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REDES.

LA COOPERACIÓN

La informática es el «tratamiento automático de la información», es decir, el


tratamiento de las instrucciones y los datos con hardware y software, los dispositivos
electrónicos que tiene un ordenador. La informática documental, por su parte, es «la
realización de una serie de aplicaciones informáticas (listados, búsquedas, OPAC, acceso
remoto, etc.) al campo de la documentación» (A. Deweze). En ellas, los elementos
fundamentales son dos: la documentación (en su tratamiento: adquisición, descripción y
difusión) y la tecnología informática. Cuando a estos dos elementos se les une las
telecomunicaciones, hablamos de teledocumentación, el “acceso de forma selectiva y a
distancia de la información” (Nuria Amat). Documentación, informática y
telecomunicaciones van a estar presentes en el núcleo de actividades de las tecnologías
de la información y comunicación (TIC), en las que se desarrolla la telemática (concepto
que nos ha quedado del informe de S. Nora y A. Minc, de 1978, La informatización de la
sociedad (traducida al castellano en 1980, FCE), la unión de telecomunicaciones e
informática. Cuando se organizan en torno a un objetivo común, tenemos las redes.
Concepto
Red de comunicación es “un conjunto de ordenadores, que usan unos protocolos
comunes para comunicarse, aparte de la conexión de los medios de transmisión que
utilizan”. Los protocolos están normalizados, los medios de transmisión no. La red la
constituyen los medios físicos que permiten el establecimiento y mantenimiento de la
comunicación; tiene medios de transmisión (cables) y sistemas de tránsito (módem,
satélites...), que aseguran la integridad de la misma. Estas redes también se aplican al
campo de las bibliotecas y centros de documentación, con ellas se realiza la catalogación
compartida, las búsquedas en bases de datos comunes, el préstamo interbibliotecario, etc.
Una red requiere una serie de componentes básicos: a) un procesador central al
que los ordenadores tienen acceso. El componente central es un ordenador base, u
ordenadores, en el que se hallan los servicios ofrecidos por la red; son éstos los servicios
a los que accede el/a usuario/a; b) un medio de transmisión (con cable de cobre, coaxial,
fibra óptica; o sin él: radio, satélite); c) un aparato, o aparatos, de control de la red -el
nodo-, que son los que permiten que la red funcione; d) y un software adecuado, en el
que se hallan los interfaces, los cuales conectan a la/os usuaria/os con los ordenadores,
los distintos elementos de éstos, y a éstos con la red.
Las redes se dividen en función de los orígenes y propósitos del sistema:
- redes de investigación (Arpanet)
- redes de organización: enlazan partes de una empresa o de un departamento
de gobierno. Son amplias, multinacionales, complejas
- redes comerciales: ofrecen servicio público lucrativo (Telenet); son circuitos
digitales a los que la/os usuaria/os se conectan
- redes cooperativas: un grupo determinado se constituye alrededor de un
interés común (Red universitaria europea)

