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Química General e Inorgánica

Unidad N° 3
La semejanza de las propiedades físicas y químicas de ciertos elementos
sugirió a los científicos del siglo XIX la posibilidad de ordenarlos sistemáticamente
o agruparlos de acuerdo con determinado criterio.
En 1817 Dobereiner observó que, por afinidad de sus propiedades
químicas, muchos elementos podían ser agrupados de a tres (tríadas). Así ocurría,
por ejemplo, con el litio, el sodio y el potasio.
La importancia de trabajo de Dobereiner radica en que fue el primer intento
de clasificación de los elementos. En su época eran muy pocos los elementos
conocidos y los valores de los pesos atómicos todavía estaban en discusión.
Hacia 1860, el conocimiento de mayor número de elementos motivó nuevas
propuestas de clasificación. En 1864 el químico inglés Newlands intentó ordenar
los elementos de acuerdo con su peso atómico creciente, observando que
después de cada intervalo de siete elementos reaparecían las mismas
propiedades químicas (es decir que el octavo elemento tenía propiedades
químicas similares a las del primero). Por su analogía con la escala musical, la
clasificación fue llamada “ley de las octavas”.

Tabla periódica de Mendeleiev

En el año 1869, el genial químico ruso Dimitri Mendeleiev clasificó todos los
elementos conocidos en su época en orden creciente de sus pesos atómicos,
estableciendo una relación entre ellos y sus propiedades químicas.
En su clasificación Mendeleiev no consideró el hidrógeno porque sus
propiedades no coincidían con las de otros elementos. Tampoco figuran en ella los
gases nobles, porque no habían sido descubiertos aún.
Clasificación de los elementos
A los elementos se los puede clasificar en tres grandes grupos: metales, no
metales y elementos inertes.
Los metales se presentan en estado sólido a la temperatura ambiente, con
excepción del mercurio que es líquido. Poseen un brillo característico (metálico),
son buenos conductores del calor y de la electricidad. Sus moléculas son
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monoatómicas, se combinan con el oxígeno para formar óxidos básicos, y con el

hidrógeno para formar hidruros metálicos.
Son metales el hierro (Fe), el sodio (Na), el Litio (Li), el Magnesio (Mg), el
cobre (Cu), el mercurio (Hg).
Los no metales pueden encontrarse en estado sólido (como el azufre),
líquido (como el bromo) o gaseoso (como el cloro).
No poseen brillo. Son malos conductores del calor y de la electricidad. Sus
moléculas son poliatómicas. Se combinan con el oxígeno para producir óxidos
ácidos o anhídridos, y con el hidrógeno para producir hidruros no metálicos.
Son no metales el nitrógeno (N), el cloro (Cl), el yodo (I), el azufre (S), el
fósforo (P).
Los elementos inertes son los gases denominados raros o nobles. Son
malos conductores del calor y de la electricidad y sus moléculas son
monoatómicas. La característica esencial de estos gases es su casi total
inactividad química, es decir que prácticamente no se combinan con otros
elementos.
Son gases raros el helio (He), el neón (Ne), el argón (Ar), el xenón (Xe), el
kriptón (Kr) y el radón (Rd).
Los elementos están reunidos en grupos y períodos.
Grupos
Los elementos están encolumnados en grupos y se designan con números
romanos. Aquellos que pertenecen a un mismo grupo presentan propiedades
químicas similares. Por ejemplo los elementos del grupo I: litio (Li), sodio (Na),
potasio (K), rubidio (Rb) y cesio (Cs), constituyen la familia de los metales
alcalinos, con propiedades análogas, son blandos y livianos, tienen carácter
fuertemente metálico, son muy electropositivos, son buenos conductores del calor
y de la electricidad, se oxidan con facilidad, reaccionan con el agua formando
hidróxidos o álcalis fuertes.
Los elementos del grupo II: berilio (Be), magnesio (Mg), calcio (Ca),
estroncio (Sr) y bario (Ba) constituyen la familia de los metales alcalino- térreos.
Son menos electropositivos que los del grupo I y reaccionan con el agua con
menor intensidad, formando hidróxidos o bases débiles.
Los del séptimo grupo VII: son flúor (F), cloro (Cl), bromo (Br), iodo (I)
constituyen la familia de los halógenos. Se caracterizan por ser muy
electronegativos y tener carácter no metálico. Se combina con facilidad con los
metales formando sales (de ahí su nombre: “halógeno” significa “engendrador de
sales”).
Cada uno de los siete primeros grupos se divide a su vez en dos
subgrupos, llamados A y B, de acuerdo con la similitud química de los elementos.
Períodos
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Cada una de las filas horizontales constituye un período. Los elementos que
pertenecen a un mismo período se caracterizan porque sus propiedades físicas y
químicas varían gradualmente: el primer elemento presenta carácter metálico,
pero a medida que se avanza horizontalmente el carácter metálico disminuye y
aparece el no metálico, siendo el último elemento netamente no metálico.
Mendeleiev tuvo que dejar espacios vacíos para colocar los elementos en
sus correspondientes grupos. Sugirió que los espacios vacíos debían estar
ocupados por elementos no conocidos hasta ese momento, cuyas propiedades se
podían predecir por su ubicación en la tabla.
Alteró el ordenamiento horizontal de algunos elementos en orden creciente
de sus pesos atómicos, para respetar las propiedades químicas dentro de los
grupos. Por ejemplo colocó al telurio (peso atómico 127,6) antes que el yodo (peso
atómico 126, 9044). De esta manera el yodo quedaba ubicado en el mismo grupo
que el flúor, el cloro y el bromo, cuyas propiedades son análogas.
Estas alteraciones se conocen con el nombre de “inversiones de la
clasificación periódica”.
Clasificación periódica de ocho columnas
Con el conocimiento de nuevos elementos (entre ellos los gases inertes y
las tierras raras) se hicieron algunas modificaciones a la clasificación de
Mendeleiev, incluyéndose como primer elemento al hidrógeno.
El primer periodo está formado por dos elementos: H (hidrógeno) y He
(helio).
El segundo período y el tercero están formados por 8 elementos cada uno,
que van desde el Li (litio) al Ne (Neón); y del Na (sodio) al Ar (argón),
respectivamente. Estos tres períodos se llaman “cortos”.
El cuarto y el quinto períodos están formados por 18 elementos cada uno,
que van desde el K (potasio) al Kr (kriptón), y del Rb (rubidio) al Xe (xenón),
respectivamente.
El sexto período está formado por 32 elementos que van desde el Cs
(cesio) al Rd (radón). En este período, luego del número de orden 57 (lantanio)
están ubicados catorce elementos llamados “lantánidos” (tierras raras), que por
tener propiedades muy similares deben estar incluidos en un mismo grupo.
El séptimo período está incompleto. Comienza con el Fr (francio) y luego
del lugar 89 (actinio), se ubica una serie de elementos llamados “actínidos” (tierras
raras) que también, como la serie de los lantánidos, deben pertenecer a un mismo
grupo.
Estos cuatro períodos se llaman “períodos largos”, por contener muchos
elementos.
Tabla periódica moderna
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Conocida la estructura atómica, se puso en evidencia que el número

