Está en la página 1de 10

Título de la comunicación

EL ROL DEL CURADOR DE CONTENIDOS EN EDUCACIÓN Y SU


APLICACIÓN EN EL AULA UNIVERSITARIA

Concepción Torres Begines


Universidad de Málaga
contorbeg@uma.es

Para citar este trabajo Torres Begines, C. (2014). El rol del curador de
contenidos en educación y su aplicación en el aula universitaria. En Gómez, E.
R.; Ríos, J.M. y Sánchez, J. (Coords.). Buenas prácticas con TIC en la
educación. Una visión desde Iberoamérica. Málaga: Universidad de Málaga y
Centro Universitario de los Valles, Universidad de Guadalajara.

Palabras clave:

Curador de contenidos, infoxicación, tic, buenos usos, redes sociales

Resumen:

Esta comunicación defiende la inclusión del rol del curador de contenidos en el


ámbito de la educación. Para ello, se llama la atención en primer lugar sobre el
problema de la infoxicación académica, presente en profesorado y alumnado a
partes iguales. La introducción de una formación en el tema en cada una de las
materias impartidas y dedicada sobre todo a la curación de contenidos en el
área de conocimiento que se está trabajando en clase dará unos resultados
muy satisfactorios. Para demostrarlo, se ofrecen algunos conceptos y
herramientas que fueron presentados en una clase de Literatura Infantil en la
Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Málaga, donde esta
labor destacó por sus buenos resultados y su aceptación entre el alumnado
participante.

Frente al recurso tradicional del manual, hoy en día Internet se ha convertido


en la principal fuente de conocimiento académico (Serrano – Puche,2014): “La
proliferación de pantallas –y con ellas la multiplicación del consumo
informativo– está desplazando y reduciendo la importancia que
tradicionalmente ha tenido el libro impreso en la adquisición y generación de
conocimiento”. Hace un tiempo se podría haber pensado que el problema era la

-1-
Título de la comunicación

poca credibilidad del medio digital, pero, superado ya este escollo, hoy en día
nos encontramos con otro: la sobreabundancia de información.

Pensemos en el proceso de investigación realizado para cualquier trabajo.


Primer paso: encontrar un tema. Hoy en día las redes sociales son una fuente
inagotable de ideas que se publican, se comparten y se marcan como favorito
para leerlas más tarde cuando se tenga un momento, aunque ese momento en
muchos casos no llegue nunca. Segundo paso: buscar unas bases teóricas en
estudios que previamente se hayan realizado sobre el tema elegido. Aquí el
abanico se abre aún más y encontramos varios enfoques y especializaciones
sobre nuestro tema. Esto unido a que en cada una de las páginas visitadas
encontramos toda una red de enlaces encadenados que nos abren las puertas
de un mundo hasta ahora desconocido. Las preguntas habrán empezado a
surgir casi desde el primer momento, pero, ahora que tenemos todas las
fuentes de información se nos abre la gran pregunta: ¿son todas igual de
fiables? ¿son todas necesarias? ¿por cuál me decanto?

Según una encuesta realizada en siete países diferentes (Australia, Brasil,


China, Francia, Indonesia, Japón y Estados Unidos), y cuyos resultados
recogió el periódico El País en 2010, nos sentimos abrumados por la cantidad
de información que cada día nos llega a través del correo electrónico, redes
sociales y buscadores. Algunos datos son significativos: el 60 % de los adultos
cree que se comparte demasiada información y al 90 % le gustaría que la gente
reflexionara antes de compartir contenidos en la red.

Este problema, bautizado como “nube tóxica de datos” (Shenk, 1997), “torrente
mediático” (Gitlin, 2005), “infoxicación” (Cornella, 2008), “infopolución” (Bray,
2008), “diluvio de información” (Gleick, 2011); “infoglut” (Andrejevic, 2013), es
para muchos especialistas uno de los males que el uso de internet ha traído
consigo. Para Ramón Archano (2011), es "solo un aperitivo de lo que va a ir
llegando". Buscar información supone un gasto de tiempo (se invierte al menos
una hora al día en la búsqueda y filtración), de dinero (20 € es lo que cobra un
empleado medio a la hora) y un coste de oportunidad (se produce una pérdida
de información que la competencia puede aprovechar).

Este tema se torna aún más preocupante cuando nos adentramos en el mundo
académico. Actualmente, los alumnos viven conectados a las redes sociales y
a internet, moviéndose a sus anchas por el mundo virtual, pero no sabiendo
muchas veces como filtrar esa información que reciben o eligiendo las fuentes
más populares, pero no por ello las más fiables. No hay profesor que no se
haya encontrado con un trabajo de investigación que es más bien un amasijo
de citas de páginas web y entradas de Wikipedia.

