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Objetivos de aprendizajes:
Unión a Colombia.
Todos estos intentos se pueden resumirse en el hecho de que la posición geográfica de Panamá hacía
distantes la relación con Colombia, en tanto que nuestra orientación económica transitista y librecambista
exigían márgenes de autonomismo y legislación propias ya que la política Colombiana se caracterizaba
por períodos casi permanentes de turbación política, guerra civiles y cambios de mando, lo cual hacía
difícil el crecimiento económico del Istmo que se veía involucrado en las disputas internas que asolaban a
Colombia.
De los intentos autonomistas quisiera destacar el de 1,830, 1831, 1,840 y la creación del Estado Federal
de Panamá.
El de 1,830 la rebelión de José Domingo Espinar: es un llamado para reconstruir desde Panamá a la
fragmentada Gran Colombia y como se entremezclan en el mismo asuntos de casta, linaje y orientación
económica, lo cual lleva a pensar que estamos en presencia de un Panamá en el cual existían
contradicciones sociales producto de formas diferentes de observar el desarrollo del Istmo; de una parte
los mestizos y sectores populares (aliados de Espinar y partidarios de Bolívar), y por otra los sectores de
la burguesía comercial ( aliados de Santander e impulsadoras de proyectos libre cambistas)
.
Revuelta de Juan Eligio Alzuru: Juan Eligio Alzuru aprovecha. La ausencia de José de Fábrega para
levantarse contra su mandato con apoyo del sector mercantil, Alzuru defendía los intereses de los
comerciantes y la creación de la tuta de tránsito entre ambos océanos. La asamblea de funcionarios y notables
acepta el proyecto de separación y lo designa como jefe militar y a José de Fábrega como jefe civil. Al gobierno de
Alzuru devino una dictadura apoyado por los militares venezolanos radicados en Panamá, ante esta situación el
coronel Tomás Herrera enviado por el gobierno de Colombia debilita el gobierno separatista.
Igualmente destaco el intento de 1,840 obra de Tomás Herrera, ya que lleva a la creación del Estado
Libre de Panamá, el cual en el fondo aspiraba a la creación de un sistema autónomo. Este intento es de
suma importancia ya que, por espacio aproximado de un año, el Istmo se manejó de forma independiente
mientras que en la Nueva Granada se producía una de las tantas guerras civiles que la azotaron durante
buena parte del siglo XIX. Es más, fruto de este intento autonomista fue la promulgación de la
Constitución del Estado Libre del Istmo, quizás la primera que tuvimos. Realmente la figura de Tomás
Herrera es fundamental para entender el siglo XIX panameño.
Pero el movimiento autonomista que más trascendencia tuvo para la conformación de lo que hoy somos
como pueblo, fue la creación del Estado Federal de Panamá obra de Justo Arosemena, estamento
político que tuvo vigencia desde 1,855 hasta 1,885. Justo Arosemena recoge parte de los postulados de
su padre (Mariano Arosemena) y lo lleva a la práctica política. Es fundamental la sustentación geográfica,
política, cultural e histórica a la cual recurrió Justo Arosemena al momento de hacer la presentación que
validaba la creación del Estado Federal de Panamá cuando afirmaba, entre otras cosas, que era ilusorio
pensar que una región marítima y transitista como Panamá, se guiará con las mismas leyes y reglas que
operaban en Colombia, cuando la realidad nuestra era diametralmente opuesta. Hoy, si observamos al
conjunto de la región, todavía ello tiene vigencia ya que nuestras especiales condiciones geográficas y
socio-culturales que ha generado economías de servicios, nos hacen distintos, por ejemplo, a
Centroamérica, cuya formación geográfica y económica los orienta a economías primarias agrarias.
inmigrantes extranjeros y las masas campesinas e indígenas. De entre estos grupos cabe destacar el
papel
cambiante y hasta cierto punto revolucionario que desempeño el arrabal santanero. En efecto, como
anotábamos al referirnos al intento separatista de José Domingo Espinar, esta “casta” poblaba las
afueras de la ciudad amurallada (extramuros) y estaba compuesta por un importante número de
mestizos, sambos, mulatos y negros (en Panamá existió de forma legal la esclavitud hasta 1,852). De
este conglomerado humano que por una parte resistía las presiones de los burgueses comerciales; y por
la otra la cada vez mayor presencia de inmigrantes extranjeros, sobresalieron importantes figuras como
Mateo Iturralde, Juan Mendoza y Buenaventura Correoso.
