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¿Qué es el embarazo precoz?

Se le conoce como embarazo precoz a la gestación en jóvenes en proceso de pubertad o adolescencia. Las edades comprendidas en el primer
periodo en el caso de las niñas son desde los 9 años, mientras que en el varón inicia a los 11; en el caso de la segunda etapa, hasta los 15 años de
edad.
Aunque podemos decir que esta es una agrupación de edades más específica, organizaciones como la OMS abarcan el embarazo en adolescentes sin
nombrar específicamente el periodo de pubertad, lo que lleva el rango de edades desde los 10 hasta los 19 años.
El embarazo en adolescentes es una de las temáticas más importantes cuando se discuten las variables que afectan los procesos sociales y
culturales de las regiones, especialmente de aquellos países que están en vía de desarrollo o que tienen un bajo ingreso per cápita.
Esto debido a que los problemas de embarazos en adolescentes no solamente afectan la vida de las jóvenes que se ven sometidas a ello, sino que con
ello suele prolongarse el círculo de pobreza, orfandad y falta de oportunidades para millones de familia.
Causas del embarazo en adolescentes
Pero para poder ahondar más en los problemas de embarazos en adolescentes y qué soluciones pueden brindarse para reducir las cifras a
mínimos históricos, primero hay que conocer más de cerca las razones por las cuales una joven en edad escolar queda encinta, sin juzgamientos de
ninguna índole.
El embarazo en adolescentes es un tema que puede abordarse desde distintas aristas, ya que además de estar ligado intrínsecamente al nivel de
pobreza y la calidad de vida de un país, también tiene un mayor repunte en ciertas comunidades donde parece ser un factor de relevancia cultural.
Por ejemplo, el inicio temprano de la actividad sexual en jóvenes está profundamente ligada a la presión social, así como al uso de alcohol y drogas
que pueden desinhibir la conducta de los chicos, lo que puede significar doble riesgo durante las primeras etapas del embarazo adolescente.
También se sabe que el uso incorrecto de métodos anticonceptivos o su no implementación durante las relaciones sexuales, es una de las causas
por las cuales embarazo en adolescentes puede suscitarse, especialmente entre jóvenes de bajos recursos.
Para trabajar en la prevención de embarazos en adolescentes, hay que tener claro que el tema también es consecuencia de la visión que se tiene en
algunas culturas y sociedades sobre el matrimonio a temprana edad y el rol de la mujer en el hogar, además de que muchas son víctimas de
violaciones.
Un ejemplo del efecto del contexto social y la cultura en este tema, lo vemos en países del África subsahariana, donde las adolescentes tienen un
40% de posibilidades de tener un  embarazo precoz, mientras que en el caso de Asia oriental, los números hablan de 1 a 3 embarazos cada 1.000
mujeres.
Riesgos del embarazo en la adolescencia para la madre
Por estar en una etapa de desarrollo, el embarazo en adolescentes puede poner en peligro tanto la vida de la madre como del niño, además de
los problemas sociales y económicos con los que va a tener que lidiar la gestante. Estos son algunos de los conflictos a enfrentar:

Riesgos físicos del embarazo precoz

Las investigaciones sobre embarazo en adolescentes refieren que buena parte de las jóvenes no reciben atención médica porque desconocen su
estado, por lo tanto; ignoran los graves problemas de salud que podría enfrentar tanto ellas como su bebé, entre los cuales tenemos: 
 Existen altos niveles de mortalidad en los embarazos a temprana edad.
 Un gran número de jóvenes en estado de gestación también adquieren enfermedades de transmisión sexual.
 Las estadísticas de embarazos en adolescentes muestran que muchas padecen de fístula obstétrica, una grave lesión entre el canal de
parto y la vejiga o el recto, y cuya erradicación está planteada dentro de los ODS de la ONU para 2030.
 Otra de las consecuencias del embarazo en adolescentes es la preeclampsia y eclampsia.
 Complicaciones debido a la práctica de abortos clandestinos.