-2-
Título de la comunicación

Esta carencia del alumnado para saber filtrar y manejar esos contenidos es una
de las necesidades que hay actualmente en el mundo educativo y es labor del
docente enseñarles a usar filtros, recursos disponibles sobre la materia en
concreto y abrirles, en fin, un mundo de posibilidades más allá de los simples
mensajes, fotos y comentarios en las redes sociales o las masivas búsquedas
en Google. Pero para conseguir este objetivo es necesaria una formación seria
no solo del alumno, sino del propio profesor, quien debe adquirir las destrezas
necesarias para realizar sus propias búsquedas efectivas, lo que le permitirá
llevarlas a cabo centrándose en la materia concreta que quiera presentar ante
la clase. Un profesor “infoxicado” provocará un alumnado “infoxicado”. La gran
pregunta es: ¿cómo se consigue todo esto?

La solución la encontramos en el mismo medio que nos da el problema: las


nuevas tecnologías. Herramientas como Twitter, Storify, Pinterest, Scoop.it,
Delicious, etc. nos ofrecen la opción de ejercer de curadores de contenido o
content curator, concepto que debe ser entendido como la persona que busca,
recopila, filtra y comparte información de interés. Su labor está unida a la doble
variable que todo usuario de la red sufre: 1) cantidad de información disponible,
2) tiempo para analizarla (Serrano – Puche, 2014):

dado que la tecnología permite enviar más información en menos


tiempo y hay más agentes que emiten hacia los receptores
potenciales, el “ancho de banda” de información que recibe la gente
no para de crecer. Sin embargo, paralelamente cada vez más
disminuye la cantidad de tiempo que uno puede dedicar a cada
información que recibe.

A esto hay que unir la velocidad a la que se renuevan los contenidos en la red,
lo que nos ha creado una necesidad de llevar a cabo una lectura breve del
contenido que nos permita saber si nos es útil o no (Serrano – Puche,2014): “la
Red es un entorno que por sus propias características fomenta más bien una
lectura somera, un pensamiento distraído y apresurado”.

Frente a la idea de que a mayor cantidad de información recopilada, mejores


resultados, el curador de contenidos ofrece una selección contrastada y
reelaborada. Por tanto, su misión no es crear información, sino seleccionarla y
filtrarla según su propio criterio para luego compartirla a través de redes
sociales y comunidades de aprendizaje.

Para ello, según Valera (cifr. Mena Muñoz, 2014), el curador de contenidos
debe tener las siguientes cualidades:
1. Debe conocer a su audiencia, a aquellos que le siguen

-3-
Título de la comunicación

2. Tiene que estar al día de las tendencias, iniciativas y nuevos proyectos


recurrentes en su nicho de mercado específico
3. Ha de realizar un seguimiento importante a los artículos, charlas,
entrevistas, vídeos y conversaciones que se generen en internet para
saber los temas del momento y nutrirse de los “trending topics” del día
4. Distinguir y saber elegir bien entre lo que no vale nada y lo que sí
5. Monitorizar los actos, acciones o eventos relacionados con su tema
6. Reconocer las informaciones reales, contrastadas y rigurosas de
aquellas que son solo ruido o rumor
7. Sentir curiosidad por nuevos aspectos de su tema de acción
8. Conseguir transmitir a los seguidores que tiene un criterio profesional de
calidad
9. Ha de convertirse en una fuente creíble a través de su trabajo
10. No debe defraudar a sus seguidores o hacerles ver que están perdiendo
su tiempo

Por su parte, Javier Guallar y Javier Leiva – Aguilera, autores de la primera


obra en español sobre el tema, El content curator (2013), han dividido las
funciones de curador de contenidos en cuatro (las 4 S), convirtiéndose en un
clásico a la hora de definir el concepto y su misión:

1. Search (Búsqueda): Buscar fuentes y contenidos de interés.


2. Select (Selección): Seleccionar.
3. Sense Making (Caracterización): darle un sello personal a nuestra
selección, reelaborar el contenido.
4. Share (Difusión): Compartir.
Siguiendo la infografía realizada por Regina Torres, podríamos
desglosar el método de la siguiente manera (cifr. Mesa,2014):
1. Search:
1) Elaboración de un listado de términos de uso común
2) Búsqueda de fuentes personales y documentales
3) Monitorización: creación de alertas, RSS y redes sociales
2. Select:
1) Ofrecer el máximo valor en el mínimo espacio posible
2) Hacer una criba y seleccionar lo verdaderamente relevante
3) La gente quiere menos contenido, no más (Rosenbaum)
3. Sense Making:
1) Aportar nuestro sello distintivo
2) Marca de la casa
3) Fusión de los contenidos
4) Reelaboración
5) Valor añadido

-4-
Título de la comunicación

4. Share:
1) Publicación digital en la plataforma de curación
2) Participar activamente en la conversación
3) Recopilar observaciones y sugerencias
4) Fortalecer vinculación con el target

La labor del curador de contenidos no es, por tanto, la simple recopilación de


datos, sino su revalorización y difusión entre un público específico interesado
en un tema concreto.

