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¿Qué es el dólar?

El dólar estadounidense o dólar americano, es la moneda de curso


legal de Estados Unidos, sus dependencias y otros países. El dólar es la moneda
de reserva internacional más importante del mundo y también la más utilizada en
las transacciones internacionales. Su condición de divisa de referencia mundial la
ha convertido en la moneda oficial de varios países y la moneda de facto en
muchos otros, que utilizan su papel moneda para las transacciones corrientes o
dan un tipo de cambio fijo a sus divisas nacionales respecto al dólar. La política
monetaria de los Estados Unidos está a cargo del Sistema de la Reserva Federal,
que actúa como el banco central de la nación y que también se encarga de la
emisión de los dólares. El código ISO 4217 para esta moneda es USD.

Historia

Se relaciona con monedas históricas, como el dólar de Bohemia,


el tálero (thaler o taler, en alemán) de Alemania, el florín neerlandés de los Países
Bajos y el Riksdaler de Suecia, Dinamarca y Noruega.

El nombre de Thaler (de Joachimsthal, hoy Jáchymov), en alemán Valle de


Joaquín, una ciudad de Bohemia (entonces parte del Imperio de los Habsburgo)
tiene su origen en las Guldengroschen alemanas, monedas acuñadas con plata de
una mina de dicha ciudad. La expresión «duro» se usó para denominar a una
moneda de plata, el peso o peso duro, una moneda de ocho reales muy extendida
en el siglo XVIII durante la colonización española del Nuevo Mundo. El uso del duro
o dólar español, junto al tálero de María Teresa de Austria como moneda legal en
los incipientes Estados Unidos, es la razón de su nombre actual. Esta moneda
recibía en las colonias norteamericanas el nombre de dólar español y en 1785 fue
adoptada como moneda oficial de Estados Unidos, tanto el nombre como el
símbolo $, ante la carestía de moneda que provocó la Guerra de Independencia
frente al Imperio Británico.
En 1792 la Casa de la Moneda estadounidense creó el dólar estadounidense, pero
resultó mucho menos popular que el dólar español ya que este era más pesado y
tenía mejor plata. El uso del dólar español fue abolido en 1857, cuando su
contenido metálico superó su valor teórico equivalente al dólar estadounidense.

El símbolo del dólar ($)

Existen varias versiones sobre el origen del símbolo $, la mayoría apuntando a un


origen hispánico. La que posiblemente es la más ampliamente aceptada, según
la Oficina de Grabado e Impresión de los Estados Unidos, es que el mismo es el
resultado de la evolución de la abreviatura novohispana y española Ps, que
abreviaba pesos, piastras, o piezas de a ocho. Esta teoría, derivada del estudio de
manuscritos de los siglos XVIII y XIX, explica que la S pasó gradualmente a
escribirse sobre la P, desarrollando un equivalente próximo a $. El símbolo fue
ampliamente usado antes de la adopción del USD en 1785.

Otra es que el símbolo fue derivado de —o inspirado por— la marca de ceca de


la casa de la moneda colonial española de la ciudad. En ella se encontraba la
mina de Potosí, en el actual país de Bolivia. Esta marca de ceca estaba
compuesta de las letras PTSI superpuestas una encima de otra, formando un
símbolo muy similar al original símbolo del dólar (el de una barra vertical: $).
Los reales de plata españoles —las «piezas de a ocho»— eran de uso común en
las colonias inglesas de Norteamérica. Gran parte de esas monedas serían
acuñadas en la mina de Potosí. Estas, además, habrían tenido un perfil algo
elevado, ya que la mina de plata de Potosí supuestamente fue la más grande de la
historia, tanto que Potosí llegó a ser durante un tiempo la ciudad más grande de
toda América y su fama era mundial en aquella época.

Actualmente, en algunas ocasiones, aún se usa la variante con dos barras


verticales. Esta variante se atribuye a veces a la idea de
superponer U y S (de United States), pero parece que la misma ya existía por la
época en que la zona era colonia británica. El símbolo sería una estilización de
las Columnas de Hércules que aparecían en las monedas acuñadas en la Ceca de
México, los reales de a 8 llamados columnarios. Las barras verticales serían las
columnas y la S sería la banda con la leyenda «Plus Ultra» que las envolvía. Un
sello con esta forma se estampaba sobre los lingotes de oro y plata que viajaban
en la Flota de Indias con destino al Tesoro Real. La versión de una sola barra es
una simplificación del original de dos.

Por último, la similitud del símbolo del dólar con el del sestercio (IIS, I·IS o HS)


podría hacer pensar en un origen romano. Sin embargo, en los manuscritos
antiguos nunca aparece el símbolo del sestercio con los trazos verticales
superpuestos a la letra S.

Descripción

La Constitución de Estados Unidos establece que el Congreso tiene el poder de


«pedir prestado a crédito dinero de los Estados Unidos». El Congreso ejerce este
poder al autorizar a los bancos de la Reserva Federal a emitir billetes de la
Reserva Federal. Estos pagarés son «obligaciones de Estados Unidos» y «se
canjearán por dinero legal en el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos,
en la ciudad de Washington (Distrito de Columbia) o en cualquier banco de la
Reserva Federal”. Los billetes de la Reserva Federal son por ley la «moneda de
curso legal» para el pago de deudas. Por otro lado, el Congreso ha autorizado la
emisión de más de 10 tipos de billete de banco de dólar a lo largo de la historia,
aunque el billete de la Reserva Federal es el único que permanece en circulación
desde la década de 1970.

Los billetes de la Reserva Federal son impresos por la Oficina de Grabado e


Impresión y están hechos de papel de fibra de algodón —a diferencia del papel
común, que se fabrica con fibra de madera—. Los «billetes de gran tamaño»
emitidos antes de 1928 medían 188.5 mm ×  79.4 mm, mientras que los billetes
pequeños introducidos ese año miden 155.96 mm × 66.29 mm × 0.11 mm. Las
dimensiones de los billetes estadounidenses modernos (de pequeño tamaño) son
idénticas al tamaño de los billetes de pesos filipinos emitidos durante
la administración de los Estados Unidos después de 1903, que gozaron de gran
éxito entre la población.

Las denominaciones impresas actualmente son de 1, 2, 5, 10, 20, 50 y 100


dólares. Los billetes por encima de los 100 dólares dejaron de imprimirse en 1946
y se retiraron oficialmente de la circulación en 1969. Estos billetes se utilizaron
principalmente en transacciones interbancarias y en los negocios del crimen
organizado; fue este último uso el que llevó al presidente Richard Nixon a emitir
una orden ejecutiva en 1969 para detener su circulación. Con el advenimiento de
la banca electrónica, se volvieron aún menos necesarios. Los billetes en
denominaciones de 500, 1000, 5000, 10 000 y 100 000 dólares se produjeron
todos simultáneamente, exceptuando el billete de 100 000 USD, que solo se
emitió como un certificado de oro de la serie 1934 y nunca circuló públicamente,
por lo que su posesión es ilegal. Los billetes de alta denominación y fuera de
circulación se han convertido en artículos de colección y el valor que le otorgan los
coleccionistas es mayor que su valor facial.

Aunque sigue siendo predominantemente verde, las series posteriores a 2004


incorporan otros colores para distinguir mejor las diferentes denominaciones. En
2008, el American Council of the Blind solicitó a la Oficina de Grabado e Impresión
cambios físicos en los billetes para aumentar su legibilidad. En respuesta a esa
demanda, se planeó añadir una «característica táctil» en forma de relieve en el
próximo rediseño de cada billete, excepto en los billetes de 1 $ y 100 $. También
está planificado ampliar el tamaño de los números y darles un mayor contraste,
además de aumentar las diferencias de color y distribución de lectores de moneda
para ayudar a las personas con discapacidad visual durante el período de
transición.

Tasa de cambio y cotización

Actualmente todas las divisas del mundo están sujetas entre sí según los flujos de
capitales, lo que hace variar las tasas de cambio y las cotizaciones. Este sistema
de entramado de ligas es lo que le da el valor al dinero.
Por mucho tiempo el dólar fue el pilar de la economía mundial, siendo este la base
para los tipos de cambio y cotizaciones mundiales. Ahora con el euro hay un
mayor entramado de tira y afloja de las ligas que unen a las divisas mundiales.

Para Joseph Stiglitz, el sistema de reservas en dólares es parte de la crisis, ya que


hace que gran parte del efectivo llegue a EE. UU. Él sugirió que se creara un
nuevo sistema global de reservas. Zhou Xiaochuan —gobernador del banco
central chino— propuso lo mismo y pidió la creación de una nueva moneda y que
el FMI emitiera la nueva moneda.
Monedas oficiales de los Estados Unidos se han producido cada año desde 1972 hasta el presente.

Nombre
común Retrato y fecha de su Motivo del reverso y Circulació
Denominación Anverso11 Reverso11
(en diseño fecha de su diseño n
inglés)

Monumento a
Un centavo Abraham Lincoln (1909- Lincoln (1959-2008)
penny Amplia
1¢ presente) Escudo de la Unión
(2010-presente)

Cinco centavos Thomas Jefferson (1938- Monticello (1938-


nickel Amplia
5¢ presente) presente)

Franklin D. Rama de
Dime
dime Roosevelt (1946- olivo, antorcha, rama de Amplia
10¢
presente) roble (1946-presente)
Águila calva sobre un
haz de flechas y
George
Cuarto de dólar dos ramas de
quarter Washington (1932- Amplia
25¢ olivo (1932-1998)
presente)
Varios; cinco diseños
por año (1999-presente)

Medio dólar
half John F. Kennedy Sello presidencial Limitada
50¢

Sacajawea con su hijo
dollar Jean Baptiste Águila calva en vuelo
Moneda de un
coin, Charbonneau (2000- (2000–2008)
dólar Limitada
golden presente). Presidentes de Varios; nuevo diseño
$1
dollar los Estados Unidos cada año
(2007-2016; 2020)
Billetes de dólar

Denominaci Motivo del Circulaci


Anverso Reverso Retrato
ón reverso ón

George Gran Sello de


Un dólar Washingt los Estados Amplia
on Unidos

Declaración de
Thomas
Dos dólares Independencia  Limitada
Jefferson
de Trumbull

Cinco Abraham Monumento a


Amplia
dólares Lincoln Lincoln
Departamento
Alexander del Tesoro de
Diez dólares Amplia
Hamilton los Estados
Unidos

Veinte Andrew
Casa Blanca Amplia
dólares Jackson

Capitolio de los
Cincuenta Ulysses
Estados Amplia
dólares S. Grant
Unidos

Cien Benjamin Independence


Amplia
dólares Franklin Hall
Uso internacional

Precedentes

Las notas coloniales, expedidas por la colonia de la bahía de Massachusetts,


comenzaron a ser expedidos en el 1690. Con el paso del tiempo y, especialmente
en la guerra de independencia, surgieron otras monedas como la "moneda
continental" que pronto perdió su valor.

Entre los siglos XVI y XIX la moneda de referencia para el comercio internacional


entre Europa, Asia y América fue históricamente el real de a 8, también conocido
en inglés como «dólar español», gracias a que estableció un sistema
estandarizado y global de plata, un metal abundante gracias a su extracción
masiva en las colonias españolas y que garantizaba la durabilidad de la moneda a
lo largo del tiempo. El dólar estadounidense derivó directamente del real de a 8. El
real español acabaría siendo reemplazado como moneda de referencia por la libra
esterlina y el establecimiento del patrón oro en el último cuarto del siglo XIX.

El dólar americano empezó a sustituir a la libra como moneda de


reserva internacional hegemónica a partir de la década de 1920, debido a que el
país salió ileso de la Primera Guerra Mundial y fue un importante receptor de oro
durante el conflicto. Después de que Estados Unidos se convirtiera en
la superpotencia hegemónica terminada la Segunda Guerra Mundial, el acuerdo
de Bretton Woods de 1944 estableció un sistema monetario internacional donde el
dólar americano se convirtió en la principal moneda de reserva y divisa de
referencia en el comercio mundial. Fue también la única moneda de posguerra
vinculada al oro, pues Estados Unidos poseía entonces el 75 % de las reservas de
oro, con un valor de 35 dólares por onza troy. El resto de las divisas de
importancia mantuvieron un tipo de cambio fijo respecto al dólar, tipo de cambio
que aseguraba cada país a través de su política monetaria y la ayuda del Fondo
Monetario Internacional y el Banco Mundial. Este sistema terminó en 1971, cuando
el dólar abandonó el patrón oro, aunque la moneda continuó desempeñando un
papel preponderante que se mantiene hasta hoy.

El color verde del dólar se debe a que, en 1861, el departamento del Tesoro
comenzó a emitir "notas de demanda" llamadas "Green backs" ya que tenían tinta
verde en el reverso.

Nombres en español de la moneda

El dólar estadounidense es moneda de curso legal en algunos países de habla


hispana: Ecuador, El Salvador, Panamá y Puerto Rico y de facto en Venezuela. En
estos lugares, las distintas monedas reciben diversos nombres.

En Puerto Rico, el dólar es llamado formalmente así, pero informalmente se


conoce como peso debido a que antes de su dolarización en 1917 el país poseía
su propia moneda llamada peso puertorriqueño. La nominación informal para las
monedas fraccionarias es: el medio peso ($0.50); la peseta (nombre proveniente
de las antiguas pesetas españolas) ($0.25); el sencillo, daim (de “dime”) (o vellón,
en el sur del país) ($0.10); el vellón (o ficha en el sur del país) ($0.05); y chavo,
chavo prieto o perra ($0.01).

En Panamá, el balboa es la moneda oficial, con un valor de cambio 1:1 con el


dólar estadounidense, que es de curso legal en el país. El Balboa no se emite en
papel moneda, y existe solo en piezas metálicas de denominaciones de un B/1.00
y fracción. Las monedas reciben algunos nombres que se remontan al sistema
virreinal español de monedas; así, la moneda de $0.05 es un real; Desde
la dolarización de la economía panameña, algunas monedas son llamadas
popularmente con su nombre en inglés deformado, así la de $0.10 es el daim
(de dime); y la moneda de $0.25 es un cuara, de la palabra inglesa quarter. La
moneda de $0.50 se le llama popularmente peso, ya que, en tiempos de
la separación de Panamá de Colombia, el cambio era de dos pesos colombianos
por dólar.
En El Salvador a la moneda se le llama «dólares», a la de $0.25 se le llama
«cora» proveniente también de la palabra «quarter» y en general se le dice
«dólar» de la palabra en inglés «dollar».

En Ecuador se utiliza la nominación formal: las palabras dólar y centavos. No


existen informalidades en las nominaciones de $0.25 o $0.50.

En los Estados Unidos, la población de lengua española usa con frecuencia el


término "peso" para referirse al dólar, con independencia del país de origen.

Reservas internacionales.

Evolución de la distribución de las


reservas mundiales de divisas entre
1995 y 2015.

El dólar estadounidense se encuentra,


junto a las demás principales monedas
del mundo —el euro, la libra, el yen y
el renminbi— en la canasta de monedas
de los derechos especiales de
giro del Fondo Monetario Internacional. Los bancos centrales de todos los países
tienen grandes reservas de dólares en sus depósitos y son importantes
compradores de letras y pagarés del Tesoro de los Estados Unidos. El dólar es la
principal moneda de reserva en todo el mundo desde el final de la Segunda
Guerra Mundial, aunque desde sus máximos en la década de 1970 su cuota ha
ido descendiendo progresivamente —de casi un 85 % en 1975 a un 59 % en 2020.

Las empresas, organizaciones y particulares extranjeros poseen dólares


estadounidenses en cuentas de depósito extranjeras que reciben el nombre
de eurodólares —no tienen relación con el euro— que están fuera de la
jurisdicción de la Reserva Federal. Los particulares también poseen dólares fuera
del sistema bancario, en su mayoría en forma de billetes de 100 dólares, de los
cuales se calcula que el 80 % se encuentran fuera de Estados Unidos.
El Departamento del Tesoro de Estados Unidos ejerce una fuerte supervisión
sobre la red de transferencias financieras SWIFT y en consecuencia, posee una
destacada influencia en los sistemas de transacciones financieras mundiales y la
capacidad de imponer sanciones a empresas y personas extranjeras.

