Teología de la Historia no es el análisis y la crítica
de esas ideas, sino, como ya decíamos, la recupe- ración de la visión cristiana de la historia. Si los cristianos, de la época contemporánea, resultan tan permeables a interpretaciones del sentido de la historia del tipo de la formulada por Hegel, ello ocurre, piensa Marrou, porque en su mente y en su corazón se ha producido un vacío, porque está ausente de ellos una auténtica comprensión cristiana del acontecer: tienen fe, saben, por tanto, cuál es, real y verdaderamente, el sentido y tér- mino de la historia, pero las afirmaciones que lo enuncian se han convertido para ellos en frases estereotipadas o etéreas cuyo alcance existencial y profundo no consiguen percibir. S i se quiere promover una revitalización de esas coyiciencias cristianas es necesario ir a la raíz, corregir las deficiencias que han podido llevar a esa atrofia de aspectos esenciales de nuestra fe. Dos son, a este respecto, las deformaciones que Marrou combate ante todo: el individualismo re- ligioso, la idealización del pasado. El individua- lismo religioso parasita y deforma una verdad cristiana fundamental —el hecho de que Dios ama a cada hombre con un amor infinito—, interpre- tando la inmediatez de las relaciones entre el hombre y Dios en clave de solipsismo, de preocu- pación exacerbada por el propio y singular desti- no, de vuelta constante sobre uno mismo; y, de esa forma, la entera realidad que nos rodea se desdibuja y casi desaparece, convirtiéndose en
La ortodoxia en el contexto posmoderno. La interrupción de la pretensión de verdad del cristianismo. Concilium 355 (2014): Concilium 355/ Artículo 6 EPUB