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¡Qué suerte ser mexicano!

Autor: Carlos Monsiváis


Rivero Ávalos Edgar Geovanni
Matricula: 2193023980

Mediante este texto, Monsiváis nos habla del nacionalismo, retomando lecturas anteriores
donde se habla de la modernidad, continúa exponiendo como se van modificando
tradiciones, costumbres, ideologías, culturas, etc., menciona que las entidades ya no están
orgullosas de sus tradiciones, sino de los efectos que tienen, es decir, se ve como un nuevo
modelo comercial.

No está mal obtener beneficios económicos de nuestras tradiciones y costumbres, son


modelos económicos funcionales y llamativos por los antecedentes que existen en nuestro
país, sin embargo; considero que, lo verdaderamente malo, es la modificación de las
mismas pues se van perdiendo las raíces e historia que construyeron y forjaron parte de
nuestra cultura.

Actualmente, la televisión es la máxima transmisora de cultura en la sociedad


contemporánea ya que se encarga de formar un sentido de pertenencia en masa mediante
sus contenidos, es decir, hace que perdamos nuestra identidad individual, nos volvemos
parte de un sector de la sociedad que adopta conductas de una realidad superficial.

El nacionalismo se entiende como algo nuestro, lo cual, se relaciona con nuestras


tradiciones, costumbres e identidad que, a la vez, se traduce como nuestra memoria
cultural. Lamentablemente, una consecuencia de que la televisión se haya convertido en
nuestra principal exportadora de cultura y de estar inmersos en una era digital es el
desplazamiento de nuestros recuerdos a dispositivos externos (celulares, T.V., radio, redes
sociales, etc.) y la abundancia de información que suele distorsionar nuestra visión de la
realidad.

Para finalizar, tal vez, en algún momento, las identidades que vayamos construyendo en
una era digital sean completamente ornamentadas hacia el consumo, es decir, dejar de lado
nuestras raíces para obtener beneficios económicos, reconocimiento y status social.

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