Mercados globales

El dólar estadounidense es la unidad monetaria estándar predominante en que


cotizan y se comercian los bienes y con la que se liquidan los pagos en
los mercados mundiales de materias primas. En este último mercado, la influencia
del dólar es tan fuerte que históricamente existe la regla de que ante un
fortalecimiento del dólar baja el precio de las materias primas, debido a que es la
divisa de referencia para la mayoría de commodities. El índice dólar es un
importante indicador de las fortalezas o debilidades del dólar frente a las seis
monedas extranjeras más importantes.

Debido a su fortaleza, el gobierno de los Estados Unidos es capaz de tomar


prestados billones de dólares de los mercados de capital globales emitidos por su
banco central, la Reserva Federal, que está a su vez bajo el control del propio
gobierno de los Estados Unidos. Esto trae como beneficio para el Estado
unas tasas de interés mínimas y un riesgo de impago prácticamente nulo. Por el
contrario, los gobiernos y empresas extranjeros que no pueden obtener préstamos
en sus propias monedas locales se ven obligados a emitir deuda denominada en
dólares estadounidenses, lo que trae consigo tasas de interés más altas y
mayores riesgos de incumplimiento. La capacidad de los Estados Unidos de
obtener préstamos en su propia moneda sin afrontar una crisis significativa en
su balanza de pagos se ha descrito con frecuencia como un «privilegio
exorbitante».

Debido a las fluctuaciones en la cotización del dólar a largo plazo, así como su
influencia mundial, existe un permanente debate sobre si las políticas monetarias
para consolidar un «dólar fuerte» son beneficiosas o no para Estados Unidos y por
extensión para todo el mundo. Históricamente, el gobierno estadounidense ha
preferido un dólar fuerte antes que uno devaluado, lo que conlleva para el país
menores tasas de interés y mayor capacidad de importar productos y endeudarse,
aunque como contrapartida, un dólar cotizado al alza resta competitividad
exportadora a EE. UU., redundando en su fuerte déficit comercial.

Uso del dólar en otros países.

Uso en el mundo del dólar estadounidense:

     Estados Unidos

     Países externos cuya moneda oficial es el dólar

     Países con su moneda fijada al dólar

     Países con su moneda vinculada al dólar con banda de flotación

Uso mundial del euro:

     Eurozona

     Países externos cuya moneda oficial es el euro

     Países con moneda fijada al euro

     Países con su moneda vinculada al euro con banda de flotación


Otras naciones, además de los Estados Unidos, utilizan el dólar de EE. UU. como
moneda oficial, un proceso conocido como dolarización oficial. Por
ejemplo, Panamá ha estado usando el dólar junto con el balboa panameño como
moneda de curso legal desde 1904 a una tasa de conversión de

Ecuador (2000), El Salvador (2001) Puerto Rico (1917) y Timor Oriental (2000)


han adoptado la moneda de manera independiente. Países que fueron territorios
dependientes de los Estados Unidos, como Palaos, los Estados Federados de
Micronesia y las Islas Marshall, optaron por no emitir su propia moneda al lograr
su independencia, por lo que continuaron usando la moneda estadounidense. Dos
dependencias británicas también utilizan el dólar de EE. UU.: las Islas Vírgenes
Británicas (1959) y las Islas Turcas y Caicos (1973). Otros países utilizan el dólar
estadounidense y otras monedas extranjeras al mismo tiempo que su moneda
local, como Camboya y Zimbabue.

La adopción del dólar como moneda oficial por parte de terceros países entraña
tanto beneficios como riesgos para estas naciones. Dado que los países que
normalmente optan por la «dolarización» suelen poseer divisas y economías
débiles, la literatura económica tiende a señalar como beneficios potenciales la
estabilidad de precios —baja inflación—, unos menores costes por motivo
transacción, mayor acceso al mercado internacional y un mejor control de las
finanzas públicas. Por el contrario, la adopción del dólar supone la renuncia a
la soberanía monetaria por parte de ese país —además del derecho de señoreaje
— y la imposibilidad de utilizar herramientas de política monetaria cuando la
economía se vea comprometida, pues el control de la divisa está en manos de
Estados Unidos, cuya política económica no tiene por qué ser favorable a la
situación del «país dolarizado». También se señala normalmente como potencial
inconveniente lo muy difícil que resultaría abandonar el dólar como divisa o la
pérdida de competitividad comercial, especialmente en el caso de países en
desarrollo.

Por su parte, en Venezuela desde el año 2019 se ha establecido


una dolarización de facto (no se ha oficializado), debido a la devaluación de la
moneda local (bolívar soberano). En ese país, el dólar estadounidense se emplea
principalmente en bienes no esenciales o en aquellos cuyo costo en moneda local
resultaría exorbitante. No obstante, desde 2020 se ha extendido incluso a algunos
bienes esenciales, dada la hiperinflación y mega-devaluación del bolívar. A
continuación, una lista de los países que han creado sus propias monedas
fraccionarias de dólar después de haber adoptado la divisa norteamericana como
moneda oficial:

  Centavos de dólar de Ecuador

  Balboa panameño

  Centavos de dólar de Timor Oriental

  Monedas bono de Zimbabue

Aunque con moneda soberana propia, otros países mantienen ligada su divisa al
valor del dólar estadounidense, entre los que se incluyen:

 En el Caribe: el dólar de las Bahamas, dólar de Barbados, dólar de


Belice, dólar de Bermudas, dólar de las Islas Caimán, dólar del Caribe
Oriental, el florín antillano de Países Bajos y el florín de Aruba.

 Los países árabes productores y exportadores de petróleo, dado que en


el comercio petrolero se negocia en dólares: el riyal saudí, el dirham de
Emiratos Árabes Unidos, el riyal de Omán, el riyal de Catar y el dinar
bahreiní.

 Otros: el dólar de Hong Kong y la pataca macaense.


Parte 2

¿Por qué el dólar estadounidense es la principal moneda del mundo?

Desde el fin de la Segunda Guerra Mundial hasta la actualidad —y pese a ciertas


oscilaciones y a una caída en la primacía de la economía de Estados Unidos— el
dólar ha sido la principal moneda del mundo. Al menos tres factores lo explican:
las reservas de divisas, los contratos de materias primas y las transacciones
financieras internacionales.

Cerca del 60% de las reservas de divisas de los distintos bancos centrales están
invertidas en activos dolarizados, explica Eswar Prasad, profesor de la
Universidad de Cornell e investigador principal de Brookings Institution, en una
publicación del Fondo Monetario Internacional (FMI). Estas reservas son, para
explicarlo en corto, "los fondos para las épocas de vacas flacas".

Por otra parte, en general los contratos para la compraventa de materias primeras
se fijan y pagan en dólares, incluso los del petróleo. Y por último, dice el analista,
el billete verde es la moneda que se utiliza para "denominar y saldar gran parte de
las transacciones financieras internacionales".

El dólar quizá pierda algo de supremacía, pero no toda

El sistema monetario internacional tal vez se encuentre a las puertas de cambios


importantes a raíz de una combinación de fuerzas económicas, geopolíticas y
tecnológicas. Pero es debatible si estas fuerzas derribarán al dólar de EE.UU. de
su pedestal como la moneda internacional dominante, posición que ha ocupado
durante gran parte del período posterior a la Segunda Guerra Mundial. La
interacción de estas fuerzas tendrá ramificaciones de envergadura para la
evolución del orden mundial porque el poder financiero es un elemento esencial
del poder simbólico.

El dólar domina cada uno de los aspectos de las finanzas mundiales.


Prácticamente el 60% de las reservas de divisas de los bancos centrales del
mundo, esencialmente sus fondos para épocas de vacas flacas, está invertido en
activos dolarizados. Prácticamente todos los contratos de materias primas,
incluidos los contratos para petróleo, tienen precios fijados y son saldados en
dólares. El dólar se utiliza para denominar y saldar gran parte de las transacciones
financieras internacionales (véase el gráfico).

La fortaleza del dólar confiere a Estados Unidos poder e influencias considerables.


Dado que las transacciones en dólares atañen invariablemente al sistema
bancario estadounidense, el gobierno de Estados Unidos tiene la capacidad de
castigar con severidad a países, como Irán y Rusia, mediante la imposición de
sanciones que limitan su acceso a las finanzas mundiales. Asimismo, significa que
las políticas fiscales y monetarias del gobierno de Estados Unidos afectan al resto
del mundo porque influyen en el valor del dólar. Y permite a Estados Unidos ir
mucho más allá de su alcance en el PIB y el comercio globales, lo cual ha
resentido desde hace tiempo a los rivales y aliados de Estados Unidos por igual.

Cambios en marcha

Hay cambios en curso que podrían menoscabar esta supremacía.

El dominio económico bruto de Estados Unidos se está contrayendo. La economía


de Estados Unidos ahora representa cerca del 25% del PIB global (a tipos de
cambio de mercado), por debajo del 30% en 2000. En efecto, el centro del poder
económico conforme es medido por la proporción de la producción y el comercio
mundiales, se ha estado desplazando hacia economías de mercados emergentes,
encabezadas por China, durante más de dos décadas.

El surgimiento de las monedas digitales, tanto privadas como oficiales, está


agitando las finanzas nacionales e internacionales. Contemplemos los pagos
internacionales. Implican varias monedas, sistemas de pago que funcionan con
diversos protocolos e instituciones regidas por reglamentación diversa. En
consecuencia, los pagos transfronterizos han tendido a ser lentos, costosos y
difíciles de seguir en tiempo real. Las nuevas tecnologías generadas por la
revolución de las criptomonedas ahora posibilitan el pago y la liquidación de
transacciones a menor costo y prácticamente en forma instantánea.

Incluso los bancos centrales están ingresando a escena, con el uso de las
tecnologías nuevas para aumentar la eficacia de los mecanismos de pago y
liquidación para transacciones transfronterizas por conducto de sus instituciones
financieras nacionales. Los bancos centrales de China, los Emiratos Árabes
Unidos, la RAE de Hong Kong y Tailandia están colaborando en dicho esfuerzo y
otros consorcios de bancos centrales participan en ejercicios similares.

Estos acontecimientos aliviarán las fricciones de los pagos en el comercio


internacional porque liquidaciones más rápidas reducen riesgos emanados de la
volatilidad del tipo de cambio. Los exportadores y los importadores gozarán de una
menor necesidad de protegerse de los riesgos de la volatilidad del tipo de cambio
que se desprenden de demoras prolongadas en la tramitación y la finalización de
los pagos. Los migrantes por cuestiones económicas que envían remesas a sus
hogares, una fuente central de ingresos para muchos países en desarrollo,
también se beneficiarán de comisiones más bajas.

Asimismo, hay cambios en curso en los mercados de divisas. Por ejemplo, las
transacciones entre pares de monedas de mercados emergentes se están
facilitando con la madurez de los mercados financieros y los sistemas de pago.
Por lo general, la conversión de estas monedas a dólares, y viceversa, ha sido
más fácil y menos costosa que el intercambio entre ellas. Pero China e India, por
ejemplo, pronto ya no necesitarán intercambiar sus respectivas monedas por
dólares para comerciar en forma económica. Por el contrario, el cambio del
renminbi chino por rupias directamente se tornará más económico. En
consecuencia, la dependencia de “monedas vehículo”, en especial el dólar,
disminuirá.

En resumen, a medida que los pagos internacionales se facilitan más y, quizás


aumentan incluso en volumen al desvanecerse las fricciones, la función del dólar
en la intermediación de dichos pagos podría disminuir. De manera simultánea a
estos cambios, la primacía del dólar en la denominación de varias transacciones
disminuirá. La fijación de precios de los contratos de petróleo en dólares es menos
importante, por ejemplo, si China puede usar el renminbi para pagar sus compras
de petróleo a Rusia o Arabia Saudita.

Monedas digitales

Las tecnologías digitales afectan otros aspectos del dinero. Con la caída rápida del
uso de efectivo, muchos bancos centrales están avanzando, o al menos
experimentando, hacia las monedas digitales de bancos centrales (CBDC, por sus
siglas en inglés). China, entre las economías principales, está muy adelantada en
sus pruebas de una CBDC.
La perspectiva de un renminbi digital disponible a nivel mundial ha intensificado la
especulación de que la moneda china podría cobrar prominencia y quizás
compararse con el dólar. Pero un renminbi digital por sí mismo no modificará el
equilibrio de poder entre las principales monedas. Después de todo, gran parte de
los pagos internacionales ya son digitales. En cambio, es el Sistema Interbancario
Internacional de China (CIPS, por sus siglas en inglés), el cual se comunica
directamente con los sistemas de pagos de otros países, el que afianzará la
función del renminbi como una moneda de pago internacional.

Incluso en tal caso, el renminbi aún carece de algunos de los atributos clave que
generalmente necesitan las monedas de reserva para que se consideren reservas
de valor confiables. China ha realizado cierto avance en este ámbito: eliminó las
restricciones a los flujos de capitales transfronterizos, dejó librado el valor de la
moneda a las fuerzas del mercado y amplió el acceso de inversionistas extranjeros
a sus mercados de bonos. Pero el gobierno rechazó cambios institucionales
esenciales para cosechar la confianza de inversionistas extranjeros, incluso un
banco central independiente y el Estado de derecho. En efecto, China es la única
economía de monedas de reserva que no comparte estas características.

Aun así, el renminbi tuvo algunos avances como moneda internacional. En cierto
modo, se utiliza para cerca del 3% de las transacciones de pagos internacionales,
y un 3% de las reservas de divisas globales están en renminbi. Tales medidas de
predominio del renminbi casi seguramente aumentarán con el crecimiento de la
economía china y los mercados financieros, y los inversionistas extranjeros,
incluidos los bancos centrales, asignan una fracción mayor de sus carteras a
activos denominados en renminbi, aunque no sea más que para diversificación.
Pero es improbable que el renminbi amenace seriamente el predominio del dólar a
menos que el gobierno chino adopte reformas económicas orientadas al mercado
y actualice su marco institucional.

Una de cal y otra de arena


Las nuevas tecnologías ayudarán y dificultarán las economías de mercados
emergentes, con efectos colaterales que —unidos con otros acontecimientos—
terminarán afianzando, en vez de erosionando, el predominio del dólar.

Por una parte, como se mencionó anteriormente, nuevas tecnologías financieras


mejorarán el acceso a mercados financieros mundiales para empresas y hogares
en mercados emergentes y economías en desarrollo. La reducción de las
fricciones en pagos internacionales permitirá a estas empresas de las economías
obtener acceso a reservas globales de capital y facilitará el acceso de los hogares
a oportunidades para la diversificación internacional de la cartera, lo que permitirá
mejorar el rendimiento de los ahorros y la gestión del riesgo.

Por otra parte, la proliferación de medios de transmisión del dinero en forma


transfronteriza intensificará la vulnerabilidad de las economías en desarrollo a los
vaivenes de las políticas de los bancos centrales principales y los caprichos de los
inversionistas nacionales e internacionales. Asimismo, seguramente disminuirá la
efectividad de los controles de capital. Incluso criptomonedas como el bitcóin han
sido canales para la fuga de capitales cuando colapsa la moneda de un país y los
inversionistas nacionales pierden la confianza en el sistema bancario de su país.
En resumen, la mayor volatilidad de los flujos de capitales y los tipos de cambio
complicarán más la gestión de la política nacional, con consecuencias
perjudiciales para la estabilidad económica y financiera en estas economías.

La respuesta natural de las autoridades responsables de la política económica en


los mercados emergentes es proteger a sus economías de dichos desenlaces
mediante la expansión adicional de sus existencias de reservas de divisas fuertes.
Pero la pérdida del acceso por parte de Rusia a la mayor parte de sus reservas de
divisas —producto de las sanciones impuestas por Occidente en respuesta a su
invasión de Ucrania— revela que tales colchones tal vez no estén disponibles en
momentos de necesidad extrema. Esto ha llevado a especular que las economías
de mercados emergentes tornarán su mirada hacia otros activos de reserva —
como el oro, las criptomonedas o el renminbi— como opciones a bonos del
gobierno expedidos por economías avanzadas.
Sin embargo, la realidad es que activos como el oro no son opciones viables
porque sus mercados no tienen la suficiente liquidez; sería difícil vender grandes
existencias de oro en poco tiempo sin desencadenar el desmoronamiento de los
precios del oro. Las criptomonedas como el bitcóin tienen el problema adicional de
ser altamente inestables en valor. Incluso las reservas de renminbi podrían ser de
escasa ayuda porque esa moneda no es totalmente convertible.

