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Año 1 Volumen 2
Arbitraje
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Civil Arbitraje
Arbitraje
Contenido
DOCTRINA Rita Sabroso Minaya: Impugnación de laudo por un tercero 368
COMENTARIO DE Julio Martín Wong Abad: Algunas notas sobre el estándar de recusación de los
JURISPRUDENCIA
376
árbitros en nuestra Ley de Arbitraje (Comentario a la Casación N.° 888-2013-Piura)
CONSULTA : No viola el deber de motivar si es que los árbitros no se reúnen,
NOS PREGUNTAN Y
CONTESTAMOS
física o virtualmente, para debatir sobre la decisión que será tomada en el 387
laudo
RESEÑA DE Las cláusulas arbitrales pueden estar contenidas en contratos de adhesión
JURISPRUDENCIA
389
(Casación N.º 4736-2012-Callao)
DOCTRINA PRÁCTICA
Doctrina práctica
1. Introducción
SUMARIO
Civil Arbitraje
bitral; mientras que el segundo alcance hace 3. ¿Se puede ejecutar un laudo arbi-
referencia a las partes que estarían obligadas tral afectando a terceros que no
por el pacto arbitral. intervinieron en el arbitraje?
En tal sentido, un tercero —al no ser parte del La posibilidad de que el tercero pueda acudir
convenio arbitral— no participa del arbitraje y a la vía constitucional no implicaría —de
tampoco puede interponer recurso de anula- modo alguno— que los jueces no puedan
ción alguno en contra del laudo que se emita, limitar la ejecución de un laudo si es que con
en el supuesto de que dicho laudo afectase de este se pretende afectar a terceros.
forma directa sus derechos constitucionales.
Sobre el particular, debemos remitirnos
En efecto, recordemos que el artículo 63 del al Pleno Jurisdiccional Distrital en materia
Decreto Legislativo N.° 1071 parte de la Comercial, de fecha 7 de junio de 2010, en
premisa de que el recurso de anulación es pro- donde se establecieron pautas importantes
cedente solo si la causal invocada fue objeto con relación a la oposición de los terceros a
de reclamo expreso en su momento ante el la ejecución de laudos arbitrales.
tribunal arbitral y el mismo fue desestimado.
En dicho Pleno Jurisdiccional, se acordó que
“en los casos de restitución o entrega de
¿SABÍA USTED QUE? bienes inmuebles, si el tercero se opusiera
a la ejecución (o alegara contradicción) del
(…) laudo arbitral, sustentando y acreditando
El laudo, al momento de su emisión,
aunque sea ineficaz respecto del que se encontraba en posesión del bien
tercero, sí es válido y eficaz respecto submateria, incluso con anterioridad a la fecha
de las partes que participaron en el de celebración (…) del proceso arbitral, el cual
arbitraje. Recién con la sentencia resolvió la desocupación del mismo —sin que
que declara su nulidad es inválido él haya intervenido en dichos procesos—;
para todos y deja de tener calidad la oposición (o contradicción) interpuesta
de cosa juzgada. judicialmente deberá ser amparada, pues
de no ser así se estaría no solo violentando
normas procesales sino también normas que
Por ello, con acertado criterio, el Tribunal constituyen garantías constitucionales como
Constitucional —en la Sentencia recaída en la tutela jurisdiccional efectiva y el derecho
el Expediente N.° 0142-2011-AA/TC, que al debido proceso en su vertiente: derecho
constituye precedente de observancia obli- de defensa, toda vez que el tercero quedaría
gatoria— estableció5 expresamente que el en total indefensión”.
tercero puede impugnar un laudo arbitral, a
través de una demanda de amparo, cuando Como se puede apreciar, lo acordado en el
no formó parte del convenio arbitral y en tan- referido Pleno Jurisdiccional, establece dos
to exista una afectación directa y manifiesta de requisitos básicos para que se pueda amparar
sus derechos constitucionales a consecuencia la oposición de un tercero a la ejecución de
del laudo pronunciado en dicho arbitraje, un laudo arbitral; a saber:
salvo que dicho tercero esté comprendido (i) El tercero debe sustentar y acreditar la
en el supuesto del artículo 14 del Decreto posesión del inmueble que se ordena en-
Legislativo N.º 10716.
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el mismo no tenga calidad de cosa juzgada. anterior o a la parte anulada, bajos los crite-
El demandante no está solicitando que sim- rios o parámetros señalados en la respectiva
plemente se declare ineficaz dicho laudo, ya sentencia”. (El subrayado es nuestro).
que, en los hechos, es ineficaz al haber sido
Dentro de tal orden de ideas, consideramos
declarado inejecutable por el juez que conoció
que, en el presente caso, se debió declarar
el proceso de ejecución de laudo.
expresamente la nulidad del laudo arbitral.
Por ello, lo más acertado hubiera sido que en
la Sentencia se declare la nulidad11 del laudo, 5. ¿Se puede incorporar al tercero al
así como sucede en los procesos de anulación arbitraje?
del laudo (al que no puede acudir el terce-
El tercero, al momento de interponer la
ro) o, en todo caso, debió precisarse que se
demanda de amparo, solicitó que “se repon-
estaba haciendo referencia a una ineficacia
gan las cosas al estado anterior al inicio del
estructural.
arbitraje”. No obstante, no queda claro del
El laudo al momento de su emisión, si bien caso, si es que el tercero quisiera intervenir
es ineficaz respecto del tercero, sí es válido y en un nuevo proceso arbitral seguido entre las
eficaz respecto de las partes que participaron partes que iniciaron el arbitraje impugnado, a
en el arbitraje. Recién con la sentencia que efectos de poder hacer ejercicio de su derecho
declara su nulidad es inválido para todos y de defensa.
deja de tener calidad de cosa juzgada.
Nos referimos a este tema porque resulta de
Al respecto, cabe hacer referencia a otro de extrema importancia. Nos explicamos. Como
los votos singulares,12 en donde se señala que bien señala Santistevan,13 el convenio arbitral
“(…) una consecuencia de haber acreditado la vinculará solo a las partes, cumpliéndose el
vulneración de un derecho fundamental por principio res inter alios acta en toda su mag-
parte de un órgano arbitral no es, necesaria- nitud, debido a que no puede incluirse en el
mente, la inejecutabilidad del laudo —que no arbitraje a aquellos que no formaron parte
está prohibido por el TC—, sino que también de él.
se “puede” declarar la “nulidad del laudo”
En esa línea de pensamiento, encontramos a
y la orden de emitir uno nuevo (…)”. (El
Caivano,14 quien manifiesta que en los tribu-
subrayado es nuestro).
nales judiciales es generalmente posible incor-
Dicho voto se sustenta en lo ya expresado porar al proceso, múltiples partes y acumular
por el Tribunal Arbitral (en el precedente o consolidar varios procedimientos entre las
de observancia obligatoria contenido en la mismas partes. En el arbitraje, en cambio, la
Sentencia recaída en el Expediente N.° 0142- multiplicidad de partes en una o varias rela-
2011-AA/TC), cuando en el fundamento 21 ciones jurídicas vinculadas o la multiplicidad
se estableció que “la sentencia que declare de relaciones jurídicas, aun entre dos únicas
fundada la demanda de amparo por alguno partes, plantean importantes dificultades. En
de los supuestos indicados en el presente buena medida, esas dificultades se presentan
fundamento, puede llegar a declarar la nu- porque, a diferencia de la jurisdicción estatal,
lidad del laudo o parte de él, ordenándose de fuente legal y obligatoria, la arbitral es de
la emisión de uno nuevo que reemplace al
13 Santistevan de Noriega, Jorge. “Extensión del
convenio arbitral a partes no signatarias: Expresión
11 Como sabemos, un acto jurídico válido puede ser de la inevitabilidad del arbitraje”. En: Revista Peruana
eficaz o ineficaz, mientras que un acto jurídico invá- de Arbitraje, N.º 8, Lima, Grijley, 2009, pp. 29-30.