atómico (y no el peso atómico) es una constante para los átomos de un mismo
elemento. Por esta razón, en la clasificación periódica moderna, los elementos
están ordenados en orden creciente con respecto a sus números atómicos
(modificándose así el criterio de Mendeleiev).
Moseley determinó los valores correctos de los números atómicos de
muchos elementos y corrigió de esta manera los inconvenientes de la tabla de
Mendeleiev, tal como las inversiones y la ubicación del grupo de elementos
llamados “tierras raras”.
Los elementos están clasificados en 18 columnas y se subdividen en:
a) Elementos representativos: son aquellos que presentan la órbita externa
incompleta. Comprenden los elementos ubicados en los grupos llamados
IA, IIA, IIIA, IVA, VA, VIA y VIIA, según se observa en la tabla. Algunos son
metales y otros no metales.
b) Elementos de transición: son los que presentan las dos últimas órbitas
incompletas. Corresponden a los elementos ubicados entre los grupos IIA y
IIA. Comprenden los grupos llamados IIIB, IVB, VB, VIB, VIIB, VIII, IB y IIB.
c) Elementos de transición interna: presentan las tres últimas órbitas
incompletas. También se los conoce con el nombre de lantánidos y
actínidos y están colocados fuera de la clasificación.
Los elementos representativos ubicados en un mismo grupo se caracterizan
por tener igual número de electrones en la última órbita. Esos electrones son
llamados electrones de valencia.
Los elementos ubicados en un mismo período se caracterizan por tener
igual número de órbitas electrónicas.
El carácter metálico de los elementos en la tabla aumenta hacia la izquierda
y hacia abajo.
Como los elementos de transición son todos metálicos, se puede trazar una
diagonal que separe los elementos metálicos de los no metálicos. Esta línea pasa
entre el boro y el aluminio y desciende entre el polonio y el astato.
En la clasificación periódica moderna, los gases raros están ubicados al
final, en un grupo especial llamado grupo 0. Los elementos de transición están
ubicados en el medio de la tabla.
No hay una ubicación satisfactoria para el hidrógeno, y los lantánidos y
actínidos están colocados fuera de la clasificación.