En el futuro previsible, seguramente habrá una fuerte demanda, y quizás incluso


en alza, de “activos seguros” que sean líquidos, estén disponibles en grandes
cantidades y sean respaldados por países con sistemas financieros confiables. La
oferta de tales activos es limitada, y el dólar de EE.UU. —que representa una
combinación potente de la economía y el sistema financiero más grande del
mundo, con el respaldo de un marco institucional sólido— sigue siendo el
proveedor dominante. La búsqueda de diversificación ha llevado a aumentos
modestos recientes en las proporciones de los dólares australiano, canadiense y
neozelandés en reservas de divisas globales, pero estas —y otras monedas de
reserva líderes, como el euro, la libra esterlina y el yen japonés— afectaron solo
marginalmente la participación del dólar de EE.UU.

Simples espectadores

Los cambios que llegan al sistema monetario internacional presentan otras


amenazas a las monedas de economías más pequeñas y menos desarrolladas.
Algunos de estos países —en especial los que tienen bancos centrales o monedas
que carecen de credibilidad— podrían ser invadidos por monedas digitales no
nativas.

Es posible que las monedas nacionales emitidas por los bancos centrales, en
especial monedas que se consideran menos convenientes para uso o volátiles en
valor, podrían ser desplazadas por monedas estables —las criptomonedas
privadas expedidas por sociedades multinacionales o bancos globales y, por lo
general, respaldadas por el dólar de EE.UU. para mantener la estabilidad— o por
CBDC expedidas por economías importantes. Incluso una criptomoneda volátil
como el bitcóin, además de permitir la fuga de capitales, podría ser preferida a la
moneda local durante trastornos económicos.

Pero seguramente los trastornos económicos llevarán a una mayor dolarización de


las economías, en particular si las versiones digitales de monedas tan conocidas
como el dólar se tornan más fácilmente disponibles a nivel mundial.

Si bien las tecnologías digitales posibilitan nuevas formas de dinero que podrían
poner a prueba dinero de curso forzoso y desencadenar una nueva era de
competencia de monedas nacionales e internacionales, es igualmente probable
que estas nuevas fuerzas intensifiquen la centralización, con el acrecentamiento
de poder e influencia para algunas monedas. En otras palabras, muchos de estos
cambios podrían reforzar, en lugar de debilitar, el predominio del dólar.

La trampa del dólar

Hay otras fuerzas que mantienen el predominio del dólar, en especial la


perspectiva de pérdidas si el dólar tambalea. Los inversionistas extranjeros, entre
ellos los bancos centrales, tienen cerca de USD 8 billones en deuda del gobierno
de Estados Unidos. En general, las obligaciones financieras de Estados Unidos
con el resto del mundo alcanzan un total de USD 53 billones. Debido a que este
pasivo está denominado en dólares, el desplome del valor del dólar no repercutiría
en la cantidad que Estados Unidos debe, pero reduciría el valor de esos activos en
cuanto a las monedas de los países titulares. Por ejemplo, la tenencia china de
bonos del gobierno de Estados Unidos valdría menos en renminbi.

La función del dólar como moneda de reserva dominante seguramente persistirá,


incluso si pierde fuerza como moneda de pago.  

La otra cara de la moneda es que las tenencias de activos extranjeros por


inversionistas estadounidenses, unos USD 35 billones, están denominadas casi
completamente en monedas extranjeras. Por ello, el aumento en el valor de esas
monedas en relación con el dólar implicaría que valen más cuando se las
convierte a dólares. Así, si bien Estados Unidos es deudor neto del resto del
mundo, una caída en el valor de su moneda implicaría una ganancia inesperada
para Estados Unidos y una gran pérdida para el resto del mundo. En un futuro
previsible, incluso los detractores del dólar podrían temer una caída marcada de
su valor, con lo cual el mundo quedaría atrapado en la “trampa del dólar”.

La consecuencia es que la función del dólar como moneda de reserva dominante


seguramente persistirá, incluso si pierde fuerza como moneda de pago, lo cual es
incierto.

Una perspectiva más probable es una reorganización de la importancia relativa de


otras monedas y la preservación de la primacía del dólar. En lugar de derribar al
dólar de su pedestal, las tecnologías nuevas y los acontecimientos geopolíticos
podrían consolidar su posición.

El Acuerdo de Bretton Woods, la clave para el predominio del dólar

La clave para entender cómo el dólar se convirtió en la divisa por excelencia de las
reservas está en la Segunda Guerra Mundial. Antes de entrar en el
conflicto, reseña Investopedia, Estados Unidos era el principal proveedor de armas
de los aliados, entre otros bienes. La mayoría de los países le pagaban en oro y
esto hizo que, para el final de la guerra, Estados Unidos fuera el mayor poseedor
de este recurso y el resto de los países tuvieran sus reservas diezmadas, con lo
que no podían volver a un sistema que se sostuviera con base en el metal dorado.

En 1944, integrantes de los 44 países aliados se juntaron en Bretton Wood, en


Nueva Hampshire, para diseñar un sistema para la gestión de las divisas y
decidieron que ya no estarían vinculadas al oro sino al billete verde (que a su vez
estaba vinculado al oro).

Como resultado, los países comenzaron a acumular reservas de dólares en lugar


de reservas de oro y a comprar títulos del Tesoro de Estados Unidos para guardar
sus dólares.
El sistema ha sufrido diversas modificaciones desde entonces, por ejemplo, el
dólar se desvinculó del oro a partir del Gobierno de Richard Nixon, pero la divisa
verde no ha dejado de ser la principal moneda de reserva.

La "trampa del dólar"

Para entender la supremacía de esta divisa también hay que conocer lo que
Prasad denomina como la "trampa del dólar". Los inversionistas extranjeros,
categoría en la que se incluye a los bancos centrales, tienen una deuda con el
Gobierno de Estados Unidos que asciende a unos US$ 8 billones, mientras que
las obligaciones de Estados Unidos con el resto del mundo se cifran en unos US$
53 billones, según Prasad en su artículo en el Fondo Monetario
Internacional. "Debido a que este pasivo está denominado en dólares, el desplome
del valor del dólar no repercutiría en la cantidad que Estados Unidos debe, pero
reduciría el valor de esos activos en cuanto a las monedas de los países titulares",
explica.

Por otra parte, los inversionistas estadounidenses tienen activos extranjeros por
unos US$ 35 billones que están denominados mayoritariamente en divisas
extranjeras. Si el valor de esas monedas crece en comparación al dólar, valdrían
más cuando se las convierte a dólares. "Así, si bien Estados Unidos es deudor
neto del resto del mundo, una caída en el valor de su moneda implicaría una
ganancia inesperada para Estados Unidos y una gran pérdida para el resto del
mundo". Por esto, concluye, incluso quienes están en contra del billete verde
podrían sentir temor si pierde valor.

La predominancia del dólar, a su vez, hace que las decisiones de Estados Unidos
tengan una influencia significativa en la economía del resto de países porque
influyen en el valor de la divisa. Esto sumado a que puede "castigar con severidad
a países, como Irán y Rusia, mediante la imposición de sanciones que limitan su
acceso a las finanzas mundiales".
¿Podría dejar de ser el dólar la principal moneda? Así evolucionan las
reservas

Como explicamos, el hecho de que la mayor parte de las reservas de los bancos
centrales estén en dólares explica en parte su supremacía. Y aunque en términos
absolutos es así, el predominio del dólar en este ámbito ha descendido en las
últimas dos décadas: en 1999, el 70% de las reservas de los bancos estaban en
dólares y para el último trimestre de 2022 el porcentaje había caído al 59%, según
datos del FMI.

¿Qué divisas han ganado terreno? Otras de las tradicionales en el mundo de las
reservas, como el euro, la libra esterlina y el yen no son las que más se han
beneficiado, dice el FMI. Tres cuartas partes de la transición del billete verde a
otras monedas responde a las divisas de economías más chicas, por ejemplo, los
dólares canadienses y australianos, las coronas suecas y los won surcoreanos.

Que sea la principal no significa que sea la más fuerte

Una moneda fuerte se determina por la cantidad de bienes y servicios que puedes
comprar con ella y la cantidad de otras divisas que puedes recibir a cambio de una
unidad de la moneda inicial. Al ser el dólar la divisa más utilizada en el mercado
funciona como punto de referencia para calcular el valor de las otras monedas.
Así, entre más dólares necesites para comprar 1 sola unidad de otra moneda, más
fuerte será. Si requieres menos dólares, pues se le considera más débil.

En este marco, las tres monedas más fuertes actualmente son el dinar kuwatí, el
dinar bareiní y el rial omaní.

Importancia del dólar.

El dólar no solo es una de las monedas más populares en el mundo, sino que
el 61% de las reservas de los bancos centrales se encuentran reflejadas en
dólares. Esto trae como consecuencia que se utilice esta moneda para el 60% del
comercio mundial, más de la mitad de la economía.
De esta manera, es una divisa importante en todas partes del mundo, incluyendo
Latinoamérica, porque tiene muchas implicaciones en todos los mercados
financieros a nivel global.

Es tal la importancia del dólar en Chile que puede incidir en el desenvolvimiento


económico de una empresa. Por ello, es responsabilidad de sus gerentes y
personal involucrado saber realizar un análisis financiero que aproveche o mitigue
las consecuencias lo más posible.

La principal importancia del dólar radica en su uso como una moneda global y, en


consecuencia, por sus implicancias en todos los mercados financieros del mundo.

El 61% de las reservas de los bancos centrales se encuentra en dólares y se


utiliza para el 60% del comercio mundial. En el Perú, el 27% de los créditos y el
37% de depósitos están en dólares.

Por ello, tratar de entender cómo varía su valor resulta de mucha utilidad tanto
para los inversionistas globales como para los ciudadanos de a pie que tienen
algún crédito o ahorros en dólares.

La principal importancia del dólar radica en su uso como una moneda global y, en


consecuencia, por sus implicancias en todos los mercados financieros del mundo.

El 61% de las reservas de los bancos centrales se encuentra en dólares y se


utiliza para el 60% del comercio mundial. En el Perú, el 27% de los créditos y el
37% de depósitos están en dólares.

Por ello, tratar de entender cómo varía su valor resulta de mucha utilidad tanto
para los inversionistas globales como para los ciudadanos de a pie que tienen
algún crédito o ahorros en dólares.

Moneda global
En el mercado financiero internacional y de divisas, una moneda
mundial o moneda global es una divisa en la cual se llevan a cabo la mayoría de
las transacciones mundiales.

Actualmente y desde los Acuerdos de Bretton Woods el dólar se ha establecido


como moneda de reserva global.

Moneda supranacional

Una moneda supranacional o supermoneda es una moneda hipotética de reserva


internacional que no es emitida por ningún país en particular. La moneda
supranacional ha sido propuesta por China y Rusia a raíz de la Crisis Financiera
Global. El objetivo es el de tener una moneda que sea estable a largo plazo y su
emisión no dependa de decisiones políticas internas de ningún país individual y
por lo tanto no posea las deficiencias inherentes a las monedas nacionales.

China y Rusia han propuesto que sean el Fondo Monetario Internacional o


el Banco Mundial las organizaciones encargadas de emitir la moneda
supranacional.

Un panel de economistas de las Naciones Unidas también propuso el 23 de marzo


la creación de una nueva divisa global para reemplazar el sistema volátil basado
en el dólar y para dar pasos coordinados para estimular la economía.

El presidente de Venezuela Hugo Chávez presentó una propuesta llamada Petro,


una moneda supranacional que sustentaría en las grandes reservas
de petróleo de los países productores del crudo como moneda de reserva
internacional para reemplazar el dólar y hacer frente a los problemas de
inestabilidad económica causados por la generación de dinero inorgánico.

3 claves para entender la histórica fortaleza del dólar y qué consecuencias


puede tener para tu país.

El dólar ha llegado a su nivel más alto en 20 años frente a algunas de las


monedas más fuertes del mundo.
Eso significa que es más caro comprar dólares en los países que usan pesos,
euros o cualquier otra divisa distinta al billete verde. Al depreciarse las monedas
locales, aumenta el precio de muchos productos importados como, por ejemplo,
los electrónicos.

Que la moneda de un país se deprecie contribuye a que suba la inflación y


encarece el pago de las deudas en dólares contraídas por empresas o gobiernos,
una situación que puede generar presiones fiscales en las economías que
vaciaron sus arcas para enfrentar la pandemia y actualmente tienen muy poco
presupuesto.

El índice DXY, que mide el valor del dólar estadounidense frente a un promedio de
otras seis monedas importantes, incluidos el euro, la libra y el yen, ha subido un
15% en 2022. Según esta medida, el dólar está en su punto más alto en 20 años.

Esta apreciación de la divisa estadounidense le ha pegado especialmente duro


a Reino Unido, Japón y la Eurozona.

Por qué el dólar es la moneda más poderosa, aunque no es la más cara.

Su poderío mundial radica en su transabilidad y su respaldo. Entre la cesta de


monedas del mundo, el dólar americano se ubica en una posición de privilegio,
aunque no es la más cara del mundo. De hecho, en la lista de divisas con mayor
valor es superado por la Libra Esterlina o el Euro, entre otras.

Las razones de su importancia en el mercado de divisas son múltiples, pero el


factor más destacado tiene que ver con su transabilidad, ya que es la moneda con
la que más se negocia en el mundo.

“Reino Unido puede tener una divisa mucho más costosa que el dólar, pero no
necesariamente es la divisa que tenga mayor participación y poder en el mercado,
debido a que no es la más usada para las transacciones internacionales. EE. UU.
tiene una gran cantidad de negocios que hace que su moneda se utilice
prácticamente en todo el mundo y por ello sigue siendo la que más impacto tiene
a nivel global”, manifiesta Jeisson Balaguera, director ejecutivo para Values AAA.

Así las cosas, la transabilidad de la moneda se sustenta también en la robustez de


la economía estadounidense, considerada una de las mayores potencias del
mundo a nivel económico y financiero, pues entre más negocios tiene su
economía más transable es su moneda.

Otro factor importante es su respaldo. En el caso de Estados Unidos, el dólar es


respaldado por el petróleo, a diferencia de otras monedas que son respaldadas
por oro u otros metales.

Según Balaguera, EE. UU. fortaleció su moneda a través de commodities, que


permite que tenga un valor más alto, ya que el petróleo es un activo tangible y sus
reservas tienen paridad con las emisiones de dólares, lo que la hace más
confiable para negociar.

¿Seguirá siendo el rey?

Aunque la dominancia del dólar sigue siendo muy fuerte y en el corto y mediano
plazo no se prevé que cambie esta tendencia, muchos analistas consideran que
China, con las políticas que está implementando, se está encaminando a llegar, en
unas décadas, a tener un dominio mayor a EE. UU. respecto a la divisa porque le
están apostando al tema tecnológico y al largo plazo, algo que por ahora parece
inalcanzable para el resto de las monedas en circulación.

¿Por qué el dólar estadounidense es considerado la principal moneda del


mundo?

La moneda ha ganado terreno frente a otras divisas durante el 2022 y ha


aumentado su poderío

El Siglo XX contiene gran parte de la explicación por la que el dólar


estadounidense es la principal moneda del mundo y la razón por la que aún ahora,
después de varias décadas, mantiene un poderío que parece no tener fin, incluso
cuando hay una desaceleración económica en su país de origen.

Una reciente publicación del Fondo Monetario Internacional (FMI) entregó la


solución a gran parte de las preguntas de porqué el dólar es tan fuerte a nivel
internacional y es precisamente la Segunda Guerra Mundial la que marcó el antes
y el después para esta moneda, desde los Acuerdos de Bretton Woods.

Una vez terminó este conflicto bélico, las reservas de divisas internacionales, los
contratos de materias primas y gran parte de las transacciones internacionales
comenzaron a hacerse en dólares, principalmente porque Estados Unidos se
encargó de proveer armamento y recursos a diferentes países y comenzó de una
manera más marcada la deuda externa o internacional, acentuándose en la
década del 70.

Incluso, este mismo año la Reserva Federal (FED) publicó un estudio en el que
remarcó que el dólar sigue siendo la principal moneda del mundo y no tiene aún
quién le compita, aún con los desafíos geopolíticos actuales y las tecnologías que
crecen alrededor de las monedas digitales.

El texto señala que el papel internacional del dólar ya sea para el comercio, la
inversión o el uso como moneda de reserva mundial, “continúa siendo bastante
fuerte, y no hay nada en el horizonte que pueda competir con él”.

Pese a estas características, los autores también citaron algunas circunstancias


que pueden afectar el uso del dólar a nivel internacional en el tiempo: las
sanciones a rusia, que pueden causar desdolarización de otras naciones que
quieran evitar sanciones similares; y el uso de las monedas digitales y
criptomonedas, que llegarían en algún momento a reemplazar el papel del dólar
en los pagos y las inversiones.

