Está en la página 1de 4

La OMS define la salud bucodental como:

«un estado exento de dolor bucodental o facial crónico, cáncer de


la cavidad bucal o la garganta, infección oral y anginas,
periodontopatías, caries dental, pérdida de dientes y otras
enfermedades y trastornos que limitan la capacidad de una
persona para morder, masticar, sonreír y hablar, así como su
bienestar psicosocial».
Mantener saludable la boca no siempre es fácil y necesita cierta
atención. De hecho, la OMS estima que 9 de cada 10 personas en
el mundo está en riesgo de sufrir algún tipo de enfermedad
bucodental y, en los países desarrollados, entre el 60 O4 y el 90 O4
de los niños en edad escolar tiene caries. Cifras contundentes que
demuestran que no se le brinda suficiente importancia al
problema.

Las enfermedades bucodentales son las enfermedades no


transmisibles más comunes, y afectan a las personas durante
toda su vida, causando dolor, molestias, desfiguración e incluso la
muerte.
Según estimaciones publicadas en el estudio sobre la carga
mundial de morbilidad 2016, las enfermedades bucodentales
afectan a la mitad de la población mundial (3580 millones de
personas), y la caries dental en dientes permanentes es el
trastorno más prevalente.
Se estima que la periodontopatía grave, que pueden ocasionar
pérdidas de dientes, es la undécima enfermedad más prevalente
en el mundo.
La pérdida grave de dientes y el edentulismo total fueron algunas
de las diez principales causas de años perdidos por discapacidad
(APD) en algunos países de altos ingresos.
En algunos países de Asia y el Pacífico, el cáncer bucal (cáncer de
labio y la cavidad bucal) es uno de los tres principales tipos de
cáncer en razón de su incidencia.

El tratamiento dental es costoso, y representa una media del 5 O4


del gasto total en salud y el 20 O4 del gasto medio directo en salud
en la mayoría de los países de altos ingresos.
Las demandas de atención de salud bucodental rebasan las
capacidades de los sistemas de atención de salud de la mayoría
de los países de ingresos bajos y medianos.
Las desigualdades en lo que respecta a la salud bucodental
existen entre diferentes grupos de población de todo el mundo y
durante todo el ciclo de vida. Los determinantes sociales tienen un
fuerte impacto en la salud bucodental.
Los factores de riesgo por hábitos de vida, relativos a las
enfermedades bucodentales son comunes a otras importantes
enfermedades no transmisibles, entre ellas una dieta malsana rica
en azúcares libres, el consumo de tabaco y el consumo nocivo de
alcohol.
La mala higiene bucodental y la exposición insuficiente al flúor
tienen efectos negativos en la salud bucodental.
La salud bucodental es un indicador clave de la salud, el bienestar
y la calidad de vida en general.

Entre los problemas bucodentales más comunes se encuentran


(no solo son odontológicos):
Herpes: Ilagas dolorosas en los labios y alrededor de la boca
causadas por la infección de un virus.
Aftas: úlceras dolorosas en la boca, causadas por bacterias o
virus.
Candidiasis oral: infección causada por un hongo (Candida
albicans) que se manifiesta a través de la aparición de manchas
blancas en la lengua y el interior de las mejillas.
Leucoplasia: aparición de parches blancos formados por exceso
de crecimiento celular en el interior de las mejillas, las encías o la
lengua; es muy común en los fumadores.
Boca seca: falta de suficiente saliva, causada por algunas
medicinas y enfermedades.
Problemas en las encías o los dientes como caries, placa dental,
sangrado de encías, etc.
Mal aliento
Cáncer oral: aparición de un tumor maligno que afecta a
cualquiera de los tejidos de la cavidad oral, incluyendo los labios,
la mandíbula superior o inferior, la lengua, las encías, las mejillas o
la garganta.

La salud bucal afecta a la calidad de vida y a la salud en general.


Por ello, hay ciertas recomendaciones que deben servir para
prevenir enfermedades bucales:
Dieta saludable: reducir la ingesta de azúcares y aumentar el
consumo de frutas y verduras.
Tabaco y alcohol: dejar el tabaco y disminuir el consumo de
alcohol, reduce el riesgo de periodontopatías, pérdida de dientes y
cáncer de la cavidad bucal.
Correcta higiene bucal: cepillarse los dientes al menos dos veces
al día, durante dos minutos, con una pasta dental fluorada y
utilizar hilo dental después del cepillado.
Protección: usa protectores bucales al realizar deportes de
contacto.
Odontólogo: visita al especialista al menos una vez al año.

También podría gustarte