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UNIVERSIDAD NACIONAL DE SAN ANTONIO ABAD DEL CUSCO

FACULTAD DE INGENIERIA GEOLÓGICA MINAS Y METALÚRGICA

ESCUELA PROFESIONAL DE INGENIERIA GEÓLOGICA

CURSO: YACIMIENTOS DE MINERALES METALICOS

TEMA:
YACIMIENTOS EPITERMALES DE ALTA SULFURACIÓN

DOCENTE:

Ing. Jorge Henrry Cuenca Sánchez

PRESENTADO POR:

CAÑAHUIRE-HUALLPA-EDWIN HUMBERTO
CASTELO-APAZA-UBERTH RAUL
CCACYANCCO-MAMANI-MAYCOL DAVID
BARRETO VILLENA JULIO CESAR

CUSCO – PERÚ

2022
Tabla de contenido
YACIMIENTOS EPITERMALES DE ALTA SULFURACIÓN .......................................................................... 3
CONTROL ESTRUCTURAL....................................................................................................................... 3
ACTIVIDAD HIDROTERMAL ................................................................................................................... 3
ALTERACIONES ...................................................................................................................................... 4
EVENTO DE MINERALIZACIÓN TARDÍA ................................................................................................. 5
CARACTERÍSTICAS DE LOS DEPÓSITOS EPITERMALES DE ALTA SULFURACIÓN .................................... 6
YACIMIENTOS EPITERMALES DE ALTA SULFURACIÓN EN EL PERU ...................................................... 8
ALTO CHICAMA ..................................................................................................................................... 8
Ubicación y Accesibilidad ...................................................................................................................... 8
TECTONICA Y MAGMATISMO REGIONAL.............................................................................................. 8
METALOGÉNESIS DEL YACIMIENTO .................................................................................................... 10
VI.1.1. FASE I. ...................................................................................................................................... 10
VI.1.2. FASE II. ..................................................................................................................................... 11
VI.1.3. FASE III. .................................................................................................................................... 11
Oxidación Supérgena. ......................................................................................................................... 11
VI.2. SECUENCIA PARAGENÉTICA DE LA MINERALIZACIÓN. ............................................................... 12
YACIMIENTOS EPITERMALES DE ALTA SULFURACIÓN EN MEXICO..................................................... 13
LOCALIZACIÓN Y RELACIÓN CON EL VULCANISMO ............................................................................ 14
Elementos de descripción de los depósitos epitermales .................................................................... 18
Contexto geológico ............................................................................................................................. 18
YACIMIENTOS EPITERMALES DE ALTA SULFURACIÓN
Los yacimientos epitermales de alta sulfuración están espacialmente relacionados con centros volcánicos y diatremas, generados
por intrusiones magmáticas muy próximas a la superficie en conjunto con la mineralización. La mineralización y alteraciones ocurren
cercanas a la superficie entre 500m a 2Km. Por lo general la geometría del cuerpo mineralizado es pequeño y equidimencional.

Con respecto a la temperatura de formación se encuentra entre 100°C a 320°C, sin embargo, se ha encontrado asociaciones de
hasta 480°C. A manera general, los fluidos de alta sulfuración se derivan principalmente de una fuente magmática y depositan
metales preciosos cerca de la superficie cuando el fluido se enfría o se diluye mezclándose con aguas meteóricas. Además, los
fluidos (principalmente gases, vapores a alta temperatura) se caracterizan por ser extremadamente ácidos (tienen H2S y HCl), es
decir que tienen azufre en estado de oxidación +6 o +4, o sea, “alta sulfuración”, además, se presentan en desequilibrio químico
con las rocas encajantes.

Hay que tener en cuenta que la alteración de las partes superiores de la estructura volcánica es causada por la liberación de vapores
(gases) y fluidos ácidos, asociados a fumarolas y conductos volcánicos (chimeneas). Finalmente, los metales preciosos en solución
son originarios directamente del magma o pueden ser lixiviados de las rocas volcánicas huéspedes a medida que los fluidos circulan
a través de ellas.

CONTROL ESTRUCTURAL
La configuración estructural de los depósitos epitermales de alta sulfuración en entornos volcánicos se presta a la mineralización
debido a la alteración hidrotermal causada por intrusiones subyacentes y la generación de espacio a través de fallas extensionales
al interior y alrededor de la cuenca de la caldera.

Además, las rocas volcanoclásticas y sedimentarias que suelen ser permeables se depositan en el mismo entorno y actúan como
conductos de fluidos cargados de metales o fluidos mineralizantes.

ACTIVIDAD HIDROTERMAL
Los gases y fluidos ácidos ascienden desde la cámara profunda del magma. Los fluidos hidrotermales atravesarán cualquier espacio
de debilidad como fallas o litologías permeables.

La acidez del fluido hidrotermal es mayor dentro de los conductos, sin embargo, a medida que el líquido se filtra lejos de las
estructuras principales, la acidez se neutraliza, creando un patrón de alteración zonal (una zonación). Por lo tanto, el resultado es
que la sílice Vuggy es el núcleo del sistema de alteración.
ALTERACIONES
EVENTO INICAL: SÍLICE VUGGY Y ALTERACIÓN DEL SULFATO ÁCIDO

Modificado de (Hedenquist et al., 1994).Epitermal de alta sulfuración y las alteraciones hidrotermales relacionadas

Las formas de sílice Vuggy ocurre a manera de estructuras subverticales y unidades litológicas favorables, permeables y a menudo
subhorizontales. El condensado del fluido ácido se neutraliza progresivamente cuando se aleja de las estructuras fuente, creando
un patrón de alteración zonal.

