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La puntualidad es la disciplina de estar a tiempo para cumplir nuestros compromisos

adquiridos deliberadamente: como por ejemplo una cita del trabajo, una reunión de
amigos, un compromiso de la oficina, un trabajo por entregar, una cita médica, asistir
puntualmente a clases, etc.

La puntualidad es sinónimo de cortesía, educación y respeto; por otro lado, la


impuntualidad es una muestra de falta de cultura, es no apreciar el tiempo de los otros ni
el propio; y este se llega a convertir en un defecto.

Durante el desempeño de nuestras actividades, la puntualidad es lo más importante, y se


hace énfasis dentro del reglamento académico que es nuestro deber asistir con
puntualidad a los actos ordenados por la escuela, por ejemplo, en caso de que un
elemento no acuda en tiempo a formar o realizar sus actividades académicas cotidianas,
deberá sustentar el motivo de su inasistencia justificada; debemos estar puntuales y
desempeñar los servicios que se nos encomiendan, la disciplina y puntualidad, son parte
esencial en nuestras actividades dentro y fuera de la escuela somos el ejemplo, y los
encargados de inspirar, a los cadetes de primero, año, liderando así con el ejemplo.

La puntualidad como cualidad:

Cualidad son los rasgos, componente permanente, diferenciado, peculiar y distintivo de la


naturaleza o la esencia de una persona o cosa que contribuye, junto con otros, a que
alguien o algo sea lo que es y cómo es; por lo que la puntualidad como cualidad se centra
en llegar a un lugar o realizar alguna actividad en un periodo de tiempo que ha sido
estipulado con anterioridad. Por ejemplo, el hecho de establecer una hora para iniciar una
reunión o llegar a un determinado lugar y a una hora específica que haya sido acordada
tiempo antes, es el mejor reflejo de la puntualidad. Es decir que la puntualidad se vuelve
una cualidad particular que es muy valorada en estos tiempos, sobre todo en espacios
profesionales y de trabajo, ya que son sectores donde la puntualidad es evaluada y bien
vista.

La puntualidad como hábito:

El hábito son las pautas estables de comportamiento que ayudan a las personas a
orientarse y a formarse mejor, permitiéndoles organizarse tanto a nivel personal como
colectivo. Los hábitos son conductas que repetimos muchas veces hasta que forman
parte de nuestras actividades diarias; por lo que Uno de los hábitos más importantes para
formar es la puntualidad, el estar a tiempo a diferentes compromisos o el simple hecho de
estar apegado a un horario nos ayudara mucho en la vida.

La puntualidad como valor:

Los valores aluden a todos aquellos principios que les permiten a los seres humanos,
mediante su comportamiento, realizarse como mejores personas; es decir son esas
cualidades y creencias que vienen anexadas a las características de cada individuo y que
ayudan al mismo a comportarse de una forma determinada; por lo que la puntualidad es
necesaria para dotar a nuestra personalidad de carácter, orden y eficacia, pues al vivir
este valor en plenitud estamos en condiciones de realizar más actividades, desempeñar
mejor nuestro trabajo, y se nos hace ser merecedores de confianza.

Cualidades de una persona puntual

Es una persona organizada: y demuestra que es alguien puntual. El principal problema


para llegar a una cita a tiempo, por ejemplo, es el hecho de no realizar las actividades
previas con tiempo y correr a última hora. Sin embargo, si alguien es ordenado y
organizado, podrá establecer tiempos y ritmos para desarrollar las actividades previas y
llegar a una cita o entregar el trabajo, o la tarea encomendada a la hora acordada. La
organización es una característica fundamental y una cualidad muy importante para la
vida.

Es una persona responsable, la responsabilidad es una característica importante de


alguien que se considera puntual. Tener consciencia sobre las ventajas que posee el
hecho de ser responsable es algo muy importante y esto nos dará beneficios en la vida en
general. Por ello, las personas responsables tienden a ser puntuales, ya que también
ponen en consideración el tiempo de los demás y valoran el hecho de que otras personas,
tienen compromisos y obligaciones que cumplir.

Es una persona comprometida, el compromiso es parte fundamental en el tema de la


puntualidad. Se debe tener claridad que el hecho de quedar a una hora específica y
desarrollar una actividad, implica compromiso por las dos partes. Ese interés en realizar
las cosas bien y tratando de que sean en el tiempo determinado, ayuda a que el hecho de
ser puntual sea un factor positivo en la vida. Por ello, si somo personas comprometidas,
seremos más consciente de respetar los tiempos, tanto el propio como el de los demás.

El hecho de ser puntual no es algo que solo afecta a un área de la vida, al contrario, nos
ayudará a ser una mejor persona y a tener reconocimiento por parte del resto de personas
que se encuentren a tu alrededor. El hecho de ser alguien comprometido, organizado y
responsable nos asegurarán éxito en diferentes etapas de nuestras vidas. Por ello, es
necesario reconocer cuáles son las virtudes y valores que nos caracterizan y, de esa
forma, será más sencillo cambiar algunos malos hábitos que todos tenemos.