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Formas de redes
En el ámbito de la información científica, las redes tienen las dos premisas
básicas necesarias: una conjunción de elementos y unos objetivos comunes. Por ello, son
una forma específica de trabajo cooperativo o en equipo. Los resultados de la
investigación son una materia prima cara, por lo que no debe infrautilizarse, sino ser
distribuida para poder ser producida in crescendo. El futuro depende del presente. Los
servicios tradicionales ya no pueden asumir la tarea de transferir esa ingente cantidad de
información. Los sistemas de transferencia han evolucionado lo suficiente para ello,
aunque hemos de reconocer que también se saturan, se pierden informaciones o se
emplean deficientemente.
Un sistema de información es una estructura muy compleja, compuesta de
unidades y funciones que se interrelacionan. La implantación de una red conlleva la
planificación, en la que se da una fase exploratoria (en ella se examinan las
posibilidades), y se decide el ámbito de la misma (local, regional, nacional, internacional)
y el tipo de red. Se valoran, así, los pros y los contras de la arquitectura de la misma. Nos
encontramos con varios tipos:
- Conexión punto por punto, basada en la transmisión temporal de los sistemas
telefónicos. Es fiable, pues son dos ordenadores conectados directamente,
aunque necesitan protocolos iguales y, si falla la conexión única, falla la red
(un ejemplo es el télex)
- Redes en estrella: en ella, el nodo central canaliza todas las transmisiones. Es
fácil controlar la información, al pasar por el mismo punto, pero un fallo en el
centro hace derribar todo el sistema. No tienen porqué utilizar todos los
puntos los mismos protocolos (red de teléfonos privada)
- Red jerárquica: la información lleva un camino descendente o ascendente.
Necesita un ordenador central, pero tiene varios intermedios, que irradian la
información, lo cual ahorra gastos, ya que varios ordenadores utilizan el
mismo canal (multiplexor). La importancia de los fallos varía su
transcendencia, dependiendo de dónde se produzcan
- Redes en anillo: las bidireccionales aguantan bien un fallo
- Redes de conexión múltiple: la información se transmite de todos a todos, sin
límite. Aguanta bien los fallos, pero es cara, debido a la sofisticación de los
sistemas de control que exige. Tanto este tipo de red como las de anillo se
organizan con más de un ordenador central. Para superar esto, se construyen
- Redes distribuidas (unas en anillo, otras en estrella), en las que un ordenador
es capaz de buscar varias rutas hasta que consigue enviar un mensaje.
Cuando decidimos el ámbito de la red, nos encontramos con dos formas básicas: las redes
de área local y las redes de área extensa.
1. Redes de Área Local Conocidas como LAN (Local Area Network). Cubren un
área reducida (puede ser un edificio) y operan con altas velocidades. Pueden realizarse
configuraciones de varias redes locales, que se conectan por puertos de alta velocidad.
Las más típicas son las de campus universitarios; en ellas, lo/as usuario/as deben poder
conectarse entre sí, y tener acceso igual a los servicios disponibles, aunque puede haber
un gestor. Es una red que tiene fiabilidad y los fallos de un elemento no tienen porqué
afectar al conjunto. Son ampliables fácilmente.

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Los componentes que necesita son: a) el servidor o servidores de ficheros,
conteniendo el software del sistema, programas de aplicaciones, secciones de
almacenamiento, etc. b) los puestos de trabajo, que suelen ser microordenadores
estándar, aunque puede haber alguno con mayor potencia (para gráficos, etc.); aunque no
tienen el mando, contribuyen a descongestionar. c) periféricos de hardware, los cuales
suelen ser compartidos cuando son caros (impresoras en color, módem, trazadores de
gráficos, etc.) d) los medios de conexión condicionan la velocidad y el tipo de datos a
transmitir (cabe de cobre, de fibra óptica, por radio, etc.) e) los puertos proporcionan a
la/os usuaria/os la capacidad de conectarse con otros sistemas (área extendida, otras redes
locales, etc.) f) los interfaces, tablas que contienen componentes electrónicos, que
transmiten mensajes a unos elementos de la red, y reciben mensajes de otras partes del
sistema; permiten las interconexiones de la red.
En las redes de área local es frecuente la topología, o forma física, en anillo; en
ellas, la información viaja en una sola dirección para que no halla colisiones.
2. Redes de Área Extensa. Conocidas como WAN (Wide Area Networt). Suelen
ser públicas (salvo las militares), y son de dos grandes categorías: - Red telefónica
conmutada: es la red pública, gestionada en España por CTNE, convencional. Se utiliza,
además, para la transmisión de datos por ordenador, con el módem: traduce las señales
digitales en analógicas. - Redes de transmisión de datos, que pueden enviar grandes
cantidades de datos de modo fiable. En España, destaca IBERPAC (de CTNE), red de
transmisión por paquetes, que está conectada con las de otros países. En este sentido, se
establece la Red Digital de Servicios Integrados (RDSI), sobre cables más gruesos, con el
objetivo de suministrar una red mundial digital de alta velocidad, que pueda soportar la
transmisión simultánea de voz, textos, datos e imágenes. Solucionaría, así, la
interconexión de distintas redes especializadas, y facilitaría la realización de varios
servicios a la vez (red única, digital, con multiacceso en una sola línea, reducción de
costes). Es una evolución de la digitalización en la red telefónica.
El retraso con el que la tecnología de red de fibra óptica se va construyendo, hace
que se llegue a soluciones novedosas en la conexión a Internet. Así, el ADSL (Línea de
Abonado Digital Asimétrica), la red asimétrica de banda ancha, concebida para recibir, a
velocidades aceptables, más datos de los que se envían -asimétrica-, pues ello suele ser lo
más usual en las conexiones de particulares; este sistema separa voz de datos, por lo que
posibilita el hablar por telefóno en los domicilios mientras se está conectado/a a Internet.
No hay duda de que el sistema que está dando un vuelco a las formas de trabajo y
de entretenimiento es la red de redes Internet. Las posibilidades que ofrece han
desbordado cualquier previsión en cuanto al número de abonado/as, a pesar de que en los
tres últimos años esté sufriendo un reajuste, especialmente en las prestaciones
comerciales. Las redes de datos tradicionales permiten a la investigación enviar
programas y datos, recuperar resultados e intercambiar información con la/os colegas;
pero la mayoría de estas redes son independientes, satisfacen necesidades de grupo en
sistemas adaptados a sus problemas de comunicación.
Internet, por el contrario, se fundamenta en una tecnología que permite la
interconexión de un gran número de redes físicas distintas. Es un sistema de
telecomunicaciones de gran amplitud, una red de ordenadores sin centro vital, sin
propietario/as, y con varias rutas para pasar la información de uno a otro punto, que
utiliza un protocolo común –TCP/IP- para la interconexión.