Es así que en la superficie (zonación vertical) se forma alteración argílica y argílica avanzada, que suele ser rica en alunita. Además,
la zonación horizontal de las alteraciones, indica un núcleo de sílice vuggy, y hacia el exterior evoluciona en alteraciones argílica y
argílica avanzada a propilítica.
EVENTO DE MINERALIZACIÓN TARDÍA

Epitermal de alta sulfuración, evento de mineralización tardía

Un fluido posterior, menos ácido pero que contiene metales asciende desde la cámara profunda de magma. El líquido tardío pierde
temperatura y presión rápidamente cuando alcanza la sílice vuggy debido al abundante espacio, lo que hace que los metales se
precipiten desde los fluidos sobresaturados, introduciendo oro con pirita.

Los minerales a menudo son refractarios, la alteración tardía con calentamiento por vapor se forma en la superficie con azufre nativo
y minerales supergénicos como jarosita y sulfatos.
Brecha hidrotermal que comprende fragmentos angulares de tobas cementadas con
sulfuros y cuarzo

Roca volcánica con alteración argílica avanzada que aloja una vena de sulfuro masivo

CARACTERÍSTICAS DE LOS DEPÓSITOS EPITERMALES DE ALTA SULFURACIÓN

RECONOCIMIENTO MACRO- A MESOSCÓPICO


ROCAS VOLCÁNICAS RELACIONADAS Vulcanismo subaéreo, rocas ácidas a intermedias (esencialmente
andesita– riodacita). Encajante de cualquier tipo.
CONTROLES DE EMPLAZAMIENTO Fallas a escala regional o intrusiones subvolcánicas
EXTENSIÓN DE LA ZONA DE ALTERACIÓN PERIFÉRICA
Área extensa (comúnmente varios km2) y visualmente prominente.
ALTERACIÓN ASOCIADA Extensa alteración propilítica en zonas adyacentes con baja relación
agua/roca. Depósitos profundos: intensa alteración pirofilita–mica
blanca. Depósitos someros: núcleo de sílice masiva, con un estrecho
margen de alunita y caolinita que hacia el exterior es de mica blanca
y arcillas interestratificadas. Depósitos subsuperficiales: ingente
alteración argílica. Clorita: raramente. Generalización: alt. argílica
avanzada → argílica (±sericítica).
MINERALES CLAVE DE ALTERACIÓN PROXIMAL Alunita cristalina; en profundidad, pirofilita.
GEOMETRÍA DEL CUERPO MINERALIZADO Relativamente pequeño y equidimensional.
CARACTERÍSTICAS DISTINTIVAS O NOTABLES Presencia de niveles calentados por vapor (niveles superficiales),
cuarzo poroso o vuggy (niveles intermedios), mineralización
superpuesta a depósitos porfíricos (en profundidad).
CARÁCTER DE LA MINERALIZACIÓN ECONÓMICA Típicamente diseminada, tanto en zona de mica blanca–pirofilita
como en sílice masiva. Poco común como relleno de cavidades o
porosidad. La mineralización está asociada habitualmente a
alteración argílica avanzada, típicamente con abundante pirita.

RECONOCIMIENTO MESO- A MICROSCÓPICO


GANGA DE CUARZO De grano fino, masivo, originado principalmente por
reemplazamiento; el cuarzo es residual (vuggy). Calcedonia: ausente
en la mayoría.
OTROS MINERALES DE LA GANGA Carbonatos: ausentes.
Adularia: ausente.
Alunita y pirofilita: pueden ser abundantes. Barita: diseminada con la
mena.
Azufre nativo: suele estar presente, rellenando cavidades.
Caolinita
ABUNDANCIA DE SULFUROS 10–90% del volumen total, sobre todo de grano fino, pirita con textura
parcialmente laminada. Contenido de azufre total típicamente alto. El
contenido en metales base puede ser alto (Cu)
MINERALES METÁLICOS CLAVE Pirita, enargita–luzonita, calcopirita, calcosita, covellita, bornita,
tetraedrita-tenantita, oro (esfalerita, galena, telururos). Arsenopirita:
poco común. Sulfosales de Ag: raramente. Seleniuros: prácticamente
ausentes. Bismutinita: ocasionalmente.

DATOS ANALÍTICOS
PROFUNDIDAD DE FORMACIÓN En su mayor parte, entre 500 (?) y 2,000 (?) m bajo la paleosuperfície.
RANGO DE TEMPERATURAS DE FORMACIÓN Generalmente, entre 100–320ºC (la mayoría entre 170–320ºC; en
ocasiones, hasta 480ºC
CARÁCTER DE LOS FLUIDOS En su mayor parte, de baja salinidad (1–24% en peso de NaCl eq.);
algunos, de alta salinidad (hasta casi 50% en peso de NaCl

Magmáticos; mezcla con aguas meteóricas. Pueden evolucionar


desde un fluido temprano muy reactivo, que lixivia la roca, hasta otro
más reducido, que puede originar la mineralización.

