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LECCIÓN

La madurez
espiritual
e~--------------
Mateo 5:48; 1 Corintios 3:2; Hebreos 5:11-14; 1 Pedro 2:2

VERDAD CENTRAL
Somos llamados a madurar espiritualmente, a fin de servir al Señor como es debido. Alcanzamos esta madurez
cuando cumplimos los requisitos señalados en la Escritura.

O b je t iv o s
Reconocer el nivel de madurez que tenemos. Estimar la necesidad de producir un avance en nuestro nivel
espiritual. Tomar las acciones necesarias para madurar espiritualmente.

IN T R O D U C C IÓ N
Todo cristiano está llamado a madurar espiritualmente. Hablar de madurez espiritual puede dar origen
a innumerables tratados sobre el tema. El apóstol Pablo habló de la inmadurez que mostraba la iglesia
de Corinto. Pedro, por su parte, hace una lista de elementos necesarios para alcanzar la madurez espiri­
tual, y no caer jamás. Juan, el discípulo amado, habla de un nuevo mandamiento. La carta a los Hebreos
también toca el tema. El mismo Jesús solicita la “perfección” en el verdadero cristiano, aludiendo a la
madurez espiritual.
En el contexto de la salud integral, la madurez espiritual tiene otra acepción. Es necesaria para poder
aceptar las dificultades, las desavenencias, las enfermedades y hasta la misma muerte física del cristiano,
sin realizar ningún reclamo al cielo por ello y en la certeza de que las adversidades forman parte del plan
divino para madurar su vida.

DESARROLLO DE LA LECCIÓN
I. LA MADUREZ ESPIRITUAL EN EL CREYENTE
Com entario adicional
La madurez es el periodo de vida donde se ha alcanzado la plenitud vital y aún no se ha llegado a la vejez
(RAE). La madurez emocional es la capacidad que tiene una persona de afrontar los diferentes aconteci­
mientos de la vida de manera equilibrada (Universidad Continental, Facultad de Psicología, Portal del
Estudiante).

V “V Sugerencia didáctica: Lleve un vaso de leche y un pedazo de jamón de pavo. Deles a escoger a los
alumnos el alimento que les gustaría probar. Comente las aplicaciones de cada alimento en las per-
S sonas. ¿A quiénes les beneficia la leche? ¿A quiénes les beneficia el alimento sólido?

1. E l c o n c e p t o d e Pa b l o
El apóstol Pablo ha establecido una congregación en la pagana ciudad de Corinto. Ha permanecido en ese
lugar por un largo periodo, y al salir pareciera que ha dejado una iglesia madura, ya que la manifestación de los
dones del Santo Espíritu se hace presente en los feligreses corintios. Sin embargo, tiempo después se entera
de que hay problemas entre los hermanos de la misma congregación. Son tantos como los que enfrentamos en

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las iglesias modernas: celos, preferencias, divisiones, críticas, etcétera. En su primera carta a esta congrega­
ción, Pablo les explica acerca de la realidad espiritual en la que se encuentran. Para hacerles ver que no han
alcanzado aún la plenitud espiritual, que siguen siendo inmaduros, usa la analogía del bebé, el cual sólo acepta
,
un alimento líquido que pueda ser digerido por su débil sistema digestivo. Os di a beber leche no alimento
sólido... (1 Corintios 3:2; LBLA); se considera que la leche representa las verdades elementales del evangelio,
la que reciben aquellos que recién comienzan su vida en Cristo; el alimento sólido, por su parte representa
una exposición más profunda y detallada de las mismas verdades (Matthew Henry y Francisco Lacueva.
Comentario bíblico de M atthew Henry, pág. 1610). Pero los corintios no pueden asimilar estas enseñanzas,
mucho menos ponerlas en práctica, por lo que el apóstol les expresa a estos hermanos su molestia por no haber
avanzado en su vida espiritual.
Una vida de inmadurez, acota Pablo, es una vida en la carnalidad, en la mundanalidad. Se trata de un estilo
de vida guiado por los propios deseos antes que la voluntad de Dios. Se distingue también por las divisiones,
la envidia y el espíritu contencioso.