Las reservas con un papel protagónico


En la actualidad, alrededor de un 60% de las reservas en moneda internacional
que tienen los diferentes bancos centrales del mundo están invertidas en dólares,
como lo presenta el profesor de la Universidad de Cornell, Eswar Prasad, en la
publicación del FMI.

Y es precisamente este factor el que le da la supremacía al dólar, pues esto


demuestra que la moneda estadounidense representa todavía estabilidad para
otras economías e inversores en momentos de desaceleración o recesión.

Sin embargo, la cantidad de reservas en dólares pasó de un 70% en 1999 a casi


60% en 2021, de acuerdo a las estimaciones del FMI -fenómeno explicado
especialmente por el ingreso del euro al mercado-, pero aún así “la presencia de
esta moneda en el comercio mundial, la deuda internacional y los empréstitos no
bancarios sigue superando con creces la proporción de Estados Unidos en el
comercio, la emisión de bonos y los préstamos y empréstitos internacionales”,
según los datos del organismo sobre la composición de las reservas oficiales de
divisas.

Las implicaciones de un dólar fuerte

Cálculos de la FED destacan que entre 1999 y 2019 el dólar representó el 96% de
la facturación comercial en las Américas, el 64% en Asia y el Pacífico, y el 79% en
el resto del mundo, sin contar Europa.

Incluso, se estimó que para el primer trimestre de 2021 habían US$950.000


millones en manos de extranjeros, que representó casi la mitad de billetes que
estaban en circulación para ese momento.

Es así como la dominancia del dólar y su constante ganancia frente a otras


monedas del mundo, tiene implicaciones en las economías del mundo, en especial
en aquellas en desarrollo.

En mayo, por ejemplo, cuando el dólar tomaba mucha más fuerza de la actual y
ad-portas de que la FED comenzara el camino para comenzar a subir tasas, los
costos de los préstamos aumentaban y los inversores, en una acción rápida,
comenzaron a comprar dólares como un refugio ante la incertidumbre económica,
tendencia que se ha mantenido en gran parte del mundo desde entonces.

Y es que aun cuando el dólar está alto y sirve para ponerle freno a los precios
(intención principal de la FED), este mismo factor genera que los precios de las
importaciones afecten las economías que dependen de materias primas,
aumentando la inflación y reduciendo el capital disponible.

Son las economías emergentes, principalmente, las que más sufren los efectos de
un dólar al alza, como pasa en América Latina, pues los precios suben, se debilita
la moneda local y los bancos centrales se ven también en la necesidad de
aumentar sus tasas para contener estos efectos.

Estas condiciones económicas tienen además repercusiones en las inversiones


extranjeras que hay en las economías en desarrollo, pues con tasas más altas y
una moneda fuerte, los capitales se dirigen a Estados Unidos, pues se considera
ahora un refugio, mientras que los países emergentes y con déficits de cuentas
corrientes seguirán sufriendo de alta volatilidad, al menos en el mediano plazo.

¿Cuál ha sido el respaldo del dólar a través de la historia?

Definir el respaldo del dólar está detrás de la frase impresa en los billetes del dólar
estadounidense: In God We Trust o “En Dios confiamos” en español.

Se conoce que el dólar es una moneda fiduciaria (Fe = confianza), es decir, que


no está vinculada al precio de una materia prima como el oro o la plata. Además,
tiene un sustento implícito en la solvencia de la política fiscal y monetaria de
Estados Unidos, lo que produce una gran confianza a nivel mundial.

Tras la Segunda Guerra Mundial, a través de los acuerdos Bretton Wood y con la
presencia de 44 países, se buscó impulsar la cooperación monetaria y fomentar el
comercio internacional. Dentro de las medidas estaba vincular el dólar al oro y
significaba que el dólar iba ser la moneda de referencia para las demás divisas,
por lo que los Bancos Centrales podían cambiar oro por dólares y viceversa a
través de la Reserva Federal.

Este sistema estuvo estable durante los años 50, hasta que en los años 60 se
produjeron adquisiciones de oro para especular. Vendían el oro cuando el valor se
situaba por encima de los 35 dólares (que valía 1 onza de oro) y compraban
cuando caía, provocando problemas de confianza.

¿Cuándo el dólar se transforma en una “cuestión de fe”?

En un contexto de inflación mundial, el 15 de agosto de 1971, el expresidente


Richard Nixon, eliminó por decreto el sustento material de la moneda
estadounidense. Debido a que, en ese entonces, la circulación de dólares supera
la cantidad de reservas en oro.

Dentro de las medidas tomadas por el expresidente fueron:

Suspender la convertibilidad oro – dólar.

El establecimiento de un arancel del 10% a las importaciones

Disminución de la ayuda externa en un 10%

En su discurso dijo: “La fuerza de la moneda de una nación se basa en la fortaleza


de la economía de ese país y la economía de Estados Unidos es de lejos la más
fuerte en el mundo. En consecuencia, he ordenado que se suspenda
temporalmente la convertibilidad del dólar en oro u otros activos de reserva”.

Desde la firma de aquel decreto hasta el día de hoy, el dólar ha tenido sustento en
la fe de la comunidad internacional por el buen funcionamiento del sistema
económico estadounidense, acabando con la atadura del dólar con el oro.

Un posible derrumbe del dólar como moneda traería gran perturbación a nivel
mundial, porque a su vez caería un esquema monetario estable y creíble.

Guerra de petrodólares
La guerra de divisas es una hipótesis que afirma que muchas maniobras
internacionales tienen lugar para apoyar el actual sistema de moneda fiduciaria en
cual la importancia del dólar estadounidense se determina por el hecho de que los
precios de muchas mercancías como por ejemplo la energía, el petróleo y el gas,
se denominan en dólares. Debido a que muchos países guardan grandes
cantidades de dólares como reservas, estas pueden usarse para comprar estas
mercancías sin la necesidad de conversión de divisas. Si la denominación de los
precios de las mercancías se cambiase a otra divisa, por ejemplo, el euro, muchos
países venderían los dólares causando un desplazamiento de las reservas a esta
moneda. De acuerdo con la ley de oferta y demanda esto debilitaría al dólar.

El excongresista estadounidense Ron Paul defiende la idea de que los imperios se


han sostenido por la continua expansión y explotación, y cuando ya no pueden
hacer esto entonces colapsan. Según él, los Estados Unidos hacen lo mismo a
través de la emisión de dólares que no están referenciados a una mercancía como
el oro, por lo cual él predice que los Estados Unidos colapsarían si la hegemonía
del dólar no se mantiene y propone que de nuevo el dólar sea respaldado por el
oro. Según Ron Paul, las guerras y los conflictos en los estados que producen
petróleo suceden para mantener la hegemonía del dólar.

Desde el año 1971, cuando el dólar dejó de ser respaldado por el oro, su valor no
ha estado ligado explícitamente a ninguna mercancía. Sin embargo, en la práctica
se ha ligado al petróleo del Medio Oriente, desde los acuerdos de 1974 en los
cuales Estados Unidos se compromete a garantizar la seguridad de la monarquía
en Arabia Saudita.

En el año 2000, Irak convirtió todas sus transacciones petroleras a euros. Cuando


los Estados Unidos invadieron Irak, una de las primeras medidas económicas
tomadas fue la de volver a convertir todas estas transacciones de euros a dólares.

China y Rusia han propuesto la creación de una moneda supranacional a raíz de


la Crisis Financiera Global. El objetivo según estos dos países es el de tener una
moneda que sea estable a largo plazo y su emisión no dependa de decisiones
políticas internas de ningún país individual y por lo tanto no posea las deficiencias
inherentes a las monedas nacionales. Dentro de esta alternativa, China y Rusia
han sugerido que sean el Fondo Monetario Internacional o el Banco Mundial las
organizaciones encargadas de emitir la moneda supranacional.

El presidente de Venezuela Nicolás Maduro ha propuesto el Petro, una moneda


supranacional que sustentaría en las grandes reservas de petróleo de los países
productores del crudo. como moneda de reserva internacional para reemplazar el
dólar y hacer frente a los problemas de inestabilidad económica causados por la
generación de dinero inorgánico.

Un panel de economistas de las Naciones Unidas también propuso el 18 de marzo


de 2009 la creación de una nueva divisa global para reemplazar el sistema volátil
basado en el dólar y para dar pasos coordinados para estimular la economía.

Acontecimientos en desarrollo.

Bolsa petrolera iraní

Irán planeaba abrir el 20 de marzo de 2006 una bolsa internacional de


petróleos negociada en euros. La apertura fue pospuesta para mediados del 2006.
Proponentes de esta teoría creen que ésta es la razón principal por la cual los
Estados Unidos quieren derrocar al régimen iraní y asegurar que el petróleo se
siga denominando y pagando en dólares.

La creación de la bolsa petrolera iraní pondría fin del monopolio del petrodólar en
el mercado del crudo. Se especula que el cobro de euros en lugar de dólares
causará una reacción en cadena en la cual más y más consumidores y
productores de petróleo lo comercializarán en euros, forzando también
eventualmente a los Estados Unidos a pagar en euros. Esto significaría que los
Estados Unidos tendrían que hacer lo mismo que los demás países tienen que
hacer, buscar la forma obtener la divisa extranjera para poder pagar el petróleo.
En el 2006 el déficit en Estados Unidos por concepto de derivados del petróleo fue
cercana a los $300 mil millones. Mientras el dólar permanezca como moneda de
reservas y el petróleo se tenga que pagar en dólares, los EE. UU. pueden pagar
simplemente mediante la impresión de más títulos energéticos en la forma de
bonos del tesoro.

Bolsa petrolera rusa

Por su parte Rusia ha resaltado la reciente inestabilidad del dólar y puesto en


duda su confiabilidad como moneda de reserva internacional. El ministro de
finanzas ruso, Alexei Kudrin, señalaba en la reunión anual del Fondo Monetario
Internacional (abril de 2006) que el dólar se ha devaluado un 40 % con respecto al
euro en los últimos años, lo cual causa preocupación puesto que Rusia la usa
como moneda de reserva.

Las declaraciones del ministro ruso se recibieron en Estados Unidos como una
advertencia de que ese país podría desplazar sus reservas en dólares hacia una
divisa que no pierda su valor con respecto al euro.

Rusia es una de los mayores exportadores de petróleo y gas hacia Europa y estos
recursos son avalados y pagados en dólares, sin embargo existe la posibilidad de
que este comercio se realice en euros. De ocurrir esto el euro desafiaría la
hegemonía del dólar, el cual se devaluaría aún más afectando seriamente la
economía estadounidense.

El 10 de mayo de 2006, el presidente ruso Vladímir Putin, anunció la creación de


una Bolsa Petrolera en rublos para vender petróleo y gas, el propósito de la cual
es convertir al rublo en una moneda internacional que además pueda utilizarse
para pagar otro tipo bienes y mercancías. Con este proyecto, el rublo entra a
competir con el dólar y el euro como moneda de reserva internacional.

Según información entregada por el Banco Central de Rusia, el 70% de las


reservas en moneda extranjera de Rusia eran en dólares, mientras que el 25% en
euros. El 8 de junio de 2006 Banco Central de Rusia desplazó otra parte de sus
reservas internacionales a euros, la distribución final de las cuales quedó así: 50%
en dólares, 40% en euros y un 10% en libras esterlinas. Esa misma fecha el
Sistema Mercantil Ruso (RTS) comenzó a realizar transacciones de petróleo Ural
en rublos.

El dólar está fuerte. Eso es bueno para EE. UU., pero malo para el mundo

La Reserva Federal ha emprendido una implacable lucha contra la inflación y esto


repercute en las divisas de otros países. Estados Unidos tiene una influencia
enorme en las finanzas internacionales y el comercio mundial.

La decisión de la Reserva Federal de aplastar la inflación en Estados


Unidos mediante el aumento de las tasas de interés está causando
estragos en otros países, al hacer subir los precios, aumentar el tamaño de
los pagos de la deuda e incrementar el riesgo de una profunda recesión.

Estos aumentos de las tasas de interés inflan el valor del dólar —la
moneda de referencia para gran parte del comercio y las transacciones del
mundo— y provocan inestabilidad económica tanto en los países ricos
como en los pobres. En Reino Unido y en gran parte del continente
europeo, la aceleración del dólar está contribuyendo a alimentar la
inflación.

El lunes, la libra llegó a un mínimo histórico frente al dólar ante la


resistencia de los inversores a un plan de recorte de impuestos y gastos
del gobierno. Y China, que controla férreamente su moneda, fijó
el renminbi en su nivel más bajo en dos años, mientras tomaba medidas
para gestionar su caída.

En Nigeria y Somalia, donde el riesgo de hambruna ya acecha, la fortaleza


del dólar está haciendo subir el precio de los alimentos, el combustible y
los medicamentos importados. El dólar fuerte está acercando
a Argentina, Egipto y Kenia, países muy endeudados, a la suspensión de
pagos y amenaza con desalentar la inversión extranjera en mercados
emergentes como India y Corea del Sur.

“Para el resto del mundo, es una situación sin salida”, dijo Eswar Prasad, profesor
de economía en Cornell y autor de varios libros sobre divisas. Al mismo tiempo,
dijo, la Reserva Federal no tiene más remedio que actuar agresivamente para
controlar la inflación: “Cualquier retraso en la acción podría empeorar aún más las
cosas”.

Las decisiones de política tomadas en Washington suelen tener una amplia


repercusión. Estados Unidos es una superpotencia con la mayor economía del
mundo y grandes reservas de petróleo y gas natural. Sin embargo, cuando se trata
de las finanzas y el comercio mundial, su influencia es descomunal.

Esto se debe a que el dólar es la moneda de reserva del mundo, la que las empresas
multinacionales y las instituciones financieras, independientemente de dónde se
encuentren, utilizan con más frecuencia para fijar el precio de los productos y pagar
las cuentas. La energía y los alimentos suelen cotizarse en dólares al comprarse y
venderse en el mercado mundial. Lo mismo ocurre con gran parte de la deuda de
los países en desarrollo. Según un estudio del Fondo Monetario Internacional,
aproximadamente el 40 por ciento de las transacciones mundiales se realizan en
dólares, sin importar si involucran a Estados Unidos o no.
Y ahora, el valor del dólar comparado con otras monedas importantes como el yen
japonés ha alcanzado el máximo de las últimas décadas. El euro, empleado por 19
naciones de toda Europa, alcanzó la paridad 1 a 1 con el dólar en junio por primera
vez desde 2002. El dólar también se está imponiendo frente a otras monedas, como
el real brasileño, el won surcoreano y el dinar tunecino.
Una de las razones es la serie de crisis que han sacudido el mundo, como la
pandemia de coronavirus, los atascos en la cadena de suministro, la invasión rusa a
Ucrania y la serie de desastres climáticos que han puesto en peligro el suministro
mundial de alimentos y energía. En un mundo angustiado, el dólar ha sido
tradicionalmente un símbolo de estabilidad y seguridad. Cuanto peor van las cosas,
más se compran dólares. Además, las perspectivas económicas en Estados Unidos,
por muy turbias que sean, siguen siendo mejores que en la mayoría de las demás
regiones.

El alza en las tasas de interés hace que el dólar sea aún más atractivo para
los inversores, ya que les garantiza una mayor rentabilidad. Esto, a su vez,
significa que están invirtiendo menos en los mercados emergentes, lo que
pone más tensiones en esas economías. La inusual concatenación de
acontecimientos, que ha provocado el debilitamiento de la demanda
mundial, empeora aún más las cosas para los países que, de otro modo,
podrían beneficiarse de una moneda devaluada para exportar más sus
propios productos, que se han abaratado.

Una divisa frágil en ocasiones puede funcionar como “mecanismo de protección”, al


ocasionar que los países importen menos y exporten más, dijo Prasad. Pero en la
actualidad, muchos “no están viendo los beneficios de un crecimiento más sólido”.

Sin embargo, deben pagar más por las importaciones más básicas como el petróleo,
el trigo o los medicamentos así como por los pagarés de deudas multimillonarias
expresadas en dólares.

Consideremos que, hace un año, 100 dólares de petróleo o un pago de deuda de 100
dólares costaban 1572 libras egipcias, 117.655 wones coreanos y 41.244 nairas
nigerianas.

Supongamos que no hubiera habido subidas de precios ni inflación. Hoy, debido


exclusivamente al fortalecimiento del dólar, ese mismo pago de 100 dólares cuesta
1950 libras egipcias, 143.158 wones y 43.650 nairas.