Oxidados. pH ácido debido a H2S y HCl magmá-tico, neutralizado al


reaccionar con el encajante; dilución.
EDAD Por lo general, Terciaria o más reciente. Ejemplos hasta el
Neoproterozoico y el Arqueano
DIFERENCIA DE EDAD ENTRE LAS ROCAS PorÍGNEAS lo general, entre 0.3 y 2 M.a
GENÉTICAMENT ASOCIADAS Y LA MINERALIZACIÓN
DISTANCIA LATERAL DE FORMACIÓN DESDE EL FOCO
Aproximadamente
DE sobre la vertical del foco de calor motor del
CALOR hidrotermalismo.
ORIGEN DEL AZUFRE Profundo, probablemente magmático.
ORIGEN DEL PLOMO Rocas volcánicas o fluidos magmáticos.
METALES PREDOMINANTES Cu, Au, As (Ag, Pb)
METALES PRESENTES LOCALMENTE Bi, Sb, Mo, Sn, Zn, Te (Hg)
CLASIFICACIONES POSIBLES Según estilo de mineralización: en diseminaciones (Chinkuashih); en
filones (El Indio); en brechas (Wafi River).

Según contenido de metales base: "rico" (Motomboto); "pobre"


(Nalesbitan).

Según contexto geológico: estratovolcanes andesíticos; vulcanismo


tipo Cordillera (Lepanto); islas volcánicas oceánicas.
MANIFESTACIONES DE SISTEMAS ANÁLOGOS ACTUALÍSTICOS
Fumarolas y fuentes termales de alta temperatura cercanas al foco
volcánico.
YACIMIENTOS EPITERMALES DE ALTA SULFURACIÓN EN EL PERU
ALTO CHICAMA
El depósito epitermal de oro de Alta Sulfuración de Alto Chicama se encuentra ubicado en la cordillera occidental de los andes

del norte del Perú, enmarcado entre el Batolito de la Costa y el macizo del Marañón; geológicamente emplazado en una zona de

magmatismo de arco, inducido por subducción de la placa oceánica, debajo del continente sudamericano. El magmatismo es

calcoalcalino de composición intermedia andesítica a dacítica.

El arco volcánico desarrollado en el área de estudio se conoce actualmente como el Grupo Calipuy, que se extiende desde el

Oligoceno, no obstante, en Alto Chicama se encuentran las manifestaciones miocénicas de este vulcanismo. Si bien es cierto, estos

procesos tuvieron una extensión considerable en el tiempo, la formación del yacimiento epitermal de oro de alta sulfuración de Alto

Chicama está restringida tan solo a unos pocos cientos de miles de años en el Mioceno, durante los cuales tuvo que mantenerse

un régimen sismogénico activo para ayudar a conservar y/o renovar la permeabilidad de las rocas, sincronizado con el aporte de

fluidos mineralizantes con condiciones fisicoquímicas favorables para dicho efecto, en consonancia con los factores petrofísicos

óptimos de la roca hospedante.

Ubicación y Accesibilidad
El yacimiento Alto Chicama comprende una extensión aproximada de 600Has, ubicada en la parte norte de la provincia de Santiago

de Chuco, distrito de Quiruvilca, localidad de Callacuyán, departamento de La Libertad, con coordenadas UTM: 802500E,

9122500N, 804500E, 9122500N, 804500E, 9119500N, 802500E, 9119500N.

TECTONICA Y MAGMATISMO REGIONAL


La tectónica regional trasciende a finales del Triásico, con la apertura del Atlántico Sur, que resultó en un nuevo régimen

geodinámico de carácter distensivo en principio,iniciándose o reactivándose un proceso de subducción en el margen occidental

delcontinente sudamericano, conocido como el ciclo Andino (Mégard, 1987), que incluye todos los procesos de formación de la

actual Cordillera de los Andes. Del Triásico Superior al Senoniano Inferior la actual franja cordillerana estuvo dominada por un

tectonismo extensional, con adelgazamiento y tal vez partición cortical, como lo evidencian, por ejemplo los grupos Casma y

Chicama, por procesos de subducción tipo Mariana (Benavides, 1999).

Durante esta fase se produjo un intenso magmatismo de arco de islas y una marcada subsidencia en la zona de trasarco,

permitiendo la acumulación de gran cantidad de sedimentos, que en la región de Alto Chicama se registran por lo menos desde el

Titoniano, con los grupos silicoclásticos Chicama y Goyllarisquisga y luego las secuencias

carbonatadas superiores.

A fines del Cretácico concluyó la sedimentación marina debido a un cambio geodinámico, iniciándose la subducción tipo Andina,

con un régimen de pulsos de compresión repetitivos, con engrosamiento cortical y notable emergencia, levantamiento y deformación
plástica del cinturón cordillerano, proceso que se extendió durante el Cenozoico, con marcados intervalos de distensión o calma

tectónica. Durante los periodos de distensión se manifestó un intenso volcanismo de arco continental, en el margen oeste de la

placa sudamericana, mientras que los periodos de calma se caracterizaron por el desarrollo de extensas superficies de erosión

dispuestas como discordancias (Benavides, 1999), rellenando a su vez cuencas intracontinentales molásicas como las formaciones

Chota, Huaylas, Condebamba y Cajabamba hacia la zona de Cajamarca, así como la cuenca antepaís en la región Sub-andina

entre el arco del Marañón y el escudo brasilero. La tectónica Andina estuvo además acompañada de movimientos de bloques

transversales a la dirección del eje de los plegamientos, a lo largo de estructuras SW – NE a E-W, conocidas como “fallas

transversales” o de “desgarre”, como las deflexiones de Huancabamba y Abancay, entre otros, las que también participaron

significativamente en el desarrollo tectónico y magmático de la región (Benavides, 1999).

