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LA PUNTUALIDAD

La puntualidad es cortesía, educación y respeto.


El valor de la puntualidad es la disciplina de estar a tiempo para cumplir nuestros compromisos
adquiridos en nuestra vida diaria: una cita del trabajo, una reunión de amigos, un compromiso de la
oficina, un trabajo pendiente por entregar, una cita médica...
La puntualidad es necesaria para dotar a nuestra personalidad de carácter, orden y eficacia, por la
razón de que al aplicar este valor en nuestra vida diaria estamos en condiciones de realizar más
actividades, desempeñar mejor nuestro trabajo y ser personas merecedoras de confianza.
La falta de puntualidad denota desorden, mal manejo del tiempo, falta de planeación en nuestras
actividades, y la falta de una agenda organizada.
El interés, el deseo y los gustos están muy asociados con la impuntualidad. Y también influye el
orden. Cuando no tenemos claridad de ideas, ni prioridades y tampoco una lista de pendientes, lo
más probable es que el tiempo se pierda fácilmente. Además de que la pereza, el olvido y la falta
de concentración también son otros grandes motivos que afectan este valor.
Se necesita voluntad, disciplina, determinación, compromiso y responsabilidad.
Como corregir la falta del valor de la puntualidad?
Se tiene que hacer un cambio de mentalidad. Debemos ser conscientes que
toda persona, evento, reunión, actividad o cita tiene importancia.
Hay que encontrar la causa que provoca nuestra impuntualidad.
Allí encontremos muchas respuestas y también las soluciones para desterrar
este mal hábito.

Establecer un orden y delimitar prioridades es la base de todo, pero también nos podemos
ayudar con algunas cosas, como son las alarmas del computador, agenda electrónica,
celular, pedirle a un familiar o compañero que nos recuerde la hora (sin ser molesto ni
dependiente).

¡Vivir el valor de la puntualidad es una forma de hacerle a los demás la vida más
agradable, mejora nuestra organización y nos convierte en personas dignas de
confiar!

Allisson Naranjo

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