Los compradores estadounidenses, mientras tanto, se benefician de la ganga. El


año pasado, una lata de té de 12 libras esterlinas del Reino Unido costaba 16,44
dólares, y hoy cuesta 13,03 dólares. Una caja de 50 euros de bombones belgas ha
pasado a costarles de 58,50 a 48,32 dólares. El abaratamiento de las importaciones
ayuda a mantener la inflación estadounidense bajo control.

“No recuerdo la última vez cuando el problema era que un dólar fuerte era una
forma en la que Estados Unidos exportaba la inflación, extinguiendo parte de la
propia, pero añadiendo más de ella en todo el mundo”, dijo Jason Furman,
profesor de economía en Harvard que fue asesor económico principal en el
gobierno de Barack Obama.

Los más vulnerables son los más perjudicados. Los países pobres a menudo no
tienen más remedio que pagar los préstamos en dólares, sin importar cuál era el
tipo de cambio cuando pidieron el dinero. El aumento de las tasas de interés en
Estados Unidos fue lo que desencadenó la catastrófica crisis de la deuda en
América Latina en la década de 1980.

La situación es especialmente delicada debido a que muchos países se endeudaron


por encima del promedio para enfrentar las consecuencias de la pandemia. Y ahora
están ante una nueva presión para ofrecer ayuda pública, ya que los precios de los
alimentos y la energía se disparan.

En Indonesia, este mes, miles de manifestantes, furiosos por un aumento del 30


por ciento en el precio del combustible subvencionado, se enfrentaron a la policía.
En Túnez, la escasez de alimentos subsidiados, como el azúcar, el café, la harina y
los huevos, ha hecho que se cierren cafeterías y se vacíen las estanterías de los
mercados.

Brasil ha recortado los impuestos sobre el combustible y ha aumentado las ayudas


sociales, pero la subida de los precios sigue siendo una dificultad diaria.

Maria Cícera da Silva vive con su hija y su nieta en un apartamento de 15 metros


cuadrados en la Rocinha, un barrio pobre de las lomas de Río de Janeiro. “Vas a la
tienda, compras algo a un precio hoy”, dijo, pero al día siguiente, cuesta más. “Ha
sido duro”.

También las empresas privadas en mercados emergentes como Corea, Brasil e


Indonesia pidieron prestados en la última década grandes cantidades de dólares,
atraídas por lo que parecían ser tasas de interés fiablemente bajas.
Una nueva investigación sobre el impacto de un dólar fuerte en los países
emergentes descubrió que este lastra el progreso económico en general.

“Puede observarse que los efectos negativos de un dólar más fuerte son muy
pronunciados”, dijo Maurice Obstfeld, profesor de economía de la Universidad de
California, Berkeley, y uno de los autores del estudio.

Además, hay un efecto acumulativo. Incluso en países donde la inflación no es tan


alta, los bancos centrales se sienten presionados a subir las tasas de interés para
reforzar sus monedas y evitar que los precios de las importaciones se disparen. La
semana pasada, Argentina, Filipinas, Brasil, Indonesia, Sudáfrica, Emiratos Árabes
Unidos, Suecia, Suiza, Arabia Saudita, Reino Unido y Noruega subieron las tasas de
interés.

A pesar de las penurias económicas que está causando el dólar fuerte, la mayoría de
los economistas afirman que el resultado global sería peor si la Reserva Federal no
consiguiera frenar la inflación en Estados Unidos.

Al mismo tiempo, el aumento de las tasas de interés en todo el mundo causa la


preocupación de que los banqueros centrales vayan demasiado lejos, demasiado
rápido. El Banco Mundial advirtió este mes que las subidas simultáneas de las tasas
de interés están empujando al mundo hacia una recesión y a los países en
desarrollo hacia una serie de crisis financieras que causarían un “daño duradero”.
Está claro que el mandato de la Reserva Federal es velar por la economía
estadounidense, pero algunos economistas y responsables de política extranjeros
sostienen que debería prestar más atención a las consecuencias que sus decisiones
tienen en el resto del mundo.
En 1998, Alan Greenspan, presidente de la Reserva Federal durante cinco
mandatos, argumentó que “no es creíble que Estados Unidos pueda seguir siendo
un oasis de prosperidad que no se vea afectado por un mundo que está
experimentando una gran tensión”.
Estados Unidos se enfrenta ahora a una economía en desaceleración, pero el
dilema esencial es el mismo.

“Los bancos centrales tienen mandatos puramente domésticos”, dijo Obstfeld,


economista de la Universidad de California en Berkeley, pero la globalización
financiera y comercial ha hecho que las economías sean más interdependientes que
nunca, por lo que se necesita una cooperación más estrecha. “No creo que los
bancos centrales puedan permitirse el lujo de no pensar en lo que pasa en el
extranjero”.

¿Qué es Petrodólar?
El Petrodólar es el dólar estadounidense obtenido de la venta del petróleo, es
decir, es una Petrodivisa en dólares.

Veamos su definición formal, su evolución hasta el colapso del Petrodólar y


donde nace el nuevo sistema monetario internacional basado en el Petroyuan.

¿Qué es el Petrodólar?
El Petrodólar es un patrón moneda que nace en 1973 mediante un acuerdo entre
EEUU y Arabia Saudí, para mediar el precio del barril de petróleo, a cambio
Arabia Saudí recibiría armamento y protección en sus bases petrolíferas.

Este acuerdo se fue expandiendo al resto de países consiguiendo un aumento de


la demanda del dólar americano a cambio de petróleo, lo que generó que EEUU
manejara la economía global, lo cual, sigue en la actualidad.

Pero, en estos últimos años ha surgido la intención de varios países de usar su


propia moneda en el intercambio del petróleo, de ahí, nace el declive
del Petrodólar.

Evolución del Petrodólar


A partir de los años 70 la economía europea comenzaba a competir con los
EEUU, dando lugar a déficit comerciales que afectarán a la productividad y al
empleo interno del país.

EEUU comenzó a bajar el dólar, haciendo que sus productos fuesen más baratos,
abaratando la moneda a la que venden sus productos.
En 1972 Nixon anunció la suspensión de la conversión de dólar-oro, obligando a
los socios europeos, a pesar de su desacuerdo.

Gran parte de las burbujas financieras y de las inestabilidades actuales, son causa
de aquella decisión tomada en los años 70.

Quizás te interese nuestro artículo sobre las facturas intracomunitarias en el


mercado europeo.

Nacimiento de Petroyuan
La segunda potencia del mundo China, lleva muchos años aumentando su reserva
de oro, y se prepara para lanzar los primeros acuerdos sobre el barril del petróleo
en otra moneda diferente al dólar, estaríamos hablando del Petroyuan.

En el año 2016 el Fondo Monetario Internacional terminó aceptando el Yuan


como moneda de depósito, aunque finalmente, China no emitió oro en Yuanes,
pero sí emitió bonos con vencimiento de cinco años, llamando la atención de los
inversores extranjeros.

Algunos expertos consideran que China no permitiría la libre comercialización


del oro, pero, sin embargo, la bolsa de Shanghai es una zona libre que sí podría
aceptar este tipo de transacciones.

China se une a los sauditas, haciendo que estos se alejen de su socio americano,
pudiendo ser este el punto de partida de una nueva era del sistema monetario
internacional, con el nacimiento del Petroyuan.

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ofrecemos más información sobre términos contables y financieros.

Petróleo, dólar y bolsa de valores.

Los inversionistas financieros han trasladado buena parte de sus


inversiones en activos riesgosos hacia activos considerados seguros, como
los bonos del tesoro de Estados Unidos y los metales preciosos.

El dólar superó la histórica cifra de $4.000, las bolsas de valores siguen en picada y
suspendieron sus ruedas de negociación y, el precio del barril de petróleo Brent, tiende a la
baja con USD 29.25 -el precio más bajo registrado desde 2004-. La economía está mostrando
su volatilidad, ya que el dólar estadounidense es la moneda que se utiliza en la mayoría de las
transacciones internacionales, incluyendo el petróleo, y los mercados se mueven por olas de
confianza y desconfianza de los inversionistas, según la coyuntura.
Una investigación de la Escuela Internacional de Ciencias Económicas y Administrativas de la
Universidad de La Sabana, realizada por el profesor José Eduardo Gómez, junto con los
profesores Jorge Hirs-Garzón y Juliana Gamboa Arbeláez, de la Universidad del Valle y el
International Monetary Fund, respectivamente, reveló que las transmisiones de volatilidad
entre activos tienden a incrementarse a medida que los mercados financieros se vuelven más
globales y en momentos de estrés. Dynamic relations between oil and stock market returns: a
multi-country study, como se titula la investigación, no solo concluye y permite entender que
“Dichas transmisiones de volatilidad varían en el tiempo, siendo mayores en momentos de
temor en los mercados y de incertidumbre económica. Cuando se consideran mercados
accionarios y precios del petróleo, las transmisiones de volatilidad ocurren en ambos sentidos,
pero son mayores desde los mercados accionarios hacia los precios del petróleo. Esto
corrobora la hipótesis de financiarización de los precios del petróleo, en el sentido de que
estos obedecen no solo a condiciones de oferta y demanda, sino también a expectativas y
desempeño de los mercados financieros tradicionales (como los mercados accionarios, por
ejemplo)”, explica el profesor José Eduardo.

Para el profesor José Eduardo, los resultados de esta investigación ayudan a comprender que
la volatilidad reciente de los precios del petróleo no depende solamente de la guerra de
precios entre países productores, sino también de la alta volatilidad que se ha dado en los
mercados financieros tradicionales con la propagación del COVID-19. Si bien los efectos de la
expansión mundial del virus han tenido efectos sobre los mercados a nivel mundial, existen
factores idiosincráticos que explican por qué en unos países la volatilidad de los mercados ha
sido mayor que en otros. Los países con mayor volatilidad de sus tasas de cambio, por
ejemplo, han sido aquellos con mayores vulnerabilidades fiscales y de balanza de pagos.
Asimismo, han tendido a verse más afectados los países productores de petróleo.

La investigación, publicada en el 2019 en la North American Journal of Economics and


Finance, no solo puede ser aplicada a la coyuntura que estamos viviendo, sino que ayuda a
entenderla. Entre las conclusiones, se entiende que el petróleo y los bienes básicos se
comportan como una clase adicional de activos financieros y, por eso, sus precios varían de
acuerdo con las condiciones de los mercados financieros globales. Por ello, ante los temores
ocasionados por el desarrollo del virus, que ya está presente en 159 países, los inversionistas
financieros han trasladado buena parte de sus inversiones en activos riesgosos hacia activos
considerados seguros, como los bonos del tesoro de Estados Unidos y los metales preciosos.
“Estos movimientos llevan a la valorización de los activos seguros y a la desvalorización de los
demás activos financieros. Debido al temor generalizado, los cambios de portafolio ocurren de
forma poco organizada, generando alta volatilidad en los mercados financieros. La alta
volatilidad que se ha dado en los mercados accionarios mundiales ha llevado a que se
incremente la volatilidad del precio del petróleo”, explica el profesor José Eduardo.

No solo el COVID-19 nos afecta a todos, la volatilidad de los mercados financieros también,
puesto que puede afectar la demanda agregada de la economía, el valor de los portafolios de
inversión e, incluso, la capacidad de compra medida en dólares, que dependen de la tasa de
cambio y del valor de los activos. Entender esta relación -de nunca acabar- entre el petróleo,
el dólar y las bolsas de valores ayuda a gobiernos e inversionistas a tomar mejores decisiones
y a desarrollar estrategias para cubrir sus posiciones financieras, y para comprender el efecto
de la volatilidad de los mercados financieros en la vida de las personas.

¿Por qué Estados Unidos abandonó el patrón oro?


Con la Segunda Guerra Mundial entrando en su fase final, en 1944 un total de
44 países se congregaron en Bretton Woods (New Hampshire, Estados
Unidos). El objetivo de aquella reunión era establecer las líneas maestras que
determinarían el funcionamiento de la economía mundial tras la guerra.

Así, a través de los acuerdos de Bretton Woods se buscaba impulsar la


cooperación monetaria, fomentar el comercio internacional, lograr la estabilidad
monetaria y proporcionar confianza al tiempo que se proporcionaban recursos
para aquellos países que tuvieran problemas con sus balanzas de pago.

Una de las medidas más importantes que se acordaron fue el establecimiento del
patrón dólar vinculado al oro. Esto significaba que el dólar iba a ser la moneda de
referencia para las restantes divisas, mientras que cada onza de oro se fijaba en un
valor de 35 dólares. De este modo, los Bancos Centrales podían cambiar oro por
dólares y viceversa a través de la Reserva Federal.

Este sistema se mostró estable durante los años 50, pues en los mercados
internacionales hubo equilibrio entre la oferta y la demanda de dólares. Y es que, el
flujo de dólares era posible gracias a los créditos financieros, a la inversión directa y
a las importaciones estadounidenses.

Los convulsos años 60

Sin embargo, las tensiones llegaron en los años 60. Se produjeron adquisiciones de
oro para especular. La finalidad de los especuladores era vender el oro cuando el
valor se situase por encima de los 35 dólares y comprarlo cuando cayese. Así pues,
tuvieron lugar importantes conversiones de dólares a oro, lo que provocó
problemas de confianza.

Tratando de defender el valor del oro, se estableció que las transacciones entre los
bancos centrales se llevarían a cabo a un precio de 35 dólares la onza de oro,
mientras que en el mercado libre el precio se determinaría en base a la oferta y a
la demanda. Este acuerdo para mantener el precio del oro en 35 dólares por onza
se conoció como pool del oro y estuvo suscrito por los bancos centrales de Estados
Unidos, Francia, Alemania, Suiza, Reino Unido, Italia, Bélgica y Holanda. No
obstante, el pool del oro, sólo duró de 1961 a 1968.

El final del patrón oro

En un contexto de inflación mundial, con abundancia de dólares estadounidenses,


se convirtieron masivamente los dólares en oro, lo que dio lugar a un importante
vaciado del oro de la Reserva Federal. Cada vez era mayor la desconfianza hacia el
dólar y el sistema de Bretton Woods parecía estar al borde del colapso.

Con la economía de los Estados Unidos presentando déficit comercial y la guerra


de Vietnam vaciando las reservas estadounidenses, se hacía imperativo romper con
los acuerdos de Bretton Woods.

Llegado 1971, el presidente estadounidense Richard Nixon decidió tomar medidas


al respecto. Fueron tres grandes medidas las que tomó el presidente
norteamericano:

1. Suspender la convertibilidad oro del dólar.


2. El establecimiento de un arancel del 10% a las importaciones.
3. Una disminución de la ayuda externa en un 10%.

Todo ello significaba el fin del sistema fijo que establecía que una onza de oro
equivalía a 35 dólares. Los dólares ya no estaban respaldados por el oro, pasando a
ser dinero “fiat”. En otras palabras, que el dólar pasa a estar respaldado por la
autoridad que lo emitía. Ya no había un metal que respaldaba las emisiones de
dólares.

Un nuevo sistema monetario internacional había llegado. Al no estar el dólar


ligado al oro, las divisas pasaron a fluctuar libremente en los mercados bajo la
vigilancia de los bancos centrales, que actuaban (y actúan) como autoridad
monetaria.

Una ventaja que presenta este sistema monetario es la posibilidad de crear dinero
para introducir estímulos en la economía. Por el contrario, el gran riesgo que existe
es que, al emitir una cantidad excesiva de dinero, un país puede terminar
padeciendo una inflación desbocada y acabar en la ruina.

Y es que, en el actual sistema, se opera con dinero fiduciario, que es un dinero


emitido y respaldado por los estados y generalmente aceptado por el público.

¿Vuelta al patrón oro?

No obstante, pese a que el patrón oro-dólar quedó atrás hace tiempo, hay quienes
abogan por regresar al oro. Son muchos los que no se fían del dólar, dado que hoy
en día, Estados Unidos podría emitir tanto dinero como quiera. En este sentido, el
aumento del techo de deuda de los Estados Unidos puede terminar por dar lugar a
una nueva burbuja económica.
Por ello, hay quienes proponen un regreso al patrón oro. Ahora bien, aquí la
división está servida, pues los más críticos con esta propuesta defienden que no
hay suficiente oro para respaldar el elevado nivel de deuda pública de Estados
Unidos. Por otra parte, los partidarios de regresar al patrón oro argumentan que
bastaría con disponer del oro suficiente como para poder garantizar el 10% de los
dólares en circulación.