MAGMATISMO: Desde el desarrollo de la cuenca jurásica y, hasta la actualidad, se mantiene un activo régimen tectónico de

subducción, generando magmas calcoalcalinos en arcos volcánicos que fueron migrando periódicamente hacia el este, migración

observada últimamente por Rivera et al. (2005) en los centros volcánicos ubicados entre Julcán y Huamachuco. Junto con el proceso

subductivo, se desarrollaron también cuencas tensionales de trasarco relacionados a fallas regionales con rumbo NNW – SSE, las

que controlaron tanto la formación de las cuencas sedimentarias como el emplazamiento de plutones. Se han identificados arcos

magmáticos desde el Jurásico Inferior, reapareciendo intermitentemente

en el Cretácico Inferior, Cretácico Superior a Cenozoico Inferior y finalmente el vulcanismo

continental del Grupo Calipuy. Químicamente este magmatismo Cenozoico corresponde a uno calcoalcalino (Petford & Atherton,

1995), con predominancia de andesitas y, en menor proporción dacitas y riolitas. Ocasionalmente se han observado flujos e

intrusiones basálticas como erupciones exóticas y, aunque no queda claro el régimen tectónico en el que se hayan desarrollado

estos máficos, se puede suponer que esté relacionado a breves periodos de adelgazamiento cortical o fisuras de gran profundidad

con ascenso rápido de magmas sin llegar a diferenciarse. Las estructuras volcánicas en el área están conformadas principalmente

por domos y complejos dómicos con flujos de avalanchas ardientes asociados al colapso de estos. También se pueden apreciar

estructuras de calderas con depósitos de ignimbritas riolíticas a riodacíticas, como en las zonas de Machacala y Carabamba. Las

secuencias volcánicas están principalmente distribuidas hacia el sur y este del yacimiento, con espesores del orden de los 1000m.

En el área de Alto Chicama se observan cuellos volcánicos, stocks hipabisales y, tobas y flujos relacionados a estos. En general

Alto Chicama está caracterizado por ser una secuencia volcánica mucho más restringida de naturaleza andesítica a dacítica, con

intensa actividad freatomagmática, formando diferentes tipos de brechas, asociadas entre otros, a diatremas. Dado que hay

evidencias de fuertes procesos erosivos se pone en duda si es que la pila volcánica fue realmente cercana en volumen a lo que hoy

presenta, o si una parte de esta fue ya erosionada.


METALOGÉNESIS DEL YACIMIENTO

Existen diversos factores que controlan el enriquecimiento mineralógico del depósito, tales como la estructura, litología hospedante,

mineralogía, alteraciones hidrotermales entre otros, los cuales ya se revisaron de manera descriptiva en los capítulos anteriores.

En seguida se esbozarán interpretativamente las características genéticas y la secuencia de eventos. Se analizará objetivamente

la secuencia evolutiva del yacimiento y a partir de ello la secuencia paragenética propuesta, todo lo cual es siempre susceptible de

discusión.

SECUENCIA EVOLUTIVA DEL YACIMIENTO

La secuencia evolutiva del yacimiento epitermal de oro de alta sulfuración de Alto Chicama está asociada a diversas fases de

actividad volcánica e hidrotermal, las que aparentemente se dieron en un periodo de tiempo muy corto alrededor de 17 + 0.4 MA

(Montgomery, 2004), por lo que es difícil realmente separar uno de otro, pareciendo a veces que se interpusieran. De hecho, algunas

fases deben repetirse y seguramente más de lo que aquí se hace referencia, el caso del azufre es por ejemplo de consideración,

pues este al parecer se estuvo depositando durante casi todos los estadios de mineralización, por lo que se debe considerar

detenidamente la abundancia de este elemento en el sistema hidrotermal, el que podría estar involucrado en el transporte del oro

como ión complejante en un ambiente fluido poco salino y altamente ácido (Heinrich et al, 2004). La sílice parda también continuó

depositándose durante varias etapas del yacimiento, sin perder su mineralización aurífera. Ciertamente todos estos procesos

repetitivos de mineralización metalífera enriquecieron continuamente el yacimiento. Sin embargo, en función de una intensiva

campaña de registro geológico (logging) de sondajes diamantinos, así como la revisión de secciones delgadas y pulidas, se pudo

determinar la siguiente secuencia evolutiva.

VI.1.1. FASE I.
Actividad Freática. Caracterizada por el calentamiento, presurización, explosión y efusión por zonas de debilidad de las aguas

meteóricas en forma de vapor, al acercarse estas a lascámaras magmáticas, fragmentando las rocas a su paso y disgregándolas

en sus granos formadores, comúnmente generando brechas monolíticas de poca energía. Dado que los pulsos freáticos se

suscitaron un número indeterminado de veces, en muchos casos se generó un redondeamiento efectivo de los fragmentos, como

en se muestra en la foto IV.4.06. La actividad freática se extendió principalmente en el diatrema de Dafne como precursora de las

demás extrusiones, pero también se le halla a lo largo de fracturas y ductos freáticos en casi todo el yacimiento. Esta fase evolutiva

del yacimiento preparó a las rocas preexistentes a obtener una mayor permeabilidad, la que fue factible para la depositación y

enriquecimiento aurífero.
VI.1.2. FASE II.
Actividad Freatomagmática. Esta fase es producto de la activación extrusiva de la cámara magmática, generando el violento

ascenso y expulsión de magmas con vapores de aguas meteóricas presurizadas. La actividad freatomagmática entrecortó las

brechas freáticas previamente formadas como se muestra en la foto IV.4.04. En el diatrema se aprecia la brecha freatomagmática

hacia el centro, sobreimpuesta a la brecha freática, con remanentes de esta última hacia los márgenes. Brecha de Paleosuperficie.