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(Ver el tema: “Internet”)

COOPERACIÓN BIBLIOTECARIA
La idea de la cooperación bibliotecaria parte de la constatación de que ningún
centro puede por sí solo satisfacer las necesidades informativas de sus usuarios. El
fenómeno de la explosión de la información, que se produce desde la 2ª mitad del siglo
XIX, provoca una revalorización técnica del concepto. A su vez, con el desarrollo de la
biblioteconomía anglosajona, aparece el concepto moderno de cooperación, que implica,
al partir del convencimiento de que el reparto de recursos debe ser equitativo, la
gratuidad de este servicio.
A lo largo del siglo XX se desarrollan las teorías y proyectos cooperativos, que
intentan compartir los recursos de información con vistas a unos objetivos:
- evitar duplicaciones innecesarias de recursos existentes, así como garantizar el
acceso universal a la información desde cualquier unidad, bien en línea bien en CD
- intercambio internacional de información
- Control Bibliográfico Universal, que implica un planteamiento bibliotecario
nacional coordinado
Todo ello implica, en el esfuerzo cooperativo, el desarrollo de normas que se han
venido produciendo: en la descripción bibliográfica (ISBD, GARE); en los formatos
(MARC); en los códigos identificadores internacionales (ISBN, ISSN); en los protocolos
para la transmisión de datos (TCP/IP, FTP), para la interconexión de sistemas abiertos
(OSI), y para la conexión múltiple a los OPACS (Z39.50); en la generalización de un
estándar para el soporte CD-ROM (HIG-Sierra).
Aplicaciones de la cooperación bibliotecaria
La práctica cooperativa se ha ido implantando, progresivamente, a un mayor
número de actividades, servicios y proyectos bibliotecarios:
a) en el desarrollo de las colecciones. Las características y el abultado coste de los
documentos digitales (bases de datos, libros y revistas electrónicas, etc.), en los
que ya no prima la posesión, sino el acceso y el uso de los mismos, hace que se
adquieran paquetes conjuntos entre redes de bibliotecas, lo que abarata su coste.
b) en la catalogación, donde se ha pasado de ser centralizada en los sistemas
bibliotecarios, a ser cooperativa en las redes, a pesar de tener que modificar los
registros captados para adaptarlos a las necesidades locales. Junto a ésta, se halla
la Catalogación En Publicación, extendida en la 2ª mitad del siglo XX.
c) en el préstamo interbibliotecario, el cual constituye la forma más tradicional de
cooperación, facilitado por la consulta de catálogos en CD-ROM o en línea.
Podemos definir una red de bibliotecas como un sistema cooperativo entre
bibliotecas, relacionadas por la materia, la proximidad u otras razones, para compartir sus
medios técnicos, humanos e informativos, a fin de conseguir un mayor y mejor servicio a
quienes las utilizan. Las formas de organización y, sobre todo, los medios y equipos
técnicos han hecho que las redes superen los ámbitos locales, regionales y aun
nacionales, dependiendo del nivel de cooperación exigido en cada momento.

