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buen corazón
El poder sanador de
estimar a los demás
SEGUNDA EDICIÓN
Meditaciones sencillas
de la tradición budista
para la vida diaria
Vive la
meditación
Un buen corazón
Las meditaciones que se presentan en esta grabación nos ayudan a aumentar nuestra paz interior
y felicidad, y a mejorar nuestras relaciones aprendiendo a estimar a los demás.
El buen corazón es una actitud mental especial que estima a los demás al menos tanto como
nos estimamos a nosotros mismos. Se basa en la siguiente forma lógica de pensar:
«Al igual que yo deseo ser feliz, los demás también lo desean; y así como yo no deseo ni el menor
de los sufrimientos, los demás tampoco lo desean. Desde este punto de vista todos somos iguales.
Por lo tanto, no hay razón para pensar que mi propia felicidad o mi sufrimiento son más importantes
que los de los demás».
Pensar y actuar de este modo nos aporta numerosos beneficios prácticos tanto a nosotros mismos como
a los demás. Por una parte, nos ayuda a superar nuestra instintiva actitud egoísta de estimación propia,
que es la fuente de toda nuestra infelicidad. Si no se cumplen nuestros deseos o tenemos problemas,
nos sentimos infelices. ¿Por qué? Solo porque nos preocupa nuestra propia felicidad. Aquellos que
han superado la estimación propia nunca se sienten desdichados, ni siquiera cuando están enfermos
o se están muriendo.
Debido a nuestro instinto egoísta de estimación propia cometemos acciones perjudiciales que
nos causan un sinfín de problemas tanto a nosotros mismos como a los demás. Si no tuviéramos
estimación propia, nunca pensaríamos, diríamos ni haríamos nada malo y perjudicial.
Si estimamos a los demás, realizaremos acciones virtuosas de manera natural y, como resultado,
disfrutaremos de mucha felicidad en el futuro. De un modo u otro, todas las virtudes y toda la felicidad
provienen de estimar a los demás.
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Estimar a los demás no es difícil
Nuestra perspectiva ordinaria nos hace pensar que somos el centro del universo y damos
importancia a los objetos y a los demás según el modo en que nos afectan. Por ejemplo, nuestro
coche es importante solo porque es «nuestro» y nuestros amigos lo son porque «nos» hacen felices.
Por el contrario, las personas desconocidas no nos parece que sean tan importantes porque
nuestra felicidad no depende directamente de ellas, y si les roban el coche o se les avería,
apenas nos preocupa.
Esta visión egocéntrica del mundo se basa en la ignorancia y no se corresponde con la realidad.
Si practicamos las meditaciones que se presentan aquí, podemos adquirir una perspectiva más
realista del mundo basada en la comprensión de la igualdad e interdependencia de todos los seres
sintientes. Cuando consideremos que todos y cada uno de los seres son igual de importantes,
generaremos buenas intenciones hacia ellos de manera natural.
Estimar a los demás no es tan difícil, lo único que tenemos que hacer es comprender por qué
debemos estimarlos, tomar la firme determinación de hacerlo y luego meditar en esta decisión
con sinceridad una y otra vez.
Poco a poco generaremos un profundo y poderoso sentimiento de afecto hacia todos los seres,
incluidos aquellos que ahora nos desagradan.
Si luego integramos este sentimiento especial en nuestra vida diaria, ejercerá una influencia
muy beneficiosa en todo lo que pensemos, digamos o hagamos.
Lectura sugerida:
Nuevo ocho pasos hacia la felicidad 3
Las cinco etapas de meditación
Por lo general, una sesión de meditación consta de cinco etapas:
1. Preparación Inicialmente, los objetivos de esta etapa son:
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3. Meditación Cuando, gracias a la contemplación que hayas realizado, aparezca
con claridad el objeto de meditación, debes dejar la meditación analítica y concentrarte
de manera convergente en el objeto. Esta concentración convergente es la tercera etapa
– la meditación en sí–.
Al principio es posible que tengas poca concentración, que te distraigas con facilidad
y pierdas a menudo el objeto de meditación. Por lo tanto, al principio tendrás que alternar
entre la contemplación y la meditación de emplazamiento numerosas veces en cada sesión.