Seguido de la actividad freatomagmática salieron los flujos volcánicos, arrastrando a su paso los fragmentos de la entonces

superficie cretácica, generando brechas de matriz tobácea, como en la foto IV.4.05. Sílice Parda. Se presenta silicificando las

secuencias pelíticas de la Formación Chimú (Foto IV.1.02) así como relleno de brechas, conteniendo óxidos muy finos que le dan

un tinte pardusco, por lo que fue denominada “sílice parda”, nomenclatura de campo para su caracterización. Leach (2002) fue el

primero en determinar mediante secciones pulidas y delgadas la presencia de rutilo muy finamente diseminado en esta. Los análisis

ICP arrojan resultados interesantes en cuanto al contenido del precioso metal, por lo que esta ha llegado a ser considerada una

importante hospedadora en el depósito. La sílice parda también se encuentra diseminada en la matriz de la brecha de

paleosuperficie, aunque en menor proporción. Es común encontrar fragmentos de sílice parda dentro de las brechas del diatrema,

de las brechas piroclásticas y en general de la mayoría de brechas heterolíticas ,por lo que se le puede atribuir bastante antigüedad

dentro del depósito.

VI.1.3. FASE III.


Depósitos Cineríticos Bandeados. La actividad continuó pero a modo de erupciones piroclásticas finas, con frecuente laminación

horizontal (Foto IV.3.01), en general de composición dacítica, extendiéndose principalmente hacia la zona de Alexa (Foto III.3.02)

y Dafne y, en menor proporción hacia la zona de Josefa. Brechas de Sílice Parda. Los fluidos hidrotermales ricos en sílice, rutilo y

otros óxidos muy finamente diseminados continuaron hospedándose en las secuencias cretácicas, ya no solo en las limolitas, sino

también como matriz de las brechas que formaban a su paso (Foto IV.4.08). Se encontraron también brechas con matriz y

fragmentos de sílice parda (de eventos anteriores estos últimos), incluso cortando los volcánicos Cenozoicos. La actividad

hidrotermal ha sido por lo general explosiva y de suficiente energía para generar comúnmente brechamiento en la roca encajonante

a su paso.

Oxidación Supérgena.
Posteriormente expuesto el depósito a los agentes supérgenos, estos inician el proceso de lixiviación y oxidación supérgena

(Chávez, 2000). Liberándose gran parte del oro encapsulado de algún modo en los sulfuros. El hidróxido de hierro más común en

Alto Chicama es la goethita, pudiendo también encontrarse hematitas pulverulentas en condiciones tal vez menos oxigenadas. La

jarosita es mucho menos frecuente y se le encuentra muy ocasionalmente en fracturas con aspecto pulverulento. La escorodita está

comúnmente asociada a la enargita y, es de hecho un producto de su oxidación, liberando arsénico que pasa a formar el óxido

mencionado.
VI.2. SECUENCIA PARAGENÉTICA DE LA MINERALIZACIÓN.
Para efectos del presente estudio, se ha dividido la secuencia paragenética en tres estadios principales, asociados al marco

geológico relacionado al comportamiento extrusivo según las fases evolutivas descritas anteriormente. El estadio I está asociado a

la fase freática (fase I), el estadio II a las fases freatomagmáticas y eruptivas piroclásticas (fases II, III y IV) y el estadio III asociado

a la fase puramente hidrotermal (fase V), desde luego esta secuenciación podrá subdividirse en estudios posteriores de ser

necesario. Estadio I. Asociado a la fase freática, en algún momento probablemente previo a esta fase se manifestó el ascenso

de fluidos hidrotermales con deposición en las areniscas de sílice, pirita fina (Py1) y menor enargita fina. Por los análisis de

laboratorio se sabe que no hubo aporte de oro en este estadio sino talvez solo como anomalías en las últimas etapas de este estadio

por la relativa abundancia de azufre en el sistema, además de no proporcionar el entorno las condiciones adecuadas para la

precipitación de este metal. Dada la saturación de azufre, posterior a los sulfuros se continuó depositando S0 finamente diseminado

en condiciones fuertemente ácidas. Aparentemente después, vino una etapa de oxidación hipógena, con vetillas entrecruzadas de

sílice blanca (Foto IV.4.09) cortando la mineralización previa, con halos de azufre nativo, covelita y menor calcosita, que

comúnmente se presentan circundando núcleos de pirita - enargita y azufre nativo de laprimera deposición hidrotermal. Py1, En,

Sº. La mineralización que se da en esta etapa es debido a los primeros fluidos hidrotermales que ascendieron de las cámaras

magmáticas en enfriamiento, depositando principalmente enargita y pirita muy fina. Oxidación Hipógena. Posteriormente

ascendieron fluidos ricos en sílice, que se depositó en forma de vetillas con halos de covelita, menor calcosita y azufre nativo con

remanentes de sulfuros.
YACIMIENTOS EPITERMALES DE ALTA SULFURACIÓN EN MEXICO
La inmensa mayoría de los depósitos epitermales de México pertenecen a los tipos de sulfuración intermedia (SI) o baja (BS), y

sólo se han descrito algunos depósitos de alta sulfuración (AS) en la parte noroccidental del país (e. g. El Sauzal, Mulatos, Santo

Niño, La Caridad Antigua, todos ellos en Sonora y Chihuahua).