lido (nulo) necesariamente es ineficaz; dado que el 14 Caivano, Roque. “Algunos problemas derivados de
presupuesto de la eficacia de un acto jurídico es la los arbitrajes con partes o relaciones jurídicas múl-
validez de este. tiples”. En: Revista Peruana de Arbitraje, N.º 4, Lima,
12 Emitido por el Magistrado Urviola Hani. Grijley, 2007, p. 67.
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las propias partes en una transacción; a través 7. Comentarios finales
de dichos acuerdos, no se pueden disponer Los alcances del laudo deben circunscribirse a
sobre bienes y/o derechos de los cuales las las partes que celebraron el convenio arbitral
partes no son titulares. y que participaron en el proceso arbitral. Un
En efecto, el inciso 1 del artículo 50 del De- laudo no surte efectos sobre terceros que no
creto Legislativo N.º 1071 establece que: “si pudieron ejercer su derecho defensa dentro
durante las actuaciones arbitrales las partes del proceso arbitral mismo.
llegan a un acuerdo que resuelva la contro- Cuando los efectos del laudo se pretenden
versia en forma total o parcial, el tribunal ar- extender a terceros que no participaron en el
bitral dará por terminadas las actuaciones con arbitraje, deberán impugnar el laudo a través
respecto a los extremos acordados y, si ambas de la vía constitucional, en tanto exista una
partes lo solicitan y el tribunal arbitral no aprecia afectación directa y manifiesta de sus derechos
motivo para oponerse, hará constar ese acuerdo constitucionales.
en forma de laudo en los términos convenidos
por las partes sin necesidad de motivación, La función del Poder Judicial en la ejecución
teniendo dicho laudo la misma eficacia que de un laudo arbitral, no es la de emitir una
cualquier otro laudo dictado sobre el fondo sentencia ni la de revisar la actividad realizada
de la controversia”. (El subrayado es nuestro). en el proceso arbitral, se trata simplemente de
cumplir un rol complementario que consiste
Como se aprecia, el árbitro único podía opo-
en proveer al laudo de la fuerza coercitiva de
nerse a hacer constar los acuerdos (en torno al
la que carece, en tanto esta ha sido reservada
inmueble) en forma de laudo; en tanto dicho
el Estado.
pronunciamiento implicaba resolver acerca de
materias, de las cuales las partes no tenían Sin embargo, este rol complementario no
libre disposición. implica que los jueces no puedan limitar la
ejecución de un laudo si es que con este se
En torno a la materia arbitrable, el inciso
1 del artículo 2 del Decreto Legislativo pretende afectar a terceros, siguiendo las
N.° 1071, establece que: “pueden someterse pautas establecidas en el Pleno Jurisdiccional
a arbitraje las controversias sobre materias de Distrital en materia Comercial de fecha 7 de
libre disposición conforme a derecho, así como junio de 2010.
aquellas que la ley o los tratados o acuerdos En los procesos de amparo iniciados por el
internacionales autoricen”. (El subrayado es tercero que ha visto afectado sus derechos
nuestro). por el laudo arbitral, se debe declarar la
Como se aprecia, el criterio de “libre disponi- nulidad del mismo y no limitarse a una
bilidad” es el que prima en lo relativo a qué simple declaración de ineficacia e ineje-
controversias pueden ser sometidas a arbitraje cutabilidad.
y como bien se señala en la sentencia “en Los árbitros pueden y deben declararse in-
el proceso arbitral se dispuso aspectos que competentes cuando las materias sometidas
forman parte del derecho de propiedad del a su conocimiento no son de libre disponi-
demandante, por cuanto ya no va poder usar bilidad de las partes (afectando derecho de
ni gozar del inmueble (…), ya que SACIP le terceros que no han intervino en el proceso).
entregó la posesión de este a Flotal (…), a Asimismo, los árbitros deben oponerse a emi-
pesar de que ella no es la propietaria”17. tir un laudo conteniendo acuerdos arribados
por las partes en una transacción cuando
adviertan que se están disponiendo de bienes
17 Considerando 8 de la Sentencia. y/o derechos de terceros.
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COMENTARIO DE JURISPRUDENCIA
Comentario de jurisprudencia
Comentario a la
Casación N.° 888-
Algunas notas sobre el estándar
2013-Piura de recusación de los árbitros en
nuestra Ley de Arbitraje
1. Introducción
2. Nuestro estándar de recusación de los árbitros
3. La evidente parcialidad
4. Los temas que nos trae la Casación
5. Conclusiones
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la razonabilidad conlleva un consenso inter- Por ese motivo, considerar como aplicables
subjetivo5, pero señalar esto no nos permite a los árbitros, el listado de impedimentos o
todavía discernir en qué casos específicos nos motivos de recusación que las leyes procesales
encontramos frente a una recusación debida- prevén para los jueces, resulta en muchos
mente sustentada. casos inadecuado, tanto por exceso como
por defecto8.
Algunas Cortes, de países que como el nuestro
han utilizado la Ley Modelo Uncitral como re- Aquí, como casi siempre en el arbitraje, más
ferencia para sus leyes nacionales, han llegado que a los listados legales, deberíamos estar al
a afirmar que este requisito “correspondería libre acuerdo de las partes; pues, por ejemplo,
generalmente al test de descalificación de los nada debería impedir que en un arbitraje
jueces según las normas del derecho local”6, 7. testamentario, las partes pudieran nombrar
a un familiar para que dirima la controversia
Esta posición, sin embargo, no nos parece
que las enfrenta9.
adecuada pues si bien el estándar es procesal
no tenemos porqué convertirlo en uno de tipo En efecto, si bien la cláusula general es nomi-
judicial; en este, como en muchos otros casos, nalmente idéntica, su aplicación no puede ser
el proceso arbitral no puede ser equiparado al la misma en el proceso judicial y en el proceso
proceso judicial debido a la distinta realidad arbitral. La situación profesional del juez es,
sobre la que actúa y también a los distintos en nuestras sociedades, la de un personaje
intereses que está destinado a tutelar. aislado que no tiene, en general, una activa
participación en la vida social, académica y
mucho menos económica de nuestras comu-
se trata de elementos indiferentes al curso de nuestro nidades; el árbitro, por el contrario, puede
proceso arbitral. Es por ello que la ley ha agregado encontrarse en medio de un haz de relaciones
a la palabra ‘dudas’, el adjetivo ‘justificadas’. Esto que hacen más fácil la presencia de posibles
equivale a decir que las dudas sean razonables. Sin
embargo, todavía no hemos avanzado mucho porque conflictos de intereses10.