 Actualidad 
 Análisis económico 
 Estados Unidos

Parte 3 – Comportamiento después de pandemia

La caída del dólar recién está comenzando": el impacto de la pandemia en la


moneda más fuerte del mundo (y cómo afecta a América Latina)

Uno de los efectos de la recesión económica causada por la pandemia de


covid-19 es que el mundo fue inundado por dólares.
La Reserva Federal de Estados Unidos (FED) -cuya misión es controlar la política
monetaria del país como lo hacen todos los bancos centrales- redujo
drásticamente la tasa de interés hasta dejarla casi en 0%.
Y como la tasa de interés equivale al costo del dinero de un país, mientras más
baja, menos vale su divisa.
En paralelo, la FED le dio rienda suelta a la impresión de billetes para comprar
bonos (tanto en el sector privado como en el sector público), con el objetivo de
mitigar los efectos de la crisis. Tanto así, que 2020 fue el año en que se
imprimieron más dólares que nunca.
Esa inyección de dinero permitió financiar el aumento del gasto fiscal y le dio
oxígeno a los mercados.
Pero al mismo tiempo ayudó a empujar la baja del valor del dólar frente a las
principales monedas del mundo en los últimos 10 meses.
Esto se puede observar en uno de los índices que sigue la evolución de la divisa,
el Bloomberg Dollar Index (BBDXY), el cual llegó a un máximo de casi 1.300
puntos el 23 de marzo.
Y de ahí en adelante comenzó una caída que no ha dado tregua hasta ahora,
como lo muestra el gráfico.
Se trata de una caída superior al 12% en los últimos 10 meses (un porcentaje que
puede variar levemente según el índice que se utilice para seguir la evolución de
la divisa).
Actualmente está en su nivel más bajo desde comienzos de 2018 y muchos
expertos coinciden en que la moneda seguirá depreciándose.
"El dólar seguirá cayendo"
"El desplome del dólar recién comienza", le dice a BBC Mundo Stephen Roach,
profesor de la Universidad de Yale y expresidente del banco de inversión Morgan
Stanley en Asia.
El académico predice que la divisa podría caer más de 35% hacia fines de este
año basándose en tres grandes razones.
La primera es que hay un fuerte aumento del déficit de cuenta corriente de
EE.UU., es decir, que el país paga más al exterior por el intercambio de
mercancías, servicios y transferencias de lo que recibe.
Su proyección es que ese déficit seguirá impulsando una baja de la divisa.
La segunda razón es el alza del euro, luego de que los gobiernos de Alemania y
Francia acordaran un paquete de estímulo fiscal, además de la emisión de bonos.
Y la tercera, es que Roach predice que la Reserva Federal haría muy poco para
evitar el descenso del dólar.
Con Estados Unidos cada vez más dependiente del capital extranjero para
compensar su creciente déficit de ahorro interno, explica, y con las políticas que
ha adoptado la FED que crean un exceso masivo de billetes, "el caso por un fuerte
debilitamiento del dólar parece más convincente que nunca", argumenta.

 Por qué en 2020 se crearon más dólares que nunca (y qué consecuencias
tendrá para las economías de América Latina)

En relación a los efectos que un dólar depreciado tiene en los mercados


emergentes (como podrían ser Brasil, México, Argentina, Colombia, Perú o Chile
en Latinoamérica), el experto plantea que pueden venir alzas en algunas de las
bolsas de esos países.
En la medida que la Reserva Federal no suba las tasas de interés, que es lo que
Roach supone va a ocurrir, "la debilidad del dólar debería provocar aumentos en
los mercados bursátiles extranjeros en general y en las acciones de los
mercados emergentes en particular", explica.
"No hay que exagerarlo"
Sin embargo, otros economistas argumentan que si bien la divisa estará un poco
débil este año, en nigún caso hay que esperar un desplome.
"No hay que exagerar la caída del dólar", escribió a comienzos de enero Mark
Sobel, presidente para EE.UU. del Foro Oficial de Instituciones Monetarias y
Financieras (OMFIF por sus siglas en inglés), en la web del centro de estudios.
Su postura es que hay en el ambiente una perspectiva "muy deprimente" para el
dólar.
"Es posible que el dólar caiga este año, pero una narrativa demasiado negativa no
se justifica", apunta Sobel.
Uno de sus argumentos es que el dólar ya ha caído bastante (13% en 2020 desde
su máximo en marzo).
Otro, es que en medio de la incertidumbre global, no es tan seguro que los
inversores prefieran correr riesgos y apostar por otras monedas que no sean el
dólar.
En paralelo, el economista también considera que pueden haber condiciones
monetarias relativamente más favorables en EE. UU. y que el actual ciclo de un
dólar fuerte, simplemente está llegando a su fin.
Efectos en América Latina
En la región la baja del dólar llegó con rezago en comparación con otras partes
del mundo.
Una de las razones que explican esa demora en su descenso frente a las
monedas de las economía latinoamericanas, es que éstas son más riesgosas,
como explica Diego Mora, ejecutivo senior de la consultora XTB.

 Cómo les ha ido con el dólar a Ecuador, Panamá y El Salvador, las 3


economías dolarizadas de América Latina

Entonces, aunque la divisa esté cayendo, en la región sigue siendo demandada


por su calidad de refugio cuando hay incertidumbre.
"La depreciación del dólar en Latinoamérica comenzó recién hace cuatro o cinco
meses", comenta Mora en diálogo con BBC Mundo.
"Es posible que el dólar caiga este año, pero una narrativa demasiado negativa no
se justifica", apunta Sobel.
Uno de sus argumentos es que el dólar ya ha caído bastante (13% en 2020 desde
su máximo en marzo).
Otro, es que en medio de la incertidumbre global, no es tan seguro que los
inversores prefieran correr riesgos y apostar por otras monedas que no sean el
dólar.
En paralelo, el economista también considera que pueden haber condiciones
monetarias relativamente más favorables en EE. UU. y que el actual ciclo de un
dólar fuerte, simplemente está llegando a su fin.
Efectos en América Latina
En la región la baja del dólar llegó con rezago en comparación con otras partes
del mundo.
Una de las razones que explican esa demora en su descenso frente a las
monedas de las economía latinoamericanas, es que éstas son más riesgosas,
como explica Diego Mora, ejecutivo senior de la consultora XTB.

 Cómo les ha ido con el dólar a Ecuador, Panamá y El Salvador, las 3


economías dolarizadas de América Latina

Entonces, aunque la divisa esté cayendo, en la región sigue siendo demandada


por su calidad de refugio cuando hay incertidumbre.
"La depreciación del dólar en Latinoamérica comenzó recién hace cuatro o cinco
meses", comenta Mora en diálogo con BBC Mundo.
El consenso entre analistas es que pese a las diferencias entre países, la
depreciación del dólar trae más beneficios que desventajas para la región.
"Un dólar depreciado es definitivamente positivo para las economías
latinoamericanas", comenta Joseph Mouawad, administrador de fondos de la firma
Carmignac, especializado en mercados emergentes.
"Un dólar débil viene con precios más altos de las materias primas", le dice a BBC
Mundo.
En relación con la deuda en dólares de los países latinoamericanos, Diego Mora
explica que, como hay una mayor cantidad de la divisa en el mundo y las tasas de
interés están bajas, Estados Unidos tiene menos poder negociador.
Entonces, "la deuda en dólares de los países latinoamericanos puede ser
renegociada a menores tasas de interés".

Causas y efectos de la apreciación del dólar


Desde mediados del año pasado, la apreciación del dólar es uno de los fenómenos más
destacados de la economía mundial. El DXY, indicador que mide el valor del dólar frente a
las principales divisas del mundo, alcanzó niveles muy bajos durante la pandemia, 89 en
mayo de 2021, pero empezó a rebotar rápidamente, en un ascenso ininterrumpido que lo
llevó a alcanzar un valor de 114,1 a finales de septiembre pasado: su valor más alto en 20
años. A continuación evaluaremos las causas de esta apreciación, los efectos que genera y
formularemos una hipótesis sobre la sostenibilidad del fenómeno en los próximos meses.

La apreciación del dólar ha estado motivada por varias circunstancias. En primer lugar, el
alza de las tasas de interés en la economía norteamericana, que se origina en la necesidad
de controlar la fuerte inflación, ha sido mucho más robusta de lo que hemos visto en otras
economías desarrolladas. Esto ha sido posible porque el rebote de la economía
norteamericana después de la pandemia fue bueno y, si bien en este año los crecimientos
han sido moderadamente negativos, la fortaleza del mercado laboral sugiere que la
economía en realidad está mejor de lo que parece. Además, se espera que el crecimiento de
Estados Unidos sea superior al de varias economías desarrolladas, especialmente de la Zona
Euro. Adicionalmente, hay un factor relacionado con las expectativas de inflación que
fortalecen aún más el dólar: se espera que el IPC en los Estados Unidos se reduzca de
manera mas acelerada que en otras partes del mundo, con lo cual quienes tengan títulos de
renta fija denominados en dólares podrían verse beneficiados por su rápida valorización.
Por último, la invasión de Rusia a Ucrania también puede tener un impacto sobre la
apreciación del dólar: ante la posibilidad de un escalamiento del conflicto, los
inversionistas pueden estar señalando su preferencia por mantener recursos en la principal
potencia del mundo.

La apreciación del dólar tiene importantes efectos globales. El primero es su impacto sobre
los precios de los commodities. Por lo general, al ser estos denominados en dólares, una
apreciación de la moneda estadounidense significa una caída del precio de estos, de tal
manera que medidos en términos de una tercera moneda, como el euro, no sufren variación.

El segundo efecto global de la apreciación del dólar es la devaluación de las otras monedas.
Esta situación se da por varias razones pero la mas importante está asociada con el
diferencial de tasas de interés: el aumento en Estados Unidos genera los incentivos para que
los capitales salgan de los otros países, desarrollados y emergentes, hacia esa economía.
Este efecto se refuerza por el impacto sobre los precios de los commodities en la medida
que una caída de estos aumenta los déficits en cuenta corriente y hace mas vulnerables a los
países que los producen.

Por último, es muy importante señalar que la apreciación del dólar también genera impactos
que son negativos para la propia economía de los Estados Unidos: encarece relativamente
sus productos en el extranjero y abarata el costo de los productos de otros países, con lo
cual se espera que el déficit comercial de ese país aumente y que esa economía crezca
menos en el futuro.

Aunque el impacto de la apreciación del dólar depende de las características propias de


cada país, la variable crítica es el tamaño del déficit en cuenta corriente. No es de extrañar
que sean Chile y Colombia los que mas han visto devaluar sus monedas en los últimos
meses.

Por qué el imparable ascenso del dólar es malo para la economía mundial (y
cómo afecta a América Latina)

Un dólar alto frente a muchas de las principales monedas del mundo


contribuye al frenazo económico.
Esa fortaleza del billete verde se ha combinado con el aumento de las tasas de
interés en Estados Unidos para ponerle obstáculos al crecimiento.
No son la causa de las actuales penurias económicas, pero sí le están echando
más leña al fuego, cuando el mundo enfrenta históricos niveles de aumento en el
costo de la vida y mucha incertidumbre por la guerra en Ucrania.
Los expertos dicen que el dólar en alza está contribuyendo a una "desaceleración
sincronizada" del ritmo de la actividad económica en distintas partes del mundo.
"Un dólar fuerte está afectando el crecimiento porque se da al mismo tiempo que
una alta inflación, y esa alta inflación se tiene que combatir con altas tasas de
interés", dice Eduardo Carbajal, profesor de Economía y Finanzas del Tecnológico
de Monterrey, en México.
Entonces, un dólar alto, señala en diálogo con BBC Mundo, "está encareciendo
el crédito, no solo en Estados Unidos, sino también en todo el mundo".
Eso hace que cuando pedir dinero prestado es más costoso para los países, las
empresas y las personas, la actividad se vuelve más lenta y la recuperación se
hace cuesta arriba.
Como si se tratara de un delicado equilibrio, cualquier movimiento del engranaje
económico provoca un efecto en otra parte del sistema.
Importaciones más caras
El segundo efecto de un dólar en ascenso es que "hace subir el precio de los
productos importados, lo cual te sube la inflación", explica Elijah Oliveros-Rosen,
economista senior de la consultora S&P Global Ratings.
Y, por otro lado, "encarece el pago de la deuda en dólares", algo que puede
generar presiones fiscales en países que tienen pocos fondos para gastar, apunta.
Con presupuestos fiscales escuálidos, los gobiernos están teniendo que enfrentar
las huellas que dejó la pandemia de covid-19 y la necesidad de ayudas sociales
que requieren la mayoría de las familias latinoamericanas que a duras penas
pueden resistir una inflación tan elevada.
A final de cuentas, con un dólar más alto se genera menos consumo y menos
inversión fuera de EE.UU., lo que sumado a las fuertes fluctuaciones de los
mercados financieros no anticipa un camino muy prometedor para los próximos
meses.
¿Qué tanto se ha fortalecido el dólar?
En el último año el dólar se ha apreciado en relación a otras 10 monedas fuertes
del mundo cerca de un 12%, mientras que en lo que va de este año, el incremento
ha sido de un 7%, según uno de los índices más utilizados para medir el
desempeño del billete verde: el "Bloomberg Dollar Spot Index (BBDXY)".
Esto ocurre cuando la Reserva Federal de EE.UU. (FED, por sus siglas en inglés),
que es el equivalente al banco central, se ha embarcado en una progresiva alza
de los tipos de interés para frenar la inflación.
Y según las proyecciones del mercado continuará subiéndolas al menos durante
todo este año, al tiempo que los inversores siguen comprando dólares como
una manera de proteger sus capitales en estos tiempos de incertidumbre
económica.

 Cómo te afecta el gigantesco aumento de las tasas de interés en el mundo


(y quiénes se pueden beneficiar)

Un gran desafío que está golpeando a las economías avanzadas que han visto
una depreciación de monedas como el euro, el franco suizo o la libra esterlina.
¿Cuánto se han debilitado las monedas de América Latina?
Esto también ha ocurrido en las economías emergentes, como las
latinoamericanas, que tienen que lidiar con monedas debilitadas, subir sus propias
tasas de interés o intervenir para amortiguar la caída de sus billetes.
Comparando las mayores economías de la región, entre 2021 y lo que va de este
año, las monedas que más se han devaluado son las de Argentina -(27%), Chile
(-18%) y Colombia (-15%), mientras que el real de Brasil fue la única que se
apreció (3,7%) en el mismo período.
Frente a ese escenario, si la inflación no cede, es probable que las tasas de
interés sigan subiendo, pronostican los expertos.

¿Salida de capitales?
Lo mismo a nivel global. Por eso los economistas hablan de que estamos
enfrentando una "estanflación" (o que al menos está a la vuelta de la esquina),
que significa poco crecimiento con alta inflación.
Las proyecciones de organismos internacionales señalan que no es descabellado
pensar que EE.UU. y Europa entren en una recesión, que China se desacelere
bruscamente y que el crédito se mantenga alto.
Altas tasas en EE.UU. vuelven a ese mercado más atractivo para los inversores
que no quieren correr riesgos y prefieren sacar sus capitales de economías
emergentes, un fenómeno que según el Instituto de Finanzas Internacionales (la
asociación empresarial mundial de la industria financiera) ya está ocurriendo.

¿Está llegando a su fin


la implacable subida
del dólar?
La historia de los mercados financieros y de la economía mundial de este
año se ha escrito en parte por la sustancial subida del dólar
estadounidense, que ha conmocionado a todo el mundo. Sin embargo,
su vertiginoso ascenso podría estar llegando a su fin.

¿Qué está pasando?


El dólar ha perdido más de un 4% en lo que va del trimestre,
retrocediendo desde el máximo de dos décadas que alcanzó en
septiembre. La semana pasada, los inversores dieron un giro menos
optimista con respecto al dólar por primera vez desde julio de 2021,
según datos de Société Générale.

"Los mercados están ansiosos por ver señales de un cambio


fundamental, y los inversores temen cada vez más perderse de algo, ya
que las correcciones después de un punto máximo tienden a ser rápidas
y abruptas", dijeron los estrategas de Goldman Sachs en las perspectivas
para 2023 publicadas recientemente por el banco.

¿Qué ha cambiado?
En primer lugar, los sorprendentes datos de inflación en Estados Unidos,
que mostraron que los precios subieron más lentamente de lo esperado
en octubre. Esto reforzó las expectativas de que la Reserva Federal
podría reducir las subidas de las tasas de interés en breve.