Dado que muchos depósitos epitermales en México exhiben características compuestas de estilos de mineralización tanto de SI

como de BS (y ocasionalmente también de AS), éstos no pueden caracterizarse simplemente como depósitos de SI (depósitos

polimetálicos asociados con las salmueras más salinas) o depósitos de BS (fundamentalmente depósitos de Ag y Au asociados con

salmueras de más baja salinidad). Así, en el presente trabajo proponemos el uso de una clasificación empírica para depósitos de

SI+BS (esto es, depósitos epitermales alcalinos/neutros) según tres tipos de mineralización, que denominamos A, B, y C. El tipo A

(o tipo de SI) comprende los depósitos formados a mayores profundidades a partir de salmueras altamente salinas, casi en ausencia

de evidencias de ebullición, y contiene exclusivamente mineralizaciones de SI, consistentemente de carácter polimetálico. El tipo B

(o tipo de BS-SI) comprende los depósitos que exhiben predominantemente características de BS pero que contienen raíces

polimetálicas de SI (Zn-Pb), y es el tipo de depósito epitermal más abundante en México. El tipo C (o tipo de BS) comprende los

depósitos que sólo exhiben mineralizaciones de BS, se formaron generalmente a partir de ebullición en la parte superior de los

depósitos a partir de salmueras de relativa baja salinidad, y son los que presentan contenidos más altos en metales preciosos y

más bajos en metales básicos.


LOCALIZACIÓN Y RELACIÓN CON EL VULCANISMO

Cuando Lindgren (1922) definió el término “epitermal”, una de sus observaciones fue que la gran mayoría de los depósitos incluídos

dentro de dicha tipología tienen como encajonante rocas volcánicas de edad terciaria y, por lo tanto, son de edad terciaria o posterior.

Pero, a pesar de eso (más bien, precisamente por eso), también indicó que esa no es condición sine qua non para otorgar tal

nombre a un depósito determinado, puesto que los depósitos epiter- males no se encuentran encajonados únicamente en rocas de

esa edad. Efectivamente, la mayoría de los depósitos epitermales conocidos hoy en día están situados alrededor del margen

Circum-Pacífico (Figura 1), asociados al terma- lismo tardío de los sistemas volcánicos operantes en dicho margen desde el

Terciario (White et al., 1995). En su totalidad, los depósitos epitermales están asociados directamente a márgenes de subducción

activos en diferentes épocas geológicas (Silberman et al., 1976; Sillitoe, 1977). Por ejemplo, en Europa la mayoría de depósitos

epitermales de relevancia están ubicados en los Cárpatos, tectónicamente asociados al cierre del Tetis durante la orogénesis Alpina

(Jankovic, 1997). En el márgen occidental del Pacífico (en contexto de arcos de islas), la mayoría de depósitos epitermales se

formaron durante el Mioceno superior, el Paleoceno y el Cuaternario (White et al., 1995), mientras que en el márgen oriental del

Pacífico y el Caribe (general- mente en contexto de arcos continentales), tienen edades entre el Cretácico y el Mioceno superior

(Sillitoe, 1994). Esta diferencia de edades de los depósitos epitermales en una zona, la Circum-Pacífica, en cuyos márgenes se

vienen produciendo grosso modo los mismos procesos desde el Cretácico, es debida a la gran diferencia de tasa de erosión entre

los arcos de islas y los arcos continentales o andinos, de uno a dos órdenes de magnitud mayor en el primer caso que en el segundo

(Sillitoe, 1994; Hedenquist et al., 1996). En Australia, abundan los casos de depósitos epitermales paleozoicos (Wake y Taylor,

1988; Wood et al., 1990; White et al., 1995), incluyendo los sínteres fósiles de Drummond Basin, los más antiguos conocidos

(Cunneen y Sillitoe, 1989; White et al., 1989), junto con los de Rhynie, Escocia (Rice y Trewin, 1988). Pero los depósitos epitermales

más que en el márgen oriental del Pacífico y el Caribe (general- mente en contexto de arcos continentales), tienen edades entre el

Cretácico y el Mioceno superior (Sillitoe, 1994). Esta diferencia de edades de los depósitos epitermales en una zona, la Circum-

Pacífica, en cuyos márgenes se vienen produciendo grosso modo los mismos procesos desde el Cretácico, es debida a la gran

diferencia de tasa de erosión entre los arcos de islas y los arcos continentales o andinos, de uno a dos órdenes de magnitud mayor

en el primer caso que en el segundo (Sillitoe, 1994; Hedenquist et al., 1996). En Australia, abundan los casos de depósitos

epitermales paleozoicos (Wake y Taylor, 1988; Wood et al., 1990; White et al., 1995), incluyendo los sínteres fósiles de Drummond

Basin, los más antiguos conocidos (Cunneen y Sillitoe, 1989; White et al., 1989), junto con los de Rhynie, Escocia (Rice y Trewin,

1988).
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S CZ FR
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L PL LO RS RA
IN CJ PZ
BO SJ
SM PA
OT
MI
TM SU
ZP
TX HU TE
RG

Figura. 1. Distribución geográfica de algunos depósitos epitermales ácidos (alta sulfuración) y alcalinos (baja e intermedia
sulfuración) en el mundo y en México. El mapa de México de la derecha contiene las relaciones Ag/Au de cada de los depósitos de
baja sulfuración en que esta información es disponible (referencias en Camprubí et al., 1999). La zona sombreada en el mapa de
México define el área susceptible de contener depóstitos epiter- males, según las zonaciones metálicas de Pb-Zn-Ag, Au-Ag y Hg-
Sb de Clark et al. (1982) y la distribución de los yacimientos de este tipo conocidos (Camprubí et al., 1999). Ver referencias acerca
de la mayoría de depósitos en Arribas (1995), Simmons (1995), White et al. (1995), Camprubí (1999), Camprubí et al. (1999, 2003a),
Hedenquist et al. (2000), Albinson et al. (2001).

