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Flores que cortamos

Colegio de Bachilleres del Estado de Chihuahua,


Plantel 5
Biología I
Literatura I
Bloque 2
Lic. Griselle Miramontes
Lic. Norma Angélica Arenívar Huerta

KATHYA MIRANDA ÁLVAREZ SORIANO


ANGÉLICA CENICEROS DELFÍN
DIANA VICTORIA GIL REVELES
FATIMA JAQUELINE MARTÍNEZ ROJAS
KIMBERLY IZAMAR RODRÍGUEZ CÓRDOVA

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Flores que cortamos
Notas
En el cuento no se pone el nombre de los micronutrientes o macronutrientes explícitamente, pero es así:
Carbohidratos - Crove
Lípidos - Levi
Proteínas - Pryanka
Vitaminas - Vero
Minerales - Min
Agua - Alexa

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La alarma de las ocho empieza a sonar, un Levi, el pelinegro que había estado sonriendo
gato se sienta encima de aquel chico de todo el rato sólo se encogió de hombros. Levi
nombre Camelot mientras él maldice el era ese típico amigo que tenías, que podría
inicio de su día. Quizá si su cabello rojizo dejarte de hablar un mes y luego venir a
no fuera desordenado, y sólo quizás, él no buscarte como si nada hubiera pasado. Así era
llegaría tarde siempre. A pesar de haber Levi, nadie sabía lo que pasaba por su mente.
maldecido en cuanto abrió los ojos, Cam Te transmitía su energía cada que lo veías, a lo
era un chico bastante positivo, de esos que mejor era por eso por lo que se desaparecía tan
no hablan mucho y parece que te quieren seguido.
matar con la mirada, pero en cuanto los
conoces son la cosa más tierna del mundo. — Este semestre me quiero aplicar más, a
Hoy era el primer día de clase, después de parte ni siquiera es tan temprano, sólo te
no ver dos meses a sus amigos se sentía quedan quince minutos para llegar a la
pésimo. El primer mes tuvo pérdida escuela.
muscular, un dolor de estómago terrible,
trastornos de humor, muchos mareos, Camelot abrió los ojos como platos, no podía
insomnio y calambres. No sabía por qué y llegar tarde porque eso lo haría quedar como
su madre comentó que quizá era por sus el chico que ni siquiera puede llegar
pésimos hábitos alimenticios. temprano el primer día (como Levi). Tomó su
mochila con más decisión y aceleró el paso
Había mandado un mensaje al chat grupal sin ponerle atención al pelinegro que
preguntando en dónde se iban a encontrar. caminaba a su lado.
Pryanka fue la primera en responder.
— Quizá podríamos vernos en la — Cam.
cafetería que está cerca de la — No me molestes, si me pongo a platicar
escuela, esa en la que siempre contigo seguro se me pega tu suerte y
hemos querido quedar, pero nunca llego más tarde de lo que ya voy.
se concreta nada- escribió — Te están llamando
poniéndole una carita sonriente al — No seas mentiroso, se escucharía si me
final para que no se oyera tan rudo estuvieran hablando.
lo que había puesto.
Justo en el momento que esas palabras
Ella era una chica de piel color canela, dejaron su boca escuchó una canción
unos ojazos verdes que hipnotizaban y su pegadiza que había puesto como tono y
cabello con rizos que le llegaba por debajo ahora se arrepentía.
de los hombros, su personalidad era como
la de una mamá; le daba estructura al —¿Quién habla? – preguntó sin siquiera ver
grupo y siempre tenía los mejores consejos el número.
para dar.
Se sentía exasperado, la escuela estaba a
Cam se puso contentísimo, si quería ver a unos 25 minutos de su casa y aunque él
alguien en ese momento era a ella. Tomó había podido tomar el bus, su necesidad de
su mochila, sus audífonos en los cuales sentirse protagonista y romantizar su vida se
sonaba una canción de Taylor Swift y se lo impidieron.
dispuso al salir de casa, pero justo al pasar
la puerta se dio de bruces con Levi. —¿Por qué tan enfadado tan temprano? –
hablaba uno de sus mejores amigos,
—¿Qué haces en frente a mi puerta a estas mientras se escuchaba cantar a una chica en
horas? – soltó el pelirrojo algo sorprendido el fondo.
ya que su amigo nunca llegaba temprano a
nada.