Riesgos psicológicos y sociales del embarazo en adolescentes


Las campañas sobre cómo prevenir el embarazo en la adolescencia también hacen énfasis en las consecuencias emocionales y sociales, las cuales no
son menos devastadoras para quienes logran esquivar las secuelas físicas. De hecho, pueden condenar a estas familias a una vida de miseria y
violencia: 
 Al abandonar los estudios, dejan de desarrollar las cualidades de las mujeres empoderadas.
 Muchas sufren pérdidas espontáneas o simplemente caen en las terribles prácticas del aborto clandestino, lo que puede suponer un terrible
trauma a nivel emocional.
 Los embarazos a temprana edad en países desarrollados a menudo concluyen en la conformación de hogares con gran inestabilidad
psicológica, por otro lado; en los países del tercer mundo suelen formarse hogares de bajos ingresos con múltiples niños a cargo.
 Como el embarazo adolescente no les permite independizarse, terminan por dedicarse al trabajo no remunerado.
 El embarazo en adolescentes puede llevar a las madres a graves trastornos psicológicos, ansiedad, rechazo al bebé, miedo al rechazo,
depresión y estrés postraumático.
 Es decir, la prevención de embarazos en adolescentes evita la perpetuación de familias disfuncionales, en donde la mujer es la más
expuesta debido al desarrollo de la dependencia económica y carencias afectivas.
Riesgos del embarazo en la adolescencia para el niño
Tanto la madre como el bebé pueden padecer por igual las graves consecuencias del embarazo precoz, ya que además de ser mortal, en caso de
sobrevivir pueden convertirse en niños en estado de vulnerabilidad debido a padecimientos físicos, psicológicos, económicos y sociales:
Complicaciones en las etapas del embarazo adolescente 
El cuerpo de una joven aún no está apto para traer vida al mundo. De hecho, según la OMS las estadísticas de embarazos en adolescentes, esta es
la segunda causa de muerte entre mujeres de 15 a 19 años de edad, y sus bebés tienen una mayor tasa de fallecimientos, incluso semanas
después del parto.
Como el cuerpo de la madre no cuenta con los nutrientes necesarios, a menudo los bebés de embarazo en adolescentes suelen ser prematuros,
desarrollan problemas de salud congénitos o malformaciones, que pueden hacer que el niño no sobreviva la gestación o sus primeros meses de vida.
Problemas durante el parto
El embarazo en adolescentes suele tener complicaciones por desproporción cefalopélvica, esto quiere decir que la abertura vaginal suele ser
mucho más pequeña que el cráneo del bebé, por lo que la vida de ambos se pone en riesgo de no contar con la apropiada atención médica.
Sin contar con los riesgos que ya de por sí trae un embarazo saludable, el embarazo en adolescentes suele exacerbar el cuadro. Por esta razón, es
indispensable que desde el primer momento la joven pueda contar con la valoración de un obstetra, cosa que no suele ocurrir por desconocimiento.
Problemas emocionales y sociales
La juventud es volátil y llena de mucha incertidumbre, por lo que el embarazo en adolescentes es un escenario que debe evitarse, ya que la madre
puede verse en medio de situaciones con las cuales no va a saber lidiar adecuadamente y que pueden repercutir en la salud mental del niño.
El embarazo en adolescentes tiene muy poca madurez psicológica como para enfrentar la crianza de un niño, porque la madre también es una
persona en pleno crecimiento, lo cual puede generar inestabilidad emocional y social en el pequeño que tiene a cargo.
¿Es posible que una adolescente tenga un bebé sano?
Aunque el embarazo adolescente representa un enorme riesgo de vida para la madre y el niño, sí es posible tener una gestación sana y feliz. Sin
embargo, esto no es lo que suele ocurrir en la mayoría de los casos bien sea por las mismas condiciones físicas de la joven o la falta de cuidado
médico.
Por ejemplo, según datos sobre el embarazo en adolescentes aportados por La Nación, las investigaciones en Latinoamérica reflejan que el 15,7%
de los bebés no alcanzaron el primer año de vida, el 10,5% nació prematuro, además de que 4,7% de estas chicas desarrollaron hipertensión.
A pesar de contar con citas prenatales, el embarazo adolescente tiene un riesgo de mortalidad que es hasta cuatro veces mayor que el de los
partos en mujeres adultas, por ello los programas de retraso del primer embarazo o comienzo tardío de la vida sexual en jóvenes está dedicado a
salvar vidas.
Consecuencia del embarazo en adolescentes
A lo largo del texto hemos estado revisando los diferentes problemas que conlleva el embarazo en adolescentes tanto para la madre como para el
bebé, no solo por el tema de la mortalidad y morbilidad, sino por el estado de vulnerabilidad en el que quedan estas jóvenes madres.
Me refiero a las muy factibles consecuencias sociales del embarazo en la adolescencia. Anualmente, 16 millones de chicas entre 15 y 19 años dan a
luz, y de esa cifra, se estima que un 95% de ellas viven en países en vías de desarrollo, pocas lograrán culminar sus estudios y acceder a una mejor
vida.
La mayoría nunca logra desarrollar las ventajas de ser una mujer alfa, debido a la falta de acceso a la información y de oportunidades, pero también
a causa del reto que implica cambiar patrones culturales arcaicos que conllevan a las niñas a tener familias a temprana edad.
Infografía sobre prevenir el embarazo en adolescentes según la OMS
7 formas de prevenir el embarazo en adolescentes
Las organizaciones civiles y los estados nacionales están en la obligación de tomar medidas que enseñen a la población sobre cómo prevenir el
embarazo en la adolescencia, ya que los efectos del mismo pueden experimentarse en el desarrollo económico y social de un país. Algunas
recomendaciones son:

Retraso en el inicio de la vida sexual

Las campañas para contra el embarazo en adolescentes juegan un papel fundamental al enseñarle a los chicos sobre educación sexual, pero
especialmente, dándoles a entender que la mejor prevención es retrasando el comienzo de la vida sexual.
Hay que recordar que además de tener que lidiar con embarazos problemáticos, tener sexo sin las debidas medidas de cuidado también es un
riesgo para la salud de la pareja, debido a las enfermedades de transmisión sexual y el temido VIH.