La puntualidad es una cualidad reconocida en el mundo y, por tanto, debe ser practicada
todo el tiempo.
La puntualidad responde a la responsabilidad de coordinarse cronológicamente para
cumplir con una tarea. En ese aspecto, habrá que saber organizarse y conseguir planificar
con antelación las actividades que vamos a desarrollar en el siguiente día.
Está actitud implica un compromiso para con nosotros y los otros. A nadie le gusta
retrasarse y trabajar este aspecto durante el día a día es crucial para evitar malos ratos o
situaciones que puedan afectar a nuestro alrededor o ser percibido como alguien poco
serio
Una persona puntual, en cambio, cuenta con disciplina, interés y educación: tres términos
muy valorados hoy en día; algunas acciones que nos pueden ayudarán a reforzar este
gran hábito son:

 Calcular: tomar todas las previsiones posibles y proyecta el tiempo que te demora
estar listo. Mientras cronometramos la mente, y nos enfocamos en lo que vamos a
hacer, en el momento y sin distracciones.
 Exagera: tener listos los objetos personales la noche anterior, uniformes, y demás
accesorios necesarios para desarrollar nuestras actividades diarias no dejar nada
a última hora. Preveer circunstancias poco favorecedora y tener listo un segundo
plan si asi se requiere.
 Prioriza: ordena las actividades por prioridad. No vale la pena esforzarse por ser
puntual si, finalmente, el diseño de la ruta de trabajo es insostenible. Siempre se
debe ir de lo complejo a lo sencillo.

Alguna de las ventajas que te da el hecho de ser puntual: 

Mejor organización del trabajo. Esta parte es fundamental, ya que el hecho de llegar a
tiempo hace que podamos organizarnos mejor y prepararnos para un día sin
contratiempos. Muchas personas deciden llegar con tiempo, para iniciar el día con un sin
afán, ordenar y verificar de manera general las actividades del día y evitar los tropiezos
que el día a día puede generarnos. La puntualidad hace que nos organicemos y que nos
desempeñemos de una mejor manera en todo lugar.

En resumen: Ser puntuales nos da ciertas ventajas y cualidades

 Nos hace creíbles y confiables.


 Nos hace atentos y considerados.
 Nos hace ordenados y eficientes.
 Evita que perdamos tiempo y dinero.
 Nos hace mejores personas.
 Mejora la manera de utilizar nuestro tiempo.
 Incrementa nuestro respeto por los demás.
 Nos hace sujetos dignos de la confianza.
Al ser puntuales demostramos nuestra profesionalidad y confianza frente al resto. Ser
profesional no solo se centra en adquirir conocimiento académico o científico, sino,
además, en demostrarlo con actitudes que pueden ser cotidianas, pero que transmiten
mucho más de lo que nos imaginamos. Por ejemplo, las personas puntuales son vistas
como más profesionales y generan confianza frente al resto.

Esto debido a que de manera específica se determina que es alguien que respeta el
tiempo de los demás y que está interesado e involucrado lo suficientemente, como para
organizar su día y llegar con tiempo suficiente para desarrollar sus actividades.

Disminuye el estrés y la fatiga. Evitar correr y dejar las cosas a última hora son solo
alguno de los aspectos que ocurren a causa de la impuntualidad y el desinterés. Es por
ello que el hecho de ser alguien puntual, ayuda a evitar la fatiga y el estrés que puede
causar la acumulación de actividades del día a día.

Por eso es mejor evitar esos momentos y organizarnos, para mantener un control de las
cosas que suceden y que podamos desarrollar nuestras actividades de manera tranquila y
ordenada, además, esto es importante, porque también beneficia el tiempo del resto del
personal.

Es importante recalcar la importancia de la puntualidad en diferentes aspectos de nuestra


vida. Por ello, lo primero que debemos hacer es una autoevaluación de las actitudes,
nuestras rutinas y nuestros hábitos, ya que solo de esa manera, podremos conocer más
sobre tu situación y los cambios que se pueden hacer, con el objetivo de mejorar.

La puntualidad es una cualidad que puede volverse un hábito si así es que se quiere. Es
de mucha ayuda ser conscientes y saber cambiar las cosas que evitan que podamos ser
más responsables o comprometidos en el las áreas que se requiera.

Es nuestra oportunidad de ser personas más consientes con el tiempo, evitar


contratiempos y proponemos mejorar en el tema de la puntualidad.

En cambio, si somos puntuales, debemos seguir así, pues es algo muy reconocido, que
nos ayudará a ser más competitivos, reconocidos y mejor valorados en el todo ámbito
académico, deportivo, profesional y laboral.

En el artículo de la revista sociedad de España, del 20 de febrero de 2015, publica la


razón científica del porque hay personas que nunca son puntuales.

“La Universidad de San Diego State revela en una investigación y dice que la mala
educación no es la única razón para llegar tarde. La falta de puntualidad responde a algo
más que una mera cuestión de mala educación.
Al menos, así lo determina un estudio de la Universidad de San Diego State que intenta
probar por qué hay gente que es incapaz de llegar a tiempo a los sitios, aunque se
esfuerce.”