Jerod Morris, Director de Contenidos de Copyblogger Media, propone cuatro


criterios a la hora de curar contenidos, los cuales quedan resumidos con las
siglas en inglés ROAR (rugido, en su traducción al español) (Morris,2014):
1) Read: que lo hayas leído. Imprescindible leer el contenido que vas
a compartir. Muchas veces nos quedamos en el título y resulta
que no se corresponde con lo que buscábamos.
2) Original: que sea original. Lo que la curación de contenidos
busca es la calidad de la información y los distintos enfoques
desde los que se puede ver un mismo concepto. La cantidad de
veces que se ha compartido la información no tiene que ser
proporcional a la calidad del contenido. Por eso, vuelve al punto
1.
3) Applicable: que sea útil. Esencial en la curación de contenidos.
Antes señalábamos que el rol del curador aparece por la cantidad
de información y la falta de tiempo para analizarla con el que
cuentan los usuarios. En la sociedad de lo inmediato, se busca
que todo tenga una aplicación práctica y concreta para el tema
que estamos trabajando.
4) Reputable: que sea de una fuente solvente. Aunque la difusión
cuantitativa que ha tenido no sea necesariamente significativa, si
lo es que venga de una fuente relevante, ya sea una revista, un
especialista, etc.

Una vez que hemos desgranado el concepto de curador de contenidos, hay


que preguntarse sobre los métodos y las herramientas con las que se puede
llevar a cabo esta labor. Para responder a esta cuestión, nos centraremos en la
clasificación dada por Rohit Bhargava en 2011 y que se ha convertido en el
modelo que los estudios posteriores han seguido. Según este experto en
marketing (responsable de la nomenclatura content curator) hay cinco modelos
de curación de contenidos (Bhargava,2011):
1) Agregación: La agregación es el acto de compilar la información más
relevante sobre un determinado tema en un solo lugar.

-5-
Título de la comunicación

2) Destilación: Destilación es el acto de compilar información en un


formato más simple, resaltando sólo las ideas más importantes o
relevantes a compartir.
3) Elevación: Se trata de identificar una tendencia dentro de los mensajes
diarios que se publican en Internet. Suelen compartirse en 140
caracteres, imágenes desde el móvil o en redes sociales.
4) Mashup: Cuándo se comparten en una sola pieza múltiples puntos de
vista sobre un tema en particular estamos haciendo un mashup de
información. Un buen ejemplo de ello sería el tipo de actividad que se
lleva a cabo cada día en Wikipedia.
5) Cronología: Una cronología es una forma de curación de contenidos
que reúne información histórica organizada sobre una base de tiempo,
para mostrar la evolución de un concepto o de un tema en particular.
Este es un modelo emergente, donde más y más líderes de
pensamiento seguirán compartiendo sus conceptos. Con la cronología
de curación de contenidos se contribuye a la discusión sobre un tema,
mencionando a otros que han pensado profundamente acerca de
determinados contenidos que convergen en un concepto similar.

Dentro de esta tipología podemos agrupar las herramientas que se usan en la


curación de contenidos. Actualmente existen muchas, lo que nos posibilita la
búsqueda de información según lo que otros han curado previamente o la
creación de nuestras propias ordenaciones de contenidos. Aunque
hay extensas listas de recursos, nos centraremos en seis herramientas que
hemos utilizado en el aula:

- Delicious: la red social de los marcadores en la que cada usuario puede


añadir, etiquetar o votar por contenidos interesantes. Facilita la
búsqueda dentro de un tema determinado con la ventaja de que ha sido
revisado antes y etiquetado por otra persona. Para nosotros, Delicious
supone el primer paso en la búsqueda y filtración de contenidos. En su
uso en el aula, una posibilidad es ofrecerle a los alumnos que hagan
búsquedas de contenido a través de esta plataforma en lugar de Google
o Wikipedia y analizar las diferencias cualitativas que encuentran.
- Diigo: posibilita la opción de crear un grupo en el que compartir
información entre los distintos miembros. En su uso en el aula, lo
utilizamos como medio para compartir contenidos sobre la asignatura,
haciendo que los alumnos compartieran un número mínimo de recursos
y fomentando su participación en las redes sociales.
- Pinterest: funciona como un conjunto de tableros en los que se puede
“pinear” el contenido deseado. Su principal característica es que tiene
una fuerte carga visual, lo que lo hace muy atractivo. Es el recurso de
curación de contenidos en auge. En su uso en el aula, puede ser