que en el márgen oriental del Pacífico y el Caribe (general- mente en contexto de arcos continentales), tienen edades entre el

Cretácico y el Mioceno superior (Sillitoe, 1994). Esta diferencia de edades de los depósitos epitermales en una zona, la Circum-

Pacífica, en cuyos márgenes se vienen produciendo grosso modo los mismos procesos desde el Cretácico, es debida a la gran

diferencia de tasa de erosión entre los arcos de islas y los arcos continentales o andinos, de uno a dos órdenes de magnitud mayor

en el primer caso que en el segundo (Sillitoe, 1994; Hedenquist et al., 1996). En Australia, abundan los casos de depósitos

epitermales paleozoicos (Wake y Taylor, 1988; Wood et al., 1990; White et al., 1995), incluyendo los sínteres fósiles de Drummond

Basin, los más antiguos conocidos (Cunneen y Sillitoe, 1989; White et al., 1989), junto con los de Rhynie, Escocia (Rice y Trewin,

1988). Pero los depósitos epitermales más antiguos que han sido descritos corresponden al Arqueano (Penczak y Mason, 1997),

al Paleoproterozoico (Hallberg, 1994; Jacobi, 1999) y al Neoproterozoico (Huckerby et al., 1983; Cheilletz et al., 2002), aunque los

depósitos pre-ter- ciarios conocidos son aún comparativamente muy escasos (Buchanan, 1981; Mosier et al., 1986). Ello es debido

a la erosión o a la presencia metamorfismo superpuesto que los haya podido desfigurar (Heald et al., 1987). En el caso de los
greenstone belts, dada la diversidad de condiciones de emplazamiento y estilo de las mineralizaciones, algunos autores (Guha et

al., 1988; Robert y Poulsen, 1996).

Las importantes diferencias en las características químicas de los fluidos mineralizantes, responsables de deposición mineral dentro

del ambiente epitermal, son el criterio en base al cual se establecen los dos tipos prin- cipales de depósitos epitermales. En efecto,

existen dos estilos contrastados de sistemas hidrotermales ubicados en el ambiente epitermal, según se desprende del estudio

actualístico de ejemplos activos (e. g. Henley y Ellis, 1983; Reyes, 1990, 1991). En cuanto a la geoquímica de fluidos de estos dos

estilos de sistemas, en un extremo se encuen- tra un conjunto de fluidos profundos reducidos y con pH cercanos a la neutralidad.

Estos fluidos están esencialmente en equilibrio con las rocas encajonantes alteradas, debido a su ascenso relativamente lento, lo

que resulta en un siste- ma dominado por dichas rocas (Giggenbach, 1992a). Los sistemas geotérmicos de este tipo se situan

típicamente a una cierta distancia de los edificios volcánicos con los que pueden estar genéticamente asociados, aunque estos

siste- mas pueden encontrarse igualmente en zonas sin actividad volcánica contemporánea o alguna. En la mayoría de los casos,

estos sistemas son activados por intrusiones situadas hasta 5 ó 6 km bajo la superficie.En el extremo opuesto, se encuentran

sistemas vol- cánico-hidrotermales en situación proximal a aberturas volcánicas por las que se canaliza la descarga de vapores a

la superficie. La principal expresión en superficie de estos sistemas son fumarolas de alta temperatura, y sus condensados

constituídos por aguas extremadamente ácidas. Estos fluidos, de carácter eminentemente ácido y oxidado, se encuentran

notoriamente en desequilibrio con las rocas encajonantes, poniendo de manifiesto el carácter magmático de los mismos

(Giggenbach, 1992c). El fuerte control estructural que existe sobre la canalización de estos fluidos es un factor determinante en su

naturaleza altamente reactiva, y en el hecho que estos sistemas estén dominados por los fluidos (Giggenbach, 1992a). Las

intrusiones ge- neradoras de estos sistemas pueden ser muy próximas a la superficie e, inclusive, llegar a ser eruptivas.
Epitermales Alcalinos Epitermales Baja
Aguas
( baja e intermedia) (alta
de porosa
calentadas por vapor, pH=2-3 (vuggy silica)
H S + 2 O = H SO
CO2 H2S
pH=6-8
CO2 HCl S

Mena con cuarzo, Au-Cu

adularia, calcita
Agua Bonanza CO2 H2S permeable
Cuarzo

oxigenada Agua Au-Ag HCl H SO o estructura


bicarbonatad
a bicarbonatad
Zn-Pb-Cu a

agua-roca
Agua
Zona de influencia
Stockwork
dominant
Cu-Au
4 SO2 + 4 H2O = 3 H2SO4 + H2S
primaria
de
Cl + 2 H2O = 3 HCl + O2