¿cuáles son los criterios prácticos que permiten saber
cuándo una duda es razonable y cuándo no lo es? (DE
TRAZEGNIES, Fernando. “Conflictuando el conflicto:
Los conflictos de interés en el arbitraje”, en Thémis
Revista de Derecho, N.°53, Lima, 2011, p. 61). 8 GONZALEZ SORIA, Julio. Comentarios a la nueva Ley
5 ATIENZA considera que de acuerdo a uno de los de Arbitraje 60/2003, de 23 de diciembre, Editorial
requisitos de una decisión razonable: “…habría que Aranzadi, Navarra, 2004; p. 176-177
decir que, de las dos soluciones en presencia, la más 9 Ibídem.
razonable, la que mejor logra un equilibrio, es la que 10 LA CHINA lo explica así: “No deberíamos en verdad
pueda verse como aceptable por la comunidad o, adentrarnos en los problemas teóricos sobre la natu-
si ambas pudieran serlo en principio, la que suscite raleza y esencia del arbitraje sin primero tener clara
un mayor consenso”. (ATIENZA, Manuel. Para una percepción y sensibilidad de las premisas no jurídicas
razonable definición de” razonable” En: <http://goo.gl/ de este tan importante sector de la vida jurídica: la
vZSXno> normal ósmosis y a menudo homogeneidad entre
6 Uncitral 2012 Digest of Case Law on the Model Law los actores de la escena arbitral –partes, defensores,
on International Commercial Arbitration, p. 65. árbitro–; homogeneidad profesional cuando árbitros y
7 Recuérdese que nuestra propia ley podría prestarse defensores son igualmente abogados, o profesionales,
a este equívoco cuando en su Cuarta Disposición o comerciantes; ósmosis, por los frecuentes contactos
Complementaria equipara las figuras del juez y del y las acostumbradas relaciones que pueden darse
árbitro: entre los abogados y sus clientes en el mundo del
“CUARTA. Juez y tribunal arbitral comercio, de la industria, de las burocracias societa-
A partir de la entrada en vigencia de este Decreto rias, de las actividades productivas y de los servicios
Legislativo, todas las referencias legales a los jueces en general, aquí el árbitro de hoy es el defensor de
a efectos de resolver una controversia o tomar una mañana, y hoy el administrador delegado de la socie-
decisión, podrán también entenderse referidas a un dad X la cual es, ocasionalmente, el cliente, mañana
tribunal arbitral, siempre que se trate de una materia será el litigante, en tanto particular, del profesional”
susceptible de arbitraje y que exista de por medio un (LA CHINA, Sergio. L’arbitrato Il sistema e l’esperienza,
convenio arbitral celebrado entre las partes”. 2.a edición, Giuffrè Editore, Milano, 2004; p. XVII).
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Ley Modelo, pues aquí no basta la existencia Como hemos visto, la circunstancia en sí
de dudas justificadas sino que debe probarse misma no tenía porqué conducir a la desca-
la “evidente parcialidad”. lificación del presidente del colegio arbitral;
pero sí, como parece evidente, ambos árbitros
Como ha señalado una Corte del Tercer
se encontraban en la obligación de comunicar
Circuito:
la relación familiar que existía entre ellos para
“(…) la palabra evidente sugiere que el esta- que las partes decidieran si la dispensaban,
tuto requiere más que una vaga apariencia de por tal motivo, el mayor reproche que pue-
favoritismo. Más aún, la parcialidad del árbitro de hacerse, a los árbitros involucrados, es la
debe ser lo suficientemente obvia para que una infracción al llamado deber de revelación15.
persona razonable pueda fácilmente reconocer-
la. En cambio, el estándar judicial requiere para, La Corte Suprema a este respecto expresa que:
recusar a un juez, que su imparcialidad pueda
razonablemente ser cuestionada. Este lenguaje “(…) es evidente que el parentesco entre dos
sugiere que la investigación judicial se enfoca árbitros y la acreditada relación familiar implica
sobre apariencias y no sobre si el juez realmente la posibilidad de generar suspicacias respecto
ha albergado un subjetivo prejuicio”14. a la independencia de ambos, máxime si uno
representa a una de las partes que interviene
Si revisamos nuestro propio derecho, el es- en el proceso arbitral y el otro es el Presidente
tándar americano se asemeja al que utiliza del Tribunal Arbitral, lo que, podría generar la
nuestra ley civil para impugnar el denomi- emisión de una decisión arbitral sin la imparcia-
lidad requerida en los procesos arbitrales. Sobre
nado arbitramento de tercero. Así, el artículo
el particular, es evidente que en el caso de autos,
1408 del Código Civil establece lo siguiente: los árbitros han faltado a su deber de informar de
las causales de recusación debido al parentesco
“La determinación librada al mero arbitrio de un por afinidad existente entre ambos, no siendo
tercero no puede impugnarse si no se prueba posible que aleguen desconocimiento de la
su mala fe.” causal, porque es evidente que el parentesco
es anterior a la designación de ambos como
Se puede comprobar, por consiguiente, la árbitros del presente caso.”
diferente aproximación que justifica cada una
de las soluciones adoptadas. Mientras la solu- Un segundo tema tratado por la casación
ción procesal tiene un estándar nominalmente resulta más interesante, en nuestra opinión;
idéntico al utilizado para la descalificación pues resuelve un tema procedimental que, si
de los jueces, el estándar contractual ve en bien ya había sido abordado por la doctrina,
el árbitro a un agente de las partes, a un ter- no había obtenido todavía una solución ju-
cero que completa e integra la voluntad de dicial. La parte que obtiene información que
estas y cuya decisión, por consiguiente, solo genera fundadas dudas sobre la independen-
puede ser atacada por la prueba efectiva de cia e imparcialidad de un árbitro luego de
su parcialidad o mala fe. vencido el plazo para recusarlo, ¿ha perdido
su derecho a cuestionar el comportamiento
4. Los temas que nos trae la casación
La casación, materia de nuestro comentario, 15 “Artículo 28.- Motivos de abstención y de recusación
nos muestra un caso muy grueso de incon- 1. Todo árbitro debe ser y permanecer durante el
arbitraje independiente e imparcial. La persona
ducta arbitral: el presidente de un tribunal
propuesta para ser árbitro deberá revelar todas
no consideró como una circunstancia que las circunstancias que puedan dar lugar a dudas
merecía ser revelada los lazos de parentesco justificadas sobre su imparcialidad e independencia.
que lo unían a uno de sus coárbitros. 2. El árbitro, a partir de su nombramiento, revelará
a las partes, sin demora cualquier nueva circuns-
tancia. En cualquier momento del arbitraje, las
partes podrán pedir a los árbitros la aclaración
14 Federal Arbitration Act: Contemporary Decisions, Kindle de sus relaciones con alguna de las otras partes o
edition by Land Mark Publications, posición 962. con sus abogados. (…)”.
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ción del tribunal no se ha ajustado al acuerdo vertiría en una formalidad sin substancia, en
entre las partes. un trámite vacío.