Educación para empoderar

Como mencioné en un principio, la gestación les lleva a dejar de estudiar. Trabajar en contra del embarazo en adolescentes es ayudar a las chicas a
pensar en ello como una de las limitantes del desarrollo personal de las mujeres, quienes por lo general son las que cargan con la responsabilidad. 
Las mujeres jóvenes y embarazadas, especialmente las que viven en países en vías de desarrollo, forman parte de uno de los grupos sociales más
vulnerables a nivel mundial porque no cuentan con un sostén económico, debido a que han perdido la oportunidad de educarse por dedicarse al
hogar y crianza.

Creación de programas y servicio en salud pública


Por tal motivo, las naciones deben crear programas de conciencia y protección hacia las jóvenes con embarazos a temprana edad. De esta manera,
estarán enseñando a las generaciones futuras sobre la responsabilidad de ser madres, sino a brindar apoyo a quienes ya estén encinta.
Las charlas en los colegios, las campañas en tv pública, las vallas publicitarias, las clases de educación sexual así como los programas de educación e
inserción laboral para estas jóvenes suman y mucho. Las iniciativas como Mujer Alfa también buscan aportar en pro de los derechos de las mujeres.

Acceso y concientización de los distintos métodos anticonceptivos

Porque además de evitar los embarazos a temprana edad, la enseñanza del uso del condón evita la propagación de enfermedades de transmisión
sexual. Los jóvenes deben aprender que sus actos traen graves consecuencias para ellos y su entorno. Un bebé no es un juguete.
Estas campañas también permiten que los chicos puedan entender que si así lo desean pueden formalizar una familia a futuro, pero que para ello
siempre es preferible apostar por el crecimiento propio, formarse académicamente y trabajar para poder sustentar el hogar.

Mayor capacitación del personal de salud

Los países que desean invertir para prevenir embarazos en adolescentes, también deben dedicar una parte de su presupuesto en la formación de
personal capacitado para educar sobre sexualidad, así como en la preparación emocional del personal médico a cargo de estas chicas.
Una joven en estado es muy vulnerable a nivel psíquico y lo menos que necesita es ser señalada. Ser compasivos y escuchar desde la asertividad
ayudará a conectar con ellas, tenderles una mano y hacerles sentir cuidadas a pesar de sus temores. 
Prestar apoyo y educar a las poblaciones indígenas y otras minorías
Culturalmente, las jóvenes provenientes de grupos étnicos minoritarios o que viven en situación de extrema pobreza, a menudo son víctimas del propio
estilo de vida cultural de sus grupos, por lo que parecen destinadas a no poder tener una vida en la que puedan decidir su futuro por sí mismas.

Fomentar el acceso a la información a gran escala

La educación es el gran escudo para proteger a las jóvenes. Además de brindarles el conocimiento que necesitan para cuidarse y la enseñanza de
diversas maneras de prevención, es importante la distribución de métodos anticonceptivos especialmente entre los más vulnerables.
Recomendaciones finales sobre el embarazo en adolescentes
En la vida hay momentos para todo. Los jóvenes tienen tiempo de sobra para ser adultos, por lo que los embarazos a temprana edad lejos de ser
un sueño por cumplir, puede concretarse en la peor de las pesadillas, porque, a fin de cuentas, son niños criando niños.
A lo largo de nuestro Congreso Mujer Alfa, queremos hacer énfasis en los derechos civiles de las mujeres y minorías, pues son los grupos más
vulnerables socialmente. Una niña tiene derecho a jugar, soñar y convertirse en quien desee. Su lugar está en un salón de clases.
Como decía el poeta Rubén Darío: “juventud, divino tesoro ¡ya te vas para no volver!”. Mientras los niños viven la suya, nuestro deber es construir un
futuro más justo y seguro para chicas y chicos. Dejemos que ellos sueñen metas que nosotros podemos ir forjando hoy en realidad.

LA PIEL
QUE ES LA PIEL, CAPAZ DE LA PIEL, LAS GLÁNDULAS.