Salmueras en
Cu, Au, Mo
avanzad
a

Figura 2. Izquierda: esquema comparativo (no a escala) de la estructura, procesos, tipos de alteración, volátiles liberados, temperaturas, pH, tipos de fluidos y reacciones involucradas en la formación de los
depósitos epitermales ácidos (alta sulfuración) y alcalinos (baja e intermedia sulfuración), y su relación con las rocas magmáticas como fuente de calor, fluidos y componentes químicos para estos depósitos,
desde una cámara magmática en proceso de enfriamiento, la formación de depósitos metálicos relacionados a pórfidos (cupríferos, auríferos, o molibdeníferos), hasta el ambiente epitermal (modificado de Sillitoe,
1995a; en base a los datos de Hedequist y Lowenstern, 1994; Gammons y Williams-Jones, 1997; Corbett y Leach, 1998). La posición de la transición frágil-dúctil se ha ubicado en temperaturas ~400ºC, y a 5-7
km de profundidad (e. g. Fournier, 1991; Nielson et al., 1999). Derecha: esquema de la composición mineralógica de las alteraciones hidrotermales asociadas a la formación de depósitos minerales epitermales,
mesotermales y porfídicos, según el pH de las soluciones mineralizantes (modificado y simplificado de Corbett y Leach, 1998). Abreviaciones: Ab = albita, Ac = actinolita, Ad = adularia, Al = alunita, And =
andalucita, Bi = biotita, Ca = calcedonia, Cb = carbonatos (de Ca, Mg, Mn y/o Fe), Cc = calcita, Cl = clorita, Co = corindón, Cr = cristobalita, Dc = dickita, Di = diápora, Do = dolomita, Ep = epidota, Fp =
feldespatos potásicos, Ha = halloysita, I = illita o illita-esmectita, K = caolinitaMt
Elementos de descripción de los depósitos epitermales
Contexto geológico
Se pueden considerar cuatro contextos fundamentales (Figura 6) para depósitos epitermales en general, basados en la
caracterización de sistemas hidrotermales activos (Bogie y Lawless, 1987; White et al., 1995), siempre dentro de un contexto
geotectónico de subducción. Estos contextos son los siguientes:

1. Sistemas hidrotermales en depresiones estructurales asociadas a vulcanismo ácido (Figura 6A). Se emplazan en zonas con relieve
bajo y poco variable (0-300 m). Las rocas volcánicas asociadas son lavas ácidas con depósitos piroclásticos y sedimentarios
adyacentes; por lo común, en zonas con grandes calderas. Las aguas termales tienen pH neutro, forman sínteres y cráteres de
explosión hidrotermal, y la separación de fases se produce en flujo vertical. Este contexto carece de depósitos de AS, y la deposición
en ambiente de BS se produce en stockwork, vetas y brechas, dándose estos dos últimos especialmente en profundidad. Los
factores de localización son litologías permeables, fallas, fracturas y márgenes de caldera. Ejemplos de este contexto se encuentran
en la zona volcánica central de Taupo y en Ohakuri Dam, Nueva Zelanda.

Clasificación de los depósitos epitermales en México según el estado de sulfuración

En esta sección se aborda la problemática y confusión existente sobre el tema de la exclusividad o no exclusividad entre los
depósitos de SI y de BS. En la provincia metalo- genética del Great Basin en Nevada se aprecia que los dos tipos de depósitos son
mutuamente exclusivos. En esa pro- vincia metalogenética los depósitos de SI están localizados primordialmente en el arco
andesítico calcialcalino en el sector poniente de la misma y se formaron después de los 38 Ma. En contraste, los depósitos de BS
están restrigindos espacialmente al sector oriental de la provincia, y están relacionados a magmatismo bimodal de carácter reducido
(riolítico/basáltico) en el ambiente tectónico extensional, de rift, del Northern Nevada Rift que generó los depósitos entre 16 y 14 Ma
(Sillitoe y Hedenquist, 2003). En las principales provincias metalogenéticas de México (Sierra Madre Occidental y Atiplano
Mexicano) no se encuentra una división en espacio y tiempo análoga, sino que ambos tipos de depósitos parecen coexistir,
relacionados a magma- tismo calcialcalino. Ello no sólo sucede a nivel de provincia metalogenética (Albinson et al., 2001), sino
también a nivel de distrito, como se discutirá más adelante.

La aplicación de los conceptos de “estado de sulfura- ción” en conjunto con el estado de oxidación y la tempe- ratura de fluidos
magmáticos-hidrotermales muestra que existe una relación entre estos parámetros y la estabilidad de las especies de sulfuros
asociados (Einaudi et al., 2003). Así pues, el estado de sulfuración tipo SI se caracteriza por mineralizaciones con cantidades
abundantes de sulfuros (tipo “heavy sulfide”; con contenidos en sulfuros >10%), la presencia predominante de esfalerita baja en
FeS, (3) cantidades variables de galena, pirita, calcopirita, tetraedri- ta, y sulfosales de plata, (4) acompañadas principalmente de
variedades cristalinas de cuarzo, carbonatos y silicatos de Mn, fluorita, y relativamente escasa adularia como mi- nerales de ganga,
(5) mientras que el estilo de alteración predominante consiste de illita cambiando a sericita en profundidad y a propilitización
lateralmente (Einaudi et al., 2003)
BIBLIOGRAFIA
➢ Abeyta, R.L., 2003, Epithermal gold mineralization of the San Nicolás vein, El Cubo mine, Guanajuato, Mexico: trace element
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➢ https://app.ingemmet.gob.pe/biblioteca/pdf/Econ-33.pdf
➢ https://www.researchgate.net/publication/28066159_Depositos_epitermales_de_alta_y_baja_sulfuracion_Una_tabla_comparativa
➢ https://www.jstor.org/stable/24920374
➢ https://repositorio.unc.edu.pe/handle/20.500.14074/107
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➢ http://sedici.unlp.edu.ar/handle/10915/81228
➢ https://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1405-
33222006000100027#:~:text=La%20inmensa%20mayor%C3%ADa%20de%20los,ellos%20en%20Sonora%20y%20Chihuahua
➢ https://coggle.it/diagram/YQM33jU_GAnretgt/t/yacimientos-epitermales-de-alta-e-intermedia-sulfuraci%C3%B3n

VIDEOS:

➢ https://youtu.be/sM-JORw9f5I
➢ https://www.youtube.com/watch?v=DqPpqpMOy2k

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