Buenaventura Correoso quizás ha sido el más preclaro representante del arrabal santanero, quién en
algunos momentos de la segunda mitad del siglo XIX llegó a ocupar la jefatura del Istmo y se dedicó a
mejorar las condiciones sociales y económicas de la gente de arrabal, sobre todo en el aspecto educativo
al fundar una pluralidad de centros educativos, tanto en las ciudades terminales, como en el interior de la
República. De la misma forma del arrabal santanero emergieron figuras dedicadas a las manifestaciones
artísticas y literarias como el inolvidable León A. Soto.
Al analizar con detenimiento la sociedad del siglo XIX observamos como la independencia de Panamá de
España, en materia social, sólo significo el cambio de nombres en la estructura, ya que las desigualdades
económicas y la marginación inherentes a ellas se mantuvieron e incluso se profundizaron cuando
entramos de lleno en los procesos de modernización de la ruta de tránsito. Si bien es cierto en el arrabal
santanero había importantes niveles de violencia e inseguridad, también es justo reconocer que este
sector le inyectó vitalidad y dinamismo al Panamá del siglo XIX.
Observemos en el siguiente cuadro algunos aspectos generales de la sociedad decimonónica:
EL Clima: Las fuertes lluvias de la región fueron un obstáculo tanto para las labores de
construcción como para la salud de los trabajadores.
Las Malas Condiciones de Infraestructura: En el momento de la construcción el istmo no contaba
con los servicios necesarios para atender a los trabajadores tales como hospitales, hoteles y
restaurantes. Esto ocasionó un gasto extra para la compañía.
La Escases de Materia Prima: La compañía constructora tuvo que importar casi todo lo necesario
para la obra, como madera, hierro y alimentos.
La escases de Mano de Obra: Se contrataron obreros de Nueva Granada y Jamaica, además
arribaron trabajadores Franceses, Británicos y Alemanes, también se contó con obreros de India y
de China.
Las Condiciones del Terreno: El área de construcción abarcó una zona selvática y pantanosa, lo
cual hacía difícil el uso de la maquinaria.
LA TAJADA DE SANDÍA
Se dio durante el período del estado federal, ocurrió el 15 de abril de 1856 en el barrio La Ciénaga, área pantanosa
del patio de ferrocarril donde hoy se encuentra el mercado del Marisco, en la ciudad de Panamá.
Incidente de la Tajada de Sandía.
Antecedentes: Los estadounidenses que transitaban por el istmo para llegar a California discriminaban por razones
raciales, inspiradas por la doctrina del Destino Manifiesto, a los panameños. Eso sumado al temor de ser asaltados,
motivó que viajaran armados. Por ello los panameños respondieron portando machetes.
Escenario: El estadounidense Jack Oliver acompañado de 3 o 4 de sus coterráneos, pidió al vendedor pariteño
Manuel Luna, una tajada de sandía la cual comió pero se negó a pagar 5 centavos de dólar estadounidense. Esto
generó una gran discusión que culmino cuando el norteamericano disparó para luego escapar del lugar.
Reacción: Ciudadanos que se encontraban en los alrededores salieron en persecución de los estadounidenses y
prendieron fuego a las instalaciones del ferrocarril en donde se habían refugiado. En este momento llegaba a la
estación del tren que transportaba norteamericanos provenientes de la ciudad de Colón, quienes se vieron
involucrados en el pleito.
Intervención: LA GUARDIA Granadina acudió al lugar pero fue recibida con tiros a lo cual correspondieron. El
resultado del conflicto fueron 17 muertos (2 panameños y 15 estadounidenses y 26 heridos) (10 panameños y 16
estadounidenses)
Solución del Conflicto: Después de las presiones políticas impuestas por los norteamericanos, el gobierno granadino
aceptó su culpabilidad del hecho y firmó el tratado HERRÁN CASS, el 19 de septiembre de 1857. Nueva Granada
indemnizó al gobierno estadounidense con la suma de 412,394 dólares en 1865.