El problema con las dos causales mencionadas
es, por supuesto, si debe cumplirse (y en qué 5. Conclusiones
forma) con el oportuno reclamo expreso que 1. El estándar de recusación de los árbitros
debe realizar la parte afectada según lo esta- es un estándar procesal.
blecido en el inciso 2 del artículo 63. Al res- 2. Las previsiones legales sobre la recusación
pecto, consideramos que la buena fe procesal de los jueces resultan inadecuadas para
obliga a la parte a comunicar las circunstancias juzgar sobre la recusación de los árbitros.
que considera sustentan las dudas justificadas
3. La relación de parentesco entre uno de
para que el árbitro involucrado pueda evaluar
los árbitros nombrados por las partes y
su renuncia, de acuerdo con lo previsto en el
el presidente del tribunal arbitral es una
artículo 29.3 de la Ley17.
circunstancia que debe ser revelada por
Sin embargo, nos parece evidente, asimismo, los árbitros involucrados.
que este deber de colaboración solo puede 4. Luego de vencido el plazo para recusar
ser exigido hasta antes de que el laudo haya a un árbitro, las partes deben comunicar
sido emitido pues, expedida la decisión final, la existencia de las dudas justificadas que
no existe recurso alguno que pueda reparar hubieran podido surgir, con el fin de que
la afectación producida. Exigir que, una vez el árbitro cuestionado pueda decidir si
emitido el laudo, se cumpla obligatoriamente renuncia a integrar el tribunal arbitral.
con reclamar ante el Tribunal Arbitral se con-
5. Si el árbitro no renunciara o si el conoci-
miento de la existencia de las dudas jus-
17 “Artículo 29.- Procedimiento de recusación (…) tificadas se produjera después de emitido
3. Salvo pacto en contrario, una vez que se inicie el el laudo y antes de que venza el plazo
plazo para la emisión de un laudo, es improce- para impugnarlo, se deberá demandar la
dente cualquier recusación. Sin embargo, el árbitro nulidad de esta decisión por las causales
debe considerar su renuncia, bajo responsabilidad,
si se encuentra en una circunstancia que afecte su contenidas en los incisos b) o c) del artí-
imparcialidad e independencia (…)”. culo 63.1 de la Ley.
TEXTO DE LA CASACIÓN
* Publicado en Sentencias en Casación, Año XVIII, Nº 692, (El Peruano, viernes 30 de mayo de 2014, p. 51624).
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el Directorio del Centro de Conciliación y Arbitraje del Colegio de Ingenieros del Perú – Consejo
Departamental Piura, resuelve declarar fundada la recusación formulada por el Gobierno Regio-
nal de Piura, sin embargo, al haberse expedido el laudo arbitral este sólo puede Ser invalidado
en la vía judicial. Absoluciones al Recurso de Anulación: Mediante escrito de fojas noventa y
siete, el Abogado Mario Elías Rentaría Sánchez absuelve el recurso de anulación solicitando
que se declare que no hay lugar a emitir pronunciamiento debido a que en el proceso arbitral se
declaró fundada la recusación y por tanto, el laudo arbitral emitido carece de valor. Menciona
que ambos árbitros actuaron dolosamente al no declarar el parentesco existente y que pese al
impedimento continuaron interviniendo en el proceso arbitral. Mediante escrito de fojas ciento
cuarenta y dos, el Directorio del Centro de Arbitraje del Colegio de Ingenieros del Perú –
Consejo Departamental de Piura, absuelve el recurso de anulación argumentando que el Go-
bierno Regional de Piura solicitó ante el Centro de Arbitraje la recusación de los árbitros, lo cual
fue puesto en conocimiento de todos los intervinientes, por tanto, los mencionados árbitros
debieron esperar lo que resuelva el Directorio del Centro de Arbitraje, sin embargo, ambos
recusados procedieron a emitir y notificar el laudo, usurpando la función que tenía el Centro de
Arbitraje como administrador del proceso y limitando el derecho del tercer árbitro, por tanto,
existe un probado actuar doloso de los árbitros, siendo nulo el laudo emitido. A través de su
escrito de fojas ciento sesenta y tres, el Consorcio Arenales absuelve el recurso alegando que
según el artículo 31 de Ley General de Arbitraje, el momento para la interposición del recurso ya
había transcurrido, pues la recusación procede siempre que no haya vencido el plazo probatorio,
por tanto, la recusación planteada debió ser declarada improcedente, y por tanto, el laudo emi-
tido es perfectamente válido. Mediante escrito de fojas ciento noventa y cuatro, el árbitro Abo-
gado Edgardo Bagate Quispe Villanueva absuelve el recurso bajo el argumento que la resolución
mediante la cual se declara fundada la recusación deviene en manifiestamente improcedente
debido a que fue emitida luego de la emisión del laudo arbitral, por lo que, se reafirma la validez
del laudo. Menciona además que el artículo 28 de la Ley Nº 26572 no reconoce como causal de
recusación la existencia de parentesco entre los árbitros. Improcedencia del Recurso y Proceso
de Amparo: Según fluye de la resolución número veintidós de fojas trescientos veinticinco, una
primera sentencia declaró improcedente el recurso de anulación de laudo arbitral y se dispuso
archivar definitivamente los actuados, bajo el argumento que al declarar fundada la recusación
contra los árbitros Quispe Villanueva y Machado Frías no se tuvieron en cuenta las disposiciones
del Reglamento del Centro de Arbitraje del CIP – Piura respecto a la preclusión para recusar,
siendo que en el presente caso el pedido de recusación es extemporáneo porque el proceso ar-
bitral se encontraba en etapa de laudar. Empero, el Gobierno Regional de Piura interpuso deman-
da constitucional de amparo contra la mencionada sentencia, la que fue declarada fundada, según
se advierte de la sentencia recaída en el Proceso de Amparo Nº 2481-2010, emitida por la Sala
Constitucional Permanente de Corte Suprema que declaró fundada la mencionada demanda
constitucional y nulas las resoluciones expedidas en el proceso de anulación de laudo por afec-
tación al debido proceso en sede judicial y en sede arbitral, porque únicamente se ha analizado
el plazo según Reglamento del Centro de Arbitraje pero no se analizó la garantía de independen-
cia e imparcialidad de los árbitros. Nueva sentencia: Como consecuencia de lo ordenado por la
Sala Constitucional Permanente de la Corte Suprema en el proceso de amparo Nº 2481-2010, la
Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Pira emitió nueva sentencia, recaída en la
resolución número treinta y cuatro de fojas cuatrocientos cincuenta y nueve, mediante la cual se
declara fundado en parte el recurso de anulación, en consecuencia, se declara nulo el laudo ar-
bitral de fecha veintiocho de setiembre de dos mil siete emitido en el Expediente Arbitral Nº
005-2007-CCACIP- CDP, seguido por Consorcio Arenales contra el Gobierno Regional de Piura,
correspondiendo a las partes proceder a una nueva designación de árbitros. En dicha sentencia
se argumenta que los árbitros no cumplieron con lo prescrito en el artículo 29 de la Ley Nº 26572
esto es, informar o declarar si existen impedimentos para la aceptación del cargo. Se menciona
también que si bien, según el Reglamento del Centro, las partes tendrán un plazo de tres días
para presentar su recusación, ello no impide dar a conocer situaciones sobrevinientes en función
a los datos que se puedan ir obteniendo respecto a acreditar la situación que genere recusación
de los árbitros, sin embargo, con los árbitros los que tienen la obligación de informar la causal
de recusación porque conocen el parentesco y no esperar a que las partes conozcan dicha causal.
Recurso de Casación: Contra la mencionada sentencia emitida por la Sala Superior, el Consorcio
Arenales interpone recurso de casación mediante escrito de fojas cuatrocientos noventa y ocho,
bajo el argumento que la vinculación familiar por afinidad no resulta una situación recusable y
porque según el artículo 31 numeral 2) del Reglamento del Centro de Arbitraje del Colegio de
Ingenieros de Piura, la recusación de los árbitros sólo puede plantearse hasta antes que se esta-
blezca el plazo para laudar. Este Supremo Tribunal, mediante resolución de fecha ocho de mayo
del año dos mil trece declaró la procedencia del referido recurso por las causales de: i) infracción
normativa de los artículos 29, 31 y 73 inciso 3 de la Ley Nº 26572, ii) infracción normativa del artículo
31 del Reglamento de Arbitraje del Colegio de Ingenieros del Perú – Consejo Departamental Piura. III.
