13:1 Y NO TENGO AMOR.

El capítulo 13 es una continuación del estudio de Paulo sobre el tema de los

dones espirituales. aquí recalca que de nada sirve poseer dones espirituales sí no
sé tiene amor (vv. 1-3). “Un camino más excelente” (12:31) es el ejercicio de los
dones espirituales con amor (vv.4-8). Como el único contexto en el cual los dones
espirituales pueden cumplir la voluntad de Dios, el amor debe ser el principio que
rige todas las manifestaciones espirituales. por eso Pablo exhorta a los corintios a
que sigan por el camino del amor y aspiren con todo anhelo a los dones
espirituales (14:1). ellos deben desear ansiosamente las cosas del espíritu porque
de veras quieren ayudar, consolar y bendecir a otros en esta vida.

Efesios 4:2  con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a
los otros en amor.

El tormento de la separación (Cantares 5:2-6)

2 
Yo dormía, pero mi corazón velaba.
    Es la voz de mi amado que llama:

    Ábreme, hermana mía, amiga mía, paloma mía, perfecta mía,

    Porque mi cabeza está llena de rocío,

    Mis cabellos de las gotas de la noche.

3 
Me he desnudado de mi ropa; ¿cómo me he de vestir?
He lavado mis pies; ¿cómo los he de ensuciar?
4 
Mi amado metió su mano por la ventanilla,
Y mi corazón se conmovió dentro de mí.
5 
Yo me levanté para abrir a mi amado,
Y mis manos gotearon mirra,
Y mis dedos mirra, que corría
Sobre la manecilla del cerrojo.
6 
Abrí yo a mi amado;
Pero mi amado se había ido, había ya pasado;
Y tras su hablar salió mi alma.
Lo busqué, y no lo hallé;
Lo llamé, y no me respondió.
Proverbios 12:18  Hay hombres cuyas palabras son como golpes de espada;
Mas la lengua de los sabios es medicina.

Malaquías 2:14  Mas diréis: ¿Por qué? Porque Jehová ha atestiguado entre ti y la mujer
de tu juventud, contra la cual has sido desleal, siendo ella tu compañera, y la mujer de
tu pacto.

Colosenses 3:19  Maridos, amad a vuestras mujeres, y no seáis ásperos con ellas.

1 Corintios 7:34  Hay asimismo diferencia entre la casada y la doncella. La doncella

tiene cuidado de las cosas del Señor, para ser santa así en cuerpo como en espíritu; pero
la casada tiene cuidado de las cosas del mundo, de cómo agradar a su marido.