-6-
Título de la comunicación

utilizado como fuente de recursos visuales, como imágenes, plantillas,


infografías, etc.
- Scoop.it: su funcionamiento se basa en una serie de cajones en los que
la información se puede agrupar bajo un título común. En nuestro caso,
lo utilizamos para agrupar información antes de su fase de elaboración y
presentación ante el alumnado.
- Twitter: Evan Williams (2011), fundador de varias exitosas compañías
de internet, propone además el uso de las redes sociales como Twitter,
la cual nos presenta posibilidades como las listas de suscripción, marcar
favoritos, la opción de retwittear con menciones exclusivas a personas a
las que les interesa esta información en concreto y las recomendaciones
de la red social siguiendo las preferencias del usuario.
- Storify: al igual que Scoop.it, su utilidad es la de almacenamiento
ordenado de la información, aunque en este caso se presenta como si
fuera una historia, lo que le da una apariencia más dinámica y atractiva.

Nuestro proyecto en el aula comenzó por la ausencia de una formación sobre


herramientas TIC a la que se enfrentaba el alumnado, siéndole en muchos
casos sobreentendida por el uso que hacen de redes sociales y programas
informáticos. Sin embargo, ya en los primeros días se detectó un uso muy
básico y poco productivo de los recursos presentes en Internet. En cuanto a las
innovaciones informáticas, la mayoría presentaba como principal habilidad el
uso de la pizarra electrónica, gracias a un curso que recibieron durante su
formación previa.

Tras hacerlos conscientes de la necesidad de adquirir hábitos virtuales para


tratar con lo que se han venido a llamar “nativos digitales”, tomamos entre
todos la determinación de incluir un tema dedicado a las herramientas TIC
dentro del aula, centrado sobre todo en el aula de Educación Infantil, área
específica en el que los alumnos participarían, pero buscando la creación de un
entorno personal de aprendizaje al que poder recurrir fuera cual fuera la tarea
que tuvieran que llevar a cabo.

Una vez acordada la reforma del programa de la asignatura, se introdujo a los


alumnos en el tema con la definición del Entorno Personal de Aprendizaje y la
necesidad de creación de uno propio. A continuación, se pasó al uso de
aplicaciones informáticas como Prezi, el cual muchos conocían, aunque no
habían hecho uso de él.

El problema surgió cuando se les presentó un pequeño proyecto de


investigación en el que debían buscar información en internet. Tras una breve
encuesta, las principales fuentes que usaban eran Google y Wikipedia, además
de algunos blogs y entradas ofrecidas por los buscadores más populares. En

-7-
Título de la comunicación

ningún caso conocían las técnicas de filtrado y almacenaje de la información ni


le daban un uso académico a las redes sociales, las cuales quedaban
relegadas a su uso más social, como compartir fotos con amigos y estar
informados sobre las últimas noticias de interés general a través de las alertas
de los principales periódicos del país.

Una vez localizado el problema, se llevaron a cabo diferentes acciones que


para fomentar el redescubrimiento del mundo digital como una inmensa fuente
de información en la que hay que zambullirse con un método de búsqueda y
selección, siendo capaces de distinguir entre las fuentes de información más
fiables para nuestro trabajo. Las medidas fueron las siguientes:

En primer lugar, se propuso el análisis de una cuenta de Twitter de su


elección que estuviera relacionada con el campo de estudio de la asignatura (la
literatura infantil), lo que les dotó de una visión crítica respecto a la información
que se compartía en la red social, al tiempo que caían en la cuenta de la
importancia de tener peso profesional en las redes sociales, descubriendo
multitud de instituciones y páginas en las que encontrar recursos prácticos para
el aula.

En segundo lugar, se propuso agrupar los recursos encontrados en un grupo


de Diigo compartido por toda la clase, creándose así un banco de recursos
sobre Literatura Infantil que resultó muy útil para los trabajos que se fueron
realizando a lo largo del curso. Esto limitó la búsqueda a recursos que habían
sido recopilados y analizados por los propios compañeros, por lo que supuso
un primer filtro en la curación de contenidos que estábamos llevando a cabo en
el aula.