MATERIA JURÍDICA EN DEBATE: La materia jurídica en discusión se centra en determinar si es
que corresponde anular el laudo arbitral emitido por los árbitros Fidel Antonio Machado Frías y
Edgardo Bagate Quispe Villanueva debido a que el Directorio del Centro de Arbitraje que pro-
movía el proceso arbitral declaró fundada la recusación formulada en su contra por el Gobierno
Regional de Piura. IV. FUNDAMENTOS DE ESTA SALA SUPREMA: 1. Corresponde mencionar,
de manera preliminar, que la función nomofiláctica del recurso de casación garantiza que los
Tribunales Supremos sean los encargados de salvaguardar el respeto del órgano jurisdiccional al
derecho objetivo, evitando así cualquier tipo de afectación a normas jurídicas materiales y pro-
cesales, procurando, conforme menciona el artículo 384 del Código Procesal Civil, la adecuada
aplicación del derecho objetivo al caso concreto. 2. Según se advierte del auto calificatorio de
fecha ocho de mayo de dos mil trece, este Supremo Tribunal ha declarado procedente el recurso
por diversas causales, las cuales deben ser analizadas de manera independiente. Cabe precisar
que se denuncian infracciones netamente de orden material, por lo que, sin desconocer los fines
del recurso de casación, este Supremo Tribunal se encuentra legalmente facultado para realizar
un análisis respecto a la pretensión postulada, y respecto a los juicios de valor emitidos tanto por
el A-Quo como por el Ad-Quem respecto a la anulación de laudo arbitral solicitada por el Go-
bierno Regional de Piura. 3. En primer término, el Consorcio Arenales denuncia infracción nor-
mativa de los artículos 29, 31 y 73 inciso 3 de la Ley Nº 26572. Cabe precisar que dicha Ley
constituye la antigua “Ley General de Arbitraje”, que fuera derogada por el Decreto Ley Nº 1071
del veintiocho de junio de dos mil ocho, sin embargo, sus disposiciones son aplicables al presen-
te caso por temporalidad de la norma, toda vez que el laudo arbitral cuya nulidad se pretende
fue emitido el día veintiocho de setiembre del año dos mil siete, esto es, cuando aún se encon-
traba vigente la norma anterior. 4. El artículo 29 de la Ley Nº 26572 prescribe expresamente
que: “La persona a quien se comunique su posible nombramiento como árbitro deberá revelar
todas las circunstancias que puedan dar lugar a una posible recusación, y el árbitro, desde el
momento de su nombramiento y durante todas las actuaciones arbitrales, revelará sin demora
tales circunstancias a las partes, a menos que ya les haya informado de ellas, bajo pena de res-
ponder por los daños y perjuicios que ocasionen por su omisión”. El Consorcio Arenales mencio-
na en su recurso que no se ha vulnerado este deber de informar por la vinculación familiar por
afinidad entre los árbitros no se encuentra reconocido legalmente como una situación recusable.
Sin embargo, dicho argumento se desvirtúa porque si bien en el artículo 28 de la Ley Nº 265721
no se encuentra expresamente recogido como causal de recusación los vínculos familiares por
consanguinidad o afinidad, lo cierto es que, el parentesco puede ser perfectamente enmarcado
dentro del tercer inciso de dicho artículo, que prescribe que procede recusación cuando existan
circunstancias que den lugar a dudas justificadas respecto de la imparcialidad o independencia
de los árbitros, pues, es evidente que el parentesco entre dos árbitros y la acreditada relación
familiar implica la posibilidad de generar suspicacias respecto a la independencia de ambos,
máxime si uno representa a una de las partes que interviene en el proceso arbitral y el otro es el
Presidente del Tribunal Arbitral, lo que, podría generar la emisión de una decisión arbitral sin la
imparcialidad requerida en los procesos arbitrales. Sobre el particular, es evidente que en el caso
de autos, los árbitros han faltado a su deber de informar de las causales de recusación debido al
parentesco por afinidad existente entre ambos, no siendo posible que aleguen desconocimiento
1 Artículo 28 de la Ley Nº 26572.- Los árbitros podrán ser recusados solo por las causas siguientes:
1. Cuando no reúnan las condiciones previstas en el Artículo 25 o en el convenio arbitral o estén incursos en algún
supuesto de incompatibilidad conforme al Artículo 26.
2. Cuando estén incursos en alguna causa de recusación prevista en el reglamento arbitral al que se hayan sometido
las partes.
3. Cuando existan circunstancias que den lugar a dudas justificadas respecto de su imparcialidad o independencia.
Civil Arbitraje
CONSULTA N° 1
El marco de un proceso arbitral en donde se discute la resolución de un
contrato minero, nos consultan si es posible pedir la anulación del lau-
do por el hecho de que los miembros del tribunal arbitral, al momento
de emitir el laudo, no se llegaron a reunir física ni virtualmente. Por lo
que, no habría existido debate para adoptar la decisión, y así habría un
defecto en la motivación.
Entendemos que, en el presente caso, el Así, el caso que se nos presenta debe res-
motivo legal para solicitar la anulación del ponder, básicamente, a dos preguntas: (i)
laudo arbitral es que las actuaciones arbitra- ¿tienen los árbitros el deber de debatir, física
les no se han ajustado a lo dispuesto por el o virtualmente, al momento de laudar?; (ii)
Decreto Legislativo n.° 1071 (ley que regula ¿es parte del deber de motivar el debatir?
el arbitraje –DLA); dado que, al momento
Respecto de la primera pregunta, creemos que
de la decisión del laudo, existiría el deber de
la respuesta es negativa; ya que, simplemente,
que los árbitros debatan para que el laudo
el DLA no lo regula de manera expresa, y si
se considere lo suficientemente motivado
ello es así, entonces no habría razón para que
(artículo 56, DLA).
dicha hipótesis pueda autorizar la anulación
Téngase en cuenta que los motivos para impug- del laudo.
nar el laudo son taxativos (artículo 62, inciso 1)
Así, si es que el DLA no lo regula de forma
y que el motivo alegado por la parte se encuen-
expresa, entonces sería necesario realizar un
tra contemplado en el artículo 63, inciso 1, c,
ejercicio interpretativo para concluir que lo
que permite formular el recurso de anulación
hace de forma implícita. Eso es exactamente
cuando: “(…) las actuaciones arbitrales no se
lo que trató de hacer la parte que nos formula
han ajustado al acuerdo entre las partes o al
la consulta. Su interpretación es que el deber
reglamento arbitral aplicable, salvo que dicho
de motivación presupone un deber de debatir.
acuerdo o disposición estuvieran en conflicto
He aquí el meollo del asunto.
con una disposición de este Decreto Legislativo
de la que las partes no pudieran apartarse, o No obstante, creemos que el debate poco
en defecto de dicho acuerdo o reglamento, tiene que ver con el deber de motivación.
que no se han ajustado a lo establecido en este Motivar o justificar es dar razones de por
Decreto Legislativo”. En este caso, las partes qué se decidió de una manera y no de otra.
no pactaron que se elimine la motivación y, Se trata de determinar cómo fueron cons-
por tanto, dado que, en su defecto, el DLA truidas las premisas normativa y fáctica de la
lo exige, resultaría una norma de observancia decisión, esto es, justificar cómo se realizó la
obligatoria (artículo 56, inciso 1). interpretación del texto o elemento no textual
Civil Arbitraje
y la aplicación de la norma al caso concreto que firmar). Allí no habría precisamente un
y cómo se desarrollaron los complejos pasos intercambio de ideas o críticas, pero sí habría
de la valoración racional de la prueba. Solo ocurrido lo suficiente para que el tribunal
así se tendrán argumentos que justifiquen arbitral emita un laudo válido.
las premisas y, además, se podrá controlar la
Por tanto, creemos que para tener una moti-
lógica entre ellas.
vación válida en el laudo no es necesario que
Como puede intuirse, ello ocurre con haya existido debate, bastando un intercam-
prescindencia de que exista o no un efectivo bio de opiniones o, inclusive, una aceptación
debate. Es perfectamente posible que el del proyecto de laudo de algún miembro del
encargado de redactar el laudo realice una tribunal arbitral.
justificación impecable y que los otros dos
árbitros se adhieran pacíficamente (es más, Fundamento legal:
según la DLA, a diferencia de lo que indica la Ley Decreto Legislativo N.° 1071: Artículos 56,
Orgánica del Poder Judicial ni siquiera tendrían 62.1 y 63.1, c.
