes lo que ha pasado allí estos días?». Él les dijo:
«¿Qué?». Ellos le contestaron: «Lo de Jesús el Nazareno, que fue un profeta poderoso
en obras y palabras, ante Dios y ante todo el pueblo; cómo lo entregaron los sumos
sacerdotes y nuestros jefes para que lo condenaran a muerte, y lo crucificaron. Nosotros
esperábamos que él iba a liberar a Israel, pero, con todo esto, ya estamos en el tercer
día desde que esto sucedió. Es verdad que algunas mujeres de nuestro grupo nos han
sobresaltado, pues habiendo ido muy de mañana al sepulcro, y no habiendo
encontrado su cuerpo, vinieron diciendo que incluso habían visto una
aparición de ángeles, que dicen que está vivo. Algunos de los
nuestros fueron también al sepulcro y lo encontraron como habían
dicho las mujeres; pero a él no lo vieron».

Es Jesús quien toma la iniciativa, como siempre. Los dos discípulos se


alejaban de Jerusalén, de él. Solo querían apartar de su cabeza aquella
pesadilla, lo que no les gusta. Pero a pesar del desengaño sufrido por su
muerte van hablando de Jesús.
Nosotros también nos alejamos muchas veces de Jesús pensando que la
felicidad está en otras cosas y en otro sitio. Somos personas que siempre
esperamos lo que pensamos, como los discípulos esperaban que se
cumplieran sus expectativas. Pero estaban tan cegados de que se estaba
cumpliendo lo prometido, que decidieron coger el camino fácil e irse a lo que
le generaba la felicidad instantánea. Cuando esperamos y no se nos da algo,
surge la desilusión. Lo que Dios puede darnos ya lo tenemos. El
desengaño es fruto de una falsa esperanza. Por no esperar lo que Jesús
da, la desilusión está asegurada.

¿De qué estoy cegado? ¿Qué aspectos de la maleta ponen en


crisis mi fe y me alejan de Dios? ¿Por qué?

Lc 24,25-27: Jesús ilumina la realidad de los dos discípulos con la luz de la


Escritura
“Entonces él les dijo: «¡Qué necios y torpes sois para creer lo que dijeron
los profetas! ¿No era necesario que el Mesías padeciera esto y entrara
así en su gloria?».
Y, comenzando por Moisés y siguiendo por todos los profetas, les explicó
lo que se refería a Él en todas las Escrituras.”
Si queremos encontrarnos con el Jesús que da Vida, tenemos la palabra de Dios como
instrumento. Pero el mensaje de la Escritura no está en la letra sino en la experiencia de
Dios. Las palabras sólo son palabras, las letras, sólo letras, pero la experiencia de Dios es
lo que marca y cambia a una persona interiormente. Porque Dios habla desde lo hondo del
ser. Jesús acompaña a los discípulos y los da consejos con su palabra sin que ellos le den
importancia.

¿Qué momentos he experimentado la compañía de Dios? ¿Leo el evangelio y me


siento cerca de Jesús?

Lc 24,28-32: Jesús comparte el pan y celebra con los discípulos


“Llegaron cerca de la aldea adonde iban y Él simuló que iba a seguir
caminando; pero ellos lo apremiaron, diciendo: «Quédate con nosotros,
porque atardece y el día va de caída». Y entró para quedarse con ellos.
Sentado a la mesa con ellos, tomó el pan, pronunció la bendición, lo
partió y se lo iba dando. A ellos se les abrieron los ojos y lo
reconocieron. Pero él desapareció de su vista Y se dijeron el uno al otro:
«¿No ardía nuestro corazón mientras nos hablaba por el camino y nos
explicaba las Escrituras?»”
Jesús se hace el encontradizo, acompaña en el camino, en las dudas y en la
tristeza pero, para reconocerle, es necesario algo más. Los discípulos le
acogen en su casa, le invitan a entrar y es entonces cuando le reconocen.
Ese encuentro ilumina sus vidas, les quita
el miedo y les hace ser conscientes de
que todo lo prometido era verdad, tan
sólo les hacía falta un “chas” para
reconocerlo. Nosotros a veces también
necesitamos esa chispa que enciende
nuestro corazón y nos ayuda a ser
conscientes que Jesús realmente VIVE
entre nosotros.
Esa chispa hay que mantenerla
encendida y para ello es necesario
buscar momentos de encuentro con Dios, a través de la Palabra, en la oración,
en la Eucaristía, en el encuentro con el hermano… Sólo así podremos mantener
nuestra vida iluminada y podremos dar luz a nuestro alrededor.
Levántate, te animo a darte otra vuelta por la zona de la cena y de la cruz y escojas
aquellas que te gustaría adquirir como hábito en tu día a día para acercarte más a Jesús. .
¿Qué aspectos quieres cambiar de los que ya tienes y cuáles incorporar o potenciar?
Al partir el pan, cuando nos evoca este gesto, de partir y repartir el pan. Es una
referencia a tantas comidas en común, a la multiplicación de los panes, etc. Pero sin duda
el gesto narrado hace también referencia a la Eucaristía.
¿Cómo vivo la Eucaristía y confesión? Intensamente, algo obligatorio, no le
encuentro sentido, algo necesario cada semana…

