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Resumen
El riego es la principal actividad económica del valle, el uso y conocimiento del río
es muy importante para asegurar una continuidad de la vida económica y cultural
de dos municipios, conformándose un territorio específico y dinámico.
1
Alumna de la Maestría en Desarrollo Regional, de la Universidad Autónoma de Guerrero
2
Maestra Investigadora de la Unidad de Ciencias del Desarrollo Regional, de la
Universidad Autónoma de Guerrero
Si bien es cierto que siempre se valorizan ciertos recursos según los intereses
dominantes, Malinowsky (en Tomé, 2005), plantea que esos intereses son
económicos, por su lado Huntington (op. cit.), plantea que la naturaleza es quien
determina qué se da y qué no, pero para los autores de la ecología humana (Park
-1936- y Ernest Burgess -1923- en Tomé, 2005), existe una convergencia entre
economía y ecología.
Un territorio es apropiado por dos aspectos: por su valor utilitario o por su valor
simbólico, es decir, por su valor económico o su valor identitario y cultural, que no
se encuentra vacío, y que es el “resultado de un proceso histórico” (Gurevich,
2005), son los actores sociales, económicos, culturales, y políticos quienes
transforman y construyen los territorios (Op cit, 53)
La naturaleza no es captada desde la las lógicas físico-naturales per se, sino
desde los procesos sociales de apropiación y transformación que van modificando
y artificializando progresivamente los elementos naturales del planeta (op. cit.:61),
dándole el valor simbólico y/o utilitario del que nos habla Giménez (2000).
La Montaña de Guerrero es una de las siete regiones en que esta divido el estado,
a su interior existen tres microrregiones, habitadas históricamente por nahuas,
tlapanecos y mixtecos; los montañeros han distinguido desde siempre la
existencia de “una parte baja (Tlatzintlán), una parte media (Inacaztlán) y una
parte alta (Icuatipan), es decir, partes bajas, laderas o faldas y las cúspides”
(Matías, 2000:31), una de esas microrregiones es La Cañada de Huamuxtitlán
ubicada en la parte baja.
Este valle se encuentra a una altura promedio de mil 100 metros sobre el nivel del
mar. Los dos macizos montañosos que rodean la Cañada tienen alturas máximas
de mil 800 msnm, y localmente llevan los nombres de Cerro Chulaltepec, Los
Bonetes y cerro El Aguacate, cuyas laderas se consideran no aptas para la
agricultura por sus pendientes de hasta 45 grados.
La fuente principal de agua es el río Tlapaneco, el cual tiene una superficie
estimada de 5 mil 133 kilómetros cuadrados, se origina en la parte alta de La
Montaña de Guerrero, a una altitud superior a los 3 mil metros, recorriendo una
distancia de 148 km desde su nacimiento hasta desembocar en el río Atoyac, en
Puebla; se ubica en tercer lugar de importancia dentro de la región hidrológica. En
su recorrido pasa por los municipios de Zapotitlán Tablas, Copanatoyac, Tlapa de
Comonfort, Alpoyeca y Huamuxtitlán, y es un afluente de los ríos Mezcala y
Balsas.
Los derrumbes en la región de la Montaña son cosa común durante las lluvias,
aunque también lo son las inundaciones en las partes bajas por los
desbordamientos de los ríos; tal es el caso del Tlapaneco en la ciudad de Tlapa, la
última sucedida en 1986, cuando el agua del río Tlapaneco se junto con la del río
Jale (tributario del Tlapaneco), llegando hasta el zócalo de la población de Tlapa,
la parte más afectada fueron los terrenos aledaños al río ya que quedaron
cubiertos de arena y grava. Esto también ha sucedido en la comunidad de
Ixcateopan, en el municipio de Alpoyeca en 1866, lo que motivó mover el pueblo
hacia el cerro, en el margen derecho del rio Tlapaneco, y de lo que ahora queda
vestigio es una torre de la antigua parroquia del lugar localizada en lo que ahora
son tierras de riego. Más recientemente, en 1989, durante el huracán Cosme el
pueblo de Tlaquiltepec también tuvo que moverse hacia el cerro debido a una
fuerte inundación a consecuencia de la corriente; muchas tierras agrícolas se
perdieron. Lo mismo sucedió por las mismas causas en Alpoyeca, y San Pedro
Aytec.
La manera de construirse más común son las barreras que corren junto al río, pero
hay dos maneras más: a) barreras que se construyen adentrándose en el río, con
lo cual se desvía la corriente del mismo, a estas construcciones no se les
siembran sauces; y b) el trompezón en forma de cono o “tepechihuite”, se trata de
montículos de piedras o costales, recubiertos por estacas y ramas de sauces,
estos se colocan en donde se construyen las bocatomas, y en lugares donde pega
fuerte la corriente del río para restarle fuerza y tratar de evitar que el rio entre en
las parcelas destructivamente
3.1.2 El enlamado
Esta es una forma tradicional de mejorar con nutrientes naturales las parcelas de
cultivo es mediante la “lama”, sedimentos aluviales que arrastra el río a través de
la erosión hídrica. “Enlamar” es una técnica que se complementa con una de las
funciones del “trompezón”, mejorar y ampliar la zona agrícola, espacios ganados
al lecho del río, localmente a estos espacios se les dice “xale”, que significa
arenal.