2. E l c o n c e p t o d e P e d r o
El anciano apóstol escribe a los expatriados, los dispersados del mundo romano conocido, quienes están
sufriendo afrentas, y están siendo probados en su fe (1 Pedro 1:6, 7). Pedro usa la misma analogía de la leche
espiritual para motivar a estos creyentes a seguir creciendo espiritualmente en medio de las adversidades que
,
enfrentan. Los exhorta a dejar la vida carnal que está llena de engaño hipocresía, celos y toda clase de
comentarios hirientes (1 Pedro 2:1 NTV). El alimento espiritual que necesitan para alcanzar la madurez y
soportar las pruebas debe ser alimento de calidad, una leche espiritual no adulterada (1 Pedro 2:2).
A continuación, Pedro nos da una serie de recomendaciones que tienen que ver con la conducta de aquel
que realmente ha crecido en el Señor. Aquellos que han creído en Cristo y son ahora parte de su pueblo (1
Pedro 2:4-10) son también ahora extranjeros y peregrinos (2:11). No deben someterse, por tanto a los deseos
pecaminosos, porque no le hacen bien al alma; por el contrario, traen destrucción. A pesar de que sufren el
hostigamiento de los paganos, deben mantener un buen testimonio frente a estos. Al actuar de este modo,
recibirán la aprobación de Dios (2:20).
La característica principal que determina la madurez del cristiano es cuando su vida, sus actos y su hablar
honran a Dios, demostrando a todo el mundo que ha sido cambiado por el evangelio verdadero y su manera
de vivir es distintiva.
§
PREGUNTAS DE REFLEXIÓN o APLICACIÓN: ¿Qué alimento necesita usted en este momento para
alcanzar la madurez espiritual? Si ya la alcanzó, ¿debe seguir alimentándose?

II. LA NECESIDAD DE MADURAR ESPIRITUALMENTE


Com entario adicional
La palabra griega usada en el evangelio de Mateo, para describir la perfección es telios, que puede tener
el significado de "maduro", pero también puede significar "completo", "terminado". Más que buscar la
perfección, Jesús quería que se alcanzara el propósito, es decir, alcanzar la medida de Dios (Mateo 5:48)
(logosklogos.com).

Sugerencia didáctica: Pida a la clase que busquen un personaje del Nuevo Testamento que haya
- dado muestras de inmadurez espiritual. Escriba en el pizarrón el nombre de esta persona y junto a él
las actitudes que revelan que era inmaduro. Luego m encionen a otro personaje que con sus acciones
y actitudes dio muestras de madurez espiritual. Reflexionen sobre qué tanto se identifican con uno o
con otro personaje.

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1. ES UNA CONDICIÓN DEL CIUDADANO DEL REINO
La carta a los Hebreos se escribe con la intención de animar a los cristianos judíos del primer siglo que se
encuentran en una posición de ataque debido a su fe. Algunos desean olvidar el cristianismo y regresar al ju­
daismo. Esta indecisión, fluctuación, de los hebreos cristianos se señala de manera firme (Hebreos 10:23), y el
autor manifiesta a los creyentes que es una obligación crecer en el conocimiento de las verdades divinas para
enseñarlas a otros (Hebreos 5:12). En el versículo usa la palabra “debiendo”, del griego ofeilontes que significa
“estar obligado”, porque esa es la condición del verdadero cristiano, está obligado a discipular a otros, a enseñar
a otros, a pastorear a otros (Mateo 28:19).
Una vez más vemos la comparación del desarrollo cristiano con la alimentación en las distintas etapas de
crecimiento del ser humano. El alimento sólido es para los que han alcanzado la madurez espiritual. Estos
hebreos cristianos no habían entendido que los años habían pasado, y no habían asimilado el principio divino:
prepararse en el reino para servir (Marcos 10:45). Ellos querían ser tratados como aprendices, como niños
lactantes. El autor de la carta afirma además, que los que han madurado tienen sus sentidos ejercitados en
el discernimiento del bien y del mal (Hebreos 5:14).

2. ES UNA CONDICIÓN PARA SERVIR MEJOR


Pablo escribe a los creyentes de Efeso, quienes enfrentan dificultades y persecución, pero el apóstol les ha
instruido para que atiendan a las iglesias que ha establecido en el tiempo que pastoreó esa región (Efesios
4:11-15). El apóstol les señala el llamado a servir como apóstoles, profetas, evangelistas, maestros para llevar a
los “santos”, a los demás creyentes, a la madurez (teleios), es decir, a la perfección, a culminar la formación de
verdaderos ciudadanos del reino de nuestro Señor Jesucristo.
También en su carta a los Gálatas, el apóstol involucra a los que están maduros espiritualmente; los invita a
ser ayuda para los que han fallado en su peregrinar cristiano, con amor, misericordia y restaurándoles plena­
mente. Sigue a esto una recomendación que implica un grado de madurez espiritual alto, y les recomienda a
estos gálatas que la ley de Cristo es sobrellevar las cargas los unos de los otros (Gálatas 6:2). Sólo una vida de
servicio incondicional al Señor permite cumplir con esta ley divina.