RESEÑA DE JURISPRUDENCIA
Reseña de jurisprudencia
Casación N.º
4736-2012-Callao
Las cláusulas arbitrales pueden
estar contenidas en contratos de
adhesión
TEXTO DE LA CASACIÓN
CASACIÓN N.°4736-2012-CALLAO
Civil Arbitraje
declara infundada la excepción de convenio arbitral interpuesta por Agencia Marítima Tridentum
S.A.C., reformándola, la declara fundada, en consecuencia, nula la sentencia de fecha dieciocho
de noviembre de dos mil diez. II. ANTECEDENTES: 1. Demanda: Por escrito de fojas noventa
y cuatro, San Fernando S.A., interpone demanda de obligación de dar suma de dinero a fin de
que los demandados cumplan con pagarle solidariamente la suma de US$ 68,975.00 (sesenta y
ocho mil novecientos setenta y cinco con 00/100 Dólares Americanos), argumentando: (i) que la
demandante adquirió de Bunge Latín American, un cargamento de cinco mil toneladas métricas
(5000.00 TM) de frijol de soya a granel por un valor costo y flete de US$ 503.14 (quinientos tres
con 14/100 Dólares Americanos) por tonelada métrica, el mismo que fue embarcado en el Puer-
to de San Lorenzo - Argentina, a bordo de la M/N Bossclip Trader con destino al Puerto del Callao,
emitiéndose un conocimiento de embarque limpio a bordo sin que el agente a nombre del ca-
pitán efectúe ninguna observación sobre el estado, peso y condición de la carga. Refiere que al
llegar al Puerto del Callao se verificó un faltante de treinta y nueve con doscientas milésimas de
toneladas métricas (39.200 TM) según consta en el certificado de peso expedido por el Terminal
Portuario del Callao que corresponde al expediente 14460, toda vez que sólo se descargó cuatro
mil novecientos sesenta con ochocientas milésimas de toneladas métricas (4,960.800 TM) en
lugar de cinco mil toneladas métricas (5,000.00 TM) de fríjol de soya, del cual se hacia respon-
sable a la nave, sus armadores, su capitán, la tripulación y su agente marítimo. (ii) Asimismo
señala que adquirió de Bunge Latin American un cargamento de cinco mil ochocientos cuarenta y
nueve toneladas métricas (5,849.00 TM) de torta de soya a granel con un valor costo y flete de
cuatrocientos treinta y nueve con treinta y siete dólares por tonelada métrica y al llegar al Puerto
del Callao se verificó un faltante de treinta y dos con cuatrocientos cuarenta milésimas de tone-
ladas métricas (32.440 TM) según consta en el certificado de peso expedido por el terminal
portuario del Callao que corresponde al expediente 14462, toda vez que se descargó cinco mil
ochocientos dieciséis con quinientos sesenta milésimas de toneladas métricas (5,816.560 TM) en
lugar de cinco mil ochocientos cuarenta y nueve toneladas métricas (5,849.00 TM) de torta de
soya. (iii) Por último, señala que adquirió de Bunge Latín American un cargamento de diecisiete
mil quinientos noventa y uno toneladas métricas (17,591.00 TM) de maíz amarillo duro a granel
por un valor costo y flete de doscientos setenta y seis con veintiocho dólares por tonelada métri-
ca y al llegar al Puerto del Callao, se verifico un faltante de ciento veintiséis con sesenta y ocho
centésimas de toneladas métricas (126.68 TM) según consta en los certificados de peso expedidos
por el terminal portuario del Callao y que corresponden a los expedientes 14461 y 14906, toda
vez que se descargó diecisiete mil cuatrocientos sesenta y cuatro con treinta y dos centésimas de
toneladas métricas (17,464.32 TM) en lugar de diecisiete mil quinientos noventa y uno toneladas
métricas (17,591.00 TM) de maíz. Solicita por los faltantes anotados la suma dineraria objeto de
la demanda. 2. Contestación de la demanda: Mediante escrito de fojas doscientos Agencia
Marítima Tridentum S.A.C. contesta la demanda señalando que es falso lo expresado por la ac-
cionante en el sentido que se haya embarcado exactamente la cantidad de cinco mil toneladas
métricas (5,000.00 TM) de frijol de soya a granel y cinco mil ochocientos cuarenta y nueve to-
neladas métricas (5,849.00 TM) de torta de soya a granel, pues de la simple lectura de los cono-
cimientos de embarque números 3, 2 y 1, pruebas presentadas por la demandante se señala que:
“se desconoce el peso, dimensiones, calidad, condición, contenido y valor de la mercancías” por lo que
no se puede llegar a la conclusión que efectivamente se embarcó exactamente dicha cantidad;
agrega que de la lectura de los conocimientos de embarque se desprende que el que estuvo a
cargo de dichas labores fue Bunge Latín American LLC, por lo que en caso de haber un faltante de
mercadería tal hecho seria de plena responsabilidad del embarcador de la mercadería. Además
indica que en lo que se refiere a las reclamaciones que no superan el uno por ciento (1%) del
interés que el demandante tenia en el cargamento, se debió aplicar la disposición del articulo
861 del Código de Comercio, consecuentemente si las diecisiete mil quinientos noventa y uno
toneladas métricas (17,591.00 TM) de maíz amarillo duro a granel equivalen al cien por ciento
(100%) del cargamento, las ciento veintiséis con sesenta y ocho centésimas (126.68 TM) presun-
tamente faltantes equivalen al cero punto setenta y dos por ciento (0.72%), este porcentaje es
menor al uno por ciento (1%) del interés que el demandante tiene en el cargamento. 3. Puntos
controvertidos: Conforme aparece a fojas doscientos cuarenta y siete, se fijaron los puntos con-
trovertidos siguientes: - Determinar si las demandadas Cotrader One LTD, Dockendale Shipping Co
Ltd y Clipper Group Management LTD le adeudan a la demandante la suma de US$ 78,975.00
(setenta y ocho mil novecientos setenta y cinco con 00/100 Dólares Americanos), a consecuencia
del faltante en los cargamentos de frijol de soya, torta de soya y maíz amarillo duro a granel que
fueron transportados por la nave Bossclip Trader al puerto del Callao. - Determinar si, de ampa-
rarse la pretensión principal, las demandadas se encuentran obligadas al pago de los intereses
que se generen a la fecha del pago efectivo, así como al pago de cotas y costos del proceso. 4.
