Está en la página 1de 1

HERMENÉUTICA

Ser generosos es un valor que transforma la vida de otras personas desde pequeñas
acciones hasta aquellas que resultan ser un factor de importancia social. Desde
nuestros hogares nuestros padres nos inculcan la relevancia de praticar este valor y de
la necesidad de poder servir a las comunidades, sin embargo, debe ser un acto que
nazca del corazón y no por imposición.

En ambas historias podemos evidenciar que la generosidad fue puesta en practica por
los dos personajes centrales en cada una de estas, la mujer apodada como bola de sebo
demostró un corazón bondadoso y generoso al compartir sus alimentos con el resto
del grupo de personas al estar padecer de hambre y no contar con un pan para comer;
a pesar de que los tratos y comentarios hacia ella por su trabajo eran negativos y
malintencionados. Es de resaltar su actitud, ya que no le importó lo que los demás
decían de ella, y puso a disposición un elemento fundamental en ese momento: la
comida.
El ruiseñor por su parte realizó un acto significativo de generosidad y sacrificio, al dar
su vida para poder hacer crecer una rosa roja para que el joven estudiante pudiera
conseguir lo que tanto añoraba, nos demuestra a nosotros como lectores que existen
circunstancias en donde hemos demostrado realmente lo que somos como personas, al
poner la necesidad de otros como prioridad y buscar una solución a esta.

Quizas en algunos casos podemos tener como retribución episodios negativos, malos
tratos o desagradecimientos, pero se tiene tambien la satisfacción de haber ayudado,
ya que el mal no radica en la acción realizada si no en el corazón de los demas.

En la vida podemos encontranos en muchas situaciones donde hemos hecho el bien a


personas que ha tenido comportamientos inadecuados con nosotros, sin embargo, el
buen actuar, los principios y los valores morales han de ser un factor clave que
ejemplifique un corazón humilde y generoso.

También podría gustarte