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Crove y Alexa, eran sus mejores amigos y habían empezado a salir desde hace seis meses. No se
parecían en nada y a la vez eran iguales, los dos eran muy energéticos y con un carácter muy voluble.
Ella tenía el cabello castaño muy corto y él era un chico rubio con el cabello medio largo.

— Es que va tarde – contestó Levi arrebatándole el teléfono a su amigo mientras se burlaba.

—¿Quieren que pasemos por ustedes? – habló la chica con voz alegre pero justo se escuchó que
su novio le decía que no podían porque tenían que recoger algo antes.

— No importa, de todos modos, ya saben cómo es Cam, es tan terco que no aceptaría ayuda en
ninguna circunstancia.

— Lo sentimos.

Colgaron, el de cabello rojizo alzó la mirada al cielo. Era mediados de agosto, ya se notaba el aire
salado y su ropa se le estaba pegando al cuerpo por el calor que había. Llegaron a la escuela, a pesar
de ir bastante tarde sólo estaba su grupo de amigos en la entrada.

Pryanka se miraba algo molesta mientras Crove y Alexa se reían despreocupados. Allí estaba también
Min y Vero, eran hermanos e incluso los podrías llegar a confundir debido a la androginia de ambos.
Los dos tenían cabello castaño corto, ojos pequeños color miel y una cara bastante delgada.

— ¿Entonces...? – Levi fue el primero en hablar- ¿Por qué están aquí afuera cuando se supone
que ya empezaron las clases?

— Nos acabamos de topar al director y resulta que las clases empezaban hasta la otra semana
– habló Vero.

— Es el efecto mariposa – contestó Alexa.

Camelot estaba tratando de jalar aire, estaba tan preocupado por llegar temprano que no se había
percatado de su falta tan grande de energía, sintió que le temblaban las piernas y se sentó en la
banqueta frente a la escuela. Se le había olvidado desayunar de nuevo, llevaba muchos días
saltándose el desayuno porque sentía que no era necesario. Su mala alimentación estaba dejando
graves consecuencias en su rendimiento físico.

— ¿Estás bien? – Preguntaron sus amigos al unísono.

— Sí sólo que…no me he sentido muy bien.

Cam, al ver la expresión preocupada de sus amigos, se levantó rápidamente y cambió su expresión
cansada por un intento de sonrisa. Todos volvieron a casa, mientras caminaban Crove y Alexa
estaban haciendo chistes y riendo a carcajadas, el resto del grupo estaba charlando de lo que habían
hecho durante las vacaciones. Camelot dejó de poner atención por los fuertes dolores de cabeza que
le dieron a mitad del camino, un fuerte cansancio se apoderó de su cuerpo y comenzó a caminar más
lento. Fue Pryanka quien se dio cuenta de que su amigo se estaba sintiendo mal.

— Levi, creo que deberíamos llevar a Cam con un médico – Dijo Pryanka preocupada.

— Ya lo conoces, fingirá que está bien y nos dirá que estamos exagerando –Contestó Levi
decepcionado.

Pryanka iba a comenzar a discutir, sin embargo, Alexa la jaló del hombro para que se volteara.

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Flores que cortamos
Entonces vio a Camelot desmayado en el piso con sus amigos tratando de despertarlo. Levi y Crove
lo levantaron y se las arreglaron para llevarlo al hospital. Cam se despertó en una habitación
hospitalaria, unos instantes después pasaron sus amigos a verlo, sus expresiones mostraban que
habían pasado quizá por uno de los momentos con más preocupación y desesperación de su vida.
Tiempo después llegó su madre y un médico.