PREGUNTA DE REFLEXIÓN o APLICACIÓN: ¿Qué síntomas de madurez espiritual puede observar en


su vida en este m om ento?

ill. A l c a n z a n d o la m a d u r e z e s p ir it u a l
Com entario adicional
Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; porque de él mana la vida (Proverbios 4:23). El tér­
mino “corazón" (leb) también es usado para señalar la ubicación de los sentimientos, la voluntad e incluso
el intelecto (Diccionario Strong).

Sugerencia didáctica: Lleve dos frutas, una madura y una verde (sin madurar); pártalas en pedazos y
reparta a cada alumno. Primero la verde, después la madura. Pregunte la diferencia entre los sabores.

1. La e s t r a t e g ia d e J u a n
El anciano Juan, el discípulo amado de Jesús, les hace una recomendación a los cristianos de finales del
primer siglo, señalando el requisito para poder madurar espiritualmente: seguir el amor. En su primera carta
habla de un nuevo mandamiento basado en el mandamiento antiguo del Señor: El que dice que está en luz,
y aborrece a su hermano, está todavía en tinieblas. El que ama a su hermano, permanece en la luz, y
en él no hay tropiezo (1 Juan 2:7-11).

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No podemos ser de doble ánimo. El cristiano maduro es íntegro en su caminar en Cristo. No se envanece
ni se enorgullece. Demuestra su madurez cuando otros le critican, le señalan, le calumnian y, con todo eso,
sigue hablándoles, apoyándoles, amándolos. Además, el cristiano maduro, dice el anciano Juan, no ama al
mundo ni desea las cosas del mundo; tampoco vive como como lo hace el mundo. Ante todo, vive para hacer
la voluntad de Dios (1 Juan 2:17).

2. La e s t r a t e g ia d e P a b l o
El apóstol a los gentiles hace otras recomendaciones para alcanzar la madurez espiritual. En su carta a los
Filipenses, iglesia que había sido considerada como modelo espiritual, les pide a los creyentes que sigan en su
actitud de servicio, que contiendan unánimes por el evangelio con humildad y sin vanagloria, teniendo todos
un mismo sentir y poniéndose en el lugar del otro (Filipenses 2:2-5); les pide que obedezcan al Señor en todo,
sin murmuraciones ni contiendas; de esta manera tendrán un testimonio irreprensible (Filipenses 2:14,15).
Pero quizá el aspecto más importante que nos enseña Pablo sobre la madurez espiritual es el cambio de
mentalidad. Porque si nuestra cabeza, lugar donde se hacen los razonamientos verdaderos, positivos, y el co­
razón, lugar donde se toman decisiones emocionales, no están en línea con el pensamiento y el corazón de
Jesús, entonces nunca alcanzaremos la madurez espiritual. El apóstol nos dice que nuestra mente debe estar
llena de cosas positivas, de pensamientos que cambien nuestra actitud ante los demás. La recomendación es
que nuestra cabeza esté llena de todas las cosas verdaderas, buenas, justas, puras, amables; pensar en todo
aquello que sea de virtud, en todo lo que sea digno de alabanza (Filipenses 4:8); y si todo esto abunda en
nuestro interior, en consecuencia llevaremos una vida de excelencia. En su carta a los Romanos aconseja algo
similar; nos exhorta a no conformarnos a este siglo, sino que debemos ser transformados renovando nuestra
mente (entendimiento), a fin de comprender la voluntad del Señor, que es buena, agradable y perfecta (Roma­
nos 12:2 NTV).

PREGUNTAS DE REFLEXIÓN o APLICACIÓN: ¿Está su mente llena de 'pensamientos positivos hacia

£ los demás? ¿Está su corazón lleno de amor hacia los demás?

C o n c l u s ió n
Esta pandemia trajo enfermedad, muerte, tristeza y ansiedad a las familias cristianas, como a todo el mundo
en general. Muchos necesitaron apoyo emocional, y los más necesitan apoyo espiritual. Sólo los cristianos
maduros espiritualmente pueden ayudar a los demás en las circunstancias de enfermedad, de necesidad y de
luto. Cada uno está obligado a madurar y a servir a los que lo necesitan, más en estos tiempos de angustia y
desesperación.
Un cristiano maduro espiritualmente, aunque sigue atravesando por pruebas o adversidades, aprende a acep­
tar la voluntad de Dios para su vida; sale de cada dificultad con mayor paciencia, humildad y fe. Sabe que el
Señor no se equivoca y que sus propósitos perfectos se cumplirán.

FIJACIÓN DEL APRENDIZAJE


1. Describa en sus propias palabras el significado de madurez.
2. Mencione las características que señala Juan sobre la madurez espiritual.
3. Mencione las características que señala Pablo sobre la madurez espiritual.

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