Resolución de primera instancia: Culminado el trámite correspondiente, el Juez mediante
Resolución número trece de fojas cuatrocientos nueve, su fecha dieciocho de noviembre de dos
mil diez, declaró fundada la demanda señalando: - De las constancias certificadas de peso expe-
didas por la Empresa Nacional de Puertos ENAPU antes referidas, se acreditan los faltantes de
frijol de soya, de torta de soya y de maíz amarillo duro a granel, demostrándose que el naviero
entregó la carga con desfalco, incumpliendo con lo dispuesto por el artículo 638 del Código de
Comercio. - Es obligación principal en el contrato de transporte, la entrega de las mercaderías en
las mismas condiciones en que son recibidas al momento del embarque en el puerto de origen.
Así se debe precisar que los faltantes a la descarga no son avería simple por no estar comprendi-
dos en los artículos 819 y 822 del Código de Comercio. De aceptarse la tesis esgrimida por la
demandada, se corre el riesgo de un supuesto abuso de derecho puesto que de considerarse el
faltante de mercadería como avería simple se aplicaría el supuesto del artículo 861 del Código
de Comercio con lo cual libremente se podría disponer del uno por ciento (1%) de las mercade-
rías en perjuicios de los compradores. - Los faltantes a la descarga es producto del cumplimiento
parcial o defectuoso por parte del capitán del buque de la obligación de entrega de la mercade-
ría transportada sin desfalco a los consignatarios de la carga, prevista en el artículo 638 del Có-
digo de Comercio. 5. Fundamentos de la apelación: Mediante escrito de fojas cuatrocientos
veinticuatro la demandada Agencia Marítima Tridentum S.A.C. interpone recurso de apelación
contra la sentencia de primera instancia, señalando que: - El juzgado erróneamente ha conside-
rado a los certificados de peso emitidos por ENAPU como medios probatorios que sirven para
afirmar, acreditar e imputar directamente su responsabilidad sobre los alegados faltantes, soste-
niendo indirectamente que los mismos habrían ocurrido durante el transporte marítimo, cuando
no resultan ser documentos idóneos a efectos de acreditar responsabilidad en los alegados fal-
tantes, porque no se ha tomado en consideración que las balanzas en las cuales se pesan los
camiones no se encuentran en el muelle del puerto de descarga, el cual es el lugar donde termi-
na la responsabilidad del transportista marítimo conforme lo dispone el artículo 632 del Código
de Comercio y los Convenios Internacionales. - No se ha tomado en consideración que la custo-
dia del cargamento, después de que es descargado, es asumida por el transportista terrestre. Es
durante el periodo de custodia que la carga es trasladada desde el muelle de descarga hasta el
lugar donde es pesada y dicho pesaje es realizado mientras la carga se encuentra bajo la custodia
del transportista terrestre. - Los certificados de peso emitidos por ENAPU no pueden acreditar
que el menor peso registrado haya sido de responsabilidad del transportista marítimo, pues el
faltante puede haber ocurrido durante la custodia del transportista terrestre o que se haya em-
barcado menor carga que la declarada al transportista. - Se ha interpretado erróneamente el
artículo 822 del Código de Comercio, el cual contiene el concepto de avería simple o particular,
pues en el presente caso el juzgado no ha considerado que los alegados faltantes de carga se
encuentran regulados en el mencionado artículo y que, en consecuencia, aplicando el artículo
861 del Código de Comercio, la presente demanda debió ser declarada improcedente. - Se en-
cuentra expresamente normado por el artículo 822 del Código de Comercio, que constituyen
averías simples o particulares, por regla general, todos los gastos y perjuicios causados en el
buque o en su cargamento que no hayan redundado en beneficio y utilidad común de todos los
interesados. Las pérdidas o mermas de mercaderías constituyen daños o perjuicios sufridos por
el cargamento; por lo que se encuentran dentro del concepto de averías simples o particulares
establecidos en el artículo 822 del Código de Comercio. - Se ha inaplicado el artículo 861 del
Código de Comercio, pues conforme este artículo, las demandas sobre averías no serán admitidas
si no excedieran del uno por ciento (1%) del afecto averiado si fueran simples. 6. Sobre la ex-
cepción de convenio arbitral: A fojas ciento catorce del cuaderno de excepción, la demandada
Agencia Marítima Tridentum S.A.C., formuló excepción de convenio arbitral señalando que los
conocimientos de embarque, en los anexos 1-B y anexo 1-L, aparecen incompletos, pues clara-
mente se señalan que: “las condiciones de transporte se consignan al reverso” y el demandante no
las ha adjuntado, siendo que en dicho conocimiento de embarque aparece una cláusula que
señala: “todos los términos, condiciones, excepciones, libertades incluyendo la cláusula de arbitraje del
contrato de fletamento de fecha diecinueve de marzo de dos mil ocho y cualquier adenda de dicho
Civil Arbitraje
documento se consideran como parte integrante del presente”, por lo que el demandante debe
respetar dicha cláusula contractual y someter la presente reclamación a arbitraje de acuerdo a lo
pactado. Mediante escrito de fojas ciento treinta y siete la demandante absuelve la excepción
formulada, señalando que la demandada ha propuesto excepción de convenio arbitral porque
en los conocimientos de embarque emitidos en el puerto Rosario - Argentina por un agente bajo
autorización del capitán de la M/N BOSSCLIP TRADER, sin intervención de la empresa, se remite
a un contrato de flotamiento de fecha diecinueve de marzo de dos mil ocho que el excepcionan-
te no ha presentado, no pudiendo determinarse si en verdad este existe y de existir quien ha sido
parte del mismo. Mediante resolución número tres su fecha veintiséis de enero de dos mil diez
de fojas ciento sesenta, se declaró infundada la excepción formulada al señalarse que no hay
documento que pruebe la existencia de un convenio arbitral debidamente suscrito por las partes.
Dicha resolución fue apelada por la demandada a fojas ciento setenta y dos, habiéndosele con-
cedido la apelación sin efecto suspensivo y con la calidad de diferida. 7. Resolución de segun-
da instancia: Elevados los autos en virtud del recurso de apelación interpuesto, la Sala Superior
revocó la resolución de primera instancia y, reformándola, declaró fundada la excepción de
convenio arbitral formulada por Agencia Marítima Tridentum S. A.C.; en consecuencia nula la
sentencia y nulo todo lo actuado. La Sala Superior expresa: (i) que el conocimiento de embarque
o Bill of Lading es un documento propio del transporte marítimo que se utiliza como contrato de
transporte de las mercancías en un buque cuya finalidad es proteger al cargador y al consignata-
rio de la carga frente al naviero, dando confianza a cada parte respecto al comportamiento de la
otra. (ii) Por su parte, el contrato de fletamento se encuentra referido al transporte marítimo de
mercancías ajenas efectuado en interés de terceros, por tanto, es esencial el contrato de transpor-
te marítimo. (iii) La norma legal sobre la materia establece que tanto el propietario del buque
como el naviero, responden frente a los actos del transportista, conforme es de verse de los artí-
culos 599 y 600 del Código de Comercio, por tanto, se encuentran vinculados por los Conoci-
mientos de Embarque números 01, 02 y 03, que tienen incluida la cláusula arbitral y en donde
se señala: “todos los términos, condiciones, libertades incluyendo la cláusula de arbitraje del contrato
de Fletamento de fecha diecinueve de marzo de dos mil ocho (...)”, se extiende también a quienes
pretendan derivar derechos o beneficios del contrato, como es el consignatario de la carga que
para el caso resulta ser San Fernando S.A., ello por disposición del artículo 14 de la Ley de Arbi-
traje, Decreto Legislativo número 1071, aún cuando no sea signatario, sino que resulta suficien-
te haber consentido con el arbitraje al ser parte de los acuerdos del transporte de la mercancía.