Lc 24,33-35: Los dos discípulos regresan a Jerusalén y comparten su


experiencia de la resurrección con la comunidad.
“Y, levantándose en aquel momento, se volvieron a Jerusalén, donde
encontraron reunidos a los Once con sus compañeros, que estaban
diciendo: «Era verdad, ha resucitado el Señor y se ha aparecido a
Simón». Y ellos contaron lo que les había pasado por el camino y cómo
lo habían reconocido al partir el pan.”
Todo ha cambiado en los dos discípulos, de alguna manera ellos mismo resucitan,
pierden el miedo y son conscientes de que esa alegría que inunda su corazón no
pueden guardársela. Se animan y regresan a Jerusalén, símbolo de la comunidad
cristiana, para contarles la esperanza y contagiar la chispa de ese encuentro con
Jesús.
Nosotros también volvemos, cada uno a nuestras casas, familias, clases,
trabajos, quehaceres y ocupaciones.

¿Qué me pide Dios que haga en estos momentos de mi


vida? ¿Cuál es mi vocación en este mundo? ¿Cómo me
puedo regalar a los demás?
Te animo a que en la ventana central, plasmes tu
compromiso de envío. Ese propósito que te acabas
de marcar para este nuevo tiempo litúrgico.
Y con toda esta preparación de la maleta ya sabes DÓNDE ESTÁS EN EL
CAMINO… Si estás cerca de Jerusalén (cerca del Señor) o en Emaús (alejado
del Señor)… Pero el dónde estés no importa… lo que importa es el camino y
hacia dónde queremos ir.
A veces pensamos que estamos solos en el camino de la vida pues los problemas o
nuestra forma de vida nos ciegan para apreciar a Dios, y es cuando el camino se
nos hace largo, triste, aburrido… Y sin embargo, si alguien nos acompaña, ese
camino se nos hace más ligero… De pronto, esa presencia se hace evidente y
descubrimos que en realidad nunca estuvimos solos, que Dios siempre nos
acompaña.
Pero no es Jesús quien cambia para que le reconozcamos a nuestro lado, son
nuestros propios ojos los que se tienen que abrir para reconocerle. No se trata de
ver algo nuevo sino de ver con unos ojos nuevos lo que tenemos delante.
Hoy, el episodio de Emaús nos advierte que es posible caminar junto a él y no
reconocerlo por estar cegados por “importante de la sociedad”. Aprendamos a estar
mucho más atentos para no perder ese contacto usando las herramientas que
tenemos a nuestro alcance.

ORACIÓN FINAL
Padre resucitado, que sienta la paz que me muestras, que no se cierren mis “puertas”
por el miedo, que me aferre al Espíritu que me regalas, para vivir intensamente el
compromiso de sentirme enviado.

Señor mío y Dios mío, perdona mis debilidades, mis dudas, mis temores. Porque aun
siendo a veces como los discípulos, deseo buscarte, estar contigo. Porque aunque
me encierre en mis silencios o en mis ruidos, en mis comodidades o en mis
ocupaciones. Tú sabes cómo entrar en mi vida, cómo hacerla distinta, cómo insuflar
aire en mis vacíos y oxigenar mi alma endurecida. Que el Espíritu renovado de la
resurrección, impulse mi fe, mi permanencia en Ti, y aliente el ánimo modesto de
quien quiere quererte, seguirte y responderte, Padre.

Tu Amor es mi paz, mi paz es tu perdón, y tu perdón es mi camino de testimonio al


amparo de tu Fuerza.
AMÉN.
DOMINGO DE RESURRECIÓN
CIERRE PASCUA
Juego/dinámica para favorecer el compartir: -among us- por parejas tienen
que ir a las diferentes zonas resolviendo las tareas (compartir la alegría de la
Resurrección). Un catequista en cada zona anotando puntos importantes que
van compartiendo.
Tareas:
- Mejor momento de la Pascua
- Momento más emotivo
- Momento que más he sentido al Señor
- Qué me llevo de la Pascua
- Cómo voy a llevar esta alegría en mi día a día + rezar por lo que me cuenta
mi compañerx

Prueba final: acción de gracias conjunta (zona de oración/templo).


Materiales: tarjetas e identificar zonas.

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