vergüenza

Cuando María tenía unos cinco años de edad, su familia decidió pasar un fin de semana en
Tequisquiapan. Recuerda que llegaron en un día caluroso a un hotel muy pintoresco.

Al dirigirse a su habitación, María pudo divisar a lo lejos una alberca y sin pensarlo dos veces
corrió hacia ella. Inmediatamente comenzó a imaginarse el pasar del día en la alberca. Estando
ya en la habitación, no había tiempo que perder, los minutos pasaban y el día se hacía más corto.
Y con ello, se reducía la posibilidad de disfrutar al máximo de la alberca. De pronto, abrió las
maletas buscando todo el equipo para nadar, su traje de baño rosa, sus gogles, su bata y por
último las sandalias. Parecía que por el cuarto había pasado un tornado.

Ya vestida y equipada por fin, María junto con su papá y hermano irían a relajarse un rato a la
alberca. Casi a punto de llegar al lugar, María perdió el control. La adrenalina, emoción y
desesperación la dominaron. Había dejado atrás a papá entretenido con su hermanito y sin
importarle nada llegó antes que ellos a la piscina. Con la velocidad e impulso de un rayo se
aventuró al agua con un espectacular clavado. Ella se sentía muy feliz, estaba disfrutando al
máximo. Después de un buen rato nadando, se le hizo extraño sentirse pesada al nadar. No le
era tan fácil moverse en el agua. Pensando si había un problema con su traje de baño, se dió
cuenta que llevaba puesta su bata, del impacto se puso de pie y en ese momento sintió que sus
sandalias aún las traía puestas.

El darse cuenta que se había aventado a la alberca vestida la llenó de pena y vergüenza,
sobretodo porque ya había personas en el chapoteadero, ella sentía que la miraban con
extrañeza.Edita
Se lecon
hizoDocumentos
un nudo en el estómago, sentía caliente el rostro y deseó que poder
regresar el tiempo. Su papá se dió cuenta también y le dijo que saliera de la alberca, pasó un rato
Haz cambios, inserta comentarios y
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que María se calmara
archivos y nadara
con otros depara
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editarlos al mismo tiempo.

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