— ¿Podrías decirme cómo ha sido tu dieta durante estos días?

Aunque al principio dudó en responder con la verdad, se dio cuenta que no valía la pena mentir cuando
su estado de salud se había complicado de tal manera. Le explicó al médico que no ha estado
comiendo de manera saludable durante mucho tiempo, comenzó a despreocuparse por su
alimentación cuando reemplazaba comidas importantes por comida chatarra, con carbohidratos
simples, sin embargo, éstos no causan el mismo efecto que los carbohidratos complejos. También le
habló al médico sobre cómo se había sentido el tiempo que pasó sin ver a sus amigos. La falta de
hidratación, y de consumo de vegetales, frutas y alimentos saludables.

— Debido a tu mala alimentación, has tenido mucha pérdida de hierro, si sigues así quedarás
propenso a enfermedades como la anemia – Le dijo el médico con una expresión neutral.

— Nunca consideré que me pondría tan mal – Contestó tontamente el pelirrojo.

Tuvo que visitar a un Nutricionista, quién diseñó una dieta especial de acuerdo con sus necesidades,
su edad y peso. Al principio no estaba muy motivado a seguirla, y su condición empeoró hasta que se
desmayó una segunda vez, estaba solo, y cayó directamente contra el piso. Cuando su madre lo
encontró lo volvió a llevar con un doctor, fue el segundo diagnóstico el que le demostró que
efectivamente, Camelot tenía anemia.

Un día mientras descansaba en cama, Min y Vero fueron a visitarlo, ambos vestían un pantalón negro
de mezclilla y diferentes camisas. Ambos saludaron a su amigo con aires de tristeza, pues ya se
habían enterado de su enfermedad.

— Por favor, amigo trata de poner empeño en tu recuperación, eres importante para nosotros y
odiamos verte así – Le rogó Min.

Y así fue, sus amigos fueron su motivación para seguir adelante. Su recuperación iba a ser muy
tardada, pues tenía que restaurar sus reservas de hierro en su organismo y eso requería de ser
constante con sus medicamentos y seguir una dieta adecuada. Con el tiempo su masa muscular fue
aumentando gracias a un consumo suficiente de proteínas. Su cuerpo pudo absorber nutrientes y
reservar energía, por un consumo adecuado de alimentos ricos en grasas saludables.

Cuando sus amigos fueron informados del buen progreso de la salud de Cam, lo llevaron como una
sorpresa al jardín donde solían cortar flores cuando eran niños. El pelirrojo no pudo evitar soltar las
lágrimas de lo conmovedor que fue ese acto.

— No imaginaba que los pelirrojos fueran tan cursis – Había dicho Levi, luego soltó una carcajada
que se contagió al resto del grupo.

Camelot cortó una rosa que encontró entre las flores, y se prometió a sí mismo cuidar de su salud y
priorizar su bienestar, ante todo, algo que quizá no habría hecho un tiempo atrás, cortó uno de los
pétalos y lo arrojó para que el viento se lo llevara lejos, mientras él sonreía.

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Fuentes
Giménez-García, C. (2017, 8 mayo). Una perspectiva de género en el estudio de las conductas de
riesgo de los adolescentes. Recuperado 24 de septiembre de 2022, de
http://repositori.uji.es/xmlui/handle/10234/167488
Ayúzar, A. (2005). Requerimientos nutricionales de energía y macronutrientes. Recuperado 24 de
septiembre de 2022, de
https://ruc.udc.es/dspace/bitstream/handle/2183/11336/CC-77%20art%205.pdf
Vásquez Garibay, E. M. (2003). La anemia en la infancia. Revista Panamericana de Salud Pública, 13,
349-351. Recuperado 25 de septiembre de 2022, de
https://www.scielosp.org/article/ssm/content/raw/?resource_ssm_path=/media/assets/rpsp/v13n6/16502.p
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