III. RECURSO DE CASACIÓN: La Suprema Sala mediante la resolución de fecha veintiuno de
enero de dos mil trece ha declarado procedente el recurso de casación interpuesto por la deman-
dante San Fernando S.A., por la infracción normativa por inaplicación del artículo 1390 del
Código Civil, incorrecta interpretación del artículo 14 de la Ley de Arbitraje, e inaplicación del
inciso 2° del artículo 15 de la Ley de Arbitraje; al haber sido expuestas las referidas infracciones
con claridad y precisión señalándose además la incidencia de ellas en la decisión impugnada. IV.
CUESTIÓN JURÍDICA A DEBATIR: En el presente caso, la cuestión jurídica en debate radica,
sustancialmente, en determinar si el caso debe ser conocido en sede arbitral. V. FUNDAMENTOS
DE ESTA SALA SUPREMA: Primero.- Que, el arbitraje es un mecanismo extrajudicial de solución
de conflictos, mediante el cual las partes se someten a la decisión de un tercero, llamado árbitro,
a fin de que solucione controversias de libre disposición, conforme a derecho. Tal instituto ha sido
admitido en el país, de allí que el artículo 139 inciso 1° de la Constitución Política del Estado
refiera: “Son principios y derechos de la función jurisdiccional: 1. La unidad y exclusividad de la función
jurisdiccional. No existe ni puede establecerse jurisdicción alguna independiente, con excepción de la
militar y la arbitral”. Segundo.- Que, sin embargo, el arbitraje no prospera per se, pues lo general
es que las controversias existentes sean resueltas por la autoridad judicial; por consiguiente, sólo
la existencia de un Convenio Arbitral permite que el asunto sea conocido por el Tribunal Arbitral.
Tercero.- Que es, por ello, que el artículo 13 de la Ley de Arbitraje (Decreto Legislativo número
1071) indica el contenido y la forma que debe tener el Convenio Arbitral, el artículo 14 prescri-
be la extensión del Convenio Arbitral y el artículo 15 las presunciones referidas a relaciones jurí-
dicas estándar. Cuarto.- Que, en el presente caso, queda claro al Tribunal Supremo que no ha
existido un acuerdo expreso suscrito por San Fernando sobre Convenio Arbitral. Aunque prima
facie ello supondría descartar la sede arbitral para el conocimiento del conflicto, ello no es así,
porque como se ha señalado en el considerando anterior, siendo práctica común en el derecho
comercial la referencia otro tipo de documentos, el artículo 13.2 y 13.6 de la Ley de Arbitraje
señalan: 13.2. “El convenio arbitral deberá constar por escrito. Podrá adoptar la forma de una
cláusula incluida en un contrato o la forma de un acuerdo independiente”. Y el 13.6: “La refe-
rencia hecha en un contrato a un documento que contenga una cláusula de arbitraje constituye un
convenio arbitral por escrito, siempre que dicha referencia implique que esa cláusula forma parte del
contrato”. Quinto.- Que, por consiguiente, como ha señalado Fernando Mantilla Serrano: “la Ley
de Arbitraje se muestra flexible con respecto al requisito de que el convenio arbitral conste “por escrito”.
Este requisito queda cumplido a través de una comunicación electrónica que las partes hagan por medio
de “mensaje de datos”, de un intercambio de escritos de demanda y contestación o, incluso, mediante
una referencia en un contrato a un documento que contenga una cláusula compromisoria1”, de lo que
se colige que el acuerdo arbitral ya no tiene que constar en un documento ni tiene que estar
firmado por las partes. Sexto.- Que, es esta última forma, la que se ha aplicado en el presente
caso. En efecto, todos los conocimientos de embarque (fojas siete, diecisiete y veintisiete), es
decir, los mismos documentos con los que se acredita el cargamento y que debían utilizarse con
los contratos de fletamento, tal como se expresa en la parte superior central de los referidos
instrumentos, señalan: “Todos los términos, condiciones, excepciones, libertades, incluyendo la cláu-
sula de arbitraje del Contrato de Fletamento de fecha 19 de marzo del 2008 y cualquier Adenda de
dicho documento se considerarán como parte integrante del presente”. Hay, por lo tanto, una cláu-
sula remisoria arbitral que conforma el contrato de transporte marítimo en total y cuyo conoci-
miento era posible a las partes. Sétimo.- Que, en esa perspectiva, la recurrente menciona que
como los conocimientos de embarque son contratos de adhesión no ha habido un real consen-
timiento de parte de los consignatarios de la carga para someterse al arbitraje, pues fue incorpo-
rada por el naviero para oponerla a dichos consignatarios quienes no prestan, celebran, ejecutan
ni participan activamente en el contrato de fletamento. Sin embargo, tales expresiones no se
condicen con las prácticas comerciales ni con lo dispuesto en el artículo 15 de la Ley de Arbitra-
je, norma que los convenios pueden estar: “en cláusulas generales de contratación o contratos por
adhesión” sino además establece dos requisitos para su exigibilidad: (i) que hayan sido conocidos,
o hayan podido ser conocidos por quien no los redactó; y, (ii) que para tal efecto se tenga en
cuenta una diligencia ordinaria. Siendo así las cosas nada hay que evite que las cláusulas arbitra-
les estén contenidas en contratos de adhesión, a lo que debe agregarse que precisamente por
constituir estos contratos-tipo (como además lo reconoce la propia impugnante en su recurso de
casación) la posibilidad que tenga conocimiento de la cláusula arbitral es plena, bastando para
ello la diligencia común del comerciante marítimo. Por lo demás, ninguna prueba se ha aportado
del referido desconocimiento. Octavo.- Que, por último, la recurrente indica que el artículo 14
de la Ley de Arbitraje señala que en éste prima la libre voluntad y el consentimiento de las par-
tes. Tal afirmación es cierta y la Sala Superior no la ha puesto en duda; sólo se ha limitado a se-
ñalar que conforme a la referida norma el convenio arbitral: “se extiende también a quienes pre-
tendan derivar derechos o beneficios del contrato”. No hay, por tanto, vulneración del referido
dispositivo, más aún, si como se ha dicho en considerandos precedentes, el conocimiento de
embarque y el contrato de fletamento forman un todo que establece las obligaciones a las que
libremente se sometieron las partes. Noveno.- Que, por tanto, no se advierte infracción norma-
tiva alguna referida a las causales denunciadas. VI. DECISIÓN: Por estos fundamentos y de
conformidad con el artículo 397 del Código Procesal Civil: Declararon INFUNDADO el recurso
de casación de fojas quinientos treinta y tres, interpuesto por San Fernando S.A.; en consecuencia
NO CASARON la sentencia de vista de fecha diecisiete de agosto de dos mil doce, obrante a
fojas quinientos veinticuatro; DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el Diario
Oficial El Peruano conforme a ley; en los seguidos por San Fernando S.A. contra Cotrader One
LTD. y otros, sobre obligación de dar suma de dinero. Interviniendo como ponente el Señor Juez
Supremo Calderón Puertas.-
SS.
Almenara Bryson / Huamaní Llamas / Estrella Cama / Rodríguez Chavez / Calderón Puertas