(La fuerte subida de las tasas de interés este año ha sido una de las


principales razones por las que el dólar se ha disparado. Ha animado a
los inversores a comprar activos estadounidenses, cuya rentabilidad es
cada vez más atractiva. Para realizar esas operaciones, necesitan
comprar dólares).

En segundo lugar, ha crecido el optimismo de que China podría estar


preparándose para suavizar las restricciones por el coronavirus. El
gobierno también ha estado tomando medidas para hacer frente a una
crisis en el sector inmobiliario del país. Además, el clima cálido del otoño
en Europa ha reducido la preocupación por el acceso a la energía este
invierno, lo que ha llevado a unas previsiones económicas ligeramente
más optimistas.

Si estas economías tienen un desempeño mejor de lo esperado, Estados


Unidos no parecerá la única opción, y otras divisas podrían volver a
parecer atractivas.

"Tenemos una combinación de señales claras de que la inflación se está


desacelerando en EE.UU., señales claras de que Europa podría no tener
un invierno tan malo como pensábamos, y señales claras de que China
puede estar más centrada en el crecimiento de lo que estaba
anteriormente", me dijo Jordan Rochester, un estratega de divisas de
Nomura. Cree que es posible que el valor del dólar haya tocado techo en
comparación con otras divisas importantes.

¿Qué podemos esperar?


Hay, por supuesto, grandes riesgos para las perspectivas. China sigue
con mano dura contra el covid, aunque los inversores esperan
desesperadamente que el presidente Xi Jinping cambie pronto su
enfoque. El dólar se fortaleció este lunes después de que se anunciara
un confinamiento de cinco días en un distrito de Guangzhou, un
importante centro de transporte.

Persiste una gran incertidumbre en torno a los planes de la Reserva


Federal. Y la imprevisible guerra de Rusia en Ucrania todavía tiene el
potencial de cambiar rápidamente el cálculo para Europa.

"Es poco probable que el dólar caiga en línea recta", advirtió


recientemente Kit Juckes, de Société Générale. Cuando llegue, el punto
máximo probablemente parecerá irregular, advirtió, en lugar de una
"imitación del Matterhorn".

Por qué es importante: he escrito sobre por qué la fortaleza del dólar ha
sido extremadamente dolorosa para otros países. En resumen, un billete
verde más débil podría abaratar las importaciones de alimentos y
energía, y reducir el dolor para los gobiernos con deudas en dólares.
Incluso podría reducir la probabilidad de inestabilidad política, lo que
significa que muchos líderes estarán pendientes de lo que ocurra a
continuación.

Nadie en el mundo de las criptomonedas está a


salvo ahora mismo
Tras la espectacular implosión de FTX, el CEO de Coinbase, Brian
Armstrong, ha acudido a los medios con un mensaje importante: no nos
metan a todos en el mismo saco.

FTX "no representa a todas las empresas de criptomonedas", dijo


Armstrong en una reciente entrevista con CNBC, señalando que
Coinbase tiene su sede en Estados Unidos y cotiza en la bolsa, lo que
significa que sus finanzas pueden ser examinadas de cerca. La empresa
incluso sacó un anuncio en el diario The Wall Street Journal, señalando
que es de confianza, al tiempo que pide que se actualicen las
regulaciones.

Sin embargo, los inversores no están comprando el mensaje, ya que los


temores sobre la salud de todo el sector de las criptomonedas se
multiplican. Las acciones de Coinbase se han desplomado más de un
20% en los últimos cinco días y han bajado un 84% en lo que va de año.

Los operadores también se están deshaciendo de la deuda de la


empresa. El rendimiento de los bonos 2028, que se mueve en sentido
contrario a los precios, se ha disparado en los últimos días, superando el
15%. A principios de mes, estaba cerca del 11%, y era inferior al 5% a
principios de año.

Bank of America rebajó sus perspectivas de precio para las acciones de


Coinbase a finales de la semana pasada. El analista Jason Kupferberg
dijo que, aunque confía en que la startup no corra la misma suerte que
FTX, "eso no la hace inmune a la caída más amplia dentro del
ecosistema de las criptomonedas", a medida que los reguladores dan
vueltas y los operadores se retiran.

El bitcoin ha caído por debajo de los US$ 16.000 esta semana. Ha


perdido el 66% de su valor en lo que va del año.

Como Afecta a Latinoamérica


Fortalecimiento del dólar causa
problemas a Latinoamérica
Los países de Latinoamérica se han endeudado, principalmente, en dólares
estadounidenses. Por este motivo, el alza creciente de esa moneda está
causando problemas a los países de la región.
Crece la deuda de los países latinoamericanos 
"El alza del dólar tiene un impacto directo en todas las economías latinoamericanas,
porque a mayor costo del dinero, la deuda de cada país crece y con ello suben tasas de
interés para pedir nuevos préstamos", afirmó el profesor Roberto Goulart Menezes, del
Instituto de Relaciones Internacionales de la Universidad de Brasilia. Además, el
académico explicó que los países con pocas reservas de dólares, como es el caso de
Argentina, podrían verse aún aún más afectados con la subida del dólar.

Por este motivo, Menezes advierte un grave peligro para la recuperación económica.
"Si el valor del dólar sigue subiendo, ya sea por el aumento de las tasas de interés en
EE. UU. o por la profundización de la crisis mundial, esto afectará directamente a la
recuperación de las economías de la región y a sus estrategias post-pandémicas",
concluyó.

Es importante que los empresarios y emprendedores tengan muy en


cuenta los beneficios que puede traer para su negocio la disminución del
precio del dólar, ya que esta moneda rige gran parte del comercio
internacional. 

Uno de los principales beneficios que genera la caída del precio del dólar
es que las empresas pueden importar o comprar en el extranjero
maquinaria e insumos más baratos, ya que se necesitan menos pesos para
comprar el mismo producto en el mercado internacional. 

Lo que quiere decir que empresas industriales, agrícolas, de transporte,


entre otras, pueden adquirir los bienes importados a menor precio,
obteniendo un beneficio de la baja en la tasa de cambio.

Por ejemplo, una empresa que produce ropa podrá comprar máquinas de


coser más baratas, reduciendo sus costos o invirtiendo en más máquinas.
Igualmente, un campesino que necesita comprar un tractor también se
vería beneficiado por un dólar barato porque puedo comprarlo pagando
menos pesos.
Los comerciantes también se pueden beneficiar porque importan artículos
a menor precio, es el caso de electrodomésticos como neveras,
televisores, computadores, equipos de sonido, entre otros. Además, la
comercialización de carros se dinamiza cuando el dólar baja, porque los
carros cuestan menos pesos y muchas más personas pueden comprarlos.

¿Quién Gana Cuando el Dólar Sube?


Beneficios de la devaluación
 Empresas locales

Las empresas nacionales


(manufactura, agricultura, servicios) pueden aprovechar la oportunidad
de ser más competitivas frente a competidores dolarizados porque los
costos de producción en pesos se pueden cubrir con menos dólares.
Por otro lado, las importaciones se volverán más costosas, reduciendo
la venta de artículos importados y fomentando la producción local. En el
largo plazo, este efecto mejoraría la balanza comercial, la cual se
define como la diferencia entre exportaciones e importaciones. Aunque
con un dólar alto se puede vender más en el exterior, la compra de
maquinaria y equipos importados sería más costosa y podría afectar la
productividad de las empresas.
 Turismo Nacional

Colombia se vuelve un
atractivo turístico para los extranjeros debido a que los dólares rinden
más. Esto beneficia a los hoteles, restaurantes, empresas de turismo,
etc. Que reciben más visitantes y estos visitantes gastan más pesos. Al
mismo tiempo los viajes al extranjero se vuelven más costosos,
incentivando a muchos colombianos a preferir destinos nacionales para
sus vacaciones. Por ejemplo, en el 2015 llegaron a Cartagena 232,015
pasajeros aéreos internacionales, (24% más que el año anterior) y
1,746,469 nacionales (13.6% más según cifras anteriores).

 Hogares con ingresos en dólares


los hogares que reciben remesas de familiares en el extranjero o
salario en dólares perciben mayor cantidad de pesos cuando sube el
dólar. Es decir que con los mismos ingresos en dólares podrán gastar
más pesos.

 Desempleados
la devaluación puede estimular la generación de empleo en las
industrias exportadoras de bienes y servicios, porque los ingresos con
un dólar alto permiten pagar más salarios en pesos. Estas empresas se
vuelven más competitivas, como es el caso de empresas de desarrollo
de software, tercerización de procesos, call centers, producción
audiovisual y servicios de salud, entre otros, que pueden contratar más
personal.
 Inversionistas en el extranjero:
Cuando el dólar está bajo, los inversionistas pueden realizar
inversiones en dólares en el extranjero. Cuando la tasa de cambio
empiece a subir las inversiones pasaran de representar pocos pesos a
muchos pesos. Por ejemplo, cuando un inversionista compra un
apartamento en Miami por $ 100 mil dólares con una tasa de cambio de
$ 2 mil (es decir que el apartamento se traduce en $ 200 millones de
pesos), unos años después, si la tasa de cambio es de $ 3 mil y
suponiendo que el apartamento sigue costando los $ 100 dólares, el
inversionista tendrá ahora $ 300 millones de pesos.

 Reservas internacionales

las reservas
internacionales son recursos en manos del banco de la república que
generalmente proviene de préstamos y transferencias del exterior e
inversión extranjera. Según el banco de la república, el principal
componente de las reservas corresponde a las inversiones financieras
en dólares. Por lo tanto, si el dólar sube, se valorizan las reservas
internacionales de Colombia. Entre agosto del 2014 y marzo del 2015,
el valor de las reservas pasó de 87 a 122 billones de pesos; es decir,
35 billones de pesos más, debido al incremento del dólar. Estas
reservas pueden ser utilizadas para invertir en grandes proyectos e
infraestructura, reducir la variabilidad de la tasa de cambio con la
emisión de títulos de deuda pública, como dinero disponible en caso de
emergencia y para pagar la deuda externa.
 Ingresos del gobierno
Como en años recientes el petróleo pasó a representar un porcentaje
muy importante de los ingresos del país, los impuestos que recauda el
gobierno por los ingresos de esta actividad son una parte significativa
de los recaudos. Al tener un precio del dólar alto, las ventas de petróleo
en dólares representarán más pesos y esto le generará mayor recaudo
al gobierno que podrá utilizarlo para inversión, gasto social y gasto de
funcionamiento.

Hay beneficiados, pero también hay


riesgos…
 Mayor inflación por importaciones
Cuando el dólar sube, las importaciones se vuelven más caras, no solo
para los hogares sino también para las empresas. Esto hace que la
inflación tienda a subir porque los artículos importados y los productos
nacionales con insumos importados se vuelven más caros.

 Aumento de la deuda externa


Así como las reservas internacionales aumentan, la deuda externa en
dólares también aumenta y los interés que toca pagar por la deuda
también suben.

Resumen
Cuando el dólar sube se pueden ver beneficiadas las empresas nacionales que ganan más
exportando y que pueden vender más productos en el país, la industria turística que recibe
más extranjeros y nacionales, los hogares con ingresos en dólares (remesas, inversiones,
etc.), los inversionistas en el extranjero que valorizarán los pesos invertidos y el gobierno
que tiene mayores reservas e ingresos por impuestos al petróleo. Pero un precio alto del
dólar puede venir acompañado de una inflación alta y un aumento de la deuda externa.
¿Quién más se ve beneficiado con un dólar alto? ¿Qué otro efecto adverso puede traer una
alta tasa de cambio? Responde en los comentarios
¿Qué tiene que ver el dólar con la guerra de Ucrania y Rusia?

La guerra de Ucrania y la crisis energética tienen un


claro y silencioso vencedor: el dólar
La guerra de Ucrania está entrando en una siguiente fase. El anuncio
de Putin de que moviliza a reservistas ha tenido muchas
consecuencias. Y una de ellas es que inmediatamente después del
mismo, el dólar se ha revalorizado respecto al resto de divisas.

Y es que claramente el dólar está triunfando como divisa ante esta


Guerra, la crisis del gas y la inflación rampante que impera en todo el
mundo. Pero, ¿por qué?

Divisa refugio. Ante las crisis los invesores suelen buscar refugios
seguros para sus ahorros. Y el dólar ha sido tradicionalmente un buen
refugio, una divisa con mucha historia que nunca decepciona. En
parte es lo que sucede. Si Rusia decide redoblar su apuesta en
Ucrania, las probabilidades de que EEUU se vea afectadas son mucho
más bajas que las de la Unión Europea. Los inversores prefieren que
su dinero cruce el Atlántico.

Sin crisis energética. Otro motivo es que EEUU no tiene los


problemas energéticos de Europa o Asia. EEUU puede que tenga
tensión en los precios pero son productores de energía (petróleo y
gas). Si los precios de la energía siguen disparados es bastante
probable que las industrias se resientan, pero en EEUU mucho
menos. Y la divisa está únicamente respaldada por la fuerza
económica de los países que la emiten.

Economía en plena expansión. Además las cosas van bien en


EEUU. Aunque su PIB haya tropezado se sigue generando empleo. No
parece que haya muchas nubes en su horizonte, aparte de la inflación,
pero este es un mal que está afectando a todos los países.

Los tipos de interés. Y precisamente para contener la inflación,


EEUU está siendo más agresivo que otros socios subiendo los tipos de
interés. Esta misma semana hasta el 3%, frente el 1,25% de la zona
Euro, el 1,75% del Reino Unido o el 2,35% de Australia. Tener el
dinero en dólares renta más, la deuda pública a diez años de EEUU
está rentando al 3,5%, frente al 1,84% de Alemania. Ambos bonos se
consideran igual de seguros.

Europa queda perjudicada... o no. Ante esto Europa se queda


atrás, con su moneda muy devaluada frente al dólar. Pero esto puede
ser una ventaja ya que los productos europeos son más competitivos
en precio a nivel internacional frente a los de EEUU. Sin embargo la
energía se compra en dólares y esto encarece la producción en
Europa, luego puede que este movimiento nos haga más competitivos
en servicios pero no tanto en bienes industriales que requieren de
mucha energía. Las consecuencias son siempre complicadas de
analizar.
Guerra Rusia-Ucrania: qué puede pasar con el dólar

El panorama financiero global se vio


afectado tras el ataque ruso al territorio
ucraniano. Economistas analizan cómo
podría impactar sobre el valor de la
moneda estadounidense
La invasión de Rusia a Ucrania generó volatilidad en los mercados
financieros globales, los cuales en las últimas semanas ya venían
sintiendo el efecto de la tensión geopolítica. A la vez, el
conflicto impulsó al alza los precios de varias commodities debido a que
se prevé una menor oferta de algunos productos.

Esta disputa trae aparejada la incógnita sobre qué ocurriría con el


valor del dólar estadounidense en caso de que estas primeras
operaciones militares terminen en un conflicto bélico de gran magnitud.
Sobre todo, teniendo en cuenta que Estados Unidos tendría participación
directa en el eventual enfrentamiento.

Los economistas señalan que, por lo menos en el corto plazo, el valor de


la moneda estadounidense debería fortalecerse respecto al euro y
frente a varias de las principales monedas. Pero en relación a algunas
otras monedas, activos y commodities, que tomarían más fuerza ante ese
contexto, podría debilitarse.

Milagros Suardi, economista de EcoGo, señaló que en lo inmediato, en


caso de un conflicto, el dólar debería tomar más valor. En un evento
internacional de esta magnitud, la moneda de ese país debería ser
sensible (verse afectada) y, ante una mayor demanda, aumentaría su
cotización, aunque no contra todas las referencias.

"No contra el petróleo, que tendría un salto más elevado al del


dólar, con mayores precios del crudo y del gas. Pero sí contra el
euro. Siendo Rusia el principal proveedor de gas a Europa occidental,
podría esperarse que un conflicto termine repercutiendo en la economía
de Europa, lo que llevaría a que el euro se debilite", explicó Suardi.

En líneas similares, Andrés Borenstein, economista de Econviews,


estimó que un conflicto bélico afectaría a la actividad económica del
viejo continente debido a la eventual menor oferta de gas en esa zona,
por lo que el valor del euro perdería fuerza. En base a ello, y en
comparación con esta moneda, el dólar se fortalecería.