La piel es el órgano más grande del cuerpo. Sirve muchas funciones importantes, incluyendo
 Protección del cuerpo frente a los traumatismos
 Regulación de la temperatura corporal
 Mantenimiento del equilibrio hidroelectrolítico
 Sensación de estímulos dolorosos y agradables
 Interviene en la síntesis de vitamina D
La piel conserva las sustancias químicas y los nutrientes del cuerpo a la vez que evita la penetración de sustancias peligrosas en el organismo y
actúa como escudo que lo protege de los rayos ultravioletas emitidos por el sol. Además, el color, la textura y los pliegues de la piel
( ver Descripción de marcas y protuberancias cutáneas, y de cambios de color ) contribuyen a identificar las características individuales. Cualquier
alteración en el funcionamiento o en el aspecto de la piel ( ver Efectos del envejecimiento en la piel ) pueden tener consecuencias importantes en la
salud física y mental.
Muchos de los problemas que se presentan en la piel se limitan a la misma. Sin embargo, en algunos casos, la piel revela un trastorno que afecta
todo el cuerpo. En consecuencia, a menudo se considera la posibilidad de diversas enfermedades al examinar problemas cutáneos. Con frecuencia
se realizan análisis de sangre u otras pruebas de laboratorio para detectar una enfermedad interna en casos de problemas cutáneos
( ver Diagnóstico de trastornos cutáneos ).

La piel consta de tres capas:


 Epidermis
 Dermis
 Capa de grasa (también denominada capa subcutánea)

Cada capa cumple una tarea específica.

Epidermis

La epidermis es la capa, relativamente fina y resistente, que constituye la parte externa de la piel. La mayor parte de las células que forman la
epidermis son queratinocitos. Estos se originan en las células de la capa más profunda de la epidermis, llamada capa basal. Lentamente, migran
hacia la superficie de la epidermis. Después de llegar a la superficie de la piel, los queratinocitos se desprenden de forma gradual y son
reemplazados por las células jóvenes que son empujadas desde abajo.
La parte externa de la epidermis, conocida como la capa córnea (estrato córneo), es relativamente impermeable y, si no está dañada, evita que las
bacterias, los virus y otras sustancias extrañas penetren en el organismo. La epidermis (junto con otras capas de la piel) también protege los
órganos internos, los músculos, los nervios y los vasos sanguíneos ante cualquier posible traumatismo. En ciertas áreas del cuerpo que requieren
mayor protección, como las palmas de las manos y las plantas de los pies, la capa córnea es mucho más gruesa.
Los melanocitos son células que se encuentran repartidas por toda la capa basal de la epidermis y producen un pigmento llamado melanina, uno de
los principales causantes del color de la piel. Sin embargo, la función principal de la melanina es la de filtrar la radiación ultravioleta del Sol
( ver Introducción a la radiación solar y las lesiones de la piel ), que daña el ADN y puede tener numerosos efectos nocivos, incluso el cáncer de
piel.

Dermis

La siguiente capa de la piel, la dermis, es delgada y de un tejido fibroso y elástico (compuesto en su mayor parte por colágeno, con un componente
pequeño, aunque importante de elastina) que da a la piel su flexibilidad y consistencia. La dermis contiene terminaciones nerviosas, glándulas
sudoríparas y glándulas sebáceas, folículos pilosos y vasos sanguíneos.
Las terminaciones nerviosas detectan el dolor, el tacto, la presión y la temperatura. Algunas áreas de la piel contienen más terminaciones
nerviosas que otras. Por ejemplo, los dedos de los pies y de las manos contienen muchos nervios, por lo que son extremadamente sensibles al
tacto.

Las glándulas sudoríparas producen sudor en respuesta al calor y al estrés. El sudor está compuesto por agua, sal y otras sustancias químicas. A
medida que se evapora de la piel, el cuerpo se refresca. Las glándulas sudoríparas especializadas de las axilas y de la región genital (glándulas
apocrinas sudoríparas) segregan una sustancia espesa y aceitosa que produce un olor corporal característico cuando las bacterias de la piel
digieren el sudor en esas zonas.

Las glándulas sebáceas producen sebo en los folículos pilosos. El sebo es un aceite que mantiene la piel húmeda y suave y actúa como una
barrera contra las sustancias extrañas.

Los folículos pilosos producen los diferentes tipos de vello corporal. El vello no solo contribuye al aspecto de una persona, sino que tiene una
serie de importantes funciones físicas, como regular la temperatura corporal, proteger de posibles daños y acentuar las sensaciones. Además,
parte del folículo contiene células madre capaces de renovar la epidermis dañada.

Capa de grasa
Debajo de la dermis se encuentra una capa de grasa que ayuda a aislar el cuerpo del calor y del frío, proporciona un relleno protector y sirve para
almacenar energía. La grasa se almacena en células vivas, denominadas células grasas, unidas entre sí por un tejido fibroso. El grosor de la capa
de grasa puede variar desde una fracción de centímetro en los párpados hasta varios centímetros en el abdomen y en las nalgas.

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