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De visita al Hospicio

Tristana estaba en la casa tranquila como cada domingo, siempre se ponía a pintar un dibujo
o empezaba a cantar. Ella después de conocer a Saturna la cual era la criada, le propuso a
Tristana que cada domingo salga de visita al hospicio ya que se encontraba su hijo allí, Así
que se prepararon y se fueron al hospicio. De camino al hospicio empezaron a hablar de
porque su hijo se encontraba allí. Saturna le dijo:

- No puedo mantener a mi hijo en casa, porque no me llega el dinero suficiente de darlo de


comer o de mantener la casa. La cual Tristana le dijo:

- Pobrecito, ¿no?, sin su madre al lado y viviendo en otra casa tendría que ser muy doloroso a
una madre.

Después de hablar, llegaron al hospicio, donde Saturna tenía que dar los datos para ver a su
hijo. Ya cuando le dio los datos le dejaron pasar a las dos. El chiquitín se alegró mucho al ver
a su madre, la cual ella también se alegró bastante al verlo. Saturna le presento a su hijo a
Tristana, y se fueron a tomar un té, y ella le dijo:

-Tristana este es mi hijo Carlos, tiene nueve años, venga Carlos saluda a Tristana.

- Hay que mono eres Carlos- dijo ella.

La cual el chiquitín le dio un abrazo fuerte a ella, y le dijo:

- Hay que guapa es – le dijo a su madre.

- A que sí, así serás tú cuando sea grande, serás muy guapo- le dijo Saturna a Carlos.

Después de que pasase el día la dos tenían que irse a casa porque le estaría esperando Don
Lope, ya que hay visita de los familiares. Así que se despidieron de Carlos y se fueron a la
casa.

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