En tercer lugar, se les animó a ordenar los contenidos de forma cronológica,


afianzando el uso de Storify. Para ello se propuso, a raíz del tema que se
estaba tratando, dedicado a la Historia de la Literatura Infantil, que eligieran a
uno de entre una lista de autores significativos en este campo de estudio y
expusieran ante el resto de la clase sus hallazgos en la red siguiendo las
pautas dadas con anterioridad. Al utilizar la aplicación Storify la exposición se
hacía a modo de historia, por lo que resultaba mucho más atractiva y obligaba
a hacer una ordenación cronológica, aspecto que enlazaba con la presentación
del tema de Historia.

Los resultados de las actividades de curación de contenidos fueron muy


positivos, pudiendo resumirse en los siguientes puntos:
§ Buena aceptación de las actividades por parte del alumnado
§ Reconocimiento de las propias deficiencias en la búsqueda de
contenidos apropiados para la investigación

-8-
Título de la comunicación

§ Evolución en el uso de las herramientas tic y de curación de


contenidos a lo largo del curso
§ Aplicación de las herramientas propuestas en todas las tareas de
investigación de la asignatura, adaptando cada alumno los recursos
ofrecidos a su propio trabajo
§ Aplicación en otras asignaturas de las herramientas de curación de
contenidos propuestas
§ Aplicación de las herramientas de curación de contenidos propuestas
en el futuro profesional con la presentación de variantes como un
Diario del aula dirigido a los padres

A modo de conclusión, y en vista de los buenos resultados y la aceptación por


parte del alumnado, podemos concluir que es imprescindible una buena
formación del alumnado en materia de curación de contenidos, ya que esto no
solamente les da los medios para encontrar fuentes más fiables, sino que
contribuye a la creación y ampliación de su Entorno Personal de Aprendizaje. A
esto hay que unir la necesidad de una formación continuada en la que ir
incorporando nuevos conocimientos que se adapten a las necesidades de la
sociedad actual, la cual, como hemos ido viendo a lo largo de este análisis, se
encuentra en continuo cambio. Esta fluidez de los contenidos presentados
hacen que una buena formación del profesorado sea la base de la formación
de los alumnos, ya que si este no está formado, no podrá darle nunca a sus
alumnos la formación necesaria.

Con esta comunicación, hemos pretendido llamar la atención sobre la


necesidad de una formación del docente como curador de contenidos, lo que le
permitirá una actualización constante de su Entorno Personal de Aprendizaje,
fomentando la innovación y la aplicación de los nuevos medios en el aula.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:

- Archano, R. (2011) “Infoxicación o el problema del exceso de


información” en Papeles de inteligencia. URL:
http://papelesdeinteligencia.com/infoxicacion-o-el-problema-del-exceso-
de-informacion
- Bhargava, R. (2009) “Manifesto for the content curator: the next big
social media job in the future?”. URL:
http://www.rohitbhargava.com/2009/09/manifesto-for-the-content-curator-
the-next-big-social-media-job-of-the-future-.html

-9-
Título de la comunicación

- -- (2011) “The 5 models of content curation”. URL:


http://www.rohitbhargava.com/2011/03/the-5-models-of-content-
curation.html
- E.P. (2012). “Exceso de información: un problema global”. Madrid: El País.
- Guallar, J., Leiva-Aguilera, J. (2013) El content curator. Guía básica para
el nuevo profesional de internet. Barcelona: Ed. UOC, Colección El
profesional de la información, n. 24
- Mena Muñoz, S. (2014) “Herramientas contra la infoxicación en los social
media: los content curator. Ámbitos Comunicación. URL:
http://ambitoscomunicacion.com/2014/herramientas-contra-la-
infoxicacion-en-los-social-media-los-content-curators/
- Mesa, E. (2014) “Curadores de contenidos. Buscadores de información
en el caos de la web”. Revista UNIR. URL: http://revista.unir.net/3420-
curadores-de-contenido-buscadores-de-informacion-en-el-caos-de-la-
web
- Morris, J. (2014) “The 5 W’s of Link Curation”. Copyblogger. URL:
http://www.copyblogger.com/lede-link-curation/#
- Serrano – Puche, J. (2014) “Por una dieta digital. Hábitos mediáticos
saludables contra la obesidad informativa”. Ámbitos Comunicación. URL:
http://ambitoscomunicacion.com/2014/por-una-dieta-digital-habitos-
mediaticos-saludables-contra-la-obesidad-informativa/
- Williams, E. (2011) “Las redes sociales ayudan a filtrar el exceso de
información en internet”. Marketing Directo. URL:
http://www.marketingdirecto.com/actualidad/social-media-marketing/las-
redes-sociales-ayudan-a-filtrar-el-exceso-de-informacion-en-internet/

- 10 -

También podría gustarte