Según la investigación llevada a cabo por el Doctor Jeff Conte, existen dos clases de
personas: las de clase A y las de clase B. Las primeras disponen de la capacidad para
percibir el tiempo de una manera más precisa, mientras que las segundas perciben el
tiempo de forma más lenta.

Esta conclusión fue alcanzada tras realizar un experimento que consistía en evaluar a
personas sobre su percepción del tiempo. Los sujetos debían determinar el tiempo
transcurrido hasta llegar a un minuto. Previamente, se había separado a los individuos
según su respuesta a la pregunta sobre si se consideraban puntuales o no.

El resultado fue evidente. Los que decían ser puntuales tenían una percepción del tiempo
casi exacta, ya que habían calculado un minuto de tiempo a los 58 segundos.

En cambio, el otro grupo pensó que se había cumplido el minuto a los 77 segundos
aproximadamente.

Sin embargo, también cabe destacar que la percepción temporal de las personas se
resuelve con un simple reloj, por lo que las excusas para las personas impuntuales no
serán del todo justificadas.

Por otro lado, las culturas también otorgan diferentes variables al concepto de
puntualidad. Por ejemplo, mientras que en España llegar cinco minutos tarde se
contempla como cierta puntualidad, en otros países como Alemania esos cinco minutos
suponen un retraso considerable.

Optimismo y relajación. Lo que en la mayoría de los casos suele ser una garantía de
buena salud, en términos de gestión del tiempo está asociado con la impuntualidad.
Según un estudio realizado por la Universidad de Harvard, las personas impuntuales
tienden estar más relajadas que aquellos que se organizan para llegar en hora. Es decir,
los efectos de la procrastinación y la mala gestión del tiempo influyen menos en el estado
de ánimo de los optimistas.

En esta línea, expertos consultados por la BBC apuntan a que las personas optimistas y
con bajos niveles de autocontrol tienden también a ser más impuntuales que quienes
llegan a tiempo.

La puntualidad según las culturas: El ilustrador Mr. Gamez ha investigado sobre el tema y
ha recopilado la información en unas divertidas infografías:
Corea del Sur

La puntualidad es importante para los surcoreanos. De hecho, llegar tarde es una falta de
respeto, según señala Mr. Gamez.

Malasia

Llegar tarde está tan aceptado que no tienes ni que disculparte. Si dices alguien dice que
se retrasa cinco minutos, seguramente sea una hora. El paraíso para los tardones y el
infierno para los puntuales.

China

Se acepta la impuntualidad siempre y cuando no te retrases más de diez minutos.

Japón

Como esperábamos, los reyes de la puntualidad. Un solo minuto de tardanza ya es


considerado impuntual en la cultura nipona.

Alemania

Pero si hay alguien que gane en puntualidad son los alemanes. No es solo que lleguen
puntuales, es que lo normal es llegar incluso diez minutos antes de la hora pactada.

México

¿Llegar 30 minutos tarde a una reunión? No supone un problema para los mexicanos.

Brasil

En el país sudamericano ocurre algo curioso: la puntualidad no es común a no ser que


alguien use la frase 'English time'.

Arabia Saudí

La puntualidad no es estrictamente importante en Arabia Saudí. Eso sí, mirar el reloj


durante un evento está considerado una falta de respeto.

Rusia

Mientras la paciencia es importante en la cultura rusa, la puntualidad no lo es.

No nos volvemos puntuales de la noche a la mañana, por lo que para querer corregir este
error se necesita voluntad, disciplina, determinación, compromiso y responsabilidad como
en todos los propósitos en la vida.

Antes de empezar a poner alarmas, llenar agendas, programar recordatorios, etc., se


tendrá que hacer un cambio de mentalidad. Debemos ser conscientes que toda persona,
evento, reunión, actividad o cita tiene un grado particular de importancia. Nuestra palabra
deberá ser el sinónimo de garantía para contar con nuestra presencia en el momento
preciso y necesario.

Seguido de esto, se tendrá que encontrar la causa que provoca nuestra impuntualidad
(mencionadas anteriormente: interés, importancia, orden, egocentrismo, pereza, olvido,
falta de concentración, etc.).
En este sentido podremos encontrará muchas respuestas y también las soluciones para
desterrar este mal hábito de la impuntualidad.
Establecer un orden y delimitar prioridades es básico. Asimismo, concentrarse en la
actividad que estamos realizando, procurando mantener nuestra atención para no divagar
y aprovechar mejor el tiempo. Para corregir esto, tenemos que acudir a algunas ayudas,
como son las alarmas, programarnos en una agenda, celular, pedirle a un familiar o
compañero que nos recuerde la hora (sólo algunas veces para no ser molesto y
dependiente).
Por último, habrá que hacer algunos ajustes en nuestro nuevo estilo de vida enmarcado
en la puntualidad. Quizá levantarse un poco más temprano, adelantar el reloj unos
minutos, establecer un horario, y prioridades entre otros.
Vivir el valor de la puntualidad es una forma de hacerle a los demás y a nosotros mismos
la vida más agradable, mejora nuestro orden y nos convierte en oficiales y personas
dignas de confianza.

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