Enlamar consiste en conducir el agua revuelta del rio hasta ciertas parcelas (las
que se desea fertilizar), a través de los canales; se aprovecha la infraestructura
que ya esta, pero en los casos de un nuevo acondicionamiento, a parte de los
“trompezones” se requiere de tomas y canales nuevos, ya que se trata de un
nuevo espacio.
El perfil del suelo de la Cañada es variable: las parcelas más antiguas tienen
alrededor de 5 metros de lama, mientras que las de reciente incorporación, que
están a la orilla del rio, pueden llegar a tener solamente 30 centímetros.
Mediante el uso de estas dos técnicas la adaptación del medio ambiente ha sido a
base de pruebas y observación, la cual lleva muchos años, y ha contribuido al
mantenimiento del agrocecosistema de la Cañada, dando sustento a las familias
agricultoras, y también un estatus superior dentro de la región Montaña.
Cabe señalar que el maíz es el principal cultivo, sin embargo este se produce en
tierras de temporal, lo que nos muestra que la producción agrícola se extiende no
sólo en tierras de riego sino también de temporal. En la Cañada es el ciclo de
riego proporciona mayores beneficios para la población, en particular los frutales
representan la principal entrada de dinero para la región, ya que el rendimiento por
tonelada es mayor así como el precio de las mismas.
Pero este cultivo se viene abajo con la entrada del Tratado de Libre Comercio
entre México, Estados Unidos y Canadá, cuando nuestros productores no
pudieron competir con los precios bajos del arroz que entraba de estos países.
Así, de 265 has. que se cosechaban, después de 1994 bajó a 88 has. y de ahí no
se recuperó más (Sagarpa, 2005). La quiebra fue inminente, y los productores de
la Cañada fueron defraudados por el acaparador de toda la producción de la zona,
un señor Rojas, quien no les pagó la última entrega que los campesinos le
hicieron. Esto representó la quiebra, y el arroz se dejó se sembrar.
Otro cultivo que merece mención especial son las huertas de frutales,
específicamente el mamey, anualmente se produce en promedio en Alpoyeca y
Huamuxtitlán un total de dos mil quinientas toneladas, y cuenta con gran prestigio
en calidad, esto ha permitido en la Cañada tener una mejor calidad de vida.
En general es la Cañada una población mestiza que cuenta también con mejores
condiciones de vida y educación. Además de figurar históricamente en el mapa
económico regional como un importante productor de arroz y frutales, han tenido
mayores posibilidades de acceder a recursos para el desarrollo, con lo cual han
mejorado su infraestructura de riego y su organización.
La agricultura marca la pauta en la zona; pero es necesario discernir entre los
sistemas de cultivos que dan pie a los ciclos agrícolas de los diferentes cultivos: el
de riego y temporal, todo esto de la mano con la gestión del agua, cuya presencia
en la zona es muy importante.
4.- Conclusiones
Se puede decir que en la Cañada las comunidades establecidas han definido que
hacer con su territorio, de tal forma que la implementación de las tecnologías
tradicionales han contribuido evidentemente a la consolidación y mantenimiento de
la agricultura en la zona, en tanto que al disponer de una capacidad para
acomodarse al medio físico mediante dispositivos tecnológicos se expresan las
organizaciones autogestivas, fuertes y consolidadas; siendo que la tecnología se
considera como expresión del conocimiento y manipulación del hombre de las
características de la naturaleza, además del desarrollo de métodos,
procedimientos, herramientas, técnicas y equipos para su aprovechamiento, se
deduce que existe un amplio conocimiento comunal sobre el uso y gestión del
agua, en este caso, del rio Tlapaneco. Su comportamiento y mejor
aprovechamiento enfocados al mantenimiento de un sistema de riego y la
planificación del territorio es un proceso voluntario de intervención que amplía las
posibilidades de éxito productivo y reproducción social de los regantes.
Hoy más que nunca se menciona en los discursos teóricos y programas políticos
el concepto de la “sustentabilidad”, que eventualmente podría resultar
contradictoria con el discurso de lo moderno como paradigma dominante, sobre
todo si lo vemos desde la perspectiva agroecológica, donde se prevén ambientes
balanceados, rendimientos sustentables, una fertilidad del suelo biológicamente
obtenida y una regulación natural de plagas, ya que se trata de agroecosistemas
diversificados, que de cierta forma imitan los procesos ecológicos naturales.
Bibliografía
Rodríguez H., América y Hernández R., Berenise (2009) “El río tlapaneco y los
sistemas de riego en dos microrregiones de La Montaña de Guerrero:
Copanatoyac en la Montaña Alta y Huamuxtitlán en La Cañada”. En Hernández M.
Taurino, Conocimientos y saberes para el desarrollo de La Montaña. CONANP-
PNUD. México.