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LA CÉLULA ANIMAL

Todo ser vivo tiene células. Una célula es una estructura esencial para la vida. Los
animales tienen diferentes tipos de células, como músculos, sangre y piel. Las células
son la unidad básica de la vida. Las células también son dinámicas y pueden cambiar
su estructura y función con el tiempo. Por ejemplo, las células de la piel crecen y
ayudan a los seres humanos a mantenerse calientes durante el invierno. No podemos
entender o percibir la vida sin células.

Un ser humano está formado por miles de millones de células. Cada célula tiene una
función esencial para mantener la vida humana. Por ejemplo, los músculos ayudan a
mantener el movimiento humano y la sangre proporciona los nutrientes necesarios a
todos los órganos del cuerpo. Las partes del cuerpo humano, como el cabello y las
uñas, también tienen sus propias células individuales. Las células forman la estructura
fundamental del cuerpo humano; mantienen vivas a las personas mientras las
mantienen sanas. La mayoría de los animales pueden reparar las células dañadas
reemplazándolas por otras nuevas. Los huevos de pulgas son lo suficientemente
resistentes como para resistir ser arrojados a través de una habitación muchas veces
antes de eclosionar. Las briznas de hierba pueden volver a crecer en las puntas rotas
de los céspedes sobrecargados, y los corales pueden volver a hacer crecer sus tejidos
muertos con nuevo tejido vivo. Las células animales dañadas tienen la capacidad de
reconstruirse y recuperar la salud, haciéndolas resistentes a la muerte por causas
externas como enfermedades o inanición. Los científicos se refieren a este poder
curativo como capacidad regenerativa, y es uno de los muchos rasgos que hacen que
los animales sean tan resistentes a la muerte por enfermedad o accidente. Algunos
animales tienen la capacidad de reproducirse de una célula a otra; este proceso se
llama mitosis. Por ejemplo: los pollos tienen tanto células somáticas como células
reproductivas, lo que les permite crecer incluso cuando están heridos o enfermos. La
levadura también tiene el potencial de reproducirse al dividirse en múltiples células
idénticas a través de la mitosis; así es como crece exponencialmente. Ciertas especies
de plantas también tienen esta capacidad, como las plantas de maíz y tabaco: producen
semillas de forma natural que pueden convertirse en nuevas plantas sin ningún aporte
de los humanos.
La vida en la tierra se sustenta en las células de los seres vivos. Las células mantienen
vivos a los animales al realizar funciones necesarias como curar daños o aumentar su
número cuando se dañan. Sin resiliencia, la vida en la tierra dejaría de existir.

La célula animal es uno de los temas más fascinantes para estudiar en biología. Esta
unidad básica de la vida contiene toda la información necesaria para que un organismo
funcione y crezca. En este artículo, exploraremos los diversos aspectos de la célula
animal, desde su estructura hasta sus procesos metabólicos, así como las implicaciones
de su estudio para la biomedicina. Comenzaremos con una breve descripción de la
célula animal y luego profundizaremos en los mecanismos moleculares y celulares que
la hacen funcionar. Finalmente, abordaremos el papel que juega el estudio de la célula
animal en el campo de la biomedicina.

1. Introducción a la célula animal: La célula animal es una unidad estructural y


funcional básica de los seres vivos. Se encuentra en todos los organismos pluricelulares
y algunos organismos unicelulares, como los protozoarios. Las células animales son las
responsables de la mayoría de las funciones vitales, desde la producción de energía
hasta el transporte de nutrientes. Estas células también juegan un papel importante en el
crecimiento y desarrollo, la división celular y la reparación del tejido dañado.

2. Características de la célula animal y su clasificación: Las células animales se


caracterizan por una membrana celular externa que contiene un citoplasma y un núcleo.
El citoplasma contiene numerosas organelos, incluyendo mitocondrias, lisosomas,
ribosomas y centriolos. El núcleo contiene el material genético de la célula, el ADN.
Las células animales pueden ser clasificadas en dos tipos principales: eucariotas y
procariotas. Los eucariotas son más complejos que los procariotas, ya que tienen un
núcleo verdadero y un citoplasma con varias organelos.

3. Los procesos biológicos de la célula animal: Las células animales realizan una amplia
variedad de procesos biológicos para mantener el equilibrio del organismo, así como
para su supervivencia. Estos incluyen la respiración celular, la fotosíntesis, el
metabolismo y la síntesis de proteínas. La respiración celular es el proceso mediante el
cual las células obtienen energía a partir de los alimentos ingeridos por el organismo,
mientras que la fotosíntesis es el proceso mediante el cual las plantas producen su
propia energía a partir de luz solar. También hay otros procesos biológicos como la
síntesis de proteínas y el metabolismo, que son necesarios para mantener las funciones
corporales normales.

4. Funciones de la célula animal: Las células animales desempeñan un papel importante


en muchas funciones corporales, incluyendo metabolismo, transporte, excreción y
defensa. El metabolismo es el proceso mediante el cual se transforman los alimentos en
energía útil para las células; mientras que el transporte se encarga del movimiento de
moléculas a través de la membrana celular para suministrar nutrientes al interior de las
mismas o eliminar productos metabólicos del exterior. La excreción es el proceso
mediante el cual se eliminan los desechos del organismo; mientras que la defensa es la
función mediante la cual se combate a agentes patógenos externos.

5. Conclusiones: En conclusión, las células animales son fundamentales para el correcto


funcionamiento de los organismos pluricelulares, ya que realizan numerosas funciones
vitales como respiración, fotosíntesis, síntesis proteica y metabolismo entre otras.
Además, su membrana externa les permite realizar funciones específicas como
transportar nutrientes dentro y fuera de sus fronteras o defenderse contra amenazas
externas como virus o bacterias. Por último, este artículo ha mostrado que las células
animales poseen características particulares que permiten su clasificación en dos
grandes grupos: eucariotas y procariotas.

La célula animal es una entidad biológica fascinante con muchos aspectos interesantes.
Estudiar la célula animal nos ayuda a comprender mejor la biología, el comportamiento
y el funcionamiento de nuestros propios cuerpos. La investigación continua sobre la
célula animal nos permitirá descubrir nuevas formas de prevenir, tratar y curar
enfermedades y ayudarnos a comprender mejor la complejidad de la vida.

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