Tanto la contemplación como la meditación sirven para familiarizar la mente con objetos
virtuosos. Cuanto más te familiarices con estos objetos, más apacible se volverá tu mente.
Si te adiestras en la meditación y vives de acuerdo con las experiencias y las decisiones
que tomas en ella, finalmente podrás mantener una mente apacible de manera continua
durante toda la vida.
4. Dedicación Al final de cada sesión dedica los méritos o buena energía generados con
tu meditación para lograr la meta beneficiosa que desees alcanzar. Si no dedicas los méritos,
los puedes perder con facilidad, por ejemplo, con un enfado.
5. Práctica subsiguiente Es importante recordar que estas prácticas no son solo para
aplicarlas durante las sesiones de meditación, sino que debes integrarlas por completo
en tu vida diaria.
La experiencia profunda de estas prácticas es el resultado de un adiestramiento eficiente
durante mucho tiempo, tanto en meditación como fuera de ella. Por lo tanto, debes practicar
con constancia y suavidad, sin prisas por conseguir resultados.
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Meditación 1 Estimar a los demás
La primera meditación es la principal y el éxito que tengamos en las otras dos
dependerá de la experiencia que logremos de ella.
Imagina a estas personas delante de ti o a tu lado, piensa en los problemas que tienen,
sus miedos y sufrimiento y lo mucho que desean liberarse de todos ellos.
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A continuación piensa en lo mucho que desean ser felices, tener paz interior
y disfrutar de la vida. Intenta sentir que su deseo de disfrutar de paz
y felicidades tan importante para ellos como el tuyo
lo es para ti, y concéntrate en este entendimiento.
Finalmente, intenta llegar a la siguiente conclusión: «No tiene sentido que solo
piense en mi felicidad y no en la de los demás, ni desear liberarme
del sufrimiento pero no desear lo mismo para ellos».
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En esta fase imagina con intensidad lo siguiente:
1. Que todos ellos se liberan por completo de toda clase de sufrimiento, problemas
1.
y temores, y experimentan una profunda paz interior.
Lectura sugerida:
Nuevo Manual
de meditación 9
Meditación 3 Dar felicidad
La tercera es una meditación práctica sobre el amor,
el deseo sincero de hacer felices a los demás.
Piensa en lo mucho que desean ser felices, tener paz interior y disfrutar
de la vida, en lo difícil que les resulta encontrar verdadera felicidad
y que cuando experimentan un poco de bienestar, es muy breve
y pronto se transforma en frustración, desilusión y finalmente
en más sufrimiento.
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Siente como si tu cuerpo se inundara
de una luz gozosa cuya naturaleza
es amor puro.
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Consejos de corazón
Las siguientes citas han sido extraídas de un famoso texto del siglo XI compuesto por el gran
maestro budista Atisha. Son consejos prácticos para aprender a estimar a los demás en la vida
cotidiana, y son tan relevantes hoy día como cuando Atisha los dio por primera vez:
• Sentid compasión por los seres más sencillos y, sobre todo, evitad despreciarlos o humillarlos
• No sintáis apego por el amigo ni odio por el enemigo
• En lugar de tener celos de las buenas cualidades de los demás, imitadlas con admiración
• En lugar de fijaros en las faltas de los demás, fijaos en las vuestras y purgadlas
como si fueran mala sangre
• No contempléis vuestras buenas cualidades, sino las de los demás, y respetad a todos
como lo haría un sirviente
• Considerad que todos los seres son vuestros padres y madres, y amadlos como si fuerais su hijo
• Mantened siempre un rostro sonriente y una mente amorosa, y hablad con sinceridad y sin malicia
• Puesto que no podéis adiestrar las mentes de los demás mientras no hayáis controlado la vuestra,
comenzad por dominar vuestra propia mente
• Puesto que el odio abunda en estos tiempos impuros, poneos la armadura de la paciencia,
libre del odio
Para más información sobre este texto o libros introductorios sobre otros aspectos de la
meditación budista, puedes visitar www.tharpa.com