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Las redes de área local y de área extendida están implantadas con profusión en el
ámbito de las bibliotecas. La particularidad de las redes es que necesitan tanto la
tecnología como la documentación -los contenidos- para desarrollarse; los equipos de
ténico/as y los de documentalistas trabajan con frecuencia unidos, lo cual ha hecho que la
evolución en el ámbito de la edición y en el de las bibliotecas, archivos y centros de
documentación, sea notable. Los servicios bibliográficos se constituyen en beneficiarios
de las redes. En numerosos países se extienden redes que utilizan el método OSI para la
interconexión de sistemas en el campo bibliotecario, y protocolos para la catalogación,
referencia, adquisiciones... En Europa, ya en el año 1984, se promulgó la resolución del
Parlamento Europeo instando a la cooperación bibliotecaria a través de la tecnología de
las comunicaciones; se trata más de crear centros que cooperen, que de crear una única
entidad gigantesca. Veamos algunas de estas redes documentales cooperativas:
Ámbito internacional
OCLC (Online Computer Library Center), [www.oclc.org] creada en Ohyo en 1967, ha
ido incrementando su radio de acción constantemente. En 1995, abrió la división OCLC
América Latina y el Caribe, en la que se visualizan sus recursos en castellano.
Compuesta por centros que son miembros cooperativos, ofrece sus distintos servicios a
nivel mundial, siendo la red más grande de servicios computerizados y de
telecomunicaciones para bibliotecas. En la actualidad [mayo de 2003], se extiende a unas
40.000 bibliotecas, en 76 países (no todas son miembros), las cuales utilizan
fundamentalmente el sistema de catalogación que ofrece la red OCLC.
Fruto de esta catalogación compartida, OCLC presenta un catálogo colectivo en
línea -el WorldCat- con unos 85 millones de registros únicos, comprende 400 idiomas, en
documentos de todos los formatos. El catálogo está disponible a través del servicio
«OCLC FirstSearch», desde el que puede accederse al resto de bases de datos de la red.
Destacamos la Electronic Collections Online, con información bibliográfica de las
revistas electrónicas suscritas, con resúmenes y texto completo de artículos disponibles
mediante suscripción. En total, son más de 75 bases de datos, 5,9 millones de artículos de
texto completo en línea, provenientes de más de 7.500 publicaciones periódicas. Todo
simplificado mediante una sola interfaz de uso fácil.
Lo interesante de FirstSearch, además, es que permite que las bibliotecas suscritas
pongan enlaces del OPAC de su propia biblioteca en las bases de datos a las que están
suscritas, con lo que aparece en primer lugar la información ubicada en esa biblioteca
(por ejemplo, si buscamos un tema determinado en revistas, FirstSearch nos dará en
primer lugar los resultados de los artículos que estén en revistas de la biblioteca desde la
que hacemos la consulta).
RLG (Research Library Group), [www.rlg.org], fundada en 1974, es una corporación
que reúne a universisdades, bibliotecas nacionales, archivos, sociedades históricas, y
otras instituciones con colecciones de importancia para la investigación y la enseñanza.
Es pionera en el desarrollo de soluciones cooperativas para los problemas que plantean
las colecciones de investigación en su uso, adquisición, proceso y conservación. Tanto
para miembros como para no miembros, su ámbito de actuación es internacional. En
ocasiones, se encarga de gestionar los recursos de otras redes, ya que también produce
información sobre bases de datos, sistemas en línea y software.