"Generalmente, en eventos como estos, las monedas que actúan como


refugio pueden ser el yen o el franco suizo. Obviamente, el oro también
debería subir respecto al dólar. Frente al resto de monedas, el dólar
debería fortalecerse porque habría salida de fondos de activos de
riesgo (principalmente, emergentes) y refugio en bonos del Tesoro de
Estados Unidos", señaló Pablo Repetto, director de GRA.
De esta manera, de acuerdo con el economista, la divisa estadounidense podría
tener un deterioro de su valor en comparación con otras monedas, como el
yen y el franco suizo, y respecto a otros activos, como en el caso del oro.
Pero tomaría más valor en relación al euro, que estaría "complicado", y otras
monedas.

Por su parte, Leonardo Chialva, de Delphos Investment, comentó que


podría pensarse que el temor generalizado al alto riesgo fortalecería a la
moneda de referencia global. Es decir, al dólar estadounidense. Pero en
este caso, desde su visión, el efecto sería inicial y un tiempo después
podría revertirse.

"Si esa potencia (Estados Unidos) está involucrada en el conflicto y debe


gastar mucho dinero para poder participar, entonces ese gasto hay que
licuarlo y más adelante su moneda debería perder valor. En caso de
una guerra, si Estados Unidos se mete de lleno, en el mediano plazo el
dólar podría debilitarse", sostuvo el especialista.

¿Por qué la estabilidad en Ucrania es de


"vital importancia" para los Estados
Unidos?
En la última comparecencia ante los medios de comunicación, el secretario de Estado
norteamericano, Antony Blinken, no salió del guion que hace días y días que repite en
relación con la situación en Ucrania. "Las acciones agresivas de Rusia son una amenaza a
la paz y la seguridad en Europa. Estamos preparados para responder con contundencia a
cualquier agresión rusa", dijo, poco antes de embarcar en dirección a Ginebra para las
reuniones de este lunes para tratar de resolver de manera diplomática el polvorín ucraniano.
La semana se augura clave.
Joe Biden no está dispuesto a que vuelva a pasar lo mismo que en 2014, cuando los Estados
Unidos dejaron que Rusia atravesara una línea roja con la invasión en Crimea. Biden,
entonces vicepresidente de Barack Obama, presionó tanto como pudo para hacer "pagar con
sangre y dinero" la agresión, pero no hubo contrapartida feroz. Ahora, como líder de los
EE.UU., Biden cambia el discurso y, según sus asesores, ya ha advertido a Putin de que "las
cosas que no se hicieron en 2014, estamos preparados para hacerlas".
La implicación de los Estados Unidos en todo lo que pase en Ucrania es capital para los
intereses norteamericanos. Ucrania es la puerta de entrada de Rusia al este de Europa, y un
punto estratégico para el acceso al mar Negro –y, de ahí, tener más fácil llegar al
Mediterráneo, el Próximo Oriente o el norte de África–. Además, permitir a Rusia recuperar
influencia en la región y tener alrededor satélites bajo su poder sería nefasto para unos
EE.UU. que todavía ven a Moscú como uno de los principales adversarios mundiales.
El interés norteamericano en defender a Ucrania tiene razones geopolíticas y
económicas

No es nada nuevo. Pocos años después del colapso de la Unión Soviética, el entonces
asesor en seguridad nacional Zbigniew Brzezinski defendía que la nueva estrategia
norteamericana post Guerra Fría implicaba tener una alianza clave con países como Ucrania
que hiciera de contrapeso capital en la zona. "No se puede enfatizar lo suficiente que sin
Ucrania Rusia deja de ser un imperio, pero que con una Ucrania sobornada y después
subordinada Rusia se convierte automáticamente en un imperio", escribió en 1994 en la
revista Foreign Affairs.
La mejor manera de disuadir a Putin
El primer punto importante en todo esto es el papel de tapón que hace en cuanto a posibles
intereses de expansión territorial rusos. "El establecimiento de los estados independientes
de Ucrania y Bielorrusia después de la caída de la Unión Soviética en 1991 trasladó las
fronteras de Rusia centenares de kilómetros hacia el este y creó de facto un vacío entre
Rusia y la Europa Central. Los Estados Unidos y Europa han confiado en este amortiguador
para reducir considerablemente sus ejércitos", escribía hace unos días Frederick Kagan,
director del Critical Threats Project, una idea del American Enterprise Institute para poner
de manifiesto las amenazas a la seguridad nacional de los EE.UU.
Para Kagan, defender e involucrarse en la situación ucraniana es "de vital importancia",
especialmente porque "es la mejor manera de disuadir a Putin".
El establecimiento de los estados independientes de Ucrania y Bielorrusia
después de la caída de la Unión Soviética trasladó las fronteras de Rusia
centenares de kilómetros hacia el este y creó 'de facto' un vacío entre Rusia y la
Europa Central ”

De aquí nace, en parte, el interés de Washington, constante y permanente, por que Ucrania
forme parte de la OTAN cuanto antes mejor. "No hay duda de que los líderes de los
EE.UU. ya tratan a Ucrania como si fuera un aliado de la OTAN", resume Ted Galen
Carpenter, experto del libertario CATO Institute. Washington ya trabaja con Kíev como si
fuera un miembro casi de pleno derecho, pero siempre ha habido reticencias europeas a
facilitarles la entrada. Creen que entonces sí se podría detonar la ira rusa, una
"provocación", en palabras de Putin, que podría desencadenar un conflicto por temor a ver
amenazada su frontera con una organización militar instalada en la puerta de casa.
No proteger a Ucrania podría significar un descalabro en las actuales estrategias militares
de los EE.UU. y Europa. Dejar pasar a los rusos significaría que la amenaza estaría
directamente en las fronteras de Polonia y Rumanía, por ejemplo, e implicaría una
movilización de tropas y seguramente un despliegue importante para tareas de contención
estratégica, en una especie de nuevo Telón de Acero post Segunda Guerra Mundial, en
palabras de Kagan. Por no hablar de la necesidad de hacerse más fuertes en Turquía, mal
que pese a muchos de los miembros de la OTAN, para evitar convertir el mar Negro en un
lago ruso, añade el experto.
A gran escala, el mensaje de debilidad que se enviaría a otro de los grandes adversarios
mundial, China, sería catastrófico, especialmente después del fracaso estrepitoso de la
retirada de Afganistán.
La primera línea
Actualmente, no es un asunto solo militar o territorial. Ucrania también tiene un papel
fundamental en el control en términos económicos y energéticos. Hasta ahora, el paso del
gas ruso hasta Europa depende de las cañerías ucranianas; de aquí el interés norteamericano
y ucraniano de negarse a la construcción del Nord Stream 2, un gasoducto que tiene que
circunvalar a Ucrania para llegar hasta Alemania. La alianza Washington-Kíev en este
punto también es capital: los unos para tener bajo control uno de los elementos rusos del
que dependen sus aliados europeos, los otros por los beneficios económicos que les supone.
Hace un par de años, William Taylor, embajador norteamericano
en Kíev entre el 2006 y el 2009 y encargado de negocios en el
país el 2019 y el 2020, escribió en el New York Times una
defensa enconada de la importancia de Ucrania en los intereses
de los EE.UU. "La relación entre los Estados Unidos y Ucrania es
clave para nuestra seguridad nacional", puesto que "en la
competición entre democracias y autocracias, en la lucha entre la
libertad y la no libertad, Ucrania es la primera línea"
Mientras, desde la Casa Blanca se ha querido rebajar las expectativas de cara a las
reuniones que, esta semana, mantendrá con Rusia. No solo el encuentro de este
lunes en Ginebra, también en el consejo OTAN-Rusia que tendrá lugar el miércoles
en Bruselas, dos días después de que, también este lunes, el secretario general de
la OTAN, Jens Stoltenberg, mantenga una reunión con el ministro de Exteriores de
Ucrania, Dmytro Kuleba. 
El secretario de Estado de los Estados Unidos, Anthony Blinken, dijo en una
entrevista a la CNN que no se esperan “adelantos relevantes esta semana”.
“Pondremos sobre la mesa nuestras impresiones, y los rusos harán lo mismo, y
veremos si hay espacio e intenciones de seguir adelante”, ha dicho el político
norteamericano en referencia a la crisis en Ucrania, donde desde Washington, Kíev
y Bruselas temen una invasión de las tropas rusas. En otra entrevista a la cadena
de televisión ABC, Blinken explicó que las áreas a explorar entre Washington y
Moscú son “medidas que contribuyan a generar confianza y reducir el riesgo”,
siempre que se adopten recíprocamente. 
Rusia exige que ni Ucrania ni Georgia puedan entrar en la alianza militar, mientras
que la OTAN reitera que todos los países pueden decidir libremente si se integran
en ella. El Kremlin también ha pedido que la OTAN pare las maniobras militares en
las fronteras rusas, y a Washington que también aplique la moratoria unilateral
sobre misiles de corto y medio alcance en Europa. Todo ello es lo que se discutirá
en todos estos formatos los próximos días, mientras sobre la mesa hay nuevas
sanciones a Rusia, que todavía no se han activado, y el acuerdo entre la UE y los
Estados Unidos de responder con “contundencia” a cualquier agresión en Ucrania.
Hasta ahora, la UE no ha mostrado sus cartas, pero seguro que estará preparada
para actuar con consenso y celeridad si es necesario.

El impacto del conflicto


sobre dólar, euro y las
monedas emergentes
En medio de las tensiones geopolíticas entre Ucrania y Rusia, los analistas estudian los
efectos que tendrá esta situación sobre el dólar y el euro. Si usted está pensando en viajar al
extranjero, tenga en cuenta el movimiento de las monedas internacionales.

Tan solo en la última jornada, el dólar subió $26,4, luego que cerró a un precio promedio de
$3.940,23 y venía de una TRM de $3.913,79. “Cuando aumenta la aversión al riesgo,
incrementa la demanda por activos refugios como los tesoros, oro y dólar, y disminuye el
interés por las activos de riesgo como las acciones”, aseguró Juan David Ballén, director de
Análisis y Estrategia de Casa de Bolsa.

La incertidumbre de los mercados internacionales debido a la guerra en Ucrania, “genera un


incremento en la demanda de activos refugio como el dólar, lo que produciría que su valor
aumente. Mientras el euro podría caer debido al riesgo de guerra originado en Europa”
agregó Ballén.
El desarrollo de un conflicto bélico en Europa tendría consecuencias sobre la actividad
económica de ese continente. Según expertos, debido a la posible disminución de oferta de
gas en esa zona. “El euro se devaluó 1%, la taza de cambio estuvo en 1,11 por euro. Antes
de la tensión en Ucrania estaba en 1,13 por euro. La reacción inmediata en los mercados
financieros internacionales ha sido de aversión al riesgo, se buscan activos refugios como el
dólar, los bonos de deuda de EE.UU. y algunos países desarrollados se valorizan, por el
contrario los activos de riesgo como los colombianos, tasa de cambio, títulos de deuda del
Gobierno se desvalorizan”, afirmó Julio Romero, economista jefe Corficolombiana.

Además, el promedio de los TEST incrementó, “El costo de financiamiento del Gobierno se
subió más de 23-24 puntos básicos, en un solo día eso es bastante”, explicó Romero.

Podrían llegar más subidas esta semana, pues tal como pasó en la jornada de ayer, las
monedas emergentes se vieron afectadas. Las de las caídas más fuertes fueron el peso
chileno que retrocedió 0,15%, y rublo ruso que cayó 1,40%

¿Cómo afecta la guerra en Ucrania al Precio del Dólar?


La Guerra en Ucrania sigue impactando en los mercados financieros globales y todavía no hay avances
en las conversaciones de paz entre ambos países. En este contexto, el precio del barril del petróleo
aumenta y el dólar continúa inestable. Los índices en la Bolsa de Nueva York iniciaron la semana con
números negativos: el Nasdaq registró una disminución de 1.09 por ciento. 
El pasado jueves 24 de febrero, Vladímir Putin, presidente de Rusia, dio la orden de atacar la región de
Donbás en Ucrania. Este conflicto sería un rezago de la Guerra Fría que reavivó en el 2013 cuando el
entonces presidente de Ucrania, el prorruso Víctor Yanukóvich, suspendió la firma de un acuerdo con la
Unión Europea debido a las presiones de Rusia. 
Aunque Estados Unidos no tiene una participación directa en el enfrentamiento, el valor del dólar
estadounidense se ha visto afectado contra el petróleo. A continuación te contamos más sobre esto.

Volatilidad en los precios de la energía


Tras el inicio de la Guerra en Ucrania, el petróleo alcanzó un máximo histórico de 100 dólares por barril.
Hace unos días, cayó a niveles previos al conflicto, a pesar de que las sanciones y el recrudecimiento de
la guerra continúan. 
La Agencia Internacional de la Energía señaló que la oferta global de crudo aún sigue bajo presión
puesto que Rusia es el segundo mayor exportador de petróleo después de Arabia Saudita. Maike Currie,
columnista del Financial Times y directora de inversiones en Fidelity International, comenta que 1 de
cada 10 barriles de este crudo es distribuido por el país europeo. 
En este contexto, la Unión Europea debate si renunciar o no al crudo ruso como una represalia. El
continente aún depende demasiado de esta energía. Los países que han anunciado sanciones oficiales son
EE.UU y Reino Unido, pero sus importaciones no lograrían cubrir la demanda. 
Se sabe que EE.UU se encuentra en negocios con Venezuela, que también fue sancionado por el país
norteamericano, para poder sustituir el crudo ruso. El problema es que en este se produce petróleo muy
pesado y de baja calidad. Aún así, la propuesta es atractiva porque cuenta con un mayor número de
reservas. Otro país en negociaciones es Irán, que fue sancionado por la Administración Trump en 2018. 
 
Problemas en las cadenas de suministro
La Guerra en Ucrania también han afectado las cadenas de suministro, esto hace subir el precio de los
productos. La Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO) avisó que el
conflicto amenaza con agravar la inseguridad alimentaria. 
Rusia y Ucrania son grandes exportadores de cereales, acumulan un tercio del total de exportaciones.
Rusia ocupa el primer puesto y Ucrania el segundo, exportando el 19% de cebada, el 14% del trigo, el
52% del aceite de girasol y el 4% del maíz del planeta. Estos productos, como el petróleo, han subido de
precio por los temores a la escasez y las sanciones. Por ejemplo, el trigo y la cebada alcanzaron su
máximo histórico con un aumento del 31%.
Un país que puede cubrir esta demanda es Brasil. No obstante, Ucrania y Rusia también son grandes
exportadores de los fertilizantes que se usan en los campos. Las sanciones también afectan esta área: la
urea, un fertilizante nitrogenado esencial para los cultivos, alcanzó su máximo histórico con un aumento
de 300%. 
Ante la situación, la FAO aconsejó buscar nuevos proveedores para asimilar los efectos. También pidió
“hacer todo lo posible” para “mantener abierto el comercio mundial de alimentos y fertilizantes” y
apoyar a los más vulnerables. 
 

Más inflación
Los analistas de la calificadora Fitch advierten que la Guerra en Ucrania ha deteriorado las perspectivas
económicas de crecimiento para el PIB Mundial y se espera una reducción de 0.7 puntos. Esto es
producto del alza del precio de la energía y el consecuente aumento en la tasa de interés por parte de
Estados Unidos. El impacto del conflicto no se restringe únicamente a este año. Los expertos de Fitch
prevén un PIB mundial de 2.8 por ciento. 
 

El impacto en el mercado de criptomonedas


Debido a las restricciones financieras impuestas, ambos países buscaron maneras de utilizar la
flexibilidad de las criptomonedas para realizar transacciones. 
En Ucrania se logró recaudar más de US$100 millones a través de donaciones en Bitcoin y Ethereum,
entre otros. Este país ya había avanzado mucho en la adopción de estas monedas digitales, pero ante lo
sucedido se vieron obligados a adaptar su marco normativo para facilitar el manejo de dinero.  
Las criptomonedas podrían ser el atajo que use Putin para escapar de las sanciones impuestas tras la
invasión de Rusia a Ucrania. Por ello, el organismo internacional Financial Stability Board (Junta de
Estabilidad Financiera) examina el uso de las criptomonedas en medio del conflicto. 
 

Conclusión
El conflicto entre Rusia y Ucrania ha impactado los mercados globales y la falta de avances en las
conversaciones de paz no hace más que agravar la situación. Así, los precios de la energía continúan
volátiles y las cadenas de suministro empiezan a presentar problemas. Consecuentemente, la inflación
está en aumento y se prevé un PIB mundial de 2.8 por ciento.

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