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Al igual que OCLC, tiene el RLG Union Catalog, junto a otras bases de datos, desde
las que puede extraerse los registros en formato MARC 21, utilizando diversos sistemas
(Z39.50, FTP, RLIN). Este grupo de trabajo ha sido el que ha ideado el sistema ARIEL, con
el que agilizar el préstamo interbibliotecario, pues permite la gestión de documentos
digitalizados, en sustitución del envío de fotocopias o fax.
Ámbito nacional
Nombramos en primer lugar la Red de Biliotecas del Instituto Cervantes
[http://www.cervantes.es/seg_nivel/biblioteca/Marcos_biblioteca_principal.jsp], porque
pertenece a una institución nacional, pero tiene sus sedes repartidas en 37 ciudades a lo
largo del mundo (de Ammán a Viena, en un recorrido alfabético). Cuenta con un
catálogo colectivo en línea, basado en Absys, en entorno web.
Bibliotecas del CSIC El Consejo Superior de Investigaciones Científicas
[www.csic.es] es un organismo nacional, que agrupa diversos Institutos dedicados a la
investigación, en unión con instituciones universitarias. Cuenta con unas 100 bibliotecas
especializadas, distribuidas por comunidades autónomas. La red está automatizada desde
los años ochenta con el programa ALEPH. Cuenta con un catálogo colectivo, CIRBIC
(Catálogos Informatizados de la Red de Bibliotecas del CSIC). En el CSIC, además, se
hallan otros centro productores de bases de datos bibliográficas. El primero es el Centro
de Información y Documentación Científica (CINDOC), que producen dos repertorios
bibliográficos imprescindibles: ICYT (Índice de Ciencia y Tecnología) e ISOC (Índice de
Ciencias Sociales y Humanidades). Otro centro es el Instituto de Historia y
Documentación López Piñero, que produce: IME (Índice Médico Español).
REBIUN (Red Española de Bibliotecas Universitarias) [www.crue.org/cgi-bin/rebiun],
nace a mediados de los ochenta, en la 1ª Conferencia de directores de biblioteca
españolas (CODIBUCE), quedando ahora alojada en la página de la Conferencia de
Rectores de Universidades Españolas (CRUE). En la actualidad, forman parte de ella la
totalidad de las universidades, con independencia del SIGB (Sistema Integrado de
Gestión de Bibliotecas) que utilizan, e incluso integra otras redes (cbuc, cirbic, madroño).
Ahora su catálogo colectivo está en línea, pero es un catálogo que no depura los registros
y no elimina los repetidos (un mismo libro puede tener varias descripciones, si ha sido
enviado desde diversas universidades), lo cual lleva a que haya descripciones dispares.
Esta red favorece la fluidez del préstamo interbibliotecario entre sus componentes.
RUECA (Red Universitaria Española de Catálogos Absys), la red de las bibliotecas
universitarias que utilizan el SIGB Absys, de la empresa Barazt. Está hospedada por esta
empresa sobre Absys Web 5.1 en www.absysnet.com. A esta red, se ha unido la de las
Bibliotecas Públicas del Estado, las cuales también utilizan el programa Absys.
RAE (Red de Archivos Estatales). Creado recientemente el portal de Internet desde el
que puede accederse a los centros que lo integran, todavía no está operativa al cien por
cien [http://aer.mcu.es/sgae/index_aer.jsp].
Travesía [http://travesia.mcu.es/] es el portal de las bibliotecas públicas del Estado,
desde el que puede consultarse cada una de ellas. Como decimos, estas bibliotecas tienen
una red, cuyo principal logro es la Base de Datos REBECA (que no catálogo)
[hhttp://www.mcu.es/REBECA/index.html], desde la que las bibliotecas pueden exportar
los registros bibliográficos en formato IBERMAC.

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CBUC (Consorcio de Bibliotecas Universitarias de Cataluña) [www.cbuc.es] y
MADROÑO, nombre que recibe el consorcio de estas bibliotecas en Madrid, son redes
formadas para la realización de actividades cooperativas, en especial para la adquisición
compartida de documentos digitales (suscripción a paquetes de revistas electrónicas, de
bases de datos y de libros electrónicos), en las que también forman catálogos colectivos.
Existen numerosas redes cooperativas en los ámbitos especializados (ingeniería,
medicina, etc.), entre la que destacamos REDINET (Red Estatal de Bases de Datos de
Información Educativa), sistema automatizado centrado en la información educativa
[http://www.mec.es/redinet2/html/home.htm]. Incorpora referencias de las
investigaciones, innovaciones y recursos didácticos producidos en territorio español
(tesis doctorales, memorias de licenciatura, proyectos de investigación, de renovación
educativa, curricular, guías didácticas, etc.). Es una red de bases de datos descentralizada,
constituida por unidades en cada Comunidad Autónoma, que están interconectadas para
intercambiar la información.
En Castilla y León se creó en 1997 el proyecto RABEL, (Red Automatizada de
Bibliotecas de Castilla y León), integrado dentro del Sistema Regional de Bibliotecas
[www.bcl.jcyl.es]. Este sistema cuenta con un catálogo colectivo en el que intervienen
las bibliotecas públicas de titularidad estatal, además de otras municipales, de
instituciones, y archivos.

Burgos, mayo de 2003. Curso de Auxiliares de Bibliotecas y Centros de Documentación

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